Homofobia y banderas franquistas: el bochornoso espectáculo que el PP permite el día del Orgullo

EL PLURAL

La extrema derecha carga contra los homosexuales bajo el pretexto de defender a las “familias normales”

Manifestación de La España en Marcha contra los homosexuales

Manifestación de La España en Marcha contra los homosexuales. Foto: Twitter (@logela)

La delegada del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Concepción Dancausa, ha autorizado este sábado una concentración del grupo ultraderechista La España en Marcha (plataforma ultraderechista compuesta por La Falange, Nudo Patriota Español, Alianza Nacional, Movimiento Católico Español y Democracia Nacional)  bajo el lema “Por la familia tradicional, contra el matrimonio homosexual”.

Capital del Orgullo
El acto se ha celebrado este mediodía en la céntrica Plaza de Chamberí, ubicada relativamente cerca del barrio de Chueca, donde durante todo el fin de semana pasaran miles de turistas y ciudadanos para celebrar el día del Orgullo Gay.

Bochornoso espectáculo
Las redes sociales se han hecho eco de esta manifestación convocada por la extrema derecha y autorizada por la Delegación del Gobierno en la que se han exhibido banderas franquistas y se ha cargado contra los homosexuales bajo el pretexto de defender a las “familias normales”.

Doble rasero
Sin duda, sorprende que la sustituta de Cristina Cifuentes al frente de la Delegación del Gobierno permita esta marcha contradiciendo los argumentos que desde el Partido Popular siempre han esgrimido para prohibir actos como la manifestación atea que colectivos ateos pretenden realizar cada Jueves Santo en Madrid. Una prohibición que se defiende bajo el siguiente argumento: “La fecha, lugar y hora elegidos por los convocantes, aunque manifiestan en principio una finalidad lícita, lo cierto es que pretenden realizar la manifestación un día de especial significación para los católicos, en el mismo lugar y horario en que se van a celebrar diversos actos religiosos, lo cual pone de manifiesto, cuanto menos, una evidente voluntad de provocación”.

28J: ruinas, cuerpos y orgullo

En medio de la crisis de sentido que vivimos es necesario repolitizar las manifestaciones por la liberación sexoafectiva.

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¿Qué exigencia tengo de contar la verdad sobre mí misma? ¿Quién me lo pide? ¿Qué esperan? ¿En qué lenguaje será satisfactoria mi respuesta? ¿Cuáles son lasconsecuencias de decirlo? Mi hablar es un hacer y por tanto un acto político en sí. Antes de “jugárnosla”, antes de implicarnos en procesos y espacios públicos, el punto de partida común puede ser la duda. Las preguntas. La desorientación. La incertidumbre ante nuestros propios límites y fronteras.

El reto puede ser más simple y ambicioso al mismo tiempo: “reencontrarnos con nosotras mismas”, como dice Marina Garcés. “Dar cuenta de sí mismo”, como dice Judith Butler. No pasa nada. A veces es más importante lo que no sabemos que lo que sabemos.

¿Cómo funcionan nuestros afectos, deseos, sexos? ¿Cómo responde nuestro cuerpo en relación con otros cuerpos? ¿Cómo despojarnos de clichés, presuposiciones, corsés e inseguridades? Ninguna persona quiere quedarse sola. Nadie deja su casa o su país por gusto. Nadie quiere sentirse marginada. Nadie quiere ser diferente, y sin embargo todas los somos cuando dinamitamos las jaulas de la normatividad. Todas queremos “integrarnos”, pero no a costa de cualquier cosa y menos de “perder” la identidad.

En estos momentos

En estos momentos una adolescente estará viviendo por primera vez una historia de amor con otra mujer y temerá contárselo a sus padres. En estos momentos, una persona intersex contará su historia en una escuela. En estos momentos, un viejo de Aranjuez estará deseando a un chico bangladeshí que vende cervezas. En estos momentos, tres personas estarán haciendo una familia y querrán criar en tripartito.

En estos momentos una cajera de supermercado pensará en sus pelos y prominente clítoris que le han avergonzado toda la vida y los empezará a vivir como una delicia junto a sus amantes. En estos momentos, una persona trans odiará al endocrino que le ha “tratado” en la unidad de identidad de género y tuiteará su indignación.

En estos momentos, llegarán a la costa española dos marroquíes homosexuales perseguidos en su país, dispuestos a empezar de nuevo. En estos momentos, un joven abandonará su pueblo y se irá a vivir a la capital porque no le dejan mostrar que ama a otros hombres. En estos momentos, el presidente del gobierno español se arrepentirá de haber dado tregua al caso de asilo político de una lesbiana negra. Alguien estará viviendo una experiencia traumática que le hará guardar un secreto durante años y afrontar de forma negativa su hermosa diferencia. En estos momentos, miles de personas se estarán reencontrando con sus cuerpos y gritarán de placer.

De esto van  las manifestaciones del 28 de junio. El Día del Orgullo no es una fiesta de jóvenes glamurosos y despolitizados que se ponen hasta las cejas con el patrocinio de multinacionales y empresas mientras una multitud mirona y silenciosa observa los desfiles en la calle o a través de la tele. Esto no es el Orgullo. O no debería serlo.

El Orgullo es la denuncia creativa organizada a diario entre personas que dicen “quiéreme como soy”. El orgullo es que las viejas de los pueblos, y también los astilleros de la costa, se sientan interpeladas en una expresión colectiva de la diversidad sexual, en una celebración política por la multiplicidad e irreductibilidad de los cuerpos.Hay una necesidad de pensarnos con lxs otrxs, de volver a encarnar la teoría y la lucha social. Es una necesidad de confianza en lo común, de sentir que somos interdependientes y que esto de los cuerpos nos afecta a todes.

El 28 de junio no es un baile de monstruos sociales, ni de satánicos, ni de brujas, bohemias radicales, artistas rebeldes, amantes indomables. O sí. Y todas somos esos posibles que desdibujan las líneas de la normatividad.

Se trata de eso. El desnudo y la corporalidad. Exponer la vulnerabilidad y la falibilidad propia de la condición humana, llevar el cuerpo a la primera línea política. Bajar las emociones y las ideas del ático que es la mente al resto del cuerpo.

Salirnos del “marco incomparable” que es el pensamiento dual y resignificar la bandera multicolor en el comienzo de un nuevo ciclo político. Es algo urgente. Pensar por qué vamos a acudir a las fiestas del Orgullo de nuestra ciudad. Y hacer de nuestras vidas una celebración, claro que sí. Transformar las tragedias en historias emocionantes contadas con mucho humor. Y gritar en coro los Principios de Yogyakarta (2007).

Y pensar qué estamos haciendo en nuestros colectivos, barrios y pueblos. Pensar cómo nuestros entornos pueden ser ya comunidades de resistencia a la condición neoliberal, a las violencias y los colonialismos. Iniciativas como los Orgullos Indignados de Madrid o la nueva caseta reguetonera de Barcelona hacen genealogía de los movimientos LGTBIQ en un baile disidente de categorías que se cruza con otros movimientos sociales.

Insisto. Se trata de esto. La denuncia, la protesta, la creatividad indignada y feminista. Crear comunidad desde la experiencia de la diversidad mutante.El reto, conseguir que colectivamente tomemos las riendas, vivamos y expresemos en libertad, sin miedo, nuestras identidades sexoafectivas, en un cotidiano que está cambiando.

¿Qué pueden entonces aportar las manifestaciones del 28 de junio como reflexión política en la actual crisis de valores? ¿Cómo nos sentimos interpeladas? Quedan muchas preguntas y luchas pendientes para un país progresista en materia de derechos sexuales y reproductivos como es el Estado español.

Que el Orgullo sea una demostración colectiva y creativa del descontento social. Que sea un proceso de construcción permanente de comunidad abierta e incluyente, que negocia tensiones, que resuelve conflictos. Que sea un flujo de etnografías sexoafectivas que griten, denuncien y bailen su rechazo a un modelo económico capitalista que atraviesa nuestras identidades, destruyendo libertades y derechos ganados a pulso por quienes nos precedieron. El Orgullo es hoy una deuda con nosotras mismas. Y ésta sí que es legítima.

“A las dos horas de decir que tenía el VIH me despidieron”

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Daniel junto el lazo rojo de la plaza de Vázquez de Mella en Madrid.

Dos horas le duró a Daniel la alegría de creer haber dado con una jefa comprensiva en su nuevo puesto de trabajo. El tiempo que pasó entre que le confió que es seropositivo y la entrada en su teléfono móvil de un mensaje que le despedía. “Yo se lo dije en confianza tras una jornada de trabajo: ‘Quiero que sepas que tengo el VIH y que un día al mes tengo que ir al hospital a por mis pastillas’, le comenté”, cuenta el propio Daniel. “A las dos horas me despidió”.

La empresa niega que ese fuera el motivo del despido: “Llevaba un día y medio de trabajo y se encontraba mal, sudando mucho. Le dije que se fuera a casa y que se necesitaba a alguien en plenas facultades porque en el verano es temporada alta, no alguien delicado”, cuenta la encargada de la coctelería donde fue contratado Daniel.

Daniel Jiménez entró a trabajar de barman en un local del copas de Madrid llamado Mokai “el 7 de mayo pasado aunque el contrato tiene fecha de día 12”, recuerda. Un bar de ambiente ‘cool’ en la plaza de Vázquez de Mella. El mismo espacio urbano escogido en 2005 por el exalcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, para plantar en 2005 un gran lazo rojo permanente como símbolo de “la lucha de la ciudad contra el sida”. La plaza es la puerta de entrada al barrio de Chueca, que protagoniza, justo esta semana, las fiestas del Orgullo Gay en la ciudad.

El 14 de ese mes, relata Daniel, “le conté a mi superiora mi enfermedad y, la verdad, la reacción en el momento fue muy buena. Me preguntó que cómo lo llevaba y que qué mala suerte”.

Los mensajes telefónicos que esgrime Daniel contradicen la defensa de la empresa. Tan solo dos horas después, la misma jefa le comunicaba su despido: “Siento mucho lo que te ocurre pero no me parece justo que no me lo hayas comunicado antes de contratarte. Tengo un negocio de restauración y, al menos, me podías haber contado esto. No puedo arriesgar”, le informó, según los textos intercambiados por la aplicación whatsapp. “Mañana hablaré con la gestoría y le comunicaré tu baja. Me parece un golpe bajo por tu parte”, añadía.

La encargada repite a eldiario.es que “es incierto que me dijera en ningún momento que tuviera la enfermedad. Sólo busca el dinero de una indemnización”.

El barman recuerda que “justo acababa de decirle a mi madre lo bien que se habían tomado en el trabajo mi situación cuando llegó el mensaje”. La Coordinadora Estatal VIH-sida (Cesida) recuerda que “en los trabajos que conllevan la manipulación de alimentos, ni la normativa estatal ni la comunitaria justifican la exclusión de las personas con VIH”.

El reglamento de la Unión Europea sobre higiene de los alimentos únicamente hace referencia a que “las personas que padezcan o sean portadoras de una enfermedad que pueda transmitirse a través de los productos alimenticios,o estén aquejadas, por ejemplo, de heridas infectadas, infecciones cutáneas, llagas o diarrea, no deberán estar autorizadas a manipular los productos alimenticios”.

El sida no se transmite por los alimentos. Ese grupo lo configuran, según recuenta el Instituto de Salud Carlos III: el botulismo, la fiebre por E.coli, el tifus, la hepatitis A, la listeniosis, la salmonelosis, la shigelosis, la triquinosis, la yersiniosis, la campilobacteriosis y la criptosporidiosis.

“Derecho a contratar a gente sana”

La cuestión es que Daniel se ha quedado en la calle. “Conmigo no has actuado de buena fe”, le recriminaba por escrito la encargada del local a lo que el trabajador contestó, también en mensajes: “Mañana paso por el juzgado a denunciar la discriminación”. A partir de ahí, el tono de las comunicaciones ya es más elevado. La jefa reaccionó, de acuerdo con los mensajes grabados en el teléfono de Daniel, y le dijo que “me parece indignante que seas capaz de decir que te he discriminado cuando ni siquiera has tenido la delicadeza de informarnos de que estabas enfermo antes de hacerte el contrato”.

Preguntada por este medio, la superior repite que “a mí no me dijo nada de ese problema antes de ponerse a trabajar. Y estando todavía en pruebas, tras un día y medio de trabajo, fue cuando se le despidió”.

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Mensajes almacenados en el teléfono de Daniel.

Daniel Jiménez entró a trabajar de barman en un local del copas de Madrid llamado Mokai “el 7 de mayo pasado aunque el contrato tiene fecha de día 12”, recuerda. Un bar de ambiente ‘cool’ en la plaza de Vázquez de Mella. El mismo espacio urbano escogido en 2005 por el exalcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, para plantar en 2005 un gran lazo rojo permanente como símbolo de “la lucha de la ciudad contra el sida”. La plaza es la puerta de entrada al barrio de Chueca, que protagoniza, justo esta semana, las fiestas del Orgullo Gay en la ciudad.

El 14 de ese mes, relata Daniel, “le conté a mi superiora mi enfermedad y, la verdad, la reacción en el momento fue muy buena. Me preguntó que cómo lo llevaba y que qué mala suerte”.

Los mensajes telefónicos que esgrime Daniel contradicen la defensa de la empresa. Tan solo dos horas después, la misma jefa le comunicaba su despido: “Siento mucho lo que te ocurre pero no me parece justo que no me lo hayas comunicado antes de contratarte. Tengo un negocio de restauración y, al menos, me podías haber contado esto. No puedo arriesgar”, le informó, según los textos intercambiados por la aplicación whatsapp. “Mañana hablaré con la gestoría y le comunicaré tu baja. Me parece un golpe bajo por tu parte”, añadía.

La encargada repite a eldiario.es que “es incierto que me dijera en ningún momento que tuviera la enfermedad. Sólo busca el dinero de una indemnización”.

El barman recuerda que “justo acababa de decirle a mi madre lo bien que se habían tomado en el trabajo mi situación cuando llegó el mensaje”. La Coordinadora Estatal VIH-sida (Cesida) recuerda que “en los trabajos que conllevan la manipulación de alimentos, ni la normativa estatal ni la comunitaria justifican la exclusión de las personas con VIH”.

El reglamento de la Unión Europea sobre higiene de los alimentos únicamente hace referencia a que “las personas que padezcan o sean portadoras de una enfermedad que pueda transmitirse a través de los productos alimenticios,o estén aquejadas, por ejemplo, de heridas infectadas, infecciones cutáneas, llagas o diarrea, no deberán estar autorizadas a manipular los productos alimenticios”.

El sida no se transmite por los alimentos. Ese grupo lo configuran, según recuenta el Instituto de Salud Carlos III: el botulismo, la fiebre por E.coli, el tifus, la hepatitis A, la listeniosis, la salmonelosis, la shigelosis, la triquinosis, la yersiniosis, la campilobacteriosis y la criptosporidiosis.

“Derecho a contratar a gente sana”

La cuestión es que Daniel se ha quedado en la calle. “Conmigo no has actuado de buena fe”, le recriminaba por escrito la encargada del local a lo que el trabajador contestó, también en mensajes: “Mañana paso por el juzgado a denunciar la discriminación”. A partir de ahí, el tono de las comunicaciones ya es más elevado. La jefa reaccionó, de acuerdo con los mensajes grabados en el teléfono de Daniel, y le dijo que “me parece indignante que seas capaz de decir que te he discriminado cuando ni siquiera has tenido la delicadeza de informarnos de que estabas enfermo antes de hacerte el contrato”.

Preguntada por este medio, la superior repite que “a mí no me dijo nada de ese problema antes de ponerse a trabajar. Y estando todavía en pruebas, tras un día y medio de trabajo, fue cuando se le despidió”.

“Queremos que haya igualdad real”

La manifestación del Orgullo 2015 ha estado caracterizada por los homenajes a Pedro Zerolo, las reivindicaciones por parte de los políticos y el espíritu festivo en las calles.

Pancarta en recuerdo de Zerolo en la Marcha del Orgullo

Pancarta en recuerdo de Zerolo en la Marcha del Orgullo.- ALICIA IBARRA

MADRID.- “La fiesta del Orgullo es fundamentalmente dos cosas: alegría y celebrar que esta alegría ha sido conquistada”, ha comenzado diciendo la actual alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. Junto a ella, los políticos Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, AlbertoGarzón, Tania Sánchez, Pablo Echenique, Ignacio Aguado o Julio Lleonart; las organizaciones COGAM y FELGTB, y los sindicalistas de CC.OO. y UGT se han unido para celebrar y reivindicar la fiesta del Orgullo 2015.

Con muchísimas referencias a Pedro Zerolo, tanto por parte de los representantes institucionales como del público asistente, la manifestación ha recorrido todo el centro de Madrid, desde Atocha hasta la plaza de Colón bajo el lema “Leyes por la Igualdad Real ¡Ya!”.

“Por primera vez, el Orgullo ha conseguido apoyo institucional”, recalcaba Carmena. Por su parte, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha asegurado que “hay que estar orgullosos de lo que se ha conseguido hasta ahora, pero hay mucho camino por recorrer”. A ello, Alberto Garzón ha añadido: “La democracia no es posible si no se garantizan los derechos para todos, con independencia de su orientación sexual”.

Pedro Sánchez, que también encabezaba la marcha, ha querido dar las gracias porque “hoy España es un país mejor” y porque, gracias a la lucha de este colectivo, “España es un país mucho más libre y un país mucho más justo“. Su compañero de partido, Antonio Miguel Carmona, ha querido destacar “lo mucho que echa de menos a su amigo Zerolo en días como éste y cómo, en parte, también está presente en este Orgullo”.

Pero más allá de lo estrictamente político, recorriendo las calles de la capital se encontraban personas como Enrique Pérez, un simpatizante de Podemos que ha decidido llevar una bandera de Grecia a la manifestación para recordar “cómo aún hay muchas injusticias por las que protestar”. “Lo que les está pasando a los griegos nos puede pasar a nosotros y por eso hay que solidarizarse con ellos” .

Niños y “normalidad”

Muchos manifestantes llevaban pegatinas de Stop Homofobia y las pancartas han incidido en la igualdad: “En España hay de todo y es de todos” o “Queremos que haya igualdad real”. La figura de Pedro Zerolo está especialmente presente en este Marcha, en todos los símbolos.

Otros asistentes llevaban la camiseta arcoíris de Ahora Madrid, la candidatura de unidad popular que aupó a Manuela Carmena a la alcaldía. “Ahora nos toca a nosotros”, enmarcaba una pancarta con el símbolo de la plataforma.

Aunque una de las cosas que más llaman la atención es como, cada año más, los niños tienen un papel importante. Marina contaba a este diario cómo desde hace tiempo viene con sus sobrinos a esta fiesta: “Quiero que lo vean con la mayor normalidad posible y que se lo pasen bien”.

Un país diverso del que sentirse orgullosa

Estefanía Torres
Eurodiputada de Podemos en el Parlamento Europeo

 

España está hoy de celebración. Se cumplen ya diez años del primer matrimonio gay, diez años de una nueva legislación que marcó una tendencia de cambio histórico. Este avance fundamental se ha conseguido gracias al trabajo de los colectivos LGTB, organizados y perseverantes, que han estado en las calles hasta lograr que las instituciones hiciesen visible primero y tangible después, legislativamente hablando, el derecho de las personas homosexuales a elegir la fórmula que prefieran para convivir en pareja.

Un avance de tal dimensión no es mérito o patrimonio de una fuerza política concreta. Los cambios históricos de este calibre sólo se logran gracias al empuje y a la lucha constante de mucha gente durante muchos años.

¿Sabías que España es, según el Pew Research Center, el país más tolerante del mundo con personas LGTB? En Europa, países como Alemania o Italia no reconocen aún los derechos de los gays y las lesbianas al matrimonio, y otros como Portugal no permiten que los matrimonios gays puedan adoptar. Además, en la mayor parte de los países de Europa del Este las personas LGTB apenas tienen derechos y persisten unas legislaciones muy homófobas. Y esto sin mencionar que en alrededor de una decena de países (como Nigeria, Yemen, Arabia Saudí o Sudán) la homosexualidad está castigada con la pena de muerte y en más de 70 supone algún tipo de delito penal e incluso la cárcel.

En 2014, en Podemos nos planteamos entrar en las instituciones para abrir puertas y ventanas y que entrase el aire fresco de quienes, desde las calles, desde sus puestos de trabajo, desde sus casas, desde la vida pública o desde sus esferas privadas, clamaban porque estas instituciones estuviesen, de una vez por todas, a la altura de la gente decente que vive en este país.

Hoy, en 2015, parte del cambio ya se ha notado. La bandera del orgullo ondea estos días en numerosos Ayuntamientos y Parlamentos Autonómicos. Ada Colau, por ejemplo, ha sido noticia por transformar la Concejalía de Juventud en la del Ciclo de Vida, Feminismos y LGTB.

El Ayuntamiento de Oviedo ha lucido, por primera vez en la historia, la multicolor en uno de sus balcones para alegría de las vecinas y vecinos. Todo ello refleja que ya no tenemos que pedir a otros que hagan los cambios que queremos o necesitamos. Estamos entrando en las instituciones para hacer esos cambios nosotros mismos.

Partiendo de la responsabilidad que eso supone, hemos de ser conscientes de cuál es la realidad que viven todavía las personas LGTB. Quedan muchos retos por delante en esta materia y no podemos caer en una conducta que suponga vanagloriarnos de lo bueno que es nuestro país en ciertos aspectos sin tener en cuenta la parte negativa que pervive en la otra cara de la moneda.

Estefanía Torres
Eurodiputada de Podemos en el Parlamento Europeo

España está hoy de celebración. Se cumplen ya diez años del primer matrimonio gay, diez años de una nueva legislación que marcó una tendencia de cambio histórico. Este avance fundamental se ha conseguido gracias al trabajo de los colectivos LGTB, organizados y perseverantes, que han estado en las calles hasta lograr que las instituciones hiciesen visible primero y tangible después, legislativamente hablando, el derecho de las personas homosexuales a elegir la fórmula que prefieran para convivir en pareja.

Un avance de tal dimensión no es mérito o patrimonio de una fuerza política concreta. Los cambios históricos de este calibre sólo se logran gracias al empuje y a la lucha constante de mucha gente durante muchos años.

¿Sabías que España es, según el Pew Research Center, el país más tolerante del mundo con personas LGTB? En Europa, países como Alemania o Italia no reconocen aún los derechos de los gays y las lesbianas al matrimonio, y otros como Portugal no permiten que los matrimonios gays puedan adoptar. Además, en la mayor parte de los países de Europa del Este las personas LGTB apenas tienen derechos y persisten unas legislaciones muy homófobas. Y esto sin mencionar que en alrededor de una decena de países (como Nigeria, Yemen, Arabia Saudí o Sudán) la homosexualidad está castigada con la pena de muerte y en más de 70 supone algún tipo de delito penal e incluso la cárcel.

En 2014, en Podemos nos planteamos entrar en las instituciones para abrir puertas y ventanas y que entrase el aire fresco de quienes, desde las calles, desde sus puestos de trabajo, desde sus casas, desde la vida pública o desde sus esferas privadas, clamaban porque estas instituciones estuviesen, de una vez por todas, a la altura de la gente decente que vive en este país.

Hoy, en 2015, parte del cambio ya se ha notado. La bandera del orgullo ondea estos días en numerosos Ayuntamientos y Parlamentos Autonómicos. Ada Colau, por ejemplo, ha sido noticia por transformar la Concejalía de Juventud en la del Ciclo de Vida, Feminismos y LGTB.

El Ayuntamiento de Oviedo ha lucido, por primera vez en la historia, la multicolor en uno de sus balcones para alegría de las vecinas y vecinos. Todo ello refleja que ya no tenemos que pedir a otros que hagan los cambios que queremos o necesitamos. Estamos entrando en las instituciones para hacer esos cambios nosotros mismos.

Partiendo de la responsabilidad que eso supone, hemos de ser conscientes de cuál es la realidad que viven todavía las personas LGTB. Quedan muchos retos por delante en esta materia y no podemos caer en una conducta que suponga vanagloriarnos de lo bueno que es nuestro país en ciertos aspectos sin tener en cuenta la parte negativa que pervive en la otra cara de la moneda.

Pol Galofre: Abrazar lo trans

BARCELONES.COM

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“Para mí el feminismo era algo que estaba allí, pero a lo que no me había aproximado mucho. Cuando entré en la universidad me apunté a una asociación LGBT, y a raíz de eso empecé a leer, a aprender, a investigar sobre teoría feminista y entender que era allí donde a mí me gustaba moverme y que los discursos que estábamos teniendo en tanto que trans y LGTB si no estaban cruzados con el feminismo no me interesaban. Entendí que las luchas por la despatologización de lo trans, el cuestionamiento del sistema sexo género, tenían que ir vinculados a la lucha feminista y que las conexiones que teníamos que establecer debían ir en ese sentido.”

Pol Galofre (Barcelona, 1987) es uno de los impulsores de Cultura Trans, un proyecto que nació en 2011 de la mano de algunos de los organizadores de la manifestación Trans en Barcelona -desde el año 2009, cada mes de octubre, la Campaña STP convoca un Día Internacional de Acción por la Despatologización Trans con manifestaciones y actividades en diversas ciudades-. “Nos dimos cuenta de que una parte del activismo que estábamos haciendo no iba más allá, de que nos estamos quedando en un círculo muy cerrado. Decidimos empezar un proyecto diferente, más centrado en la cultura, muy político, con la intención de visibilizar y generar otros referentes entorno a lo trans que no fueran excluyentes, y de trabajar para mejorar las expectativas de vida de las personas que se identifican como trans.” “Estamos muy vinculados al movimiento feminista, y esto nos aporta mucho. De hecho, la sede principal de ‘Cultura Trans’ es La Bonne –Centre de Cultura de dones Francesca Bonnemaison-. Porque creemos que es un lugar interesante desde donde trabajar.” Aunque añade que “procuramos movernos bastante de sitio por Barcelona, porque cambiar es una forma de cambiar de público y llegar a más gente”.

“Ahora somos principalmente Miquel Missé y yo, pero en cada proyecto tenemos gente alrededor que nos ayuda.” Y los proyectos que menciona son muchos y muy variados. Desde las jornadas más académicas, para generar pensamiento, que se organizan en octubre coincidiendo con la campaña STP, hasta presentaciones de libros, talleres, espectáculos, exposiciones de fotos o ciclos de cine. Sin ir más lejos, acaba de empezar una nueva edición del Fire!! -la muestra de cine LGBT del Casal Lambda- en el que por tercera vez colaboran programando la sección “pantalla trans” y a lo largo de todo el curso ha tenido lugar en el Zum Zeig el ciclo de cine Open, para el cual han programado una película LGBT por semana.

También están enfrascados en la edición de un libro sobre políticas trans, que editarán con Egales. “Es un libro de traducciones de artículos de pensadores trans desde los años 70 hasta ahora, de Estados Unidos, donde los estudios trans son una rama concreta de los estudios de género. Hemos seleccionado diversos artículos que podrían considerarse fundacionales de los estudios trans, o que nos han parecido interesantes.” Para las traducciones, decidieron contar en la medida de lo posible con personas trans “contactamos con personas trans que hubieran traducido alguna vez, que supieran inglés o que escribieran bien en castellano… Luego, María Teresa Rojas se ha encargado de la corrección y de unificar los textos.”

Pero el acto central de ‘Cultura Trans’ es probablemente el ‘Trans Art Cabaret’, que se celebra este sábado, 4 de julio en Sala Hiroshima. “Es una forma de retomar la tradición de cabaret que tenía lo trans en Barcelona, y al mismo tiempo darle una vuelta, dar la posibilidad a personas trans de la ciudad y del mundo que están haciendo cosas artísticas de ponerlo en el escenario. Gente amateur que quizá no da el último paso en parte porque es una persona trans, de repente tiene un espacio allí.” La cosa empezó invitando a gente conocida, pero ha ido más allá: “estamos todo el año con los ojos y las orejas puestos, y cuando encontramos alguna persona trans que hace algo, pensamos al instante en el cabaret. A raíz de hacerlo hay algunos artistas que se han afianzado, por ejemplo Miryam Mariblanca que participa en el trans art cabaret desde el principio, es maravillosa, a la gente le encanta y ella está encantada de seguir viniendo. Además, siempre intentamos llevar a alguien de fuera, y al final acaba siendo algo grande. En este cabaret también se representará una parte de Limbo, que es una obra de teatro en la que participamos, de L’Era de les Impuxibles, con Clara Peya, una de las presentadoras del Cabaret.”

Comentamos la ocurrencia de celebrarlo precisamente en el Paral.lel, el lugar de tradición trans cabaretera por excelencia de Barcelona. “Me parece interesante hacer esta conexión porque pienso que el sistema es muy inteligente y se autorregula, y hay una parte de las luchas gays y trans que acaban siendo aceptadas porque son en cierta manera fagocitadas por el sistema: ‘te acepto como gay, siempre que te cases y seas normal, pero los que tienen pluma y tienen una vida rara, eso me parece mal’. Y con lo trans, creo que hay también un poco de esto. Ahora hay bastante aceptación de lo trans, siempre que transites dentro de la norma, que hagas del cambio entero, que te conviertas en un ‘hombre de verdad’, en una ‘mujer de verdad’, y que dejes atrás esta parte esperpéntica, que conecta con el drag queen, con el travestismo… así que esta conexión con el cabaret también es una forma de reivindicar esta posibilidad de ser marginal y esperpéntico, reivindicar que esto es de donde venimos y que es algo a lo que no le tenemos que dar la espalda.”

Ahondamos en esta idea de ‘haber nacido en el cuerpo equivocado’ con la que a menudo se asocia lo trans, una idea que no cuestiona el binarismo hombre/mujer y que en algunos casos puede implicar el rechazo a las expresiones de género no normativas o incluso a la homosexualidad. “Aquí entramos en terreno pantanoso, pero creo que el problema con estos discursos de ‘hoy he vuelto a nacer, he nacido en el cuerpo equivocado, he tenido un problema y me lo han arreglado’, es el rechazo que generas hacia tú mismo y hacia tu historia. Yo creo que el tránsito es algo que va contigo toda la vida, y que si cada vez que alguien te lo recuerda (porque te lo recordarán) eso genera un rechazo en ti muy fuerte, quizá no es el camino que deberíamos seguir, ¿por qué no podemos trabajar para abrazar este tránsito, para abrazar el hecho trans, y para intentar entender y vivir los cuerpos trans de una forma diferente, en lugar de ir hacia esta extinción de lo trans? Esta idea de que si la operación al final es perfecta, ya no quedará ningún rastro del tránsito en ti. Pues no, claro que quedarán rastros, porque has hecho este tránsito y forma parte de tu vida. A veces parece que la medicina nos ha de llevar la panacea, y quizá no. Quizá ese no debería ser el camino.”

Uno de los temas más polémicos actualmente en este ámbito es el de la transexualidad en la infancia: “Creo que cuando se tienen expresiones de género no normativas en la infancia se tiene que permitir desarrollarlas, probar y experimentar, y que sepan que pueden ser y hacer lo que quieran cuando sean mayores, obviamente, pero hay un punto complicado… yo estoy muy orgulloso de quien he sido y creo que el chico trans que soy ahora, es en gran parte porque he tenido una sociabilización femenina, y esto no lo cambiaría por nada. Es lo que me ha hecho ser feminista, tener la visión que tengo del mundo y la masculinidad que tengo ahora. Si cuando con 5 años decía que quería ser un niño me hubieran hecho caso, ¿qué tipo de hombre sería hoy en día? Quizá, si me viera ahora, no me gustaría nada a mí mismo.” Además, añade “he comparado historias de infancia con compañeras lesbianas muy ‘butch’, y nuestros relatos de vida, y nuestras sensaciones de pequeñas son muy similares, prácticamente calcadas, y hay un punto en esta historia en el que yo cojo un camino y ellas cogen otro. Entonces, hay psiquiatras y padres que les cambian el género a sus hijos porque dicen que en algunos casos está muy claro y hay riesgo de que se autolesionen. Está claro que se les tiene que dar espacio para ser lo que quieran ser, pero siempre teniendo en cuenta que quizá después esta persona no transita, y que esto tiene que ser una posibilidad. Podría pasar que de los 5 a los 10 años vives en masculino, y tus padres lo han cambiado todo, y de repente quizá llega la adolescencia y decides cambiar. Y esta posibilidad creo que no está planteada.”

Sobre la cuestión de si es un tema candente especialmente en los Estados Unidos, opina que “Estados unidos tiene una gran colonización cultural y mediática en todo el mundo, pero aquí también está pasando, no es una realidad que nos sea ajena.” Me habla, por ejemplo del documental de TVE ‘El sexo sentido’, y de asociaciones como Chrysallis, de padres de niñxs y adolescentes transexuales, o el Grupo Familias de Trans .

Pol Galofré escribió un artículo en la revista Píkara muy revelador sobre cómo cambiaron sus sensaciones cuando empezó a ser reconocido como hombre en sociedad. “Siendo reconocido como chica en la calle, hay una especie de presión, una carga en gran parte sexual en todas las interacciones con hombres de la que no te das cuenta, porque está tan inmiscuida dentro de todo y porque hemos crecido así: a mí con 14 años ya me habían enseñado varias pollas por la calle, tocado los pechos… es algo que está siempre presente y en el momento en el que empecé a transitar yo no era consciente de ello. Cuando empecé a ‘pasar’ por la calle, a ser reconocido como chico, me di cuenta de que toda esta presión en la interacción con los hombres desaparecía. Esto para mí fue una bofetada muy grande. Por una parte fue muy liberador porque de repente lo dejaba de tener encima, pero por otra parte es muy preocupante. No puede ser que el simple hecho de estar en la calle sea una experiencia tan diferente si eres leído como mujer o si eres leído como hombre. Aquí hay que hacer algo.” Además, añade “noto que se me escucha más, y esto me da mucha rabia: si vamos yo y una chica y se me escucha más a mí. En estas situaciones intento no abrir la boca. Pero dices una palabra y el foco de antención va hacia ti.” No ha sido el único hombre trans que ha descrito la sensación de experimentar el privilegio masculino.

“Después, además, me di cuenta de que, en cuanto a mí me reconocían como hombre, se esperaba lo mismo de mí del otro lado. Yo dejaba de sentir eso de cara a los chicos pero las chicas con las que me cruzaba por la calle lo sentían de cara a mí. Eso, a mí, como feminista me remueve por dentro, me genera un rechazo horrible… Así que empecé a pensar qué tipo de masculinidad quiero performar, qué tipo de hombre quiero ser. Cuando me dieron los privilegios que vienen dados por reconocerte como hombre, me tuve que replantear actitudes que como lesbiana masculina o mujer empoderada hubiera podido tener. Por ejemplo, a mí me cuesta tomar la palabra en público y me había empoderado para aprender a tomarla, pero ahora me echo para atrás. Muchos chicos no lo entienden, ‘¿por qué no puedo tomar la palabra si tengo cosas interesantes a decir?’ pues porque tú tienes la palabra dada siempre”. “He encontrado mis estrategias y en mi entorno esto está trabajado, pero me indigna por lo que dice de la sociedad en que vivimos. Y por otra parte… entiendo que las personas trans no tienen que ser la panacea de esta sociedad, y que pueden ser igual de normativos que la mayoría de personas cis, pero al mismo tiempo me da mucha rabia cuando veo un chico trans que ha vivido mierdas como chica y que en el momento en que transita, prácticamente tiene actitudes machistas.”

Afirma no haber notado una recriminación desde el feminismo en Barcelona por el hecho de haber transitado, de haberse sumado de alguna manera al ‘privilegio masculino’. “En los entornos feministas en los que yo me he movido no ha habido esta recriminación. De hecho creo que hay un poco de fascinación por lo trans, e incluso una cierta erotización de los cuerpos de los chicos trans sobre todo, en el mundo bollero y feminista aquí en Barcelona.” Pero reconoce que hay un punto de esta fascinación que en parte le preocupa: “Me interesan mucho los puntos de encuentro entre lo butch y lo trans. Creo que el feminismo y el movimiento lésbico han hecho un trabajo muy grande de por permitir que haya personas identificadas como mujer con una expresión de género masculina, en dar este espacio de masculinidad dentro del concepto de mujer, y tengo la sensación de que este espacio está siendo un poco desprestigiado. No sé si es que antes estas mujeres no transitaban porque la opción de transitar ni siquiera existía, que también puede ser, pero lo cierto es que ahora cada vez hay más chicos trans, que transitan muchas veces desde un contexto lésbico. Aquí hay algo que a mí me tensiona. ¿Estamos haciendo algo mal porque para vivir esta masculinidad necesites cambiar el nombre, cambiar los pronombres? Quizá nos toca hacer el trabajo de generar pronombres neutros, para generar este espacio. No sé si es que hay una idealización de lo masculino… al mismo tiempo, yo soy el primero que he transitado, y que ahora mismo no podría vivir como mujer lesbiana, pero quizá es porque no tuve los referentes, no encontré las formas de ser mujer y masculina y estar bien con eso. Al mismo tiempo es muy interesante que haya tanta gente que transita, porque estamos en un momento en el que esto es posible y genera otras posibilidades, pero quizá me da miedo que este espacio espacio andrógino, intermedio, en el que había antes mujeres masculinas y en el que ahora hay chicas trans y genderqueer, desaparezca.”

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La niña que desafió a un predicador “homófobo” con una bandera del arcoíris

BBC.COM

Fueron muchos los que el pasado fin de semana celebraron en Estados Unidos la decisión de la Corte Suprema de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el país.

Zea se situó frente al hombre en silencio sosteniendo una bandera multicolor que representa a la comunidad LGBT

Zea se situó frente al hombre en silencio sosteniendo una bandera multicolor que representa a la comunidad LGBT. (Foto cortesía de Ryan Bowling)

La noticia no fue bien recibida por grupos conservadores, que consideran que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer.

Ese es el caso de un predicador cristiano que acudió hace unos días a un evento en el que participaron miembros de la comunidad LGBT -que incluye a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales- en la ciudad de Columbus, en Ohio (noreste de EE.UU.).

Acompañado por un individuo que portaba un letrero en el que se leía “Jesús salva del infierno”, el hombre se dedicó a lanzar mensajes religiosos en contra de los gays y lesbianas, dirigidos a los asistentes a la celebración.

Lo que no esperaba el predicador es que fuera una niña de siete años la que le plantara cara por sus comentarios, que fueron calificados de “homófobos” por los presentes.

Lo único que la pequeña Zea hizo fue situarse frente al hombre en silencio sosteniendo la bandera del arcoíris que representa a la comunidad LGBT.

“Este mundo te dará angustia, te dará divorcio, de dará dolor. Jesucristo viene a redimir a la gente de este mundo”, gritaba el hombre, sin que la niña se inmutara.

La escena fue grabada por el padre de la pequeña, Ryan Bowling, quien colgó las imágenes en internet en la página de videos YouTube, que han sido compartidas en las redes sociales por miles de personas en las últimas horas.

Lea: Corte Suprema de EE.UU. declara legal el matrimonio homosexual en todo el país

“El amor gana”

Muchos celebraron en Estados Unidos la decisión de la Corte Suprema de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Muchos celebraron en Estados Unidos la decisión de la Corte Suprema de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Según le explicó Bowling a BBC Mundo, él y su familia estaban haciendo de voluntarios en el Festival de la Comunidad celebrado el pasado sábado en Columbus, cuando apareció el predicador con sus consignas en contra de los gays.

El hombre, según Bowling, rebajó el tono de lo que estaba diciendo cuando su hija se le acercó, aunque no dejó de gritar.

La niña, en cambio, se quedó mirándolo sosteniendo la bandera, mientras algunos de los que presenciaban la escena la felicitaban por plantar cara al predicador, que no ha sido identificado.

“Estábamos muy contentos con la decisión de la Corte Suprema y con el hecho de que nuestra hija pudiera ser parte de las celebraciones”, le explicó Bowling a BBC Mundo.

“Mi familia acude a menudo eventos sobre igualdad y donamos dinero a organizaciones que promueven esas causas cuando podemos”.

Según Bowling, el mensaje de la imagen de su hija frente al predicador es que “el amor gana”.

La fama de la pequeña Zea ha llegado hasta el punto de que se han empezado a fabricar camisetas con la foto de la niña con la bandera.

Parte de los beneficios que se obtengan con su venta irán a parar a una organización sin ánimo de lucro.

Una publicidad de ropa saca del armario a las lesbianas en la India

  • Un anuncio televisivo de una marca de ropa india, en el que una chica presenta a su novia oficialmente a sus padres, ha supuesto un fuerte espaldarazo para las lesbianas en la India, donde las relaciones homosexuales están penalizadas

 

El anuncio de Anouk “La visita”, de la campaña “Atrevido y bonito”, se ha convertido en viral en las redes sociales del gigante asiático, y en Youtube ya se acerca a los dos millones de reproducciones un mes después de su lanzamiento.

“Ha sido precioso. Y creedme cuando lo digo. La India está cambiando a mejor. Ojalá hubiese esperado a salir (del armario), así mis padres podrían haber visto que esto es normal y que el amor es amor”, asegura en Youtube en uno de los comentarios Izzy J.

Y remata: “Me encanta este anuncio. Gracias de corazón, me hace sentir querida y aceptada, en vez de sucia y anormal”.

En el comercial, de algo más de 3 minutos de duración y factura cinematográfica al estilo meloso de Bollywood, dos atractivas jóvenes se acicalan entre arrumacos, impacientes, a la espera de que lleguen los padres de una de ellas.

“¿Estás segura de esto?”, pregunta insegura una, a lo que la otra responde: “Estoy segura sobre nosotras y no quiero ocultarlo más”.

Para la sociedad india, eminentemente conservadora y muy religiosa, este anuncio supone un adelanto significativo, aunque algunos comentaristas en medios locales remarcaron que su alcance se limita a la clase urbana, que suele ser más progresista.

“Puede que (este anuncio) no refleje la postura hacia los gais de la mayoría de los indios, pero al menos muestra que algunos sectores con gran influencia están dispuestos a un cambio de mentalidad, y eso es bienvenido”, aseguraba en el diario Times of India Sharon Fernandes.

Avishek Ghosh, uno de los dueños de la productora que está detrás del anuncio, Hectic Content, explicaba al mismo diario que en el comercial trataron de evitar los “estereotipos relacionados con los homosexuales” para mostrar así a una “pareja cualquiera”.

En el mismo sentido, Shobhna S.Kumar, fundadora de Queer Ink (“Tinta gay”), la única editorial india centrada en la literatura LGTB, detalló a Efe que el anuncio muestra la realidad en las relaciones de pareja lésbicas, donde la “vulnerabilidad las hace paradójicamente más fuertes”.

Según Kumar, este anuncio es el reflejo del cambio que se está produciendo “en el número de mujeres que muestran su orientación sexual de una manera abierta”, aunque en la sociedad india la mujer aún carezca de derechos y “sea vista como una propiedad del hombre”.

A pesar de la gran repercusión que ha tenido esta campaña publicitaria de Anouk, ese anuncio no es el primero en la India que lleva a la pequeña pantalla la temática de las lesbianas.

La compañía especializada en complementos The Fastrack lanzaba en 2013 de un modo más sofisticado y transgresor la pieza “The Closet”, en la que en unos pocos segundos se mostraba la relación esporádica e insinuada de dos chicas en el interior de un armario rosa con el lema: “Sal del armario. Muévete”, con música de Daft Punk.

También el cine en la India, siempre un paso por delante, ha sido testigo de las relaciones pasionales entre dos mujeres.

En 1998 la película “Fuego”, de la directora indocanadiense Deepa Mehta, generó un gran revuelo en el gigante asiático por una historia de amor lésbico ambientada en la Delhi de finales del siglo XX.

La película tuvo que ser retirada de los cines por la presión y los ataques de grupos extremistas hindúes, como los cometidos en las salas Regal de la capital india, donde 17 años después todavía quedan muestras de los destrozos.

Esos disturbios no dejaban presagiar el mayor logro hasta ahora de la comunidad LGTB en la India: la declaración como inconstitucional en 2009 del artículo 377 del Código Civil indio, una ley británica de 149 años de antigüedad que prevé penas de hasta 10 años de cárcel por mantener relaciones “contra natura”.

Sin embargo, cuatro años después, sería restaurado por el Tribunal Supremo.

Según A.J. Hariharan, fundador de una línea telefónica en Tamil Nadu (sur) de ayuda a las lesbianas, esos años de libertad no se tradujeron en una menor discriminación, aunque ahora, dijo a Efe esperanzado, “más gente habla de ello”.

Como altavoces de los derechos a favor de los homosexuales están anuncios como el de Anouk, en el que al final de la historia se muestra a una de las chicas al teléfono: “¿Habéis llegado? Pues ahora bajamos”.

Un Madrid con más Orgullo Gay que nunca

La marcha del Orgullo Gay ha recorrido esta tarde las calles de Madrid bajo el lema ‘Leyes por la igualdad real, ¡ya!’, para reivindicar la aplicación de medidas legislativas concretas que superen “las barreras de discriminación que aún existen en España”.

La manifestación ha recorrido el Paseo del Prado y el Paseo de Recoletos hasta llegar a la Plaza de Colón, donde se encontraba la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y se ha leído un manifiesto. En la cabecera han coincidido en su inicio el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el candidato de IU a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón.

Junto a ellos también se encontraban Ángel Gabilondo (PSOE), Carla Antonelli (PSOE), Beatriz Gimeno (Podemos), Ignacio Aguado (Ciudadanos), Antonio Miguel Carmona (PSOE), Begoña Villacís (Ciudadanos) o Jorge García Castaño (Ahora Madrid).

También encabezaban la marcha el secretario general CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, y los presidentes de COGAM (Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid) y FELGTB (Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales), Jesús Grande y Jesús Generelo, respectivamente.

La manifestación ha sido convocada por COGAM y FELGTB, para demandar que se redacte una Ley Integral de Transexualidad y una Ley “antiLGTBfobia” tanto de ámbito estatal como autonómico.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha señalado este sábado como “un día de orgullo” para millones de españoles y españolas que comparten la misma causa que el colectivo LGTB. Asimismo, ha querido dar las gracias a este colectivo porque “hoy España es un país mejor gracias a la lucha de los gais lesbianas, transexuales y bisexuales, por hacer de él un país mucho más libre y mucho más justo”.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha declarado que el 4 de julio “es un día maravilloso” del que hay que estar “orgullosos”, ya que “es un día para que continúen las reivindicaciones”. A pesar de ello, ha señalado que “todavía queda mucho trabajo por hacer”, ya que falta un ley integral de transexualidad y para ello “tienen que trabajar todas las fuerzas políticas unidas”, con el fin de “poder seguir presumiendo de tener un país que es un referente en la igualdad de derecho a nivel mundial”.

Por su parte, el candidato de IU a la presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, ha señalado que además de ser un día de celebración para divertirse, sobre todo es para “reclamar que no hay democracia, si no hay democracia e igualdad para todas las personas con independencia de su orientación sexual”.

Durante la manifestación se han podido ver pancartas con los colores azul y blanco de la bandera de Grecia y mensajes de apoyo al pueblo heleno que mañana está convocado a un referéndum.

 

Madrid se llena de orgullo

El camino que empezó a recorrerse hace ya dos décadas ha aparecido este sábado repletó de gente. Miles de personas se han sumado esta tarde a la marcha del Orgullo Gay que ha recorrido las calles de la capital. Si en 1995 apenas 500 manifestantes integraron la reivindicación, sin apenas respaldo político y social; este sábado,los participantes han llenado el Paseo de la Castellana, con los principales líderes de la oposición a la cabeza: Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Iglesias (Podemos) y Alberto Garzón (IU). Tampoco han querido perderse esta cita varios representantes de Ciudadanos, como el diputado regional Ignacio Aguado. En primera línea solo ha faltado el partido en el Gobierno: el PP.

“Hoy es un día de orgullo para millones de españoles que compartimos la misma causa que el colectivo LGTB. Hoy España es un país mejor, más libre y más justo, gracias a la lucha de los gays, de las lesbianas, de los bisexuales y de los transexuales”, ha afirmado el secretario general de los socialistas, que se ha colocado a la cabeza de la marcha. A pocos metros de él, también liderando la protesta, se encontraba el líder de Podemos, que ha apostado por impulsar una “ley integral de transexualidad”. “Tenemos que trabajar en ello y poder seguir presumiendo de tener un país referente en la igualdad de derechos a nivel mundial”, ha remachado Iglesias.

La marcha ha arrancado a las seis y media de la tarde desde la estación de Atocha, de donde ha partido en dirección hacia la plaza de Colón. Los organizadores calculan que más de un millón de personas participarán en la manifestación. Según cifras de AEGAL (Asociación de Empresas y Profesionales para Gays y Lesbianas de Madrid), las celebraciones de esta semana tendrá un impacto económico de 120 millones de euros. De hecho, la ocupación hotelera del centro roza el 95%, afirma la Asociación Empresarial Hotelera de la capital.

Borja Soler, de 21 años, ha llegado de Valencia con dos amigos para sumarse, por primera vez, a la marcha y al desfile de carrozas. Rubio y con ojos claros, asegura que ha venido a Madrid “expresamente para ver a Manuela Carmena”, la nueva alcaldesa de la ciudad. “Es lo mejor que le ha pasado a este a país, porque hace falta más política social y ella lo hará”, asegura el joven. La regidora, según ha explicado su equipo, acudirá a Colón para recibir a los manifestantes.