Grupos ultras destruyen en París un “árbol de Navidad” hinchable con forma de juguete sexual

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Puede que lo verde empiece en los Pirineos, pero todo tiene un límite. Por ejemplo, instalar un árbol de Navidad “conceptual” en pleno centro de París, como hizo el artista Paul McCarthy y que rápidamente se convirtió en objeto de las burlas primero y de las iras después de los conservadores por su forma ambigua, querecuerda más a un dildo anal que a un árbol propiamente dicho.

La instalación de McCarthy contaba con los parabienes de todas las autoridades de la capital francesa, desde la alcaldía a las asociaciones de vecinos del barrio, la elegante Place Vendôme, donde se emplazan, entre otros, el Ministerio de Justicia francés y el hotel Ritz (de donde salió por cierto Lady Di minutos antes de su muerte). No obstante, los problemas empezaron desde el mismo día de lainauguración el pasado viernes, cuando el artista de Los Angeles fue abofeteado tres veces por un transeúnte que huyó a la carrera, según relata The Guardian.

Por aquel entonces ya se estaba montando la marimorena en las redes sociales. En el grupo de Facebook del ultraconservador Le Manif por Tours, que saltó a la fama durante las movilizaciones contra el matrimonio gay y que ahora se apunta a cualquier causa que pueda ofender a las mentes bienpensantes (¿les suena?), empezó a hablarse de que el árbol inflable formaba parte de “complot para humillar a Francia”. Y eso que el dildo anal estaba en París, una ciudad que no está precisamente escasa de arquitecturas fálicas.

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Desde luego, McCarthy tenía todas las papeletas para levantar sospechas: americano, de Los Angeles y con un currículum provocador que incluye instalaciones con Blancanieves en situaciones sexualmente comprometidas o deGeorge Bush copulando con un cerdo. La mecha de la indignación estaba prendida.

El desenlace del pulso entre el artista y sus detractores tuvo lugar en la noche del viernes al sábado. Unos asaltantes arrancaron el motor que insuflaba aire a la escultura. Cuando el guardia de seguridad intentó volver a conectarlo, los vándalosrompieron los cables de acero que mantenían la instalación amarrada al suelo. El árbol fálico amaneció lánguido, como una pavesita, tal y como muestra la imagen:

nformado del incidente, el propio artista decidió no volver a hinchar el árbol de la controversia. Pero la venganza es un plato que se sirve frío en California, así que McCarthy ya está pergeñando su respuesta a los enemigos del arte abstracto: el artista ha encargado a Paris Mint una serie de 250 figuras de Santa Claus de chocolate, cada una con un dildo insertado en el recto, que se exhibirán en un largo túnel (nada de hacerlo al aire libre esta vez) y que los parisinos podrán devorar el 6 de enero, una vez concluyan las fiestas navideñas.

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Visto en The Guardian y Nouve Lobs.

Denunciado una médico por decir que ser lesbiana “es anormal”

María Eugenia Gieco, una mujer de 33 años, ha presentado una reclamación en un centro de salud de Alicante contra su médico de cabecera, una doctora que, según la denunciante, calificó de “anormal” su condición de lesbiana. En su denuncia, la paciente asegura que la profesional que sustituía a su médico de cabecera habitual le dijo textualmente “no es por meterme contigo, pero sabes que ser homosexual no es normal, si lo normal es ser heterosexual, y es por eso que vosotras tenéis más enfermedades”.Según su relato, la denunciante acudió el pasado lunes 26 de octubre por la mañana al Centro de Salud Hospital Provincial de la calle Doctor Sapena, en el barrio del Pla. Tras solicitar a la médico, a la que no conocía, que le proporcionara una cita para acudir al ginecólogo, reveló su orientación sexual mientras le daba cuenta de su historial médico. Fue cuando escuchó las afirmaciones de la doctora por las que afirma haberse sentido “discriminada y atacada”.Ante ese trato que considera “vejatorio”, y sin deseo de entablar una discusión, rogó que le fuera devuelta su tarjeta sanitaria y solicitó la hoja de reclamaciones en el Servicio de Atención al Paciente para pedir el cambio de médico y una reunión con la coordinadora del Centro de Salud, que según le ha sido notificado tendrá lugar el próximo 5 de noviembre.Maria Eugenia Giego, italoargentina con quince años de residencia en España, asegura que “nunca en mi vida me faltaron al respeto de ese modo, es la primera vez” y añade que el principal objetivo de su denuncia es impedir que hechos como el relatado “le ocurran a una chica de 18 años que no tiene ninguna razón para ser tratada de ese modo debido a su orientación sexual”. La paciente ha trasladado los hechos al colectivo Diversitat, entidad sin ánimo de lucro que trabaja por los Derechos y la defensa de las personas Lesbianas, Gays, Trans y Bisexuales (LGTB), con el fin de que sus servicios jurídicos estudien posibles medidas adicionales.La joven también se ha puesto en contacto a través de la red social Facebook con la concejal de Juventud del Ayuntamiento de Alicante, Marisol Moreno, quien ha hecho pública su condena por “el presunto trato recibido por María Eugenia Gieco” y ha denunciado “la falta de sensibilidad por parte de la administración, que no tiene en cuenta la formación de los profesionales médicos en materia LGTBI”. La concejala asegura que “se da la circunstancia de que el colectivo de lesbianas es el grupo menos afectado por Enfermedades de Transmisión Sexual”.

Una lesbiana denuncia a su médico por definir su condición como ‘anormal’

Denuncia pública de María Eugenia Gieco en la página web del colectivo LGTBI de Alicante, Diversitat. E.M.

Denuncia pública de María Eugenia Gieco en la página web del colectivo LGTBI de Alicante, Diversitat. E.M.

María Eugenia Gieco, de 33 años de edad, acudió a su médico de cabecera hace unas semanas para solicitar una consulta con el ginecólogo. La doctora había reemplazado hacía poco a su médico habitual en el centro de salud de Alicante que esta paciente tiene asignado. Durante la conversación, en la que solicitaba un volante para revisar un problema ginecológico que tiene desde la infancia, María Eugenia le comentó a su médico que es lesbiana. Según explica, la doctora le espetó: “¿sabes que ser homosexual es anormal, verdad?” y añadió que “esa es la razón por la que tenéis muchas más enfermedades relacionadas con ser lesbianas, al ser un hecho anómalo”.

Según ha explicado a EL MUNDO la denunciante, “su respuesta me dejó absolutamente bloqueada porque no esperaba esta contestación por parte de un médico, alguien que supuestamente es una profesional y a quien yo expliqué un aspecto de mi intimidad que, además, no tiene nada que ver con el motivo por el que yo deseaba concertar la cita con el ginecólogo, ya que se trata de un problema que tuve de pequeña“.

Tras la respuesta recibida, la afectada pidió a su médico que le devolviera la tarjeta sanitaria. “Lo único que pude decirle fue: ‘te ahorro un turno’. Me sentí absolutamente impotente y no pude evitar llorar“, comenta. Posteriormente se dirigió al mostrador del centro de salud e interpuso su reclamación a la coordinadora, solicitando un cambio de médico.

La mujer, además de poner la denuncia en Atención al Paciente del Centro de Salud del casco urbano y solicitar el cambio de médico, ha puesto la pertinente queja en Diversitat, para su posterior tramitación por los servicios jurídicos de la entidad sin ánimo de lucro que trabaja por los Derechos y la defensa de la personas Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (LGTB). “He querido seguir el proceso legal y por eso, una vez interpuesta la queja, acudí a Diversitat para solicitar asesoramiento y ver qué hacemos”.

María Eugenia Gieco añade que decidió hacer pública la situación e interponer esta denuncia por la repercusión que la actitud de este médico pueda tener sobre personas más jóvenes o que tengan dudas sobre su sexualidad. “En cierta manera,yo tengo 33 años y estoy segura de quién soy y de mi sexualidad. Pero imagina si lo mismo que me dijo a mí se lo suelta a una chiquilla de 18 años o a alguien que acuda con sus padres o que albergue dudas. Un comentario así la machaca“, apunta.

Trato vejatorio

La concejala de Juventud en el Ayuntamiento de Alicante, Marisol Moreno, ha condenado el presunto trato recibido por María Eugenia Gieco, un trato que ha calificado de “vejatorio” .

La edil denuncia la “falta de sensibilidad por parte de la administración, que no tiene en cuenta la formación de los profesionales médicos en materia LGTBI”. Añade que, “se da la circunstancia de que el colectivo de lesbianas es el grupo menos afectado por Enfermedades de Transmisión Sexuales”.

Reclamación en el centro de salud. E.M.

Reclamación en el centro de salud. E.M.

«Rocky Horror Picture Show» retorna en versión televisiva

Con motivo del cuarenta aniversario del estreno cinematográfico del musical de culto «Rocky Horror Pictures Show», la cadena Fox ha puesto en un marcha un remake televisivo que será dirigido por el prestigioso coreógrafo y director Kenny Ortega.

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Fiel a su cita desde hace cuarenta años, cada fin de semana multitud de espectadores acuden puntualmente a alocados pases de medianoche y otorgan sentido a este ritual que forma parte del imaginario que siempre ha rodeado al que ha sido considerado como uno de los mayores fenómenos de culto de la historia del cine, “The Rocky Horror Picture Show”.

Terror, glam, diversión, medias de rejilla y mucha música se dan cita en este clásico cuya trama gira en torno a las peripecias singulares que compartirá una pareja de “niñatos” cuyo s cánones de comportamiento se derrumbarán en cuanto su coche se averíe, busquen cobijo en un castillo y sucumban a los irresistibles encantos de una variante alocada del doctor Frankenstein que responde al nombre de Frank-N-Furter, el cual les guiará a través de un modelo de subversión social y estética que desconocían mientras les muestra su nueva creación, la criatura Rocky Horror.

El éxito desbordante del musical original, propició la consabida versión cinematográfica del año 75 firmada por uno de sus creadores, Jim Sharman, y cumplidos 40 años del estreno de esta película enraizada en la cultura popular, la cadena Fox ha puesto en marcha una película de dos horas de duración que podrá ser visionada en televisión y que contará como protagonista con Laverne Cox (“Orange Is The New Black”). La dirección correrá a cargo de un director que es considerado como el mejor autor de musicales moderno, Kenny Ortega (“Michael Jackson: This is it”). Tal y como ha revelado la cadena Fox «este proyecto respetará la irreverencia del original».

 

Detenido en Tenerife por ofrecer a un menor dinero para mantener relaciones sexuales

EN EL BAÑO DE UNA CAFETERÍA EN ARRECIFE

SANTA CRUZ DE TENERIFE. Un varón de 46 años ha sido detenido en Arrecife como presunto autor de un delito de abusos sexuales y corrupción de menores, después de que al parecer ofreciese 30 euros a un menor de 14 años a cambio de mantener relaciones sexuales en el baño de una cafetería, ha informado hoy la Policía Nacional.

El contacto entre estas dos personas se produjo por medio de una conocida aplicación de mensajería instantánea después de que el menor publicase en una red social su número de teléfono y fotografías personales, se indica en un comunicado policial.

El detenido no tiene antecedentes policiales y la investigación se inició porque la madre del menor denunció que había encontrado mensajes inquietantes en el teléfono móvil de su hijo.

La madre, tras observar que su hijo había comprado un aparato electrónico con dinero que ella no le había facilitado y del que éste no le supo dar explicaciones, halló una conversación inquietante en el móvil de su hijo con un número de teléfono desconocido.

En esas conversaciones el menor aceptaba mantener relaciones sexuales a cambio de 30 euros, se señala en el comunicado de la Policía Nacional, en el que se añade que el acto sexual se consumó en el baño del establecimiento.

El cuerpo como espacio de disidencia

Artículo copiado de Histeria Revista

por Lucrecia Masson

Ilustración “Sexo” por Monchi Delaseta

Ilustración: “Sexo” por Monchi Delaseta

¿Es posible pensar el cuerpo como espacio de disidencia? Un cuerpo plagado de órganos, no siempre sanos, no siempre vigorosos, no siempre jóvenes… Nos encontramos ante la necesidad de una revuelta orgánica, en su sentido literal: revolver órganos. Es actualmente una apuesta urgente la de plantearnos una rebelión de los cuerpos. Rebelión que, necesariamente, rechaza la frontera entre el cuerpo normal y el deforme, el cuerpo saludable y enfermo, el cuerpo válido e inválido. Rebelión que debe ser planteada a partir del encuentro, la afinidad y la alianza entre estos cuerpos inapropiados e impropios. De ahí que los sistemas que nos organizan a partir de género, raza, sexualidad, normalidad corporal, salud mental o física, se vuelven edificios que es necesario derribar, y esta acción de derribo nos deberá encontrar juntas, sabiéndonos atravesadas y en constante y compleja intersección.

    ¿Podemos entonces entender el propio cuerpo como espacio de activación política? Partir de nuestras trayectorias corporales, narrar en primera persona, tanto singular como plural, la historia de nuestra realidad corporal es un desafío al que diferentes activismos empiezan a llamarnos. ¿Podemos pensar en una historia colectiva de nuestros cuerpos? ¿Cuáles son los dispositivos que producen corporalidades inapropiadas? ¿Podemos plantearnos mecanismos para crear nuevos modos de producir cuerpos, de producir deseos, de producir bellezas? ¿Y qué herramientas nos damos para hacer de nuestras vidas un espacio más habitable y feliz?

     Me parece importante volver a nombrarme ahora como gorda, nombrarme gorda como estrategia de autoenunciación. Nunca liviana. Y sirva este último adjetivo para que la paradoja dé lugar a la sonrisa. Nombrarse para volvernos visibles. Ocupar el espacio para volvernos visibles. Visibles, desobedientes, disidentes de la norma que nos impone una sociedad que estandariza y controla cuerpos y deseos, que define lo bello y lo sano.

¿Y por qué la necesidad de volvernos visibles? Porque la vista es un aparato de producción corporal. Hay modos de mirar que fabrican cuerpos, dice valeria flores1. Y agrego, hay modos de mirar que fabrican deseos y modos de mirar que fabrican bellezas. La apuesta será construir nuevos cuerpos, nuevos deseos, nuevas bellezas.

    Ante la pregunta: ¿por qué ser gorda, o vieja, o diversa funcional, o enferma (y la lista podría ser muy larga) me hace estar fuera del estándar de belleza o de normalidad corporal? ¿Qué me hace disidente de la norma? Propongo cambiar esta pregunta por otra, y he aquí el desafío político: ¿bajo qué mecanismos se construye el cuerpo normal? ¿Cuánta disciplina de normalización han soportado y soportan nuestros cuerpos? ¿Qué técnicas de domesticación y regimentación nos hacen desear ser normales y atractivas a costa de padecimientos?

Construir un cuerpo extenso

Partimos de dejarnos interpelar por el propio cuerpo. La interpelación por la que apuesto es tanto individual como colectiva. Necesito preguntarme cosas sobre mi cuerpo, sobre el cuerpo de las otras, y construir un cuerpo extenso, un espacio para la acción y reflexión. Me parece fundamental hablar desde nuestras propias carnes. Esas carnes defectuosas, inseguras, miedosas, angustiadas. Nuestras carnes, las que sobran, las que faltan, las que duelen, las que están viejas, las que están enfermas, las que no son funcionales, las que mueren incluso…

     De ahí la interdependencia como paradigma que empezar a transitar. Nadie, sea cual sea la corporalidad que encarne, es realmente autosuficiente. Por esto pienso en luchas cómplices y afines. Busco potencias vinculadas y vinculantes. Creo que es necesario y vital encontrarse. Será el encuentro, el lugar de la potencia, el lugar desde donde partir, el lugar de la posibilidad.

     Es necesario atentar contra la matriz que nos organiza corporalmente. Desnudar el artefacto que nos construye en tanto cuerpos, en tanto territorios donde se inscriben lecturas. Es necesario desafiar esas lecturas y crear, imaginar, fantasear, inventar nuevos relatos. Hay un gran aparato ficcional que hace que nuestros cuerpos se lean como generizados o racializados o viejos, o discapacitados, o gordos, o enfermos.

     Pero sí que, si bien no podemos perder de vista el carácter de artificio, hay una realidad que nos atraviesa, que hace de mi vivencia algo bien distinto a la vivencia de otras. Necesitamos narrar en primera persona, tanto la primera persona del singular como la primera persona del plural, la historia de nuestras realidades corporales. El argumento de ficción no inhabilita las ideas de trayectoria, de realidad, de experiencia corporal. Esta realidad necesita ser contada, colectivizada. Es necesario recuperar esta experiencia, asumirnos vulnerables y entender que ésta es condición misma del ser, y que no se puede ser sin exponerse, porque no somos sino en interrelación.

     Es importante reivindicar estrategias que partan de la vulnerabilidad, de poner en ésta la potencia transformadora. Destrozar el discurso que nos exige ser siempre fuertes y valientes, poderosas, aceptarnos, querernos a nosotras mismas, estar a tono siempre con un mundo que nos reclama indefectiblemente listas y sanas para asumir las tareas de producción y reproducción. Ese mundo de ahí afuera que nos reclama funcionales. Y no pienso en metas, ni en aceptación, ni en gustar, ni en convencer a nadie. Porque no creo en redenciones ni en evoluciones, ni en la barbarie convertida en civilización. Creo en búsquedas, en pasiones y en fricciones agonistas de mis propias carnes que, dadas al encuentro con otras, tienen el enorme potencial de hacer de nuestras existencias un lugar más habitable y feliz, dando lugar a indómitas formas de habitar nuestros cuerpos.

*Originalmente publicado en Periódico Diagonal: https://www.diagonalperiodico.net/cuerpo/22353-cuerpo-como-espacio-disidencia.html

11 flores, valeria: “Interruqciones”. Ensayos de poética activista, Neuquén, 2013 p. 257

Cómo decirle a tus padres que eres una estrella porno

por Elyssa Goodman

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Coming Out Like a Porn Star.’ Diseño de la portada del libro de Jamee Baiser

En la portada de la próxima antología Coming Out Like a Porn Star, Jiz Lee emerge de una vulva rosa pastel, la camiseta se le sube seductoramente y tiene los pantalones por los tobillos. Parece una metáfora: la estrella porno genderqueer (no conforme al género, en español) que emerge de las profundidades, en el porno y en la vida real.

Hasta la fecha, Lee ha aparecido en más de 200 películas porno y sitios web, granjeándose el respeto y la reputación de leyenda del porno queer. «La pornografía es una de las mejores cosas que he hecho, pero hay tantos prejuicios que no sabía cómo decírselo a mi familia», dijo Lee en un correo electrónico. «Por eso empecé a pedirle a los demás que me contaran sus historias».

Coming Out Like a Porn Star , que se lanzará el 20 de octubre, cuenta con más de 50 historias de algunos de los nombres más conocidos en el mundo del porno —Joanna Angel, Stoya, Annie Sprinkle, Nina Hartley, Conner Habib, y muchos más— y todos hablan sobre el momento en que le dijeron a sus familiares, amigos y seres queridos que se dedicaban al porno. «Si bien ya hay artículos sobre artistas porno que se lo cuentan a sus padres, o a los que los echaron de sus trabajos de oficina, los medios de comunicación por lo general solo publican historias que estigmatizan aún más esta profesión», dijo Lee.

Este libro, por el contrario, busca compartir una imagen sincera de la pornografía, en la que algunos colaboradores citan sus características liberadoras y otros las censuran por razones morales. Como Lee escribe en el libro, «Si queremos superar estos obstáculos culturales y adquirir derechos para las trabajadoras sexuales, es necesario crear un diálogo firme sobre el hecho que las personas que optaron por hacer porno no son diferentes a cualquier otra persona», incluidas las experiencias positivas o negativas y las opiniones.

Hablé con algunos de los colaboradores del libro sobre su experiencia al hacer público que son estrellas porno, el cambio en la cultura sexual y sobre lo que esperan que se pueda lograr con el libro.

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MILCAH HALILI

VICE: ¿En qué momento tu trayectoria se volvió lo suficientemente seria como para tener que «confesar» que eras una estrella porno?
Milcah Halili: Empecé a decirlo cuando la gente leía mi entrevista [en The Rumpus ]. De hecho, todos mis amigos sabían en qué estaba metida, así que en realidad no fue como una gran confesión, pero al final mi familia comenzó a hacer preguntas sobre mi trabajo y fue entonces cuando se lo conté. Mi padre era un poco patriarcal y mi madre era muy capitalista al respecto. La actitud de mi madre fue como de: «Oh, bueno, ¡ganarás un montón de dinero!». Lo consulté con mi mejor amiga y me dijo lo que creo que un montón de gente suele decir: «¿Estás segura? Sabes que esto es para siempre, ¿verdad?». Le respondí: «Lo sé, lo sé». Pero el resto de mis amigos estaban deslumbrados o lo consideraban superglamuroso. Les parecía increíble que estuviera haciendo porno.

¿A quién te costó más contárselo?
A mi madre. Su primera reacción fue bastante guay, pero después tuvimos otra conversación en la que la vi más alterada. Estábamos hablando sobre lo que hago en mi trabajo, y mi madre ya lo sabía, pero comenzó a interrogarme al respecto; me preguntaba: «¿Por qué te tienen que hacer pruebas? ¿Qué haces?». Se convirtió en algo así como en un problema de clase y etnia, digamos; mi madre decía: «Soy una madre filipina, no quiero oír este tipo de cosas», y eso fue muy duro para mí. Me puse a llorar. Llegamos al punto en que mi madre dijo: «Bueno, y ¿por qué no simplemente buscas un trabajo mejor? Y le dije: «Este trabajo me permite escribir, así que… quiero seguir haciéndolo».

Antes de esa discusión con mi madre, para mí el porno era simplemente un trabajo. Pero después tuve esa conversación y me afectó mucho emocionalmente. Me dije a mí misma que aquello era parte de mi identidad. Realmente me identifico con lo que hago y cuando pensé en conseguir otro trabajo por sugerencia de mi madre, simplemente no me lo podía imaginar.

¿Por qué quieres compartir tu historia del momento en que lo hiciste público?Siento que es parte de mi personalidad. Soy una persona muy abierta por naturaleza. Soy de las que anima a la gente a hacer cosas—me gusta empujar a la gente a que salga de su zona de confort— y también porque no siento que haya nada malo en ello. No siento que tenga que ocultar algo o estar avergonzada de algo.

A veces confesar a lo que te dedicas puede ser una experiencia aterradora. Solo quiero que la gente sepa que está bien tener estas experiencias duras y que no están solos. Jiz contactó conmigo —sus pelis fueron las primeras porno que vi— así que desde ahí dije: “¡Me apunto! [Después de leer el libro], espero que la gente vea a los actores porno de una manera más humanizada, creo que es importante, porque somos una cultura muy pornográfica. El porno debe percibirse como algo que está bien ver, no algo tan tabú. Porque, en realidad, ¿es tan tabú cuando todo el mundo lo hace?

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Dale Cooper

VICE: ¿En qué momento tu trayectoria se volvió lo suficientemente seria como para tener que «confesar» que eras una estrella porno?
Dale Cooper: Hubo un período de mi vida en que solo dependía del dinero de mi trabajo sexual para mantenerme. Entonces conocía a alguien en algún lugar, me preguntaba a qué me dedicaba y yo le decía la verdad. No creo que sea algo de lo que deba avergonzarme o de lo que nadie deba avergonzarse, así que trato de ser, de alguna manera, un buen embajador siendo honesto al respecto. En mi experiencia, ese fue el momento en que más raro me sentí al hablar sobre mi profesión.

Soy muy afortunado, en cierto modo. Todos mis amigos me apoyan. Hay una sólida comunidad de trabajadores no sexuales a mi alrededor que son geniales y súper comprensivos y están orgullosos del trabajo que hago, que es genial. Además, es fantástico conocer a gente como Jiz y los demás autores de Coming Out Like a Porn Star . Hay mucho trabajo por hacer para eliminar el estigma, así que es genial ver que hay un montón de gente muy inteligente y capaz.

Cuando conoces a alguien, ¿en qué momento sientes que debes decirle en qué trabajas?
No creo que lo que pasa en mi cabeza sea tan diferente de lo que pasa en la cabeza de mucha gente, en cuanto a cómo se comportan con alguien respecto a su situación laboral o si estás viendo a alguien o no en ese momento, y así. Siempre te haces este tipo de preguntas en tu mente cuando conoces a alguien, como: ¿Esta persona me reconoce? ¿Cuánto cree saber esta persona sobre mí? Supongo que viene con el hecho de tener una imagen pública. Creo que estamos entrando en una etapa de la vida en la que todo el mundo tiene que llenar sus Facebooks y presentar sus mejores caras en su Instagram y bla, bla, bla.

Al ser actor porno, me preocupo por mi espacio personal, mi propio espacio sexual, quiero asegurarme de que sea algo estable con alguien… Soy muy directo y honesto al respecto. Creo que eres tú el que decide cuánto revelas sobre ti mismo cuando estás conociendo a alguien.

¿Quién fue la persona a la que te costó más contárselo?
Probablemente a personas en las que estoy interesando. No es tanto el decírselo como el que acepten que soy actor porno. Quiero decir, obviamente cualquier persona con la que salga tiene que apoyar mi trabajo, porque yo me siento muy seguro al respecto. Puedo decir que, por lo menos, he tenido muy buena suerte en cuanto a que hasta la fecha he salido con personas muy tolerantes que no tienen ningún problema con lo que hago, así que eso es una suerte.

¿Qué me dices de tu familia?
Mi familia no lo sabe y prefiero que no lo sepan, de ahí el nombre artístico. No me avergüenzo de lo que hago, pero creo que no hemos llegado al punto, como sociedad, en que tu padre te dijera: «Bien por ti, hijo, separa bien las piernas ante la cámara». Sé que yo le diría eso a mi hijo, pero siempre ha sido como un trabajo aparte para mí, así que busco tener una vida plena, no como Dale Cooper.

¿ A qué crees que se debe que no se haya publicado ya un libro sobre este tema?
Creo que lo que hace que Coming Out Like a Porn Star sea tan especial es que estamos llegando a la cúspide de la consulta de Amnistía Internacional para aprobar los derechos de los trabajadores sexuales y asegurar que se protejan sus derechos humanos. Eso es un movimiento importante para ellos. Es un momento muy interesante y ahora es más importante que nunca que los trabajadores sexuales se hagan oír, exijan que se les trate con dignidad y puedan exhibir algunas de las experiencias y talentos increíbles que existen en nuestra comunidad.

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GALA VANTING

VICE: ¿En qué momento tu trayectoria se volvió lo suficientemente seria como para tener que «confesar» que eras una estrella porno?
Gala Vanting: Cuando empecé a trabajar en producción hubo un gran cambio en mi vida. Pasé al ámbito internacional, así que realmente no tenía muchas opciones de no “confesar” a lo que me dedicaba. Podía inventar algo y lo hice con algunas personas, pero siempre he querido que esto formara parte de mí. Lo he tenido claro desde que comencé a actuar.

Tomé esa decisión en muy poco tiempo y parecía que todo era muy apresurado, pero era algo en lo que había estado trabajando durante mucho tiempo. Cuando empecé a trabajar detrás de la cámara, ya había estado actuando durante tres años frente a ésta y había tenido tiempo de reflexionar y de justificar ética y políticamente mi trabajo, así que fue una cosa muy natural para mí.

¿Cuáles fueron las reacciones de tus familiares y amigos?
En general, he tenido bastante apoyo de mi familia y de mis amigos. Supongo que incluso cuando la gente no entiende muy bien o tiene algunas preguntas típicas, o lo que sea, tengo confianza en mi capacidad de tomar decisiones por mí misma y de que esas decisiones son las adecuadas para mí. A estas alturas, si quieres estar en mi círculo debes aceptar mi trabajo o mostrar entusiasmo por él. He logrado construir una bonita burbuja de positivismo en cuanto al sexo a mi alrededor, en mi espacio social, por lo que cualquiera de esas cosas que me pudieron llegar a preocupar ya no existen.

¿Por qué quieres compartir el momento en que lo hiciste público?
Creo que los mismos medios que exponen el trabajo sexual son la mejor manera de lidiar con el estigma del trabajo sexual. También porque creo que es importante que los trabajadores sexuales revelen sus propias historias en lugar de que los medios nos creen historias a nosotros. Hoy en día hay cierta fascinación cultural en torno al trabajo sexual y la pornografía, y la opción de estar en esa identidad o de estar en un cuerpo que se dedica al trabajo sexual o que hace porno. A menudo, estas historias las generan desde el exterior personas que no lo han vivido. Para mí es importante aportar algo, y esa es la misma razón por la que empecé a hacer porno.

También creo que el libro es una buena manera de identificar a esta comunidad y de señalar que tenemos algo que decir, más allá de las actuaciones o la publicidad que hacemos, o el dinero que ganamos, o lo que sea. Esto contribuye a una mejor comprensión cultural sobre lo que es ser un trabajador sexual o un actor porno.

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Annie Sprinkle

VICE: ¿En qué momento tu trayectoria se volvió lo suficientemente seria como para tener que «confesar» que eras una estrella porno?
Annie Sprinkle: En los años 70 no había internet, por lo que la mayoría de la gente que hacía porno podía llevar una doble vida. Yo no pude hacer eso, porque siempre me pillaban mintiendo, así que llevar una doble vida no era opción para mí. Pero incluso para todas esas personas que llevaban dobles vidas en los años 70 y 80, ahora que con internet se recuperan todas esas viejas películas, tendrán que decirle a sus familias a lo que se dedicaban.

¿Cómo compararías el «confesar» tu profesión en los años 70 con lo que los actores porno experimentan ahora?
Aquella época era muy diferente a la actual. Internet es una razón evidente, porque estás mucho más expuesta. También hay que tener en cuenta el hecho de que, si te pillaban haciendo porno en los años 70 y principios de los 80, te arrestaban. Era ilegal. Si estabas grabando una escena caminando por la calle, no podías decir: «¡Ah, estamos haciendo una película de sexo!». Tenías que decir: «Estamos grabando para un proyecto estudiantil», porque si la gente descubría que estabas haciendo porno, te podían arrestar. Por lo general, acababan retirando los cargos, pero perdías mucho dinero. A veces incluso tenías que ir a juicio, lo cual era malo, porque podías terminar en la cárcel.

¿Cómo compaginabas la sinceridad sobre tu labor con el marco legal de aquella época?
Era algo así como fumar marihuana. La marihuana también era ilegal. Si te pillaban con un porro, te metían en la cárcel, pero todo el mundo sabía que había gente que fumaba porros y nadie los juzgaba, pero sabías que se estaban arriesgando demasiado. Era más peligroso; era más arriesgado. Hacer porno ahora se considera una expresión creativa. Recuerdo que en los años 70 y 80, protestamos contra la revista Ms. Magazineporque celebraron una mesa redonda para debatir sobre la pornografía, pero no invitaron a nadie del mundo del porno; aquella revista era muy antiporno, así que la idea del feminismo a favor del sexo ni siquiera existía en los años 70. Se consideraba una vergüenza y un tabú.

¿ Cómo reaccionó tu familia cuando les dijiste que hacías porno?
Creo que todo el mundo estaba muy sorprendido porque yo era muy tímida, pero eran personas inteligentes y de mente abierta, había una gran cantidad de artistas en la familia que entendían el impulso creativo. Creo que les preocupaba que consumiera drogas o que fuera alcohólica, pero obviamente no era el caso. Lo hice para hacer películas, probar cosas creativas y por la aventura sexual.

¿Qué efecto esperas que el libro tenga en la industria del trabajo sexual y en la percepción que se tiene de ella?
Creo que ahora hay mucha gente en la industria sexual y no tienen que ocultarlo, creo que esto sería muy útil. Hay mucha gente que se gana la vida con el entretenimiento para adultos. Jiz Lee es el ahora, el futuro y el presente. Yo soy más la historia y el pasado. [Risas] Me gusta que nos apoyemos mutuamente y estemos juntos. La industria del sexo puede ser muy exclusivista y competitiva, o crítica, y discrimina bastante en función de la edad. Así que es maravilloso que [el libro] sea intergeneracional. Creo que va a ser un documento histórico, que ya lo es. Las palabras perduran, crean una inmortalidad y una imagen de la época.

Los trabajadoras sexuales trabajan en fantasías. Crean fantasías y representan las fantasías, y hacen expresiones sexuales creativas, pero este libro habla de la realidad; no es fantasía o ficción. Me encanta la portada en la que Jiz sale de la vulva. Es como si intentaras mirar el secreto dentro de la vulva, el detrás de escena de la vagina.

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Partidarios de ISIS asesinan a pedradas a dos hombres acusados de ser gays en Siria

El terror se ha instaurado en los países de oriente medio que están controlados por el Estado Islámico, ISIS, y las ejecuciones públicas se han convertido ya en una práctica tan habitual que resulta terroríficamente espezlunante. Monitor de Terror, el grupo que denuncia este tipo de atropellos contra la humanidad tuiteó unas fotos publicadas por ISIS este domingo, 25 de octubre, de la ejecución de dos hombres, en la ciudad Siria de Aleppo, a los que se acusa de ser gays. Los terroristas usan dos formas crueles de ejecutar a homosexuales: Arrojándolos desde azoteas de casas y estas últimas mediante lapidación.

Las imágenes muestran a una multitud enfurecida, incluyendo niños, lanzando piedras a dos hombres atados y con los ojos vendados sobre una lona blanca. Los primeros planos muestran los rostros y ropas ensangrentadas de los dos hombres y las piedras que se utilizaron para matarlos manchadas de su propia sangre.

Estas son las fotos impactantes que muestran la ejecución de estos dos hombres en Siria acusados de ser homosexuales:

gays asesinados por isis

A principios de este mes de octubre, el grupo yihadista lanzó a dos hombres gay desde el tejado de un edificio en Mosul, Irak, con el pretexto de que eran una pareja gay. El mismo fin de semana, otros dos hombres “gays” fueron lanzados desde un edificio en Nínive. Esta vez los arrojaron sobre una pila de bloques de cemento.

ISIS también ejecutó a nueve hombres y un niño acusado de ser gay en Siria en septiembre y han reivindicado la autoría de los asesinatos de al menos otros 30 hombres homosexuales.

“Necesitamos protocolos ginecológicos para personas trans”

Más de 450 personas trans han pasado por la consulta ginecológica del programa pionero Transit. El 24 de octubre se celebra el Día Internacional de Acción por la Despatologización Trans.

La doctora Rosa Almirall

La doctora Rosa Almirall. / GUYE SANCHO

La práctica médica dominante, como casi todo en nuestras sociedades, está marcada por el binarismo, por una división entre hombres y mujeres, en la que además el hombre y la heterosexualidad son el patrón y el modelo en torno al cual giran todas las disciplinas.

Superar esta visión implica salirse de la institución más encorsetada y echar un vistazo a una realidad social formada por una amplia diversidad de personas que rara vez encajan en esos patrones establecidos en libros o estudios.

Rosa Almirall es ginecóloga, lleva 38 años ejerciendo su profesión y es directora de área de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva (ASSIR) de Barce­lona, un servicio que forma parte del Institut Català de la Salut de la Generalitat.

Al­mirall es una de esas personas que sabe mirar fuera de las rigideces de la academia, que pone las necesidades de las personas en el centro de su práctica diaria. En 2012 impulsó la creación de Transit, un servicio que se centra en la promoción de la atención ginecológica a las personas trans y por donde ya han pasado más de 450 personas.

“Es el dilema que siempre existe: el de los servicios que consideran la transexualidad una enfermedad mental y servicios que dan la voz a la persona”. Almirall apuesta por realizar una labor informativa y de asistencia sin darle más literatura de la necesaria a un servicio “que no es más complicado que cualquier otra cosa que hacemos en nuestro día a día: citologías, mamografías, o hablar de anticoncepción”.

¿Cómo empieza Transit?

Surge hace cuatro años, cuando ocurren distintas cosas, como el caso de una persona trans que se presentó en nuestro servicio y no fue bien tratada. En­tonces me pregunté por qué en 38 años de especialidad no había tenido contacto con gente trans, por qué no venían a los servicios de ginecología. Ahí es cuando pensé que sería interesante crear dentro de mi servicio una consulta para la promoción de la salud de las personas trans, pero desde una visión de la ginecología y obstetricia. ¿Por qué esta gente no viene? ¿Por qué no hay prevención?

Pensé que era necesario intentar crear una consulta sin estereotipos, sin prejuicios, donde se hagan citologías, mamografías o se resuelvan dudas sobre sexualidad, reproducción o anticoncepción, pero desde una visión ginecológica y obstétrica.

¿Cómo sales de una práctica ginecológica normalizada y extendida?

Vengo del feminismo y de cuestionar la propia ginecología y los modelos patriarcales dentro de la medicina. Ya trabajaba en esta línea cuando el aborto o los anticonceptivos estaban prohibidos o se practicaban histerectomías que yo viví como agresivas. Defiendo el derecho de la persona a decidir qué hacer con su cuerpo después de haber recibido una información lo más objetiva posible. Me cuesta poco situarme en las personas, se autoetiqueten como se autoetiqueten. Desde muchos posicionamientos diferentes he ido buscando otros espacios donde hacer las cosas de otra manera. Cuando empecé a pensar en Transit no tenía ni idea de lo que era la transexualidad, ni de lo que necesitaban.

Entonces empecé a leer, estudiar e informarme. Mi objetivo ­realmente era hacer lo mismo que hago con las personas ‘cis’ [aquellas cuya identidad de género y el género que se les asigna al nacer coinciden], pero con las personas trans, y desde un sitio de respeto a sus identidades, cuerpos y variaciones. Contacté con gente trans, sobre todo activistas, para presentar mi idea y ver si podía cuajar. Tuvo muy buena acogida. También fui a la Unidad de Trastornos de Género de Barcelona a presentar este proyecto y les pareció muy complementario, porque había aspectos de atención primaria que no se estaban cubriendo.

¿Cómo imaginas Transit en los próximos años? ¿Qué sería deseable esperar?

Podemos hablar de modelos transitorios y modelos definitivos. Tal y como yo lo visualizo, creo que Transit debería desaparecer como servicio. Me gustaría que se desplegara la atención trans por todo el territorio y todos los servicios, que la sanidad de estas personas fuera integrada en el modelo normalizado de sanidad.

Lo idóneo sería que parte del acompañamiento lo pudiera hacer el personal médico de familia, los endocrinólogos o los ginecólogos de atención primaria. Éste sería el modelo hacia donde ir. Como el desconocimiento es muy grande, probablemente Transit sea necesario un tiempo para ir formando a los profesionales que asuman desde la normalidad la atención a estas personas.

Mucha gente del sector sanitario argumentará que no hay formación ni información.

Esta película ya la he vivido. Es lo mismo que ocurrió con los centros de planificación familiar y con la anticoncepción, cuando estaba prohibida. Entonces ni los ginecólogos ni los médicos de familia estaban formados en anticoncepción, pero al final se crearon macroestructuras, muchas de ellas dependientes de los ayuntamien­tos. Fue­ron los centros de planificación familiar. Al principio parecía muy difícil y muy complejo pero, a medida que los profesionales se fueron formando, estos centros se integraron en la red pública normalizada.

Yo visualizo un poco el mismo camino. No es rápido ni fácil, pero poco a poco se hará. Porque, en este momento, 170 personas del total que hemos atendido desde Transit en los inicios de su transición ya están siendo llevadas por médicos de familia. Y esto es algo muy importante.

¿Qué tipo de programas ­desarrolláis?

Trabajamos mucho en torno a la prevención. Hay que intentar incorporar a los hombres trans a los mismos protocolos que tenemos las mujeres ‘cis’. Es decir, si hay útero –una parte importante de hombres trans lo matienen–, se incorpora la vagina a los juegos sexuales y, si tienen más de 25 años, es necesario que esas personas estén en un programa en el que se hagan citologías. Entiendo que para los hombres trans su parte genital o vaginal puede despertar un pudor comprensible, por eso es muy bueno encontrarse con profesionales sensibles. Gracias a esto tenemos un 80% de chicos trans en un programa de cáncer de cuello de útero.

Otro ejemplo son las mujeres trans que tienen mamas y toman hormonas, por qué no usar los mismos criterios de prácticas de mamografía o al menos ­ofrecerlos, aunque haya muchos cuestionamientos sobre las mamografías, y yo misma soy crítica. El programa de cribado de cáncer de mama que hay en Catalunya incluye a las mujeres trans, pero sólo a las que hayan hecho un cambio en su DNI. Algunas no lo han hecho por lo que, aunque sean mujeres trans, no se beneficiarán de estos programas. Con las mujeres trans que se hayan hecho una vaginoplastia, también hacemos un acompañamiento para esta nueva vagina, para que puedan reaprender una nueva sexualidad o el uso de dilatadores para que sea más elástica.

Uno de los grandes temas y más desconocidos es la orientación en cuestiones reproductivas y de anticoncepción. La gente trans puede decidir si quiere o no reproducirse en función de la situación que estén viviendo. Es importante que los chicos trans sepan que si tienen relación con chicos ‘cis’ o con mujeres trans y están en baja dosis de testosterona, pueden quedarse embarazados si incorporan la vagina en sus juegos. Igual hay que pensar en buscar un método anticonceptivo no hormonal, como el diafragma o los dispositivos intrauterinos.

De vez en cuando te encuentras a algún chico trans que se ha quedado embarazado o que te pide la pastilla del día después. Hay que informar de estas posibilidades. Al igual que antes de iniciar un proceso hormonal tenemos que informar de las técnicas de reproducción asistida de las que se puede beneficiar la persona si en un futuro quiere tener la posibilidad de reproducirse. Algu­nas mujeres trans antes de iniciar el proceso deciden criopreservar semen. Depende de qué tipo de pareja tengan, a lo mejor pueden usar este semen para tener un hijo o hija biológica.

Todos estos temas se tratan en la entrevista que hacemos al inicio. El espectro de atención ginecológica es amplio y no es diferente de lo que se hace con otras personas que no son trans. Básicamente es informar para que decidan.

Parece que volvemos al inicio de la entrevista. Básicamente se trata de que la medicina ponga el foco en las necesidades de las personas.

Exacto. Estoy pensando en el principio de los 80, con los inicios del VIH, cuando, desde la medicina, cuando una mujer daba positivo, se recomendaba muy vivamente la ligadura de trompas. Menuda burrada hicimos. En aquel momento no sabíamos. Yo no soy partidaria de cerrar puertas definitivamente, por eso hago mucha labor en los hombres trans para que no se hagan una histerectomía ni una anexectomía. Es lo mismo que he hecho siempre con las mujeres ‘cis’, ahora lo hago con los hombres trans.

La decisión siempre es de la persona, pero no quiero que pesen esas amenazas de que con la testosterona los ovarios se secan y se pueden convertir en cancerosos, porque no es algo probado. La información objetiva es que no hay estudios suficientes, porque a la mayoría de hombres trans les han quitado los ovarios. Por eso no se sabe qué puede pasar con un ovario después de muchos años de tratamiento con testosterona.

Es muy distinto decir que no se sabe o que seguro da cáncer. Se trata de que la información sea veraz porque, a veces, desde los púlpitos médicos damos informaciones sesgadas no se sabe muy bien respondiendo a qué intereses. Hay que incorporar a la gente trans con una mirada que normalice.

La transfobia perjudica seriamente tu salud… y la mía

El 24 de octubre se celebra el Día Internacional de Acción por la Despatologización Trans. Cada año, distintos colectivos de Navarra, Barcelona o Madrid, entre otros territorios, organizan actividades que van desde la reflexión, con charlas, talleres o documentales, hasta la ocupación de los espacios públicos a través de una gran manifestación. Algunos de los objetivos de la campaña y del día de acción es la retirada de términos como Trastorno de Identidad de Género o Disforia de Género, presentes en distintas legislaciones y servicios médicos alrededor del mundo, o que exista una cobertura sanitaria pública.

Este año en Madrid han convocado una semana de acciones y una manifestación el día 24 a las 19.00 horas de la plaza de Chueca a Jacinto Benavente. El lema del Octubre Trans de Madrid es “La Transforbia perjudica seriamente tu salud y la mía”.

Josep Maria Gatell: “Una píldora antes y tras el sexo impide contraer el sida”

El doctor Josep Maria Gatell (Bràfim, Alt Camp, 1951), responsable de la atención de los infectados por el VIH en el Hospital Clínic, tiene previsto presentar hoy en la 15ª Conferencia Europea del Sida, que se celebra en Barcelona, tres importantes novedades que a partir de ahora incluirán las guías de tratamiento que acatan los especialistas europeos. Una de ellas, revolucionaria, defiende la opción de prescribir de forma puntual y en días concretos, a personas sanas que frecuentan encuentros sexuales arriesgados, las píldoras antirretrovirales que toman a diario los infectados por el VIH.

Josep Maria Gatell, ayer, en el Fòrum de Barcelona, donde se celebra la 15ª Conferencia Europea del Sida.

Josep Maria Gatell, ayer, en el Fòrum de Barcelona, donde se celebra la 15ª Conferencia Europea del Sida.

-Lo definen ustedes como profilaxis preexposicional.

-Así es. Significa que personas no infectadas podrán seguir, de forma intermitente, una terapia antisida para evitar la infección del VIH durante la relación sexual de riesgo que planean mantener. Hay dos formas de hacerlo: una, ya conocida, consiste en tomar cada día las píldoras antirretrovirales, como hacen los infectados. La otra modalidad, nueva, propone hacerlo a demanda. Un reciente estudio francés, de inminente publicación, demuestra científicamente que el tratamiento es eficaz incluso si lo tomas intermitentemente, solo cuando vas a tener la relación sexual arriesgada. Si mantienes a diario ese tipo de relaciones, las has de tomar cada día.

-¿Cómo es esto en la práctica?

-Si sabes que esta noche tendrás una relación sexual con alguien a quien no conoces o en entornos considerados de riesgo, te tomas una pastilla ahora, otra esta noche y una tercera mañana por la mañana. Una píldora antes y otra después del sexo, más la intermedia, impiden contraer el sida. Es casi como la píldora del día después para evitar embarazos, pero en lugar de una pastilla son tres.

-¿Es una idea o una opción firme?

-Lo incluimos en la guía terapéutica para el sida que hoy presentaré en la conferencia en nombre de la Sociedad Europea del Sida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya lo ha recomendado hace pocos días, no somos los únicos. La Agencia Europea del Medicamento (AEM) aún no lo ha aprobado, pero la Food and Drugs Administration (FDA) norteamericana sí lo ha hecho. Esto significa que en Europa esta profilaxis solo se puede aplicar en el contexto de estudios o ensayos clínicos.

-¿Cuándo se pronunciará la AEM?

-Hasta ahora, ha guardado silencio, pero tras la recomendación de la OMS y la de la Sociedad Europea del Sida yo supongo que dirá algo. Cuando la AEM lo autorice, cada país habrá de decidir qué hace.

-¿A quién se prescribiría?

-Está recomendado únicamente para grupos pequeños de la población, personas que son conscientes de su riesgo. Para esos colectivos será un tratamiento eficaz. No es para la población general. Siempre se indicará bajo prescripción médica y dispensación hospitalaria. Estas pastillas no se venderán en las farmacias.

-¿De cuántas personas se trata?

-De unos centenares. No miles. Son individuos que incurren cada año en hasta un 10% de posibilidades de infectarse por el VIH, pero que no quieren tomar ninguna otra precaución. De estos no hay muchos. Hablo de personas que van al médico, un sector conocido, bien identificado.

-¿Qué perfil social tienen?

-La mayoría son hombres jóvenes homosexuales. Personas con estudios, con trabajo estable, estudios medios o universitarios. No son marginados sociales adictos a drogas inyectables en vena. Nada de eso. Muchos de ellos, así se ha comprobado, tienen un buen nivel de vida y un aceptable estatus social, pero mantienen una actividad sexual muy intensa que implica alto riesgo de sufrir la infección del sida.

-¿Algunos de ellos están entre los nuevos infectados anuales?-Es posible. El VIH se diagnostica en Catalunya a unas 600 personas cada año. En España, a más de 3.000. De ellas, el 60% son hombres jóvenes españoles homosexuales. El otro 40% son inmigrantes que pertenecen a grupos económicamente deprimidos, no todos homosexuales.

-En España, unas 80.000 personas. Se calcula que existen unos 130.000 infectados (26.000 en Catalunya), de los que unos 30.000 lo ignoran. No están diagnosticados. No toman precauciones sexuales y se estima que son responsables de hasta el 50% de las transmisiones anuales del virus. Si los identificáramos y se trataran, empezaríamos a controlar la epidemia del sida en España.

-¿Cuántos infectados siguen tratamiento antirretroviral?

-¿Cuántos años llevan infectadas las personas que van al hospital?-El 40% llegan con el sistema inmunitario bastante deteriorado y, de ellos, en un 10% la infección está muy avanzada. Vienen porque ya sufren una complicación grave.

-¿Qué complicación?

-Infecciones, cáncer, pulmonía por neumocistitis, tuberculosis, toxoplasmosis cerebral… Cosas graves. Si no mueren de eso, se salvan. Controlar la infección del VIH es factible.

-¿Cómo llegan a saber que un tuberculoso sufre también el sida?

-Lo sospechamos, hacemos cuatro preguntas y les pedimos permiso para hacer el test del VIH. Siempre pedimos permiso. Para todo. No suele negarse nadie. Se encuentran mal.

-Ustedes, junto con el Laboratorio Irsi/Caixa, de Can Ruti, investigan en busca de una vacuna. ¿Disponen de suficiente financiación?-No. Tenemos dinero, pero no suficiente. Lo utilizamos de la mejor forma que sabemos. Tenemos financiación europea, de la Fundación La Caixa y de algunos proyectos públicos españoles. Hasta ahora, también participaba Laboratorios Esteve, que ha dejado de hacerlo.

-¿La escasez detiene los estudios?

-No. El dinero determina la velocidad con que investigamos. Tenemos cuatro proyectos de vacuna en marcha: tres terapéuticas, dirigidas a los ya infectados, y una preventiva, para evitar la infección a personas sanas.

-¿Cómo actuaría la terapéutica?

-El objetivo de una vacuna terapéutica es poder retirar el tratamiento antirretroviral -que de otra forma se toma toda la vida- sin que se produzca un rebrote en la replicación del VIH. Detrás de cada paso que avanzamos hay cuatro millones de euros de inversión y tres años de trabajo. En el 2016 ensayaremos en humanos dos de estos prototipos.