Barcelona impedirá oficiar matrimonios a concejales que se opongan a casar a parejas del mismo sexo

La concejala de ciclo de vida, feminismos y LGTBI, Laura Pérez

La concejala de ciclo de vida, feminismos y LGTBI, Laura Pérez EFE

El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido que los concejales que expresan su objeción a casar a parejas del mismo sexo no puedan celebrar ningún tipo de boda. La decisión, anunciada este jueves por la concejala de Ciclo de Vida, Feminismos y LGTBI, Laura Pérez, y comunicada el lunes de la semana pasada a los concejales por la alcaldesa Ada Colau, responde a una situación producida en el año 2014. El entonces concejal del PP Óscar Ramírez se negó a casar a una pareja de mujeres. El caso llegó al Síndic de Greuges que lo consideró una violación de sus derechos.

El Consejo LGTBI de la ciudad llegó a la misma conclusión que el Síndic: que “la objeción de conciencia ante la celebración de un matrimonio de personas del mismo sexo constituye una vulneración de los derechos de los colectivos LGTBI”. Por eso la alcaldesa, que es quien delega la potestad de oficiar ceremonias de matrimonio, la retirará a aquellos concejales que manifiesten objeción a casar a parejas del mismo sexo para garantizar los derechos de este colectivo.

Este jueves se ha reunido el Consejo LGTBI para constituir un grupo de trabajo de la aplicación de la ley contra la LGTBIfòbia aprobada la pasada legislatura en el Parlament. “Hay que acompañar a las entidades que han trabajado para que se aprobara esta ley”, ha remarcado Laura Pérez, que ha explicado que actualmente están analizando desde el ayuntamiento el trabajo realizado en este sentido por el gobierno Trias y haciendo formación específica a los trabajadores municipales.

Impulso al Centro municipal de recursos LGTBI

El Ayuntamiento ha decidido destinar un local de 1.314 metros cuadrados para ubicar el Centro Municipal de Recursos LGTBI en respuesta a las medidas recogidas en el Plan Municipal LGTB 2010-2015. El proyecto se ha trabajado con el Casal Lambda, el Frente de Liberación Gay de Catalunya (FAGC), la Asociación de Padres y Madres de Gays, Lesbianas y Transexuales (AMPGIL), la Asociación de Familias Lesbianas y Gays, y Gays Positius, y ahora se abre a un proceso participativo.

El Trivial llama ‘marimacho’ a Arya

El popular juego de mesa ha sido criticado en las redes sociales por una tarjeta en la que preguntaba «En ‘Juego de Tronos ¿Cómo se llama la hija ‘marimacho’ de Ned y Catelyn Stark?»

Arya Stark

Arya Stark.

El popular juego de mesa Trivial Pursuit ha sido criticado en las redes sociales por una tarjeta en la que preguntaba «En ‘Juego de Tronos ¿Cómo se llama la hija ‘marimacho’ de Ned y Catelyn Stark?». Un apelativo que no ha gustado nada a los fans de la serie y ha tenido tanta transcendencia que la compañía que lo fabrica, Hasbro Gaming, se ha disculpado: «Nunca ha sido nuestra intención ofender a nadie, y pedimos disculpas. Hemos enviado vuestros comentarios a nuestro equipo para asegurarnos de que realicen cambios en futuras versiones».

La Italia católica se moviliza en su último intento contra el matrimonio homosexual

Italia se moviliza para reclamar el reconocimiento de las uniones homosexuales

Italia se moviliza para reclamar el reconocimiento de las uniones homosexuales EFE

Han pasado 2.000 años desde que los romanos se reuniesen en el Circo Máximo para contemplar a las cuadrigas bramando alrededor de la pista. Pero, el pasado sábado, una nueva batalla fue rescatada de la antigüedad. Con pancartas en lo alto que rezaban “Defendemos a nuestros hijos” y “La familia se basa en el matrimonio entre un hombre y una mujer”, cientos de miles de personas se reunieron por “El día de la familia” en protesta ante un proyecto de ley que legaliza las uniones entre parejas del mismo sexo.

“Tenemos muchos nietos; su futuro está destruido si el matrimonio se destruye”, manifestaba Ida. “Los niños tienen el derecho de tener un padre y una madre. Para crecer de una forma saludable, necesitan una figura masculina y femenina”. La ley, que se está siendo fuertemente debatida en el senado, tiene por objeto garantizar derechos jurídicos para las parejas homosexuales por primera vez en Italia. Entre las clausulas se encuentran las uniones civiles, el derecho a heredar la pensión de sus parejas y un controvertido artículo sobre la “adopción de un hijastro”, que permitirá legalmente que un niño tenga padres del mismo sexo en el caso de que una persona homosexual adopte al hijo biológico de su pareja.

Las concentraciones en Roma tuvieron un trasfondo tanto patriótico como religioso. Se vendían banderas italianas y ondeaban las pancartas religiosas mientras los curas y las monjas caminaban entre la multitud. “Creo en el Cristianismo y en los valores familiares. Nuestros hijos no están en venta”, declaraba Gianluca, un participante de la manifestación.

Los organizadores estiman que dos millones de personas asistieron a las protestas, una cifra que no ha podido ser corroborada de momento por la policía italiana. Los jóvenes voluntarios se ofrecieron a ayudar y numerosas familias desplegaron manteles de picnic y sillas de camping en la hierba. No es coincidencia que, mientras se han garantizado derechos a las parejas del mismo sexo en otros países con mayoría católica, como España e Irlanda, el hogar del Vaticano continúe siendo el último país en el oeste de Europa que no ofrece derechos a los homosexuales.

El referéndum irlandés, celebrado el pasado año, para legalizar el matrimonio homosexual fue calificado como “fracaso para la humanidad” por el Cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano. El nuevo proyecto representa un tremendo desafío a las autoridades de la iglesia católica en un momento en el que su influencia sobre la política italiana y la sociedad se está viendo disminuida. La causa ha movilizado también a conservadores de todos los partidos, que argumentan que la ley traiciona a la “familia natural” y a la constitución italiana.

“En Italia, el tribunal constitucional proclama que el matrimonio es solo entre un hombre y una mujer…esta ley es un fraude, porque requiere cambiar la constitución”, dice Gianfranco Amato, uno de los organizadores de la protesta. De hecho, la constitución italiana se refiere a “cónyuges” sin especificar el género, aunque el tribunal estipulase en 2010 que prohibir las uniones entre personas del mismo sexo no violase los derechos constitucionales de los ciudadanos. Mientras que el proyecto de ley no menciona en ningún momento la palabra “matrimonio”, otro organizador de la movilización, Toni Brandi, defiende que las uniones entre homosexuales son un “ataque directo” a la tradición del matrimonio.

El Papa en contra del matrimonio ‘que no quería Dios’

Los manifestantes han aguardado a las declaraciones del Papa Francisco con entusiasmo, que no ha emitido un comentario acerca de la ley pero ha dejado claro su punto de vista sobre el asunto. “No puede haber confusión entre la familia que quería Dios y cualquier otro tipo de unión”, manifestó el pasado mes.

Aquellos en contra de la ley han encontrado un respaldo fantástico en la figura del cardenal Angelo Bagnasco, presidente de la conferencia italiana de los obispos, que ratificó que el tener hijos no debía ser un derecho. “Los niños tienen el derecho de crecer con una madre y un padre. La familia es un hecho antropológico, no ideológico”, añadió.

Pero la influencia de la iglesia es marcadamente más débil que en 2007, cuando triunfó la campaña política en contra del proyecto de ley por el matrimonio homosexual. Los organizadores de “El día de la familia” se han esforzado en remarcar que el evento ha sido impulsado por los ciudadanos, no por la iglesia, y han destacado que entre los manifestantes se encontraban también laicos y musulmanes.

Cuando los senadores comenzaron a debatir el proyecto en la mañana del martes, una densa columna de humo sobre Roma hacía desaparecer la basílica de San Pedro de las panorámicas. Pero Alessia Crocini, quien tiene un hijo con su pareja Chiara, afirma que la fortaleza de la oposición de la iglesia continúa siendo palpable en la ciudad eterna. “Somos un símbolo, el último reducto. Es como si la iglesia fuese a colapsar [si la ley sigue adelante], el Vaticano fuese a caer y San Pedro a desmoronarse”, expone. “Así que es una resistencia muy potente”.

El proyecto de ley italiano llega seis años después de que Argentina -donde el Papa fue arzobispo de Buenos Aires- legalizase los matrimonios entre personas del mismo sexo. El cardenal Jorge Mario Bergoglio, como era entonces conocido el Papa, se opuso abiertamente a la ley, aunque los activistas se apoyen en que el pontífice admitió su apoyo en secreto a las uniones del mismo sexo.

El alcance de la ley: de la iglesia a los negocios

Más allá de la iglesia, el debate ha alcanzado el sector empresarial en Italia con la compañía de trenes Italo ofreciendo un 30% de descuento a los pasajeros que se dirigiesen al “Día de la familia”. La firma se ha defendido en que los motivos de la decisión eran “puramente comerciales”. No es una estrategia sin precedentes pues, en 2013, el presidente de la empresa de pasta Barilla advirtió que nunca utilizaría a una pareja homosexual en sus anuncios. Si a los compradores no les gusta su enfoque, pueden comprar otra marca de pasta, añadió Guido Barilla.

Pero también hay señales de esta corriente de cambio. La presión pública hizo que Barilla emitiese una disculpa, mientras que la firma de moda D&G se enfrentaba a un boicot después de que los diseñadores Domenico Dolce y Stefano Gabbana criticasen a las familias formadas por personas del mismo sexo. El sábado, estos mismos diseñadores lanzaron una nueva linea de bolsos y camisetas homenajeando a las parejas homosexuales.

En política, el principal opositor de la ley ha sido el ministro del Interior, Angelino Alfano, un antiguo pupilo de Silvio Berlusconi, que ha declarado recientemente que la adopción de los hijastros amenaza con fomentar el “repugnante y negocio ilícito” de la maternidad de alquiler a Italia. Alfano forma parte de una difícil coalición con el primer ministro de izquierdas, Matteo Renzi, que ha urgido a los legisladores a retirar el proyecto de ley.

“La sociedad y la gente está mucho más avanzada que los políticos”, afirma Crocini. “Ante este tipo de situaciones sociales nunca obtenemos malas reacciones, estamos ofendidos o sufrimos discriminación”. Los políticos locales están tomando los pasos más valientes, con alcaldes desafiando la prohibición de algunos matrimonios a través de la inclusión de sociedades homosexuales contratadas desde el extranjero en el registro de los ayuntamientos. Esta actuación ha sido tildada de ilegal pero, sin embargo, estimula el debate y muestra a una sociedad preparada para el cambio.

Europa apoya ahora después de diez años

“El día de la familia” ha demostrado sin duda que existe una oposición, pero las protestas se organizaron una semana después de la manifestación “¡Despierta Italia!”, que reunió a los defensores de los derechos para los homosexuales en más de 100 plazas italianas. Y mientras el motor que impulsó los matrimonios del mismo sexo en el Parlamento fracasó hace casi diez años, los activistas ahora tienen el apoyo de la Corte Europea de los Derechos Humanos. El año pasado, la corte falló en favor de tres parejas homosexuales que declararon que Italia violaba sus derechos al no darles reconocimiento legal y forzarles a tener vidas paralelas.

Crocini reconoce que su “vida es complicada” desde que necesita un documento firmado por Chiara para recoger a su bebé, Levon, de la guardería. “Según la ley, Levon solo tiene una madre -Chiara-, así que es el hijo de alguien que casualmente vive con otra persona”, explica.

Se ha ofrecido la opción de que Renzi se comprometa con la ley, si se salta la clausula de la adopción de hijastros, para incitar a las sociedades civiles a apoyarla, pero Crocini y otros miembros de grupos LGBT han dicho que eso sería un completo fracaso. “Nuestra principal esperanza es que la ley se apruebe [sin cambios], lo que sería un pequeño paso por ahora, pero el primero hacia la igualdad”, manifiesta Crocini. Aquellos que apoyan el proyecto de ley se han prometido a seguir luchando hasta conseguir todos los derechos para el matrimonio. Van a confrontar una dura batalla. Por su parte, los conservadores se han prometido a recoger 500.000 firmas para conseguir un referéndum si las propuestas actuales son aprobadas.

“Hoy en día, las parejas homosexuales tienen todos los derechos en Italia”, dice Amato, defendiendo que el proyecto de ley es una mera distracción ante los asuntos más serios. “Como si Italia no tuviese problemas de paro, el Isis o el orden público. El país está lleno de problemas y el Parlamento se pone a hablar de adopciones. Es absurdo”.

Asier Etxeandia: “Si alguien no me ha dado trabajo por ser homosexual, él se lo pierde”

asier etxeandia

Asier Etxeandia

Es uno de los actores del momento y uno de los favoritos de cara a los próximos Goya. Sin embargo, Asier Etxeandia (40) prefiere no pensar si su nombre sonará el próximo 4 de febrero cuando se descubra quien se llevará el ‘cabezón’ en la categoría de mejor actor de reparto por ‘La novia’. De momento, la película de Paula Ortiz que protagoniza Inma Cuesta acaba de arrasar en la última edición de los premios Feroz, llevándose seis de los nueves galardones a los que aspiraba. Pase lo que pase en los Goya, Etxeandia trata de mantener la mente ocupada con sus otros proyectos, al margen de sus compromisos con la serie ‘Velvet’. Además del disco que lleva meses planeando y de la película ‘La puerta abierta’, que ya ha rodado con Carmen Machi y Terele Pávez, el actor bilbaíno prepara una fiesta semanal con la que espera revolucionar los miércoles en la capital. Un proyecto que sacará adelante con Factoría Madre Constriktor, la productora que creó con su pareja, el también intérprete José Luis Huertas

No queda nada para los Goya. ¿Está preparado?
No lo pienso mucho.
Pero su gente se lo recordará.
Sí, pero prefiero no pensarlo. Para mí ya fue impactante cuando descubrí que estaba nominado y me quedo quedar con esa sensación. Iré a la gala, la disfrutaré y no quiero pensar más.
Siempre que dicen el nombre del ganador, las cámaras de televisión enfocan a todos los nominados. ¿Tiene ensayada la cara por si no se lleva el ‘cabezón’?
Es que todo eso lo ven y lo piensan los demás. Yo no pienso en esas cosas, de verdad. Te lo juro, no te estoy engañando. Además, es que he visto el trabajo de mis compañeros y es acojonante.
¿Por quién apuesta?
Darín, Casablanc… No sé, es que Luis [Tosar] es acojonante. Soy muy fan de los tres de toda la vida.
¿Y si consigue el premio? ¿Dónde lo colocará?
¡No lo sé! (se ríe). No me hagas pensarlo. No tengo ni idea y me niego a pensarlo (se ríe).
Y si no, tampoco se acaba el mundo.
Por supuesto que no, para nada. Todo lo contrario.
Seguro que sí sabe cómo irá vestido a la ceremonia.
Sí, de Lander Urquijo.
¿Cómo se vive ese día, que empieza bien temprano con todo el jaleo de vestirse y peinarse?
Sí, además con muchas entrevistas y fotos de días anteriores. Bueno, está bien. Es buena promoción. Pero sí, esas cosas son las que te ponen más nervioso. Por eso, procuro no pensarlo.
¿En qué piensa uno cuando se enfrenta a una alfombra roja con tantos ‘flashes’?
El secreto de una estrella es solamente comportarse como tal.
¿Qué otros proyectos tiene?
Ahora voy a dirigir una fiesta muy grande, una fiesta que espero que cambie la noche madrileña. Se va a reabrir la sala Florida y los miércoles pertenecen a Factoría Madre Constriktor. Voy a dirigir un espectáculo que hemos ideado entre Cayetana Guillén Cuervo, Chevi Muraday, Paco Tomás y yo. Voy a ser el que invite a todo el mundo a que venga y va a ser un ‘divershow’ muy especial. Serán los miércoles a partir de abril.
¿Cantará también usted?
Sí, aunque voy a dirigir. Está abierto a todo, porque va a cambiar de números con estrellas invitadas: actores, cantantes, artistas de todo tipo…
Usted anunció que grabaría un disco. ¿Cómo va?
Forma parte de un proyecto, pero el disco vendrá más tarde. No he podido hacerlo aún… Con tanto lío, la nominación y la promoción de las pelis, no hemos podido todavía.
Usted es un hombre valiente por dos cosas. La primera de ellas es que criticó a Rajoy antes de las elecciones generales del 20 de diciembre. ¿Cómo vive la situación política actual? ¿Esperaba que el los votantes reaccionaran más?
Es muy pronto todavía. No da a tiempo a nada. Está todo el mundo como a la gresca, a saltar por unos y por otros. Siguen en guerra entre ellos. Tanto de un lado como de otro y eso es lo que menos me interesa. Como veo que la gran mayoría de lo que se dice tiene que ver, como siempre, lo mal que lo hace el de enfrente, pues me interesa poco. Yo lo veré con los hechos. Yo solamente buscaba el cambio radical. Bueno, no sé si radical, pero sí un cambio. Esperemos qué ocurre con el cambio. Lo ideal sería que, si no funciona una persona, se vote a otra. Pero parece ser que en este país como que no lo entendemos.
El gremio de actores siempre se ha distinguido por compartir sus ideales. Curiosamente, las pasadas elecciones generales fueron las que menos manifestaciones políticas hubo por parte de sus compañeros.
No sé lo que hacen los demás. Yo sé lo que hago yo.
No sé si ha visto el programa de Bertín Osborne con Paco León, pero declara abiertamente su bisexualidad. Antes hablábamos de su valentía, porque usted también ha compartido su orientación sexual. ¿Cree que sigue habiendo reparo a la hora de hablar de estos temas?
Yo no lo vivo como que tenga que defender o reivindicar nada respecto a eso. Para mí, parte de la reivindicación es tanta normalidad como que no sé lo que me va a deparar mi vida. Mi sexualidad está abierta a mi creatividad y a lo que me ocurre en este momento. No es interés de nadie, como que no es de interés quién es hetero y quién realmente no.
Hay compañeros que temen estas confesiones públicas afecten a su volumen de trabajo. ¿Le ha pasado a usted?
Nunca he pensado en ello. No he tenido necesidad de ocultarlo ni de soltarlo tampoco. Nunca he sentido que fuera un impedimento para mí. No lo sé. Si alguien no me ha dado trabajo por ser homosexual, él se lo pierde, porque yo no voy a dejar de trabajar. Si no me lo das tú, ya me lo monto yo.
En cualquier caso, usted no para de trabajar. ¿Piensa que todavía hay reparos para hacer pública la condición sexual?
Bueno, es problema de cada uno. Ya caerá por su propio peso.

Los católicos intentan evitar una ley de uniones gays en Italia

Una gran manifestación en Roma a favor de la familia tradicional presiona al Gobierno de Matteo Renzi

Hay dos Italias en la calle. Una, que se manifestó la semana pasada en 80 ciudades del país, no comulga con el matrimonio tradicional y pide una ley que permita la unión civil y la adopción a las parejas del mismo sexo. La otra, que se congregó este domingo Roma con el respaldo siempre poderoso de la Iglesia católica, sigue considerando que casamiento y mortaja del cielo bajan y pide con vehemencia a los políticos que se opongan a la iniciativa del Gobierno de Matteo Renzi de aprobar una ley que, aunque tarde, pretende homologar Italia al resto de Europa en materia de derechos civiles.

Aunque el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo condenó el pasado mes de julio a Italia por no reconocer la unión legal de las parejas del mismo sexo, la aprobación del proyecto redactado por la senadora del Partido Democrático (PD) Monica Cirinnà ya ha sido aplazada en dos ocasiones y amenaza con romper el Gobierno de coalición e incluso la formación del centroizquierda a causa de la oposición de los parlamentarios católicos. Hasta el momento, Renzi ha optado por lavarse las manos dejando libertad de conciencia a sus ministros y senadores, pero da la impresión de que, sin su participación directa, el proyecto de ley –una de sus promesas para el año en curso— tiene todas las papeletas para naufragar o ser mutilado en uno de sus puntos más polémicos en Italia: la adopción del hijo del cónyuge, por cuanto los sectores más críticos sostienen que es una vía que podría permitir la gestación subrogada.

Desde un escenario instalado en el Circo Máximo, Massimo Gandolfini, un neurocirujano conocido por sus ataques a los homosexuales y organizador del Día de la Familia, ya advirtió de que la oposición al proyecto de ley será frontal. “No se trata de quitar una palabrita de aquí o de allí para maquillarlo”, dijo, “porque no es válido de la primera a la última letra. Tenemos que hacer una oposición radical, porque las leyes pueden cambiar la cultura de un pueblo y tenemos que estar atentos a las leyes destructivas”. Gandolfini presumió de contar con el apoyo de la Confederación Episcopal Italiana (CEI) y de destacados miembros del Gobierno, entre ellos del ministro del Interior, Angelino Alfano, y del de Medio Ambiente, Gianluca Galletti, que incluso asistió a la concentración de Roma en un claro desafío a Renzi, quien necesita del apoyo de los partidos de centro para poder seguir al frente del Gobierno.

A pesar de la condena del Tribunal de Derechos Humanos, de la promesa de Renzi, del apoyo multitudinario en 80 ciudades de Italia y del trabajo incansable de la senadora Cirinnà, el proyecto de ley ya está sufriendo una vieja táctica parlamentaria consistente en la lluvia de alegaciones, casi nunca destinadas a mejorar el texto, sino a torpedearlo hasta hacerlo inviable o retrasarlo hasta el infinito. De hecho, la Liga Norte –el partido xenófobo que suele enfrentarse con la Iglesia por la atención a los inmigrantes– camina ahora junto a los obispos y ya ha presentado más de 6.000 enmiendas.

El proyecto del PD evita cualquier cercanía con la palabra matrimonio. Pero ni por esas. En materia de derechos civiles, Italia sigue anclada en el pasado.

2×1

MANUEL JABOIS

En muchos ámbitos públicos una pareja de hombres o mujeres se ve como anomalía, o como excepción, o como objeto de condescendencia

La legalización del matrimonio homosexual fue unos de los pocos momentos en los que un Gobierno español legisló en tiempo real con la sociedad. En momentos impagables, incluso adelantándola. De hecho una de las frases más afortunadas de aquella época procedió no del colectivo gay sino del PP: el Gobierno socialista, según la oposición, estaba generando un debate en donde no había. En un país claudicante, aquello estaba mal visto. Para el PP las “cosas que no importan a nadie” o “los asuntos de los que nadie habla” no deberían de ser ocupación del Gobierno. Pero a menudo debería de ser la primera: para eso es el poder, para ejercerlo.

Ese Ejecutivo de Zapatero fue un Gobierno que visibilizó un problema, abrió una discusión pública y, como se denunció, dividió a los españoles entre los que creían que un homosexual debía de tener los mismos derechos que cualquier persona, y los que no; se necesitan más divisiones así. La ley convirtió a España en el tercer país del mundo que permitía contraer matrimonio a los homosexuales. Semejante velocidad en materia de derechos humanos sacó a la calle a decenas de miles de personas enfurecidas que volverían a protestar por la ley del aborto. Por un lado denunciaban que la tradición de la izquierda era intervenir la vida privada del ciudadano; por el otro, se ponían a gobernar la cama de todo el mundo.

Italia vive hoy el debate que España superó hace diez años. La oposición conservadora dice que las bodas de homosexuales “alteran las leyes de la naturaleza” y “dividen en asuntos en los que estábamos de acuerdo”. Ése es el buen camino, pero cuando se recorra quedará otro: que la sociedad se ponga a la altura de la ley. Como aquí el Gobierno fue por delante de la normalización, siguen produciéndose enormes desajustes. En muchos ámbitos públicos una pareja de hombres o mujeres se ve como anomalía, o como excepción, o como objeto de condesdendencia.

La cadena VIPS ha dado un paso natural: una publicidad de 2×1 con el mensaje de que la oferta no te pille sin pareja; la ilustra una pareja gay. La plataforma HazteOir acoge la petición de que se retire porque “normaliza una familia que no es natural” bajo la amenaza de boicot. Lleva más de 10.000 firmas. “Niños y jóvenes las están viendo. Niños y jóvenes que podrían ser tus hijos, tus sobrinos o tus nietos”. Sería bueno que la viesen todos. Para que no tengan que sentir ellos la sensación de anormalidad que tienen en exclusiva los que pretenden hacérsela sentir.

Los ultracatólicos lanzan una campaña homófoba contra los restaurantes VIPS por publicitarse con una pareja gay

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La campaña publicitaria de la cadena de restaurantes VIPs

Que el 2×1 no te pille sin pareja”. Este es el lema de una campaña de la cadena de restaurantes VIPS, en el que el grupo incluye una imagen de dos hombres y un perro. La imagen, aparentemente una más de las muchas que a diario aparecen en los medios, ha levantado las iras de los movimientos más rancios y conservadores de este país, capitaneados -una vez más- por el lobby ultracatólico Hazte Oír, que ha lanzado una campaña de firmas en la que presiona al grupo no solo para que retire la publicidad, sino para que “incluya y reconozca a la familia natural” en sus estrategias de marketing.

“El jueves pasado fui a comer a VIPS. Y me encontré con un mantel individual con una imagen que me llamó mucho la atención […] Lo que podría parecer una campaña publicitaria inofensiva, me hizo darme cuenta de un enorme peligro: se está normalizando una imagen de la familia que no es natural. Y lo que es peor: VIPS, un grupo que rige establecimientos familiares, se está prestando para este juego”, afirma el grupo ultra, que en su campaña ha recogido, hasta la fecha, más de diez mil firmas.

Hazte Oír fue fundado y es dirigido por Ignacio Arsuaga, un conocido militante de grupos provida, sobrino de Rodrigo Rato y al que distintos informes relacionan como uno de los líderes de  El Yunque, una organización secreta de presión homófoba y ultracatólica, que ha generado alerta incluso entre los propios obispos. Algunos de ellos, como los de Toledo o Getafe, han prohibido a Hazte Oír participar en actividades diocesanas o utilizar parroquias o centros de la Iglesia mientras no abandonen este tipo de activisto secreto.

Rajoy, “contrario a la familia”

Arsuaga, además, es uno de los responsables de las manifestaciones convocadas durante el Gobierno Zapatero para oponerse a la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, la reforma de la ley del aborto o la implantación de Educación para la Ciudadanía. Su deriva les ha llevado a calificar de “contrarias a la familia” las políticas del Gobierno presidido por Mariano Rajoy, llegando a pedir a sus fieles que no votasen al PP en las pasadas elecciones generales.

“Bombardeados con esa imagen”

“Estas imágenes, y otras parecidas, están por todos lados. En la calle, en los restaurantes del grupo y en las redes sociales. Y niños y jóvenes las están viendo. Niños y jóvenes que podrían ser tus hijos, tus sobrinos o tus nietos. Niños y jóvenes que están siendo confundidos […] Yo pensé en mis hijos y me preocupó mucho pensar que estaban siendo bombardeados con esta imagen. Pensé en las veces que vamos a un VIPS a merendar y en todas las familias veo allí, y que sé que suelen frecuentar sus establecimientos”, culmina la homófoba recogida de firmas.

El mercado de los heteroflexibles… y lo que surja

La app BRO

La app BRO

“Estoy cansado de que me intenten chatear torsos desnudos y egos con patas”, dice Brad. “Nada como un lugar dónde poder construir una buena amistad y si se tercia, algo más”, explica Zach.

Ambos son usuarios de BRO,  la nueva app que está trayendo de cabeza a los medios anglosajones, por cómo se presenta: “La app permite que los hombres chateen, se hagan colegas y construyan relaciones sin el miedo de que sus sexualidades se etiqueten, algo que muchos hombres que cuestionan sus sentimientos admiten que les impone y les dificulta para ser ellos mismos.” Esta explicación fue suficiente para generar curiosidad, puesto que no se presentaba como una app gay.

Los medios comenzaron a hacerse eco y se sucedían titulares sobre la app como método para “ayudar al outing” de los hombres dudosos, o para “ que los hombres heterosexuales mojen con otros hombres heterosexuales”. Y así se generó la discusión. ¿Es necesaria una app como esta? ¿Por qué?

BRO no es el primer ejemplo de un servicio tecnológico para los hombres que se definen como heterosexuales pero practican sexo con hombres. Existe el precedente de Whisper,  una aplicación destinada al público general en la que la gente puede postear mensajes anónimos-en un formato muy similar al de un meme- y  que fue aprovechado por hombres para explicar sus experiencias homosexuales en la red. ¿La particularidad? La gran mayoría recordaban experiencias en la universidad, antes de casarse con mujeres.

¿Es entonces una nueva app indefinida un ejercicio de marketing? Un representante de BRO advertía a Verified Gay que “la principal razón por la que la app no identifica a sus usuarios como homosexuales, bisexuales o ‘en fase de exploración’ es que no creemos que eso importe. La app no es para conectar a gente que quiera mantener relaciones sexuales, sino para establecer conexiones duraderas, ya sea amistades o relaciones a largo plazo”. Aún así, como no dejaron de reseñar desde BRO, los medios siguieron en sus trece:  “Los medios dicen que nuestra app es algo que no es realmente”, explicaban en sus redes sociales, a lo que un usuario respondía: “Está bien vivir en una escala de grises, yo conozco a muchos tíos que no tienen una preferencia específica”.

Lo cierto es que hace tiempo que ronda la polémica en torno a una nuevo discurso con respecto a la definición sexual. Este año, el best seller de la activista queer Jane Ward ‘Not Gay: Sex Between Straight White Men’ (“sexo entre hombres blancos heterosexuales”) ponía sobre la mesa una práctica más común de lo que se quería creer: que los hombres que se autodefinen como heterosexuales mantienen prácticas homosexuales más a menudo de lo que la gente piensa. Y las cifras acompañan: en un reciente estudio del centro de control de enfermedades estadounidense Centers for Disease Control and Prevention, un 1,9% de los hombres se define como homosexual y un 2% como bisexual, pero 6,2% de los encuestados han mantenido relaciones homosexuales, con lo que 2,3% de este porcentaje es de hombres que se identifican como heterosexuales.


Del down-low a los heteroflexibles

Nacía así una etiqueta contra la etiqueta: los heteroflexibles, que se caracterizan por una actividad homosexual limitada a pesar de una orientación fundamentalmente heterosexual que se considera distinta de la bisexualidad. Una vez más, la definición no venía exenta de polémica. El activista LGTB Zach Staffordargumentaba en The Guardian: “Me parece bien que un hombre tenga relaciones sexuales con otro hombre sin tener que usar una etiqueta. Eso sí, como hombre homosexual que ha sufrido violencia expícita por serlo, comprobar que los hombres que perpetúan esa violencia ejercen los mismos actos sexuales que yo y demuestran lo ‘hetero’ que son, resulta repugnante y homófobo”.  

Stafford argumentaba, además, desde una posición concreta. Como hombre negro, hacía hincapié en la hipocresía que genera el tabú de la homosexualidad en Estados Unidos, también aquejado por incesantes capas de significado en relación a razas y religiones. El término down-low, por ejemplo, de uso común entre la comunidad afroamericana, está asociado a los hombres negros que se definen como heterosexuales pero tienen algún tipo de actividad homosexual -generalmente en secreto o sin conocimiento de aquellos que le rodean-. De la misma manera,  la expresión “no homo”, de cierta notoriedad en el hip hop estadounidense,  se originó en Harlem para aclarar una orientación heterosexual después de cualquier afirmación que pueda oler a homosexualidad.

La fluidez en las prácticas sexuales viene ahora acompañada de cierta libertad en etiquetas que resultan, para muchos, restrictivas. Las apps como Grindr están llenas de hombres que se consideran heterosexuales, por lo que queda claro que una nueva generación de hombres y mujeres asumen que categorías como gay o hetero no tienen necesariamente mucho que ver con las prácticas sexuales. Son también categorías políticas y conceptuales.

Bilbao cede a las críticas y retira la guía gay

La oposición en el Ayuntamiento denunció un uso «estereotipado y mercantilista» de la imagen de este colectivo y que obviaba a lesbianas y transexuales

Tres varones y la bandera del arcoíris protagonizan la portada

Portada del programa que ha desatado la polémica. / E. C.

El Ayuntamiento de Bilbao ha decidido retirar la guía que presentó en la Feria Internacional de Turismo, Fitur, para seducir al público LGBT –lesbianas, gais, bisexuales y personas transgénero–, y que fue duramente criticada por grupos de la oposición municipal, con el argumento de que trataba de manera «degradante» la imagen del colectivo. El folleto incluía toda una declaración de intenciones: «Bilbao es la ciudad más ‘LGBT-Friendly’ de la Cornisa Cantábrica. Lo decimos sin complejos, porque aquí no nos importa de la mano de quién pasees ni con quién te beses en medio de la Gran Vía». En palabras del concejal de Desarrollo Económico, Xabier Ochandiano, sólo incorporaba «pequeñas adecuaciones» con las que captar la atención de este colectivo.

Sin embargo, la forma de ‘vender’ la villa indignó a Bildu y UdalBerri. La coalición abertzale habló de «utilización» de estas personas «con fines turísticos y mercantilistas». Entretanto, desde UdalBerri se denunció la «visión sesgada» del colectivo. Ochandiano adujo, por una parte, que Bilbao «quiere posicionarse como una ciudad integradora, cosmopolita y diversa», y añadió que, «por lo general, son personas con un nivel sociocultural y adquisitivo medio-alto», a quienes, sostuvo, la villa puede ofrecer eventos y alicientes culturales que respondan a sus exigencias.

UdalBerri reprochó que «hay muchos homosexuales en paro, sufren pobreza energética o han tenido que emigrar al extranjero por razones económicas». Su portavoz, Carmen Muñoz, fue más allá, y planteó que el mantenimiento de la publicación podría «lastrar las opciones ilusionantes de trabajo que se están abriendo con los colectivos». Su formación adujo que se ignoraba a las mujeres lesbianas y los transexuales. Tampoco se libró de las críticas la portada de la guía, en la que aparecen tres hombres atractivos semidesnudos con una bandera arcoíris en la pasarela de la parte superior del Puente Colgante.

Un millón de italianos se manifiesta a favor del matrimonio homosexual

Dos manifestantes se besan en Roma sujetando dos relojes para simbolizar que Italia está atrasada respecto a otros países

Dos manifestantes se besan en Roma sujetando dos relojes para simbolizar que Italia está atrasada respecto a otros países. AFP

“Despiértate Italia”. Ése era el eslogan de las movilizaciones convocadas para este sábado por la asociación Arcigay, y otras organizaciones lésbicas y homosexuales italianas para reclamar que las parejas del mismo sexo tenga iguales derechos que las heterosexuales. Y sin duda, Italia se ha despertado. Decenas de miles de personas salieron este sábado a la calle en noventa y ocho ciudades del país para decir “basta” en un país profundamente conservador. Como nunca antes había ocurrido.

El secretario de Arcigay, Gabriele Piazzoni, calculó que en total “un millón de personas” se manifestaron en toda Italia, y calificó la jornada de “histórica”. “Espero que el Parlamento nos escuche”, añadió, en referencia a la ley sobre uniones civiles que el Senado italiano empezará a discutir el próximo 29 de enero.

En Roma la protesta tuvo lugar en la plaza del Panteón, y muchos manifestantes acudieron a la concentración con despertadores y relojes para simbolizar queItalia está fuera de hora, y completamente atrasada respecto a otros países europeos. “¡Es hora de despertarse!”, gritaban algunos.

Entre los asistentes, se encontraba la senadora Monica Cirinnà, impulsora de la ley y perteneciente al Partido Democrático, la formación del primer ministro italiano. Cirinnà se mostró optimista de que la ley será aprobada y replicó al Papa Francisco, que esta semana afirmó que no hay que confundir la familia querida por Dios con otro tipo de uniones. “Es admirable la revolución social que el Papa está haciendo. Él debe mantener la unidad de la Iglesia, pero nuestra Constitución es la de un país laico”, declaró la senadora.

En Milán la manifestación tuvo lugar en la plaza Scala, y se interpretó el Himno a la alegría, de Beethoven. Asimismo, hubo concentraciones en Florencia, Turín, Nápoles, Palermo, Bari, Génova, Venecia, y tantísimas localidades más.

Los puntos polémicos de la ley

El artículo principal de la ley sobre uniones civiles que se discutirá en el Senado establece que dos personas del mismo sexo pueden constituir una pareja de hecho reconocida por el Estado, ante la presencia de dos testigos. Uno de los puntos de la ley que continúa siendo polémico es el artículo 5, que hace referencia a la adopción. La ley establece que las parejas del mismo sexo sólo podrán adoptar un hijo o una hija cuyo padre o madre ya sea uno de los dos componentes de la pareja.

La discusión de la ley no se prevé fácil, por las resistencias del Nuevo Centro Derecha -aliado del Partido Democrático en el gobierno-, y del ala católica de la propia formación del primer ministro italiano, que tampoco ve con buenos ojos la nueva ley. Por su parte, Forza Italia, de Silvio Berlusconi, tiene previsto votar en contra.

El próximo sábado las asociaciones conservadores también han convocado movilizaciones en toda Italia, pero para todo lo contrario: evitar la aprobación de la nueva legislación, que consideran una aberración.