Misas de ‘reparación’ en Pamplona y Tudela y posible ampliación de la denuncia

El Arzobispado de Pamplona ha convocado misas de ‘reparación’ en las catedrales de Pamplona y Tudela este miércoles a las 19.00 horas, en respuesta a la exposición de Azcona.

El arzobispo, Francisco Pérez, lamentó que la muestra “hiere la sensibilidad de los creyentes” y avanzó que el gabinete jurídico estudia la posibilidad de acciones judiciales.

Por otra parte, la Fiscalía decidió este martes remitir la denuncia de laAsociación de Abogados Cristianos al Juzgado de Instrucción número 1 de Pamplona. La asociación tiene previsto ampliarla este jueves a laconcejal de Cultura del Ayuntamiento de Pamplona, Maider Beloki, si no se retira la parte polémica de la exposición.

SANGRE Y MATERIAS FECALES (SOBRE LA EXPOSICIÓN DE ABEL AZCONA)

«El domingo, durante un happening frente a un público distinguido, Otto Mühl y Hermann Nitsch presentaron su show «Sangre y Materias Fecales». Con este motivo, unas aves de corral fueron degolladas, la sangre se mezcló con materias fecales para embadurnar el cuerpo desnudo de varios miembros del grupo Mülh»

Así narraba una agencia de prensa una de las más famosas performances del accionismo vienés en 1970. 45 años más tarde, Abel Azcona utiliza unas tácticas análogas para provocar al público pamplonés, cuyo sector más conservador ha reaccionado con una beligerancia que obviamente ha maravillado al artista. El círculo provocación-denuncia-publicidad se ha cerrado como en el mejor de los diseños de una campaña de marketing. Y ese tal vez es el campo en el Azcona es un verdadero «artista», el de la publicidad, el de la fama y el estrellato, al más puro estilo de Lady Gaga o Miley Cirus.


Si muchos de los que convivieron con el accionismo vienés ya eran conscientes de que las obras en sí no eran muy potentes, sí consideraban que en ese momento eran necesarias porque la sociedad vienesa rayaba el fascismo en su conservadurismo. Ahora bien, ¿realmente creemos que a día de hoy las religiones son un enemigo a batir por el arte crítico?

Una de las verdades del arte descansa en su poder para quebrar el monopolio de la realidad establecida, pero las acciones de Azcona, en su espectacularidad y superficialidad, parecen alejarse de este principio. Es evidente ya que en occidente la hegemonía cultural la ostenta el propio sistema capitalista, mucho más allá que la propia religión. Parece hace tiempo claro que la metafísica religiosa está siendo sustituida por la metafísica del capitalismo, del que Azcona es un ferviente creyente como gran emprendedor que es. Es por esto por lo que Azcona solo ataca ese flanco del poder, que parece en franco retroceso. Sus representaciones, que citando a Jameson podríamos decir que se mueven en «lo sublime histérico», no atacan nunca al capitalismo que es donde él pretende ser integrado por la vía del star-system. Parece compartir con grupos como Femen el ser el ariete del sistema contra ese residuo antropológico no regido por la lógica del mercado y que debe ser eliminado por incompatible.

En toda esa ecuación quedan muchas víctimas por el camino. Queda el ayuntamiento de EHBildu, que con toda su buena voluntad y tal vez ingenuidad ha promovido esta exposición en pro de la libertad artística y va a ser brutalmente atacado. Quedan muchos progresistas del entorno de la cultura que han apoyado a Azcona creyendo firmemente en la reivindicación de los derechos de los gays y en la denuncia de actividades terribles como la pederastia o la prostitución impuesta por la violencia o la pobreza. Y quedan sobre todo las propias víctimas de la violencia del sistema, entre las que se encuentra el mismo Azcona.

Es sabido que para cometer cualquier atrocidad, el verdugo tiene que cosificar a la víctima, olvidarse de que es una persona. Decía Theodor Adorno que ante esto, el arte debe entonces actuar como memoria, como recuerdo al dolor de las víctimas. Pero contrariamente a esto, Azcona no recuerda, vuelve a cosificar a las victimas ofreciéndolas al sacrificio del mercado del arte. Poniéndose, por supuesto él, el primero en la fila.

El golf, la gula y el sexo ‘impropio’, prohibidos para los funcionarios chinos

Desde el 12 de octubre, estas prácticas se consideran corruptas y vedadas para los 88 millones de miembros del Partido Comunista

Dos policías chinos hacen guardia ante el tribunal que juzgó al ex dirigente chino Bo Xilai por corrupción

Dos policías chinos hacen guardia ante el tribunal que juzgó al ex dirigente chino Bo Xilai por corrupción. JASON LEEREUTERS

Desde hoy, todo aquel funcionario chino que juegue al golf, sucumba a la gula o entable relaciones sexuales “impropias” podrá ser sancionado por infringir las nuevas normas del código moral ético del Partido Comunista, que ha pasado a considerar estos quehaceres como prácticas corruptas para sus 88 millones de miembros.

Las nuevas medidas, aprobadas el pasado día 12 pero dadas a conocer hoypor la agencia Xinhua, se enmarcan dentro de la amplia campaña anticorrupciónemprendida por el presidente Xi Jinping desde que asumió el poder en 2012, una operación que se ha saldado con miles de oficiales investigados y decenas de encarcelados por todo el país.

Por el momento, los anuncios de este estilo hechos con anterioridad han contado con el beneplácito de una población harta de ver cómo sus burócratas se enriquecían a base de sobornos y llevaban un tren de vida mucho más alto del que por ingresos se les suponía, aunque también hay críticos que opinan que estas medidas están siendo utilizadas por Xi y sus acólitos para acabar con sus oponentes dentro del partido y afianzar su poder.

Como detalla el comunicado, estas nuevas normas no son sino una actualización de las regulaciones ya existentes para guiar a los funcionarios a la hora dellevar una vida ejemplar en el aspecto moral, y están diseñadas para señalar con mayor exactitud qué constituye una violación de esa virtuosa disciplina.

Según Xinhua, “los miembros del partido deben separar los intereses públicos de los privados, poner el bien público en primer lugar y trabajar desinteresadamente“, además de “abogar por la simplicidad y guardarse contra la extravagancia”.

En esa línea, la nueva regulación explicita como violación de la buena conducta“las comidas y bebidas extravagantes” y “jugar al golf”, un deporte popular entre los oficiales pero que es visto como un vicio a combatir, ya que la mayor parte de la sociedad lo asocia con la riqueza y el cierre de negocios turbios por parte de las autoridades.

El Partido Comunista también ha reformulado una cláusula anterior que prohibía“tener amantes y cometer adulterio”, un artículo que ahora se amplía y extrema al señalar que los miembros no pueden “tener relaciones sexuales impropias con otras personas” so pena de ser expulsados.

Otras de las novedades son la prohibición de formar “camarillas” que busquen dividir el partido, crear “artículos, discursos o anuncios que apoyen la liberalización burguesa”, ocultar temas personales que deberían ser conocidos yabusar de la posición de poder para obtener beneficios para familiares y empleados.

El documento no detalla los castigos a los que se enfrentarán los infractores, pero el partido mantiene su propio y temido régimen de disciplina interna para estos casos, que se aplica sin supervisión judicial.

Desde que inició su mandato, Xi considera que la corrupción ampliamente extendida y la percepción que de la misma tenía la sociedad constituían un peligro para la estabilidad del país ya que generaba malestar social, motivo por el cual proclamó que actuaría contra “tigres y moscas”, refiriéndose tanto a losaltos mandos como a los funcionarios base que transgredían las normas.

Desde entonces, además de los arrestos y despidos, muchos sectores económicos se han visto afectados por esta operación. Aunque es difícil dilucidar qué porcentaje se debe a la lucha anticorrupción y cuál a los problemas económicos que atraviesa el país, sectores como el juego, las joyas, los coches de alta gama o los restaurantes viven sus días más oscuros desde hace muchos años, y aún queda por ver cómo evolucionarán ante las nuevas medidas aprobadas.

SOY por Lohana Berkins, ante el asesinato de Diana Sacayán

MI PEQUEÑA SALTAMONTES, COMO TE DECÍA EN LA INTIMIDAD

Tu salto fue demasiado grande, pequeña saltamontes. ¡Te fuiste al carajo!

Llegó de Tucumán hace casi 40 años, con muchos hermanos y hermanas, con un padre y una madre. Quería a su mamá, la quería mucho. Quería a Saya y también a Yoana. Quería y quería y quería ser querida. Soy una carente decía y te arrebataba besos ante el menor descuido. Era su particularidad. Las travas le escapamos al toque y ella tocaba y pedía ser tocada como si allí quisiera curarse de ese daño feroz que la sociedad y sus instituciones nos hacen a las travestis. La familia primero, expulsándonos a tan temprana edad; la escuela luego, entendiendo que el banco ocupado por una trava es un banco perdido; el sistema de salud y la lista sigue.

Es difícil pensar, sentir y pedir que piensen y sientan lo que significa ese desprecio. Primero fue la injuria, decía un escritor francés para referirse a la homosexualidad. Primero y después fue la injuria, decimos las travestis. Crecer en la injuria y arrastrarla en cada paso, en cada esquina, en cada kiosco, en cada colectivo produce un dolor del que es difícil deshacerse; un dolor que parece no tener como frontera el abrazo de una amiga, la generosidad de otra. Un dolor que no termina, nunca.

El asesinato de Diana es un travesticidio y hay que empezar a reconocer estos actos como crímenes de odio. No importa si el responsable es un viejo amigo que esa noche pegó mal, no importa si es uno nuevo que quería sexo gratis, no importa si eran dos tipos que buscaban diversión y se fueron de mambo. Lo que importa es que se sintieron con la impunidad de cometer el asesinato. ¿Cuántas veces se investigan los asesinatos de travas? Es la misma impunidad con la que el candidato del PRO a la intendencia de La Plata dijo que no daría trabajo a las travas, que les daría un médico. Las consecuencias son las mismas, incrementar el odio, legitimarlo. Hay que terminar con estas frases que, dichas risueñamente para que “entren mejor”, juegan con la vida de muchas de nosotras.

Cuando se discutía la Ley de Identidad de Género, una compañera que también nos dejó, decía: cuando a los niños judíos los despreciaban, llegaban a sus casas y sus padres los consolaban, porque ellos mismos habían padecido ese desprecio; cuando los negros llegaban a su casa después de ser motivo de burla en la escuela, sus padres los consolaban, porque eran también negros y sabían de ese dolor. Cuando las travitas llegamos a nuestra casa, después de insultos y golpizas, no hay papá ni mamá que nos consuele sino más palos.

A mi pequeña saltamontes la asesinó la sociedad travestofóbica, la misma que nos recluye en la prostitución como única alternativa para vivir. Puedo decir que Diana seguirá en nosotras y en nuestras luchas y así será. Pero esto es decir sólo una parte del dolor que siento. Diana no estará ya entre nosotras y si el movimiento travesti ha perdido una militante invalorable, quien más ha perdido ha sido la pequeña saltamontes.

La homofobia tiene cárcel

No todos los jueces pasan por alto la homofobia ni siempre ésta queda impune. En esta ocasión, lo que los condenados pudieron considerar una simple broma pesada de dos ‘machotes’ reafirmando su ‘hombría’ era en realidad un delito

Cartel de una campaña contra la homofobia.

Cartel de una campaña contra la homofobia.

No todos los jueces pasan por alto la homofobia ni siempre ésta queda impune. En esta ocasión, lo que los condenados pudieron pensar inicialmente que se trataba de una simple broma pesada de dos ‘machotes’ reafirmando su ‘hombría’ era en realidad un delito. Un grave delito penado con cárcel.

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a dos años de prisión a dos vecinos de Cartaya por un delito de lesiones, con el agravante de abuso de superioridad y de obrar por motivos que obedecen a la discriminación de la identidad u orientación sexual de la víctima, después de que insultaran en “un contexto homofóbico” y golpearan a un joven de la localidad en la celebración de los carnavales.

Según reza en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, también los condena al pago de una indemnización de 5.495 euros a la víctima.

El tribunal considera probado que entre las 21,00 y las 22,00 horas del día 1 de marzo de 2014 cuando este joven participaba disfrazado en el pasacalles del carnaval de Cartaya “fue reiteradamente molestado” por un grupo de personas, entre las que se encontraban los dos condenados, increpándole con insultos homofóbicos y tirándole de la capucha del disfraz.

Posteriormente, cuando éste se encontraba con unos amigos en una plaza de Cartaya, los componentes del citado grupo, que se hallaban a escasa distancia, la emprendieron a golpes con él comenzando por uno de ellos que le propinó un bofetón, acción que fue continuada por el resto, propinándole golpes y patadas en el rostro y en la cabeza.

A consecuencia de esta agresión, la víctima sufrió varias lesiones en las citadas zonas, precisando 21 días de curación, quedando con unas secuelas físicas tras la perdida de pieza dental y un perjuicio estético.

Durante el juicio los condenados negaron los hechos y aseguraron que intervinieron en la pelea para paralizarla, sin embargo la víctima asegura que le insultaron y le pegaron, aunque sin poder decir quien le pegó, versión que fue ratificada por dos testigos.

En la sentencia, el juez señala que este testimonio sirve para “centrar los hechos en un contexto de homofobia”, puesto que las relaciones entre los intervinientes previas a este episodio eran inexistentes, por lo que considera que únicamente “movía a estas personas una actitud de desprecio por su condición sexual y un ánimo mantenido de humillarle por ello, que culminó con la agresión física”.

Jaque al maricón

Por JAVIER CID

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Un buen día, allá en alguna glaciación de pubertad, dejé de contar las hostias que me llevé a las costillas, al puro bazo, por maricón. Por maricón, que pesa mucho, y por aquel entusiasmo sarasa tan mío a cuenta de la serie del momento, Sensación de vivir. En la tremolina de mi adolescencia, ese combo raro de pus y espermas primitivos que es néctar de juventud, habría dado yo un imperio por Brenda Walsh. Y por cada patada que me calzaron aquellos miserables, por cada salivazo, por cada lágrima callada de mi madre, como una grieta, por cada pintada con mi nombre en los muros del colegio (maricón, maricón, maricón), yo me daba un atiborre de Dylan y Brandon y era feliz.

Todavía guardo, en algún cajón de algún desván de esa ciudad del norte, impronunciable, un gran tonelaje de revistas Superpop, que venía a ser el BOE de Beverly Hills. Coleccioné todas las colecciones de los coleccionables que se coleccionaban entonces, desde los cromos de la editorial Panini a los muñecos de Mattel. Los muñecos, como barbies hiperbólicas que estremecieron a mi padre, si bien nunca lo dijo, están en una estantería entre el cactus de Ikea y el exprimidor de Philippe Starck (cosas del feng shui, no se me vaya a descalabrar el karma). Yel álbum de cromos me lo quemó El Chino en algún recreo de algún mes de abril. Por maricón.

Por estas menudeces de hincha amanerado, desvalido, lunático también, reivindico aquella serie que esta semana cumple 25 años. Para mí, que habito desde entonces en la desmemoria para sobrevivir, la efeméride no es cosa trivial: nos ha caído a plomo un cuarto de siglo desde que Brenda le entregase el virgo a Dylan y a mí me hicieran un hombre a topetazos. Como si a ambos nos hubieran desflorado al mismo tiempo.

Dirán los calandracas de la alta cultura que Sensación de vivir era estiércol con maneras de tupé californiano. Protesto, señorías. Míster Aaron Spelling, ideólogo del chiringuito, captó como nadie el frivolismo de palmeras y adulterios en la pedanía de Beverly Hills, los enredos de aquellos dirty 90’s de plexiglás, los refrescos chispeantes en el club náutico y la liturgia mística del descapotable. Basura deluxe. Cálices con Coca-Cola. Chico conoce a chica en el Peach Pit.

Hoy, mientras mis acosadores viven masacrados por el alcoholismo o están en prisión, nos llegan noticias tremebundas desde Los Ángeles: Shannen Dohertybrega contra el cáncer, Jason Priestley se dio a la cocaína y las carreras, como un puto binguero en Marina d’Or, y Tori Spelling, la jamelgona, anda cacareando su ninfomanía en polígrafos de baja estofa o allá donde haya un cheque al mejor postor. Dichosa juventud que se nos fue… en un Porsche Speedster por Sunset Strip.

Y ahora he de tomarme la revancha. Por Brenda. Por mí. Por los gays que fueron y serán. Que arda Twitter. Que viva el hashtag #jaquealmaricon

@javierrcid

Un prelado gay

Un obispo polaco, Krzysztof Charamsa, salió del armario en entrevista del ‘Corriere della Sera’, seguida por una multitudinaria rueda de prensa en la que presentó a su novio, que resultó llamarse Eduard y ser catalán. Los catalanes no son muy famosos como independentistas en el mundo, pero empiezan a gozar de un justo prestigio como novios. Ahí está el joven Rigau que enamoró a Gina Lollobrigida. Qué gran asunto para ese programa de TV3 que llaman ‘Pòlonia’. Charamsa no era un obispo cualquiera; era oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, antes Santo Oficio y mucho antes Santa Inquisición, para que se vea si cambian los tiempos.

Al Vaticano no le ha gustado tal alarde de sinceridad, especialmente en la víspera del Sínodo sobre la Familia. El portavoz vaticano, Federico Lombardi, anunció que el prelado no podría seguir desempeñando sus tareas en la Congregación.

El Papa había mostrado señales de apertura a su vuelta de Brasil: “Si una persona es gay, busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?”, pero tal vez el prelado Charamsa se lo tomó en sentido excesivamente literal, gracias al prestigio que Francisco ha sabido granjearse entre la izquierda, con una posición entre el populismo y la socialdemocracia. A mí, si me permiten la confianza, me gustaba más su antecesor, pero para gustos están los colores. Mi muy queridoRaúl del Pozo, que escribía una columna en ‘Mundo Obrero’ a finales de los 70, saludó la elección de Juan Pablo II, con una frase que se me quedó grabada: “Si no temiéramos ofender diríamos que es un Papa eurocomunista”.

Tengo para mí que el quid de la cuestión no está del todo en la homosexualidad del prelado ni en el género o el gentilicio de su novio. El hecho de que hubiera presentado a su novia no habría cambiado la sustancia del conflicto.

El corazón tiene razones que la razón no entiende. La tertuliana Lucía Caram, que es una monja montonera, confesó el pasado mes de mayo: “Estoy enamorada del presidente Mas“. Sobre los amores uno puede entenderlo casi todo: que la fogosaAna Karenina, esposa de Alexei Karenin, que era un alto funcionario del Gobierno, le ganaba bien y la trataba como a una reina, se enamorase del apuesto príncipeVronsky, tenía un pasar. Pero mira que ser esposa de Cristo y enamorarse de Artur Mas… Tiene que haberse vuelto loca.

Luego está la praxis. ¿En qué se diferencia un sacerdote heterosexual de otro gay si ninguno de los dos practica? La fe sin obras es una fe muerta, dice la Biblia (Santiago 2, 20). Así las cosas, creo que la Iglesia haría bien en replantearse su pertinaz negativa a acabar con el celibato sacerdotal. Tal vez pudiera empezar a sopesar la posibilidad del matrimonio entre personas del mismo sexo. Hoy por hoy no hay colectivo humano tan favorable a revitalizar el sacramento del matrimonio con su compromiso personal como la comunidad gay. El matrimonio es una garantía de castidad para los contrayentes. Si queréis unos sacerdotes libres de concupiscencia, ofrecedles matrimonio. El difunto Jaume Perich lo dejó sentado hace muchos años: “La aberración más extendida entre los matrimonios españoles es el coito anual”.

Los invisibles invitados de Maroto

Javier Maroto y su marido, José Manuel Rodríguez

No los viste, Javier, ni los vio tu hoy marido, ni fueron vistos por tus muy trajeadas,comme il faut, personas invitadas. Pero allí estaban, estaban en esa ceremonia con que quisisteis hablarle al mundo de amor y que habló al mundo de auténtica igualdad. Estaban en tu boda sin tú saberlo, sin quererlo ellos.

Allí, ¡qué cosas!, estaban quienes con su esfuerzo, con su sudor dolorido y marginado, con su lucha de siglos te han allanado, Javier, os han abierto el camino por el que habéis accedido al Matrimonio Igualitario por obra y gracia de un código civil modificado e inclusivo que ha dado lugar a esa ley tan peleada como necesaria.

Habéis llegado a ser marido y marido gracias a toda esa gente, y a pesar de tanta otra: quienes llevan su rancia homofobia en la solapa y en el alma, algunos seguro entre tus invitados, y sus conmilitones -con sotana o sin ella, con furia y odio en la voz y la mirada-, que salieron a la calle para seguir encendiendo las hogueras de la discriminación, para tratar de acabar con la igualdad legal de la que, como si nada -y yo me alegro- podéis, Javier, ahora disfrutar.

Más, no te engañes: si habéis podido llegar a disfrutar de la flamante boda, ha sido a su pesar y ha podido ser gracias al activismo, que puso uno tras otro y trabajosamente los peldaños de acceso a la igualdad. Fue nuestra lucha, nuestra antigua y luminosa lucha.

Fue la lucha del activismo de este país, impulsada por las asociaciones, impulsada por la FELGTB, con el respaldo mayoritario de la sociedad, contando con el voto y yendo de la mano de todos los partidos…, a excepción -¿verdad que lo recuerdas?- del apoyo y del voto del Partido Popular y del de Unió…. Así alcanzamos el Matrimonio Igualitario en la consecución de la ley 13/2005. Así fue, así se tiene que escribir la historia.

Disfruta tu flamante matrimonio, Javier Maroto, sí, te lo deseo. Lo que hoy disfrutas es el fruto de la determinación de las peras y las manzanas, es el empeño de quienes nos negamos a ser ciudadanía de segunda y estamos ahora en el empeño y la lucha por la igualdad real, tan necesaria.

Esa misma ley que tu partido puso tanto empeño en evitar y que tus invitados -en la solapa, la gaviota- recurrieron con sus firmas sin pudor y sin rubor, llevando hasta el Constitucional el furor de su homofobia.

“¿Cuándo va Rajoy a pedirme perdón a mí y a mi marido y a decenas de miles de ciudadanos y ciudadanas por intentar anular nuestros matrimonios por su recurso de la vergüenza ante el Constitucional?” ¿Cómo se puede, Javier, contestar a este activista?

Y ahora van a tu boda y te palmean la espalda reciamente entre felicitaciones y enhorabuenas. ¿Y tú, cómo te sientes, Javier? ¿cómo te sienta recordar sus frases?: “El matrimonio siempre ha sido una institución entre un hombre y una mujer”… “Las uniones gais no deben ser equiparadas ni al matrimonio ni a la familia”…. ¿Qué te parece “los homosexuales son personas taradas”?… ¿O esta definición del Matrimonio Igualitario?: “Es como la unión entre dos hermanas, un perro y una señora o una señora y un delfín”…. Y no sigo, que está la hemeroteca y los obispos y el presidente del Foro de la Familia para refrescarnos la memoria.

Y ahora van a tu boda y te palmean la espalda. Os abrazan entre albricias y sonrisas: sorprendente tabula rasa que ahora se intenta sustentar con un hipócrita “importan más los hechos que las palabras”, olvidando lo que el activismo no puede olvidar: el mantenimiento empecinado de políticas contrarias al respeto y reconocimiento de nuestra diversidad. Tan dañinas. A los hechos me remito, presidente.

Disfruta tu flamante matrimonio, Javier Maroto, sí, te lo deseo. Lo que hoy disfrutas es el fruto de la determinación de las peras y las manzanas, es el empeño de quienes nos negamos a ser ciudadanía de segunda y estamos ahora en el empeño y la lucha por la igualdad real, tan necesaria. Ojalá fuera lucha y empeño también de tu partido.

Y sobre todo, no olvides, no te olvides de que el activismo puso la escalera con sus peldaños de lucha y muerte, de lucha y luz, con su esfuerzo de siglos para que subieras por ellos, para que subierais por ellos hasta alcanzar la dicha de aquel día.

Recuérdalo o apréndelo, pero dales las gracias por ello, por tanta lucha. Dales Javier, dales las gracias a los invisibles invitados a tu boda.

Educación contra lgtbfobia

Por Beatriz Gimeno

Es una obligación de la escuela democrática ayudar a equiparar la diferencia de poder entre los chicos y chicas que ostentan la hegemonía social y cultural y aquellos que están en los márgen

España es, según la mayoría de los estudios, el país menos homófobo del mundo. Eso dicen las cifras, pero lo dice también el sentido común y la percepción propia cuando se sale fuera. Por razones largas de explicar y que no caben aquí, España se ha convertido en unos pocos años en un lugar en el que las personas lgtb pueden vivir razonablemente seguras y con posibilidad de desarrollar vidas plenas. Por supuesto que la lgtbfobia existe, y es mucho mayor incluso de lo que parece. Y hay, además, momentos de la vida en los que esta lgtbfobia es mayor y más peligrosa, como en la adolescencia cuando las identidades relacionadas con el género están en formación, son más débiles y para asegurarse se aferran a estereotipos hegemónicos socialmente. Los adolescentes más inseguros o más dependientes de la aprobación ajena (casi todos en esta edad) buscan refugio y fortalecer sus frágiles identidades entre los pares, con sus iguales; y lo hacen, por lo general, mediante representaciones más o menos ritualizadas de los roles sexuales, de la masculinidad extrema, en este caso. La masculindad extrema se basa, entre otras cosas, en la exclusión radical de la homosexualidad. En la adolescencia, muchos adolescentes inseguros, obligados por la presión social a realizar constantes afirmaciones de su masculinidad heterosexual, pueden llegar incluso, si dicha presión no se rebaja, a agredir, a burlarse de, a reírse de la expresión de otras identidades sexuales. El chico o la chica que sea lesbiana, gay, bi o trans, no tendrá espacio social para fortalecerse, sino que, al contrario, se esconderá, sufrirá, buscará más bien hacerse invisible, mimetizarse en esa supuesta normalidad que le excluye. Y si no lo hace bastante bien es muy posible que sufra acoso, que sea agredido verbal o físicamente. Durante la adolescencia, los chicos y las chicas que por la razón que sea sientan que no forman parte de la mayoría son especialmente frágiles y van a necesitar ayuda de los profesores/as y de las instituciones educativas. Constituye una obligación de la escuela democrática ayudar a equiparar la diferencia de poder entre los chicos y chicas que ostentan la hegemonía social y cultural y aquellos que están en los márgenes. Es una obligación escolar que hay que cumplir en nombre de la construcción de una ciudadanía respetuosa con los otros y las otras, democrática, abierta e inclusiva.

Las agresiones por lgtbfobia están creciendo en Madrid. Los agresores son chicos jóvenes (menores de 20 años la mayoría) que han nacido cuando la igualdad legal era un hecho –o estaba a punto de serlo– en este país. Durante muchos años, los años de la lucha por la igualdad, los años en los que las reivindicaciones lgtb entraban en los informativos, los años en los que el gobierno y las instituciones se mostraban muy favorables a apoyar esa igualdad, las agresiones eran muy escasas. El efecto del cambio de ambiente político ha sido demoledor en este sentido. Los nuevos gobernantes no apoyan los derechos lgtb y eso se nota en la calle. Las instituciones educan, naturalmente; y su acción tiene un efecto performativo sobre toda la sociedad. Si quien gobierna no cree en la igualdad, aquellos que tampoco creen en ella, los que tienen dudas, en lugar de ocultarse por sentirse en minoría, se sienten más fuertes y legitimados en su rechazo. Un rechazo que, en el peor de los casos, puede llegar a la agresión.

El Partido Popular hizo de la desaparición de Educación para la Ciudadanía uno de sus objetivos cuando estaba en la oposición. Una asignatura que educaba en valores de convivencia, democráticos, de ciudadanía y que, además, se imparte en la mayoría de los países europeos. Estar en contra de esta asignatura demuestra dónde se sitúa la derecha española: allí donde se considera que los derechos humanos son discutibles. Soy de la opinión de que los valores no se pueden enseñar en una asignatura, sino que es necesario trasversalizarlos en todos los planes de estudio. Hay otras propuestas más interesantes, como los planes de convivencia, pero en todo caso, es importante otorgar legitimidades en un sentido u otro. Se trata de demostrar dónde se sitúan las instituciones democráticas respecto a estas cuestiones. Y queda claro que cuando gobierna el PP, las instituciones, los gobiernos, se sitúan del lado de la lgtbfobia o, como mucho, no están interesados en combatir este tipo de violencia, que puede que no apoyen explícitamente, pero que deben pensar quizá como inevitable en el mundo heterosexuadamente normado que imaginan. Las disidencias, piensan ellos, que paguen su precio.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, no es una persona lgtbfóbica, sé que no lo es. La duda que me queda es si consentirá que su gobierno y sus políticas lo sean. Me temo que sí, que su enfrentamiento con los sectores más reaccionarios de su propio partido no va a ir tan lejos como para hacer lo que están haciendo otras muchas autonomías no gobernadas por el Partido Popular, introducir asignaturas de enseñanza en valores de convivencia y apoyar la formación en diversidad afectivo sexual. El jueves 17, como diputada autonómica me he estrenado preguntándole al gobierno de Cifuentes qué piensa hacer en el terreno de la educación para combatir las agresiones por lgtbfobia, y le voy a recordar que la sanción no es bastante, que es necesario sancionar a los agresores y atender a las víctimas, pero que siempre hay que educar. Que eso es lo que hacen las naciones democráticas cuando tienen un problema de este tipo: educar. Más y mejor educación en derechos, en ciudadanía, en democracia, en igualdad, en inclusión; esa es la respuesta. Para los futuros agresores, por supuesto, pero también para los propios alumnos y alumnas lgtb que siguen viviendo en un oscuro armario.

LAS ACTITUDES SEXISTAS NO SON GAMBERRADAS

ZURIÑE ESTIVARIZ MARTINEZ DE ANTOTANA (TXIKI) INTEGRANTE DEL GRUPO 7 MENOS 20 Y EX BIZNIETA DE CELEDÓN

Ahora que ha acabado el verano, las vacaciones y las fiestas populares, podemos decir que no ha habido ni una fiesta, en ninguna ciudad de Euskal Herria, que no haya estado marcada por alguna agresión sexual o agresión sexista. Sabemos, que las que se denuncian son muchas menos de las que suceden, como también sabemos que las agresiones sexistas verbales son tan frecuentes, que sería imposible contabilizarlas. El movimiento feminista lleva años trabajando por unas fiestas donde todas y todos podamos disfrutarlas. Se hacen campañas, se crean protocolos, se intenta sensibilizar a la ciudadanía, arduo trabajo viviendo en una sociedad patriarcal, donde las agresiones verbales están tan interiorizada, que si las denunciamos o nos sentimos molestas, tenemos que escuchar lo exageradas que somos, que no es para tanto, feminazis, histéricas… Parece ser que una parte de la población no ha entendido que seguirnos por la calle o abordarnos, hacer comentarios sobre nuestras tetas o nuestros culos, eso que tanta gracia les hace a algunos, son agresiones sexistas, no groserías.

Nos parece un escándalo firmar un protocolo para luego no cumplirlo, pero más escandaloso nos parece tener que leer en los medios de comunicación que 120 hombres se sintieron maltratados y agredidos delante de una concentración pacífica realizada por 15 mujeres, !Por favor!

No creemos que la solución sea enquistarnos en una eterna discusión, ni caer en injurias, ni en intentos de desprestigio. Tampoco pretendemos representar a quien no quiera ser representada, ni dividir la ciudad en una gran eterna bronca. Lo que queremos es que todas las personas que quieran participar en las fiestas lo puedan hacer tranquila y libremente. Nuestro objetivo es que nadie sufra una agresión sexual, ni sexista, ni machista, ni lesbotranshomófoba, ni gordófoba ni xenófoba.

Hay dos opciones; la primera es trabajar desde el respeto, para que todas y todos podamos divertirnos, no solo algunos; la segunda es caer en un enfrentamiento sin fin, olvidando lo importante, la lucha contra el machismo. Nosotras y nosotros lo tenemos claro. ¿Vosotras y vosotros?