Kim Davis, símbolo de la lucha contra el matrimonio homosexual

La funcionaria de Kentucky fue liberada este martes tras pasar seis días en prisión

El candidato republicano Mike Huckabee (Izda.) junto a Kim Davis (tercera por la izquierda) nada más ser liberada

El candidato republicano Mike Huckabee (Izda.) junto a Kim Davis (tercera por la izquierda) nada más ser liberada. / @GOVMIKEHUCKABEE (TWITTER)

Una funcionaria demócrata de uno de los estados más conservadores de Estados Unidos se ha convertido en la última protagonista de la batalla contra el matrimonio homosexual. Apenas tres meses de que el Tribunal Supremo legalizase estas uniones en todo el país, Kim Davis, secretaria de un condado de Kentucky, es el nuevo rostro de la batalla entre los defensores de la igualdad y la derecha religiosa más conservadora.

En teoría, este es el caso de una funcionaria que se ha negado a cumplir con las obligaciones de un cargo que juró ella misma. Pero en la práctica, en plena campaña electoral por la presidencia de EE UU, con casi una veintena de candidatos republicanos necesitados del electorado más conservador, el paso de Davis por prisión puede ser sólo el primer episodio de una pugna para medir la libertad religiosa que según los conservadores está amenazada por el avance del matrimonio igualitario.

Cuando Davis fue liberada este martes, después de pasar seis días en prisión por negarse a conceder licencias de boda, alzó los brazos al cielo junto a Mike Huckabee, candidato a la presidencia en 2016. Ted Cruz, líder del Tea Party y rival de Huckabee en el extremo más conservador del espectro republicano, también había anunciado su presencia en la manifestación -reflejada en las redes sociales– a favor de la funcionaria y “para que ningún americano que quiera vivir su fe sea víctima de la persecución del gobierno”, en palabras de su portavoz.

Huckabee ha sido el más agresivo en su rechazo al matrimonio homosexual y ha reiterado en varias ocasiones que el Supremo no está por encima de la “autoridad de Dios” y que su fallo representaba “la criminalización del Cristianismo en América”. Ahora Davis le ha concedido el ejemplo que necesitaba para poner un rostro a sus argumentos. A pesar de que funcionarios de Alabama, Florida, Mississippi y Texas también se han opuesto a firmar licencias a parejas del mismo sexo, ella es la primera en pasar casi una semana encarcelada por ello.

Un manifestante lee la Biblia durante la concentración a favor de Kim Davis

Un manifestante lee la Biblia durante la concentración a favor de Kim Davis. / TIMOTHY D. EASLEY (AP)

Davis fue asistente de su madre durante casi tres décadas antes de ocupar este cargo el año pasado y clama que su causa personal no es un asunto “de gais y lesbianas”, sino “una decisión entre el Cielo y el Infierno”. La funcionaria, que tomó posesión tras ganar en las elecciones del condado por el Partido Demócrata, tenía pocas opciones: cumplir con la ley y firmar las licencias de matrimonio o dimitir de su cargo.

El incidente ha llevado a algunos conservadores a equiparar a Davis con Rosa Parks, la activista afroamericana que se negó a ceder su asiento a un pasajero blanco en un autobús y que al pagar su gesto con la cárcel también escenificó la defensa de unos ideales. Parks quería acabar con la discriminación contra los negros en pleno movimiento por los derechos civiles. Davis quiere que el Gobierno no le obligue a violar sus derechos religiosos. Pero, según The Washington Post, “Davis no es Rosa Parks” y “su demanda es el caso equivocado para luchar por la protección de la libertad religiosa”.

Los abogados de Davis han tratado de que su caso camine de la mano del argumento de los derechos religiosos hasta el Supremo para reclamar que no se le puede obligar a ejercer su cargo si esto viola sus creencias. El primer intento fracasó la semana pasada. Davis preguntó a la máxima autoridad judicial del país si tiene derecho a negarse a firmar licencias de matrimonio. Los jueces contestaron que no, sin estudiar el caso más detenidamente. Ahora Davis todavía puede perder su puesto por la vía electoral o si el juez mantiene cargos por desobediencia.

La funcionaria se ha negado a conceder licencias matrimoniales desde que el Supremo emitió su fallo en junio. Para evitar que se le acusara de discriminación, negó las peticiones de parejas homosexuales como heterosexuales, citando siempre la “autoridad divina” y su creencia de que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer. Sus seis asistentes -entre ellos, su hijo- también se negaron. Durante los seis días que ha pasado encarcelada, el juez le ha ofrecido la opción de que no sea ella quien concede los permisos, sino un subordinado, pero también se negó porque su firma sigue presidiendo las licencias matrimoniales. Este martes el juez le ha dejado en libertad porque confía en que Davis “no interferirá” con las licencias que concede su oficina.

La islamofobia se convierte en el principal delito de odio

La policía ha registrado 57 delitos de odio en lo que va de año. Los ataques contra el Islam representan el 40%

transexual agredida el pasado 8 de agosto en Madrid

transexual agredida el pasado 8 de agosto en Madrid. / SANTI BURGOS

Hasta 57 casos de delitos de odio han sido registrados por la policía en lo que va de año. El Ministerio del Interior reconoce “un repunte” en esta modalidad delictiva, perseguida en todas sus formas con el nuevo Código Penal. Los informes policiales reflejan que el 40% de estos ataques son por islamofobia. Comenzaron a sucederse tras el atentado contra la revista satírica francesa Charlie Hebdo. Hasta entonces, a falta de datos comparables y con un estudio previo de Interior, los incidentes de este tipo eran mayoritariamente por racismo y homofobia.

“Islam es paz para tu puta madre”, rezaba la pintada en la fachada de la mezquita Ismael en Burgos. Apareció escrita el pasado 8 de enero, al día siguiente del atentado contra la revista satírica francesa Charlie Hebdo. Un día más tarde, el 9 de enero, en las escaleras de la entrada principal de la mezquita de Abu Baker en Madrid se leía: “Islam No, perros hijos de puta”. Y el 10 de enero, en la fachada principal de la mezquita de Jaén: “Islam fuera de Europa”. Y el 13 en Jerez de la Frontera (Mezquita En-Noor): “Fuck Islamic” [“Que os jodan, islamistas”] y tachados los nombres de ISIS y Al Qaeda, junto a un “Je suis Charlie” [“Yo soy Charlie”], el grito de solidaridad que recorrió Europa tras la muerte a tiros de los 11 periodistas de la publicación parisina.

Hasta 57 casos de delitos de odio han sido registrados por la policía en lo que va de año. El Ministerio del Interior reconoce “un repunte” en esta modalidad delictiva, perseguida en todas sus formas con el nuevo Código Penal. Los informes policiales reflejan que el 40% de estos ataques son por islamofobia. Comenzaron a sucederse tras el atentado contra la revista satírica francesa Charlie Hebdo. Hasta entonces, a falta de datos comparables y con un estudio previo de Interior, los incidentes de este tipo eran mayoritariamente por racismo y homofobia.

“Islam es paz para tu puta madre”, rezaba la pintada en la fachada de la mezquita Ismael en Burgos. Apareció escrita el pasado 8 de enero, al día siguiente del atentado contra la revista satírica francesa Charlie Hebdo. Un día más tarde, el 9 de enero, en las escaleras de la entrada principal de la mezquita de Abu Baker en Madrid se leía: “Islam No, perros hijos de puta”. Y el 10 de enero, en la fachada principal de la mezquita de Jaén: “Islam fuera de Europa”. Y el 13 en Jerez de la Frontera (Mezquita En-Noor): “Fuck Islamic” [“Que os jodan, islamistas”] y tachados los nombres de ISIS y Al Qaeda, junto a un “Je suis Charlie” [“Yo soy Charlie”], el grito de solidaridad que recorrió Europa tras la muerte a tiros de los 11 periodistas de la publicación parisina.

Las parejas gays de Kentucky obtienen sus licencias de matrimonio

Una mujer sostiene una pancarta en apoyo del matrimonio gay frente al juzgado de Rowan, Kentucky

Una mujer sostiene una pancarta en apoyo del matrimonio gay frente al juzgado de Rowan, Kentucky. AFP

Las parejas homosexuales del condado de Rowan, en el estado de Kentucky, en EEUU, comenzaron hoy a obtener las licencias de matrimonio que les había negado por motivos religiosos una funcionaria, en prisión por violar la decisión del Tribunal Supremo de legalizar las uniones de personas del mismo sexo en todo el país.

Los primeros en recibir el documento judicial fueron James Yates, de 41 años, y William Smith, Jr., de 33 años, pareja desde hace casi una década y a los que la funcionaria Kim Davis, de confesión cristina, negó su derecho a casarse en varias ocasiones, informaron los medios locales.

Con 35,50 dólares, la pareja obtuvo la licencia de matrimonio de un responsable del juzgado, que felicitó a la pareja, antes de que esta corriera a las escaleras delanteras del pequeño juzgado para mostrar a los medios el documento mientras se abrazaban y lloraban de alegría.

Frente a la corte federal de Kentucky se congregaron dos nutridosgrupos de manifestantes, uno para felicitar a la pareja con pancartas con mensajes como “El amor ha ganado”, o en contra con reproches como “Bienvenidos a Sodoma y Gomorra”.

Varias mujeres sostienen pancartas a favor del matrimonio gay en Kentucky.

Varias mujeres sostienen pancartas a favor del matrimonio gay en Kentucky.

La funcionaria, convertida en un símbolo de la oposición al matrimonio homosexual por motivos religiosos, permanecerá en prisión por orden de un juez federal hasta que obedezca al Supremo.

Davis decidió dejar de emitir cualquier licencia de matrimonio en junio, cuando el Supremo falló a favor de la legalización del matrimonio homosexual en todo el país, una decisión que anuló la potestad de los estados para prohibirlo.

Matrimonio homosexual, un derecho constitucional

El matrimonio homosexual se convirtió en un derecho constitucionalen Estados Unidos, lo que obliga a los trece estados que entonces todavía lo prohibían, entre ellos Kentucky, a permitir que las personas del mismo sexo puedan casarse.

Cuando el gobernador de Kentucky, el demócrata Steve Beshear, ordenó a los juzgados emitir licencias de matrimonio a los homosexuales, Davis interpuso una demanda en una corte federal con el argumento de que sus creencias religiosas la eximían de tener que cumplir con esa obligación.

Un grupo de cristianos se han manifestado frente a la corte en apoyo a Davis

Un grupo de cristianos se han manifestado frente a la corte en apoyo a Davis

Davis llegó hasta el Supremo, que el pasado lunes le ordenó que, de manera inmediata, comenzara a emitir licencias matrimoniales a todo tipo de parejas, homosexuales y heterosexuales, mientras la funcionaria sigue con el proceso legal en instancias judiciales inferiores, algunas de las cuales ya han rechazado su causa.

Desde que se legalizó el matrimonio gay en junio, esta es la primera vez que un caso de este tipo llega al Supremo.

Juez en EE.UU. otorga protección a transexual mexicano que iba a ser deportado

Un mexicano transexual que reside ilegalmente en Estados Unidos logró que una jueza detuviera su deportación debido a que podría sufrir abuso físico y sexual si es enviado a su país de origen.

La juez argumentó que los abusos contra la comunidad transexual en México son sistemáticos y los casos de violencia no se han resuelto judicialmente.

La juez argumentó que los abusos contra la comunidad transexual en México son sistemáticos y los casos de violencia no se han resuelto judicialmente.

Una corte de apelaciones alegó que Edin Carey Avendaño Hernández está protegido por las convenciones internacionales contra la tortura.

“Las evidencias sobre las condiciones del país muestran que la policía usa como blanco a la comunidad transexual para extorsiones y favores sexuales y que México sufre una epidemia de crímenes violentos sin resolver contra personas transexuales”, aseguró en su fallo la jueza Jacqueline Nguyen, del panel de la Corte Federal de Apelaciones del Noveno Circuito, en San Francisco, California.

“Avendaño Hernández, quien toma hormonas femeninas y viste como una mujer, es por lo tanto un obvio blanco para abuso y acoso”, agrega.

Años de abusos

Avendaño Hernández asegura que fue blanco de abusos y violaciones por parte de policías y militares cuansdo vivió en Oaxaca, México.

Avendaño Hernández asegura que fue blanco de abusos y violaciones por parte de policías y militares cuansdo vivió en Oaxaca, México.

De acuerdo a la decisión, Avendaño Hernández nació en Oaxaca, México, creyendo que era mujer, por lo que sufrió años de abuso debido a su identidad, incluidos golpes, asalto sexual y violación.

Tales abusos -señala el documento de la corte- continuaron durante su edad adulta a manos de policías y militares antes de buscar refugio en Estados Unidos.

La decisión judicial se produce a pesar de que Avendaño Hernández fue condenado por manejar ebrio en dos ocasiones, lo que provocó su deportación en 2007.

Sin embargo, los abusos continuaron en México, por lo que regresó a EE.UU. en 2008.

Tres años después fue arrestado de nuevo y sujeto a deportación, que logró detener al someterse a la Convención de Naciones Unidas contra la Tortura.

La Corte Federal de Apelaciones del Noveno Circuito envió el caso de regreso a la Junta de Apelaciones de Inmigración con instrucciones de otorgar a Avendaño Hernández la solicitud de ayuda bajo la Convención Contra la Tortura.

Encarcelada la funcionaria que se opone al matrimonio homosexual

Rechaza por motivos religiosos tramitar licencias en Kentucky a parejas del mismo sexo

Kim Davis, al entrar en prisión este jueves

Kim Davis, al entrar en prisión este jueves / AP

La oposición al matrimonio homosexual le ha costado la cárcel a una funcionaria del Estado de Kentucky. Un juez federal decretó este jueves el ingreso en prisión de Kim Davis por desacato. Davis había rechazado emitir licencias de matrimonio a parejas del mismo sexo alegando motivos religiosos.

El magistrado decretó que Davis incumplió la ley después de que el Tribunal Supremo dictaminara el lunes que la funcionaria debe emitir licencias matrimoniales. La máxima instancia judicial del país legalizó en junio el matrimonio homosexual en todo Estados Unidos

Davis, de 49 años, se ha erigido en un símbolo de los conservadores religiosos. Su caso ha adquirido trascendencia nacional: ningún funcionario había desafiado de manera tan clara la sentencia del Supremo. Ese fallo anuló la potestad de los Estados para prohibir las bodas homosexuales. Kentucky es uno de los 13 Estados que prohibían el matrimonio gay.

La polémica ha entrado en la campaña a las elecciones presidenciales de 2016. El exgobernador de Arkansas Mike Huckabee, uno de los aspirantes a la nominación republicana y que fue pastor evangélico, escribió en su cuenta de Twitter que la encarcelación de Davis “acaba con cualquier duda sobre la criminalización del cristianismo en este país”.

Desde la sentencia de junio, Davis se ha opuesto a emitir licencias de matrimonio a parejas homosexuales y heterosexuales esgrimiendo su creencia como cristiana apostólica. Ha recurrido ante la justicia la orden de Kentucky de cumplir con la sentencia de junio del Supremo.

El punto de inflexión de su rebelión tuvo lugar el martes: al día después de que el Alto Tribunal rechazara su recurso, Davis y sus subordinados siguieron negándose tramitar licencias en el condado de Rowan.

El juez federal David L. Bunning justificó este jueves el encarcelamiento de la funcionaria bajo el argumento de que su “buena creencia no es simplemente una defensa viable” y que no puede “condonar una desobediencia de una orden legal”. En una segunda vista, cinco de los seis subordinados de Davis le dijeron al juez estar dispuestos a emitir licencias de matrimonio.

Desde la sentencia de junio, Davis se ha opuesto a emitir licencias de matrimonio a parejas homosexuales y heterosexuales esgrimiendo su creencia como cristiana apostólica. Ha recurrido ante la justicia la orden de Kentucky de cumplir con la sentencia de junio del Supremo.

El punto de inflexión de su rebelión tuvo lugar el martes: al día después de que el Alto Tribunal rechazara su recurso, Davis y sus subordinados siguieron negándose tramitar licencias en el condado de Rowan.

El juez federal David L. Bunning justificó este jueves el encarcelamiento de la funcionaria bajo el argumento de que su “buena creencia no es simplemente una defensa viable” y que no puede “condonar una desobediencia de una orden legal”. En una segunda vista, cinco de los seis subordinados de Davis le dijeron al juez estar dispuestos a emitir licencias de matrimonio.

Prisión para la funcionaria estadounidense que se negó a dar licencias a matrimonios gays

La funcionaria de EEUU, Kim Davis el momento de rechazar la petición de matrimonio de parejas gays

La funcionaria de EEUU, Kim Davis el momento de rechazar la petición de matrimonio de parejas gays. REUTERS

Un juez federal de EEUU ordenó hoy el envío a prisión de una funcionaria del estado de Kentucky que se ha negado a dar licencias de matrimonio a parejas homosexuales, pese a que el Tribunal Supremo legalizó ese tipo de uniones en todo el país en junio.

El juez David L. Bunning ordenó encarcelar a Kim Davis, de confesión cristina, y estableció que no será liberada hasta queobedezca al Supremo, que dictaminó el pasado lunes que la funcionaria debe empezar de manera inmediata a emitir licencias matrimoniales a todo tipo de parejas. “El tribunal no puede consentir la desobediencia de una orden emitida legalmente“, argumentó el juez al considerar que una multa no sería suficiente para disuadir a la funcionaria y dictaminar que debe permanecer en custodia policial.

Antes de la audiencia, más de 100 personas se concentraron ante la corte federal de Kentucky que lleva el caso para manifestar su apoyo o rechazo a la actitud de Davis. La funcionaria decidió dejar de emitir cualquier licencia de matrimonio en junio, cuando el Supremo falló a favor de la legalización de las uniones entre personas del mismo sexo en todo el país, una decisión que anuló la potestad de los estados para prohibir el matrimonio homosexual.

El matrimonio homosexual se convirtió en un derecho constitucional en Estados Unidos, lo que obliga a los trece estados que entonces todavía lo prohibían, entre ellos Kentucky, a permitir que las personas del mismo sexo puedan casarse. Cuando el gobernador de Kentucky, el demócrata Steve Beshear, ordenó a los juzgados emitir licencias de matrimonio a los homosexuales, Davis decidió interponer una demanda en una corte federal, con el argumento de que sus creencias religiosas la eximían de tener que cumplir con esa obligación.

Davis llegó hasta el Supremo, que el pasado lunes le ordenó que, de manera inmediata, comenzara a emitir licencias matrimoniales a todo tipo de parejas, homosexuales y heterosexuales, mientras la funcionaria sigue con el proceso legal en instancias judiciales inferiores, algunas de las cuales ya han rechazado su causa.

En una declaración divulgada por sus abogados esta semana, Davis defendió que no siente “hostilidad” hacia nadie ni actúa “con mala voluntad”. Según la funcionaria, la emisión de estas licencias para parejas gays que “entran en conflicto con la definición de matrimonio de Dios, con mi nombre puesto en el certificado, violaría mi conciencia”. Davis apela a la libertad religiosa, protegida por la Constitución y la Primera Enmienda, destaca. También asegura que el debate no es sobre “un tema de gays o lesbianas. Es sobre el matrimonio y la palabra de Dios”.

Piden la retirada del concordato con la iglesia católica tras negar al transexual Álex Salinas ser padrino que hará la apostasía

Alex Salinas 2.

Álex Salinas, el joven transexual de San Fernando, de Cádiz, al que la Iglesia le ha negado ser el padrino de bautismo de su sobrino, ha anunciado que hará la apostasía y que, además, la familia ha decidido no bautizar finalmente al niño. Se convertirá en apóstata “por el engaño” al que asegura que ha sido sometido, pues, tras la negativa inicial, afirma que el párroco le dijo en agosto que sí podría ser padrino de su sobrino trasladándole “palabras textuales del obispo” de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, de quien critica que “ahora se lava las manos” anunciándolo en la web de la institución (lee el texto completo pinchando sobre este enlace). Tras lamentar que “nadie” de la Iglesia se haya puesto en contacto con él tras este “revés”, explica que ya no luchará por ser el padrino de su sobrino, quien “si de mayor quiere pertenecer a la Iglesia será libre de hacerlo”.

Las reacciones no se han hecho esperar, La Asociación de Transexuales de Andalucía-Sylvia Rivera exige la retirada del concordato con la iglesia católica por tratarse de una institución que ‘se destaca por su misoginia y lgtbifobia’. Asimismo, exigen el cumplimiento y respeto a las leyes civiles y constitucionales que amparan a la ciudadanía.

‘Se trata de poner fin al privilegio fiscal e impunidad ante reiteradas actuaciones y declaraciones que incitan al odio y menoscaban los derechos civiles’, declara Mar Cambrolle, Presidenta de la Asociación de Transexuales de Andalucía. También le recuerda a la Fiscalía de Igualdad y contra los delitos de odio de Cádiz, la petición realizada por esta entidad, con fecha 31 de julio, para que interviniera en este caso por si fuera constitutivo de delito ya que consideran que es un acto de transfobia.

“La libertad religiosa no puede entrar en conflicto con los Derechos Humanos”, recuerda Mar Cambrolle, quien añade “La Iglesia debe ser responsable de sus reiteradas prácticas lgtbfóbicas que incitan al odio y al menoscabo de derechos y por tanto, el Estado de Derecho debe proteger a las personas que son victimas de estas prácticas”.

Ante el aumento de delitos y violencia hacia las personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales, ATA-Sylvia Rivera insiste en la necesidad de una ley autonómica como la Catalana y la Extremeña, que proteja y sancione los delitos de odio, así como una ley estatal de transexualidad que unifique criterios y garantice derechos por igual a todas las personas transexuales del Estado Español, teniendo como referente la Ley Trans de Andalucía.

A finales de junio, la diputada en la Asamblea de Madrid, Carla Antonelli comentaba que  ‘Con el nuevo Codigo Penal el Obispado de Cadiz incurre en un delito de odio que conlleva penas de prisión‘.

Alex Salinas xon su sobrino.

Esto es así después de que Zornoza haya manifestado este martes “pública y definitivamente” en un comunicado que la solicitud de Salinas “no puede ser aceptada” porque es “evidente” que “no posee el requisito de llevar una vida conforme a la fe y al cargo de padrino”, recogido en el Código de Derecho Canónico (CIC).

Finalmente, Álex subraya que sí continuará “denunciando y participando en las protestas y manifestaciones que hagan falta para seguir luchando por los derechos de otras personas” que se enfrenten a su misma situación.

La propia Carla Antonelli, activista transexual y Diputada del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Madrid, escribía esta semana sobre este tema: ‘Te quedas sin palabras de como se puede ser tan inmisericorde y trileros, jugando con los sentimientos de Alex Salinas, le dicen que si generándole la ilusión de ser el padrino y ahora le comunican que la Congregación de la Doctrina de la Fe (Antigua Inquisición -literal-) y el mismísimo Papa ha dicho que no puede serlo porque su propia existencia va en contra de ser cristiano. Ante tanta crueldad solo te queda pensar que la verdadera incongruencia es de quienes dicen ser los representantes de la doctrina que predica respeto y amor al prójimo pero que la aplican para dar rienda suelta a los odios, fobias y machacar al semejante; en una palabra, indignos representantes del dogma en origen. Profundamente defraudada con el Papa Francisco y los cantos de sirena que te arrojan sobre Escila y Caribdis. Absolutamente perverso’.

Tres razones que invitan a la “reflexión” para combatir el VIH en Navarra

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Desde 2012 se han producido más positivos por VIH en Navarra, tras años de caída o estabilización / Foto: Efe.

Los datos de infecciones por VIH en Navarra son, según la Comisión Ciudadana Antisida de Navarra, una invitación a la “reflexión”. El Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra ha revelado que la comunidad registró  en 2014 un total de 49 casos de infección, frente a los 44 de 2013 y los 32 del año anterior. Lo preocupante del dato es el cambio de tendencia, cuando la concienciación sobre el sexo seguro parecía que se había extendido (y asimilado), ahora se da de nuevo un aumento, especialmente entre los hombres que practican sexo con hombres. La Comisión, que precisamente  había advertido sobre este tema (a pesar de que, por ejemplo, en lo que va de 2015 no ha registrado positivos en los test de prueba rápida que se realizan en la entidad), insiste en el trabajo que queda por delante. Y apunta a diversas causas de esta situación.

La mayoría de las infecciones por VIH se dieron en Navarra, según recordaron desde el Instituto, en las décadas de los 80 y los 90. Hasta septiembre de 2014, se contabilizaron 2.107 casos. Estas cifras se habían reducido progresivamente o estabilizado, especialmente en torno al año 2000, pero hubo un cambio de tendencia en 2012, fecha desde la que han aumentado los positivos (en una tasa similar o inferior a la estatal) y en muchas ocasiones vinculados, probablemente, a la transmisión sexual, según apuntan desde el Instituto de Salud Pública y Laboral. Eso sí, en casi en cuatro de cada diez casos no se pudo determinar este porqué, aunque desde Salud Pública también apuntan como causa probable la transmisión sexual.

¿Y cuáles son las posibles razones de esta situación? Asun Roldán, integrante de la Comisión Ciudadana Antisida de Navarra, apunta algunas reflexiones. Por ejemplo, que es necesario garantizar el acceso a la sanidad pública de toda la ciudadanía, que son necesarias más campañas de sensibilización, que las nuevas generaciones son menos conscientes de la enfermedad, y que falta educación sexual y sobre relaciones afectivo-amorosas en los centros educativos.

Los recortes afectan

Roldán advierte de que la labor de los colectivos sociales se ha visto afectada por los recortes en las instituciones, de manera que se ha podido incidir menos en campañas de prevención o sensibilización. En el caso de la Comisión, por ejemplo, este año ha contado con unos 84.439 euros por esta vía, llegados a través del Gobierno Foral y la Obra Social de La Caixa (la entidad sigue reclamando, en cualquier caso, que este tipo de partidas dependan íntegramente de instituciones públicas), pero el año anterior fueron 94.000 y en 2011, alrededor de 119.907, en este último caso solo a través del Ejecutivo foral. Los ajustes en el presupuesto han afectado, así, a sus actividades y, por ejemplo, el local de la Comisión estuvo en cerrado en julio, tras realizar la correspondiente campaña de concienciación para sanfermines.

Las nuevas generaciones

¿Se ha relajado el uso de preservativo? Roldán cree que su empleo puede estar más extendido en el primer encuentro sexual, pero que se relaja en los sucesivos. En cualquier caso, apunta que las nuevas generaciones, nacidas por así decirlo después del aquella alerta constante en torno a la epidemia, son menos conscientes del riesgo del VIH. Los balances de casos de contagio han sido utilizados por sectores conservadores para poner el foco sobre las relaciones homosexuales, un “estigma” que también fomenta que se hable con menos naturalidad de estas relaciones y, en general, de la sexualidad, lo que también puede “invisibilizar” el VIH.

Sexualidad en los centros escolares

Unida a la anterior reivindicación está la necesidad de apostar por la coeducación, la igualdad transversal dentro de los centros escolares y, como parte de ella, la educación sexual y afectiva, una reivindicación que también han planteado colectivos de mujeres o, por ejemplo, desde el centro de atención a la mujer Andraize. La Comisión Ciudadana Antisida se ofrece para dar charlas al alumnado de Secundaria (principalmente, en 3º y 4º de la ESO, aunque también ha intervenido en 1º y 2º) y, por ejemplo, en el pasado curso lo hizo en nueve institutos. El objetivo de estas charlas, sobre sexualidad y la prevención de riesgos, es aún mayor: hacer que la educación sexual sea parte efectiva del currículo, algo que se resiste y que aún depende prácticamente de cada centro y docente, a pesar de los constantes cambios en las leyes educativas.

Gais, lesbianas y transgénero durante el franquismo

Artículo publicado en JOT DOWN por

Montaje fotográfico realizado en la Central de Observación de la Dirección de Prisiones, donde se estudiaba y calisificaba a los reclusos

Montaje fotográfico realizado en la Central de Observación de la Dirección de Prisiones, donde se estudiaba y calisificaba a los reclusos. Imagen: Tusquets.

Inversión sexual y erotismo desviado. Repugnante caso que subleva a toda conciencia honesta. Ofende al pudor y a las buenas costumbres y es objeto unánime de condenación. Actos contra natura. Perversión sexual. Nefando tráfico sodomítico. Repugnante vicio. Vicio antinatural y perturbador. Vicio merecedor de la más completa repulsa. Actos atentatorios a la moral, fundamento de la familia y la sociedad. Nefastas relaciones. Repugnante porquería. Repugnantes aberraciones. Torpes acciones. Inmorales aberraciones. Sucios y reprobables actos. Actos de desviada lujuria. Vergonzoso vicio. Acción soez. Desvergonzada e impúdica. Aberración contraria a la naturaleza humana. Torpes instintos. Repugnantes actos libidinosos…

Calificaciones de la homosexualidad en los expedientes del Tribunal Supremo del franquismo recopilados por Armand de Fluviá, autor de El homosexual ante la sociedad enferma en 1978.

Si bien las prácticas homosexuales estuvieron penalizadas en muchos países de Europa durante la segunda mitad del siglo XX y la España de Franco no era, en ese contexto, una excepción, nuestro país constituye un interesante objeto de estudio por cómo abordó el tema científicamente, por llamarlo de alguna manera. Tras la destrucción del estado democrático entre 1936 y 1939, el franquismo comenzó a crear y teorizar en la posguerra una psiquiatría hispana.

Según cuenta el psiquiatra González Duro en las obras que ha dedicado al fenómeno, en general no era más que una adaptación de toda la psiquiatría nazi a términos locales. Con la novedad de que la psiquiatría nacional tendría como fundamento un concepto teológico del hombre. «Todo se explicaba en función de la “vitalidad”, término ambiguo definido poéticamente como la sutura entre el cuerpo y el alma».

Dentro de esta disciplina no se admitían conflictos familiares o generacionales. La psiquiatría nacional no era más que otra trinchera para la defensa del sistema establecido. La locura era biológica o genética, y por eso se trataba exclusivamente con los tratamientos biológicos más agresivos, electroshock o lobotomías. Y su causa era clara: el pecado. El doctor Marco Merenciano, falangista y católico, entendía que la enfermedad mental era un castigo por el pecado; «pecado que por su naturaleza llevará al castigo de la imposibilidad de arrepentimiento», escribió. Este señor tiene todavía una calle en Valencia.

Otro, con calle en Madrid en la actualidad, López Ibor, daba, como documenta González Duro, «una interpretación teológica de la enfermedad psíquica cuya realidad solo se podía entender yendo a la base radical del ser humano, de su “naturaleza caída”, de ahí la conveniencia de que el psiquiatra fuera cristiano, y católico específicamente». Y Antonio Vallejo-Nájera, también, por su puesto, con calle en Madrid, teorizó que quienes tenían ideologías distintas a las inherentes al hombre español «sano y vertical, religioso y de derechas por naturaleza» sufrían de un virus marxista o una malformación genética —el gen rojo— para lo que proponía la reinstauración ni más ni menos que de la Santa Inquisición.

En cuanto al psicoanálisis, el rechazo era total por su falta de «espiritualidad» su «pansexualismo» y su ser «nocivo para la catolicidad inmanente del enfermo español», sigue González Duro, que precisaba una psicoterapia específica según estos galenos. La obra de Freud estuvo prohibida en España hasta 1949 y a partir de entonces se trató de adaptar. «El pueblo español profesa en su mayoría el catolicismo, y es la primera de las condiciones de nuestra psicoterapia que no contradiga el dogma y la moral católica», explicó Vallejo Nájera. Y el catalán Ramón Sarró i Burbano sentenció: «Pero ¿cuál sería la mejor interpretación? ¿Hemos de reconocernos como sexualidad, como ambición más o menos frustrada o como cosmovisiones del arquetipo? (…) ¿Y por qué no como el camino del alma hacia Dios del que nos aleja el pecado y nos acerca la Gracia; o como cristiano que necesariamente cae y se levanta ante la faz Divina?».

En este contexto científico arbitrario y surrealista, los homosexuales eran considerados enfermos en el mejor de los casos. Se les aplicaron terapias aversivas —medicación para inducir al vómito o descargas eléctricas mientras se les mostraba pornografía homosexual—, electroshock o lobotomías. López Ibor llegaba a presumir de sus «exitosas» lobotomizaciones a gais. La revista Interviú recogió un fragmento de una conferencia suya en Italia en 1973 donde decía: «Mi último paciente era un desviado. Después de la intervención del lóbulo inferior del cerebro presenta, es cierto, trastornos en la memoria y la vista, pero se muestra más ligeramente atraído por las mujeres».

Quirófano del Hospital Penitenciario de Madrid (1956)

Quirófano del Hospital Penitenciario de Madrid (1956). Fotografía: Real Academia Nacional de Medicina.

Los primeros intentos de curar homosexuales habían empezado en la Primera Guerra Mundial, cuando los altos cargos del ejército alemán detectaron que la homosexualidad estaba extendida entre muchos de sus soldados. Cuenta la doctora Teresa Cabruja, de la Universidad de Girona, que esto sucedía porque se consideraba que la homosexualidad respondía a «causas ambientales», pues no podría darse genéticamente en la raza aria. Aquí se siguió con esa cantinela casi hasta los años ochenta. De hecho, en 1977, la UCD planeó la creación de diez mil plazas para la reeducación de homosexuales. Un plan abortado cuando la Constitución prohibió un año después clasificar a las personas por su sexualidad.

Pero lo cierto es que en la historia moderna de España nunca hubo un exceso de celo a la hora de perseguir a los homosexuales. El Código Penal de 1822 no recogía el delito de sodomía por su inspiración francesa, país donde se despenalizó la homosexualidad en 1791. En los códigos penales de 1848, 1850 y 1870 españoles aunque no estaba penalizada, se castigaba con la figura del «escándalo público». Solo Primo de Rivera endureció la ley en 1928 castigando específicamente las relaciones sexuales entre adultos del mismo sexo con una multa y la inhabilitación para ocupar cargos públicos. Finalmente, la II República despenalizó completamente la homosexualidad —excepto en el Ejército— en su Código Penal de 1932. Y aunque luego redactara la Ley de Vagos y Maleantes en 1933 sobre delincuentes «potenciales», no insertó en ella a los homosexuales. Fue durante el franquismo, en 1952, cuando se modificó esta ley para incluirlos expresamente.

No obstante, entre 1939 y 1952 el régimen estuvo más preocupado de exterminar y encarcelar a sus enemigos políticos que a los homosexuales. Si acaso, merece la pena mencionar el caso del escritor Álvaro Retana en 1939, denunciado por sacrilegio al beber semen de un copón sagrado. En el proceso, Retama tuvo el valor de contestar al juez: «Señor, prefiero siempre tomarlo directamente». Fue condenado a muerte, se le aplazó la pena varias veces y al final se le conmutó por treinta años de cárcel.

O el caso del cantante de copla Miguel de Molina, al que antes de exiliarse le dieron una paliza en plena calleJosé Finat y Escrivá de Romaní, futuro alcalde de Madrid, y Sancho Dávila, falangista pro nazi que luego fue presidente de la Federación Española de Fútbol. Uno de los dos le arrancó el pelo y se lo llevó guardado envuelto en un pañuelo de recuerdo. Pero por lo visto solo se trataba de un asunto de celos. Un mandamás del régimen sufrió un desengaño sentimental con él y lo persiguió hasta que él mismo cayó en desgracia por un incidente en una sala de fiestas. Se cuenta en El látigo y la pluma, del periodista Fernando Olmeda:

Varias personas sujetaron al agresor y trataron de calmarle diciendo que el individuo era un falangista muy vinculado a las altas esferas y le traería problemas. Pero el joven exclamó que aquel asqueroso maricón le había toqueteado los genitales al pasar y que no iba a perdonarlo. Cuando le insistieron en que olvidara el incidente, el hombre se dio a conocer como agregado militar de la embajada de un país centroeuropeo. Dijo que hablaría con su embajador y al día siguiente haría una denuncia formal al Ministerio de Relaciones Exteriores. El enloquecido maricón no era otro que el secretario del ministro, que durante años me persiguió monstruosamente. Aunque se trató de acallar el escándalo, la cantidad de testigos presenciales lo hizo imposible y el tipo salió violentamente de sus dos cargos.

Los artistas homosexuales fueron un objetivo político en aquella época. Para permitirles llevar su vida tenían que informar a la policía, convertirse en chivatos. Además de mostrar una inquebrantable adhesión al régimen en todas sus manifestaciones públicas. En aquellos años, en cualquier caso, convivieron reconocidos homosexuales en los puestos más altos de la jerarquía franquista —muchos fueron famosos por haber dado «paseos» en la guerra— con una exaltación de la masculinidad exacerbada por parte de los falangistas triunfadores.

Casi todos los artículos sobre homosexualidad que tratan este período histórico insisten en señalar las inequívocas características homoeróticas de la estética falangista. Así como los apodos que recibía Franco entre los suyos, tales como «Paca, la culona» o «Miss Islas Canarias 1936», o la descripción que de él hizo el periodista americano John Whitaker:

Hombre pequeño, su mano es como la de una mujer y siempre está empapada de sudor. Excesivamente tímido, se pone en guardia para dialogar con su interlocutor; su voz es ligeramente desconcertante, pues habla muy suave, casi en susurros.

Todo con el fin de asociar la obsesión del nacionalcatolicismo por exaltar la hombría de la nación a sus propias inseguridades. Una conclusión muy tentadora, pero que carece de sentido en la época. Los fascismos y el nazismo, al marco de identificación primaria, el nacionalismo, añadieron la raza y la masculinidad como forma de resolver todos los problemas, un regreso al pasado edénico mediante la virilidad, la agresividad y la fuerza de voluntad. La figura del machote era el truco del almendruco propagandístico gracias al cual se resolverían todos los problemas en los tumultuosos años treinta.

Fotograma de la película propagandística Rojo y negro (1942) en la que un soldado de uniforme porta la bandera falangista

Fotograma de la película propagandística Rojo y negro (1942) en la que un soldado de uniforme porta la bandera falangista. Imagen: CEPICSA.

No obstante, otra historia es, como relata Olmeda en su libro, que la homosexualidad estuviera muy presente en el ejército rebelde. La tropa, dice, no ponía objeciones a que un soldado tuviese relaciones sexuales con otro que era más bien afeminado. También que la famosa camaradería en algunas ocasiones encubría verdaderos enamoramientos bajo el techo del cuartel entre hombres confinados, o que en los ejércitos de África fuesen habituales las noches de juerga de hachís y alcohol con jovencitos marroquíes. Todo ello percibido como algo normal que nada tenía que ver con la homosexualidad. Para prueba, en 1942, fue el propio Franco quien tras una visita a la Academia Militar de Zaragoza ordenó que se colocara una cama adicional en las habitaciones dobles «para evitar tentaciones».

Mientras tanto, en la sociedad, la posibilidad de ser homosexual la marcaba la clase social. Los que tenían al alcance de sus medios llevar una doble vida, que a menudo exigía tener dos pisos, la llevaban. También, como es lógico, los homosexuales de buena familia se aprovechaban de los que eran más humildes. Y Olmeda cuenta que en Barcelona las familias de nivel, cuando tenían un hijo homosexual, podían llegar a aceptarlo y permitirle tener su pareja admitiéndola en la familia cubriéndole como un primo que se había ido a vivir con ellos. Aunque la excusa del primo se ha podido escuchar en las capitales de toda la piel de toro.

Las lesbianas, por su parte, estuvieron en una situación diferente. Si una mujer vivía sola, tendría más problemas si invitaba a su casa a hombres solos que a otras mujeres. Bien al contrario, si se rodeaba de mujeres mantendría una excelente reputación. Los propios padres que no toleraban que un hijo cuando era niño o adolescente manifestara excesivo afecto o encariñamiento por un amigo veían como completamente normal que su hija durmiera en la misma cama con una amiga o una prima.

Durante todo el régimen, el número de expedientes sobre casos de lesbianas fue infinitamente menor que el de hombres. No tuvieron que frecuentar urinarios o exponerse a las redadas policiales. En las ciudades existían redes de mujeres que no levantaban sospechas cuando se reunían a celebrar una fiesta en un piso. Empar Pineda escribe en Una discriminación universal que incluso era al contrario, que los vecinos estaban «encantados de tener unas chicas que eran tan formales que no invitaban a chicos a sus fiestas». Sin embargo, en un contexto de represión inclemente sobre la sexualidad femenina tal y como se relató en los capítulos anteriores de esta serie, muchas lesbianas ni siquiera tuvieron la oportunidad de saber que lo eran hasta que empezaron a difundirse las ideas feministas años después. Como dice Pineda, el sexo entre mujeres no se perseguía porque para el régimen no podía existir.

Los homosexuales en aquel tiempo tuvieron que recurrir a los encuentros clandestinos en playas apartadas, cines o los inevitables urinarios, con lo que significaba a la hora de exponerse a los delincuentes que haciéndose pasar por gais les robaban todo lo que llevasen encima o incluso lo que tuvieran en casa si subían. Las diferentes formas de robarles hasta recibían su nombre. Olmeda, por ejemplo, habla del «timo de la pasma ful». Uno hace de gancho en el urinario enseñando el miembro enhiesto y el compinche aparece haciéndose pasar por policía para prender al homosexual que caiga en el engaño. El periodista recoge en su libro el testimonio de un antiguo delincuente que asegura que en una ocasión estuvo a punto de hacérselo a un jugador de fútbol de primera división. La víctima, por supuesto, nunca denunciaba.

Otro punto de encuentro eran los prostíbulos, que hasta que la ONU no declaró la prostitución incompatible con la dignidad humana, en España funcionaron sin grandes dificultades. Allí muchos hombres acudían sabiendo que además de meretrices también había jovencitos que necesitaban dinero o, en su defecto, prostitutas que sabían amarrarse un dildo a la cintura. Mari Loly, una profesional de la época cuyo testimonio destaca Olmeda, tiene un relato que enlaza con el de la sexualidad en las filas del ejército de Franco:

A veces un hombre que ha sido mi cliente me pide un jovencito, me pide que haga de intermediaria. Suelen argumentar que están hartos de las mismas sensaciones y quieren pasar a un jovencito después de haber probado todo con una mujer. Algunos, una vez probado, se dan cuenta entonces de que eso es lo que les gusta. «Mariquitas» que no sabían que lo eran. Pero en casi todos es una prolongación de su papel de macho. Hay también hombres mayores, viudos o casados, que un día se sorprenden haciéndose o dejándose hacer con un jovencito y les gusta, y no hacen ascos porque normalmente juegan el papel de macho y eso no es tan desagradable para los hombres como si tuvieran que tomar.

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Imagen: cortesía de Jaime Gallaostra / agenciafebus.com

Otra forma de contacto eran los anuncios en determinadas revistas, como las de culturismo por motivos obvios, lo que dio lugar a situaciones curiosas. En 1952 el español Juan Ferrero se proclamó Mister Universo de culturismo en el Scala Theater de Londres. Nunca un español ha vuelto a alcanzar ese título. No obstante, el régimen silenció completamente su gesta por considerar esa disciplina propia de homosexuales.

En ese mismo año circuló entre las autoridades un informe sobre «moralidad pública» que trataba de cuantificar la situación de la homosexualidad en España. El documento indicaba que cada vez se detectaban más casos:

Valencia: existe una cantidad apreciable, arraigada en personas de todas las edades y clases sociales; Madrid: Parece bastante extendida; Granada: Se advierte en el clima moral de la ciudad un incremento extraordinario de las aberraciones sexuales; Guipúzcoa: los casos van en aumento; Baleares: la desgracia de la homosexualidad ha aumentado en ambos sexos, etc…

Es en ese momento cuando se reforma la Ley de Vagos y Maleantes para incluir a los homosexuales. El régimen ya había acabado completamente con la oposición política dentro del país y pasaba a buscarse nuevos enemigos. Muchos homosexuales no habían sido sorprendidos in fraganti y con esta legislación ya eran delincuentes potenciales. La pena que acarreaba la aplicación de la ley era la reclusión en un centro de trabajo o colonia agrícola y el exilio o prohibición de residir en el territorio durante dos años.

A tal fin, en 1954 se puso en marcha la Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía, en Fuerteventura. La colonia era más bien un campo de concentración y lo de agrícola era una broma de mal gusto puesto que el terreno era totalmente desértico. Los presos picaban piedra y cavaban zanjas. «Frío, miseria, hambre, humillación, palos y más palos. En total éramos noventa maricones. Se pasaba el día cargando piedras, haciendo muros, sacando agua del pozo. Era como un campo de concentración pero sin cámara de gas. El médico de la prisión, para reconocernos homosexuales, nos ponía a cuatro patas y nos metía el dedo en el culo», recordó en El PaísOctavio García, uno de los reclusos, que tampoco olvida que le detuvieron cuando las autoridades se decidieron a «limpiar de maricones Las Palmas».

Se pasaba tanta hambre que Manuel S. H., que Dios lo tenga en su Gloria, se comía hasta las cagarrutas de las cabras y Juan Curbelo Oramas devoraba la comida podrida de los paquetes que le enviaba su madre y que los guardianes retenían hasta que despedían un olor nauseabundo. El hambre era una presencia constante, obsesiva, demoledora, pero no era la única pesadilla. Estaban también los palos, que caían como un diluvio. Por equivocarse al marcar el paso, por responder, por rezongar, por quedarse rezagado al amanecer, por dormirse en la imaginaria, por nada, por todo. (Crónica. El Mundo. 2003. Arturo Arnalte)

El director de la colonia era un sacerdote católico vasco. Dictaba cuántos golpes había que dar a quién y por qué. Escondía la correspondencia de los presos y era quien decidía si el interno estaba tres meses o los tres años de rigor que marcaba la nueva ley. También funcionaron los centros especializados de Badajoz y Huelva. El primero era para los homosexuales pasivos y al otro iban los activos. En las cárceles no «especializadas», como Carabanchel en Madrid o La Modelo en Barcelona, muchos de los internos eran violados sistemáticamente por los otros presos. Había celdas en las que directamente los funcionarios les prostituían. En la calle, la Brigada Social buscaba a los homosexuales con agentes secretos en los cines y discotecas. Existían informes de conducta con todo lujo de detalles, no muy lejos de lo que hacía la Stasi con sus sospechosos, redactados por las autoridades religiosas, políticas y policiales que marcaban la vida de quienes eran señalados.

Ficha policial de Silvia Reyes, encarcelada en 1974 con excusa de la Ley de Peligrosidad Social

Ficha policial de Silvia Reyes, encarcelada en 1974 con excusa de la Ley de Peligrosidad Social. Imagen: cortesía de la Asociación de Expresos Sociales.

También especialmente dura fue la existencia de los transexuales, entonces travestis. El régimen consideraba subversiva no solo su sexualidad, sino también su apariencia, al margen de que era más fácil de reconocer para la policía, y las autoridades se ensañaron con ellas. Los travestis se habían convertido en una opción más en la oferta de la prostitución. Válida para los clientes homosexuales y también para aquellos que no podían acostarse con su novia hasta el matrimonio.

No obstante, durante la década de los sesenta la sociedad española fue modernizándose y empezaron a surgir tímidamente bares de ambiente disimulando como buenamente se podía. Ya no fue tan fácil para ciertos homosexuales de buena familia someter a otros homosexuales de extracción humilde. Con la nueva clase media que estaba naciendo en las ciudades la gente ya no estaba tan desamparada y no se podía abusar de cualquiera con facilidad por muy homosexual que fuese. Pero también llegaron los pelos largos y las minifaldas y el régimen volvió a ponerse en guardia.

Un juez de Barcelona, Antonio Sabater, alertó del auge que experimentaba la «inversión sexual» a la que había que poner coto. Las causas, según el magistrado, pasaban por el desarrollo de la sociedad de consumo, el afeminamiento de la indumentaria masculina, el narcisismo de la juventud, su preocupación por el aspecto físico y su deseo de llevar una vida cómoda convirtiéndose en mantenidos de algún hombre de dinero.

Este juez fue uno de los artífices de la nueva ley, que iba a ser la de Peligrosidad Social. No obstante, aparecieron las primeras asociaciones de homosexuales, como AGHOIS en Barcelona, cuyas protestas influyeron en la opinión pública. Cuenta un artículo de L´Armari Obert que La Codorniz criticó la nueva ley, que venía en cofre de norma progresista y preventiva, riéndose de que nos hubiese privado de Sócrates oMiguel Ángel.

Así, en 1970 el régimen se «humanizó» y la Ley de Peligrosidad Social solo castigaba los «actos de homosexualidad», pero no a los homosexuales por el hecho de serlo. Aunque su redactado era tan ambiguo que seguía permitiendo a los jueces hacer lo que les viniera en gana. Con todo, finalmente se impuso la teoría de que la homosexualidad no era un delito, sino una enfermedad que era preciso curar. Lo que seguía siendo una terrorífica amenaza para la población.

Lo más amenazante de esta ley es que trasladaba la decisión de la represión directamente al ámbito familiar desde el momento en que el juez podía considerar oportuno que el homosexual se sometiera a tratamiento en vez de ser enviado a prisión, en caso de mediar una petición familiar. Este tratamiento se basaba en sesiones de terapias, fundamentalmente de dos tipos, las eméticas y las eléctricas, sin excluir la más radical, la lobotomía: una intervención quirúrgica para modificar el cerebro. Esta última técnica se practicó en clínicas privadas y en la cárcel de Carabanchel. (Una discriminación universal; Javier Ugarte Pérez)

Esta situación se extendió hasta prácticamente 1980, cuando la judicatura dejó de aplicar la Ley de Peligrosidad Social tras la Constitución y una proposición de ley de PSOE y PCE para que al menos se eliminasen los aparatados dedicados a los homosexuales. El saldo final fue de al menos cinco mil homosexuales encarcelados, pero nunca se podrá cuantificar cuántos se marcharon del país, cuántos se suicidaron, ni cuántos sufrieron una vida de autonegación y privaciones absolutamente intolerable e inhumana.

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Imagen: DP

Una funcionaria desafía al Supremo al no admitir matrimonios gays

La funcionaria de EEUU, Kim Davis el momento de rechazar la petición de matrimonio de parejas gays

La funcionaria de EEUU, Kim Davis el momento de rechazar la petición de matrimonio de parejas gays REUTERS

Después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos confirmase en una sentencia histórica a finales de junio el derecho de las parejas gays a contraer matrimonio en todo el país, parecía que la batalla por el derecho de los homosexuales a casarse se había terminado. Sin embargo, la lucha continua.

En el condado de Rowan (Kentucky), la secretaria de la oficina de licencias matrimoniales, Kim Davis, sigue sin conceder estos permisos aunque el Tribunal Supremo haya rechazado su petición de urgencia para que se le excluyese de ese deber por motivos religiosos.

Con esta noticia dos parejas, las formadas por April Miller y Karen Roberts, y David Ernold y David Moore, acudieron a la oficina que dirige Davis para solicitar sus licencias matrimoniales ayer. Como en ocasiones anteriores, dado que las dos parejas lo habían intentado varias veces antes, obtuvieron la misma negativa. Antes una nube de cámaras que captaron el momento, la funcionaria insistió que no estaban dispensando ninguna licencia “bajo la autoridad de Dios”y se inició una discusión que terminó en demanda judicial contra Davis, que se enfrenta a una acusación de mala conducta y una posible multa.

En el departamento de Davis no se emiten licencias matrimoniales-ni a homosexuales ni heterosexuales- desde que el Supremo sentenció que las parejas gays tienen derecho a casarse. Una forma de sortear la ley dado que Davis sólo ha mostrado tener problemas para concederlas a los gays. En un comunicado emitido este martes, Davis explicaba que llevaba 27 años trabajando en esa oficina, que dirige desde enero de 2015. “Nunca imaginé que un día como este llegaría, en el que me pedirían que violara la enseñanza principal de las Escrituras y de Jesús mismo sobre el matrimonio“, subrayaba en el documento hecho público por Liberty Counsel, una organización que defiende la libertad religiosa.

Según la funcionaria, la emisión de estas licencias para parejas gays que “entran en conflicto con la definición de matrimonio de Dios, con mi nombre puesto en el certificado, violaría mi conciencia”. Davis apela a la libertad religiosa, protegida por la Constitución y la Primera Enmienda, destaca. También asegura que el debate no es sobre “un tema de gays o lesbianas. Es sobre el matrimonio y la palabra de Dios”.

Su negativa a emitir licencias a parejas del mismo sexo por motivos religiosos ha sido vista por varios tribunales y cortes de apelaciones de diferentes instancias. Todos coincidieron en dictar que la funcionaria tenía que volver a impartir licencias matrimoniales en el condado como corroboró en última instancia el Tribunal Supremo.

Tras la demanda presentada por las parejas que no pudieron obtener la licencia este martes, Davis ha sido citada por el juez federal David Bunning este jueves. Los demandantes, según señala el documento presentado en el juzgado, no persigue que la funcionaria sea detenida sino que se le “impongan multas lo suficientemente serias” para que se vea obligada a cumplir con su deber de emitir licencias sin dilación.