Nuevas masculinidades: la igualdad de género construida desde los hombres

Alumnos del curso sobre nuevas masculinidades trabajan en una sesión en Córdoba.

Alumnos del curso sobre nuevas masculinidades trabajan en una sesión en Córdoba.

“Existen muchos hombres con conciencia para trabajar por la igualdad que sienten la necesidad de buscar caminos para ello. Pero es un camino que deben hacer ellos mismos”. Con estas palabras, el sociólogo Hilario Sáez sintetiza el objetivo sobre el que trabaja con hombres de toda Andalucía para construir la igualdad de género desde la perspectiva masculina. Con el curso Nuevas masculinidades, género e igualdad desde la perspectiva de los hombres, que imparte a trabajadores de las delegaciones provinciales de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, este sociólogo trabaja con hombres para que sean ellos mismos, desde sus experiencias del día a día y sus reflexiones, los que hagan aflorar la desigualdad de género que existe en la sociedad y poder así superarla.

Se trata, con ello, de superar la visión androcéntrica del mundo para trabajar por la igualdad desde una perspectiva de género masculina. Y es ahí donde, junto a lasrealidades de desigualdad efectiva entre hombres y mujeres, afloran también lasnuevas visiones masculinas, esas “nuevas masculinidades” que apuestan porconstruir una sociedad en igualdad. “No hay nuevos hombres. Los que hay ahora los ha habido siempre pero han estado invisibilizados. Ahora afloran otras maneras de ser hombre”, sintetiza Hilario Sáez.

La experiencia de este sociólogo con los hombres –también algunas mujeres- con los que trabaja en sus cursos pone sobre la mesa esta realidad. “Necesitamos que haya una reflexión específica de los hombres para incorporarse a la lucha por la igualdad”, señala para explicar esta tarea. Y advierte, sobre nuestra sociedad: “La igualdad es un salto evolutivo incuestionable e imparable”.

De ahí que los hombres participantes en los cursos hayan puesto sus experiencias cotidianas al servicio de esta reflexión. Han llegado a dibujar un “mapa de privilegios masculinos” que se dan en el ámbito personal, social, laboral o sexual en el día a día. Unos privilegios masculinos que “están ahí, se ejerzan o no por uno mismo” y que reflejan la visión androcéntrica de la sociedad.

El relato de los propios alumnos pone sobre la mesa tópicos que se dan, según sea el protagonista hombre o mujer, de una u otra manera. La promiscuidad, la corresponsabilidad en la reproducción, los cuidados de hijos y personas mayores, las tareas domésticas, la mayor o menor autoridad social o los privilegios laborales forman parte de este mapa de la desigualdad.

Roles de cuidador y protagonistas de la violencia

Y junto a ello, dos aspectos específicos en los que la desigualdad entre hombres y mujeres se hace evidente y que merecen especial estudio. El primero, el concepto del cuidado personal: “¿Cómo me cuidan? ¿Cómo cuido? ¿Cómo me cuido?”. Son tres preguntas clave para conocer que las mujeres tienen una conciencia superior de cuidar pero poca de cuidarse a sí mismas, mientras que en los hombres es al revés y, dato curioso, “no tienen conciencia de no estar cuidándose, lo que supone un problema de salud pública”, alerta este sociólogo.

El segundo de los aspectos evidentes de la desigualdad entre hombres y mujeres es la violencia. “En general y de forma cotidiana, la mayoría de los protagonistas y víctimas de la violencia son hombres. Pero si hablamos específicamente de violencia de género, las víctimas pasan a ser mujeres. Y aquí ponemos el foco en el agresor – el hombre- de manera que conseguimos concienciar al resto de hombres de que el silencio les hace cómplices”, relata Sáez para quien los propios alumnos son los que se dan cuenta de que “el machismo mata porque el machismo es violencia”.

Todo ello genera entre los hombres un planteamiento nuevo y una reflexión sobre el modelo tradicional de masculinidad, que puede ser superado por esas nuevas masculinidades: “Se trata de cambiar la perspectiva del mundo androcéntrica”, dice este sociólogo, que no deja fuera una mirada hacia la juventud para advertir de la repetición de roles machistas. “Hay que actualizar los mensajes para llegar a los jóvenes. Porque sí hay un cambio real en parte de la juventud hacia la igualdad, pero hay una gran mayoría que en general sigue estando al aire de lo que educa la publicidad en estereotipos”.

Como positivo, eso sí, destaca que todo eso se está moviendo y que, “afortunadamente, se cuestiona la mentalidad patriarcal”, también desde los hombres que buscan esos caminos para avanzar en la igualdad real. Una tarea que para este sociólogo, que hasta ahora ha impartido el curso en Córdoba y queseguirá hasta después del verano en Sevilla, Huelva, Cádiz, Granada y Almería, “yaes hora de que la asuma la administración como tarea prioritaria”.

El tratamiento precoz del sida puede evitar 12 millones de muertes hasta 2025

La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció hoy nuevas recomendaciones para que los tratamientos del sida empiecen en una fase más temprana, lo que permitiría evitar 12 millones de muertes y 19 millones de nuevas infecciones hasta el año 2025 y empujaría al virus a un “declive irreversible”.

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El tratamiento precoz del sida puede evitar 12 millones de muertes hasta 2025

El tratamiento debe iniciarse cuando el nivel de leucocitos de defensa (los CD4) sea inferior a 500 y no 350, como recogían las recomendaciones emitidas por la OMS en 2010 y con las que se preveía evitar nueve millones de muertes y 15,5 millones de nueva infecciones hasta 2025.

“Además, deberá tratarse a todos los niños menores de cinco años, a todas las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y a todas las personas contagiadas que mantengan una relación con otra sin el virus, independientemente de su nivel de leucocitos”, según la OMS, que presentó las nuevas directrices en una rueda de prensa en Ginebra.

Este anuncio coincide con la celebración en Malasia de una conferencia internacional cuyo tema central es el tratamiento y prevención de esta enfermedad.

Según cálculos del organismo, hay un total de 26 millones de personas infectadas por el sida que serían susceptibles de recibir -bajo las nuevas recomendaciones- los medicamentos antiretrovirales, en comparación con los 17 millones considerados hasta ahora.

“Hay que mantener los esfuerzos para hacer retroceder el virus. Actualmente, 9,7 millones de personas reciben tratamiento para esta enfermedad comparados con las 300.000 de hace diez años”, comentó el coordinador del Departamento para el Sida de la OMS, Gundo Weiler.

Por otra parte, las nuevas directrices indican que el tratamiento preferido por la OMS es de una sola píldora diaria, la que contiene tres antiretrovirales: tenofovir, lamividuna y efavirenz.

El coste de esta pastilla es variable, ya que depende de lo que cada país haya negociado con las farmacéuticas y puede ir desde 127 dólares anuales para tratar a una persona en algunos países de África a 213 mensuales en Suiza.

La OMS considera que es necesario aumentar los esfuerzos para dar a los niños acceso al tratamiento, pues sólo lo recibe uno de cada tres que está infectado, así como a otros grupos que sufren barreras legales y culturales para recibir la terapia (drogadictos, transexuales, homosexuales o trabajadores del sexo).

Para implementar las nuevas directrices hará falta aumentar un 10 por ciento la inversión anual necesaria para la respuesta mundial al sida, que se eleva a 24.000 millones de dólares.

“El aumento de la inversión permitirá que se reduzcan las infecciones y por tanto que esa cantidad pueda rebajarse después de 2025”, explicó Hirnschall.

Por regiones, Latinoamérica es una de las que ha alcanzado una mayor cobertura en los tratamientos antiretrovirales y unas 720.000 personas -sobre 850.000 aproximadamente susceptibles de recibirlo- estaban tratándose contra esta enfermedad.

Cinco países (Brasil, Cuba, República Dominicana, Guayana y México) alcanzaron una cobertura del 80 por ciento en 2011, mientras que Argentina y Venezuela se acercan a ese porcentaje.

La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras saludó las nuevas recomendaciones al considerar que un tratamiento precoz del sida ayuda a mantener a las personas más sanas y evita la expansión de la enfermedad en las comunidades.

Día contra la Homofobia: El drama silencioso del acoso escolar

Los datos son estremecedores. El 45% de los homosexuales en España tiene miedo a darse la mano en público. El 91% de los españoles ha sufrido o sido testigo de acoso homofóbico en la escuela y hasta un 43% de los adolescentes ha pensado alguna vez en quitarse la vida por el acoso debido a su condición sexual.

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Imagen de unos niños acosando a otro | GTRES

Es el drama silencioso que viven los chavales en las escuelas y ante el que los colectivos denuncian la falta de acciones para frenarlo. Con motivo de la celebración del Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) ha solicitado amparo a los defensores del Pueblo, tanto a nivel nacional como autonómico, para que las instituciones adopten “medidas urgentes”.

LEE EL BLOG DE BOTI GARCÍA: “No quiero ir al colegio”

LEE EL BLOG DE JOEL BEDOS: “¡Feliz Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia!”

La FELGTB ha entregado a estos comisionados el documento ‘Acoso escolar y riesgo de suicidio por orientación sexual e identidad de género: el fracaso del Sistema Educativo’ en el que se recogen una veintena de estudios en los que han participado 12.000 jóvenes.

Los datos que arrojan ponen de manifiesto, según la federación, la “inoperancia” y la “pasmosa inacción” del Ministerio de Educación y de las consejerías autonómicas ante la vulnerabilidad de adolescentes y jóvenes lesbianas, gais, transexuales y bisexuales, además de los hijos de familias LGTB.

EL 56% SUFRE VIOLENCIA Y EL 17% SE INTENTA SUICIDAR

El estudio ‘Jóvenes LGTB’ -que forma parte del documento- recoge que el 56,2% de ellos ha sufrido algún tipo de violencia psíquica o física en el ámbito educativo. Este porcentaje aumenta hasta el 65,7 % en el alumnado varón.

Además, según las cifras del estudio ‘Acoso escolar homofóbico y riesgo de suicidio en adolescentes’, hasta el 17% de las víctimas se intenta suicidar por esta situación y un 43% ha tenido el pensamiento de quitarse la vida.

Una de las claves está en el profesorado. En las universidades Complutense y de Málaga se ha analizado esta cuestión, con la conclusión de que es “prácticamente inexistente” la formación de los docentes en diversidad sexual y prevención de este tipo de acoso.

Todo esto ocurre, según el documento, “con frecuencia” ante el silencio y el desconocimiento de docentes, equipos directivos de los centros y las propias familias. En ocasiones, según señala el informe, también procede de profesionales del propio centro.

ESPAÑA, EN EL PUESTO 18 DE LA UE EN ACOSO

La Petición a la defensora del Pueblo coincide con la publicación a nivel europeo deuna encuesta de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE, que especifica que el 91% de los españoles ha padecido o visto en sus centros escolares comentarios o ataques homofóbicos, lo que sitúa al país en el puesto 18 de la Unión en este tipo de presión en los colegios.

Este informe refleja el miedo a mostrar la orientación sexual entre los homosexuales europeos. Un 66% aseguró temer darse la mano en público, un miedo sobre todo patente entre las parejas de hombres. El porcentaje en España es del 45%.

La Federación ha colaborado en los formularios para el estudio europeo, que sitúa a España como el país con mayor visibilidad por parte de las parejas del mismo sexo y en la posición séptima en lo relativo a discriminación o violencia motivada por orientación sexual o identidad de género.

PLANES DE ACCIÓN

Por todo ello, quieren que los defensores del pueblo exijan a las instituciones educativas implantar un plan de plan de prevención del acoso homofóbico, bifóbico y transfóbico. En este punto, reclaman además potenciar estudios que permitan conocer en profundidad la realidad y la problemática de los jóvenes pertenecientes a minorías sexuales o familiares y formar adecuadamente al profesorado y los profesionales que trabajan con ellos.

De esta manera se pretende terminar con lo que evidencian estos informes: “el sistema educativo no es un espacio seguro para los jóvenes LGTB, que con frecuencia sufren discriminación, acoso, violencia, y que no reciben apenas referentes positivos sobre su realidad”.

EXPERIENCIA EN LAS AULAS

¿Cómo se puede superar esta situación? Ángel Lázaro, vocal de Educación del Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM)visita centros escolares para tratar este tema. Según relata a El Huffington Post,se organizan jornadas de dos días de teoría y dinámica de grupo para luchar contra la homofobia.

Se dan las “explicaciones y conceptos básicos” y, a partir de ahí, surgen las “preguntas”. “Se les abre una ventana”, añade Lázaro, que comenta que lo que más aprecian los escolares es cuando los voluntarios cuentan en primera persona su historia. En algunos momentos, llegan a aplaudir y destacan este “acto de valentía”.

Ha visto incluso casos de “lucha interna” de alumnos para aceptar la homosexualidad de otros compañeros por “motivos de religión”. Además, subraya que a los alumnos gais se les “da de lado” en muchas ocasiones y “sufren el estigma” de que muchos piensan que si se juntan con ellos, van a creer que también lo son.

No obstante, Lázaro asegura que los jóvenes encaran estos talleres “siempre en positivo y responden bien”. Y no solo desde COGAM ofrecen esta ayuda, sino que los centros educativos también les contactan para que realicen estos cursos año tras año. Un paso más en la lucha contra este drama silencioso en las aulas.

Un curso de la Fundación Risco analizará la marginación cultural de la homosexualidad

La Fundación Vicente Risco realizará un curso los próximos días 29 y 30 de noviembre y 1 y 2 de diciembre sobre «A marxinalidade na cultura: a homosexualidade». El curso, que se llevará a cabo en el instituto Blanco Amor de Ourense, está coordinado por Carlos Callón y dirigido a los profesores de primaria y secundaria.

El día 29 se presentarán las ponencias relativas a la homosexualidad en las leyes (a cargo de Celia Pereira Porto), la homosexualidad en las sátiras medievales gallego-portuguesas (María Isabel Morán Cabanas), la «androxinia como cobertura de homosexualidade: o caso de Rosalía de Castro« (Francisco Rodríguez) o la literatura de Álvaro de las Casas (Uxío Bregoán). El 1 de diciembre Luís González Tosar hablará sobre Blanco Amor y Carlos Callón lo hará sobre «Amizades intensas e amor entre homes na prosa galega medieval».

El 2 de diciembre será Antón Lopo el que glose la figura de Fermín Bouza Brey y Susana Reboreda disertará sobre «O tratamento da homosexualidade no código civil e penal».

El Gobierno vasco prepara una ley para defender los derechos de los transexuales

Contra la discriminación

  • El Ararteko por su parte apuesta por combatir la homofobia desde la educación

El Ararteko, Íñigo Lamarca, con la presidenta del Parlamento Vasco, Arantza Quiroga

El Departamento vasco de Empleo y Asuntos Sociales trabaja en la elaboración de la Ley de Atención Integral a las Personas Transexuales “con el objetivo de trabajar por la igualdad y contra la discriminación que sufren estos ciudadanos”.

Por ahora se trata de un anteproyecto de ley, con el que ya cuenta el colectivo de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales (GLBT) para que realice las aportaciones que considere oportunas.

Según fuentes de la Consejería, se trata de la segunda ley autonómica,después de la aprobada en la Comunidad de Navarra, que busca desarrollar, complementar y ampliar los avances que se han producido con la legislación estatal.

A través de una nota, y coincidiendo con la celebración de este martes del Día del Orgullo de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales, el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno vasco ha manifiestado su voluntad de “seguir trabajando para impulsar el bienestar y la integración” de este colectivo en la sociedad vasca.

El objeto de la futura ley es “garantizar el derecho de las personas transexuales a recibir, de las Administraciones Públicas Vascas, una atención integral y adecuada a sus necesidades médicas, psicológicas, jurídicas y de otra índole, en igualdad de condiciones con el resto de la ciudadanía”. En primer lugar, la propuesta legislativa con la que trabaja el departamento obliga a las administraciones públicas vascas a tratar a los transexuales “conforme a su identidad de género, la que se corresponde con el sexo al que sienten pertenecer”.

El anteproyecto establece un servicio de información, orientación y asesoramiento para los transexuales, sus familiares y allegados. En la actualidad ya funciona un servicio de estas características, Berdindu. Así que su inclusión en la ley lo reforzaría y garantizaría su permanencia con independencia de quien dirigiera el Ejecutivo vasco.

El texto también recoge los derechos de los transexuales en el ámbito sanitario. Se prevé la regulación reglamentaria de una unidad de referencia en materia de transexualidad dentro de Osakidetza integrada por profesionales de la atención médica, de enfermería, psicológica, psicoterapéutica y sexológica. En estos momentos, Osakidetza ya cuenta con esa unidad, con lo que la futura ley reforzará esa presencia. Además, se elaborará una guía clínica para la atención de los transexuales.

El Servicio de atención ha recibido entre enero y mayo 897 consultas

El Servicio de atención a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales-Berdindu, dependiente del Departamento de Empleo y Asuntos Sociales, y gestionado por las entidades sociales Gehitu, Aldarte y Errespetuz, ha atendido entre enero y mayo de 2011 un total de 897 consultas, de las cuales 671 han sido realizadas por personas y 225 por entidades.

Si se clasifica las consultas realizadas según la edad de los usuarios, los que más acceden al servicio se encuentran en la franja de edad que va de los 16 a los 45 años. Entre las consultas que se han atendido destacan las relacionadas con el asesoramiento jurídico sobre tipos de unión y con el asesoramiento emocional.

Se han atendido demandas de información sobre asociaciones de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales; consultas relacionadas con la salud sexual (prueba rápida del SIDA, etc., familia homoparental (adopción y filiación por parte de una pareja homosexual) y asesoramiento sexológico en el ámbito de la identidad de género.

El Ararteko pide combatir la homofobia y transfobia desde la educación

El Ararteko, Iñigo Lamarca, ha defendido este martes la necesidad decombatir la homofobia y la transfobia desde los centros educativos.

En una declaración institucional con motivo del Día Internacional del Orgullo Gay, que se celebra este martes, el Ararteko ha señalado que es necesario “implantar un sistema eficaz en los centros educativos que asegure que cada alumno y alumna podrá desarrollar su identidad, su afectividad y su sexualidad sin merma alguna de derechos”.

Aunque reconoce enormes avances en la materia, el Ararteko ha denunciado que aún hay situaciones de discriminación y violación de los derechos humanos basadas en la orientación sexual o la identidad de género y que estas situaciones adoptan a menudo “formas silentes u ocultas”.

El Ararteko se ha sumado en su nota a la resolución que el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas adoptó el pasado 17 de junio contra la violación de derechos humanos basada en la orientación sexual y en la identidad de género.

El Defensor del Pueblo del País Vasco, que ha abogado también por el reconocimiento social de los derechos de “la población de personas mayores, gays, lesbianas, bisexuales o transexuales”, ha hecho un llamamiento a las instituciones y a la sociedad “para que el orgullo de amar y ser como cada cual desee sea un orgullo compartido por todos y todas”.

La lesbofobia ataca de nuevo (como siempre)

Artículo publicado en PIKARA MAGAZINE

La escritora transfeminista Itziar Ziga repasa las nuevas y no tan nuevas caras de la lesbofobia, ilustradas con las numerosas agresiones a las que ella y sus amigas se han enfrentado últimamente por no esconderse, por ser una amenaza para la heteronorma

“Ni permiso ni perdón (Nagore Iturrioz)”

“Ni permiso ni perdón (Nagore Iturrioz)”

Hace a penas unos meses, en un lugar de cuyo nombre no quiero acordarme, estábamos unas amigas y yo pasando la tarde alegremente. Embriagadas por las cervezas y por nuestras risas. Algunas de ellas querían ir a un bar que ya no frecuento, ni frecuentaré jamás. A pesar de que la vez anterior que había estado allí con mi novia, sufrimos una agresión muy salvaje de un machorro y nadie nos apoyó, decidí acompañarlas. Supuestamente, ese es un bar guay donde las lesbianas podemos mostrarnos libremente y las mujeres bailar tranquilas. Éramos seis. Entramos, pedimos nuestras bebidas y antes de que nos las sirvieran, ya había un tío revoloteando a nuestro lado e imponiéndonos el contacto con él. Esa tarde estábamos tan contentas que no respondimos a la primera, simplemente, no interactuamos con él. Es decir: le ignoramos.

Se fue poniendo más pesado, invadiendo nuestro círculo, clavándonos su mirada insistentemente y diciéndonos cualquier gilipollez que también he olvidado. Entonces vino una chica que estaba con él, al parecer su novia, y nos soltó: “¿Por qué sois tan bordes con él? Lesbianas de pelo rapado amargadas que no folláis” Ahí sí que respondimos, verbalmente. No merece la pena entrar en más detalles, pero las gafas de sol de una de mis amigas terminaron en el suelo aplastadas por él, o por ella, no recuerdo. Ese fue el primer asalto físico contra nosotras. Acabamos pegándonos en la calle con ellos dos, con otra pareja hetera amiga de ellos y con todo el barrio contra nosotras. Ellos y ellas tenían un aspecto de modernillos que no delataba para nada su enfermiza lesbofobia. Y ninguna de nosotras llevamos el pelo rapado, al menos toda la cabeza.

Siento comenzar este artículo con tal mal rollo, pero así muchas veces es nuestra vida. No nos perdonan que no acatemos el heterodestino, que no tengamos un maromo, o simplemente un chico, a nuestro lado. Cuando nos agreden y respondemos, siempre somos nosotras las violentas porque, como disidentes, defendernos no nos está autorizado. Tenemos que seguir pagando por nuestra herejía lésbica. Y, sobre todo, por no escondernos, armarizarnos. Por ser visibles. ¿Creíais que esto ya no pasaba? Vivimos tiempos complicados.

Por un lado, es probablemente el mejor contexto social para la diversidad sexual que se haya dado jamás. Ganado a pulso por el movimiento feminista y lesbianista. Sin duda. No nos han regalado nada. Y, como siempre, la bestia ha reaccionado contra esa amenaza que, por el simple hecho de existir como bolleras, suponemos para su modelo hegemónico heteronormativo, en el que se sustentan el patriarcado y el capitalismo. Este es un repaso a las nuevas, y no tan nuevas, caras de la lesbofobia. Porque chicas, hermanas, la guerra continúa. Eso sí, nosotras siempre nos lo pasamos mejor.

Como decía, a mayor visibilidad, mayor posibilidad de existir plenamente. Aunque también aumenta nuestra vulnerabilidad porque, por mucho que nosotras hayamos cambiado, el contexto social en el que no tenemos otro maldito remedio que vivir, no cambia ni cambiará de la noche a la mañana. Igual que los crímenes de los machos contra quienes ellos consideran sus mujeres se agravan cuando ellas descubren (repito, gracias al desafío y al trabajo feminista) que no tienen porque ser sus esclavas, ahora mismo se está dando una reacción contra esa posibilidad de existir que nos hemos ganado. Sólo hay que recordar esas miles de familias patriarcalmente legitimadas que salieron a las calles con banderas españolas a exigir que sigan siendo ellos los únicos permitidos. Quienes jamás se manifiestan en las calles por nada, ya que las reglas del juego les favorecen (o eso creen), salieron en masa para que nosotras (maricas, bolleras y trans) no empezáramos a tener ni un solo derecho.

Nos odian porque les recordamos que sus miserias de vínculos heteropatriarcales son evitables. Nos odian para no tener que pensar en si el modelo jerárquico, misógino, sexófobo y triste de vida que les impusieron y acataron merece la pena ser vivido. Y en esto no se diferencian en nada los foros de la (heterofascista)familia y las dos parejas que nos agredieron aquella tarde. Cualquiera de las dos chicas tenía más pinta de bollera que yo. Y de los chicos, ni hablemos. Una vez escuche a la Laura Bugalho (aguerrida sindicalista galega trans bollera y amiga): Nos odian porque les jodemos.

Cuando María y yo salimos a la calle juntas, el acoso de los machorros es incesante. Las dos tenemos bastante pinta de putas. Y cuando ven que somos novias, que existe un vínculo sexual entre nosotras, enloquecen. Claro que afortunadamente hay días en que la gente desconocida con la que nos topamos nos ignora, incluso nos sonríe. A veces algunas veces le da a una por creer en la maldita humanidad.

La siquiatría decimonónica apuntaló que las lesbianas somos potencialmente asesinas porque el delicado equilibrio de la mente femenina se fragmenta en nosotras al desarrollar deseo sexual por otras mujeres y, sobre todo, al negarnos a tener un hombre al lado que nos controle. ¿Os parece obsoleto y ridículo este diagnóstico? Pues perdura y cala bastante más de lo creemos. ¿Qué pasó con Dolores Vázquez y qué factor de su vida hizo que ingresará en prisión por asesinar a la hija de su exnovia cuando ni una sola prueba le inculpaba? Era una lesbiana evidente y reconocida.

Hace unos meses, una amiga que estaba en prisión fue llamada por la trabajadora social de la cárcel. Estaba pendiente de conseguir el tercer grado pero la amable funcionaria le advirtió que ella se opondría. Le dijo que había rastreado su blog y los de sus amigas (nosotras), que éramos una panda de lesbianas, que nuestra vida era pura promiscuidad y drogadicción. Y que iba a presentarla en su informe como una sociópata. Hay que decir que mi amiga, a demás de bollera y golfa, era siniestra. Durante unos meses controlamos contenidos en nuestros blogs para no perjudicarla, pero ya no importa. Mi amiga logró el tercer grado pero se suicidó justo hace dos meses. Sin matar a nadie.

También otras amigas abiertamente bolleras (Medeak) fueron hace poco criminalizadas por los contenidos de su blog. Y condenadas a pagar una multa a un baboso que les había agredido en un bar porque ellas respondieron tan agresivamente como él las atacó primero. En el juicio se las retrato como una panda de lesbianas resentidas que salen por la noche a pegar a hombres. Como siempre, la autodefensa en las mujeres se lee socialmente como violencia. Y otro día tuvimos que salir cuatro amigas de un bar porque todo un grupo de tíos, al comprobar que no les hacíamos ni caso, nos fueron molestando y agrediendo físicamente hasta que nos fuimos. Nos escupieron la bebida a los ojos para cegarnos (yo perdí la visión durante unos minutos rodeada de agresivos machorros) y nos dijeron que “íbamos de sobradas” porque no quisimos hablar con ellos ni fingir que nos interesaban sexualmente. En cuanto vieron a dos de mis amigas besarse, se volvieron locos. Eso sí, nosotras respondimos.

También en algunas redes queer se nos ha acusado de ser violentas porque hablamos alto y de insistir en nuestro lesbianismo. Parece que en según que sectores de lucha no binaria, que juegan a la desfachatez política e insultan la inteligencia de Judith Butler o Beto Preciado al invisibilizar la dominación machista, molesta nuestra identidad bollera. Ese: a mí no me gustan las etiquetas. Como si fuéramos globos de helio. Vamos, no me jodas. Artista puede ser una etiqueta, punk puede ser una etiqueta, rubia puede ser una etiqueta, borracha puede ser una etiqueta. Bollera es una enunciación vital históricamente masacrada y oprimida desde la que muchas mujeres tenemos una posibilidad de existir sin autoboikotearnos ni doblegarnos.

En este sentido, cada vez necesito más por la vena el discurso lesbianista de las MDMA. “Cuando hablamos como bolleras radicales (asumiendo que somos multiidentitarias), nuestro único intento es poder utilizar nuestra práctica política como un instrumento importante contra el heteropatriarcado… Uno más entre las millones de estrategias antipatriarcales adoptadas desde la individualidad o desde la colectividad, y que no es mejor ni peor que el resto. Pero que sí ha sido invisibilizado por el esencialismo feminista, el movimiento LGTB y su capital rosa y esperemos que no por el movimiento trans.” Hablamos de identidades estratégicas y sobre todo, de no tener que justificarnos políticamente porque otros nunca han tenido que hacerlo.

Las feministas ya hemos comprendido con el tiempo que jerarquizar luchas no sólo prioriza a menudo a quienes más legitimidad social tienen, sino que además no nos lleva a ningún lado. No podemos ser tan estúpidas de actuar como si maricas y bolleras ya hubiéramos alcanzado una posibilidad de existir sin marcha atrás y ahora llega la hora de las y los trans. Además, no puedo con esos irritantes antagonismos victimarios en plan “yo estoy peor que tú, yo sufro más discriminación. La historia no es una línea ascendente y la palabra progreso miente. Hay que seguir identificando y combatiendo las nuevas (y no tan nuevas) estrategias de la lesbofobia y de la homofobia. Sin olvidar nunca, además, que todos los odios hegemónicos entorno al género se sustentan en la misoginia o en la fobia a lo femenino. (Igual que todos los odios hegemónicos entorno a la raza se blanden desde el supremacismo blanco).

Seguir aprendiendo a defendernos unas a otras. A generar espacios de seguridad y gozo colectivos. A minimizar el inmenso daño que recibimos cuando respondemos a su violencia. A no cuestionarnos unas a otras y empatizar políticamente. A no reprocharnos a nosotras mismas las alianzas que elegimos y tampoco las que no elegimos. A pedirle aliento y protección divinas a Sylvia Rivera, aquella travesti puta portorriqueña yonky sintecho guerrera y activista siempre que lanzó un tacón contra la policía el 28 de junio de 1969 en la puerta del bar Stonewall en Nueva York. Y a celebrarnos cada día no sólo por resistir y plantar cara al enemigo heterodominador, sino también por disfrutar cada minuto de estas vidas que son más nuestras porque nos las hemos ganado a pulso.

Si te quedas con ganas de más Itziar Ziga, pásate por su blog, Hasta la limusina siempre

 

Entrevista a Nanina Santos: “Hay que seguir desmontando al patriarcado”

Publicado en Ameco Press

La docente gallega critica lo que considera “extravíos” del feminismo y mantiene su apuesta por la libertad

Nanina Santos

Madrid, 1 mar. 11, AmecoPress. El feminismo fue resultado de las conciencias de las jóvenes que no estaban dispuestas a asumir el rol que habían desempeñado sus madres. Esta conciencia nace a finales de los 60 y Nanina Santos estuvo involucrada en aquella lucha. Recientemente, ha colaborado con la Fundación ‘Galiza Sempre’ en la publicación de un libro que recoge panfletos y manifiestos del movimiento feminista gallego entre 1975 y 2003. Desde la Asociación Gallega de la Mujer hasta la Marcha Mundial de las Mujeres, el libro deja constancia de las principales campañas impulsadas en nuestro país por el movimiento social a favor de los derechos de las mujeres, con un énfasis especial en los años de construcción del movimiento en las décadas 70 y 80.

¿Qué criterio habéis seguido a la hora de seleccionar esos “Veintidós documentos del feminismo gallego”?

Yo no he hecho la selección de documentos ni los textos introductorios a cada uno de los apartados ni…. Les he aportado documentos, he sugerido cosas y propuesto correcciones en cuestiones que no estaban bien afinadas, o matices…

– ¿Alguna anécdota preferida del periodo inicial en la aventura de ser feminista?

El descubrimiento de las mujeres: su valía, entusiasmo, iniciativa, intrepidez, valentía. El miedo de la izquierda a que dividiéramos “el pueblo”, “la nación”, “la clase obrera” y las críticas que nos dirigían. El pasmo de los segmentos sociales que nos veían y oían.

Hay “feminismos”

– ¿Ha cambiado mucho el Feminismo desde entonces? ¿Cuáles han sido los cambios más significativos?

La sociedad ha cambiado mucho, el reconocimiento en las leyes de derechos y libertades que afectan a las mujeres; la presencia de mujeres en todos los ámbitos de la vida pública y en puestos relevantes de la cultura, la política, la economía, la ciencia así como el avance de los varones en los cuidados paternales, faenas domésticas.

Y… la conciencia de las mujeres, muchos de sus deseos o las prioridades de los mismos. Ya no es la mujer sometida al varón (del padre al marido), sin sexualidad, trabajando hasta el momento del matrimonio, etc, etc.

El feminismo, en lógica consonancia ha cambiado. Se ha extendido y diversificado. Se ha concentrado en la igualdad (relegando a un segundo plano la libertad, por ejemplo) y se ha volcado, en exceso, en la violencia en el ámbito de la pareja-ex pareja. (Nanina aclara: No es que la cuestión no sea bien importante y merezca estos y otros esfuerzos, pero no es lo único. Concentrar en algo para señalar, unir esfuerzos, poner en foco es útil, pero tiene peligros. La experiencia del feminismo de finales del XIX y comienzos del XX al centrar todo en la conquista del voto debía servir de reflexión)

También (el feminismo) ha perdido mordiente. Un sector amplio del feminismo tiene una voz más potente porque emite desde las instituciones u organizaciones prestadoras de servicios y/o subvencionadas. Esta es la que se considera “voz oficial” del feminismo y al que los medios de comunicación atienden prioritaria, mayoritaria y muchas veces exclusivamente.

Otras voces feministas no comparten aspectos muy relevantes de la cuestión femenina con ese llamado feminismo oficial y sin embargo su “entrada en los medios de comunicación” es pequeña o pequeñísima, apenas perceptible siendo ya pequeña la otra también.

Así, temas como la pornografía, publicidad, prostitución, transgenerismo, sexualidad o el “central” violencia de género en los que parece que el feminismo tiene una voz y una posición y no es así en absoluto. Hay diferencias de sustancia en algunos de estos temas. Seria interesantísimo que esto asomase con naturalidad. No como división del feminismo sino como su riqueza, su diversidad, sus matices, diferencias e incluso antagonismos en esta o aquella cuestión. Hay más feminismo que uno, por así decirlo. Hay feminismos.

– Has dicho que hoy, a veces, el Feminismo se muestra como “institucional, anquilosado y repetitivo, penalista y victimario, además de puritano y censor”, así que no es de extrañar que no enganche mucho con la gente más joven. ¿Por qué?

Lo de institucional ya lo he explicado. Sí que se repiten consignas de hace 20 años o que nada ha cambiado y explicaciones muy maniqueas y simplistas sobre los hombres y las mujeres (esto aleja mucho a jóvenes que no perciben las cosas así para nada).

Lo de penalista y victimario es de las cuestiones que me preocupan desde hace tiempo. Hay sectores del feminismo, que insisten, una vez y otra, que la solución a este problema o a aquel es más castigo, más condena, endurecimiento de leyes… convirtiendo temas sociales en temas penales. Me preocupa este extravío del feminismo.

En relación al victimismo, idea que se extiende como mancha de aceite de que somos víctimas de….y necesitamos, por lo tanto, la protección y tutela de papá estado. Nos devuelve al estadio infantil de personas incapaces y contra el que tanto luchamos. Del padre al marido pero no para ir ahora a la protección del estado.

Mujeres que necesiten protección puntual, habrán de tenerla y las administraciones pertinentes tendrán que otorgársela y efectiva. Mujer víctima de este o aquel delito, pues víctima, pero no somos víctimas por el hecho de ser mujeres y es un papel horroroso que nos invalida y no nos estimula a pelear libertades y libertad y otorga a otros –quienquiera que sean- la posibilidad de decidir por nosotras. Por ejemplo, que tenemos que denunciar. Oiga, será si la mujer quiere que nadie mejor que ella sabe lo que le conviene. Que no somos tontas ni estúpidas. También con la prostitución o la trata, todas víctimas y ninguna decide y hay que redimirlas y rescatarlas. Tema complejo y no quisiera simplificarlo pero aquí, así, tan rápido…

Lo de puritano y censor se ha visto muchísimo en cuestiones como publicidad, pornografía, prostitución. Con cosas muy concretas y bien preocupantes. Forma parte de ese extravío del que antes hablaba.

– ¿Qué postura habría de tomar el movimiento feminista, las personas que se sienten feministas, en la situación de crisis generalizada que estamos viviendo (no sólo crisis económica)?

Yo no tengo recetas. Creo que hay mucho que defender y pelear. La crisis afecta más y muchísimo más a la gente en situaciones vulnerables: contratos precarios, paro, pensiones pequeñas, sin papeles. Aquí la presencia de las mujeres es alta. Más alta que la de varones.

Los trabajos poco o mal reglados, aprovecharán la situación para apretar las tuercas a las trabajadoras: servicio doméstico, economías sumergidas, servicios sexuales, campesinas no asalariadas.

Los adelgazamientos presupuestarios en las políticas de bienestar, asistencia social e igualdad, enseñanza y sanidad. Y siguen las diferencias salariales, que son gruesas y no están aquí por la crisis. Viene de antes.

Otros “problemillas” que no son moco de pavo: “el techo de cristal” que llamamos de modo quizá poco atinado. Por ejemplo, estuvimos haciendo esta segunda edición del MUFEST y las directoras de cines, documentales, cortometrajes hablan de la presencia interminable de varones y de su invisibilización.

Nadie quiere aludir al machismo imperante pero los datos están ahí. Debemos unirnos, pelear (los modos de la pelea pueden ser imaginativos y diversos) ayudarnos, hacer menos loas de las instituciones y sus logros y exigir cumplimiento de leyes, denunciar injusticias, criticar y aguijonear a esos machos celtibéricos que ejercen de columnistas y tertulianos diciendo unas lindezas que vaya… Hay que seguir desmontando al patriarcado. Está enraizadísimo y es bueno para la sociedad la riqueza que aportamos.

Violencia de género

– Las cifras de la violencia de género son espeluznantes. ¿Qué puede sumar al debate, a veces genuino y fructífero y otras no tanto, que este tema genera? ¿Qué hacer?

Las cifras son terribles. Y vamos a seguir conviviendo con este drama por bastante tiempo. Hay que decirlo y no más vueltas de tuerca cada vez que hay un nuevo caso…

Hay que cambiar la formación y educación de niños y niñas en casa, en la calle, en la enseñanza y en los medios de comunicación. La publicidad también. Siguen sin invertirse los dineros prometidos en la Ley Integral. No se ha puesto un euro en los centros educativos.

La violencia no sólo nace de la desigualdad. Hay más cosas. Es tema de calado y se está simplificando extraordinariamente. La violencia se aprende pero… ¿Dónde y cómo se aprende? ¿No la enseñamos los adultos a la gente pequeña desde temprana edad? ¿No es “la ley del más fuerte”, algo que se estila muchísimo, ahí ese espejo que es la política internacional, por ejemplo? La hipocresía. Se dice una cosa y se hace otra.

Las crianzas, aprenden básicamente del ejemplo y por el ejemplo, en la familia y en la escuela principalmente. Y luego está esta sociedad desquiciada en la que sobrevivimos y en la que nos vamos desquiciando. Pero de todo ello no queremos hablar. Sólo de tíos desmadrados, celosos, posesivos, machistas y asesinos

Algunas experiencias de trabajo con adolescentes y jóvenes “por los buenos tratos” -Acción en Red de Andalucía y Canarias- me parecen admirables y dignas de prestarles atención. Iniciativas de este tipo sí son relevantes. Además, me parece importante no vincular los apoyos legales y recursos de todo tipo a las mujeres en situación de maltrato de media y alta intensidad a la obligatoriedad de la denuncia. Esta cuestión nadie mejor que la mujer para valorar pros y contras. Además la denuncia no es la panacea. Sólo se dice, “denuncia”, pero luego no se habla de lo que viene después…

¿Cuáles han sido los logros del Feminismo?

En primer lugar, cambiar la idea que las mujeres tenían de si mismas como seres secundarios y no valiosos, de los que hablaban ellos. Convertirse en sujeto social, capaces de hablar en nombre propio. Hay por hacer pero ¡caramba que han cambiado las cosas!

También el feminismo ha conquistado derechos y libertades, a pesar de que siga habiendo faena. Por último, ha sido capaz de retar a la sociedad con la crítica feminista en todos los ámbitos de la organización social, la filosofía, la ciencia…y desde luego cuestionar qué es ser hombre y qué ser mujer y el modo en que se nos hace mujeres y hombres (el género). Tal vez esto requiera ánimos renovados, impulsos nuevos y energías generosas. Algunas ya están llegando de la “resistencia trans” y son muy valiosas.

Fotos archivo AmecoPress

«Una sociedad que no piensa, que no reflexiona, es una involución absoluta en el desarrollo»

ASTEKO ELKARRIZKETA : XABIER ARAKISTAIN «ARAKIS», ARTE DE VANGUARDIA SIN DISCRIMINACIÓN

Adolescencia en Elgoibar. Un año en Oklahoma como una olla a presión. Bebió de los vientos del punk y de la libertad como «squatter» en Londres. De vuelta en casa, los estudios de comunicación le pusieron en la senda del arte y del feminismo, y ya nunca se separó de ellos. Ha ejercido como promotor cultural y comisario artístico independiente y ahora gestiona el centro cultural Montehermoso de Gasteiz. En apenas cuatro años ha hecho de él un espacio de arte contemporáneo y de vanguardia de referencia internacional. Y además, aplicando en su programación la igualdad de sexos. Porque completa el mundo y lo mejora. Es él y es ella; es «Arakis».

Fermin MUNARRIZ I

Entrevista al director del centro cultural Montehermoso Xabier Arakistain " Arakis ".

Entrevista al director del centro cultural Montehermoso Xabier Arakistain ” Arakis “.

Después de años como promotor y comisario de arte independiente, militando en el feminismo y propugnando un cambio de política cultural, ¿qué le impulsó a aspirar a la dirección de un centro cultural oficial como Montehermoso?

En 2005 dirigía las mesas de expertos en arte contemporáneo de la feria Arco y le tomé el relevo a una feminista alemana, Ute Meta Bauer, que es la que abrió un espacio semi-institucional a los cursos feministas. La gente que estábamos cerca de los cuarenta años decidimos reflejar nuestro descontento sobre esa materia y elaboramos el Manifiesto Arco 2005, que fue secundado por un montón de mujeres -y también hombres- del mundo del arte. Planteábamos que si la cultura se financia en buena parte con fondos públicos -o sea, con los impuestos de todas y de todos- no queríamos que se emplearan de forma sexista, y pedíamos a las administraciones públicas que tomaran las medidas necesarias para que las mujeres tuvieran igualdad de oportunidades para trabajar en el arte y la cultura. Eso coincidió con la ley vasca de igualdad de 2005 y luego con la ley orgánica de 2007, que tiene una recomendación muy interesante sobre cuotas de sexo.

No parecía que nadie fuera a hacer nada al respecto, pero se presentó una oportunidad porque la anterior directora de este centro [Montehermoso] se fue a otro sitio y quedó la vacante. Se realizó un concurso público, me presenté y gané con un proyecto que pretendía aplicar esas estrategias y políticas en el mundo del arte y la cultura desde las administraciones públicas. Y para ello, precisamente, había que hacerlo desde una administración pública…

¿Cómo está resultando la experiencia?

Está siendo un viaje apasionante a todos los niveles. El resultado ha sido muy bueno. Yo era optimista pero no pensaba que iba a ser tan rápido, que iba a tener tan buena acogida en la comunidad artística, tanto de aquí como en la internacional. Es un viaje en el que nos hemos embarcado un equipo con un ambiente de trabajo familiar, con una relación muy directa. Hemos trabajado con mucha ilusión y está dando muy buenos resultados. Además, es muy gratificante constatar que incluir a las mujeres de una forma sistemática incluso mejora la programación. Montehermoso es la constatación de que se pueden hacer políticas culturales en el ámbito del arte sin discriminar a las mujeres y que no pasa nada, sino todo lo contrario: pasan cosas mejores.

Vayamos a los orígenes: feminismo y arte confluyen a comienzo de los años setenta del siglo pasado. ¿Qué surge de ese encuentro?

A lo largo del siglo XX, de forma paulatina, las mujeres empiezan a tener acceso a la formación, a la universidad. A finales de los sesenta ya hay mujeres que realizan estudios sobre el arte y que se incorporan a este campo como teóricas y como artistas; y además lo hacen desde una perspectiva crítica. Denuncian que en la historia oficial del arte no hay mujeres y se preguntan por qué. En 1971, Linda Nochlin abre la veta de la perspectiva feminista con aquel artículo ya mítico titulado «¿Por qué no hay grandes mujeres artistas?», y señala que los sistemas sociales de control que impiden que las mujeres tengan igualdad de oportunidades para desarrollar todo tipo de labores en el ámbito público funcionan con toda su fuerza también en el campo del arte. Al mismo tiempo, las mujeres se incorporan como artistas y en sus trabajos empiezan a deconstruir la representación de la mujer, porque el patriarcado utiliza esa representación para reproducirse. Las artistas feministas generan un cortocircuito en el sistema de sexo y género porque empiezan a visibilizar y a denunciar cómo funcionan los sistemas de representación. Son los años en que empiezan a producirse obras y relatos en el mundo del arte que cuestionan el statu quo basado en la opresión de las mujeres.

¿Es el feminismo un mapa para interpretar la realidad?

El feminismo ha sido y es un movimiento social, político e incluso artístico, pero también es una perspectiva científica que ha desvelado, entre otros, el sesgo androcéntrico de las ciencias sociales y humanas. Todas esas vertientes configuran el conocimiento feminista. El feminismo es uno de los motores de cambio más importantes en la actualidad. Desde su óptica explica la historia de las mujeres como una historia de opresión, abuso e, incluso -según en qué circunstancias-, hasta de exterminio. El feminismo está denunciando desde hace ya trescientos años la posición subordinada que ocupan las mujeres y está analizando los mecanismos sociales que sitúan a las mujeres en esa posición. La irrupción de la perspectiva feminista en las ciencias sociales y humanas supone un gran salto porque ha invalidado los métodos existentes previamente; esos métodos ocultan que las relaciones sociales de sexo son relaciones asimétricas. Además, el feminismo denuncia que si hacemos una historia de la humanidad que sólo tiene en cuenta al cincuenta por ciento -los hombres-, se está haciendo una historia errónea. La mitad de la población no está reflejada en esos datos o en esos relatos. Éste es un ejemplo muy obvio.

¿Las cuotas de sexo en el ámbito del arte y la cultura resultan eficaces como mecanismo corrector de la desigualdad?

Las cuotas de sexo son una política del feminismo, que surge en los años ochenta y que se ha aplicado, por ejemplo, en política, o en otros ámbitos, para corregir las desigualdades históricas; y desde mi punto de vista está dando buenos resultados. Esa cantinela de que tal o cual señora está en ese puesto por ser mujer no se aplica a los hombres. Es evidente que no todas las mujeres que ocupan ciertas posiciones son las más capacitadas, pero es igual de evidente que no todos los hombres son los más capacitados para desarrollar las tareas que desempeñan… No hay más que ver cómo está el planeta. La igualdad de sexo también significa que las mujeres tengan derecho a ser igual de inútiles que los hombres. Lo explicaba la filósofa feminista Amelia Valcárcel en su artículo «El derecho al mal» en 1981. Pero volviendo al arte, extrañó muchísimo nuestra propuesta. A la gente le parece más lógico que haya mujeres políticas o en otras actividades, pero ha costado más aceptar que las mujeres puedan ser artistas. Esto tiene que ver con que las ideas de artista, de genio o de obra maestra son ideas masculinas; son ideas que surgen en el siglo XIX y tienen un arco muy largo; todavía están operando en el presente.

¿Es equilibrada la presencia entre hombres y mujeres en los medios artísticos actuales?

El mundo del arte es sexista como el mundo en general. Las cosas han cambiado mucho, pero… Por ejemplo, según las cifras de las facultades de Bellas Artes, desde hace dos décadas, más o menos, hay más licenciadas que licenciados. Esto es un espacio de conquista que han conseguido las mujeres, pero de salir con el título de la facultad a ser una artista reconocida en la sociedad y, sobre todo, en el mercado, hay un gran camino; hay que pasar otro montón de controles, por ejemplo los de los círculos de reconocimiento -que explica muy bien Pierre Bourdieu en «Las reglas del arte»-, que son más complicados de solventar porque se oculta que siguen siendo sexistas. Tenemos muchas mujeres licenciadas en Bellas Artes, cada vez tenemos más mujeres reconocidas en la escena y en el mercado; es decir, es una cosa que va para adelante, pero estamos muy lejos todavía de que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres.

¿Cómo es la producción artística actual en Euskal Herria?

El País Vasco es uno de los marcos que mejor cantera de artistas tiene en el Estado español. Para la población tan pequeña que somos hay mucha gente que está trabajando muy bien, incluso con reconocimiento internacional, pero el campo del arte vasco es ciertamente complejo. Desde las administraciones públicas, que son las que financian y gestionan una buena parte del arte contemporáneo, creo que todavía hay mucho trabajo por hacer para crear las condiciones que necesita un contexto propio rico y en diálogo con lo que está ocurriendo en el ámbito internacional; en ese sentido, Montehermoso es un caso muy particular. Por otro lado, como ha ocurrido en otros países, últimamente están surgiendo estructuras de trabajo interesantes que no dependen de las instituciones. Las que me interesan menos son las que se dicen autónomas pero no lo son tanto porque funcionan con dinero público.

¿En qué terrenos son más fértiles los artistas vascos?

Creo que tenemos unas artistas y unos artistas que explican bien los conceptos que manejan, que articulan discursos interesantes sobre el ser humano y sobre el mundo que habitamos.

Algunos antropólogos dicen que a los vascos nos gusta ser los más tradicionales pero, a la vez, también los más vanguardistas… ¿En el arte también somos así?

Yo creo que las artistas y los artistas vascos del momento están preocupados por cuestiones del contexto local, pero también del global porque entienden que los dos ámbitos son inseparables. En ese sentido, sí creo que están trabajando en la vanguardia del arte contemporáneo. Respecto al peso que tiene el pasado y la propia identidad cultural en el arte actual, me parece muy difícil de responder. Evidentemente somos un cóctel de diferentes categorías: la étnica, la sexual, la de clase… y los artistas y las artistas vascas trabajan con el cóctel que les toca vivir, que es producto de una herencia. Hay diferentes corrientes y tendencias dentro del arte contemporáneo vasco, pero no creo que la forma de analizar el contexto propio sea tan diferente de cómo lo hace un o una artista de otro entorno cultural.

Dice que los artistas trabajan preocupados también por el contexto local. Vivimos en una sociedad convulsa, con conflictos sociales y políticos muy serios. ¿Aparece reflejada esta realidad en el arte vasco actual?

Es una pregunta dificilísima de responder de manera breve. Hay críticos que aprecian conflictos concretos en obras de arte, y yo a veces no he estado de acuerdo con ellos… Aunque, por otro lado, si miras una obra de arte, o la carrera artística de un creador o creadora en profundidad, hay un discurso rico, muy complejo, y salen los conflictos, los traumas… Si se hace un análisis lo suficientemente sustancioso, sale todo eso. Y no tiene que estar necesariamente en un primer plano, ser «el tema».

Tal vez podríamos relacionar esta cuestión con alguna de las escasísimas polémicas del arte. Por ejemplo, la exhibición de la obra de un fotoperiodista vasco en el décimo aniversario del Guggenheim desencadenó una reacción furibunda de determinados sectores por abordar la realidad de manera explícita…

El fotoperiodismo y el arte no son la misma cosa. Desde mi punto de vista, las obras de arte son artefactos culturales que desencadenan una serie de experiencias relacionadas con el conocimiento y que, a menudo, se producen por la tensión que generan los diferentes elementos que las componen. Los lenguajes del arte y los del periodismo son diferentes. Si el periodismo debe jugar con la inmediatez, el arte debe jugar con la interrupción de esa inmediatez; el arte debe producir una experiencia reflexiva compleja. Esto no significa que el arte no sea político, porque el arte, como todo lo demás, es político, ideológico, pero debe reflexionar sobre ese contenido ideológico. Yo personalmente no considero arte esas obras que no ponen en cuestión, que no tensionan, el sustrato ideológico que las componen.

Leía el otro día en la prensa unas declaraciones del ensayista e historiador de arte francés Marc Fumaroli, que pedía no llamar arte al arte contemporáneo. «Reducir el arte a la diversión o a una manifestación de vanidad -decía- siempre se ha considerado una verdadera traición». ¿Vivimos en la cultura del espectáculo y el entretenimiento también en el arte?

Sí, pero desde la perspectiva de Guy Debord, no de Fumaroli. Tengo una percepción personal de que en los últimos diez años esto se ha incrementado, pero hay que tener mucho cuidado con este tipo de políticas porque, aunque para ciertos sectores parece mucho más cómodo tener un sujeto entretenido que un sujeto cultivado, las consecuencias sociales pueden ser desastrosas. Y no sólo en el arte, está ocurriendo en todas partes; por ejemplo, en la universidad se empieza a cuestionar si tal o cual campo de conocimiento no es rentable porque no es lo suficientemente popular. No podemos instalarnos en la sociedad del entretenimiento populista porque es una sociedad que va hacia atrás; una sociedad que no piensa, que no reflexiona, es una involución absoluta en el desarrollo civilizatorio. En Montehermoso, desde el principio apostamos por el conocimiento. Hemos diseñado un centro que tiene un departamento de exposiciones, un departamento de acción cultural, un departamento de educación y un departamento de documentación, que trabajan de forma transversal.

También decía que cualquier seudofilósofo podría explicar estas consecuencias de la postmodernidad con todo tipo de razones, y cuanto más complicadas, mejor… ¿Padecemos la banalización de la cultura?

De la misma manera que en las últimas décadas ha habido políticas culturales de grandes infraestructuras que no tenían contenidos, o de promoción de un tipo de arte con una función de marketing, creo también que -y debido a la crisis económica, entre otras razones- esto está empezando a cambiar. Tengo la impresión de que en los dos o tres últimos años hay un cambio de clima en el mundo del arte…

¿En qué dirección?

El arte es un producto social y cambia como las sociedades que lo producen. Relacionando esto con lo que hablábamos antes, creo que la cultura del espectáculo ha influido mucho en las políticas culturales en las dos últimas décadas, aproximadamente, pero en los últimos años esa tendencia ha cambiado hacia un arte más reflexivo. Una de las últimas obsesiones en el mundo del arte, por ejemplo, ha sido la historia; se han empezado a producir cantidad de discursos artísticos que van revisando la historia, que analizan cómo se ha escrito y que miran hacia lo que se ha dejado al margen y rescatan los descartes que han quedado fuera de las historias oficiales… A mí no me gusta hablar de tendencias en el arte porque es como hablar de moda, y la realidad es que siempre conviven diferentes posiciones y prácticas; unas se hacen mayoritarias y tienen mayor apoyo del mercado o de otros sectores que otras. Además, me cuesta muchísimo tildar una práctica artística de una sola manera.

El arte es uno de los pocos espacios en el que son posibles muchas cosas; y la existencia de ese espacio simbólico y material es un balón de oxígeno de las culturas. Yo creo que las obras de arte son artefactos muy complejos. Quizás desde fuera hay un interés por focalizar ciertos aspectos de esas obras o por ver la historia del arte de esa manera, pero a mí del arte me interesa precisamente todo lo contrario: la posibilidad que tienen esos artefactos culturales, esas obras artísticas, de poner en tensión elementos con resultados interesantes, de contener los contrarios, de ir más allá de las etiquetas simplistas y reduccionistas. Esto es crucial.

¿Qué le parecen las etiquetas? ¿Se ha sentido usted etiquetado alguna vez?

Los estereotipos existen desde el comienzo de los tiempos. El teórico de la sexualidad Jeffrey Weeks hablaba de las paradojas de las etiquetas: que te tilden, por ejemplo, de homosexual está limitando tus capacidades vitales, pero la paradoja es precisamente que reivindicando esa etiqueta podemos hacer la revolución y cambiar el panorama sexual de la sociedad. Yo creo que éste es un problema, pero casi de coeficiente intelectual de la gente que se limita a definir las cosas de una única manera y con una etiqueta corta… Los seres humanos somos bastante más complejos en general. Las etiquetas reflejan más los miedos y prejuicios de la persona que mira que de la persona que es etiquetada.

Educación bloquea el acceso de los centros educativos a webs sobre diversidad sexual

Los escolares valencianos, sin embargo, pueden ver páginas en las que aprender a “fabricar bombas” o comprar armas

Los institutos valencianos no pueden acceder a páginas de contenidos basados en la diversidad sexual desde las aulas de informática. Al introducir palabras como “gay”, “lesbiana” y “homosexual” aparece un aviso de “acceso denegado” por el filtro de control del sistema informático de la Consejería de Educación, que cataloga estos términos como “pornografía”. Tampoco pueden acceder a webs nacionales e internacionales de organizaciones expertas en recursos educativos sobre sexualidad. Paradójicamente, los alumnos sí pueden abrir páginas en las que se enseña “cómo fabricar una bomba”, con la ‘receta’ íntegra y dónde comprar ácidos para su composición. También pueden ver webs en las que se puede “comprar y vender armas” on line o acceder a múltiples páginas y enlaces de grupos extremistas.

Este periódico ha comprobado in situ el funcionamiento del sistema en varios institutos de distintas zonas de Valencia capital, y ha palpado la “preocupación” de los directores por la restricción a contenidos educativos, ya que entre el alumnado hay niños con padres y madres homosexuales que pueden verse “discriminados” porque estas páginas se catalogan como pornografía. Es decir, “como si fuera un acto ilegal y punible”, afirma un docente. La Consejería de Educación ha admitido que aplica filtros para controlar el acceso general a determinados contenidos, pero no ha precisado de momento a qué temas o páginas afecta.

El bloqueo del acceso a páginas web ha sido denunciado hoy en un comunicado por el grupo parlamentario Compromís, que precisa que el bloqueo afecta a varias asociaciones, tanto españolas como internacionales, que informan sobre aspectos relacionados con la diversidad sexual. La denuncia llega en medio de la polémica por lasuspensión temporal de los cursos de educación sexual por parte de la Generalitat.

Entre las páginas bloqueadas por el Servicio de Asistencia Informática de la consejería se encuentran, por ejemplo, la de la web de la Federación Internacional de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales (www.ilga.org), la sección europea de esta Federación (www.ilga-europe.com) o la Federación Española de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales (www.felgtb.org). Por ello, la diputada Mònica Oltra ha registrado una pregunta en las Cortes dirigida al consejero de Educación, Alejandro Font de Mora, para que dé “explicaciones oficiales” sobre el “bloqueo” en los centros educativos a páginas web que informan sobre la diversidad sexual.

Además, la coalición ha apuntado que el “delirio censor” de la consejería llega “al límite con la censura de dos páginas web que cuentan con apoyo institucional de la propia Generalitat: una de ellas es la que remite al Festival de la Luna, certamen de cine LGTB que cuenta con el apoyo del Museu Valencià de la Il.lustració i Modernitat (Muvim), que depende de la Diputación de Valencia, o del Colectivo Lambda, entidad declarada de interés social y que, además, ha sido reconocida por Educación para la organización de cursos de formación para el profesorado sobre diversidad sexual (www.lambdavalencia.org)”.

Según Compromís, “el acceso a cualquiera de estas páginas es imposible desde cualquier aula de informática de un centro educativo, porque el Servicio de Asistencia Informática de la Consejería de Educación las considera no recomendables para los ámbitos docentes y potencialmente peligrosas para los estudiantes”. Para Oltra, se trata “de un acto de censura inadmisible hacia asociaciones que informan sobre diversidad sexual, internacionalmente reconocidas y, algunas de ellas, declaradas de interés público o reconocidas como agentes de formación por la Generalitat Valenciana”.

La portavoz de Educación del PP en las Cortes, Maira Barrieras, ha arremetido contra Oltra y “la izquierda que no quiere ninguna protección en los colegios para los menores en el acceso a Internet”. No ha dicho nada, sin embargo, de las amplias posibilidades de comprar y vender armas de todos los calibres, fabricar bombas caseras y aprender a “cómo pegar a tu profesor”. Barrieras insiste en que se trata de “fantasmas” de la diputada de Compromís, porque está “obsesionada con las persecuciones”.

Barrieras ha dicho, además, que “estos filtros de protección de menores están contratados desde hace años a una empresa externa” de la que no ha proporcionado más detalle. Lo cierto es que cuando se veta la entrada en una página, la única información que recibe el usuario remite al sistema informático de la consejería, el SIA (Suport d’Assitencia Informàtica).

Niños femeninos. La homofobia esta en las aulas

Artículo publicado en LA JORNADA

El “maricón” del salón, el “jotito”, crece repudiado por sus maneras “de niña” y tiende a interiorizar ese rechazo. Es señalado porque transgrede los roles de género y rebasa los límites de lo “natural”. En un estudio realizado en hombres homosexuales, el investigador de la UAM, Luis Ortiz, constató que el rechazo hacia lo femenino persiste incluso en hombres gay que asumen su orientación sexual.

homofo

En un salón de primaria se escuchan carcajadas. Rodrigo sólo tiene un fuerte sentimiento de vergüenza mientras su mochila resbala de su espalda y cae al suelo. Su compañero de la banca de atrás cortó los tirantes, situación que resultó cómica para todos los demás. Este incidente no fue el primero. Desde primer grado había recibido insultos como “jotito” o “maricón”; para el tercer año más de un compañero lo había empujado o le había quitado cosas; en cuarto, varios de sus compañeros lo acorralaron en los sanitarios para burlarse porque “se había equivocado de baño”; para quinto, lo identificaban como el “putito” del grupo.

¿Qué hace diferente a Rodrigo de los demás niños? Es un niño femenino en sus comportamientos y ademanes. Es notorio para sus compañeros y maestros, para sus familiares y vecinos e incluso para los desconocidos. El trato que recibe va desde la lástima hasta la franca violencia. Pocas muestras de comprensión y empatía ha encontrado. Alguna maestra intentó regañar a los niños que lo agredían haciéndoles ver que “el pobre Rodrigo no podía ser de otra forma”. Su padre platicó con él en tono serio para convencerlo de que era necesario que cambiara su forma de caminar, el tono de su voz, la forma en que se peinaba, la manera en que movía las manos e incluso su forma de mirar.

La situación de Rodrigo es familiar para muchas personas, ya sea porque tuvieron experiencias similares o porque fueron testigos de ellas. Una primera justificación del maltrato hacia los niños femeninos puede ser: “el niño tiene que aprender a ser hombre y los hombres no se comportan así”. Esta respuesta es un reflejo de los estereotipos de género, es decir, de la creencia de que lo “natural” es que los hombres sean masculinos y las mujeres, femeninas.

Cuando se dice que algo es “natural” significa que es producto de nuestra biología. Cuando un comportamiento es producto de la biología se presenta de la misma forma en todos los tiempos y espacios. Pero la realidad no es esa. Por ejemplo, en algunos países europeos los hombres se despiden con besos en las mejillas y en la India es “natural” que los hombres se tomen de la mano en la calle. En México, estas conductas son “femeninas”.

La realidad desafía nuestra creencia de que lo masculino es “natural”, pues la definición de lo que es masculino es artificial en el sentido de que somos nosotros como sociedad (y no nuestra biología) los que lo definimos. Entonces, no hay ningún factor anatómico o fisiológico que impida que un hombre tenga conductas que artificialmente llamamos “femeninas”; lo mismo aplicaría a las conductas masculinas en las mujeres.

La condena a la transgresión
Aclaremos algo: no todos los hombres homosexuales son femeninos y seguramente algunos hombres que son femeninos no son homosexuales. Esto no descarta el hecho de que, con frecuencia, un hombre femenino es un hombre homosexual. Así, en investigaciones realizadas en Estados Unidos de América se ha observado que los niños femeninos tienen más probabilidad de ser homosexuales en la vida adulta que los niños que no son femeninos.

En general se asocia a la homosexualidad con la transgresión de los estereotipos de género: los homosexuales son pensados como varones femeninos y las lesbianas como mujeres masculinas. Existen dos problemas en esta asociación. El primero es erróneo, pues se aplica como una regla general (“todos los homosexuales son femeninos”), cuando existen muchas excepciones. Y el segundo, más importante, es que la asociación está permeada por evaluaciones negativas. Las ofensas y el maltrato que ha recibido Rodrigo son producto de un juicio que considera que está mal desviarse de las normas socioculturales. Palabras como “jotito”, “mariquita” o “putito” no describen un comportamiento, sino que buscan denigrar al que lo realiza.

La asociación de la homosexualidad con la transgresión de los estereotipos de género es reproducida a través del lenguaje (sobre todo en chistes y albures) y los medios masivos de comunicación. Hay que señalar que el carácter devaluatorio de esta asociación es más marcada en el binomio homosexual–varón femenino que cuando se trata del binomio lesbiana–mujer masculina. Por ejemplo, en los medios de comunicación masiva es frecuente observar escenas en las que se humilla, ridiculiza y agrede a un varón por ser femenino e implícitamente es homosexual, pero no es común ver en la misma situación a una mujer masculina. Entre los varones existen juegos y señas con connotaciones sexuales en los que está implícito que el varón que es penetrado adopta un rol pasivo (femenino) y es homosexual; juegos similares no existen entre mujeres.

Temor perenne de la violencia
Para los hombres homosexuales la infancia puede ser una de las etapas donde experimentan mayor violencia, y no debido a su orientación sexual, sino a que son niños femeninos. En un estudio que realizamos con hombres homosexuales de la ciudad de México se observó que 34 por ciento había sufrido insultos verbales debido a que eran niños femeninos (de los 6 a 11 años de edad); por el mismo motivo al 30 por ciento le habían pedido que cambiara, 22 por ciento había sido objeto de humillación o burla, al 8 por ciento lo habían golpeado y al 5 por ciento le habían robado o dañado algún objeto de su propiedad. En el mismo estudio se encontró que, en la vida adulta, los hombres homosexuales percibidos como femeninos son objeto de violencia con mayor frecuencia que los hombres homosexuales que se perciben masculinos. Estas diferencias no se observan entre mujeres masculinas y mujeres femeninas.

En los hombres homosexuales, la forma en que se perciben a sí mismos puede ser afectada por la violencia que reciben, pues aprenden la evaluación negativa del vínculo homosexualidad-transgresión de los estereotipos de género. Una primera reacción es, progresivamente, dejar de tener comportamientos y ademanes que consideran femeninos. En la investigación observamos que de la niñez a la vida adulta el porcentaje de sujetos que se percibían femeninos disminuía (de 16 a 4 por ciento), mientras que lo opuesto ocurría con la proporción de individuos que se percibían masculinos (de 26 a 41 por ciento). Una explicación a este cambio de comportamiento y apariencia para apegarse al estereotipo de género es que con ello reducen la posibilidad de experimentar violencia y discriminación.

Otro aspecto en que puede influir la violencia que reciben los varones homosexuales es en la forma en que perciben su entorno y, en específico, las reacciones de las personas con las que interactúan. Lo que hemos observado es que los varones homosexuales que son femeninos, en comparación con los que son masculinos, perciben que tienen mayor probabilidad de ser víctimas de violencia en el futuro. Es decir, los homosexuales que, a pesar de las presiones del entorno, mantienen comportamientos femeninos, viven de manera crónica con el temor de ser agredidos.

El reto
La típica asociación entre homosexualidad y transgresión de los estereotipos es producto de un hecho estadístico: muchos homosexuales (pero no todos) son varones femeninos. Se trata de una excesiva generalización. Es primordial comenzar a plantear que es injusto considerar como algo negativo a la transgresión de los estereotipos de género. Una interrogante central es ¿qué hacer para aceptar que la feminidad en los hombres y la masculinidad en las mujeres no es mala ni buena, sino parte de la diversidad humana? Estamos acostumbrados a pensar de manera dicotómica: hombre-mujer, femenino-masculino, malo-bueno. Nos es difícil aceptar que la realidad está llena de matices.

Afortunadamente, podemos aprender de los niños y niñas, en quienes la socialización es incipiente. Además de inculcar en ellos el respeto a la diversidad como un valor imprescindible para la convivencia, podemos crear ambientes que les permitan expresarse sin temor a ser censurados por normas arbitrarias y autoritarias.

Si el lenguaje es una de las formas centrales en que se aprende y reproduce el trato denigrante a la transgresión de los estereotipos de género, también puede ser una forma de aprender e implantar nuevas normas para la convivencia social. Podemos cuidar que nuestro lenguaje no reproduzca las evaluaciones negativas o que consideran “desviaciones” a la feminidad en los varones. Por el contrario, busquemos orgullo y dignidad en las diferentes manifestaciones de la transgresión a normas arbitrarias que esconden la verdadera naturaleza humana.

*Profesor investigador del Departamento de Atención a la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana – Xochimilco. lortiz@correo.xoc.uam.mx