Un ataque homófobo desata una ola de solidaridad política en Holanda

Una pareja gay fue golpeada el domingo en Arnhem por un grupo de chicos de entre 14 y 20 años

Los dos agredidos, Jasper Vernes-Sewratan (izquierda) y Ronnie Sewratan-Vernes. OMROEP GELDERLAND

 

El ataque sufrido la noche del domingo por una pareja de homosexuales holandeses a manos de un grupo de chicos de entre 14 y 20 años, ha llevado el problema del aumento de la violencia homófoba a la mesa de negociaciones de la futura coalición de Gobierno. Los agredidos, Jasper Vernes-Sewratan y Ronnie Sewratan-Vernes, de 35 y 31 años, respectivamente, fueron insultados y luego apaleados por ir de la mano en Arnhem, al este del país. Golpeado en la cara con una cizalla, Ronnie ha perdido varios dientes y tiene el labio roto.

Este lunes, cuatro de los sospechosos se han entregado a la policía. La asociación holandesa que representa a la comunidad de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales (LGTB) ha señalado que este tipo de agresiones ha pasado de 400 a 600 en los últimos seis años. En 2015, solo nueve de los culpables fueron sentenciados. Mark Rutte, primer ministro dimisionario, liberal de derecha y ganador de las elecciones del pasado 15 de marzo, ha advertido de que “el próximo Gabinete no tolerará esta horrible situación”. De la misma opinión son los liberales de izquierda, democristianos y ecologistas, el resto de los grupos con los que intenta pactar.

Jasper y Ronnie salían de una fiesta en Arnhem camino de su casa cuando fueron atacados. Eran las cuatro de la madrugada, y a la altura del Puente de Nelson Mandela (algo alejado del centro urbano) les cerraron el paso entre seis y ocho jóvenes. “Nunca vamos cogidos en público para no llamar la atención, pero estaba oscuro y no había nadie por la calle”, han explicado a la televisión nacional. El grupo les gritó “homos”, “sucios”, y “eso no se hace”, pero ellos siguieron adelante. “No pensamos que fueran a atacarnos si avanzábamos sin decir nada, pero se lanzaron contra nosotros.

Nos parecieron de origen marroquí, y de repente, vimos que uno sacaba una cizalla de su chaqueta. Entonces te asustas”, ha dicho Jasper. Instantes después de que se les echaran encima, oyó a Ronnie gritar de dolor diciendo que le habían roto los dientes. “Estaba de rodillas en el suelo en un charco de sangre. Ahí te hundes. No esperas algo así en 2017. ¿Y por qué? ¿Por qué nos vieron felices? No es su problema. Es lo que más me enfada”, añade. Jasper tiene rasguños y hematomas. Su pareja ha perdido cinco dientes. Poco después pusieron una denuncia en comisaría.

La paliza ha generado una ola de solidaridad y varios gestos visibles por parte de los líderes políticos que negocian el próximo Gabinete holandés. Así, Alexander Pechtold, cabeza de los liberales de izquierda, ha acudido este lunes al Parlamento de la mano de Wouter Koolmees, uno de sus colegas. Luego ha subido la foto a su cuenta de Twitter. “Pensamos que lo normal en Holanda es no ocultarte”, ha señalado.

Otro tanto han hecho los socialdemócratas Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo y ministro de Finanzas dimisionario, y Lodewiijk Asscher, jefe del partido. En su caso, ha sido paseando por la playa. Los cuatro han aceptado la petición de la periodista Bárbara Barend, hija y sobrina de dos de los periodistas más famosos de Holanda, de darse la mano y publicar la foto. “Si mejora la información en los colegios y se habla de la homosexualidad, se pueden prevenir muchos problemas”, ha recordado en un comunicado la asociación LGTB holandesa, al tiempo que pedía un aumento de las penas impuestas para estas agresiones.

Activistas contrarios a Hazte Oír echan al autobús tránsfobo de Sevilla

Los manifestantes bloquean el vehículo y causan daños en la luna delantera

La policía custodia el autobús de Hazte Oír frente a los manifestantes que bloquean su paso en Sevilla P. PUENTES

Varios activistas contrarios a la presencia en Sevilla del autobús tránsfobo de la organización Hazte Oír han causado daños en las lunas y los retrovisores del vehículo, que ha permanecido bloqueado por manifestantescontrarios a la campaña de esta entidad a la altura de la sede de la presidencia de la Junta. Los incidentes se han registrado sobre las doce y media del mediodía, cuando el vehículo se disponía a abandonar la capital andaluza ante la imposibilidad de continuar el trayecto.

El presidente de Hazte Oír, Ignacio Arsuaga, insistió en su derecho a difundir su mensaje discriminatorio mientras las organizaciones contrarias se concentraron para mostrar su repulsa a las opiniones que “denigran a los menores transexuales”.

Hazte Oír cuestiona que “diez comunidades autónomas españolas obliguen a todos los centros educativos y a todos los alumnos a aprender diversidad sexual dando entrada en las aulas a los colectivos Lgtbi”.

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas (PSOE), trasladó la resolución aprobada en pleno contra esta campaña. “Esta ciudad no tiene ni ganas ni tiempo”, ha afirmado. “Sus mensajes niegan la identidad de las personas transexuales, especialmente de los niños y niñas”, ha afirmado Espadas.

El autobús de Hazte oír atropella a una mujer en Pamplona

Su paso ha sido recibido con golpes, abucheos y lanzamiento de huevos

El autobús de Hazte oír en Martorell. CARLES ARRIBAS / ATLAS

El autobús de la asociación Hazte Oír ha sido recibido este martes en el centro de Pamplona con huevos y a golpes por parte de un grupo de personas que permanecían concentradas ante el Parlamento de Navarra, donde la asociación pretendía acudir para hacer entrega de un manifiesto. En la protesta, según han informado testigos del accidente, una joven ha sido arrollada por el autobús y herida en un pie.

Entre otros representantes políticos, se han acercado a la protesta la presidenta del Parlamento de Navarra, Ainhoa Aznárez, además de parlamentarios de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos, PSN e Izquierda-Ezkerra.

El autobús ha llegado al centro de la capital navarra hacia las 12.49 horas. El vehículo, precedido por un coche de la Policía Municipal, ha sido recibido por las personas que aguardaban su llegada con abucheos, pitidos y huevos y al grito de “Ni se os quiere, ni se os necesita” y “Hazte Oír, kanpora” (Hazte Oír, fuera). En este punto se han vivido los primeros momentos de tensión, cuando más de una persona se ha acercado hasta el autobús para golpearlo y algunos concentrados se han encarado a agentes de la Policía Foral, que vigilaban la protesta.

El autobús ha girado a la derecha, para tomar el paseo de Sarasate, y ha parado unos instantes ante el Banco de España. Mientras hacía este trayecto, los congregados han corrido hasta este punto y se han vivido los mayores momentos de tensión cuando los manifestantes han comenzado a aporrear el autobús y a intentar evitar que circulara, aunque no ha parado.

Más de 200 personas se han ido congregando a lo largo de la mañana ante la sede del Legislativo foral a la espera de la llegada del autobús con banderas arcoíris y pancartas en las que se podía leer Navarra: tierra de diversidad. No a la transfobia o Ez zarete ongi etorriak (No sois bienvenidos).

 

La policía expulsa al autobús de Hazte Oír de la Complutense

Un hombre agrede al decano de Derecho durante el enfrentamiento entre los ultracatólicos y un grupo de estudiantes

Enfrentamiento entre estudiantes y miembros de Hazte oír este viernes en la Universidad Complutense de Madrid. BALLESTEROS EFE

La Policía Municipal ha obligado al autobús de Hazte Oír a abandonar la Universidad Complutense de Madrid (UCM) después de que se produjera un enfrentamiento entre un grupo de estudiantes y miembros de la organización. El decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, Ricardo Alonso García, ha sufrido la agresión de un hombre de mediana edad que le ha roto los botones de la camisa al intentar sujetarle.

Esta protesta se produce después de que el Decanato desconvocara una mesa redonda prevista para este viernes sobre la libertad de expresión y que tenía como ponentes, entre otros, al presidente de Hazte Oír, Ignacio Arsuaga, y a la presidenta de Vox Madrid, Rocío Monasterio.

Según ha explicado Alonso, este debate se había suprimido porque “solo lo había solicitado un estudiante” y “solo” atienden peticiones de asociaciones legalmente inscritas. “Yo no iba a permitir la entrada en la facultad”, ha aseverado Alonso, quien había ordenado el cierre de las salidas de la Facultad salvo la principal.

Pese a que se había desconvocado la mesa redonda, el autobús de Hazte Oír ha llegado hasta Ciudad Universitaria. Frente a la facultad se han enfrentado los estudiantes y los acompañantes del autobús. Entonces, el decano ha sido “descamisado” por un hombre que se le ha abalanzado sobre él. “Me he quitado un sujeto de encima, yo no he llegado a ninguna situación, porque se me ha tirado encima y me ha descamisado”, ha explicado Alonso.

Al ser preguntado por la identidad del agresor, ha indicado que era “un señor de mediana edad” y que no conocía su procedencia. Por su parte, el presidente de Hazte Oír, Ignacio Arsuaga, ha calificado a los jóvenes que protestaban por su presencia como “cachorros de Podemos”.

“No solo se nos insulta en redes sociales y se nos amenaza, sino que son los cachorros de Podemos los que actúan”, ha señalado Arsuaga, para añadir a continuación que eran “un grupo de violentos”. El presidente de Hazte Oír ha reconocido que era conocedor de que se había suspendido el encuentro, pero ha aseverado que “se hace necesario hablar de libertad de expresión” porque “hay ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda”. “Los de primera son los que comparten los dogmas de lo políticamente correcto, y luego estamos los que no compartimos eso, y nos atrevemos a decirlo en público”, ha explicado el presidente de esta organización ultracatólica que fletó un autobús tránsfobo la pasada semana y que acabó prohibido por un juez.

“El día que acepté y entendí que quería llevar calzoncillos, él y yo fuimos mucho más felices”

La integrante de Chrysallis, Beatriz Séver, mádre de un niño con vulva, dice que su lucha es hacer felices a los menores

Una de las marquesinas de San Sebastián con la campaña original de Chrysallis. JAVIER HERNÁNDEZ

Chrysallis Euskal Herria, Asociación de Familias de Menores Transexuales, no quiere polémicas que “no conducen a nada”. Sus miembros, padres y madres con niños y niñas cuyo sexo no se corresponde con el de nacimiento, incluso entienden el mensaje de los ultracatólicos de Hazte Oír porque, como recuerdan, ellos se lo dijeron primero a sus hijos. Pero una vez constatada la realidad de cada niño, de cada persona, lo que no entienden, es que por motivos religiosos, o por los que sea, propongan imponer el sexo que se lleva entre las piernas, al “sexo sentido”.

“En cierta manera entiendo a quienes piensan de esa manera porque yo a mi hijo le decía lo mismo. No puedes ser niño porque tienes vulva. El día que acepté y entendí que quería llevar calzoncillos, él y yo fuimos mucho más felices”, asegura Beatriz Séver en Getxo, en su casa, junto a algunos de los carteles de la campaña que ha provocado la airada reacción de los ultracatólicos, y una amplia solidaridad del resto de la sociedad. La campaña se lanzó el día 10 de enero y terminó el 16 de ese mismo mes gracias a la donación de un financiero de Nueva York, al que impresionó un vídeo que vio de forma casual, con el trabajo que algunos padres y madres estaban haciendo con sus hijos en un centro educativo concertado de Getxo, Bizkaia.

“Les hemos dicho lo del autobús muchas veces a nuestros hijos, pero hemos aprendido”, asegura repite Séver. “Pero más allá de esas y otras acciones de Hazte Oír nuestra única guerra es hacer que nuestros hijos sean felices y las familias que se enfrentan a situaciones como estas tengan un entorno de aprendizaje no traumático, es decir, que todos sean lo más felices con su cuerpo, con su entorno y con su futuro”.

Rechazan incluso entrar en un cruce dialéctico con la asociación ultracatólica que les ha llevado a los tribunales, con una acusación terrible de “corrupción de menores”. Hazte Oír, la asociación que todavía no ha podido poner en circulación el autobús que vincula el sexo de los niños a la forma de sus genitales a instancias de un juzgado, denunció a los padres y madres de Chrysallis ante la fiscalía de Gipuzkoa por el presunto delito de corromper a sus hijos. Están atacando la campaña “hay niñas con pene y niños con vulva” por tierra mar y aire, “pero nosotros y nosotras tenemos mucho trabajo por delante con mejorar el entorno de nuestros hijos” como para “perdernos con esas batallas”, dice Beatriz Séver.

En apenas un mes, desde que lanzaron la campaña han sufrido ataques en Pamplona, donde desconocidos atacaron varias marquesinas con los carteles. Facebook les emplazó al día siguiente a colgar los carteles en su página de la red social a que los quitaran por exhibir los genitales masculinos y femeninos, -pese a que eran dibujos- aunque a la vista de la repercusión retiraron la petición. Sí la mantuvieron con los carteles en euskera. Y recientemente están viendo como Hazte Oír intenta por todos los medios contrarrestar su campaña con un autobús con un mensaje tránsfobo, y con la denuncia por corrupción de menores que Hazte Oír canalizó a través del Centro de Estudios Jurídicos Tomás Moro, cuyo lema es “Cristianizando el Derecho, cristianizando la sociedad”.

Frente a esa visión, desde Chrysallis ofrecen información. La gran repercusión que tuvieron los documentos pedagógicos con los que trabajan con todos los menores en Getxo, les han obligado a traducirlos a ocho idiomas, incluido el chino. Se han producido cientos de miles de descargas de documento Chicos y chicas. Identidad y cuerpo que está colgado en su cuenta de Facebook. Lo que reclaman de las instituciones son protocolos individualizados para sus hijos y fuera del área de psiquiatría, además de centros como Kattalingune en Navarra. Piden que como en ese caso, en Euskadi y el resto de España, estén atendidos por un sexólogo. Creen que simplemente con esas previsiones, y con formación específica a los profesores de los centros educativos cuando se presentan los casos, se podría avanzar seriamente en el objetivo de reducir el dramático porcentaje de suicidios de transexuales, que según los datos que maneja la asociación es del 42%.

Los entorno a 40 madres y padres de la asociación Chrysallis están, pese a todo, muy satisfechos porque su lucha va a permitir que sus hijos sean la primera generación que va a vivir con el sexo que sienten. Creen que los avances educativos, sociales, políticos y judiciales que se están produciendo superan en mucho a las resistencias como las de Hazte Oír. Creen que la Organización Mundial de la Salud, acabará, más pronto que tarde, quitándole a la transexualidad, el apelativo de patología o de trastorno.

La defensa de la transexualidad infantil protagoniza el ‘prime time’ ‘gracias’ a Hazte Oír

Yolanda Ramos en ‘Tu cara me suena’ y Nacho Vidal en ‘Sálvame’reaccionan ante el autobús tránsfobo

La campaña tránsfoba que Hazte Oír ha emprendido con su autobús durante los últimos días ha despertado numerosas críticas. Las voces en defensa de los niños transexuales se escucharon en los dos programas de televisión más vistos en España durante la noche del viernes 3 de marzo: la final de Tu cara me suena en Antena 3 y Sálvame Deluxe en Telecinco. Cuatro millones de personas (28,8% de share) vieron el programa de la cadena de Atresmedia y 1.718.000 el de Mediaset (13,8%), según FormulaTV.

Tu cara me suena coronó a Blas Cantó, excomponente de Auryn, como el primer ganador masculino en las cinco ediciones que suma el concurso en España tras su imitación de Marc Anthony. Como vencedor, el cantante murciano tenía derecho a donar 30.000 euros a la ONG que él quisiera, pero decidió compartir el privilegio con la actriz y también concursante de Tu cara me suena Yolanda Ramos. La catalana anunció que destinará sus 15.000 euros a Chrysallis, la Asociación Estatal de Familias de Menores Transexuales, responsable de la campaña a partir de la cual Hazte Oír sacó su autobós. A partir del minuto 4:15 del siguiente vídeo se puede ver el momento exacto.

“Gracias a la comedia el público desde casa ha entendido lo que es la libertad”, dice Ramos antes de comunicar que mandaría el premio a Chrysallis. “Todavía queda gente que no lo entiende”, añade, dejando claro que se refería a la plataforma ultracatólica Hazte Oír: “Estos días hemos visto pasear un autocar por España”. “Esto va para una asociación que se llama Crisálida -perdón si me equivoco con el nombre, que no esperaba tener que nombrarles-. Es para la investigación, para el apoyo a los padres y para la gente que entendéis la libertad y la vida”, finaliza. El gesto de Ramos fue aplaudido por el resto de participantes del programa y por muchos de los espectadores, que se manifestaron en redes sociales.

El mensaje tránsfobo en el autobús de Hazte Oír se estructura como contraposición a un lema que en enero había lanzado Chrysallis. La asociación empleaba el eslogan “Hay niñas con pene y niñas con vulva” para concienciar a la sociedad sobre la transexualidad infantil, mientras que la plataforma Hazte Oír lo reformulaba así: “Los niños tienen pene, las niñas tienen vulva. Que no te engañen”.

La presidenta de Chysallis, Natalia Aventín, es la primera sorprendida por el gesto de Ramos. “No teníamos ni idea de que Yolanda hubiera pensado en nosotros. Se lo agradecemos muchísimo. Al final, en parte, Hazte Oír nos ha hecho un favor. Lo han hecho tan mal con su campaña que muchas más personas están escuchando nuestro mensaje. Estamos despertando más empatía por los ataques”, dice a Verne por teléfono.

“Es muy importante que nuestra situación se visibilice en medios de comunicación. Y si es en televisión en horarios de gran audiencia, mejor. El hecho de que Hazte Oír nos haya tratado así está haciendo que muchas personas nos ayuden y que muchas familias se acerquen a nosotros. Esta semana se han incorporado seis nuevas familias y hemos recibido más llamadas que normalmente”, añade la presidenta de Chysallis, una asociación que nació en 2013 con solo seis socios y ahora suma a 460.

Apoyo desde Telecinco

Los mensajes en favor de la normalización de la transexualidad infantil también se dieron en Sálvame Deluxe. El programa de Telecinco, presentado por Jorge Javier Vázquez, invitó al plató al actor porno Nacho Vidal, que colabora de forma habitual con Chrysallis. En diciembre de 2016 anunció que tiene una hija transexual.

En la entrevista de este viernes, Vidal catalogó el mensaje de Hazte Oír como “una campaña de odio”. “Están haciendo mucho daño a los niños transexuales como mi hija. De lo que yo creo que tienen miedo [en Hazte Oír], como cristianos que son, es de que alguno de sus hijos se dé cuenta de que es transexual. Quieren esconder esto, que no se sepa, no vaya a ser que mi hijo me salga transexual”, añade.

“¿Si tuvieran un niño transexual, qué sería de ese hijo? ¿Le metería fuego, le lapidaría, le tiraría por un balcón, le negaría como hijo? ¿Si yo no quiero que le hagan bullying a mi hija qué tengo que hacer? ¿Si con cuatro años te dice que no se viste más de niño, que es una niña, que harías? Te lo comes con patatas y al final te das cuenta de que es algo maravilloso”, comenta Vidal.

El actor porno protagonizó recientemente la campaña de Chrysallis para concienciar sobre la transexualidad infantil No hay huevos. “Entendemos los huevos como un concepto unisex muy arraigado en nuestra lengua que proviene de una visión binarista de los cuerpos y las masculinidades. Para nosotros, la expresión representa la libertad y valentía de hombres y mujeres para hacer con sus vidas lo que les dé la gana”, explica este colectivo en su página web.

 

La Policía Municipal de Madrid denuncia a la caravana contra los transexuales de Hazte Oír

El grupo ultra reta al juez y fleta un nuevo vehículo con el mensaje “¿Los niños tienen pene? ¿Las niñas tienen vulva?”

Nueva caravana de la organización Hazte Oír. FOTO CARLOS ROSILLO | VÍDEO ATLAS

Hazte Oír continúa con su campaña contra los transexuales. La organización ultracatólica ha fletado este viernes una autocaravana con el mensaje “¿Los niños tienen pene? ¿Las niñas tienen vulva?”, después de que un juez prohibiese la circulación del autobús contra el colectivo que recorrió Madrid a principios de semana y que tenía previsto iniciar una ruta por varias ciudades de España. El grupo ha recortado el lema que lucía en el autocar, le ha añadido unas pegatinas con interrogantes y ha suprimido la parte que decía “Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo”. Al llegar a la capital, la Policía Municipal ha parado al nuevo vehículo y lo ha denunciado por violar la ordenanza local sobre publicidad exterior.

“No nos vamos a amedrentar”, advirtió el jueves el presidente del colectivo, Ignacio Arsuaga, que ha vuelto a denunciar esta mañana el “secuestro” del autocar y se ha presentado de nuevo como víctima de una campaña contra su “derecho a expresar nuestras ideas en los espacios públicos”. La autocaravana ha salido desde un aparcamiento localizado en el kilómetro 27 de la A-1 y se ha dirigido hacia el centro de la capital, donde la Policía Municipal ha detenido el vehículo. Según ha afirmado el colectivo, los agentes los han multado, pero insisten en que seguirán circulando este viernes con ella.

La ordenanza sobre la publicidad exterior “prohíbe [los anuncios] en cualquier tipo de vehículo o remolque, en circulación o estacionado, excepto la que se realice en los vehículos destinados a transporte público”. Aunque, la asociación ultracatólica defiende que las organizaciones sin ánimo de lucro están exentas de cumplir ese punto de la normativa municipal. “Nuestra campaña es a favor del derecho fundamental de las familias a educar a sus hijos en libertad, de acuerdo con sus valores”, ha repetido Hazte Oír este viernes.

Una argumentación que mantienen pese a que el magistrado subrayó que el autobús fletado se dirigía directamente a personas con una orientación sexual distinta para negar y lesionar su dignidad. “Hazte Oír no se limita a exponer el ideario que pueda tener respecto a la sexualidad”, sentencia el juez. De hecho, apenas unas horas después de conocerse el auto del magistrado, Arsuaga volvió a atacar al colectivo LGTBI: “Lamento que la Inquisición gay haya impuesto su dictadura”.

El grupo ultra recurre a Aristóteles para defenderse

Hazte Oír ha presentado un recurso ante el juzgado para que el instructor levante la prohibición de circular al autobús. En su argumentación, el grupo recurre al “principio de las categorías aristotélicas” para defenderse: “Quien ha nacido con pene es designado como niño y quien ha nacido con vulva es designada como niña. Y, por tanto, quien fue designado niño al nacer, siempre, haga lo que haga y diga lo que diga, habrá sido designado niño al nacer, aunque luego se designe de otra forma. Aristóteles decía que el accidente no cambia la esencia”.

En su escrito, además, la organización ultracatólica insiste en que la campaña del autocar “es una creación artística” dirigida “solo” a un “público concreto”: “A los que piensan igual que Hazte Oír y no a otros. Mucho menos a los niños. Es impensable que pudieran ver un autobús que hacía su recorrido en horas lectivas, que no pasaba por calles especialmente transitadas por menores y que lo que ofrecía era un libro gratis… Cuando es de todos conocido que hoy, por desgracia, los niños no se interesan por los libros y sí solo por las maquinitas”. Una tesis que repite el colectivo pese a que el automóvil transitó por la vía pública durante horas y a que la autocaravana fletada este viernes, que ha circulado al mediodía por la capital, mantiene parte del mensaje.

Oídos sordos

Así que no queda sino navegar la contradicción, recordando que la ley es solo el último recurso

Autobús de HazteOir en el Parking de Arjona en la carretera Coslada Vicalvaro. © VÍCTOR SAÍNZ

Una sociedad que escoge la libertad como principio rector expone a sus miembros a cosas que no les gustará ver. Es inevitable, porque dicha elección implica aceptar que todo consenso es parcial y temporal. A veces, ciertas posturas llegan a poner a prueba los límites del sistema. Puede ser en Twitter, en la portada de una revista satírica, en la letra de una canción, o en un autobús que circula por nuestra ciudad.

Hay dos maneras extremas de enfrentar estas situaciones. La primera es prohibir los mensajes que ofendan a una persona, institución o grupo, al considerar que rompen las normas de libre convivencia. El problema de esta aproximación es que abre la puerta a que los ofendidos se aprovechen para eliminar aquellas ideas con las que, sencillamente, no comulgan.

Para evitarlo es posible optar por la solución opuesta, de apertura completa. Pero no resulta práctico permitir la circulación de mensajes que articulan o planean una acción directa contra la libertad. Así que la posición intermedia en la que solemos recaer los espíritus cautos es la de una limitación moderada, circunscrita a los discursos que llamen a la violencia.

Pero ni siquiera esa es zona segura, pues los incitadores del odio emplearán discursos sutiles, y tras el ataque argumentarán que se enfrentan a una caza de brujas. Funciona: en EE UU, la lucha contra lo “políticamente correcto” se ha convertido en un polo de atracción para ideas excluyentes. En Holanda, el apoyo a Wilders se incrementó después de que fuese condenado por ciertas declaraciones xenófobas.

Así que no queda sino navegar la contradicción, recordando que la ley es solo el último recurso. Antes hay otros, más efectivos. La fuerza de la evidencia combinada con un relato ideológico en positivo y atractivo funciona, por ejemplo, cuando el tema en cuestión es poco conocido para la mayoría de la población. Y sí, la transexualidad en la infancia cumple tal requisito. Hay espacio para hilvanar un debate civilizado y, al mismo tiempo, libre. Que se enriquecerá si tiramos del penúltimo recurso, que nos brinda el refranero español: a palabras necias, oídos sordos. @jorgegalindo

El ‘odiobús’

Por eso es tan gran noticia que la justicia les haya parado las pezuñas

Autobús de la organización ultracatólica Hazteoir retenido en un aparcamiento de la localidad madrileña de Coslada. © VÍCTOR SAÍNZ

La he visto cambiar de verano en verano, alegrándole la vista al prójimo retozando en la piscina de su barrio. Una criatura llena de gracia y de esa elegancia de dentro afuera que no se vende en las tiendas. La vi de bebé, ricitos de oro, el pañal abultándole el culete bajo el biquini. La vi de niña chicazo, melenita de paje, culotes de colorines y tetillas al aire. La vi de adolescente rebelde con causas, rapado salvaje, calzones largos y banda a presión aplanándole las mamas, dándose unos lotazos de órdago con la novieta de turno. La veo hoy adulta, ser bellísimo vestido como le da la gana, y aún no sé si es o quiere ser chico o chica ni me importa. Porque es ella. O él. O ello. Una persona singular. Única. Como todas. He visto ese cuento de puertas afuera, sí. A saber lo que habrá sufrido ese cuerpo y esa mente y esa casa con esos cambios. Pero también he visto a mujeres con nuez tamaño kiwi y pene de regular calibre enterrado entre las nalgas. Y a hombres con toda la barba, pechos de la 120 tatuados al tórax y ovarios de dos yemas. A todos les he visto, y escuchado. Y son tan mujeres y hombres como Eva y Adán y viceversa.

Estábamos ya en estas cuando sale a la calle un autobús fletado por unos posesos de la verdad absoluta sentenciando que si naces hombre, hombre mueres, y si naces mujer, lo serás por los siglos de los siglos y los demás no existen. Porque lo dicen ellos. Puede que, ojalá, sean estos los últimos bramidos de una especie que ve cómo su mundo se les va de las garras. Pero, mientras, aterrorizan al diferente ninguneándolo. Por eso es tan gran noticia que la justicia les haya parado las pezuñas. Tolerancia cero contra la intolerancia. A veces, en mi infinita sabiduría, colijo que si su Dios misericordioso les mandara un hijo con vagina o una hija con dos cojones, perdón, testículos, sabrían de lo que hablan. Pero luego reculo. Quizá le negaran su naturaleza. Y eso no se lo deseo a nadie.

Hazte Oír y hazte aliado de Jorge Fernández Díaz

El exministro del Interior declaró a este grupo ultracatólico de utilidad pública por su “interés general”

Miembros de Hazte Oír se concentran este miércoles en Cibeles para defender su autobús. JAVIER TORMO EFE

BERNA GONZÁLEZ HARBOUR

Los políticos pueden decir misa, pero la verdadera impronta de sus decisiones está en el Boletín Oficial del Estado. El del 24 de mayo de 2013 recoge la declaración por parte del Ministerio del Interior de la organización Hazte Oír como “asociación de utilidad pública”. Para ello, el entonces ministro Jorge Fernández Díaz consideró que promueve “el interés general”.

¿Hemos dicho interés general?

La organización Hazte Oír ha puesto a circular un autobús con un mensaje que agrede a una minoría, la de unos niños con una identidad diferente a la de su cuerpo, como antes ha hecho feroces campañas contra el aborto y la educación sexual en los colegios. El fiscal superior de la Comunidad de Madrid ha abierto diligencias para investigarlo por posible delito de odio y hasta el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, que es quien de verdad dice misa, también lo ha condenado.

El debate se ha situado inmediatamente en un territorio que puede ser estimulante y rico para una sociedad que cambia y que incorpora nuevos derechos y reconocimientos a realidades que antes vivían en sombras tenebrosas: ¿Es libertad de expresión lo que hace Hazte Oír o es incitación al odio? La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, declaró ayer en la sede de EL PAÍS que “la libertad de expresión tiene sus límites en las leyes”.

Vayamos por un momento a otro escenario: el presidente Trump ha revocadouna norma de Obama que permitía a los niños el acceso a vestuarios y baños del género con el que se identificaran, lo que en su momento (2016) fue considerado un avance en los derechos de la comunidad LGTB. Desandar el camino avanzado no cambia nada para la gran mayoría de la gente, pero sí entorpece la de una minoría que hoy se ve obligada a dar un paso atrás. Es por ello un acto de simbolismo cruel.

Hay una escena de Posguerra, el gran libro de Tony Judt, que narra cómo los alemanes miraban hacia atrás, se tapaban los ojos y se reían cuando les ponían imágenes de los campos de exterminio años después del nazismo. Tardaron mucho en querer ver. Y ese fragmento del libro nos coloca ante la evidencia de que empatizar con las minorías es el primer paso para comprender, para rectificar, para legislar y para avanzar.

Cuando las autoridades o agentes sociales son inmunes a los sufrimientos de las minorías, como está ocurriendo con los refugiados sirios (Europa), cuando desandan el camino avanzado en contra de esas minorías (Trump) o fletan un autobús que niega la identidad sexual de una minoría (Hazte Oír) están pecando de un mismo defecto, sea delito o no lo sea: falta de empatía y generosidad. Que además el Gobierno considere a esta organización de utilidad pública por su “interés general” es agotador. Por una vez, hagan caso a Blázquez y respeten a esos niños. Eso sí es de interés general.