Gay inperioa

RIKARDO. ARREGI

ELIZA katoliko erromakoaren jende batzuek harridura, haserrea edo barre algarak sortzeko duten trebetasuna amaigabea da, agintzen duten paradisua eta infernua bezala; milaka astakeria en-tzun badugu ere, beti egongo da norbait prest aurrerapauso berri bat emateko, torlojuari koska estuago bat egiteko. Orain dela egun gutxi Cañizares artzapezpikua eta kardinala izan da: haren ustez, familia kristaua arriskuan dago zenbait politikari familiaren kontra aritzen direlako gay inperioaren eta hainbat ideologia feministaren laguntzarekin (kontuz ibili feministok, badirudi Cañizaresentzat feminismo onak eta feminismo gaiztoak daudela). Gay inperioarena mundiala da. Niri berehala etorri zait burura Star Wars filmetan agertzen den inperioa. Ez dakit zergatik. Bizantzioko inperioa edo austrohungariar inperioa izan zitezkeen, baina ez, Star Warseko Inperio Galaktikoa izan da bururatu zaidan lehen inperioa, agian inperio guztien artetik txarrena, okerrena, krudelena eta maltzurrena delako, inperio benetan gaizkiñebat.

Cañizares jaunaren argazki batzuk ikusi ondoren, pentsatu dut beharbada berari benetan gustatuko litzaiokeena, gauza guztien gainean, balizko gay inperio horren enperadorea izatea dela: hierarkia katoliko erromakoaren agintari gehienek ez bezala, berak (janzkera arruntak nahikoak izango ez balira) “cappa magna” deiturikoa erabili du, hamabost metro luze duen kapa gorri zetazkoa, atzetik beste pertsona batek eutsi egin behar duena, zeinarekin, zalantzarik gabe, Yogurinha Borovak gauza zorragarriak egingo lituzkeen.

Jai dauka Yogurinhak, Cañizaresek ez dio kapa handirik utziko, eta jai dauka Cañizaresek, ez dago enperadore bat behar duen gay inperiorik. Dagoena da homofobiari aurre egin behar dion jendea, lanean, lagunartean eta familietan (oso kristauak askotan) zailtasunak dituen jendea, eskoletan jazarpena pairatzen duen jendea, irainak eta arbuioak jasan behar dituen jendea, egunero begirada etorkorrak agoantatu behar dituen jendea. Gay inperiorik? Bai, eta laser ezpatak.

«Gay, gitano, ateo y okupa», así se define Lagarder Danciu, el activista que irrumpió en el acto del PP

Este joven rumano que ayer gritó «¡sois la mafia!» al PP se ha enfrentado a grupos neonazis y fue candidato de Podemos

 

«Activista sin techo en defensa de los derechos Humanos, Educador y Aprendiz en la Universidad de La Calle. Gay, rumano, gitano, ateo, vagabundo y okupa que viaja sin destino», así es como se define en su cuenta de Twitter Lagarder Danciu, el activista que este martes irrumpió en un acto del partido Popular en Madrid al grito de «¡sois la mafia!».

Danciu es un joven rumano de 35 años, licenciado en Trabajo Social Y sociología por la Universidad de Bucarest. Llegó a España hace doce años por amor y huyendo de la homofobia de su país. Pasó por Portugal y después por Huelva y Sevilla, donde llegó a trabajar como intérprete para la Policía. Más tarde, dejó su carrera profesional por sus convicciones políticas y se instaló en la calle para intentar ayudar a las personas sin hogar. Además, en 2014, este activista gitano se postuló como candidato a formar arte de los órganos de dirección de Podemos en Sevilla.

lagarder activista

Pero estas no son las únicas acciones que ha protagonizado este activista. Este martes era reducido tras irrumpir en un acto en el que participaba Mariano Rajoy en el parque madrileño del Retiro con gritos de «¡sois la mafia!», «condenáis a la muerte a 5.000 sin techo» y «corrupción». Pero además, el pasado sábado se enfrentaba a un grupo neonazi Hogar Social Madrid durante una manifestación que se celebraba en la capital. Se colocó delante de la cabecera con una pancarta y gritando «fuera los nazis de nuestros barrios. El nazismo se cura con educación».

SOCIEDAD Once estados demandan a la Administración Obama por el manual sobre los baños para transexuales

Un baño 'neutral' en un instituto de California

Un baño “neutral” en un instituto de California. AFP

La controversia en Estados Unidos sobre el uso de los baños por parte de estudiantes transexuales sigue escalando. Hasta el punto de que once estados denunciaron este miércoles a la Administración Obama por el manual federal enviado a las escuelas con directrices sobre la utilización de aseos y vestuarios hace unas semanas.

La demanda registrada en el estado de Texas lleva la impronta del gobernador republicano Greg Abbott, que anunció la decisión en Twitter antes de que el Fiscal del Estado, Ken Paxton, confirmara la denuncia. En ella, los demandantes acusan a la Administración Obama de conspirar para “convertir los centros de trabajo y los educativos del país en laboratorios de un experimento social masivo, saltándose el proceso democrático”.

La causa presentada también sostiene que las directrices federales desoyen “las políticas de sentido común que protegen a los niños y los derechos básicos a la privacidad”.

No es la primera vez que Abbott encabeza un batalla legal contra el presidente Barack Obama. En 2015, lo hizo con las órdenes ejecutivas aprobadas por el presidente en materia de inmigración y que evitarían la deportación casi cinco millones de indocumentados que viven en el país. Una demanda a la que se sumaron dos decenas de estados.

En esta ocasión, se unen como demandantes en la denuncia contra las directrices de los baños los estados de: Alabama, Georgia, Louisiana, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah y Virginia Occidental; la mayoría de ellos con gobernadores republicanos. También se sumaron el gobernador de Maine, Paul LePage; el departamento de Educación de Arizona y distritos escolares del estado.

Todos se oponen a la guía remitida por los abogados de derechos civiles el Departamento de Educación y el de Justicia a los centros educativos públicos advirtiendo que se podría vulnerar el Título IX -que prohíbe la discriminación sexual en las aulas que reciben fondos federales- si no se seguían las directrices. La carta enviada a los colegios, explicaba cómo se debía tratar a los estudiantes transexuales de acuerdo con la ley federal.

Los centros, apuntaba la misiva, debían de tratar a los alumnos de acuerdo con su identidad de género. Según la demanda, la guía pretende “rescribir el Título IX por una orden ejecutiva.

Según el fiscal de Texas, esta es el último intentos de la Administración de conseguir por la vía ejecutiva lo que no puede “lograr a través del proceso democrático en el Congreso”. Paxton acusó a Obama de intentar “amenazar a los centros de Texas para que permita a los hombres tener acceso libre a los baños de chicas”.

¿Por qué debo hablar de sexo con mis hijos?

Los expertos recomiendan hacerlo desde los primeros años de vida

  • A los padres les cuesta hablar de sexo con sus hijos. “Es muy pequeño” o “igual le incito” son las justificaciones más habituales
  • Sin embargo, reciben todo tipo de mensajes sexuales en el entorno
dibujo niño jugando

Ilustración: MIGUEL ÁNGEL MARTÍN

En una cafetería, dos niñas de siete años cuchichean y se ríen. Se dan codazos y por fin una de ellas lanza una pregunta a su madre, al otro lado de la mesa: “Mamá, ¿qué es follar?”. Tras un primer momento de estupefacción, la madre mira alrededor y por fin encuentra una respuesta. Tan previsible, como escasamente útil: “¿Y por qué habláis tan alto?”.

En la misma calle, unos metros más allá, una modelo en ropa interior presume de gafas en un cartel que cubre toda una pared de una óptica. “¿Por qué va desnuda, papá?”, pregunta Pablo, de seis años. El padre se pone tenso y no responde. Cambia de tema. El niño no vuelve a preguntar. Ni cuando pasan ante una marquesina donde dos jóvenes en actitud erótica se abrazan en torno a un frasco de colonia.

Al llegar a casa, pone la televisión. Son las dos de la tarde y, junto a la mosca de la cadena televisiva, las siglas “TP”, indicativas de que el espacio -al menos en teoría- es apto para todos los públicos. Una joven enfundada en cuero dedica un sensual baile a un joven sentado en una especie de trono, hasta que en un momento dado decide acompañarla y juntos ofrecen toda una lección detwerking. Pablo no quita ojo, incluso se sonríe. Pero no pregunta.

¿Qué tienen en común estas situaciones? Que todas son oportunidades perdidas para hablar de sexo con los niños. Porque, en contraste con la sobreabundancia de información y del exhibicionismo en las redes sociales que reina en esta era, en la familia siguen pesando muchos tabúes y falsas creencias que llevan a que la educación sexual en casa continúe siendo una asignatura pendiente, especialmente cuando los niños son pequeños.

“No hay una edad concreta para empezar a hablar de sexualidad con nuestros hijos. Es desde siempre. Quizás una de las cosas que diferencia a los pequeños de los mayores es que simplemente tienes que responder a lo que te pregunten en el momento que te pregunten con una respuesta que sean capaces de entender“, explica Francisca Molero, vicepresidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología. “Lo que sucede es que no tenemos interiorizado realmente qué es la sexualidad para las personas, por eso es difícil transmitirlo”.

La Organización Mundial de la Salud recomienda educar en esta materia desde sus primeros años de vida, pero es frecuente que los padres eludan el tema y no lo traten hasta que la preadolescencia, con las primeras señales del desarrollo. Craso error.

“Normalmente no hablamos de ello, y el problema es que a los niños les llegan estímulos por todas partes”, comenta la psicopedagoga Jessica Vivas mientras muestra algunos de esos estímulos. Lo hace en un colegio madrileño, donde imparte un taller para padres titulado Cómo hablar de sexo con los hijos, organizado por el Instituto Madrileño de Formación y Estudios Familiares y laMancomunidad THAM. Por eso, “si se educa desde el inicio, los niños se van familiarizando y evitamos crear la ‘nube negra’, que lo vean como algo prohibido o negativo”, continúa. O asuman patrones insanos.

Se para en un anuncio -ya retirado- de una marca de lujo que recrea una escena que evoca una violación. “Nosotros, como adultos, lo tenemos asumido, y no somos conscientes del patrón afectivo-sexual y de género que están recibiendo los menores“. Un patrón con frecuencia insano, machista, frívolo, que fomenta el culto al cuerpo y el sexo como competición y sinónimo de éxito. Les llega a través de la publicidad y lo ven también en la televisión, con programas comoMujeres y hombres y viceversa, “con el problema de que los chavales ven a sus protagonistas como ídolos y pueden emularlo en sus relaciones”.

Lo escuchan también en las letras de canciones que hablan de celos, posesión y hasta maltrato, a cuyo son a veces bailan con actitud altamente erotizada niñas que aún no han cumplido los nueve años.

Y los permanentes estereotipos de género en la literatura y el cine. Cuentos clásicos en los que el príncipe es valiente y la princesa, la más bella, y él es el único que puede salvarla y será suya para siempre. Como en tantas historias de Disney. O la saga Crepúsculo: “Si lo piensas”, explica Vivas, “ella tiene que dejar a su familia para irse con él, las relaciones entre ellos son agresivas porque él es un vampiro, ella ha de darlo todo por amor…”. Por eso, anima a deconstruir el amor romántico: acabar con la idea de que por amor todo se aguanta, que si no se sufre no se ama… “Los padres deben transmitir que no basta con que la persona te atraiga físicamente, sino que tienes que pasarlo bien con ella, reírte… Educar en que la pareja ha de gustarte a nivel intelectual”.

No se trata de censurar contenidos -“entonces nos quedaríamos sólo con los documentales de La 2 [y a veces ni eso], bromea-, sino de hablar y cuestionar ese modelo. Las familias a veces no le dan importancia, y la tiene, porque esos mensajes y modelos calan profundamente en los niños“, que aún no tienen la madurez para cuestionarlos.

“Es como poner a aprender integrales a un niño de tres años. Como personas necesitamos etapas para madurar psicológica y psicosexualmente, y el desarrollo del niño no le permite valorar bien los estímulos y puede tener efectos perniciosos“, explica Molero. Desde su punto de vista, el problema es que “cuando trabajamos en educación sexual, la basamos en una educación higienista, de riesgos, y no trabajamos la parte positiva. Hasta que no cambiemos el planteamiento del beneficio que la sexualidad tiene para nosotros como seres humanos, tendremos distorsiones a la hora de comunicar y educar”, añade.

Félix López Sánchez es catedrático de Psicología de la Sexualidad en la Universidad de Salamanca y autor de ‘Educación sexual de los hijos‘, entre otros muchos manuales que sirven de base para talleres como el mencionado. “Exponer a los niños a estos estímulos es dejarles sin infancia, ofreciéndoles una mirada morbosa de la sexualidad y una visión muy negativa de las relaciones sexuales y amorosas”, afirma.

En su opinión, no sólo se puede, sino que se debe hablar con los hijos desde que empiezan a mostrar su curiosidad, ya sea haciendo preguntas, tocándose o incluso masturbándose, algo que -muchas veces para horror de los padres- no es raro desde que son muy pequeños. “La fisiología del placer sexual se puede activar desde el nacimiento, y en torno a un tercio se masturba antes de los 11 años”. Así, el profesor aboga por hablar desde muy temprano -finales del segundo año de vida o tres años-.

Se trata, por tanto, de ir incorporando información a cada situación o momento. Incluso si no preguntan, porque hay niños que no lo hacen. “Cada vez que un niño pregunta es una oportunidad. Si no respondemos, la duda permanece y buscarán resolverla en otro lado”, explica Vivas a los padres devenidos en alumnos. Por eso, siempre hay que dar una respuesta, aunque sea un “no lo sé”, y aunque nos incomode.

Se trata de hablar para fomentar modelos de conducta más sanos, relaciones igualitarias y aportar una visión más humanizada de la sexualidad. En el caso de los más pequeños, aprovechando cada situación y utilizando recursos adaptados a su edad: juegos, fantasías o cuentos. Incluso series de los 80 como ‘Érase una vez la vida‘, a la que una de las madres asistentes dice haber recurrido para explicar la reproducción. En su introducción, una pareja desnuda se abraza hasta fusionarse, dando como fruto un cigoto que después se convierte en bebé.

Hablar desde que son bebés

Pero nunca un “no tienes edad para estas cosas”. Lejos del temor manifestado por muchos padres de si hablar tan pronto de sexualidad con los niños implicará incitarles o adelantarse, López Sánchez cree que hablar es importante porque se trata de responder a una curiosidad natural. “Los niños observan diferencias anatómicas. Además, los medios, la forma de vestir y comportarse de los adultos, hablan de sexualidad. No puede ser que padres, educadores y sanitarios guarden silencio, mientras el mercado habla continuamente de sexualidad”. Para el catedrático, la familia “es la única que puede dar a los niños la oportunidad de vivir una experiencia positiva, formando un apego seguro, aprendiendo que hay personas en las que se puede confiar, y aprendiendo el código de la intimidad”. Un apego que “va a marcar las relaciones que va a tener ese niño cuando vaya siendo adulto con las personas que tiene alrededor”, explica Molero. “Por eso es tan importante”.

Sin embargo, la idea parece no calar: sólo el 7% de los niños aprende educación sexual de sus padres. ¿Y el 93% restante? De medios de comunicación, internet y de amigos. “Algo así como el ciego guiando al ciego”, bromea Vivas, que alerta de cómo informarse a través de los iguales da lugar habitualmente a falsos mitos, temores, además de dejar a los críos expuestos a riesgos como elgrooming, al no haber sido instruidos en cuáles son los límites de la privacidad.

Un problema este último aparejado al uso de teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos con acceso a Internet por parte de niños que aún no tienen interiorizados estos límites. Pequeños de siete años que utilizan juegosonline en la tablet de sus padres, en cuyo chat puede hablarles cualquiera. O el móvil como regalo de comunión sin que vaya acompañado de un ‘adiestramiento’ en materia de privacidad e intimidad para que comprendan la importancia de no publicar o enviar fotos de carácter erótico. Por eso, las redes sociales están llenas de adolescentes, y a veces preadolescentes, en esas actitudes.

“¿Y la presión del entorno? Si todos los niños lo hacen y el tuyo no, al final se sentirá diferente”, plantea una madre. “Si tienen valores arraigados”, contesta Vivas, “la presión del entorno les influirá menos, le darán menos valor a lo que diga el resto. Nuevamente la importancia de la información. “A menudo pensamos que es suficiente con que nuestro hijo sepa que debe tener ‘cuidado’, pero es importante que sepa cómo, por qué, qué puede pasar si no lo tiene”.

Y tan importante como lo que se dice, lo que se hace. Mucha gente jamás ha visto besarse a sus padres o muestras de cariño entre ellos. “Los niños saben que sus padres no son amigos, sino pareja. Y los niños copian modelos. Y esa influencia es mucho mayor que las palabras que les puedas decir”, explica Molero.

Dudas constantes

Igual que el asunto del acceso a internet, en este tipo de talleres para adultos aparecen como una constante las conductas de autoplacer de los niños cuando son tan pequeños. Muchos se agobian porque su hijo se toca y no saben cómo abordarlo. Especialmente con las niñas, ya que la masturbación masculina sigue estando “mejor vista” socialmente que la femenina. Ese “Niña, no te toques ahí” coartará a la pequeña y puede fomentar el tabú, que al final deriva en que algunas mujeres lleguen a las relaciones de pareja con un absoluto desconocimiento.

“Sin reprimir, deben hacerle entender que hay cosas íntimas que forman parte de uno. Como cuando usas el lavabo en lugar de hacerlo en medio del salón”, explica Molero. “Debemos asumir que la sexualidad es algo que tenemos desde que nacemos y que tiene que ver con los sistemas de recompensa. Que fisiológicamente implica una sensación de bienestar: tenemos esa capacidad, la utilizamos y la vamos desarrollando porque su función es estar bien y equilibrarnos emocionalmente”. Por eso, explica la sexóloga, en épocas en las que estamos más ansiosos se pueden tener conductas más compulsivas. Incluso pueden ser reveladores de problemas: “Sucede que niños de tres y cuatro años, sin sexualidad consciente, de repente usan los tocamientos de forma compulsiva. Puede ser un indicativo de un conflicto en casa o en el colegio, porque esa práctica les ayuda a disminuir la ansiedad”.

La educación sexual en familia también es fundamental ante los cambios en el cuerpo, que a menudo a los niños les pillan desprevenidos. “Por ejemplo, hay niñas a las que les viene la regla con 10 años, no saben que deben llevar una compresa por si acaso, que el ciclo es de 28 días, ni que es el motivo de la tristeza o malestar que sienten, porque nadie se lo ha contado”, afirma Vivas, que subraya la importancia de explicárselo también a los chicos y así evitar el tabú y respuestas típicas como “no me hables de eso” o “qué asco”. En España, 134 niñas menores de 14 años fueron madres en 2014, según la Estadística del Movimiento Natural de la Población del INE.

También hay niños a los que comienza a salirles vello a los 7-8 años. Cuenta Vivas que muchos padres son reticentes a que se afeiten o depilen, porque les ven muy pequeños. “Si a ellos les da vergüenza, ¿para qué esperar un año más?”, les pregunta. Recomienda también ser cuidadosos con las bromas, por ejemplo, sobre el incipiente bigote. En la etapa preadolescente son muy sensibles a cómo les ven los padres, y puede devenir en complejos.

Llamar a las cosas por su nombre

Y, por supuesto, llamar a las cosas por su nombre: el pene es el pene. La vagina es la vagina. “Luego sucede que en el cole les hablan en estos términos y, como nunca los han usado, sino que han utilizado eufemismos, les da la risa, y les parece un tabú”.

La psicóloga insiste en la importancia de educar en que cada cuerpo es diferente, que en contra de lo que parecen transmitirse en esos programas de televisión a los que antes nos referíamos, no hay cuerpos mejores y peores. “Cada persona tiene su público”, dice Vivas, que recuerda que los complejos y la baja autoestima en la infancia pueden influir en las relaciones afectivas y sexuales. Una autoestima que también es importante para saber decir que no y prevenir los temidos abusos sexuales. “Hay que dejarles claro, siempre, que las relaciones se tienen porque se quiere, no porque nos lo digan o por presión grupal. Que nadie tiene que tocarte o verte cambiándote de ropa en un vestuario si tú no quieres”.

En definitiva, contestar siempre, aportar información real con ejemplos e incluso tirar de la propia experiencia de uno, “para ellos es muy valioso”. Tener claro que “no se trata de darle una conferencia, sino de responder a inquietudes y dudas, y trabajar la propia sexualidad del adulto desde un ambiente de salud y normalizado”, agrega Molero, que invita a los padres a hacer un ejercicio: “Antes de nada, que hagan una reflexión de dónde ponen el tema sexual, cómo es la sexualidad en sus vidas. Cuando trabajen desde dentro, todo será más fácil”.

Cuando el sexo está en los pies…

pies mujer

Obtener excitación sexual observando, tocando, besando, oliendo, lamiendo y fantaseando con pechos o traseros y reconocerlo es bastante habitual hoy en día. Sin embargo, si esta adoración se refiere a los pies, puede permanecer en secreto. Las extremidades inferiores son relegadas al olvido por la mayoría. Pero también son fuente de pasiones para los denominados ‘fetichistas de pies’.

Arola Poch, psicóloga especializada en ‘footfetish’ y conocida ‘sex blogger’ en ‘La Luna de Arola’, nos muestra los placeres más ocultos de esta práctica y asegura que los pies dan mucho juego.

Este tipo de fetichismo consiste en la obtención de placer erótico y sexual basado en la adoración a los pies, generalmente de otra persona. “Sus seguidores son hombres, en su mayoría, y el objeto de deseo más habitual, el pie femenino, está asociado a la atracción por los zapatos, generalmente detacón alto“, matiza Arola, quien precisa que hay fetichistas de pies a los que no le gustan los tacones.

Por supuesto, jugar con los pies puede utilizarse como inicio de otras prácticas sexuales o para conseguir que sus discípulos más fieles alcancen el clímax sin necesidad de otros estímulos.

Al igual que existen diferentes gustos en cuestión de pechos, con estas extremidades ocurre prácticamente lo mismo. “Un olor natural a pie es también muy apreciado. Incluso hay a quienes les gusta un pie sudado con un olor fuerte”, afirma Arola.

Todo pie puede ser deseado por un fetichista podal y, cuando llega el verano, éstos disfrutan de las maravillosas vistas que las sandalias y playas les ofrecen de manera natural.

ARTE Y CULTURA

En la antigua China los pies pequeños eran signo de belleza, de ahí el uso cruel de vendajes o ‘chánzú’, que deformaban los pies de las mujeres de clase elevada.

Un referente del denominado fetichismo ‘vintage’ fue el fotógrafo norteamericano Elmer Batters que, gracias a su obra sobre el fetichismo de pies, piernas y medias, fue acusado de obsceno y pervertido durante los 50 y 60.

Grandes cineastas declarados fetichistas, como Luis Buñuel o Quentin Tarantino, nos han ofrecido geniales escenas de esa pasión por los pies. Quién no recuerda a este último bebiendo del pie de Salma Hayek en ‘Abierto hasta el amanecer’.

JUGANDO CON LOS PIES

Quienes quieran bajar al pedestal de su compañero/a como vía de evasión erótica pueden consultar la guía de Arola. Ahí encontrarán la múltiples variaciones en torno a las plantas, los deditos, el talón de Aquiles, el empeine… Éste es un pequeño resumen sobre este nuevo universo:

-Masaje. Sencillo, efectivo y gustoso, tanto al recibir como al dar. Sin olvidar los beneficios de la reflexología podal.

-Adoración del pie o ‘foot-worship’. Consiste en lamer, oler, besar o acariciar todos los rincones del pie con pasión.

-Reposapiés o ‘footstool’. Deje sus pies en un taburete humano, colocado a cuatro patas o tumbado en el suelo, a modo de alfombra o ‘human carpet’.

-Pisar o ‘trampling’. El sujeto fetichista se tumba en el suelo o sobre la cama y la otra persona se sube encima. También se puede acariciar con el pie, jugar y moverse de forma más sutil por el cuerpo de esta alfombra humana.

-Cosquillas o ‘tickling’. Hacer o recibir cosquillas en las plantas de los pies de muy diversas maneras.

-Comer de los pies. Haga que su pie, o el suyo, sean el plato que sirva la comida que va directa a la boca o pise algo rico con el pie y deje lamer la suela hasta dejarlo totalmente limpio.

-Masturbación con los pies o ‘footjob’. Hay que ser hábil para acariciar con suficiente destreza y sutileza pero sin hacer demasiada fuerza, sobre todo en determinadas partes… Otro fetiche muy extendido actualmente es el de eyacular en los pies de la pareja.

Tras esta intensiva sesión de ‘footfetish’, quizá haya decidido unirse al mimoso llamamiento podal de la sexóloga Arola Poch porque los pies no sólo sirven para mantenernos firmes, caminar o correr. Creánme.

Jalid y Firas: el amor prohibido que la guerra de Siria no pudo matar

Jalid y Firas se abrazan en su casa de Mersin (Turquía), donde viven a escondidas su homosexualidad

Jalid y Firas se abrazan en su casa de Mersin (Turquía), donde viven a escondidas su homosexualidad. LLUÍS MIQUEL HURTADO

Su refugio es un cuchitril en el que hasta las grietas de sus tabiques desconchados por la humedad rezuman ternura. Jalid y Firas, unidos cada noche sobre un colchón mugriento en el suelo, cubierto primorosamente con una funda floreada. Pagando con una vida miserable el juntar sus corazones contra todo y todos mientras su patria se desintegraba. «Me enamoré de él desde la primera mirada». Su amor se ha convertido en un estigma que entorpece su vida en un exilio, en Turquía, marcado por una pesadilla.

– Cuéntemela, Firas.

– Octavo mes del año pasado. Acabábamos de llegar a Estambul. Dormimos en el piso de un amigo de Jalid. Navegamos por internet en busca de trabajo. Un hombre, alegando ser homosexual y querernos ayudar, nos ofreció trabajo. Concertamos una cita en un lugar extraño a las afueras. Al poco se acercó un Skoda con cinco personas, el conductor hablaba árabe y los otros cuatro ocupantes, que llevaban largas barbas, turco. Nos invitaron a subir. Durante media hora nadie habló. Inquieto, pregunté adónde íbamos. «Al trabajo», me respondieron. Pero no fue así. Recuerdo que paramos en una zona con muchos árboles y un riachuelo. Nos bajaron del coche y empezaron a gritarnos ‘¡Infieles!’. ‘Huyo de Siria para evitar a los islamistas y acabo topándome aquí con sus amigos’, pensé. Fue a peor. Nos arrearon una golpiza que duró varios minutos. Luego nos pusieron de rodillas. A Jalid le colocaron un cuchillo en el cuello; a mí, una pistola en la cabeza. ‘Matamos a infieles como vosotros para purificar el mundo’, nos soltaron. Y volvieron a golpearnos. Luego nos quitaron todo lo que llevábamos, documentación, ahorros y teléfono, y se fueron. Jalid y yo nos quedamos petrificados unos minutos. Luego ahí, solos, nos abrazamos llorando desconsoladamente.

Firas, poeta desde la cuna, pero abogado de profesión, sólo sabe árabe y se comunica con el traductor de Google. Fue maestro en Raqqa, siempreamenazado por un Estado Islámico que mata a gays tirándolos de un balcón. Jalid, de origen palestino, tímido, mirada conmovedora, sólo se comunica susurrando al oído del chico del que se enamoró en una exposición. «Yo estudiaba en Alepo y acudí como actividad extraacadémica a Damasco, donde él exponía sus cuadros», teclea Firas de Jalid. «Me enamoré de él desde la primera mirada», repite. Jalid asiente. «Nuestras familias nunca lo aceptaron, ya sabes, Siria, demasiado conservadores». Jalid asiente.

– ¿Ellos os agredieron?

– A Jalid le golpearon varias veces y su familia lo retuvo en casa. En 2010, fuearrestado por «conducta impropia» mientras estaba de fiesta en un bar con sus amigos. Le raparon el pelo, insultaron y golpearon. Pasó un mes encarcelado. Yo temía que amigos o familiares me delataran al Estado Islámico.

Jalid susurra; Firas teclea.

– En las sociedades orientales la religión domina sobre las tradiciones, y eso lleva a la represión. Se considera que ser gay es anormal. La ley siria considera la homosexualidad un crimen punible con prisión. Ya no te digo en los territorios donde gobierna el Estado Islámico, donde viví solo y ocultando mi homosexualidad porque me podían ejecutar. En Sira no puedes ser gay.

Jalid y Firas se abrazan en su casa de Mersin (Turquía), donde viven a escondidas su homosexualidad2

Tampoco es fácil ser LGBT en Turquía, donde las ONG denuncian falta de amparo legal a las víctimas de ataques homófobos. «El primer problema es el rechazo a ofrecernos trabajo o alojamiento. Eso me ha obligado a dormir en parques y a ducharme en los baños de las cafeterías», relata Yasar, un joven homosexual huido de su Irán natal hace un año. «Las palizas callejeras son constantes y la Policía no hace nada».

Firas está de acuerdo con Yasar. Hoy, en Mersin, en el cuchitril por el que Jalid y él pagan unos abusivos 100 euros al mes, «huimos del mundo». El poco dinero que ahorran es por un reciente trabajo temporal, trasladando barriles de crudo, y pequeñas transferencias de la hermana de Firas, quien muestra una larga lista de SOS enviados a ONG, algunas españolas. Las más solícitas les responden con cuatro líneas compasivas y un vínculo a la web de ACNUR: «Creía que su labor era ayudar, no pasarse la bola unas a otras».

Son pocas las ONG que atienden a refugiados LGBT. LGBT Istanbul asiste a las víctimas de las guerras y persecución en Oriente Medio. «Con el apoyo del consulado de Holanda pusimos en marcha un alojamiento para refugiados LGBT», explica Ebru Kiranci, una conocida activista turca.

Sin fondos para un bote de la muerte hacia Europa, Firas y Jalid se plantean regresar a Siria, de donde se habían fugado, escondidos en coches, para no sufrir ataques de los grupos armados extremistas. «Turquía también es un infierno», teclea Firas. «Las sociedades islámicas no conciben un musulmán y homosexual a la vez. Y eso que yo pensaba que ser musulmán es ser libre. Que Dios es el mismo para todos».

Bolivia aprueba una ley de identidad de género para los transexuales

Permitirá al colectivo cambiar de nombre, ser reconocidos con el sexo de su opción e imagen que eijan, en una medida destinada a evitar su discriminación en el acceso a los servicios sociales.

El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, promulga la ley de Identidad de Género

El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, promulga la ley de Identidad de Género que permitirá a las personas transexuales y transgénero cambiar el nombre y género en sus documentos de identificación legal. EFE

LA PAZ. -Bolivia ha aprobado una ley de identidad de género que permitirá a las personas transgénero cambiar de nombre, ser reconocidos con el sexo de su opción y la imagen que elijan, en una medida destinada a eliminar cualquier tipo de discriminación hacia este colectivo, ha informado el diario boliviano La Razón.

La ministra de Justicia, Virginia Velasco, aseguró que la normativa permitirá al colectivo el acceso a salud, educación y trabajo sin discriminación. En un trámite de no más de 15 días se realizarán cambios en los registro civiles, una información que también se actualizará en instituciones como el Servicio General de Identificación de Personal, Dirección General de Migraciones y Servicio de Impuestos Nacionales.

Ahora las instituciones tendrán un plazo de tres meses para adecuar sus reglamentos a las disposiciones de la ley promulgada.

En un acto en el Palacio de Gobierno, el vicepresidente Álvaro García Linera ha subrayado que esta normativa enriquece la democracia en el Estado y ha exhortado al colectivo LGBT a luchar por el reconocimiento de sus derechos. “Hoy acaba la historia de una proscripción social”, ha asegurado el mandatario, que promulgó la ley en sustitución del presidente, Evo Morales, de visita de estado en Cuba.

García Linera ha afirmado que la democracia es el reconocimiento de “la parte de los que no tiene parte” y ha sugerido a los beneficiarios de la ley a que hagan conocer sus experiencias a la sociedad para reeducar.

La vida invisible de los prostitutos

De izquierda a derecha, el trabajador social Iván Zaro y Eddie, trabajador del sexo

De izquierda a derecha, el trabajador social Iván Zaro y Eddie, trabajador del sexo. ÁNGEL NAVARRETE | GIULIO PIANTADOS

«Condones, lubricantes, folletos VIH, dónde hacerse la prueba, dónde saber si tengo gonorrea, qué pasa si me detienen, dónde se puede solicitar un abogado gratuito…». Toda esta enumeración habita la mochila de Iván Zaro, su «despacho portátil», las herramientas con las que, desde hace 12 años, patea las calles madrileñas con un único objetivo, que los hombres que ejercen la prostitución en la capital conozcan sus derechos sociales y sanitarios. Acaba de publicar el libro La difícil vida fácil (Punto de Vista Editores), un volumen que recoge su experiencia como trabajador social y 12 testimonios sobre prostitución masculina.

Tras las páginas hay historias como la de Eddie, brasileño de 28 años que llegó a España con 22, creyendo que le esperaba una vida mejor, «estable y estudiando». No fue lo que se encontró. «La persona que me recibió en España, brasileño también, acabó cogiéndome el pasaporte, me introdujo en las saunas y me fui adaptando a esa vida. Cuando me devolvieron el pasaporte, ya estaba dentro».

Sin embargo, la de Eddie es hoy una historia de éxito, y fue precisamente conocer a Iván lo que fomentó el punto de inflexión hacia un nuevo camino. A día de hoy continúa ejerciendo la prostitución, sobre todo a través de internet, en páginas web como telechapero.com, pero también se está formando.

«Estudio desde casa un curso técnico en desarrollo de ONG, siempre quise estudiar y quiero hacer Trabajo Social», relata a EL MUNDO. Pero aún no tiene la tarjeta de residencia en España y, además, tuvo que superar una enfermedad, justo cuando el protocolo sanitario español viró y las personas sin papeles dejaron de tener asistencia médica.

«Para mí era una especie de proxenetismo, el Estado le estaba obligando a prostituirse para poder pagar unos medicamentos tan caros, todo lo que Eddie ganaba era para la medicación, no tenía ni para el alquiler ni para nada», sostiene Zaro. «Tuve que gastar mucho dinero, unos 2.500 euros y, psicológicamente, aún no estoy recuperado», prosigue Eddie.

Zaro conoce la realidad de la prostitución desde mucho antes de que comenzara su andadura como trabajador social especializado en el asunto. «Crecí en el madrileño barrio de la Concepción, donde vi muchas cosas desde bien pequeño. Mi abuela tenía una vecina arriba que era prostituta, y he visto a la señora Conchita discutir y reír con su hija, que también ejercía. Para mí, la prostitución no era algo ajeno», relata.

A Eddie lo conoció «en su momento más delicado, su problema de salud era urgente, acuciante, y se le cerraban todas las puertas;en los hospitales le decían que se fuera a su país» y le acompañó «en todo el periplo de exigir, reivindicar y denunciar públicamente la violación de derechos humanos».

Es más, Zaro reconoce que «en la prostitución masculina la inmigración juega un papel fundamental». «La gran mayoría son extranjeros aunque los españoles, a consecuencia de la crisis económica, cada vez tienen mayor representatividad. Los clientes también son mayoritariamente masculinos, aunque también hay un sector femenino en la clientela», resume.

Se acuerda de este Iván, con mochila al hombro de sauna en sauna y también por algunos locales nocturnos, el poeta Luis Antonio de Villena, que presentó el pasado día 19 este compendio de historias y que ha escrito el prólogo que les da pie. «Le recuerdo repartiendo condones cuando acuciaba el sida…», comienza a rememorar el escritor.

«Iván suele emplear el término trabajador sexual, no prostituto. Cuando me pidió el prólogo del libro sólo puse como condición que la profesión se reflejara en él con dignidad y respeto. Y así es como Iván lo ha hecho», avanza.

«La prostitución ejercida por hombres es muy diferente de la que ejercen las mujeres. En el caso de ellas, se repite la figura del chulo que, al mismo tiempo que protege, explota. No lo he visto en el caso de los hombres», cuenta.

Se acuerda de Villena de antaño, cuando los trabajadores sexuales masculinos en España «eran españoles, pobres en su mayoría que se prostituían, en la calle y en algunos bares, y porque necesitaban dinero» practicaban la prostitución. «La expresión que empleaban es ‘me hago una chapa’, dinero que empleaban, por ejemplo, para invitar a su novia», relata. También Zaro menciona en su libro esta expresión, «me hago una chapa», de la que, recuerda Villena, deviene el actual término chapero, para referirse a los trabajadores del sexo.

Sin embargo, según detalla Zaro, es el término gigoló, su estereotipo, el que hace daño. «Mantener este estereotipo es machista y trasnochado, supone perpetuar la aprobación de un rol hipersexual sólo y exclusivamente si eres hombre y heterosexual. Sin embargo, cuando nos referimos a una mujer y a personas LGTB sexualmente activas, parece que la mirada se torna más oscura, se tiende a pensar más en el lado perverso o, aun peor, en el paternalismo de creer ‘que sólo valen para eso’ o ‘no dan para más’», amplía.

También apunta este trabajador social convertido en escritor que «la sociedad se sorprendería al conocer que, en la prostitución masculina, los casos de víctimas de trata con fines de explotación sexual son anecdóticos. Es más bien una forma con la que hacer frente a las necesidades económicas aunque de manera inestable».

Su libro muestra lo invisible: el caso de un niño huérfano de 12 años, edad en la que se inicia en la prostitución, la Puerta del Sol de Madrid como epicentro de la prostitución masculina, los picos -pocos- en los que muchos hombres se acuestan por dinero con otros, las saunas -65 en España dirigidas sólo a hombres-, la prostitución a través de internet -cada vez mayor-, los locales de ocio… Las últimas páginas están reservadas a la esperanza, y ofrecen el caso de tres personas que consiguieron abandonar la espiral de la prostitución.

Hombre con hombre, más estigma

Dice Iván Zaro, el trabajador social que ha hecho posible el libro, que la prostitución masculina tiene un mayor estigma que la femenina porque «hablamos de hombres con hombres. No es lo mismo subrayar tu rol viril, porque culturalmente en España un hombre que va de putas es viril y macho». También desmiente Zaro la idea «de que las mujeres no usen prostitutos». «Se cree que las mujeres pueden follar siempre con quien quieran y es mentira. Pero si son clientes de prostitución no pueden decirlo. Es una sexualidad mermada».

El viaje interior de Mario a María

Ana y David cuentan cómo descubrieron que su hijo nacido varón en 2010 mostraba una conducta claramente femenina

Ser o sentirse diferente a la mayoría suele tener precio. Un precio a veces muy alto. A lo largo de la historia los colectivos minoritarios diferentes han sido sistemáticamente marginados, discriminados y en ocasiones borrados del mapa. En algunos lugares todavía sigue ocurriendo. Cuando la sexualidad entra en juego se exacerban las reacciones. Como las que han sufrido los transexuales, cuyos genitales, al nacer, no se corresponden con el género con el que mentalmente e identifican. No son hombres atrapados en cuerpos de mujer o viceversa, ni mujeres que mudan en hombre o a la inversa.

Ana y David son neuroeducadores. Su trabajo consiste en buscar los mejores métodos de aprendizaje de acuerdo con la capacidad mental de cada persona. Viven y trabajan muy compenetrados y decidieron tener cinco hijos, no por motivos religiosos, sino por ser el modelo de familia ideal a la que aspiraban. Lo que no imaginaban es la sorpresa que el penúltimo de sus cinco vástagos, nacido 2010, iba a depararles. Considerado varón, apenas tuvo uso de razón y capacidad de expresarse mostró claramente una conducta femenina. «En sus juegos adoptaba roles de chica, tenía un gran instinto maternal y con apenas dos años declaraba categóricamente que de mayor sería niña y que tendría tres hijos», cuenta Ana. «Al principio estábamos desconcertados, nos peguntábamos si se trataba de un juego, de una actitud pasajera. Sólo su hermano mayor supo ver claramente la realidad y siendo todavía muy pequeño afirmaba: ‘Mario es una niña’».

Tras un tiempo de dudas e incertidumbre la respuesta llegó a través de un reportaje publicado en EL MUNDO sobre la Fundación Daniela que ofrece información y apoyo a las familias con hijos transexuales. «Nos recomendaron que lo primero que debíamos hacer era verificar si la conducta de Mario se debía a su condición de transexual o simplemente a un comportamiento de género no normativo. Se me ocurrió pedirles a todos mis hijos que pintaran sus autorretratos .Cuando vi el suyo en el que se había representado con pelo largo lo tuve claro. Desde entonces fue María en mi corazón».

De la mano de la Fundación comenzó lo que llaman el tránsito, que no afecta al menor, sino a su entorno: familia, colegio, amistades. El de María fue suave y fluido. Sus parientes la aceptaron como lo que realmente es y acude al colegio de primaria con su pichi y falda.

«Celebramos una reunión con los profesores y otra con los padres de los otros alumnos y no hubo ningún problema», recuerda Ana. «Al contrario, hicimos amistades más profundas con algunos de ellos. Pero tengo que reconocer que durante una época viví muy angustiada ante la posibilidad de que María sufriera rechazo».

Elsa tiene la misma edad de María y su tránsito fue muy parecido. «Con sólo año y medio ya mostraba sus preferencias por la ropa y complementos de chica como las diademas», cuenta su madre Conchi. «Poco después empezó a adoptar roles de juegos femeninos y quería que la llamáramos Princesa».

Tras superar el recelo a un «mundo desconocido y con cierta connotación negativa», acudieron a la Fundación Daniela que les ofreció las claves del cambio. Uno de sus sexólogos dio una charla en el colegio de Elsa y no se produjo ningún conflicto ni problema. «Sus dos hermanas mayores lo han asumido, aunque a la pequeña le costó un poco», dice Conchi.

Ley de Transexualidad

Una vez realizado felizmente el tránsito, la próxima fase que atraviesan los niños trans se inicia con la pubertad. Cuando se llega a esa edad, se deber recurrir a los bloqueadores de hormonas u hormonación cruzada para que los caracteres sexuales secundarios no se manifiesten. Una vez son mayores de edad, deciden si desean someterse a cirugía con el fin de remodelar sus genitales.

La Ley Integral de Transexualidad que se tramita en la Comunidad Valenciana contempla incluir las operaciones de cambio de sexo en la cartera de servicios de la Consellería de Sanidad. De momento funcionan dos unidades, en el Doctor Peset y en el Hospital General de Alicante, donde se realizan operaciones para extirpar matriz y ovarios. Actualmente hay 70 personas trans en lista de espera. La futura ley no incluye sólo este aspecto, sino también educativos y administrativos para acabar definitivamente con la transfobia.

Fundación Daniela

Las familias de Ana y Conchi son unas de las 60 con hijos transexuales o transgénero, como algunos prefieren ser llamados, residentes en la Comunidad Valenciana conectados a la Fundación Daniela. Esta asociación privada nació en septiembre de 2014, «con el fin de dar una información veraz sobre la transexualidad y potenciar nuevas redes de profesionales, tanto en el ámbito clínico como el de la intervención social, la psicología y la educación», explica su creadora, África Pastor. «Nuestro equipo cuenta con un área socio-educativa, otra legal, una médica y coordinadoras provinciales». Pastor es autora de El Libro de Daniela, un texto ilustrado en el que cuenta el caso de su hija que la impulsó a comprometerse con esta tarea que realiza sin ningún tipo de subvención ni ayuda institucional. «Lo escribí para denunciar una situación vergonzosa, el silencio que existía sobre la realidad de los niños y niñas transexuales. Es el libro de mi hija, que ha conseguido que ese silencio tan incómodo deje de serlo».

La Iglesia escocesa vota a favor de los matrimonios gays entre sus pastores

No obstante, prohíbe todavía a los miembros homosexuales de su clero contraer matrimonio

La Iglesia protestante de Escocia aprobó este sábado en Edimburgo la ordenación de hombres y mujeres casados con una persona del mismo sexo, tres años después de aceptar la ordenación de homosexuales.

En 2015, la iglesia escocesa había aplazado su decisión sobre los miembros del clero casados para consultar a las parroquias y tener tiempo para debatir la cuestión.

Ese mismo año, autorizaron en cambio la ordenación de personas homosexuales habiendo contraído una unión civil, pero no matrimonio. “Para muchos, hoy se trataba de clarificar la situación y de adaptarse a la legislación escocesa”, comentó el reverendo John Chalmers. La moción se adoptó por 339 votos a favor y 215 en contra.

Esta iglesia protestante ya adoptó en 2013 una moción que autorizaba la ordenación de homosexuales tras años de debate entre el sector liberal y el tradicionalista. Por su parte, la Iglesia de Inglaterra prohíbe todavía a los miembros homosexuales de su clero contraer matrimonio.