“No me dejan ser padrino por ser gay”

Salvador, con su sobrino

Salvador, con su sobrino. Álbum familiar

Salvador Álvarez tiene el 23 de abril marcado con fluorescente en el calendario. Es la fecha elegida para el bautizo del pequeño del ‘clan’: su sobrino Miguel. Y como es tradición en su familia con cada primogénito de sus hermanos, Salvador está llamado a ejercer de padrino. De hecho ya lo es de dos de sus sobrinos. Pero, según denuncia, esta vez se va a quedar compuesto y sin ahijado. El párroco de laIglesia de Santa Cruz de Écija (Sevilla) no permite que lo sea. Porque Salvador eshomosexual y vive con otro hombre.

“Cuando mi hermano le dijo al cura que yo iba a ser el padrino, únicamente le preguntó si yo estaba confirmado. Como no lo estoy, dijo que tenía que hacerlo”. Y en ello anda. Salvador se apuntó al curso en una parroquia de Madrid -ciudad en la que vive hace 10 años- y prevé terminarlo el 16 de abril, justo para llegar confirmado al bautizo.

Pero, un domingo, “en una especie de ensayo” del bautismo, el párroco insistió en si el futuro padrino estaba haciendo el curso y quiso saber más sobre él. “Es camarero. Vive en Madrid, con su pareja”, explicó su hermano. “¿Cómo? ¿Que vive en pecado? ¿No está casado? ¿Y con quién vive?” “Con su pareja, Iván”. “Entonces no puede ser”.

Salvador destaca lo paradójico que resulta que haya podido apuntarse al curso de confirmación en una parroquia de Madrid “sin ningún problema”, y que, sin embargo, no le dejen ejercer de padrino en Écija. De hecho, al curso le acompaña su pareja, Iván, “porque para confirmarte tienes que ir con una persona que lo esté, y él lo está. En esta parroquia nunca ha supuesto un problema ni me han preguntado por mi condición sexual. Pero en Sevilla no me dejan ser padrino por ser gay”.

“Cuando le conté lo que pasaba al cura de Madrid, me pidió el teléfono del párroco y le llamó para intentar convencerle, pero nada. Dice que no y el que manda en esa iglesia es él”.

Salvador dice no resignarse porque para él, que se declara católico practicante -“tengo mi Rocío colgado en el cuello”, dice-, es “muy importante” ser el padrino de Miguel, de dos años, y de su hermana Rocío, que celebra la comunión el mismo día. “De hecho soy ya el padrino de dos de mis sobrinos, que ahora tienen 18 y 14 años” y que también fueron bautizados en Écija, pero en otra parroquia.

Dice que incluso las clientas habituales del restaurante donde trabaja le preguntan si le pasa algo. “Siento una gran impotencia. No duermo. Como católico no me esperaba algo así. Yo solo quiero ser padrino de mi niño. Están destrozando una celebración familiar en torno al bautizo del niño”.

Ha acudido a UGT, sindicato al que está afiliado, quien ha denunciado lo que considera una “vulneración del derecho fundamental a la intimidad”, según ha explicado la secretaria de Igualdad de UGT Madrid, Ana Sánchez de la Coba. “Lo que sucede”, explica, “es que no podemos hacer más que denunciarlo públicamente. Según nos explica nuestro asesor jurídico, la Iglesia, como una empresa privada, tiene derecho de admisión. Es una forma de discriminar, de decir quiénes son buenos y quiénes malos”. No obstante, esperan “que el párroco rectifique y, en su caso, el Obispo de Sevilla intervenga”.

El Observatorio Español contra la LGBTfobia (STOPLGBTFOBIA), por su parte, se ha ofrecido para reunirse con el párroco y el arzobispo para establecer un diálogo que permita subsanar lo que califican de “lamentable error”. “Consideramos los hechos una discriminación flagrante por orientación sexual, y entra en clara contradicción con los posicionamientos del Papa Francisco sobre el acogimiento de las personas homosexuales en el seno de la Iglesia Católica”, declara Paco Ramírez, director del Observatorio, en un comunicado.

El Arzobispado de Sevilla dice que, hasta el momento, no ha recibido ninguna queja o comunicación al respecto, y recuerda que “cualquier persona puede exponer su parecer”. No obstante, recuerda que generalmente se respeta el criterio del titular de cada parroquia.

“Los altos mandos de la Guardia Civil presionaron para que me retiraran una medalla por ser lesbiana”

Vanesa Fraga, una agente que iba a ser condecorada por su actuación en un accidente de rally, denuncia que sus mandos forzaron que la medalla recayera sobre su general tras su intento de suicidio por recibir acoso homófobo

Vanesa Fraga, en un entrenamiento de la Guardia Civil junto a sus compañeros

Vanesa Fraga, en un entrenamiento de la Guardia Civil junto a sus compañeros. PÚBLICO

MADRID.- “La noche que Vanesa hizo lo que hizo, su capitán me confirmó que le iban a reconocer su labor. Pero entonces los altos mandos presionaron a la organización del rally para que no la condecoraran, no entiendo por qué. Quieren hacerle la vida imposible”.

Se trata del testimonio de Mónica, la mujer de Vanesa Fraga, agente de la Guardia Civil que intentó suicidarse tras recibir acoso homófobo, intensificado tras casarse y mudarse a un pabellón de su cuartel junto a su mujer. El 8 de diciembre de 2015, tras haberlo denunciado ante sus superiores e incluso por redes sociales, Vanesa no aguantó más la presión e intentó quitarse la vida pegándose un tiro en el pecho, aunque no lo consiguió.

Solo unos meses antes, la agente había colaborado en el rescate de más de una veintena de víctimas de un accidente en el Rally de Carral (Galicia), que provocó uno de los vehículos participantes que se salió del recorrido. La actuación de Fraga en la crisis, que terminó dejando siete muertos y 16 heridos graves, le valió ser propuesta para recibir una mención especial de la Federación Gallega de Automovilismo, que le fue concedida.

Sin embargo, la guardia no recibió dicha condecoración, y tampoco otra de la Guardia Civil para la que la había propuesto el equipo médico del Rally. La razón, explica su esposa en una conversación con este medio, es que “los altos mandos de la Guardia Civil presionaron a la organización para que no se la concedieran”, a pesar de que su nombre llegó a aparecer incluso en una lista de galardonados que publicó la Federación.

La guardia civil Vanesa Fraga

La guardia civil Vanesa Fraga. PÚBLICO

Así se lo confirmó uno de los responsables del Rally de Carral, relatan Fraga y su mujer. “Además nos dijo que era mejor que declinásemos la invitación de asistir al acto”, continúan, ya que la mención especial que iba a recibiracabaría finalmente en la solapa de su general de área, José Feliz Cadenas. Para ellas, los altos mandos buscan borrar su buena trayectoria profesional y presionarla para que abandone el cuerpo.

El acto de entrega de la condecoración se celebró el 13 de febrero, pero Vanesa no tuvo que tomar la decisión de asistir o no, ya que unos días antes ingresaba de nuevo en el pabellón psiquiátrico del Hospital Militar El Naval, en Ferrol. El estrés por el desarrollo de los acontecimientos le provocó “un cuadro de angustia y ansiedad muy fuerte”, denuncia su familia.

“Los médicos desaconsejan que vuelva”

Tras 15 días ingresada, Vanesa recibirá el alta al medio día de este miércoles. La Guardia Civil espera para interrogarla por todo lo ocurrido, por lo que su mujer cree que “aún le queda lo más duro por delante”. Sin embargo, denuncia “ningún mando se ha puesto en contacto con ella para preguntarle por su estado” durante su convalecencia.

No en vano, los médicos han desaconsejado que tenga cualquier contacto con el cuerpo, y no descartan que tenga que volver a ingresar en el centro médico. “Incluso hemos tenido que dejar el pabellón recién montado y con todo comprado e ir a vivir con los padres de ella”, relata Mónica, “porque para ella no es bueno acercarse a nada que tenga que ver con la Guardia Civil y con el pabellón, ya que le genera una ansiedad terrible”.

Detenido el presunto agresor de un joven transexual en Granada

La víctima, el joven de 21 años Daniel Peinado, que denunció los hechos, fue abordado hace una semana y media por dos jóvenes con los que se cruzó cuando paseaba a su perra

Daniel Peinado, la víctima de la agresión, en uno de sus vídeos en su canal de YouTube

Daniel Peinado, la víctima de la agresión, en uno de sus vídeos en su canal de YouTube

GRANADA.- La Policía Nacional ha detenido a un joven con antecedentes policiales como presunto autor de la agresión, lesiones y amenazas que sufrió hace unos días un joven transexual cuando paseaba por una plaza de Granada.

La víctima, el joven de 21 años Daniel Peinado, que denunció los hechos, fue abordado hace una semana y media por dos jóvenes con los que se cruzó cuando paseaba a su perra, ha informado este lunes la Policía Nacional en un comunicado.

Uno de ellos se acercó al joven transexual, al que conocía por un vídeo que circulaba en las redes sociales, y empezó a proferir contra él expresiones vejatorias y humillantes mientras le daba golpes y patadas.

Según ha verificado la Policía, el acompañante del ahora detenido no participó en las agresiones verbales ni físicas, por lo que no ha sido arrestado.

Una vez que la víctima denunció las agresiones en comisaría, la Policía abrió unainvestigación aplicando el protocolo contra los denominados delitos de odio, que establece protección a la víctima en todo momento y el apoyo necesario para su seguridad.

Los agentes localizaron finalmente al presunto agresor de las agresiones y establecieron un dispositivo para su detención. El presunto autor de los hechos fue detenido y puesto a disposición judicial.

Según relató la víctima tras sufrir la agresión, los hechos se produjeron cuando paseaba a su perra y se le acercaron dos jóvenes de su edad que, antes de agredirle, le dijeron entre otras cosas que “si Franco estuviera vivo me fusilarían, que era un degenerado, que por mucho que hiciera siempre sería una mujer y que todo lo hacía por vicioso”.

El joven, que no reconoció a sus agresores, interpreta que ambos conocían su transexualidad por los vídeos que ha colgado en Youtube en los que cuenta todo el proceso y su experiencia personal, un canal en el que también ha narrado la pesadilla de la paliza.

“La violencia machista mata, sobre todo, a los hombres”

Marina Subirats, socióloga y exdirectora del Instituto de la Mujer, asegura que el machismo como modelo de lucha y de competición se inocula a los niños desde la infancia, lo que lleva a la destrucción de hombres y mujeres

Marina Subirats.

Marina Subirats.

Marina Subirats, catedrática emérita de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona y exdirectora del Instituto de la Mujer, dedica su tiempo en la actualidad a trabajar con los centros educativos para promover una educación igualitaria. Y es que para esta experta la llave para terminar con el machismo reside en trabajar los valores de la igualdad desde la infancia. “A los chicos les seguimos diciendo ‘tu no llores’ cuando el pobre niño tiene tres años y a lo mejor le duele el pie o le da pena un gato. El caso es que no puede llorar porque tiene que ser duro para triunfar. Y eso se lo estamos transmitiendo las propias mujeres, aunque en muchos casos de una manera inconsciente”. Por eso, se esfuerza en resaltar las virtudes de la coeducación para terminar con el machismo, un modelo intrínsecamente masculino que termina por “matar, sobre todo, a los hombres”. La socióloga ha participado en unas jornadas en Bilbao organizadas por la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras Euskadi dedicadas a la igualdad.

¿Queda machismo para rato tal y como vienen los más jóvenes?

Desde la educación no se están cambiando los modelos de ser hombre y mujer. Al revés, se están transmitiendo los modelos clásicos de siempre. Y estos roles lo que hacen es perjudicar a los chicos y a las chicas. Necesitamos cambiar los modelos. ¿Por qué? Pues porque a los chicos les seguimos diciendo ‘tu no llores’ cuando el pobre niño tiene tres años y lo mejor le duele el pie o le da pena un gato. El caso es que no puede llorar porque tiene que ser duro para triunfar.

¿Cómo es posible que puedan incurrir en esos errores los propios maestros?

Por una razón sencilla: está en nuestra cultura. La propia lengua ya nos lo transmite, señala que la prioridad es el hombre fuerte, guerrero, el que se impone, el duro. La lengua designa a través del masculino a hombres y mujeres. Estamos en una sociedad androcéntrica, que valora la figura del varón tradicional. Así que obligamos a los niños desde muy pequeños a ser así. Esto tiene un gran coste para los propios hombres. La violencia machista mata, sobre todo, a los propios hombres. Es la violencia que va intrínsicamente con el modelo masculino. El machismo es un modelo de lucha, de competición y, por lo tanto, está obligado siempre a competir.

Pero en la educación infantil lo que más hay son maestras.

Pero las mujeres también son transmisoras de machismo. Se encuentra en nuestra cultura. Es como nos han educado: el término hombres sirve para designar a todos y las mujeres lo empleamos de esa manera. Nadie es culpable de hacerlo, pero sí somos responsables de si queremos transmitirlo y reproducirlo o si queremos cambiarlo.

Todo se basa en un modelo de lucha.

Un modelo que es necesario darlo por superado. Estamos en un mundo en el que si seguimos peleando y compitiendo vamos a destruirlo. Tenemos que adoptar un punto de vista completamente diferente y ponernos a colaborar. O conseguimos la cooperación o nos cargamos la Tierra. Hay que acabar con el espíritu guerrero de los hombres porque ya no es útil. Solo es destructor. Y destruye, sobre todo, a los hombres, que son los que más pelean entre si y los que más daño se hacen. Y luego destruye a las mujeres.

Es decir, hombres educados para ser grandes triunfadores.

Y luego resulta que llegan al mercado de trabajo y no encuentran empleo y se vienen abajo, lo viven como un fracaso. ¿Y cómo superan ese fracaso? Si pillan una moto se lanzan a toda velocidad para demostrar que son fuertes y que no les da miedo nada. O en otras ocasiones recurren al alcohol o las drogas. Coincidiendo con la crisis, en el conjunto de España han subido mucho los suicidios masculinos por la desesperación. Si educan al hombre para ser el rey y luego resulta que no pasa ni un escalón se hunde.

¿El machismo está tratando de cambiar de manera sutil, pero con el objetivo de que nada cambie?

Así es. Cuando se inculca el machismo en los niños para que se hagan respetar les estás cortando la ternura. Estás fabricando un guerrero y un guerrero no puede dudar cuando tiene que matar a otro. No puede tener empatía y saber ponerse en el lugar de otra persona que está sufriendo. Le estás cortando las posibilidades de que se emocione, de que se dedique a las demás personas. Abandonarse a un sentimiento tierno para un hombre es como si perdiera algo, como que no es digno de él. Y eso seguimos transmitiéndoselo a los niños, sin ser conscientes de ello

Los bisexuales no se encuentran en el diccionario

Se están recogiendo firmas para pedir a la RAE que cambie la definición de la palabra ‘bisexual’. Igual que se modificaron ‘matrimonio’, ‘tableta’ o ‘autista’, se añadieron ‘wifi’, ‘ciclogénesis’ o ‘chupi’ y se eliminaron ‘biarca’ y ‘concubio’. «Ni el diccionario tiene que ser políticamente correcto ni se cambia por presiones populares», advierte la Academia de la Lengua

El de 1780 fue el precedente de la serie de diccionarios que se han editado.

El de 1780 fue el precedente de la serie de diccionarios que se han editado.

Se levantó la gente del campo hace un tiempo y con razón. ¿Cómo que eran incultos? ¿Y eso quién lo decía? Pues lo decía nada menos que la Real Academia Española, que hasta 2014 mantuvo estos adjetivos en la definición de la palabra ‘rural’. «Perteneciente o relativo a la vida del campo y a sus labores», señalaba la primera acepción, pero el dardo iba en la segunda: «inculto, tosco». Hace dos años, en la vigesimotercera revisión del diccionario se eliminó esta polémica e injusta explicación.

También se retocaron (añadiendo, eliminando o afinando) las definiciones de la palabra ‘matrimonio’, para reflejar la nueva realidad de uniones entre personas del mismo sexo avalada por la Ley del PSOE de 2005; o la de ‘botellón’, que hasta entonces solo se refería a un «recipiente de vidrio o barro cocido que sirve para contener líquidos» y solo se usaba en México. En España se ha extendido en los últimos años entre los adolescentes, a los que la RAE ha hecho alusión en su primera y nueva acepción: «Reunión al aire libre de jóvenes, ruidosa y generalmente nocturna, en la que se consumen en abundancia bebidas alcohólicas». También se incluyeron en la última edición, publicada en 2014, nuevas palabras como ‘wifi’, ‘hacker’, ‘homoparental’, ‘chupi’ o ‘cameo’, entre otras.

El resultado, un diccionario más grueso que el anterior porque se pasó de 88.431 palabras a las 93.111 actuales. Más gordo y más ‘real’. «La lengua está en evolución constante y los cambios en las palabras no son caprichos. Se hacen modificaciones para corregir usos erróneos, como ha ocurrido con la definición de la palabra ‘Franquismo’, que es más clara y tajante ahora, más contundente para adaptarse a la realidad actual», explican desde la RAE y remiten a echar un ojo a la ‘f’. Hasta 2014 se definía ‘Franquismo’ como «movimiento político y social de tendencia totalitaria». Ahora se explica como una «dictadura de carácter totalitario impuesta en España por el general Franco».

Se levantó la gente del campo hace un tiempo y con razón. ¿Cómo que eran incultos? ¿Y eso quién lo decía? Pues lo decía nada menos que la Real Academia Española, que hasta 2014 mantuvo estos adjetivos en la definición de la palabra ‘rural’. «Perteneciente o relativo a la vida del campo y a sus labores», señalaba la primera acepción, pero el dardo iba en la segunda: «inculto, tosco». Hace dos años, en la vigesimotercera revisión del diccionario se eliminó esta polémica e injusta explicación.

También se retocaron (añadiendo, eliminando o afinando) las definiciones de la palabra ‘matrimonio’, para reflejar la nueva realidad de uniones entre personas del mismo sexo avalada por la Ley del PSOE de 2005; o la de ‘botellón’, que hasta entonces solo se refería a un «recipiente de vidrio o barro cocido que sirve para contener líquidos» y solo se usaba en México. En España se ha extendido en los últimos años entre los adolescentes, a los que la RAE ha hecho alusión en su primera y nueva acepción: «Reunión al aire libre de jóvenes, ruidosa y generalmente nocturna, en la que se consumen en abundancia bebidas alcohólicas». También se incluyeron en la última edición, publicada en 2014, nuevas palabras como ‘wifi’, ‘hacker’, ‘homoparental’, ‘chupi’ o ‘cameo’, entre otras.

El resultado, un diccionario más grueso que el anterior porque se pasó de 88.431 palabras a las 93.111 actuales. Más gordo y más ‘real’. «La lengua está en evolución constante y los cambios en las palabras no son caprichos. Se hacen modificaciones para corregir usos erróneos, como ha ocurrido con la definición de la palabra ‘Franquismo’, que es más clara y tajante ahora, más contundente para adaptarse a la realidad actual», explican desde la RAE y remiten a echar un ojo a la ‘f’. Hasta 2014 se definía ‘Franquismo’ como «movimiento político y social de tendencia totalitaria». Ahora se explica como una «dictadura de carácter totalitario impuesta en España por el general Franco».

Esa viveza del lenguaje de la calle es lo que trata de reflejar la RAE, que está «atenta a las quejas» pero, advierte, «no todo se puede dar por bueno porque hay sugerencias razonables pero otras que son solo ocurrencias». Y remiten a la anécdota de «un grupo de murcianos que estaban empeñados en que incluyéramos el nombre de un postre típico. Es como si yo, que soy asturiano, quiero que aparezca en el diccionario la palabra ‘carbayón’. Es un dulce que se vende sobre todo en las confiterías de Oviedo pero un vasco o un madrileño no saben lo que es. Con cosas de estas tenemos que luchar cada día, pero para eso están los diccionarios locales», explica un portavoz de la RAE.

Más allá de elaborar un listado exhaustivo sobre los postres típicos de las regiones españolas, que no es la función, en la RAE trabajan para que el diccionario recoja «todo el vocabulario necesario para entender desde ‘El Quijote’ hasta la última novela de Arturo Pérez-Reverte’». Y para eso a veces hay que añadir palabras… o quitarlas. «Hay un Diccionario Histórico, donde se recogen todos los vocablos que han sido eliminados del diccionario por estar en desuso durante un largo periodo de tiempo». Quizá es lo que le acabe pasando con el paso de los años a la quinta definición de la palabra ‘carroza’: «persona vieja o anticuada». «Eso lo decían los de generaciones anteriores pero los jóvenes no lo usan. Si dentro de unos años se documenta que este uso ha desaparecido se eliminará» y podría tener el mismo destino la palabra ‘perforista’: «persona que perforaba las tarjetas para el funcionamiento de las primeras computadoras», una profesión ya desaparecida. Ya la reemplazarán oficios nuevos.

Palabras nuevas desde 2014

Agroturismo: turismo rural, especialmente el que incluye actividades agrícolas y ganaderas.

Cameo: intervención breve de un personaje célebre, actor o no, en una película o una serie de televisión.

Ciclogénesis: formación de un ciclón.

Empoderar: hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social desfavorecido.

Hacker: pirata informático

Homoparental: dicho de una familia: Formada por dos personas del mismo sexo y los hijos.

Localizador: clave alfanumérica de búsqueda e identificación de un documento.

Precuela: obra literaria o cinematográfica que cuenta hechos que preceden a los de otra obra ya existente.

Wifi: sistema de conexión inalámbrica, dentro de un área determinada, entre dispositivos electrónicos, y frecuentemente para acceso a internet.

Nuevas acepciones añadidas a palabras ya existentes

Abdominal: dicho de un ejercicio que sirve para desarrollar, fortalecer y mantener en buen estado los músculos abdominales.

Acoplar: dicho del sonido de un altavoz: Recibirse en el mismo micrófono del que procede, con la consiguiente distorsión o emisión de pitidos.

Botellón: Reunión al aire libre de jóvenes, ruidosa y generalmente nocturna, en la que se consumen en abundancia bebidas alcohólicas.

Caballito: Maniobra acrobática que consiste en levantar en marcha una moto o una bicicleta sobre su rueda trasera.

Iluminado: dicho de una persona: Que, sin atender a razonamientos cree estar en posesión de la verdad absoluta.

Pantallazo: captura del contenido que se visualiza en la pantalla de una computadora

Perla: frase llamativa por desafortunada.

Tableta: dispositivo electrónico portátil con pantalla táctil y con múltiples prestaciones.

Palabras que han desaparecido del diccionario con la revisión de 2014

Biarca: En la milicia romana, oficial que cuidaba especialmente de los víveres y de las pagas, bajo la dependencia del prefecto de los reales.

Calántica: Tocado de tela semejante a una mitra, que usaban las mujeres de la Antigüedad clásica.

Cámpago: Zapato usado por los dignatarios romanos y bizantinos.

Concubio: Hora de la noche en que suelen recogerse las gentes a dormir.

Fabrido: Fabricado, labrado.

Mea: Voz con que el niño indica querer orinar. Pedir la mea.

Talamite: En las naves antiguas de dos o más órdenes de remos, remero de la fila inferior.

Ochentañal: Dicho de una persona de 80 años.

Treintañal: Dicho de una cosa, que es de 30 años o los tiene.

‘Cultura’, la palabra más buscada en el diccionario

Más de cuarenta millones de consultas al mes (1,3 millones al día). Son los datos, mastodónticos, que arrojan los balances de consultas online a la web de la RAE. ¿Y qué buscan los internautas? Pues curiosamente una de las palabras más solicitadas es ‘cultura’, desvelan en la Academia de la Lengua (casi medio millón de búsquedas al año). Es sorprendente, pero más aún lo es el ‘furor’ que durante unos meses causó el vocablo ‘majunche’, que se usa en Venezuela para referirse despectivamente a los que en el Río de la Plata son meros ‘boludos’ o ‘pelotudos’ (necio, estúpido). Tiene explicación: «en los fragores de la campaña presidencial venezolana de 2012 Hugo Chávez nunca mencionaba a su oponente Henrique Capriles por su nombre, sino que se refería a él como ‘el majunche por antonomasia’». Otras palabras muy buscadas en el diccionario son ‘haber’, ‘haya’, ‘amor’, ‘paradigma’, ‘bizarro’, ‘vehemente’, ‘hostia’, ‘demagogia’…

“Uno, o una, puede cambiar, nada es fijo, ni siquiera el género”

Serge Sceveneles, en la tienda de ropa sostenible Circular Project Shop

Serge Sceveneles, en la tienda de ropa sostenible Circular Project Shop. S. GONZÁLEZ-VALERO

Serge Sceveneles lleva de tribunal en tribunal todos los géneros que es. Maldita la gracia. Ni su ingeniería aeroespacial, ni su acento de belga a la española, ni su lucha por el sueldo fueron nunca un problema. Su género, sí. O sus géneros. Porque Serge es un hombre. O una mujer. O las dos cosas. O ninguna. Es un “género fluido”. Un intergénero. “Uno, o una, puede cambiar, nada es fijo, ni siquiera el género. El género es un modo de expresarse”.

Y así, expresándose, Serge Sceveneles lleva dos años viviendo una cuita procesal interminable a la que acaba de sumarse el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) con unas gotas de esperanza: que se anule la sentencia que avaló su despido.

Conocimos a Serge a finales de 2013, cuando contó a este periódico su peripecia. Había denunciado a la multinacional Rhea Systems, perteneciente al Grupo Fes-Moore Stephens Madrid, por un despido que su abogado, Armando Gil, y él aun hoy siguen considerando “nulo y discriminatorio”: “Me echaron exclusivamente por mi condición de diversidad de género”.

Este ingeniero, especializado ahora en análisis de datos, había sido contratado a finales de 2012 por Rhea, una empresa que trabaja para la industria espacial europea. En la entrevista de selección estaban tres altos cargos de la empresa y la directora de Operaciones de Rhea, Nicola Mann, una persona que resultará fundamental en esta historia.

Sceveneles les comunicó a los cuatro que él era un hombre, pero que no respondía a los estereotipos masculinos. “Les dije que, en realidad, no me sentía de ningún género. Me contestaron que eso no era ningún problema”.

En enero de 2013, Rhea hizo a Serge un contrato de seis meses a prueba. El ingeniero acudió a trabajar algunas veces con pantalones y muchas con falda y nunca tuvo conflictos. Pero, en febrero, una semana antes de que el director general, Andre Sincennes, visitara la sede donde Serge trabajaba, Nicola Mann le sugirió que se vistiera de manera más “formal”.

El día de la visita, Serge se presentó de negro. Y de falda. Entonces, el ingeniero fue conminado a volver a casa y ponerse unos pantalones. “Me pareció una agresión”. Sin embargo, el miedo al paro pudo más que el orgullo de ser y nuestro intergénero de combate aceptó. Pero con la condición de entrevistarse con el jefazo.

Según Sceveneles, la reunión fue un monólogo del director general, que le dijo que no podía ir a trabajar con falda porque su aspecto no correspondía a la imagen de la empresa. “Éstas son mis reglas. Vuelva a su despacho”, soltó Andre Sincennes. Y Nicola Mann allí, de oído y ojos presentes, de escribiente y testigo muda.

El ingeniero aeroespacial siguió trabajando allí tres meses “con dos episodios de mobing” de por medio. Y un mes antes del final de su contrato, Recursos Humanos le citó para decirle que “un problema de compatibilidad y comunicación con el director” provocaba la extinción de su vínculo “por no haber superado el periodo de prueba”, tesis que sostiene la multinacional para negar “discriminación alguna”. De nada sirvió que, según Serge, la jefa de Recursos Humanos, Magda Jennes, intentara convencer al director general para evitar el despido. “¡Hazlo!”, ordenó la máxima autoridad.

Serge Sceveneles llevó a juicio a Rhea. Pero, desde el principio, la vista oral celebrada en el Juzgado de lo Social Número 2 de Madrid no pintó bien para el despedido.

“El juez parecía tener prisa, quería ir rápido. Dijo que mi modo de vestir era como si él fuera a trabajar en pantalón corto. Armando y yo nos miramos y pensamos que no lo íbamos a ganar”, cuenta Serge en este arranque de 2016, el tercer año judicial de su vida. “Fue un juicio… incalificable. Al iniciarse la vista, el juez no consideró que se tratara de un despido discriminatorio, obligó a interrogar en inglés a una testigo cuya lengua vernácula es el francés y, sobre todo, se negó a citar a Nicola Mann, la directora de Operaciones de Rhea, que estuvo presente en la reunión en la que el director general prohibió a Serge vestirse con falda”, narra el abogado Armando Gil, aún frotándose los ojos y las demandas.

El 3 de febrero de 2014, el juzgado de lo Social madrileño no vio motivos de discriminación, absolvió a la empresa y zanjó el asunto. Pero Gil presentó ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid un recurso de suplicación. Y la historia cambió.

En su sentencia del 2015 recién terminado, el TSJM recrimina al juez de lo Social no haber practicado la “diligencia final” de la declaración de Nicola Mann, “pese a que el propio fallo del juzgado decía que las manifestaciones del actor no han sido acreditadas ni siquiera de manera indiciaria”. Y es que el TSJM argumenta que esas manifestaciones se refieren a la discriminación que Serge asegura haber sufrido como consecuencia de la entrevista con el director general “de la que fue testigo la señora Mann, cuya declaración, consecuentemente, deviene imprescindible y que, al no haber sido admitida, ha generado indefensión” a este transgénero sin dudas.

Así, el alto tribunal ordena que se practique, presencialmente o por videoconferencia, “la indicada prueba” y “se dicte una nueva sentencia”.

“No sé si soy optimista, porque la declaración no va a ser presencial, sino desdeBélgica, y me gustaría que todos estuvieran presentes. Pero creo que la onda europea es favorable. Espero que ahora las cosas salgan mejor”, aventura Serge, que mira con sonrisa las legislaciones que vienen por ahí. “Reconocer el tercer género no necesita argumentación. Lo que cuenta de las personas es lo que hacen, no sus características, ni su acento, ni lo que parecen. Eso es secundario”.

Lo dice Serge Sceveneles ojeando la ropa sostenible de Circular Project Shop, una tienda con la que ha participado en proyectos sobre la diversidad. “El término del tercer género parece complejo para mucha gente. Diversidad todos lo entienden”.

Como los jefes de su nueva empresa, un empleo firmado en los bordes finales de 2015. “No mencioné mi condición hasta el momento de firmar el contrato. Quería estar seguro de que me seleccionaban por mi competencia. Y justo antes de firmar, lo dije”.

– ¿Y qué pasó?

– Que el director me contestó que ya lo sabía. Había leído ELMUNDO hace dos años, sabía de mi condición y me dijo: ‘Eso no es ningún problema’.

Llega el tercer género

Entrevista con Serge Sceveneles, que se define como género neutro

Entrevista con Serge Sceveneles, que se define como género neutro. SERGIO GONZÁLEZ-VALERO

 

Entender en qué consiste el tercer género -o tercer sexo, o género neutro o incluso género fluido- exige un salto empático y una buena dosis de atención. Si todavía hoy a muchos cuesta comprender en qué consiste la transexualidad -la pasada Nochebuena, un joven transexual, Alan, se suicidaba tras sufrir años de acoso escolar-, abordar el ‘genderfluid’, como lo conocen en países anglosajones, pone del revés la concepción clásica del mundo como un lugar habitado por hombres y por mujeres.

En 2007, con la entrada en vigor de la Ley de Identidad de Género en España, las personas transexuales comenzaron a inscribirse legalmente con el nombre sentido, con independencia de que sus genitales fueran unos u otros y sin necesidad de pasar por el quirófano. En 2008, el pensador Beatriz Preciado (hoyPaul B. Preciado), profesor de Filosofía del Cuerpo en New York University y activista transfeminista, escribía en su volumen ‘Testo yonqui’: “Así están las cosas, habrá que hacerles frente: si no acepto definirme como transexual, como disfórico de género, entonces deberé admitir que estoy enganchado a la testosterona. Cuando un cuerpo abandona las prácticas que la sociedad en la que vive le autoriza como masculino o femenino, se desliza progresivamente hacia la patología. Esas son las opciones biopolíticas que se me ofrecen: o me declaro transexual, o me declaro drogadicta y psicótica. En el estado actual de cosas me parece más prudente declararse transexual y dejar que la medicina crea que puede proponerme una cura satisfactoria para mi trastorno de identidad de género”.

En las antípodas de España, esto es, Australia, 2010 trajo consigo un nuevo comienzo. El británico Norrie May-Welby, nacido hombre en 1961 y convertido en mujer, o en transexual, en abril de 1989, seguía sin sentirse él mismo. Afirmó: “La solución más simple es no tener identificación”. Y pidió que se le permitiera no identificarse ni como hombre ni como mujer. Fue en 2014 cuando el Tribunal Superior de Australia determinó la existencia de un sexo “no definido” con el que poder registrarse en documentos oficiales, como una tercera categoría además de la de hombre y mujer. Si hombre es XX y mujer XY, género neutro sería X.

Alemania, por su parte, acometió un proceso cercano pero diferente en 2013, cuando adoptó el término tercer género para atender las necesidades de las personas nacidas intersexuales o hermafroditas, o quienes, al nacer, no tuvieran sus genitales definidos. A la espera de que un sexo prevaleciera sobre otro, se permitía a los padre inscribir a sus hijos sin definición de género, con la posibilidad de hacerlo en lo venidero, cuando un género prevaleciera sobre otro.

En el lejano Oriente, mientras tanto, India decidía considerar tercer género a las personas transexuales, los ‘hijra’, una comunidad con una larga tradición que, en su mayoría, está formada por hombres que se visten de mujer o personas intersexuales. En la misma línea se manifiestan países como Tailandia, Nepal yBangladesh. España, dice el sociólogo y especialista en cuestiones de géneroLucas Platero, debería, sin embargo, mirar a América del Sur, a Argentina, en concreto.

“Alemania no tiene una legislación progresista, no permite la autodeterminación de la persona, y menos sin pasar por el diagnóstico médico, la Ley de Identidad de Género de Argentina, de 2012, que tiene sus reflejos en Colombia, Malta yDinamarca, permite voz y voto respecto al cuerpo y su identidad. Esto transforma los cimientos de la autoridad”, expone.

La posibilidad de que España adoptara el término tercer género en su legalidad a Platero no le parece “descabellado”, pero admite que se precisaría de una “voluntad distinta o cuando tengamos personas más libres”. “También era imposible que las mujeres votasen, o el divorcio…”, añade.

Es más, según argumenta Irene Culebras, abogada de Legalitas, un “procedimiento de reasignación” como el desarrollado en Australia “no se podría dar en España” e incluso “sería catalogado como una enfermedad mental”.

Desde el Programa LGTBI (Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales) de la Comunidad Madrid cuentan que, “en la actualidad”, se encuentran con “personas, sobre todo jóvenes, que se definen con un género no binario”. Los profesionales que les atienden intentan que se acepten, que refuercen su identidad y que se hagan fuertes ante la posible discriminación.

Dice Manuel Rodenas, abogado de este organismo, que “es necesario diferenciar todas las cuestiones planteadas, pues son diversas”. Si bien “algunas comunidades autónomas han aprobado leyes integrales trans y leyes contra la LGTBIfobia, en las que se va incorporando el reconocimiento de algunas realidades y su debida atención social, en la legislación estatal cuestiones como la mera definición e identificación de la persona con un género no binario o tercer sexo aún no se contemplan”.

Rodenas también piensa que, como en muchos otros asuntos, “la sociedad siempre suele ir por delante de la regulación de temas que afectan a la ciudadanía”. “Por tanto si bien hoy día no está regulado explícitamente, ello no es óbice para que, tras la oportuna demanda social, se establezcan las medidas adecuadas. Es algo que, en cualquier caso, está en manos de la demanda social que lo reclame y del legislador que lo establezca. España ha evolucionado legal y socialmente en las cuestiones que afectan a la identidad de género. Se trata de uncontinuo proceso de adaptación de la realidad material a la formal“.

Un transexual denuncia a dos jóvenes por pegarle una paliza e insultarle

Daniel, el joven transexual agredido en Granda, muestra las secuelas del suceso

Daniel, el joven transexual agredido en Granda, muestra las secuelas del suceso. M. RODRÍGU

La plaza -por paradoja- se llama de la Concordia y el barrio es el de Alminares, una zona colindante con el centro histórico de Granada, donde el martes pasado Daniel paseaba su perra. Una escena cotidiana en los jardines de esta plaza que, sin embargo, fue insoportable para los dos jóvenes que acechaban a Daniel, del que no soportaron su condición de homosexual: “Si Franco levantara la cabeza ya te habrían fusilado”, le dijeron, como preludio de la agresión que sufrió a continuación.

A esa hora la zona estaba desierta y Daniel prefirió no entrar en discusión. Se estaba marchando cuando uno de los agresores pateó a la perrita. Quiso decirles que el animal no tiene culpa de nada. “Yo tampoco”, precisa, pero prefirió irse. No hubo tiempo para ello. A pocos pasos sintió a sus espaldas la presencia de los dos jóvenes y todo se desarrolló entre una cascada de golpes e insultos.

Una auténtica paliza, en el relato de Daniel, de 21 años, a quien sus agresores llamaron por su nombre, probablemente reconocido a través del canal de una web donde esta nueva víctima de la transfobia ha colgado un vídeo contando el suceso. Los dos jóvenes le abordaron y entre insultos le derribaron mientras le golpeaban, golpes que le han provocado hematomas en la cara, costillas y piernas. “Me decían ‘prefiero ahorcarme antes que ser como tú’ y me llamaban‘vicioso’ y ‘degenerado’, sin dejar de pegarme”, rememora a El Mundo. La violencia del incidente le hizo pensar que “no saldría vivo de allí”.

Daniel se fue al Hospital Clínico donde tras ser atendido y recoger el parte de lesiones llamó desde el propio centro hospitalario a la Policía. “Los agentes me vieron muy nervioso y me recomendaron que me calmase y que al día siguiente presentase denuncia. La Policía Nacional ya investiga el suceso y trata de identificar a los agresores. Daniel tuvo que volver al hospital al día siguienteporque los dolores no cesaban.

“Yo no me he metido con nadie y nadie se merece ese trato”, que Daniel atribuye a “la diversión de dos personas” de las que lamenta “que haya todavía en el siglo XXI gente así”. A Daniel le duele, ante todo, “la parte emocional, pararme y pensar si no es suficiente que en un cuerpo que no me corresponde, que no deseo, “me tenga que ver con estos moratones”, que tres días después de la agresión se siente “el doble de fuerte” para evitar “que me humilles y se rían de mí”.

Entretanto, la Asociación de Transexuales de Andalucía ha condenado la agresión y ha reclamado a la Junta de Andalucía el “urgente desarrollo de las medidas” recogidas en la “Ley Trans de Andalucía”. La presidenta del colectivo, Mar Cambrollé, recuerda en un comunicado que “Andalucía cuenta con un marco jurídico desde el 2014 que contó con el apoyo unánime de todas las fuerzas políticas para su aprobación”, hecho que situó a esta comunidad como “un referente en todo el Estado español y en Europa”

“Es hora ya de que el desarrollo de la misma se haga efectiva en medidas contra la transfobia”, entre las que se incluyen campañas de sensibilización para contrarrestar las actitudes discriminatorias y la “imposición de estereotipos en relación con la expresión de la propia identidad de género”. La asociación exige una actuación rápida y una sanción contundente contra los agresores del joven granadino y se ofrece al Gobierno andaluz para trabajar en planes de educación y estrategias de sensibilización para acabar con la transfobia.

“Críos de 20 años me gritaban que los transexuales somos unos degenerados, que con Franco me fusilarían”

Daniel Peinado, un joven de Granada de 21 años, ha denunciado en Youtube que el pasado martes por la noche fue objeto de una agresión por parte de dos desconocidos por el hecho de ser transexual. “Me insultaron, me pegaron. Críos con 20 años: que somos unos degenerados, unos viciosos, que si Franco levantara la cabeza nos fusilaba, que ellos antes que ser como yo preferirían ahorcarse…”, relata Daniel desde su habitación. Los hechos han sido denunciados a la Policía, según Granada Hoy.

El muchacho explica en el vídeo que sufrió daños en el ojo, en el costado (muestra un hematoma) y en la pierna, que tiene vendada. Pero además, refleja un daño emocional por la impotencia que sintió: “Quiero contar cómo viví la experiencia de tener miedo y decir ¿merece la pena todo esto?”.

Según explica, los hechos ocurrieron en un parque cercano al Palacio de Congresos mientras paseaba a su mascota. Los agresores, a los que no conocía, le llamaron por su nombre y luego le insultaron. Golpearon al perro y finalmente lo golpearon a él. Daniel llegó a temer por su vida: “Supongo que en cierto modo… tenía que pasar. Hubo un momento en que pensaba que me mataban, que no salía de ahí”.

“Esto me ha hecho tener muy claro que antes que vivir una vida de mujer prefiero arriesgarme a estas cosas, aunque me duela y sea difícil, aunque sea un poco inhumano. Nunca te imaginas que vayan a ti. Nunca piensa que realmente hay gente cerca de ti así”, comenta el joven, entre incrédulo, dolido e impotente. Daniel abrió un canal de Youtube el pasado diciembre. En el primer vídeo comunicaba que había comenzado un tratamiento hormonal y ahora cree que los agresores podrían conocerlo por eso.

El relato de Daniel estremece porque refleja el sinsentido con el que actuaron los agresores y la incomprensión del agredido. “Yo no me meto nunca con nadie y no me merecía eso, que dos personas por diversión me dijesen las cosas que me dijeron (…) Mi pregunta es ¿de verdad en pleno siglo XXI hay gente tan patética de llegar a ese extremo?”. “¿A ti qué te molesta que yo sea transexual o deje de serlo?”, se pregunta más adelante.

Daniel Peinado, que recuerda el caso de Alan (un joven de Barcelona que se suicidó en diciembre ante el acoso de sus compañeros) reflexiona más adelante sobre las heridas que le deja el episodio: “Lo que más duele es la parte emocional, pararme y decir, ¿no tengo ya suficiente de verme en un cuerpo que no me corresponde, que no deseo, para que haya hijos de puta que se sacien con una persona, como se saciaron conmigo?”.

La Asociación de Transexuales de Andalucía-Sylvia Rivera ha emitido un comunicado en el que, después de condenar la agresión que relata Daniel, pide a la Junta de Andalucía el desarrollo de medidas contra la transfobia previstas en la Ley Andaluza 2/2014, entre las que se incluyen campañas de sensibilización. “Es hora ya de que el desarrollo de la misma la haga efectiva, entre otras, en medidas contra la transfobia”, explica Mar Cambrollé, presidenta de la asociación.

La Policía de EEUU mata a un transexual con Asperger que se hizo famoso por un vídeo con su perro

La Policía de EEUU mata a un transexual con síndrome de Asperger famoso por un vídeo con su perro

Kayden Clarke es un joven transexual de 24 años que sufre el síndrome de Asperger. El pasado verano, su caso se hizo famoso tras difundir un vídeo en las redes sociales en el que se veía cómo su perro Rottweiler le intentaba consolar cuando sufría una crisis violenta e intentaba autolesionarse.

“Esto es Asperger. Cuando tengo una crisis, tengo un comportamiento autoagresivo y me hago daño”, explicaba Kayden, antes conocido como Danielle Jacobs, sobre su actitud en el vídeo.

La historia de Kayden conmovió al mundo el verano pasado, pero ahora ha tenido un trágico final. El joven ha sido abatido por la Policía cuando vivía un episodio violento a causa de su enfermedad.

Los agentes acudieron a su casa en Mesa (Arizona) tras una llamada de alerta y dispararon al joven, cuando se abalanzó sobre ellos con un cuchillo con el que pretendía suicidarse, según la versión policial.

La Policía asegura que tuvo que dispararle en defensa propia. Sin embargo, tanto su madre cómo los vecinos dudan de la versión oficial y critican que los agentes disparasen al estómago a un enfermo con problemas mentales.

“Hablé con ella anoche y la noche anterior y parecía estar bien”, aseguró su madre Stacia a The Daily News. Y añadió: “Antes de que la Policía llegase, mi hija no estaba suponiendo ninguna amenaza para la comunidad. Los agentes han matado a una mujer autista con problemas mentales y necesidades especiales”, se lamentó.

El síndrome de Asperger es un trastorno neuro-biológico que provoca que los afectados tengan problemas de empatía, dificultad para desarrollar habilidades sociales y para reconocer emociones.