10 cosas que hay que saber sobre el “chemsex”

Artículo publicado en DoctorCaudeVilla

1.- ¿Qué es el “chemsex”?

          El término “chemsex” define el uso de algunas drogas psicoactivas en contextos de tipo sexual, sobre todo en población homosexual masculina. El uso de algunas sustancias entre varones homosexuales constituye un fenómeno emergente sobre el que se discute en circuitos profesionales al menos desde 2012 pero que ha saltado a los medios de comunicación tras la publicación de un editorial en el British Medical Journal y el estreno de un documental.

          Lo que define el “chemsex” de forma específica no son tanto las sustancias como la intención o el objetivo de su uso, es decir facilitar las relaciones sexuales, intensificar las sensaciones y/o prolongar su duración. Estudios recientes han identificado un grupo de sustancias y un patrón de consumo que son característicos, que se describen en los puntos siguientes.

2.- ¿Cuales son las drogas implicadas?

Consumir sustancias para incrementar el deseo, desinhibirse o facilitar las relaciones sexuales no es ninguna novedad. En este sentido elalcohol es, sin duda, la sustancia más asociada a este tipo de contextos. Pero en relación con el “chemsex” las tres sustancias que más se han asociado con el fenómeno son:

  • Metanfetamina: (tina, meta, en inglés crystal, meth, ice…).:  . Es un estimulante que puede esnifarse, fumarse en pipa o papel de plata o inyectarse por vía intravenosa. Es activo a pequeñas dosis (en torno a 10-15 mg) y sus efectos duran entre 6-8 horas. Produce sensaciones de energía y euforia y disminución de la necesidad de comer o dormir. Por sus efectos estimulantes incrementa la frecuencia cardiaca y la tensión arterial y puede producir otros efectos adversos (mandibuleo, dificultad para orinar…). Puede producir dependencia psicológica de forma rápida. No debe confundirse con la MDMA (que también puede presentarse en forma cristalizada)

     

  • GBL/GHB: (G, bote, chorri… También conocido como éxtasis líquido aunque no guarda relación con la MDMA). Es un depresor del Sistema Nervioso Central con propiedades estimulantes o afrodisiacas en dosis medias-bajas. Se utiliza siempre por vía oral. El GBL es el precursor legal del GHB y se diferencia de éste último por su olor y sabor nauseabundo. Su principal problema es el riesgo de sobredosis (es difícil calcular la dosis a ojo si no se conoce la concentración del contenido con certeza). AQUÍ hay información más detallada sobre esta sustancia.

  • Mefedrona (4-Metilmetcatinona, Mefe): Es un estimulante sintético derivado de la catinona que puede esnifarse, utilizarse por vía oral o inyectarse. Los usuarios definen sus efectos a mitad de camino entre un estimulante clásico ( cocaína o anfetaminas) y el efectoentactógeno (buen rollo) de la MDMA. Al contrario que las anteriores es una nueva droga cuyo consumo empezó a detectarse a partir del 2008. Fue prohibida en 2010 y, posteriormente se han sintetizado análogos de legalidad y toxicidad indeterminada (4-MEC, 4-FMC…) que en ocasiones se venden como si fueran mefedrona.

Aunque la definición académica del Chemsex sólo hace referencia a estas tres sustancias, en la práctica también es frecuente el uso de otras como ketamina, MDMA, alcohol, cocaína, poppers… así como los fármacos para facilitar la erección (Viagra, Cialis…)

3.-¿Cuales son las motivaciones para su uso?

La motivación más evidente como con cualquier otra droga son los efectos placenteros, positivos o deseados: encontrarse más cómodo, tener menos inhibiciones, incrementar las sensaciones, buscar relaciones más intensas y/o prolongadas o la búsqueda de nuevas experiencias…

Algunas personas pueden utilizar estas sustancias para vencer sentimientos de vergüenza, complejos o problemas de tipo sexual, buscando reafimar su sexualidad, para tapar conflictos (asociados a la propia sexualidad, o al miedo al rechazo por infecciones como el VIH o la Hepatitis C…) . En estos casos la probabilidad de un uso problemático es mayor.

4.- ¿Es el “chemsex” un fenómeno exclusivo gay?

Existen pocos datos objetivos e investigaciones científicas al respecto. El fenómeno se ha detectado en población homosexual masculina de mediana edad, residente en grandes núcleos urbanos y que frecuentemente tiene experiencia previa con el uso recreativo de drogas en contextos de ocio. Es posible que la asociación entre este grupo y el chemsex sea específica y pueda explicarse por motivos de tipo sociológico.

Pero ni siquiera puede afirmarse que el “chemsex” sea un fenómeno “exclusivamente gay”. En estos mismos entornos el uso recreativo de drogas o determinadas conductas y prácticas sexuales están más normalizados y tienen unmenor estigma social que en el resto de la población. Así, podría ser que, simplemente, sea un fenómeno más visible que en otros sectores de la población.

Las únicas encuestas específicas hasta el momento se refieren a población gay en Londres aunque hay datos indirectos que señalan que el fenómeno aparece también en otras muchas grandes ciudades de Europa.

5.- ¿Cual es la forma de consumo?

Como señalábamos en el punto anterior, la falta de estudios específicos obliga a ser prudente al describir el fenómeno. Es muy probable que exista una variabilidad muy alta. Algunas personas experimentarán con psicoactivos en contextos sexuales sólo de forma ocasional, otras los utilizarán de forma regular pero espaciando en el tiempo y utilizándolos de una forma sin consecuencias negativas de importancia. En otros casos la práctica del “chemsex” puede convertirse enhabitual y rutinaria, en cuyo caso el uso problemático es más probable.

Las sesiones de “chemsex” incluyen en ocasiones la práctica continuada de actividades sexuales durante muchas horas o incluso días, la búsqueda de multiples parejas sexuales a través de Internet y/o aplicaciones de movil(Grindr, Wapo, Scruff…) o el uso intravenoso de algunas drogas (metanfetamina o mefedrona). El enfoque sensacionalista de muchos medios de comunicación destaca estos elementos que, a nivel poblacional, sólo se presentan en una minoría dentro de una minoría de la sociedad.

JUDITH BUTLER, REFERENTE MUNDIAL EN LOS ESTUDIOS DE GÉNERO

«Expresar ideas se empieza a considerar terrorismo doméstico»

La feminista norteamericana Judith Butler propone una alianza política de los que se oponen a las condiciones de precariedad para que todos tengamos una “vida vivible”.

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Judith Butler, en el CCCB, donde dictó la conferencia ‘Cuerpos que aún importan’, dentro del ciclo ‘+ Humans’.

De antemano, Judith Butler intimida un poco. La feminista suele salir en las fotos con gesto severo y es preciso una botella de oxígeno para bajar a las profundidades de su obra. Pero resulta que el ícono de la teoría queer -la que sostiene que el género y el sexo son construcciones sociales y, por tanto, susceptibles de entrar y salir de ellas- es una persona encantadora que hoy se siente ‘obligada’ a ampliar su frente de batalla político, inicialmente centrado en los derechos de gais,lesbianas y ‘trans’, a otras vidas precarias. Desembozar esas vidas estancadas, señala la no tan feroz Butler, puede ser el pilar de una democracia radical.

La lucha empezó por usted. A los 6 o 7 años me asaltó la cuestión de cómo vivir en mi propia piel. Tenía un cuerpo de mujer pero no me sentía mujer… Ni hombre. ¿Cuál era mi género? Por otra parte, ya entonces notaba que a mucha gente le era difícil entrar en mi mundo sin miedo, sin humillación, sin ejercer la violencia.

Ese debate interior acontecía en una familia judía tradicional de Ohio. Un tío suyo fue encarcelado por ‘trans’ y murió entre rejas. Unos primos fueron expulsados de casa por gais. Y a ella la llevaron al psiquiatra a los 15 años, cuando anunció su homosexualidad. “La única forma de describirme era como una lesbiana de bar que pasaba los días leyendo a Hegel”, definió una vez aquel pasado brumoso.

¿Sintió la violencia en carne propia? Sí. Fue una etapa de gran inquietud. No sabía cómo ir a la escuela, cómo vestir, cómo explicárselo a mis padres. No se trataba de una decisión racional, era una experiencia corporal que se imponía.

De ahí su ‘pensar desde el cuerpo’. Sí. Luchar para decidir con quién te acuestas pone el cuerpo en el centro del discurso. Todos los que pelean por la protección contra la violencia tienen el cuerpo en el centro de la organización política. Por aquel entonces, yo simplemente me pregunté cómo encontrar la libertad de aparecer en el mundo, con los otros. Pero, ojo, previamente tuve muy claro que podía.

Ahora se pregunta cómo vivir juntos, todos, en este mundo revuelto. Y no es fácil. Si en la vida en pareja, que es un contexto de afecto, aparecen la ambivalencia y la agresividad, cohabitar en el mundo cuando somos de diferente origen, religión y lengua es aún más complicado. Pero estamos obligados a vivir juntos, a afrontar los problemas de reconocimiento del otro.

Los telediarios dicen otra cosa. Debemos preguntarnos: ‘¿Quiénes somos?’. Y no fijar una respuesta. ¡Nada de definir quiénes somos por adelantado! Es fundamental hacerse la pregunta indefinidamente.

Mientras, la economía va definiendo quién sí y quién no.¡Es terrible! Hay gente absolutamente paralizada. Los pobres, los precarios, los sin esperanza. Pero Judith Butler tiene más preguntas que respuestas.

Vaya. ¿Ni siquiera una intuición? Cuando escribí sobre género subrayé que era un acto performativo. Es decir, defendí el género como un devenir. Lo central es que cada persona tiene el poder de actuar. Es muy importante afirmar ese poder, que yo no sentí de joven.

Querer no siempre es poder. Advierto lazos de solidaridad que van más allá de la defensa de los derechos propios y que impulsan a la movilización. Creo que es posible articular una alianza política de los que se oponen a las condiciones de precariedad, que incluya a los que la sufren. Una vez lo consigamos, una vez definamos qué es una ‘vida vivible’, podremos llegar a acuerdos políticos y económicos sobre los principios de igualdad. Hay que contar con el apoyo de los otros para contestar al poder explotador. ¿Suena utópico?

Un poco, sí. Hay que creer que es posible precisamente cuando parece que no es posible. La solución puede emerger en la escena de la imposibilidad.

Debe de ser usted muy paciente. [Ríe] Tengo esperanza.

48 feminicidios en España este año desesperan, por ejemplo. Por eso importa la acción. He pasado un tiempo en Latinoamérica y he notado la enorme alianza entre feministas y no feministas para combatir la violencia contra las mujeres y los ‘trans’.Han ido juntas a la Corte Interamericana para hacer constar que la violencia sexista es una violación de los derechos humanos. Hay que reconceptualizar la idea de ‘humano’ que incluya a cualquiera que sufra una violencia aceptada.

¿Quiénes sufren más la “violencia aceptada”? Las mujeres, las minorías raciales, los discapacitados, los sin techo, los refugiados… Pero, cada vez más, la gente que entiende su trabajo como temporal y prescindible, que no pueden pensar en futuro y sienten que, de algún modo, son responsables de su condición.

Los damnificados aumentan. La desigualdad está aumentando a cotas inaceptables.

¿Qué la indigna sobremanera? El caso de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, en México, por ejemplo. La violencia contra unos jóvenes que querían ejercer su derecho de reunión y de expresión es absolutamente horrible. Tanto como ver que la policía se encoge de hombros y dice ‘es imposible descubrir quién fue’, ‘no hay rastro’. Y luego aterrizan los forenses argentinos y descubren muchos ‘rastros’. Es execrable no solo la complicidad de la policía con los crímenes, sino también el silencio del Estado de México, y de mi propio país, Estados Unidos.

¿Los hipercríticos como usted se sienten cómodos en su país? Vivo en San Francisco, y en California tenemos muchos problemas con la policía, que ahora se entrena en empresas de seguridad. Tratan a la gente como a terroristas, pese a que se limiten a expresar su derecho a protestar. Expresar ideas en el espacio público empieza a ser visto como una forma de terrorismo doméstico.

¿Los atentados de París darán ‘bonus track’ al abuso? Sí. Pero redoblar la seguridad es entrar en guerra contra el propio pueblo.

Lleva 25 años aventando teorías, ¿orgullosa de algún cambio sustancial? Desgraciadamente los libros no tienen la capacidad de cambiar las cosas. Pero insisto en que es necesario sentir que es posible actuar, antes de actuar. Hay que tener la confianza y la experiencia de sí para modificar las cosas. Pero hay demasiada gente que no cree tener la capacidad.

En el caso de las mujeres, convendría que se interesaran los hombres. El feminismo es un movimiento para las mujeres, para los hombres y para los que desbordan el género normativo.

Bien, ¿pero qué les diría a ellos? Es importante que participen en el feminismo porque pueden influir sobre otros hombres, dar ejemplo de una masculinidad alternativa, no violenta. El mejor feminismo es el que se opone a la desigualdad, la subyugación y la explotación. El que trabaja sobre el concepto de poder.

¿Cuántas paradas faltan para el fin del patriarcado?[Ríe] Aún hay demasiados marcos de poder a combatir, no solo ese. El racismo, la misoginia, el colonialismo, el capitalismo. Poner en cuestión todos los vínculos de poder es una tarea posible.

¿Por ahí pasa la emancipación? Lo peor es ser absolutamente dependiente de un poder que te oprime. Es una subyugación invivible, horrible en su circularidad. La liberación de ese poder es una forma de emancipación. Lo aceptable es ser dependiente de una forma de poder que no oprime, que permite vivir. En cualquier caso, la emancipación se logra de manera colectiva.

¿Y usted, de qué o quién depende? De quienes amo y me aman, de todos aquellos que me leen.

Benditos. Sus libros son endemoniadamente difíciles. ¡Oh, lo siento de veras! Pero hay gente que le gusta trabajar con el lenguaje y medirse con la dificultad.

En su línea. ¿Ha logrado al fin estar bien en su propia piel?[Ríe] De vez en cuando.

CLAVES BIOGRÁFICAS

  • Creció en una familia judía de Cleveland (Ohio) de ascendencia húngara y rusa. Recibió una educación religiosa, pero a los 15 años trinchó las expectativas paternas al declarar que tenía novia.
  • La lectura precoz de Simone de Beauvoir (“no se nace mujer, se llega a serlo”) fue la chispa que encendió su teoría del género y el sexo.
  • ‘El género en disputa’ (1990),’Cuerpos que importan’ (1993), ‘Vida precaria’ (2006) y ‘Marcos de guerra. Las vidas lloradas’ (2010) son algunos de sus títulos.
  • Su pareja, Wendy L. Brown,es profesora de Filosofía Política en Berkeley. Juntas adoptaron a un niño.

Qué es ser hombre en el siglo XXI

MASCULINIDAD La virilidad ha dejado de ser imprescindible para ejercer de macho

El hombre de hoy entre el privilegio y la carga

El hombre de hoy: entre el privilegio y la carga

El escritor Eloy Fdez Porta ha pasado medio otoño analizando qué significa pertenecer al género masculino. La cuestión se analiza también al otro lado del charco donde pronto se inaugurará el primer máster sobre la hombría

Hay un documento en el Pentágono en el que se cita al presidente de los Estados Unidos “Lyndon B. Johnson diciendo que no quiso abandonar Vietnam porque tal gesto no se iba a considerar propio de un hombre”. Un poco después en la Historia, la Dama de Hierro, Margaret Tatcher, “se vio obligada a pasar por un proceso de reeducación vocal en su carrera hacia Downing Street para masculinizar su voz”. La primera escena forma parte del anecdotario de Michael Kimmel, fundador y director del Centro para el Estudio del Hombre y las Masculinidades en la Universidad Stony Brook de Nueva York. La segunda pertenece al profesor barcelonés Eloy Fernández Porta que, entre octubre y noviembre, impartió un seminario sobre “nuevas masculinidades” en el Centro de Cultura Contemporánea (CCCB) de Barcelona, en colaboración con el Instituto de Humanidades de esta ciudad y bajo el título ‘Flexo, lecturas compartidas’. Si la masculinidad es una o varias, si ser hombre sigue siendo un privilegio o comienza a ser una carga es una cuestión que se analiza hoy tanto aquí como al otro lado del océano.

A las sesiones de Porta, que también ha ofrecido nociones sobre masculinidad(es) este otoño en la Universidad de Zaragoza y en la Universidad Pompeu Fabra, acuden estudiantes universitarios que pueden analizar teorías de género, pero también personas de mayor edad y completamente alejadas de lo académico en lo que a ser hombre y mujer respecta. “Lo que más me gusta es que cada participante exprese las ideas sobre educación de género que tiene, y ver cómo cada una de ellas es parte de una lógica social”, cuenta Fdez Porta, Premio Anagrama en 2010 y Premio Ciudad de Barcelona en 2012.

Habla este escritor de la repetición de una “solución nominalista al problema del sexismo” -“reducir el asunto a una cuestión de vocabulario y de uso del lenguaje”- y de una “solución confesional” -“un hombre reconoce en público que ha tenido ‘una mala educación de género’ y admite que ha obtenido ventajas de la dominación masculina, aunque si le preguntas cuáles no sabe concretarlo”-.

La dominación masculina es, precisamente, el clásico de la sociología de Pierre Bourdieu con el que Porta arranca sus clases y sobre el que desarrolla una revisión creativa, que se acompaña de una lista musical titulada ‘Medianenas y milhombres’ y de extractos del arte, del cine, de la televisión y del cómic. “Extremos, contrastes, la hipervirilidad y lo infraviril, el abdominal de gimnasio, el bueno, el feo, el malo” son algunos de los términos con los que el profesor invita a reflexionar.

¿Masculinidad o masculinidades?

“Cuando planteo el tema de las masculinidades en plural procuro poner el acento en el hecho de que no existe un modelo único y hegemónico y en que las diferencias y alteridades de la masculinidad no deben entenderse como versiones menores de ese modelo o como fragmentos de una estatua que se ha roto”. En lenguaje coloquial: los hombres hoy son, o pueden ser, ‘hipsters’ y ‘canis’, ‘fofisanos’ y ‘lumbersexuales’, ‘andróginos’, ‘normcore’ y ‘muppets’. O no ser nada de esto.

Al otro lado del charco, el profesor Kimmel está cerca de inaugurar el primer máster sobre masculinidad. Presumiblemente, serán 12 los estudiantes que se graduarán cada año a partir de 2017. Cuando EL MUNDO le pregunta si la masculinidad sigue siendo un privilegio o comienza a ser ya una carga, Kimmel explota en sonora carcajada. Cuando consigue responder, cada frase que emana podría ser titular: “A veces lo que puede ser una carga es tener privilegios. Y tener privilegios a veces significa no querer intercambiarse con el otro”. Ese otro, en este caso, sería la mujer o el género femenino. Pero Kimmel tiene más que decir: “Lo de que la masculinidad haya sido siempre un privilegio es ya una pose. Sucede como con Spiderman: ‘Un gran poder conlleva una gran responsabilidad'”.

Su centro de estudio para las masculinidades tiene tres años de vida y consiguió crearlo gracias a la Fundación MacArthur. “El éxito que han tenido los estudios de mujeres hizo evidente que también hay que estudiar la situación del género masculino. Es más, continuando el trabajo que ya ha hecho el feminismo, había que pasar al siguiente nivel, poner a los hombres en la conversación, usando los mismos métodos y las mismas ideas que los estudios sobre mujeres pero analizando a los hombres”, resume Kimmel.

Este innovador reconoce que sus pasos no agradan a todas las mujeres, o a todas las feministas, pero también apunta que “muchas mujeres feministas celebran” este tipo de labor pro hombre y que su llegada “era una cuestión de tiempo”. “Hay que prepararse para la fiesta”, prosigue Kimmel, quien a menudo recibe de sus interlocutores el siguiente comentario: “Todas tus estudiantes deben ser mujeres porque un hombre de verdad no acudiría a tu centro”. ¿Qué es hoy, pues, ser un hombre de verdad?

Las masculinidades de hoy. De arriba a abajo y de izq. a dcha, el muppet, el neomacarra, el hipster, el ubersexual, el normcore y el fofisano

Las masculinidades de hoy. De arriba a abajo y de izq. a dcha, el muppet, el neomacarra, el hipster, el ubersexual, el normcore y el fofisano. ILUSTRACIONES: Miguel Ángel Camprubí

El hombre del siglo XXI

Un informe reciente sobre “el hombre del siglo XXI” –‘The Shriver Report Snapshot: An insight into the 21st century man‘-, elaborado por A woman’s nation, sostiene que una de las grandes preocupaciones del hombre de hoy es “conjugar el éxito con ser un buen padre, un buen marido, un buen hijo y un buen amigo”. A este hombre contemporáneo también le preocupa la “independencia económica y dejar un legado”; tres de cada cinco hombres creen que “el éxito viene dado por los logros personales y en el hogar”, mientras que un 24% lo relaciona con el dinero.

Continúa el estudio: “Un 65% de los hombres dice que tener un carácter fuerte e integridad es lo más importante a la hora de exhibir fortaleza en el mundo de hoy. El siguiente marcador sería la habilidad para aportar solvencia económica (44%), después la confianza en el camino propio (40%), la capacidad para afrontar situaciones estresantes (37%) y la fortaleza mental (11%)”. Por contra, “los hombres mayores de 65 años identifican en menor grado la inteligencia emocional como parte de ser fuerte, y tienden a valorar más el poder físico”. Sólo “un 22% considera que mostrar emociones es un signo de debilidad. El Mad Men ha sido sustituido por el hombre de familia emocionalmente inteligente”, sentencia el informe.

Los retos que vienen

Así las cosas, ¿a qué retos se enfrentan los hombres? Según el escritor y psiquiatra Andrew Solomon, especialista en cuestiones de identidad, “el estereotipo clásico de la masculinidad era complicado para quienes no se ajustaban a él, pero tranquilizador para quienes sí lo hacían”. “Había una forma correcta de ser y todos los hombres tenían que dirigirse a ella. Ahora, en cambio, la situación es mucho más confusa: ¿Qué hacer? ¿Cómo hay que ser? El reto masculino es vivir de forma auténtica y equilibrarse con la posición que ejercen las mujeres hoy. Ellas se han ido ajustando durante los últimos 50 años, y los hombres están comenzando ahora”.

Lo explica Nerea Aresti, doctora en Historia Contemporánea de la Universidad del País Vasco y especialista en cuestiones de género, para quien “el feminismo ha sido decisivo en la evolución de los ideales de masculinidad”: “En el siglo XX hubo dos cambios decisivos de cambio en las masculinidades y en las feminidades: los años 20 y los años 70. Creo que nuestra herencia más directa procede de esos dos momentos del siglo pasado. Es impensable que un modelo cambie mientras el otro se mantiene inmóvil. Lo que sucede ahora es que las diferentes maneras de ser hombre conviven en una sociedad que les da más visibilidad que nunca antes”.

En el trailer de una película estrenada recientemente, El Becario, la jefa (Anne Hathaway) le pregunta al ‘muchacho’ en prácticas (Robert De Niro) “por qué antes el hombre era Harrison Ford y, ahora, esto», señalando a un grupo de treintañeros de melena despeinada y rebequitas a modo de abrigo. Analiza Porta: “Es un ejemplo muy bueno, es la jefa quien expresa la supuesta crisis de la masculinidad y exige una vuelta atrás, y su queja indica que la presión social para ser ‘hombre-hombre’ procede, en algunos casos importantes, de mujeres que creen necesitar esa figura para que su propia feminidad adquiera pleno sentido por complementareidad. Hay una parte relevante de la constitución del género que es transferida de manera imaginaria: un hombre puede creer que la mujer no le aceptaría siendo metrosexual, y una mujer puede imaginar la mirada del hombre apreciando algunas formas de vestir y despreciando otras”.

 

¿Delito o pecado? Un vídeo evidencia el tono festivo del ‘Santísimo Coño Insumiso’

Lo más probable es que la querella católica contra CGT y varias feministas por un delito contra los sentimientos religiosos quede en nada

¿Pecado o delito? ¿Blasfemar equivale a delinquir en un Estado aconfesional? ¿Una ofensa religiosa debe estar perseguida en el Código Penal? La querella de la Asociación de Abogados Cristianos contra un sindicato anarquista y varias feministas por un supuesto delito contra los sentimientos religiosos trae de nuevo a la actualidad un debate que es recurrente entre los juristas: no en vano, la mayor parte de este tipo de denuncias acaban en el archivo judicial o en la absolución.

La asociación católica afirma en su denuncia, tramitada por una juez de Sevilla, que el 10 de abril de 2014 miembros de CGT “convocaron, organizaron y realizaron” una manifestación titulada ‘Procesión del santísimo coño insumiso’ y del ‘santo entierro de los derechos socio-laborales’, en la cual “se recreaban procesiones de Semana Santa, escenificadas en tono de burla”, todo ello “a ritmo de tamborada y presidida por el ‘paso’ de una vagina de plástico de un par de metros de altura a modo de Virgen, portada en andas”.

LOS CASOS KRAHE Y BASSI

La imputación formal que pesa sobre dirigentes de CGT de Sevilla y varias mujeres activistas de la igualdad, citadas a declarar el próximo día 4 de febrero de 2016 por la titular del Juzgado de Instrucción 10 de la capital, no es muy distinta de la que en su día llevó a los tribunales al cantante Javier Krahe o al cómico Leo Bassi, aunque ambos resultarían absueltos.

En octubre de 2005 era juzgado en Sevilla el autor de un videojuego en el que se disparaba contra nazarenos durante la Semana Santa. No era, por lo demás, muy distinto de otro muy popular en las redes sociales donde las víctimas eran miembros de la tuna universitaria. La Fiscalía pidió entonces 10 meses de multa, aunque finalmente tanto el ministerio público como las tres hermandades que ejercían la acusación particular retiraron sus cargos cuando el acusado pidió perdón y declaró que no tenía intención de ofender a nadie cuando creó el videojuego.

Y en 2004 y también en Sevilla la Audiencia absolvió a un acusado del mismo delito por subir a Internet la imagen de una Virgen acompañada de unos órganos genitales masculinos. El fallo del tribunal, aunque calificaba la imagen de “soez e irreverente”, optó por la absolución.

La querella de los fundamentalistas cristianos por la ‘procesión blasfema’ se funda en el artículo 525 del Código Penal, motivo de discordias entre juristas, el cual dice en su apartado primero: “Incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican”.

¿ES DELITO QUEMAR UNA FOTO DE DARWIN?

El apartado 2 del mismo artículo 525 especifica, por cierto, el mismo castigo para quienes “hagan públicamente escarnio, de palabra o por escrito, de quienes no profesan religión o creencia alguna”. A este respecto resulta oportuno recordar la aguda reflexión del jurista Juan Antonio García Amado, que en un comentario a la sentencia absolutoria de Krahe y tras proponer la eliminación del tipo penal referido, se preguntaba, no sin alguna sorna, lo siguiente:

“Yo les digo cómo se podría delinquir contra el sentimiento no religioso del ateo: por ejemplo, quemando públicamente una foto de Darwin o de algún científico que haya contradicho con sus demostraciones el dogma bíblico. Si de ofensas hablamos, a mí los creacionistas que van por ahí contando sus miserables memeces me hieren en lo más íntimo de mi sensibilidad. ¿Voy y me querello contra alguna de sus oligofrénicas asociaciones?”

HISTORIA DE UNA VULVA

Así empezó todo. El 10 de abril de 2014, la autodenominadaAnarcofradía del Santísimo Coño Insumiso y el Santo Entierro de los Derechos Sociolaborales realizaba su ‘salida procesional’ en Sevilla. Era la original protesta de la Confederación General de Trabajadores (CGT) contra la “represión sindical” en la empresa de transportes Damas en general, pero muy en particular contra el despido “injusto e injustificado” de Loli Martín, la única mujer perteneciente la plantilla de la compañía y de ahí la participación de activistas feministas en la protesta. Martín denunciaba haber sufrido discriminación sindical, vejaciones personales y tratos homófobos por expresar abiertamente su condición sexual.

La vulva protagonista era en realidad de titularidad malagueña y fue cedida para la ocasión al sindicato anarquista. Ataviada como una Virgen, la imagen pretendía reflejar la irritación y el descontento de unos trabajadores que estaban ‘hasta el coño’ de que sus derechos sociales y laborales fuesen pisoteados.

Tres semanas después, el 1 de Mayo otro ‘coño insumiso’ salía a las calles de Sevilla. Esta vez su ‘cofradía titular’ era la Hermandad del Sagrado Coño Insumiso a la Explotación y la Precariedad. Según recogía la crónica publicada por Andalucesdiario.es, nazarenas vestidas de negro y con el rostro cubierto con tela de colores, mantillas, saetas, plegarias y hasta bailes por sevillanas acompañaron al coño insumiso sevillano.

LOBAS, LOCAS, PUTAS, PRECARIAS, PARADAS…

Si la vulva gigante del 10 de abril era de titularidad malagueña, la que procesionó durante casi tres horas el Primero de Mayo era propiedad de la combativa ‘hermandad feminista’ Aquelarre, que se definía a sí misma en estos expresivos términos: “Somos las mujeres. Somos las lobas, las locas, las estudiantes, las putas, las precarias, las paradas, las bolleras, las heteras insumisas, las viejas, las niñas, las gordas, las flacas, las feas e incorrectas, las migrantes, las diversas funcionales, las brujas, las blancas, las madres, las abortistas, las negras, las latinoamericanas, las gitanas y las musulmanas, somos las violadas, las muertas, las maltratadas, las vejadas, las ocultas, las prohibidas, las insensatas, las feminazis, las radicales, las pesadas, las quemadas en la hoguera…”.

Para rematar la burla que tanto indignó a la Asociación de Abogados Católicos, las rebeldes cofrades simularon hasta un besaclítoris’ de su invención. En algún momento de su recorrido se bailaron sevillanas reivindicativas y feministas: -Ay patriarcado, ay patriarcado, me vas a comer ‘to er coño’ a lametazos-, terminaba una de las procaces coplillas.

OSÉ LUIS BEIZTEGUI SEXÓLOGO DE LA CLÍNICA BIKO ARLOAK: “Los hombres buscamos más el placer y somos menos conscientes del riesgo”

Cada dos o tres años una nueva tendencia sale a la luz desde las oscuridades de las relaciones eróticas. En esta ocasión, es el Chemsex -Chemical Sex o sexo químico- el que parece estar a la moda

JOSÉ LUIS BEIZTEGUI SEXÓLOGO DE LA CLÍNICA BIKO ARLOAK

BILBAO – José Luis Beiztegui, sexólogo de la clínica Biko Arloak, en Bilbao, analiza esta nueva tendencia, por qué el perfil principal son los hombres gays y cuáles son los motivos por los que estos participan en estas fiestas donde las relaciones eróticas en grupo y las drogas se combinan en una fiesta que puede durar hasta 72 horas sin descanso.

Relaciones eróticas y drogas. No es una combinación nueva.

-Para nada. Y en el mundo gay menos. Históricamente, en buena parte de este colectivo, ha habido prácticas eróticas que han tenido que ver con el uso de drogas, como el popper, la cocaína, etc. Y en cuanto a las relaciones eróticas en grupo, es decir, aquellas en las que participan tres o más personas, también se han venido dando más o menos regularmente y con más asiduidad que en la subcultura heterosexual. Aun así, el Chemsex sí que tiene algunas connotaciones diferenciales que son nuevas. Principalmente, que se usan nuevos tipos de drogas.

¿Cuál sería el perfil de los participantes en estas fiestas?

-Generalizando, sería el hombre gay que vive su sexualidad y su erótica muy en el terreno de la noche, la fiesta, el desfase y la transgresión. Más que centrarnos en la edad, que creo influye poco o nada, yo destacaría ese perfil más personal de afición por el sexo rápido, descomprometido emocionalmente y cuyo objeto prioritario es el placer.

¿Por qué gay?

-Es tan evidente que de tanta evidencia la gente no se da cuenta. Las relaciones gays están conformadas por hombres. Muchas veces pensamos que hay una división entre heteros y gays, cuando la división real es entre hombres y mujeres. Un encuentro erótico gay es un encuentro entre dos o más hombres que se desean eróticamente, pero sobre todo entre hombres. Y los hombres, por lo general, buscamos relaciones mucho más explosivas, parafílicas e instrumentales. Podríamos decir que buscamos más el placer por el placer, el éxtasis erótico más centrado en lo corporal y, sobre todo, en lo genital. Es decir, son relaciones bastante más hedónicas, donde lo que importa es el disfrute, el gozo y el deleite. Y muy importante: solemos tener menos susceptibilidad ante el riesgo porque se bloquea más la parte racional del cerebro y se activa la zona límbica.

¿Y en las relaciones lésbicas y heterosexuales?

-No creo que se den tanto este tipo de festividades. Las mujeres en general suelen tener bastante más cabeza para estas cosas, porque lo analizan desde una perspectiva más racional y compensada. Como las relaciones lésbicas están conformadas por mujeres, sus modos, objetivos y metas eróticas de relación también son diferentes. En las heterosexuales, aun siendo una configuración diferente, también se establecen convenios eróticos y prácticas no tan tendentes al exceso y la voluptuosidad.

¿Cuáles serían las razones por las que estos hombres participan en estas fiestas?

-Algunos opinan que para sentirse más liberados. Otros, para superar problemas de pudor o vergüenza o para sentirse pertenecientes a un grupo. Hay quien elucubra que es incluso para reafirmar su orientación sexual. Sin embargo, yo no estoy de acuerdo con ninguna de estas posibles causas, que me parecen ridículas. En mi opinión y como ya he mencionado anteriormente, estas tendencias se dan por la forma en la que los hombres viven su sexualidad y su erótica, que tiene unas connotaciones diferenciales claras.

¿Cómo se podrían volver estas prácticas más saludables?

-Es complicado, ya que lo hedónico y lo preventivo desde el contexto de las prácticas de las que estamos hablando son caminos difíciles de reconciliar. Alguien que va buscando como meta principal la transgresión y el éxtasis sensorial excitatorio per se inhibe y neutraliza la parte racional más cercana al de la evitación de posibles riesgos en sus prácticas eróticas, como ponerse el preservativo, estar vigilante a posibles infecciones, etc. Las asociaciones vinculadas a la salud sexual supongo que dirán que se continúen haciendo este tipo de fiestas con cabeza y protección. Eso sería lo razonable, obviamente. Pero alguien que va buscando y se quiere dejar arrastrar por la efervescencia de los sentidos muchas veces no está pensando en eso ni le está dando importancia, aunque la tenga. En cualquier caso, son apuestas soberanas de los individuos.

Entonces está a favor de este tipo de fiestas.

-Este tipo de festividades son un culto dionisíaco a los placeres y a la voluptuosidad, que me parecen no sólo respetables sino cultivables y promocionables. El único problema, que es real y en el que nos estamos centrando, es el uso abusivo, descontrolado e ignorante de la ingesta de drogas y las consecuencias perniciosas que conllevan desde múltiples puntos de vista. Es ahí en todo caso donde habremos de centrar las intervenciones.

Los homosexuales chinos buscan el amparo de la ley para su lucha

Aunque la aceptación de los LGBT en China es cada vez mayor, aún existen prejuicios

Activistas homosexuales chinos, en un maratón en noviembre

Activistas homosexuales chinos, en un maratón en noviembre. / XU KANGPING (EFE)

Aunque la aceptación de los LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales) en la sociedad china es cada vez mayor y ha logrado progresos notables en la última década, aún se ve lastrada por una nube de desconocimiento y de prejuicios, especialmente dentro de las propias familias. Todavía existen en China clínicas que usan el electrochoque para “curar” la homosexualidad o libros que definen la atracción por el mismo sexo como una “desviación”. Para luchar por sus derechos, los activistas han empezado a recurrir a los procesos judiciales.

La discriminación está, por ley, prohibida en China. Y la homosexualidad dejó de estar vetada en 1997, cuando dejó de estar penada como “gamberrismo”. En 2001, se eliminó oficialmente del registro de enfermedades mentales. No existen grupos de activistas contra los homosexuales, como pueda ocurrir en EE UU. Entre los jóvenes que viven en las ciudades, “más del 80% dice aceptar a los LGBT”, puntualiza Xin Ying, directora de la ONG Beijing LGBT Center. Pero aún es un tema tabú, del que no se habla en público y que cuesta aceptar a las familias.

L

a mentalidad confuciana considera una maldición la falta de descendencia. Numerosas familias coaccionan a sus hijos homosexuales para que se casen y tengan descendencia. Muchos acaban cediendo a la presión y casándose con personas que desconocen la verdadera orientación sexual de su cónyuge. Otros optan por matrimonios de conveniencia entre gay y lesbiana.

El Segundo informe sobre la comunidad LGBT del grupo WorkforLGBT, divulgado este mes y que sondeó a casi 19.000 personas, destaca que apenas el 6% de lesbianas han salido del armario. Entre los hombres, el porcentaje es del 3%. Para el 77% de gais y el 80% de lesbianas, la presión familiar es su principal preocupación.

“Mi familia no lo supo hasta hace dos años. Cuando se enteraron, les afectó mucho y no lo podían aceptar, pues nunca habían oído hablar sobre la homosexualidad. Desde entonces la situación no ha mejorado mucho”, explica Peng Yanzi, de 32 años.

Para complacer a sus padres, Peng decidió en 2014 acudir a una de las muchas clínicas que se anuncian por Internet como “correctoras”. La “terapia de aversión”, con un coste de 4.500 euros, incluía el uso de electrochoque para “provocar una reacción de horror”. “Calculé que recibiría cerca de un centenar. Después de 100 descargas eléctricas, uno no se convierte en heterosexual, sino en un neurópata”, considera.

Decidió entonces llevar a la clínica a juicio por estafa y publicidad fraudulenta. En diciembre pasado, los jueces le dieron la razón y obligaron a la clínica a devolverle el importe que había adelantado, en un caso que los activistas consideran un hito.

“Las organizaciones pro derechos LGBT han comenzado recientemente a entender que las demandas judiciales y los cambios en la política son muy importantes [para luchar contra la discriminación]. Muchas han empezado a recabar datos para demostrar esta discriminación y convencer a los abogados y al Gobierno”, explica Xin Ying.

Resultados limitados

Este año los tribunales han visto otros dos casos sobre derechos de los gais. La estudiante Chen Qiuyan conseguía esta semana llevar ante un tribunal al Ministerio de Educación tras descubrir que los libros de su Universidad siguen calificando la homosexualidad como un “desorden” patológico. Y el director Fan Popo ha presentado una demanda contra la súbita censura en Internet de su películaMama Rainbow, sobre las relaciones entre madres y sus hijos homosexuales.

“Quiero que me expliquen las razones para bloquearlo”, declara Fan, a la espera de que el tribunal emita sentencia en un par de semanas. “Me dicen que mi vídeo es perjudicial para la sociedad. Pero se muestra todo este amor de estas madres ¿Qué daño puede hacer a la sociedad el amor maternal?”

De momento, los resultados de estas iniciativas aún parecen limitados. Las clínicas “correctoras” siguen existiendo y al menos un 10% de los psiquiatras, según el informe de WorkForLGBT, aún cree necesario el uso de terapia. En el caso de la estudiante Chen, el Ministerio de Educación rechazó cualquier responsabilidad sobre el contenido de los libros de texto. Pasos más avanzados, como el matrimonio entre personas del mismo sexo, parecen aún una posibilidad muy distante.

Pero poco a poco se van logrando más avances. Fan Popo recuerda que la asociación PFLAG (Padres, Familias y Amigos de Lesbianas y Gais) de China comenzó su primera reunión con solo cuatro familias. Hoy son más de mil. Y aunque Mama Rainbow se haya suprimido sin explicaciones, la censura sí ha cedido en otro caso. La coproducción francochina Seek McCartney, del director Wang Chao, cuyos personajes centrales son abiertamente gais, recibió en septiembre el visto bueno de las autoridades para su exhibición en cines.

Las grandes empresas hacen campaña

La estrategia de activistas como el Beijing LGBT Center incluye también reclutar para su causa a las empresas. Hasta el momento han encontrado receptividad entre grandes multinacionales y empresas del mundo de la comunicación o de la tecnología.

El gigante del comercio electrónico Alibaba se apuntó un tanto publicitario al enviar este año a 10 parejas gais a que pudieran casarse en EE UU. Eso sí, en las empresas más pequeñas “la situación es más complicada”, reconoce la activista Echo. Un 31% de LGBT cree que trabaja en una empresa “muy poco amistosa” hacia su comunidad.

Grecia reconocerá a las parejas de hecho homosexuales sin contemplar adopción

El primer ministro, Alexis Tsipras, durante un encuentro con el patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa. EFE

El primer ministro, Alexis Tsipras, durante un encuentro con el patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa. EFE

Grecia reconocerá a las parejas de hecho homosexuales, según un proyecto ley que, si bien es un avance, no contempla el matrimonio y dista de satisfacer a la comunidad LGBT, que exige una legislación igualitaria.

El borrador de ley contempla equiparar las parejas de hecho homosexuales a las heterosexuales, con la condición de que estén registradas en Grecia.

Este tipo de uniones civiles gozará de derechos similares a los del matrimonio, como el de heredar las posesiones del cónyuge o tener acceso a la Seguridad Social amparada, pero no permite la adopción.

El proyecto establece también la creación de un Consejo Nacional contra el Racismo y la Intolerancia que se encargará de diseñar políticas que protejan a las minorías y de formar a los funcionarios respecto a estos temas.

Hasta la fecha, no se ha definido cuándo pasará el proyecto al Parlamento, debido al alto número de sugerencias que recibió esta iniciativa durante la consulta pública, informó a Efe una portavoz del Ministerio de Justicia.

Grecia es un país confesional de facto, en el que la Iglesia ortodoxa tiene gran influencia, y decisiones como ésta se topan con la resistencia de un amplio sector conservador de la sociedad, como demuestra el aluvión de comentarios críticos que aparecieron en la página web en la que se publicó el borrador de ley, a modo de consulta pública.

Las críticas de los conservadores

Los participantes, en su mayoría creyentes, califican el reconocimiento a las parejas homosexuales como un retroceso “inaceptable y destructivo“.

“Este tipo de progreso nos pierde…”, afirma un ciudadano en el portal digital. “Queremos que nuestros hijos y nuestros nietos vivan en una familia ortodoxa y griega, como la que nos dieron nuestros padres y antepasados”, dice otra.

La Iglesia ha manifestado su oposición mediante una carta oficial dirigida al Ministerio de Justicia, en la que el arzobispo de Atenas Jerónimo afirma que la unión civil es “un premio neoliberal a la falta de responsabilidad en las relaciones entre personas”.

El líder religioso rechaza toda otra forma de cohabitación que no sea la boda cristiana.

Discursos como el del obispo de El Pireo Serafim, quien, en enero pasado, dijo que “para los padres de la Iglesia la homosexualidad es el pecado más asqueroso y sucio”, representan las posiciones homófobas de esta comunidad.

No todos los griegos piensan como los citados exponentes de la Iglesia, ni como los que han participado activamente en el portal gubernamental para comentar la ley.

Ciudadanos como Lambros, por ejemplo, se muestran indignados con que todavía no se reconozcan los derechos de los homosexuales

“Todavía los homosexuales no pueden demostrar su relación en público. Estamos atrasados más de 50 años respecto a otros países”, asegura.

La opinión de los gays

La comunidad LGBT (las siglas que engloban a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) espera que este proceso sea rápido para que Grecia de por fin un primer paso en el reconocimiento de sus derechos.

Jóvenes como Vasilis Tomarópulos esperan que este proyecto, aunque no contemple la adopción, les de más visibilidad.

“Para mi familia no es normal que sea gay. Ellos son ultraconsevadores y creen que es cuestión de rebeldía”, afirma este estudiante de Física.

El joven universitario, de 19 años, cuenta que su hermano lo trata de “idiota”, porque publica en las redes sociales algunos artículos que reivindican los derechos de los gays.

Participar en manifestaciones y asistir a reuniones para dialogar sobre los problemas que afectan a su comunidad le ha permitido liberar el miedo al rechazo.

Vasilis discute constantemente su situación con otros voluntarios de la organización Juventud de Color (Colour Youth). Sus compañeros creen que la sociedad griega podría cambiar de mentalidad si la ley se transforma.

Todavía el Código Penal Griego contempla normas discriminatorias, como la diferencia de edades para consentir relaciones sexuales (las mujeres y los heterosexuales a los 15 y los homosexuales hombres a los 17).

Los jóvenes insisten en que la Iglesia y el Estado deben separarse para que la sociedad deje de rechazarlos.

Para este grupo, comprender su situación también es cuestión de “sentido común”.

Vasilis lo define como un asunto de “principios fundamentales; de derechos humanos”.

Iruñea no se calla ante las agresiones lesbihomotrans

Ayer se realizo en Iruñea una concentración-Besada pública para denunciar las agresiones LesbiHomoTrans.

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En las últimas dos semanas, se han denunciado públicamente dos agresiones homo/bi/les/trans fobas por parte de los colectivos sociales. Esta es una realidad que, aunque parezca ya superada, se sigue produciendo hoy en día en nuestra sociedad con total impunidad tanto en las calles, como en los hogares o en instituciones; ya sean unidades educativas, residencias u otros centros.

Los activistas gays de Uganda piden al Papa ayuda contra la homofobia

Un participante en el desfile del Orgullo Gay en Kampala, en una sesión de maquillaje

Un participante en el desfile del Orgullo Gay en Kampala, en una sesión de maquillaje. EDWARD ECHWALUREUTERS

Homosexualidad, religión y África. Tres conceptos imposibles de unificar, a priori, pero cuya batalla aún está por celebrarse. Días antes de su llegada a África, los grupos de activistas gays ugandeses hacían una plegaria al Papa Francisco para que predicara la tolerancia hacia los homosexuales e incluso condenase los ataques violentos contra este colectivo.

Los líderes de la Iglesia ugandesa ponían el grito en el cielo ante tal blasfemia, olvidando que en numerosas ocasiones el Papa Francisco ha pedido respeto por todos los seres humanos, independientemente de su orientación sexual, religiosa o étnica. “¿Quién soy yo para juzgar?”, dijo refiriéndose hace un tiempo a un sacerdote supuestamente gay.

Su Iglesia busca ser más tolerante con todos los marginados y así lo predica. Y los gays, en África, de eso saben mucho. Uganda es uno de los países africanos donde los homosexuales tienen más enemigos públicos: el estado presentó el año pasado un proyecto de ley que contemplaba la posibilidad de encarcelar de por vida a las personas sospechosas de cometer “actos homosexuales”.

En Uganda, donde el presidente Yoweri Museveni lleva casi treinta años en el poder, hablar de derechos humanos no siempre es fácil. De hecho, resulta especialmente llamativo que el país aúne tantos esfuerzos y se oponga de manera tan categórica a cualquier atisbo de homosexualidad. Y quizás sean únicamente superados por Zimbabue y su elocuente nonagenario líder, Robert Mugabe, el mayor enemigo de los gays que conoce África y parte del extranjero. El ministro David Bahat no esconde la aversión política y los planes de llevar a cabo la reforma legal. “Si la ley dice que tienes que ir a la cárcel, tienes que ir a la cárcel, es como cualquier otro crimen”, declaraba ante las cámaras de la CNN. Es lo que hay.

El Vaticano no confirmó si Francisco entraría en ese debate de defensa de los homosexuales africanos. De hecho es poco probable que lo haga, ya que iría en contra de los deseos de los obispos locales. Pero la repulsa hacia el amor entre dos personas del mismo género no sólo es criminalizada por parte de la religión, sino también por parte del gobierno. “Estoy orando para que no hable de esto, porque va a abrir la caja de Pandora”, dijo Simon Loodo, el ministro ugandés de ética, que condena firmemente a los homosexuales. “Aquí en Uganda, el tono es diferente. Si quiere hablar de los homosexuales que se centre en la aceptación, pero no en tolerancia. Siempre hemos condenado este estilo de vida, sobre todo en la línea de exhibicionismo. Ya es bastante malo que los homosexuales son allí, ¡pero ellos no van por delante y exponen a sí mismos”.

Tabú o no, la realidad es que el movimiento gay existe en Uganda y varios activistas son embajadores de la causa. Seis ataques contra la comunidad LGBT ugandesa fueron reportados en octubre según el grupo al que pertenece Frank Mugisha, un conocido activista con más de once mil seguidores en Twitter, lo que les obligó a convocar una reunión de seguridad de emergencia. Hostigados, perseguidos y marginados por sus familias, los gays y lesbianas ugandeses esperan que el Papa Francisco no se olvide hoy de ellos y clame solidaridad y tolerancia hacia la comunidad. ELMUNDO.ES habló con Mugisha sobre sus perspectivas ante esta visita y para conocer la situación del colectivo a fondo.

¿Hay un grado importante de homofobia actualmente en las calles de Uganda?
Sí, sí que lo hay, por supuesto, en todos los niveles, desde gente que no es amigable hasta gente que desprende un odio profundo hacia la comunidad.
¿Qué dice la ley y en qué consistía la reforma que quería llevar a cabo el gobierno?
La ley en materia de homosexualidad que había en el país se quitó el año pasado ya que el gobierno quería llevar a cabo una reforma para endurecer las penas por la presión por parte de la Iglesia. La ley que está vigente en este momento es una muy antigua, de la época colonial que criminaliza a las personas que realizan actos homosexuales. En la nueva ley se quería incluir la pena de muerte. Ahora mismo no hay nadie encarcelado por su condición de homosexual, al no haber ley actual, porque la que hay de la época colonial dice que la gente sólo puede ser juzgada si se les encuentra cometiendo actos homosexuales.
La religión está muy arraigada en África. ¿Qué problemas internos experimenta la comunidad gay que es la vez creyente? ¿Cuál es la posición de la Iglesia ugandesa respecto a la minoría gay?
Es un problema porque se sienten muy rechazados por la Iglesia. Quieren ser parte de unas creencias que lo que hacen es marginarlos, es muy frustrante. Todas las iglesias han declarado públicamente que se oponen a la homosexualidad y los rechazan con rotundidad. Tampoco creemos que un cambio de política en Uganda vaya a cambiar las cosas, porque es la Iglesia quién tiene la última palabra. Aunque si apoyan los derechos humanos, tendrán que apoyar los derechos de la comunidad LGBT.
¿Pidieron reunirse con el Papa? ¿Qué mensaje tienen para él y qué esperan que diga en relación a los derechos de los homosexuales?
Pedimos reunirnos con el Papa, pero a día de hoy aún no hemos recibido desde su comité de organización. El mensaje que queremos que dé es de la aceptación, tolerancia y no discriminación hacia los gays y lesbianas del mundo. Pero no queremos que se limite a hacerlo en una comparecencia pública, lo importante es que se reúna en privado con la Iglesia para hablar de la protección del colectivo LGBT en Uganda, porque hay muchas cosas que son muy preocupantes.
El presidente Barack Obama tiene un discurso de defensa de los gays muy contundente. ¿Creen que un mensaje de apoyo del Papa podrá derivar en un cambio de dirección del gobierno o mayor comprensión por parte de la Iglesia?
Absolutamente. Creemos que sí él dice algo puede haber muchos cambios. Bueno, quizá no muchos, pero al menos algo puede cambiar. Aunque Obama también ha tratado de ayudar a los derechos de los homosexuales en África, la diferencia fundamental es que el Papa no implica ninguna relación política, como sí ocurre con Obama, por eso su mensaje es más importante. Todos los mensajes son importantes, pero un mensaje de este tipo por parte del Papa será mejor recibido.

Imputadas las tres feministas que sacaron en procesión el ‘Santísimo Coño Insumiso’

A raíz de una denuncia de la Asociación de Abogados Cristianos y tras haber ordenado en septiembre pasado a la Policía su identificación formal, la juez de Instrucción número 10 de Sevilla cita a declarar como imputadas por un supuesto delito contra los sentimientos religiosos a las tres mujeres que sacaron en procesión una vagina gigante de plástico durante una protesta laboral en Sevilla.

Sevilla 1/5/14 Procesion del Co–o Insumiso en el dia del trabajor. Foto: Laura Leon

Procesión del ‘Coño Insumiso’ en Sevilla.// LAURA LEÓN

Tres meses atrás la juez libraba oficio a la Policía para que identificara a las mujeres que portaban en andas “una vagina de plástico de un par de metros de altura a modo de Virgen” en la manifestación del 1 de mayo de 2014 convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), hechos por los que también están imputados dos dirigentes del sindicato por un delito contra los sentimientos religiosos.

Fuentes del caso dijeron entonces que la instructora había tomado esta decisión después de que el secretario general de la CGT en Sevilla, Miguel Sevillano, señalara en su declaración como imputado que, en el marco de la manifestación celebrada el 1 de mayo por el Día del Trabajo, otros grupos se unieron a la misma, entre ellos Aquelarre Feminista Sevillano, con el que la CGT “no tiene nada que ver”.

NO HABÍA SIMBOLOS RELIGIOSOS

Al hilo de ello, Miguel Sevillano puso de manifiesto que, cuando este grupo feminista se unió a la manifestación, “lo que llevaban no simulaba un paso de Semana Santa ni ningún símbolo religioso”, no obstante lo cual quiso dejar claro que él “no tuvo nada que ver en su creación”.

La juez pidió a la Policía que identificara a las mujeres en base al vídeo que consta a tal efecto, en el cual algunas de ellas portan mantilla y llevan el rostro descubierto, mientras otras sí tienen la cara cubierta por capirotes de nazareno.

En esta causa permanecen imputados tanto el secretario general de la CGT en Sevilla como el secretario de Organización de la CGT en Andalucía, Félix Cervera, contra quienes la Asociación de Abogados Cristianos se querelló por un delito contra los sentimientos religiosos en concurso con un delito de provocación a la discriminación, al odio y a la violencia por motivos referentes a la religión o creencias.

TONO DE BURLA

En la querella, consultada por Europa Press, dicha asociación relataba que los hechos ocurrieron el día 10 de abril de 2014, cuando miembros del sindicato “convocaron, organizaron y realizaron” una manifestación titulada ‘Procesión del santísimo coño insumiso’ y del ‘santo entierro de los derechos socio-laborales’, que partió de la sede de la CGT en Sevilla.

Ya el 1 de mayo de 2014, se convocó nuevamente por la CGT una manifestación “semejante a la anterior”, indica la asociación, que añade que, en dichas manifestaciones, “se recreaban procesiones de Semana Santa, escenificadas en tono de burla”, todo ello “a ritmo de tamborada y presidida por el ‘paso’ de una vagina de plástico de un par de metros de altura a modo de Virgen, portada en andas”.

LA DEFENSA, ‘ASOMBRADA’

Luis de los Santos, abogado de los imputados perteneciente a la cooperativa Jarsia, ya expresó a Europa Press su “asombro” por “la utilización banal y basada en intereses políticos predemocráticos del derecho penal” por parte de la Asociación de Abogados Cristianos, y anunció que solicitará el archivo de las actuaciones, ya que, en base a las declaraciones, considera probado “que no hay delito alguno, al ser una manifestación alejada de cualquier cariz religioso”.

El letrado lamentó que “se intente engañar” a la opinión pública y a la ciudadanía en una ciudad “en la que la religiosidad popular está tan arraigada”, aseverando que este asunto “no tiene nada que ver con la religión”, de manera que “se intenta a través del Código penal criminalizar la libertad sindical y la de expresión”.