¿Qué sabes sobre la tercera práctica sexual más extendida en el mundo?

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Dar por culo, encular, sodomía, amor griego, sexo de puerta trasera… Son incontables los nombres con los que esta práctica sexual ha sido bautizada a lo largo de la historia. El sexo anal, en definitiva, es tan antiguo como el ser humano y aunque ha sido tradicionalmente asociado en la cultura judeocristiana a una relación entre dos hombres, se extiende mucho más allá de las relaciones homosexuales. Existen figuras precolombinas del Perú que muestran a parejas heterosexuales practicando este tipo de penetración, así como vasijas griegas de cinco siglos antes de la era cristiana en las que los soldados se sodomizan unos a otros con alegre camaradería.

Y de la época romana se sabe que era de buen tono entre las clases altas sodomizar a los inferiores y esclavos, así como tener un buen ‘padrino’ gracias al que ascender socialmente. Julio César sodomizó y se cree que fue sodomizado, sin que se tenga claro si su orientación fue exclusivamente homosexual. Y deAlejandro Magno, el más grande conquistador de todos los tiempos, se cree queera un gran amante del sexo anal pasivo, además de ser más o menos abiertamente gay. El sexo anal, y por ende la homosexualidad, está ligado así a grandes gestas militares, civiles y culturales.

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Pero, ¿es la sodomía una práctica que excluye a las mujeres? ¿Es cierto queellas ni disfrutan ni forma parte de sus fantasías? ¿Es realmente doloroso? ¿Se trata de un acto desviado y contra natura que no aporta placer sino perversión del orden de las cosas y enfermedad? ¿Se practica con frecuencia en las relaciones de pareja heterosexual? ¿Es bueno para combatir el cáncer de próstata? Vamos a tratar de responder en este artículo estas y algunas otras preguntas.

El sexo anal no interesa a las mujeres

Es una aserción muy relativa, por cuánto que aproximadamente el 50% de las parejas heterosexuales practican eventualmente el coito anal, según varias estadísticas que destacan que un 10% lo hace con cierta regularidad y declarando que la práctica es placentera y satisfactoria. Por lo tanto, parece que mujeres sienten como mínimo curiosidad por esta modalidad de penetración y la mitad se atreven a llevarla a la práctica, aunque solo una quinta parte la incorpore a su costumbrario.

Por otro lado, algunos estudios muestran que la proporción de parejas heterosexuales que practica el sexo anal aumenta cuanto más bajo es el estrato sociocultural o más pobre es el país. Este hecho se debe probablemente a que la sodomía es una práctica profiláctica en zonas donde no hay otros medios de contracepción. De hecho, en las antes mencionadas figuras precolombinas solo aparece la penetración anal cuando junto a la pareja hay un niño, lo que indicaría que se ha usado desde antiguo para evitar el embarazo.

El sexo anal duele

Si doliera, no sería una práctica habitual de las parejas homosexuales ni contaría con una proporción significativa de entusiastas entre los heterosexuales, y no solo cuando es el hombre el que penetra. Sin embargo, sí es cierto que al no haber lubricación natural del ano es necesario contar con ayuda sintética para facilitar la penetración. En una plataforma tan convencional como Amazon, por ejemplo, se pueden adquirir numerosos productos destinados a lubricar la penetración anal y hacerla más fácil y menos dolorosa. Son de uso frecuente en relaciones tanto homosexuales como heterosexuales.

Pero también hay que tener en cuenta que el recto, la parte final del intestino, es un músculo contractor que posee dos válvulas destinadas a contener el paquete fecal antes de expulsarlo. Por lo tanto si el recto está contraído la penetración es dolorosa. Para una relación anal consentida y placentera es necesario que la pareja, sea cual sea su orientación, esté dispuesta y relajada, de modo que el recto no se contraiga. Por supuesto, mejor desterrar la pasión violenta en la penetración anal.

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Se puede estimular el ano con caricias o con la lengua, dado que posee muchos terminales nerviosos, de modo que provoque un primer placer relajante que permita la penetración. Como en toda práctica sexual, los preámbulos son casi más importantes que la culminación. También se venden en Amazon juguetes especialmente diseñados para la estimulación y la penetración anal:consoladores, dilatadores, bolitas chinas, etc., si bien es mejor leer sus instrucciones de uso antes de ponerlos a trabajar. De nuevo, sus consumidores son tanto homosexuales como heterosexuales, puesto que muchos hombres ‘heteros’ convierten en realidad su fantasía de ser penetrados por una pareja femenina con resultados gratificantes.

Las mujeres no alcanzan el orgasmo con el sexo anal

Se sabe que la penetración entre hombres puede provocar orgasmos intensos si la punta del pene estimula la próstata de la pareja. ¿Cómo funciona en las mujeres si no tienen próstata? Para empezar la zona erógena de las mujeres es mucho más amplia y difusa que la de los hombres. Dependerá de cada mujer, pero el clítoris no es la única fuente de placer femenina, sino que se define en un triángulo entre el cuello del útero, la vagina en sí y el clítoris, según defiende el reputado sexólogo Barry Komisaruk.

Ahora bien, el ano es otra zona con numerosas terminaciones nerviosas que se pueden estimular en la penetración, ayudando como mínimo a intensificar un orgasmo clitorideo o incluso provocando uno local por la cercanía con el cuello uterino. En un estudio llevado a cabo por el sexólogo, y gurú de las relaciones anales heterosexuales, David DeCitore, las mujeres encuestadas aseguraron queel orgasmo anal mientras se les estimulaba el clítoris era más pleno que el orgasmo clitorideo solo.

El sexo anal es sucio

Es cierto, como otras prácticas sexuales, incluyendo el coito vaginal, aunque en este caso el riesgo de infecciones es especialmente alto. Pero eso no significa que no sea lícito ni fuente de placer. Basta con tomar precauciones si una o uno es muy dado o dada a la promiscuidad. En primer lugar si no estamos con una pareja estable y queremos mantener una relación anal, el preservativo es fundamental.

Si estamos con nuestro compañero o compañera habitual, como mínimo es recomendable el uso de lubricantes para evitar las heridas. Hemos de ser conscientes que el sexo anal puede provocar fisuras en el intestino por donde se pueden colar tanto bacterias fecales como otros contaminantes procedentes del pene que nos penetra, entre ellos el VIH, pero también el virus de la hepatitis B y otros. Todos ellos muy graves.

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Por otro lado, es conveniente lavarse adecuadamente tras mantener una relación anal, sobre todo si deseamos penetrar seguidamente a otra persona, ya que en el pene nos quedarán restos de materia fecal procedentes del recto de la pareja a quien hemos penetrado. Por último, conviene evitar los excesivos ímpetus en la penetración anal para no crear daños en el tracto intestinal de la persona penetrada.

Los gays viven más gracias al sexo anal

La teoría de que la estimulación anal de la próstata mediante el pene  la previene del cáncer, viene traída por diversos estudios que aseguran que el aumento de la frecuencia en los orgasmos previene a los hombres de diversos tipos de cáncer. Tomando con pinzas el segundo aserto, pues procede de unos pocos estudios, la primera afirmación es totalmente falsa. Si los homosexuales viven más, desde luego no es por tener sexo anal.

Al contrario, los estudios citados  muestran que el riesgo de cáncer se dispara entre los hombres que han sido penetrados por numerosas parejas a lo largo de su vida, sin que se conozca el motivo. Se especula con que podría tener que ver con lesiones en la próstata al ser reiteradamente estimulada por un pene, pero los mismos investigadores subrayan que son solo hipótesis sin confirmación.

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Por otro lado, se ha alegado que el semen, que se sabe que aporta diversas hormonas euforizantes a la mujer penetrada vaginalmente, se absorbe también vía anal, incluso mejor. Además se dice de este modo un hombre penetrado recibe adicionalmente selenio, un regulador fundamental de nuestra fisiología. Se trata de un elemento antioxidante que estimula el sistema inmunológico e interviene en el funcionamiento de la glándula tiroides.

Diversas investigaciones realizadas desde los años setenta del siglo pasado sugieren la existencia de una correlación entre el consumo de suplementos de selenio y la prevención del cáncer en humanos. Pero aun siendo así, lo cierto es que estos hombres ya poseen selenio en su propio semen, además de poder absorberlo de numerosos alimentos. No parece, por otro lado, que una relación anal sin protecciones, con los peligros que entraña, sea la mejor vía para tomar un suplemento de selenio.

El sexo anal es inmoral

Lo es para la moral judeocristiana, que lo llama “el vicio nefando”. Pero en otras culturas mediterráneas, como las antiguas griega y romana,  no tenía connotaciones de inmoralidad sino de estatus social y de dominación. En algunas culturas árabes occidentales parece haber una mayor tolerancia tradicional hacia esta práctica, aunque también es condenada en muchas otras yen países como Qatar se paga con la pena de muerte. Pero sin ir tan lejos, la sodomía no fue totalmente legal en los Estados Unidos hasta el fallo de la Corte Suprema de 2003 en el que se legalizó la penetración anal.

¿Por qué esta inquina? Es posible que intervenga la identificación de sexo anal con homosexualidad y su consiguiente  inversión de los roles convencionales, cosa que molesta a quien los sigue. Las minorías nunca son bien vistas ni toleradas porque ponen en duda las convicciones de la mayoría. También puede intervenir el hecho de que es un acto que, sin las debidas precauciones, puede ser vector de algunas enfermedades graves, como ha ocurrido con el VIH o las diferentes formas de hepatitis.

Pero quizás el motivo más profundo sea que el acto anal conlleva inconscientemente una imagen de agresión de un inferior por parte de un superior. El intento de monta entre machos es frecuente en animales, incluso domésticos como los perros, y tiene como fin marcar el estatus. En la antigua Grecia, mientras que el sexo anal homosexual era sinónimo de amor y amistad, el heterosexual era de desprecio hacia la mujer. Y la situación en Roma no era menos inquietante, según refleja  Pascal Quignard en su ensayo El sexo y el espanto, que analiza la sexualidad grecorromana.

El trabajo del escritor francés es fruto del material que recogió durante varios años en las ruinas de Pompeya, Herculano y otros pueblos sepultados bajo lagran erupción del Vesubio a principios del siglo I de nuestra era. De él deduce que la sexualidad no se dividía en hetero y homosexuales sino en activos y pasivos, de modo que el activo era el dominaba y penetraba al inferior, ya fuera por la vagina, el ano o la boca.

Los activos eran en general los hombres libres de posición, mientras que los pasivos eran las mujeres, los esclavos y algunos jóvenes de posición inferior que sin embargo, podían obtener protección dejándose sodomizar y así escalar socialmente. En este sentido, la revolución filosófica cristiana que acabó con la esclavitud en Roma, podría haber querido desterrar esta práctica tan humillante para los esclavos, por el motivo de que muchos eran forzados a ella, obviando que para otras personas tenía connotaciones completamente distintas.

Los seis manuales sobre sexo más llamativos de la historia

La visión sobre la sexualidad apenas ha evolucionado desde el siglo III. Un repaso histórico por las guías de sexo evidencia que la transgresión existió siempre

Ilustración perteneciente a una edición del Kama Sutra del siglo XIX.

Ilustración perteneciente al libro ‘La Escuela de Venus’. Leer más: Los seis manuales sobre sexo más llamativos de la historia http://goo.gl/y8Lrv6

Un simple repaso de las guías sobre sexualidad publicadas a lo largo de la historia, desde Kama sutra (Mallanaga Vatsiaiana, siglo III-VI d. C.) hasta Private sex advice to women (1917, R. B. Armitage), pasando por El libro de la almohada (Shei Shonagon, 1002), demuestra que, en lo que al sexo se refiere, nihil novum sub sole. Ni la revolución sexual en la década de los 60, ni la creciente aceptación de la homosexualidad, ni tampoco la denominada new porn culture, nacida en los albores de internet, representan algún tipo de novedad histórica. Todo estaba documentado en estos manuales, algunos de ellos publicados hace varios siglos.

Kama sutra (M. Vatsiaiana siglo III-VI d. C.)

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Ilustración perteneciente a una edición del Kama Sutra del siglo XIX. Leer más: Los seis manuales sobre sexo más llamativos de la historia http://goo.gl/7A4Py4

El libro fundador de todos los manuales sobre sexo que más vigencia e interés sigue suscitando en nuestros días, al menos, si atendemos a las innumerables reediciones y versiones (ilustradas con fotografías o, incluso, en formato digital con vídeos). La importancia de los preliminares, el “arte” del orgasmo ycuestiones más transgresoras como los tríos, el sexo oral y otros tabúes, contextualizados en el período Gupta (240-550 d. C.), se tratan en profundidad en esta obra hindú. Si bien, su mejor sello de identidad es la amplia e ilustrativa lista de las diferentes posturas sexuales. Una guía (técnica) para el disfrute sexual con una vigencia innegable. Es más, ya ofrecía consejos para obtener viagra de forma natural.

The Canons of Theodore (anónimo, siglo X)

Este manuscrito que no ha vuelto a ser editado desde 1830 detalla lospecados sexuales de un monje, probablemente, escuchados en confesión. Con la intención de convertirse en un manual monástico, The Canons of Theodore describe el ritual de la confesión y tipifica las penitencias correspondientes a cada pecado. Una obra moralista y religiosa, pero que da buena cuenta de cómo las prácticas sexuales más obscenas a ojos de la sociedad de hoy en día no son un invento propio de depravados posmodernos.

El libro de la almohada (Shei Shonagon, siglo XI)

Las reflexiones sobre la vida de la que fue una dama del tribunal en la corte de la emperatriz japonesa Teishi, Shei Shonagon, no dejan de lado el tema de la sexualidad, profundizando en el cortejo, los gustos de los hombres o los“pecaminosos” comportamientos de alcoba. En la sociedad japonesa de la época, el sexo entre los cortesanos estaba supuestamente prohibido, pero según los comentarios de esta espectadora en primera persona, se trataba de una práctica habitual. Tanto es así, que hasta tenían sus propios códigos de cortejo y llevaban al extremo los comportamientos sexuales “más placenteros”.

La Escuela de Venus (anónimo, siglo XVII)

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Ilustración perteneciente al libro ‘La Escuela de Venus’. Leer más: Los seis manuales sobre sexo más llamativos de la historia http://goo.gl/DrvX4U

Publicado por primera vez en 1680 bajo el sugerente título de L’École des filles, este manual pone de manifesto que las prácticas sexuales de aquella época poco distan de las proclamadas en el periodo de la revolución sexual, más allá de su reivindicación pública. A lo largo de un extenso texto, dos primas dialogan abiertamente sobre conceptos tales como el beneficio de tener múltiples parejas, los amigos con derecho a roce, el sexo fuera del matrimonio, el orgasmo vaginal, los métodos anticonceptivos y, sobre todo, las veleidades ocultas del clítoris, para el que todavía no existía ni siquiera un término para definirlo: “la parte superior de la vagina que sobresale”, según lo describen en la obra.

Los 120 días de Sodoma (Marqués de Sade, siglo XVIII)

Aunque se trate de una novela, su profundo tratamiento de la sexualidad la ha elevado a la categoría de manual o, más bien, de antimanual. En Los 120 días de Sodoma se narran hasta 600 tipos distintos de “placer”. Una amplia variedad en la que se incluyen la zoofilia, la sodomía o la necrofilia. La primera parte del libro describe 150 tipos de pasiones carnales “de primera clase”, es decir, sin penetración. En la segunda parte ya se introducen las prácticas con penetración vaginal, combinando todo tipo de actos lascivos, torturas y profanaciones. En la tercera parte, las historias narradas suben todavía más de tono, con la sodomía como parte central. Finalmente, se describen las 150 maneras de asesinar con ensañamiento. Un thriller sexual que, seguramente, pocas editoriales aceptarían hoy en día.

Private Sex Advice to Women (R.B. Armitage, 1917)

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Ilustración perteneciente al libro ‘La Escuela de Venus’. Leer más: Los seis manuales sobre sexo más llamativos de la historia http://goo.gl/DrvX4U

Publicado por primera vez en 1680 bajo el sugerente título de L’École des filles, este manual pone de manifesto que las prácticas sexuales de aquella época poco distan de las proclamadas en el periodo de la revolución sexual, más allá de su reivindicación pública. A lo largo de un extenso texto, dos primas dialogan abiertamente sobre conceptos tales como el beneficio de tener múltiples parejas, los amigos con derecho a roce, el sexo fuera del matrimonio, el orgasmo vaginal, los métodos anticonceptivos y, sobre todo, las veleidades ocultas del clítoris, para el que todavía no existía ni siquiera un término para definirlo: “la parte superior de la vagina que sobresale”, según lo describen en la obra.

La guía sexual más actual de las citadas, que Armitage escribió pensando en “las jóvenes recién casadas a las que no se les ha contado nada sobre el matrimonio”. Lo más sorprendente del libro es que, a pesar de estar publicado a principios del siglo pasado, aborda cuestiones tan contemporáneas como la eugenesia, el aborto, el control de la natalidad o la planificación familiar. Todo ello desde una perspectiva alejada de cualquier cliché machista. “Los prejuicios contra el control de la natalidad surgen de la falsa asociación, tan ampliamente difundida como aceptada, entre control de la natalidad y aborto. Más bien se trata de un beneficioso proceso racional que es tan viejo como la humanidad, aunque no son pocos los ignorantes que siguen oponiéndose al avance de la civilización en esta materia”, lamenta la autora en una cita por la que no parece haber pasado el tiempo.

Violación como castigo en la antigua Roma

Artículo publicado por Cultura colectiva

Las leyes han ido cambiando a lo largo del tiempo, para bien o para mal, una sociedad debe ir modificándolas sino quiere sucumbir en el caos. El tiempo lo reformula todo, de ahí que el ser humano sea por esencia un ser político, pendiente de sus procesos históricos. ¿Quiénes mejor que los romanos para aclarar esta hipótesis? Quisiera hacer hincapié en una de las leyes más extrañas, la llamada lex scantinia, la que regulaba los hábitos homosexuales entre los hombres del imperio. Era penado para un hombre libre (cive romani) mantener una posición pasiva durante las relaciones sexuales con otro hombre, pues se creía que esto representaba una amenaza para la sociedad, catalogándose un rasgo de debilidad suprema. Sólo los cautivos o esclavos (servi) podían mantener este rol sumiso; un soldado, un senador o cualquier hombre considerado libre dentro del imperio, debía mantener siempre una imagen viril y masculina. Hoy, esto nos parecería absurdo, pues el hecho de no ser pasivo en una relación homosexual no quiere decir que seas más fuerte, más masculino.

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La lex scantinia fue aprobada alrededor del año 150 a. C., y aunque su principal papel fue regular las relaciones sexuales entre hombres, el matrimonio entre parejas del mismo sexo nunca fue bien visto por el senado romano. Más tarde, la lex scantinia fue sustituida por la lex lulia, la que terminó por prohibir las relaciones homosexuales definitivamente. Esta ley se proclamó cuando el cristianismo prohibió todo tipo de excesos carnales entre los ciudadanos, fuera cual fuera su posición social.

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Durante la lex scantinia habían jóvenes que se hacían llamar delicatus per (esclavos), que servían para fines sexuales a los hombres libres. Estos muchachos se castraban desde la infancia para preservar una apariencia femenina y poder ser atractivos para sus dominantes. Aunque esto, con el tiempo, también fue prohibido por el senado con el objetivo de evitar que los amos castraran a sus esclavos en contra de su voluntad con fines lujuriosos. Es curioso cómo los romanos llevaban a cabo esta ley: un hombre libre tenía derecho a violar a un niño esclavo, pero no a un niño cive romani.

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Si bien es verdad que los esclavos estaban en la escala más baja del imperio, la esclavitud en Roma no era del todo inhumana. Los esclavos representaban la mayoría de la población romana y por lo tanto eran una de las fuentes económicas más importantes en el desarrollo social, de ahí deviene la relevancia del esclavismo para aquellas épocas. Como mercancía, los esclavos eran muy valiosos, sin embargo eran considerados objetos sin derechos, y cuando sus dueños quisieran, debían tener la disponibilidad de servirles sexualmente.

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En Roma existían distintos tipos de esclavos: estaban aquellos que se batían en la “arena” (gladiadores), aquellos que tenían cargos más elevados, por ejemplo: llevar las cuentas y finanzas en el hogar del amo; aquellos que trabajaban en los campos de trigo u olivo (agricultores). Si algún esclavo intentaba escapar o cometía algo indebido era castigado sin miramientos. Uno de los castigos podía ser la violación. A un esclavo en vez de azotarle era violado por su amo, pues para los romanos esto dejaba una lección más convincente que la tortura misma: el amo mantenía su imagen viril y fuerte, mientras el esclavo cumplía su rol pasivo-sexual, humillándose para no volver a cometer la falta.

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La lex scantinia y la lex lulia son un claro ejemplo de las moderaciones jurídicas y del cómo han ido cambiando a lo largo del tiempo. Hoy se lucha por legalizar el matrimonio gay en muchos países, cuando en un pasado habían leyes que regulaban estas formas de vida, llevádolas al plano de lo cotidiano. Parece curioso que el ser humano legalice para después ilegalizar la misma tendencia, que lleva siglos siendo parte de la sociedad.

Berlín, capital del cuero

Participantes en la última edición del festival fetichista Folsom Europe, en Berlín

Participantes en la última edición del festival fetichista Folsom Europe, en Berlín. / MANUEL MONCAYO / FOLSOMEUROPE.INFO

“¿Te gustaría organizar una orgía en tu casa pero no tienes espacio suficiente? No te preocupes. Contacta con nosotros y te reservamos un espacio en nuestro local de manera gratuita para ti y tu fantasía personal”. La manifiesta naturalidad de este anuncio perteneciente al Club Culture Houze (Görlitzer Strasse, 71), en Kreuzberg, da buena cuenta de la actitud con la que Berlín se toma lo que en muchos otros lugares resultaría tabú. La capital alemana, reconocida en todo el mundo como un símbolo de tolerancia, celebra el fetichismo en todas sus variantes a plena luz del día, en clubes especializados, ferias profesionales y fiestas multitudinarias.

París es la ciudad de la luz y Berlín la del cuero. En ella, difuminar las barreras sexuales en cincuenta tonos de gris tras las puertas del célebre Kit Kat Club(Köpenicker Strasse, 76) resulta para algunos una opción turística casi tan obvia como visitar Legoland con toda la familia. Incluso el escaparate de una aparentemente inofensiva tienda de zapatillas deportivas en Mehrigndamm (Just Sneakers) juega con un evidente subtexto sexual. Durante el día, los gigantescos stilettos retratados por Helmut Newton no abandonan los museos y cafeterías más sofisticadas de la capital. Es durante las primeras horas de la noche cuando el club Lab.oratory despliega un diverso catálogo de parafilias en forma de fiestas temáticas en el sótano de Berghain, la discoteca techno más célebre y transitada del mundo. Algunos sábados están dedicados a la ropa deportiva o a la lluvia dorada y varios domingos se debe acudir con traje de oficina. En muchos de los casos, un estricto código de vestimenta decide si se aprueba o deniega el acceso al paraíso del fetichismo. Practicarlo no es obligatorio, pero sí lo es vestir como si se fuera a hacerlo.

Apartamento 'fetish' disponible en Berlín a través de la web Mineshaft

Apartamento ‘fetish’ disponible en Berlín a través de la web Mineshaft. / MINESHAFT-BERLIN.COM

No hay otra ciudad europea donde la escena fetish esté tan integrada, hasta el punto de formar parte de su mercado inmobiliario. En la webMineshaft se alquilan por días apartamentos con cuarto de juegos para visitantes y locales. Son modelos de pisos para dos personas que incluyen todo lo necesario para un amante del BDSM (bondage, disciplina, sadismo y masoquismo) que coma al menos un par de veces al día: frigorífico, microondas y utensilios de cocina, además de cama bondage, espejo superior, cruz de San Andrés (anclada en la pared en forma de X), máscaras, dildos y portátil con webcam. Todo ello a un precio de 130 euros por noche. Son apartamentos que pasan desapercibidos en cualquier bloque de viviendas de calles como la Motzstrasse y quien los ocupa resulta un miembro más del vecindario, en el barrio de Schöneberg. Se trata de una actividad discreta pero en ningún caso clandestina, como demuestran los pequeños comercios de la zona. Muy cerca se puede encontrar una sucursal de RoB, algo así como el H&M del cuero y el látex, que compite en los alrededores de Nollendorfplatz con las prendas de la tienda Sling King y la oferta algo más casual de Boyz ‘R’ Us.

Una industria de ocio

Participantes en el Folsom Europe 2014, en Berlín

Participantes en el Folsom Europe 2014, en Berlín. / M. MONCAYO / FOLSOMEUROPE.INFO

El fetichismo atrae visitantes y con ellos llega la profesionalización y el negocio. Cada mes de mayo, elGerman Fetish Fair presenta la oportunidad de adquirir antes que nadie las últimas tendencias y las mayores extravagancias en la moda BDSM, accesorios para los amantes del kink y mobiliario con el que construir fantasías sexuales en unplayroom a medida. Se trata de un encuentro entre vendedores, comerciales, fabricantes y su público objetivo. El punto fiestero no puede faltar en Berlín y por eso la feria profesional viene siempre acompañada del German Fetish Ball Weekend, en el que más de 2.000 personas se pasan todo un fin de semana celebrando su libertad sexual. Pero la verdadera fiesta ocurre en septiembre, cuando el vinilo y las fustas pasean por las calles durante el Folsom Europe, que atrae a 20.000 visitantes cada edición. La celebración, en referencia al festival callejero de San Francisco, reivindica la cultura y práctica sadomasoquista con la misma normalidad con la que días después el Oktoberfest lo hace con la cerveza. En vez de puestos con jarras, botellines y currywurst, en este evento, dedicado casi en exclusiva al público gay, los esclavos esperan a cuatro patas en celdas minúsculas a que sus amos les saquen a pasear con una correa a lo largo de la Fuggerstrasse.

Las caras de Lady Stella

Una de las habitaciones temáticas de Le Salon Bizarre, en Berlín

Una de las habitaciones temáticas de Le Salon Bizarre, en Berlín. / LE-SALON-BIZARRE.COM

Rubia, con el pelo tirante hacia atrás, labios rojos y nariz prominente, la dominatrix Lady Stella espera en el club Avalon, cerca de Spandau, para demostrar que “la pasión tiene múltiples caras; algunas son crueles, otras juguetonas, irracionales o frívolas. Pero todas están deseando ser vividas”, dice en su anuncio personal. Mientras, Le Salon Bizarre, en Wuppertal, busca la excelencia: cada hombre o mujer que trabaja en él está especializado en sus prácticas preferidas y ofrece un servicio vocacional. La diversión transcurre en salas temáticas que personalizan la experiencias, como una cabaña para el bondage asiático o el cuarto del acero.

Pero no hay necesidad de salir del centro de la ciudad para tener una cita con un amo o un esclavo profesional. Unos antiguos establos situados en un sótano de Kreuzberg alojan DarkSide. En este local se presta atención, varios días por semana, a aquellos noveles que todavía se encuentran en primero de sadomasoquismo y quieren cursar una formación acelerada en un entorno que no resulte agresivo. La intención es alojar a aquellos que se sientan intimidados no tanto por las prácticas fetichistas como por su propia inexperiencia. En este subsuelo todo el mundo puede dar al menos una oportunidad a nuevas formas de practicar sexo.

Las españolas del escándalo porno, en la mira de la Justicia argentina

Las dos activistas en pleno espectáculo sexual en la Universidad de Buenos Aires

Las dos activistas en pleno espectáculo sexual en la Universidad de Buenos Aires.

La Justicia de Argentina ha identificado a las jóvenes españolas Majo Pulido y Elena Urko, activistas del grupo catalán “Post-Op”, como las protagonistas estelares de la polémica muestra pornográfica montada en un espacio público de Buenos Aires e investiga si perpetraron un delito.

EL MUNDO ha podido saber este miércoles que el fiscal Mauro Tereszko consiguió individualizarlas por pesquisas del Cuerpo de Investigaciones Judiciales. Y, además, ha requerido los videos de la orgía que tuvo lugar, el pasado miércoles 1, en el hall de ingreso a la facultad de ciencias sociales de la pública Universidad de Buenos Aires (UBA).

Primero el funcionario judicial toma declaraciones a los testigos, entre ellos los dirigentes del centro de estudiantes, y reúne más pruebas. Aunque en breve podría citar a las españolas a declarar como imputadas, junto a otros activistas que participaron de la orgía titulada “Miércoles de placer”.

A todos ellos podrían imputarles el delito de “exhibiciones obscenas“, que reprime a quien ejecute o hiciese ejecutar por otros actos de exhibiciones expuestas a ser vistas involuntariamente por terceros. En este caso concreto estudiantes, profesores y visitantes debían pasar obligatoriamente frente al show .

El fiscal Tereszko, que inició la investigación de oficio, ha establecido que “los hechos, que resultan de notorio conocimiento, podrían ser vistos como actos de impudicia del autor, más allá de que para otras personas sea aceptado como una demostración artística“.

Si las españolas fuesen declaradas culpables y se estableciera que actuaron contratadas y sin saber que había testigos involuntarios recibirían multas de entre 1.000 y 15.000 pesos (100 a 1.500 euros). Pero si se demuestra que actuaron por vocación podrían caerles hasta cuatro años de prisión.

Pulido y Urko, que se definen como “monstruas empoderadas que les gusta mostrar su sexualidad, monstruas deseables y deseantes”, viajaron a Argentina financiadas por la Consejería de Cultura de la Embajada de España para participar en la Bienal de Performances.

Mostraron su show en la Casa del Bicentenario, el Centro Cultural Paco Urondo y en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. También dieron conferencias junto al profesor universitario y activista queer español Paul Preciado, que nació mujer y se pasó al sexo masculino.

Reivindicaciones

Ellas reivindican el ‘posporno’ que, según dicen, busca sacar a la pornografía del ámbito heterosexual y exhibir cuerpos alejados de los estereotipos clásicos.

En la zona de ingreso a la facultad montaron el numerito desnudas y con atuendos sadomasoquistas. Urko protagonizó el papel activo y Pulido el pasivo, echada sobre la mesa de un chiringuito del trotskysta Partido Obrero. Como allí se estudia Comunicación Socialusaron un micrófono a modo de juguete sexual.

El decanato amenazó con “sancionar” a los responsables, que incluyen a profesores, investigadores y estudiantes del área de Comunicación, Géneros y Sexualidades, pero de momento no se sabe que ello haya ocurrido. Y el rectorado se lamentó, en un comunicado, por si con el numerito porno se hirió “alguna sensibilidad”.

Porno junto a las Torres de Serranos de Valencia

Escenas  SM hetero en Valencia.

Escenas pornográficas en Valencia.

Un hombre y una mujer protagonizaron varias escenas de pornografía junto a las Torres de Serranos delante de viandantes, algunos de ellos niños de corta edad, mientras una tercera persona grababa con una cámara de vídeo los contactos sexuales en plena calle.

Los hechos ocurrieron el pasado jueves por la tarde en las inmediaciones del monumento histórico después de que el hombre paseara a la mujer semidesnuda, con una cadena que rodeaba su cuello y la evidente complacencia de sentirse humillada, ante un grupo numeroso de personas que pasaban por el lugar y se detuvieron para contemplar la escena masoquista.

Algunos de los viandantes grabaron vídeos de la extraña pareja con sus teléfonos móviles y realizaron también fotografías, unas imágenes que se difundieron de forma masiva a través de los grupos de WhatsApp. En una de las fotos, el hombre aparece sentado en un banco de piedra con un cigarrillo en la boca, sin soltar la cadena, y la mujer se encuentra de rodillas a su lado en actitud sumisa.

Otra imagen grabada y difundida de la pareja podría acarrear consecuencias penales a los protagonistas de estas escenas de pornografía, ya que una niña de corta edad mira a escasos metros a la mujer semidesnuda mientras el hombre le introduce un juguete sexual en el ano. La penetración tuvo lugar a plena luz del día en la explanada de las Torres de Serranos.

Tras recibir una queja de un ciudadano, una patrulla de la Policía Local acudió al lugar, según informaron fuentes municipales, pero la pareja y el hombre que grababa con una cámara de vídeo ya se habían marchado.

La lista de prácticas sexuales más extrañas

Catalogadas por las normas sociales como raras, perversas o hasta enfermizas, estas prácticas eróticas, aunque inusuales, tienen su pequeño público

Adictos al sadomasoquismo en la convención 'DomConLA', en Los Ángeles

Adictos al sadomasoquismo en la convención ‘DomConLA’, en Los Ángeles. / AFP

Nuestra especie ha aprendido a disfrutar del sexo como ninguna otra. Para los seres humanos, todo vale, con amor, sin amor, con uno mismo, a tres en la cama, a diez… Las posibilidades son infinitas. La sociedad considera algunas de las fijaciones sexuales desde extrañas a escabrosas, pero por raro que pueda parecer, hay quien las encuentra placenteras.

Catalogadas por las normas sociales como raras, perversas, o hasta enfermizas, estas prácticas sexuales, aunque inusuales, tienen su pequeño público, aunque la psiquiatría vea en ellas mucho más que simple sexo.

Estos comportamientos considerados extraños o irregulares relacionados con el sexo son las denominadas ‘parafilias’, algunas más aceptadas socialmente que otras. La parafilia es un tipo de comportamiento que se caracteriza por un acto sexual en el que el placer no se obtiene de la manera convencional, sino que implica fetiches y actos sexuales atípicos.

Estas son algunas de estas prácticas sexuales que podrían considerarse no habituales:

Somnofilia

La somnofilia es un tipo de parafilia en la cual la excitación sexual y/o el orgasmo son obtenidos al mantener relaciones sexuales con un desconocido cuando éste está dormido. Hay diferentes rangos, que pueden ir desde la mera excitación o la masturbación hasta la práctica del acto sexual con la persona que duerme. Estas personas se excitan cuando ven a alguien dormido, y esa excitación aumenta por el miedo a que esa persona despierte y ser descubiertos.

Clismafilia

Se trata de las personas que obtienen placer sexual a través de la introducción de líquidos en el ano. En general no se trata de un fetiche compartido, por lo que en general las personas que gustan de esta parafilia se realizan enemas a sí mismos.

Masoquismo y sadismo

El masoquismo y el sadismo son quizá de las parafilias más conocidas, y de las que están más a la orden del día gracias a películas que las muestran en mayor o menor medida, como la famosa ’50 sombras de Grey’. Los masoquistas relacionan el placer sexual con el dolor, la crueldad o el sufrimiento. Les excita recibir golpes, latigazos, ser esclavizado, así como la asfixia o la autoasfixia. Este tipo de prácticas son peligrosas y deben realizarse con conocimiento y precaución, ya llevar el cuerpo al límite puede terminar con un resultado no esperado. El sadismo se basa en experimentar placer erótico al provocar dolor físico o humillación en la pareja.

Acrotomofilia

Consiste en sentir deseo sexual o preferencia por alguien que tiene algún miembro amputado, aunque a parte de la amputación, sus cánones de belleza son los estándar. El deseo sexual, en este caso, está ligado o es dependiente del muñón o muñones de la pareja. Los acrotomofílicos se sienten atraídos por los tocones resultantes de alguna parte del cuerpo amputada, incluso a veces por las partes mismas. Generalmente prefieren las amputaciones de las piernas a las de los brazos, y la mayoría de las veces se sienten más atraídos por las amputaciones con muñón que por las que no los tienen. Muchas veces, los acrotomofílicos terminan amputándose uno de sus propios miembros.

Urolofilia y coprofilia

La coprofilia es una clase de fetichismo que consiste en la excitación sexual que producen en algunas persoans las heces. Estas personas obtienen placer de oler, saborear, tocar las heces, e incluso de presenciar el acto de defecar. Esta actividad erótica se practica tanto de manera individual como colectiva. Algunos coprófilos practican también la coprofagia, es decir, la ingesta de heces.

La urolofilia se refiere a lo propio con la orina. Quienes la practican la conocen coloquialmente como ‘lluvia dorada’. Hay personas a quienes también les gusta orinar en público, orinarse encima, observar cómo orinan otros o ser orinados por otras personas.

Altocalcifilia

Es un tipo de fetichismo en el que se obtiene placer al observar o llevar puestos zapatos de tacón alto. La altocalcifilia hace parte de los fetichismos asociados a prendas de vestir, en particular al fetichismo de calzado conocido también como retifismo, que es la atracción fetichista por los zapatos en general.

El parcialismo

Es el interés sexual por una parte específica del cuerpo, que despierta en el sujeto por lo menos tanto interés erótico como los genitales, sino más. Está sobretodo relacionado con los pies, las manos y las axilas, aunque puede tratarse de cualquier parte del cuerpo exceptuando los genitales. Es uno de los fetichismos más comunes en los varones. La excitación se produce al acariciar, besar, chupar, lamer, oler o tocar la parte del cuerpo objeto de fetiche.

El más común es la podofilia (el fetichismo por los pies), aunque también son usuales entre los parcialistas la maschalagnia (fetichismo por las axilas), la nasofilia (interés extremo por las narices) o la tricofilia (obsesión por el cabello).

Necrofilia

La necrofilia está caracterizada por una atracción sexual hacia los cadáveres tanto en humanos como en animales. Es probablemente una de las parafilias más tabú, y además, ilegal.

Tuvo sexo con un delfín y ahora protagoniza un documental

“Tuve un romance con un delfín durante un año porque me sedujo”, declara Malcolm Brenner, de 63 años

sexo con delfin 1Una historia que a algunos puede parecerle aberrante y a otros, como mínimo, curiosa. Pero si algo es cierto, es que se trata de un hecho verídico y que además, compone la trama de un documental llamado ‘Dolphin Love’. Se trata de un audiovisual que cuenta la relación sexual que Malcolm Brenner, de 63 años, mantuvo con un delfín en 1971.

El corto acaba de estrenarse en el festival de cine alternativo Slamdance, en Park City, Utah (EE UU), tal y como infoma el diario ‘Las Provincias’. En los 15 minutos que dura el vídeo, el protagonista cuenta, con todo lujo de detalles, cómo fue su primer encuentro con el cetáceo a la vez que aparecen una serie imágenes y gráficos representando las escenas. Según él, el animal fue el primero en dar el paso en el cortejo: “Tuve un romance con un delfín durante un año porque me sedujo”.

¿Cómo conoció Brenner a Dolly? El hombre era fotógrafo y le encargaron realizar unas instantáneas a los delfines del estanque de un parque de atracciones que hubo entonces en Sarasota, Florida. «Empecé a frotarle la espalda, hasta llegar a las aletas y la cola. Entonces ella fue lentamente girando hasta posicionarse frente a mí», narra Brenner.

Un lenguaje directo, claro y sin tapujos. El protagonista se atreve a hablar con todo tipo de concreciones. Cuenta que pasaba muchas horas trabajando con los delfines y que esperaba a que cerraran el parque para mantener sexo con Dolly, con quien tuvo este tipo de encuentros durante un año.

El estreno del contorvertido documental coincide con la reciente reforma aprobada del Código Penal español, con la que se pretende castigar por primera vez la zoofilia y la explotación sexual a animales, entre otros delitos como el maltrato y abandono. En el caso de la zoofilia, tendrá una pena de tres meses a un año de cárcel.

Brenner, por su parte, se considera un zoófilo y publicó en 2009 la novela autobiográfica Wet Goddes. En su blog comentó que el documental ha sido bien recibido en el festival y que nadie se salió durante la proyección. En todas las entrevistas y declaraciones, el protagonista ha querido dejar constancia de que el sexo fue en todo momento consentido por el mamífero.

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Erección, eyaculación y penetración: los tres mitos de la sexualidad masculina

Artículo publicado en Orbita Diversa

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Me presento. 1) Soy un hombre cis-sexual, persona que se ha identificado – por lo menos hasta hoy – “en masculino”. 2) Para definir mi orientación utilizo varias expresiones en diferentes contextos, cada una emocionalmente diversa: gay, homosexual, maricón, mariquita, me gustan los chicos. 3) Además, he tenidoexperiencias sexuales exclusivamente con otros hombres (¡o al menos yo los percibí como tales!): por lo tanto, algunos dirían que soy una “estrella dorada”, en Bolonia me llamarían “pura”.

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Dicen que los gays somos sexualmente “libres”. Yo miro hacia atrás y recuerdo mi vida sexual y me doy cuenta de las muchas veces que no fui capaz de reconocer mis deseos más profundos, todo aquello que tenía ganas de hacer, o en algunos casos, no hacer, y de cuantas otras veces, aun identificando mis deseos, no supe o quise expresarlos a quién estaba conmigo.

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Con el paso del tiempo, he investigado dentro de mí. ¿Por qué no fui asertivo? ¿Por qué no me atreví quizás a desilusionar al otro a costa de no poder disfrutar yo mismo de un sexo pleno, consciente y placentero?

La razón es que me sentía obligado por ciertas expectativas sociales. En encuentros fugaces en los pasillos de un cuarto oscuro, entre las sábanas con un novio, en todos aquellos momentos que tendrían que vivirse como una máxima expresión de libertad, estas expectativas me guiaron y construyeron mi rol en la comedia que actuamos durante el sexo.

Interiorizamos estas expectativas – masculinas, machistas, heteronormativas – de una manera tan inconsciente que creemos ser libres. Dentro de estas expectativas, podemos reconocer tres mitos, tres normas no escritas en la comunidad de los hombres gays.

1. ERECCIÓN

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El primer mito nos obliga a tener una erección en cada encuentro sexual. El pene tiene que estar erecto. Siempre. Nuestra performance de masculinidad, nuestro poder viril nos vincula a desenvainar sin tregua la espada del machismo, en caso contrario significaría que no estamos sintiendo placer, que defraudamos las expectativas del otro, que perdemos en la batalla sin fin para la “victoria fálica”.

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¡Cuantas veces, quizás un poco cansado o borracho, me habría gustado saborear el cuerpo de otro chico sin tener que agobiarme para medir centímetros de carne y masa corporal, sino sencillamente dejando a la piel su propia libertad!

Y además me pregunto si este tabú flojo no tiene la misma virulencia para un hombre que está recibiendo una penetración.

2. EYACULACIÓN

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El segundo mito es la eyaculación como única expresión física del triunfo masculino. “Sin orgasmo no hay relación sexual”, proclamaban unos amigos gays.

Así, me encontré que vivir este ritual liquido era un requerimiento necesario en cualquier noche de sexo, un momento inevitable para la confirmación de mi autoestima, la demostración de que había tenido éxito. En resumen, la consagración fértil de mi arcaica fuerza. Muchas veces lo busqué obsesivamente como meta, sin vivir el placer de cada instante en el camino con otros cuerpos.

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En la oscuridad, muchos de nosotros retrasamos este momento de vanidad para “reservarnos”, pudiendo así saltar de cuerpo en cuerpo para prolongar la performance indefinidamente. Quizás porqué después de la eyaculación podríamos volver a sentir vergüenza o impotencia.

3. PENETRACIÓN

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Por último, está el mito más difícil de erradicar: la penetración.

Escuché a muchos gays definir la penetración anal como la única forma de “sexo completo”, incapaces de aceptar su deseo de jugar con otras prácticas y siendoesclavos de una heteronormatividad, que nos define como mitad incompletas y compenetrables.

Las prácticas se han vuelto roles, identidades, A (activos) o P (pasivos). Los homosexuales nos hemos refugiado en una dicotomia sin colores cuando habríamos podido experimentar la libertad de los cuerpos y la infinita variedad de placeres.

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Recuerdo todas las veces que tomé el rol receptivo, considerado “pasivo” y “femenino”, a causa de mi joven edad, o de mi delgadez o porqué tenía el pelo largo.

Debido a mis inseguridades, para no desilusionar a mis compañeros sexuales o por puro narcisismo, no supe decir que no. No pude o quise expresar que me gustaría más lamer axilas, morder piernas o chupar orejas que ser penetrado. Escondí mi placer y perdí la oportunidad de gozar llenamente y de regalar placer a los demás.

Juntando estos tres mitos, noto que esta obsesión por un orgasmo penetrativo – hecho por un lleno masculino y un vacío femenino – no es más que una herencia heterosexista, una imitación hipócrita del sexo reproductivo.

Gracias a este camino personal, poco a poco, me he liberado de estas tres reglas para poder vivir plenamente mi erotismo y mi sexualidad. Pude reconquistar mis placeres, acercarme a mis deseos y disfrutar de todas las prácticas posibles, incluso del sexo anal practicado con gusto y consciencia.06_sex03

Retomé la oportunidad de vivir sexualmente cada aquí y ahora y gozar por completo de todo mi cuerpo.

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CULTURA JAPONESA ‘Atador’ o atado

Publicado en La voz digital

El ‘shibari’ es una técnica japonesa erótica para atar personas que empieza a ganar popularidad en España

Pilar Aldea ata a Ana Gutiérrez, quienes forman el grupo Cuerdas poéticas

Pilar Aldea ata a Ana Gutiérrez, quienes forman el grupo Cuerdas poéticas. / Foto: Toni Chaptom

“Cuando me quedé colgada sentí totalmente la libertad y me dio por cantar. Estaba rabiosamente libre. Fue un acto de voluntad extrema”, así relata la fotógrafa Pilar Aldea su primera experiencia con el‘shibari’. Ella ya había oído hablar de esta técnica erótica de origen nipón que se basa en el arte de atar personas con cuerdas. Su curiosidad y ganas de aprender la llevó a una exhibición que incluía una suspensión mediante esta disciplina. La persona que iba a ser atada se sintió indispuesta en el último momento y Pilar, decepcionada ante la posibilidad de quedarse sin espectáculo, ofreció con valentía su cuerpo para que fuera pendido por las cuerdas.

El ‘shibari’ -literalmente ‘atadura’- se suele relacionar con el ‘bondage’ pero, aunque tengan semejanzas, la técnica japonesa va más allá del erotismo. Es una comunicación artística, sensorial e incluso espiritual que se genera entre tres interlocutores: el atador, el atado y el espectador.

Talleres de iniciación

En Japón, el ‘shibari’ tiene grandes escuelas y grandes maestros, llamados ‘nawashi’, y copa los escenarios de grandes teatros. Pero en España no es una técnica del todo desconocida. Hoy, en Barcelona, se impartirá uno de los muchos talleres de iniciación al ‘shibari’ que existen en nuestro país. En la sala La Piconera, la compañía de danza-teatro Cuerpo Transitorio reunirá a 12 parejasdispuestas a atar y a ser atadas. Además de otros tantos ‘singles’ que intervendrán como espectadores. Alberto No Shibari -el ‘atador’ y uno de los mayores representantes del ‘shibari’ de España- y Kuss -la atada-, mostrarán las bases de un arte que precisa muchísima técnica.

“Empezamos por puro morbo”, contesta Alberto ante la pregunta sobre sus inicios con el ‘shibari’. Cuando su pareja y él comenzaron a experimentar con las cuerdas, hace 10 años, no se exponían tanto como ahora: “Todo se mantenía en un ambiente muy oscuro. Es por eso que queremos ahora sacarlo a la luz, con un planteamiento más abierto, centrado en el contacto y la sensualidad. Últimamente se está generando mucho interés porque la gente empieza a abrirse a todo tipo de experiencias”, explica el ‘atador’ que, a pesar de su gran experiencia, se considera un mero aprendiz. En el taller de hoy pondrá todo el énfasis en la seguridad. La responsabilidad de la persona que ata es muy importante y todas las precauciones son pocas. “El riesgo siempre existe”, avisa Alberto.

Una de las cosas más interesantes del ‘shibari’ es la conexión que se produce entre el que ata y el que es atado, ya sean conocidos o no. “Es como el sexo. Puedes tener relaciones con desconocidos que sean fantásticas, y otras aburridas con tu pareja sentimental. Es más como bailar. Si bailas con alguien que tiene buen ritmo y sensibilidad se disfruta mucho más”, explica Pilar, quien aprendió de Alberto el arte de atar y que forma junto a Ana Gutiérrez -la atada- el grupo Cuerdas Poéticas. Ellas describen su espectáculo como una ‘sensual performance de poesía explícita’. Pilar sorprende en su espectáculo porque habla con el público, recita poemas, se expresa llamando la atención de los presentes mientras rodea, anuda y suspende a Ana. Aunque actualmente no es extraño que una mujer adopte el rol de atadora en el ‘shibari’, es cierto que es un papel donde abundan los hombres. “El mundo del ‘shibari’ no está exento de padecer la enfermedad del machismo, pero como cualquier otra cosa en la vida. Hay mujeres que atan a mujeres y mujeres que atan a hombres”, aclara la fotógrafa madrileña.

‘Shibari’ en España

Precisamente en la capital, un pequeño local sirve como punto de reunión a maestros, seguidores y curiosos del ‘shibari’. El café El dinosaurio todavía estaba allí…, en pleno barrio de Lavapiés, organiza los miércoles de cada dos semanas una muestra de este arte erótico que comienza a tomar popularidad. La próxima cita será el 5 de marzo a partir de las 20.30 horas.

Además del taller que impartirá hoy Alberto No Shibari en Barcelona, la ciudad condal acogerá el domingo un encuentro centrado en esta técnica: ‘Shibari Experience’. Esta reunión, que se lleva a cabo dos domingos de cada mes en el club Rosas 5, está siendo recogida por las fotografías de Tentesion que, además, prepara un libro que mezcla el ‘shibari’ con los tatuajes.

Buenas oportunidades para adentrarse en una actividad llena de belleza y sensualidad que puede asustar en un principio pero que provoca un inevitable magnetismo. Solo queda elegir si atar o ser atado.