Alemania reparará e indemnizará a miles de hombres condenados por ser gais

Las relaciones entre hombres estuvieron castigadas por el Código Penal alemán hasta 1994

Manifestación a favor de los derechos de los homosexuales en Berlín en 1973

Manifestación a favor de los derechos de los homosexuales en Berlín en 1973. R. Trautsch y H. Cassils

El Gobierno alemán indemnizará y eliminará los antecedentes de miles de hombres condenados hasta 1994 por ser homosexuales, una práctica que el Código Penal alemán castigaba con hasta seis años de prisión. Unas 50.000 personas fueron condenadas entre 1949 y 1969 por una ley de 1871, que fue endurecida durante el III Reich, según el Ministerio de Justicia alemán. La norma se aplicó severamente hasta 1969, cuando Alemania despenalizó la homosexualidad. Sin embargo, otras 3.500 personas más fueron sentenciadas hasta 1994, cuando la ley fue finalmente derogada.

El ministro de Justicia alemán, el socialdemócrata Heiko Maas, ha anunciado este miércoles la puesta en marcha de un mecanismo legal para tratar de reparar a los miles de condenados y poner fin así a un capítulo vergonzoso de la historia de la posguerra. Después de estudiar un informe elaborado por la Agencia Federal Antidiscriminación, que llegó a la conclusión que no había ningún obstáculo legal para rehabilitar e indemnizar a las victimas del artículo 175 del Código Penal, el ministro Maas señaló que propondrá una ley destinada a revocar las condenas y crear lo que llamó “un derecho a la compensación”.

“Nunca podremos eliminar por completo las atrocidades cometidas por el Estado, pero queremos rehabilitar a las víctimas”, dijo el ministro en un comunicado. “Los hombres homosexuales que fueron sentenciados ya no deben tener que vivir con la sombra de la condenada”, añadió.

En el año 2000, el Parlamento Federal aprobó una resolución donde lamentaba que el ominoso artículo 175 se hubiera mantenido vigente tras la guerra. Dos años después, anuló las condenas de los hombres homosexuales dictadas durante régimen nazi, pero no las condenas que se llevaron a cabo en la posguerra

“El artículo 175 fue una vergonzosa excepción en la historia del derecho alemán”, dijo la directora de la Agencia Federal Antidiscriminación, Christine Lüders, en la presentación del informe en Berlín.  “La legislación no puede seguir contemplando esta injusticia y el colectivo homosexual aún sigue soportando que las sentencias y juicios emitidos en su contra no hayan sido revocados”.

El famoso artículo fue endurecido en la época del nacionalsocialismo, que decidió combatir la homosexualidad, a la que consideraba una enfermedad. Varios miles de homosexuales fueron enviados a los campos de concentración. Además, se estima que unas 10.000 personas que lucían en sus harapos un triángulo rosa que los identificaba como parias en los campos murieron a causa de los malos tratos.

Los nazis, ansiosos por lo que consideraban purificar la raza aria, sometieron a los prisioneros homosexuales a experimentos médicos, como inyecciones de hormonas, lobotomías y castraciones.

La iniciativa legal anunciada por el ministro de Justicia, fue aplaudida por la Federación de Gais y Lesbianas en Alemania, que pidió que la ley fuera aprobada en esta legislatura: “El tiempo apremia y sólo podemos apelar a todas las corrientes políticas que han luchado en el pasado con este problema, que no lo utilicen ahora en una guerra política de trincheras”.

Italia aprueba una ley histórica de uniones civiles homosexuales

Matteo Renzi elige una vía de urgencia que provoca la protesta de la oposición y la Iglesia católica

 

Matteo Renzi está dispuesto a sacar a Italia de su atraso de décadas en materia de derechos civiles. El Gobierno logró este miércoles —por 369 votos a favor, 193 en contra y dos abstenciones– la aprobación definitiva, mediante una moción de confianza planteada a la Cámara de Diputados, del proyecto de ley de uniones civiles entre parejas del mismo sexo, que, aunque descafeinado, ya recibió la luz verde en el Senado. Tanto la oposición como la Iglesia, que en Italia sigue teniendo un gran peso político y, al menos hasta ahora, un gran poder de veto, se han mostrado indignadas por el método expeditivo usado por Renzi, quien ha declarado: “Hoy es un día de fiesta. Porque las leyes son hechas para las personas, no para las ideologías. Para quien ama, no para quien proclama”.

Una vez superada la moción de confianza, durante la tarde del miércoles se sometió a votación el texto de la ley, que fue aprobado por 372 votos a favor, 51 en contra y 99 abstenciones. El centro político, una parte del cual sostiene al Gobierno de Renzi, y elFamily Day, un conjunto de organizaciones que defienden a la familia tradicional atacando los nuevos modelos de pareja, han pedido el amparo de la presidencia de la República por considerar que el proyecto puede ser inconstitucional. También el secretario de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), monseñor Nunzio Galantino, se ha apresurado a tomar parte en el debate político.

La presión de la Iglesia a través del centro derecha ya había conseguido descafeinar la ley durante su aprobación en el Senado el pasado 26 de febrero, evitando sobre todo la posibilidad de que uno de los miembros de la pareja gay pueda adoptar a los hijos naturales de su cónyuge. Pero, aun así, considera que el actual proyecto de ley no marca suficiente distancia con un matrimonio de los de toda la vida. Monseñor Galantino advirtió tras conocer la decisión del Gobierno de Renzi de aprobar la ley sí o sí. “La moción de confianza supondrá una derrota de todos”. Los opositores a la ley de uniones civiles ya se han declarado dispuestos a organizar un referéndum revocatorio.

matrimonio homosexual en el mundo

Todo esto se produce, como explica el editorialista de La Repubblica Stefano Folli, en el revuelto clima preelectoral de las elecciones municipales, “sobre todo en Roma, donde la ciudad laica y la ciudad vaticana se entrecruzan”. Ya Alfio Marchini, uno de los candidatos a la alcaldía por el centroderecha, ha anunciado un plante: “No celebraré jamás uniones homosexuales en el Capitolio”. La ministra Maria Elena Boschi, responsable de las Reformas Constitucionales, no se inmuta: “Los alcaldes tienen que respetar las leyes”. Y, además, todavía está por ver que Marchini, al que en principio apoya todo el centroderecha, termine sentado en un sillón que, después de la destitución de Ignazio Marino, ocupa un comisario especial que trata de meter en cintura una ciudad tan hermosa como difícil de Gobernar.

Maria Elena Boschi zanja con tranquilidad las críticas: “Después de decenios de espera, la ley de uniones civiles es un victoria histórica y la moción de confianza tiene un valor político”. El valor, se podría añadir, del arrojo de un primer ministro que, pese a gobernar en minoría y de declararse católico practicante, está dispuesto a jugarse la continuidad de su Gobierno y la admonición del Vaticano con tal de sacar a Italia de su atraso histórico en materia de derechos civiles.

Matteo Renzi ha colgado sobre su página de Facebook un comentario en el que se siente orgulloso de su proyecto: “Hoy es un día de fiesta para muchos (…). En estas horas decisivas tengo junto a mi corazón el pensamiento y el recuerdo de Alessia [Ballini, alcaldesa de San Piero a Sieve, luchadora por los derechos de los homosexuales, fallecida en 2011]. Y esto me basta. Porque las leyes son hechas para las personas, no para las ideologías. Para quien ama, no para quien proclama. Lo hacemos poniendo la moción de confianza porque ya no se podía retrasar más después de años de intentos fallidos. Lo hacemos con humildad y valentía”.

Italia aprueba las uniones civiles de homosexuales, pero no las llama matrimonios

La ley les concede las mismas obligaciones y la mayor parte de los derechos de los matrimonios convencionales, pero no les permite la adopción de niños.

Lazos de colores sobre uno de los escritorios antes de la votación final de las uniones civiles entre homosexuales en la cámara baja del Parlamento de Italia en Roma

Lazos de colores sobre uno de los escritorios antes de la votación final de las uniones civiles entre homosexuales en la cámara baja del Parlamento de Italia en Roma. REUTERS/Alessandro Bianchi

EFE/Laura Serrano-Conde
ROMA.- Italia dio hoy un paso histórico y aprobó la ley que reconoce las uniones formadas entre personas del mismo sexo, una normativa que fue impulsada por el Gobierno de Matteo Renzi y autorizada después de meses de debates parlamentarios.

La ley fue aprobada en la Cámara de los Diputados por 372 votos favorables, 51 contrarios y 99 abstenciones. Tras la votación, los miembros del Partido Demócrata (PD), que lidera Renzi, festejaron este paso histórico con un aplauso en la cámara baja.

Renzi ya había dicho durante los últimos meses que sacar adelante esta ley era uno de los pilares fundamentales de su mandato y hoy, antes de la votación, sostuvo que Italia se preparaba para celebrar un “día de fiesta”.

Fue la misma expresión que utilizó a su salida de la cámara baja la ministra para las Reformas Constitucionales italiana, Maria Elena Boschi, quien había acudido a la Cámara con un lazo con la bandera gay.

“Estamos muy contentos, es un día de fiesta para todos los italianos. (…) Hemos dado una respuesta después de años no sólo en relación a los derechos sino a los sueños y espectativas de tantas personas”, declaró.

“Finalmente Italia podrá tener una ley sobre las uniones civiles. Más derechos y más serenidad para quienes se aman. Ahora estamos al mismo nivel que Europa”, comentó por su parte en la red social de Twitter la ministra de Defensa, Roberta Pinotti.

Pinotti hablaba así de Italia, un país que en julio pasado fue condenado por el Tribunal de Estrasburgo por no respetar el Convenio Europeo de Derechos Humanos al carecer de una normativa al respecto.

Pero la aprobación no solo fue celebrada por el Gobierno, sino también por defensores de los derechos del colectivo LGBT que se habían congregado a las puertas de la cámara baja.

La ley, sin embargo, no ha contado con el favor de toda Italia, es más, ha generado un intenso debate y ha dividido a la sociedad entre los defensores y los detractores de los derechos de los homosexuales.

El proyecto fue iniciativa de la senadora del PD, Mónica Cirinnà, y contemplaba inicialmente el reconocimiento legal de las uniones entre personas del mismo sexo y también el derecho de la pareja a adoptar el hijo natural de su compañero sentimental.

Sin embargo, este punto fue el que mayor polémica suscitó entre quienes defendían que los homosexuales debían contar con los mismos derechos que las parejas heterosexuales y entre los que sostenían que era necesario proteger al niño y evitar fomentar el vientre de alquiler.

El PD de Renzi, por sí solo, no contaba con apoyos suficientes como para sacar adelante en el Senado el proyecto tal y como había sido redactado inicialmente, por lo que se suprimió el derecho de los gais a adoptar.

La ministra italiana de Reformas Constitucionales y Relaciones con el Parlamento, María Elena Boschi

La ministra italiana de Reformas Constitucionales y Relaciones con el Parlamento, María Elena Boschi, antes de la votación final sobre las uniones civiles entre homosexuales en la cámara baja del Parlamento de Italia en Roma. REUTERS / Alessandro Bianchi

Esta condición junto con la de eliminar la obligación de los homosexuales de permanecer fieles para no equiparar sus uniones con los matrimonios católicos entre hombres y mujeres fueron requeridas por el socio de Renzi en el Gobierno, el conservador Nuovo Centrodestra, liderado por el ministro del Interior, Angelino Alfano.

Así, con los apoyos de la formación de Alfano, Renzi logró dar luz verde en el Senado al proyecto sometiéndolo a moción de confianza, un sistema que eliminó de un plumazo las enmiendas presentadas por la oposición.

Este sistema ha sido el mismo al que ha recurrido el Ejecutivo para convertir el documento en ley hoy en la Cámara de los Diputados.

De esta manera, se han evitado las votaciones anónimas y que se pudieran presentar nuevas enmiendas que postergaran su puesta en marcha, ya que esto conllevaría someterlo a una nueva lectura en el Senado.

El triunfo de Renzi es, por tanto, un triunfo edulcorado, pues Italia incluirá en su ordenamiento jurídico una ley que no es estrictamente la que hubiera querido para el país el que fuera alcalde de Florencia.

La ley ha contado con la oposición de los partidos más conservadores, de la Iglesia católica y de los defensores de la familia, que incluso organizaron una gran manifestación en enero en el Circo Massimo de Roma.

Entre los que están en contra de la ley se encuentra el líder de la ultraderechista y xenófoba Liga Norte, Matteo Salvini, que llamó hoy a la rebelión de los alcaldes de los ayuntamientos en los que gobierna su formación para que se nieguen a registrar estas uniones.

El llamamiento no ha sido compartido por la líder de la formación conservadora Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, que precisamente es la apuesta de Salvini para la alcaldía de Roma en las elecciones del próximo junio. “Si soy alcaldesa, respetaré la ley aunque no celebre personalmente las uniones civiles”, ha dicho Meloni, tras las palabras de Salvini.

El Parlamento italiano aprueba la Ley que legaliza la unión homosexual

Manifestación de apoyo a las uniones homosexuales en Italia

Manifestación de apoyo a las uniones homosexuales en Italia. AFP

El parlamento italiano ha aprobado este miércoles con un voto de confianza la ley que legaliza la unión civil entre parejas homosexuales, un derecho que ya existe en la mayoría de los grandes países de Europa occidental.

La ley fue aprobada por 369 votos a favor y 193 en contra en la Cámara de Diputados, después de que fuera aprobada en febrero por el Senado, por lo que se convierte definitivamente en ley del Estado.

La nueva ley establece un estatuto para los que conviven -tanto heterosexuales como homosexuales- y crea para las parejas homosexuales una unión civil particular calificada de “formación social específica”.

El texto establece ayuda recíproca moral y material, la pensión de supervivencia, el permiso de residencia para el cónyuge extranjero y también la posibilidad de adquirir el apellido del compañero.

Después de dos años de negociaciones y de semanas de intenso debate en el Senado, el gobierno decidió someter la ley al voto de confianza y evitar todo cambio al texto.

“Hoy es un día de fiesta para muchas personas. Sobre todo para aquellas que se sienten finalmente reconocidas, para todos aquellos que, después de muchos años, cuentan con derechos civiles, de verdad civiles”, comentó el primer ministro Matteo Renzi en Facebook.

El proyecto fue impulsado por el gobierno de centro izquierda liderado por Renzi, quien se comprometió a sacar adelante la ley aún al precio de recortar la medida que da acceso a la pareja gay a adoptar hijos.

La lucha de la transexual pionera de los microchips que IBM despidió en los 60

IBM despidió a Lynn Conway en 1968 tras descubrir que pretendía cambiarse de sexo. La investigadora sobrevivió sin trabajo y sin familia en las calles de San Francisco gracias a otras transexuales que sufrían la persecución policial. Trabajó en Xerox PARC ocultando su pasado y realizó importantes avances en el campo del diseño de chips en los 70. Sin embargo, el coautor de sus investigaciones se llevó casi todos los honores. Ignorada en Silicon Valley, primero por ser transexual y después por ser mujer, ahora su labor comienza a ser reconocida.

Lynn Conway trabajando en Xerox PARC (1977)

Lynn Conway trabajando en Xerox PARC (1977)

Hace medio siglo, una investigadora realizaba prometedores avances en la arquitectura de los ordenadores para el gigante de la informática de aquel entonces, IBM. Sin embargo, la compañía decidió despedirla en 1968 por una razón que nada tenía que ver con el ámbito profesional. El motivo era que Lynn Conway, reconocida actualmente como una pionera en el campo de los circuitos integrados, era transexual.

Tras una difícil infancia en los años 40 —sus padres trataron de eliminar cualquier señal de afeminamiento cuando solo era un niño incapaz de comprender lo que supuestamente estaba haciendo mal —, Lynn estudió Física en el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés). Solo se hacía llamar así fuera de las clases, cuando las hormonas y los vestidos le ayudaban a convertirse en la mujer que siempre había sido pese a estar encerrada en el cuerpo de un hombre.

Cuando comenzó a trabajar en IBM, se esforzó por cumplir las convenciones sociales. Luchó por ser varón. Tras conocer la labor del endocrinólogo Harry Benjamin, uno de los primeros médicos que explicó cómo se realizaban las operaciones de cambio de sexo, y después de un intento de suicidio, decidió que no podía continuar. Necesitaba pasar por el quirófano.

Thomas Watson Junior, presidente de IBM por aquel entonces y un “líder despótico” según Lynn, frustró sus planes de seguir en la compañía haciendo carrera. “Cuando las noticias de mi cambio de sexo llegaron a su rango se puso extremadamente furioso, se horrorizó de lo que había escuchado y ordenó que fuera inmediatamente despedida”, explica Conway a HojaDeRouter.com.

Pese al pionero sistema que Conway ideó para desarrollar ACS, el primer proyecto de ordenador superescalar de la historia, Watson decidió echarla. “Podían haber arruinado mi vida, me quedé en las calles de San Francisco”, relata Conway, que aún se siente decepcionada porque la empresa “nunca reconoció oficialmente que yo trabajé allí”.

LA PIONERA QUE DECIDIÓ VIVIR COMO UNA ESPÍA

Tras ser despedida de IBM, Lynn Conway continuó realizando avances en la arquitectura de los ordenadores (1983)

Tras ser despedida de IBM, Lynn Conway continuó realizando avances en la arquitectura de los ordenadores (1983)

Sin familia —se vio obligada a casarse antes del cambio de sexo y tras él no la dejaron volver a ver sus dos hijas —, sin apenas amigos, sin recursos y repudiada por una de las empresas más prestigiosas del mundo, Lynn se vio arropada por personas a las que ni siquiera conocía.

Gracias a Benjamin, conoció a otras transexuales que trabajaban como prostitutas o como artistas. “Eran mujeres maravillosas y nos ayudábamos las unas a las otras. Desafortunadamente, perdimos a muchas por el camino. Ocurrían hechos terribles con la policía en San Francisco”, cuenta Conway.

Pese al clima de terror y persecución policial que describe la investigadora, aquellas mujeres luchaban por sobrellevar su situación en una época en la que podían ser arrestadas o incluso ingresadas en un psiquiátrico en algunos lugares de Estados Unidos. ” Aprendí a sobrevivir porque ellas sabían cómo sobrevivir. Estaba en el comienzo de algo y yo tenía a las mejores profesoras del mundo”, rememora.

Lynn empezó de cero, dejando atrás su pasado como hombre. Sin embargo, sabía que en los puestos técnicos a los que aspiraba era posible que se viera involucrada en proyectos para el Departamento de Defensa, por lo que no podía mentir en sus registros médicos. Por eso, confesaba su cambio de sexo solo a los departamentos de recursos humanos de las compañías que le ofrecían trabajo. ” Había muchas empresas que no me cogieron por ello, pero cuatro o cinco lo aceptaron”.

Entre las empresas que no rechazaron a Lynn por su condición de transexual figuraba Xerox PARC, el legendario centro de investigación que sentaría las bases para la revolución informática de los 70. Conway se volcó en su trabajo en una empresa “muy progresista” para la época, pero al igual que en sus anteriores empleos, no compartió su pasado con nadie más allá de los encargados de contratarla.

Temerosa de que su carrera fracasara otra vez o de tener que abandonar la ciudad, se esforzaba por no airear la historia entre sus compañeros. “Si alguien intentaba ‘interpretarme’ o mostraba cierta preocupación por mí, yo era muy natural. Era cómo ‘ ¿de qué estás hablando?’ Fui una buena espía”, recuerda Conway entre risas.

Lynn Conway con sus compañeros de Xerox PARC en los 70

Lynn Conway con sus compañeros de Xerox PARC en los 70

Precisamente su discreción la ayudó a que la prestigiosa Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa ( DARPA por sus siglas en inglés) la ofreciera dirigir la planificación de su Iniciativa Estratégica de Informática, en un intento por fusionar todos los sistemas de armamento inteligente en los años 80. Su padre, ingeniero químico, había trabajado para el Departamento de Guerra durante la II Guerra Mundial y esa era la oportunidad de seguir los pasos de aquel hombre que la fulminaba con su mirada cuando se travestía y que murió antes de sentirse furioso o humillado por su cambio de sexo.

“Nunca mentí en ningún trabajó, y eso me ayudó a entrar en DARPA y conseguir el permiso de seguridad. Pude demostrar que siempre había dicho a la verdad pero que, por otra parte, me mantenía callada”, explica Conway. Según cree, en el Departamento de Defensa eran conscientes de que la primera interesada en mantener su identidad oculta era ella, y por eso no les supuso ningún problema contratar a una transexual. En realidad, la época en que la comunidad científica ignoraría su labor por haber cambiado de sexo aún no había llegado.

LA REVOLUCIÓN ‘ROBADA’ DE LOS MICROCHIPS

Lynn Conway consiguió aquel trabajo en DARPA gracias a los revolucionarios avances que había realizado en Xerox PARC en los 70. Allí colaboró con Carver Mead, el investigador que bautizó como “ley de Moore” a la famosa predicción formulada por el cofundador de Intel —que el número de transistores en un circuito integrado se duplicaría cada dos años.

Conway se sentía afortunada. Podía retomar las ideas que había desarrollado en IBM cuando investigaba en el campo de los microchips. Comenzó a diseñar las reglas de diseño escalable que permitirían avanzar a los circuitos hasta la Integración a Muy Gran Escala ( VLSI por sus siglas en inglés), un paso fundamental para la miniaturización de los ordenadores. Gracias a su investigación, los chips de silicio podrían albergar decenas de miles de transistores. Así, podían fabricarse máquinas mucho más pequeñas y livianas.

Carver Mead y Lynn Conway recibiendo un premio por sus logros de la revista Electronics (1981)

Carver Mead y Lynn Conway recibiendo un premio por sus logros de la revista Electronics (1981)

Precisamente su discreción la ayudó a que la prestigiosa Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa ( DARPA por sus siglas en inglés) la ofreciera dirigir la planificación de su Iniciativa Estratégica de Informática, en un intento por fusionar todos los sistemas de armamento inteligente en los años 80. Su padre, ingeniero químico, había trabajado para el Departamento de Guerra durante la II Guerra Mundial y esa era la oportunidad de seguir los pasos de aquel hombre que la fulminaba con su mirada cuando se travestía y que murió antes de sentirse furioso o humillado por su cambio de sexo.

“Nunca mentí en ningún trabajó, y eso me ayudó a entrar en DARPA y conseguir el permiso de seguridad. Pude demostrar que siempre había dicho a la verdad pero que, por otra parte, me mantenía callada”, explica Conway. Según cree, en el Departamento de Defensa eran conscientes de que la primera interesada en mantener su identidad oculta era ella, y por eso no les supuso ningún problema contratar a una transexual. En realidad, la época en que la comunidad científica ignoraría su labor por haber cambiado de sexo aún no había llegado.

LA REVOLUCIÓN ‘ROBADA’ DE LOS MICROCHIPS

Lynn Conway consiguió aquel trabajo en DARPA gracias a los revolucionarios avances que había realizado en Xerox PARC en los 70. Allí colaboró con Carver Mead, el investigador que bautizó como “ley de Moore” a la famosa predicción formulada por el cofundador de Intel —que el número de transistores en un circuito integrado se duplicaría cada dos años.

Conway se sentía afortunada. Podía retomar las ideas que había desarrollado en IBM cuando investigaba en el campo de los microchips. Comenzó a diseñar las reglas de diseño escalable que permitirían avanzar a los circuitos hasta la Integración a Muy Gran Escala ( VLSI por sus siglas en inglés), un paso fundamental para la miniaturización de los ordenadores. Gracias a su investigación, los chips de silicio podrían albergar decenas de miles de transistores. Así, podían fabricarse máquinas mucho más pequeñas y livianas.

La investigadora en el MIT, el centro en el que enseñó a diseñar chips fácilmente (2008)

La investigadora en el MIT, el centro en el que enseñó a diseñar chips fácilmente (2008)

SACANDO SU TRABAJO DEL CAJÓN 30 AÑOS DESPUÉS

Durante años, Conway pasó inadvertida pese a que sus investigaciones en Xerox PARC permitieron que sus anteriores avances en IBM se hicieran realidad. En los 90, cuando los chips ya contenían suficientes transistores como para que los procesadores fueran superescalares, pudieron ponerse en práctica los métodos que había propuesto en el proyecto ACS, que comenzó a aparecer en los libros de informática sin que nadie conociera su autoría.

“Tenía miedo de que la gente buscara en profundidad y encontrara mi pasado, y otro problema era que quien supiera que yo era transexual podría pensar ‘estás demente’ y podían creer que todo el trabajo que había hecho estaba equivocado”, explica Conway.

En 1998, cuando internet comenzaba a llegar a nuestras vidas, Lynn escribió el término “superescalar” en un buscador. Así descubrió que un investigador quería saber más sobre aquel proyecto. Treinta años después de que IBM la despidiera, hizo publica su historia por primera vez, contándole su despido y enviándole la documentación que aún conservaba.

Dejó de ser “una espía extranjera en su propio país” y comenzó una nueva carrera que poco tenía que ver con los microprocesadores. Se convirtió en una activista por los derechos de los transexuales. Publicó todos los detalles de su vida en una página web, traducida a diferentes idiomas por voluntarios de todo el mundo, para que su historia pudiera inspirar a otros transexuales.

Como profesora emérita de la Universidad de Michigan, escribió una carta a IBM pidiendo una muestra de arrepentimiento por aquel injusto despido . “Superarlo y seguir adelante” fue la respuesta a su petición. A su juicio, en la meca de la tecnología sigue imperando ” la cultura del macho dominante”. “Pienso que la historia es importante porque Silicon Valley se tiene que dar cuenta de cómo ha tratado las mujeres en la ciencia y la tecnología”.

En el siglo XXI, su labor sí comenzó a ser reconocida fuera de la compañía. En 2014 entró a formar parte del Hall of Fellows del Computer History Museum por su labor pionera desarrollando y divulgando nuevas formas de diseñar los circuitos integrados. Ese mismo año, la revista Time la incluyó en la lista de las personas transexuales más influyentes para la cultura americana, después de visitar con su marido la Casa Blanca en un evento celebrado con motivo del Mes del Orgullo LGTB.

“A través de una larga y distinguida carrera de conocimiento, esfuerzo y habilidad, Lynn Conway ha promovido una revolución no solo en su profesión, sino en un sinfín de profesiones que han sido capaces de florecer gracias a sus innovaciones y descubrimientos”. En estos términos se expresaba Barry Shoop, el presidente del IEEE, al concederle la Medalla James Clarke Maxwell por sus contribuciones en el campo de los chips hace tan solo unos meses.

“Tengo una vida maravillosa, un marido maravilloso, nos lo pasamos muy bien juntos haciendo todo tipo de cosas. Tengo 78 años pero me siento como si fuera joven”. Pese a tener que ocultar su cambio de identidad durante décadas y verse obligada a luchar para que se reconociera su propio trabajo, Lynn Conway no busca la confrontación al relatar su historia. Considera más importante que reflexionemos sobre las personas que han hecho aportaciones revolucionarias pero ni siquiera sabemos que existen. Sin duda, el suyo es el mejor ejemplo.

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Todas las imágenes de este articulo son propiedad de Lynn Conway

‘Dogging’ o cómo practicar sexo en lugares públicos

Esta práctica, cada vez más extendida, consiste en practicar sexo al aire libre con la idea de que otros puedan mirar

sexo en coche-dogging

– ¡Hasta luego, voy a sacar al perro!

Esta podría ser una de las frases más utilizadas por los practicantes del dogging. Esta práctica, cada vez más extendida, consiste en realizar orgías o actividades sexuales, genitales y grupales, en espacios públicos, generalmente en lugares apartados y al aire libre, con la idea de que otros puedan mirar.

Parece que este movimiento comenzó en los parques de Reino Unido en los años setenta, donde sacar al perro era la excusa perfecta para contactar con personas, en este caso heterosexuales, que deseaban practicar sexo genital con desconocidos, siendo a su vez observados.

De ahí su nombre, dogging o cancaneo, haciendo referencia a este animal. Algunos también lo han denominado perreo, aunque no suele ser muy utilizado pues genera confusión con el baile sexual, el cual no tiene absolutamente nada que ver.

El boom cibernético del ‘cancaneo’

Internet ha sido sin duda la clave para la proliferación de esta práctica sexual cada vez más extendida. En menos de un segundo cualquier buscador de internet puede localizar unas 107.000 webs sobre dogging. En ellas se puede contactar tanto con otros doggers, como son denominados los practicantes exhibicionistas, como con los voyeurs, testigos o mirones. Tanto unos como otros, disfrutan y generan disfrute al otro bando.

Estas sirven también para facilitar fecha y hora del evento, así como para localizar los lugares apropiados para la práctica del cancaneo porque, aunque comenzasen en parques, actualmente podrían realizarse estasquedadas en baños públicos, jardines o aparcamientos, entre otros. Estos no son permanentes y las localizaciones van cambiando por temporadas, entre otras cuestiones para que no estén masificados los encuentros. Es bastante habitual también que se realice esta práctica dentro de los coches, de ahí que muchos atribuyan el origen de su nombre, no tanto al paseo canino, sino a la postura del perrito, que se suele considerar la más cómoda para practicar sexo dentro de un vehículo.

Igualmente, conocer los lugares facilita que no exista confusión y nos colemos en el evento que no nos corresponda. Un picadero sexual habitual, donde suelen reunirse los jóvenes, o no tan jóvenes, para realizar prácticas sexuales genitales generalmente en coches, con una persona conocida y sin desear mirones, en principio, no sería el lugar más adecuado para un dogger. Al igual que no lo sería tampoco una orgía de varones homosexuales, denominada como cruising, por ejemplo.

Pues el dooging, aunque pudiera parecer a simple vista que es un juego sin reglamento, no es así y estas webs te lo facilitan.

Otras reglas del juego que debería conocer

Comunicarse eficazmente es fundamental para que no existan confusiones y se pueda confiar y disfrutar sin altercados ni malas experiencias.

Por ejemplo, si el encuentro fuera en un aparcamiento al aire libre y se llevasen a cabo las prácticas sexuales dentro de coches, se podría ofrecer información a los voyeurs que deseen participar en la orgía, pues no todo tiene por qué estar permitido para ellos.

– Si los doggers dejasen las luces del coche encendidas informarían sobre su deseo de ser observados.

– Si quisieran que un tercero se uniera a ellos y participase del encuentro sexual, dejar la puerta del coche abierta sería lo idóneo para indicarlo de manera clara.

– Por el contrario, si no quisieran que nadie mirase ni se acercara o participase en el encuentro sexual, cerrar las puertas y ventanas del vehículo sería suficiente para enviar la información y ha de respetarse.

– Por supuesto, el uso del preservativo sería fundamental, si no obligatorio, para la seguridad de todos los participantes, ya que sería la única forma de prevenir la mayor parte de las enfermedades o infecciones de transmisión sexual.

– Otra cuestión de suma importancia, sería no ofrecer ningún tipo de dato personal por temas de seguridad, como el teléfono o la dirección, tanto en la web como en persona. Sí se podría facilitar un correo electrónico que no descubra su nombre y apellidos, pues suele ser la forma más utilizada para concretar nuevas quedadas.

– Y por supuesto, nunca acuda a estas citas con objetos de valor o vigílelos muy bien, en todo caso. Cuando se practica relaciones sexuales se convierte en presa fácil para los ladrones pues saben que está entregado al placer.

– Y por último, si piensa acudir a un evento de dogging, asegúrese de quenadie le sigue al finalizar el mismo.

¿Es el ‘dogging’ una parafilia?

Las parafilias se refieren a la excitación sexual como respuesta a objetos concretos o situaciones específicas. Suelen conllevar malestar y dificultad para excitarse si no se dan las condiciones adecuadas o existe daño a terceros. Si practicar el dooging, de voyeur o exhibicionista, no conllevase ninguno de estos aspectos, no tendría relevancia clínica y se consideraría únicamente una variante sexual.

Hay que matizar que, aunque hablemos de voyerismo, sería más acertado hablar de escopofilia, escoptofilia, escoptolagnia o mixoscopía en este caso, pues en estas se mira abiertamente y no de manera clandestina.

En cualquier caso, nos guste o no esta práctica, dicen que el saber no ocupa lugar y conocer todo lo relacionado sobre la sexualidad nos hace más libres para poder elegir. Por tanto, una vez realizada mi misión informativa…Hasta luego, que voy a sacar al perro ;)

John Irving: “La violencia contra las mujeres durará más que la discriminación contra los gays”

El novelista estadounidense presenta La avenida de los milagros, una novela sobre un niño criado en un vertedero de México que crece en un mundo de milagros, injusticias y extravagancias

John Irving, ayer en Madrid

John Irving, ayer en Madrid. JAVIER CUESTA

El médico de cabecera de John Irving es, desde hace tres décadas, su consultor literario. “Siempre le llevo mis personajes, le explico cómo los veo y lo que pretendo con ellos y le pregunto qué enfermedad y qué tratamiento puedo ponerles para conseguir esa personalidad”, cuenta Irving. “Esta vez me ha dicho que, en estos 30 años de dudas, nunca se lo había puesto tan fácil como con Juan Diego”.Juan Diego Guerrero es el protagonista de La avenida de los milagros (Tusquets), la nueva novela del escritor de Príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra. Tiene 54 años “pero vive como si tuviera 10 años más y a veces, como si fueran 20 más”. Carga con un pie casi inútil desde adolescente, anda mal de tensión arterial y toma metabloqueantes, aunque no lleva con orden la dosis. Bebe cerveza, ni mucha ni poca, anda un poco melancólico y además, se ha metido en un viaje muy complicado desde NuevaYork hasta Manila vía Hong Kong, en el que, en contra de todo pronóstico, liga. Aparece una pastilla de Viagra en la mesilla del hotel. Esto va a acabar mal, Juan Diego. “La última frase de El mundo según Garp era ‘Todos somos casos terminales’. Con Juan Diego está muy claro eso. Es como Aschenbach en La muerte en Venecia, que va a Venecia, se encuentra con que hay cólera en la ciudad y es el único que no se da cuenta de que va a morir”, explica Irving. La muerte en Venecia, claro… Juan Diego, como el personaje de Thomas Mann: viaja a Manila para abandonarse a la nostalgia y la belleza y a morir en la humedad.Más referencias: podríamos pensar también en ‘Hijos de la medianoche’ de Salman Rushdie, o en los libros de Proust para explicar La avenida de los milagros. O en todas las novelas anteriores de Irving, porque lo suyo se le nota a la legua.Empezamos por el pequeño Marcel. El día que Juan Diego se hace un lío con las pastillas, le pasa lo de la magdalena: que empieza a vivir en sus recuerdos, que sus sueños son memoria y que la memoria le es mucho más intensa que la vigilia. “Desde el primer momento que vi esta novela como una historia completa, supe que la infancia iba a ser mucho más intensa que la vida adulta”.La vida de Juan Diego ha sido bastante singular. Su madre era una prostituta y su padre, who knows. Creció en un vertedero de Oaxaca y aprendió a leer solo. Vivía con una hermana que parecía retrasada pero que, en realidad, tenía telepatía. Estuvieron enrolados en un circo, pero, se algún modo, apareció en su vida una pareja de homosexuales (un jesuita estadounidense y un travestido mexicano) que adoptó a Juan Diego y lo llevó a Iowa. Se convirtió en escritor y tuvo mucho éxito, más o menos al nivel de John Irving. Se enamoró de su doctora pero no pudo ser y se quedó solo. No es difícil quererlo. “Las cosas que podemos imaginar son tan ciertas como las que vivimos en nuestro día a día ordinario. Vamos a ver: no tenemos ninguna certeza de que Sófocles matara a su padre o tuviera un hio con su madre; no nos consta que Shakespeare tratara con los reyes de Inglaterra pese a que escribió muy bien sobre ellos. Parece que ni siquiera viajó a Italia. Y Melville no tenía una sola pierna… Me acuerdo con la frase de W.H. Auden: ‘Para escribir hace falta observar, ser testigo’. Ser testigo no necesariamente significa lo mismo que hacer”Hijos de la medianoche viene a la cabeza cuando Juan Diego y Lupe entran en “el Circo de La Maravilla”, con sus superpoderes (los de ella, más bien). Entonces, el relato se dirige hacia lo descabellado con toda la naturalidad del mundo. Hay leones que comen niños, estatuas de la virgen que se ponen a llorar, cojos que hacen funanbulismo divinamente… Ese tipo de cosas. ¿No consiste en eso el encanto de Irving? Sus novelas mezclan una voz empática, inteligente y realista, con una trama llena de locuras. Y los mejores locos son los que parecen cuerdos, ¿no? -Qué pasa si le digo que lo que mejor recuerdo de El mundo según Garp (1978) es una imagen completamente realista: Garp despertaba a su hijo y se daba cuenta de que aliento ya no era infantil, ya era un poco agrio. En cambio, la parte excesiva de la trama no la recuerdo…-Garp olía el aliento de su hijo y aquello era un símbolo de que también ese niño inocente era mortal. Estaba oliendo el olor de la muerte.En realidad, no hay nada que se parezca tanto a una novela de John Irving como otra novela de John Irving.”Escribí El mundo según Garp en los años 70, porque estaba enfadado con el lugar al que se estaba dirigiendo la revolución sexual y el proceso de liberación de la mujer y de los homosexuales. En aquella novela estaba una madre que moría asesinada por un hombre que odiaba a las mujeres, y estaba su hijo que moría asesinado por una mujer que odiaba a los hombres. No es algo real, lo sé… Escribí esa novela y pensé que estaba condenada a ser una reliquia, que muy pronto pensaríamos en ella como el testigo de un tiempo lejano en el que nos odiábamos por ser diferentes. Pero han pasado 40 años y siguen ocurriendo las mismas cosas”.¿Qué cosas? La avenida de los milagros, según Irving, trata de “la violencia contra las mujeres a las que se les ha impuesto el rol de la maternidad como función principal. ha sido una manera de doblegar a las mujeres. Y esa violencia va a durar más, por ejemplo, que la discriminación contra los homosexuales. La Iglesia Católica, por ejemplo, tiene más posibilidades de cambiar su postura con los gays antes que con el aborto”.Por en medio de la novela hay un montón de curas, pero que nadie se lo tome mal. “Para mí era muy importante que e doctor Vargas [el ateo oficial de la novela] acabara como un idiota, sin poder explicar el milagro que ocurre ante sus ojos”. Los sacerdotes, por cierto, son jesuitas. Irving se pone de buen humor al hablar de los chicos de San Ignacio: “Son como todo el mundo, hay gente buena y gente mala, la única diferencia es que son un poco más educados” Y entonces, recuerda que su madre “odiaba a los católicos” y no le dejó ir al colegio más exigente de su ciudad, que era de monjas. “Mi padre era maestro y quiso que fuera, pero mi madre no cedió”. Luego se arrepintieron. “Y mis amigos que sí fueron al St. Michael’s [aquel colegio católico] tampoco tienen ni más ni menos fe que yo”. ¿Y el papa Francisco? “Me gusta, personalmente me gusta. Mucho más que Juan Pablo II. Pero si alguien cree que la Iglesia se va a mover un milímetro en el tema del aborto… La respuesta es no”.

Una boda homosexual en el centro de inmigrantes de Melilla para “acabar con el miedo”

  • Una pareja de solicitantes de asilo, que huyeron de sus países por ser homosexuales, ha iniciado los trámites para casarse en el CETI de Melilla

  • “Todos sabrán que nos hemos casado y así animaremos a los homosexuales del CETI a que cambien su mentalidad. Porque todos tienen miedo”

  • Uno es cristiano converso y el otro musulmán: “Estoy seguro de que en España podré vivir tranquilo”

Mohamed (nombre ficticio) y Annouar, a las puertas del CETI

Mohamed (nombre ficticio) y Annouar, a las puertas del CETI | N.C.

A diferencia de la mayor parte de los homosexuales magrebíes que residen en Melilla, Annouar Damani insiste en que él quiere aparecer con nombre, apellido y foto. “No tengo problema y voy a hacer una gran fiesta en el CETI (Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes) el día que me case”, anuncia entre risas. Ya ha iniciado los trámites para contraer matrimonio, pese a no tener aún reconocido el estatus de refugiado. Junto a él está su pareja, un chico rifeño tímido que apenas abre la boca durante la entrevista. Ambos tienen 26 años y huyen. Uno es argelino y cristiano converso; el otro, marroquí y musulmán, pero dicen que su relación está por encima de la religión.

“Será una boda para que todo el mundo pueda participar. Todos sabrán que nos hemos casado y así animaremos a los homosexuales a que cambien su mentalidad. Porque todos tienen miedo”, razona Annouar, que viene de Kabila (Argelia). Para muchos de los cerca de 50 marroquíes que residen en el CETI porque dicen ser perseguidos por su homosexualidad, el miedo es también una cuestión de kilómetros: Melilla está apenas a menos de una hora en coche de sus familias de Nador, de las que muchos de ellos huyen. Es el caso de la pareja de Annouar, a quien llamaremos Mohamed, y que sólo sonríe cuando se le pregunta por la fiesta que hará en la boda. Sus padres lo echaron de casa cuando descubrieron sus contactos en Facebook.

Annouar, el argelino, también puso tierra de por medio hace tiempo. En febrero de 2015 llegó a Melilla y trabajó varios meses en la Iglesia Evangélica. Acabó convirtiéndose al cristianismo y hoy luce bisutería e imaginería religiosa: hay cruces en su pulsera y en el colgante, el zarcillo de su oreja es una cruz y luce otro brazalete con imágenes. Luego cuenta que su hermano es imán y que ha recibido amenazas incluso estando en Melilla. “Mi familia está muerta para mí”.

Annouar y Mohamed se conocieron por Facebook. Después de varios meses de relación, Mohamed decidió venir a Melilla y ambos pidieron el asilo en enero. Cansados de esperar, como tantos otros que se sienten bloqueados la ciudad autónoma, quieren casarse sin esperar respuesta a su petición de asilo.

Nuria Mohamed Fadel, la abogada de Movimiento por la Paz que lleva su caso, explica que la única dificultad está a priori en conseguir la partida de nacimiento de Mohamed, porque para ello debería regresar a Marruecos. Ambos están empadronados en el CETI y el Registro Civil español ya ha emitido sus certificados de soltería. Tomaron la decisión hace dos meses porque, dice Annouar, “no queremos ser solamente una pareja esporádica, sino pasar la vida juntos. Eso es lo que significa para mí el matrimonio”. No obstante, es probable que el juez les someta a una entrevista para descartar que su unión sea simulada.

Para ellos, España es el “paraíso”, el primer país que admitió el matrimonio homosexual (aunque no es cierto: fue Holanda), y una especie de tierra soñada donde nadie les increpará por ir cogidos de la mano. Nada comparado a Argelia, donde la policía se pone de parte de los matones, o con Marruecos, resume Mohamed, cuando les pegan y les insultan por la calle aludiendo a pasajes coránicos relativos a Sodoma y Gomorra y la destrucción del pueblo de Lot.

“Dios me creó así, con mis deseos, para vivir así. No puedo cambiarlo. ¿Por qué nos creó así? ¿Para vivir en el sufrimiento?”, se pregunta Annouar. Para él, la respuesta está en Europa: “Estoy seguro de que en España podré vivir tranquilo”. De momento, intentará casarse en el CETI y piensa celebrar una boda “mitad, mitad”, con música occidental y la henna tradicional del Rif. Para que todo el mundo lo sepa y para que los demás pierdan el miedo.

HISTORIAS DE LA VIDA ‘Sexo en boca’ de Erika García, una mujer con ideas

ERIKA GARCÍA OFRECE SESIONES DE ‘TUPPERSEX’ Y TALLERES DE SEXOLOGÍA A TRAVÉS DE LA WEB QUE ABRIÓ HACE DOS AÑOS

Erika posa con algunos de los productos que vende durante las sesiones de ‘tuppersex’

Erika posa con algunos de los productos que vende durante las sesiones de ‘tuppersex’. (Pablo Viñas)

RECONOCE que siempre ha sido una mujer “lanzada, con ideas y con ganas de hacer cosas”, pero nunca hubiese pensado que iba a acabar con una maleta yendo por las casas vendiendo bragas vibradoras en sesiones de tuppersex e impartiendo talleres de sexualidad por colegios o asociaciones. Eso es lo que hace hoy en día Erika García desde que se quedó en paro, hace ya unos cuantos años. Desde entonces disfruta con su trabajo, que nada tiene que ver ni con su formación, ya que es licenciada en Administración y Dirección de Empresas, ni con su último empleo como economista en una empresa de venta de leche al por mayor en Karrantza. “Esto es más divertido que llevar contabilidades”, dice riéndose, “y además te sientes mejor porque estás ayudando a los demás”. Se refiere a la labor didáctica que desarrolla en las charlas sobre sexualidad. Porque Erika descubrió en sus reuniones con la mujeres, donde les ofrece todo tipo de objetos placenteros, que sobre el sexo “existe mucha ignorancia y todavía sigue siendo un tema tabú del que se habla muy poco”. Por eso decidió prepararse y sacarse todos los diplomas posibles relacionados con la sexología. Sus conocimientos los vuelca a través de su página web Sexo en boca. Pero advierte: “El nombre no tiene doble intención. Significa simplemente hablar de sexo”.

Erika empezó de la forma más tonta vendiendo artilugios relacionados con el sexo. “Como mi marido tiene un comercio en Karrantza y yo le hacía los pedidos, fui metiendo cosas de sexo, pero en un pueblo no se vendían muy bien”, cuenta. Así que se le ocurrió “hacer tuppersex”. Primero comenzó con las amigas. Recuerda muy bien el primero que hizo porque “vino mi hermana y me hundió la reunión”. “Saqué las bolas chinas y dijo ella: ¡Uf!, que infección cogí yo con eso”. A pesar del desastre inicial, “porque tampoco nos entendíamos con lo que hablábamos”, Erika no se desesperó, continuó con las sesiones de tuppersex. “Fui poco a poco, gracias al boca a boca, teniendo más clientas”, señala. Pero no se conformaba con eso. Su espíritu emprendedor le llevó a realizar un curso debranding en el Inguralde de Barakaldo y allí decidió crear un tienda on line. “Pero mi idea era que no fuese solo un comercio, sino un foro y un blog sobre sexo que fuera interesante”, recuerda. Al principio habló con una sexóloga para llevar a cabo juntas el proyecto, pero al final se quedó Erika sola. Así que comenzó a formarse como sexóloga sin abandonar el tuppersex.

El negocio del tuppersex es muy sencillo. Erika acude con su voluminosa maleta al lugar donde previamente la ha convocado un grupo de mujeres creado por ellas mismas. “Primero enseño la lencería, los adornos, la cosmética, las cremas, chocolates… y para cuando llego a los vibradores ya ha pasado hora y media”, señala. Durante ese tiempo son muchas las preguntas que tiene que responder Erika, “porque hay mucho desconocimiento sobre el sexo”. Por ejemplo, recuerda una sesión de tuppersex en la que “una mujer moderna, de unos cuarenta y tantos, dijo que había encontrado el punto G ahí fuera, y se refería al clítoris”. Por eso Erika, desde el minuto cero de la reunión, dice que “intento explicar las cosas, enseñar a la gente”. Su experiencia le dice que en cuestión de sexo “estamos como en la época de mi madre”. “Los padres no hablan con sus hijos sobre este tema”, dice.

MUJERES También ha descubierto que “las jóvenes de veintitantos saben menos que las de 40, pero creen que saben mucho más, y las que superan los 40 están muy abiertas y quieren saber mucho más”. Tampoco hay una edad límite para sus reuniones. “Recuerdo untuppersex en el que la más joven tenía 65 años”. A todas les da el mismo consejo, tanto en los tuppersex como en los talleres: “Que se hable, porque nadie habla de sexo, ni con el médico, ni en casa, ni con las amigas”. Esa es su única receta para acabar con el tabú. Y Erika ha roto muchos. Por ejemplo, cuando sacó a sus dos hijos del colegio para escolarizarlos en casa. “Fue un proyecto personal mío, pero no me dejaron seguir haciéndolo, entonces es cuando pensé hacer otra cosa”, recuerda. Por su cabeza siempre han pasado ideas. Unas las ha cumplido y otras no. Entre las que sacó adelante destaca el grupo de danzas que creó en Karrantza, el Mendi Arana, cuando era muy joven. El próximo proyecto seguro que será novedoso y atrevido, pero por ahora no piensa en ello. Erika está entusiasmada con su Sexo en boca.

Los riesgos de las ‘chemsex’

Médicos y activistas alertan de que la práctica puede generar nuevas infecciones por VIH y dependencia a sustancias tóxicas

En una aplicación para ligar, un chico invita a otro a una fiesta en su casa. Media decena de jóvenes y “una bandeja con speed y ketamina” le esperan en el salón. Por delante, una larga sesión de sexo grupal bajo los efectos de varias drogas. “Me di cuenta de que era una chemsex y me fui. Yo no tomo drogas”. Las chemsex —del inglés chemical sex, sexo químico— son un fenómeno, casi exclusivo del colectivo gay, que se caracteriza por tener sexo bajo el efecto de drogas durante un largo periodo de tiempo. No hay ni una sola cifra que dimensione la práctica, pero médicos y activistas alertan de que puede contribuir a la transmisión del VIH. Y, aunque sospechan que es una práctica residual, ya han detectado casos de jóvenes dependientes a ciertas sustancias para practicar sexo.

La combinación no es nueva, y mucho menos exclusiva de los gais. Lo que caracteriza a las chemsex son el auge de las aplicaciones móviles para ligar y el uso de mefedrona, metanfetamina y GHB para soportar largas sesiones de sexo, que pueden durar días. La mefedrona es un estimulante, la metanfetamina provoca euforia, desinhibición y quita el sueño y el GHB o éxtasis líquido es un depresor sedante. La mezcla de las tres permite aguantar en las fiestas sexuales pero también puede dejar a los participantes en un estado de semiinconsciencia que les haga bajar la percepción de riesgo. En un colectivo donde la prevalencia del VIH es del 14% ysoporta seis de cada 10 nuevas infecciones, las conductas sexuales de riesgo alertan a los epidemiólogos. “El chemsex está asociado a no usar preservativo, por lo que aumenta el riesgo de infecciones. Además, como son fiestas con policonsumo de drogas, se puede perder la percepción de riesgo”, dice Jordi Casabona, director del Centro de Estudios Epidemiológicos sobre el VIH/SIDA de Cataluña.

Aunque el riesgo de transmisión se reduce si un infectado de VIH se medica, la pérdida de adherencia al tratamiento eleva las posibilidades de contagio. En unas jornadas de la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida, su directora, María José Fuster, señaló que un 35% de los pacientes con VIH se salta el tratamiento si sabe que va a drogarse. Y además, un 25% de las personas infectadas por VIH lo desconocen. Josep Mallolas, del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Clínic, alerta de que en estaschemsex “puede haber, por probabilidad, algún VIH positivo que no lo sepa”. El VIH no es el único riesgo. Otras infecciones de transmisión sexual también pueden contraerse, como la sífilis y gonorrea, que se han cuadriplicado y triplicado en 10 años entre los gais. “Se ha perdido el miedo y, como a la gente le atrae el riesgo, surge elchemsex”, apunta Mallolas.

En Londres, el fenómeno ya es un problema de salud pública y hay clínicas donde reportan hasta 100 casos al mes de personas con un consumo problemático vinculado al chemsex. En España aún es anecdótico, pero las entidades ya han detectado casos. “No es un problema de salud pública pero existe una minoría con un consumo problemático”, certifica Fernando Caudevilla, médico de familia y experto en drogas de síntesis. “Es gente que necesita ayuda profesional porque pueden presentar trastornos de personalidad. Se da cuenta de que sus prácticas son incompatibles con ir a trabajar o son incapaces de relacionarse sobriamente”, ejemplifica Ferran Pujol, director de BCN Checkpoint. Desde Stop Sida aseguran que precisan una atención integral. “Pueden tener problemas de ansiedad, soledad, en su relación de pareja, incluso problemas con su sexualidad”, apunta el investigador Percy Fernández Davila.

Si en algo coinciden los expertos es en la falta de recursos. “No estamos financiados para estudiar el fenómeno a fondo. Y hasta que no tengamos datos, no podemos hacer nada”, apunta Caudevilla. El trabajo preventivo en zonas de ocio y medidas de reducción de riesgos son las líneas estratégicas que apuntan para atajar los problemas del chemsex. En palabras de Caudevilla: “Es el momento de investigar e intervenir en zonas de conductas de riesgo, pero para eso necesitamos que las Administraciones se muevan”.