El sexismo en una bolsa de patatas

Tres de las pegatinas que han generado quejas

Tres de las pegatinas que han generado quejas.

“Mamá, mira qué pegatina me ha salido en la bolsa de patatas, ¿me la pones?”. La madre, solícita, contempla la pegatina pero, en lugar de acceder al deseo del pequeño, se la mete en el bolsillo. “Mejor la guardamos para luego”. En la pegatinapone “chicas” bajo el dibujo de una bruja. En su réplica masculina pone “chicos” bajo el dibujo de un hombre haciendo pesas.

Son algunas de las pegatinas que pueden encontrarse en las bolsas de ‘snacks’ deGrefusa, y que forman parte de la campaña ‘Grefu Señales‘, que reinterpreta señales convencionales de forma irreverente y con humor. Lo que sucede es que a algunos usuarios no les ha hecho mucha gracia la pegatina de las “chicas”, como tampoco lo ha hecho la que recrea la señal de “Aseos” con el monigote del chico asomado al baño de mujeres.

Han sido las quejas emitidas por algunos usuarios a través de las redes sociales, que señalaban el carácter sexista e inadecuado de las mismas -especialmente porque van dirigidas a menores-, las que han llevado a la compañía valenciana a retirar la pegatina de las chicas y la de los aseos. No así la de los chicos.

“Hemos cambiado la creatividad porque los usuarios no estaban conformes y las hemos sustituido por otras neutras”, explica la compañía. “Una vez tuvimos constancia de los primeros comentarios de usuarios en relación a las pegatinas ‘Aseos’ y ‘Chicas’, de forma inmediata hemos puesto en marcha acciones correctivas”. Por eso, explican, “dejamos de apoyar parte de la comunicación de la promoción y en las piezas donde había difusión quitamos esas señales, incluso en la tira de celofán que acompaña la bolsa”.

También han sido retiradas de la web y se han modificado “todas las imágenes utilizadas en las redes sociales destinadas a difundir la promoción, eliminando las referencias a los iconos cuestionados”.

El problema es que las pegatinas siguen saliendo en las bolsas, porque la distribución de los packs tuvo lugar en agosto y están repartidos por todo el territorio nacional, para garantizar que todo el que quisiera pudiera completar la colección de 46 pegatinas, que da opción a obtener premios.

Reconocen, no obstante, que sabían que tales creatividades estaban “en el límite”y que hubo “discrepancia de opiniones” desde el inicio. “Es un lenguaje en clave de humor y dirigido a adolescentes. Siempre hacemos pruebas con ellos”, explican. Tras los tests, decidieron seguir adelante al entender que “entraba dentro del código de los adolescentes”.

No obstante, defienden desde Grefusa, “son dos de 46 señales, una proporción bastante baja. Puede seguir apareciendo alguna, sin duda, pero de forma residual”. Por cierto, los que están completando la colección, que no se preocupen. Valen tanto las pegatinas retiradas como las nuevas.

Tolerancia cero en los colegios a burlas como ‘maricón’ o ‘bollera’

Dos de los alumnos que inauguraron hace diez años la primera tutoría LGTB en un instituto de enseñanza en España.

Dos de los alumnos que inauguraron hace diez años la primera tutoría LGTB en un instituto de enseñanza en España.

La homofobia y la transfobia constituyen “el principal motivo para el insulto, la burla y el rechazo en los centros educativos”. Así de contundentes se muestran los autores del diseño de un nuevo protocolo con el que se busca erradicar el acoso homofóbico en las aulas, que ha sido presentado este lunes por el Instituto de la Mujer. El objetivo final es que en los colegios haya tolerancia cero a los insultos despectivos como “maricón”, “bollera”, “travelo” o “marimacho”. En el prólogo de este plan para una educación libre de acoso homofóbico, la presidenta del Instituto de la Mujer y para la Igualdad, Rosa Urbón, tacha de “preocupante” la incidencia del acoso escolar por motivos de orientación e identidad sexual. La presidenta también reconoce que se trata de “un fenómeno complejo que no se conoce bien y, por ello, no es fácil que aflore”.

Las estadísticas que manejan los expertos desvelan que tres de cada cuatro jóvenes españoles, el 75%, han sido testigos de agresiones de este tipo en sus centros educativos. Y un 6,4% han presenciado “palizas” contra lesbianas, gays, bisexuales o transexuales. Además, el acoso escolar por motivos de homofobia o transfobia está demostrado que no solo afecta al sufrimiento de las personas jóvenes que los padecen, sino que afecta también “a su desarrollo vital posterior”. El 43% de los jóvenes de 12 a 25 años que han sufrido acoso han pensado en suicidarse. El 17% lo han intentado. El estudio que acompaña a la batería de medidas destinadas a asesorar a los alumnos, al equipo docente y a las familias en el reconocimiento de la diversidad sexual advierte de que la principal dificultad de este tipo de acoso es su “invisibilización”. Es un tipo de acoso que cuando se produce “mayoritariamente no se denuncia por no revelar abiertamente la orientación sexual o la identidad de género”, recuerdan los expertos. En el fondo esto ocurre “por miedo al rechazo”, añaden. El protocolo que se plantea para uso de los centros educativos persigue detectar los primeros indicios de acoso homofóbico, investigarlos y usar esos incidentes también como ejemplos para mejorar la educación en diversidad sexual. Entre otras acciones propone crear asambleas de convivencia de los alumnos e invitar a personas adultas abiertamente gays a contar sus experiencias vitales en las aulas.

Solo Galicia, Cataluña y Extremadura tienen leyes contra la discriminación LGBT

El Instituto de la Mujer publica el primer estudio sobre cómo actuar en las aulas ante el acoso por homofobia o transfobia

Las respuestas de los alumnos españoles ante la diversidad de género y de orientación sexual son distintas a la realidad. Mientras en diversos estudios, ocho de cada diez jóvenes aseguran ser tolerantes con gais, lesbianas o transexuales; sin embargo, tres de cada cuatro afirman a la vez, según recogió en un informe el Instituto de la Mujer, afirman haber visto algún acto de acoso escolar motivado por esta intransigencia. Unos datos que demuestran que la homofobia y la transfobia está presente en algún momento de la vida académica de los alumnos, que tienen la llave para acabar con estas actividades.

Cuando son los propios estudiantes los que intervienen en este tipo de conflictos, su efectividad es mayor que la de una persona adulta y la actuación contribuye a que la situación se disipe más rápidamente. Fomentar la participación de los compañeros de clase para rechazar estos actos es una de las recomendaciones de ‘Abrazar la diversidad’, la primera guía que se publica en España para erradicar la homofobia y la transfobia de las aulas. “El 43% de los jóvenes LGB (lesbianas, gais y bisexuales) entre 12 y 25 años ha considerado suicidarse alguna vez por culpa del acoso”, ha recalcado José Ignacio Pichardo, profesor de la Universidad Complutense y coordinador del informe.

En este estudio realizado por el Instituto de la Mujer se da una guía sobre qué es la homofobia, qué se ha hecho en otros países (Argentina, Bélgica y Canadá) para evitar el acoso homofóbico en los colegios e institutos y los pasos que deben seguir los diferentes actores de los centros educativos. Por ejemplo, a los equipos directivos se les recomienda introducir de manera expresa la educación en la diversidad sexual y la lucha contra la homofobia en los documentos oficiales, favorecer las celebraciones del día del Orgullo LGBT o el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia o tener a disposición material informativo.

Para los docentes, el informe (con indicaciones desde Primarias hasta bachillerato) les aconseja no presuponer la heterosexualidad de todo el alumnado, promover juegos coeducativos no sexistas, responder inmediatamente a los comentarios, chistes y burlas sexistas y mostrar sus consecuencias. Además de estas recomendaciones, la directora del Instituto de la Mujer, Rosa Urbón, ha explicado que ese está elaborando unos planes de formación para profesores que estará a disposición “de aquellos centros que lo soliciten”.

Pero además de los estudios y pautas de actuación, son necesarias leyes. Solo tres comunidades, Cataluña, Extremadura y Galicia tienen leyes específicas sobre LGBT; Andalucía, Canarias, Navarra y País Vasco tienen normas específicas sobre la transexualidad. En cambio, la inmensa mayoría de las comunidades (que son las que tienen las competencias educativas) no hace referencia a la especificidad del acoso escolar por homofobia ni lleva a cabo programas para abordar la diversidad sexual, familiar y de identidad de género.

Aragón, Castilla y León y Comunidad Valenciana hacen mención de “alguna de estas posibles causas de acoso”. En cambio, Asturias, Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, Murcia y la Rioja no hacen mención a la homofobia o la transfobia. El profesor Pichardo ha recordado que los colectivos de LGBT han solicitado la creación de una ley estatal para abordar esta problemática, así como los delitos de odio.

Todo lo que los padres deberían contar a sus hijos sobre sexo

SEXUALIDAD   En contextos familiares

  • En la cotidianidad surgen innumerables situaciones para hablar de sexualidad

  • No se trata de responder a todas sus preguntas sino de acompañarles a buscar las respuestas

familia click

Muchos padres temen que llegue la famosa conversación, que a sus hijos les surja la duda de dónde vienen los niños, la charla de la semillita de papá o, si se trata de adolescentes, del cuidado que deben tener en sus relaciones. Los padres intentan en muchas ocasiones retrasar lo que para ellos es un momento incómodo, pero lo que no saben es que todo cuanto hagan en la vida influirá de forma directa en sus hijos.

Nadie nace con un manual debajo del brazo que diga cómo hay que actuar correctamente, por ello, lo mejor es no programar conversaciones ni cosas por el estilo. Al igual que en los demás aspectos de la vida, es mejor tener estas conversaciones con naturalidad y cuando surjan. “No se trata de que las familias sigan al pie de la letra un curriculum formal, sobre todo porque en la realidad cotidiana surgen innumerables situaciones para hablar de sexualidad. Por ejemplo, a raíz de una serie o película, una escena en la calle o una noticia”, afirma a EL MUNDO Raquel Hurtado, coordinadora del Área joven de la Federación de Planificación Familiar Estatal (FPFE) y sexóloga en Sex and Chester. Cualquier momento puede ser bueno, lo importante es que sean coherentes y naturales, es decir, que se sientan con la libertad de decirles a sus hijos que tienen vergüenza o que no conocen una determinada respuesta.

“No se puede ignorar la educación sexual durante toda la infancia y parte de la adolescencia y esperar a tener la charla, ya que será algo forzado. Es importante haber ido teniendo conversaciones de forma natural, gradual y naturalizar la existencia de la sexualidad”, asegura por su parte Silvia Cintano, directora de la Unidad de Sexología del centro psicológico Instituto Centta de Madrid, quien además ha dado varias charlas en diversos colegios y ha visto a padres muy preocupados con este tema.

A veces, las familias sienten una presión enorme porque piensan que han de tener todos los conocimientos para transmitírselos a sus hijos. Sin embargo, “no se trata tanto de responder como si fueran la Wikipedia sino de que los chicos se sientan respondidos“, añade Hurtado. Por ejemplo, buscando conjuntamente la respuesta o acudiendo ambos a un sitio especializado. Hay preguntas que ni siquiera tendrán una respuesta estándar, la labor de las familias será que los hijos encuentren las suyas propias.

¿Qué influencia tienen?

“La educación sexual es amplia, va más allá de los aspectos biológicos o reproductivos e incluye elementos como la autoestima, las emociones, la comunicación o el placer”, expone Hurtado. Así, la sexualidad no es sólo información sobre el coito es, sobre todo, valores, creencias, actitudes y comportamientos. Los padres hacen educación sexual con lo que hacen, con lo que dicen y también con lo que callan, con sus gestos, con las actitudes que toman ante ciertas cuestiones y con el lenguaje que utilizan.

Un análisis de 13 estudios publicados entre 1980 y 2011 llevado a cabo por Vincent Guilamo-Ramos, de la Universidad de Nueva York (EEUU), concluyó que “los padres (y no las madres) demasiado estrictos o demasiado flexibles suelen estar detrás de un inicio más precoz en el sexo”. Sin embargo, esta conclusión tiene varias lecturas.

Cintano asegura que no se puede afirmar de forma tan rotunda que la educación sexual influya en el inicio de las relaciones sexuales, pero sí que influye en la manera de vivir la sexualidad. Y la explicación que da es clara: “Si a una persona desde la infancia se le envían mensajes negativos sobre la sexualidad (diciéndole que es algo oculto o sucio) desarrollará sentimientos negativos de culpa, una alarma que, unida a diferentes circunstancias, puede desencadenar ciertas disfunciones sexuales futuras. Por otra parte, pensar en una sexualidad sana y naturalizada, hablar de estar preparados, de anticonceptivos, de libertad sexual, de lograr que tomen sus propias decisiones sin coacción o presión social no es incitar a los más jóvenes a tener relaciones sexuales, sino a que estén preparados para cuando decidan vivir su sexualidad de diferentes maneras”.

En la actualidad, en España el inicio de las relaciones sexuales está aproximadamente en los 16 años. Sin embargo, ese comienzo en las relaciones -con penetración- está más determinado por presiones sociales para adquirir un cierto estatus entre sus iguales que por cuestiones de deseos y placer. La experiencia profesional nos muestra que, si bien la edad de esa primera relación en general ha disminuido, el periodo que discurre entre esta primera vez y las siguientes suele ser muy significativo. Por esta razón, “consideramos que lo importante no es tanto la edad a las que se inician unos u otros tipos de relación, sino ayudar a chicos y chicas a tomar decisiones acordes con sus deseos y no con las presiones sociales”, insiste Hurtado.

En cuanto a las familias, es cierto que, por regla general y siempre teniendo en cuenta las diferencias de cada persona y cada familia, “las familias con estilos más intermedios son más capaces de facilitar la autonomía de sus hijos, ayudándoles a tomar mejores decisiones y a ser más coherentes con ellas”.

¿Qué enseñar en cada etapa?

El objetivo es en todas y cada una de las etapas no sólo es mostrarles conocimientos sino ayudarles a que sepan tomar sus propias decisiones, que sean libres a la hora de decidir, que sepan decir ‘sí’ y ‘no’ cuando ellos quieran y sin presiones. Los padres ponen las raíces de esos valores y creencias que luego irán, poco a poco, nutriéndose de otras fuentes.

Por ello es importante en la infancia enseñar, entre otras cosas, las distintas partes del cuerpo, la higiene, la existencia de dos sexos, los diferentes roles de género, los múltiples modelos de belleza, los valores sobre los diferentes tipos de relaciones y, sobre todo, el fortalecimiento de la autoeficacia y la autoestima (soy valioso, soy digno de ser querido, soy único).

En la pubertad y adolescencia, hay que incidir sobre los cambios físicos y psicológicos que surgen en esta etapa -y que son cruciales-, por ello es importante enseñarles el porqué de estos cambios y la razón por la que sienten apetencias nuevas. Enseñarles qué es lo que deben hacer para no dejarse llevar por las emociones y que tomen decisiones sin precipitarse. Hay que informar sobre la respuesta sexual humana, las primeras veces, los deseos y las fantasías, los diferentes modelos de pareja, los métodos anticonceptivos, enfermedades de transmisión sexual, etc. Por otro lado, es importante seguir formando en cuestiones sobre el amor y enamoramiento, la seducción, las posibles dificultades en relación a la orientación del deseo o los roles de género. Y, por último, seguir fortaleciendo la autoestima, autoeficacia y asertividad, en la pareja y para combatir la presión grupal.

“El papel fundamental de los padres es la educación de sus hijos, tanto en conocimientos como en actitudes, valores y conductas de cara a desenvolverse en el mundo. Quieren lo mejor para ellos, que estén lo más protegidos posible. Entonces, ¿por qué ignorar la sexualidad, una parcela de la vida tan natural y característica del ser humano?”, concluye Cintano.

Claves para desmitificar el amor romántico, las princesas y los príncipes azules

Artículo publicado en Otras formas de quererse
principe y princesa
En los cuentos que nos cuentan desde nuestra más tierna infancia, a los varones les enseñan tres cosas sobre el amor:
  • Hay cosas más importantes en la vida que el amor romántico.
  • Hay una mujer destinada a ti.
  • El amor es inagotable e incondicional (como el amor de mamá).
A las mujeres nos enseñan otras tres cosas:
  • No hay nada en la vida más importante que el amor romántico.
  • Hay un hombre destinado a ti.
  • Las mujeres nacen con un don para amar inagotable e incondicionalmente (por eso su objetivo en la vida es ser esposa y mamá).
En los cuentos que nos cuentan, a unos les lanzan un mensaje, y a las otras nos lanzan otro. Para los hombres, el mensaje principal es que el amor es eso que sucede al final de la aventura, después de haber pasado por mil situaciones diferentes, después de que el héroe ha demostrado su fuerza, su valentía, su capacidad para ganar y someter a los enemigos que le van saliendo en el camino, y a los monstruos internos que a veces le paralizan de miedo. Si logra vencerlos, será digno del amor de la Princesa Que Espera, y si fracasa, se quedará solo.
El príncipe azul sabe que vencerá porque siempre se siente querido. Las dudas de amor son para las princesas con mucho tiempo libre que gustan de atormentarse. Ellos prefieren sentirse queridos, útiles, importantes y necesarios para su país o para su comunidad. Los príncipes se saben deseados por las mujeres, respetados por sus enemigos, admirados por sus amigos, venerado por sus súbditos, y mitificados por una bella  muchacha que sufre lo indecible (o que se aburre infinitamente) mientras espera la llegada de su Salvador.
Otro de los mensajes que suelen lanzarnos desde las producciones culturales es que el príncipe azul lleva consigo el amor incondicional de su madre grabado en el corazón, por eso sólo podrá ofrecerle el trono del reino a una mujer que le ame como su madre: de un modo total, sin peros, sin condiciones. Así que nosotras tenemos que sustituir a su madre y convertirnos también en madres de sus hijos e hijas, y ellos, ya saben que las madres aguantan de todo y que por muy mal que te portes, nunca dejarán de quererte.
El mensaje que nos lanzan a las mujeres es que si somos elegidas, tenemos que sentirnos inmensamente afortunadas, porque somos el grandioso premio a su heroicidad, el símbolo del triunfo masculino, el descanso del guerrero, y el botín de guerra que les pertenece por haber salvado al mundo (de las hordas de orcos, de los comunistas rusos, de los terroristas islámicos, de los alienígenas, de los indios norteamericanos, de los mafiosos italianos, de los robots inteligentes y malvados).
Las princesas, nos cuentan, tienen que ser muy pacientes, porque en casi todas las historias el amado siempre tiene mucho trabajo. Y es que por encima del amor está la misión del héroe, que es mucho más grandiosa que la princesa y que él mismo. El héroe primero sirve a la patria, y después obtendrá su recompensa por su trabajo, pero tiene que ganársela: el protagonista de los cuentos de hadas y de las películas de acción ha de demostrar que es un hombre con pleno control sobre sus emociones y mucha “sangre fría” para actuar. Tiene que olvidarse de su tierno corazoncito para matar, aniquilar y destruir al enemigo. Tiene que demostrar que es duro como una piedra, que ejecuta órdenes con la fidelidad de un robot, que es capaz de aguantar el cansancio, el hambre, el dolor de las heridas, el sueño acumulado y todo lo que le echen encima. El premio a sus sacrificios es la princesa que espera en su castillo, les dicen a los niños.
A las niñas les lanzan este mensaje: para la princesa el amor sí es lo más importante, porque la liberará de su encierro o su desgracia. Ella ama el amor porque cree que su vida mejorará, y porque no le han enseñado a pensar en otra cosa que en casarse y cumplir lo que se espera de ella: ser una mujer eternamente agradecida y entregada a su Salvador con absoluta devoción.
Los príncipes han de esforzarse mucho para obtener su recompensa, las princesas sólo tienen que aguantar, esperar, y ser pacientes para que nos amen para siempre. Y esperar solas, claro, sin rivales alrededor.
No es casualidad que las princesas siempre estén solas y desprotegidas, a merced de las circunstancias, y soñando con que alguien se encargue de ella. Nunca tiene un plan propio para escapar del encierro, ni redes de solidaridad y afecto que le ayuden. Las princesas en general son vulnerables, frágiles, sensibles, dulces, heterosexuales, de piel blanca y cabellos rubios. Se aburren mucho, suspiran mucho, y piensan en su príncipe azul a todas horas, creyendo que junto a él encontrarán la felicidad eterna y nunca más estarán solas.


A los chicos les encanta pensar que existe una princesa que lo ama porque sí y sólo piensa en él. Pero además, hay otras mujeres que les desean mucho, como es natural en un macho alfa. El mensaje que les lanzan a ellos es que han de ser fuertes para evitar las tentaciones. En el camino hacia el amor, el héroe se verá seducido por maléficas figuras femeninas que lo atraen hacia el lado oscuro, pero él nunca dejará de pensar en su princesa que espera pacientemente en el castillo a ser rescatada.
El mensaje patriarcal de los cuentos para niños, adolescentes y hombres adultos es que estas maléficas mujeres son libres, potentes, atractivas, y peligrosas, así que sólo has de acercarte a ellas para satisfacer tus necesidades básicas y divertirte un rato antes de encontrarte con tu legítima amada. Sabes que serás perdonado porque son meras necesidades sexuales que “nada tienen que ver” con el sublime romanticismo que le lleva a la Princesa Que Espera.
Al final de la aventura, el hombre puede por fin rendirse ante el amor: es cuando el héroe abre su corazón gracias a la ternura de la amada. Ya ha demostrado lo fuerte y valiente que es, ya ha ganado todas las copas y trofeos, ya ha llegado el momento de asentar la cabeza y formar una familia para asegurar la perpetuación de su estirpe. En los cuentos que nos cuentan, los finales son siempre felices: el héroe rescata a la princesa, se casan y viven para siempre comiendo perdices. Él la protegerá, ella lo cuidará para siempre, ambos vivirán encerrados en su palacio de cristal.
Sin embargo, la Realidad es siempre diferente a la ficción romántica: como cualquier pareja, los enamorados se arrugan y engordan, pierden belleza y alegría, se pelean, se aburren, se hastían, se traicionan, se reconcilian, y nada es tan bonito como nos habían contado. Las princesas y los príncipes no son tan perfectos, por lo que sus historias de amor tampoco lo son.
Descubrirlo personalmente nos decepciona y nos frustra, porque nos sentimos engañados, o porque pensamos que tenemos mala suerte en el amor. Para poder sufrir menos y disfrutar más, tenemos que aprender a despatriarcalizar y a desmitificar el amor romántico, inventarnos otros cuentos con otros mensajes, y construir otras formas de querernos.
He aquí algunas claves para desmitificar el romanticismo patriarcal y para aprender a relacionarse amorosamente con personas de carne y hueso:

Para ellos:

  • Buenas noticias: no hace falta que salves a la Humanidad, ni que seas un héroe, ni que demuestres que eres fuerte, violento, agresivo o dominante para que te amen. Ya no estás obligado a responsabilizarte de todo, y no hace falta que seas el ganador y el vencedor absoluto en todas las áreas de tu vida. No tienes por qué sentirte culpable si no das la talla o no cumples con las expectativas sobre tu virilidad. Basta con que seas una buena persona capaz de construir una relación bonita.
  • El amor es para disfrutar, no para sufrir. El amor es para hacernos la vida más fácil y bonita los unos a los otros, no es un medio para negociar y conseguir otras cosas, ni es un sacrificio que hay que hacer para tener asegurado el cuido y el placer (olvídate de la esposa-criada complaciente que atienda todas tus necesidades como mamá, para más información, el siguiente punto).
  • Definitivamente, la princesa rosa ya no existe. Las mujeres ya no esperan toda la vida ni te aman incondicionalmente: si no te portas bien, si no hay buen trato, si no alimentas la relación, si pactas fidelidad y no cumples, te dejan. La mujer a la que amas no está sentada esperando a que llegues,  no está siempre disponible para ti, ni es tuya, ni su amor es para siempre. Es una mujer libre que está contigo porque quiere estar contigo, sencillamente, en el presente que compartís.
  • No mitifiques a una sola mujer y desprecies a todas las demás. No existen las mujeres buenas y las mujeres malas, por lo que no hace falta que montes jerarquías afectivas que sitúen a una sola mujer en la cúspide del éxito, y a todas las demás las minusvalores. Las mujeres no son “santas” o “putas”, son seres imperfectos y complejos como tú, con sus virtudes y sus defectos, sus errores y sus aciertos. Igual que tú nunca podrás ser tan maravilloso como el príncipe azul, ellas tampoco podrán cumplir con las expectativas del mito de la princesa. Las mujeres libres con autonomía no son peligrosas. No hace falta dominarlas para poder amarlas. No tengas miedo a relacionarte con una mujer de carne y hueso sin la coraza: no muerden.
  • El amor no supone rendirse, no es un virus que te posee y te roba la voluntad, no es el fin de tu juventud, no te convierte en prisionero de nadie, no te convierte en propietario, ni en dominador o dominado. El amor no te roba la autonomía, no es el fin de tu libertad, no te convierte en un “calzonazos”, no te rebaja la virilidad. Así pues, eres libre para relacionarte desinteresadamente con las mujeres o los hombres a los que amas, y para dejarte seducir por la magia del compañerismo romántico que nos sitúa a todos en el mismo plano horizontal. Practicar el amor sin las antiguas estructuras de dominación y sumisión, te liberará de la necesidad de ser superior o de luchar por el poder, con lo cual podrás disfrutar más del amor.
  • Aprende a compartir protagonismos: antes los personajes femeninos de las historias de amor ejercían un papel pasivo, ahora van en su propio caballo, matan a sus propios dragones, toman decisiones, resuelven enigmas, se emparejan y se separan, eligen a sus compañeros, se equivocan, rectifican, y reivindican su derecho a moverse con libertad, y a ser protagonistas de sus propios relatos. Las mujeres son tus compañeras, y los hombres son tus compañeros, y se trabaja siempre mejor en equipo que en solitario. Di no a la soledad, que te hace más dependiente y más vulnerable, y júntate a la gente para dar y recibir amor, para vivir aventuras, para celebrar la vida.
  • El amor no culmina con un final feliz, se construye día a día. No existe la fuente de amor inagotable, no dura para siempre, y no es gratis: para ser amado hay que amar, para recibir hay que dar, para que te traten bien tienes que tratar bien. El amor puedes disfrutarlo en cualquier momento de tu vida si tienes las herramientas y los conocimientos necesarios para construir una relación bonita. No es una meta a la que llegar, es un proceso que se vive en el presente inmediato y se nutre con nuestra creatividad, nuestra generosidad, nuestra capacidad de empatía y de disfrute.
  • Libérate de las cargas del príncipe azul. Por mucho que lo intentes, nunca podrás estar a la altura de los mitos de la masculinidad hegemónica, ni cumplir con todas las expectativas que se despiertan en torno a la figura del héroe con superpoderes mágicos. Ningún hombre es tan guapo, bondadoso, rico, valiente, potente sexualmente, sensible, honrado, luchador, generoso, sabio, culto, divertido, ni tan perfecto como los vemos en las películas (excepto Brad Pitt, y seguro que algún defecto tiene el hombre). Con la edad irás engordando, perdiendo fuerzas y reflejos, tendrás achaques, puede que te quedes calvo, que se arruine tu negocio, que dejes de tener éxito en la vida, que te abandone la buena suerte. Sabiendo que nunca podrás ser tan maravilloso como un príncipe azul, estás liberado de la carga que supone estar siempre demostrando que eres muy hombre, o que eres el mejor: así puedes dedicar tu tiempo y energía a otras cosas más provechosas, como por ejemplo practicar la autocrítica amorosa para conocerte mejor, o trabajarte los miedos que te impiden disfrutar del amor.
  • Los miedos no desaparecen mágicamente, hay que trabajarlos constantemente: en los cuentos los miedos se superan con pócimas, con talismanes, con conjuros o hechizos, con tótems o con magia. Muchos de ellos los has heredado de tu cultura patriarcal: el miedo a no dar la talla en la cama, el miedo a enamorarse ciega e irracionalmente, el miedo a quedarse solo, el miedo a salir de los armarios, el miedo a la infidelidad o la deslealtad de la persona amada, el miedo al “qué dirán”, el miedo al rechazo o a no ser correspondido, el miedo al compromiso, el miedo a que te dominen o te manipulen, el miedo a que se cuestione tu virilidad o tu heterosexualidad, el miedo a perder tu autonomía y tu libertad, el miedo a que te hagan daño, el miedo a fracasar, el miedo que nos da saber que no somos imprescindibles para nadie… hay que liberarse de los miedos, entonces, para poder relacionarse con la gente con libertad, con generosidad, con ternura.

Para ellas:

  • No te esfuerces en cumplir el mito de la princesa rosa: nunca serás tan buena, guapa, joven, sana, dulce, paciente, obediente, conformista y pasiva como esta heroína tradicional, por mucho empeño que le pongas. Además, los palacios son lugares enormes, solitarios, fríos, aburridos, y resulta muy difícil escapar de ellos cuando estás dentro. Dedica tus energías a construir tu propio personaje, y a ser la mujer que te dé la gana de ser.
  • No te esfuerces en buscar al príncipe azul, no existe el hombre ni la mujer perfecta. Somos más felices cuando querremos a la gente tal y como es, sin mitificarla, sin endiosarla, sin rebajarla.
  • El amor no es la solución a todos tus problemas. Si te pasa como a las princesas de los cuentos, que están hartas de la explotación laboral a la que están sometidas, o sencillamente te aburres y tienes ganas de transformar su vida, no esperes a la llegada del Salvador que te rescate de tu situación. Ponte manos a la obra para generar cambios que mejoren tu vida sin depositar esa responsabilidad en nadie más que en ti.
  • Esperar es inútil: en estos tiempos en los que las horas y los meses pasan volando, ya no podemos pararnos a esperar a nadie. Esperar es un acto pasivo que deja en manos de los demás nuestra propia felicidad. No sabemos si nos queda una semana o diez años de vida, así que mejor disfrutar del presente,que es el único tesoro que tenemos.
  • El amor no es sacrificio, renuncia, ni rendición: no tienes por qué olvidarte de ti misma ni de tus necesidades sólo porque tengas pareja. No tienes por qué entregarte en cuerpo y alma si la otra persona no se entrega. No tienes por qué aguantar todo lo que te echen encima “por amor”. Amar no es sufrir: es disfrutar.
  • Hay muchas fuentes de afecto, de placer y felicidad en nuestras vidas, por eso el amor romántico no puede ser tu único objetivo: estas rodeada de gente estupenda que te quiere, y hay mucha más gente estupenda a la que conocer. El romanticismo en pareja es una experiencia hermosa, pero también hay mucho que aprender, que vivir, que experimentar con los demás. El amor es importante en la medida en que no se limite a una sola persona, y en la medida en que nos permita crecer y evolucionar, y repartir amor a la gente que nos rodea.
  • Trabaja tu autonomía económica y tu independencia personal para poder construir relaciones desde la libertad, y no desde la necesidad o el interés. Déjate seducir por la magia del compañerismo romántico, y quiérete mucho, para poder dar amor a los demás. Practica la autocrítica amorosa para conocerte mejor y trabajarte lo que pueda hacerte mejorar. El amor es un arte, y cuantas más herramientas tengas para relacionarte con los demás, más podrás disfrutarlo.
  • Libérate de tus miedos, sal de tus armarios, y no te sientas culpable si te enamoras, o si te desenamoras. Las mujeres no nacemos con un don para amar eterna e  incondicionalmente, y tenemos derecho a juntarnos o separarnos de nuestras parejas cuando lo deseemos. Y siempre estamos mejor acompañadas por otras, que solas.
  • Di no a la soledad: las protagonistas de las historias siempre están solas: no descuides tus redes sociales y afectivas, porque son tu mayor tesoro. Solas somos vulnerables y dependientes, rodeadas de gente a la que queremos somos más libres y tenemos más posibilidades de vivir el amor sin reducir todo a una sola persona. Expande y diversifica tu amor.
  • Disfruta de tu papel protagonista en la historia de tu vida: tú eres la narradora, la guionista, la directora, y la actriz principal. Tú elijes a la gente con la que quieres compartir, tú tomas las decisiones, y tú confías en ti misma a la hora de construir tu historia. Tú eres la que inventas, la que te equivocas, la que rectificas. Trata con mimo a tu propio personaje y a los que te acompañan, os merecéis el mejor trato del mundo.

Desmontando el amor romántico

1. El amor (no) es para siempre: dura lo que dura. Algunos amores duran veinte años, otros dos meses, otros dos días… por eso hay que saborear el presente, y no trasladar tu mente al futuro incierto: la plenitud está en el momento que estamos viviendo, amar es estar presente, parar los relojes, disfrutar del…

Polémica en Puerto Rico por permitir la elección del uniforme por identidad de género

La decisión del Departamento de Educación de Puerto Rico de permitir a los estudiantes o a sus padres seleccionar uniforme de acuerdo a su identidad de género con independencia del sexo levanta polémica en la isla caribeña.

Polémica en Puerto Rico por permitir la elección del uniforme por identidad de género

Polémica en Puerto Rico por permitir la elección del uniforme por identidad de género

El secretario del Departamento de Educación de Puerto Rico, Rafael Román, dijo hoy a la prensa que es exagerada la expectación levantada por el asunto, que saltó a los medios después de que se hiciera pública una circular de esa entidad que establece que los uniformes se podrán escoger con independencia del sexo del estudiante.

La circular, la 16-2015-2016, emitida por el Departamento de Educación el pasado septiembre y que se titula “Directrices sobre el uso del uniforme escolar en el sistema de enseñanza de Puerto Rico, fue divulgada el lunes por una emisora radial de la isla, lo que dio paso a la toma de diferentes posiciones.

Román aclaró que no se está pidiendo a los “nenes vestir de nenas o las nenas de nenes”, sino atender una realidad que se da ya en las escuelas de la isla.

“Hay una realidad, sobre todo en la escuela superior, de padres que han llevado el asunto desde la índole legal de que su hijo tiene una identidad de género y quiere vestir de otra manera”, subrayó el funcionario.

Dijo que en ese sentido lo que se les indica a los directores de escuela en la circular es que no se puede penalizar a un estudiante cuyos padres aprueban que use ropas que son las de uso común del sexo contrario.

Román recordó que la iniciativa sigue a la política de equidad de género que promueve el Gobierno de Alejandro García Padilla y a la legislación existente sobre el asunto.

El portavoz de la plataforma Puerto Rico Para Tod@s y activista de derechos humanos Pedro Julio Serrano dijo hoy a Efe que se trata de una iniciativa positiva que “permitirá que los estudiantes puedan vivir de acuerdo a su identidad”.

Resaltó su rechazo a quiénes apuntan que permitir en la escuela el uso de ropa contraria al sexo de nacimiento puede fomentar el acoso escolar, tras subrayar que esa postura es una “excusa para tratar de culpar a la víctima”.

“Es cómo cuando una mujer es violada y se le echa la culpa”, apuntó Serrano, líder de la comunidad homosexual en Puerto Rico.

La presidenta de la Asociación de Maestros de Puerto Rico, Aida Díaz, subrayó por su parte que se trata de un medida que favorece la igualdad de género, aunque matizó que debería introducirse de forma paulatina.

Díaz indicó que la iniciativa podría, en algunos casos, provocar acoso escolar, justamente lo que se trata de evitar,y advirtió de que cambiar patrones culturales implica un proceso educativo que en Puerto Rico todavía no se ha dado.

El obispo de Arecibo (una de las principales diócesis de la isla), Daniel Fernández Torres, se sumó hoy también a la discusión pública del reglamento sobre uniformes en las escuelas públicas.

La circular “es una consecuencia de la dictadura de la ideología de la perspectiva de género en nuestro país, de lo cual ya estamos viendo los resultados de su imposición en las escuelas públicas”, resaltó el obispo católico en un comunicado.

“Esta ideología no reconoce la naturaleza humana ni la biología. De nuestra parte, hemos estado formando a nuestros feligreses y a todos los cristianos y personas que han decidido asistir a los talleres que se han estado ofreciendo sobre esta ideología y sus consecuencias”, prosiguió el obispo.

Se refirió a un discurso del papa Francisco durante su reciente viaje apostólico a Estados Unidos en el que dijo -recuerda el comunicado-, que “la defensa del ambiente y la lucha contra la exclusión exigen el reconocimiento de una ley moral inscrita en la propia naturaleza humana, que comprende la distinción natural entre hombre y mujer, y el absoluto respeto de la vida en todas sus etapas y dimensiones”.

El gobernador de Puerto Rico ordenó en mayo pasado al Departamento de Educación adoptar una reglamentación para garantizar que en el sistema público de la isla no se dan casos de acoso escolar.

La respuesta fue la circular en la que se establece que no se impondrá la utilización de ropa a estudiantes que no se sientan cómodos por orientación sexual o identidad de género.

Jaque al maricón

Por JAVIER CID

14444165010877

Un buen día, allá en alguna glaciación de pubertad, dejé de contar las hostias que me llevé a las costillas, al puro bazo, por maricón. Por maricón, que pesa mucho, y por aquel entusiasmo sarasa tan mío a cuenta de la serie del momento, Sensación de vivir. En la tremolina de mi adolescencia, ese combo raro de pus y espermas primitivos que es néctar de juventud, habría dado yo un imperio por Brenda Walsh. Y por cada patada que me calzaron aquellos miserables, por cada salivazo, por cada lágrima callada de mi madre, como una grieta, por cada pintada con mi nombre en los muros del colegio (maricón, maricón, maricón), yo me daba un atiborre de Dylan y Brandon y era feliz.

Todavía guardo, en algún cajón de algún desván de esa ciudad del norte, impronunciable, un gran tonelaje de revistas Superpop, que venía a ser el BOE de Beverly Hills. Coleccioné todas las colecciones de los coleccionables que se coleccionaban entonces, desde los cromos de la editorial Panini a los muñecos de Mattel. Los muñecos, como barbies hiperbólicas que estremecieron a mi padre, si bien nunca lo dijo, están en una estantería entre el cactus de Ikea y el exprimidor de Philippe Starck (cosas del feng shui, no se me vaya a descalabrar el karma). Yel álbum de cromos me lo quemó El Chino en algún recreo de algún mes de abril. Por maricón.

Por estas menudeces de hincha amanerado, desvalido, lunático también, reivindico aquella serie que esta semana cumple 25 años. Para mí, que habito desde entonces en la desmemoria para sobrevivir, la efeméride no es cosa trivial: nos ha caído a plomo un cuarto de siglo desde que Brenda le entregase el virgo a Dylan y a mí me hicieran un hombre a topetazos. Como si a ambos nos hubieran desflorado al mismo tiempo.

Dirán los calandracas de la alta cultura que Sensación de vivir era estiércol con maneras de tupé californiano. Protesto, señorías. Míster Aaron Spelling, ideólogo del chiringuito, captó como nadie el frivolismo de palmeras y adulterios en la pedanía de Beverly Hills, los enredos de aquellos dirty 90’s de plexiglás, los refrescos chispeantes en el club náutico y la liturgia mística del descapotable. Basura deluxe. Cálices con Coca-Cola. Chico conoce a chica en el Peach Pit.

Hoy, mientras mis acosadores viven masacrados por el alcoholismo o están en prisión, nos llegan noticias tremebundas desde Los Ángeles: Shannen Dohertybrega contra el cáncer, Jason Priestley se dio a la cocaína y las carreras, como un puto binguero en Marina d’Or, y Tori Spelling, la jamelgona, anda cacareando su ninfomanía en polígrafos de baja estofa o allá donde haya un cheque al mejor postor. Dichosa juventud que se nos fue… en un Porsche Speedster por Sunset Strip.

Y ahora he de tomarme la revancha. Por Brenda. Por mí. Por los gays que fueron y serán. Que arda Twitter. Que viva el hashtag #jaquealmaricon

@javierrcid

Ocho de cada 10 españoles apoya el matrimonio homosexual

El Eurobarómetro sobre discriminación muestra que el apoyo de la población española ha aumentado en 28 puntos respecto al año 2006. El 90% de los españoles ha contestado afirmativamente a esta cuestión, un porcentaje sólo superado en los Países Bajos (96%) y Suecia (95%).

Daniel y Víctor fue la primera pareja que casaba el alcalde de Valladolid

Daniel y Víctor fue la primera pareja que casaba el alcalde de Valladolid.- EFE.

MADRID.- Ocho de cada 10 españoles -el 84%- apoya el matrimonio entre homosexuales, según el Eurobarómetro, lo que sitúa a España entre los países de la UE que están a la cabeza en este sentido, sólo superado por Países Bajos (91%), Suecia (90%) y Dinamarca (87%).

Frente a ellos, la mayor oposición a los matrimonios entre personas del mismo sexo se encuentra en Bulgaria (el 17% de los ciudadanos se muestra a favor de estas uniones), Letonia (19%) y Rumanía (21%).

El Eurobarómetro sobre discriminación realizado por TNS para la Comisión Europea, con un trabajo de campo hecho entre mayo y junio de 2015, muestra que el apoyo de la población española a estas uniones ha aumentado 28 puntos respecto a 2006 -cuando la ley que permitió estos matrimonios en nuestro país llevaba un año vigente-, ya que entonces fue del 56%.

Además, el estudio preguntó a los encuestados (mil en España) sobre si las personas gays, lesbianas y bisexuales deberían tener o no los mismos derechos que los heterosexuales.

La mayoría de los españoles (el 90%) ha contestado afirmativamente a esta cuestión, un porcentaje sólo superado en los Países Bajos (96%) y Suecia (95%).

En total, 16 países de los 28 que forman la Unión Europea tienen un porcentaje superior al 50% de personas que apoyan esta opción, explica TNS en un comunicado.

Las mujeres son más propensas que los hombres a aceptar los derechos de los homosexuales (el 73% de las mujeres está de acuerdo, el 68% de los hombres).

Por edades, los jóvenes entre 15 y 24 años tienen un porcentaje superior de aceptación de estas uniones (el 80%) que las personas de más de edad (por encima de 55 años, el apoyo es del 62%).

El nivel educativo también establece diferencias. Las que acabaron sus estudios con más de 20 años son más propensos a estar de acuerdo (el 67% ), en comparación con las que terminaron su educación a los 15 años (el 49%).

En la actualidad, el matrimonio entre personas del mismo sexo está autorizado en diez países de la UE: España, Países Bajos, Suecia, Dinamarca, Finlandia, Bélgica, Francia, Luxemburgo, Portugal y Reino Unido.

Ocho de cada 10 españoles apoya el matrimonio homosexual

Ocho de cada 10 españoles -el 84 %- apoya el matrimonio entre homosexuales, según el Eurobarómetro, lo que sitúa a España entre los países de la UE que están a la cabeza en este sentido, sólo superado por Países Bajos (91 %), Suecia (90 %) y Dinamarca (87 %).

Imagen de archivo del primer matrimonio homosexual celebrado en Francia.

Imagen de archivo del primer matrimonio homosexual celebrado en Francia. (AFP)

MADRID. Frente a ellos, la mayor oposición a los matrimonios entre personas del mismo sexo se encuentra en Bulgaria (el 17 % de los ciudadanos se muestra a favor de estas uniones), Letonia (19 %) y Rumanía (21 %).

El Eurobarómetro sobre discriminación realizado por TNS para la Comisión Europea, con un trabajo de campo hecho entre mayo y junio de 2015, muestra que el apoyo de la población española a estas uniones ha aumentado 28 puntos respecto a 2006 -cuando la ley que permitió estos matrimonios en nuestro país llevaba un año vigente-, ya que entonces fue del 56 %.

Además, el estudio preguntó a los encuestados (mil en España) sobre si las personas gays, lesbianas y bisexuales deberían tener o no los mismos derechos que los heterosexuales.

La mayoría de los españoles (el 90 %) ha contestado afirmativamente a esta cuestión, un porcentaje sólo superado en los Países Bajos (96 %) y Suecia (95 %).

En total, 16 países de los 28 que forman la Unión Europea tienen un porcentaje superior al 50 % de personas que apoyan esta opción, explica TNS en un comunicado.

Las mujeres son más propensas que los hombres a aceptar los derechos de los homosexuales (el 73 % de las mujeres está de acuerdo, el 68 % de los hombres).

Por edades, los jóvenes entre 15 y 24 años tienen un porcentaje superior de aceptación de estas uniones (el 80 %) que las personas de más de edad (por encima de 55 años, el apoyo es del 62 %).

El nivel educativo también establece diferencias. Las que acabaron sus estudios con más de 20 años son más propensos a estar de acuerdo (el 67% ), en comparación con las que terminaron su educación a los 15 años (el 49 %).

En la actualidad, el matrimonio entre personas del mismo sexo está autorizado en diez países de la UE: España, Países Bajos, Suecia, Dinamarca, Finlandia, Bélgica, Francia, Luxemburgo, Portugal y Reino Unido.

España sí quiere el matrimonio homosexual

Ocho de cada diez españoles apoyan el matrimonio entre personas homosexuales según el Eurobarómetro

'Besada' en Madrid para reivindicar los derechos de los colectivos de gays y de lesbianas

‘Besada’ en Madrid para reivindicar los derechos de los colectivos de gays y de lesbianas. JAVIER BARBANCHO

Ocho de cada 10 españoles -el 84%- apoyan el matrimonio entre homosexuales, según el Eurobarómetro, lo que sitúa a España entre los países de la Unión Europea (UE) que están a la cabeza en este sentido, sólo superado por Países Bajos (91%), Suecia (90%) y Dinamarca (87%). Frente a ellos, la mayor oposición a los matrimonios entre personas del mismo sexo se encuentra en Bulgaria (el 17% de los ciudadanos se muestra a favor de estas uniones), Letonia (19%) y Rumanía (21%).

El Eurobarómetro sobre discriminación realizado por la empresa de encuestas y servicios TNS para la Comisión Europea, con un trabajo de campo hecho entre mayo y junio de 2015, muestra que el apoyo de la población española a estas uniones ha aumentado 28 puntos respecto a 2006cuando la ley que permitió estos matrimonios en nuestro país llevaba un año vigente-, ya que entonces fue del 56 %.

Además, el estudio preguntó a los encuestados (mil en España) sobre si las personas gays, lesbianas y bisexuales deberían tener o no los mismos derechos que los heterosexuales. La mayoría de los españoles (el 90%) ha contestado afirmativamente a esta cuestión, un porcentaje sólo superado en los Países Bajos (96%) y Suecia (95%). En total, 16 países de los 28 que forman la Unión Europea tienen un porcentaje superior al 50% de personas que apoyan esta opción, ha explicadoTNS en un comunicado.

Las mujeres tienen más tendencia que los hombres a aceptar los derechos de los homosexuales (el 73% de las mujeres está de acuerdo, y el 68% de los hombres también). Por edades, los jóvenes entre 15 y 24 años tienen un porcentaje superior de aceptación de estas uniones (el 80 %) que las personas de más de edad (por encima de 55 años, el apoyo es del 62%). El nivel educativo también establece diferencias. Las que acabaron sus estudios con más de 20 años son más propensos a estar de acuerdo (el 67 % ), en comparación con las que terminaron su educación a los 15 años (el 49%). En la actualidad, el matrimonio entre personas del mismo sexo está autorizado en 10 países de la UE: España, Países Bajos, Suecia, Dinamarca, Finlandia, Bélgica, Francia, Luxemburgo, Portugal y Reino Unido