‘Llámame Paula’, primera novela juvenil protagonizada por una niña transexual en España

Entre juegos y enredos infantiles, Paula va descubriendo su identidad y batallando por encontrar su lugar en el mundo y la aceptación de sus compañeros de colegio y de su propia familiaLLAMAME PAULA

Su autora, la sevillana Concepción Rodríguez, leyó un buen día una noticia que contaba que un colegio concertado de Málaga no permitía que una niña transexual usara los baños y vistiera el uniforme que correspondían a su género, en contra incluso de las propias directrices de la Junta de Andalucía.

La escritora, maestra de profesión, no entendía cómo podían seguir ocurriendo estos episodios de intolerancia en el sistema educativo. Se puso a buscar literatura para adentrarse en un mundo entonces desconocido para ella. La búsqueda no fue fructífera. No existía literatura que explicara la transexualidad a adolescentes (tan sólo un cuento para edades tempranas con el título ‘Transpirata’) y mucho menos protagonizada por un niño o niña transexual que sirviera de material educativo para derribar los muros de la discriminación.

Así comenzó a fraguarse en la cabeza de Concepción Rodríguez la vida de Paula, la primera novela para adolescentes protagonizada por una menor transexual. Paula es una niña a la que le asignan un nombre masculino al nacer pero que a los ochos años, tras la muerte de su madre, empieza a reafirmar su género en los juegos, en la ropa que desea vestir y en la manera que se sitúa en una sociedad que le es mucho más hostil que al resto de niños con los que comparte las aventuras y travesuras propias de una niña de su edad.

“Todo lo que no conocemos, lo rechazamos”, afirma la autora de ‘Llámame Paula’ para justificar su motivación a publicar una novela para adolescentes en la que se visibiliza la transexualidad infantil, aunque casualmente quien apoya más decididamente la identidad sexual de Paula son sus amiguitos y no su padre o su abuela.

La novela, después de la negativa de una empresa editorial andaluza, ha sido publicada por la catalana Bellaterra y está prologada por Mar Cambrollé, presidenta de la Asociación de Transexuales de Andalucía, entidad a la que recurrió la autora para documentarse acerca de la realidad de la transexualidad y evitar caer en clichés o en un uso del lenguaje erróneo para referirse a esta realidad.

Cabe recordar que Andalucía fue pionera en aprobar  una ley en 2014 que despatologizó la transexualidad y que cuenta con un protocolo de obligado cumplimiento para todos los centros educativos sostenidos con fondos públicos, puesto en marcha justo después de la polémica en el colegio religioso San Patricio de Málaga, dependiente de la Fundación Diocesana, episodio que motivó que Concepción Rodríguez diera vida literaria a Paula.

Este  protocolo de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía facilita que un niño o una niña transexual sea tratado por su género sentido, para lo que solamente es necesario que sus padres, madres o tutores lo soliciten a la dirección del centro, independientemente de que en el documento nacional de identidad figure o no el sexo asignado al nacer del menor transexual.

Un poeta iraní exiliado por su identidad gay pide asilo en Israel

Payam Feili: “Nada cambia en Irán para los homosexuales pese a las elecciones”

El poeta y novelista iraní Payam Feili

El poeta y novelista iraní Payam Feili, de 30 años, se exilió de la República Islámica en 2014 tras haber sido acosado y detenido por mostrar abiertamente su identidad homosexual en sus obras. Después de permanecer año y medio en Turquía, logró a finales del año pasado un visado de tres meses para asistir al estreno de la versión teatral de una de sus novelas en Tel Aviv. Tanto el Estado judío como Irán, que rompieron relaciones en 1979 tras la caída del sah de Persia, prohíben a sus ciudadanos viajar a países considerados enemigos. Pero Feili ha obtenido ya una ampliación de su estancia en Israel hasta el próximo octubre mientras se tramita la solicitud de asilo que acaba de presentar.

“Las elecciones que se han celebrado ahora en Irán no van a cambiar nada, todo es puro teatro y el resultado está fijado de antemano por el régimen”, asegura el joven escritor exiliado. “Conservadores, moderados y reformistas son todos iguales, y para un gay las cosas no van a cambiar nada. Mientras todo siga igual no voy a volver allí”, explica Feili, cuya cuenta de correo electrónico fue manipulada en Irán mientras su blog quedaba bloqueado.

De delicadas maneras, las uñas pintadas de color violeta y con un vistoso anillo turquesa, el poeta iraní se alejó por unas horas del ambiente liberal de Tel Aviv, donde reside, para comparecer ante un grupo de periodistas extranjeros en Jerusalén. En la conservadora Ciudad Santa, un judío ultraortodoxo apuñaló a varias personas el pasado verano en la marcha del orgullo gay y causó la muerte de una adolescente.

Cuando el entonces presidente iraní Mahmud Ahmadineyad visitó en 2007 la Universidad de Columbia en Nueva York, afirmó que en su país no había gais. Lo cierto es que la práctica de la homosexualidad es ilegal en Irán y se castiga con penas de cárcel, aunque en la práctica resulta difícil probar las acusaciones según la ley islámica, que exige cuatro testigos. Al amparo de esta discriminación, Feili ha solicitado asilo en Israel, donde existe una activa comunidad gay —especialmente en Tel Aviv— que se manifiesta abiertamente en la sociedad civil y que cuenta con representantes en el Parlamento.

Hagai Kalai, abogado del escritor iraní, confía en que su cliente recibirá pronto la condición de asilado para que pueda establecerse en Israel. “El suyo es un caso muy poco habitual”, reconoce el letrado, “los homosexuales palestinos que quieren escapar del agobio que sufren en la conservadora Cisjordania tardan años en ver reconocidas sus peticiones para exiliarse en Tel Aviv”. En Israel hay 50.000 africanos procedentes de Eritrea, Sudán y otros países que sufren conflictos, pero solo unos pocos han recibido asilo.

“Conozco su situación, pero mi caso no es el mismo, tiene unas circunstancias particulares”, argumenta Feili, quien fue detenido en tres ocasiones entre 2010 y 2014 en Irán. Ha publicado nueve obras en farsi que giran en torno a la homosexualidad. Su última novela corta, Creceré, daré frutos… higos —representada en Tel Aviv en versión escénica—, trata sobre la relación amorosa entre dos soldados durante la sangrienta guerra entre Irán e Irak en la década de los ochenta. Su primera colección de poemas, La plataforma del Sol, fuecensurada en algunos de sus versos antes de que se le retirara el permiso de impresión para la tercera edición. Otras de sus obras pudieron ser editadas en Estados Unidos y Alemania. Luego tuvo que emprender el camino del exilio.

Un tatuaje con la estrella de David del tamaño de una moneda de un euro asoma sobre su cuello. “Desde muy joven me fascinó la cultura de Israel. Las películas internacionales sobre el Holocausto me interesaron, y luego leí la Torá [libro sagrado judío] desde un punto espiritual y cultural”, revela Feili, quien, en una evocación del culto Bahai surgido en Irán, asegura no tener predilección por ninguna religión.

La transfobia de ‘La chica danesa’

la chica danesa

Cuando están quedando obsoletas las prejuiciosas formas de entender y vivir la transexualidad fuera del contexto de la condición humana, desde el momento en que el activismo trans ha “herido de muerte” al discurso “biomédico” que se encargó de patologizar las identidades trans, ahora que el empoderamiento de las personas trans parece tomar fuerza, ganando espacio y creando un discurso propio, que está posibilitando la gran visibilidad de una nueva generación e incidiendo en el derecho internacional, instituciones gubernativas y no gubernativas, en la defensa de la dignidad, diversidad y la libre autodeterminación del género, como un derecho humano fundamental.

La gran pantalla con una gran operación de marketing nos ha vendido, como si de un producto se tratara, la historia inspirada en la vida de Lili Elbe, una mujer transexual de los años 1930, dándole carácter real; lejos de ello, es una “burda” adaptación de la novela de David Ebershoff, “La chica danesa”, publicada en el año 2000, no exenta de prejuicios, donde el director Ton Hooper y la guionista de Lucinda Coxon, nos traslada a través del lenguaje y las ideas actuales a un drama donde quedan patente los mensajes subliminales que sólo desde una “óptica” cisexista es posible.

La trama reproduce todos los conceptos “médicos” y tópicos asociados a la transexualidad que nos anclan en la discriminación y desnaturalizan la condición trans, utilizando mecanismos de cosificación, control político de los cuerpos y de la sexualidad humana, sirviéndose del drama como herramienta, que soslayadamente sirve de instrumento para “imponer” sobre las personas trans y la sociedad conceptos cisexistas y binarios.

Lili, enamorada de Gerda, mantenía una relación de complicidad, atracción, deseo y una vida sexual plena y satisfactoria. En cuanto Lili se empieza a reafirmar en su identidad sentida, el “guionista” nos implanta el primer correctivo: a las mujeres trans no les pueden gustar las mujeres, imponiendo el “heterosexismo” yreconduciendo la orientación sexual de Lili, quien empieza a “coquetear” con hombres. Podría ser bisexual, pero no, el guionista se empeña en reforzar que la conducta “normal” es la heterosexualidad. Aún va más allá. Cuando Lili empieza a gustar a los hombres, no le es posible mantener relaciones sexuales con estos; se afianza el “ odio a los genitales”, supeditando el sexo y el género al genitocentrismo; “ no eres mujer sin vagina”, y si mantiene relación con hombres, es homosexualidad. El discurso genitocentrista reduce a las personas: mujer/femenino/vulva y hombre/masculino/pene.

Todo ello intensificado con frases que se repiten a lo largo del film, no casuales: “Quiero ser una mujer de verdad y completa” , “ la naturaleza ha cometido un error que la medicina puede corregir”. Un descarado e interesado discurso biomédico que se resiste a perder las ganancias que les proporciona la “patología” de las identidades trans y el “calzador” de la cisnormatividad, viendo como una amenaza la expresión de cuerpos diversos y la ruptura genital/cuerpo/sexo/género.

La Trans-revolución es un hecho que no tiene retroceso, la aportación social que hacemos desde lo trans nos liberará a todas y todos de corsés de falsas feminidades y masculinidades que se han forjado desde el sexismo, machismo, patriarcado, cisexismo y el genitocentrismo.

La revolución será trans o no será

Zinegoak llega a Donostia para “no dejar indiferente a nadie”

Durante tres días, el festival bilbaino ofrecerá dos filmes y cinco cortos en el Teatro Principal

peli zinegoak

DONOSTIA – El Festival Internacional de Cine y Artes Escénicas Gaylesbotrans de Bilbao, Zinegoak, se expande y ofrecerá un total de dos largometrajes y cinco cortos en Donostia, el día 29 y el 1 y 3 de marzo. Además, estas jornadas adquieren fuerza, ya que este año, por primera vez conjuntamente, los colectivos Ehgam y Gehitu han participado en la organización de estas proyecciones junto con Zinegoak y Donostia Kultura. “Esta propuesta ha crecido gracias al trabajo conjunto y nos alegra tenerla en la ciudad, ya que Zinegoak es uno de los festivales más importantes en esta especialización, y también el más coherente”, apuntó ayer Josemi Beltrán, responsable de la Unidad de Cine de Donostia Kultura. Todas las citas serán en el Teatro Principal y comenzarán a las 19.30 horas.

El día 29, el público disfrutará de la película canadiense A Gay Girl in Damascus: The Amina Profile, de Sophie Deraspe. “Es un filme maravilloso que además de tratar el tema de la homosexualidad, hace una reflexión sobre los medios de comunicación”, explicó Pau G. Guillén, director de Zinegoak. A su juicio, el público observará unos temas al principio, pero su forma de mirar la película irá cambiando conforme ésta avance.

Al día siguiente, el Principal acogerá el filme En la gama de los grises, del chileno Claudio Marcone. “Este largometraje habla de situaciones que nos hacen elegir entre blanco y negro, aunque no siempre tiene que ser así”, apuntó el director del festival sobre esta película que indaga en las emociones de un arquitecto de mediana edad.

Por último, el 3 de marzo será el día dedicado a los cortometrajes, ya que se proyectarán cinco, tres de ellos de realizadores vascos. “Los temas serán muy variados, como el VIH, las relaciones lésbicas o la memoria de los mayores”, mencionó Guillén, quien prometió que el público podrá disfrutar “de buenas películas”. Los cortos que se proyectarán serán Aitona mantangorria, de Kepa Errasti; Lo que nos une, de Mattin Garikano; Semeak, de Iker Azkoitia; À qui la faute?, de Anne-Claire Jaulin; y De que lado me olhas, de Carolina de Azebedo y Elena Sassi. “Son obras que creemos que necesitan esta oportunidad, porque si no, les cuesta tener recorrido”, agregó.

“Además, después de las charlas se podrán intercambiar opiniones, preocupaciones y reflexiones con el director o un invitado”, apuntó Ramón San Sebastián, coordinador de Gehitu. Por su parte, el representante de Ehgam, Mikel Martín, subrayó que no es un festival para gays, sino que “todos disfrutarán de estas propuestas y podrán reflexionar acerca de distintos temas, pues no dejará a nadie indiferente”, concluyó.

PREMIOS OSCAR La única transgénero nominada a los Oscar también boicotea la gala

Anohni (antes Antony Hegarty, de Antony & the Johnsons) ataca la Academia de Hollywood

Lamenta que no le propusieron tocar la canción por la que está nominada

 

Hay otro boicot en los Oscar. Tras el plantón de varias estrellas negras, de Spike Lee a Will Smith, por la falta de inclusión en las nominaciones, ahora es la primera transgénero candidata a un premio quien no asistirá a la gala: Anohni (antes Antony Hegarty, líder de Antony and the Johnsons) ha afirmado que no acudirá a la ceremonia, pese a su nominación por la mejor canción, junto a J. Ralph, por Manta Ray. La indignación de la creadora radica en que no ha sido invitada a actuar durante la velada, pese a que normalmente durante la ceremonia se tocan en directo los temas que optan a la estatuilla.

Tres de los cinco nominados por la mejor canción actuarán durante la noche de los Oscar: Lady Gaga, The Weeknd y Sam Smith, según AFP. David Lang, candidato por su tema en La juventud, de Paolo Sorrentino, es el otro excluido. Sí actuará, en cambio, el líder de Foo Fighters, Dave Grohl, pese a no contar con ninguna nominación.

Anohni achaca el ninguneo de los Oscar a varias razones. Ante todo, “no fui invitada a actuar porque soy bastante desconocida en EE UU y cantar una canción sobre el ecocidio posiblemente no venda mucho”, escribe en un comunicado en Facebook. Manta Ray se escucha en el documental Racing Extinction, sobre cómo los humanos están destruyendo el planeta.

La artista considera que también su condición de transgénero afecta a la decisión de la Academia. “Si sigues la pista, la verdad más profunda de todo esto es imposible de ignorar. Como el calientamiento global, no se trata de un evento aislado, sino de una serie de acontecimientos que ocurren a lo largo de los años y crean un sistema que ha buscado desautorizarme, primero por ser afeminada de pequeña, y después como mujer transgénero andrógina. Es un sistema de opresión y disminución de oportunidades para los trans que el capitalismo en Estados Unidos ha usado para aplastar nuestros sueños”, añade el comunicado.

La cantante cuenta que estaba a punto de subirse al avión rumbo a Los Ángeles cuando la rabia se apoderó de ella: “Ahí estaba, sintiendo cómo me picaba la vergüenza que me recordaba de aquellas afirmaciones de EE UU sobre mi ser inadecuada, por transgénero. Me di la vuelta y me fui a casa”.

ÁNGEL MARTÍN ‘LOVE PAIN LOVE’ “Todos somos muy radicales y ridículos cuando nos enamoramos y cuando nos dejan”

El Auditorio Barañáin será mañana (20.30) escenario de una comedia romántica de cine en teatro. ‘Love Pain Love’, con Ángel Martín y Ricardo Castella

Ángel Martín, sosteniendo a un Ricardo Castella muy particular

Ángel Martín, sosteniendo a un Ricardo Castella muy particular. Ambos dan vida a Ryan y a Natalie en este montaje.

PAMPLONA – Son dos hombres, pero interpretan a un hombre y a una mujer. Ángel es Ryan, que quiere romperle el corazón a alguien para recomponer el suyo; Ricardo es Natalie, una convencida de que le han echado mal de ojo, porque tanto desengaño no es normal. Todo esto, con canciones.

¿Qué es esto de hacer un piloto de una serie de televisión para teatro (Nunca es tarde) primero y una comedia romántica de Hollywood también para las tablas ahora?

-Estamos intentando fracasar siempre a lo grande. Teníamos la sensación de que con una serie necesitábamos doce capítulos para fracasar y ya con una película de 90 minutos pensamos que podíamos fracasar a un nivel bastante grande. Lo pasamos muy bien haciendoNunca es tarde y Love Pain Love es una especie de hermano mayor de aquello; una comedia romántica musical para Hollywood en la que, por falta de presupuesto, Ricardo y yo hemos decidido hacer todos los personajes y, además, tocar la música en directo. Nos vamos pasando los instrumentos, tocamos y cantamos mientras las escenas avanzan. Es una movida…

Agotadora.

-No es lo más relajado que he hecho en mi vida. Las posibilidades de que haya errores son muchas; llevamos varios instrumentos y unos pedales para poder simular que tenemos una orquesta. Con ellos grabamos unas bases que se van repitiendo en bucle y sobre eso montamos las canciones… Es un no parar.

¿Hasta qué punto improvisan?

-Intentamos que no haya nada de improvisación. Es verdad que al final algo hay porque los cacharritos electrónicos que llevamos a veces deciden que no van a funcionar como tienen que funcionar; otras veces pulsas el pedal que no tienes que pulsar… En realidad, toda la improvisación que hay son errores, pero vamos a guión cerrado. El público se sienta y le pedimos que imagine la película que le vamos a contar, porque la historia pasa en Nueva York y, no te voy a engañar, no hemos podido traernos la estatua de la Libertad… En ese sentido, los espectadores tienen que poner un poco de su parte.

Bueno, algo más de un poco, porque deben imaginar que sobre el escenario hay un hombre y una mujer…

-Sí, pero sobre todo en el caso de Ricardo, porque yo hago de Ryan Gosling y todo el mundo sabe que mi parecido con él es impecable. Ricardo hace de Natalie Portman y eso ya cuesta más. Pero lo más curioso es que hay mucha gente que consigue imaginarse a Natalie, así que el trabajo interpretativo que hace es muy, muy grande.

¿De dónde nace la idea de hacer una comedia romántica?

-Siempre nos gusta buscar ideas que sea muy universales. Es la manera más sencilla de que la gente conecte con ellas. Todos nos hemos planteado alguna vez dejarlo todo para cumplir nuestros sueños; de repente, estás en la oficina y dices ‘¿qué hago yo aquí?, si lo que quería era hacer bicicletas de hojalata en Ibiza’. Y Love Pain Love se refiere a ese ciclo por el que pasamos todos, en el que o estás enamorado y por lo tanto eres feliz y todo te parece maravilloso, o todo se ha ido al garete, entras en el bucle del dolor y piensas ‘no voy a salir de esta’, ‘todo es terrible’… Pero mientras te estás quejando, aparece alguien y vuelves a creer en el amor. Este es un espectáculo en el que si estás en la primera fase, te va a gustar porque te vas a identificar con los personajes y si no, también, porque todos hemos pasado por ese momento en el que creemos que el amor no existe. Nos gusta mucho lo radicales que nos ponemos todos cuando nos enamoramos y cuando nos dejan; son los dos momentos más ridículos que tiene el ser humano.

Ryan, su personaje, tiene un plan mezquino, quiere romperle el corazón a una mujer para resarcirse de sus desengaños.

-Sí. Le han dejado nueve veces y decide que su plan para recuperar su fe en el amor es hacer que una chica se enamore de él y luego dejarla. La única condición que se pone es que la chica no sea rara, porque las chicas raras son su debilidad. Y un día coincide con Natalie, a la que también han dejado nueve veces, solo que ella le dice que cree que a la gente que le pasa eso tiene una maldición que podría llegar a deshacerse yendo a una bruja. Claro, es un poco rara y a Ryan no le va bien, pero todo el mundo sabe que cuando menos te quieres enamorar, más posibilidades hay de que pase.

¿Qué papel juega la música, que es mucha, en la trama?

-Lo más complicado de las canciones era que permitieran que la trama avanzara, que no fueran los típicos números en los que no pasa nada. Tenemos el límite de los 90 minutos y si una canción empieza en el punto A, cuando termina ya tienes que estar en el punto B. Todo lo que cantamos tiene sentido.

¿Cómo trabaja con Ricardo, hacen tormenta de ideas, cada uno aporta sus vivencias…?

-La suerte es que todos hemos pasado por estas situaciones y tenemos amigos que también las han vivido. Nada de lo que contamos es biográfico, pero todo está basado en historias nuestras o de nuestro entorno. Una vez que encontramos la idea, nuestra manera de trabajar es dar muchos paseos, hablando mucho, hasta que damos con la trama donde todo puede encajar. Lo más complicado de escribir algo así son las canciones. Sin duda.

Ahora que Ricardo no nos oye, ¿cómo es como mujer?

-Yo no me acostaría con él, no te voy a engañar. No es mi tipo de mujer. Lo que tiene Ricardo es que es muy divertido. No nos gusta usar pelucas ni disfrazarnos ni nada de eso, así que cuando salimos le decimos a la gente que va a tener que imaginárselo y es así, ni más ni menos. Y es que no queríamos que esto pareciera una obra de dos tíos riéndonos de las tías. Para nada. Creo que hemos conseguido que no sea una obra ni para tías ni para tíos, aunque también te digo que les gusta más a las chicas. Claro, es que a veces hablamos de lo desastre que somos los tíos en las relaciones. Pero, volviendo a Ricardo, hace una Natalie Portman muy buena; ojalá que Natalie no lo vea nunca, pero lo hace muy bien.

Lo que está claro es que como compañeros funcionan muy bien.

-Hay un componente de admiración mutua. No hay lucha de egos; si tú dices algo y el otro no lo ve claro, no sale y punto. Con Ricardo es muy sencillo trabajar y para la comedia es vital entenderse con la persona que tienes al lado. Nos lo pasamos muy bien y creo que la gente se contagia de esa actitud.

Y siguen enganchados al teatro.

-Para la comedia, el teatro es más inmediato. En la tele no sabes si en Cuenca se han reído de tus bromas. En el teatro sabes enseguida si algo funciona o no, y puedes ir ajustando sobre la marcha. Y hay menos intermediarios. En teatro nadie se va a meter en lo que escribes. En la tele lo que escribes no solo te tiene que gustar a ti, sino a un grupo de guionistas, a unos señores en su despacho, y a otro tipo en un despacho que quizá está en otro país y que tiene firmado un contrato con una marca por el cual no puedes decir la palabrachaqueta, por ejemplo. Es todo muy loco. En el teatro escribes cosas que te divierten y ya está, no hay filtros, es más libre.

Lo que está claro es que no se van a hacer millonarios con las tablas.

-No, joder, seguro que no (ríe). Al teatro te dedicas porque te gusta, no hay otro motivo. Hay gente que el fin de semana se va al fútbol y nosotros nos vamos a hacer teatro.

Quizá su próxima obra podría ser un culebrón de amores y desamores políticos, porque igual todavía no tenemos gobierno.

-Yo ya preferiría no tener gobierno, porque esta mierda me parece tan bizarra y tan loca… Me aterra la idea de que cualquiera de estos tíos, en teoría adultos, que no han sido capaces de montar una puta reunión en condiciones, llegue a gobernarnos. No soy un cómico muy político, soy terriblemente egoísta en ese sentido; si a mí o a los míos no nos tocan los cojones, me da un poco igual. Además, no me voy a fiar de nadie que diga públicamente que puede gobernar un país. Me parece de una chulería, igual es porque yo soy incapaz de tener ordenado mi escritorio…

Tres sesiones de cine para indagar en la diversidad de orientaciones sexuales

Tres sesiones de cine para indagar en la diversidad de orientaciones sexuales

Mikel Martín (Ehgam), Josemi Beltrán (DK), Pau G. Guillén (Zinegoak), Ramón San Sebastián (Gehitu) y Nicolás Subirán (Premio Sebastiane)

Mikel Martín (Ehgam), Josemi Beltrán (DK), Pau G. Guillén (Zinegoak), Ramón San Sebastián (Gehitu) y Nicolás Subirán (Premio Sebastiane)

El festival Zinegoak se celebra estos días en Bilbao, pero la próxima semana trasladará a San Sebstián tres sesiones para indagar en la diversidad de orientaciones sexuales a través del cine. “No solo queremos mostrar cine que habla de la diversidad, también buscamos dirigirnos a la ciudadanía en general para colaborar y sensibilizar sobre las distintas opciones que componen nuestra sociedad”, ha expresado el director de Zinegoak, Pau G. Guillén.

En este sentido, la película ‘En la gama de grises’ del chileno Claudio Marcone, ganadora del premio del público en el festival de Vancouver y del premio a la mejor opera prima en el Festival de Miami, resulta especialmente ilustrativa de que “las cosas no tienen por qué ser blancas o negras” en las cuestiones de orientación sexual. Este filme narra la historia de un arquitecto casado y con un hijo y que comienza a tener relación profesional con un joven gay. ‘En la gama de los grises’ se proyectará el martes a las 19.30 horas en el Principal.

‘The Amina Profile’, filme canadiense dirigido por Sophie Deraspe, ocupará la sesión del lunes, con la historia de una blogera siria-americana que firma como ‘A girl gay in Damascus’. El filme incide tanto en la censura política como en los limites y la manipulación de los medios de comunicación.

La tercera sesión tendrá lugar el jueves, también a las 19.30 horas, con la proyección de cinco cortometrajes: ‘Aitona mantangorria’, de Kepa Errasti; ‘Lo que nos une’ de Mattin Garikano; ‘Semeak’ de Iker Azkoitia; ‘Á qui la faute?’ de Anne-Claire Jaulin y ‘De que lado me olhas’ de Carolina de Azevedo y Elena Sassi.

La entrada tiene un precio de 4,70 euros.

La discriminación en los Oscar va más allá del racismo

Los cinco candidatos -blancos- que compiten en la categoría a Mejor Actor

Los cinco candidatos -blancos- que compiten en la categoría a Mejor Actor

Corría el año 1973 y en el escenario del hotel Roosevelt de Los Angeles una joven de rasgos ligeramente indígenas y ropajes exóticospronunciaba un discurso tajante. “Como miembro de esta profesión y ciudadano de este país, no puedo aceptar un galardón esta noche”. La activista Apache solo ponía rostro al boicot, pero era Marlon Brando el que firmaba con esas palabras su repulsa hacia un gremio que, según él, maltrataba a los indios americanos. Su Oscar por El Padrino quedaba huérfano en el primer acto de denuncia racial que se recuerda en estos premios. Como Vito Corleone, el actor no soportaba el ultraje a los suyos y escupió todo su desdén hacia la cúpula de Hollywood.

Más de 40 años después, las diferencias con aquella industria hegemónica que excusaba  la masacre de una tribu indígena con el reflejo de una sociedad salvaje e indómita son puro maquillaje. Entre brochazo y brochazo, la Academia se ha olvidado de una gran parte de sus intérpretes y directores en la 88ª edición de los Oscar. Algo que la comunidad afroamericana no ha perdonado. La única película con opción al palmarés que intenta cuadrar la cuota étnica es  Straight Outta Compton. Y disfrazar la estrategia de conciliación racial es un ajuste de cuentas peligroso e insuficiente.

La realidad es que en los Oscar no hay negros por segundo año consecutivo. Así lo recalca la metralla de titulares que se ha disparado durante los últimos meses desde todos los medios de comunicación del planeta. Spike Lee, Will Smith y Jada Pinkket han recogido el testigo de Brando y anunciaron que no acudirán a la ceremonia por la falta de diversidad. Por desgracia, esta discriminación toma diferentes identidades que no reciben un espacio en los medios ni etiquetas en Twitter.

“No creo que la gente sea consciente de lo que la industria cinematográfica ha castigado a todas las comunidades étnicas. A todas las minorías”, declaraba Brando al New York Times, en un lamento todavía vigente. Y ni siquiera hace falta que sean minorías. Las mujeres, que representan la mitad de la población del planeta, continúan su cruzada al otro lado del Atlántico, junto a los latinos, asiáticos, lesbianas, discapacitados o transexuales de Estados Unidos.

¿Deberían ser las factorías de cine un espejo de la sociedad? Probablemente sí, pero eso no cambiaría que el 80% de los 6.000 miembros de la Academia tenga una media de 62 años, sean hombres, de raza blanca y abiertamente tradicionales. Hasta que el mecanismo de la industria no deje de lado la tramoya y se sacuda la caspa, las películas nominadas al Oscar seguirán siendo un reflejo de su mundo ficticio de opulencia y exclusión.

Lo que Hollywood esconde en el armario

“Tom Hanks, Philipp Seymour Hoffman y Sean Penn han ganado un Oscar por interpretar a hombres gays. ¿Por qué no lo he ganado yo por representar un rol heterosexual?”, declaraba Ian McKellen a The Guardian, afirmando que la homofobia es un mal mucho más arraigado en la industria que el racismo.

Hace un año, la organización GLAAD lanzó un estudio que denunciaba que los Oscar dan una imagen “en general grotesca” del colectivo LGTB. Defienden que la presencia en el palmarés de películas como Brokeback Mountain, Philadelphia oMilk, o del terremoto lésbico Ellen Degeneres al frente de la gala son anecdóticas. Una acusación que no ha rasgado las vestiduras de la Academia, que contaba este año con varios fichajes para la causa que se han quedado en el banquillo. Sin entrar en polémicas trans o juicios de valor, Hollywood ha dejado escapar a sus gallinas LGTB de los huevos de oro con la escasa visibilidad de  Carol y La chica danesa.

Quizá han sido demasiados los frentes abiertos, o quizá solo se han hecho eco del exagerado alboroto que han provocado ambas cintas. “Las mujeres deben enseñar menos en las escenas de sexo”, dijo la cadena de televisión ABC mientras rechazaba emitir el tráiler. “Es demasiado sexy para la televisión”, se excusaban desde la distribuidora, donde también tomaron la decisión de mostrar a Cate Blanchett y Rooney Mara por separado en las imágenes promocionales. Algo que no se había visto en otras películas de temática homosexual como  La vida de Adéle, Los chicos están bien o, por supuesto, en Brokeback Mountain. Como critican desde el blog de IndieWire, “es triste que el romance lésbico siga viéndose como objeto de deseo masculino” y, en consecuencia, censurado como tal.

El estereotipo como bandera cultural

La categoría preponderante en Hollywood es el blockbuster, una especie de género anárquico que no merece respeto a nadie y se rinde ante todo lo que sea puro espectáculo. Según esta ley no escrita, las licencias artísticas a la hora de representar etnias y culturas están permitidas. A diferencia de la Berlinale, los Oscar no son un documental de los problemas sociales de la actualidad. No hay refugiados, no hay Oriente Medio, no hay Michael Brown ni matanzas en Ferguson, no hay violaciones ni extorsión por parte de los capos de la industria.

El único reflejo de la India premiado fue el de Slumgog Millionaire, que aderezaba el olor a miseria de los suburbios de Mumbai con bailes Bollywood llenos de color y felicidad. Benicio del Toro es una cara bienvenida sobre la alfombra roja con cintas como Traffic y Sicario, que subrayan el narcotráfico de Latinoamérica. Y las películas de ambientación asiática que recordamos sobre el atril de los Oscar, como  Memorias de una geisha, Cartas desde Iwo Jima oMemorias de nuestros padres están -sorpresa- producidas y dirigidas por Steven Spielberg y Clint Eastwood.

“Nuestra cultura forma parte vital de la realidad del país, pero se considera como algo exótico”, escribió el cantante y actor panameño Rubén Blades, uno de los pocos miembros latinos del juzgado de la Academia (representan solo el 2%). “La diferencia está en que no ejercemos ningún tipo de presión [en la industria] contra los que nos estereotipan o nos atacan”, afirmó respecto a la escasa repercusión de la lucha de otras razas. 

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Mujeres: la coctelera de la discriminación

“Es inexcusable que vayamos por el mundo proclamando la igualdad de la mujer en otros países y que no tengamos los mismos derechos en Estados Unidos”, decía Patricia Arquette en su discurso por Boyhood. Sin duda, el año pasado las mujeres alzaron su bandera para denunciar una brecha salarial de la que no se libra ni la meca del cine.  Hombres, directoras y periodistas apelaron al feminismo necesario en sistemas retrógrados y algo casposos como el de la Academia de Hollywood. 

La caja de Pandora se abrió hace un año, pero nadie se ha encargado de paliar sus efectos en esta edición. Los Oscar, al igual que los Goya, nominan lo que escriben y dirigen los hombres, y lo que peinan y visten las mujeres. Además, la edad sigue siendo un estigma injustamente relacionado con ellas. “Todos hemos visto como James Bond se iba haciendo más y más viejo, mientras que sus novias eran cada vez más jóvenes. Es muy molesto”, decía Helen Mirren.

Ahora bien, si metemos en una coctelera todas las discriminaciones anteriores, el resultado es desolador para la cuota femenina. A las negras les concederán papeles de mucama o de chica marginal del Bronx. Las latinas representan el prototipo hipersexualizado de la belleza curvilínea subida de tono. Y las protagonistas de una historia de amor lésbico serán acusada de alimentar las mentes obscenas de aquellos que vean la película como un sucedáneo al porno.

Queda un camino largo y exasperante a la sombra de los dinosaurios de la Academia. Pero alguien va a tener que tomar a la fuerza los atriles, como hizo Marlon Brando en 1973, para inyectar una dosis de realidad a este mundo de fantasía.

Abel Azcona niega que su polémica muestra buscara una ‘ofensa directa’ y confía en que se archive la causa

El artista recibió una querella de la Asociación de Abogados Cristianos por exponer hostias consagradas en Conde de Rodezno – Una concentración le ha recibido en el juzgado con carteles en los que se leía ‘Adierazpen askatasuna, libertad de expresión’

El artista Abel Azcona (d) atiende a los medios a su salida del Palacio de Justicia de Pamplona junto a su abogado Jorge Morales (2d) tras declarar como investigado

El artista Abel Azcona (d) atiende a los medios a su salida del Palacio de Justicia de Pamplona junto a su abogado Jorge Morales (2d) tras declarar como investigado (EFE)

PAMPLONA. El artista Abel Azcona ha afirmado que “en ningún momento” ha habido “una búsqueda de ofensa gratuita y directa” en la exposición en la que exhibió 242 formas consagradas conformando la palabra ‘pederastia’ y ha remarcado que su obra “siempre tiene un contenido crítico y subversivo”.

Así se ha pronunciado Azcona a su salida del Palacio de Justicia de Pamplona tras declarar como investigado (nueva denominación de imputado) ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona por la exposición. El artista estaba citado a las 9.30 horas, aunque su declaración ha dado comienzo sobre las 9.45 horas y se ha prolongado algo más de media hora.

A su salida de los juzgados, donde le esperaban numerosos periodistas, Azcona ha comentado que la declaración ante el juez ha sido “tranquila y normal”. “Simplemente el juez me ha invitado a contar mi versión, me ha hecho una serie de preguntas y ya está, todo muy tranquilo y normal. He contestado a las preguntas tanto del juez como de mi abogado y no he contestado a las preguntas de la acusación”, ha explicado.

El artista ha destacado que desde el principio ya dijo que su obra era “crítica” y ha subrayado que sus creaciones “siempre tienen un contenido crítico y subversivo”.

Según ha dicho, lo que quería hacer “en todo momento” era “una crítica a la lacra que es la pederastia” y que la hizo “de esta forma porque consideraba que habría una reacción”. “Eso era parte del proceso performativo y artístico”, ha señalado Azcona, para agregar que “en ningún momento ha habido una búsqueda de ofensa gratuita y directa” y que “luego ahí entra la subjetividad de cada uno de la capacidad de ofensa o de no”.

Sobre su declaración ante el juez, Azcona ha considerado que “todo ha ido bien”, que “se ha entendido perfectamente” y que “el proceso ha sido normal y lógico”. En su opinión, por “lógica” su caso “no tiene mucho más recorrido” y ha opinado que “lo lógico sería que se archivara”. “Pero ya veremos, no soy hechicero ni profeta”, ha añadido.

Preguntado por si creía que acabaría prestando declaración como investigado por la exposición, ha contestado que no sabe si se veía o no, pero que “ahora estamos en un momento en el que la Asociación de Abogados Cristianos está poniendo querellas cada semana a cada cosa”. “Está haciendo que los artistas tengamos que estar en los cines, los museos, los teatros y los juzgados”, ha censurado.

Sin embargo, ha remarcado que esto no condiciona “en absoluto” su libertad creativa y ha asegurado que seguirá haciendo piezas “críticas y subversivas absolutamente igual”. “Estoy en mi derecho. Defenderé siempre la libertad de expresión y seguiré haciendo exactamente mi trabajo como lo sigo haciendo hasta ahora“, ha expuesto Azcona, para explicar que para él el límite de la libertad de expresión está “cuando entra la integridad física”.

SU DECLARACIÓN ANTE EL JUEZ, “PARTE DE LA PIEZA” Sobre la polémica generada por su exposición y que le ha llevado a declarar como investigado, el artista ha considerado que “hubo una manipulación buscando una especie de resquicio legal para una indignación colectiva que había por otra serie de temas”, ya que “hablábamos de memoria histórica, del espacio que también era bastante controvertido” y había “un cambio político”.

Ha afirmado Azcona que para él su declaración ante el juez es “parte de la pieza totalmente”, dado que, según ha dicho, entiende “todo” como “un proceso performativo”. “Ahora he hecho otra parte de un proceso performativo, siempre desde la educación y el respeto, porque yo respeto al juez y el proceso. Si hago una pieza en la que critico el fundamentalismo religioso, que evidencia más ese fundamentalismo que haya 2.000 personas en la puerta rezando rosarios y que acabe yo sentado en un tribunal”, ha apuntado.

Cuestionado por si entiende que haya gente que se haya ofendido con la pieza en la que usó formas consagradas, ha respondido que el arte contemporáneo “siempre es crítico, social y político”.

SOLICITA LA EXPULSIÓN DEL PROCESO DEL ARZOBISPADOPor su parte, Jorge Morales, abogado de Abel Azcona, ha explicado que al inicio de la declaración han solicitado la expulsión del proceso del Arzobispado de Pamplona por “una cuestión formal”, ya que entiende que “se han personado de forma incorrecta, aunque el juez finalmente ha decidido mantener la situación de personación”; y porque “no expresa en cuanto al contenido cuál es la razón de su personación como acusación particular”. Según ha indicado, en caso de que el procedimiento siga adelante recurrirán esta decisión.

Ha detallado, además, que el juez les ha emplazado para que en cinco días expongan sus criterios sobre el procedimiento y ha avanzado que van a solicitar el archivo de la causa porque creen que “en el siglo XXI mantener este procedimiento abierto por una cosa tan subjetiva como los sentimientos religiosos es algo que no se corresponde bien con esta época”.

LA EXPOSICIÓN, “UNA GRAN OFENSA” Por otro lado, el abogado de la Asociación de Abogados Cristianos, José Núñez, ha afirmado, sobre la declaración de Azcona ante el juez, que el artista “ha actuado como se actúa normalmente”.

“Nosotros los abogados en ejercicio tenemos mucha práctica con el tema del delincuente y todos actúan igual, en principio lo niegan todo porque es su función”, ha declarado, para señalar que Azcona ha cometido “una gran ofensa” con la exposición.

Asimismo, ha avanzado que desde la asociación van a pedir nuevas pruebas e interrogatorios. “No puedo adelantar, es la técnica procesal y la estrategia”, ha señalado el abogado, para precisar que “hasta que no se sepa si este primer paso sigue adelante”, no se puede decir si “habrá o no lugar a una ampliación”. “Hay que esperar, estamos en un momento de instrucción”, ha expuesto Núñez, que no ha querido aclarar si la ampliación podría ir dirigida al Ayuntamiento.

LA POLÉMICA EXPOSICIÓN El artista navarro Abel Azcona está citado por ser autor de la polémica exposición Desenterrados, donde unas hostias consagradas -una pequeña pieza dentro de la exposición- fueron objeto de una querella criminal por “profanación”. La polémica comenzó cuando el artista pamplonés inauguró su primera exposición dentro de una sala municipal de Pamplona, en concreto la Sala Conde Rodezno, el pasado 20 de noviembre, donde mostraba diversos trabajos en torno a temáticas como la Guerra Civil, la prostitución y la pederastia. Entre esta muestra retrospectiva, aprobada en primera instancia por el Ayuntamiento de Pamplona, se encontraba la piezaAmén, donde el artista incluía un plato con algunas de las 242 hostias consagradas que él mismo había conseguido asistiendo a misas en Madrid y Pamplona. Además, junto a plato se mostraban algunas fotografías en las que aparecía Azcona formando en el suelo la palabra pederastia con dichas formas consagradas.

Esta parte de la exposición, que reflejaba un trabajo que el artista había realizado meses atrás en otras ciudades como la capital del Estado, provocó rápidamente la polémica dentro de algunos grupos ultracatólicos y conservadores de Navarra. De hecho, casi 900 personas se reunieron ante la sala municipal para rezar “por el alma” de Azcona. Pocos días después de la inauguración, la muestra suscitó la intervención ante la Fiscalía de la delegación del Gobierno en Navarra, una querella por parte de la Asociación Española de Abogados Cristianos y las críticas de partidos, colectivos católicos y el Arzobispado de la ciudad.

Por otro lado, en los días posteriores se produjo el robo de las hostias consagradas. Ante tal acontecimiento, el Ayuntamiento de Pamplona, que en un principio había dado su consentimiento total al artista “para que expusiera lo que considerase oportuno”, según destacó el propio Azcona, precisó haber acordado con el performancer que los elementos robados no se repondrían y mostraron su decisión de que la exposición continuase adelante. Por ello, sin recuperar el cuenco con las hostias, se continuaron exhibiendo las fotografías con las formas consagradas que componían la palabra pederastia.

Así, la asociación Española de Abogados Cristiano interpuso una querella criminal por “profanación” contra Azcona, mientras que la delegación del Gobierno en Navarra trasladó a la Fiscalía un informe sobre la exposición por si pudiera incurrir en un delito contra los sentimientos religiosos.

 

Azcona dice que “en ningún momento” buscaba “una ofensa directa”

abel azkona

Abel Azcona, a su salida del Palacio de Justicia de Pamplona

El artista Abel Azcona ha afirmado que “en ningún momento” ha habido “una búsqueda de ofensa gratuita y directa” en la exposición en la que exhibió 242 formas consagradas conformando la palabra ‘pederastia’ y ha remarcado que su obra “siempre tiene un contenido crítico y subversivo“.

Así se ha pronunciado Azcona a su salida del Palacio de Justicia de Pamplona tras declarar como investigado (nueva denominación de imputado) ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona por la exposición. El artista estaba citado a las 9.30 horas, aunque su declaración ha dado comienzo sobre las 9.45 horas y se ha prolongado algo más de media hora.

Azcona ha llegado al Palacio de Justicia sobre las 9.15 horas acompañado de su abogado, donde le esperaban una decena de personas concentradas con carteles en los que se leía ‘Adierazpen askatasuna, libertad de expresión’. Junto a ellos se ha concentrado laconcejal de Cultura de Pamplona, Maider Beloki, que ha explicado que acudía a esta movilización “para apoyar la libertad de expresión de todos los creadores”.

A su salida de los juzgados, donde le esperaban numerosos periodistas, Abel Azcona ha comentado que la declaración ante el juez ha sido“tranquila y normal”. “Simplemente el juez me ha invitado a contar mi versión, me ha hecho una serie de preguntas y ya está, todo muy tranquilo y normal. He contestado a las preguntas tanto del juez como de mi abogado y no he contestado a las preguntas de la acusación (la Asociación de Abogados Cristianos y el Arzobispado)”, ha explicado.

El artista ha destacado que desde el principio ya dijo que su obra era “crítica” y ha subrayado que sus creaciones “siempre tienen uncontenido crítico y subversivo”.

Según ha dicho, lo que quería hacer “en todo momento” era “una crítica a la lacra que es la pederastia” y que la hizo “de esta forma porque consideraba que habría una reacción”. “Eso era parte del proceso performativo y artístico”, ha señalado Azcona, para agregar que “en ningún momento ha habido una búsqueda de ofensa gratuita y directa” y que “luego ahí entra la subjetividad de cada uno de la capacidad de ofensa o no”.

Sobre su declaración ante el juez, Azcona ha considerado que “todo ha ido bien”, que “se ha entendido perfectamente” y que “el proceso ha sido normal y lógico”. En su opinión, por “lógica” su caso “no tiene mucho más recorrido” y ha opinado que “lo lógico sería que se archivara“. “Pero ya veremos, no soy hechicero ni profeta”, ha añadido.

Preguntado por si creía que acabaría prestando declaración como investigado por la exposición, ha contestado que no sabe si se veía o no, pero que “ahora estamos en un momento en el que la Asociación de Abogados Cristianos está poniendo querellas cada semana a cada cosa”. “Está haciendo que los artistas tengamos que estar en los cines, los museos, los teatros y los juzgados”, ha censurado.

Sin embargo, ha remarcado que esto no condiciona “en absoluto” su libertad creativa y ha asegurado que seguirá haciendo piezas “críticas y subversivas absolutamente igual”.

“Estoy en mi derecho. Defenderé siempre la libertad de expresión y seguiré haciendo exactamente mi trabajo como lo sigo haciendo hasta ahora”, ha expuesto Azcona, para explicar que para él el límite de la libertad de expresión está “cuando entra la integridad física”.

SU DECLARACIÓN ANTE EL JUEZ, “PARTE DE LA PIEZA”

Sobre la polémica generada por su exposición y que le ha llevado a declarar como investigado, el artista ha considerado que “hubo una manipulación buscando una especie de resquicio legal para unaindignación colectiva que había por otra serie de temas”, ya que “hablábamos de memoria histórica, del espacio que también era bastante controvertido” y había “un cambio político”.

Ha afirmado Azcona que para él su declaración ante el juez es “parte de la pieza totalmente”, dado que, según ha dicho, entiende “todo” como “un proceso performativo”. “Ahora he hecho otra parte de un proceso performativo, siempre desde la educación y el respeto, porque yo respeto al juez y el proceso. Si hago una pieza en la que critico el fundamentalismo religioso, que evidencia más ese fundamentalismo que haya 2.000 personas en la puerta rezando rosarios y que acabe yo sentado en un tribunal”, ha apuntado.

Cuestionado por si entiende que haya gente que se haya ofendido con la pieza en la que usó formas consagradas, ha respondido que el arte contemporáneo “siempre es crítico, social y político”.

Por su parte, Jorge Morales, abogado de Abel Azcona, ha explicado que al inicio de la declaración han solicitado la expulsión del proceso del Arzobispado de Pamplona por “una cuestión formal”, ya que entiende que “se han personado de forma incorrecta, aunque el juez finalmente ha decidido mantener la situación de personación”; y porque “no expresa en cuanto al contenido cuál es la razón de su personación como acusación particular”. Según ha indicado, en caso de que el procedimiento siga adelante recurrirán esta decisión.

Ha detallado, además, que el juez les ha emplazado para que en cinco días expongan sus criterios sobre el procedimiento y ha avanzado que van a solicitar el archivo de la causa porque creen que “en el siglo XXI mantener este procedimiento abierto por una cosa tan subjetiva como los sentimientos religiosos es algo que no se corresponde bien con esta época”.

LA EXPOSICIÓN, “UNA GRAN OFENSA”

Por otro lado, el abogado de la Asociación de Abogados Cristianos, José Núñez, ha afirmado, sobre la declaración de Azcona ante el juez, que el artista “ha actuado como se actúa normalmente”.

“Nosotros los abogados en ejercicio tenemos mucha práctica con el tema del delincuente y todos actúan igual, en principio lo niegan todo porque es su función”, ha declarado, para señalar que Azcona ha cometido “una gran ofensa” con la exposición.
Asimismo, ha avanzado que desde la asociación van a pedir nuevas pruebas e interrogatorios. “No puedo adelantar, es la técnica procesal y la estrategia”, ha señalado el abogado, para precisar que “hasta que no se sepa si este primer paso sigue adelante”, no se puede decir si “habrá o no lugar a una ampliación”. “Hay que esperar, estamos en un momento de instrucción”, ha expuesto Núñez, que no ha querido aclarar si la ampliación podría ir dirigida al Ayuntamiento.