El VIH llega a la tercera edad

Más de la mitad de los afectados en España tiene ya más de 45 años

Ignacio Bernardino, especialista en envejecimiento de personas con VIH. KIKE PARA

El VIH envejece. Dos informes —el proyecto Long View del laboratorio Gilead y un estudio de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH)— calculan que ya más de la mitad de los 90.000 diagnosticados en España tiene más de 45 años. “Su esperanza de vida se aproxima mucho a la población general, pero aún hay una diferencia de unos cinco o seis años”, afirma Ignacio Bernardino, del servicio de Infecciosas del hospital La Paz de Madrid y participante en el trabajo de la farmacéutica.

Ese envejecimiento va asociado con otras enfermedades(comorbilidades). El proceso es común a toda la población, pero en las personas con VIH es más frecuente la diabetes,la insuficiencia renal, la osteoporosis y problemas cardiovasculares como el colesterol y la hipertensión, dice Bernardino.

El trabajo de los farmacéuticos de hospital consistió en tomar los datos de todas las personas con VIH que eran atendidas un mismo día en 81 centros. En total, fueron 1.225, y, aunque aún los datos no se han presentado en el congreso de la sociedad, Ramón Morillo, del hospital de Valme (Sevilla) destaca que un 32% de ellos tomaba otros seis medicamentos aparte de los antivirales, señal clara de la coexistencia de otras patologías.

Morillo señala también que así como el seguimiento del tratamiento contra el VIH (la adherencia) era muy alto, apenas el 50% seguía la pauta con los fármacos para las otras enfermedades. Ello se puede deber a que los antivirales, como se dan en los hospitales, están más controlados, opina Morillo.

No hay una causa clara para que las personas con VIH tengan más frecuentemente otras enfermedades. Uno de los factores es, evidentemente, el virus en sí, son el proceso inflamatorio asociado a la infección; otro, los hábitos de vida del pasado (los infectados tienen tasas más altas de consumo de drogas, tabaco y alcohol que la población general; y el que parece más importante son los efectos adversos de los propios medicamentos. “Aunque eso se va reduciendo cada vez más”, señala Bernardino. De hecho, actualmente muchas veces los cambios de medicación antiviral no se deben a que el virus se haga resistencia, sino a intentar evitar sus efectos adversos y también para aprovechar otros beneficiosos, como el control del virus de la hepatitis B.

El Prado mira en el armario

La pinacoteca diseña un itinerario de 30 obras que reflejan cómo el arte plasmó la diversidad sexual en tiempos de represión. La iniciativa celebra el Orgullo Gay

“Sucio sodomita” fue el insulto público que Baccio Bandinelli, un artista florentino del XVI, propinó a Benvenuto Cellini. Este último le respondió que, por desgracia, él no había sido señalado por los dioses y que los que la practicaban no hacían más que imitarlos. Esta es solo una de las historias que desde ayer desgrana el Prado en su itinerario La mirada del otro. Espacios para la diferencia.La institución ha hecho coincidir la propuesta, que suma 30 piezas, con las celebraciones a fin de mes del World Pride 2017 en Madrid, pero lleva trabajando en ella más de un año.

La pinacoteca se acerca así a su colección con otra mirada, otra luz y hace preguntas a las obras que no se le habían hecho antes, piezas la mayoría de ellas que forman parte de la exposición permanente y no se han movido de su lugar habitual. Supone una invitación a contemplar la realidad histórica de las relaciones entre personas del mismo sexo y de las identidades sexuales no normativas. Lo primero en lo que incide Carlos G. Navarro, comisario del itinerario junto con Álvaro Perdices, es en el rigor: “No es un relato homoerótico de la colección. Está basado en datos históricos incontestables. Por ejemplo, utilizar la palabra homosexual en algunas épocas es un anacronismo ya que el término no aparece hasta el siglo XIX”.

Navarro recalca a EL PAÍS que han leído noticias sobre este proyecto que rezaban: “El Prado se ha vuelto gay. Y, sin embargo, nadie dice que se convierte al catolicismo si exponemos santos”.

Los responsables del museo no se muestran preocupados por la posibilidad de recibir críticas desde fuera. “Lo llevamos en el sueldo”, dijo durante la presentación el director, Miguel Falomir, quien insiste en la palabra “nacional” que figura en el nombre oficial de la institución: Museo Nacional del Prado. De todos, inclusivo, no exclusivo.

Un detalle del lienzo ‘La mujer barbuda (Magdalena Ventura con su marido)’, de José de Ribera. CARLOS ROSILLO

El visitante tiene varias opciones para ir descubriendo otras historias como la de Bandinelli y Cellini, que se narra junto a la Venus de bronce del primero: a través de una audioguía, de visitas guiadas (los miércoles hasta el 26 de julio a las 11.00 y a las 17.00), de un pequeño folleto gratuito o de una publicación, muy manejable, con textos de los comisarios y de otros especialistas. Así de Cellini, se pasa a la Mona Lisa, del taller de Leonardo, o a La historia de Nastagio degli Onesti, de Botticelli, ambas pinturas sirven como excusa para hablar de sus autores, que se incluyen dentro de los perseguidos, pintores que cambiaron su rumbo vital y profesional por ser acusados de sodomía, como deja ver Giorgio Vasari, quien en su Vidas describió a Botticelli como “muy agradable y bien parecido, y que siempre tenía diversión en su taller, donde entraban muchos jóvenes, los cuales se bromeaban y retaban”.

El recorrido está dividido en varias áreas temáticas, entre ella la de los artistas sometidos a juicio. Otra, Amistades inmortales, situada en las salas de escultura, aborda a partir de bustos de Antínoo y Adriano o del conjunto Orestes y Pílades el prestigio que las relaciones entre hombres tenían en la antigüedad clásica. El amor entre iguales se llegó a considerar un estadio superior al amor entre hombre y mujer.

Otra escultura, Hermafrodito, de Matteo Bonuccelli (1652), supone un ejemplo de la parte denominada Engañosas apariencias. Es muy improbable que el visitante del Prado se vaya del museo sin pasar por la sala de Las meninas. Sin embargo, allí está el hermoso hijo de Hermes y Afrodita que enamoró a la náyade Sálmacis y al abrazarse se fundieron en un solo cuerpo, postrado en su lecho sin mirar el lienzo de Velázquez. Y eso que fue el pintor sevillano el que trasladó de Italia esta copia en bronce para Felipe IV. Época, el Siglo de Oro, en la que el término hermafrodito se usaba de manera peyorativa para aludir a mujeres cultivadas. Entre los seres diferentes se pueden incluir Magdalena Ventura, de José de Ribera, también conocida como La mujer barbuda, o Brígida del Río, de Sánchez Cotán, acompañada por este texto de Sebastián Covarrubias de 1610: “Soy varón, soy mujer, soy un tercero / Que no es uno, ni otro, ni está claro…”

El último apartado, Amar como dioses, hace referencia a lo que Cellini le echó en cara a Bandinelli: las narraciones mitológicas en las que predomina la libertad sexual del Olimpo.

Pese a que los comisarios han buscado ejemplos de relaciones lésbicas y algunos han encontrado, no puede faltar la referencia a la poetisa Safo. Lo cierto es que la homosexualidad femenina era y es menos visible que la masculina y el arte no hace más que reflejar esta realidad. Para dar más visibilidad a la mujer se ha elegido como imagen del itinerario El Cid, óleo de la francesa Rosa Bonheur, que pidió permiso en la segunda mitad del XIX para llevar pantalones e introducirse en lugares exclusivos de hombres, como las ferias de ganado, donde observar a los animales que pintaba.

OTROS ESCENARIOS

La celebración del Orgullo Gay se está revistiendo de un marcado acento cultural. Los museos, galerías y salas expositivas de Madrid se están sumando con itinerarios como el Prado —Amor diverso se titula el del Thyssen— o con diferentes exposiciones.

El Museo de Artes Decorativas se revisita en clave homoerótica estableciendo un diálogo entre obras contemporáneas del artista David Trullo y las de su colección en Queer Cabinet. Y el de América ha organizado cuatro muestras en torno a la transexualidad como una característica de todos los grupos humanos en cualquier época. Aborda además cómo cada sociedad tiene una capacidad diferente para reconocer e integrar a las personas trans.

“Tenemos un hijo por gestación subrogada y el cónsul no quiere registrarlo”

Tres parejas gay con hijos nacidos por gestación subrogada en Canadá no pueden inscribir a su hijo como español

Nacho Díaz, a la izquieda, y Jaime Sánchez han sido padres en Canadá por gestación subrogada. CARLOS ROSILLO

Nacho Díaz y Jaime Sánchez tuvieron en febrero un hijo por gestación subrogada en Canadá. Desde que empezaron, el proceso ha durado más de tres años. Optaron por Canadá por la confianza que da a parejas homosexuales y porque las madres gestantes son altruistas, no reciben una compensación. Los padres no tienen ninguna queja de Canadá: “Todos allí se han volcado con nosotros”, dice Sánchez. El problema les llegó cuando debían registrar a su hijo como español en el consulado de Toronto: “Entonces llegamos a nuestro representante, que se supone que debe velar por tus derechos, y se negó a hacerlo”, añade.

Díaz y Sánchez y al menos otras dos parejas gay cuyos hijos han nacido en 2017 en Canadá están metidos en una maraña legal que les impide registrar a su hijo como español. Las consecuencias van desde no poder cobrar la baja por paternidad o el cheque guardería en la comunidad de Madrid a tener que sacarle el NIE al bebé, que vive en España como “turista canadiense”: “Cuando fuimos a comisaría a buscar su NIE, los funcionarios no entendían por qué un niño español debía inscribirse como extranjero”, dice Jordi Piqueras. Hoy su hija está en España sin NIE y solo con el pasaporte canadiense con el plazo de 90 días de estancia permitida ya caducado.

Los padres viven el lío legal como una afrenta a sus derechos básicos. Díaz y Sánchez pidieron una reunión con el cónsul español en Toronto, Pablo Ruiz-Jarabo. El cónsul les advirtió que no iba a cambiar su postura. La reunión se fue calentando y acabó en reproches de los padres al funcionario por sus creencias y valores. “No puede usted perjudicarnos por sus ideas. ¿Qué necesidad hay de pasar por esto?”, le dijo Nacho Díaz al cónsul.

El registro de niños nacidos por gestación subrogada depende en España de una Instrucción de 2010, que pide básicamente una cosa: una sentencia judicial en el país de nacimiento donde el juez certifique que la madre gestante actúa libremente y su renuncia al bebé es consciente e irrevocable.

Esto que parece sencillo para no juristas puede convertirse en una maravillosa arma de interpretación restrictiva. El cónsul de España en Toronto, a través del Ministerio de Justicia, explica a EL PAÍS sus motivos: “En Canadá, la legislación sobre maternidad subrogada no cumple con los requisitos que exige la Instrucción 2010, entre ellos, la intervención de un juez que supervise el consentimiento de la madre gestante a la renuncia de su filiación”. Las tres parejas afectadas disponen de sentencias legales, pero el aparente gran error es que la gestante no está presente ni físicamente ni por escrito ante el juez. Esta novedad se debe a un cambio en la legislación de Ontario -no de Canadá- en noviembre de 2016. De los tres bebés sin registro solo uno nació en Ontario. Los otros dos nacieron en British Columbia y Alberta.

El cónsul puede decidir que una sentencia es insuficiente porque tiene facultades para interpretar el Derecho a su modo. Desde la Oficina de Información Diplomática (OID) del Ministerio de Exteriores defienden que Ruiz-Jarabo “no ha actuado de forma arbitraria”. De todos modos, los padres tienen una vía abierta para recurrir ante la Dirección de Registros en el Ministerio de Justicia, dicen desde la OID. Añaden que para eliminar toda duda futura, sería conveniente “una instrucción nueva que aclare el criterio”. En Exteriores insisten en que la solución depende de la falta de instrucciones claras desde Justicia.

“Es una vergüenza”, dice la abogada canadiense Sara Cohen. “Bajo la ley provincial, los padres intencionales son los padres y la gestante ya no lo es. Si España no lo reconoce, deja la seguridad de estos niños en peligro.” No es algo sin embargo que ocurra solo en un consulado español: “Cuando una pareja canadiense va al extranjero y tiene un hijo allí, tienen que ir al consulado de Canadá y siempre hay reglas distintas”, dice Sheetal Maya Nanda, abogada canadiense especializada en inmigración. “Mis clientes me piden que les dé una garantía del 100% de que algo va funcionar. Pero desgraciadamente cuando hay gente tomando decisiones acaba siendo subjetivo”, añade.

El papel de los políticos

La responsabilidad de una legislación nueva que aclare estos embrollos es de los políticos. Ciudadanos presentó una iniciativa en febrero para regular la subrogación, que fue recibida con poco entusiasmo por los otros partidos.Para complicar aún más el panorama, el Comité de Bioética publicó un informe el 19 de mayo donde proponía prohibir la subrogación. Entre ambos polos, hay docenas de familias en trámite que tratan de sortear dificultades legales insospechadas para registrar a sus hijos. En Canadá hay, al menos, otros cuatro embarazos subrogados que salen de cuentas antes del fin del verano. Un proceso de subrogación en Estados Unidos ronda los 100.000 euros y en Canadá, los 60.000, pero no son los únicos países donde se hace.

Hasta el cambio en Ontario de noviembre, el consulado pedía para inscribir al niño que el padre biológico -en el caso de parejas gay, uno de los dos- apareciera en el registro junto a la gestante y que el otro miembro adoptara al bebé una vez de vuelta a España. Este proceso sin embargo implica desequilibrio en las parejas: “Siempre aparecerá que uno de los dos ha adoptado. Siempre habrá un padre que es adoptivo”, dice Nacho Díaz. El bebé tendría además apellidos distintos en sus primeros años de vida: para Canadá tendría los apellidos de los padres reales y para España, un apellido de la gestante. Nadie sabe con certeza qué pasaría con ese bebé si el futuro padre adoptivo rompe su acuerdo mientras el niño tiene apellidos distintos.

El reto en España es eliminar la inseguridad jurídica de las familias que optan por esta vía: “La solución debe pasar porque no dependamos de quién se siente en la silla. Si dependemos de eso, la inseguridad jurídica va a continuar”, dice Ana Miramontes, abogada especializada en asuntos de subrogación. En Toronto, por ejemplo, el cónsul anterior a la llegada de Ruiz-Jarabo en agosto de 2014 ponía menos trabas a los registros. Una solución maliciosa para parejas con problemas es esperar al reemplazo de Ruiz-Jarabo -a quien le queda un otro año en Toronto- y esperar que el nuevo cónsul sea menos estricto.

La gestación subrogada es un ámbito tan poco transparente que hasta las cifras son un agujero negro: “No hay números en ningún lugar sobre cuánta gente entra en acuerdos de subrogación”, dice Marilyn Crawshaw, profesora de la Universidad de York. En Reino Unido, por ejemplo, los padres deben pedir una “orden parental” para ser ambos progenitores al mismo nivel del bebé subrogado. Desde 1995 hasta 2015, el número de estas órdenes no llega a 2.000, aunque ha crecido mucho en los últimos años. La profesora Crawshaw ve factible un número tan pequeño: “Es un área en la que hay mucha especulación sin datos”. La legislación española no ha puesto de momento remedio.

“Marica, ¿qué haces en esta discoteca?”

Victoria Gómez, una mujer transexual de 34 años, es víctima de una agresión en una discoteca de Madrid

Victoria Gómez, mujer transexual agredida en Madrid

Victoria Gómez Cruz, una mujer transexual de origen hondureño y asilada en España, fue agredida el pasado enero en una discoteca en Puente de Vallecas (Madrid). Un hombre, que reconoció como parte del equipo de seguridad del club, le reprochó su presencia: “qué hace una marica en una discoteca de heterosexuales”. Los delitos de odio aumentan levemente pero de forma constante cada año en España. El Ministerio del Interior cuantificó 1.328 incidentes de este tipo en 2015, de los cuales 169 fueron provocados por la orientación o identidad sexual de la víctima, según el último informe de esta institución.

La joven, de 34 años, frecuentaba los fines de semana el club latino Melao en este distrito madrileño. “Me gustaba ir allí porque me sentía más cerca de mi cultura. Van muchos hondureños y dominicanos”. El agresor se acercó a Gómez mientras esta bailaba con sus amigas y le dijo que se fuera del local “que no quería ver maricones allí”, según cuenta la afectada. “Cuando salí a fumar me dio un golpe y perdí el conocimiento. Después me pateó y finalmente me pisó la cara contra el suelo”. Los responsables del local no han querido hacer comentarios sobre este incidente, aunque señalan que “fue algo que sucedió en la calle y no en la discoteca”.

Tras la agresión, Gómez estuvo ingresada unas horas en el hospital Infanta Leonor. El informe médico detalla que tenía múltiples contusiones y un hemotoma en el lado derecho de la cara. Arcopoli, la asociación LGTB de la Comunidad de Madrid, le dio asistencia jurídica en el proceso de denuncia. Arturo Moreno, técnico de Arcopoli, acompañó a la víctima y cuenta que, aunque en este caso el trámite fue largo, finalmente la denuncia se efectuó tres días después de la agresión, un paso que solo da el 25% de los afectados. “Los agredidos piensan que no sirve de nada o no le dan importancia y otros tienen miedo”.

Gómez lleva el flequillo teñido de morado y sombra de ojos del mismo color. Llega a la entrevista en la Puerta del Sol de Madrid y espera sentada en una fuente de la plaza. Cuenta que un hombre acaba de acercarse a pedirle el teléfono. “Estoy acostumbrada a este tipo de cosas cuando ando por esta zona”. Asegura que aunque hay días que se derrumba emocionalmente no puede permitirse estar parada. “El miedo es el principal obstáculo de los transexuales para salir de día, la transexualidad solo se ve por la noche. Mi forma de vestir y el maquillaje es una forma de provocar a la sociedad y de manifestar que no hay que tener miedo de asumirse”.

Esta mujer, pedagoga y activista de los derechos LGTB en Honduras, llegó hace un año a España como asilada internacional. “En mi país tenía que esconderme, siempre andaba por la calle acompañada y me gritaban cosas”. Pero la integración no ha sido como esperaba. No tiene trabajo y ha tenido dificultades para encontrar vivienda. “He enviado mi currículum para trabajar como camarera y en call centers pero cuando me llaman para una entrevista y escuchan mi voz dicen que el puesto ya ha sido ocupado”. En la búsqueda de piso le ha pasado lo mismo. “Imagino que piensan que soy trabajadora sexual y que el piso se va a convertir en un prostíbulo. No me lo han dicho, pero lo noto”. “Muchas transexuales se prostituyen para sobrevivir, pero yo no pienso llegar a eso aunque es a lo que te empuja la sociedad”.

El grupo parlamentario de Unidos Podemos registró a principios de este mes de mayo una proposición de ley en el Congreso para la igualdad del colectivo LGTB, que recibió el apoyo de todos los grupos a excepción del PP, que aún no se ha posicionado. El presidente de FELGTB (Federación Estatal de Lesbianas Gais Transexuales y Bisexuales), reivindicó la urgencia de legislar a nivel estatal para completar las leyes autonómicas y para que “cada uno pueda ser, parecer, mostrarse e dentificarse como quiera”.

“El despertar de Victoria del país de las maravillas”, así se llamará el libro que Gómez escribirá para contar su sorpresa ante la poca aceptación de los transexuales en España, ironiza la afectada. “Lo positivo, de momento, es que aquí considero que nadie va a asesinarme”.

Diario visual de Vera y Victoria, dos chicas enamoradas

Dos jóvenes, una de ellas transexual, abrieron su vida íntima tres años a la fotógrafa Mar Sáez para componer un poema de amor con imágenes en un libro y una exposición

Vídeo e imágenes de ‘Vera y Victoria’ MAR SÁEZ

“El día en que Vera besó por primera vez a Victoria le confesó que era transexual. Fue en un parque. No cambió nada. Durante los cuatro años que pasaron juntas se amaron como nunca antes amaron a nadie”. En esos años, a los que alude la presentación del libro Vera y Victoria, la fotógrafa Mar Sáez convivió con ellas elaborando un diario visual sobre el universo íntimo de estas dos jóvenes ilicitanas veinteañeras. El resultado es un poema en imágenes sobre la relación de dos personas enamoradas, sin más adjetivos ni condicionamientos.

“Qué más da que una sea transexual o vegana, por ejemplo, y la otra no, si lo que realmente importa es el amor entre ellas, lo que acaba convirtiéndose en el mensaje del libro, un mensaje con el que todo el mundo puede empatizar. Porque todas las demás cosas no dejan ser o acaban siendo ingredientes tangenciales”, explica la fotógrafa y psicóloga, antigua corresponsal de prensa en Mauritania, horas antes de inaugurar este martes su exposición con una selección de las fotos de la pareja y de presentar el libro que destila la vida de ellas en la librería Railowsky, dentro del festival Photon de Valencia.

“Yo tuve la gran fortuna de que me abrieron las puertas de su intimidad y gracias a su generosidad pude convivir tres años con ellas, en su casa, en la mía, por ahí… El cuarto año lo dediqué a la búsqueda de editorial para publicar el libro”, agrega Mar Sáez.

Imagen de ‘Vera y Victoria’. MAR SÁEZ

Y logró que se lo publicara hace unos meses un prestigioso sello francés, especializado en fotografía, André Frère Éditions. La joven artista murciana, de 34 años, acudió a la última edición del festival fotográfico de Arlés, celebrada el pasado verano, y allí su proyecto entró llamó la atención de la editorial y de Jesús Micó, responsable de La Kursala, quien se sumó al apoyo de la obra. El libro se ha publicado con un texto sobre el amor de la escritora Lara Moreno, autora de novelas como Por si se va la luz y Piel de lobo,y traducido en diferentes ediciones al francés, español e inglés.

El libro y la exposición han despertado interés en Francia, señala Mar Sáez, que ha viajado a ciudades como París o Marsella para presentarlos. Después de recalar en Valencia, donde las imágenes se exhibirán hasta el 1 de junio, continuarán su periplo por España, en un proyecto artístico que aúna la belleza de las fotografías de la joven pareja con la reivindicación desprejuiciada del amor y de las relaciones.

El germen de la iniciativa se remonta a unas prácticas universitarias de Mar Sáez. “Estudié Psicología y Comunicación Audiovisual en Valencia y también estudié con una beca Séneca en la madrileña Juan Carlos I, y siempre tenía presente el tema de la identidad. Hice las prácticas finales de Psicología en un gabinete de sexología: terapia de parejas, transexuales, procesos de hormonación... Allí, compaginando Psicología y Fotografía, descubrí la realidad y conocí a gente joven trans, algunos activistas como Vera”, relata la fotógrafa.

Imagen de ‘Vera y Victoria’. MAR SÁEZ

Vera se sentía mujer desde la infancia, pero no fue hasta los 18 años que lo anunció a su familia. A partir de entonces dejó de llamarse Bernardo para abrazar su nombre actual.

El proyecto inicial pretendía centrarse en la vida de una joven transexual. “Le pareció muy bien, porque lo veía como una herramienta de sensibilización. Por desgracia, Vera aún sufre situaciones incómodas por el hecho de ser trans. Me preguntó si podía acudir con su pareja y Victoria empezó a venir. También se lo contó a un amigo trans, Gabriel, que le encantó el proyecto, y pensé hacer un retrato de los jóvenes que quieren dar el paso, y además lo quieren contar, y empiezan los trámites para hormonarse…”, relata la fotógrafa, que ejerció de periodista en prensa escrita durante seis años. Trabajó en el diario La Razóncomo redactora, si bien se ha ido especializando cada vez más en fotografía, asistiendo a cursos con profesionales como Alberto García Álix o José Manuel Navia. Ahora se dedica por completo a la fotografía y está metida de lleno en su nuevo proyecto A los que viajan, que presenta este viernes en el Festival Imaginària de Castellón, con imágenes obtenidas en viajes colaborativos con desconocidos, en plataformas como Bla Bla Car.

Pero antes de emprender este nuevo viraje, Mar Sáez perfiló su trabajo anterior, Vera y Gabriel, con los transexuales, que buscaba retratar el tránsito de mujer a hombre y de hombre a mujer, hasta definir sus contornos definitivamente. Se independizó el proyecto de Gabriel (que en este momento se encuentra finalizando) y se abrió paso el que retrataba el amor entre Vera y Victoria.

Ambas han acompañado a la fotógrafa en algunas de sus presentaciones, si bien este martes no tenían previsto asistir al acto en Valencia. “Me apoyan. He ganado dos amigas, aunque ellas no sigan juntas”, comenta Mar Sáez.

La joven española retenida en Turquía señala motivos homófobos en su detención y en la de su novia

La pareja denuncia un trato “inesperado e inhumano” en este país, del que fueron deportadas el pasado fin de semana

María Jimena Rico junto a su pareja, Shaza Ismail. VÍDEO: ATLAS. FOTO: EFE (CARLOS DIAZ)

Han pasado dos semanas en las que cada paso se convirtió en “una emoción y en un miedo nuevos”. Jimena Rico, española, y su pareja, Shaza Ismail, de nacionalidad egipcia, pasaron tres días incomunicadas en un centro de detención de Estambul (Turquía), ciudad a la que llegaron huyendo desde Dubai (Emiratos Árabes Unidos) del padre de Shaza, que supuestamente no aceptaba la orientación sexual de su hija. El arresto en Turquía se produjo porque “aparentemente” hubo una denuncia de terrorismo, aunque Jimena, este martes, se ha mostrado convencida de que también existieron motivos homófobos. “Por ser mujeres y lesbianas”, ha dicho en rueda de prensa en Torrox, pueblo malagueño en el que viven sus padres. “No ocultamos en ningún momento lo que somos”. Shaza ha apuntado a que el trato en este país fue “inesperado e inhumano”.

Faltan detalles para reconstruir completamente la huida por Dubai, Georgia y Turquía de las dos chicas. Por consejo de su abogada, aún no pueden desvelar completamente su odisea. Ismail está en España con un permiso de estancia temporal y trabajan para que pueda permanecer en el país. Uno de los planteamientos es pedir asilo político porque su vida correría peligro en el emirato por su orientación sexual. La pareja está estudiando acciones judiciales, aunque no han concretado cuáles ni contra quién. Según Jimena, en Turquía, tras su arresto, firmó documentos “sin saber lo que estaba firmando” y la Embajada española en este país no tuvo conocimiento de que estaba detenida hasta que su familia puso la denuncia ante la Guardia Civil y empezó el ruido mediático. Tanto ella como su familia solo tienen palabras de agradecimiento hacia el Gobierno español.

La pesadilla por la que han pasado se inició el pasado 14 de abril. Jimena, de 28 años, y Shaza, de 21, son pareja desde finales de 2016. Ese día volaron desde Londres, donde ambas residen, a Dubai supuestamente “engañadas” porque el padre de Shaza les dijo que su madre estaba muy enferma. La joven egipcia había revelado hacía poco a su familia que era homosexual. Una vez en el emirato, con lo que se toparon fue con supuestas amenazas de muerte y con una denuncia contra Shaza ante las autoridades. “Su padre la quiere, lo sé, pero la mente es tan cerrada que no lo puede comprender”, ha subrayado Jimena.

Las chicas lograron escaparse y llegar hasta Georgia. En el aeropuerto de Tiflis, la capital, pensaban coger un vuelo de regreso a Londres, pero fueron interceptadas por el padre de Shaza y otros familiares que querían llevar a la chica de vuelta a Dubai. Se produjo un altercado en el que tuvo que mediar la policía, que fue quien trasladó a las dos jóvenes hasta la frontera turca.

La llegada a Turquía

Según ha contado Jimena, con doble nacionalidad española y argentina, Shaza tiene dos pasaportes (egipcio y dubaití) y el padre de esta, en la refriega en Georgia, le “rompió” el visado con el que podía permanecer en Londres. Ha desmentido, tal y como trascendió en un primer momento, que entraran en Turquía indocumentadas. El hombre les quitó los pasaportes, pero los recuperaron. Ambas tramitaron un visado on line para acceder a este país y su situación era “legal”. En este punto del viaje irrumpe una de las lagunas de la historia, detalles que la pareja ha preferido no contar.

Viajaron hasta Samsun (Turquía), donde estuvieron retenidas durante 12 horas, y una vez en libertad, se desplazaron en autobús hasta Estambul, donde pensaban ponerse en contacto con el Consulado español para salir del país. Aparentemente, estuvieron controladas en todo momento, porque la policía turca las detuvo nada más llegar a esta ciudad. Esto ocurrió el pasado 24 de abril, lunes, que es cuando la familia de Jimena perdió el contacto con ella y denunció su desaparición ante la Guardia Civil.

Su estancia en el centro de detención turco es el capítulo en el que menos han profundizado las chicas (Shaza no habla español). Estuvieron tres días incomunicadas, hasta el jueves, cuando fueron trasladadas a otras dependencias para su deportación. Jimena ha contado que “robó” el teléfono de una mochila (al parecer estaba “esposada”) y pudo ponerse en contacto con su hermana María del Valle. La joven, además, peleó todo lo que pudo para que Shaza también fuera trasladada a España. “Me llamaron cuatro veces (…) Y les dije que si no me iba con ella, no me iba”, ha subrayado. “En un primer momento perdí la esperanza, pero sabía que nunca se iba a ir sin mí”, ha corroborado la joven egipcia.

Quedaron en libertad el viernes, al día siguiente de ser localizadas, y llegaron a Barcelona alrededor de la medianoche. “No nos lo creímos hasta que no estuvimos en el aeropuerto”, ha dicho Jimena, sobre el final de la pesadilla que ha vivido junto a su novia. Ahora descansan con la familia en Torrox, donde este martes han sido recibidas por el alcalde, Óscar Medina. Piensan quedarse en España y la prioridad es regularizar la situación de Shaza. Entre sus planes, además de buscar trabajo, está casarse. Y Jimena quiere que esta historia “pueda ayudar a los homosexuales” y “a cambiar las cosas” en los países árabes. En el fondo, ha confesado, se siente “afortunada”, porque su situación no ha sido tan mala como la del resto de la gente con la que ha estado en el centro de detención turco.

Una familia de Málaga denuncia la desaparición de una joven que huía del padre de su novia

Jimena Rico viajaba con su pareja, de nacionalidad egipcia, e intentaba abandonar Turquía

Jimena Rico y su pareja Shaza. ATLAS

Una familia de Torrox (Málaga) ha denunciado ante la Guardia Civil la desaparición de Jimena Rico Montero, una joven de 28 años residente en Londres desde hace cuatro años. La última comunicación de la chica, con la compañera con la que comparte piso, se produjo el pasado lunes por la mañana, a las 9.38. Tanto su madre como su hermana temen que le haya podido pasar algo porque se encontraba en Turquía huyendo del padre de su novia, de nacionalidad egipcia, que supuestamente no admitía la condición sexual de su hija, no autorizaba la relación y la habría amenazado de muerte. La pareja viajaba junta.

La denuncia se presentó este martes y la familia está también en contacto con la embajada española en Turquía, ha explicado la hermana de la joven desaparecida, que tiene doble nacionalidad española y argentina. La Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores de momento no ofrece información sobre el asunto. La familia habló con ella por última vez el domingo por la noche, unas horas antes de que contactara con su compañera de piso, y les dijo que, en el momento en que no diera señales de vida, “avisaran a la policía y a las autoridades porque podría haber pasado algo”, según ha adelantado la Cadena Ser.

La madre y la hermana de Jimena relatan lo que ha pasado en los últimos días, según les ha ido contando ella. La pareja, con una relación desde finales de 2016, habría volado “engañada” desde Londres hasta Dubai, donde está asentada la familia de la chica egipcia, llamada Shaza. Les dijeron que la madre estaba enferma. Una vez allí, el padre habría amenazado de muerte a su hija por mantener una relación homosexual y la denunció ante las autoridades de su país. Las dos jóvenes huyeron a Georgia e intentaban coger un vuelo hacia la capital inglesa cuando, al parecer, llegó el padre. María del Valle, hermana de la desaparecida, cuenta que se trata de un hombre “poderoso” que va con escolta.

Esto ocurrió el pasado jueves. Se produjo un altercado en el que intervino la policía, aunque las dos mujeres lograron zafarse y se dirigieron hasta la frontera turca. Cogieron un autobús hasta la ciudad de Samsun, donde también estuvieron durante horas y pasaron varios controles policiales, y después se desplazaron a Estambul. Jimena contactó con su compañera de piso el lunes a las 9.38, nada más llegar a esta ciudad, y le dijo que se dirigían hacia un hotel y después al consulado español, aunque no llegaron a ninguno de los dos destinos. Desde entonces no se sabe nada de ellas.

Un grupo religioso amenaza con boicotear una obra gay sobre la Biblia en Atlanta

La comedia ‘La historia más maravillosa jamás contada’ plantea el Antiguo Testamento desde la perspectiva de dos parejas homosexuales

Los actores de ‘La historia más maravillosa jamás contada’ OUTFRONT THEATER

La obra se estrenó por primera vez en Nueva York en 1998, pero hasta ahora no había sufrido un rechazo similar. La historia más maravillosa jamás contada es una comedia de Paul Rudnick que plantea la narrativa del Antiguo Testamento a través de la mirada de dos parejas homosexuales —Adam y Steve, Jane y Mabel— y casi 20 años después se ha topado con la oposición de organizaciones religiosas que amenazan con boicotear su presentación.

“Línea tras línea, Rudnick puede ser el escritor más divertido en los escenarios de Estados Unidos ahora mismo”, escribió The New York Times cuando se estrenó la obra en el circuito paralelo de Broadway. Pero ahora un teatro de Atlanta especializado en obras escritas e interpretadas por artistas de la comunidad LGTB se ha topado con una petición firmada por más de 42.000 personas. La solicitud amenaza con hacer todo lo posible para impedir que el día 27 de abril se suban al escenario si no cancelan el estreno.

“Rechazo profundamente la presentación de la obra blasfema ‘La historia más maravillosa jamás contada’ que, entre otras blasfemias, se refiere a la Virgen María como una lesbiana. Por favor cancelen el espectáculo”, asegura el texto difundido por la organización conservadora América Necesita a Fátima. “Si continúan con esta presentación, pediremos a todos los Católicos que se opongan fervientemente, en paz y a través de las leyes, y que se sumen a una manifestación lo más grande posible”.

El director de la obra, Paul Conroy, ha declarado a una publicación artística de Atlanta que están desbordados por la avalancha de correos electrónicos y llamadas —dirigidas en algunos casos a sus cuentas personales— que muestran su rechazo a la obra. Conroy asegura que algunos de los mensajes hacen alusión a su familia y a cómo creció, mientras que otros “dicen que somos asquerosos y que iremos al infierno”.

Conroy atribuye parte del rechazo a la obra al hecho de que en anteriores ocasiones —su último estreno fue en 2007—, Internet carecía de la fuerza y la capacidad de convocatoria que tiene ahora. La organización que ha convocado la protesta y que amenaza con piquetes el día del estreno, es un grupo religioso conservador con sede en Pensilvania y que puede lograr que se censure una obra a más de 1.100 kilómetros de distancia. Como tarjeta de presentación para esta iniciativa presumen además de haber organizado miles de concentraciones para protestar en 2006 contra el estreno de la película El Código Da Vinci.

La persecución de gais en Chechenia y la expansión de la cultura machista de Moscú

El hostigamiento a homosexuales no es un residuo de una sociedad tradicional de corte medieval, sino el último capítulo de los abusos que sufren los ciudadanos de la Federación Rusa

PILAR BONET

La policía rusa detiene a un activista de los derechos de los gais en una manifestación en San Petersburgo en mayo de 2016. FOTO: GETTY / VÍDEO: REUTERS

 

En las sociedades tradicionales del Norte del Cáucaso se mantienen aún, con diversos grados de arraigo, costumbres arcaicas que sobrevivieron a las campañas de la Unión Soviética contra los “vestigios del modo de vida tribal”. Alguno de esos “vestigios”, como las venganzas trasmitidas de generación en generación, los raptos de novias, las bodas forzadas o el cruel castigo de la “deshonra” familiar, todavía se dan en las comunidades autóctonas del sur de Rusia. Según los usos ancestrales, el varón cabeza de familia tenía potestad, por ejemplo, para juzgar a una hija o una hermana por su “comportamiento ligero” (como relaciones sexuales extramatrimoniales) o a un hijo o hija de orientación sexual no reconocida. Los “castigos” para salvar el “honor” de la estirpe se ejecutaban en secreto en la familia, que mataba a la (el) culpable de la deshonra y mantenía sobre ello un silencio sepulcral. El poder soviético, si llegaba a descubrir los crímenes, los perseguía en el marco del Código Penal. Lo mismo pueden (y deben) hacer hoy las autoridades rusas.

Por ocurrir fuera del entorno familiar arcaico, la persecución de gais en Chechenia, tal como denunciaron distintas fuentes en las últimas semanas, no puede considerarse como residuo de una sociedad tradicional de corte medieval, sino más bien como el último capítulo de los abusos que sufren los ciudadanos de la Federación Rusa (con independencia de su orientación sexual) a manos de quienes ejercen el poder en aquella república del Cáucaso y lo hacen, de forma arbitraria y a menudo en contra de la ley de la Federación Rusa, según explican dos fuentes chechenas.

”En el pasado perseguían a los muchachos para obligarles a confesar que eran radicales islámicos, en parte para mejorar las estadísticas policiales y ascender en la jerarquía y en parte para conseguir un rescate de sus familiares por liberarlos. Ahora, que los radicales islámicosse fueron a luchar a Siria, los órganos policiales siguen haciendo lo mismo y apresan a jóvenes acusándoles de ser homosexuales, algo que la sociedad local considera una vergüenza y un tabú”, manifestaban las fuentes antes mencionadas.

Como ejemplo, contaban el caso de un joven de 19 años, Vaja (nombre ficticio), y tres amigos suyos, detenidos hace unos meses cuando jugaban con ordenadores en un local en Grozni. Ninguno de ellos era homosexual, pero fueron torturados para que confesaran serlo, afirman los interlocutores. Vaja fue liberado gracias a las influencias de su familia, que no está dispuesta a denunciar el caso por miedo a sus dirigentes y a la opinión pública local. “La gente calla porque vivió los horrores de la guerra —la suma de las arbitrariedades de los representantes de Moscú y de los dirigentes locales que temporalmente aplicaron la ley islámica— y teme el retorno de aquella época, pero mientras tanto se ha creado un régimen que se inmiscuye en la vida del ciudadano, que entra en su casa y le impone su voluntad”, afirmaban las fuentes, que recordaban cómo hace unos años los milicianos, acompañados de mulás (sacerdotes islámicos), allanaban la morada de las chicas que les gustaban y las obligaban a contraer matrimonio, el cual era registrado de inmediato por el mulá acompañante.

Hubo bandas que se dedicaron a “cazar” mujeres con la cabeza descubierta para obligarlas a ponerse el pañuelo y la normativa vigente hasta hoy en la Universidad de Grozni impone falda larga y pañuelo a las estudiantes, recuerdan las fuentes consultadas. También evocaban a las mujeres que aparecieron muertas en los alrededores de la capital chechenia en 2008 “castigadas” aparentemente por su “vida disoluta”. Todos estos sucesos responden, según los interlocutores, a la selección negativa que ha encumbrado al poder a gente inculta, pero prepotente y codiciosa.

Esta élite juega a su antojo con tres conceptos: la sharia” (ley islámica), el adat (conjunto de usos tradicionales) y la legislación de la Federación Rusa. Con la ambigüedad del marco legal jugaban también los dignatarios islámicos que el pasado fin de semana se reunieron en la mezquita de Grozni para condenar a los periodistas de Nóvaya Gazeta por sus informaciones supuestamente difamatorias sobre la persecución e internamiento de gais en Chechenia. La actitud de los mulás, que niegan la existencia misma de homosexuales en la República, es equiparable a una “bendición de la venganza” según Leonid Nikitinski, periodista experto en temas jurídicos.

El comité de investigación de la Federación Rusa ha abierto un expediente para comprobar si los dignatarios islámicos chechenos amenazaron de forma delictiva a los periodistas. No obstante, sorprende la tolerancia y la pasividad de las autoridades centrales rusas ante las reinterpretaciones de los “vestigios del pasado” en clave del régimen de Ramzán Kadírov, presidente de la República de Chechenia y hoy máximo representante del poder laico del Estado en Chechenia.

Para explicarlo, las fuentes consultadas hacen hincapié en tres puntos. El primero es la influencia de la cultura de corte “macho” y “militarista” que se difunde desde Moscú, con la imagen de Vladímir Putin como divisa, y que encuentra terreno abonado en los pueblos de origen guerrero del Cáucaso. En segundo lugar, el encauzamiento de la proyección internacional de Chechenia hacia las relaciones con Estados del Golfo, que en cierto modo se han convertido en un modelo nuevo de autorrealización para la élite local en sustitución de la independencia. Para finalizar, el ambiente de corrupción y otros fenómenos negativos que se dan en la Federación rusa y en Chechenia en grado acentuado. Este último punto lleva a los interlocutores a afirmar que Chechenia no es un caso aislado, sino un grado extremo de cuanto sucede en otros lugares del país.

Lucha por los derechos humanos

Svetlana Gánnushkina, directora del comité Ayuda Ciudadana, una entidad moscovita que socorre a refugiados y desplazados, afirma que “de forma episódica acuden a nosotros personas de orientación sexual no tradicional”. El primer caso que la veterana activista por los derechos humanos recuerda ocurrió hace unos cinco años, y su protagonista fue un muchacho checheno que hizo prácticas como voluntario en el comité. Cuando el chico tuvo confianza enseñó los mensajes que le enviaban su hermano y sus padres. “Le decían que volviera inmediatamente, que era un monstruo y un error de la naturaleza y eso que el chico ni siquiera tenía una pareja, solo que sus familiares entendían que tenía una orientación diferente y le exigían que se casara o se suicidara y limpiara la afrenta familiar”, cuenta Gánnushkina.

Historias semejantes se repitieron después con otras tres personas que Gánnushkina ayudó a trasladar a lugar seguro. Un caso reciente inquieta a la activista: una chica chechena perseguida que “desapareció” tras dirigirse hacia la Plaza Roja de Moscú, “pensando que allí nadie se atrevería a tocarla”.

“Desde octubre de 2016 he tenido que ayudar a cuatro personas perseguidas por su orientación sexual; dos de ellas están en países seguros y a los otros dos les he perdido la pista”, comenta la activista, cuyas exhortaciones a no matar a quienes tienen otra orientación sexual han encontrado reacciones preocupantes en Facebook, incluida la comprensión para el asesinato de gais. “Amigos, colegas y gente próxima con quienes nunca tuve diferencias sobre la violencia que se ejercía en Chechenia durante muchos años, consideran ahora que los debates sobre una nueva oleada de violencia son una ofensa para el pueblo checheno, porque se trata de un grupo cuya existencia se niega”, escribe Gánnushkina. “Estas personas existen, existen en todas partes y existen en Chechenia, y eso no la convierte en Sodoma y Gomorra”, sentencia.

Barcelona tendrá el primer centro europeo especializado en la pastilla preventiva del VIH

La PrEP está aprobada por la Agencia Europea del Medicamento pero aún no ha sido regularizada en España

El consejero de Salud Toni Comín ante la manifestación en favor de la PrEP, el pasado 1 de diciembre en Barcelona. CARLES RIBAS

Barcelona tendrá el primer centro europeo especializado en la pastilla de profilaxis previa a la exposición (PrEP) para prevenir el VIH, impulsado por el centro comunitario BCN Checkpoint, que diagnostica el 40% de los casos detectados en Cataluña. En declaraciones a Europa Press, el director de BCN Checkpoint, Ferran Pujol, ha explicado que el proyecto, bautizado como Barcelona PrEPPoint, se encuentra al lado del centro comunitario y está previsto que pueda abrir sus puertas el próximo septiembre, después de las obras que arrancarán este abril.

“Será el primer centro europeo con estas características”, ha sostenido Pujol, al explicar que este equipamiento hará un control y seguimiento a las personas que ya usan la PrEP, que está aprobada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) pero aún no ha sido regularizada en España. El centro también acogerá estudios sobre esta pastilla, como el ensayo clínico internacional Discover, que en España impulsarán el BCN Checkpoint, el Hospital de Bellvitge y el Centro Sanitario Sandoval de Madrid, además de otras investigaciones en fase de ser aprobadas por el Departamento de Salud de la Generalitat. Será un centro que “se dedicará a la distribución y el control de la PrEP” una vez esté aprobada por el Ministerio de Sanidad, ha explicado Pujol, al añadir que se trata de una iniciativa privada, pero espera que el departamento y el Ayuntamiento de Barcelona se impliquen para acabar con la epidemia del VIH en Barcelona.

“Estamos retrasando tanto la puesta en marcha de la PrEP que resulta que todo el mundo está de acuerdo excepto la clase política”, ha criticado, mientras que cada día hay infecciones en personas más jóvenes que se podrían proteger, en concreto, BCN Chekpoint diagnostica entre tres y cuatro nuevos casos nuevos cada semana.

La PrEP, que reduce el riesgo de infección hasta un 90%, consiste en la administración de antirretroviarales a personas de riesgo para reducir la posibilidad de infección; está dirigida a gays, bisexuales, hombres que tienen sexo con hombres (HSH) y mujeres transexuales. Se puede tomar de dos formas: o bien una pastilla diaria cuando se mantengan relaciones sexuales de forma continuada; o también se puede tomar de forma planificada, es decir, antes y después de tener relaciones sexuales.

La pastilla aprobada por la EMA tiene el nombre comercial de Truvada y combina dos fármacos _’Emtriva’ y ‘Viread’_, con bajo perfil de toxicidad. La mayoría de personas no experimentan efectos secundarios o si los presentan son leves