SHANGAY LILI
El asunto de la mercantilización del Orgullo Gay, la explotación de una reivindicación, una lucha, por parte de un grupito de empresarios ogaympresarios —agrupados en AEGAL— que aprovechan la legitimidad de la lucha para sacar jugosos beneficios degradándola, cada año llega a nuevas cimas de corrupción. Este año no ha sido menos. De hecho, quizás sea el primer año en el que se empieza a percibir la decadencia y extinción de la esencia del Orgullo: la presencia de heteros y conciertos agradables para ellos y la desaparición de exponentes de nuestra cultura e historia (como el escenario drag de Pelayo que este año ha sido cancelado) hasta convertir la cita en una verbena heteroamable más.
El fenómeno de desintegración de Chueca como símbolo, como geografía de la diversidad, como capital de la libertad, ya lo trataré en profundidad en mi venidero libro Adiós, Chueca (Memorias del gaypitalismo: construyendo la marca gay), un ensayo en el que cronificaré la compleja degradación y derechización de la comunidad LGTB con la minuciosidad que se merece, pero creo que ya son evidentes algunas de las consecuencias de ese feroz monopolio consumista que la asociación privada AEGAL, creada por mi ex-socio Alfonso Llopart para poder legitimar su explotación mercantilista de la causa gay, está trayendo a un evento que ha perdido toda esencia, pluralidad y espíritu de aquel Stonewall que los sectores más auténticos (y menos asimilados) de nuestra comunidad convirtieron en una explosión de visibilidad.
El modelo gaypitalista creado por esa oligayrquia monopolística que formaron a mediados de los 90, tras robarme la revista y la fiesta en una sucia estratagema, mis ex-socios de la revista Shangay (quedándose con lo relativo a marketing, música y prensa) con Pedro Serrano (locales de ocio y noche, causa de mi enfrentamiento con mis ex-socios al negarme a incluirlo en nuestro Shangay Tea Dance), Pedro Zerolo (política, unido a los anteriores al comprar mi parte de la revista con 9 millones de pesetas heredados de su abuela, me contaron) y más adelante Kike Sarasola (hoteles y negocios políticos heredados de su padre, como el contacto con el ex-vicealcalde pepero y armarizado Villanueva) o el absurdigayJuan Pedro Tudela (turismo por vía de hacerle el juego al PP y a Ana Botella) o Juan Carlos Alonso (secretario de Pedro Serrano y socio de Tryp Family a la vez que secretario general de AEGAL), ha vaciado de contenido reivindicativo el Orgullo y lo ha rellenado de negocios construidos a base de secundar los patrones heteronormativos hegemónicos, de utilizar figuras ya premiadas por el patriarcado por asimilarse y representar lo heteronormativo como Paloma San Basilio, Chenoa o Leticia Sabater, y olvidar o esconder cualquier discurso o figura alternativa o disidente (los y las verdaderas activistas que no gozan de la popularidad de estos productos asimilados porque su discurso ha sido incómodo para el sistema al negarse a asimilarse).
En lugar de utilizar esta fecha para dar visibilidad a todo lo negado por el sistema homófobo, se opta por lo ya exitoso (modelado por lo heteronormativo) para alardear de un poder de convocatoria que es un espejismo (habría que ver cuántos de esos absurdigays y heteros de fiesta iban a viajar a escuchar a la gran Kim Pérez hablar de transfobia o a escuchar las canciones disidentes del granPutirecords, aunque se iban a llevar una sorpresa muy agradable con ambos).
Los intereses de AEGAL, con la complicidad de la FELGTB y COGAM que siguen sin detener esta pantomima, nos trae este año una nueva retahíla de insultos, traiciones e incongruencias que AEGAL ha impuesto para sus intereses, negocios y favores de ida y vuelta (ya he mencionado más de una vez esos paquetes promocionales que Llopart ofrece a alto precio a artistas en decadencia, con aparición en portada del Shangay Express, carroza, concierto y algún premio). Veamos algunas de las escandalosas situaciones impuestas este año en nombre de los y las activistas que crearon nuestra identidad (a los que Llopart ya ha negado en dos editoriales que niegan la vertiente reivindicativa y quieren quedarse con un Orgullo empresarial para hacer negocio, eso sí, aprovechando las subvenciones y visibilidad que activistas, reivindicaciones y luchas han conseguido). Listado de disparates gaypitalistas:
En la plaza de Vázquez de Mella este año aparece una caseta promocionando el turismo a Fuerteventura y otra promocionando seguros Axa. Ese espacio lo cede el Ayuntamiento para asociaciones LGTB, pero desde el 2012 se convirtió en un espacio de pago. Ni Fundación Triángulo ni Apoyo Positivo, que tradicionalmente habían usado ese espacio entre otras, se han podido permitir pagar el dinero que les pidieron por ocupar las casetas. Quien exigió que fuese de pago fue el Ayuntamiento, pero eso es un paso más en esta explotación mercantilista de una reivindicación que acaba con surrealismos como que quien se promociona es el turismo de una isla o una aseguradora y se excluye a las asociaciones que originan esta fecha.
También había una mesa de la Cruz Roja (esa asociación tan querida para los cristofascistas y tan cercana a la comunidad LGTB como saben sus piadosísimas señoras de clase alta que hacen caridad entre misas) ¡sobre droga! (????). Da bastante la sensación de que intentaron esquilmar a las asociaciones LGTB y a última hora regalaron entre afines sus espacios.
Pero el certamen estrella este año ha sido el repugnante concurso reificador de Mister Gay Pride, una creación de AEGAL que impone un modelo heteronormativo competitivo de cuerpo joven, musculado, depilado, bronceado, sexuado, blanco… para crear hegemonía y discriminación hacia las divergencias. El jurado de semejante evento machista es de un absurdo y carente de compromiso alguno que tira de espaldas: Fernando Tejero (supuesto heterosexual buscando a su mujer ideal a pesar de numerosos rumores sobre su armarización), Abraham de Gandía Shore (sin comentarios, estos los valores sólo los han visto en latas de chocolate Valor), Carmen Lomana (clasista, conservadora reaccionaria y machista) y Nacho Montes (colaborador 8 años en la COPE de la Schlichting que aboga por “curar” a los homosexuales y declarado pepero). Es de destacar que este concurso se da de patadas con los estatutos de la FELGTB que declaran incompatibles discursos que normativicen el cuerpo, como me comentó el vicepresidente de COGAM Ronny, añadiendo que pronto tendrían que cancelarlo desde la FELGTB que mira hacia otro lado.
Este año he sabido que las carrozas cobran a los gays que se suben, ¡hasta 70 euros! Y en el caso que me contaron era un chico de drag al que deberían pagarle por dar imagen pero tuvo que pagar.
El pregón de una convocatoria con el lema “Juventud sin armarios” no lo leyó ningún joven sin armarios como sería lo lógico, lo leyó Paloma San Basilio, una señora que será estupenda, pero que jamás ha hecho nada por la comunidad LGTB aparte de beneficiarse de las compras de parte de la comunidad y la promoción (de hecho en breve empieza una gira que promocionó abundantemente). El tema del pregón tiene su miga: la FELGTB rechazó el pregón original que escribió un vocal de COGAM por ser “demasiado político y reivindicativo, esto es un festejo y debe tener un tono más festivo”. Tras 3 revisiones se desechó completamente y Paloma San Basilio acabó leyendo un surrealista pregón que hablaba de zapatos titulado Tacones cercanos y que, ese medio tan poco homófobo y tan cercano a la comunidad LGTB que es el periódico cristofascista ABC publicó en primicia (casualidad) para subrayar el mensaje clasista, machista y consumista (si no mencionó lo importante que era tener buenos zapatos veinte veces no lo dijo ninguna) que resume esta frase en la que vemos a una privilegiada, de clase alta, que merienda ensaimadas en una España pobre, juega a la canasta y va a colegios privados: “Aprendía muchas cosas con mi madre: cómo pintarse los labios, cómo hacer empanadillas, cómo conseguir que nuestra casa fuese el mejor espacio posible con y sin dinero, cómo decir lo que piensas es bueno para ti y los demás. Aprendí por ejemplo a jugar a las cartas, se juntaba con sus amigas y, a mi vuelta del colegio, todavía con el uniforme, me sentaba con ellas disfrutando de sus conversaciones y sobre todo de la merienda que interrumpía la partida de canasta para cambiar los naipes por los pasteles y ensaimadas”. Nótese el empeño en declarar “tareas femeninas” como lo que aprendía de su madre. En este acto también participó Chenoa para, oh casualidad, presentar su nuevo single que es especialmente relevante para la comunidad LGTB ya que se titula ‘Quinta dimensión’ / ‘Life’s an equation’ ¡qué desgarradora narración de nuestra vida! (PD:Chenoa colabora con los homófobos extremos Legionarios de Cristo, fundados por el pederasta Marcial Maciel)
La musa del Orgullo (impuesta por AEGAL) no fue otra que la trepa machista clasista facha Carmen Lomana. A esta habría que añadir a la trepa facha clasista Leticia Sabater que ante el escándalo de las cartas a diputaciones pidiendo “un poquito de tráfico de influencias y corrupción , por favor, que soy de los vuestros” insiste en declararse orgullosamente pepera y fan de Aznar (gran aliado de la comunidad LGTB como todos saben).
Yanela Brooks, la concursante cubana de La Voz a la que le faltaron minutos para cantar para una asociación de extrema derecha, Fundación Para La Defensa de la Nación Española (DENAES), y se declara de derechas (ese delirado anticomunismo convertido en fascismo tan de los disidentes), es otra de las actuaciones estrella.
A este reparto habría que sumar a ese homófobo/machista de Paquirrín que AEGAL insiste en promocionar Orgullo tras Orgullo a pesar de sus declaraciones afirmando que le podían llamar putero o drogadicto pero no maricón. Un modelo optimo para la comunidad.
¿Quiere AEGAL imponer los valores de la derecha? La representación de la clase trabajadora o excluida (la mayoría de transmaribollos son precarios por la homofobia/transfobia) brilla por su ausencia. Pero la culpa de todo la tiene el Ayuntamiento, un discurso que es muy útil como bote de humo.
Todos estos dislates los justifican u ocultan con el hipócrita discurso victimista y de resistencia inventa una lucha contra un enemigo que en realidad no existe. El Ayuntamiento (especialmente con Villanueva) ha sido un socio y aliado de este saqueo y explotación de una manifestación pública. En realidad lo que vemos es una aplicación de las estrategias neoliberales al Orgullo, una suerte de privatización del Orgullo que ha quedado en manos de una asociación privada sin ningún tipo de control democrático externo. AEGAL es notoria por su opacidad y endogamia.
Hoy mismo la FELGTB, COGAM y AEGAL han sacado un comunicado denunciando la inactividad del Ayuntamiento y la falta de servicios mínimos, papeleras e instalaciones. Es extremadamente hipócrita denunciar la falta de intervención del Ayuntamiento cuando AEGAL ha convertido el Orgullo en un evento privado que ellos controlan hasta el punto de (como le recriminé en la SER a Juan Carlos Alonso ante su silencio) imponer la seguridad privada que ellos controlan exclusivamente y de la que se sirven para monopolizar espacios y negocios. Si quieren que todo esté regularizado y la responsabilidad sea del ayuntamiento, que lo declaren festejo público, pero AEGAL lleva años oponiéndose a este estatus que rompería su monopolio y obligaría a permitir la intervención de otros agentes sociales.
A esto hay que sumar que Alfonso LLopart en varios editoriales en la revista que me robaron (y que sigue llevando mi nombre) pide que se saque a las asociaciones y el carácter reivindicativo del Orgullo para dejarlo en manos de los gaympresarios. Es el terrible modelo de Barcelona que los gaympresarios de aquí han exportado con éxito: dos marchas, una (menor) para las asociaciones o reivindicativa y una mayor privada y empresarial.
En realidad, el discurso de “Ana Botella está acabando con el Orgullo” esconde la verdadera tragedia: es AEGAL la que está acabando con el Orgullo desde dentro. Vamos, que ya ha acabado. Léase, como ejemplo este correo que me ha enviado a mi facebook Sede Vacante;
En vistas que el actual Orgullo es solo una maquina de hacer dinero para los mafiosos de AEGAL, muchos amigos, conocidos y yo pasamos de ello y haremos todo lo posible para que no se celebre en un futuro, mucho menos el del 2017.
Lo dice alguien que lleva asistiendo desde el 92.
Ver el “espectáculo” de ayer: matones con botas humillando a la gente como si la calle fuera suya, no es ya solo para echarse a llorar, sino a vomitar.
O este acertado análisis que hace mi amigo SalidaxLaIzquierda a colación del engañoso titular Los organizadores del Orgullo Gay denuncian el “boicot” y las “zancadillas” del Ayuntamiento de Madrid:
Decir que Botella se ha dedicado a boicotear el Orgullo es algo simplista. Lo que Botella ha hecho muy sibilinamente ha sido dedicarse a infiltrar las comisiones organizadoras con miembros que lo han ido vaciando de contenido reivindicativo y lo han convertido en un evento mercantilista para mayor gloria de una serie de empresarios mafiosos y únicamente destinado a generar beneficios.
La máxima parece ser “Que la reivindicación no pueda molestar al negocio”.
Con este modelo de Orgullo, no combativo, servil, mercantilista,… Botella está muy satisfecha y no tiene ninguna intención de boicotearlo.
AEGAL es la organización que de verdad controla y organiza hasta el último detalle del Orgullo, imponiendo sus demandas a unas muy sumisas y dóciles COGAM y FELGTB.
AEGAL es una asociación de empresarios subvencionada directamente por Botella y repleta de empresarios muy próximos al PP (con muy buenas relaciones como las que tenía Miguel Ángel Flores, el del Madrid Arena).
AEGAL lo controla todo de un modo completamente mafioso y gangsteril, cada detalle se diseña del modo que más pueda beneficiar al negocio de sus empresarios y no a la causa de la igualdad LGTB. Han fagocitado y usurpado un evento que debería ser de carácter político y reivindicativo para convertirlo en una máquina de facturar.
Por lo tanto yo denuncio a la organización mafiosa AEGAL y denuncio también la complicidad o cuanto menos la falta de oposición de COGAM y FELGTB.
Que no intenten ahora distraer la atención con Botella, el Orgullo se ha convertido en lo que se ha convertido por acción u omisión de todos ellos.
Acabo de ver la pieza que han dedicado al Orgullo en el Telediario de TVE y más de la mitad del tiempo ha sido dedicado a dar cifras económicas globales y de gasto individual de diversas personas entrevistadas por la calle.
Éste es exactamente el Orgullo que quieren AEGAL y Ana Botella, el de las cifras, el de las Visas, las Mastercards y las American Express.
Se tolera el evento y a sus protagonistas (el colectivo LGTB) en la medida en que suponen un negocio, se les soporta porque tienen dinero y consumen, pero eso no es respeto a la persona, es respeto al dinero y a quien lo tiene.
La dignidad del colectivo LGTB no puede venir de sus carteras, sino de ser personas tan dignas como las demás.
Además esto convierte al Orgullo en un evento excluyente porque, en contra del imaginario gay-capitalista, no todos los LGTB están forrados de pasta. También hay LGTB que no tienen un duro, que están en paro y no tienen prestación alguna, que han sido desahuciados, que son inmigrantes y se les niega la asistencia sanitaria,… Y todos ellos no son bienvenidos en este Orgullo en el que “tanto tienes, tanto vales”.
Esto se ha convertido en un evento clasista y capitalista muy alejado de lo que fue en un inicio.
Responsables: AEGAL y por omisión también COGAM y FELGTB.
En efecto, AEGAL está desalojando lo gay para imponer entretenimiento amable para los heterosexuales bienpensantes. Este problema de la “heterosexualización” y, sobre todo, mercantilización del Orgullo gay podría llegar a sus peores consecuencias si, como lleva años intentando, El Corte Inglés consigue ser aceptado como patrocinador (algo a lo que se opone COGAM pero que AEGAL ve con buenos ojos), ya que así podría elegir los lemas, contenidos y actos que se hagan durante el Orgullo. No es mucho desvarío pensar que el principal promotor de las cristofascista JMJ acabaría imponiendo un Orgullo Cristofascista.
Quizás ese fuese el modelo perfecto para AEGAL, Ana Botella y el PP que ya babea ante su expropiación del Orgullo con la complicidad de sus amados “emprendedores”.
No al gaypitalismo, no a la mercantilización del Orgullo Gay, no al negocio a costa de muchas luchas, víctimas y sufrimiento.