El cuerpo como espacio de disidencia

Artículo copiado de Histeria Revista

por Lucrecia Masson

Ilustración “Sexo” por Monchi Delaseta

Ilustración: “Sexo” por Monchi Delaseta

¿Es posible pensar el cuerpo como espacio de disidencia? Un cuerpo plagado de órganos, no siempre sanos, no siempre vigorosos, no siempre jóvenes… Nos encontramos ante la necesidad de una revuelta orgánica, en su sentido literal: revolver órganos. Es actualmente una apuesta urgente la de plantearnos una rebelión de los cuerpos. Rebelión que, necesariamente, rechaza la frontera entre el cuerpo normal y el deforme, el cuerpo saludable y enfermo, el cuerpo válido e inválido. Rebelión que debe ser planteada a partir del encuentro, la afinidad y la alianza entre estos cuerpos inapropiados e impropios. De ahí que los sistemas que nos organizan a partir de género, raza, sexualidad, normalidad corporal, salud mental o física, se vuelven edificios que es necesario derribar, y esta acción de derribo nos deberá encontrar juntas, sabiéndonos atravesadas y en constante y compleja intersección.

    ¿Podemos entonces entender el propio cuerpo como espacio de activación política? Partir de nuestras trayectorias corporales, narrar en primera persona, tanto singular como plural, la historia de nuestra realidad corporal es un desafío al que diferentes activismos empiezan a llamarnos. ¿Podemos pensar en una historia colectiva de nuestros cuerpos? ¿Cuáles son los dispositivos que producen corporalidades inapropiadas? ¿Podemos plantearnos mecanismos para crear nuevos modos de producir cuerpos, de producir deseos, de producir bellezas? ¿Y qué herramientas nos damos para hacer de nuestras vidas un espacio más habitable y feliz?

     Me parece importante volver a nombrarme ahora como gorda, nombrarme gorda como estrategia de autoenunciación. Nunca liviana. Y sirva este último adjetivo para que la paradoja dé lugar a la sonrisa. Nombrarse para volvernos visibles. Ocupar el espacio para volvernos visibles. Visibles, desobedientes, disidentes de la norma que nos impone una sociedad que estandariza y controla cuerpos y deseos, que define lo bello y lo sano.

¿Y por qué la necesidad de volvernos visibles? Porque la vista es un aparato de producción corporal. Hay modos de mirar que fabrican cuerpos, dice valeria flores1. Y agrego, hay modos de mirar que fabrican deseos y modos de mirar que fabrican bellezas. La apuesta será construir nuevos cuerpos, nuevos deseos, nuevas bellezas.

    Ante la pregunta: ¿por qué ser gorda, o vieja, o diversa funcional, o enferma (y la lista podría ser muy larga) me hace estar fuera del estándar de belleza o de normalidad corporal? ¿Qué me hace disidente de la norma? Propongo cambiar esta pregunta por otra, y he aquí el desafío político: ¿bajo qué mecanismos se construye el cuerpo normal? ¿Cuánta disciplina de normalización han soportado y soportan nuestros cuerpos? ¿Qué técnicas de domesticación y regimentación nos hacen desear ser normales y atractivas a costa de padecimientos?

Construir un cuerpo extenso

Partimos de dejarnos interpelar por el propio cuerpo. La interpelación por la que apuesto es tanto individual como colectiva. Necesito preguntarme cosas sobre mi cuerpo, sobre el cuerpo de las otras, y construir un cuerpo extenso, un espacio para la acción y reflexión. Me parece fundamental hablar desde nuestras propias carnes. Esas carnes defectuosas, inseguras, miedosas, angustiadas. Nuestras carnes, las que sobran, las que faltan, las que duelen, las que están viejas, las que están enfermas, las que no son funcionales, las que mueren incluso…

     De ahí la interdependencia como paradigma que empezar a transitar. Nadie, sea cual sea la corporalidad que encarne, es realmente autosuficiente. Por esto pienso en luchas cómplices y afines. Busco potencias vinculadas y vinculantes. Creo que es necesario y vital encontrarse. Será el encuentro, el lugar de la potencia, el lugar desde donde partir, el lugar de la posibilidad.

     Es necesario atentar contra la matriz que nos organiza corporalmente. Desnudar el artefacto que nos construye en tanto cuerpos, en tanto territorios donde se inscriben lecturas. Es necesario desafiar esas lecturas y crear, imaginar, fantasear, inventar nuevos relatos. Hay un gran aparato ficcional que hace que nuestros cuerpos se lean como generizados o racializados o viejos, o discapacitados, o gordos, o enfermos.

     Pero sí que, si bien no podemos perder de vista el carácter de artificio, hay una realidad que nos atraviesa, que hace de mi vivencia algo bien distinto a la vivencia de otras. Necesitamos narrar en primera persona, tanto la primera persona del singular como la primera persona del plural, la historia de nuestras realidades corporales. El argumento de ficción no inhabilita las ideas de trayectoria, de realidad, de experiencia corporal. Esta realidad necesita ser contada, colectivizada. Es necesario recuperar esta experiencia, asumirnos vulnerables y entender que ésta es condición misma del ser, y que no se puede ser sin exponerse, porque no somos sino en interrelación.

     Es importante reivindicar estrategias que partan de la vulnerabilidad, de poner en ésta la potencia transformadora. Destrozar el discurso que nos exige ser siempre fuertes y valientes, poderosas, aceptarnos, querernos a nosotras mismas, estar a tono siempre con un mundo que nos reclama indefectiblemente listas y sanas para asumir las tareas de producción y reproducción. Ese mundo de ahí afuera que nos reclama funcionales. Y no pienso en metas, ni en aceptación, ni en gustar, ni en convencer a nadie. Porque no creo en redenciones ni en evoluciones, ni en la barbarie convertida en civilización. Creo en búsquedas, en pasiones y en fricciones agonistas de mis propias carnes que, dadas al encuentro con otras, tienen el enorme potencial de hacer de nuestras existencias un lugar más habitable y feliz, dando lugar a indómitas formas de habitar nuestros cuerpos.

*Originalmente publicado en Periódico Diagonal: https://www.diagonalperiodico.net/cuerpo/22353-cuerpo-como-espacio-disidencia.html

11 flores, valeria: “Interruqciones”. Ensayos de poética activista, Neuquén, 2013 p. 257

Masculinidad y contramasculinidad de los narcotraficantes Homosexuales, Femeninos y Queer en el barrio bravo de Tepito

Para entender esta historia debes dejarte inundar como un pase de soda en medio de la vecindad, es por eso que inicio con este Réquiem barrial.

En la presentación del VIII Congreso Nacional de la AMEGH La agenda política de los hombres para la construcción de la equidad de género: perspectivas feministas multidisciplinares que tuvo lugar en la UACM y Casa Talavera dió parte del diálogo a diversos temas de género que se están viviendo en México. La presentación en la cual participe se titula: La imagen erótica del Tepinarco: masculinidad y contramasculinidad de los narcotraficantes Homosexuales, Femeninos y Queer en el barrio bravo de Tepito. Esta ponencia la hago disponible como parte del grupo de investigaciones realizadas en 2015.

   Camino entre las calles de Chucho Carranza y Matamorros (a las calles de Tepito les ponemos apodos, ya saben, para hacerlos nuestros carnales confidentes).  Ando a paso precavido con unos tenis Nike negros con líneas rosas, ¿por qué rosas? Porque me gusta caminar con sueños gays contemporáneos. Soy un travesti intelectual, una callejera Street Fighter al estilo Calle 13, con el flow hasta las balas verbales, my changerismo style, my erotic words, sí cainal, unas palabritas, así bien sabrositas, cachonditas, vampiritas como las de la colonia Roma. Pero mientras les tiro este perreo, mi barrio bravo, deja de convertirse en bravo para convertirse una Columbine sin su padresito, sin su jefesita, sin sus hijas e hijos que han fundado pactos y ahora, bajo las franjas blancas y amarillas, les vengo a contar esta “Narcos war”; Xoloitzcuintles ultraviolentos que andan a escuadra, Italika y morro entre sus amplios brazos morenos, bultos ultraestéticos, voces de “siweyyy” y su chacalería al ser los arcángeles de la nota roja tepiteña.

   En esta obertura barrial existe una vecindad con el número 41, “El Mexicano que vive en el número 41 de una calle cualquiera invariablemente hace algún comentario jocoso para adelantarse a la reacción de las personas a quienes informa su domicilio”. (Capistrán, 2012, p. 53). Pero la calle, al igual que la vecindad comparten (sic.) un vínculo preso en la historia undergorund de los habitantes del barrio y la historia del narcotráfico. “Naciste con el cuatro entre las nalgas y con el uno entre las piernas. Cada vez que te metes a esa vecindad de ‘viejas’ terminas formado en la cola de las locas, solo ten cuidado, que no te garapiñen el chile poblano, porque sales cagado” (Albur popular tepiteño).

En esta vecindad (como en muchas otras, o casi todas) la presencia y venta de narcóticos al menudeo y/o mayoreo está a cargo de 3 tipos de jurisdicciones: un grupo organizado. El segundo son las familias. El tercer tipo lo albergan personas externas, los freelancer del narco.

A partir de una hipótesis un tanto arriesgada, producto de la experiencia de habitar, de encarnar el barrio desde sus vertebras presento 8 figuras que se integran al renombramiento de lo masculino y contramasculino.  Roles emergentes, nacidos y reafirmados de la llamada “Purgación del narcotráfico”.

Historias del poder tepiteño

La llegada del Partido Acción Nacional (PAN) a la presidencia en el año del 2000 provocó un cambio de administración y reglas en el juego del narcotráfico, además el capitalismo que estaba tomando forma sólida en México con la entrada de subculturas por parte de diversos países. El problema fue que los nuevos diligentes buscaban la cooperación de narcos que servían al Partido Revolucionario Institucional (PRI). Las vecindades más empoderadas eran “La fortaleza de Tepito, ciudad Gótica, el 40, la Casa Blanca, el 15 y una de las vecindades con resistencia de homosexuales y travestis, el 41”.

Antes de la caída del 40 por parte de Marcelo Ebrard acusado de homosexual burgués por parte de la comunidad lésbico-gay y defendido por otro sector como el homosexual que ha dado derechos —que actualmente solo parecen de papel y muchos de ellos inutilizables por el sector H-LGBTTTI-Q (Heterosexual-lésbico, gay, bisexual, transgénero, transexual, travesti, intersexual-Queer) —. En el año del 2007 Ebrard derribó la vecindad del 40 citando que había acabado con la Fortaleza de Tepito ubicada a un par de calles de este predio, provocando burlas y descontentos, a partir de esa ruptura nace la Purgación del Narco. Tepito es una frontera que corta entre el Centro histórico y Tlatelolco. Esas fronteras que hablan de un espacio de interacción en toda especie como el centro y otro límite con una micro-ciudad (Tlatelolco), lo convierten en un espacio donde fluye el Capitalismo gore. Sayak Valencia define este término “Capitalismo gore es uno de esos procesos de la globalización, su lado B, aquel muestra sus consecuencias sin enmascaramientos”. (Valencia, 2010, p 18). Después agrega:

     Entonces, con capitalismo gore nos referimos al derramamiento de sangre explícito e injustificado (como precio a pagar por el Tercer Mundo que se aferra a seguir las lógicas del capitalismo, cada vez más exigentes), al altísimo porcentaje de vísceras y desmembramientos, frecuentemente mezclados con el crimen organizado, el género y los usos predatorios de los cuerpos, todo eso por medio de la violencia más explícita como herramienta denecroempoderamiento. (Ibíd., p. 15).

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   Cabe mencionar que una de las lógicas del narcotráfico descubiertas por Sayak está en la figura del emprendedor. La ley de la oferta y la demanda apunta a un juego de lógicas neoliberalistas de competencias en las cuales no existe ningún tipo de restricción de empresa, crear una empresa dedicada al narcotráfico sin duda se ha convertido en un negocio rentable para muchas personas, pero para otras fue una necesaria imposición, entrando de lleno al juego con la determinación de dar un giro de tuerca, es decir, salir de este jale. “En concreto, el narcotráfico reinterpreta el concepto de trabajo, dado que lo enlaza con trasversales como hiperconsumismo y reafirmación individual, al mismo tiempo que preserva su obediencia a las demandas de género hechas a los varones y damas, cristalizadas por medio del trabajo”. (Ibíd., p. 55, las negritas son mías).

A partir de la ruptura del 40, todas las vecindades comenzaron a buscar el poder. El poder del narcotráfico no se basa en el uso de armas, de artistas de la muerte, pertenencias materiales o las cantidades de drogas que pueda ofrecer, el verdadero poder del narco radica en su clientela y la jurisdicción a la que acceden, en este caso, los mayoristas de droga (quienes distribuyen dentro del barrio) necesitaban nuevos vendedores. Los pactos de palabra eran pactos generacionales donde el pasado, la violencia y la violación sexual de menores eran visibles. Una de las novelas literarias que ilustra el incesto, la transgresión y el miedo al descuido de los hijos es Chin chin el teporochoescrita por Armando Ramírez. Tras la llegada de los videojuegos muchas familias aislaban a sus hijos del barrio con la ayuda de la virtualidad convirtiéndolos en nativos digitales.

La violencia suscitada por el poder de la clientela cae en manos de las Matronas, muchos de los hombres terminaron en la cárcel, muertos o locos por el alto consumo de su propia mercancía. Tras los nuevos vendedores y cada vez la situación económica precaria daba paso a jóvenes de toda clase, raza, sexo, identidad de género; sumados a estos la llegada de nuevas drogas estéticas y compactas. Otro de los cambios fue la música electrónica con ritmos como el psychodelic trance, house, tecno, electronic dark, drum and bass entre otros que resaltará la figura del DJ dentro de Tepito con sus famosas fiestas clandestinas en las cuales se forman alianzas, nuevos narcotraficantes, historias y muertes por sobredosis.

Cuando Felipe Calderón le declara la guerra al narcotráfico en diciembre de 2006 la situación del barrio ya estaba frágil por la captura de muchos líderes. Tras la erradicación del 40 y el cinismo de Ebrard al decir que acabo con la “Fortaleza” del barrio, refiriéndose a su fuerza de trabajo, hizo un ataque misógino directo a las mujeres, porque en el barrio la fuerza de trabajo radica en ellas. Tras esta acción nace una escultura llamada “Las 7 cabronas invisibles” donde la creadora Mireia Sallarés engloba 7 historias de mujeres que han luchado contra el machismo, invisibles creando un mejor futuro dentro del barrio:

     Estas cabronas sí son bien cabronas: le pueden partir y le han partido su mandarina en gajos a cualquier machin tepiteño que se pase de lanza. Sus nombres son: Amelia, Chelo, Verónica, Mayra, Marina, Lourdes y Queta, sus edades van desde los veintitantos años a los casi 90 años; desde la campeona nacional de albures, a la guardiana de la capilla de la Santa Muerte, otra que lucha en la defensa de Derechos Humanos, y las demás que han trabajado toda su vida para formar hijos profesionistas. (Álvarez, p. 43).

     Pero este monumento que va dirigido a todas mujeres cabronas del barrio excluye a todas las que decidieron entrar al narco o a otro panorama ilícito cuestionando su capacidad de trabajo honesto. Sin embargo, escribiendo desde el 2015, recupero 8 figuras que actualmente conviven en el barrio, una tierra sin pactos, vuelta al dominio del PRI y con una nueva voz que habla por las identidades de género que siguen luchando por su aceptación, ya que en estos momentos los grupos delictivos están tomando posesión de las vecindades, borrando la memoria que alguna vez fue una resistencia de género como el caso del 41.

Figuras masculinas y contramasculinas

Estas figuras nacen de la división de cuatro identidades categorías: femeninas, masculinas, homosexuales y queers donde la masculinidad establecida por la sociedad mexicana presenta los nombres: Reina de barrio, Sicario, Mirrey o Junior y Dulceros como los vendedores de drogas heteropatriarcales. Las figuras contramasculinas son: Matrona, Buchón, Intelectual y Transbestias se escapan de la norma o están construyendo una norma adversa del poder criminal, de acuerdo al orden categórico se presentan la descripción de cada una.

Reina de barrio.

Miss princesa, Miss Virgen, Miss esclava Miss objeto de poder desbordado en una narcocultura y una narconecesidad de tus filas. En el norte, una moda impuesta a las mujeres que buscan el exceso de la belleza, una estilización que combina los altos glamures aplaudidos por las sociedades de primer mundo, sin perder la raíz, el tallo, la belleza latina, morena, guapachosa; estas princesas nombradas Buchonas son la representación del poder corporal bajo el ojo lujurioso del patriarcado. “Las buchonas son, quizá, la radicalización extrema de la estética femenina sinaloense y del gusto tradicional mexicano por los cuerpos abundantes en carnes”. (Santamaría Goméz, 2014, p. 33). Si una chica pasa por la calle y le gritan “Te ves muy buchona”, la joven sonríe tímidamente porque fue reafirmada como una mujer hermosa.

En el caso del Distrito Federal, dentro barrio de Tepito la existencia de la buchona sería sin duda inexistente, debido a que el contexto cultural impide esta estereotipación en particular, sin embargo, la lucha por la belleza extrema, la pose y el alto glamour convierte a muchas chicas enReinas de barrio que aspiran a los mismos niveles estéticos, pero adoptados bajo ideales más modernos y liberales que ofrece la urbe, muchas de ellas lo hacen presas de la narcocultura que admiran, otras, víctimas de los mismos sicarios que las eligen como signos de amor y belleza.  El contexto las vuelve reinas gracias a sus familias que las han empoderado y convertido en la nueva cabecilla del negocio.

Violeta La Plebe Parrandera aparece saliendo de un carro blanco junto con cuatro chicas dentro de un estacionamiento. A cada paso brillante, chasqueante ante la poderosa aguja del tacón, los cuerpos modificados bajo la punta de la cirugía estética, accesorios en exceso para reflejar la materialidad del consumo y una sonrisa de Lolita se presenta con un verso un tanto provocador: “Tu amor es lanza granadas, tus ojos cuernos de chivo, tu sangre es de Buchanan’s y tu cuerpo Ferrari deportivo” (Violeta “La Plebe Parrandera” presenta un vídeo de empoderamiento de la figura Buchona. La historia cuenta a una mujer bella que encabeza a otras 4 buchonas. La trama indica que esta hermosa mujer degusta de su libertad femenina al frecuentarse con diversos hombres “Ellos son mis amigos no te vayas a enojar, porque son muy cariñosos y me suelen abrazar. Ellos son las capillitas y tú eres la catedral”.

https://www.youtube.com/watch?v=c_zL9UOX2lw

   Donde la buchona y la reina de barrio lucen el glamour. Una, anda con un hermoso sicario, ranchero, militar, o empresario, la otra anda con un Brayian (En la cultura del Meme dentro del Distrito Federal, el nombre de Brayian ha sido objeto de burlas al estereotipar a un joven ignorante, que solo se dedica a ser nini, ratero, embarazar chicas atribuidas con el nombre de Wendy. Drogarse y bailar reguetón.) ratero, ignorante, trabajador promedio, u hombre objeto. Donde la buchona viaja en camioneta y la reina viaja en Italika, donde la buchona exhibe en redes un híperconsumo y la reina exhibe carencias, donde las dos escriben con faltas de ortografía y admiran a las mismas figuras musicales y vuelve a separarse estas líneas donde una come en restaurantes de lujo y viaja a playas costosas y la otra come en las fondas del mercado y con suerte llega a Acapulco. Donde la buchona siempre está por debajo del hombre y la reina, a veces se escapa de esa circularidad y se pone por encima del hombre, donde la reina se empodera y se hace inteligente, negociadora, se convierte en el personaje de Makina propuesto por el escritor Yuri Herrera en su cuento La tierra; una Miss bala poderosa, una negociadora del machismo. Busca escapar del círculo en que está metido y lo logra, se apoya de sus familiares, Matronas o los mismos sistemas patriarcales. Utiliza su cuerpo como herramienta de trabajo y puede tener dos caminos: empoderarse y escapar del sistema de violencia o convertirse en otra víctima más y caer en los terrenos de una falsa reina o una Wendy (En la cultura del Meme dentro del Distrito Federal, el nombre de Wendy ha sido objeto de burlas al estereotipar a una joven ignorante, que solo se dedica maquillarse cómicamente, ser chica fácil, naca y buscar un embarazo juvenil a manos de un Brayian. Drogarse y bailar reguetón).

Matrona.

La Matrona es la madre patria (la madre que está por debajo del patriarca). Una mujer que lucha, que aprende y siempre tiene un objetivo: sus hijos. Las matronas nacen cuando patriarca no puede ejercer su papel de proveedor. La matrona trata de dar un mejor presente a sus hijos, una sobreviviente a partir del trabajo y con ayuda del contexto puede alcanzar este objetivo. En el rango de todos los vendedores las matronas son las mujeres que han logrado acuerdos entre la comunidad y los mismos narcos, han establecido las reglas del juego que ahora están a punto de perderse. Muchas de ellas trabajan sin descanso para escapar del círculo, saben que el gobierno mexicano está diseñado para hacerles la sobrevivencia imposible y deben negociar con la policía local a través de sobornos y pactos de palabra que en garanticen el bienestar. Las matronas meten a un grupo de hijos al juego, los empodera y los suma a las filas del narco por sus habilidades, belleza o simplemente, ellos entraron por imposición. Hay dos tipos de matronas: las que siguen sujetas a las imposiciones machistas de su esposo, familiares o amigos que limitan su control. La otra cara es de madres que cortan esos hilos y ellas deciden tomar el liderazgo no solo resguardando el bienestar de sus hijos, sino que se ayuda de otros habitantes del barrio.

Sicario.

El termino Sicario visto desde la cultura de Colombia es realmente reciente. Gabriela Polit dueñas (2006) analiza el origen del termino Sicario a partir del asesinato del secretario de justicia Rodrigo Lara Bonilla en el año de 1984 (p. 123) creando una vulnerabilidad por parte de los narcos y de Pablo Escobar. “Es notable que el cultismo sicario (latín) aparece en la prensa a mediados de los 80, para reemplazar a ‘asesinos de la moto’, como se le conocía a estos muchachos anteriormente”. (Ibíd.). Los niveles del sicariato van de acuerdo a las habilidades del sujeto, en Colombia es el rango más bajo, pero México cambian las categorías “Al principio era chalanalimpiando vómito y sangre. Luego fui mandadera y de ahí pase a cóndor [el que ubica  a los contras]. Después fui lince [el que levanta y tortura] y de ahí me pusieron a sicariar. (Almazán, 2013, p.15, las negritas son mías). Otras de las figuras del sicario están representadas en los asesinos que andan en moto, similares a arcángeles con alas de nota roja que Fernando Vallejo presenta en su novela La virgen de los sicarios. La figura de un sicario homosexual amplifica la realidad género y nos muestra una visión más allá del simple macho “Ver a mi niño desnudo con sus tres escapularios me ponía en delirium tremens. Ese angelito que tenía la propiedad de desencadenarme todos mis demonios interiores, que son como mis personalidades: más de mil”. (Vallejo, 2012, p. 25). El escritor amargado y racista de Fernando mira a su hermoso sicario mientras duerme en la noche y en el día asesina con locura. Mientras que los hombres (machos) entran por diversión, las mujeres por necesidad y los homosexuales no tienen razón, estas deliraciones presentes en el barrio son objeto de una visibilidad.

Mirrey o Junior.

Los “mirreyes” derivan su sobrenombre de la frase “mi rey” y pertenecen a una nueva subcultura (…). Estos jóvenes, tanto por su dinero como por sus conexiones, están por encima de la ley, mucho más allá del reproche de la sociedad mexicana. Donde el promedio de ingreso de los hogares mexicanos no rebasa los 15 mil pesos mensuales, los “mirreyes” se gastan “fácilmente” esta cantidad de dinero en una sola noche, en clubes nocturnos donde beben el alcohol más caro y se toca música de David Guetta (Escrito por el portal Sinembargo. Excesos de “mirreyes” tienen connotación política en país de pobres: prensa extranjera. [6 de abril de 2015], recuperado dehttp://www.sinembargo.mx/06-04-2015/1304819).

La construcción excesiva de estos jóvenes por parte de sus padres políticos, empresarios y ahora, narcotraficantes ha puesto no solo en duda la enorme corrupción que se viven en país, sino además al reconocer a estas figuras hacen esclarecer un problema de acceso económico y de estatus, donde el mirrey nunca accede y muchas veces desconoce las realidades que se viven dentro de su propio país, así como la misma sociedad no puede entrar en sus mundos. La clandestinidad y anonimato que se vive en lo precario, prácticas como el Cruising, Dogging, Bareback, Prostitución entre otras son intercambiadas a nuevas modalidades más extremas en el terreno de lo privado, con fiestas donde las pasiones más difíciles o complicadas están a la disponibilidad de los mirreyes con la contratación de modelos que fungen un papel de Neoprostitutas, orgías, viajes alrededor del mundo en un fin de semana y todos los gustos más descabellados que estos jóvenes puedan realizar (Un vídeo promocional del Instituto Cumbres causo polémica al mostrar a un grupo de jóvenes preparatorianos haciendo un casting para un baile de graduación, donde las mujeres aparecen como objetos serviles dedicados a complacer sus deseos. Entre los lujos de este vídeo se encuentra un Jaguar [animal en peligro de extinción]).

 https://www.youtube.com/watch?v=-0yA7Ncb4JY

   Una de las películas que puso el auge la figura del mirrey fue “Nosotros los nobles” donde ponen en evidencia las aventuras de tres mirreyes haciendo burla de todos los desconocimientos que una persona promedio vive a diario. En el mundo del narcotráfico estas figuras aspiran alcanzar la totalidad de un mirrey, pero su estilo de vida continua con un lujo y exceso. Muchos de estos futuros herederos de las plazas, drogas, y dinero oculto en cuentas de banco o espacios modificados dentro de sus propios hogares tomaran las riendas de una realidad para transformarla en la suya.

Dulceros.

El termino Narcotráfico Rosa es propuesto en esta investigación. Su genealogía data desde la integración del homosexual como un sujeto social, es decir, desde que homosexual se reafirma como un individuo en sociedad es cuando juega un papel importante con el tráfico y el crimen. Es interesante pensar que la masculinidad puede tener acceso a la criminalidad, al sicariato y narcotráfico, mientras la figura homosexual es renegada porque no entra en las lógicas corporales de la masculinidad, una reflexión de Yukio Mishima apunta a la figura de los chacales —explicando que estos sujetos con cuerpo altamente erotizados producto de un trabajo orgánico (sin recurrir a gimnasios o esteroides). —, ellos mismos no se reconocen como sujetos erotizados, si tuvieran cuenta de ese poder su atractivo se perdería, entraría el hedonismo.

A partir de esta reflexión podemos significar la entrada de homosexuales en el juego con dos tipos. Los que se reafirman y se saben homosexuales y los que no se reafirman, pero son hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH). Los que no se reafirman hacen un culto a su cuerpo y se benefician como si fuera una mercancía de calidad. Actualmente está estética desarrollada por ejercicios donde controlas tu propio peso (barras, sogas, bancos, etc.) y el uso de drogas como la marihuana y algunos suplementos para aumentar y resistir los ejercicios. Sumados a su cuerpo hedonista, utilizan las redes sociales y aplicaciones con dispositivos móviles donde se hacen llamarDulceros. Una de las aplicaciones para ligue homosexual conocidas como Grindr (La aplicación Grindr nace en 2009 y se ha popularizado en más de 196 países. Esta aplicación permite conocer personas y entablar relaciones homosexuales y bisexuales, su descarga es gratuita y disponible para todos los dispositivos móviles. https://play.google.com/store/apps/details?id=com.grindrapp.android&hl=es_419) que funcionan a partir de un sistema GPS donde ubicas a usuarios en un rango aproximado de 0 a 3 kilómetros a la redonda, todo aquel que tenga la aplicación puede ser ubicado, mandar imágenes, chatear y enviar su ubicación a partir de un mapa electrónico por Googlemaps.

La comunidad gay ha criticado terriblemente estas aplicaciones por sus usos radicales donde vemos racismo, perfiles que enfocan solo una parte del cuerpo aludiendo al hecho de la enorme clandestinidad y prejuicio que se tiene. Las ideas colectivas sobre lo que debe ser un homosexual (si es activo que características debe proporcionar, si es pasivo, que características debe poseer). Una enorme problematización sobre la masculinidad y enormes abucheos a la palabraJoteria exigiendo su desaparición de los individuos, una segunda represión de género.

Los dulceros operan de la siguiente manera: ellos suben imágenes mostrando los atributos de su cuerpo y nombres que aluden a actores porno gay o nombres ficticios que generan atractivo (Max, Stysex, Lobo, Erótico, etc.). La aplicación cuenta con una descripción de tu perfil divida en la cabecilla  y la nota al pie de imagen. El centro ocupa todas las descripciones de tu cuerpo y lo que buscas. Ellos utilizan los términos dulces para referirse a drogas,  4:20 para referirse a fumar mota, Top es rol activo y Bottom es el rol pasivo; existen diversas palabras claves que dan más peso a la lengua que al lenguaje no verbal que se utilizaba antes para identificar al homosexual “Quieres dulces????? Contactame, Top me gusta jugar pero solo a conocedores y privilegiados. Yo sexy chacal de tepito!!!”. A partir de la virtualidad entran en categorías el cibermercado y el cibercrimen donde cualquiera puede construir una identidad (Catfish.- identidad falsa en la red). Donde el acceso de todo tipo de drogas (marihuana, ketamina, cocaína, tachas, ácidos, cristal, activo y la más de moda y popular para los gays, los Poppers que sirven como dilatadores temporales para aumentar la excitación).

Buchones.

A diferencia de las buchonas que solo florecen en las tierras del norte, la figura del Buchón es más accesible en el barrio debido a que su relación fronteriza con Garibaldi y el Centro histórico, permite adoptar la moda de estas figuras; a diferencia de la mujer estéticamente excesiva, el hombre buchón radica en la metrosexualización de artilugios masculinos como la barba, la ropa entallada, calzoncillos de marca que idealizan virilidad, cuerpos embarnecidos que caen más en la musculatura y la altura. Su belleza ha sido admirada en la vestimenta y la llegada de la música ranchera ha tenido su gusto al igualar el estilo de vida, esta performatividad de crear un estilo vivencial similar al de los vídeos presentados por Banda MS, Julión Álvarez, Espinoza Paz, La Trakalosa, Ak-7, Calibre 50, entre muchas otras que representan la abundancia, la parranda, el lujo, protección, incluso cuentan con elementos homoeróticos como las camisas floreadas y brillantes que representan su tranquilidad y deseos ingenuos del amor.

   Buchón, en la jerga sinaloense, es aquel habitante de la cierra que se hace millonario por sembrar, empaquetar y traficar marihuana y opio. Se les empezó a llamar así porque en esos lugares el agua es una infamia. Entonces, después de beberla durante años, a muchos pobladores se les hincho el cuello. La gente, comparando el cuello con el buche de los animales, los llamó simplemente buchones. Luego su tiempo hizo su parte: manoseó  el concepto y ahora todo aquel que se dedicara al narco y se viste de modo extravagante se le dice buchón. (Almazán, 2013, p.74).

   Almazán presenta la figura de los buchones como sujetos excesivos dispuestos a todo por amarrar a su hembra y cumplirles sus fantasías sexuales, cabe mencionar que el texto de Santamaría (2014), el deseo por las reinas gay también está dentro de sus excesos, La Capriaparece como una buchona con amoríos que le mostraron el lado dulce de un narco (p. 197).

Hablando de buchones retomo a los homosexuales como esta pareja que supera la heteronormatividad y logra una homonormativa criminal donde dos hombres altos, atractivos y fuertes pasean de la mano luciendo oro en anillos, cadenas, pulseras; camionetas 4X4 y guaruras opuestos a su belleza. Paseando por las calles junto a su chihuahua con cadena de oro. Usando ropa interior Calvin Klein para alimentar sus deseos sexuales, incluso logrando casarse en iglesias gracias a su poder adquisitivo, buchones homosexuales, los nuevos géneros liberados.

Intelectuales.

De todas las figuras los intelectuales escapan de las realidades criminales y violentas. La mayoría de los intelectuales están bajo el poder de una matrona (hijos que alcanzan a tener una carrera educativa, son miembros productivos de la sociedad y conocen perfectamente los esquemas económicos de trabajo legal e ilegal). Podría decirse que logran una simbiosis entre los dos trabajos izquierda/derecha, construyen una vida en sociedad, camaleones perfectamente establecidos en el sistema, viven bajo la realidad de las drogas, pero no son consumistas, solo vendedores.

Los intelectuales están todo el tiempo informados y su única relación de inconformidad es con la policía chivata (el que busca chivos expiatorios) y el cliente, en este caso un mayorista o un minorista funcional (otro sujeto integrado en el sistema que acude a vendedores serios). Ellos logran un equilibro escapando de la criminalidad del barrio, mientras los sujetos entran y buscan, ellos salen y buscan a sus clientes empresarios, médicos, jurídicos, religiosos, estudiantes, profesores y cualquier individuo que no cause problemas a sus ideales. Sus madres y familiares son conscientes de la situación, no todos están dentro del negocio, incluso la formación de valores es excepcional. Muchos de sus hermanos, sobrinos viven vidas normales, algunos otros son hasta figuras políticas, uno de los casos más polémicos es el gobernador Ricardo Monreal Ávila acusado de tener nexos con el narco y su familia también formar parte de un grupo criminal llamados Los Zetas. Actualmente Monreal quien va para jefe de la delegación Cuauhtémoc impuso un ataque contra los vendedores de cerveza que laboran en el tianguis de la lagunilla (La situación actual de la Lagunilla ha terminado en una terrible inconformidad debido a los presentes operativos contra el tianguis y la prohibición de cerveza y no de narcóticos. Cabe mencionar que la campaña de Mondreal fue apoyada por miembros de la comunidad gay provocando una ironía que se reafirma  en la construcción de la historia del Narcotráfico Rosa).

Transbestias

La llegada del término trans se ha convertido en toda una construcción de discursos de poder. Dentro del barrio, el termino Queer se prestaría a inútil (Judith Butler menciona que el termino Queer ya no es aplicable en Latinoamérica debido a que su llegada fue tardía. La mención fue hecha en su conferencia presentada en la biblioteca José Vasconcelos el 24 de marzo de 2015.Performatividad de género, precariedad Y ciudadanía sexual fue el título del proyecto “Mesas de diálogo subjetivación sur-norte”) provocando una entropía entre académicos e investigadores. El canon de belleza de las personas trans es demasiado exigente debido que obliga al hombre que transita a mujer debe lograr una feminidad aún superior que de la mujer misma. En el caso de la mujer que transita a hombre debe igual lograr una masculinidad superior, una más patriarcal (La llegada del termino Transnorma es una medida de control aplicada en los ideales de belleza que deben alcanzar las personas trans para ser aceptadas y reconocidas en la sociedad. Esta nota habla de los cánones de belleza que están revolucionando, pero terminan en lo misma prisión/libertad. Para más información: http://ovejarosa.com/los-10-modelos-transgenero-que-estan-revolucionando-el-mundo-de-la-moda/). Los cuerpos que logran alcanzar esos estatutos de belleza son admirados y tienen más facilidades en los mercados.

Los que no alcanzan estos cuerpos hiperestéticos entran en el rechazo y la marginalidad; despreciados y aislados con suma violencia donde su vulnerabilidad los orilla a entrar en el sistema del narcotráfico. Escribo por todos estos sujetos llamados Transbestias. Los transbestias son personas que no pueden alcanzar los cánones de belleza impuestos por los roles de género, ellos al querer ser mujeres u hombres entienden perfectamente que la transición es costosa y difícil, pero al no poseer una economía para su metamorfosis, se queda intermedia; provocada por una mala operación, un tratamiento ilegal (hormonas, inyecciones, tratamientos faciales piratas), fármacos alterados que provocan accidentes que dañan sus cuerpos; es por eso que reciben apodos que vulneran su situación, nombres como Malvestidas, Trasbestias, Mal hombres, Cholas, Casi mujer… Muchos hombres recurren al travestismo y viven toda su vida en esa situación de precariedad, otros no pueden ahorrar el dinero suficiente debido a que su situación de vida los aprisiona en fiestas, excesos ofensivos, victimas del hedonismo barrial, albures, humillaciones y falsas promesas inducidas por hombres que solo los utilizan en sus prácticas under. Las transbestias se integran en el narco cuando los nuevos líderes necesitan soldados para sus filas, los sicarios limitan la expansión, necesitan personas con quien apadrinarse y estos sujetos trans entran al juego.

Muchas de estas transbestias son conocidas incluso admiradas en el barrio “Porque un gay es un doble chingón, tiene el cerebro de un hombre y una mujer” (comentario de los habitantes del barrio). El portal Vice y en la serie televisiva hecha por canal Once tv Crónica de castas le hacen homenaje a las llamadas Gardenias de Tepito (un grupo de hombres travestidos de mujeres que juegan futbol). Mostrando su práctica deportiva, puede presumirse que algunas de ellas está bajo los esquemas del narco sin entender los impactos sociales que que puedan estar repercutiendo.

Referencias Bibliográficas

Libros

Almazán, A. (2013). Chicas Kaláshnikov y otras crónicas. México: Editorial Océano de México.

Santamaría Gómez, A. (2014). De carnaval, reinas y narco. El terrible poder de la belleza. México: Grijalbo.

Schuessler, M. K. Y Capistrán, M. (2010). México se escribe con J. Una historia de la cultura gay. México: Editorial Paneta mexicana.

Valencia, S. (2010). Capitalismo gore. México: Melusina.

Vallejo, F. (2012). La virgen de los sicarios. México: Prisa ediciones.

Artículos científicos

Polit Dueñas, G. (2006). Sicarios, delirantes y los efectos del narcotráfico en la literatura colombiana. University of Pennsylvania press, Vol. 74 (No. 2), p. 119-142.

Revistas

Alvaréz, A. Invisibles pero cabronas. Generación. Año 24 (No. 91), p. 43-46.

Periódico online

Castillo, E. (09 de agosto de 2015).  Monreal busca desaparecer ‘chelerías’ de tianguis. Milenio. Recuperado de http://www.milenio.com/df/Monreal_desaparecer_chelerias-venta_alcohol_tianguis-Monreal_recorrido_Lagunillas_0_569943217.html

Medellín, A. Y Martínez, A. (15 de febrero de 2007). Expropia el GDF la “Fortaleza” de Tepito.El Universal. Recuperado de http://archivo.eluniversal.com.mx/ciudad/82498.html

Mejía, I. (19 de mayo de 2009). Amalia y Monreal se acusan de estar vinculados al narco. El Universal. Recuperado de http://archivo.eluniversal.com.mx/notas/598842.html

Enciclopedias digitales

Wikipedia. (7 de agosto de 2015). Guerra contra el narcotráfico en México. Wikipedia la enciclopedia libre [versión electrónica]. México: Fundación Wikimedia inc.,https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_contra_el_narcotr%C3%A1fico_en_M%C3%A9xico

TRAIDORAS DE GÉNERO por ITZIAR ZIGA

por ITZIAR ZIGA

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Itziar Ziga

Las mujeres que pertenecemos a una comunidad étnica o nacional oprimida y por cuya liberación también luchamos, siempre hemos estado bajo sospecha de no ser tan feministas como aquellas que no necesitan defender a su país o a su pueblo. Lo he presenciado muchas veces, cuando daban por hecho que era una de ellas. Claro que esa complicidad en la cumbre quedaba rota en cuanto yo abría la boca. La acusación siempre ha sido de ellas hacia nosotras, como si los hombres de nuestras comunidades nos retuvieran, nos embaucaran, nos impidieran aspirar a la emancipación que ellas gozan y que desean para todas las mujeres. Y nuestra lealtad hacia la comunidad oprimida a la que pertenecemos es señalada precisamente como un freno, no sólo para nuestra propia liberación, sino también para la liberación colectiva de todas las mujeres.
Así, las feministas negras, moras, indígenas, gitanas o abertzales hemos sido señaladas a menudo y encubiertamente como traidoras a nuestro género por aquellas que pretenden que traicionemos a nuestro pueblo. No es casual que el feminismo que insiste en que nos unamos todas sólo contra la opresión de género venga de mujeres blancas que no proceden de un pueblo perseguido ni colonizado. La historia del feminismo rebosa de gestas prodigiosas, pero también hay episodios viles que conviene no tapar. Angela Davis descubrió que, una vez abolida la esclavitud tras la guerra, gran parte de las sufragistas blancas rompieron sus alianzas con la comunidad negra y empezaron a argumentar su reivindicación del voto femenino como salvaguarda de la hegemonía blanca. El sufragismo en EEUU se puso al servicio del supremacismo blanco.
Porque ellas también tienen patria, aunque nunca lo reconozcan. La diputada por Podemos de Madrid e histórica activista LGTB Beatriz Gimeno recomendaba este pasado 12 de octubre que no se hiciera una lectura tan severa de la conquista de América. Semejante perla sólo puede salir de la boca de una española. Y ahora que España está más cerca que nunca de perder sus últimas colonias, volveremos a ser unas traidoras. Y a ellas las veremos poseídas con más rabia que nunca por el espíritu imperial de Isabel la Católica.

Argentina: Tercer femicidio trans en un mes

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Diana Sacayán

 

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner pidió “la colaboración de las fuerzas de seguridad nacionales y de la (Policía) Metropolitana”, que depende del gobierno de Mauricio Macri, para el “esclarecimiento del terrible crimen” de la dirigente trans Diana Sacayán.

“La lucha contra la discriminación de la mujer no es una lucha en la que nos tenemos que involucrar sólo como si los hombres fueran los que nos discriminaran. Compañeras de género, si somos el 50% de planeta y nos discriminan, quiere decir que hay problemas hacia adentro”, recalcó.

 

No debe quedar impune. El asesinato de la activista trans Diana Sacayán, hallada ayer en su casa, un departamento de Flores, ha causado preocupación e indignación en la población LGBT.

Sacayán, de acuerdo con la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Tran (FALGBT). presentaba signos de violencia. Con su muerte son tres los femicidios cometidos hacia mujeres trans en el último mes. “Desde la FALGBT expresamos nuestra conmoción ante este hecho y nuestros respetos a su familia, amigos, compañeras y compañeros de militancia. También exigimos la urgente aprobación de la Ley antidiscriminatoria nacional, frenada en Diputados por la legisladora Patricia Bullrich”.

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Sacayán era Coordinadora del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL)  y colaboradora de la revista El Teje –la primera publicación periódica producida enteramente por trans– y el suplemento Soy, de Página/12. Trabajaba en el Programa de Diversidad Sexual del Inadi, y había impulsado la ley de cupo laboral trans que la legislatura bonaerense sancionó en septiembre.

ALERTA

La FALGBT informe que este doloroso caso se suma a la aparición sin vida, en tan sólo un mes, de Fernanda “Coty” Olmos, una mujer trans de 59 años que fue hallada en a su vivienda del barrio Alfonso de la ciudad de Santa Fe, y Marcela Chocobar, asesinada en la localidad santacruceña de Río Gallegos.

Diana-Sacayán

“Estos hechos muestran con enorme crudeza el efecto concreto que la discriminación y el odio tienen sobre las personas LGBT, y actualizan la necesidad de que el Congreso de la Nación apruebe urgentemente la ley de prevención y sanción de actos discriminatorios de 1988 que actualmente se debate en la Cámara de Diputados”, indica la organización.

Esteban Paulón, presidente de la FALGBT dijo que desde la FALGBT “queremos acompañar en este momento de enorme dolor a la familia, amigos, compañeros y compañeras de Diana y nos sumamos a su pedido por un pronto esclarecimiento de este caso. En tan solo un mes se han producido tres femicidios de mujeres trans en diversas provincias del país. Estos hechos deben hacernos reflexionar sobre la urgente necesidad de que el Congreso apruebe el proyecto de ley de prevención y sanción de actos discriminatorios que impulsamos desde 2007”.

La discriminación sigue matando, y no lo decimos figurativamente. Casos como el de Diana Sacayán, Marcela  Chocobar y Coty Olmos muestran con crudeza el efecto que esa discriminación tiene sobre las personas. Ante esta realidad, ¿la Comisión de legislación penal del Congreso va a hacer algo? El Congreso no puede seguir mirando para otro lado sin brindar herramientas efectivas para la construcción de una sociedad igualitaria. Es urgente el tratamiento de la nueva ley de prevención y sanción de actos discriminatorios que, originalmente sancionada en 1988, precisa una actualización que la haga efectiva para evitar se produzcan nuevos casos como los que nos causan tanto dolor en estos días”, dijo Paulón.

Recordemos aquí una entrevista a Sacayán:

La historia de la mujer que se remanga y enseña músculo

Convertida en icono de la emancipación femenina, pasó cuarenta años sin saber que la protagonista del mítico cartel era ella

Geraldine Hoff Doyle

Geraldine Hoff Doyle.

Geraldine Hoff Doyle, fallecida en diciembre de 2010, descubrió al leer una revista que una foto suya fue la que había inspirado el cartel pop en el que aparece aparece una chica con el gesto decidido, el pelo recogido bajo una cinta roja y subiéndose las mangas de la camisa para mostrar sus músculos. Tenía 18 años cuando le hicieron la imagen y trabajaba como planchadora de metal en la fábrica American Broach & Machine Company, un empleo en el que estuvo apenas dos semanas por miedo a lesionarse. Ella era música, tocaba el chelo, y no nació precisamente con la voluntad de empoderar a la mujer. Del dibujo que inspiró sólo era suyo el rostro, no el cuerpo. «No tenía unos brazos grandes, musculosos», explicaría su hija a su muerte. «Ella era muy delgada, una niña glamourosa. Las cejas arqueadas, labios bonitos…».

Un fotógrafo de United Press International que estaba haciendo un reportaje en la fábrica donde estaba Geraldine la retrató en plena faena. Poco después, la compañía estadounidense Westinghouse Power Company, empresa manufacturera americana encargada de elaborar suministros para la aviación, encargó en 1942 al artista J. Howard Miller que reflejara de alguna manera la importancia de que las mujeres acudieran a trabajar. Querían hacer campaña para contener las posibles huelgas de las trabajadoras y alentarlas a no faltar en sus puestos ante la falta de mano de obra en tiempos de guerra en un momento en que muchos hombres estadounidenses habían abandonado sus puestos de trabajo para partir al frente. (La propaganda fue, de hecho, bastante efectiva; de 1941 a 1945 el porcentaje de mujeres trabajadoras en EE UU subió del 27 al 37%, pero cuando los combatientes volvieron de la batalla ellas regresaron a su puesto de amas de casa).

El artista vio la foto de Geraldine en los periódicos y se le ocurrió hacer una ilustración para animar a las mujeres a unirse al mundo laboral al grito de ‘We can do it!’, ‘podemos hacerlo’. El movimiento feminista se apropiaría con el tiempo de este dibujo en los años 80, y desde entonces la imagen ha pasado a simbolizar el poderío de las mujeres. El resto es historia del consumo. Del póster ha pasado a camisetas, chapas, mecheros, imanes, sellos, llaveros… Y casi cualquier objeto personalizable. La imagen del famoso poster, que no tiene un origen muy feminista aunque hoy forma parte de la cultura popular colectiva de occidente, ha sido replicada por grandes estrellas, como Pink en su vídeo ‘Raise your glass’, Beyoncé, además de Marge Simpson en la popular serie. El eslógan también se ha traducido a todos los idiomas posibles.

Cuando Geraldine Hoff Doyle, nacida el 31 de julio de 1924 en Inkster, Michigan, dejó la acería al enterarse de que la mujer a la que susituía estaba de baja porque se había aplastado una mano con una plancha industrial, acabó con un empleo en una librería. Con los años dejó el chelo, se casó, tuvo seis hijos y acabó trabajando hasta los 75 años como gerente de la consulta odontológica de su marido, Leo Doyle. Cuando sobre 1984 se reconoció en la foto y comenzó a hacerse popular, habló muy pocas veces del cartel en público y, cuando lo hizo, fue con mucha modestia. «Se supone que una no debe tener demasiado orgullo, pero no puedo evitar estar algo orgullosa de ese póster… Solo me hubiera gustado saber que era yo unos cuántos años antes», advertía. La imagen original del ‘We can do it’ está archivada en el Museo Nacional de Historia Americana de Washington.

ICONOS DE LA EMANCIPACIÓN FEMENINA isla-mujeres-2--320x320 isla-mujeres-3--320x320

La canción

A veces se asocia equivocadamente este póster inspirado por Geraldine con la historia de otra mujer estadounidense llamada Rose Will Monroe, que trabajó como remachadora en la construcción de los bombarderos B-29 y B-24 estadounidenses. Al igual que Geraldine, Rose protagonizó un reportaje, en este caso televisivo, donde se hablaba de «este trabajo femenino». Cobró popularidad, hasta el punto de que en 1943 se le dedicó una canción. La compusieron Redd Evans y John Jacob Loeb. El tema habla de Rosie y su novio Charlie, un marine que fue llamado a la guerra. «Está haciendo historia, trabajando para la victoria, Rosie la remachadora», dice la letra.

En todo caso, fue un símbolo de lo que el gobierno de Estados Unidos buscaba entonces, como en el caso de la ilustración de Geraldine; mujeres que mantuvieran la producción industrial intacta para abastecer al frente de guerra. Ese mismo año, 1943, el ilustrador Normal Rockwell hizo un dibujo de una chica algo regordeta y pelirroja inspirada en esta joven. La chica aparecía de cuerpo entero, vestida con un mono de mecánico, comiendo un bocadillo y con un pie apoyado sobre la autobiografía de Adolf Hitler. Se publicó como portada de varias revistas. Todo el mundo ha acabado fundiendo ambas historias, la de Geraldine y la de Rose. Lo que no quita que ambas mujeres estuvieran en el embrión de la emancipación laboral femenina.

‘No me tienen que legalizar. Ya soy legal’

29.09.2015_ Barcelona. La Boqueria. Serie de Pedro Simón Conversaciones imposibles. En la imagen(izq) Marga Carrera que ejerce la prostitución y Carma Freixa (der) Psicóloga, sexóloga y escritora posan juntas en el centro de Barcelona.NO UTILIZAR SIN CONSULTAR CON FOTOGRAFIA. José Aymá

Marga Carreras, prostituta, y Carme Freixas, feminista, hablan sobre prostitución FOTOS: JOSÉ AYMÁ | VÍDEO: IRENE FDEZ JUBITERO

Cuando les propusimos este encuentro, la prostituta nos dijo que no y la feminista que tampoco. Porque Marga Carreras no quiere que nadie venga a salvarle la vida y Carme Freixas no cree que se pueda debatir sobre ‘esclavitud sí/esclavitud no’. Lo que es hablar. Empezaron de uñas y casi terminaron de la mano.

A los hombres nos saluda estrechándonos una mano glacial y a las mujeres les da un beso a temperatura ambiente.

Eso es lo primero que nos transmite sin abrir todavía la boca: que para una señora como ella -50 años, madre y más de tres décadas ejerciendo la prostitución-, los besos -hasta los más inanes- cuestan.

-Mujer, no nos llames de usted.

-Es deformación profesional.

Se sienta Marga Carreras en frente de Carme Freixa, que en su doble condición de periodista y psicóloga pregunta y escucha…

-No sois libres -le dice la feminista.

-No serás libre tú -le contesta la prostituta.

Fue una hora de silla eléctrica. Ellas se quejaron del calor que hacía en la sala y -oyéndolas- los hombres que andábamos tras la cámara sentíamos frío. Atravesamos finalmente el mercado de La Boquería para hacer una foto en el Raval.

En el periodismo a veces sucede que la pregunta más tonta te trae una buena frase de vuelta.

-¿Y antes qué hacías, Marga?

-Trabajé 10 años en una tripería. Aquí mismo. Vendía tripas, lenguas… Y también corazones. [Se gira y nos mira] Yo sé mucho de entrañas.

El macho

Pregunta.- ¿Por qué existe la prostitución?

Carme Freixa: Existe porque estamos en una sociedad en la que la supremacía del macho hace que la hembra, en este caso las mujeres, puedan ser consideradas objetos vendibles, comprables y traficables. Nadie puede decir que vive en una democracia cuando el 50% de las personas puede ser comprada por el otro 50%. Compradas, vendidas, usadas y traficadas. Las mafias de traficantes han ido edulcorando el lenguaje: en lugar de llamarlo tráfico le llamamos industria del sexo, en lugar de hablar de comercio hablamos de trabajo… Hombre, yo no conozco ningún trabajo donde el hecho de poder ser asesinada, violada y maltratada sea una cosa rutinaria. Si conoces alguno me lo dices…

Marga Carreras: La prostitución existe porque entre las pocas, malas y mal pagadas opciones, ésa es una que tú escoges… Yo pienso que había que preguntarles a todas y cada una de las que ejercen, a las que vienen de otro país consentidas y consentidoras, a cada uno de los seres humanos, transformistas, travestis, mujeres, hombres, andrógenos… A cada uno de ellos, cuál es su realidad y qué quieren ellos. No que otros decidan en su lugar. ¿Pero alguna vez se le ha preguntado a ellos? Mira, sólo se vulneran los derechos de una persona cuando tú decides por ella. Cuando tú no la dejas decidir… Podemos convivir con los demás, pero respetando la realidad de cada uno…

C: La realidad de la mafia, querrás decir.

M: La de las personas que lo ejercen [Levanta la voz]. Porque ellas lo deciden. No me digas que hay personas que no lo eligen, porque entonces no sería una verdad real.

C: Aquí estamos en vías de poder probar cómo la mafia de la prostitución, en este país y en otros países europeos, está subvencionando a supuestos colectivos de mujeres que defienden los derechos de las trabajadoras.

M: Las mujeres que nos dedicamos a esto no podemos hablar. No tenemos voz. ¿Yo no soy una persona mayor para decidir mi vida? ¿Lo que estoy diciendo no es real? [Indignada]

C: Qué distintas suenan las palabras de las supervivientes de prostitución de las que supuestamente ejercéis libremente…

M: ¿Sabes de que soy yo superviviente? [Muy seria] De la vida. Y de la ignorancia de los demás. Que me juzgan sin conocerme.

P.- Hay estudios que hablan de que hasta un 80% de las mujeres que ejercen la prostitución sufren violencia física o sexual…

M: Nunca he sufrido violencia en mi trabajo. Sino de las personas que piensan que no soy una persona sensata y que no elijo mi vida. Eso sí que es una agresión.

C: Uno de los grandes problemas que tiene una persona que ha sido prostituida es el de la disociación cognitiva: todo empieza cuando trabajan con un sobrenombre, disocian su cuerpo de sus sentimientos, de su vida personal, y es otra persona la que está trabajando… Los estudios de la OMS dicen que estas personas sufren un estrés postraumático mayor que otras que no han sufrido estos problemas.

‘La puta feliz’

[Los datos de la prostitución hablan como un telegrama de urgencias. Cuatro millones de mujeres son víctimas de la trata cada año. Stop. Más de 12 millones de personas sufren situaciones laborales similares a la esclavitud. Stop. Entre el 10% y el 30 % de mujeres víctimas son menores de edad. Stop. Y luego hay mujeres como Marga, que piden que las dejen en paz].

P.- ¿En tu caso, Marga, por qué ejerces la prostitución?

M: Ejerzo la prostitución porque soy una persona mayor de edad que alquilo mi mentalidad y mis conocimientos, mi compañía… Pero yo nunca vendo nada. Porque vender es algo que alguien se puede llevar a su casa… A la prostitución yo nunca la llamo así, sino trabajo sexual, que es una cosa diferente.

C: Como las llaman las mafias… Lo siento mucho, cariño, pero es el lenguaje de las mafias.

M: Yo empleo el lenguaje que yo quiero. Y soy Margarita Carreras y no la mafia. Y trabajo con, donde, con quien y de la manera en que yo considero que lo debo hacer. Yo escojo dónde quiero y dónde no, cuándo, con quién y de qué manera.

C: Me asombro de que se le llame trabajo a algo que lleva consigo unas relaciones de no igualdad, donde no hay seguridad… Tiene que haber una legislación europea para acabar con esto.

M: A todas las mujeres no se nos ha preguntado.

C: ¿Has escuchado a las supervivientes?

M: Sí. ¿Sabes por qué? Porque yo trabajo con muchas. Más de las que tú vas a conocer en tu vida. Las veo cada día. Y las ayudo. Pero yo gratis.

C: No sois libres.

M: No serás libre tú. Porque tú a mí no me condicionas la libertad que yo tengo en este país. Ni tú me la das, ni tú me la concedes.

P.- ¿Está cambiando algo en el terreno de los derechos laborales de las mujeres que ejercen la prostitución? Hay sentencias que los están reconociendo…

M: … E incluso una juez que se ha apuntado de autónoma como prostituta y que ha creado una cooperativa de mujeres que se han dado de alta en la Seguridad Social… Yo quiero regulación. A mí no me tienen que legalizar. Yo ya soy legal. Queremos una regulación de este trabajo, en las condiciones que se puedan pactar. Pedimos respeto. Lo mismo que respetamos a los demás.

C: Confundir el respeto a las personas con el respeto a las mafias son dos cosas distintas. Cuando las supervivientes de la prostitución han salido a hablar ha quedado muy claro que el mito de la puta feliz no existe. Nos vendían la imagen de la puta feliz que decía [Carme modula la voz. Irónica]: «Los hombres vienen conmigo para hablar de literatura, me paso las noches hablando de Cervantes». Cuando han visto eso, lo han cambiado por otro mito, el de las cooperativas de trabajadoras sexuales vestidas de Chanel.

P.- ¿Crees que la mayoría que se dedica a esto lo hace libremente?

M: De las que yo conozco, un 10% son esclavas de una red. El otro 30% puede estar condicionada por parejas (la peor esclavitud es la de los sentimientos, muchas veces); y luego hay otras que eligen (hombre, mujeres, travestis…) porque no tienen otra opción.

C: El problema no es prostitución sí o no. Sino que debemos cambiar las condiciones sociales. Ni yo ni mucha gente queremos vivir en una sociedad donde la gente pueda ser comprada.

40.000 euros al año

P.- Según la Interpol un proxeneta gana 110.000 euros al año por mujer prostituida. ¿Cuánto gana ésta?

M: De media, en torno a los 40.000 al año.

P.- ¿El abolicionismo no conduce más a la clandestinidad?

C: No. Lo que se ha demostrado es que legalizar a las mafias lo único que hace es llevar a la clandestinidad a muchas de estas personas. El alcalde de Ámsterdam ha dicho que si él hubiera pensado que legalizar la prostitución iba a suponer lo que ha supuesto, él nunca la habría legalizado. En Alemania, se llegó a utilizar una cosa que era la tarifa plana para el sexo. Eso fue un revulsivo para la sociedad alemana. Hoy está pidiendo revocar la legalización. En Dinamarca hay 90 ONG pidiendo lo mismo. ¿Hemos asumido que el 50% de la sociedad es mercancía?

M: En este país hay 100 asociaciones pro-abolición de la prostitución que viven de las subvenciones del Gobierno [Marga se la tenía guardada. Ahora sí mira a Carme]. Y todas las mujeres que somos trabajadoras del sexo y estamos ayudando a las mujeres nunca recibimos nada. Ni pedimos. Sólo pedimos a todas esas asociaciones que nos dejen hablar a nosotras…

C: Bueno, aquí sabemos cómo las personas que trabajan en APRAMP [Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida] han estado amenazadas de muerte por las mafias y han tenido que retirarse de la vida pública. La prostitución es una forma más de terrorismo machista… No es que sean hombres tímidos, solitarios, pobrecitos, con problemas. No. El único problema que tienen estos machos usuarios es que ellos se creen que lo pueden comprar todo. A lo mejor tú no se lo vendes. Pero ellos sí consideran que están comprando tu cuerpo.

M: ¿Esto te lo han dicho a ti los clientes?

C: Entra en la página puteros.com y te caerás al suelo de lo que llegan a decir. Me niego a llamarles hombres. Son tíos.

El pacto del preservativo

C: Yo te preguntaría que si crees que el trabajo infantil también se debe de legalizar, porque hay países en los que los niños tienen que trabajar.

M: En España el trabajo infantil no es legal. La comparación no me vale… Llevo trabajando desde los 18 años. Las personas somos una cosa y el trabajo ejercido es otra.

C: La prostitución nunca será un trabajo.

M: Yo creo que sí. A cambio de un pacto.

C: Eso no es un pacto, por dios [Alarmada]. Es compra-venta. El 85% de las mujeres atendidas en centros está diciendo que una cosa que no pueden negociar es la utilización del preservativo. ¿Cómo hablar de pacto?

M: Yo pacto todo. No todas vivimos obligadas.

C: Felicidades [Jocosa].

P.- ¿Sin demanda no hay oferta?

C: Hay una cuestión primordial en esta sociedad: de la cerda se aprovecha todo [Rotunda. La frase cae como una maceta desde un cuarto piso]. Y cuando digo cerda me refiero a todas las mujeres. En este momento en internet hay tráfico de leche de mujer embarazada, hay solicitud de relaciones sexuales con mujeres embarazadas, solicitud de niñas vírgenes de cinco, seis y siete años… Estamos llegando a un extremo… Las mujeres estamos siendo las parias de una sociedad que se dice democrática.

P.- ¿Te gustaría que tus hijas ejercieran, Marga?

M: Yo no puedo decir lo que mis hijas van a hacer nunca. Yo puedo aconsejar, pero la decisión la tienen que tomar ellas.

P.- No me estás contestando.

M: Te estoy contestando. Yo no puedo decirle a una hija mía en qué tiene que trabajar. ¿Tú sabes lo que yo quiero que sea mi hija el día de mañana?

P.- Feliz, supongo.

M: Eso.

[De camino al Raval, Marga nos habla de las buenas notas de las hijas. De lo cara que está la merluza. De la ausencia de miedo. De lo malo que es fumar. Íbamos a despedirla estrechándole la mano. Como ella prefiere. Pero no: ahora ya sí, Marga nos besa]

Bilbao acoge una completa muestra de la artista feminista Judy Chicago

Judy Chicago con Xabier Arakistain, comisario de la muestra

Judy Chicago con Xabier Arakistain, comisario de la muestra

La muestra más completa realizada en Europa sobre la estadounidense Judy Chicago, una de las pioneras del arte feminista, se podrá visitar desde mañana y hasta el próximo 10 de enero en Azkuna Zentroa de Bilbao.

La exposición, que lleva por título “¿Por qué no Judy Chicago?”, ha sido presentada esta mañana con la presencia de la propia artista y del comisario de la muestra,Xabier Arakistain.

La muestra presenta un relato visual a través de la selección de obras y documentos que recorren los más de 50 años de producción de esta pintora, escultora, educadora y escritora feminista, según han informado fuentes de la organización.

Judy Chicago (20 de julio de 1939, Chicago) forma parte de la primera generación de mujeres que se incorporaron a la práctica y a la teoría del arte junto a lo que en EEUU se denomina “segunda ola del feminismo“.

La obra de esta artista gira en torno a una iconografía femenina y feminista y en torno a la búsqueda de referentes femeninos en la historia del pensamiento feminista.

Su obra más conocida es la titulada “The dinner Party”, desarrollada entre 1974 y 1979 y centrada en el tema de la historia de las mujeres.

Se trata de un proyecto “monumental” multimedia, en el que participaron 400 voluntarios y que muestra una historia simbólica de las mujeres en la civilización occidental.

Las mismas fuentes han indicado que con el título de la exposición, “¿Por qué no Judy Chicago?”, se pretende abordar la cuestión “del no reconocimiento de las artistas mujeres y, en concreto, el de las artistas feministas”.

La exposición va acompañada de la IV edición del curso “Perspectivas feministas en las producciones artísticas y las teorías del arte”, dedicado en esta ocasión a Judy Chicago, quien participará en el seminario.

Colectivo Hetaira: “Con la excusa de combatir la trata, se está metiendo en el mismo saco la trata y el trabajo sexual, lo que hace que no se den derechos a unas ni se proteja a las otras”.

entrevista publicada por AGORA

Entre el ruido y bullicio de la concurrida Calle Fuencarral, se encuentra la sede del Colectivo Hetaira, una organización en defensa de los derechos de las prostitutas y de la normalización su trabajo. Desde 1995, este colectivo realiza una importante labor en favor de las trabajadoras del sexo, desarrollando actividades y programas de promoción de la salud y prevención del VIH e ITS, talleres de capacitación e inserción laboral, asesoría jurídica, socio-administrativa, psicológica y sanitaria, entre otros. Tanto en su local como a pie de calle, la misión de Hetaira es combatir el estigma social que recae sobre las prostitutas, defender su derecho a trabajar, a organizarse, a sindicarse, a cotizar y denunciar las agresiones físicas, los chantajes y los abusos de poder. Debido al limbo jurídico en el que se encuentra la prostitución en nuestro país, las prostitutas se hallan desvalidas y sin derechos recogidos en un marco legal que las ampare. Por esto existen colectivos como Hetaira, con una actividad continua desde hace veinte años, muchas batallas a cuestas y aún un largo camino por recorrer. Todo y esto y mucho más nos contó Alba Yskal, activista y representante del Colectivo Hetaira, a quien tuvimos el placer de entrevistar.

PREGUNTA: ¿Podría explicarnos el significado del nombre de este colectivo?

RESPUESTA: Hetairas eran las antiguas prostitutas en la Grecia clásica, mujeres que tenían una posición social bastante privilegiada, contrariamente a la posición de las mujeres “normales”. Eran mujeres muy formadas que además solían ser consultadas en temas de política, por lo que tenían un peso social mucho mayor del que tenía una mujer “corriente”, digamos. Eran prostitutas empoderadas, lo que rompe con esa imagen de víctima, de eterna menor de edad y de mujer descarriada de hoy en día.

P: ¿Sería entonces el objetivo, un poco utópico, al que trataría de llegar este colectivo?

R: No tan utópico, porque la realidad es que nos encontramos con muchas mujeres muy empoderadas, ya que la prostitución ha sido, y es, una vía para salir de situaciones más difíciles y llegar a ser alguien. Les ha permitido poder estudiar, labrarse un futuro, sacar adelante a su familia, a sus hijos y a lograr las metas que tenían en la vida. Es verdad que socialmente, las prostitutas no tiene el peso que tenían en la Antigua Grecia, en ese sentido sí que sería utópico, pero en el del empoderamiento no lo es tanto.

P: La labor del Colectivo Hetaira comenzó en 1995. ¿Cómo ha evolucionado la situación de las prostitutas en nuestro país en estos últimos 20 años? ¿Se ha conseguido reducir la estigmatización de este colectivo?

R: La realidad de la prostitución es muy cambiante. No hay un estereotipo ni un perfil definido de prostituta, porque hay tantas realidades como mujeres, igual que con cualquier otro colectivo. En los últimos 20 años, la prostitución en España ha cambiado debido al aumento de la inmigración, por lo que las nacionalidades de las prostitutas ha aumentado. Antes eran mayoritariamente mujeres cis (biológicas) españolas, mientras que en la actualidad hay un gran porcentaje de inmigrantes y también ha aumentado el porcentaje de mujeres transexuales.

Con respecto al estigma, sigue habiendo una división de las mujeres entre las “buenas” y las “malas”. Las “buenas” serían aquellas mujeres blancas, heterosexuales, casadas, madres, que tienen relaciones sexuales dentro del matrimonio para reproducirse; las “malas”, todas las que se salen de ese mandato de género. En realidad es un estigma que no afecta solamente a las prostitutas, sino que afecta a cualquier mujer que se sale de la norma, que no cumple con su mandato de género: por orientación sexual, por prácticas sexuales, por tener relaciones sexuales cada fin de semana con una persona diferente o por usar su sexualidad de una manera diferente. Ese estigma de “mala mujer” sigue estando, y de manera aún más marcada con las putas, prostitutas o trabajadoras sexuales. Usamos los tres conceptos indistintamente porque hay mujeres que prefieren usar unos u otros, y nos parece que hay que revertir los términos como “puta” que se usan peyorativamente y normalizarlos.

Se sigue considerando que la trabajadora sexual no puede ser una buena madre o una buena pareja. Muchos dicen “¿cómo va a cuidar bien a sus hijos? ¿cómo va a tener pareja? Le estará engañando o será su chulo”. De hecho, eso es lo que lleva a que la mayoría de prostitutas quieran ocultar su oficio, no tanto porque lo vivan mal (que hay casos en los que sí y hay casos en los que no), sino por el “qué dirán” los demás. Una prostituta no puede decir en el colegio de su hijo que se dedica al trabajo sexual porque automáticamente la van a tachar de “mala madre”, se tendrá un cuidado especial con ese niño y se le considerará en situación de riesgo. Ahí está el estigma y eso es lo que más afecta a las trabajadoras sexuales.

P: ¿Cuáles son los principales riesgos a los que se exponen las personas que ejercen la prostitución en las condiciones actuales?

R: El principal riesgo al que se exponen las prostitutas es la vulnerabilidad por la falta de derechos. Dicho esto, existen dos realidades que hay que diferenciar. Por una lado, la trata con fines de explotación sexual, y por otro lado, el trabajo sexual. Son dos cosas totalmente diferentes.

La trata es un delito gravísimo que hay que combatir enérgicamente con medios y de manera efectiva, poniendo en el centro de todo las necesidades de las víctimas y protegiéndolas. Esto es muy importnate ya que muchas veces se habla de “mujeres liberadas”, y lo que ocurre en realidad es que terminan en CIEs (Centros de Internamientos de Extranjeros) y acaban siendo deportadas, algo que es ilegal, o volviendo a caer en redes mafiosas.

Por otro lado, en el trabajo sexual, las mujeres deciden, por unos u otros motivos, realizar dicho trabajo sin ningún tipo de coacción y de manera autónoma. Lo que ocurre es que, con la excusa de combatir la trata, se está metiendo en el mismo saco la trata y el trabajo sexual, porque no interesa diferenciarlo, lo que hace que no se den derechos a unas ni se proteja a las otras. Además, lo que está ocurriendo ahora con la Ley de Seguridad Ciudadana es que se está barriendo el trabajo sexual de la calle porque se ve y queda feo, porque no tiene tantos intereses y porque se quiere beneficiar a los empresarios. Por tanto, a parte del estigma, los problemas que están teniendo las trabajadoras del sexo ahora mismo son los abusos policiales, la falta de derechos laborales de cualquier tipo, y peor aún, la ausencia de los derechos más básicos para cualquier persona:  el derecho al trabajo y a la dignidad.

“La prostitución ha sido, y es, una vía de empoderamiento de la mujer, ya que ha permitido a muchas poder estudiar, labrarse un futuro, sacar adelante a su familia y a lograr las metas que tenían en la vida”

P: Tal y como ya hemos comentado, la prostitución se encuentra actualmente en un limbo jurídico en nuestro país, lo que imposibilita en gran medida el acceso a los derechos sociales y laborales más básicos para las mujeres que se dedican a esta actividad. No obstante, la jueza Gloria Poyatos demostró que era posible que las prostitutas se dieran de alta como autónomas. Vuestro colectivo, a su vez, ofrece, entre muchas otras actividades, asesoría jurídica y fórmulas para que las prostitutas puedan cotizar a la Seguridad Social. ¿Podría explicarnos en qué consiste su labor?

R: Nosotras intentamos asesorar en todos los ámbitos según las necesidades y peticiones que nos plantean las trabajadoras. Si hay mujeres que quieren darse de alta en la Seguridad Social vemos las vías disponibles para que puedan hacerse autónomas. Hay que considerar que, por un lado, no todo el mundo tiene tan fácil hacerse autónomo y, por otro, está la cuestión del estigma, es decir, aparte de que no hay ahora mismo un “apartado” concreto que sea ‘trabajo sexual’, muchas tienen miedo que figure la actividad a la que se están dedicando. A esto se le une otro problema: se está utilizando la posibilidad de hacerse autónomas por parte de los clubs para lo que se denomina las “falsas autónomas”. Me explico: el dueño de un club no contrata directamente a las prostitutas, sino que ellas tienen que darse de alta como autónomas, y al mismo tiempo, trabajan bajo las normas de éste y se pagan ellas mismas su Seguridad Social. Esto nos parece una cuestión importante que no debe seguirse dando. Lo que hizo Gloria Poyatos es interesante y demuestra, para quien le interese, que se puede llegar a hacer, pero tenemos que contemplar otras vías. Quien quiera seguir trabajando para terceros, por los motivos que sean, debe tener la posibilidad de hacerlo con garantías y derechos. Si lo que se intenta incentivar es exclusivamente el ejercicio de la profesión de forma autónoma para que sean “falsas autónomas”, al final caemos en la espiral de la que hemos hablado. Además, ¿qué pasa con las que no tienen papeles? No podrían hacerse autónomas, esta es otra dificultad añadida.

P: En relación con esto, muchas voces, -entre ellas la de Manuel Cancio, Catedrático de Derecho penal, al que entrevistamos recientemente-, abogan por limitar el reconocimiento de la prostitución únicamente a su ejercicio por cuenta propia, donde la prostituta sea una empresaria autónoma o miembro de una cooperativa y no esté sujeta a relaciones de dependencia, ni a ninguna estructura mayor con Madames y proxenetas que favorezcan los prostíbulos masivos (como es el caso de la Junquera). ¿Vuestro colectivo estaría, por tanto, en desacuerdo con esta visión?

R: Debido a que la realidad de las trabajadoras sexuales es muy diversa, tenemos que contemplar las distintas opciones (siempre dentro del trabajo sexual y nunca en el mundo de la trata). A veces nos encontramos con trabajadoras que quieren trabajar en un club, bien porque no pueden darse de alta como autónomas o porque su intención de trabajo es temporal y no les compensa formar una cooperativa. Claro que puede haber abusos pero, para que éstos no se den, debe haber una buena legislación que proteja a las trabajadoras. Por eso no nos llamamos regulacionistas, porque no estamos a favor de cualquier regulación (como por ejemplo sucede en Holanda, en la que se pone en el centro las necesidades y los beneficios de los empresarios y los Estados). Somos una organización pro derechos que intenta poner en el centro las necesidades y reivindicaciones de las trabajadoras sexuales, dándoles voz a ellas mismas para que puedan plantear qué es lo que quieren y cómo lo quieren, negociar con vecinos, empresarios, el Estado, etc. La solución no es prohibir trabajar para terceros, sino elaborar una legislación que contemple dichos abusos y hacer que se controlen los clubs o pisos y esto ayude a controlar la trata. Lo que hay que hacer es legislar bien, en la actualidad se está barriendo la prostitución de calle y obligando a las mujeres a que trabajen para terceros y aquí es cuando se cae en un limbo legal en el que no pueden denunciar, porque no puede haber explotación laboral si no se considera un trabajo.

ENTREVISTAS: Colectivo Hetaira: “Con la excusa de combatir la trata, se está metiendo en el mismo saco la trata y el trabajo sexual, lo que hace que no se den derechos a unas ni se proteja a las otras”.

21/09/2015

Belén Carrasco Rodríguez
Elisa Castillo Nieto

Entre el ruido y bullicio de la concurrida Calle Fuencarral, se encuentra la sede del Colectivo Hetaira, una organización en defensa de los derechos de las prostitutas y de la normalización su trabajo. Desde 1995, este colectivo realiza una importante labor en favor de las trabajadoras del sexo, desarrollando actividades y programas de promoción de la salud y prevención del VIH e ITS, talleres de capacitación e inserción laboral, asesoría jurídica, socio-administrativa, psicológica y sanitaria, entre otros. Tanto en su local como a pie de calle, la misión de Hetaira es combatir el estigma social que recae sobre las prostitutas, defender su derecho a trabajar, a organizarse, a sindicarse, a cotizar y denunciar las agresiones físicas, los chantajes y los abusos de poder. Debido al limbo jurídico en el que se encuentra la prostitución en nuestro país, las prostitutas se hallan desvalidas y sin derechos recogidos en un marco legal que las ampare. Por esto existen colectivos como Hetaira, con una actividad continua desde hace veinte años, muchas batallas a cuestas y aún un largo camino por recorrer. Todo y esto y mucho más nos contó Alba Yskal, activista y representante del Colectivo Hetaira, a quien tuvimos el placer de entrevistar.

PREGUNTA: ¿Podría explicarnos el significado del nombre de este colectivo?

RESPUESTA: Hetairas eran las antiguas prostitutas en la Grecia clásica, mujeres que tenían una posición social bastante privilegiada, contrariamente a la posición de las mujeres “normales”. Eran mujeres muy formadas que además solían ser consultadas en temas de política, por lo que tenían un peso social mucho mayor del que tenía una mujer “corriente”, digamos. Eran prostitutas empoderadas, lo que rompe con esa imagen de víctima, de eterna menor de edad y de mujer descarriada de hoy en día.

P: ¿Sería entonces el objetivo, un poco utópico, al que trataría de llegar este colectivo?

R: No tan utópico, porque la realidad es que nos encontramos con muchas mujeres muy empoderadas, ya que la prostitución ha sido, y es, una vía para salir de situaciones más difíciles y llegar a ser alguien. Les ha permitido poder estudiar, labrarse un futuro, sacar adelante a su familia, a sus hijos y a lograr las metas que tenían en la vida. Es verdad que socialmente, las prostitutas no tiene el peso que tenían en la Antigua Grecia, en ese sentido sí que sería utópico, pero en el del empoderamiento no lo es tanto.

P: La labor del Colectivo Hetaira comenzó en 1995. ¿Cómo ha evolucionado la situación de las prostitutas en nuestro país en estos últimos 20 años? ¿Se ha conseguido reducir la estigmatización de este colectivo?

R: La realidad de la prostitución es muy cambiante. No hay un estereotipo ni un perfil definido de prostituta, porque hay tantas realidades como mujeres, igual que con cualquier otro colectivo. En los últimos 20 años, la prostitución en España ha cambiado debido al aumento de la inmigración, por lo que las nacionalidades de las prostitutas ha aumentado. Antes eran mayoritariamente mujeres cis (biológicas) españolas, mientras que en la actualidad hay un gran porcentaje de inmigrantes y también ha aumentado el porcentaje de mujeres transexuales.

Con respecto al estigma, sigue habiendo una división de las mujeres entre las “buenas” y las “malas”. Las “buenas” serían aquellas mujeres blancas, heterosexuales, casadas, madres, que tienen relaciones sexuales dentro del matrimonio para reproducirse; las “malas”, todas las que se salen de ese mandato de género. En realidad es un estigma que no afecta solamente a las prostitutas, sino que afecta a cualquier mujer que se sale de la norma, que no cumple con su mandato de género: por orientación sexual, por prácticas sexuales, por tener relaciones sexuales cada fin de semana con una persona diferente o por usar su sexualidad de una manera diferente. Ese estigma de “mala mujer” sigue estando, y de manera aún más marcada con las putas, prostitutas o trabajadoras sexuales. Usamos los tres conceptos indistintamente porque hay mujeres que prefieren usar unos u otros, y nos parece que hay que revertir los términos como “puta” que se usan peyorativamente y normalizarlos.

Se sigue considerando que la trabajadora sexual no puede ser una buena madre o una buena pareja. Muchos dicen “¿cómo va a cuidar bien a sus hijos? ¿cómo va a tener pareja? Le estará engañando o será su chulo”. De hecho, eso es lo que lleva a que la mayoría de prostitutas quieran ocultar su oficio, no tanto porque lo vivan mal (que hay casos en los que sí y hay casos en los que no), sino por el “qué dirán” los demás. Una prostituta no puede decir en el colegio de su hijo que se dedica al trabajo sexual porque automáticamente la van a tachar de “mala madre”, se tendrá un cuidado especial con ese niño y se le considerará en situación de riesgo. Ahí está el estigma y eso es lo que más afecta a las trabajadoras sexuales.

P: ¿Cuáles son los principales riesgos a los que se exponen las personas que ejercen la prostitución en las condiciones actuales?

R: El principal riesgo al que se exponen las prostitutas es la vulnerabilidad por la falta de derechos. Dicho esto, existen dos realidades que hay que diferenciar. Por una lado, la trata con fines de explotación sexual, y por otro lado, el trabajo sexual. Son dos cosas totalmente diferentes.

La trata es un delito gravísimo que hay que combatir enérgicamente con medios y de manera efectiva, poniendo en el centro de todo las necesidades de las víctimas y protegiéndolas. Esto es muy importnate ya que muchas veces se habla de “mujeres liberadas”, y lo que ocurre en realidad es que terminan en CIEs (Centros de Internamientos de Extranjeros) y acaban siendo deportadas, algo que es ilegal, o volviendo a caer en redes mafiosas.

Por otro lado, en el trabajo sexual, las mujeres deciden, por unos u otros motivos, realizar dicho trabajo sin ningún tipo de coacción y de manera autónoma. Lo que ocurre es que, con la excusa de combatir la trata, se está metiendo en el mismo saco la trata y el trabajo sexual, porque no interesa diferenciarlo, lo que hace que no se den derechos a unas ni se proteja a las otras. Además, lo que está ocurriendo ahora con la Ley de Seguridad Ciudadana es que se está barriendo el trabajo sexual de la calle porque se ve y queda feo, porque no tiene tantos intereses y porque se quiere beneficiar a los empresarios. Por tanto, a parte del estigma, los problemas que están teniendo las trabajadoras del sexo ahora mismo son los abusos policiales, la falta de derechos laborales de cualquier tipo, y peor aún, la ausencia de los derechos más básicos para cualquier persona:  el derecho al trabajo y a la dignidad.

“La prostitución ha sido, y es, una vía de empoderamiento de la mujer, ya que ha permitido a muchas poder estudiar, labrarse un futuro, sacar adelante a su familia y a lograr las metas que tenían en la vida”

P: Tal y como ya hemos comentado, la prostitución se encuentra actualmente en un limbo jurídico en nuestro país, lo que imposibilita en gran medida el acceso a los derechos sociales y laborales más básicos para las mujeres que se dedican a esta actividad. No obstante, la jueza Gloria Poyatos demostró que era posible que las prostitutas se dieran de alta como autónomas. Vuestro colectivo, a su vez, ofrece, entre muchas otras actividades, asesoría jurídica y fórmulas para que las prostitutas puedan cotizar a la Seguridad Social. ¿Podría explicarnos en qué consiste su labor?

R: Nosotras intentamos asesorar en todos los ámbitos según las necesidades y peticiones que nos plantean las trabajadoras. Si hay mujeres que quieren darse de alta en la Seguridad Social vemos las vías disponibles para que puedan hacerse autónomas. Hay que considerar que, por un lado, no todo el mundo tiene tan fácil hacerse autónomo y, por otro, está la cuestión del estigma, es decir, aparte de que no hay ahora mismo un “apartado” concreto que sea ‘trabajo sexual’, muchas tienen miedo que figure la actividad a la que se están dedicando. A esto se le une otro problema: se está utilizando la posibilidad de hacerse autónomas por parte de los clubs para lo que se denomina las “falsas autónomas”. Me explico: el dueño de un club no contrata directamente a las prostitutas, sino que ellas tienen que darse de alta como autónomas, y al mismo tiempo, trabajan bajo las normas de éste y se pagan ellas mismas su Seguridad Social. Esto nos parece una cuestión importante que no debe seguirse dando. Lo que hizo Gloria Poyatos es interesante y demuestra, para quien le interese, que se puede llegar a hacer, pero tenemos que contemplar otras vías. Quien quiera seguir trabajando para terceros, por los motivos que sean, debe tener la posibilidad de hacerlo con garantías y derechos. Si lo que se intenta incentivar es exclusivamente el ejercicio de la profesión de forma autónoma para que sean “falsas autónomas”, al final caemos en la espiral de la que hemos hablado. Además, ¿qué pasa con las que no tienen papeles? No podrían hacerse autónomas, esta es otra dificultad añadida.

P: En relación con esto, muchas voces, -entre ellas la de Manuel Cancio, Catedrático de Derecho penal, al que entrevistamos recientemente-, abogan por limitar el reconocimiento de la prostitución únicamente a su ejercicio por cuenta propia, donde la prostituta sea una empresaria autónoma o miembro de una cooperativa y no esté sujeta a relaciones de dependencia, ni a ninguna estructura mayor con Madames y proxenetas que favorezcan los prostíbulos masivos (como es el caso de la Junquera). ¿Vuestro colectivo estaría, por tanto, en desacuerdo con esta visión?

R: Debido a que la realidad de las trabajadoras sexuales es muy diversa, tenemos que contemplar las distintas opciones (siempre dentro del trabajo sexual y nunca en el mundo de la trata). A veces nos encontramos con trabajadoras que quieren trabajar en un club, bien porque no pueden darse de alta como autónomas o porque su intención de trabajo es temporal y no les compensa formar una cooperativa. Claro que puede haber abusos pero, para que éstos no se den, debe haber una buena legislación que proteja a las trabajadoras. Por eso no nos llamamos regulacionistas, porque no estamos a favor de cualquier regulación (como por ejemplo sucede en Holanda, en la que se pone en el centro las necesidades y los beneficios de los empresarios y los Estados). Somos una organización pro derechos que intenta poner en el centro las necesidades y reivindicaciones de las trabajadoras sexuales, dándoles voz a ellas mismas para que puedan plantear qué es lo que quieren y cómo lo quieren, negociar con vecinos, empresarios, el Estado, etc. La solución no es prohibir trabajar para terceros, sino elaborar una legislación que contemple dichos abusos y hacer que se controlen los clubs o pisos y esto ayude a controlar la trata. Lo que hay que hacer es legislar bien, en la actualidad se está barriendo la prostitución de calle y obligando a las mujeres a que trabajen para terceros y aquí es cuando se cae en un limbo legal en el que no pueden denunciar, porque no puede haber explotación laboral si no se considera un trabajo.

P: A día de hoy, predominan dos posiciones acerca del modo en que debe ser afrontada la prostitución: reglamentarismo y abolicionismo. Nuestro país suele catalogarse como abolicionista. ¿Usted lo considera tal? ¿Cree que el legislador español ha adoptado una postura clara al respecto?

R: Aunque la prostitución es alegal -porque no es legal ni ilegal-, el Estado español, tiende a sacar leyes y normativas de carácter abolicionista en las cuales en teoría no se penaliza a las prostitutas y sí a la demanda, que son los clientes. Sin embargo, penalizar a los clientes es como penalizar a las prostitutas, porque no pueden trabajar. También se supone que no se penaliza a las prostitutas, pero sí se está haciendo, fundamentalmente con la Ley de Seguridad Ciudadana (LSC ) y sin ningún tipo de contemplación. Se habla bajo la bandera de “proteger y salvar a las mujeres porque todas son víctimas de trata”, se manejan cifras que no son verdaderas porque no hay estudios que puedan hablar de cifras y, en base a esto, no se está protegiendo bien a las víctimas reales y se está metiendo en el mismo saco, y sin darles derechos, a las trabajadoras sexuales y, además, con hipocresía, “salvando mujeres” que al final acaban en los CIEs. Es tan simple como preguntarse: si todas son víctimas de trata, ¿qué hacen las calles llenas de prostitutas y sin hacerse nada? Hace poco, un policía hablando de Villaverde, donde está habiendo acoso y derribo con la LSC, decía que no se iba a multar a las víctimas de trata, sólo a las prostitutas. Pero, entonces, ¿no eran todas “víctimas de trata”? ¿De qué estamos hablando?… Me parece que las leyes en el Estado español no están siendo efectivas en materia de prostitución y trata. Con respecto a la trata, el delito está bien recogido en el Código Penal, pero no se defienden los derechos de las víctimas y hay que dejar de utilizar el término “explotación sexual” porque es muy ambiguo. Además, se deja en un limbo legal a las trabajadoras del sexo, sin derechos de ningun tipo.

P: En relación con lo que ya ha mencionado sobre la Ley de Seguridad Ciudadana, estamos viendo que muchas prostitutas están siendo multadas, no sólo en Madrid (Villaverde) valiéndose de la Ley de Seguridad Ciudadana, sino en otras ciudades de España utilizando también ordenanzas municipales. ¿Qué papel juega vuestro colectivo ante esta nueva situación? ¿Qué tipo de apoyo les podéis ofrecer a las prostitutas? ¿Les asesoráis para evitar las multas, les prestáis ayuda legal para recurrirlas?

R: Ya antes de que saliera la Ley, así como otras normativas municipales como las de Alcalá de Henares o la de Barcelona, lo que nosotras intentamos principalmente es asesorar: explicar qué es lo que puede pasar. Además fomentamos que haya una organización por parte de las trabajadoras sexuales, que ellas mismas se puedan organizar para poder reivindicar sus derechos mediante caceroladas, manifestaciones, etc. También vamos a entrevistas con el Ayuntamiento, la Comunidad y con el Ministerio.

“El estigma de “mala mujer” […] no afecta solamente a las prostitutas, sino que afecta a cualquier mujer que no cumple con su mandato de género: por orientación sexual, por usar su sexualidad de una manera diferente, etc.”

Una vez que han empezado a llegar las primeras actas de denuncia, que aún no se han formalizado, lo primero que estamos haciendo es informándonos nosotras mismas de qué podemos hacer. En el caso de que haya que recurrir las denuncias, las acompañamos durante todo el proceso, siempre que ellas quieran por supuesto, no porque sean tontas o tratadas como menores de edad, sino porque siempre es más fácil, sobre todo cuando vas a exponerte en un proceso como trabajadora sexual con el estigma social que ello conlleva. Por tanto, en la medida de nuestras posibilidades, intentamos informar, asesorar y acompañar en todos los procesos, tanto en las multas como en cualquier otro.

Por otro lado, de cara a la ciudadanía y al Estado, hacemos comunicados, protestas públicas, reuniones con las instituciones, etc.

P: Recientemente Manuela Carmena ha invitado a reflexionar sobre las causas del consumo de prostitución. ¿Qué relación tienen, si es que existe, con el nuevo equipo de gobierno de la ciudad de Madrid? ¿Hay alguna propuesta o iniciativa que se esté ya negociando entre colectivos y autoridades para la regulación de la prostitución en Madrid?

R: Claro, esa es la pregunta que nos han hecho desde que que se constituyó el nuevo Ayuntamiento. Hay que verlo, es muy pronto. Hemos tenido algunos encuentros, estamos en ello, pero no hay nada que podamos anunciar aún. Yo me imagino el follón que tiene que ser llegar con una coalición nueva, a un ayuntamiento como el de Madrid. Entonces, les estamos dejando tiempo y estamos hablando, intentando mantener el contacto dentro del ritmo frenético que tienen y que tenemos nosotras. Eso es lo que os puedo contar.

P: Vosotras decís que la Ley de Seguridad Ciudadana (LSC) lo que intenta es limpiar las calles, pero no ataja la raíz del problema. Pero por otro lado, también hay que tener en cuenta que en sitios como la Colonia Marconi (el Polígono de Villaverde) los vecinos se quejan de que ven día y noche, tanto para ir al trabajo como para llevar a los niños al colegio, a las prostitutas, condones tirados por el suelo, etc. Es decir, en la prostitución en la calle siempre existe este tipo de conflictos con los vecinos. Vosotras defendéis que no se multe a las prostitutas, pero también hay que proteger los intereses de los vecinos. ¿Cómo se puede solucionar esto?

R: Villaverde se destaca mucho y, de hecho, es el primer sitio donde se siguió una táctica de acoso y derribo en cuanto entró en vigor la LSC. Con los vecinos hay conflictividad por todo lo que comentas, y una gran parte de las trabajadoras de Villaverde se están organizando y haciendo batidas de limpieza desde hace ya tiempo. Precisamente yo coordino el equipo de salida a Villaverde y veo como las prostitutas tienen su bolsa atada a la valla, porque no hay papeleras, y no es casual, ellas te lo dicen. ¿Por qué no hay ni una sola papelera? Porque interesa que haya suciedad para achacarnos que es nuestra. Pero ellas ponen su bolsita atada a la valla donde van echando el klínex, la Coca-Cola, el condón… y luego lo tiran al contenedor. Se organizan entre sí para limpiar un poco la suciedad de las calles e intentar que las cosas estén un poco más tranquilas, poniéndose en calles que no estén tan cerca de los vecinos. Además, muchas veces denuncian que no son ellas las que tiran basura, sino que es gente que va al polígono con escombros y los tiran por las calles, y luego eso se achaca a las prostitutas cuando es imposible que ellas vayan a llevar escombros.

¿Cómo se puede solucionar esto? Negociando espacios. Ellas no quieren estar molestando, ellas mismas nos dicen “si es que yo también soy madre, yo no me voy a poner al lado de un colegio”, como está castigado en la Ley de Seguridad Ciudadana. “¿Alguien se cree que es efectivo ponerse delante de un colegio, que el padre que va a llevar al niño y luego se va a venir conmigo?” No, no es efectivo. Segundo, ellas no quieren ponerse delante de los críos. De hecho, cuando pasa algún menor andando, muchas se tapan porque les parece que es algo que no tienen que estar viendo. Ahora, lo que necesitamos es un sitio seguro, limpio, con un mínimo de condiciones para trabajar (como que haya iluminación por la noche, no que sea un descampado perdido sin ningún tipo de seguridad), que se pueda acceder bien (por carretera o autobús público), que haya papeleras y recogida de basuras, que pueda haber un bar cerca donde tomarse un café y hacer un descanso, que haya un baño público, etc. Ellas reivindican eso, no quieren ir molestando, de hecho su lema es “un lugar para trabajar sin molestar ni ser molestadas”. Ellas no pretenden tener conflictividad con los vecinos porque no les interesa, lo que pasa que se da mucho bombo a eso y encima ahora se las multa.

“No nos llamamos regulacionistas, porque no estamos a favor de cualquier regulación. Somos una organización pro derechos que intenta poner en el centro las necesidades y reivindicaciones de las trabajadoras sexuales, dándoles voz a ellas mismas para que puedan plantear qué es lo que quieren y cómo lo quieren”

Además, con la LSC se han incrementado los abusos policiales en general, pero en Villaverde en particular, de una forma brutal. Los propios policías ya venían diciendo a las prostitutas que iban a ir a por ellas en cuanto entrase en vigor la Ley, y entre otras cosas, las trabajadoras son objeto de insultos tránsfobos, homófobos, machistas, racistas, o de otras humillaciones como multar a una transexual gritando su nombre de varón. ¡Las primeras semanas con la Ley en vigor había unas 30 multas diarias! Los artículos con los que se multa a más mujeres son el 36.6, desobediencia a la autoridad, y el 37.5, incitación o realización de actos sexuales en la calle. Se multa sobre todo con el 36.6, porque se supone que avisan a las prostitutas de que no pueden ejercer en un sitio y a la siguiente ya es desobediencia, pero en la práctica… Está habiendo muchísimas multas que pretenden “limpiar la calle” sin dar ninguna alternativa para las que quieren seguir ejerciendo, que se terminan yendo a los clubs, donde no tienen derechos laborales, ni tampoco para las que quieren dejar de ejercer. Por tanto, la LSC no soluciona la conflictividad con los vecinos, sino que lo que hace es ir “barriendo” las calles, moviendo de un sitio a otra a la prostitución, a las personas sin hogar, evitando protestas… Es decir, es un recorte de libertades total y absoluto, poniendo en el centro únicamente las cuestiones económicas en vez de a las personas.

P: Antes ha hablado del machismo por parte de la policía. Uno de los problemas de cómo enfrentar el tema de la prostitución está relacionado con las críticas que hacen muchas feministas abolicionistas, que dicen que la prostitución es, al fin y al cabo, una forma evidente de discriminación hacia la mujer y de perpetuación de unos roles patriarcales de sumisión de la mujer, una manera de someter su cuerpo a las necesidades de los hombres, de dar por hecho que son un objeto, o un trozo de carne, que los hombres pueden utilizar libremente. Se oponen a la legalización de la prostitución porque, según ellas, esto supondría legitimar ese tipo de sumisión. Antes ha mencionado que para el Colectivo Hetaira, en cambio, dar derechos a las prostitutas supondría empoderarlas. ¿Se puede llegar a un punto de encuentro entre ambas visiones?

R: Bueno, primero un apunte: no sería legalizar la prostitución, puesto que no es ilegal, sino reconocerla como un trabajo, otorgándole derechos. Es decir, no caería dentro del ámbito de lo penal, sino de lo laboral. Es verdad que una gran parte del feminismo en España, por centrarnos en el Estado español, tiene una tendencia abolicionista, y plantea que la prostitución es la mayor institución patriarcal de dominación de las mujeres. No es casualidad además que esos sectores feministas sean los que están en las instituciones y sean los que tienen poder a la hora de legislar, sin tener en cuenta la voz de las protagonistas, a las que nunca se pregunta. Luego hay otro sector feminista, como Hetaira, que es un colectivo feminista mixto, formado principalmente por mujeres (pero también por algunos compañeros hombres) que ejercen la prostitución y otros trabajos también. A nosotras nos parece que, suponiendo que la prostitución fuera la mayor institución patriarcal de dominación de las mujeres, eso no quita que hay mujeres aquí y ahora que necesitan esos derechos, y que nadie está mejor sin ellos. Y si queremos proteger a las víctimas de trata, hay que poder diferenciar estas dos realidades. Además, si fuera así, también nos parece que el matrimonio podría considerarse una institución de ese tipo, y no abolimos el matrimonio. Incluso yendo más allá, nos parece que la prostitución para muchas mujeres es una opción de empoderamiento y que además rompe los mandatos de género. Si se supone, como hablábamos al principio, que las mujeres tienen que ser heterosexuales, casarse, dedicarse al hogar y los hijos, la prostituta es una mujer que maneja dinero de manera autónoma, gana su propio dinero, y maneja su sexualidad fuera de los mandatos heteropatriarcales. Con esto último me refiero a que manejan su sexualidad fuera de la reproducción, el matrimonio, la monogamia, la heterosexualidad normativa… es decir, fuera del esquema de que sólo mujer con hombre, para procrear y dentro del matrimonio.

“A nosotras nos parece que, suponiendo que la prostitución fuera la mayor institución patriarcal de dominación de las mujeres, eso no quita que hay mujeres aquí y ahora que necesitan esos derechos, y que nadie está mejor sin ellos”

P: Pero ¿no cree que esa visión ya ha cambiado un poco? España ya es más liberal en ese sentido. Una mujer puede salir, ligar y acostarse con quien quiera o no tener hijos por decisión propia.

R: No hay leyes que lo castigan, vamos avanzando, está claro. Pero por ejemplo, e independiente del trabajo sexual, ¿qué se le dice a un chico que se acuesta con cuatro mujeres en un fin de semana? Que es un machote. En cambio a una mujer se le dice que es un putón verbenero. Hay ese estigma interiorizado, que diferencia las “buenas” y las “malas”. El mandato sigue siendo el mismo, aunque se van rompiendo un poco los límites, y menos mal, porque podemos respirar un poco de aire… Pero el estigma sigue estando, el de las “malas mujeres” y las putas rompen con ese rol de mujer, que lo lleva mucho al estereotipo, pero que sigue estando.

Manejan su cuerpo, su dinero. A las prostitutas se les dice que venden su cuerpo y los hombres las utilizan como un trozo de carne, pero ellas dicen: “¿Que qué? No, no, yo vendo servicios sexuales, el cliente no se lleva una parte de mí y yo me voy enterita a mi casa”. ¿Por qué el problema es cuando media dinero? Se supone que vamos avanzando, y dos personas se pueden acostar sin ningún problema y se entiende que no tiene por qué haber una relación amorosa de por medio (por supuesto siendo mayores de edad; la de los menores de edad es otra cuestión y sería un delito y para nada mezclo una cosa con la otra). Por tanto, dos personas mayores de edad, con la voluntad de ambas partes, pueden tener relaciones sexuales sin ningún problema, pero en el momento en que media dinero hay un problema. ¿Por qué? Cuando además, es lo que a muchas mujeres les permite salir adelante y pagar su alquiler, la luz, el móvil, mantener a sus hijos y su familia… ¿Por qué esto no puede ser empoderante? ¿Por qué cuando ellas dicen que quieren seguir ejerciendo la prostitución porque es su medio de vida y su manera de conseguir lo que se plantean en la vida, está mal? Se supone que el feminismo lo que ha reivindicado a lo largo de la historia es que cada mujer pueda hacer con su cuerpo lo que quiera (‘mi cuerpo, yo decido’), y esto se reivindica para el aborto, la orientación sexual, la sexualidad fuera de la prostitución.

“¿Por qué las feministas, que hemos luchado para que ningún hombre nos diga qué hacer con nuestro cuerpo, vamos a ir a decirle a otra mujer la forma en la que tiene que usar el suyo? ¿No es una contradicción?”

¿Por qué las feministas, que hemos luchado para que ningún hombre nos diga qué hacer con nuestro cuerpo, vamos a ir a decirle a otra mujer la forma en la que tiene que usar el suyo? ¿No es una contradicción? ¿No se supone que el cuerpo de cada mujer es suyo y ella decide? Pues también para las prostitutas. Además es que se las coge a ellas como las culpables de la opresión de todas las mujeres… O sea, que el heteropatriarcado es el culpable de la opresión de las mujeres, pero la puta más. Pues no, lo que yo haga con mi cuerpo individualmente no influye en la opresión que tienen todas las mujeres. Al final, a las trabajadoras sexuales se les discrimina de una manera interseccional: por ser mujeres o por ser transexuales, por tener una sexualidad polígama, además por cobrar por ello y si son inmigrantes más… Pero es que si además no son “escorts” de lujo peor, y si lo hacen en la calle mal, si son mayores peor… No podemos estar las feministas o las mujeres diciéndo a otras mujeres que lo que pueden o no pueden hacer, que cada una haga lo que quiera pero que lo haga con garantías y derechos.

P: Pero, ¿realmente la prestación de sexo, con lo que supone para la dignidad de una persona, puede considerarse como la prestación de un servicio cualquiera? ¿Se debe normalizar así?

R: El trabajo sexual no es un trabajo como otro cualquiera pero no por lo que se hace sino por cómo lo percibe la sociedad, por la moral que pone la sociedad, porque es algo que sigue siendo tabú aunque se vayan abriendo pequeñas vías.  Pero no es porque el trabajo sexual en sí sea más denigrante que otros trabajos. Además, las trabajadoras diferencian muy bien cuando es sexo con sus parejas y cuando es sexo por trabajo. En definitiva, el problema es que no se considera un trabajo normal porque se estigmatiza y por eso no se puede legislar como un trabajo cualquiera, eso es lo que marca la diferencia. Pero les preguntas a las trabajadoras y para ellas sí es un trabajo. Lo que nos pasa con esto es que es un trabajo tan íntimo que creemos que no podríamos hacerlo, pero eso no quiere decir que la gente que sí pueda hacerlo esté mal de la cabeza… Y no podemos imponer lo que pueden o no pueden hacer las demás.

P: El Colectivo Hetaira ha dicho en varias ocasiones que “Algunas organizaciones están más interesadas en las subvenciones que en reivindicar derechos para quienes carecen de ellos o en confundir las realidades tergiversando los datos, inventado que el 90% de las mujeres que ejercen la prostitución es trata e invisibilizando a quienes ejercen por decisión propia”. ¿Qué datos manejan respecto de la trata en España?

R: Como os decía antes, no hay estudios fiables (porque no se realizan) para que podamos hablar de porcentajes de trata o de trabajadoras autónomas. Todos los datos que se manejan son bulos que se van extendiendo, y no hay mayor verdad que una mentira repetida mil veces. Nosotras nos basamos en el estudio de la ONU de 2010: Trata de personas hacia Europa con fines de explotación sexual, según el cual, una de cada siete mujeres puede ser víctima de trata, y esto se traduciría en un 15%, que está muy alejado de ser un 90%. Si lo fuera, entonces la mayoría de las prostitutas que vemos en las calles y con las que trabajamos serían víctimas de trata y no lo son. Estar lanzando cifras nos parece irresponsable pero es que, además, aunque solo una trabajadora sexual ejerciera de manera voluntaria (y no es sólo una) tendría que tener derechos.

P: Sobre esta idea de la trata, cree que la idea que tiene la Ley de Seguridad Ciudadana de barrer las calles podría fomentar las mafias?

R: No quiere decir que en todos los clubs haya exclusivamente mafias. Lo que hay en muchos casos son abusos laborales. Donde hay redes mafiosas se incurre en un delito de trata de personas con fines de explotación sexual y en otros, por no haber una legislación y unos derechos laborales, se incurre en abusos laborales. Esto ocurre en este y en cualquier otro trabajo: cuando no hay control, hay abusos laborales.

Al estar barriendo la prostitución de las calles sin dar ni protección ni derechos, podrían aumentar, sin duda, los abusos laborales y podría aumentar el delito de trata. El no tener derechos no protege. Meter a todos en el mismo saco (trata y prostitución) no ayuda ni a unas ni a otras, me parece algo muy básico.

“El trabajo sexual no es un trabajo como otro cualquiera pero no por lo que se hace sino por cómo lo percibe la sociedad, por la moral que pone la sociedad, porque es algo que sigue siendo tabú”

P: También nos ha sorprendido que solicitéis mayor transparencia en la concesión de subvenciones a las distintas organizaciones que trabajan con las prostitutas. ¿Se subvenciona más a las organizaciones abolicionistas porque siguen más la línea del Gobierno?

R: Cuando las instituciones tienen una ideología abolicionista, ¿van a subvencionar a organizaciones que defienden otro planteamiento? Cada vez nos vemos con mayor precariedad dentro del colectivo. Creemos que son, en muchos casos, medidas con un corte político y sin mucha claridad. A veces se nos ha dejado fuera de subvenciones o espacios por motivos políticos, no por no reunir los requisitos.

P: Hace unos meses Albert Rivera, líder de Ciudadanos, hizo unas declaraciones en las que proponía regularizar la prostitución con el fin de recaudar unos 6.000 millones de euros anuales ¿Cabe plantearse la regulación estrictamente desde el punto de vista de la recaudación fiscal?

R: Para nosotras no, por eso no somos regulacionistas, somos pro derechos, porque queremos poner en el centro las necesidades y los derechos de las trabajadoras sexuales. Mientras ese no sea el punto fundamental, no nos vale cualquier tipo de regulación. No queremos legislar de cualquier manera, solo por legislar: tiene que ser de una manera muy determinada. Es antagónico con nuestro objetivo. No se puede legislar con una visión puramente económica, ni en la prostitución ni en ningún otro ámbito. Cuando se pone el dinero como centro de todo y como único objetivo terminamos sin derechos sociales para nadie. Así nos está pasando, cada vez con menos libertades, menos derechos y un Estado de bienestar cada vez más arruinado. No se puede mercantilizar cualquier actividad, por hacerlo todo más rentable, al final olvida a las personas y las relega al último lugar, poniendo en el centro los intereses económicos.

Con las trabajadoras sexuales por supuesto que no. El centro deben ser sus derechos y necesidades. Esto implica escucharlas. Ellas son las que tienen que hablar sobre qué necesitan. No deben ser los demás quienes opinen sobre sus necesidades. Lo mismo debe ocurrir con cualquier colectivo. Los protagonistas y las protagonistas son las que tienen que hablar de sus vidas.

“Estar lanzando cifras nos parece irresponsable pero es que, además, aunque solo una trabajadora sexual ejerciera de manera voluntaria (y no es sólo una) tendría que tener derechos”

P: Para terminar, nos gustaría saber si sabéis cuál es el porcentaje de hombres que se estima que ejercen la prostitución en nuestro país y por qué Hetaira no los representa.

R: No podemos dar una respuesta sobre las cifras porque no hay estudios fiables que nos permitan saber cuántos hombres, mujeres o mujeres transexuales hay. Sabemos que es un porcentaje inferior al de mujeres y al de mujeres transexuales.

No es que no los representemos. Nuestra labor es limitada y ya hay otras asociaciones que ayudan a trabajadores sexuales masculinos. Nunca rechazamos a ningún hombre que venga pero trabajamos con otras organizaciones que les pueden atender mejor. Así nos coordinamos, trabajamos en red

La juez ordena identificar a las feministas que sacaron en procesión el ‘Santísimo Coño Insumiso’

Sevilla 1/5/14 Procesion del Co–o Insumiso en el dia del trabajor. Foto: Laura Leon

Procesión del ‘Coño Insumiso’ en Sevilla.// LAURA LEÓN

La juez de Instrucción número 10 de Sevilla ha librado oficio a la Policía para que identifique a las mujeres que portaban en andas “una vagina de plástico de un par de metros de altura a modo de Virgen” en la manifestación del 1 de mayo de 2014 convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), hechos por los que hay imputados dos dirigentes del sindicato por un delito contra los sentimientos religiosos.

Fuentes del caso han informado a Europa Press de que la instructora ha tomado esta decisión después de que el secretario general de la CGT en Sevilla, Miguel Sevillano, señalara en su declaración como imputado de la pasada semana que, en el marco de la manifestación celebrada el 1 de mayo por el Día del Trabajo, otros grupos se unieron a la misma, entre ellos uno feminista, con el que la CGT “no tiene nada que ver”.

NO HABÍA SIMBOLOS RELIGIOSOS

Al hilo de ello, Miguel Sevillano puso de manifiesto que, cuando este grupo feminista se unió a la manifestación, considera que “lo que llevaban no simulaba un paso de Semana Santa ni ningún símbolo religioso”, no obstante lo cual quiso dejar claro que él “no tuvo nada que ver en su creación”.

De este modo, la juez ha pedido a la Policía que identifique a las mujeres que portaban dicha vagina de plástico en base al vídeo que consta a tal efecto, en el cual algunas de estas mujeres portan mantilla y llevan el rostro descubierto, mientras otras sí tienen la cara cubierta por capirotes de nazareno.

En esta causa permanecen imputados tanto el secretario general de la CGT en Sevilla como el secretario de Organización de la CGT en Andalucía, Félix Cervera, contra quienes la Asociación de Abogados Cristianos se querelló por un delito contra los sentimientos religiosos en concurso con un delito de provocación a la discriminación, al odio y a la violencia por motivos referentes a la religión o creencias.

En la querella, consultada por Europa Press, dicha asociación relata que los hechos ocurrieron el día 10 de abril de 2014, cuando miembros del sindicato “convocaron, organizaron y realizaron” una manifestación titulada ‘Procesión del santísimo coño insumiso’ y del ‘santo entierro de los derechos socio-laborales’, que partió de la sede de la CGT en Sevilla.

Ya el 1 de mayo de 2014, se convocó nuevamente por la CGT una manifestación “semejante a la anterior”, indica la asociación, que añade que, en dichas manifestaciones, “se recreaban procesiones de Semana Santa, escenificadas en tono de burla”, todo ello “a ritmo de tamborada y presidida por el ‘paso’ de una vagina de plástico de un par de metros de altura a modo de Virgen, portada en andas”.

NIEGA “INSULTOS, DESPRECIOS O HUMILLACIONES”

Miguel Sevillano dijo, respecto a la manifestación del 10 de abril, que su fin “era la defensa de los derechos laborales y denuncia de un despido por discriminación por cuestión de género”, precisando que la manifestación concluyó en Plaza de Armas, “que es donde trabajaba la compañera despedida”, cuyo despido “fue declarado nulo” posteriormente.

De este modo, aseveró que “no se realizó ninguna frase ni actuación que conllevara insultos, desprecios o humillaciones”.

En relación a la manifestación del 1 de mayo, explicó que la misma estaba autorizada y se realizó por ser el Día del Trabajo, añadiendo que, en determinados momentos de su desarrollo, otros grupos se unieron a la misma, entre ellos uno feminista, con el que la CGT “no tiene nada que ver”.

El imputado, asimismo, aseveró que su sindicato “no realizó ninguna actividad que aludiera a símbolos religiosos” y tampoco “se produjo ningún insulto ni menosprecio hacia la Iglesia católica”, pues la CGT estuvo centrada “en la cuestión laboral”.

LA DEFENSA, ‘ASOMBRADA’

Luis de los Santos, abogado de los imputados perteneciente a la cooperativa Jarsia, ya expresó a Europa Press su “asombro” por “la utilización banal y basada en intereses políticos predemocráticos del derecho penal” por parte de la Asociación de Abogados Cristianos, y anunció que solicitará el archivo de las actuaciones, ya que, en base a las declaraciones, considera probado “que no hay delito alguno, al ser una manifestación alejada de cualquier cariz religioso”.

El letrado lamentó que “se intente engañar” a la opinión pública y a la ciudadanía en una ciudad “en la que la religiosidad popular está tan arraigada”, aseverando que este asunto “no tiene nada que ver con la religión”, de manera que “se intenta a través del Código penal criminalizar la libertad sindical y la de expresión”.

LAS ACTITUDES SEXISTAS NO SON GAMBERRADAS

ZURIÑE ESTIVARIZ MARTINEZ DE ANTOTANA (TXIKI) INTEGRANTE DEL GRUPO 7 MENOS 20 Y EX BIZNIETA DE CELEDÓN

Ahora que ha acabado el verano, las vacaciones y las fiestas populares, podemos decir que no ha habido ni una fiesta, en ninguna ciudad de Euskal Herria, que no haya estado marcada por alguna agresión sexual o agresión sexista. Sabemos, que las que se denuncian son muchas menos de las que suceden, como también sabemos que las agresiones sexistas verbales son tan frecuentes, que sería imposible contabilizarlas. El movimiento feminista lleva años trabajando por unas fiestas donde todas y todos podamos disfrutarlas. Se hacen campañas, se crean protocolos, se intenta sensibilizar a la ciudadanía, arduo trabajo viviendo en una sociedad patriarcal, donde las agresiones verbales están tan interiorizada, que si las denunciamos o nos sentimos molestas, tenemos que escuchar lo exageradas que somos, que no es para tanto, feminazis, histéricas… Parece ser que una parte de la población no ha entendido que seguirnos por la calle o abordarnos, hacer comentarios sobre nuestras tetas o nuestros culos, eso que tanta gracia les hace a algunos, son agresiones sexistas, no groserías.

Nos parece un escándalo firmar un protocolo para luego no cumplirlo, pero más escandaloso nos parece tener que leer en los medios de comunicación que 120 hombres se sintieron maltratados y agredidos delante de una concentración pacífica realizada por 15 mujeres, !Por favor!

No creemos que la solución sea enquistarnos en una eterna discusión, ni caer en injurias, ni en intentos de desprestigio. Tampoco pretendemos representar a quien no quiera ser representada, ni dividir la ciudad en una gran eterna bronca. Lo que queremos es que todas las personas que quieran participar en las fiestas lo puedan hacer tranquila y libremente. Nuestro objetivo es que nadie sufra una agresión sexual, ni sexista, ni machista, ni lesbotranshomófoba, ni gordófoba ni xenófoba.

Hay dos opciones; la primera es trabajar desde el respeto, para que todas y todos podamos divertirnos, no solo algunos; la segunda es caer en un enfrentamiento sin fin, olvidando lo importante, la lucha contra el machismo. Nosotras y nosotros lo tenemos claro. ¿Vosotras y vosotros?