Llega el tercer género

Entrevista con Serge Sceveneles, que se define como género neutro

Entrevista con Serge Sceveneles, que se define como género neutro. SERGIO GONZÁLEZ-VALERO

 

Entender en qué consiste el tercer género -o tercer sexo, o género neutro o incluso género fluido- exige un salto empático y una buena dosis de atención. Si todavía hoy a muchos cuesta comprender en qué consiste la transexualidad -la pasada Nochebuena, un joven transexual, Alan, se suicidaba tras sufrir años de acoso escolar-, abordar el ‘genderfluid’, como lo conocen en países anglosajones, pone del revés la concepción clásica del mundo como un lugar habitado por hombres y por mujeres.

En 2007, con la entrada en vigor de la Ley de Identidad de Género en España, las personas transexuales comenzaron a inscribirse legalmente con el nombre sentido, con independencia de que sus genitales fueran unos u otros y sin necesidad de pasar por el quirófano. En 2008, el pensador Beatriz Preciado (hoyPaul B. Preciado), profesor de Filosofía del Cuerpo en New York University y activista transfeminista, escribía en su volumen ‘Testo yonqui’: “Así están las cosas, habrá que hacerles frente: si no acepto definirme como transexual, como disfórico de género, entonces deberé admitir que estoy enganchado a la testosterona. Cuando un cuerpo abandona las prácticas que la sociedad en la que vive le autoriza como masculino o femenino, se desliza progresivamente hacia la patología. Esas son las opciones biopolíticas que se me ofrecen: o me declaro transexual, o me declaro drogadicta y psicótica. En el estado actual de cosas me parece más prudente declararse transexual y dejar que la medicina crea que puede proponerme una cura satisfactoria para mi trastorno de identidad de género”.

En las antípodas de España, esto es, Australia, 2010 trajo consigo un nuevo comienzo. El británico Norrie May-Welby, nacido hombre en 1961 y convertido en mujer, o en transexual, en abril de 1989, seguía sin sentirse él mismo. Afirmó: “La solución más simple es no tener identificación”. Y pidió que se le permitiera no identificarse ni como hombre ni como mujer. Fue en 2014 cuando el Tribunal Superior de Australia determinó la existencia de un sexo “no definido” con el que poder registrarse en documentos oficiales, como una tercera categoría además de la de hombre y mujer. Si hombre es XX y mujer XY, género neutro sería X.

Alemania, por su parte, acometió un proceso cercano pero diferente en 2013, cuando adoptó el término tercer género para atender las necesidades de las personas nacidas intersexuales o hermafroditas, o quienes, al nacer, no tuvieran sus genitales definidos. A la espera de que un sexo prevaleciera sobre otro, se permitía a los padre inscribir a sus hijos sin definición de género, con la posibilidad de hacerlo en lo venidero, cuando un género prevaleciera sobre otro.

En el lejano Oriente, mientras tanto, India decidía considerar tercer género a las personas transexuales, los ‘hijra’, una comunidad con una larga tradición que, en su mayoría, está formada por hombres que se visten de mujer o personas intersexuales. En la misma línea se manifiestan países como Tailandia, Nepal yBangladesh. España, dice el sociólogo y especialista en cuestiones de géneroLucas Platero, debería, sin embargo, mirar a América del Sur, a Argentina, en concreto.

“Alemania no tiene una legislación progresista, no permite la autodeterminación de la persona, y menos sin pasar por el diagnóstico médico, la Ley de Identidad de Género de Argentina, de 2012, que tiene sus reflejos en Colombia, Malta yDinamarca, permite voz y voto respecto al cuerpo y su identidad. Esto transforma los cimientos de la autoridad”, expone.

La posibilidad de que España adoptara el término tercer género en su legalidad a Platero no le parece “descabellado”, pero admite que se precisaría de una “voluntad distinta o cuando tengamos personas más libres”. “También era imposible que las mujeres votasen, o el divorcio…”, añade.

Es más, según argumenta Irene Culebras, abogada de Legalitas, un “procedimiento de reasignación” como el desarrollado en Australia “no se podría dar en España” e incluso “sería catalogado como una enfermedad mental”.

Desde el Programa LGTBI (Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales) de la Comunidad Madrid cuentan que, “en la actualidad”, se encuentran con “personas, sobre todo jóvenes, que se definen con un género no binario”. Los profesionales que les atienden intentan que se acepten, que refuercen su identidad y que se hagan fuertes ante la posible discriminación.

Dice Manuel Rodenas, abogado de este organismo, que “es necesario diferenciar todas las cuestiones planteadas, pues son diversas”. Si bien “algunas comunidades autónomas han aprobado leyes integrales trans y leyes contra la LGTBIfobia, en las que se va incorporando el reconocimiento de algunas realidades y su debida atención social, en la legislación estatal cuestiones como la mera definición e identificación de la persona con un género no binario o tercer sexo aún no se contemplan”.

Rodenas también piensa que, como en muchos otros asuntos, “la sociedad siempre suele ir por delante de la regulación de temas que afectan a la ciudadanía”. “Por tanto si bien hoy día no está regulado explícitamente, ello no es óbice para que, tras la oportuna demanda social, se establezcan las medidas adecuadas. Es algo que, en cualquier caso, está en manos de la demanda social que lo reclame y del legislador que lo establezca. España ha evolucionado legal y socialmente en las cuestiones que afectan a la identidad de género. Se trata de uncontinuo proceso de adaptación de la realidad material a la formal“.

El programa sobre sexo para los niños noruegos que escandaliza a los mayores

El programa sobre sexo para los niños noruegos que escandaliza a los mayores

 

Sin nada que ocultar. Es lo que persigue la televisión pública de Noruega con ‘Newton’, un programa dirigido a los pequeños de la casa que incluye una miniserie sobre educación sexual. Como no podía ser de otra forma, el espacio ha escandalizado a muchos espectadores por sus imágenes demasiado explícitas, como los primeros planos de los órganos sexuales masculinos y femeninos. Por si fuera poco, sus capítulos se cuelgan en Youtube, lo que ha provocado que el servicio de vídeos de Google advierta de que pueden ser inadecuados para algunos usuarios. Da igual. Sus capítulos, que se caracterizan por su estilo desenfadado y falta de pudor a la hora de explicar a los niños todo lo concerniente a las relaciones más íntimas, se han hecho virales en Internet.

Un ejemplo de ello es un episodio donde Line Jansrud, la presentadora de la serie de ocho capítulos titulada ‘Pubertet’, está en los vestuarios de un gimnasio. De repente, arranca la toalla a un hombre y a una mujer que pasaban por allí para dejar al aire sus atributos. Todo para explicar al detalle, y con un lenguaje sencillo y directo, los órganos masculinos y femeninos, mientras los toca sin ningún tipo de vergüenza y con un claro objetivo didáctico. «Ahora que eres pequeño, sólo usarás el pito para hacer pis. Pero más adelante lo necesitarás para más cosas», comenta divertida.

En los programas, los niños aprenderán todo lo relativo al crecimiento de sus órganos más íntimos, los cambios que experimentarán su voz, la menstruación, el acto sexual o la reproducción. Siempre utilizando modelos reales, es decir personas de carne y hueso, lo que sorprende teniendo en cuenta que se trata de un programa orientado a un público infantil. En comparación, el programa de TVE ‘Hablemos de sexo’, presentado por la psicóloga Elena Ochoa en 1990 y dirigido por Narciso Ibáñez Serrador, era bastante más mojigato, ya que no se veían este tipo de imágenes tan explícitas. Pese a todo, en Noruega aseguran que ‘Newton’ es un programa para todos los públicos. Menos para los que se escandalizan con estos temas, claro está.

La ciudad donde los baños no tienen distinción de sexo

San Francisco vuelve a ponerse a la cabeza de iniciativas que borran cualquier discriminación

San Francisco ha sido cuna del movimiento gay. Harvey Milk, el concejal que puso el barrio de Castro en el centro de la polémica, tiene un parque en su nombre. El paso del tiempo no ha apagado las reivindicaciones. Al contrario, ha conseguido que la identidad sexual forme parte del discurso vital de cada cual con total naturalidad.

En septiembre la escuela primaria Miraloma, en el barrio de Portola, fue la primera en dejar solo unos baños, sin hacer distinción por sexo entre los pequeños. Desde el 12 de enero los comercios, bares, restaurantes y lugares públicos en general tienen la obligación de adaptar sus WC a personas que sean transgénero o que, sencillamente, prefieren no definirse públicamente al escoger una puerta.

La medida pretende ir a más. Se hace también pensando en discapacitados o personas mayores que requieren de ayuda, y en las que podría darse el caso de que su cuidador no fuera del mismo sexo con lo que no podría asistirle en el aseo, o padres con niños pequeños.

La medida provoca una curiosa paradoja. Los comercios que cuenten con un solo baño, cuyo uso carezca ya de distinción, no tendrán que hacer cambios. Sin embargo, los que cuenten con dos, orientados para damas y caballeros, sí tendrán que hacer reformas.

Esta medida refleja la preocupación que existe en la zona por proyectar la igualdad sin hacer distinción de la orientación sexual. La red social Ello, sin publicidad ni modelo de negocio detrás, surgió como reacción a las políticas de Facebook en este mismo apartado.

Sister Roma, una drag queen de la ciudad, artista reconocida, miembro de la Hermandad de la Indulgencia Perpetua, emprendió una cruzada contra el servicio creado por Mark Zuckerberg al no poder darse de alta con su nombre artístico. Tampoco como transgénero. Dos años después, los de Menlo Park accedieron a las peticiones de la comunidad. Hoy, en inglés, ya permiten hasta 58 opciones de género distintas.

El alfabeto erótico de las pasiones sexuales más intensas del hombre

Artículo publicado en Cultura Colectiva

Uno de los fines del arte es retratar la realidad de manera que transmita a los espectadores los sentimiento y pensamientos de esa época. Valiéndose de una variedad de temas, el arte no se limita a una pintura de paisaje o un retrato de algún personaje famoso, el arte explora aspectos mucho más polémicos, el arte explora las pasiones humanas.

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Desde la identidad de una sociedad hasta el conflicto existencialista acerca de nuestra estancia en el mundo, el arte se ha encargado de explorar estos temas de distintas maneras. A través de la historia han surgido distintas maneras de abordar un mismo tema, pero existe uno en particular que ha resultado ser de los más controversial: el erotismo. Ya sea una imagen sugerente o una imagen explicita, el erotismo y su relación con la sexualidad han sido tema de censura y restricción. No obstante, no fue impedimento para la expresión de distintos artistas.

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El francés, Joseph Apoux, en el s. XIX creo una muestra de arte que ilustra de manera excepcional su expresión a pesar de las restricciones y convenciones de la época. Erotic Alphabet (Alfabeto erótico), es el nombre de esta obra. En este trabajo, Apoux nos muestra un alfabeto conjugado con figuras humanas en posiciones sugerentes o en pleno acto sexual, en sincronía con la letra plasmada. Adicionalmente, nos muestra una gran sátira,  pues en su trabajo podemos observa padres, monjas, militares, bailarinas, caballeros y personajes de supuesta conducta moral intachable realizando actos atrevidos e impropios para la época.

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Una muestra interesante y atrevida, explícita pero cautivante, capaz de desafiar los paradigmas y reglas de su época, una muestra que muestra un lado tan característico del ser humano. Piezas de carácter erótico pero satírico, piezas que retratan de manera concisa la doble moral. Estas piezas exponen uno de los principios fundamentales del arte, la expresión de las convenciones y pensamientos de una época entendible y transmisible para el espectador.

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Paco León: su bisexualidad como parte del ‘show biz’

El actor  a su llegada a la gala inaugural del Festival de Cine Español de Málaga, que se celebra en el Teatro Cervantes de la capital malacitana. Vertical

¿Se puede ser famoso y bisexual? la respuesta, claro, es evidente. Sí, de la misma forma que se puede ser famoso y pelirrojo o famoso y zurdo. El problema aparece cuando incluimos una tercera hipótesis en la pregunta. ¿Se puede ser famoso y abiertamente bisexual? Aquí la cosa se complica. Gestos como el de Paco León (41), reconociendo con naturalidad que ha tenido “novios y novias indistintamente”bajo la atónita mirada de Bertín Osborne en En la tuya o en la mía, siguen siendo toda una excepción a estas alturas de siglo.

Una situación que, desgraciadamente, parece no tener fin. Si los famosos todavía no se atreven ni a salir del armario por las repercusiones que pueda ocasionar en sus carreras –piensen en lo que le costó a la presentadora Sandra Barneda-, ¿cómo van a explicar que se sienten atraídos tanto por hombres y por mujeres sin que a sus agentes les dé un ataque al corazón?

La bisexualidad continúa siendo toda una incógnita a los ojos de la sociedad. La falta de referentes y la nula educación en diversidad afectivo-sexual han hecho que sea vea como una etapa de confusión, como una forma más o menos fácil de salir del armario sin que se note demasiado, una mentira piadosa. Y en esto tienen gran culpa los famosos. No son pocas las celebrities que han visto en la bisexualidad una opción de negocio, un recurso más para generar polémica y atraer la atención.

Un pasatiempo sin más implicaciones

Estrellas sin reparos para autocalificarse como bisexuales y protagonizar supuestos romances con personas -a poder ser famosas- de su mismo sexo con tal de alargar el tirón mediático. Una farsa que no hace más que fomentar los tópicos erróneos sobre la bisexualidad, convirtiéndola en un divertimento, un pasatiempo sexual sin más implicaciones.

Son los avances como el de Paco León, hablando sin medias tintas en un horario de máxima audiencia, los que hacen que evolucionemos. Pero no se confíen, nos queda muchísimo camino por delante. ¿No creen que haber elegido, entre las varias horas de grabación, justo el momento de la bisexualidad para promocionar el programa es algo más que una casualidad? El sexo vende y más cuando aparecen famosos. Y ya si, encima, son hombres que han estado con otros hombres pero tienen una pareja mujer en la actualidad, el negocio es redondo.

Es el mismo morbo que cree que la bisexualidad no es más que la típica fantasía heterosexual de visualizar a dos mujeres juntas. Puede que el gesto del actor le haya convertido en una figura clave para la reivindicación bisexual en España, perolas mentes pensantes detrás del programa de TVE no han hecho más que subirse al carro del negocio. Y lo consiguieron. Un 22% de share y la opción más vista de la noche. Para esto sirve la bisexualidad. Una pena.

Más de 3.000 adolescentes reciben educación sexual

El Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento hace balance de los cursos

BILBAO – El Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao ha dado a conocer los resultados de los cursos de educación afectivo sexual que ha llevado a cabo recientemente con más de 3.000 jóvenes bilbainos de Centros Educativos Públicos y centros de Formación Profesional Básica (FPB).

La educación sexual es mucho más que hablar del coito, del SIDA y facilitar preservativos. El Área de Salud y Consumo lleva casi tres décadas trabajando la educación sexual con adolescentes, jóvenes, púberes, sus familias y las instituciones escolares.

Lo que hasta hoy ofrecían familia y escuela como modelos de identificación válidos para adolescentes y jóvenes, están siendo sustituidos por las nuevas tecnologías de la información (TICs) y su red de contactos, lo que provoca contradicciones que dan lugar a inseguridad, a confusión y a una realidad falsa que no favorece el crecimiento ni la toma de responsabilidades.

Todo ello ha llevado al Área de Salud y Consumo a plantear un trabajo entendido como un proceso a través del cual se ofrece la oportunidad a los púberes, adolescentes y jóvenes de adquirir unos conocimientos que les ayuden a reducir ansiedades y les permitan disfrutar de una vida sexual activa y consciente, pero también adquirir responsabilidades y criterios de realidad para desarrollar una sexualidad exenta de riesgos.

Estos años de trabajo han dado como conclusión que para lograr una educación sexual, saludable hay que integrarla en el contexto del desarrollo psico-afectivo y social de cada edad, cada lugar y cada momento histórico. Los programas del Área de Salud y Consumo intentan adaptarse a la realidad de cada uno de los grupos con los que trabaja. Se ha constatado la falta de constancia en el uso del preservativo y un desconocimiento significativo con respecto a los métodos anticonceptivos, la sexualidad y la reproducción. – DEIA

¿Qué es un heterodoxo sexual?

Los cinco gestos de un heterodoxo sexual

Lady Gaga, adalid de la libertad sexual y hábil a la hora de romper convenciones

Lady Gaga, adalid de la libertad sexual y hábil a la hora de romper convenciones. Foto: Gtresonline

Puede ser que a Manuel González Peeters, el abogado de Diego Torres, el cansancio le jugase una mala pasada y en pleno juicio Nóos se declaraseheterodoxo sexual. Pero su ‘lapsus linguae’ arrancó, aparte de las risas de los allí presentes, una duda: ¿Existe la heterodoxia sexual? ¿Cómo sería la sexualidad de este abogado si realmente viviese su sexualidad desde la heterodoxia?

La heterodoxia sexual existe y alude a un modo de erotismo divergente. Es sexo que no se ajusta a ningún patrón y escapa de lo normativo. Como tal, despierta una curiosidad muy morbosa. Podríamos decir que, sin pretenderlo, el abogado ha devuelto al término un vigor espléndido que permite recordar la variedad de formas de sexualidad que ha vivido el ser humano a lo largo de la historia. Además, vuelve con ese guiño cómico que tuvo en otras épocas. Y así lo recoge el ensayista Ramón Martínez en un artículo publicado en la revista ‘Anagnórisis’ bajo el título ‘Maricones, travestis y embrujados’, que recalca cómo la heterodoxia sexual del varón ha sido un recurso cómico muy efectivo en el teatro. Y en general en toda la literatura.

Son numerosos los artistas y escritores que se han dejado tentar por todas las formas proscritas de sexualidad, al menos artísticamente: incesto, homosexualidad, adulterio… David Bowie, que acaba de fallecer, puso música a la heterodoxia sexual durante décadas, compensando así la invisibilidad de los desobedientes sexuales y de los cuerpos disidentes. O Lady Gaga, adalid de la libertad sexual y hábil a la hora de romper convenciones.

Federico García Lorca también sugirió su heterodoxia, pero en esta ocasión, lejos de ser un lapsus, lo hizo con la delicadeza de su pluma a través de una carta dirigida a un colega: “Me siento un pobre muchacho apasionado y silencioso que tiene dentro una azucena imposible de regar y presento a los ojos bobos de los que me miran una rosa muy encarnada con el matiz sexual de la peonía”. Francisco Umbral decía que precisamente esa heterodoxia era una de las condiciones clave del escritor como creador maldito, algo así como una etiqueta sutilmente reivindicativa. Lorca no la nombraba, pero dejaba que saliera en sus versos con una fuerza desenfrenada y arrolladora.

Eran otros tiempos, cuando la heterodoxia se reservaba al hombre afeminado, al travesti o al homosexual. ‘Queer’, dirían los ingleses, otro modo discreto de decir raro o desviado. Lo curioso es que el sexo gay aún se vive como heterodoxo en ciertos ámbitos en los que continúa siendo difícil de metabolizar. Sin ir más lejos, el fútbol.

Pero hoy este término se ajustaría más al sexo indefinido y hermafrodita. Heterodoxa sería ahora una persona que no se identificase sexualmente con un género específico. Ni masculino ni femenino.

Si la declaración del letrado no hubiese sido un lapsus, seguramente nadie habría puesto el grito en el cielo. Al contrario. Pero para que resultase creíble debería haber acompañado su confesión con alguno de los rasgos que definen el sexo heterodoxo:

  1. Debería haberse presentado a la sala vestido de mujer y con gestos excesivamente amanerados al estilo de los invitados a las bodas burlescas que se celebraban en la corte en el siglo XVII, en las cuales la mayor parte vestía con indumentarias del sexo opuesto.
  2. Incluiría en su vida sexual alguna práctica que, desde su criterio moral, pudiese considerarse transgresora, digna de castigo o aniquiladora de su virtud, como ocurrió durante mucho tiempo con la sodomía, muy común durante la conquista de América.
  3. También podría emular al millonario y enigmático Christian Grey seduciendo a la inocente Anastasia Steele para dar rienda suelta a sus heterodoxos deseos, como azotar y practicar sadomasoquismo.
  4. Sobre todo, exhibiría una actitud sexualmente provocativa, igual que hicieron escritores como Marcel Proust u Oscar Wilde o el pintor Salvador Dalí.
  5. Se dejaría tentar por alguna forma de sexualidad insólita o declararse disidente sexual. Por ejemplo, podría reclamar para sí el género neutro como ya hacen ciudadanos australianos desde que su país aprobase esta posibilidad.

Con tarea más que suficiente para los próximos cien días, seguramente no estará en el ánimo del abogado emprender una nueva cruzada, esta vez sexual, por más que le reportase alegrías mayores que el juicio en ciernes.

“A las personas con discapacidad se nos trata como a seres humanos asexuales e infantilizados”

Soledad Arnau

Soledad Arnau

Hace casi 15 años Soledad Arnau se convirtió en una de las fundadoras del Foro de Vida Independiente y Divertad (FVID). La segunda palabra, inventada, es la unión de otras dos: Dignidad y Libertad. Alcanzarlas es uno de los objetivos de esta comunidad, que el pasado mes de septiembre convocó a cientos de personas a recorrer Madrid. “Una sociedad excluyente es la que me discapacita, la diversidad es la vida, la uniformidad es la muerte” fue uno de los lemas que enarbolaron. El colectivo quiere impulsar en España la llamada filosofía de vida independiente para las personas con discapacidad, un movimiento surgido en Estados Unidos en la década de los 70.

El Foro de Vida Independiente es también el que hace diez años acuñó el término diversidad funcional para referirse a las personas con alguna discapacidad. Soledad Arnau, filósofa, activista y presidenta del Instituto de Paz, Derechos Humanos y Vida Independiente, suele referirse así a ellas (a sí misma) cada vez que habla. Resume esta teoría como “un proceso de empoderamiento de las personas con diversidad funcional, que tenemos derecho a tomar nuestras propias decisiones, a equivocarnos y a cometer errores, no queremos sobreprotección”.

Arnau critica las bases “asistencialistas y caritativas” sobre las que, en su opinión, se asienta la política social española, a las que el colectivo al que representa quiere dar la vuelta. Características que, dice, se reflejan en que la sociedad “nos reserva espacios y maneras de vivir especiales, oportunidades laborales especiales o una educación especial, no ordinaria”.

La figura del asistente personal

La visión paternalista que quieren romper surge, analiza al otro lado del teléfono, porque “seguimos pensando que las personas con diversidad funcional somos personas enfermas”. “En este país se sigue primando que vivamos en residencias y no de forma independiente. Yo he ido toda mi vida en silla de ruedas, pero también soy feminista y a lo mejor me apetece convivir con gente feminista”, afirma. “Parece como si a los que tenemos diversidad funcional no nos debiera importar nada más”.

En el otro extremo se coloca lo que ella llama “plena inclusión”. La educación es una de las herramientas que identifica para conseguirlo: “Tenemos corporalidades o maneras de interpretar el mundo distintas, pero como no existe una verdadera educación inclusiva, no sabemos convivir con las diferencias”. Sin embargo, para el colectivo la vida independiente no se entiende sin la figura del asistente personal, o lo que es lo mismo, personas que ayudan a otras en la realización de las tareas cotidianas. Las manos, las piernas de la que tiene diversidad funcional.

Arnau necesita de esta figura laboral de forma permanente porque para cualquier actividad precisa de apoyos humanos e insiste en que es justo eso lo que le concede autonomía moral. “No puedo valerme por mí misma físicamente, pero la que dirige las riendas de mi vida soy yo”, sentencia. La activista quiere romper con los prejuicios y la victimización. “El mundo me mira y dice ‘pobre Sole’, pero lo traumático no es que no pueda comer por mí misma, es que no haya nadie que me dé de comer donde, como y lo que yo quiera”.

El derecho a la sexualidad

También habla sobre sexo, sin tapujos ni prejuicios. Nombra el documental Yes We Fuck!, un proyecto transgresor que busca acabar con el imaginario que asocia diversidad funcional y asexualidad. La película muestra cómo viven su sexualidad y afectividad las personas con discapacidad y lo reivindican como acto político, como defensa de otras formas de placer alejadas de la heteronormatividad (o no). Reclaman, sobre todo, el derecho a la diversidad. “A las personas con discapacidad se nos trata como a seres humanos asexuales e infantilizados”, sostiene Arnau.

El documental ha contribuido a desmontar los tópicos, pero la filósofa sigue pensando que “cuando ves a alguien en silla de ruedas no lo concibes en términos de deseo, más bien piensas en qué le habrá pasado, por ejemplo”. La concepción actual de la estética ha acabado por alejar de lo objetivamente deseable los cuerpos diversos, lo que ha conducido a que “la manera más fácil y sencilla de gestionar la sexualidad de las personas con diversidad funcional haya sido omitirla”.

Al igual que la figura del asistente personal, Arnau reivindica la de los asistentes sexuales. Poco a poco van surgiendo en España organizaciones que sirven de enlace entre ellos y las personas con discapacidad, que basan sus encuentros en pactos alcanzados por ambas partes. En España esta figura se mueve en la alegalidad y el debate sobre qué hacer con ella y sus implicaciones no ha hecho más que empezar. Mientras, la organización Sex Asistent, junto a la  Asociación Nacional de Salud Sexual y Discapacidad (ANSSYD) ha elaborado un código ético que incide en la necesidad de reconocer a las personas con discapacidad como sujetos de derechos y “no solo como objeto de tratamiento y protección social”.

La Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, celebrada en 2006 actúa como paraguas de las reflexiones de Arnau. Una hoja de ruta que en su artículo 19 propugna el derecho a vivir de forma independiente y a ser incluido en la comunidad. El mismo año España aprobó la ley de la dependencia. La activista critica el bajo presupuesto que se destina al sistema, que prevé una prestación económica para familiares cuidadores o algunas horas de ayuda a domicilio. “Hay personas que invierten dos horas en levantarse y la asistencia les cubre tres horas…Dinero hay, lo que no hay es voluntad política suficiente”, denuncia.

Arnau defiende los planes personalizados de asistencia. Aquellos en los que las horas o la prestación económica para el cuidador o cuidadora dependen del ritmo vital de cada persona y de sus circunstancias. Este es el espíritu de las pocas Oficinas de Vida Independiente que existen en España, gestionadas por las administraciones públicas. Existen en la Comunidad de Madrid, Andalucía, Barcelona y Galicia. “Lo cierto es que no siempre cubre la totalidad de la necesidad”, dice Sole, que cuenta con esta figura gracias a la OVI de la capital. “Pero es un avance que hay que seguir potenciando”, prosigue.

Fallece Robert Spitzer, el psiquiatra que sacó a la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales

Fallece Robert Spitzer, el psiquiatra que sacó a la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales

Robert Spizer demostró que los gays no padecían un desorden mental

Robert Spizer demostró que los gays no padecían un desorden mental: estaban cómodos y cómodas con su sexualidad.

SEATTLE.- El psiquiatra Robert Spitzer, considerado el padre de la clasificación moderna de enfermedades mentales, falleció el pasado viernes en Seattle a los 83 años de edad por una complicación cardíaca.

Spitzer fue el especialista que en 1973 demostró que la homosexualidad no era fruto de una enfermedad psiquiátrica.

A partir de sus estudios sobre las personas homosexuales, la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) aprobó eliminar ese mismo año la homosexualidad de su manual de enfermedades, el DSM donde estaba deflejada como una “perturbación sociopática de la personalidad”. En la tercera edición (DMS-III) apareció como ¨perturbación de la orientación sexual¨.

El Manual diagnóstico y estadístico de enfermedades mentales (DSM, según sus siglas en inglés) es un libro de consulta imprescindible por la psiquiatría mundial, y Spitzer ha jugado un papel fundamental en su elaboración, desde su primera edición hasta la V edición.

Poco después de jubilarse, en el 2013, Spitzer fue diagnosticado con la enfermedad de Parkinson pero siguió ayudando en la elaboración del DSM-5.

Spitzer está considerado uno de los psiquiatras más influyentes de la segunda mitad del siglo XX por sus trabajos que han ayudado a delimitar la línea entre lo que es transtorno mental y lo que no, a partir de clasificar y homogeneizar las enfermedades mentales, sus definiciones y tratamientos.

No era un desorden mental

El doctor Spitzer fue quen presionó por el cambio de la clasificación de los gays, después de reunirse con activistas homosexuales y determinar que la homosexualidad no podía ser un desorden mental si las personas homosexuales estaban cómodas con su sexualidad.

Jack Drescher, psicoanalista gay en Nueva York, ha declarado a la prensa que la eliminación de la homosexualidad de la lista de trastornos fue un gran avance para los derechos de los homosexuales. “El hecho de que el matrimonio homosexual esté permitido hoy en día es en parte gracias a Bob Spitzer”.

Spitzer, titulado en Psiquiatría por la Universidad de Cornell y en Medicina por la de Nueva York, publicó un estudio en 2001 que pretendía apoyar la terapia para volver heterosexuales a los homosexuales. La iniciativa causó el rechazo de sus anteriores seguidores, en especial de los movimientos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales.

Diez años más tarde, Spitzer pidió disculpas y aseguró que su estudio no era científico porque no había una manera objetiva de medir el cambio de orientación hacia un patrón heterosexual.

Fallece a los 83 años Robert Spitzer, el psiquiatra que sacó la homosexualidad del listado de trastornos mentales

Robert Spitzer

Hasta el año 1973 la homosexualidad fue considerada una “perturbación sociopática de la personalidad”. Pero un psiquiatra, empeñado en clasificar empíricamente las enfermedades mentales, la sacó de la lista. El doctor Robert Spitzer, el hombre que trabajó para que la homosexualidad no fuera diagnosticada como una enfermedad mental, falleció este pasado viernes, 25 de diciembre, a los 83 años de edad. Fue su propia esposa y compañera de trabajo, la profesora emérita de la Universidad de Columbia, Janet Williams, quien comunicó que el psiquiatra murió debido a problemas cardiacos. Spitzer estaba involucrado en múltiples ediciones del Manual de Diagnóstico y Estadísticas de los Trastornos Mentales, o DSM según sus siglas en inglés; el libro que enumera y recoge los principales trastornos.

En 1973, después de reunirse con activistas gays, el doctor Spitzer expuso a sus colegas la necesidad de sacar la homosexualidad del listado de la DSM. Entre las razones que argumentó, el psicólogo explicó que “el deseo por alguien del mismo sexo no puede ser una enfermedad mental si las personas LGBTI no tienen problemas por aceptar su propia sexualidad y se sienten cómodos al igual que los heterosexuales”. Así, Spitzre planteaba la necesidad de asumir públicamente que la homosexualidad es buena para la salud.

En lugar de apelar a la autoridad de Freud (padre del psicoanálisis), el doctor Spitzer, en una entrevista que le hicieron en la revista New Yorker en 2005 planteaba las siguientes incógnitas sobre si la homosexualidad era un trastorno psicológico: “¿Existen estudios?, ¿qué pruebas hay de que lo sean?”.

Un trastorno médico debe estar asociado a angustia subjetiva, sufrimiento o discapacidad de la función social. ¿Realmente la homosexualidad es genética?”, explicó Spitzer al Washington Post.

En 2001, publicó un estudio de apoyo a las “terapias reparativas”, una teoría que defendía que la sexualidad se podía cambiar. Pero en 2012, se disculpó por este trabajo en un artículo que se publicó en el New York Times. “Al leer estos comentarios (sobre el estudio) yo sabía que esto era un problema, un gran problema, y no podía responder. ¿Sabe de alguien que haya cambiado realmente de orientación sexual?”, se planteaba el psiquiatra. Spitzer aseguró que esa investigación era lo único que lamentaba de su carrera.

El doctor Allen Frances, profesor emérito de psiquiatría en la Universidad de Duke y editor de una edición posterior del DSM, dijo al New York Times ‘”Spitzer fue de lejos el psiquiatra más influyente de su tiempo. Sus miles de pacientes avalan su trabajo y, a excepción de una crisis de credibilidad, elevó sus estándares científicos y los rescató de la arbitrariedad y de las opiniones sin fundamento”. “El hecho de que hoy se permita el matrimonio gay se lo debemos en parte a Bob Spitzer”, asegura el psicoanalista Jack Drescher.

Antes del DSM, un diagnóstico variaba de un especialista a otro. La redacción de un manual basado en información empírica como el que desarrolló Spitzer es “el mayor hito de la profesión”, le dijo Janet Williams, su mujer y colega a la agencia de noticias AP.