Medio centenar de muertos en un tiroteo en un club gay de Orlando

El tiroteo ocurrido en un club gay nocturno de Orlando en Estados Unidos está siendo investigado como un «acto de terrorismo», según la Policía. El autor del ataque ha sido identificado como Omar Mateen, estadounidense de origen afgano de 29 años. El padre del atacante ha apuntado a un ataque homófobo.

ORLANDO, FLORIDA - JUNE 12: A view of Pulse nightclub after a fatal shooting and hostage situation on June 12, 2016 in Orlando, Florida. The suspect was shot and killed by police after 20 people died and 42 were injured. Gerardo Mora/Getty Images/AFP == FOR NEWSPAPERS, INTERNET, TELCOS & TELEVISION USE ONLY ==

Pulse, el club gay de Orlando en el que se ha producido el ataque. (Gerardo MORA / AFP)

En torno a 50 personas han muerto y 53 han resultado heridas a consecuencia del tiroteo ocurrido esta madrugada en el club gay Pulse de Orlando, según han informado las autoridades estadounidenses en rueda de prensa.

El autor ha sido identificado como Omar Mateen, de 29 años de edad, de la localidad de Port St. Lucie (también Florida), según han confirmado fuentes policiales a la cadena CBS. Estas mismas fuentes han precisado que Mateen, de ascendencia afgana, mantenía lazos con radicales islámicos pero carecía de antecedentes delictivos.

El padre del atacante ha asegurado en declaraciones a la CBS que se trata de un ataque homófobo. «Esto no tiene nada que ver con la religión», ha declarado el padre que ha indicado que su hijo se enfadó hace dos meses cuando, durante una visita a Miami, vio a dos hombres besándose.

Seddique indicó que cree que ese incidente en Miami puede estar detrás de este tiroteo en el club Pulse. «Estamos pidiendo disculpas por el incidente. No éramos conscientes de que estuviese planteando ningún tipo de acción. Estamos en estado de shock al igual que todo el país», ha dicho.

Por su parte, el agente especial del FBI Ron Hopper ha señalado en rueda de prensa que no pueden clasificar este suceso todavía como un «crimen de odio o terrorista» pues las investigaciones siguen abiertas.

Tiroteo y toma de rehenes

El incidente comenzó en torno a las 2.00 de la madrugada -las 8.00 en Euskal Herria-, cuando el individuo ha cruzado varios disparos con al menos nueve agentes de Policía antes de atrincherarse en el local, un conocido club de ambiente gay donde se encontraban al menos un centenar de asistentes que tomó como rehenes.

Múltiples unidades de Emergencias y Policía -entre ellas unidades de artificieros y equipos especiales – llegaron al lugar conforme la Policía ha podido confirmar que el individuo también transportaba lo que ha sido descrito como «un artefacto sospechoso». Pasados unos minutos y tras los esfuerzos infructuosos de un negociador, la Policía ha decidido entrar en el local y han matado al asaltante.

Tras el tiroteo final, en el que intervinieron las unidades de acción rápida SWAT y un vehículo acorazado, la Policía ha conseguido rescatar con vida a 30 personas del local, que han recibido inmediatamente atención médica in situ. Se desconoce el estado exacto de los heridos, de diversa consideración.

Al poco de terminar el incidente, la Policía ha realizado una «detonación controlada» del artefacto que portaba el atacante, sin dar más detalles.

El congresista demócrata por Florida Alan Grayson ha indicado que no hay evidencias de que haya otras personas o grupos relacionados con este suceso y ha explicado que los agentes han acudido a la casa del sospechoso para recabar información de sus computadoras, escritos y mensajes en las redes sociales.

La policía no ha divulgado todavía información sobre las víctimas de la matanza, pero se da por seguro que había muchos hispanos entre el público atraídos por una «Latin Nigth. Reggaeton, Bachata, Merengue, Salsa», según rezaba el cartel de la discoteca.

La venganza de los millonarios de Silicon Valley contra los medios

Peter Thiel en un foro empresarial en Pekín en febrero de 2015

Peter Thiel en un foro empresarial en Pekín en febrero de 2015. CHINAFOTOPRESS

¿Ha estallado la ciberguerra entre las empresas digitales y los medios? Cuando los grandes de internet son cada día más las plataformas del acceso a los medios, con Google, Facebook y Apple pugnando por concentrar las noticias y la opinión gracias a la gran crisis de la prensa, la amenaza es real.

La era de la transparencia radical defendida por los grandes digitales tiene agujeros bien tapados. La llave está en manos de quienes controlan los medios, apps o plataformas, para publicar la vida de los demás. La transparencia es la clave de la batalla entre el multimillonario Peter Thiel, fundador de Pay Pal y uno de los grandes accionistas de Facebook, y Gawker, una de las empresas de blogs pioneras y también de las más criticadas y leídas.

Se juega la libertad de informar y de expresión, pero también los límites y las obligaciones de la transparencia.

Gawker desveló hace diez años que Thiel es gay. Fue un post a favor del emprendedor antes de que se conociera la orientación sexual de otros grandes de Silicon Valley como Tim Cook, de Apple. Thiel nunca lo perdonó.

¿Puede un multimillonario financiar las demandas en los tribunales de otros por principios o por venganza sin dar la cara? ¿Son las comidillas y ataques de Gawker inherentes a la libertad de informar o sólo sensacionalismo e invasión de la privacidad? ¿Por qué financiar arteramente maniobras legales y oponerse al derecho al olvido que hubiera solucionado parte del enfado de Thiel?

Es un sainete de egos, venganza y ambición. Olvídate de buenos y malos, todo es negocio y querellas personales. Esta guerra desmonta una vez más la opacidad de Silicon Valley y el complaciente tratamiento de muchos medios con periodistas que a menudo parecen más fans de una marca o representantes de relaciones públicas de las empresas digitales que reporteros.

Una parte de la prensa se ha apresurado a defender a Gawker cuando se ha revelado que Thiel financió con más de 10 millones de dólares la demanda del luchador Hulk Hogan contra la empresa de blogs por publicar unas cintas sexuales con la mujer de un amigo. Gawker ha sido condenada a pagar a  Hulk Hogan 140 millones de dólares en una decisión judicial muy discutida y que ha sido apelada.

En Twitter ha estallado la indignación de tantos emprendedores digitales contra Gawker y otros medios. Los megamillonarios de la Costa Oeste soportan el escrutinio de sus actividades y su vida tan mal como la de sus negocios. Nick Denton, dueño de Gawker y uno de los tipos más odiados en Estados Unidos, se defiende y desvela los motivos ocultos de Thiel, el vengador.

La información perfecta para Silicon Valley es la venerada imagen de Steve Jobs o Mark Zuckerberg en una presentación. Una keynote con una buena manada de periodistas aplaudiendo con entusiasmo los productos o los resultados de sus empresas. Jobs fue el genio que enseñó a los dueños de la tecnología cómo conseguir publicidad gratis y utilizar a los medios para combatir a sus rivales.

Thiel es un libertario y devoto de Ayn Rand –como tantos en el Valley que defienden el capitalismo radical– y ya hace tiempo confesó que “no creo más en que la libertad y la democracia sean compatibles”. Para él, “estamos en una carrera mortal entre la política y la tecnología”. Entre sus opiniones, muchas contrarias al sufragio universal, a la legitimidad de los gobiernos para regular las empresas y otras ideas que afianzan su decidido apoyo a Donald Trump.

Hasta periodistas en medios en los que es inversor, como Pando.com, han denunciado las maniobras de Thiel y su apoyo al candidato Donald Trump, curiosamente un político creado por la explotación de los reality shows y el machismo fascista de la exaltación del propio ego.

El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ en sus siglas en inglés), una organización que lucha por la libertad de informar, ha tenido que apresurarse a aclarar que pese a las donaciones de Thiel, “no defendemos los esfuerzos para abusar del proceso legal buscando el castigo o la bancarrota de un medio en particular”.

Pero esta ciberguerra también marca las limitaciones de la transparencia tan defendida por los apóstoles digitales, y especialmente por los que más se benefician de la transparencia de los demás mientras mantienen la suya bien tapadita tras los muros de sus mansiones y la opacidad de sus empresas. Bien defendidas por millones pagados a los lobbies en Washington, Europa o China.

Facebook se ve afectado por la polémica

Facebook vuelve a tener un problema. Después de las explicaciones de su fundador sobre las acusaciones de los conservadores sobre los editores y el algoritmo que apartaban sus proclamas de los trending topics, las ideas de Thiel y su presencia en el consejo de la red social alarman. Sobre todo, cuando el 62% de los norteamericanos y el 66% de los usuarios de Facebook usan la red para consumir información.

Gawker es sensacionalista, sin duda. Thiel tenía derecho a mantener su identidad sexual en privado. La libertad de informar tiene límites, basados sobre todo en el interés común. Nadie debería poder cerrar un medio con el poder del dinero. Las informaciones de Gawker están basadas en hechos, aunque sean incómodos. La verdad es la última garantía y la gran diferencia.

La solución: más libertad, más información y más transparencia para que se conozcan las razones y acciones de unos y otros. Es la garantía para todos y lo que debería ser resguardado cuando acabe esta batalla. Ni los algoritmos ni los criterios editoriales son neutrales, lo que debemos exigir es conocerlos.

Corrección: en una edición anterior del artículo, se decía que el jurado había condenado a Gawker a pagar 140 millones a Peter Thiel. La indemnización era a favor de  Hulk Hogan, al que Thiel había financiado el proceso judicial.

SOCIEDAD Once estados demandan a la Administración Obama por el manual sobre los baños para transexuales

Un baño 'neutral' en un instituto de California

Un baño “neutral” en un instituto de California. AFP

La controversia en Estados Unidos sobre el uso de los baños por parte de estudiantes transexuales sigue escalando. Hasta el punto de que once estados denunciaron este miércoles a la Administración Obama por el manual federal enviado a las escuelas con directrices sobre la utilización de aseos y vestuarios hace unas semanas.

La demanda registrada en el estado de Texas lleva la impronta del gobernador republicano Greg Abbott, que anunció la decisión en Twitter antes de que el Fiscal del Estado, Ken Paxton, confirmara la denuncia. En ella, los demandantes acusan a la Administración Obama de conspirar para “convertir los centros de trabajo y los educativos del país en laboratorios de un experimento social masivo, saltándose el proceso democrático”.

La causa presentada también sostiene que las directrices federales desoyen “las políticas de sentido común que protegen a los niños y los derechos básicos a la privacidad”.

No es la primera vez que Abbott encabeza un batalla legal contra el presidente Barack Obama. En 2015, lo hizo con las órdenes ejecutivas aprobadas por el presidente en materia de inmigración y que evitarían la deportación casi cinco millones de indocumentados que viven en el país. Una demanda a la que se sumaron dos decenas de estados.

En esta ocasión, se unen como demandantes en la denuncia contra las directrices de los baños los estados de: Alabama, Georgia, Louisiana, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah y Virginia Occidental; la mayoría de ellos con gobernadores republicanos. También se sumaron el gobernador de Maine, Paul LePage; el departamento de Educación de Arizona y distritos escolares del estado.

Todos se oponen a la guía remitida por los abogados de derechos civiles el Departamento de Educación y el de Justicia a los centros educativos públicos advirtiendo que se podría vulnerar el Título IX -que prohíbe la discriminación sexual en las aulas que reciben fondos federales- si no se seguían las directrices. La carta enviada a los colegios, explicaba cómo se debía tratar a los estudiantes transexuales de acuerdo con la ley federal.

Los centros, apuntaba la misiva, debían de tratar a los alumnos de acuerdo con su identidad de género. Según la demanda, la guía pretende “rescribir el Título IX por una orden ejecutiva.

Según el fiscal de Texas, esta es el último intentos de la Administración de conseguir por la vía ejecutiva lo que no puede “lograr a través del proceso democrático en el Congreso”. Paxton acusó a Obama de intentar “amenazar a los centros de Texas para que permita a los hombres tener acceso libre a los baños de chicas”.

Ellen Page: “Me siento feliz e inspirada tras salir del armario”

ellen page

En Freeheld, Ellen Page y Julianne Moore dan vida a Stacie Andree y Laurel Hester, una pareja homosexual que vio cómo en EEUU las autoridades se negaban a reconocer el derecho de Stacie a percibir la pensión de Laurel cuando a ésta última le detectaron cáncer de pulmón. Su lucha, plasmada en un corto documental (Freeheld) que ganó el Oscar en 2008, llamó la atención de Ellen Page (Halifax, Canadá, 1987), que, al mismo tiempo que aceptaba el papel de Stacie en el filme de Peter Sollett (Nick y Nora), hacía pública su homosexualidad.

¿Qué te llamó más la atención de este proyecto?

Que se tratase de una historia de amor maravillosa sobre dos mujeres dedicadas la una a la otra. Laurel vivió algo inimaginable cuando le negaron su derecho a traspasar su pensión al amor de su vida antes de morir. Y más después de que ella dedicara su carrera como policía a proteger a los ciudadanos de Nueva Jersey. Me siento honrada de poder contar esta historia. Lo que consiguieron fue crucial.

¿Crees que este filme permitirá ver más historias lésbicas en el cine?

Existen muchas historias sobre mujeres homosexuales, pero quizá esa sensación se deba a que se ven poco. A nivel comercial, el cine se ha centrado más en historias de hombres. Es algo típico de Hollywood que, afortunadamente, está cambiando.

¿Piensas que hay muchos actores que no se atreven a salir del armario por miedo a ser rechazados en Hollywood?

Sí. De hecho, yo misma pensaba así. Hay muchos homosexuales en el mundo. Pero hay muy pocos que, siendo actores, hayan salido del armario, especialmente si son jóvenes. Creo que, a medida que más personas se atrevan a dar ese paso, la situación irá mejorando.

¿Qué tal fue el día a día en el rodaje junto a Julianne Moore?

Pasamos tiempo ensayando. Y, aunque yo estaba muy nerviosa de trabajar con ella, conectamos de manera inmediata. Nos hemos pasado el rodaje haciéndonos bromas. Con ello conseguimos llegar a un punto de cercanía perfecto, ya que casi parecía que fuéramos pareja. Todo surgió de una manera natural.

Cuando anunciaste tu homosexualidad al mundo, ¿sesntiste que podría producirse un gran cambio o pensaste que esa declaración no serviría para nada?

Ahora, pasado el tiempo, me pregunto a qué demonios le tenía antes tanto miedo. Antes de anunciar aquello me sentía triste y atrapada en un trabajo que no me permitía ser yo misma. Ahora, en cambio, creo que el cambio fue muy positivo. Me siento feliz e inspirada creativamente tras haber salido del armario.

¿Qué tipo de impacto esperas que tenga la película en la sociedad?

Espero que la vean aquellos espectadores que no comprenden la homosexualidad del todo. Por ejemplo, un padre que intenta comprender y aceptar que su hijo es homosexual. Espero que muchos se emocionen y recapaciten al ver los efectos catastróficos que puede llegar a provocar la discriminación por medio de una historia de amor tan maravillosa e íntima como ésta.

La ley anti-LGTB de Carolina del Norte viola los derechos civiles, según el Departamento de Justicia

El Gobierno le da cinco días para que revoque la normativa

Un signo en protesta contra la ley discriminatoria de Carolina del Norte

Un signo en protesta contra la ley discriminatoria de Carolina del Norte. J. DRAKE REUTERS

El Departamento de Justicia de Estados Unidos alertó este miércoles a Carolina del Norte de que su ley discriminatoria contra los ciudadanos transexuales viola las normativas de derechos civiles. El gobierno, según ha comunicado en una carta enviada al gobernador del Estado, Pat McCrory, le ha dado de plazo hasta el próximo día 9 para revocar la ley.

“El Estado está poniendo en práctica un patrón de discriminación contra los trabajadores transexuales”, asegura en la misiva la asistente a la fiscal general y responsable de la oficina de Derechos Civiles, Vanita Gupta. Si Carolina del Norte no modifica o retira la ley, el Gobierno puede retirar una suma importante de fondos federales que afectarán drásticamente a su presupuesto.

El Departamento de Justicia rechaza así la viabilidad de la ley que aprobó Carolina del Norte el pasado mes de marzo y que exige que todos los ciudadanos utilicen los baños públicos del género que se les asignó al nacer. La ley fue denunciada inmediatamente ante la justicia por varias organizaciones al considerar que era discriminatoria contra las personas transexuales y ha provocado una importante movilización ciudadana en la que ya es la última frontera de la lucha por los derechos civiles en EE UU.

La normativa de Carolina del Norte fue copiada a las pocas semanas por el Estado de Misisipí, pero ambas han tenido la misma acogida entre la sociedad estadounidense: un profundo rechazo que va desde la Casa Blanca -Obama aseguró que la ley debía ser revocada- hasta el mundo de la cultura y las empresas del país. Artistas como Bruce Springsteen y Bryan Adams anunciaron la cancelación de conciertos en esos estados, mientras que compañías como PayPal anularon sus proyectos en la región.

El paso adoptado por el Departamento de Justicia se basa en la ley federal que prohíbe la discriminación por cuestión de sexo en el entorno laboral y eductivo, reconocido en la Ley de Derechos Civiles de 1964. En los últimos años, distintas sentencias ya han reconocido que esa protección incluye a las personas transexuales.

“El acceso a los baños segregados por sexos y otras instalaciones en el entorno laboral consistentes con la identidad de género es una condición o privilegio asociado al empleo”, escribe Gupta. La asistente de la Fiscal General argumenta que Carolina del Norte está violando la ley federal al “negar ese acceso a transexuales o personas cuya identidad de género es diferente al que se les asignó al nacer, mientras que sí se lo permite a empleados que no son transexuales”.

El Estado tiene ahora hasta el próximo 9 de mayo para retirar la legislación o modificarla. De no hacerlo, la Fiscal General Loretta Lynch puede proceder a demandar la ley ante la justicia y provocar su congelación inmediata hasta que un juez determine su futuro.

Un juez decide que la pareja gay retenida en Tailandia se pueda llevar a su hija a España: “Llevamos 15 meses luchando”

Gordon Lake y Manuel Santos, con Carmen, nacida en Tailandia mediante gestación subrogada

Gordon Lake y Manuel Santos, con Carmen, nacida en Tailandia mediante gestación subrogada EFE

La batalla legal en la que están envueltos Bud Lake y Manuel Santos en Tailandia ha tenido su desenlace este martes. La pareja podrá quedarse con Carmen, que nació hace un año mediante gestación subrogada, y regresar a su casa en Valencia. Un juez ha decidido sobre la custodia de la niña, que ambos se disputan con la madre gestante, la cual no ha firmado el documento que precisan para que la menor obtenga el pasaporte y puedan abandonar el país. “No hay manera de expresar con palabras lo que estamos sintiendo, hoy es un gran día para los derechos LGTB” ha publicado la pareja a través de Facebook tras conocer el fallo del jurado.

El matrimonio, que tiene otro hijo de dos años gestado en India mediante la misma técnica, ha estado viviendo en Tailandia desde enero de 2015, cuando nació la niña, a la que han estado cuidando mientras se soluciona el conflicto. “Carmen es nuestra hija y llevamos 15 meses luchando para que se reconozcan nuestros derechos”, sostiene Santos en declaraciones a eldiario.es. Todo un proceso que, afirma, han seguido “sin ningún tipo de ayuda de nuestras embajadas”. Bud es norteamericano y Manuel, español.

El conflicto se inició al poco tiempo de que Patidta Kusolsang, la mujer gestante, diera a luz a Carmen, concebida con el esperma de Gordon y el óvulo de una donante anónima. Ambos decidieron comenzar el proceso en Tailandia a través de una agencia, ya que en España es ilegal. En nuestro país la Ley 14/2006 de 26 de mayo sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida lo prohíbe expresamente.

Pero el tema está expuesto a un enorme debate entre aquellos que apuestan por regular la práctica, como la Asociación Son Nuestros Hijos y los que consideran que supone “la mercantilización del cuerpo de la mujer y fomenta su explotación”, tal y como considera el Partido Feminista, que la semana pasada interpuso una denuncia contra los organizadores de una feria de vientres de alquiler que se celebrará en Madrid los próximos 7 y 8 de mayo.

El movimiento #BringCarmenHome

Según el matrimonio, días después de que en el hospital Kusolsang diese el consentimiento para que se llevaran a la niña a casa, no acudió a la embajada de Estados Unidos en Bangkok para firmar el documento necesario para que pudiera salir de Tailandia. Trataron de llegar a un acuerdo sin éxito, lo que les condujo a comenzar el proceso en los tribunales.

El motivo que esgrimió entonces Kusolang fue que no son una pareja “ordinaria”, en referencia a su orientación sexual. “Luego conforme el tiempo pasaba, fueron muchas otras excusas y acusaciones, entre ellas, que estábamos involucrados en el tráfico de personas”, afirma el matrimonio.

La defensa de Kusolang asegura que la mujer se enteró de la condición sexual de la pareja el día del nacimiento de Carmen, cuando vio los documentos en la habitación del hospital, según afirmó en declaraciones recogidas por The Guardian. Pero la razón del conflicto no es esa, sino que se ha arrepentido y “ahora jamás vendería a su bebé por dinero”, sostiene su abogada.

“No es nuestra culpa si la agencia New Life, principal responsable de esta pesadilla, no le comunicó que somos gays”, sostiene Santos a través de Facebook. Las redes sociales han sido fundamentales a la hora de difundir su caso, que se convirtió en el movimiento #BringCarmenHome. La actividad no ha frenado en Twitter e Instagram y la petición online que lanzaron para recabar apoyos alcanzó casi 170.000 firmas.

“Ahora sólo queremos volver a nuestras vidas normales” ha publicado la pareja esta mañana a través de su página de Facebook donde también han agradecido el apoyo recibido y han anunciado que publicarán un libro para contar toda su experiencia. “Amamos Tailandia y prometemos que volveremos a menudo para enseñar a nuestros hijos a amar este país” añaden en su comunicado los padres de la pequeña, quienes proponen que el movimiento que se inició bajo la etiqueta #BringCarmenHome pase a llamarse #Carmensgoinghome.

El cambio de ley en Tailandia

Cuando Carmen tenía ocho meses entró en vigor en Tailandia la ley que prohíbe expresamente la maternidad subrogada a extranjeros y a parejas homosexuales, lo que provocó que la agencia New Life cerrara. Sin embargo, la norma incluye una disposición transitoria a la que pueden acogerse los padres que hayan iniciado el proceso de gestación con anterioridad. En ello se amparan Lake y Santos, que aseguran “haber luchado e intentado que el país reconozca nuestro matrimonio, perfectamente legal en nuestros países”.

Tailandia, tradicionalmente considerado como una de las principales industrias de vientres de alquiler en el mundo debido a los bajos precios y al vacío legal en el que estaba sumido, decidió cambiar la ley por dos casos que le hicieron saltar a las portadas de los medios internacionales. El primero, el de un padre japonés que había engendrado a 16 hijos, en su mayoría a través de vientres de alquiler. El segundo, el de una pareja que abandonó a su hija nacida mediante gestación subrogada por tener síndrome de Down.

Los casos vinculados a la explotación y la polémica que suscita el tema llevaron a Lake y Santos a asegurarse de que Kusolsang “es una mujer con un alto poder adquisitivo, más que nosotros, que aceptó voluntariamente gestar a nuestro bebé”. La batalla legal del matrimonio se ha centrado también en demostrar que “somos una familia preparada para criar unos hijos felices y Carmen debe criarse con la familia que conoce desde el día en que nació”. La ley tailandesa “habla de que, por encima de todo, se velará por el bienestar del bebé”.

Una pareja homosexual gana la batalla por la custodia de una niña nacida por maternidad subrogada

El tribunal ha concedido la custodia legal a uno de los miembros del matrimonio, Gordon Lake, que es el padre biológico de la niña. La pareja ha permanecido bloqueada en Tailandia desde que el país aprobó una ley para prohibir esta práctica.

El caso de el l ciudadano español Manuel Santos y su marido, el estadounidense Gordon Lake

El caso de el l ciudadano español Manuel Santos y su marido, el estadounidense Gordon Lake, se ha visto perjudicado por el hecho de que la legislación tailandesa no reconoce a los matrimonios de personas del mismo sexo y por la nueva ley que prohíbe la maternidad subrogada

MADRID.- El ciudadano español Manuel Santos y su marido, el estadounidense Gordon Lake, han logrado ganar la batalla legal para que les concedan la custodia de Carmen, una niña nacida por maternidad subrogada de una mujer tailandesa que, al enterarse de que eran homosexuales, se negó a entregársela, ha informado el diario The Bangkok Post.

La abogada de Santos y Lake, Rachapol Sirikulchit, ha confirmado a la prensa que el Juzgado de Familia y Menores de Bangkok ha dictaminado que la custodia corresponde a Lake, que es el padre biológico de la niña.

“El tribunal ha concedido la custodia legal de Carmen Lake a Gordon Lake, mi cliente, y ha dicho que mi cliente es único tutor”, ha explicado Rachapol, a la salida del tribunal. Lake y su marido, el español Manuel Santos, han permanecido bloqueados en Tailandia desde que el país aprobó una ley para prohibir la maternidad subrogada, una norma que entró en vigor en julio de 2015, varios meses después de que naciera Carmen, en enero de ese año.

Santos ha salido sonriendo y llorando de felicidad del tribunal. “Hemos ganado”, ha asegurado ante los reporteros. “Estamos verdaderamente felices… Esta pesadilla va a terminar pronto”, ha comentado. “Tras quince meses, Carmen volará a España”, donde vive el matrimonio, ha explicado Santos.

Su caso se ha visto perjudicado por el hecho de que la legislación tailandesa no reconoce a los matrimonios de personas del mismo sexo y por la nueva ley que prohíbe la maternidad subrogada, que entró en vigor después del nacimiento de Carmen Lake.

Cuando Carmen nació, su madre biológica, Patidta Kusolsand, la entregó al matrimonio, que se la llevó del hospital. Pero luego cambió de opinión y se negó a firmar los documentos para permitir a Carmen que tuviera un pasaporte para poder salir de Tailandia.
La madre creía que era “una familia normal”
Lake y Santos fueron informados de que la mujer pensaba que eran “una familia normal” y que estaba preocupada por el desarrollo que tendría la niña, según el mensaje que publicó Lake en una plataforma de financiación que les ayudó a recaudar 36 dólares para poder pagar los abogados y la estancia en Tailandia.

Lake ha dicho que no sabe por qué la madre dice que no sabía que era homosexual y ha subrayado que siempre fue claro en este punto cuando contactó con la agencia de maternidad subrogada, New Life, que tiene delegaciones en varios países.

La empresa cerró su delegación de Bangkok tras la entrada en vigor de la ley contra la maternidad subrogada en julio de 2015, tras varias polémicas.

Durante años, Tailandia ha sido un destino popular para los extranjeros que querían recurrir a la maternidad subrogada tanto por los bajos precios como por la permisiva legislación, según la agencia de noticias Reuters.

La pareja tiene otro niño, Álvaro, que nació por maternidad subrogada en India hace tres años, y ha contado que eligieron Tailandia porque la legislación en India ha cambiado. Santos ha afirmado que todavía no puede confirmar cuándo se irán de Tailandia con sus dos hijos.

Carolina del Norte se queda sin porno por sus políticas LGTBI

bandera arcoiris

Primero Bruce Springsteen canceló su concierto en Greensboro (Carolina del Norte) el pasado domingo. Después Bryan Adams canceló el suyo en el estado de Misisipi. Ahora ha sido una página web porno la que ha decidido bloquear a todos los usuarios que vengan de Carolina del norte. Algo huele a podrido en los estados del sur, y parece ser una la ley que limita los derechos del colectivo LGTBI.

Los estados de Carolina del Norte y Misisipi han promulgado dos leyes que discriminan los derechos del colectivo LGTBI, relegándolos casi a la condición de apestados. El bloqueo se mantendrá hasta que el gobierno de Pat McCrory derogue la House Bill 2, algo que quizá no ocurra nunca. ¿Qué hay de la famosa hospitalidad sureña? McCrory considera su ley muy apropiada a los tiempos que corren:  “Otorga unas expectativas básicas en materia de protección de la intimidad en baños y vestuarios públicos”, defiende el gobernador. En vigor desde el 1 de abril, la HB2 lleva, entre sus medidas más controvertidas, varias relacionadas con los aseos públicos.

La ley establece que un hombre no podrá entrar en el baño de una mujer y viceversa, así como la prohibición de los aseos mixtos. Se aventura en una definición del concepto “sexo biológico” y plantea los supuestos en los que alguien puede entrar a un baño que no sea el indicado según su sexo. En materia de derechos laborales, suprime la regulación a nivel federal convirtiéndola en una competencia estatal. Y es que, si bien la HB2 no establece discriminación en base al color de piel, raza, religión u origen étnico de la persona, sí lo hace en lo relacionado con la orientación sexual o la identidad de género.

“Hemos pasado los últimos 50 años luchando por la igualdad para todos y estas leyes son discriminatorias, algo que xHamster.com no tolera”, defiende la página web en un comunicado. Además de la pantalla negra que experimentan los usuarios al intentar acceder, xHamster también ha publicado un tweet a modo de bofetón a McCrory en el que incluye las estadísticas de las búsquedas de contenidogay y shemale de su portal en Carolina del Norte desde que empezó el año. “A juzgar por lo que veis, ciudadanos de Carolina del Norte, creemos que este castigo es desmedido [en referencia a la HB2]”, continúa la web.

El gobernador de Carolina del Norte, Pat McCrory

El gobernador de Carolina del Norte, Pat McCrory. Foto: James Willamor / Flickr

“La tierra donde la homofobia es Ley”

Aunque tres demandas federales y la presión desde diversos colectivos y organizaciones de derechos civiles han situado a Carolina del Norte sobre el mapa, lo cierto es que Pat McCrory no ha dado ni un paso atrás. El gobernador cedió mínimamente el martes al incorporar algunas modificaciones y suavizar varios preceptos, algo que no ha conseguido aliviar la presión sobre su cabeza lo más mínimo.  Según NPR, la “Ley de baños” -como ha sido bautizada popularmente-, no ha sido sino una represalia por las medidas aprobadas el pasado febrero en Charlotte -la ciudad más grande del estado- y que otorgaba protecciones en el entorno laboral a los gays, bisexuales, transgénero y lesbianas.

“Cualquier acción que se haga desde la legalidad es bienvenida”, dice Jesús Generelo, presidente de la FELGTB (Federación Española de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) en referencia al boicot llevado a cabo por xHamster. Un portavoz de la web aseguraba al Huffington Post que “solo en marzo tuvimos 400.000 búsquedas del término ‘Transexual’ […] La gente de Carolina del Norte buscó ‘Gay’ 319.907 veces”. Por eso el título del pantallazo con las estadísticas y “la increíble hipocresía de Carolina del Norte. La tierra donde la homofobia es Ley”.

El anuncio de xHamster

El anuncio de xHamster

“Hay cosas que son más importantes que un concierto de rock. Esta lucha contra los prejuicios y el fanatismo es una de ellas”, dijo Bruce Springsteen el pasado viernes al cancelar el concierto que pensaba dar el fin de semana en una localidad de Carolina del Norte. El comunicado, colgado en su página web, continuaba: “[La HB2] es un intento de dar marcha atrás en el progreso que ha hecho nuestro país en el reconocimiento de los derechos humanos de todos nuestros ciudadanos por parte de gente que no puede soportar ese progreso”.

Ni The Boss ni xHamster han sido los únicos que se han mostrado en desacuerdo con el giro de los acontecimientos en Carolina del Norte. Gigantes como Paypal, Deutsche Bank, Nissan, Apple, American Airlines y Google ya han expresado su preocupación o cancelado su planes de negocio en un estado donde el 88% de su población es cristiana. Según el Washington Post, la ley ha provocado varias cancelaciones de conciertos y una bajada del turismo en la región.

Carolina del Norte, mal. España ¿bien?

En España no existe ninguna ley de carácter nacional que proteja los derechos del colectivo LGTBI. Tan solo pequeñas disposiciones en los estatutos de cada Comunidad Autónoma. “No pienso que en España haya ninguna ley del calibre de la de Carolina del Norte. Es inimaginable y anticonstitucional. Aunque si rascamos un poco sí hay casos de discriminación”, cuenta Jesús de FELGTB a eldiario.es. Las pocas leyes con las que cuenta España actualmente son de ámbito comarcal, como la  Ley de Igualdad Social de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales, Transgénero e Intersexuales y de Políticas Públicas contra la Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género de Extremadura o la aprobada en Cataluña en octubre de 2014. En Madrid “la ley está ya en trámite parlamentario y seguramente tendremos una ley parecida [a la de ambas comunidades mencionadas] antes de junio”, cuenta Jesús.

“Dependiendo de la comunidad en la que nos encontremos se da la paradoja que una persona LGTBI puede tener diferentes derechos y libertades, o ser defendidos sus derechos de diferente forma, y lo mismo pasa con las sanciones, que nunca podrá llegar a la parte penal por ser exclusividad del Estado”, dice Paco Ramírez, director del Observatorio STOPLGTBFobia. Las leyes autonómicas actuales sancionan de forma administrativa, nunca de forma penal. Es por eso que desde ambos colectivos se demanda la creación de una ley unificadora para todo el territorio nacional. Unas leyes que, actualmente, “no son efectivas”, según Paco.

“Es fundamental invertir la carga de la prueba en faltas administrativas”, dice Jesús. “Tiene que ser el discriminador el que pruebe que no lo ha hecho, porque probarlo a la inversa es prácticamente imposible”, continúa. La mayoría de agresiones a personas que forman parte del colectivo LGTBI se castigan como delitos de odio, aunque a veces ni eso: “Es muy raro que en España, si existe algún agravante de odio, los jueces lo apliquen de forma efectiva y certera”, dice Paco. En la retina quedan casos como el de la niña trans de Málaga, la agresión sufrida por un chico el pasado febrero o el profesor de Cádiz al que no renovaron por ser gay.

Tanto STOPLGTBFobia como la FELGTB coinciden en que “es urgente una Ley Estatatal de Igualdad y No Discriminación”, además de una “Ley Estatal contra los delitos de odio”, porque “sigue habiendo una discriminación muy oculta, muy denunciada y muy poco trabajada por parte de las administraciones”, según Jesús. Y concluye: “Bienvenida sea la actitud militante de esta página porno”.

Las grandes empresas de EEUU se cuelgan el cartel de ‘gay friendly’

LEY ANTIGAY El gobernador de Misisipí se suma a las leyes restrictivas con los homosexuales

Activistas en favor del matrimonio homosexual, durante una manifestación frente al Tribunal Supremo de EEUU, en Washington

Activistas en favor del matrimonio homosexual, durante una manifestación frente al Tribunal Supremo de EEUU, en Washington. AFP

El dueño de Facebook, Mark Zuckerberg, atacando a Donald Trump por su política inmigratoria. Deutsche Bank cancelando una inversión en Carolina del Norte que iba a generar 250 empleos por la legislación contra los homosexuales en ese estado. Lionsgate, la productora de The Hunger Games (Los Juegos del Hambre), llevándose desde ese estado de EEUU a Canadá el rodaje del episodio piloto de una serie para el que ya había contratado a 100 personas. Aunque quien más daño ha causado al estado es la empresa de pagos online PayPal, que ha cancelado una inversión que podría haber creado 400 empleos directos e indirectos. Y más de 100 grandes empresas de EEUU han publicado una carta abierta criticando la ley. Todo ello pone en peligro la primacía de la ciudad de Charlotte – en la que tiene su sedeBank of America, la segunda mayor entidad de EEUU por activos – como centro financiero en EEUU.

De Misisipí es improbable que se vayan muchas empresas, porque no hay. Pero, muchas de las que han invertido en el estado no están nada contentas con la ley que acaba de aprobar para limitar los derechos de los homosexuales. Los fabricantes de automóviles japoneses Nissan y Toyota, y la segunda mayor telefónica del mundo, AT&T, han calificado a esa norma de “contraria a nuestros principios”. El gobernador del estado, Phil Bryant, solía lamentarse de que allí no tenía su sede ni una empresa del Índice de las 500 mayores corporaciones de EEUUque elabora la revista Fortune. Ahora, todo parece indicar que su frustración va a ser mayor.

Así pues, las grandes empresas estadounidenses han entrado en política en estas elecciones. Eso no es inusual. Lo llamativo es que lo están haciendo sin cortarse y, además, actuando contra su aliado tradicional, que es el Partido Republicano. El mismo Partido Republicano que ha repetido una y otra vez los argumentos de Facebook y de otros gigantes de Silicon Valley de que Estados Unidos debe reducir las restricciones a la inmigración de ingenieros y programadores.

Y el mismo Partido Republicano al que pertenece tanto Bryant como el gobernador de Carolina del Norte, Pat MacCrory, que gozó del apoyo entusiasta de Bank of America y de Google en su campaña electoral de 2012. Ambos estados han adoptado la misma política para atraer empresas: sueldos bajos, restricciones a las actividades de los sindicatos, escasas regulaciones, exenciones fiscales y límites muy estrictos en el caso de que los empleados quieran llevar a los tribunales a alguna empresa. Ahora, todo eso se puede ir al garete porque esos mismos estados han decidido que es legal que, por ejemplo, un restaurante se niegue a servir comida a una pareja del mismo sexo.

Es, así pues, una pelea familiar. Claro que esas peleas son las que más duran y las que peor se olvidan. Es llamativo oír a Zuckerbeg hablando de que “oigo voces temerosas hablando de construir muros o de separarse de personas a las que llaman ‘los otros'” y que “somos una comunidad mundial, ya sea para dar la bienvenida a un refugiado que huye de la guerra o a un inmigrante en busca de oportunidad”, cuando él se compró en Silicon Valley tres casas que rodeaban a la suya para tener privacidad, y ha pagado 100 millones de dólares (88 millones de euros) por una propiedad de 400 hectáreas en Hawái.

Además, el dueño y fundador de Facebook – una empresa que tiene un concepto tan flexible de la privacidad de sus usuarios como Donald Trump de los hechos cuando hace campaña – se la debía a Trump. El pasado octubre, Trump llamó a su rival por la nominación republicana, Marco Rubio, “el senador personal de Mark Zuckerberg” por su postura a favor del aumento del número de visados para personas altamente cualificadas. Las empresas de Silicon Valley quieren más expertos en programación extranjeros porque, arguyen, en EEUU no hay un número suficiente. Sus críticos las acusan de tratar de atraer talento foráneo porque los inmigrantes cobran menos.

Pero la cascada de críticas a carolina del Norte y a Mississippi refleja la fractura interna de los republicanos entre el sector más cercano a las grandes empresas, que ha dominado esa formación tradicionalmente, y el de los ‘conservadores sociales’, que le está arrebatando el control del partido y cuya estrella no es Trump, sino el otro gran candidato por la nominación: el senador por Texas Ted Cruz.

Empresas como Amazon, Starbuck’s y Microsoft ya capitanearon la campaña en el estado de Washington en favor del en el referéndum sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo que se celebró allí en 2012. Ahora que esas uniones son legales en todo Estados Unidos, esos mismos gigantes quieren que las personas de esa orientación sexual tengan los mismos derechos que los heterosexuales.

Las grandes empresas censuran las leyes homófobas de Mississipi y Carolina del Norte

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Asociación médica de EE.UU. apoya el matrimonio gay y rechaza las terapias de conversión EFE

Maldito Mississipi, cantó una vez Nina Simone. Sabes realmente cómo señalar a la gente. El Estado del sur ha recorrido un largo camino desde que encabezó la lucha por mantener la segregación racial. Pero esta semana ha escogido otro nuevo punto de mira, la comunidad LGTB. Aquellos que se oponen a los esfuerzos anti-LGTB no se van a dar por vencidos sin luchar y, esta vez, las empresas líderes se han posicionado en primera línea de fuego.

Las empresas tanto grandes como pequeñas, que en el pasado tenían miedo de provocar un escándalo político, están apoyando los derechos LGTB, y los estados que no los apoyan están por tanto perdiendo puestos de trabajo.

Tras la aprobación del proyecto de ley 1523 el pasado martes, Mississippi se convertirá pronto en el Estado que ofrece la menor protección a las personas gays, lesbianas y transgénero. Todo esto ha sucedido justo en el momento en el que 21 Estados, principalmente del sur, han aprobado leyes que ofrecen una clara contraofensiva a la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo al permitir a las personas y empresas negar servicios en base a sus propias creencias religiosas.

Este manotazo a la legislación revela la clara separación que existe actualmente entre las legislaciones estatales de tendencia conservadora y las empresas, locales y nacionales, que ahora apoyan las campañas pro derechos civiles y piden la derogación de la ley.

El nuevo proyecto de ley permite a los individuos e instituciones denegar ciertos servicios por motivos religiosos en Mississipi. En Carolina del Norte permite el veto de las protecciones contra la discriminación que tienen que ver con la orientación sexual, exigiendo, por ejemplo, que las personas trans utilicen el baño correspondiente a su género al nacer en edificios públicos y escuelas. Las respuestas no han tardado en aparecer.

En Carolina del Norte, PayPal ha cancelado una inversión de 3,6 millones de dólares para un nuevo centro de operaciones que habría empleado a más de 400 personas. Nissan, la empresa que más empleos genera en Mississipi, reiteró rápidamente su apoyo a la comunidad LGTB y Duke Energy, la compañía eléctrica más grande del estado, ha mostrado su total oposición aunque no ha emitido una opinión clara sobre la ley en sí misma.

Los dueños de los comercios locales y los educadores avisan de que esta legislación podría dañar la competitividad del estado en cuanto a la atracción para los negocios y las inversiones. “Estos gilipollas hablan de mujeres y hombres gays utilizando el mismo lenguaje que utilizaban en los años 50 y 60 para apoyar la segregación”, dice el galardonado chef John Currence, dueño de varios restaurantes en Oxford, Mississipi. Alerta también de que la ley, conocida como la Ley de Servicios de Libertad Religiosa, podría hacer que muchas empresas cambiasen de estado.

“No puede ser más vil y retrógrada”

“Cuando la gente ve este tipo de políticas regresivas, afecta a la calidad de vida”, añade Currence. La nueva ley, apunta, “no puede ser más vil y retrógrada”.

Ivo Kamps, profesor de inglés de la Universidad de Mississipi, advierte de que la ley “afectará negativamente a nuestra capacidad para captar estudiantes y profesores”, aunque el rector de la universidad asegura que nada cambiará.

Pero, ¿en qué medida pueden afectar los líderes empresariales a los responsables políticos, sobre todo cuando los legisladores tratan temas de fe que implican un perjuicio escandaloso para los demás?

Legislaciones como ‘el proyecto de ley de baños’ de Carolina del Norte y la elaborada en Mississipi se han introducido con más frecuencia desde que el Tribunal Supremo legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo el año pasado. En la mayoría de los casos, las empresas han mostrado públicamente su desaprobación. Algunas veces, como por ejemplo en Georgia o Dakota del Norte, los gobernadores de los estados simplemente se han negado a firmar los estatutos dentro de la legislación.

El problema para Mississipi, dice Eric Fleming, desde la Unión Americana de Libertades Civiles, es que la ley agrava la controvertida imagen del estado. “Todavía tenemos la bandera de la Confederación incrustada en la bandera del Estado. Sumar esta legislación es hacer que Mississipi lo tenga todavía más difícil para vender lo que debería ser”.

Pero la reacción de las empresas, a nivel local y corporativa, apuesta por la vía de la diversidad y la tolerancia ahora que se considera un asunto clave. En 2014, cuando se introdujo por primera vez el proyecto de ley 1523 (que permite dejar sin servicio a las personas LGTB), C. Michell Moore, propietario de una panadería en Jackson, inició una campaña en Facebook: “Si vas a comprar, estaremos vendiendo”.

“No nos dieron elección. El gobernador dijo que lo hacía en nombre de los panaderos y los floristas para que no tuviéramos que formar parte en los matrimonios del mismo sexo”, explica. “Pero nunca preguntaron a la gente antes de actuar de esa forma. Así que lo primero que hicimos fue decir: No, usted no habla por nosotros”, añade. “Usted no tendrá éxito en un negocio si discrimina la sexualidad, de la misma manera que no tendrá éxito si discrimina a las personas por su color, su edad o su discapacidad”.

Las empresas, encargadas de contener los extremismos

Los académicos dicen que la legislación vigente, combinada con el proyecto de ley Ciudadanos Unidos de 2010, que otorgó a las empresas parte de los derechos ciudadanos, ha colocado a las corporaciones en la vanguardia de los esfuerzos para contener la propagación de la legislación de ideología extrema.

En Carolina del Norte, más de 130 empresas, incluyendo Bank of America, firmaron una carta instando a los legisladores a derogar en la próxima sesión legislativa la ley trans. “Las empresas tienden a ser seguidoras, pero una vez que hay consenso, van a dar el primer paso”, explica Peter Henning, profesor de derecho en la Universidad del estado de Wayne.

“Las corporaciones preferirían estar en silencio, pero no puede ser. El público, particularmente el público comprador, quiere saber dónde se posicionan las empresas. Los consumidores están politizados y prestan atención hasta tal punto que el posicionamiento de las empresas genera muchas expectativas”.

En líneas generales, continua Henning, las empresas preferirían no ver esto como parte de su campaña de marketing, pero lo es después de todo. “Las firmas preferirían ir por el cauce único del dinero, pero no pueden. Están en la mirilla de lo público y el público espera esto. Así que ahora tienen el derecho -o el pesar- de hablar sobre temas de interés público”.

Cada vez más, esta situación implica hablar antes de que se apruebe la legislación. La semana pasada, Dow Chemical, HP y Alcoa se unieron a los grupos pro derechos civiles para urgir a los legisladores de Tennessee a que abandonasen una legislación muy parecida a la de Carolina del Norte que, según algunas estimaciones, afecta a 10.000 estudiantes transgénero.

“Los empresarios saben que la discriminación es mala para los negocios y mala para Tennessee”, dice Chad Griffin, presidente de The Human Rights Campaign (HRC), una de las mayores asociaciones en defensa del colectivo LGTB de todo el país.

La ley permite las ‘terapias de reconversión’

El proyecto de ley de Mississipi, que no entrará en vigor hasta el 31 de julio, va más allá de las reglas sobre los aseos. Además de permitir a las personas y a las organizaciones utilizar la religión para ejercer discriminación, la ley permite a los padres de niños LGTB someterlos a ‘terapias de reconversión’. El estado también está autorizado a negar viviendas en base a creencias religiosas.

En el caso de que las empresas estén preparadas para actuar de manera política, todavía hay una división entre actuar de forma proactiva, como en Tennessee, o después de lo que suceda, como en Carolina del Norte, donde Bank of America se ha unido a HRC para intentar forzar la derogación de la ley que se conoce como HB2.

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Asociación médica de EE.UU. apoya el matrimonio gay y rechaza las terapias de conversión EFE

A medida que aumenta la presión sobre los legisladores -la semana pasada Hillary Clinton y Bernard Sanders se sumaron a las protestas- las empresas buscan subrayar su posición a favor de la diversidad.

Nissan, que emplea a 6.000 personas en su planta de Canton, presumió una puntuación perfecta en el índice de Igualdad Corporativa de HRC, una lista que verifica las normas de no discriminación. El portavoz de la compañía hizo hincapié en su patrocinio de los campeonatos de sóftbol homosexuales en Columbus -Ohio- y su creación de una alianza entre personas homosexules y heterosexuales dentro de la organización para sensibilizar a sus empleados en temas LGTB.

“Lo primero que sentimos es que necesitábamos ordenar nuestra propia casa”, explica Richard Ash, responsable de planificación de medios y estrategia de Nissan. Ash recuerda también la importancia de la autenticidad: “¿Estás aquí solo para vender un coche o tienes algo que decir de verdad? Cuando hablamos directamente de estas comunidades, que responden bien, tenemos que decir que son clientes fieles y les tenemos aprecio.

Esta idea tampoco se ha perdido en los competidores regionales. Los Estados están intentando robar negocios de sus rivales con legislaciones anti-LGTB. La semana pasada, Nueva York y Vermont prohibieron los viajes financiados por el Estado hacia Mississipi si no eran esenciales. En Connecticut, los legisladores se lanzaron sobre Bank of America para que mude su oficina central de Carolina del Norte a un Estado que sí que comparte valores. Hay dinero en los valores progresistas, y algunos de los estados del sur empiezan a darse cuenta.