El Gobierno chino responde por la demanda contra unos libros que “demonizan” a los homosexuales

Hasta 2001, los homosexuales en China estaban considerados enfermos mentales por ley

La estudiante universitaria lesbiana china Chen Qiuyan (d), también conocida como Qiu Bai, sus partidarios de la comunidad LGBT

La estudiante universitaria lesbiana china Chen Qiuyan (d), también conocida como Qiu Bai, sus partidarios de la comunidad LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales), activistas de derechos, sostienen una pancarta que dice ‘El material de educación debe estar correcto, los homosexuales deben ser vistos’ (EFE)

PEKÍN.  El Ministerio de Educación chino acudió hoy ante la justicia por la demanda presentada por una universitaria contra varios libros del sistema educativo que, en su opinión, “demonizan” a los homosexuales y las lesbianas al considerar que los gais sufren un trastorno mental.

“La acusación no es el fin, el objetivo es resolver el problema, que el Ministerio de Educación haga algo para borrar los contenidos que demonizan a los homosexuales”, dijo a Efe Qiu Bai, el pseudónimo escogido por la joven lesbiana de 21 años que interpuso la demanda.

Representantes de distintos grupos y asociaciones a las puertas del Tribunal Intermedio de Pekín donde se celebró la vista dijeron que se trata de un caso “histórico” para el colectivo chino de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales (LGBT), que sufre una gran discriminación en el país.

Qiu decidió demandar al Ministerio después de buscar información sobre lo que le estaba pasando al percatarse de que se sentía atraída por una amiga de clase.

Tras leer libros de su universidad sobre psicología y medicina en los que se aseguraba que la homosexualidad es “un desorden mental” y decidió acudir al psicólogo y con el tiempo se dio cuenta de que no estaba enferma.

“Me enfadé mucho”, recordó hoy a Efe la universitaria poco antes de entrar al tribunal.

En la vista, el juez pidió a ambas partes que explicaran su posición antes de continuar con el proceso, según Qiu, que se mostró esperanzada en conseguir un cambio aunque también expresó su decepción porque los representantes ministeriales no detallaron sobre quién “recae la responsabilidad” de los libros utilizados en el educativo.

Hasta 2001, los homosexuales en China estaban considerados enfermos mentales por ley y, aunque se han dado pasos desde entonces, el amor entre parejas del mismo sexo sigue estando estigmatizado.

Juicio contra los libros de texto homófobos en China

Una estudiante lesbiana demanda al Ministerio de Educación tras encontrar libros universitarios que describen la homosexualidad como una “patología”

La mujer que ha llevado el caso de la discriminación homosexual a los tribunales en China

La mujer que ha llevado el caso de la discriminación homosexual a los tribunales en China. / GREG BAKER (AFP)

El juicio que ha comenzado este martes en el Tribunal Intermedio Número 1 de Pekín representa, ya de por sí, una victoria para la comunidad homosexual china. Los jueces de esta corte tendrán que decidir sobre la demanda que ha interpuesto una estudiante lesbiana de 21 años, identificada como Qiu Bai, contra el Ministerio de Educación. Los libros de psicología y psiquiatría que ha encontrado en su universidad califican la homosexualidad como una “desviación”, algo que, según alega, contradice las leyes chinas.

Hace dos años, Qiu, que entonces se sentía confusa sobre su identidad sexual y que dudaba de la información que podía recibir a través de internet, acudió a la biblioteca de su universidad, la Sun Yat-Sen en Cantón (sureste de China) en busca de información con base científica sobre la homosexualidad. Lo que leyó le dejó horrorizada.

Los libros de texto que encontró definían la homosexualidad como una “patología” o un “desorden” similar a la pedofilia o la zoofilia. Algunos aseguraban que podía curarse a través de tratamientos adecuados, como terapia de choque.

Traumatizada, pidió ayuda a una psicóloga. Con el tiempo, comprendió que no se trataba de una enfermedad. Decidió inicialmente protestar ante las autoridades locales y la comisión estatal encargada de la publicación de libros, pero no obtuvo respuesta. En agosto, presentó su demanda ante el tribunal, que aceptó ver el caso.

En la vista, el juez pidió a ambas partes que explicaran sus posiciones, y ahora deberá determinar si sigue adelante con el caso o no.

Homosexualidad como “desviación”

La ley china incluía la homosexualidad entre las enfermedades mentales hasta 2001, año en que abolió esta descripción. De 90 libros publicados después de ese año y que mencionaban la homosexualidad, examinados por una ONG cantonesa que asesoró a Qiu Bai , aproximadamente el 40% la describían como una “desviación”. El 50 de esos contenidos consideraban necesario que la persona homosexual cambiara su orientación.

“Necesitamos aún muchas Qiu Bai”, afirma la organización LGBT Center en un comunicado. “Tú puedes intentar convencer a tus padres y tus familiares de que no tienes ninguna enfermedad, pero ellos van y encuentran estos libros de texto. ¿De quién se van a fiar más, de ti o del Ministerio de Educación?”, se lamentan.

Por su parte, el abogado de la estudiante ha afirmado, según el comunicado, que el juicio comenzado hoy “es como una locomotora que impulsa la concienciación social y promueve los cambios. Es un camino largo. Algunos han elegido ser las locomotoras que avanzan entre los obstáculos. Esté la gente a favor o en contra, da igual: el tren ya está en marcha y avanzamos con él”.

En las últimas dos décadas la comunidad LGBT ha ido adquiriendorelativamente más aceptación en la sociedad del país más poblado del mundo, aunque aún le queda un largo camino por recorrer.

En una sociedad donde estar casado es el estado civil ideal y tener hijos es una obligación cultural -y económica, dado el deficiente sistema de pensiones- hacia los ancestros, muchos jóvenes homosexuales se ven presionados por sus familias para contraer matrimonios heterosexuales y ocultar su verdadera orientación. Otras familias tratan de buscar “curación” para sus hijos en clínicas que, prometiendo infalibilidad, someten a sus pacientes a tratamientos extremos que pueden incluir los electrochoques.

Un tribunal chino prohibió el año pasado estas prácticas, después de que un activista homosexual bajo el seudónimo de “Xiao Zhen” presentara una denuncia contra estas clínicas. El caso se mencionó la semana pasada en una sesión del Comité de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra dedicada a revisar el estado de las libertades en China.

Una de las activistas chinas proderechos de los homosexuales más conocidas, Li Maizi -detenida durante un mes a principios de este año, junto a otras cuatro feministas cuando preparaba un acto para llamar la atención sobre las actitudes machistas en el transporte público- celebró este verano una ceremonia de boda con su novia, Teresa Xiu, para reclamar la aprobación del matrimonio homosexual en China.

En septiembre, el director de documentales Fan Popo presentó una demanda contra el organismo oficial encargado de la censura en el sector literario y audiovisual, después de que se bloqueara el acceso por internet dentro del país a uno de sus trabajos, “Mama Rainbow”, en el que se describían las relaciones entre madres chinas y sus hijos homosexuales.

Natalia Aventín “Con mi hijo transexual me he dado cuenta de lo que es ser un ciudadano de segunda”

Natalia Aventín

Natalia Aventín. ANA SÁNCHEZ BORROY / BENASQUE (HUESCA)

Nos encontramos con Natalia Aventín (Benasque, 1973) en la terraza de una cafetería de Benasque (Huesca), en uno de los valles más aislados del Pirineo aragonés. Es un municipio de poco más de 2.000 habitantes, entre los que el hijo de Natalia, un niño trans de 13 años, está completamente integrado. De hecho, este fin de semana, la única preocupación de esta madre es que el chaval no se maree en una excursión para practicar snowboard en Andorra.

Preside la Asociación de Familias de Menores Transexuales Chrysallis, que se constituyó en julio de 2013. Un año después, había 30 familias asociadas; ahora, ya son 210. Son la primera familia que ha llevado a los tribunales ordinarios la negativa de un registro civil a modificar el género de un menor transexual. El Tribunal Supremo ha admitido el caso a trámite.

¿Queda mucho por hacer en defensa del colectivo transexual?

España fue pionera al aprobar en 2007 una ley que permite el cambio de los datos en el registro civil. A nivel internacional, es una de las mejores leyes. Aun así, no nos parece válida porque discrimina a las personas y es “patologista”: tienes que demostrar que tienes una enfermedad mental para justificar que quieres cambiar los datos del registro y además, obliga a seguir un tratamiento. Es decir, si eres una persona transexual y no te diagnostican una disforia de género, no tienes derecho a cambiar tus datos en el registro. En realidad, la mayoría de las personas transexuales no tienen disforia, solo se la inventan. En Estados Unidos se demostró al comprobar con un estudio que todas las personas transexuales daban exactamente los mismos patrones. Aquí está ocurriendo lo mismo: los transexuales van a la unidad que corresponda y saben qué tienen que decir al psiquiatra o al endocrino de turno, cómo tienen que ir vestidos y qué preferencias tienen que mostrar para que les hagan el informe que necesitan para acceder al tratamiento médico hormonal.

Dentro del colectivo transexual, los menores aún están más desprotegidos.

Claro, la ley de 2007 excluye expresamente a los menores y a las personas migrantes. Es sorprendente que discrimina precisamente a los más vulnerables. Yo pienso que eso no puede ser constitucional, no tiene sentido.

¿La transexualidad se detecta antes de la mayoría de edad?

Sin duda. Los transexuales no son cuerpos equivocados, ni están en el cuerpo de otro, ¿de quién sería ese cuerpo? Esas expresiones duelen porque parece que el error está en la persona y no es así: el error está en la interpretación social de esa persona. La transexualidad consiste en que a una persona le asignan al nacer un sexo distinto a aquél con el que se identifica. Y se identifica desde muy pronto, desde los dos o tres años, en cuanto empiezan a hablar y a distinguir el masculino del femenino. Cada uno tenemos nuestra identidad desde que nacemos. Yo no me pregunto desde cuándo me siento mujer. Pensar que la transexualidad no aparece hasta los 18 años viene ligado a una cultura adulto-céntrica, donde los niños no tienen derechos y no se les respeta.

¿Qué supone para los menores transexuales que les obliguen a esperar hasta los 18 años para cambiar sus datos registrales?

Es incómodo en todos los sentidos. Cuando los niños viven con su identidad real, su identidad legal no coincide. Por tanto, tienen un carnet de identidad masculino, por ejemplo, y una imagen completamente femenina. Entonces, tienen problemas para ir a buscar un paquete a Correos, para hacerse el abono de transportes, montar en un avión… En los colegios, las personas que tienen el apoyo de las familias suelen vivir con su identidad real, pero a veces nos cuesta mucho convencer a la dirección de los centros. Por ejemplo, conseguir que un niño utilice el baño que quiera puede ser un mundo. Los padres tenemos que estar peleando todos los días: que le admitan en fútbol, en judo, en ballet…

Para la atención sanitaria, tampoco hay instrucciones claras, depende de la comunidad autónoma en la que vivas. Por eso estamos todo el día mendigando: vas a los sitios, expones tu problema y tienes que esperar a que el que tienes delante, sea un juez del registro civil, un médico o un director de colegio, sea receptivo y comprensivo. ¿Es una cuestión de suerte? Siempre digo que con mi hijo me he dado cuenta de lo que es ser un ciudadano de segunda, no todo el mundo tiene los mismos derechos. Por eso, todos los padres nos volvemos activistas, por necesidad, porque tienes que estar todo el día peleando con algo. Incluso cuando no hay resistencias, es una situación que obliga a dar demasiadas explicaciones. Lo verdaderamente fácil sería cambiar los documentos y ya está. Tenemos ya 25 autos favorables de niños con el nombre cambiado, pero no conseguimos que nos cambien el género en el Registro y, por tanto, tampoco en el DNI. Y no es solo para evitar perjuicios; se trata de que es un derecho, son tus datos, tu identidad. ¿Cómo no vas a tener derecho a rectificar un error que ha cometido otro?

¿De qué depende que esos autos sean o no favorables?

Depende del juez. En Sevilla hay uno que se niega completamente, ni se lee nuestros escritos, da igual lo que le pongas. ¿Qué ocurre? Que la gente ya ni lo solicita. Por eso, el porcentaje de solicitudes varía mucho de unos juzgados a otros. Es una lotería, vivimos dependiendo de la arbitrariedad de los jueces, de su moral, su cultura, sus creencias religiosas…

¿Por qué cree que son la única familia que ha acudido a los juzgados ordinarios para reivindicar el cambio de género?

Hay que reservar fuerzas porque, como comentábamos antes, esto desgasta, consume mucha energía. Además, cuesta dinero, hemos tenido que pagar a un abogado y a un procurador. Para solicitar el cambio de nombre en el registro civil con un expediente gubernativo no hace falta procurador ni abogado. En Chrysallis, tenemos un asesor jurídico que prepara estas solicitudes.

¿Qué suelen preguntar las familias que llaman a Chrysallis por primera vez?

Lo primero suele ser preguntar cómo decirlo al entorno social, tenemos mucho miedo a la pérdida del status. Por ejemplo, cómo contarlo a los abuelos, a pesar de que suele ocurrir que se convierten en los grandes aliados: tienen más libertad, escuchan más a los críos, muchas veces son los que les cuidan… Para comunicarlo en el colegio, en Chrysallis tenemos un modelo de mensaje de Whatsapp para enviarlo a los grupos que suelen crearse entre los padres de los compañeros de clase. Contiene información, es muy rápido y permite enviar el mensaje a todos a la vez. Casi siempre, cuando el resto de los padres tienen la información, cambian de actitud y empatizan. Es algo muy concreto, pero para las familias, en ese momento, con el lío que tienen en su cabeza, es difícil ponerse a expresar lo que ocurre en un mensaje de Whatsapp. También tenemos un cuento para explicarlo en las clases. No hay herramientas para los niños transexuales. Las vamos inventando nosotros y las compartimos con el resto de los niños.

¿A las familias les cuesta asumir la transexualidad de los pequeños?

Hay mucha gente que, al principio, quiere contactar con algún profesional, para que alguien certifique que realmente el niño es transexual. Es una forma de intentar justificarlo socialmente, poder decir que lo ha certificado un médico, un psicólogo… En realidad, los hijos son nuestra responsabilidad. Hasta que la familia no asume que la responsabilidad de proteger al menor es suya, no funciona. También hay gente que sufre una pérdida: durante un tiempo prefieren no verlo y en el momento que dan el paso sufren un periodo de duelo, de pérdida de la persona que creían que era su hijo. Si te has empeñado durante dieciséis años en que tu hijo es una niña, aparecen sentimientos de culpa, de tristeza. Desde el momento en el que dicen el sexo del bebé a una embarazada, empezamos a construir expectativas; con el tránsito, hay que deconstruirlas. Cuanto más sexista y más conservadora es la cultura, peor. También tenemos miedo por los críos, qué les pasará cuando lo cuenten, si sufrirán acoso escolar…

¿Y esos miedos son fundados? ¿Suelen aparecer casos de acoso escolar, por ejemplo?

No. Tenemos estudios que comparan la calidad de vida de los niños y niñas antes y después del tránsito, teniendo en cuenta el acoso, el fracaso escolar… y, desde luego, la conclusión es que el cambio es a mejor 100 %. En realidad, cuando están mal y pueden ser víctimas de acoso es antes del tránsito, porque no son ellos mismos. Pasan de ser el niño del rincón de la clase que intentaba pasar desapercibido a ser niñas felices que se ponen en primera fila en el festival de Navidad. También mejora el ambiente familiar, porque los niños son mucho más felices. Es impresionante ver las fotos antes y después del proceso de aceptación. Para las niñas trans, muchas veces, el día más feliz de su vida es cuando se van con sus padres a comprarse vestidos. De ahí viene nuestro nombre de Chrysallis, de que salen de la crisálida y se convierten en mariposas.

¿El tránsito es más fácil en sitios pequeños como este?

Depende. A mí me hace gracia cuando me llaman las familias por primera vez, porque siempre piensan que su caso es el más complicado. Tienen miedo y les preocupa vivir en un municipio pequeño, vivir en una gran ciudad, que el colegio sea demasiado grande o demasiado pequeño, que sea concertado… Y luego resulta que no pasa nada en ningún sitio: tenemos niños que han hecho su tránsito en un colegio concertado religioso, aunque cueste esfuerzos.

La violencia de género se extiende entre la juventud

  • De los celos y el control al maltrato

  • La violencia de género se extiende entre la población menor. Más del 80% de los adolescentes y jóvenes del Estado de 14 a 19 años afirma conocer o haber conocido algún acto de malos tratos en parejas de su edad

Las redes sociales e Internet han cambiado las formas de relación y comunicación de la juventud a un ritmo vertiginoso

Las redes sociales e Internet han cambiado las formas de relación y comunicación de la juventud a un ritmo vertiginoso (Pablo Viñas)

  • EL era mi príncipe azul. Al principio se comportaba como un gran seductor que me protegía y me cuidaba. Tenía 16 años y estaba enamorada”, relata Ana. “Cuando se consolidó la relación -duró nueve meses- él me pidió que no quedara con mis amigas porque deseaba estar todo el rato conmigo; me controlaba el móvil, las llamadas, mis movimientos. Yo lo percibía como una manifestación de amor, pero ahora sé que era una táctica de aislamiento y que una persona aislada, como era mi caso, resulta más vulnerable y le es más difícil salir del maltrato y todo porque pensamos que los celos forman parte del amor”, recuerda como si fuera hoy, aunque hayan transcurrido ya dos meses desde que diera el primer paso para salir del pozo negro al que le había arrastrado su traumática relación con Mikel, de la que aún arrastra secuelas psicológicas. “Me tengo que medicar y la semana próxima empiezo con el psiquiatra; estoy rota por dentro y lo peor es que he arrastrado a mi familia, a mis amigas, a los que me quieren de verdad”, se sincera esta adolescente de Sestao que ha dejado de ser la pizpireta joven de antes de iniciar la tóxica relación.

    Desde el principio, Mikel de 18 años, demostró ser un celoso empedernido, pero Ana no detectó este síntoma como otra forma de maltrato. “Éramos de la misma cuadrilla y todo empezó a torcerse entre nosotros cuando cada semana me decía que me iba a dejar, que era muy poca cosa; que sin él no valía para nada. Me manipuló de tal forma que me tenía en sus manos; me lo llegué a creer y me convertí en su juguete”.

    Tras una discusión de adolescentes llegó el primer tortazo. “Me asusté y él llorando me pidió que le perdonara , me juró que no lo volvería a hacer y entonces empezó a tratarme como a una reina, a ayudarme a hacer los deberes, a decirme lo mucho que me quería…, yo seguía creyéndole porque estaba enganchada a él”. Sin embargo, “los golpes volvieron a aparecer por cualquier tontería e iban en aumento. Cada vez que me pegaba llegaba luego la reconciliación que él la definía “como una nueva luna de miel”.

    La última paliza que le propinó Mikel llegó en septiembre. Fue de tal calibre que Ana ya no pudo soportarlo más y al llegar a casa, con el cuerpo y la cara amoratados y con la ropa rasgada, el material escolar desparramado, llamó a su mejor amiga y, sin poder dejar de llorar, le contó lo que le sucedía.

    EL MIEDO A CONTARLO “Mi amiga se sinceró con su ama y las dos vinieron a casa a contarle a mi madre lo que me ocurría; yo tenía miedo, estaba aterrorizada y sin fuerzas para decirles que mi novio, que había estado en casas muchas veces, me pegaba. Mi familia, incluido mi hermano mayor decidieron que lo mejor era interponer una denuncia y el juicio saldrá en enero”, explica Ana.

    A las humillaciones públicas entre las víctimas de violencia machista se suma el miedo y la vergüenza. Además, en el caso de la joven sestaoarra tiene el añadido de que la mayoría de la cuadrilla de Mikel no le perdonan que le haya denunciado por agresión: “Creen que es una invención mía. Él les ha contado otra historieta porque es un manipulador y un encantador de serpientes. Afortunadamente mis mejores amigas y mi familia me apoyan; sin ellos no podría salir adelante; volvería con él, porque le hecho de menos; me ha anulado de tal forma que creo que sin él no valgo ”, se confiesa.

    Ana es una de las miles de adolescentes que en el Estado y en Euskadi sufren en sus carnes la violencia machista. Las organizaciones que trabajan en este área advierten con inquietud la normalización de las conductas violentas en el entorno de los jóvenes y el importante papel “transgresor” de las nuevas tecnologías en este ámbito. De hecho, seis de cada 10 adolescentes víctima de violencia de género sufrieron acoso a través del móvil y las redes sociales, según un estudio de la Fundación Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR). Además, y esto es lo mas preocupante, más de la mitad, un 51,1% no era consciente de que estaba siendo maltratada.

    SIN IDENTIFICAR EL MALTRATO “Esto hace que las víctimas no sientan la necesidad de pedir ayuda hasta que la situación es insostenible, y que las adolescentes no identifiquen las conductas de abuso psicológico como, por ejemplo, el control del tiempo de las amistades, la forma de vestir, del dinero, de los proyectos o el chantaje”, explica Ianire Estébanez, psicóloga, especialista en prevención de violencia y formación. “El mito del amor romántico está tan interiorizado que las adolescentes no perciben nada raro cuando sus maltratadores comienzan a agredirlas”, apostilla la psicóloga.

    Más del 80% de los adolescentes y jóvenes del Estado de 14 a 19 años afirma conocer o haber conocido algún acto de violencia de género en parejas de su edad. De hecho, son capaces de identificar una media de cinco actos por persona de violencia ejercida por chicos y una media de 3,7 de violencia ejercida por chicas.

    Además, a lo largo de 2015 se presentaron en el País Vasco 178 denuncias por delitos de libertad sexual. El 41% de ellas eran de jóvenes de entre los 14 y 17 años; el 15% tenían entre 18 a 20 años.

    “Las relaciones de pareja de adolescentes y jóvenes continúan articulándose en torno a mecanismos de posesividad y de control basado en el ideal de la exclusividad, lo que da lugar a un comportamiento potencialmente agresivo por ambas partes, aunque más frecuente y muchísimo más grave por parte del chico”, según se desprende del reciente estudio de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción.

    En las relaciones sentimentales se mantienen los ideales tradicionales. Las parejas se basan en la idea del poder sobre el otro, e incluso el 59,4% de los encuestados están bastante de acuerdo con que “el chico debe proteger a su chica”. Esto se traslada a los tópicos en las relaciones sexuales, en las que ambos sexos coinciden en la idea de que la fidelidad es importante. “Aunque nuestros jóvenes se consideran muy modernos, sus modelos de sexualidad son parecidos a los de nuestras abuelas”, apunta Ianire Estébanez.

    Para esta psicóloga experta en violencia de género, no hay soluciones mágicas contra la violencia que se ejerce contra las mujeres tras siglos de dominación patriarcal, pero falla la educación. “Sólo se actúa y trabaja cuando sucede lo peor; pero eso es trabajar en solo en la dolencia final, cuando lo que debe hacerse es actuar sobre los valores de tolerancia hacia el otro, a saber aceptar los noes”. Y hay pocos recursos para educar en la igualdad desde la infancia. Hay que aprender a gestionar una ruptura sobre todo porque alguien ha dejado de quererme. Estamos actuando sobre el castigo y no la prevención”, subraya Estébanez.

    Las menores reproducen los modelos de las canciones, las películas y la publicidad y piensan que , sin él, no son nada. “Por eso hay que explicarles qué son relaciones afectivas saludables y ayudarles a reflexionar sobre lo que supone una relación basada en el amor, el respeto, la confianza, la comunicación. En las series de televisión que ven las chicas, la desigualdad está tolerada y generalizada”, señala Andrea Momoitio, la experta en género de Pikara Magazine.

    INFLUENCIA FATAL El paso del control a las agresiones sucede rápidamente, reconoce Estefanía, una adolescente alavesa de 17 años, quien tiene protección y su exnovio una orden de alejamiento por los constantes maltratos a la que le sometió durante dos años. Estefanía, de 17 años, como Ana, tuvo la mala suerte de enamorarse de un maltratador, “cuya influencia puede ser determinante en un momento crucial de sus vidas”, añade Estébanez.

    Cuando Estefanía dejó de estar constantemente a disposición de Javi, empezó a sufrir insultos terribles, otra señal clara de maltrato, pero ella no lo atisbaba”. Luego aparece la violencia y es una espiral con fases de luna de miel, tras las cuales vuelven los malos tratos. “ A mí me decía que si le dejaba se iba a suicidar y como le quería, le creía”.

    Pero Estefanía comenzó a tomar conciencia de que tenía un grave problema cuando Javi empezó a llamarla “zorra” porque llevaba minifaldas y “puta” porque seguía hablando con su cuadrilla de toda la vida; cuando le controlaba por móvil y no dejaba de mandarle SMS intimidatorios. “Él vive en una urbanización de Gasteiz y es hijo único y en casa siempre ha estado muy consentido, aunque siempre ha sido problemático. Me alarmé y decidí zanjar la relación cuando me dijo que me iba a encerrar en el sótano de su casa donde nadie me encontraría y que haría de mí lo que él quisiera”, explica la adolescente alavesa.

    Javi continuó acosándola y la familia de Estefanía interpuso una denuncia y el joven tiene una orden de alejamiento. Aunque no sufrió maltrato físico, tiene un largo y tortuoso camino hasta restablecer su autoestima, para recuperar las ganas de vivir. “Me decía que era una mierda y terminé por creérmelo”, sentencia.

Un niño trans de Texas le dice a quien le critica: ‘Tú no eres la persona que me diga quién soy’

Evan Singleton

Evan Singleton

Nadie puede decir que Evan Singleton, de 12 años, es demasiado joven para estar viviendo como hombre. Hace tres años este chico transexual de Texas comenzó a vivir como lo que realmente es, un niño. A pesar de su juventud, es muy elocuente en sus respuestas para aquellos que le critican porque piensan que es demasiado joven para su transición y para el tratamiento de bloqueadores de la pubertad que cuenta con el pleno apoyo de sus padres. La realidad es quenadie sabe cuáles son las ‘causas’ de la transexualidad. El problema más grave es que muchos de estos niños y niñas son estigmatizados o apartados de otros niños y, a veces,tratados con violencia por la sociedad que no acepta la diferencia y que está regida por la opresión de la cisnormatividad.

Pero Evan no se amilana y lo tiene muy claro a la hora de enfrentar a los críticos: “Yo les diría: No eres la persona que me diga quién soy“, ha explicado a Al-Jazeera Latino después de que la Ordenanza de Igualdad de Derechos de Houston fue denegada la semana pasada.

Henderson tiene bastante claro incluso quién cree que tiene el derecho a compartir su opinión sobre de su identidad de género ‘No estoy molestando a nadie. Soy trans pero nadie tiene el derecho a entrar en mi vida y me diga lo que tengo que hacer”, dice, “Mis padres están haciendo un gran trabajo. Yo hago mis tareas, limpio mi habitación, y les ayudo. No es para presumir pero creo que soy un gran chico, me esfuerzo en la escuela, y, por eso, nadie tiene derecho a venir a decirnos a nuestra familia lo que debemos hacer”.

Singleton está inscrito en un programa para jóvenes trans de Dallas, en el Centro Médico de Niños Genecis (Educación de Género, Atención y Apoyo Interdisciplinario). De acuerdo con el sitio web del programa, los bloqueadores de la pubertad otorga un tiempo a estos jóvenes a retrasar la adolescencia para que replanteen su identidad de género a largo plazo.

Su madre acudió a más de 100 médicos para buscar un asesoramiento y ayuda pero no pudo encontrar a nadie que tratara a su hijo hasta que encontró el Centro Médico de la Infancia de Dallas.

“Si hubiera permitido desarrollar mi pubertad, probablemente, habría sido uno de esos chicos que simplemente tienen pechos”, dice Singleton. “Y luego probablemente me hubieran tenido que recluir en una institución mental. Sería realmente horrible”.

Evan confiesa que era sometido a la intimidación y acoso de sus compañeros en clase por ser trans, por eso, en su familia han aprendido la lección, no le quieren perder y le aman porque quieren que sea feliz siendo cómo realmente es, un niño: “No tenía a nadie con quien hablar. Me dolía mucho. Mis compañeros de clase herían mis sentimientos. Intentaron todo para hacerme perder el control“, explica el valiente chico.

Hay muchas teorías sobre la transexualidad infantil, pero hasta el día de hoy, ninguna ha sobrevivido un escrutinio cuidadoso. Es importante en esta sociedad diversa y que cada día se abre más a la pluralidad de géneros creando políticas educativas, culturales y sociales que ayuden a combatir la transfobia y crear ambientes sociales dignos para todos. La sexualidad infantil y, específicamente la transexualidad en la infancia, requiere de más investigaciones no solo en las áreas de la biología genética y la psicología, también es necesario que los sociólogos, antropólogos y otros investigadores de las áreas sociales y educativas se avoquen a este tema; de igual manera es necesario sensibilizar a los maestros, padres y madres de familia, ya que su incomprensión es motivo de rechazo y violencia contra los menores, lo que repercute en el sano desarrollo y la autoestima de estos niñas y niños y por lo tanto también implicará su desarrollo como adultos.

Mendoza ataca a los homosexuales y sus derechos en la apertura de curso de la UCAM

El presidente de la UCAM, José Luis Mendoza, arremetió ayer contra los homosexuales y sus derechos en el acto de apertura de curso de la institución privada católica de la que es dueño. Ante ‘ilustres’ invitados al acto de la Universidad Católica de Murcia, como el polémico arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, el obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, y la secretaria de Estado de Justicia,Carmen Sánchez-Cortés, en su discurso Mendoza aseguró que “el mal llamado matrimonio homosexual es una abominación a los ojos de Dios”. Además, aprovechó su intervención para criticar duramente el aborto y la eutanasia.

Acto de apertura del curso. (Foto UCAM)

Acto de apertura del curso. (Foto: UCAM)

José Luis Mendoza aseguró que la institución a la que representa, que este año ha superado los 17.000 alumnos, va a continuar “esforzándose con el mismo empuje y fe” para ofrecer docencia de excelencia, impulsar la investigación y generar talento, fomentar la creación de empleo de calidad, y “en definitiva, crear riqueza para nuestra sociedad, al reinvertir todos nuestros recursos en ella”.

En relación a la investigación, aseveró que una universidad que no investiga se convierte en una academia de enseñanza, e indicó que la UCAM ha invertido en ella en el 2014 más de 11 millones de euros, y en este año unos 15. Además, Mendoza anunció la creación de un pabellón de más de 15 mil metros cuadrados “donde estará el nuevo UCAM Sports Center, una clínica oncológica, nuevas aulas y el hospital virtual de 2.000 metros cuadrados”. Además, denunció “las dificultades constantes que sufre la institución para desarrollar su labor por parte de quienes tienen interés en que no salgan adelante nuestras iniciativas”.

Lección inaugural de la secretaria de Estado de Justicia

En el acto académico, además de Mendoza, intervinieron Pedro Antonio Sánchez, presidente de la Comunidad; el cardenal Cañizares, monseñor Lorca Planes, y Josefina García Lozano, rectora de la UCAM. También asistieron Antonio Sánchez-Solís, delegado del Gobierno; María Isabel Sánchez-Mora, consejera de Educación y Universidades; Rosa Peñalver,presidenta de la Asamblea Regional, o Silverio Nieto, director del servicio jurídico de la Conferencia Episcopal Española, y encargado de presentar a la secretaria de Estado de Justicia.

Sánchez-Cortés impartió la lección inaugural titulada ‘Reformas para un cambio necesario’, donde desgranó las principales líneas del Programa Nacional de Reformas llevado a cabo por el Gobierno de España en los últimos años. “En el epicentro de la crisis más brutal sufrida jamás en generaciones y haciendo estragos en todos los órdenes de nuestra vida, tomamos las riendas de un país literalmente catatónico”, afirmó, y señaló que gracias a las reformas de la Justicia que han llevado a cabo “hemos hecho de la seguridad jurídica un valor añadido de la Marca España, cuyo prestigio crece cada día, y si ha sido así es porque hemos sabido dar con las tres piezas clave que había que reformar: la gestión, las leyes y una lucha implacable contra la corrupción”.

Por su parte, el presidente de la Comunidad, Pedro Antonio Sánchez, destacó la importancia del sistema universitario regional en la construcción de la sociedad. “Las universidades han de reafirmarse a la vanguardia de la sociedad; su labor es crucial para crear una sociedad crítica desde valores como la responsabilidad y la verdad, tal y como hace esta joven universidad”, afirmó.

“Pikara’ prima la mirada por la igualdad pero con humor y transgresión”

“Madre” orgullosa de ‘Pikara Magazine’, a June le gusta presumir de un pequeño gran triunfo: “Fuimos con ‘Argia’ las primeras en hablar del acoso machista en San Fermín”

BILBAO – A June Fernández le gusta contar historias de personas libres y rebeldes. “También me gusta romper tabúes y provocar cortocircuitos contra los sectarismos” (el mío incluido), dice sonriente, orgullosa de su pícara criatura que celebra este año sus cinco años de vida.

¿Cómo y para qué surgió ‘Pikara’?

-Se creó en 2010 por un grupo de profesionales que habíamos montado la Red Vasca de Periodistas con Visión de Género. El objetivo inicial de Kazetarion Berdinsarea era compartir propuestas y estrategias para incorporar la perspectiva feminista a nuestro trabajo en los medios generalistas y también en medios alternativos, pero hubo un momento en el que comenzamos a echar en falta un espacio propio en el que dar rienda suelta al periodismo en el que creíamos e íbamos desarrollando sin las resistencias y las limitaciones que te encuentras en los medios convencionales.

¿Esa inquietud les impulsó a emprender el proyecto en la web?

-Sí. Al principio nos planteábamos ofrecer periodismo de calidad con perspectiva de género. Esto lo hacíamos siendo críticas con los medios de comunicación generalistas.

¿Por qué?

-Porque en ellos las mujeres apenas protagonizamos el 30% de las noticias y cuando salimos lo hacemos enmarcadas en estereotipos como el de víctima, madres abnegadas u objeto sexual de deseo que lo único que hace es adornar la portada del periódico. Esto nos animó a la aventura de crear un proyecto de comunicación.

¿En qué claves ha funcionado ‘Pikara’ durante estos cinco años?

-El humor y la transgresión han jugado, juegan, un papel importante. Queríamos un periodismo de calidad desde unos criterios no sexistas, pero que fuera atractivo no solo para las ya feministas, sino para un público más amplio. Que el proyecto conectara con necesidades personales de la gente. La fórmula ha sido un éxito. Empezamos con unas 10.000 visitas al mes y ahora superamos las 150.000.

¿Cómo se financian?

-Hemos contado con el apoyo de Emakunde, pero de forma irregular por los recortes. Probamos muchas formas de autogestión. Por una parte animamos a las propias lectoras y lectores a que se hagan amigos y amigas de Pikara. Les llamamos como suscriptoras pagando una cuota anual a partir de los 30 euros al año y reciben la revista en papel que sacamos una vez al año.

¿No temían que el papel lastrara su economía?

-Sí, porque teníamos claro que el proyecto debía ser on line porque era más barato, no teníamos ni infraestructura ni presupuesto para hacer una publicación en papel. Ya llevamos tres números anuales y paradójicamente no solo no ha lastrado nuestra económica, sino todo lo contrario. Lanzamos un crowdfunding para financiarlo, con el cual siempre recaudamos más dinero del mínimo y al mismo tiempo la revista en papel nos ha permitido hacer una ronda de presentaciones por distintas ciudades y afianzar afinidades. Vendemos la revista y muchos materiales tipo merchandising que están teniendo mucho éxito. Al final hemos montado nuestra tienda on line.

¿’Pikara’ es un medio especializado?

-No. El feminismo para nosotras no es un tema, sino que es una mirada. Lo mismo que la mirada que prima en los medios tradicionales suele ser masculina y androcéntrica, nuestra mirada es a favor del empoderamiento de las mujeres y a favor de la igualdad, pero no somos un medio especializado. Lo mismo hablamos de sexualidad, que de ecología, que de salud mental, que de cultura, que de cómics. Somos un medio en el que hablamos de todos los aspectos sociales y culturales porque nos interesan todos los temas, no solo el aborto y la violencia de género. Pero lo hacemos con una mirada transformadora a favor de la igualdad.

¿Qué les distingue de otros medios?

-Que creemos que el feminismo no es solo hablar de igualdad entre hombres y mujeres. Es hablar de una sociedad más libre e igualitaria para todo el mundo. Por eso nos interesa hablar de libertad sexual, de diversidad sexual. Uno de los motivos del éxito de Pikara es que no estamos solo en un tono de denuncia (como el estereotipo de la feminista amargada), sino también porque reivindicamos nuestra libertad para el placer, para divertirnos, para ser gamberras.

El término feminista todavía echa para atrás, ¿por qué?

-Porque el feminismo está muy demonizado. Curiosamente, al principio hablábamos de que hacíamos periodismo con visión de género. Nos costaba decir que éramos feministas por esos complejos. Llegó un momento en el que nos sacudimos los complejos y lejos de asustar hemos llegado más lejos; la honestidad es importante para conectar con la gente.

¿Tal vez las feministas no han sabido transmitir el mensaje?

-Las feministas resultamos peligrosas para el sistema y es normal que haya que desacreditarnos todo el rato. Pero sí que creo que muchas veces las feministas no hemos comunicado bien y no hemos conectado con la gente. En Pikara lo que mejor ha funcionado son las experiencias cotidianas, personales. Empezamos siendo cuatro vascas uniéndonos a gente del territorio español. Ahora el 30% de las visitas vienen de América Latina, lo que tiene gran protagonismo en la revista

¿Cuáles son los artículos que más éxito han tenido?

-Las cartas de las lectoras que cuentan las situaciones de agresiones sexuales que han vivido, pero no hablando de violaciones por parte de desconocidos, sino de cosas que a todas nos han pasado: que te toquen el culo en el metro, que tengas un tío que desde pequeña te decía cosas soeces… Incluso todo lo relacionado con la sexualidad. Vemos que las mujeres llevan en silencio muchas situaciones de acoso, bien en el trabajo, bien el transporte público o en la calle.

Priman la voz de sus lectoras

-Sí. Es clave. Si en el periódico tradicional, por ejemplo, hay una sección de cartas al director de media página, en Pikara hay una sección que se llama Participa donde publicamos las cartas de todo el mundo. Al final tiene tanto peso como los contenidos que generamos las colaboradoras.

¿Cómo se organizan en ‘Pikara’?

-Andrea Momoitio y yo somos las coordinadoras y luego desarrollamos la figura que llamamos colectivo editor, en el que están las compañeras que toman las decisiones de forma horizontal, aunque por motivos prácticos no todas las decisiones pasan por la asamblea.

Houston pone en peligro ser sede de la Superbowl al rechazar una ley contra la discriminación de los gays

¿Se celebrará la Superbowl, o sea, la final de la liga de fútbol americano, el 5 de febrero en Houston, como está previsto?

ordenanza houston contra  homofobia

En teoría, sí. Pero la derogación en referéndums ayer de una ordenanza municipal que prohibía cualquier forma de discriminación por orientación sexual, raza, sexo, nacionalidad o salud ha arrojado dudas sobre el evento. A fin de cuentas, una ley similar aprobada por el estado de Indiana acabo siendo derogada por el coste que tuvo para el turismo.

La ordenanza ha sido tumbada por un amplio margen en un referéndum del que todavía no hay datos definitivos. Y el factor clave de la decisión de las urnas ha sido la equiparación absoluta de los homosexuales y personas que han cambiado de sexo a cualquier otra minoría racial o religiosa o a personas con discapacidades físicas o psíquicas. La norma ya había sido aprobada en más de 200 núcleos urbanos estadounidenses. Entre sus defensores estaban la Casa Blanca y del gigante de la electrónica Apple, cuyo presidente y consejero delegado, Tim Cook, salió del armario hace algo más de un año.

Los conservadores de Houston -qué es la cuarta mayor ciudad de Estados Unidostras New York, Los Angeles, y Chicago, y es la capital del petróleo del país- han estado dirigidos por grupos evangélicos protestantes, han afirmado que la nueva normativa municipal permitiría a hombres vestidos de mujer entrar en baños públicos femeninos y cometer violaciones.

Puede ser un argumento un poco surrealista. Pero, de que no cabe duda, es de que ha sido efectivo. “No a los hombres en baños de mujeres” ha sido el eslogan de la campaña en contra de la ordenanza municipal.

El resultado del referéndum es ciertamente sorprendente si se tiene en cuenta que, en el año 2009, esa ciudad de se convirtió en la primera gran urbe de estados unidos que elegía a un alcalde abiertamente homosexual, Annise Parker, que además se casó el año pasado.

Homofobia en las aulas: “Me planteé acabar con mi vida en más de una ocasión”

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La Unesco ha calificado el acoso homofóbico como un “problema universal”

Saph Rodríguez ni siquiera era consciente de su orientación sexual cuando recibió los primeros insultos. A los 13 años sus padres decidieron cambiarla de instituto porque varios alumnos le propinaron una paliza al grito de “bollera” y “marimacho”. Pero las agresiones, que habían empezado “desde muy pequeña”, continuaron. Ahora, esta asturiana de 24 años ofrece charlas sobre diversidad afectivo sexual en colegios. “Sufrí acoso porque no seguía las normas establecidas, entre los insultos siempre se encontraba la palabra lesbiana”, relata, “pero de mi sexualidad me di cuenta más tarde, con 17 o 18 años”.

Como Saph, son varios los niños y niñas lesbianas, gays o transexuales (o que escapan de los patrones habituales de feminidad o masculinidad) que sufren agresiones por parte de otros compañeros debido a su orientación sexual o identidad de género. Aunque no hay datos oficiales, algunos estudios como el informe elaborado en 2012 por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), revelan en base a una muestra -pequeña, de 325 personas- que un 57% de los jóvenes LGTB ha sufrido algún tipo de violencia física o psíquica en el ámbito educativo.

En ocasiones, la situación llega a un punto insoportable para los propios menores. Con la voz entrecortada al otro lado del teléfono, Saph confiesa que “en más de una ocasión me planteé acabar con mi vida”. “Llegué a pensar que era yo la que tenía la culpa, que algo hacía mal para que la gente no me aceptara”, recuerda.

Según el estudio de la FELGTB, que recopila casi una veintena de estudios realizados a lo largo de siete años, el 43% de los jóvenes LGTB que sufre o ha sufrido acoso ha llegado a pensar en acabar con su vida, un 35% lo ha planificado y un 17% lo ha intentado en una o varias ocasiones.

El estudio corrobora que, en los últimos años, se ha logrado un avance importante y la aceptación de la diversidad sexual entre los jóvenes “es bastante alta”. Sin embargo, el acoso homofóbico sigue siendo una realidad con consecuencias: un 75% de los jóvenes ha sido testigo de agresiones en forma de rumores, insultos o burlas y el 6,4% ha presenciado palizas.

“Un problema universal”

Que el riesgo de suicidio “es mucho mayor entre adolescentes y jóvenes que no son heterosexuales o son trans” es una de las principales conclusiones que se extraen del  protocolo presentado el pasado lunes por el Instituto de la Mujer con el que se pretende evitar el acoso escolar homofóbico. Algo que ha sido calificado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como un “problema universal”.

“Es el más común de los tipos de acoso, está invisibilizado y no se toman medidas para acabar con él”, sostiene José Ignacio Pichardo, profesor de Antropología Social de la Universidad Complutense de Madrid y coordinador del protocolo. Según el experto, el silencio es una de las principales dificultades para atajar este problema, pues solo el 18% de las víctimas se lo ha contado a sus padres o profesores, debido, en muchos casos, al miedo, rechazo o vergüenza a reconocer una orientación sexual o de género.

“Fue algo que llevé en secreto, sentía que no tenía apoyo y era algo que no entendía”, declara Saph, que nunca se lo contó a otros compañeros de clase. El papel del resto de alumnos puede ser fundamental. Sin embargo, los expertos identifican otro escollo que hace que suelan mirar para otro lado y no intervenir. Es lo que llaman el miedo al “contagio del estigma”, que no solo se proyecta sobre los chicos y chicas LGTB, “sino también sobre las personas que salen en su defensa”, explica Pichardo.

El Consejo Escolar del Estado pide planes de igualdad

Ahora Saph recorre los colegios de Gijón con la asociación Xega para hablar de diversidad sexual y “resolver dudas a los alumnos porque hay muchos que no saben de la existencia de otras realidades”. Sin embargo, su organización solo pisa las aulas de los centros que voluntariamente lo solicitan. La mayoría, dice Saph, son públicos. “Algunos católicos lo piden, pero suele haber una atmósfera de desinterés”, analiza.

Para Kika Fumero, profesora de un instituto público de Tenerife, el problema es que el tratamiento de la afectividad y la diversidad sexual se convierte en una decisión de los propios profesores o los centros. Ella ha impulsado un proyecto de inclusión con una tutoría en la que recibe al alumnado LGTB con problemas, entrega material a los tutores o da charlas sobre ello. Sin embargo, es una excepción. “La mayoría del profesorado no se forma en esto ni la diversidad sexual se incluye en las escuelas de forma transversal”, denuncia Kika.

Eso a pesar de que en 2007 el Consejo Escolar del Estado demandó la promoción de “planes de igualdad y de educación afectivo-sexual en las escuelas”. “Si queremos que esto se incluya en las aulas debe haber una apuesta política”, explica Pichardo, que asegura que algunas comunidades como Andalucía y Extremadura “han desarrollado instrumentos específicos contra este tipo de discriminación”. Por eso, el protocolo que ha coordinado pide la creación de un Plan Estatal contra el Acoso, que incluya expresamente la prevención de la homofobia y la transfobia y observatorios que velen por su cumplimiento.

Domínguez resalta que el nuevo decreto de Salud prevé las prestaciones para las personas transexuales

El consejero de Salud del Gobierno de Navarra, Fernando Domínguez, ha explicado que el borrador de Decreto Foral que ha elaborado su departamento, hecho público este miércoles, incluye las prestaciones reconocidas por la ley foral de no discriminación por motivos de identidad de género y de reconocimiento de los derechos de las personas transexuales.

Domínguez ha señalado, en respuesta a una pregunta de Geroa Bai en el pleno del Parlamento, que este borrador de Decreto incluye el diagnóstico y tratamiento médico integral, así como la atención psicológica, psicoterapuética y sexológica.

Además, el Servicio Navarro de Salud prevé elaborar un plan integral de atención a las personas transexuales en el que se recojan los servicios propios de los que dispone el Gobierno y se establezcan también los conciertos pertinentes cuando los recursos públicos no sean los adecuados.

La parlamentaria de Geroa Bai Virginia Alemán ha agradecido la respuesta del consejero y ha lamentado que hasta hoy “no ha habido ningún desarrollo reglamentario de esta ley, lo que ha ocasionado que personas del colectivo transexual navarro hayan tenido que defender sus derechos en instancias judiciales”.

Igualmente, ha felicitado al Gobierno por el borrador de Decreto presentado este miércoles, por el “avance y alcance que supone en cuanto a derechos sociales, de las mujeres y del colectivo transexual navarro”.