Bilbao se adentra en Fitur Gay para atraer al turista LGBT

El turismo no es un sector emergente en el País Vasco, sino uno ya emergido. Así lo afirman desde la Oficina de Turismo Bilbao-Bizkaia, por ello su plan se basa en centrarse en sectores estratégicos como el LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales) para potenciar el flujo de visitantes y el gasto en el territorio histórico vizcaíno.

Uno de los primeros pasos para atraer este nicho es la primera presencia de Bilbao-Bizkaia en Fitur Gay, una de las áreas expositivas de la feria Fitur 2016 que se inaugura mañana en Madrid. La marca turística dispondrá de un espacio en el stand Euskadi del Gobierno vasco, de nueve metros cuadrados, en Ifema, donde se celebra la quinta edición de la feria.

Los buenos datos turítisticos de este año han propiciado que Bilbao-Bizkaia pase a centrarse en nichos como las personas con discapacidad o, en este caso, el colectivo homosexual. Según la Oficina de Turismo, el perfil de este tipo de turista es bastante concreto. Su edad oscila entre los 30 y los 55 años, tiene un nivel cultural medio alto y un poder adquisitivo superior a la media. De hecho, estos turistas consumen un 40% más que el turista heterosexual.

Además, son visitantes muy urbanos, en búsqueda de una oferta atractiva de ocio y cultura. Otro los motivos por los que Bilbao-Bizkaia se centra en atraerlos es que no se trata de un tipo de cliente estacional. Se alejan del perfil del turistas de verano y son más constantes en el consumo.

La Diputación vizcaína y el Ayuntamiento bilbaíno han destacado hoy, en un comunicado, que “Bilbao, como ciudad moderna y diversa, es un referente friendly (amable con los homosexuales) del panorama europeo con numerosos espacios dirigidos a turistas LGBT”. Entre esos espacios, la Oficina de Turismo destaca los locales de ocio nocturno y las playas más salvajes, “libres de homofobia”, como Barrika, Barinatxe y Meñakoz.

El diputado foral vizcaíno de Desarrollo Económico y Territorial de Bizkaia, Imanol Pradales, y el concejal bilbaíno de Desarrollo Económico y Empleo, Xabier Ochandiano, acudirán mañana a la inauguración de Fitur en representación de Bilbao-Bizkaia y el jueves, la directora de Turismo de la villa bilbaína, Mercedes Rodríguez, participará en un panel informativo. Allí defenderá el potencial de Bilbao-Bizkaia como destino para el turismo homosexual.

Piden a la RAE una definición de “bisexual” acorde con la realidad

SOCIEDAD Campaña en Change.org

La asociación Arcópoli quiere que en 2016, Año de la Bisexualidad, la Real Academia Española (RAE) cambie en su diccionario la definición de la palabra “bisexual” e incluya una acorde con su realidad, que es diferente al hermafroditismo y no implica alternar prácticas ni orientaciones sexuales.

Es “imprescindible” poner en marcha medidas de visibilidad de la bisexualidad, según Arcópoli, que quiere promover la presencia de “una definición adecuada” en el diccionario de la RAE, ya que “la lengua es un reflejo de la sociedad”.

Las personas bisexuales sufren “discriminación” y no sólo esconden a menudo su orientación entre personas heterosexuales, sino que dentro del colectivo LGTB tampoco se sienten cómodas y son “menos propensas a salir del armario”, ha destacado Arcópoli en un comunicado.

La RAE ofrece una definición con dos “acepciones erróneas” -explica esta asociación madrileña-, que son “hermafrodita” y que para ser bisexual es necesario “alternar prácticas homosexuales con heterosexuales” como si fuera preciso “alternar” prácticas u orientaciones sexuales para poder sentirse bisexual.

En realidad, tal como refleja el “DiccioArcópoli”, bisexual es “la persona cuya orientación sexual está enfocada hacia otras de sexo o género igual o diferente al propio, no necesariamente al mismo tiempo ni del mismo modo o con la misma intensidad”.

Arcópoli quiere que aparezca en el diccionario de la RAE esa definición y ha solicitado ya una reunión con esta institución.

Asimismo, Arcópoli va a lanzar una campaña en la plataforma ciudadanaChange.org para recoger firmas que legitimen aún más su reivindicación.

Paco León reconoce su bisexualidad: “Cuando conocí a mi mujer, yo tenía novio”

TELEVISIÓN  En el programa de Bertín Osborne

Paco León, paseando por las calles de Madrid con su pareja, Anna Rodríguez Costa

Paco León, paseando por las calles de Madrid con su pareja, Anna Rodríguez Costa. Gtres

Después de ser el protagonista de dimes y diretes, ha decidido hablar claro sobre su orientación sexual. Lo ha hecho en el programa de Bertín Osborne, En la tuya o en la mía, donde Paco León (41) revela su bisexualidad: “Cuando yo conocí a Anna, tenía novio. Tenía novio yo, no ella”, confiesa el actor en una entrevista que emite TVE en el prime time de este miércoles 20.

El sevillano se refiere a Anna Rodríguez Costa, la guionista catalana con la que Paco tuvo a la pequeña Manuela en marzo de 2010. Pero esta unión trajo más niños a casa, puesto que la novia del artista aportaba otro hijo. Por ello, León ya ha asegurado que no piensa en aumentar la familia: “Yo me planto, que ya tengo dos. Una mía y otro postizo”.

Un momento de la entrevista con Bertín Osborne

Un momento de la entrevista con Bertín Osborne | TVE

No piensa en pasar por el altar

Por otro lado, el actor tampoco piensa en formalizar su relación con Anna, ya que siente que los papeles son innecesarios a la hora de vivir su amor. Quizá influya que Paco no pare de trabajar en el cine: el próximo 29 estrena la películaEmbarazados y, en abril, su primer proyecto como director, Kiki.

Aun así, ya ha confesado a LOC que sus compromisos no le quitan tiempo para estar con su hija, Manuela, quien no quiere ver a su padre en el mundo de la interpretación: “Cuando aparezco en la televisión, me dice que lo quite y que le ponga dibujitos”. Viniendo de un clan de actores y rodeada de otros tantos amigos de la familia, a la niña de casi seis años tampoco le sorprende este mundo: “Es un poco normal para ella. Porque ve también a amigos: a Eduardo [Casanova], a Pepa, a mi hermana, la tita María [León]… Todo el mundo sale en la tele. Para ella es una cosa normal”.

De todas formas, Paco León prefiere que a la pequeña no siga sus pasos. “Yo espero que no, aunque a mí me hace gracia porque es muy cómica”, declara a este medio. ¿El motivo por el que espera que su hija se dedique a otra cosa? “No se lo recomiendo”, contesta el sevillano.

Torturas, destierro y examen anal

TÚNEZ En el quinto aniversario de la revolución

Un grupo de homosexuales se manifiesta en Túnez

Un grupo de homosexuales se manifiesta en Túnez. CHEDLY BREN IBRAHIMCORBIS

A M. lo encerraron en prisión como a sus otros cinco compañeros. Allí vivieron un auténtico calvario. Los golpearon, les cortaron el pelo a cero. Los metieron en una celda con otros 190 presos, que les pegaron, les insultaron, les obligaron a bailar desnudos y les violaron con palos. Fueron suspendidos por los brazos y golpeados con un cable. Así 20 días, cotidianamente. Su delito: ser homosexuales.

M. no quiere dar su nombre. Está traumatizado. Su rostro ensombrecido todavía es la expresión del sufrimiento. Se cubre su cabeza con la capucha de su sudadera negra. “Sólo quiero volver a sonreír. Mi vida ya no tiene futuro. He perdido a mi familia, mis estudios. Ya no tengo nada”, dice a EL MUNDO, sentado en un café a las puertas de la kasbah. Tiene 21 años y era estudiante de Filología inglesa. “Quiero irme del país. ¿Adónde iré? No lo sé”, concluye.

Una mueca en sus labios anuncia las lágrimas. M. intentó quitarse la vida en prisión, robando los medicamentos de un preso diabético. Seca sus ojos y le abraza con delicaceza B. Él ha vivido lo mismo. Está muy delgado y pálido, pero fuma compulsivamente. Un gorro de lana color canela oculta su cabeza rapada. Estudiaba segundo curso de Filología árabe. Ya no podrá acabar su carrera, al menos no por ahora.

“Fui a la facultad a hacer un examen y sólo pude quedarme apenas una hora. Todos los compañeros me acosaron y me amenazaron, incluso los que eran mis amigos. Tuve que irme para salvar la vida. Si me hubiera quedado allí un minuto, me hubieran linchado”, relata. B. cuenta que ya no es sociable, que tiene miedo. “No puedo quedarme en Túnez. Todo el mundo ha participado en esta tortura. Tengo que salir del país”, afirma.

M. y B. son parte de un grupo de seis estudiantes de Kairuan (en el interior de Túnez) que fueron detenidos en diciembre, juzgados y condenados a tres años de prisión y cinco de destierro por “prácticas homosexuales”. Uno de los acusados fue condenado a otros seis meses de cárcel más por “atentado contra el pudor”, al encontrar un vídeo pornográfico en su ordenador.

Vidas truncadas

Los chicos fueron forzados a someterse a un examen anal para ‘probar’ su culpabilidad. “El test anal es un ataque contra los derechos humanos y está considerado por la ONU como una forma de tortura”, denuncia Ahmed Ben Amor, vicepresidente de Shams, una asociación que defiende los derechos de los homosexuales en Túnez.

“Hemos visto cómo la vida de estos jóvenes ha sido destruida. Sufren un gran trauma psicológico. No pueden dormir, tienen miedo de salir a la calle. Han sido rechazados por sus familias. Han perdido sus estudios”, remarca Ben Amor, que a sus 19 años es la cara visible de la asociación Shams.

Los jóvenes -cuatro tienen 18 años y dos de ellos, 21- fueron puestos en libertad provisional el 7 de enero, a la espera del juicio de apelación, el 25 de febrero. Mientras, están escondidos. Su caso ha levantado una fuerte indignación en la sociedad tunecina. Numerosas personalidades progresistas y asociaciones defensoras de las libertades civiles dentro y fuera de Túnez han llamado a la necesidad de abolir el artículo 230 del Código Penal, que criminaliza la homosexualidad.

“Tenemos una nueva Constitución, pero un Código Penal que data de la época de la colonización francesa y que falla en la aplicación de la ley. La represión contra los gays es contraria a la imagen idílica que Túnez comercializa“, afirma el joven activista.

Prácticas ‘inhumanas’ y ‘degradantes’

En los últimos meses, los colectivos homosexuales han visto incrementada la presión social y de las autoridades. La propia Shams, después de que en mayo de 2015 se convirtiera en la primera asociación que milita por los derechos LGBT que era legalizada en Túnez, sufre ahora el acoso del Gobierno. En noviembre, el ex ministro de Sanidad y diputado del partido islamista En Nahda Abdellatif Mekki lanzó una diatriba en el Parlamento que sostenía que Shams era un peligro para la sociedad. Poco después, un tribunal suspendió sus actividades por 30 días, acusándola de violar la ley de ONG. La vista en la que se juegan su legalidad se celebra este martes 19 de enero.

Han quemado nuestra sede tres veces. Hay una estigmatización en la que han participado medios de comunicación como la televisión Zeituna [próxima a los islamistas de En Nahda], que apeló a la lapidación de los homosexuales, lo que ha devenido en un estado de violencia contra nuestro colectivo”, cuenta Ben Amor.

El caso de M., B. y sus otros cuatro compañeros no es el único. En septiembre, otro joven fue condenado a un año de prisión por “prácticas homosexuales” y sometido a un examen anal. Esta práctica ya fue denunciada entonces por las asociaciones civiles por “cruel”, “inhumana”, “degradante”, contraria a las leyes internacionales y asimilada a un acto de “tortura”. Pero la historia volvió a repetirse con los ‘seis de Kairuan’.

“La situación va de peor en peor en Túnez. Los gays recibimos amenazas de muerte, insultos y agresiones en la calle. La ausencia del Estado permite que esta gente ejerza su odio y su complejo de masculinidad contra nosotros”, denuncia Ben Amor.

Un estudio asegura que todas las mujeres son bisexuales o lesbianas

chicas

¿Recuerdas aquel “todos somos bisexuales” de El otro lado de la cama que marcó un antes y un después en tu percepción de las relaciones de pareja? Pues no estaba tan desencaminado. Al menos, eso afirma un estudio realizado por la Universidad de Essex (Reino Unido), en el que se analizó la respuesta sexual de más de 500 mujeres ante estímulos masculinos y femeninos.

Las participantes heterosexuales mostraban la misma excitación de sus órganos íntimos al observar imágenes provocativas de hombres, como de mujeres. “Fisiológicamente, las mujeres se excitan por igual ante estímulos de ambos sexos“, afirma el autor del estudio, Gerulf Rieger.

En este caso, la excepción son las lesbianas. Las participantes homosexuales sí mostraban una respuesta física claramente preferente hacia los estímulos femeninos. Se estudiaron, en sucesivas pruebas, tanto la irrigación de su vulva como la dilatación de sus pupilas, y su reacción fue “típicamente masculina”.

Una sexualidad diferente

“La sexualidad femenina es aún una incógnita para la mayoría de la gente”, reconoce Rieger a FCINCO. De ahí que las reacciones a su artículo, publicado a finales del pasado año en la revista científica Journal of Personality and Social Psychology, no fueran todas positivas. “Muchos asumen que la sexualidad femenina es similar a la masculina, pero esta investigación subraya que no es así”, asegura el autor.

La explicación a tan curioso descubrimiento podría estar, siempre según las hipótesis de este grupo de científicos, en una causa biológica. “Los hombres han evolucionado con fuertes impulsos sexuales, muy orientados hacia un género, y esta combinación está destinada a facilitar la reproducción. Sin embargo, y dado que la cópula forzada se da en muchas especies animales y en la sociedad humana, una más fácil excitación de la mujer ante cualquier estímulo sexual podría servir para mitigar el riesgo de un trauma genital“, explica Rieger.

“Otros estudios añaden que, a nivel psicológico, la mujeres también son más flexibles en cuando a su atracción por los dos sexos que los hombres. Supongo que tendrá que ver con que sus cuerpos les permitan excitarse tanto con estímulos masculinos como femeninos, que es lo que hemos investigado nosotros, pero no existe aún una prueba contundente que lo demuestre”, destaca.

Para llevar a cabo la investigación, el equipo de la Universidad de Essex publicó anuncios en internet en áreas próximas a centros universitarios.

Cárcel a los gays que ‘salgan del armario’ en Rusia

Una pareja gay se abraza en su casa de San Petersburgo

Una pareja gay se abraza en su casa de San Petersburgo. MADS NISSEN | Contacto

Si un ruso duerme con una persona del mismo sexo, es mejor que mantenga la boca cerrada en el trabajo. Y si intenta hacer bandera política de lo que en realidad es un ‘defecto’, saliendo a la calle a manifestarse, la multa está casi asegurada. Se puede ser gay o lesbiana, pero no reivindicarlo en el espacio público. En Rusia, la homosexualidad está condenada, sobre todo como movimiento social. Ni la literatura, ni la prensa ni la política pueden enarbolar la bandera gay. Pero ahora, la ‘cacería’ puede pasar al nivel individual.

La oposición parlamentaria no es precisamente una ayuda. El Partido Comunista Ruso ha propuesto que ‘salir del armario’ sea castigado por la ley. Dos diputados del partido rojo, Ivan Nikitchuk y Nikolai Arefeyev, quieren multar con 58 euros a quien exprese comportamientos ajenos “a las relaciones sexuales tradicionales”. El arresto para quien se declare gay estando cerca de centros educativos o culturales sería de hasta 15 días de duración. La propuesta se debatirá la semana que viene en la Duma [cámara baja del Parlamento ruso], y pretende prohibir los besos entre parejas gays y hasta confesar públicamente la homosexualidad. El comunista Nikitchuk ve a los gays como gente “enferma y loca” y espera que su ley pare lo que considera “una estrategia de Occidente para invadir las mentes rusas, corromper a la juventud y debilitar nuestra tasa de fertilidad”, según ha dicho al portal de noticias Meduza.

Desde el Kremlin, preguntados por el asunto, ha evitado pronunciarse aduciendo que no conocían la propuesta. Rusia Unida, el partido que respalda al presidente Vladimir Putin, sí apoyó la actual legislación. Sobre la vuelta de tuerca que proponen los comunistas ha hablado un líder del partido gubernamental, Dimitri Vyatkin, para calificarla como “superflua”.

Una encuesta del Centro Levada revela que el 37% de los rusos ven la homosexualidad como una desviación. Un 18% cree que deberían ser procesados.Irina Fedotova, una conocida activista gay rusa, se marchó a Luxemburgo este verano después de haber recibido una paliza: “He luchado lo que he podido. Y cuando no he podido más, me he ido”.

Según denuncia un informe de Human Rights Watch (HRW), la ley contra la propaganda gay instaurada en Rusia en 2013 ha disparado los episodios deviolencia contra los homosexuales. No hay una contabilidad general de agresiones, puesto que sólo existen asociaciones en unas pocas ciudades grandes. Pero el centenar de entrevistas en 16 municipios que llevó a cabo HRW apunta a un deterioro de la situación. Lo mismo han contado todos los gays y lesbianas contactados por EL MUNDO para este reportaje: “Vamos a peor, porque la ley ha dado luz verde a los ataques a los gays”, se queja Ilya, un homosexual de 26 años que vive en San Petersburgo. “Antes esta ciudad era la más tolerante, ahora no se puede caminar de la mano por la calle”, añade.

Acoso y derribo a profesores

La ‘postura oficial’ está clara: ser gay o lesbiana no es estar sano, y su modo de vida -e incluso ellos mismos- pueden ser un problema para los niños, por eso no pueden reivindicarse en público en virtud de una ley que imposibilita el activismo gay. En la calle y en los despachos la gente mete a gays y pedófilos en el mismo saco con mucha frecuencia: como si fuesen bombas de relojería que nadie quiere tener circulando por ahí. Hay temor al castigo estatal y todavía más al odio ciudadano. “Lo que más me asusta es que la mayoría de la gente no conoce a un solo gay o lesbiana pero repiten lo que dice la Iglesia y el Gobierno”, se ha quejado María Morozova, una joven profesora rusa. Su gremio está especialmente amenazado por una legión de activistas que se dedican a cazarlos y destrozarles la vida.

Pocas historias definen mejor el hostigamiento que sufren los gays como la de Olga Bajaeva. Tiene 24 años y vive en Magnitogorsk, una ciudad industrial de los Urales. Logró un trabajo dando clase en una escuela emparedada entre industrias metalúrgicas, esas catedrales de hierro que fueron la punta de lanza de los planes quinquenales de Stalin. Allí queda muy lejos el debate y la agitación de la nueva clase media urbana que despierta en Moscú, pero las redes sociales le pusieron delante de sus narices una historia que la hizo dar un salto de indignación. EnvKontakte (una red social tan importante en el país como Facebook) leyó la noticia de un profesor perseguido por ser gay. “Dejé un comentario diciendo queyo soy lesbiana y también trabajo en un centro educativo“. En mal momento se le ocurrió hacer tal cosa: “En un par de horas me llegó un mensaje de un tal Valkiria Repina que me conminaba a dimitir“.

Valkiria Repina gestiona, bajo seudónimo, un grupo llamado Padres de Rusia, a través del cual distribuyó la identidad de Olga, fotos suyas y algunos detalles‘desagradables’ sobre su vida. Olga, consciente de lo que se estaba desatando contra ella, decidió guardar silencio. Pero pronto a su bandeja de entrada llegó otro mensaje: “¿Por qué no contestas? Dinos qué has decidido. Si dejas el trabajo no distribuiremos esta información“. No contestó. Y la historia pasó a los medios de comunicación, recibió la llamada de un reportero, la prensa local relanzó la historia, y también el canal de televisión de la ciudad.

“Desde San Petersburgo alguien llamó al Departamento de Educación para informar de que había una lesbiana trabajando entre ellos, preguntando por qué no me habían despedido”, recuerda Olga. La directora del centro al principio la apoyó, y finalmente le dijo que si quería seguir trabajando ahí bastaba con no colgar contenido LGBT en su muro, cosa que ella jamás había hecho: “Me dijo que si seguía colgando cosas sobre política y criticando al Kremlin tendría que cambiar de profesión”. Se negó a irse. La pusieron a limpiar la escuela, pero la humillación no acabó ahí. Un padre, cuyo hijo en realidad estudiaba en otro colegio de la ciudad, la denunció porque el niño había visitado su página y había empezado a hacer preguntas sobre el matrimonio gay. La citaron delante de todos los profesores: “Olga Bajaeva actuó de manera imprudente”, clamó la directora dando comienzo a una especie de auto de fe al mas puro estilo soviético. Todos los profesores callaron. Olga dimitió aquel día.

El caso de Olga se repitió en San Petersburgo: otra profesora, Anastasia, recibió los mismos mensajes extorsionadores (con fotos sacadas de su Facebook en las que sale abrazando a su novia) por otro grupo de activistas anti-gay, que se jactan de haber desenmascarado a 30 profesores por todo el país. Hoy es una activista gay con ganas de “zarandear el sistema y dar esperanza”. Cada día, dice Anastasia, recibe mensajes de gays que han perdido su trabajo por culpa de su condición sexual.

‘Cacerías’ de gays

Nikita prefiere no dar su nombre real: “En cuanto a los temores cotidianos lo que me aterra es conocer a alguien por internet y que cuando llegue haya una banda preparada para lincharme“, concluye. Su temor está bien fundamentado porque existe un grupo llamado Occupy Pedophilia que se dedica a cazar y pegar a homosexuales. Son safaris a la caza del “maricón”, que quedan documentados en vídeo para escarnio público en las redes sociales.

La moda de cazar gays y sacarlos en la web ha sido imitada en algunas ciudades rusas. HRW analizó en 2014 hasta 78 ataques a gays, y ha notado que ha cambiado la dinámica: ya no se ataca tanto a homosexuales que se significan. Ahora el objetivo son los que intentan pasar inadvertidos.

Algunos políticos de Rusia retratan a los gays como personas “peligrosas” y para muchos rusos se trata de “enfermos” nocivos para los niños. Así lo ve Vitaly Milonov, un conocido político ultraconservador de San Petersburgo convertido enlátigo de los gays, las lesbianas, los transexuales y otro tipo de “desviados” que, según ha sugerido, “violan a niños”. Es famoso por organizar redadas en locales de alterne, pero niega que haya opresión alguna: “Por amor de Dios, no consigo cerrar ni un solo club de maricones, y están por todas partes”.

Eddie Redmayne: a por el Oscar con ‘cambio de sexo’ incluido

Eddie Redmayne en La Chica Danesa

Eddie Redmayne en ‘La chica danesa’

Decía Otto Weininger que «la mujer no es otra cosa que sexualidad; el hombre, en cambio, es sexual». Y ahí lo dejaba. Pasiva una, activo el otro. Conceptual la primera, sensual el segundo. El austrohúngaro de la Viena de entreguerras arrojaba su reflexión en la monumental Sexo y carácter, una obra tan erudita como controvertida; tan brillante como, finalmente, misógina. Además de antisemita y, apurando, hasta disparatada. Lo tenía todo, para entendernos. Y pese a ello, Weininger no hacía más que poner luz sobre uno de los silencios más culpables de la civilización. La nuestra. De paso, anclaba en el papel buena parte de los lugares comunes que vendrían después.

Y hasta hoy. La prueba es La chica danesa, la película de Tom Hooper, que, a su manera, llega a la cartelera con la intención evidente de abrir puertas, airear el patio y refutar lugares demasiado comunes. «Obviamente, ésta no es una película política, pero sí cumple una función política. Si mi trabajo sirve para abrir una discusión, para facilitar que se hable de ello, para condenar la situación de loshomosexuales en Rusia, por ejemplo, pues bienvenida sea», dice Eddie Redmayne. Y lo dice como midiendo las palabras, dejando que cada uno de los fonemas que sale de su boca tropiecen en el aire en un gesto tan cursi como afectado; tan interesante como, admitámoslo, magnético. Se nota, en definitiva, que el actor de 33 años más premiado y aplaudido de su generación, incluido el Oscar al mejor actor por La teoría del todo (2014), está educado como dios manda. No en balde, visitó los mejores colegios de Inglaterra, aquellos que delimitan el espacio real de la real realeza.

SEDA SOBRE LA PIEL. La película, para situarnos, narra la historia de un pañuelo de seda deslizándose sobre la piel. O, por lo menos, ahí empieza. Cuenta David Ebershoff en el libro homónimo en el que hace pie el director deEl discurso del reyque un buen día la pintora de retratos Gerda Gottlieb (atentos a la perfección deAlicia Vikander en pantalla) se quedó sin modelo. Desesperada, o no tanto, le rogó a su marido y también pintor, Einar Magnus Andreas Wegener, que cubriera la vacante. Aunque sólo fuera un instante. Y así, hasta que el suave tacto del satén sobre el tobillo (o más adentro) descubrió un mundo nuevo. En ese momento preciso, Einar inició un viaje que le convertiría en Lili Elbe. Es decir, la primera persona que se sometió a una operación para cambiar de sexo. Transexual pues.

«Yo, como todo el mundo, vivo rodeado de prejuicios. Intentas mantenerte al margen, pero no es fácil. Ahora puedo decir que, desde un punto de vista personal, no sólo profesional, la experiencia de esta película ha sido una de las más intensas de mi vida», explica a modo de presentación. ¿Y qué es eso que tanto le ha cambiado? «Básicamente, lo que he aprendido es que los conceptos de masculino y femenino no son binarios, son dos conceptos fluidos que admiten muchos estadios intermedios. Todos los hombres tenemos un lado femenino, y viceversa. Por alguna razón nos han educado en que las cosas o son blancas o negras. Y eso es un gran error. El sexo, además, no es una cuestión física que tenga que ver con el cuerpo. O no sólo. Es algo mucho más emocional e interno que está directamente unido a lo que uno es», dice, se toma un respiro y concluye: «Para mí, esta película es una historia de amor, sobre el alma de una persona». Irrefutable, sin duda.

Eddie Redmayne en 'La teoría del todo'

LA IGNORANCIA MÁS ABSOLUTA. Cuenta el actor que para poder soltar sin titubear el párrafo precedente, antes tuvo que informarse. Y mucho. «Me llevó muchísimo tiempo prepararme. Partía desde la ignorancia más absoluta. No soy un actor de método, pero recopilar toda la información posible sobre lo que iba a hacer era básico», reconoce antes de ofrecer un listado detallado de todas sus lecturas y de todos los encuentros con personas que han vivido una experiencia similar a la de Lili. Esto sin olvidar su puntual conocimiento de las estadísticas del asunto. «¿Sabe que en las personas transgénero, no sólo transexuales, el índice de intentos de suicidio es del 41%? Una cifra así debería hacernos reflexionar a todos». Más allá de la pseudoautobiografía de la propia Lili Elbe (Man into a woman) y de la novela de Ebershoff citada y recientemente publicada en español (Anagrama), lleva años (más de tres) ocupando sus noches y días con toda literatura sobre el asunto que cae en sus manos. Y aquí coloca en lugar de excepción Conundrum, el libro de memorias de 1974 de Jan Morris y hasta la serie británica My transsexual summer.

Pero la cosa no acabó ahí… «Durante el rodaje de El destino de Jupiter tuve ocasión de hablar largo y tendido con el director y transexual Lana Wachowski. Ella [dice con cuidado] me sirvió de inspiración y le estoy muy agradecido. Es más, fue ella la que sugirió el estilo art-nouveau de la película como la mejor representación de una época en el que las líneas masculinas y femeninas, aunque fuera desde un punto de vista metafórico, se mezclan. Con el modernismo se feminizó todo. Fue un tiempo en el que los hombres que marcharon a la guerra dejaron a las mujeres a los mandos. Cambió todo. La cultura se volvió mucho más andrógina con los pelos cortos de ellas. Fue un tiempo de libertad que hoy, me temo, hemos perdido».

Y quizá algo de razón tiene en lo de la pérdida. Si a ella le sumamos la mojigatería o, simplemente, la estupidez, algo nos dice que vamos hacia atrás. Un detalle. Justo antes de hacer la entrevista en Venecia, donde se presentó La chica danesaen el pasado mes de septiembre, el publicista (es decir, la persona que está entre el actor y el periodista) exigió la firma en un papel en el que se especificaba que nada de lo hablado a continuación se sacaría de contexto. Y añadía: «Las opiniones del actor sobre sexo se refieren a la película. No son personales». En efecto, estamos tontos. Pero sólo es un detalle.

MOMENTO TRANS. Sea como sea, lo cierto es que la película llega a las carteleras en un momento, digamos, favorable. Sin que quede claro la razón, el clima ayuda.Los 11 Emmys a una serie como Transparent sobre un padre de familia transgénero son sin duda un indicio. Tiempo atrás películas como Brokeback mountain (2005) o, mucho más cerca, Dallas buyers club (2013), se atrevieron a romper un tabú llevando al gran público una historia generalmente reducida al estrecho margen de lo independiente, de lo invisible. Eso no evitó que el prototipo de transexual ande siempre muy cerca de la caricatura. No en balde, la película ha estado en el cajón desde hace ya 15 años. Por la dirección, antes de Hooper, pasaron los nombres de Tomas Alfredson y Lasse Hallstrom y mucho antes de Redmayne, el/la designada para interpretar a Lili fue Nicole Kidman. ¿Cómo se quedan? «Creo sinceramente que en muy poco tiempo el panorama ha cambiado mucho. El que se haya aprobado la ley de matrimonios del mismo sexo en Estados Unidos es un síntoma o una consecuencia, según se mire», comenta.

¿Y qué tiene que decir a las quejas de la comunidad LGBT sobre la inmadurez que demuestra Hollywood al dar el papel de transexual a un actor hombre como usted?

Bueno, en realidad, no es a mí a quien corresponde contestar a esa pregunta. Yo sólo puedo decir que ha sido un honor poder meterme en la piel de una persona como Lili Elbe.

Un honor y, cabría añadir, una oportunidad casi única para acercarse a ese sueño al alcance de muy pocos. Es más, sólo de uno. Fue Tom Hanks el que en 1994 y 1995 alcanzó la gloria de ser condecorado, pues de eso se trata, con dos Oscar seguidos. Primero por Philadelphia, a continuación, por Forrest Gump. El año pasado por estas fechas, Redmayne subía al estrado del teatro Kodak para emocionarse a la salud (ya muy deteriorada, todo sea dicho) de Stephen Hawking.La teoría del todo, de Jane Marsh, le valía la estatuilla y este año, si nadie lo remedia, volverá a estar entre la nómina de candidatos gracias a Lili Elbe. «Sé que este tipo de papeles, además de un reto, hace que todo el mundo se fije en ti. Intentaré vivir mi momento», dice protocolario. Recuerda que la ceremonia de los Oscar le cogió justo en el rodaje de La chica danesa. Es más, fue soltar su discurso de agradecimiento y horas después volvía en avión al trabajo. «Es muy raro. Es un chute de adrenalina en mitad de un esforzado trabajo de concentración. Creo que durante unos días me volví loco», dice.

Redmayne se sabe afortunado. Hollywood adora los papeles desmesurados, inabarcables. Para meterse en la piel de Lili se autoexigió adelgazar casi siete kilos partiendo de una fisonomía al límite. «Mi mujer [Hannah Bagshawe, con la que se casó poco antes del atracón de los Oscar] fue testigo del cambio. El problema es que si adelgazaba demasiado se pronunciaba demasiado la nuez y los pómulos. Y quedaba muy masculino. Sólo una cosa me ayudó. Siempre me quejo de que jamás podré dar vida a un tipo con barba, porque apenas me crece. Bueno, ahora, la verdad, fue una ventaja», comenta, se ríe y sigue: «De todas formas, el error, por mi parte, sería creer que todo esto gira en torno a un cambio corporal. Lili no quería ser un hombre que actuaba como una mujer; sino que era una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre. Ya había dado vida a una mujer enNoche de reyes, de Shakespeare, en el teatro isabelino eso era lo común. Pero esto es otra cosa. Y mi esfuerzo ha sido siempre alcanzar esa otra cosa».

Sobre la pantalla, el Redmayne que vemos se antoja mucho más comedido y sabio de lo que un papel como éste promete. O, por lo menos, lo que los prejuicios prometen. Weininger, en su desmedida demencia, fue de los primeros en imaginar y teorizar «los estados sexuales intermedios». En su tosquedad misógina, los nombró y ahí, y pese a él, quizá empezó todo. «Esto es una historia del alma. No de cómo se transforma un cuerpo», concluye el actor. Y le creemos.

La cineasta ‘trans’ Lana Wachowski, nueva musa de Marc Jacobs

Lana Wachowski en la campaña de Marc Jacobs

Lana Wachowski en la campaña de Marc Jacobs. Foto: @themarcjacobs .

La cineasta Lana Wachowski será una de las protagonistas de la campaña de primavera-verano 2016 de la firma Marc Jacobs. El diseñador no ha elegido a la directora de Matrix por ser transexual, tampoco por ser una cara conocida de Hollywood, sino por ser toda una fuente de inspiración para él.

Este ‘fichaje’ lo ha hecho público el mismo Marc Jacobs en su cuenta de Instagram para presentar ante sus ‘fans’ una de sus colecciones más personales. En esa misma publicación, el director creativo explicaba cómo llegó Lana Wachowski (que saltó a la fama con el nombre de Larry) a su vida hace unos años, cuando vio el discurso que dio tras recibir el Premio Visibilidad.

“Expresó pensamientos e ideas que han llenado mi cabeza y corazón siempre, pero nunca había sido tan elocuentemente capturado en un lenguaje tan tangible, inteligente, conmovedor y lleno de posibilidades”, comentaba en el mismo ‘post’.Lana Wachowski se convirtió en un referente para la comunidad transexual cuando decidió comenzar su reasignación de sexo.

Y es que esta campaña es una de las más íntimas del diseñador, ya que, junto al fotógrafo David Sims y estilista Katie Grand, ha plasmado su visión de América a través de personas que representan “la belleza de la igualdad”. Eso también explica por qué la actriz Sandra Bernhard será también parte de la campaña.

Diesel ficha a un modelo andrógino

En los últimos años, el mundo de la moda ha apostado por ‘maniquís’ mucho más plurales. La última firma en hacer un fichaje estelar que se sale del canon tradicional ha sido Diesel. Su última campaña cuenta con el andrógino Stav Strashko como protagonista.

stav strashko

Y es que la firma ha decidido darle un giro a su nueva colección con una campaña mucho más juvenil, contando con los ídolos ‘teen’ más variados para abarcar el mayor público posible. El cantante Joe Jonas es otro de sus rostros conocidos, en la que además han introducido ’emojis’ .

¿Qué es un heterodoxo sexual?

Los cinco gestos de un heterodoxo sexual

Lady Gaga, adalid de la libertad sexual y hábil a la hora de romper convenciones

Lady Gaga, adalid de la libertad sexual y hábil a la hora de romper convenciones. Foto: Gtresonline

Puede ser que a Manuel González Peeters, el abogado de Diego Torres, el cansancio le jugase una mala pasada y en pleno juicio Nóos se declaraseheterodoxo sexual. Pero su ‘lapsus linguae’ arrancó, aparte de las risas de los allí presentes, una duda: ¿Existe la heterodoxia sexual? ¿Cómo sería la sexualidad de este abogado si realmente viviese su sexualidad desde la heterodoxia?

La heterodoxia sexual existe y alude a un modo de erotismo divergente. Es sexo que no se ajusta a ningún patrón y escapa de lo normativo. Como tal, despierta una curiosidad muy morbosa. Podríamos decir que, sin pretenderlo, el abogado ha devuelto al término un vigor espléndido que permite recordar la variedad de formas de sexualidad que ha vivido el ser humano a lo largo de la historia. Además, vuelve con ese guiño cómico que tuvo en otras épocas. Y así lo recoge el ensayista Ramón Martínez en un artículo publicado en la revista ‘Anagnórisis’ bajo el título ‘Maricones, travestis y embrujados’, que recalca cómo la heterodoxia sexual del varón ha sido un recurso cómico muy efectivo en el teatro. Y en general en toda la literatura.

Son numerosos los artistas y escritores que se han dejado tentar por todas las formas proscritas de sexualidad, al menos artísticamente: incesto, homosexualidad, adulterio… David Bowie, que acaba de fallecer, puso música a la heterodoxia sexual durante décadas, compensando así la invisibilidad de los desobedientes sexuales y de los cuerpos disidentes. O Lady Gaga, adalid de la libertad sexual y hábil a la hora de romper convenciones.

Federico García Lorca también sugirió su heterodoxia, pero en esta ocasión, lejos de ser un lapsus, lo hizo con la delicadeza de su pluma a través de una carta dirigida a un colega: “Me siento un pobre muchacho apasionado y silencioso que tiene dentro una azucena imposible de regar y presento a los ojos bobos de los que me miran una rosa muy encarnada con el matiz sexual de la peonía”. Francisco Umbral decía que precisamente esa heterodoxia era una de las condiciones clave del escritor como creador maldito, algo así como una etiqueta sutilmente reivindicativa. Lorca no la nombraba, pero dejaba que saliera en sus versos con una fuerza desenfrenada y arrolladora.

Eran otros tiempos, cuando la heterodoxia se reservaba al hombre afeminado, al travesti o al homosexual. ‘Queer’, dirían los ingleses, otro modo discreto de decir raro o desviado. Lo curioso es que el sexo gay aún se vive como heterodoxo en ciertos ámbitos en los que continúa siendo difícil de metabolizar. Sin ir más lejos, el fútbol.

Pero hoy este término se ajustaría más al sexo indefinido y hermafrodita. Heterodoxa sería ahora una persona que no se identificase sexualmente con un género específico. Ni masculino ni femenino.

Si la declaración del letrado no hubiese sido un lapsus, seguramente nadie habría puesto el grito en el cielo. Al contrario. Pero para que resultase creíble debería haber acompañado su confesión con alguno de los rasgos que definen el sexo heterodoxo:

  1. Debería haberse presentado a la sala vestido de mujer y con gestos excesivamente amanerados al estilo de los invitados a las bodas burlescas que se celebraban en la corte en el siglo XVII, en las cuales la mayor parte vestía con indumentarias del sexo opuesto.
  2. Incluiría en su vida sexual alguna práctica que, desde su criterio moral, pudiese considerarse transgresora, digna de castigo o aniquiladora de su virtud, como ocurrió durante mucho tiempo con la sodomía, muy común durante la conquista de América.
  3. También podría emular al millonario y enigmático Christian Grey seduciendo a la inocente Anastasia Steele para dar rienda suelta a sus heterodoxos deseos, como azotar y practicar sadomasoquismo.
  4. Sobre todo, exhibiría una actitud sexualmente provocativa, igual que hicieron escritores como Marcel Proust u Oscar Wilde o el pintor Salvador Dalí.
  5. Se dejaría tentar por alguna forma de sexualidad insólita o declararse disidente sexual. Por ejemplo, podría reclamar para sí el género neutro como ya hacen ciudadanos australianos desde que su país aprobase esta posibilidad.

Con tarea más que suficiente para los próximos cien días, seguramente no estará en el ánimo del abogado emprender una nueva cruzada, esta vez sexual, por más que le reportase alegrías mayores que el juicio en ciernes.

El Papa: “Yo prefiero que las personas homosexuales vengan a confesarse”

El Papa Francisco publica un libro en que defiende a gays y divorciados

El Papa Francisco publica un libro en que defiende a gays y divorciados CRISTINA DE ROJAS

No hay nada nuevo, el Papa Francisco ya lo ha dicho en infinidad de ocasiones, pero esta vez lo ha puesto negro sobre blanco. Este martes se presentó en Roma un libro, El nombre de Dios es Misericordia, en que el Papa defiende sin rodeos una Iglesia cercana a homosexuales y divorciados. La obra es el primer libro-entrevista con el Pontífice, realizado por el periodista italiano Andrea Tornielli, en el que Francisco se explaya largamente, explicando numerosas anécdotas y episodios de su vida, pero en el que también expone las claves de su pontificado.

De hecho, algunos consideran el libro como la encíclica sobre la misericordia que el Papa siempre quiso escribir y nunca hizo. La obra sale este martes a la venta en86 países y ha sido traducida a 16 idiomas. En España la publica la editorial Planeta.

La presentación del libro ya fue, de entrada, todo un éxito. Se convirtió en un espectáculo mediático, con periodistas de todas partes del mundo y más de medio millar de personas acreditadas. No porque el libro diga nada nuevo, sino porque en la presentación participaba el cómico actor italiano Roberto Benignique, sin duda, fue una gran jugada mediática. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, justificó su presencia por la “gran humanidad y espiritualidad de su monólogo Los Diez Mandamientos” que, según parece, había gustado mucho al Papa.

Y Benigni no defraudó. Con el tono nervioso que lo caracteriza, empezó diciendo que sólo a un Papa como Francisco se le hubiera ocurrido invitar a una persona como él a la presentación de su libro, que él de pequeño quería ser Papa, y que leer El nombre de Dios es Misericordia es “como tener al Papa en casa”. También añadió que la obra “se lee en 15 minutos”, algo que no es cierto, pero, sin duda, el libro es de lectura fácil. Tiene poco más de 100 páginas, letra agarbanzada, y el Pontífice usa palabras simples y directas. Además, abundan los ejemplos cotidianos y experiencias del propio Francisco.

Por ejemplo, sobre las personas homosexuales, el Papa dice: “La persona no se define tan sólo por su tendencia sexual: no olvidemos que somos todos criaturas amadas por Dios, destinatarias de su infinito amor. Yo prefiero que las personas homosexuales vengan a confesarse, que permanezcan cerca del Señor, que podamos rezar juntos. Puedes aconsejarles la oración, la buena voluntad, señalarles el camino, acompañarlos”.

La sobrina

Sobre las personas divorciadas, el Pontífice afirma en el libro: “Abrazadlas y sed misericordiosas, aunque no podáis absolverles. Dadles de todos modos una bendición”. Asimismo, explica que una sobrina suya se casó por lo civil con un hombre que no había obtenido la nulidad matrimonial. “Querían casarse, se amaban, querían hijos y han tenido tres“, justifica Francisco en la obra.

Otra anécdota curiosa que el Papa explica en el libro es la siguiente sobre una prostituta a quien ayudaba dándole comida para ella y sus hijos, cuando él era cura en Buenos Aires. Un día la mujer fue a la parroquia para darle las gracias. Francisco explica que él pensaba que la mujer iba a darle las gracias por la comida, pero ella le contestó: “Sí, sí, también le agradezco eso. Pero he venido aquí para darle las gracias sobre todo porque usted no ha dejado de llamarme señora“, detalla.

“Le envié unas 30 preguntas al Papa, pero la conversación con él ha sido completamente libre”, explicó Andrea Tornielli, coautor del libro, tras la presentación de la obra, ya que durante ésta no tuvo ningún protagonismo. Todo se lo llevó Benigni, y el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, que también participó en el acto. El libro se estructura en nueve capítulos, que a su vez están subdivididos en diversas preguntas. Según declaró Tornielli, tener esa larga conversación con el Pontífice fue para él “un regalo”.