«El colectivo gay reclama normalización, pero consigue lo contrario con tantas carrozas»

Entrevista publicada en La Opinión de Zamora

«Hay personas que me comentan que la lectura del libro debería ser obligatoria para la asignatura de Educación para la Ciudadanía»

DIEGO GONZÁLEZ Martín Lobo es un zamorano que ha saltado recientemente a la fama gracias a la publicación de su obra «Diario de Martín Lobo». Se trata de una novela en primera persona en la que se tratan las vivencias de un personaje gay que vive en la gran ciudad, el cual, según el autor «sólo trata de encontrar el amor». El escritor, que también trabaja en un diario nacional, se dio a conocer debido a su blog en Internet «Blogback Mountain».

Un cargo importante en un periódico y un libro a sus espaldas. ¿Se considera periodista o escritor?

Pues creo que soy más escritor porque a mí lo que más me gusta es escribir. No soy el típico periodista que se pasa el día llamando por teléfono a mil fuentes y tiene una gran agenda. En diez años de profesión puedo asegurar que no tengo el teléfono de nadie. Me gusta más entretener que informar, hacer las noticias agradables para el lector.

¿Qué le impulsó a lanzarse al mundo de la literatura?

Pues la causa fundamental fue el éxito que tuvo el blog que escribía habitualmente, que llegó a tener tres millones de lectores. Cuando abandoné el blog me llamaron de la editorial y me propusieron hacer un libro. En principio mi intención era hacer una recopilación de lo que ya había escrito, pero me pidieron algo nuevo y lo hice basándome en la misma persona del blog. Fue difícil porque tuve que inventarme personajes nuevos, una trama…

Para que luego digan que Internet no tiene potencial…

Si yo no hubiera tenido el blog hubiera sido mucho más difícil publicar la obra. Desde la editorial me dicen que si simplemente les hubiera presentado el libro posiblemente no estaría publicado. Internet es el responsable de todo.

¿Cree que la novela se puede considerar literatura gay?

En mi opinión no se trata en absoluto de una novela gay. Que el protagonista sea homosexual tiene la misma importancia, para mí, que si tuviera los ojos marrones. Es sólo una excusa para contar una serie de cosas que nos pasan a todos. Además se desmarca mucho de lo que es una novela gay, que suelen ser muy frívolas y eróticas.

¿Cómo ve, desde su posición, al colectivo homosexual en la actualidad?

No me gusta nada. Yo lo digo desde la perspectiva de Madrid, dónde la agresividad del mundo gay es excesiva. Por un lado reivindicamos normalización y conseguimos lo contrario con todo el tema de las carrozas del Orgullo. Creo que se está convirtiendo en un colectivo clasista, dónde están mal vistos los que no son homosexuales. Hay barrios en Madrid, como Chueca, que se han convertido en algo así como un parque temático, están condenados a morir de éxito. Es un grupo sin valores, que sólo se preocupa de ir al gimnasio para estar «cachas» en la fiesta del sábado. Hablo, claro está, del colectivo más visible.

Aun así ha costado mucho que los gays no estén mal vistos…

Hay gente que ha peleado mucho en otras épocas e incluso algunos han ido a la cárcel. Hemos luchado bastante para que ahora lleguen cuatro descerebrados, se suban a una carroza con un tanga puesto y se carguen lo que nos ha costado tanto conseguir. Lo que pasa es que estos son los que salen en la televisión, porque a los medios les interesa más este grupo que un homosexual que trabaja en un banco y hace vida normal. Están haciendo de una condición sexual un espectáculo y es algo en lo que yo me niego a participar. Por eso dejé de hacer el blog, porque escribirlo por el hecho de ser gay es como escribir otro porque soy pelirrojo, por ejemplo.

¿Considera que ha ayudado a personas homosexuales con su libro?

Pues es posible. Incluso hay gente que me comenta que la lectura del libro debería ser obligatoria en la asignatura de «Educación para la Ciudadanía». Creo que hay personas que están en casa solas y con una gran angustia por no poder expresar lo que sienten, y que gracias a la lectura del libro se sienten un poco más liberados. Ves que hay gays mas allá de los que salen en la tele, que tienen una vida normal, que trabajan, pagan sus impuestos y no se diferencian a simple vista de un heterosexual. El libro puede ayudar a la gente a ver que hay vida más allá de su habitación o fuera del pueblo dónde viven.

¿Habrá una segunda parte?

Depende de muchas cosas. Ahora me planteo hacer algo que no tenga nada que ver con el mundo gay, y en tercera persona. Escribir en primera persona implica mucho al autor de un libro.

Zamora, 1980

Martín Lobo es un zamorano de 31 años, licenciado en Historia por la Universidad de Pamplona, aunque también curso diferentes asignaturas de la carrera de periodismo. Además, en su currículum consta un máster oficial de periodismo que cursó una vez terminada la licenciatura. Empezó trabajando como becario en el diario «El Mundo», dónde pasó a ser redactor y, posteriormente, redactor jefe. Actualmente es el jefe de sección del área de suplementos especiales publicados por la editorial del medio en el que trabaja. Lo que le ha atraído desde siempre es el mundo de la escritura, hasta el punto que de hace unos meses publicó su primera obra, titulada «Diario de Martín Lobo», de la que se siente muy orgulloso. Todo empezó gracias al éxito cosechado por su espacio en Internet, titulado «Blogback Mountain», una serie de pequeñas historias en las que se ponía en la piel de un polémico personaje ficticio. El blog consiguió reunir a más de 3.000.000 de lectores a lo largo de su corta historia, ya que tan sólo se publicó durante un año. La media que cosechó fue de 250.000 visitas por cada nuevo texto que se publicaba en Internet. Se considera un periodista de esos a los que les gusta contar historias más que informar, «Muchas veces tardo más en redactar el primer párrafo de la noticia que el resto, porque me gusta que quede impecable», afirma.