Menores transexuales en la escuela: la familia decide

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as familias con menores transexuales serán los responsables del trato dispensado hacia éstos en los colegios andaluces. Los padres y madres decidirán cómo los profesores y compañeros han de dirigirse y actuar hacia un menor transexual, considerando siempre el género con el que se siente identificado el alumno o la alumna. Es la conclusión más importante que se desprende del protocolo de actuación sobre identidad de género en el sistema educativo andaluz, que este viernes presenta la Junta de Andalucía, después de que se apruebe la ley en el Parlamento.

El protocolo, que tiene como finalidad ofrecer pautas que permitan abordar de la forma más adecuada la atención educativa a los menores transexuales, garantizando el libre desarrollo de su personalidad y la no discriminación por motivos de identidad de género, es fruto del que la Asociación de Transexuales de Andalucía (ATA) puso en la mesa del consejero de Educación el pasado octubre ante la demanda de varias familias de menores con problemas en colegios públicos y concertados de Andalucía, que tuvo en el colegio San Patricio de Málaga el caso más conocido.

as familias con menores transexuales serán los responsables del trato dispensado hacia éstos en los colegios andaluces. Los padres y madres decidirán cómo los profesores y compañeros han de dirigirse y actuar hacia un menor transexual, considerando siempre el género con el que se siente identificado el alumno o la alumna. Es la conclusión más importante que se desprende del protocolo de actuación sobre identidad de género en el sistema educativo andaluz, que este viernes presenta la Junta de Andalucía, después de que se apruebe la ley en el Parlamento.

El protocolo, que tiene como finalidad ofrecer pautas que permitan abordar de la forma más adecuada la atención educativa a los menores transexuales, garantizando el libre desarrollo de su personalidad y la no discriminación por motivos de identidad de género, es fruto del que la Asociación de Transexuales de Andalucía (ATA) puso en la mesa del consejero de Educación el pasado octubre ante la demanda de varias familias de menores con problemas en colegios públicos y concertados de Andalucía, que tuvo en el colegio San Patricio de Málaga el caso más conocido.

Marc Serena: “Las ONG en África están dando la espalda a los homosexuales”

Imagen de la portada del libro 'Això no és africà!' (Ed. RBA). La fotografía es de la surafricana Zanele Muholi. Su obra es elogiada por la manera de retratar las relaciones entre las mujeres negras.

Imagen de la portada del libro ‘Això no és africà!’ (Ed. RBA). La fotografía es de la surafricana Zanele Muholi. Su obra es elogiada por la manera de retratar las relaciones entre las mujeres negras. (RBA / Zanele Muholi – Propias)

Los olvidados de los olvidados. Eso es lo que son los homosexuales enÁfrica. Vivir en el continente más pobre del planeta no es fácil para nadie, pero si a eso le sumamos que amas a personas de tu mismo sexo, tu vida puede convertirse en una pesadilla. Mandar un mensaje de amor o beber Baileys en el sitio y el momento equivocado puede suponerte una visita a la cárcel, pero puede ser peor. Podrías sufrir violaciones correctivas, como muchas lesbianas de Sudáfrica, o asesinado, como el activista ugandésDavid Kato.

La homofobia imperante hace que gays, lesbianas, transexuales o intersexuales se vean obligados a vivir en la marginalidad y el silencio. Ni siquiera parece que las ONG internacionales que trabajan en el continente reparen demasiado en ellos.

Sorprendido por el silencio mediático y la impunidad con la que se violaban sus derechos, el periodista catalán Marc Serena decidió en 2011 emprender un viaje de siete meses por el continente con el objetivo de darles voz. El resultado es Això no és africà! (Ed. RBA). Entre la crónica de viajes, el periodismo de investigación y la divulgación, el libro nos presenta a una serie de personajes tan variopintos como un cantante argelino de música rai que canta al amor entre hombres, una madre lesbiana casada con un gay en Ghana cuyo hijo resulta que también es homosexual, unas divertidas transexuales de Cabo Verde, o el primer imam en salir del armario en Sudáfrica. A través de sus relatos nos adentramos en un mundo escondido y, en ocasiones, desolador, pocas historias invitan a la esperanza. La edición en castellano del libro saldrá a la venta a partir de septiembre.

Al inicio del libro explica que en su viaje por Marruecos visitó la sede de Amnistía Internacional para pedir información sobre los homosexuales en el país. Su respuesta fue que ellos no trataban “esos temas”¿Es un caso aislado o se ha encontrado con otras organizaciones humanitarias que olvidan la protección a los homosexuales?
La agresión a los derechos humanos de los homosexuales es la más sistemática y a la vez la más silenciada que existe. La situación es muy grave en muchos países, y las grandes organizaciones le están dando la espalda. Amnistía Internacional está haciendo mucho y buen trabajo, pero como trabaja con todas las agresiones a los derechos humanos que ocurren en el mundo hay algunas que toca mejor que otras. Un ejemplo, ahora han publicado un extenso informe sobre Iraq: Diez años de abusos. En este informe tan completo sólo hay una mención a la homosexualidad, y en Iraq se sabe que han sufrido torturas, violaciones, penas de muerte…

¿Y cuál cree que es el motivo?
La pregunta que habitualmente me hacen y que yo no tengo respuesta es por qué nadie había escrito un libro como el mío antes. No lo sé. No hay ningún libro en el mundo a excepción del mío que refleje de forma panorámica esta situación, que es un tema de debate muy fuerte en el continente. En el África de hoy la gente que lo pasa peor son los gays y las lesbianas. Las ONG miran hacia otro lado y nosotros, que siempre hablamos de lo mucho que queremos ayudar a África, pasamos del tema. ¡Hay gente en la cárcel simplemente por haber enviado un mensaje de amor!

¿Hay un debate público en África sobre la homosexualidad?
En África es un tema muy pasional. Hay países en los que hay mucho debate, como en Uganda, que está debatiendo una ley que aprobaría la pena de muerte para los homosexuales. También hay muchos medios de comunicación que han descubierto que el tema les hace vender muchos ejemplares. Han llegado a señalar a homosexuales que después han sido asesinados. En cambio, hay países como Mauritania en los que es un tema del que no se habla ni hay asociaciones. También es verdad que hay muchos gays que no tienen ganas de que la homosexualidad se convierta en un tema de debate público ya que en sus países se castiga con la pena de muerte. En realidad no es que haya un debate, es que una parte está pasando una apisonadora sobre la otra y niega que la homosexualidad sea una cosa africana. En África mi libro no se podría vender porque dirían que estoy diciendo una mentira, ¡Que estoy intentando homosexualizar a los africanos!

¿Cuándo nace la homofobia en África? En el libro explica que no siempre había sido así, que en el pasado hubo tribus africanas en las que la homosexualidad era aceptada, pero que ahora se identifica la homosexualidad como una cosa importada de Occidente.
En Marruecos, la homosexualidad está prohibida desde los años sesenta, cuando hasta entonces el norte de África había sido un refugio para occidentales porque era un sitio de libertad sexual. Lo que ha hecho mucho daño han sido las leyes hechas por los colonizadores. Del mismo modo que las fronteras africanas están hechas con tiralíneas desde Berlín, lo mismo pasó con las leyes. Y la paradoja es que ahora se dice que hay que perseguir la homosexualidad porque es algo que no es africano, cuando las leyes homófobas fueron escritas por occidentales. También hay muchos gobiernos corruptos que han descubierto que este tema es una potente cortina de humo, que despista a la gente. Mientras, hay gente muriendo o en la cárcel. Hay casos increíbles como el de un juicio en Camerún en el que el hecho de que un chico bebiera Baileys fue usado como prueba para acusarle de homosexual. Es devastador. No entiendo cómo nos ha pasado tan desapercibido.

¿Cómo afecta esto a la propagación del VIH?
El 70% de los enfermos de sida están en África, y hay muchos gobiernos que todavía bloquean la entrada de lubricantes a sus países pese a aceptar los preservativos. Consideran que el lubricante fomenta conductas que no son africanas. Esto obliga a la gente a usar otras cosas, como la mantequilla, que favorece la rotura de los condones. Quizás la dificultad radique en que negar la diversidad sexual no es un problema de dinero, si no de mentalidad. En Senegal, por ejemplo, hay asociaciones de lucha contra el sida que son homófobas y dicen que la culpa de la enfermedad la tienen los gays.

¿Cómo te pusiste en contacto con tus protagonistas del libro?
Se necesita mucho tiempo y mucho trabajo. Internet es peligroso, porque si me escribo con alguien para follar o simplemente para hablar, esa persona me podría denunciar a la policía o extorsionar. En algunos países hay asociaciones, muchas clandestinas. Pero ha habido ocasiones en las que ha sido muy difícil, como en Marruecos. Parece mentira que vivamos tan cerca. Estuve tres o cuatro semanas para encontrar una historia. Preguntas a la gente que lucha contra el VIH y te dicen que no saben nada, que no conocen a nadie.

Me sorprende mucho esa hipocresía social cuando en esos países muchos de los primeros contactos sexuales son entre hombres.
Sí. Es muy difícil generalizar, pero en muchos países del norte de África se considera que si hay sexo anal, sólo el pasivo es el gay. Hay países en los que hay mucho contacto físico, se dan la mano, se dan besos… Incluso hay sexo por amistad porque es muy difícil hacerlo con mujeres hasta que no te casas. En realidad África es muy plural y muchas de las etiquetas que nosotros tenemos no nos sirven para hablar de la complejidad de su identidad sexual. Hay leyendas africanas que dicen que si vas a un árbol y das diez vueltas te conviertes en mujer, hay muchos rituales de cruce de sexos… En ganda, una de las lenguas que se habla en Uganda, hay palabras para decir transexual masculino o femenino. En Sudáfrica hay las lesbianman, que es un concepto muy de allí y son hombres lesbianas.

¿Sigue en contacto con sus protagonistas?
Sí, ahora les tengo que enviar el libro, aunque hay algunos que no saben leer. Les va bien.

Muchos medios de comunicación africanos que han descubierto que el tema les hace vender muchos ejemplares, afirma Marc Serena

“Muchos medios de comunicación africanos que han descubierto que el tema les hace vender muchos ejemplares”, afirma Marc Serena (RBA – Propias)

Este podría ser el primer beso documentado entre dos hombres de la historia. Hallado en una tumba egipcia del año 4.000 antes de Cristo

Este podría ser el primer beso documentado entre dos hombres de la historia. Hallado en una tumba egipcia del año 4.000 antes de Cristo (RBA – Propias)

Alice Nkomo es la primera mujer abogada del Camerún

Alice Nkomo es la primera mujer abogada del Camerún. Cuando estaba a punto de jubilarse decidió dedicarse a defender, de manera altruista, las que considera las personas más vulnerables de su país: los gays (RBA – Propias)

El autor del libro 'Això no és africà!' , Marc Serena

El autor del libro ‘Això no és africà!’ (ed.RBA), Marc Serena (aixonoesafrica.tumblr.co – Propias)

Bilbao quiere ser más gay

El proyecto ‘Bilbao Bizkaia Be Friendly’, una iniciativa que cuenta con la colaboración de la Diputación vizcaína, pretende atraer a Euskadi más turismo homosexual

El stand de Bilbao Bizkaia en Fitur ha acogido este viernes la presentación del proyecto ‘Bilbao Bizkaia Be Friendly’, una iniciativa de Bilbao Historiko que cuenta con el apoyo y colaboración de la Diputación Foral de Bizkaia y que tiene como objetivo atraer al público lésbico, gay, bisexual y transgénero (LGBT) hacia Bilbao y Bizkaia.

‘Bilbao Bizkaia Be Friendly’ se presenta como una estrategia para aglutinar los servicios turísticos bajo una marca orientada hacia el segmento LGBT y una herramienta de promoción de estos servicios y de Bilbao y de Bizkaia como destino turístico ante la comunidad LGBT internacional.

En palabras de Unai Aizpuru, presidente de Bilbao Historiko, la iniciativa ‘Bilbao Bizkaia Be Friendly’ “tiene como objetivo el comercio y la hostelería de Bilbao y Bizkaia, generando un lenguaje que nos acerque al público que lo entiende… el importantísimo colectivo LGBT que se mueve por todo el mundo”.

El obispado critica la muestra sobre san Sebastián

El vicario general de San Sebastián, Joseba González Zugasti, mostró ayer a través de una carta su queja con San Sebastián. De lo sagrado y lo profano, la última exposición de la sala Kubo-Kutxa donostiarra, que mezcla representaciones tradicionales del santo con otras más contemporáneas. “Obras respetuosas y obras que quiebran el buen gusto se suceden indiscriminadamente”, aseguró.

Zugasti opina que la muestra no sólo “palidece” lo religioso, sino también la propia “humanidad” de una víctima de la violencia, “de hace diecisiete siglos, pero víctima al fin y al cabo”. Además, el vicario donostiarra recalca que la admiración por san Sebastián “no es algo pretérito”. “Para hablar del significado de un cristiano asesinado, hay que usar el presente, y para referirse a la relevancia de San Sebastián para los cristianos que aún vivimos, también”, añadió.

Zugasti tituló su misiva al igual que una campaña de Amnistía Internacional en 1992 para captar socios: ¿No hay nada sagrado? De esta manera, el vicario recoge el ejemplo de Gyalpo, un monje tibetano acribillado por un policía chino en 1988. Zugasti afirma que una exposición que expusiera “variaciones más o menos artísticas” de esta muerte “no tendría cabida” en una sociedad democrática. “¿Durante cuánto tiempo se puede guardar la memoria viva de una víctima”, cuestiona.

Cuerpos (desnudos) y almas (gays) bajo censura

La Fundación CajaMurcia retira varios cuadros de la artista Pilar Echalecu en los que se recrean escenas entre parejas del mismo sexo para “no herir la sensibilidad de nadie”

Cuerpos (desnudos) y almas (gays) bajo censura

La Fundación CajaMurcia expone desde el 2 de diciembre en Madrid De cuerpos y almas, obra de la artista novel Pilar Echalecu. Pero la muestra no está completa: faltan cinco cuadros, censurados a última hora “para no herir la sensibilidad de nadie”. Esos fueron los motivos aducidos a la propia pintora por el director de la Fundación.

Tras un año y dos meses de trabajo, quince días antes de la inauguración la organización decidió retirar las obras en las que se muestran diferentes escenas de parejas del mismo sexo. Varios días más tarde, tampoco se consideraron apropiadas aquellas pinturas en las que aparecen los cuerpos desnudos de varias mujeres embarazadas, o un momento íntimo entre un hombre y una mujer.

Pese a que en la página web que informa de la muestra se presenta a Pilar Echalecu y su obra como “antivanguardista, cuasi lírica… de penetración y aceptación de lo real”, la exposición ha quedado despojada de realidades tan cotidianas como la vida íntima, el desnudo o las relaciones homosexuales.

“Yo no estaba haciendo un monográfico homosexual”, explica la autora, con quien ‘Público’ se puso en contacto tras conocer el caso. “Mi intención era mostrar una obra que versara sobre todo el espectro de relaciones humanas”.

“Pensaba que un tema así estaba superado hoy en día”

Desde la sala madrileña donde se expone ‘De cuerpos y almas’ hasta el 28 de diciembre no han querido pronunciarse al respecto: “Lo que haya que decir que lo diga la autora”, esgrimen. Según Pilar Echalecu, en todo momento los organizadores reconocieron la calidad artística de los cuadros y sólo expusieron “cuestiones temáticas” para su retirada.

“Cuando me enteré intenté convencerles, porque no hay nada dañino en lo que pinto. En el de las dos mujeres se está hablando de la sensualidad y la belleza femenina, que es algo que se ha tratado desde el principio de los tiempos”, dice la artista, que reconoce que no daba importancia a que las relaciones fueran o no homosexuales. “Pensaba que un tema así estaba superado hoy en día”.

Julio Jordán, uno de los modelos que aparece en dos de las obras censuradas de Echalecu, se muestra completamente indignado por la decisión de la Fundación: “No entiendo como hoy por hoy, en un país progresista, una pintura de dos personas que están simplemente amándose pude resultar obsceno y pornográfico”, afirma. “¿Es que vamos a censurar también a Miguel Ángel o a Rubens?”

Finalmente, la colección, que versa sobre el ser humano y sus relaciones, no cuenta con ningún desnudo, escena homosexual o íntima, e incluye a cambio dos bodegones que cubren el agujero de la censura.

Alegato cinematográfico de Julianne Moore en favor de los padres gays

La actriz estadounidense Julianne Moore se ha ganado este martes el reconocimiento de la crítica en el Festival de Cine de Roma con un alegato a la tolerancia y al respeto de las familias homosexuales, un mensaje que divulga con fuerza ‘The Kids are all right’, de Lisa Cholodenko, a concurso en la sección oficial.

La actriz estadounidense Julianne Moore en la presentación de 'The kids are all right' en Roma

La actriz estadounidense Julianne Moore en la presentación de ‘The kids are all right’ en Roma. | Afp

Espontánea y accesible, Julianne Moore ha desfilado por la alfombra roja como protagonista de esta cinta en la que aparece reconvertida en una lesbiana madre de familia y también como ganadora del Marco Aurelio Acting Award, un premio a su carrera que recibirá esta noche de manos del cineasta Paolo Sorrentino, director de ‘Il Divo’.

La presentación de la película era la última prueba que el Festival de Roma le ponía a Moore para que se ganara a la crítica, y la actriz la superó con creces, con un aplauso rotundo al término de la proyección y numerosos elogios a su interpretación durante la posterior presentación a la prensa.

En ‘The kids are all right’, que conquistó el Premio Teddy al cine homosexual en la última edición de la Berlinale, Moore se convierte en una lesbiana madre de dos hijos para dibujar el retrato de una familia moderna.

“Las familias de parejas homosexuales son cada vez más comunes en Estados Unidos y en la película vemos a una familia normal. Nos olvidamos que se trata de una relación entre dos mujeres, eso es lo más chocante”, ha afirmado la actriz.

La película replantea así el concepto de familia y sugiere que el matrimonio va más allá de una cuestión de género, con un esquema que en realidad tiene todos los ingredientes para ser propio de Hollywood: una familia acomodada, una casa acogedora en California y dos hijos adolescentes, inteligentes y bien educados.

La cosa se complica cuando irrumpe Paul, el padre biológico de los niños, que buscará en ellos la familia que no tuvo hasta el punto de enamorarse de Jules y tambalear la estabilidad de la relación entre la pareja de mujeres, que completa Annete Bening.

“Los niños lo han interiorizado como algo normal”

Para Moore “la película trata temas universales, porque habla de familia y del papel de los adultos en la educación de los hijos”.

“Demuestra que lo que necesitan los niños es tener dos padres que les quieran, da igual que sean dos hombres o dos mujeres”, ha argumentado la actriz, que saltó a la fama con películas como ‘Parque Jurásico: El mundo perdido’ (1997), ‘Las horas’ (2002) o ‘Lejos del cielo’ (2002).

Para referirse a cómo los niños de hoy en día perciben estos casosMoore ha comentado la experiencia de sus propios hijos, que “cada vez lo ven más a menudo en el colegio y lo han interiorizado en su universo como algo normal”.

“Como seres humanos nos gusta subdividir todo en categorías para ayudarnos a entender las cosas, pero estaría bien que lo hiciéramos menos a menudo y que no dividiéramos las cosas en términos de religión, sexualidad o raza. Nos definimos como seres humanos”, ha sentenciado la actriz.

El mensaje de ‘The kids are all right’ ha tenido especial repercusión este martes en Italia con motivo de las últimas declaraciones del primer ministro, Silvio Berlusconi, en las que, para referirse a su último escándalo sexual, afirmó que es mejor que le gusten las mujeres que ser gay, un comentario que la actriz consideró “arcaico” e “idiota”

“Es un comentario arcaico e infeliz, y resulta embarazoso que alguien continúe a perpetuar este tipo de comportamientos”, ha lamentado. Moore ha concluido diciendo que “en nuestra historia ha habido muchos grandes personajes homosexuales” y que en la actualidad “este tipo de cosas importan poco”.

«Una sociedad que no piensa, que no reflexiona, es una involución absoluta en el desarrollo»

ASTEKO ELKARRIZKETA : XABIER ARAKISTAIN «ARAKIS», ARTE DE VANGUARDIA SIN DISCRIMINACIÓN

Adolescencia en Elgoibar. Un año en Oklahoma como una olla a presión. Bebió de los vientos del punk y de la libertad como «squatter» en Londres. De vuelta en casa, los estudios de comunicación le pusieron en la senda del arte y del feminismo, y ya nunca se separó de ellos. Ha ejercido como promotor cultural y comisario artístico independiente y ahora gestiona el centro cultural Montehermoso de Gasteiz. En apenas cuatro años ha hecho de él un espacio de arte contemporáneo y de vanguardia de referencia internacional. Y además, aplicando en su programación la igualdad de sexos. Porque completa el mundo y lo mejora. Es él y es ella; es «Arakis».

Fermin MUNARRIZ I

Entrevista al director del centro cultural Montehermoso Xabier Arakistain " Arakis ".

Entrevista al director del centro cultural Montehermoso Xabier Arakistain ” Arakis “.

Después de años como promotor y comisario de arte independiente, militando en el feminismo y propugnando un cambio de política cultural, ¿qué le impulsó a aspirar a la dirección de un centro cultural oficial como Montehermoso?

En 2005 dirigía las mesas de expertos en arte contemporáneo de la feria Arco y le tomé el relevo a una feminista alemana, Ute Meta Bauer, que es la que abrió un espacio semi-institucional a los cursos feministas. La gente que estábamos cerca de los cuarenta años decidimos reflejar nuestro descontento sobre esa materia y elaboramos el Manifiesto Arco 2005, que fue secundado por un montón de mujeres -y también hombres- del mundo del arte. Planteábamos que si la cultura se financia en buena parte con fondos públicos -o sea, con los impuestos de todas y de todos- no queríamos que se emplearan de forma sexista, y pedíamos a las administraciones públicas que tomaran las medidas necesarias para que las mujeres tuvieran igualdad de oportunidades para trabajar en el arte y la cultura. Eso coincidió con la ley vasca de igualdad de 2005 y luego con la ley orgánica de 2007, que tiene una recomendación muy interesante sobre cuotas de sexo.

No parecía que nadie fuera a hacer nada al respecto, pero se presentó una oportunidad porque la anterior directora de este centro [Montehermoso] se fue a otro sitio y quedó la vacante. Se realizó un concurso público, me presenté y gané con un proyecto que pretendía aplicar esas estrategias y políticas en el mundo del arte y la cultura desde las administraciones públicas. Y para ello, precisamente, había que hacerlo desde una administración pública…

¿Cómo está resultando la experiencia?

Está siendo un viaje apasionante a todos los niveles. El resultado ha sido muy bueno. Yo era optimista pero no pensaba que iba a ser tan rápido, que iba a tener tan buena acogida en la comunidad artística, tanto de aquí como en la internacional. Es un viaje en el que nos hemos embarcado un equipo con un ambiente de trabajo familiar, con una relación muy directa. Hemos trabajado con mucha ilusión y está dando muy buenos resultados. Además, es muy gratificante constatar que incluir a las mujeres de una forma sistemática incluso mejora la programación. Montehermoso es la constatación de que se pueden hacer políticas culturales en el ámbito del arte sin discriminar a las mujeres y que no pasa nada, sino todo lo contrario: pasan cosas mejores.

Vayamos a los orígenes: feminismo y arte confluyen a comienzo de los años setenta del siglo pasado. ¿Qué surge de ese encuentro?

A lo largo del siglo XX, de forma paulatina, las mujeres empiezan a tener acceso a la formación, a la universidad. A finales de los sesenta ya hay mujeres que realizan estudios sobre el arte y que se incorporan a este campo como teóricas y como artistas; y además lo hacen desde una perspectiva crítica. Denuncian que en la historia oficial del arte no hay mujeres y se preguntan por qué. En 1971, Linda Nochlin abre la veta de la perspectiva feminista con aquel artículo ya mítico titulado «¿Por qué no hay grandes mujeres artistas?», y señala que los sistemas sociales de control que impiden que las mujeres tengan igualdad de oportunidades para desarrollar todo tipo de labores en el ámbito público funcionan con toda su fuerza también en el campo del arte. Al mismo tiempo, las mujeres se incorporan como artistas y en sus trabajos empiezan a deconstruir la representación de la mujer, porque el patriarcado utiliza esa representación para reproducirse. Las artistas feministas generan un cortocircuito en el sistema de sexo y género porque empiezan a visibilizar y a denunciar cómo funcionan los sistemas de representación. Son los años en que empiezan a producirse obras y relatos en el mundo del arte que cuestionan el statu quo basado en la opresión de las mujeres.

¿Es el feminismo un mapa para interpretar la realidad?

El feminismo ha sido y es un movimiento social, político e incluso artístico, pero también es una perspectiva científica que ha desvelado, entre otros, el sesgo androcéntrico de las ciencias sociales y humanas. Todas esas vertientes configuran el conocimiento feminista. El feminismo es uno de los motores de cambio más importantes en la actualidad. Desde su óptica explica la historia de las mujeres como una historia de opresión, abuso e, incluso -según en qué circunstancias-, hasta de exterminio. El feminismo está denunciando desde hace ya trescientos años la posición subordinada que ocupan las mujeres y está analizando los mecanismos sociales que sitúan a las mujeres en esa posición. La irrupción de la perspectiva feminista en las ciencias sociales y humanas supone un gran salto porque ha invalidado los métodos existentes previamente; esos métodos ocultan que las relaciones sociales de sexo son relaciones asimétricas. Además, el feminismo denuncia que si hacemos una historia de la humanidad que sólo tiene en cuenta al cincuenta por ciento -los hombres-, se está haciendo una historia errónea. La mitad de la población no está reflejada en esos datos o en esos relatos. Éste es un ejemplo muy obvio.

¿Las cuotas de sexo en el ámbito del arte y la cultura resultan eficaces como mecanismo corrector de la desigualdad?

Las cuotas de sexo son una política del feminismo, que surge en los años ochenta y que se ha aplicado, por ejemplo, en política, o en otros ámbitos, para corregir las desigualdades históricas; y desde mi punto de vista está dando buenos resultados. Esa cantinela de que tal o cual señora está en ese puesto por ser mujer no se aplica a los hombres. Es evidente que no todas las mujeres que ocupan ciertas posiciones son las más capacitadas, pero es igual de evidente que no todos los hombres son los más capacitados para desarrollar las tareas que desempeñan… No hay más que ver cómo está el planeta. La igualdad de sexo también significa que las mujeres tengan derecho a ser igual de inútiles que los hombres. Lo explicaba la filósofa feminista Amelia Valcárcel en su artículo «El derecho al mal» en 1981. Pero volviendo al arte, extrañó muchísimo nuestra propuesta. A la gente le parece más lógico que haya mujeres políticas o en otras actividades, pero ha costado más aceptar que las mujeres puedan ser artistas. Esto tiene que ver con que las ideas de artista, de genio o de obra maestra son ideas masculinas; son ideas que surgen en el siglo XIX y tienen un arco muy largo; todavía están operando en el presente.

¿Es equilibrada la presencia entre hombres y mujeres en los medios artísticos actuales?

El mundo del arte es sexista como el mundo en general. Las cosas han cambiado mucho, pero… Por ejemplo, según las cifras de las facultades de Bellas Artes, desde hace dos décadas, más o menos, hay más licenciadas que licenciados. Esto es un espacio de conquista que han conseguido las mujeres, pero de salir con el título de la facultad a ser una artista reconocida en la sociedad y, sobre todo, en el mercado, hay un gran camino; hay que pasar otro montón de controles, por ejemplo los de los círculos de reconocimiento -que explica muy bien Pierre Bourdieu en «Las reglas del arte»-, que son más complicados de solventar porque se oculta que siguen siendo sexistas. Tenemos muchas mujeres licenciadas en Bellas Artes, cada vez tenemos más mujeres reconocidas en la escena y en el mercado; es decir, es una cosa que va para adelante, pero estamos muy lejos todavía de que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres.

¿Cómo es la producción artística actual en Euskal Herria?

El País Vasco es uno de los marcos que mejor cantera de artistas tiene en el Estado español. Para la población tan pequeña que somos hay mucha gente que está trabajando muy bien, incluso con reconocimiento internacional, pero el campo del arte vasco es ciertamente complejo. Desde las administraciones públicas, que son las que financian y gestionan una buena parte del arte contemporáneo, creo que todavía hay mucho trabajo por hacer para crear las condiciones que necesita un contexto propio rico y en diálogo con lo que está ocurriendo en el ámbito internacional; en ese sentido, Montehermoso es un caso muy particular. Por otro lado, como ha ocurrido en otros países, últimamente están surgiendo estructuras de trabajo interesantes que no dependen de las instituciones. Las que me interesan menos son las que se dicen autónomas pero no lo son tanto porque funcionan con dinero público.

¿En qué terrenos son más fértiles los artistas vascos?

Creo que tenemos unas artistas y unos artistas que explican bien los conceptos que manejan, que articulan discursos interesantes sobre el ser humano y sobre el mundo que habitamos.

Algunos antropólogos dicen que a los vascos nos gusta ser los más tradicionales pero, a la vez, también los más vanguardistas… ¿En el arte también somos así?

Yo creo que las artistas y los artistas vascos del momento están preocupados por cuestiones del contexto local, pero también del global porque entienden que los dos ámbitos son inseparables. En ese sentido, sí creo que están trabajando en la vanguardia del arte contemporáneo. Respecto al peso que tiene el pasado y la propia identidad cultural en el arte actual, me parece muy difícil de responder. Evidentemente somos un cóctel de diferentes categorías: la étnica, la sexual, la de clase… y los artistas y las artistas vascas trabajan con el cóctel que les toca vivir, que es producto de una herencia. Hay diferentes corrientes y tendencias dentro del arte contemporáneo vasco, pero no creo que la forma de analizar el contexto propio sea tan diferente de cómo lo hace un o una artista de otro entorno cultural.

Dice que los artistas trabajan preocupados también por el contexto local. Vivimos en una sociedad convulsa, con conflictos sociales y políticos muy serios. ¿Aparece reflejada esta realidad en el arte vasco actual?

Es una pregunta dificilísima de responder de manera breve. Hay críticos que aprecian conflictos concretos en obras de arte, y yo a veces no he estado de acuerdo con ellos… Aunque, por otro lado, si miras una obra de arte, o la carrera artística de un creador o creadora en profundidad, hay un discurso rico, muy complejo, y salen los conflictos, los traumas… Si se hace un análisis lo suficientemente sustancioso, sale todo eso. Y no tiene que estar necesariamente en un primer plano, ser «el tema».

Tal vez podríamos relacionar esta cuestión con alguna de las escasísimas polémicas del arte. Por ejemplo, la exhibición de la obra de un fotoperiodista vasco en el décimo aniversario del Guggenheim desencadenó una reacción furibunda de determinados sectores por abordar la realidad de manera explícita…

El fotoperiodismo y el arte no son la misma cosa. Desde mi punto de vista, las obras de arte son artefactos culturales que desencadenan una serie de experiencias relacionadas con el conocimiento y que, a menudo, se producen por la tensión que generan los diferentes elementos que las componen. Los lenguajes del arte y los del periodismo son diferentes. Si el periodismo debe jugar con la inmediatez, el arte debe jugar con la interrupción de esa inmediatez; el arte debe producir una experiencia reflexiva compleja. Esto no significa que el arte no sea político, porque el arte, como todo lo demás, es político, ideológico, pero debe reflexionar sobre ese contenido ideológico. Yo personalmente no considero arte esas obras que no ponen en cuestión, que no tensionan, el sustrato ideológico que las componen.

Leía el otro día en la prensa unas declaraciones del ensayista e historiador de arte francés Marc Fumaroli, que pedía no llamar arte al arte contemporáneo. «Reducir el arte a la diversión o a una manifestación de vanidad -decía- siempre se ha considerado una verdadera traición». ¿Vivimos en la cultura del espectáculo y el entretenimiento también en el arte?

Sí, pero desde la perspectiva de Guy Debord, no de Fumaroli. Tengo una percepción personal de que en los últimos diez años esto se ha incrementado, pero hay que tener mucho cuidado con este tipo de políticas porque, aunque para ciertos sectores parece mucho más cómodo tener un sujeto entretenido que un sujeto cultivado, las consecuencias sociales pueden ser desastrosas. Y no sólo en el arte, está ocurriendo en todas partes; por ejemplo, en la universidad se empieza a cuestionar si tal o cual campo de conocimiento no es rentable porque no es lo suficientemente popular. No podemos instalarnos en la sociedad del entretenimiento populista porque es una sociedad que va hacia atrás; una sociedad que no piensa, que no reflexiona, es una involución absoluta en el desarrollo civilizatorio. En Montehermoso, desde el principio apostamos por el conocimiento. Hemos diseñado un centro que tiene un departamento de exposiciones, un departamento de acción cultural, un departamento de educación y un departamento de documentación, que trabajan de forma transversal.

También decía que cualquier seudofilósofo podría explicar estas consecuencias de la postmodernidad con todo tipo de razones, y cuanto más complicadas, mejor… ¿Padecemos la banalización de la cultura?

De la misma manera que en las últimas décadas ha habido políticas culturales de grandes infraestructuras que no tenían contenidos, o de promoción de un tipo de arte con una función de marketing, creo también que -y debido a la crisis económica, entre otras razones- esto está empezando a cambiar. Tengo la impresión de que en los dos o tres últimos años hay un cambio de clima en el mundo del arte…

¿En qué dirección?

El arte es un producto social y cambia como las sociedades que lo producen. Relacionando esto con lo que hablábamos antes, creo que la cultura del espectáculo ha influido mucho en las políticas culturales en las dos últimas décadas, aproximadamente, pero en los últimos años esa tendencia ha cambiado hacia un arte más reflexivo. Una de las últimas obsesiones en el mundo del arte, por ejemplo, ha sido la historia; se han empezado a producir cantidad de discursos artísticos que van revisando la historia, que analizan cómo se ha escrito y que miran hacia lo que se ha dejado al margen y rescatan los descartes que han quedado fuera de las historias oficiales… A mí no me gusta hablar de tendencias en el arte porque es como hablar de moda, y la realidad es que siempre conviven diferentes posiciones y prácticas; unas se hacen mayoritarias y tienen mayor apoyo del mercado o de otros sectores que otras. Además, me cuesta muchísimo tildar una práctica artística de una sola manera.

El arte es uno de los pocos espacios en el que son posibles muchas cosas; y la existencia de ese espacio simbólico y material es un balón de oxígeno de las culturas. Yo creo que las obras de arte son artefactos muy complejos. Quizás desde fuera hay un interés por focalizar ciertos aspectos de esas obras o por ver la historia del arte de esa manera, pero a mí del arte me interesa precisamente todo lo contrario: la posibilidad que tienen esos artefactos culturales, esas obras artísticas, de poner en tensión elementos con resultados interesantes, de contener los contrarios, de ir más allá de las etiquetas simplistas y reduccionistas. Esto es crucial.

¿Qué le parecen las etiquetas? ¿Se ha sentido usted etiquetado alguna vez?

Los estereotipos existen desde el comienzo de los tiempos. El teórico de la sexualidad Jeffrey Weeks hablaba de las paradojas de las etiquetas: que te tilden, por ejemplo, de homosexual está limitando tus capacidades vitales, pero la paradoja es precisamente que reivindicando esa etiqueta podemos hacer la revolución y cambiar el panorama sexual de la sociedad. Yo creo que éste es un problema, pero casi de coeficiente intelectual de la gente que se limita a definir las cosas de una única manera y con una etiqueta corta… Los seres humanos somos bastante más complejos en general. Las etiquetas reflejan más los miedos y prejuicios de la persona que mira que de la persona que es etiquetada.

«El colectivo gay reclama normalización, pero consigue lo contrario con tantas carrozas»

Entrevista publicada en La Opinión de Zamora

«Hay personas que me comentan que la lectura del libro debería ser obligatoria para la asignatura de Educación para la Ciudadanía»

DIEGO GONZÁLEZ Martín Lobo es un zamorano que ha saltado recientemente a la fama gracias a la publicación de su obra «Diario de Martín Lobo». Se trata de una novela en primera persona en la que se tratan las vivencias de un personaje gay que vive en la gran ciudad, el cual, según el autor «sólo trata de encontrar el amor». El escritor, que también trabaja en un diario nacional, se dio a conocer debido a su blog en Internet «Blogback Mountain».

Un cargo importante en un periódico y un libro a sus espaldas. ¿Se considera periodista o escritor?

Pues creo que soy más escritor porque a mí lo que más me gusta es escribir. No soy el típico periodista que se pasa el día llamando por teléfono a mil fuentes y tiene una gran agenda. En diez años de profesión puedo asegurar que no tengo el teléfono de nadie. Me gusta más entretener que informar, hacer las noticias agradables para el lector.

¿Qué le impulsó a lanzarse al mundo de la literatura?

Pues la causa fundamental fue el éxito que tuvo el blog que escribía habitualmente, que llegó a tener tres millones de lectores. Cuando abandoné el blog me llamaron de la editorial y me propusieron hacer un libro. En principio mi intención era hacer una recopilación de lo que ya había escrito, pero me pidieron algo nuevo y lo hice basándome en la misma persona del blog. Fue difícil porque tuve que inventarme personajes nuevos, una trama…

Para que luego digan que Internet no tiene potencial…

Si yo no hubiera tenido el blog hubiera sido mucho más difícil publicar la obra. Desde la editorial me dicen que si simplemente les hubiera presentado el libro posiblemente no estaría publicado. Internet es el responsable de todo.

¿Cree que la novela se puede considerar literatura gay?

En mi opinión no se trata en absoluto de una novela gay. Que el protagonista sea homosexual tiene la misma importancia, para mí, que si tuviera los ojos marrones. Es sólo una excusa para contar una serie de cosas que nos pasan a todos. Además se desmarca mucho de lo que es una novela gay, que suelen ser muy frívolas y eróticas.

¿Cómo ve, desde su posición, al colectivo homosexual en la actualidad?

No me gusta nada. Yo lo digo desde la perspectiva de Madrid, dónde la agresividad del mundo gay es excesiva. Por un lado reivindicamos normalización y conseguimos lo contrario con todo el tema de las carrozas del Orgullo. Creo que se está convirtiendo en un colectivo clasista, dónde están mal vistos los que no son homosexuales. Hay barrios en Madrid, como Chueca, que se han convertido en algo así como un parque temático, están condenados a morir de éxito. Es un grupo sin valores, que sólo se preocupa de ir al gimnasio para estar «cachas» en la fiesta del sábado. Hablo, claro está, del colectivo más visible.

Aun así ha costado mucho que los gays no estén mal vistos…

Hay gente que ha peleado mucho en otras épocas e incluso algunos han ido a la cárcel. Hemos luchado bastante para que ahora lleguen cuatro descerebrados, se suban a una carroza con un tanga puesto y se carguen lo que nos ha costado tanto conseguir. Lo que pasa es que estos son los que salen en la televisión, porque a los medios les interesa más este grupo que un homosexual que trabaja en un banco y hace vida normal. Están haciendo de una condición sexual un espectáculo y es algo en lo que yo me niego a participar. Por eso dejé de hacer el blog, porque escribirlo por el hecho de ser gay es como escribir otro porque soy pelirrojo, por ejemplo.

¿Considera que ha ayudado a personas homosexuales con su libro?

Pues es posible. Incluso hay gente que me comenta que la lectura del libro debería ser obligatoria en la asignatura de «Educación para la Ciudadanía». Creo que hay personas que están en casa solas y con una gran angustia por no poder expresar lo que sienten, y que gracias a la lectura del libro se sienten un poco más liberados. Ves que hay gays mas allá de los que salen en la tele, que tienen una vida normal, que trabajan, pagan sus impuestos y no se diferencian a simple vista de un heterosexual. El libro puede ayudar a la gente a ver que hay vida más allá de su habitación o fuera del pueblo dónde viven.

¿Habrá una segunda parte?

Depende de muchas cosas. Ahora me planteo hacer algo que no tenga nada que ver con el mundo gay, y en tercera persona. Escribir en primera persona implica mucho al autor de un libro.

Zamora, 1980

Martín Lobo es un zamorano de 31 años, licenciado en Historia por la Universidad de Pamplona, aunque también curso diferentes asignaturas de la carrera de periodismo. Además, en su currículum consta un máster oficial de periodismo que cursó una vez terminada la licenciatura. Empezó trabajando como becario en el diario «El Mundo», dónde pasó a ser redactor y, posteriormente, redactor jefe. Actualmente es el jefe de sección del área de suplementos especiales publicados por la editorial del medio en el que trabaja. Lo que le ha atraído desde siempre es el mundo de la escritura, hasta el punto que de hace unos meses publicó su primera obra, titulada «Diario de Martín Lobo», de la que se siente muy orgulloso. Todo empezó gracias al éxito cosechado por su espacio en Internet, titulado «Blogback Mountain», una serie de pequeñas historias en las que se ponía en la piel de un polémico personaje ficticio. El blog consiguió reunir a más de 3.000.000 de lectores a lo largo de su corta historia, ya que tan sólo se publicó durante un año. La media que cosechó fue de 250.000 visitas por cada nuevo texto que se publicaba en Internet. Se considera un periodista de esos a los que les gusta contar historias más que informar, «Muchas veces tardo más en redactar el primer párrafo de la noticia que el resto, porque me gusta que quede impecable», afirma.

Retiran un filme sobre zombis gays y necrofilia

Una película pornográfica sobre zombis homosexuales que muestra a alienígenas practicando la necrofilia ha sido retirada del mayor festival de cine de Australia al ser rechazada por la censura, informó la prensa local. ‘L.A. Zombie’, que también incluye desnudos frontales masculinos y sexo homosexual explícito, es el primer filme vetado desde hace siete años en el Festival Internacional de Cine de Melbourne.

Las bambalinas del trágico fin de carrera de un travesti luso

Las bambalinas del trágico fin de carrera de un travesti luso

En Bilbo, entrevista al director de cine portugues Joao Pedro Rodrigues.

En Bilbo, entrevista al director de cine portugues Joao Pedro Rodrigues.

Tônia ofrece su espectáculo de travestismo en un pequeño club de Lisboa. Deseosa de un cambio de sexo, éste nunca llegará a cumplirse y, finalmente, morirá como un hombre. Es la trágica historia de «Morrer como un homem», el tercer largometraje del luso João Pedro Rodrigues. El director de «O fantasma» y «Odete» ya estuvo en Bilbo en 2007 y, tras su paso por Cannes o Xixon, vuelve a Zinegoak porque «me gusta ir a lugares en los que conozco a la gente. En los festivales pequeños me siento mejor acogido y es más fácil llegar al público». Esta vez presenta su trabajo más femenino con un reparto curiosamente masculino, realizando un guiño a la comedia «The women», de George Cukor, de los años 30.

«Es la historia del final de la carrera de un transexual travesti. Pero no aparece nunca en el espectáculo. Es como si estuviera siempre en los camerinos», explicó a GARA el cineasta. «Me interesaba más la vida del personaje, la relación que tiene con su compañero que es mucho más joven… Quería hacer un retrato de una diva, pero sin el lado del espectáculo, mostrar la intimidad de una diva», añadió.

Para conocer de primera mano los sentimientos de estas personas, Rodrigues entrevistó a travestis de todas las edades. «Al principio yo no sabía muy bien cuál era la historia que quería contar. Entrevisté a travestis porque estaba buscando historias. La idea no era contar la historia de alguien. Muchas cosas me han inspirado para crear la historia que al final la película cuenta», explicó. Pero en ningún momento ha querido definir lo que supone ser travesti: «Las películas no deben dar definiciones. Yo no quiero que las personas que vayan a ver la película piensen que la transexualidad o el travestismo es así. Ésta es una historia particular de un personaje y es una ficción», aclaró.

«Yo quería hacer una tragedia y no todas las historias que he oído son trágicas. Las vivencias de los más jóvenes son muy felices. Siempre con dificultades como el largo proceso de los médicos por el cambio de sexo, los papeles…, pero, en general, son felices», añadió.

A Rodrigues le gusta trabajar con actores no profesionales, «me interesa encontrar la persona que pueda hacer el personaje que yo me he imaginado». En esta ocasión, el papel principal lo interpreta Fernando Santos, uno de los travestis más conocidos de Portugal que no es transexual y que ya ha cumplido los cincuenta años.