El cardenal Cañizares: “Adoctrinar a los niños en ideología de género es una maldad”

El arzobispo de València critica que el Consell “pretende imponer, a modo colonizador de las conciencias y aún por la fuerza, esta ideología

antonio-canizares-efe

Antonio Cañizares EFE

l cardenal arzobispo de València, Antonio Cañizares, reemprende su lucha contra el colectivo LGTBI, ahora a razón de la  Ley integral del reconocimiento del derecho a la identidad y expresión de género en la Comunitat Valenciana, y especialmente por su adaptación y normalizacion en los centros educativos. Ante esta nueva etapa el arzobispo clama en el semanario diocesano ‘Paraula’ contra la Ley afirmando que “adoctrinar a los niños en ideología de género es una maldad”.

Según avanza el diario  Levante-EMV Cañizares insta a “actuar” y “no cruzarse de brazos” ante una norma que aboca a “la destrucción de la familia” y vuelve a cargar contra el consell de PSPV y Compromís. Así advierte que “nuestra Comunidad Valenciana que, como otras ocho comunidades autonómicas españolas, pretende imponer, a modo colonizador de las conciencias y aún por la fuerza, esta ideología mediante una legislación inicua [malvada, injusta, contraria a la equidad] que se encuentra en estos momentos en las Cortes Valencianas”.

Antonio Cañizares ante la nueva legislación insta a los políticos del Consell a que “repiensen las cosas y no vayan contra el hombre ni contra la familia. Todavía estamos a tiempo. Los considero auténticos demócratas, y no me gustaría que se convirtiesen en dictadores o tiranos”. No obstante el purpurado quiere añadir presión social pidiendo ayuda e implicación “a padres, asociaciones que tienen que ver con la familia, a políticos, a comunicadores y periodistas, a educadores y a quienes me quieran escuchar”.

La conclusión del arzobispo es que “no ayudar debidamente a la familia constituye una actitud irresponsable y suicida que conduce a la humanidad por derroteros de crisis, deterioro, destrucción y corrupción de graves e incalculables consecuencias”.

Antecedentes

No es la primera vez que Cañizares carga duramente contra la “ideología de género”. Así cabe recordar que, en el acto de ‘desagravio’ a la virgen de los Desamparados, afirmó que “hay ideologías que matan al hombre, como la ideología de género, que todo lo fija en lo que decide el hombre y desaparece Dios y la Naturaleza”, asegurando además que es “la peor de todas las ideologías de la historia”.

Entonces el purpurado ya apelaba a la objeción de conciencia de los católicos: “es obligación ante la ley de Cristo”, añadiendo que “es preciso que reaccionéis, no podéis tener miedo”.

Bisexualidad, ¿promiscuidad u orientación sexual?

El monosexismo sólo concibe la atracción hacia un sexo y postula que la bisexualidad no existe

love-is-love

El pasado 23 de Septiembre se celebró el día internacional de la bisexualidad, fecha coincidente con la muerte en 1939 del padre del psicoanálisis y primer teórico en estudiarlo, Sigmund Freud. Asimismo, siendo declarado 2016 el año de la visibilidad bisexual en la diversidad, no podía olvidarme de esta identidad tan desconocida y asociada a numerosos mitos y prejuicios.

¿Qué significa ser bisexual?

Desde el colectivo LGTB de Madrid, COGAM, y de la mano de Carlos Castaño Rodríguez, coordinador de su grupo de bisexualidad, se define La bisexualidad como “la capacidad de sentir atracción romántica, afectiva y/o sexual por personas de distinto género/sexo, no necesariamente al mismo tiempo, de la misma manera, en el mismo grado, ni con la misma intensidad”.

“De ahí su invisibilidad, pues es la única orientación sexual que no puede descubrirse fijándonos en el sexo/género de la pareja”, añade Delfina Mieville Manni Delfina Mieville Manni, sexóloga, socióloga y experta en género y derechos humanos.

“Se es bisexual por si mismo, independientemente de con quién tenga relaciones sexuales o afectivas, habiendo tantos matices como bisexuales en el mundo, por este motivo suelen utilizar el término Bisexualidad-es”, afirma Castaño.

En la conocida Escala de Kinsey sobre la conducta sexual, dentro del Informe Kinsey de finales de los años 40 y principio de los 50, el biólogo Alfred Kinsey realizó grandes avances visibilizando la bisexualidad. Sin embargo, este informe se basaba en prácticas que determinaban el comportamiento hetero y homosexual, evidentemente influidas por la época, quedando la bisexualidad como una orientación intermedia.

Por supuesto, hoy no nos sirve este criterio ya que conocemos más de dos orientaciones sexuales y sabemos que las prácticas no determinan la orientación de nuestro deseo. Afortunadamente, cada vez son menos las personas que creen que la penetración anal es exclusiva de la homosexualidad masculina, por ejemplo.

Por suerte, y por el esfuerzo de muchas personas estudiosas de este campo, existen informes sobre esta orientación sexual que esclarecen nuestras dudas y ya no la determinan como un grado intermedio entre estas otras dos orientaciones, sino como una orientación más.

Mitos y creencias sobre las Bisexualidad

Por creencias populares erróneas se identifica esta orientación con seres de deseos sexuales caprichosos, indefinidos y, por tanto, asumen que están pasando por una fase hasta llegar a definirse. Como si la vida sexual del resto de personas, con otras orientaciones, estuviera bien definida en todos los casos o la sexualidad y deseos no pasaran por diversas fases, ni cambiasen, a lo largo de la vida de todos. Por suerte la sexualidad evoluciona, independientemente de la orientación, prácticas o el valor que otorguemos a la misma.

La realidad es que la bisexualidad es muy desconocida, tanto que se han creado incluso nuevos términos para identificar lo que ya existía, según afirman algunos. Perdonen mi ignorancia, pero yo aun tengo mis dudas sobre si la pansexualidad es lo mismo que la bisexualidad, un tipo de bisexualidad o si, por el contrario, es la bisexualidad un subtipo de esta. Y me temo que no soy la única, conociendo la polémica sobre este tema y existiendo diversas líneas de pensamiento al respecto.

Bien es cierto que, el término bisexual puede confundir, pues parece hacer referencia exclusivamente a la orientación binaria, no incluyendo, aparentemente, al resto en su denominación. Sin embargo, desde COGAM, Carlos Castaño, me clarifica que la bisexualidad “no hace referencia sólo a la dicotomía hombres/mujeres, sino que integra la diversidad humana en toda su dimensión. Una persona bisexual tiene la capacidad de sentir atracción hacia otra en un abanico muy amplio de expresión del sexo biológico, género y otras características”.

Y no es extraño que existan tantas confusiones y creencias erróneas sobre la bisexualidad pues no existen modelos sociales que muestren ésta abiertamente, como ocurre con la homosexualidad masculina, y cada vez más con la femenina.“Su invisibilidad no ayuda a que, quien lo desee, pueda sentirse identificado con ese término y orientación”, apunta Castaño.

Otro de los grandes mitos, bastante freudiano, es pensar que todos somos bisexuales en cierto grado. El coordinador del grupo bisex de COGAM, afirma que se es bisexual o no se es.

La doble Bifobia

Las estructuras de poder social, que todos tenemos más o menos interiorizadas, nos afectan a la hora de entender, prejuzgar o castigar determinadas prácticas, orientaciones del deseo o identidades sexuales.

La denominada bifobia, u odio o aversión hacia las personas bisexuales su la diversidad sexual, se ve alimentada principalmente por la estructura del monosexismo, propia de los modelos patriarcales y tradicionales de nuestra cultura. El monosexismo sólo concibe la atracción hacia un sexo o género exclusivamente, y postula que la bisexualidad, por tanto, no existe. “En nuestra cabeza no entraría otro modelo identitario, aunque, curiosamente sí se concibe para estigmatizarlo”, indica Castaño.

Esta supone otra de las dificultades para que se identifiquen como tales las personas bisexuales o lo haga su entorno. Todos hemos recibido esta estructura monosexista desde nuestra infancia y suele costarnos bastante cambiar estos aprendizajes y modelos tan arraigados.

Igualmente se ha asociado a la promiscuidad, pues le “dan a todo” y “les sirve cualquier persona”. En ocasiones hasta se banaliza y se asegura que para ellos es más fácil “pillar” por este motivo, como mucha gente piensa y expresa alegremente, cuando la promiscuidad, el uso que se haga de la sexualidad o lo que se ligue, no depende en absoluto de la orientación, sino de la persona y su idiosincrasia.

A todas esas falacias y actitudes que atacan, marginan o invisibilizan al colectivo bisexual por el hecho de serlo, se le añade la doble bifobia, que supone el “rechazo tanto por parte del colectivo heterosexual, desde la tradicional homofobia, como del homosexual, por su supuesta indefinición y la posible heterofobia existente en algunos casos”, me informa Mieville.

Por estas razones, “sería una de las orientaciones donde las personas que la configuran, se suelen encontrar subjetivamente menos a gusto con su identidad, hasta que la integran”, añade la sexóloga.

Igualmente, para explicar el comportamiento bifóbico, Mieville alude a una posible proyección, sobre la persona bisexual, del propio miedo a la diversidad sexual o a no sentirse definido, generando rabia y sintiendo malestar por la existencia de una identidad integradora y diversa como son las bisexualidad-es.

Para las personas que deseen mayor información, el grupo de bisexualidad coordinado por Carlos Castaño se reúne los segundos y cuartos jueves de cada mes en COGAM.

El cardenal Blázquez dice que el cambio de sexo es «poco serio»

El presidente de la Conferencia Episcopal sostiene que la «sexualidad no es solo genitalidad»

el-arzobispo-de-valladolid-y-presidente-de-la-conferencia-episcopal-ricardo-blazquez

El arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez. / EFE

El cardenal arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, advierte de que es «poco serio» separar «el género del sexo» y precisa que esta cuestión «no se puede resolver con una operación quirúrgica». «La sexualidad no es solo genitalidad, también es una forma especial de sentir. Esta cuestión no se resuelve con una operación quirúrgica, es de otro orden», opina Blázquez.

Así lo expresó ayer en las Jornadas de reflexión para el presbiterio madrileño organizadas por la Vicaría Episcopal para el Clero. Según Blázquez, la humanidad no se distribuye entre homosexuales y heterosexuales, «sino sabiamente entre varones y mujeres». El cardenal recordó al Papa Francisco, que llama «a acoger con respeto a las personas homosexuales evitando toda discriminación injusta». «A veces, en nuestros pueblos, cuántos motes hemos puesto a estas personas, cuando ya llevan una buena cruz el que lo lleva y su familia», añadió.

Blázquez criticó la revolución biotecnológica en el ámbito de la reproducción humana –«una persona no es producto de laboratorio»– y condenó que haya parejas de jóvenes que convivan «antes de casarse o incluso sin planteárselo», como su propio sobrino: «Tenía la secreta esperanza de que esto no nos llegaría a nosotros», señaló.

¿Pornografía en las aulas? Podría ser una buena idea

poster-de-la-pelicula-nymphomaniac-de-lars-von-trier

Póster de la película Nymphomaniac, de Lars Von Trier.

La semana pasada solté una bomba en un festival literario cuando, en respuesta a una pregunta sobre pornografía, sugerí que debía considerarse la idea de que los alumnos miren y analicen ese tipo de material en el colegio. Fui acusada (en las redes sociales, por supuesto) de ser un peligro para los pobres niños y, sí, también recibí mi primera amenaza de muerte en Internet.

Me pregunto qué piensan estos supuestos adultos sobre lo que nuestros jóvenes están haciendo en cuanto al sexo. Internet es el “Lejano Oeste” de la era de la información, y las generaciones más jóvenes son mucho más versátiles que las anteriores a la hora de adentrarse en los confines más sórdidos de la red.

Los adolescentes siempre se sienten atraídos por el lado más obsceno de la cultura. En otra época era  El amante de Lady Chatterley el que pasaba de mano en mano por toda la clase entre risitas, oculto bajo un libro de matemáticas para principiantes.

En los noventa fueron las revistas para hombres. Las madres feministas se las vieron canutas tratando de explicar a sus hijos que la explotación de las mujeres (eso de pegar pósteres de mujeres semidesnudas en la habitación) no era una buena idea. Era difícil porque esos padres tampoco querían que sus hijos pensaran en el sexo como algo sucio, o que sintieran que no podían compartir con ellos la curiosidad de esta etapa. Pero había que hacerles entender que nunca se debe tratar a las mujeres como objetos.

Hoy puede ser un teléfono inteligente, una tableta o un portátil, siempre en el bolsillo o en la mochila, listos para una selfie. Los padres deben saber para qué están usando la tecnología sus hijos. Por lo general, hacen más cosas con ella que buscar en Internet el significado de una palabra o llamar a casa para avisar de que están bien.

siento mucho que no hayamos sido capaces de traspasar a nuestras hijas y nietas el conocimiento que nosotras, como jóvenes feministas, recopilamos acerca de las relaciones sexuales y el placer.

Formo parte de la generación del baby boom, que creció durante la revolución sexual, y siempre me hizo gracia esa idea de que el destino de una mujer era, como dicen aquí, “recostarse y pensar en Inglaterra”. En mi época, la educación sexual solía centrarse en el miedo al embarazo, a las infecciones y a la pérdida de la decencia; algo que, según me dicen, sigue vigente en muchos casos hoy.

Pero teníamos anticonceptivos gratis y seguros, el sida no existía y descubrir lo que nos daba placer era asunto nuestro. Libros como Nuestros cuerpos, nuestras vidas nos dieron la información y movimientos como el de Liberación de las Mujeres nos animaron a familiarizarnos con nuestros genitales usando un espejo y una linterna.

Había reuniones para tratar estos temas en grupo. Yo no participé, pero siento mucho que no hayamos sido capaces de traspasar a nuestras hijas y nietas el conocimiento que nosotras, como jóvenes feministas, recopilamos acerca de las relaciones sexuales y el placer. Para ellas todo parece haber vuelto a épocas anteriores, o tal vez peores.

Algunas de las últimas noticias reflejan la dominación masculina por la que aún transitan las mujeres. Por ejemplo, Donald Trump, cuando dice que cuando ve a una mujer hermosa, simplemente empieza “a besarla”: “Me atraen como un imán, solo las beso, no puedo esperar”. O el detalle de que el futbolista Ched Evans (absuelto de los cargos por violación la semana pasada) no le habló a la demandante ni antes, ni durante ni después del acto sexual (Evans anda ahora diciendo que la gente “tiene que educarse sobre la relación entre el alcohol y el consentimiento en las relaciones sexuales“).

A estas alturas todos sabemos de sobra lo que está sucediendo con los niños en el colegio, con comportamientos que a menudo terminan en vergüenza y pena. ¿Qué clase de padres no advierten a sus hijos sobre el peligro de la foto de un miembro viril? ¿O de que una selfie sin ropa termine siendo compartida de forma inapropiada y su protagonista sea humillado por todos?

Los adolescentes curiosos también pueden acceder de forma instantánea a sitios web que probablemente horrorizarían hasta al más moderno de nosotros. He visitado unos cuantos para investigar y creo que todos los padres deben preocuparse. Lo que ofrecen es muy desmoralizador, incluso en los dedicados al sexo “normal”, no ya en los que se meten en temas como el abuso o lo perverso.

jovenes-aprender-a-poner-un-condon-durante-un-talller-sobre-sexualidad

Jóvenes aprender a poner un condón durante un talller sobre sexualidad.

No he visto ni uno en el que la mujer no sea otra cosa que una proveedora de placer para uno o varios hombres. Estas mujeres no tienen vello corporal y el sexo es tanto anal como oral. Al parecer, el anal es siempre placentero para ellas, dan sexo oral y gritan mucho, como si disfrutaran. Son actrices, por supuesto. Los gemidos están sólo porque la película necesita una banda sonora.

¿Por qué no gritas como en las películas?

Pero no es así como lo interpretan las chicas. En un libro muy importante, “Girls and sex”, la periodista estadounidense Peggy Orenstein habla de sus entrevistas a unas 70 chicas y mujeres jóvenes de entre 15 y 20 años. Sus conclusiones concuerdan con el trabajo de la National Union of Students del Reino Unido: el 60% de los jóvenes confiesa haber utilizado la pornografía como fuente para la educación sexual.

Una de las chicas entrevistadas por Orenstein contó que su novio le preguntaba por qué no gritaba como en las películas. Según un estudio entre alumnos encargado por la revista médica British Medical Journal, son los varones los que presionan por el sexo anal. A Orenstein las chicas le dijeron que habían sido obligadas a practicarlo y que había sido una experiencia dolorosa. También hablaron de sexo oral con ella: los varones esperaban recibirlo pero ellos nunca se lo hacían a ellas. También le dijeron que no disfrutaban cuando tenían que hacerlo pero que lo que ellas querían “no importaba”. ¿Cómo? ¿Las chicas no creen tener derecho a la reciprocidad?

Según un estudio nacional sobre el sexo en EEUU, la sexualidad femenina se ve perjudicada por una cultura donde la pornografía, sin ningún tipo de análisis, es el método de educación sexual (así es como la usa el 60% de los adolescentes de ambos sexos). La experiencia sexual de estas chicas se convierte en un “acto para complacer a los hombres”. En los últimos años, tanto en el Reino Unido como en EEUU, la tasa de embarazo en adolescentes ha caído de forma muy marcada. La conclusión obvia de los dos informes es que el coito vaginal ha pasado de moda: ahora lo que se impone es el sexo oral y anal.

Los jóvenes necesitan ser guiados. Descansamos despreocupadamente en los profesores para que velen por la seguridad de nuestros hijos durante todo el tiempo que pasan fuera de casa y además esperamos que les enseñen a desarrollar el pensamiento crítico.

¿Por qué no sacar al sexo de la educación sexual? Su lado físico y científico podría incluirse en las clases de biología. Y en lugar de educación sexual, chicos y chicas podrían recibir educación de género. Es un nombre que asustaría menos a esos padres que no quieren saber que sus bellos retoños están haciendo travesuras de manera desinformada y secreta, fuera de casa. No pido que se eliminen las clases de educación sexual, solo que tenga otro nombre y estructura.

A los adolescentes de 15 años se les podría mostrar ejemplos de pornografía. Así como les pedimos que evalúen con seriedad el contenido de otros tipos de películas, libros, diarios o programas de televisión, también tendrían la oportunidad de evaluar y discutir sobre la pornografía. Con la ayuda del profesor, podrían desarrollar el criterio necesario para entender las imágenes con las que son bombardeados.

Todo joven tiene derecho a ser informado. La información es poder y permite a las chicas decir “no, no quiero hacer eso” y “lo que realmente me gusta es esto”. Si los chicos aprenden que las chicas tienen el mismo derecho al placer que ellos, podría ser el inicio de una vida sexual mucho más sana para todos esos jóvenes por los que tanto nos preocupamos.

El nuevo libro de Jenni Murray se llama A History of Britain in 21 Women: A Personal Selection (La historia del Reino Unido en 21 mujeres: una elección personal).

Cómo practicar sexo en trío sin hacerse un lío

Es habitual que se desee incorporar una tercera persona en la cama. La cuestión es que ambas partes estén de acuerdo y quién se une a la fiesta

trio-de-dedos

Una de las fantasías más recurrentes es el famoso ‘ménage à trois’ o trío sexual. Muchos hombres y mujeres lo reconocen. Otros añaden que, aun siendo así, no lo pondrían en práctica dejándolo exclusivamente en su imaginario sexual ypreguntándose si el placer también se multiplicará por tres.

Algunas personas consiguen pasarlo al plano físico y disfrutarlo. O eso dicen pues, si a veces resulta complicado un paso a dos sexual, con una tercera persona la escena podría asemejarse más al camarote de los Hermanos Marx que a la película porno que habíamos rodado en nuestra mente con anterioridad.

Para que esto no ocurra si se está planteando realizar un trío, le ofrezco algunos trucos para que todo fluya y disfrute al máximo la experiencia.

¿Hacemos un trío?

Una pregunta un tanto directa pero efectiva en algunas ocasiones y sueños. Yo creo que siempre habrá alguien dispuesto a hacerlo, la cuestión es dónde encontrar a las personas que usted desee para esta práctica sexual. Internet nos facilita mucho las cosas aunque conocer un poco a los jugadores ayuda a aumentar las probabilidades de que funcione y de no arriesgar demasiado.

Pero nunca se sabe, el misterio es un factor importante para excitarse. En cualquier caso, cuídese y no realice prácticas de riesgo sin protección. Los condones o parches para el sexo oral son fundamentales pero no le librarán de todas las infecciones, por lo que ha de ser consciente del riesgo que conlleva cada práctica.

Es fundamental que todo sea deseado por las tres partes, si no es así, permita que alguien pueda echarse atrás y huya de cualquier persona o situación que no le genere la suficiente confianza.

Es bastante habitual que se desee incorporar una tercera persona en la cama. Ocurre en parejas de cualquier orientación sexual, la cuestión es que ambas partes estén de acuerdo en hacerlo y qué persona se une a la fiesta.

El fantasma de la homofobia suele desterrar la posibilidad de que el tercero sea hombre en parejas heterosexuales y se aceptan mejor los Dúplex o trío de dos mujeres y un hombre.

Por otro lado, aunque se considere dentro de una orientación determinada, puede desear relacionarse sexualmente con personas fuera de esa etiqueta e incluso,podría marcar límites en relación a las prácticas que van a realizar y al contacto que cada cual tenga con las otras dos personas. Por ejemplo, una mujer podría desear realizar un trío con dos hombres que se dediquen exclusivamente a ella sin mantener contacto genital entre ellos. En otro caso, podrían ser tres hombres, dos siendo pareja, y el tercero que se dedique exclusivamente a uno de ellos por deseo de ambos. O quizá, tres mujeres sin límites, investigando y disfrutando, sin más.

Mientras los tres participantes estén de acuerdo en el formato, todo vale.

Las mejores posturas

Sin duda son las estrellas de la película pues, sin conocerlas, podría encontrarse muy incómodo o acabar haciéndose daño.

Por supuesto, como en cualquier hazaña kamasútrica, estar en forma física favorece la misión, al igual que facilita la labor una buena comunicación, verbal y sensorial, entre los participantes.

Si entre dos a veces parece que sobran brazos, los que se quedan pegando a la cama inmóviles, por ejemplo, o la mano que no puede moverse en según qué posturita, la organización y sincronización en el juego sexual a tres es fundamental y evita que no se convierta el pasaje erótico en algo similar a la canción ‘Tres piernas’ de la Trinca. Los más jóvenes tendrán que recurrir a un buscador para saber a qué me refiero.

Por tanto, voy a tratar de simplificarlo al máximo. Mejor tres posturas bien hechas, con sus variantes, que veinte mal, sin dudarlo.

El Sándwich, como su nombre indica, conlleva dejar a una persona entre las otras dos. Si en el trío hay más de un pene en acción, se pueden realizar dobles penetraciones, vaginal y anal, en el caso de que una mujer sea la que ocupa el centro colocada a horcajadas, por ejemplo, o ambas anales, si son tres hombres los que realizan el trío. Puede resultar más cómoda si se fusiona con la postura de la cucharita, quedando tumbados, los tres de costado, encarados la mujer y el hombre que realiza la penetración vaginal.

Muchos fans tiene la postura conocida como el perrito, incluso en los tríos, pues permite fusionar cómodamente la penetración anal o vaginal, con el sexo oral. Mientras una persona es penetrada desde atrás estando a cuatro patas, puede practicar una felación o cunnilingus a la tercera del trío, que se situaría frente a ella. Aunque se pueda realizar también estando la persona tumbada, se suele elegir la canina para combinarla con la postura denominada cambio de lengua, en la cual, la tercera persona se situaría en dirección contraria, debajo de la persona a cuatro patas, pudiendo acceder oralmente tanto a los genitales de esta, como a los de la persona que penetra.

El Daisy Chain o “cadena de acontecimientos”, hace referencia a la postura en la que todos reciben y dan sexo oral simultáneamente. Algunos consideran que este término solo se utilizaría cuando hay más de cinco personas en acción, sin embargo, se puede realizar sin dificultad entre tres personas formando un triángulo con sus cuerpos, uniendo así bocas con genitales.

Los juguetes, el cuarto pasajero

No hay buen trío sin unos buenos aliados y los lubricantes son los mejores, sin duda. Elija el adecuado en relación a las prácticas que se realizarán. Lo más habitual es que se realicen penetraciones anales, por lo que le puede interesar alguno con efecto dilatador.

Por supuesto, todos han de ser compatibles con los preservativos que se van a utilizar. Y nada de hacerlo a pelo. Tenga en cuenta que el riesgo de contagio en penetraciones anales es muy superior al vaginal, debido a la presión que ofrece, el tipo de mucosa y la vascularización de la zona. Recomendable, por tanto, utilizar condones para sexo anal y nunca combinar penetraciones vaginales con el mismo condón. Igualmente, para penetrar a diferentes personas no se debe utilizar el mismo preservativo por razones de higiene y salud.

Muy apropiados los antifaces, plumas y aceites de masaje para jugar y calentar el encuentro, ideales si se quiere incluir algo de misterio y no ir directos al grano.

Para los amantes del BDSM se pueden acompañar los anteriores con fustas, ataduras o esposas. Siempre sabiendo lo que se hace y con quién se está jugando.

Los vibradores y estimuladores del clítoris o protáticos serán bienvenidospues permiten estimular la zona directamente, incluso en las posturas más complejas. Pero los reyes del trío son los arneses y dildos, para que nadie se quede sin penetrar ni sodomizar, si lo desea.

Ahora ya sabe cómo, solo le queda conocer cuándo.

Ciencia invertida contra la homosexualidad

Víctor Mora disecciona en su ensayo ‘Al margen de la naturaleza’ cómo durante el franquismo se retorció el conocimiento para justificar la persecución del diferente

manifestacion-del-dia-del-orgullo-gay-de-1978-en-madrid-en-la-que-se-pidio-la-derogacion-de-la-ley-de-peligrosidad-social

Manifestación del Día del Orgullo Gay de 1978 en Madrid en la que se pidió la derogación de la ley de Peligrosidad Social. FOTO: CHEMA CONESA

Oficialmente, Víctor Mora (Valencia, 1981) enmarca su libro Al margen de la naturaleza (Debate, 2016, 222 páginas) en su tesis doctoral en Humanidades en la Universidad Carlos III de Madrid. Pero en la conversación se trasluce que es parte –y, seguramente, no la más importante– de su activismo con lo que él llama, con gran acierto y economía lingüística, “la diversofobia”, una manera de englobar el odio a gais, lesbianas, transexuales, bisexuales, intersexuales y cualquier otra identidad u orientación evitando las clasificaciones, “un elemento de control por parte del poder en general y del franquismo en particular”.

Porque el periodo de la Dictadura es el eje del libro, premio Sagasta de Ensayo de este año, pero yendo un poco más allá que otros estudios y relatos sobre la represión. En la obra, Mora busca la base (pseudo)científica en que se basaron las autoridades y los legisladores para considerar que la diferencia en general, y la homosexualidad en particular, eran un peligro que había que reprimir o reeducar.

Visto en pleno Siglo XXI, la sucesión de autores y sus tesis podría parecer una extravagancia, pero en su momento tuvieron mucho predicamento y éxito. Mora destaca a Mauricio Carlavilla del Barrio, cuyo libro Sodomitas -“como se ve, no se andaba por las ramas con los títulos”, dice con ironía el ensayista- llegó a las 12 ediciones desde los años veinte hasta los setenta. “Fue fundamental para extender una imagen negativa y estereotipada”, dice Mora. En un párrafo que, por desgracia, hoy sigue de actualidad en muchos lugares, Carlavilla , inspector de la Dirección general de Seguridad durante la dictadura de Primo de Rivera, explica cuál es la reacción de los padres que descubren que su hijo es homosexual. “¡Mejor muerto!, gritaréis […]. Mejor para él, para vosotros y para con Dios”.

Carlavilla, que se cambió el nombre por el de Mauricio Karl, quizá para ganar la respetabilidad asociada a los científicos alemanes, es tan extremo que cae “en la parodia”. Aunque no era científico, sirve para que Mora apunte uno de sus enfoques: “La carcajada es la mejor venganza”. Una risa que puede convertirse en un rictus, pero que sirve para recordar.

También previo al Franquismo es Albert Chapotin, quien en su libro Los defraudadores del amor zanja el asunto de los pervertidos y desviados afirmando que es inconcebible “incluir en la especie humana a estos engendros”. De él toma Mora el título del libro: deben estar al margen de la naturaleza.

“Chocan estos planteamientos tan poco rigurosos en un siglo que es el de la ciencia”, comenta Mora. “Siempre pensamos que la ciencia trabaja con la verdad”, y, en este caso, esta fue retorcida para adaptarla a temores, prejuicios y conveniencias. Y esto no afectó solo a ciertos personajes más o menos estrafalarios. Hasta el propioGregorio Marañón tuvo que adaptar su mensaje. En 1929 publicó Los estadios intersexuales en la especie humana, en el que defendía que la homosexualidad era una especie de estado indefinido en el desarrollo y que había que “estudiar los orígenes profundos” de la inversión para “tratar de rectificarlos”. Pero, añadía, “en modo alguno hay que castigar al homosexual, siempre que no sea escandaloso”. Después de la Guerra Civil, Marañón “tuvo que cambiar su tesis”. En una reedición de 1951 de sus Ensayos sobre la vida sexual, mantiene la idea de que el “homosexualismo” es “producto de la insuficiente diferenciación sexual”, pero añade es una manifestación “aberrante del amor”. “Es normal que hubiera un cambio. En esos tiempos no se podía hacer ciencia de otra manera. La mayoría de los que querían hacerla en serio se habían ido”, matiza Mora.

No es el único apellido ilustre que se metió en estos charcos. Tiene un papel destacado Antonio Vallejo Nájera, “el psiquiatra del régimen”, como lo define Mora. “Fue el encargado de encontrar el gen rojo”, entre otras teorías, como sus intentos de asociar un aspecto físico al perfil de un delincuente. También se cita a Juan José López Ibor, “que intentó desacreditar el famoso informe Kinsey” que evaluó, por primera vez, la proporción de hombres que habían tenido relaciones homosexuales (un famoso 10% que los estudios posteriores no han confirmado). “No disimulaba nada bien que tenía un asco tremendo a los gais”, comenta Mora.

Pero al margen de personajes de relumbrón, hay algunos más ocultos, más burocráticos, pero que fueron determinantes. Antonio Sabater Tomás trabajaba en organismos institucionales, y estuvo detrás de la Ley de Peligrosidad Social de 1970. Luis Vivas Marzal, presidente de la Audiencia Provincial de Valencia en 1963, “estaba preocupado porque no estaba seguro de que la homosexualidad fuera ilegal”, expone Mora. “Para que lo fuera, se apeló a la Salud Pública, convirtiéndola en una patología contagiosa”· “Era, para un régimen que quería abrirse, una manera de mantener la represión pero lavándose la cara”, señala.

El autor hace dos reflexiones más sobre sus conclusiones. Una, que estas tesis “se exponían en congresos internacionales”. En loa años cincuenta y sesenta, “España era única porque tenía una dictadura muy larga, pero en cuanto a género e identidad, la discriminación era universal. Ahí está el caso de Jaime Gil de Biedma,. expulsado del Partido Comunista”, relata.

Y otra que va más al corazón de libro. “Todos, en algún momento dejaban los argumentos científicos de lado. No podían usar la ciencia para demostrar lo que no es”.

“OJALÁ LA DIVERSOFOBIA FUERA SOLO UN PROBLEMA LEGAL”

Víctor Mora utiliza una palabra, diversofobia, como una manera de englobar a todo el que tiene odio a géneros, identidades u otras características diferentes. Viene a ser un equivalente a la LGTBI-fobia (fobia a lesbianas, gais, transexuales, bisexuales, intersexuales) “y todo lo que pueda venir”. Está especialmente preocupado por el número creciente de agresiones a ese colectivo, y, por eso, hace un año participa en Sección Invertida, un movimiento que se dedica a concienciar mediante actuaciones callejeras (limpiar con fregonas rosas el lugar de un ataque, por ejemplo).

Para él, el paso de hablar de un libro sobre la represión en el Franquismo a esta situación no es un salto. Es parte del mismo proceso, de su identidad. “Me interesa especialmente la construcción de la identidad en contextos de resistencia, y en eso este tiempo se parece al anterior. En momentos de crisis, siempre se busca al enemigo interno. Primero son los inmigrantes, pero en segundo lugar siempre nos toca a nosotros”, dice.

Y la vulnerabilidad, aunque parezca una contradicción, ha crecido últimamente. “Se ha perdido el miedo, pero también la conciencia. Ya no hay un sujeto marica como pudo haber en los setenta y ochenta, que se identificaba con una lucha. Hay un sujeto gay completamente despolitizado”.

La conquista legal de derechos, obviamente, ha sido buena, pero no es la solución definitiva. “Ojalá la diversofobia fuera un problema legal, pero es cultural, social. Hay algo que no hemos hecho bien. Quizá pensamos que con los derechos estaba todo conseguido”.

“Obviamente, si fuéramos a los activistas de los setenta y les dijéramos cómo estábamos ahora, no se lo creerían. Ni en sus mejores sueños lo habrían esperado. Pero hay que elaborar una crítica del activismo. No se trata de si hemos avanzado más o menos, sino de si lo hemos hecho en la dirección adecuada”.

El continuo añadido de siglas al movimiento -a la l de lesbiana y la g de gay se han añadido la t de transexual, la b de bisexual, la i de intersexual, la q de queer (que no pretende encajar en ninguna de la anteriores) y hasta la h de heterosexual comprometido- le parece a Mora un símbolo de un proceso de categorización con el que no está de acuerdo. “Nos definimos por oposición. La lectura normativa de la naturaleza es falsa. El fascismo es la identidad, lo único, pero en la naturaleza solo hay diversidad”.

Para el escritor y activista, las primeras víctimas de estas clasificaciones son las personas transexuales, que tan mal encajan en algunas. “Su despatologización todavía está a debate. Y mientras hay estudios que les dan una esperanza de vida de 35 años. Imagina la cantidad de suicidios que tiene que haber”,. Quizá en lugar de ir creando categorías lo que debamos sea eliminarlas todas”.

FRASES AL RESPECTO

Los teóricos de la homosexualidad del Siglo XX se explayaron en descripciones y comentarios. Aquí hay algunas de sus afirmaciones.

Albert Chapotin. “Armaos de valor. Sobreponeos a vuestro legítimo desprecio”

Gregorio Marañón. “Tengo que decir desde ahora que los estados intersexuales no son estados de perversión, de anormalidad monstruosa o pecaminosa del instinto, tal como muchos pretenden interpretar”.

Gregorio Marañón. “Cada cual en este mundo, no ama lo que debe, sino lo que puede”.

Antonio Sabater Tomás. “Otros invertidos son sujetos celosos, sádicos, brutales, con manía persecutoria, que van armados, que amenazan de muerte y a veces matan, producto de su posición homosexual que no pueden dominar”.

Mauricio Carlavilla. “La manada de fieras sodomitas, por millares, se lanza a través de la espesura de las calles ciudadanas en busca de su presa juvenil”.

Antonio Vallejo Nájera. “Toda desviación del destino biológico transmuta también los caracteres psicológicos, y hace del varón un afeminado y de la hembra un marimacho”.

Mauricio Carlavilla. “¿Dónde soñará el sodomita y el eunicoide satisfacer mejor su hipertrófico impulso de dominio sino llegando a ser Dictador divinizado del Estado Comunista?”.

Hans Giese. “El homosexual se haya determinado al absurdo social”.

Antonio Sabater Tomás. “[Los castigados por la ley de peligrosidad social” demuestran no merecer libertad, por haber abusado de ella”.

Luis Vivas Marzal. “Hay homosexuales congénitos sobre los que se puede sentir compasión, pero su peligro fundamental radica en su afán de proselitismo. Además, es innegable su responsabilidad moral a pear de su tara congénita”. “La aplicación de medidas de seguridad está, pues, plenamente legitimada desde el punto de vista de defensa social”.  Ante los homosexuales, “rigor en ocasiones, caridad siempre, simpatía, nunca”.

¿De qué sexo es tu cerebro?

what-sex-is-your-brain

na de las pantallas de la instalación interactiva.

“¿De qué sexo es tu cerebro?” Decenas de niños -y no tan niños- responden todos los días a la comprometedora pregunta que lanza a los visitantes el Museo de Ciencia de Londres. La instalación interactiva, con un cerebro pintado la mitad de azul y la mitad de rosa, ha sido denunciada por varios neurocientíficos como “ciencia basura” y como “claramente discriminatoria”.

“Lo menos que se puede decir de esa exposición es que está muy desfasada”, declaró a The Guardian la profesora Sarah-Jayne Blakemor, experta en el estudio del cerebro de los adolescentes y ex asesora del propio Museo de Ciencia.

“La sugerencia de que los cerebros de un hombre y una mujer son fundamentalmente diferentes está basada en los viejos estereotipos de género“, recalca la neurocientífica. “Creo que el mensaje de esa instalación es muy equívoco y no se basa en la evidencia científica”.

Cerebros mosaico

La neurocientífica se remite al reciente estudio de la Universidad de Tel Aviv, que examinó 1.400 imágenes de cerebros de hombres y mujeres y concluyó que, pese a las diferencias anatómicas en determinadas áreas en función del sexo, no es correcto hablar de un cerebro “masculino” y otro “femenino”.

“La mayoría de los humanos tienen cerebros compuestos por mosaicos de características que los hacen únicos”, aseguró la investigadora israelí Daphna Joel, directora del estudio. “Algunas trazas son más comunes entre las mujeres en comparación con los hombres, y otras son más apreciables en los hombres, pero todas ellas son comunes y se dan en unos y otros en mayor o menor medida”.

La feminsita Caroline Criado-Pérez se ha unido a la polémica desatada por la exposición del Museo de Ciencia de Londres y ha recordado cómo las teorías sobre los cerebros “diferenciados” fueron usadas desde finales del siglo XIX para justificar la “inferioridad” de las mujeres en determinadas tareas y la diferencia de remuneración entre los dos sexos que aún persiste.

“La ciencia sobre las diferencias entre los dos sexos es muy compleja y polémica”, sentencia Criado-Pérez. “Lo que está claro es que no se puede reducir a pintar los cerebros de rosa o de azul”.

Pamplona homenajea a los homosexuales que practicaban sexo en los baños públicos durante el franquismo

baños-pamplona

Los tiempos están cambiando, que cantaba Bob Dylan. También en la vetusta Pamplona, bastión católico, taurino y conservador del Reino de Navarra. Desde que en 2015 EH Bildu, con apoyo de los partidos de izquierda, desalojara a UPN de la alcaldía de la ciudad, algunos gestos denotan que, efectivamente, Pamplona no es la misma. Como muestra, un botón (o, mejor dicho, una placa):

“En recuerdo de las personas que para su disfrute y debido a una sociedad transfóbica y homofóbica desarrollaron parte de sus vidas sexuales y afectivas en los lavabos de esta antigua estación de autobuses”.

La placa -en euskera y en castellano, y aderezada con el triángulo rosa que identifica el movimiento LGTB- ha sido colocada en el llamado espacio Geltoki, “una iniciativa para impulsar la economía social y solidaria junto con actividades culturales”, según la nota de prensa del Ayuntamiento de Pamplona, fechada el pasado 2 de agosto.

Geltoki ocupa la zona de taquillas y el bar de la antigua estación de autobuses de Pamplona, a la sazón, la más antigua de España, abierta en 1934 y clausurada al público en 2007. Los lavabos de la citada estación servían de lugar de cita clandestina para los homosexuales durante el franquismo, un oprobioso período en el que los homosexuales eran considerados enfermos y delincuentes, según la ley de vagos y maleantes:

“La arquitectura jurídica del franquismo favorecía un clima de miedo que impedía moverse con libertad. La ley permitía medidas preventivas contra este colectivo y tratamientos como la lobotomía y loselectroshocks para erradicar lo considerado como una enfermedad. Los suicidios y las violaciones en prisión eran frecuentes. Había cárceles específicas en Huelva y Badajoz, y en la Modelo de Barcelona, Valencia y Carabanchel se habilitaban módulos para recluir a este tipo de presos.”, cuenta en Público Patricia Campelo.

Aunque el espacio Geltoki está gestionado por el Ayuntamiento de Pamplona, el proyecto ha sido impulsado por una serie de asociaciones de artistas y agricultores, en un intento de reivindicar la “economía social y solidaria” y convertirse en un polo de atracción de actividad “al estilo de Tabakalera, Matadero o la Alhóndiga de Bilbao”.

Sin embargo, la oposición -encabezada por UPN y PSN- han pedido la paralización cautelar de las obras, cifradas en 800.000 euros porque suponen “una competencia desleal, pagada con dinero público, para el resto de los comerciantes”.

El obispo de Córdoba afirma que la ideología de género “es una bomba atómica”

Imagen del nuevo obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, en una foto de archivo difundida hoy

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández.

La ideología de género “es una bomba atómica que quiere destruir la doctrina católica y la imagen de Dios en el hombre y la imagen de Dios Creador”. Con estas declaraciones realizadas a Infovaticano.com, se suma el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, a la carta de los obispos de Getafe y Alcalá de Henares que criticaban y animaban a la desobedicencia para con la aprobada esta primavera Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y No Discriminación de la Comunidad Autónoma de Madrid.

Fernández asegura que la carta de sus compañeros no refleja otra cosa que la opinión del Papa Francisco “y de otros papas anteriores”. “¡Cómo no lo vamos a compartir! Lo que el Papa dice, lo compartimos todos los obispos”, afirma en esta web. “Teniendo delante lo que dice el Papa,-este Papa, los anteriores y los que vengan- tenemos lo que piensa la Iglesia”.

Demetrio Fernández ha defendido también en estas delcaraciones el derecho a la libertad de expresión de los obispos y ha criticado las “cruzadas que emprenden algunos” contra los que piensan distintos.

Tras las palabras del obispo de Córdoba, las condenas y reacciones no se han hecho esperar. La formación política Ganemos Córdoba ha pedido a través de una nota de prensa a la Fiscalía que actúe de oficio y el PSOE ha criticado el contenido de estas declaraciones, también en una nota, pidiendo al obispo que “por humanidad se sume a la lucha contra la LGTBfobia, una causa que trata de conseguir la igualdad y el respeto a la diversidad en una sociedad justa y democrática”. El obispo de Córdoba vuelve “a dar muestras de LGTfobia y vuelve a faltar el respeto a las leyes”, aseguran desde la formación socialista.

Otras polémicas declaraciones del obispo de Córdoba

No es la primera vez que las declaraciones del obispo de Córdoba, Demetrio Pérez, generan polémica. A finales del año pasado afirmó en una carta pastoral que la  fecundación in vitro es “un aquelarre químico de laboratorio” y que  la mujer debe “dar calor al hogar, acogida y ternura” y que el varón “representa la autoridad”.

En otra ocasión, en alusión a las reformas planteadas dentro de la Iglesia por el Papa Francisco sobre el divorcio y la nulidad matrimonial, aseguró que  “nadie puede deshacer -ni siquiera el Papa- lo que Dios ha unido por voluntad de los esposos en el sacramento del matrimonio”.

Tony Bogaert: “Ser asexual y tener una relación es muy difícil y complicado”

 

El sexólogo Anthony Bogaert en lugar de trabajo en la Universidad de Brock

El sexólogo Anthony Bogaert en lugar de trabajo en la Universidad de Brock. EL MUNDO

Suyo es un dato que se repite en cuanto uno empieza a interesarse por la asexualidad y a leer sobre el asunto, que el 1% de la población mundial carece de deseo sexual. Lo recabó en un estudio publicado en 2004 y, en 2012, todo su conocimiento al respecto se integró en el volumen Entendiendo la asexualidad(editorial Rowman), considerado por los fundadores de la comunidad asexual como “esencial” para explorar “cómo la asexualidad está transformando nuestra visión del sexo”. Ejerce como profesor de psicología y ciencias de la salud en laUniversidad Brock, en la ciudad canadiense de Ontario.

¿Se encuentra la comunidad asexual en los prolegómenos de su revolución, como la comunidad LGTB lo estuvo en los años 60 y 70?
Así es. Las personas asexuales están dando los primeros pasos hacia la formación de una identidad y también hacia la construcción de un movimiento social, parecido al que vivió durante las décadas de los 60 y 70 la comunidad LGTB. Las identidades nos permiten conocer lo que somos y reivindicar nuestros derechos como algo digno de reconocimiento. También nos permiten compartir vivencias con personas como nosotros. Por eso, no es extraño que, para algunas personas asexuales, reunirse como grupo y darse a conocer es importante. La identidad también es política o ayuda a conseguir retos políticos. Las personas asexuales, más si tienen interés en lo político, pueden necesitar identificarse como medio para ser aceptados.

¿Cómo se diferencia una persona asexual de una que carece de deseo por una enfermedad?
De su grado de felicidad. Si una persona asexual es feliz consigo misma, no será nunca diagnosticada. Además, la falta de interés sexual no está reconocida como enfermedad a menos que vaya acompañada de la angustia.

¿Cómo son las relaciones sentimentales de las personas asexuales?
Pueden disfrutar de distintas formas de amor romántico o relaciones románticas con personas sexuales. Y algunas personas asexuales son románticos incluso aunque no sientan ningún tipo de atracción por nadie. Sin embargo, la ausencia de interés sexual puede causar problemas en las relaciones, y creo que puede ser incluso algo muy difícil de superar para muchas parejas.

Le parece que ha habido avances importantes en lo que respecta a la aceptación de la comunidad asexual en los últimos tiempos?
En realidad, la diversidad sexual se ha ido reconociendo a lo largo de la Historia. Algunos sexólogos pioneros, como Kinsey en la década de los 50, señaló la asexualidad en un artículo académico. También es cierto que fue en 2004, con la publicación de uno de mis artículos al respecto en la revista científica New Scientist, que es muy conocida, cuando se despertó cierto interés científico y por parte del público en la época actual. Este aumento de interés, junto al desarrollo de diversas páginas web, como AVEN, han permitido probablemente que cada vez más personas asexuales se interesen por conocerse a sí mismos, así como cierta curiosidad por parte de la personas sexuales.