“He descubierto que soy un hombre y eso me hace feliz”

Este es Dan. Su historia es un viaje desde el caos que te abrirá los ojos.

dan

Conocemos a Dan, un joven de 22 años que acaba de empezar un tratamiento hormonal para masculinizar su cuerpo.

La historia de Dan es como una explosión cósmica, como un Big Bang. Nació en Terrassa, Barcelona, hace 22 años. Sus padres le pusieron de nombre Marina. De muy pequeño, Dan notaba que en su cuerpo había caos, partículas desordenadas. Hace tan sólo dos meses surgió la explicación a todos los fenómenos extraños que tienen lugar en su interior: Marina es Dan. Ella siempre fue un hombre.

Todo encaja de pronto, pero no es tan fácil deshacerse de toda una vida de tristeza inexplicabe y complejos: “He tenido depresión toda mi vida, pero no sabía por qué. Me llevaba mejor con los chicos que con las chicas, pero no encajaba ni en un lado ni en el otro. Siempre fui el raro de la clase. Una vez una niña me preguntó: ‘¿quieres ser un niño?’ Yo respondí que para qué iba a querer eso”.

La lucha de Dan por comprenderse es tan temprana que el día que le vino la primera regla se sintió pletórico: “Pensaba que lo raro que había en mí podía deberse algún problema biológico, que eso explicaba mis gustos y comportamiento. Ese día estaba jugando a baloncesto con mi padre. Fui al lavabo, me dolía mucho. Cuando vi la sangre me puse feliz: si tengo la regla significa que tengo ovarios, y eso significa que soy una mujer. No soy un bicho raro”. La menstruación, sin embargo, fue un alivio momentáneo.

Más tarde descubrió que, además de los chicos, también le gustaban las chicas, pero para ello Dan necesitó conocer a alguien en su misma situación. Saber que esa posibilidad, simplemente, existía: “Había una niña en mi clase, éramos muy amigas y siempre íbamos juntas. Una mañana, mientras me vestía, estaba pensando en ella. De pronto me pregunté por qué lo hacía. ‘Yo no soy lesbiana’, me dije. Pensaba que era algo raro, malo. Así que lo olvidé”.

Hasta que una chica mayor que él le contó que le gustaba otra chica, y que le ocurría por primera vez. Dan tardó tres horas en confesarle que a él le pasaba lo mismo. Días más tarde inició una relación, pero él y su pareja pasaron desapercibidas: “En el patio las chicas tenían mucho contacto físico, era algo normal. La gente pensaba que éramos amigas. Para los chicos es mucho más difícil, no se pueden tocar, y si lo hacen es para bromear llamándose maricones los unos a los otros”. Al final todo el instituto supo que estaban “liadas de verdad”, pero eso no le causó bienestar: “Nunca he escondido mi orientación sexual y en casa no me hizo falta explicarlo. Ese no era el problema”.

Avatar

Dan no recuerda cuándo empezó a competir en natación, pero sí cuándo lo dejó porque un montón de preocupaciones empezaron a asaltarle: “Necesitaba tiempo para mí. La gente de mi edad pensaba siempre en las mismas cosas, a mí me interesaba leer, buscar música diferente, creo que era más maduro para mi edad”. Probablemente, se estuviera buscando a sí mismo. Años después, cuando dudaba entre la carrera de Física y la de Filosofía, su madre falleció y la vida de Dan se detuvo oficialmente durante año y medio. Sin embargo, fue a partir de ese momento cuando empezó a explorar su identidad.

o primero fue abrazar la estética gótica: “Siempre me he preguntado por qué unas cosas me apasionan y otras no. Lo gótico, pienso ahora, me atraía por el tema andrógino. De muy pequeño veía la MTV y me encantaban Placebo y Marilyn Manson, y no era atracción sexual. Me gustaba la imagen de los hombres maquillados”.

Dan ya era abiertamente bisexual, así que empezó a maquillarse y a salir por sitios de ambiente dark: “Allí no me sentía tan raro como en mi colegio de pijos”. Fue entonces cuando tuvo uno de los primeros conflictos reales con su cuerpo: “La ropa de chico gótico me gustaba, pero no tenían mi talla. Acabé llevando corpiños, faldas, escotes, que paradójicamente marcaban mis formas femeninas.”.

Como muchos adolescentes, se sumergió en internet, “el mejor refugio para los tímidos”: “Me pasaba horas. Estás detrás de una pantalla pero te expresas al máximo”. Navegando descubrió dos de sus grandes pasiones, los videojuegos y las series manga; también empezó a escuchar grupos oscuros como Malice Mizer. Y llegó, claro, el momento de hacerse un avatar: “Ponía fotos de personajes masculinos de manga, ellos molaban más que yo”.

6_20141112hhOHex

Tampoco es coincidencia, dice, que estos héroes que tanto le apasionan sean poco viriles, “muy pocos tienen barba”. Dan se identifica con muchos de ellos, pero sobre todo con el protagonista de Evangelion: “Me suelen gustar los que tienen pinta de malotes y en realidad son buenos, pero soy el que es bueno pero está mentalmente tocado. Como Shinji Ikari. La gente dice que es un rallado de la cabeza, que no hace nada. A mí me encanta, soy yo”.

Los estudios que finalmente eligió Dan también se ajustan al puzzle. Durante dos años, se formó en peluquería y ahora estudia estética. De algún modo, quiso ayudar a los demás a transformarse: “Si no puedes cambiar radicalmente tu físico, hay herramientas para diseñar tu expresión”.

¿Trans…qué?

“Hace dos años no sabía lo que era un transexual”. Dan encontró información en internet y empezó a ver vídeos de testimonios que publica la organización barcelonesa CulturaTrans. También se interesó por la teoría queer: “Yo sólo era una chica masculina, no era nada o lo era todo. Compré un libro de Beatriz Preciado y pensé: ‘mola, pero no me entero de nada’. Tenía un lío muy grande”.

Había una parte de su físico que Dan no soportaba: sus pechos. “Me compré un binder para comprimirlo y me dije que con eso bastaba. Creí que mi problema de identidad se solucionaría con una faja”. Un día, Dan visitó al equipo de Transit (la agencia para la promoción de la salud de las personas trans), y la psicóloga le hizo una pregunta que le impactó: “Si pudieras tener una varita mágica, ¿cómo te gustaría ser?” Describí atributos masculinos: más alto, sin pecho, la cara masculina, más músculo… los genitales me daban igual, no me gustaba ni una cosa ni la otra, pero por primera vez pensé que mi baja autoestima podía deberse a un problema de identidad de género”.

El empujón definitivo se lo dio, de nuevo, una persona cercana. En este caso, un ex novio, que también es un hombre trans: “Un día me dijo que quería hormonarse. Yo no podía creerlo. Pero me contestó que yo acabaría igual, y me conoce bastante. Creo que sembró una semilla en mi cabeza”.  Resultó que Dan es un “transexual de manual”, y tras un período de rechazo, tuvo una revelación: “Hace dos meses salí del armario: soy un chico”.

Empezó entonces una carrera desesperada, la impaciencia por transformarse y ser feliz: “Sé que mi entorno me acepta como chico pero me siguen viendo como una chica”. Dan lleva poco más de mes y medio hormonándose a través de la sanidad pública. Para operarse los pechos, acudirá a una clínica privada. “Al principio tenía miedo, quería ponerle solución pero no quería tener barba, ni alopecia, ni que me aumentara la libido. Una trasformación a la carta”. Sus ideas también están cambiando: “Me hace ilusión cada pelito que me sale, ¡y me da igual quedarme calvo!”. Dan tiene prisa y no le importan los efectos secundarios.

Universo queer

Cuando hablamos de los genitales, aparece la cuestión de la teoría de género: “Estoy notando el crecimiento del clítoris, es uno de los efectos del tratamiento con testosterona. Claro que tengo curiosidad por saber cómo es tener pene, pero no me interesan tanto las sensaciones físicas como sentirme un hombre, porque el sexo tiene mucha psicología”.

Cuando a alguien se le escapa y se dirige a Dan en femenino, él se tranquiliza: “Pienso que pronto tendré barba. Pero me entristecen todas las trans mujeres que no pueden cambiarse una cara muy masculina o reducir su estatura. No se debería necesitar un cambio físico para ser reconocido como lo que eres, peroque cada día te confundan con una mujer es una mierda”.

Dan espera desarrollar una masculinidad que antes consideraba innecesaria, pues creía que el género era algo superficial e injusto: “No me cabía en la cabeza que cambiar mi cuerpo me podía aportar esta felicidad. Sin embargo,haberme entendido ya es mucho. Aunque no existiesen tratamientos ni operaciones sería feliz por el hecho haber puesto nombre a un problema que no sabía que tenía”.

La transexualidad, así lo ha entendido Dan, no es una cuestión estética, sino de identidad, y no reconocerla le ha afectado en todas las facetas de su vida. Aun así, él cree en la teoría queer y visualiza un futuro lleno de gente sin un género definido: “Cada vez hay más gays, lesbianas y trans porque hay más información. No es que estemos de moda, es que cuantos más somos menos nos cuesta salir del armario. No somos tan minoritarios, es algo viral”.

En opinión de este joven millenial, la necesidad social de clasificar a las personas según su género irá desapareciendo. Eso nos conducirá a un mundo más real: “Que sólo existan dos opciones es artificial. Lo andrógino es la diversidad, lo real es lo infinito”.

Euskarazko hiztegi erotikoa

Sarrera hau Euskaldunok euskaraz blogean argitaratua izan da

Tamalez, bizitzako zenbait arlotan kosta egiten da oraindik euskaraz jardutea: sexuaz eta erotismoaz ari garenean, esaterako. Beraz, bada garaia kontu horietan ere euskaraz komunikatzeko! Askoz ere xarmangarriagoa izango da guztia, ziur gaude ? . Lehen urratsak errazagoak izan daitezen, asko lagunduko diguten zenbait hitz eta kontzeptu bildueuskararen blog honetan. Hona hemen, euskarazko hiztegi erotikoa. Eta, noski! Zuen proposamenak ere gustura entzungo genituzke! Laster etorriko gara hiztegiaren bigarren zatiarekin! ?

Arkera egon: Bero-bero egotea

Afroi: Sexualki erakargarria dena

Apotan egin: Larrutan ordainduta egin

Astarraldia eduki: Berotu

Astindu: Masturbatu “

Aurreburua: Sexu kontuetan sutsua dena

Azak eman: Paso egin. “

Beltza jo: Larrua jo

Bibolinjole: Masturbatzeko gailua

Buztana, isipua: Zakila“

Enkargua egin: Neska-mutil bati berarekin ibili nahi duzula esatea “

Egitorgasmoa: Inorekin oheratzeko asmoa

Gainezka egin, txorrostaldia bota: Hazia bota

Odolostia: Biguna dagoen zakila “

Pikua, pottoliña: Alua “

Txapapera bota: Txortan gabiltzanean gainezka egin baino lehen zakila atera. “

Un niño trans de Texas le dice a quien le critica: ‘Tú no eres la persona que me diga quién soy’

Evan Singleton

Evan Singleton

Nadie puede decir que Evan Singleton, de 12 años, es demasiado joven para estar viviendo como hombre. Hace tres años este chico transexual de Texas comenzó a vivir como lo que realmente es, un niño. A pesar de su juventud, es muy elocuente en sus respuestas para aquellos que le critican porque piensan que es demasiado joven para su transición y para el tratamiento de bloqueadores de la pubertad que cuenta con el pleno apoyo de sus padres. La realidad es quenadie sabe cuáles son las ‘causas’ de la transexualidad. El problema más grave es que muchos de estos niños y niñas son estigmatizados o apartados de otros niños y, a veces,tratados con violencia por la sociedad que no acepta la diferencia y que está regida por la opresión de la cisnormatividad.

Pero Evan no se amilana y lo tiene muy claro a la hora de enfrentar a los críticos: “Yo les diría: No eres la persona que me diga quién soy“, ha explicado a Al-Jazeera Latino después de que la Ordenanza de Igualdad de Derechos de Houston fue denegada la semana pasada.

Henderson tiene bastante claro incluso quién cree que tiene el derecho a compartir su opinión sobre de su identidad de género ‘No estoy molestando a nadie. Soy trans pero nadie tiene el derecho a entrar en mi vida y me diga lo que tengo que hacer”, dice, “Mis padres están haciendo un gran trabajo. Yo hago mis tareas, limpio mi habitación, y les ayudo. No es para presumir pero creo que soy un gran chico, me esfuerzo en la escuela, y, por eso, nadie tiene derecho a venir a decirnos a nuestra familia lo que debemos hacer”.

Singleton está inscrito en un programa para jóvenes trans de Dallas, en el Centro Médico de Niños Genecis (Educación de Género, Atención y Apoyo Interdisciplinario). De acuerdo con el sitio web del programa, los bloqueadores de la pubertad otorga un tiempo a estos jóvenes a retrasar la adolescencia para que replanteen su identidad de género a largo plazo.

Su madre acudió a más de 100 médicos para buscar un asesoramiento y ayuda pero no pudo encontrar a nadie que tratara a su hijo hasta que encontró el Centro Médico de la Infancia de Dallas.

“Si hubiera permitido desarrollar mi pubertad, probablemente, habría sido uno de esos chicos que simplemente tienen pechos”, dice Singleton. “Y luego probablemente me hubieran tenido que recluir en una institución mental. Sería realmente horrible”.

Evan confiesa que era sometido a la intimidación y acoso de sus compañeros en clase por ser trans, por eso, en su familia han aprendido la lección, no le quieren perder y le aman porque quieren que sea feliz siendo cómo realmente es, un niño: “No tenía a nadie con quien hablar. Me dolía mucho. Mis compañeros de clase herían mis sentimientos. Intentaron todo para hacerme perder el control“, explica el valiente chico.

Hay muchas teorías sobre la transexualidad infantil, pero hasta el día de hoy, ninguna ha sobrevivido un escrutinio cuidadoso. Es importante en esta sociedad diversa y que cada día se abre más a la pluralidad de géneros creando políticas educativas, culturales y sociales que ayuden a combatir la transfobia y crear ambientes sociales dignos para todos. La sexualidad infantil y, específicamente la transexualidad en la infancia, requiere de más investigaciones no solo en las áreas de la biología genética y la psicología, también es necesario que los sociólogos, antropólogos y otros investigadores de las áreas sociales y educativas se avoquen a este tema; de igual manera es necesario sensibilizar a los maestros, padres y madres de familia, ya que su incomprensión es motivo de rechazo y violencia contra los menores, lo que repercute en el sano desarrollo y la autoestima de estos niñas y niños y por lo tanto también implicará su desarrollo como adultos.

Mendoza ataca a los homosexuales y sus derechos en la apertura de curso de la UCAM

El presidente de la UCAM, José Luis Mendoza, arremetió ayer contra los homosexuales y sus derechos en el acto de apertura de curso de la institución privada católica de la que es dueño. Ante ‘ilustres’ invitados al acto de la Universidad Católica de Murcia, como el polémico arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, el obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, y la secretaria de Estado de Justicia,Carmen Sánchez-Cortés, en su discurso Mendoza aseguró que “el mal llamado matrimonio homosexual es una abominación a los ojos de Dios”. Además, aprovechó su intervención para criticar duramente el aborto y la eutanasia.

Acto de apertura del curso. (Foto UCAM)

Acto de apertura del curso. (Foto: UCAM)

José Luis Mendoza aseguró que la institución a la que representa, que este año ha superado los 17.000 alumnos, va a continuar “esforzándose con el mismo empuje y fe” para ofrecer docencia de excelencia, impulsar la investigación y generar talento, fomentar la creación de empleo de calidad, y “en definitiva, crear riqueza para nuestra sociedad, al reinvertir todos nuestros recursos en ella”.

En relación a la investigación, aseveró que una universidad que no investiga se convierte en una academia de enseñanza, e indicó que la UCAM ha invertido en ella en el 2014 más de 11 millones de euros, y en este año unos 15. Además, Mendoza anunció la creación de un pabellón de más de 15 mil metros cuadrados “donde estará el nuevo UCAM Sports Center, una clínica oncológica, nuevas aulas y el hospital virtual de 2.000 metros cuadrados”. Además, denunció “las dificultades constantes que sufre la institución para desarrollar su labor por parte de quienes tienen interés en que no salgan adelante nuestras iniciativas”.

Lección inaugural de la secretaria de Estado de Justicia

En el acto académico, además de Mendoza, intervinieron Pedro Antonio Sánchez, presidente de la Comunidad; el cardenal Cañizares, monseñor Lorca Planes, y Josefina García Lozano, rectora de la UCAM. También asistieron Antonio Sánchez-Solís, delegado del Gobierno; María Isabel Sánchez-Mora, consejera de Educación y Universidades; Rosa Peñalver,presidenta de la Asamblea Regional, o Silverio Nieto, director del servicio jurídico de la Conferencia Episcopal Española, y encargado de presentar a la secretaria de Estado de Justicia.

Sánchez-Cortés impartió la lección inaugural titulada ‘Reformas para un cambio necesario’, donde desgranó las principales líneas del Programa Nacional de Reformas llevado a cabo por el Gobierno de España en los últimos años. “En el epicentro de la crisis más brutal sufrida jamás en generaciones y haciendo estragos en todos los órdenes de nuestra vida, tomamos las riendas de un país literalmente catatónico”, afirmó, y señaló que gracias a las reformas de la Justicia que han llevado a cabo “hemos hecho de la seguridad jurídica un valor añadido de la Marca España, cuyo prestigio crece cada día, y si ha sido así es porque hemos sabido dar con las tres piezas clave que había que reformar: la gestión, las leyes y una lucha implacable contra la corrupción”.

Por su parte, el presidente de la Comunidad, Pedro Antonio Sánchez, destacó la importancia del sistema universitario regional en la construcción de la sociedad. “Las universidades han de reafirmarse a la vanguardia de la sociedad; su labor es crucial para crear una sociedad crítica desde valores como la responsabilidad y la verdad, tal y como hace esta joven universidad”, afirmó.

Un juez de Utah le retira la custodia de una niña a una pareja de lesbianas

El togado asegura que la pequeña adoptada de un año de edad estará mejor con una familia heterosexual

A Beckie Peirce y April Hoagland un juez les ha roto el corazón. No saben muy bien si la decisión que ha tomado tiene que ver con sus creencias religiosas o con un rechazo a la comunidad homosexual, pero el caso es que ha decidido que la niña que habían adoptado de un orfanato el pasado mes de agosto abandone su hogar. El magistrado cree que estará mejor con una pareja heterosexual.

“No es justo y no está bien y me duele muchísimo”, dijo Hoagland a una estación de televisión local. El año pasado se casó con Pierce, aprovechando la histórica luz verde por parte del Tribunal Supremo de Estados Unidos sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo.

Estas dos residentes del condado de Carbon, en el estado de Utah, ya tenían dos hijos biológicos y con el certificado de matrimonio en la mano, tomaron la decisión de ampliar la familia. Presentaron los papeles y lo lograron, dando la bienvenida a una niña de un año de edad a su casa, un sueño hecho realidad.

Pero el viernes, el juez Scott Johansen decidió entrometerse en sus planes y sacar a la niña de su casa, una decisión a la que llegó después de hacer sus propias indagaciones sobre el comportamiento de los niños ante situaciones similares. Hoagland explicó que Johansen descubrió que los niños no tienen tan buen desempeño en hogares de parejas homosexuales como en casas donde hay un padre y una madre.

“Creo que es una decisión basada en principios religiosos”, indicó Pierce, un hecho que pretenden apelar y pelear hasta el final, y que ha encendido las alarmas entre en el defensores de los derechos del colectivo LGBT. Pierce alega que la división de servicios sociales de Utah quiere que la pareja se quede con la niña, “la madre también quiere que nos quedemos la niña, así que el único obstáculo en el camino es el juez”.

Un magistrado que no es la primera vez que es noticia en los medios locales por sus decisiones polémicas. En 2012, Johansen le sugirió a la madre de una adolescente que enfrentaba cargos por haberle cortado casi todo el pelo a un niño pequeño, que trajese una tijeras y se cortara ella misma la coleta en plena corte de justicia, una forma de reducirle la sentencia. Ojo por ojo.

Esto, sin embargo, reabre el debate sobre la conveniencia o no de que las parejas de homosexuales adopten niños, en pleno movimiento a favor de las uniones entre personas del mismo sexo en EEUU. Para muchos sigue siendo una píldora muy difícil de digerir.

“Pikara’ prima la mirada por la igualdad pero con humor y transgresión”

“Madre” orgullosa de ‘Pikara Magazine’, a June le gusta presumir de un pequeño gran triunfo: “Fuimos con ‘Argia’ las primeras en hablar del acoso machista en San Fermín”

BILBAO – A June Fernández le gusta contar historias de personas libres y rebeldes. “También me gusta romper tabúes y provocar cortocircuitos contra los sectarismos” (el mío incluido), dice sonriente, orgullosa de su pícara criatura que celebra este año sus cinco años de vida.

¿Cómo y para qué surgió ‘Pikara’?

-Se creó en 2010 por un grupo de profesionales que habíamos montado la Red Vasca de Periodistas con Visión de Género. El objetivo inicial de Kazetarion Berdinsarea era compartir propuestas y estrategias para incorporar la perspectiva feminista a nuestro trabajo en los medios generalistas y también en medios alternativos, pero hubo un momento en el que comenzamos a echar en falta un espacio propio en el que dar rienda suelta al periodismo en el que creíamos e íbamos desarrollando sin las resistencias y las limitaciones que te encuentras en los medios convencionales.

¿Esa inquietud les impulsó a emprender el proyecto en la web?

-Sí. Al principio nos planteábamos ofrecer periodismo de calidad con perspectiva de género. Esto lo hacíamos siendo críticas con los medios de comunicación generalistas.

¿Por qué?

-Porque en ellos las mujeres apenas protagonizamos el 30% de las noticias y cuando salimos lo hacemos enmarcadas en estereotipos como el de víctima, madres abnegadas u objeto sexual de deseo que lo único que hace es adornar la portada del periódico. Esto nos animó a la aventura de crear un proyecto de comunicación.

¿En qué claves ha funcionado ‘Pikara’ durante estos cinco años?

-El humor y la transgresión han jugado, juegan, un papel importante. Queríamos un periodismo de calidad desde unos criterios no sexistas, pero que fuera atractivo no solo para las ya feministas, sino para un público más amplio. Que el proyecto conectara con necesidades personales de la gente. La fórmula ha sido un éxito. Empezamos con unas 10.000 visitas al mes y ahora superamos las 150.000.

¿Cómo se financian?

-Hemos contado con el apoyo de Emakunde, pero de forma irregular por los recortes. Probamos muchas formas de autogestión. Por una parte animamos a las propias lectoras y lectores a que se hagan amigos y amigas de Pikara. Les llamamos como suscriptoras pagando una cuota anual a partir de los 30 euros al año y reciben la revista en papel que sacamos una vez al año.

¿No temían que el papel lastrara su economía?

-Sí, porque teníamos claro que el proyecto debía ser on line porque era más barato, no teníamos ni infraestructura ni presupuesto para hacer una publicación en papel. Ya llevamos tres números anuales y paradójicamente no solo no ha lastrado nuestra económica, sino todo lo contrario. Lanzamos un crowdfunding para financiarlo, con el cual siempre recaudamos más dinero del mínimo y al mismo tiempo la revista en papel nos ha permitido hacer una ronda de presentaciones por distintas ciudades y afianzar afinidades. Vendemos la revista y muchos materiales tipo merchandising que están teniendo mucho éxito. Al final hemos montado nuestra tienda on line.

¿’Pikara’ es un medio especializado?

-No. El feminismo para nosotras no es un tema, sino que es una mirada. Lo mismo que la mirada que prima en los medios tradicionales suele ser masculina y androcéntrica, nuestra mirada es a favor del empoderamiento de las mujeres y a favor de la igualdad, pero no somos un medio especializado. Lo mismo hablamos de sexualidad, que de ecología, que de salud mental, que de cultura, que de cómics. Somos un medio en el que hablamos de todos los aspectos sociales y culturales porque nos interesan todos los temas, no solo el aborto y la violencia de género. Pero lo hacemos con una mirada transformadora a favor de la igualdad.

¿Qué les distingue de otros medios?

-Que creemos que el feminismo no es solo hablar de igualdad entre hombres y mujeres. Es hablar de una sociedad más libre e igualitaria para todo el mundo. Por eso nos interesa hablar de libertad sexual, de diversidad sexual. Uno de los motivos del éxito de Pikara es que no estamos solo en un tono de denuncia (como el estereotipo de la feminista amargada), sino también porque reivindicamos nuestra libertad para el placer, para divertirnos, para ser gamberras.

El término feminista todavía echa para atrás, ¿por qué?

-Porque el feminismo está muy demonizado. Curiosamente, al principio hablábamos de que hacíamos periodismo con visión de género. Nos costaba decir que éramos feministas por esos complejos. Llegó un momento en el que nos sacudimos los complejos y lejos de asustar hemos llegado más lejos; la honestidad es importante para conectar con la gente.

¿Tal vez las feministas no han sabido transmitir el mensaje?

-Las feministas resultamos peligrosas para el sistema y es normal que haya que desacreditarnos todo el rato. Pero sí que creo que muchas veces las feministas no hemos comunicado bien y no hemos conectado con la gente. En Pikara lo que mejor ha funcionado son las experiencias cotidianas, personales. Empezamos siendo cuatro vascas uniéndonos a gente del territorio español. Ahora el 30% de las visitas vienen de América Latina, lo que tiene gran protagonismo en la revista

¿Cuáles son los artículos que más éxito han tenido?

-Las cartas de las lectoras que cuentan las situaciones de agresiones sexuales que han vivido, pero no hablando de violaciones por parte de desconocidos, sino de cosas que a todas nos han pasado: que te toquen el culo en el metro, que tengas un tío que desde pequeña te decía cosas soeces… Incluso todo lo relacionado con la sexualidad. Vemos que las mujeres llevan en silencio muchas situaciones de acoso, bien en el trabajo, bien el transporte público o en la calle.

Priman la voz de sus lectoras

-Sí. Es clave. Si en el periódico tradicional, por ejemplo, hay una sección de cartas al director de media página, en Pikara hay una sección que se llama Participa donde publicamos las cartas de todo el mundo. Al final tiene tanto peso como los contenidos que generamos las colaboradoras.

¿Cómo se organizan en ‘Pikara’?

-Andrea Momoitio y yo somos las coordinadoras y luego desarrollamos la figura que llamamos colectivo editor, en el que están las compañeras que toman las decisiones de forma horizontal, aunque por motivos prácticos no todas las decisiones pasan por la asamblea.

Ez mutil ez neska sentitzen direnen aldarria, generorik gabe bizitzea

Hirugarren generoa aintzat hartzeko eskatu dio Obamari Sasha Fleischman-ek.

Hirugarren generoa aintzat hartzeko eskatu dio Obamari Sasha Fleischman-ek.

Sasha Fleischman nerabea lo geratu zen eskolara zihoan autobusean, eta bi gaztek su eman zioten. Arrazoia: gona eta gizonentzako alkandora eramatea soinean. Pertsona neutroa sentitzen dela adierazteko janzten da horrela Fleischmann, ez emakume eta ez gizon. Gertaeraren bigarren urteurrena izan da azaroaren 4a.

San Frantziskon gertatu zen, AEBetan, eta bigarren eta hirugarren mailako erredurak jasan arren, hiru aste eta erdiz ebakuntza ugari egin ostean onik atera zen Fleischman. Berriak hautsak harrotu zituen, ikasle eta irakasleak gona jantzita joan ziren bere ikastetxera, babesa erakusteko, eta sexu maskulinoarekin nahiz femeninoarekin bat egiten ez dutenen mugimenduaz argazki-erreportajea kaleratu zuten San Frantziskoko aldizkari batean: The Shadow Sex.

Sexuak ez dezala gure nortasuna definitu

Sexuak eta generoak baldintzatuko ez dituen jantziak, pentsamoldeak, enpleguak, sexu-harremanak… aldarrikatzen dituzte mugimenduko kideek, generoak markaturiko kortse sozial eta espektatibetatik aske bizitzea, mundua ez dadila “mutilentzat” eta “neskentzat” aukera bitarrean banandu, sexua ez dadila izan norbere burua eta nortasuna definitzeko arrazoia.

Auzitan jarri nahi dute gure gizartean zer esan nahi duen gizon edo emakume izateak. Hirugarren genero bat (genero neutroa) aintzat hartzeko ere eskatu zion Sasha Fleischmanek Barack Obama AEBetako presidenteari. Eskaerak 27.000 sinaduraren babesa lortu zuen.

RADIOGRAFÍA del VIH en España

Sexo, drogas y una epidemia sin control

Marco lleva cuatro años conviviendo con el VIH. Su falta de control en el sexo y el uso de drogas están detrás de esta infección

Marco lleva cuatro años conviviendo con el VIH. Su falta de control en el sexo y el uso de drogas están detrás de esta infección. JORDI SOTERAS

Marco no sabría decir cuántas parejas sexuales ha tenido, «¿500?». Su vida sexual empezó en hace 15 años cuando vino desde su Venezuela natal a Barcelona. Allí, aunque tuvo algún escarceo sexual con personas de su mismo sexo, no vivió su sexualidad libremente. Sentía que era un error, que él no podía ser así. Tras años de psicoterapia, pudo por fin abrirse en canal con su familia, tener una pareja estable… Sólo le queda, dice, quererse más, valorarse más. Reconoce que detrás de esa carencia, está la falta de precaución, su voracidad sexual, su infección por VIH y por la hepatitis C. Él es uno más de los muchos homosexuales que ahora, más de 30 años después de que el virus saltara a la fama, se topan con una infección todavía rodeada de estigma, incomprensión y equívocos.

La vida de Marco (nombre ficticio) no ha variado mucho desde que hace cuatro años recibió la noticia de su infección por VIH: Acude a trabajar, vive con su pareja, sale con sus amigos, mantiene sexo con otros hombres, a veces sin preservativo, y toma la medicación. Como él, más de 3.000 personas reciben el mismo diagnóstico cada año en España, una tasa por encima de la media europea. La mayoría, jóvenes (la edad media es de 35 años) y varones que tienen sexo con otros hombres (60,2%).

Desde Stop Sida, una ONG que lleva desde 1986 en activo y que está ubicada en Barcelona, se advierte de que la lectura más fácil es que los gays no se cuidan o que son muy promiscuos, «es curioso porque la promiscuidad solo se ve como positiva en los hombres heterosexuales no en las mujeres o en los gays».

No se habla, en cambio, «de la falta de educación sexual que hay en las escuelas y en las familias. A nuestro centro llegan muchos chicos que no saben cómo hacer una penetración anal, no saben cómo dilatar o cómo usar los lubricantes y, claro, están más predispuestos a la infección por VIH. A los gays no se les enseña, por eso el VIH también es una cuestión de derechos. Stop Sida, a través de sus programas, informa de salud sexual, que va más allá de las infecciones, se trata de cómo vivir la sexualidad, y de cómo se puede ser más feliz. En España, las personas homosexuales siguen con el tema de la culpa, de la vergüenza», explican varios portavoces de esta ONG.

Percepción del riesgo

Para Ferran Pujol, responsable de BCN Checkpoint, un centro comunitario de diagnóstico de VIH en Cataluña, el estigma hacia la homosexualidad y hacia la infección varía en función del contexto de cada persona. «Yo llevo 30 años con VIH y nunca he sentido estigma, pero es que mi entorno ha sido muy favorable. Si no tienes apoyo familiar, económico o laboral, la cosa es distinta. Sin ese soporte, acabas siendo víctima de tus propios miedos y de la culpabilidad».

El estigma hacia el colectivo gay existe porque, según denuncian desde varias ONG, cada vez hay más conductas violentas hacia parejas homosexuales, porque el lenguaje es homófobo, porque no se educa en la pluralidad de la sexualidad.

«Hay una relación muy directa entre la discriminación, el estigma y la vulneración de tus derechos con el VIH. Eso te impide quererte, que te cuides, que puedas prevenir la infección. Si te están vulnerando sistemáticamente tus derechos, serás más vulnerable al VIH porque tendrás menos herramientas», sostienen desde Stop sida.

Lo que desde otros estamentos destacan es que se está bajando la guardia porque se está perdiendo el miedo al VIH, aunque no descartan que exista una causa subyacente a esto. «Hay muy baja percepción del riesgo. Toda la información que ha habido se puede quedar en aguas de borrajas. Ahora la percepción no es la misma que la que tenía la gente de mi edad», explica Juan Ramón Barrios, presidente de CESIDA, la Coordinadora estatal de VIH y sida, una entidad que tiene presencia en 17 comunidades autónomas.

Barrios considera que la gente joven es más vulnerable porque no ha recibido campañas específicas sobre la infección. «Hay que cambiarles el chip porque para ellos ahora todo vale, buscan, como siempre, traspasar barreras. Y cuando les hablamos de referentes históricos en el campo del VIH, como lo fueron Rock Hudson o Freddy Mercury, no les valen porque no saben quiénes son. Como nadie público declara tener la infección, no les llega». Tampoco hay series de televisión o películas recientes que hablen del tema, el virus está ausente. «Si la Administración no toma las riendas, con una educación sexual en los colegios, lo único que podemos hacer desde las ONG es apagar fuegos cuando los jóvenes ya empiecen a tener relaciones».

Consumo de drogas

Lo que tampoco parece estar teniéndose en cuenta es que los nuevos diagnósticos de VIH están vinculándose cada vez más al consumo de drogas en el colectivo HSH (hombres que tienen sexo con otros hombres, que pueden ser homosexuales o bisexuales). Así lo constata un estudio que forma parte de una tesis realizada por Mar Vera, especialista del Centro Sanitario Sandoval de Madrid (especializado en infecciones de transmisión sexual), que lleva a cabo un tercio de todos los diagnósticos de VIH de esta comunidad.

Tras analizar los datos de 1.629 pacientes que habían sido diagnosticados con VIH entre 2007 y 2012 ha comprobado que el 71% de ellos refería haber consumido drogas el año previo al diagnóstico y de ellos el 63% relacionaba claramente las drogas con haber tenido prácticas sexuales no protegidas.

«La motivación que está detrás de ese consumo es para mantener encuentros sexuales, desinhibirse o, en el caso del consumo de popeer (un tipo de droga),para dilatación del ano. También algunos hombres que ejercen la prostitución nos dicen que sus parejas sexuales les pagan más si consumen drogas», explica Vera.

Los datos correspondientes a 2014 están analizándolos ahora, aunque esta médico adelanta a EL MUNDO que la tendencia continúa y que «cada vez se da en gente más joven. Chicos con 17 o 18 años reconocen haber consumido varias drogas. Con algunas de ellas, además, hay mayor riesgo de transmisión de la hepatitis C, pues comparten jeringuillas».

Así cree Marco que fue como se infectó de hepatitis C. «Sólo tomo drogas cuando voy a tener sexo. Pero en ese contexto, me gustan. Hace que dures más, que sea más fuerte. Y sí, a veces no uso el condón».

Además del peligro de adicción, las drogas potencian el riesgo de infección, no sólo porque no se use preservativo. «Con ellas, el acto sexual es más largo, de minutos se pasa a horas, el sexo es más duro, más pasional, y es más fácil que se produzcan pequeñas heridas que pueden facilitar la transmisión del VIH», explica el presidente de CESIDA.

No es fácil saber qué está detrás de esta tendencia, reconoce Jorge del Romero, director del Centro Sandoval. «Ahora hay una enorme facilidad de buscar contactos, a través de las redes sociales y las aplicaciones se oferta sexo anónimo y muchas veces no protegido. Hay gente que le mola el riesgo. Por otro lado, las drogas emergentes, y las clásicas (el alcohol o la cocaína), de las que ahora hay una gran difusión, permiten desinhibirse y mantener relaciones múltiples. ¿Qué es lo que subyace a eso? ¿La falta de autoestima, pensar que no pasa nada, que nadie se muere de esto o que los fármacos funcionan? No lo sé».

Para el codirector de BCN Checkpoint, el problema es que es casi imposible racionalizar la sexualidad. «No somos robots, somos humanos imperfectos. Nos gusta dejarnos llevar. Es muy fácil decir que no lo vas a hacer sin condón pero cuando estás con otra persona estás influido por ella, es posible que al final termines haciendo algo que no tenías pensado».

¿Dónde está la asignatura de educación sexual? ¿Dónde están las campañas específicas para los jóvenes que no tienen referentes de lo que supone la infección por VIH? ¿Qué hace la Administración frente al auge de las drogas emergentes? Esas son las preguntas que se hacen desde estas ONG y centros que viven cada día los nuevos diagnósticos de VIH en España, sin juicios de valor, sin miedos, para enseñar cada año a 3.000 personas cómo deben afrontar su vida ahora, con una infección que se ha cronificado pero que no se ha curado.

Se estima que en España hay en torno a 150.000 personas con VIH. Al inicio de la epidemia, «la mitad de los casos se daba en consumidores de drogas por vía intravenosa y la otra mitad en HSH, ahora la proporción es de uno a nueve», explica del Romero. Él, como el presidente de CESIDA o desde las ONG catalanas se preguntan qué no se ha hecho bien. «Seguimos escuchando las mismas preguntas y prejuicios en gente joven que hace 20 años. Aunque se ha avanzado, se ha hecho sobre todo en ciudades como Madrid o Barcelona, que son pequeños paraísos para vivir la homosexualidad, pero en la población general esto no es así, está aflorando la violencia hacia los gays y transexuales. Desde la escuela hay que enseñar que no es normal que te agredan. Hay que empoderar a los gays, decirles que tienen derechos como los demás y que hay que denunciar si esos derechos son vulnerados», afirman desde Stop Sida.

Marco admite que no se considero mejor por haber tenido sexo con muchas personas, al contrario. «Creo que es falta de autoestima. Si me quisiera más, no haría lo que he hecho».

Polémicas palabras del obispo en un instituto público de Ayamonte

Noticia publicada en Eco republicano
obispo ayamonte
En su ruta se reunió con varios colectivos y asociaciones y antes de finalizar su agenda en la localidad se pasó por un instituto público, el IES Guadiana. Se dieron revuelos por parte de la sociedad ayamontina materializados en comunicados contra la visita por parte del obispo a la escuela pública como por ejemplo el de la asociación de electores Recuperemos Ayamonte que recordaba cómo desde la Constitución de 1978, España es un Estado aconfesional:
“Las escuelas, como centros de formación, deben respetar escrupulosamente, esta aconfesionalidad del Estado por lo que no creemos que la visita del Obispo católico a las escuelas, esté en consonancia con el mandato constitucional. Desde el más absoluto respeto a TODAS las confesiones y a quienes no creen, nos parece que la religión debe estar supeditada a sus templos y no a centros públicos.”
El obispo se presentó acompañado de una comitiva y se dirigió a dar su charla a una clase de religión de segundo de Bachillerato. Dentro de la misma, pidió a los alumnos y alumnas que le hiciesen preguntas de lo que deseasen y lógicamente salieron temas polémicos. El obispo comenzó a responder las dudas del alumnado sobre la homosexualidad diciendo que aunque la iglesia respetaba al colectivo homosexual, no tenían cabida dentro de la moral cristiana ni el matrimonio ni el coito entre ellos. 
El propio obispo presumió de tener amigos homosexuales que no querían serlo y la iglesia los había ayudado a seguir la doctrina de Dios. Al hablar de la fecundación in vitro o de la misma transexualidad siguieron tajantes en su no rotundo dentro de la institución eclesiástica. Una alumna le preguntó porqué las mujeres no podían ostentar cargos de poder dentro de la iglesia si el cristianismo promulgaba que todas las personas son iguales y la respuesta del obispo fue que era imposible porque Jesús fue un hombre. Tal cual.
Al finalizar la charla, uno de los curas que acompañaban al señor obispo se dirigió a un alumno que mostró públicamente su orientación sexual en el debate preguntándole si estaba seguro de ser homosexual. Lo infantilizó diciendo que todavía era joven para saberlo y le recomendó leer un pasaje de la biblia que hablaba sobre la homosexualidad.
A pesar de que todo esto se dio en la clase de religión entendemos y reivindicamos que en pleno sXXI la religión debe estar fuera de la escuela pública y recibir a representantes de la iglesia para que hagan discursos machistas, tránsfobos y homófobos a estudiantes de diecisiete años es totalmente intolerable.
Esperamos que le den cobertura a esta noticia para dar voz a tantas personas que se sintieron indignadas ante las palabras de este individuo.
Plataforma de Estudiantes en Acción

Las caras del 7N: “Sueño con un mundo en el que importen las personas, sean hombre o mujer”

Cesárea tiene 93 años y es su primera marcha, Juan Andrés ha ido con su mujer, Enma sufrió violencia machista… Estas son las historias del #7NFeminista

Ari, en el centro, ha acudido con amigos al 7N para pedir que paren ya los asesinatos de mujeres

Ari, en el centro, ha acudido con amigos al 7N para pedir que paren ya los asesinatos de mujeres

 

“Veo machismo también entre la gente de mi edad”

Ari, estudiante. “He venido porque esto no se puede sostener más. Cada año tenemos más muertes por violencia machista. Además creo que todos tenemos dentro algo de machismo, incluso en mí lo noto, pero me doy cuenta e intento cambiarlo. Está en todas partes. Por ejemplo, vivo en un barrio pequeño, hemos estado pegando carteles, y nos miraban como en plan… ‘Qué decís, si no hay machismo…’ También lo veo entre gente de mi edad, tienen muy metido el machismo, porque han visto cómo sus madres se ocupan de la casa, por ejemplo. Desgraciadamente he visto violencia en mi entorno, y es cuando más te das cuenta. Los que tienen suerte de no tenerlo cerca tiene que concienciarse, porque esto nos concierne a todos. Acabar con el machismo no es una utopía, se puede erradicar, la prueba es que haya tanta gente aquí, es genial. La pena es que entre las prioridades del Gobierno no esté la violencia machista”.

Juan Andrés ha acudido con su mujer. También su hijo y su hija estaban en la marcha contra la violencia

Juan Andrés ha acudido con su mujer. También su hijo y su hija estaban en la marcha contra la violencia

“Sueño con un mundo en el que importen las personas, sean hombre o mujer”

Juan Andrés, vive en Leganés. “Tenemos un hijo y una hija que también han venido al 7N. Es absurdo tener que venir a estas alturas del siglo XXI a manifestaciones como estas, porque debería estar erradicado cualquier tipo de violencia contra la mujer. Pero la verdad es que yo todavía veo machismo cada día. Algunos tratan de disimularlo en público aunque, como decía Aznar, en privado hablan en el idioma del machismo. En mi familia no ha habido caso de violencia de género, pero en mi pueblo teníamos hace 50 años una pequeña tiendecita y he conocido allí, porque se lo contaban las señoras a mi madre, mucha violencia. Pero entonces la única solución era hablar con el cura y el cura te decía que te aguantaras porque para eso te habías casado. Las cosas han cambiado, pero sueño con un mundo en el que importen las personas, independientemente de si son chicos, chicas, van en silla de ruedas o miden 1,90”.

Cesárea, a sus 93 años, en la primera marcha nacional contra la violencia machista

Cesárea, a sus 93 años, en la primera marcha nacional contra la violencia machista

“Tengo 93 años y he vivido el machismo desde siempre”

Cesárea, 93 años. “Vengo para que haya paz para todos y acabe la violencia contra las mujeres. En mis tiempos no se podría haber visto algo así, con tanta gente. Yo he vivido el machismo desde siempre. En la casa, la que llevaba toda la carga era la mujer: hijos, tareas y también trabajo, porque ayudábamos en el campo. Pero el que mandaba era el hombre. Eso es lo que yo he visto a mi alrededor, en casa mandaba siempre el capitán como se suele decir. En mi casa jamás vi violencia, pero en mi entorno he visto mujeres muy castigadas, aunque a mí no me tocó. Yo creo que hoy la vida está mucho más adelantada, pero me parece que sigue habiendo mucho machismo, en el control del hombre, que siempre ha querido ser poderoso”.

Ángela González. Su pareja, de la que se estaba separando, mató a la hija de ambos

Ángela González. Su pareja, de la que se estaba separando, mató a la hija de ambos

Ángela, la mujer a la que la violencia machista le arrebató a su única hija

Ángela González ha sido una de las personas que ha encabezado la primera manifestación nacional contra la violencia machista. Es una víctima de la violencia machista: hace 12 años su exmarido y padre de su única hija de 7 años, del que entonces se estaba separando y al que había denunciado, asesinó a la menor durante una de las visitas. Eso, pese a que ella había advertido de los riesgos. La ONU le dio la razón y condenó a España por esta fatal desprotección. Ángela ha sido la encargada de leer el manifiesto del 7N al inicio de la marcha, en el que ha pedido que la violencia “sea una cuestión de Estado”. Tras la lectura, muy emocionada, no ha hecho declaraciones a la prensa.

Alejandra, Bruno y sus dos hijas. Él pertenece a la asociación Si los hombres hablaran, donde luchan contra el machismo

Alejandra, Bruno y sus dos hijas. Él pertenece a la asociación Si los hombres hablaran, donde luchan contra el machismo

“Estamos intentando cambiar las cosas con la educación”

Alejandra. “Vengo porque mi marido es de una asociación que se llama ‘Si los hombres hablasen’ y he venido a apoyar la igualdad. Nosotros estamos intentando cambiar las cosas desde la educación. A él le han educado en valores machistas, para trabajar… pero él se da cuenta. Por ejemplo, con nuestra segunda hija es quien se ha quedado en casa. Mi marido se encarga de ir a la compra, cocinar, y eso es un ejemplo para mis hijas también. Creo también que desgraciadamente es la mujer la que ha educado en valores machistas, lo han consentido también. Esto es cosa de todos y hay que cambiarlo”

Bruno. “Venimos a reivindicar nuestro papel como hombres en todo esto, estamos respirando la libertad que hay aquí para invitar también a que otros hombres nos sigan. El machismo está metido en nuestro ADN, lo tenemos que sacar. Hemos heredado una educación, y hombres y mujeres tenemos que reeducarnos. Yo mismo noto cosas machistas en mí. Queremos salir de este mundo machista que nos asfixia. Estamos hartos de estar callados y agazapados y de sentirnos mal”.

Enma es ecuatoriana. Cree que en España también hay machismo pero es psicológico

Enma es ecuatoriana. Cree que en España también hay machismo pero es “psicológico”

“No puedo con las ideas machistas de mi país, Ecuador, desde pequeña no lo he soportado”

Enma, nació en Ecuador, vive desde hace 14 años en Madrid. “He sufrido violencia machista y sé el dolor que comporta, por eso estoy aquí. Desde entonces he luchado contra el machismo, intento influir en mis amigas para que no se dejen maltratar y no consientan ciertas actitudes. Todo suele empezar con que te imponen cambiarte de ropa, luego tienes que estar dando explicaciones de dinero, gastos, adónde vas… Mientras ellos son libres. Cuando llegué a España me di cuenta de que también había machismo, pero aquí es más psicológico, con la voz. En mi país más bien te golpea, es más físico. De hecho no vuelvo a mi país porque no puedo con las ideas machistas que hay allá, desde que era niña no he soportado este tipo de acoso y me fui, de hecho no estoy preparada para volver. Aunque creo que la igualdad es difícil, se puede conseguir”.