Denuncian a dos obispos por afirmar que la Ley de Transexualidad madrileña “retuerce la naturaleza humana”

Reig Plà destaca que 'no hay posibilidad de sociedad justa sin derecho a la vida'

Reig Plà destaca que “no hay posibilidad de sociedad justa sin derecho a la vida” EFE

El Observatorio Español contra la LGTBfobia ha denunciado este miércoles a los obispos de los municipios madrileños de Alcalá de Henares y Getafe,  Juan Antonio Reig Pla y Joaquín Mª López de Andújar y Cánovas del Castillo y al auxiliar de este último, José Rico Pavés, por atacar la Ley de Transexualidad aprobada el pasado 17 de marzo en Madrid con la abstención del PP. Días después, los obispos suscribían una carta en la que concluyen que la libre determinación de la identidad de género es un “supuesto derecho” y afirman que la norma conlleva “la sumisión de las personas a un poder totalitario” que “pretende abolir cualquier norma moral” y “retuerce la naturaleza humana”.

El colectivo LGTB considera que estas y otras palabras del documento vulneran el artículo 510 del Código Penal y constituyen un supuesto delito de incitación al odio porque fomentan “la discriminación contra las personas transexuales”, en palabras del abogado Estanislao Naranjo. La denuncia, interpuesta ante la Audiencia Provincial de Madrid, asegura que los obispos “niegan el derecho reconocido por ley” al afirmar que la definición de la identidad de género es un “supuesto derecho”.

Para Naranjo se trata “de una intromisión en los poderes públicos. Cómo si la Iglesia pudiera decidir qué es derecho y qué no. Ese poder ya lo tuvo hace muchos años”, afirma. “Difícilmente se podrá defender el derecho de personas que se consideran discriminadas cuando esa defensa se funda en una comprensión equivocada del ser humano”, escriben las autoridades eclesiásticas.

Los obispos dicen manifestar en su polémica carta “todo el respeto hacia los que han promovido esta ley y sus posibles destinatarios”, a los que al final de la misma califica de “afectados”. Sin embargo, sostiene Naranjo, “no es una ley que obligue a nada, sino que los ciudadanos pueden acogerse libremente a ella o no”. A lo largo de seis páginas, Reig Pla y López de Andújar afirman que la Ley de Transexualidad, celebrada por la mayoría de colectivos LGTB como un avance sustancial, es “injusta y a nadie obliga en conciencia”.

Otro de los párrafos que más han indignado al Observatorio contra la LGTBfobia y que motivan la denuncia es el que vincula la norma con “graves atentados contra el quinto mandamiento y los facilita respecto al sexto y noveno”. Estos son, para la Iglesia, “no matarás”, “no cometerás actos impuros” y “no consentirás pensamientos ni deseos impuros”. “Está haciendo una clara llamada al odio contra los que se acojan a las medidas de la ley”, sostiene el colectivo, que ya había puesto en conocimiento de la Fiscalía de Delitos de Odio el contenido de la misiva.

Los obispos consideran que la ley es “solo una parte de los escalones programados científica y sistemáticamente” contra “el orden de la creación” y aseguran que el legislador se muestra “heredero” de lo que ellos llaman “la ideología de género”. Por último, critican el matrimonio entre personas del mismo sexo al sostener que la ley que lo permite “abrió la puerta a que cualquier combinación afectiva pueda terminar siendo reconocida como matrimonio. Lo mismo va a suceder con estas leyes”, dicen.

Las dificultades de ser mormón y transgénero: “No estoy loco. Es lo que soy”

  • Emmett Claren podría ser excomulgado por su activismo trans, pero cree que dejar su iglesia tendría consecuencias peores:  “¿Cómo voy a ayudar a la gente y cambiar las cosas si me voy?”
  • “El género forma parte de la identidad eterna que nos ha dado Dios. Por eso, la Iglesia no bautiza a quienes planean someterse a operaciones transexuales”, defiende un portavoz de la institución mormona
  • “En lugar de tener miedo a lo que no conocemos, me gustaría que aceptáramos a todo el mundo y amáramos incondicionalmente”, pide Brigit Pack, que ha creado un grupo de Facebook de apoyo a los mormones trans
Emmett Claren, hombre transgénero y mormón, de pequeño pedía a Dios todos los días 'Conviérteme en un chico ahora mismo'

Emmett Claren, hombre transgénero y mormón, de pequeño pedía a Dios todos los días: “Conviérteme en un chico ahora mismo” INSTAGRAM

A los 13 años, Emmett Claren solía tumbarse en medio de un campo de fútbol que había detrás de su casa, mirar al cielo y suplicar a Dios que le golpeara con un rayo y cambiara su cuerpo. “Le decía: ‘Tengo mucha fe. Creo en ti. Sé que puedes hacer cualquier cosa'”, recuerda Claren, que ahora tiene 22 años.

Este habitante de Utah y miembro de la Iglesia mormona es un hombre transgénero. Eso significa que al nacer se le asignó el sexo femenino, pero que desde muy pequeño supo que se identificaba como chico, aunque no aprendió el término “transgénero” hasta muchos años después. “Conviérteme en un chico ahora mismo”, dice Claren que le pedía a Dios todos los días. Pero sus oraciones nunca tuvieron respuesta.

Tras batallar con su fe y su identidad durante años y sufrir épocas de grave angustia mental, salió del armario como transgénero a los 21 años, y ahora presiona para que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (SUD) acepte a miembros trans. Claren pertenece a un movimiento cada vez mayor de mormones trans de Utah que luchan públicamente por la aceptación en una iglesia conservadora que lleva mucho tiempo marginando a las personas LGTB.

El activismo de Claren, en YouTube y en entrevistas en medios de comunicación de Utah, es arriesgado. Podría enfrentarse a medidas disciplinarias e incluso a la excomunión de una iglesia que siempre ha sido una parte fundamental de su comunidad, su fe y su identidad. Pero Claren también sabe de primera mano que, si los mormones trans no alzan su voz y si la iglesia no cambia de opinión sobre sus miembros LGTB, las consecuencias seguirán siendo nefastas y, en algunos casos, mortales.

La iglesia SUD –cuya sede principal está en Salt Lake City, a unos 60 km al norte de donde vive Claren, en Orem– provocó un rechazo significativo en noviembre de 2015. Desveló una nueva política anti-gays que establecía que los hijos de parejas del mismo sexo no pueden entrar en la iglesia hasta que cumplan los 18 años y no serán bautizados salvo que se vayan de casa de sus padres y repudien las relaciones homosexuales. Estas normas generaron preocupación sobre un posible aumento de la depresión y los suicidios entre los mormones LGTB y llevó a muchos a abandonar esa iglesia.

Ese es un motivo por el que el caso de Claren es único: se niega a irse. Al contrario, espera que su historia anime a otros miembros transgénero a salir del armario y quedarse en la iglesia, o a plantearse volver si ya han renunciado por miedo a la discriminación y a la excomunión. Mientras que la institución lleva tiempo oponiéndose al matrimonio entre personas del mismo sexo, no tiene una postura clara sobre las personas trans.

Personas trans excomulgadas

Presionados por este tema, los líderes mormones manifestaron hace poco que la iglesia no está familiarizada con asuntos trans y que tiene que aprender más sobre el tema. Algunos activistas LGTB han interpretado esas declaraciones con optimismo y esperan que la iglesia pueda plantearse aceptar a miembros trans.

Al ser preguntado por la política de la iglesia SUD sobre este tema, su portavoz Eric Hawkins responde por email que los obispos “reconocen que estas situaciones son difíciles y sensibles”, pero añade: “Creemos que el género forma parte de la identidad y el destino eternos que nos ha dado Dios. Por eso, la la Iglesia no bautiza a quienes planean someterse a operaciones transexuales, y quienes optan por ese proceso pueden ver en peligro su pertenencia a la institución”.

Bajo esas ambiguas directrices, algunos miembros transgénero de la iglesia, como Claren, han podido seguir activos bajo el amparo de obispos tolerantes. Pero, según Brigit Pack, que cofundó un grupo de Facebook de apoyo a los mormones trans y a sus familias, ha habido otras personas que han afrontado medidas disciplinarias, que en algunos casos implicaban tener que comprometerse a no presentarse según su identidad de género. Cuenta que otros miembros trans han sido excomulgados, es decir, formalmente expulsados.

“En la mayoría de los casos quieren de verdad seguir activos en la iglesia”, afirma Pack, una mujer de 37 años de Syracuse (Utah) cuya pareja salió del armario hace poco como transgénero. “En lugar de tener miedo a lo que no conocemos, me gustaría que aceptáramos a todo el mundo y amáramos incondicionalmente”.

No hay datos fiables sobre mormones transgénero. Pack dice que su grupo de Facebook tiene ya 87 miembros que se identifican como trans, y es probable que haya muchos más que aún no han descubierto el grupo o que se han dado a conocer.

Claren afirma que siempre supo que no era una chica, pero que pasó muchos años en su infancia intentando amoldarse a las normas de género y a las expectativas de su iglesia y de sus padres. A los catorce años intentó suicidarse por primera vez. No fue hasta los 17 cuando oyó a un amigo hablar de las personas transgénero, e inmediatamente supo que encajaba en esa identidad. “Fue algo como: ‘No soy el único que se siente así. No estoy loco. Es lo que soy'”, relata.

Después fue misionero mormón en Salt Lake City y entró en la Brigham Young University, un centro de educación superior gestionado por la iglesia SUD. Pero aún tenía dificultades para darse a conocer como transgénero, y al menos unaterapeuta le aconsejó lo contrario: “Me dijo: ‘Si este es el camino que vas a tomar, no puedo ayudarte’, y me abandonó”, recuerda Claren.

Cayó en una profunda depresión y volvió a intentar suicidarse a los 21. “Mi vida estaba acabada”, cuenta. “Rogaba a Dios para que me mantuviera vivo”.

Sin embargo, en un momento en el que estaba solo rezando en el campus, tuvo una revelación: que Dios lo amaba y lo aceptaba. Sabía que la universidad lo expulsaría en el momento en el que empezara a presentarse como un hombre e iniciase un proceso de transición, así que dejó la institución. El portavoz de la universidad Brett Crandall confirma por email esa normativa: “Vestirse o presentarse deliberadamente como miembro del sexo biológico opuesto es una expresión incompatible con el Código de Honor de la institución”.

Claren se trasladó a Utah, cambió de nombre y de pronombres y empezó a tratarse con testosterona. Este mes de abril tiene cita para someterse a un proceso de cirujía para que le quiten los pechos. Explica que sus padres han tenido dificultades para entenderlo y aceptarlo, pero que lo están intentando. Añade que, si la iglesia diera a su familia una orientación positiva, tendrían mucha más facilidad para aceptarlo.

Esa es una de las razones por las que permanece en la iglesia. “¿Cómo voy a ayudar a la gente y cambiar las cosas si me voy? Tengo que estar aquí para defenderme a mí y a otras personas como yo”. En este tiempo, Claren ha encontrado una comunidad de apoyo de mormones trans en Utah, y más personas en esta situación están alzando la voz.

“Nos apoyamos los unos a los otros”

“Todos nosotros sabemos lo que es estar solo y creer que eres el único”, afirma Ann Pack, la pareja de Brigit, que pasó por un proceso de transición hace dos años y sigue activa en la Iglesia mormona. “Acabar conectando no solo con otras personas trans, sino con personas trans en la iglesia, y ver que han pasado por experiencias similares a las tuyas, es muy grande”.

Grayson Moore, hombre transgénero de 21 años que pasó por su transición cuando tenía 16, da gracias a Dios por ayudar a los mormones trans de Utah a contactar y animarse unos a otros. “Parece que el señor de verdad está haciendo su trabajo al reunirnos a todos”, dice. “La comunidad SUD trans ahora existe. Cuando pasé por mi transición, no había nada”.

El lento crecimiento del activismo trans mormón ha sido emocionante de presenciar pero también estresante, cuenta Sara Jade Woodhouse, mujer trans de 50 años que vive en South Ogden, al norte de Salt Lake City. Espera que sus esfuerzos animen a la iglesia a acoger a las personas trans, pero teme que pueda tener el efecto contrario y llevar a la creación de una política anti-trans explícita. “Hemos visto lo que ha ocurrido con los mormones gays y lesbianas. Podrían hacer lo mismo con nosotros y emprender algunos cambios terribles”.

Moore dice que quiere ver un cambio en las actitudes de los líderes y miembros de la iglesia. No obstante, para él la principal prioridad por el momento es ayudar a los mormones trans a quererse y aceptarse a sí mismos: “Estamos muy centrados en apoyarnos y mantenernos vivos los unos a los otros”.

Las protagonistas de la primera boda gay de la Historia, 15 años después

IGUALDAD Cambiar la ley no significa cambiar la forma de pensar de la gente”

El matrimonio homosexual en el mundo

La primera boda gay, en 2001

La primera boda gay, en 2001. REUTERS

El Ayuntamiento de Ámsterdam flota en pleno corazón del río Amstel. Frente a él se erige una estatua del filósofo Spinoza, natural de la ciudad, con la inscripción “El propósito del Estado es la libertad”. Con excepción de algunos turistas, hoy son pocos los que se acercan a visitar al pensador más ilustre que ha dado Holanda. Sin embargo, el mismo día hace 15 años, el mundo entero estaba mirándole.

En concreto, la víspera del 1 de abril de 2001 la estatua de Spinoza recibió a más de un centenar de periodistas y unos 30 fotógrafos llegados de todos los rincones del planeta. Acudían a ser testigos, junto a todos los ciudadanos holandeses que encendieron la televisión esa noche, de cómo tres hombres le daban el “sí, quiero” a sus respectivas parejas, también hombres, convirtiéndose en los primeros en todo el mundo, en ser declarados marido y marido. Asimismo, lo hicieron dos mujeres, Anne Marie Thus y Helene Faasen, cuya boda pasaría a la historia de la Humanidad como la primera oficiada legalmente entre dos mujeres.

“Mi esposa y yo recordamos ese 1 de abril como un día muy especial, como recuerda toda mujer el día de su boda”, cuenta a EL MUNDO Anne Marie. Pero con un añadido: “Ese 1 de abril ya sabíamos que no sería un día especial sólo para nosotros, sino para muchos otros, ya que se trataba de la primera vez en el mundo que se permitía a dos personas del mismo sexo contraer matrimonio”.

Su boda fue posible gracias a la ley que había aprobado unos meses antes el Parlamento holandés. Algo más tarde, en 2003, Bélgica se convertía en el segundo país en regular el matrimonio homosexual. Tras ella, en 2005 dieron el paso Canadá y España. Por aquel entonces clamaba Pedro Zerolo que “este amor no se puede recurrir. Y este amor es algo que llevan muchas personas que llevan militando muchos años por vivir en un país más decente”.

Una ley para salvar a los ‘ciudadanos de segunda’

La figura de la política holandesa que mejor abanderaría el activismo homosexual, como lo hizo el socialista venezolano en España, es Henk Krol. “Todo empezó en 1977”, narra a EL MUNDO Krol, hoy diputado en el Parlamento holandés pero, por aquellos años, director de Gay Krant (literalmente, ‘Periódico Gay’). Él fue quien eligió a los protagonistas de este primer (y multitudinario) enlace homosexual de la historia, que ofició el entonces alcalde laborista de Ámsterdam, Job Cohen.

“En 1977 había una gran campaña contra los derechos de los homosexuales en Estados Unidos. Nosotros decidimos celebrar un concierto benéfico en Ámsterdam y, con lo que recaudamos, pagamos anuncios a favor de ellos en medios estadounidenses, a modo de contra-campaña”, recuerda Krol. Con el dinero que les sobró se pusieron manos a la obra para que se “reconociera a las personas homosexuales los mismos derechos que a las heterosexuales”, expresa.

A finales de los 70, en Países Bajos unos 20.000 niños eran criados por parejas de lesbianas -explica el diputado-, y eso les convertía en ‘ciudadanos de segunda’. La única manera de ayudarles era ofrecer a sus madres un contrato que pudieran firmar y gracias al cual pudieran disfrutar de la igualdad”.

15 años de matrimonio para todos

El 1 de abril de 2001, ese contrato llegó. “Tras décadas de muchos esfuerzos, Países Bajos se convirtió en el primer Estado del mundo en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo”, se enorgullece Krol. Con la bandera del arcoíris reflejándose en los numerosos canales de Ámsterdam, la ciudad celebra hoy esa fecha bajo el lema “15 años de matrimonio para todos”. Y es que, a pesar de que países como Dinamarca, Noruega o Suecia ya aprobaron en la década de los 90 leyes que reconocían la unión entre personas del mismo sexo, Holanda se convirtió en un referente internacional por ser el primer país en llamarla ‘matrimonio’. Krol explica que los países escandinavos “sólo contemplaban una especie de ‘unión’ entre personas del mismo sexo; no las reconocían en matrimonio civil. Nosotros no queríamos que esta distinción se tradujera en un estatus diferente para las personas homosexuales: queríamos que gozaran de plena igualdad”.

Esta igualdad es la que agradece Anne Marie: “Estar casadas nos da, ante la ley, derecho a cuidar la una de la otra, y sirve como amparo para nuestros hijos”. Los niños de ambas han sido adoptados por Helene y, gracias al matrimonio, “son parte de su familia”, explica. En la misma línea hace balance Krol: “Fue bueno para los niños, para las parejas, para la sociedad en general. Maravilloso”. El diputado invita a quienes aún no lo entiendan a que “vengan a Holanda, vean cómo ha mejorado la sociedad” y se pregunten si esa mejora no se debe al amor. Lo que él se pregunta hoy es “quién puede estar en contra del amor”.

“¿Quién eres tú para no darme igualdad de derechos?”

Sin embargo, Anne Marie recuerda que en 2001 de lo que se trató fue “de cambiar la ley. Y cambiar la ley no significa cambiar la forma de pensar de la gente; no significa que todo el mundo esté de acuerdo”. Cuenta, de hecho, que “cuando le dices a la gente que estás casada, presuponen que estás casada con un hombre. Si les dices que estás casada con una mujer, se sonrojan y, avergonzados, reconocen que eso también es posible”.

Aunque la excepcionalidad se va convirtiendo en normalidad con el paso del tiempo, para Anne Marie es vital que “se siga hablando de ello”, ya que, según explica, todavía “hay gente que se muestra reacia al hecho de que estemos casadas y tengamos hijos”. El debate también es, para Krol, el motor que impulsa el cambio en la sociedad: “En 1977, la mayoría de la sociedad holandesa estaba en contra. Sin embargo, tras mucha discusión, en 2001 un 87% decía estar a favor”.

Poniendo de relevancia la “valentía” de aquellos homosexuales que tienen que vivir en países donde sus derechos no son reconocidos, Anne Marie desea, “con esperanza, que todos los países del mundo entiendan que los miembros de la comunidad LGBTI son personas que sólo quieren estar con la persona que aman, vivir con ella, cuidarla”.

Y, para aquel que aún hoy se oponga a su matrimonio, la primer mujer que se casó con otra mujer tiene un mensaje: “¿quién eres tú para no darme igualdad de derechos? Si no estás de acuerdo con nuestro amor, al menos respeta que nos amemos”. Es posible que ni Anne Marie, ni Helene, ni las más de 15.000 parejas homosexuales que se han casado en Países Bajos desde ese 1 de abril escuchasen la frase que, allá por el año 2003, dedicaba Zerolo a Ana Botella en un pleno municipal de Madrid, cuando oficializar el amor entre dos personas del mismo sexo aún no era posible en nuestro país; pero bien podrían suscribirla: “En su modelo de sociedad no quepo yo, en el mío sí cabe usted”.

Entra a una tienda de Santander a pedir ayuda por una hemorragia y desata la alarma al saberse que es portador del VIH

Los bomberos incineran los muebles del comercio para eliminar el riesgo de contagio y las dependientas esperan el resultado definitivo del test de anticuerpos

Un hombre que sangraba ligeramente por la boca entró el sábado 19 de marzo a pedir auxilio en un comercio de los alrededores del Ayuntamiento de Santander. Las cuatro personas que atendían en ese momento la tienda no dudaron en ayudarlo, especialmente cuando el afectado informó de que era hemofílico: una enfermedad genética que dificulta la coagulación de la sangre y provoca fuertes hemorragias. Tras acomodarlo en un sillón, llamaron al 112 y al 061 y trataron de frenar la pérdida de sangre mientras esperaban a los servicios sanitarios. Pero la hemorragia iba a más y el afectado, que empezó a echar sangre de manera profusa por la boca, terminó desvaneciéndose sobre el sillón. Así que una de las dependientas salió a la carrera para pedir ayuda en el puesto de la Policía Local en el Ayuntamiento.

Cuando llegó la ambulancia del 061 y se llevaron al paciente al Hospital de Valdecilla, todo lo que quedaba por delante era un dura tarea de limpieza. Según describió a El Diario Montañés una persona cercana a los dueños del comercio, la tienda parecía «el escenario de una película de terror, con todo el suelo manchado de sangre, el sillón chorreando y muebles, uniformes y mercancías salpicados».

Mientras las dependientas se esforzaban por limpiar la sangre con todas las precauciones lógicas, como el uso de guantes y lejía, y se deshacían de la mercancía salpicada, la propietaria recibía una llamada del hospital: el hombre al que habían auxiliado era portador del VIH –el virus que puede terminar desarrollando la enfermedad del sida–.

La alarma se desató en la tienda. «Desasosiego, dudas, angustia», detalló la persona allegada al negocio. En el momento del incidente, alrededor del mediodía, no había clientes en la tienda, pero las cuatro personas que atendían el comercio (propietarios y dependientes) habían entrado en contacto con la sangre y no sabían cómo actuar. Varias preguntas surgieron entonces: ¿Nos hemos podido contagiar? ¿Dónde dejamos el mobiliario empapado de sangre? ¿En un contenedor al alcance de cualquiera?

Finalmente, «después de varias horas de llamadas pidiendo soluciones que no llegaban», fueron los bomberos del Ayuntamiento de Santander, avisados por la Policía Local, los que resolvieron el problema al llevarse el mobiliario manchado de sangre para incinerarlo.

Los test de VIH, aún provisionales, dicen que no ha habido contagio.

El personal de la tienda también intentó encontrar consejo sanitario, y el lunes, dos días después del incidente, consiguieron contactar con la persona que resolvió sus dudas: Manuel Galán, jefe de servicio de Salud Pública. A preguntas de este diario, Galán explicó que no existe un protocolo de actuación en estos casos. «Hoy en día, toda la sangre derramada debe ser recogida con las mismas precauciones sanitarias. Hay un protocolo sanitario para hospitales y centros de salud, pero si pasa en la calle son los servicios de limpieza municipales los que se hacen cargo». En este caso ocurrió en un comercio y ninguna administración supo ofrecer respuestas a los afectados en las primeras horas tras el incidente.

Riesgo «prácticamente nulo»

La conversación del lunes con Salud Pública alivió en cierto modo el desasosiego de las cuatro personas que atendieron la emergencia en la tienda. «Les dije que habían actuado correctamente porque de forma intuitiva se habían puesto guantes y habían usado papel absorbente y lejía. Todo bien, pero luego tenían un sillón que estaba lleno de sangre y era irrecuperable. Por eso empezaron a llamar para ver quién se hacía cargo del mueble, y se encontraron con que nadie les ofrecía una solución hasta que llegaron los bomberos y lo quemaron. Estaban indignados por no tener manera de deshacerse del mueble sin riesgo».

Galán aseguró que, tal y como actuaron, el riesgo de contagio es «prácticamente nulo». «Estaban muy nerviosas y angustiadas y hemos intentado tranquilizarlas. El riesgo nunca es cero, pero deben estar tranquilas porque así no es como se transmite el VIH. Se transmite por dos vías: la sexual y al clavarse una aguja infectada. Y la experiencia que tenemos hoy en día sobre el VIH es que así (por contacto directo con la sangre) no se transmite». Además, un portador del virus en tratamiento es «técnicamente no contagioso» y, en este caso, según las fuentes de Galán, «el afectado está bien tratado».

Ahora bien, el jefe de servicio de Salud Pública reconoció que las personas que atendieron al portador del virus no podrán estar tranquilas hasta que no tengan una prueba negativa del test de VIH. «Deben esperar un tiempo, tres o cuatro semanas, hasta que el sistema inmunológico pueda reaccionar en caso de contagio y empiece a producir anticuerpos, que es lo que determina la presencia del virus VIH». Las primeras pruebas, aún provisionales, dicen que no ha habido contagio.

Un anillo vaginal reduce un 30% el riesgo de infectarse por el VIH

El dispositivo libera un antiviral y permite a las mujeres protegerse sin consultar al varón

Un anillo vaginal liberador de antivirales

Un anillo vaginal liberador de antivirales.

Por primera vez, dos ensayos de anillos vaginales (dispositivos similares a los anticonceptivos) han demostrado cierta capacidad de proteger contra la transmisión del VIH. En ambos ensayos, que se presentaron en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI) que se ha celebrado en Boston, se ha observado que su uso reduce la tasa de infecciones por el VIH alrededor del 30% (un 27% en uno y un 31% en otro).

En ambos casos el mecanismo de actuación es similar: el dispositivo se inserta y va liberando un antiviral (la dapivirina) de manera que cuando la mujer tiene una relación sin protección, el VIH que le puede transmitir el hombre se encuentra con el fármaco, que impide la transmisión.

Uno de los ensayos, The Ring Study, lo ha patrocinado IPM (Grupo Internacional para Microbicidas) y, el otro, Aspire, es de MTN (Red de Ensayos en Microbicidas), lo ha publicado New England Journal of Medicine y tiene como primer firmante a Jared Baeten. Se trata de dos trabajos en fase III, que son ya a gran escala, lo que quiere decir que es el paso previo a su potencial uso sobre el terreno. En concreto, en The Ring Study han participado 1.959 de Sudáfrica y Uganda, y en el Aspire lo hicieron 2.629 de Sudáfrica, Uganda, Malaui y Zimbabue.

Aunque la cifra general de protección es baja, Baeten afirma que “las mujeres necesitan estrategias efectivas que reduzcan su riesgo de contraer el VIH, y el anillo puede ser una de ellas”. Este tipo de aproximación, como los geles vaginales (los microbicidas que son el principal objetivo de las organizaciones que han desarrollado estos ensayos), tienen la ventaja de que las mujeres pueden usarlos de manera autónoma. No dependen, como en el caso del preservativo, de la voluntad de sus parejas masculinas, que en entornos muy machistas o tradicionales a veces es muy difícil de negociar. Además, no impiden la concepción, lo que también es importante en ciertos entornos culturales.

Además, se ha visto que la protección sube hasta más del 50% en las mayores de 21 años, lo que indica que el método, bien usado, tiene una alta eficacia. Baeten no descarta que pudiera aumentarse su eficacia combinando varios antivirales, aunque advierte de que “el uso de dos pastillas contra el VIH no eran significativamente mejores que una sola”, por lo que es posible que un anillo con solo una sustancia, si es la adecuada y se usa con rigor, sea suficiente.

“Estos hallazgos dan nuevas esperanzas a muchas mujeres que están en un serio peligro y necesitan más opciones efectivas para protegerse del VIH”, ha dicho Zeda Rosenberg, directora de IPM. El ministro de Salud de Sudáfrica, Aaron Motsoaledi, ha añadido: “Cada avance científico que da más poder a las mujeres para protegerse del virus debe estudiarse para una pronta entrada en acción”. África sería el continente más beneficiado si se usaran masivamente estos anillos vaginales. Cada año hay en ella más de 1,2 millones de nuevas infecciones, de las que más de 600.000 son en mujeres. Una reducción del 30% en el número de nuevos casos supondría 180.000 infecciones menos.

El homosexual agredido en Marruecos será juzgado el lunes junto a los hombres que le golpearon

El joven será acusado por el delito de homosexualidad mientras que sobre los cuatro agresores pesan cargos por actos de violencia, agresión con armas blancas y lesiones.

Imágenes del vídeo de la agresión a dos gays en Marruecos

Imágenes del vídeo de la agresión a dos gays en Marruecos

RABAT.- Un joven homosexual marroquí que fue agredido y exhibido desnudo en plena calle junto a su compañero será juzgado junto a cuatro de sus agresores el lunes 4 de abril en la ciudad de Beni Melal, en el centro de Marruecos.

Según informó el representante de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos en esta ciudad, Abderahim Meydi, el joven será acusado por el delito de homosexualidad mientras que sobre los cuatro agresores pesan cargos por actos de violencia, agresión con armas blancas y lesiones.

El compañero del homosexual ya fue detenido el pasado 9 de marzo, juzgado y condenado a cuatro meses de cárcel por la comisión de “actos contra natura con individuos del mismo sexo”, según el artículo 489 del Código Penal marroquí, con las agravantes de ebriedad y reincidencia.

La agresión de los dos homosexuales se produjo ese 9 de marzo pero pasó inadvertida hasta el pasado viernes cuando el vídeo en el que los agresores filmaban los hechos corrió con profusión en las redes sociales. En la grabación se veía a un grupo de personas irrumpir en una casa, sacar a dos jóvenes de la cama, golpearlos hasta hacerles sangrar y echarlos a la calle desnudos.

Tras el estallido del escándalo en Marruecos y en el extranjero, el pasado viernes se produjeron nuevos arrestos. El representante de la AMDH matizó este miércoles las informaciones contradictorias que han circulado en los últimos días, y dejó claro que los dos jóvenes son perseguidos por su homosexualidad, considerada tabú en la sociedad marroquí.

Mientras, dos agresores han sido también condenados a dos meses de cárcel en suspenso por allanamiento domiciliario, actos de violencia y lesiones, así como por la grabación de un vídeo que atenta contra la moral pública.

El artículo 489 del Código Penal marroquí castiga la homosexualidad con penas que llegan hasta los tres años de cárcel y es objeto también de una gran reprobación social.

Al menos veinte asociaciones de derechos humanos en Marruecos denunciaron ayer el juicio contra los dos homosexuales y pidieron su liberación así como castigar a los agresores.

Primer trasplante de hígado entre personas portadoras de VIH

La operación se realiza tres años después de que se autorizara este tipo de intervenciones en Estados Unidos

Médicos estadounidenses han realizado el primer trasplante de hígado en el mundo entre un donante con VIH y un paciente también portador de VIH, tres años después de que se autorizara este tipo de operaciones en Estados Unidos.

El hígado de una donante fallecida fue trasplantado a un paciente que contrajo hace más de 20 años el virus que causa el sida, informaron este miércoles doctores de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos. Un riñón de la misma donante fue trasplantado a otro paciente.

«Hace unas semanas llevamos a cabo el primer trasplante VIH a VIH de hígado en el mundo, y el primer trasplante VIH a VIH de riñón en Estados Unidos», dijo en una conferencia de prensa Dorry Segev, profesor de cirugía en la facultad de medicina de Johns Hopkins. «Este es un día muy emocionante para nosotros», afirmó Segev, «pero solo es el comienzo», matizó.

Este tipo de operaciones conllevan «riesgos únicos», como el de que el paciente receptor sea expuesto a una segunda cepa del virus del VIH, explicó Christine Durand, profesora adjunta de medicina y oncología de la Universidad Johns Hopkins. Ambos pacientes receptores se están recuperando sin problemas de las operaciones, informó el equipo médico.

Hasta 2013 estaba prohibido usar órganos de un donante portador de VIH para trasplantes en Estados Unidos y la escasez de órganos en Estados Unidos hace que muchos pacientes mueran esperando una intervención. El uso de órganos de personas portadoras de VIH podría salvar unas 1.000 vidas por año, precisó el doctor Segev.

Una pareja gay se enfrenta a la madre gestante de su hija en los tribunales tailandeses

Gordon Lake y su marido, Manuel Santos, con su hija Carmen

Gordon Lake y su marido, Manuel Santos, con su hija Carmen. EFE

El estadounidense Gordon Lake y su marido Manuel Santos se enfrentan a los tribunales por la custodia de su hija Carmen -fruto de una gestación subrogada– con la madre gestante, una mujer de origen tailandés. El proceso ha quedado visto para sentencia en un tribunal de Bangkok.

“Somos optimistas (…) esperamos que el veredicto diga que somos las personas adecuadas con las que tiene que estar Carmen”, ha dicho Lake a los medios de comunicación tras la conclusión de las vistas en el Tribunal Central Juvenil y de Familia, en el norte de la capital tailandesa.Tras meses de batalla legal, el próximo 26 de abril el juez pronunciará su decisión.

De lograr la potestad sobre la menor, el matrimonio Lake-Santos espera poder viajar al día siguiente y salir de Tailandia tras 13 meses en el país.”Ha sido un camino muy largo desde que Carmen naciera en el 17 de enero del 2015 y 10 días más tarde la mujer que la dio a luz dijera que se quería quedar con la pequeña”, indicó el estadounidense.

Tras un proceso de subrogación que discurrió con normalidad, nació Carmen Lake,concebida con el esperma de Gordon y el óvulo de una donante anónima y gestada por la tailandesa Patidta Kusonsrang.

Los problemas surgieron cuando Patidta, quien en el hospital firmó los papeles que le otorgan la paternidad a Lake, no acudió a la embajada de Estados Unidos en Bangkok para ultimar la documentación necesaria a fin de que la bebé pudiera salir de Tailandia.

El matrimonio Lake-Santos, quienes tienen otro hijo subrogado concebido hace más de dos años en India y quien se encuentra en la actualidad en España, trataron de llegar a un acuerdo amistoso con Patidta, pero ante la falta de avances reclamaron la custodia en los tribunales.

Patidta expresó entonces sus reservas debido a que los padres “no son normales”, en referencia a su orientación sexual, y una representante de la tailandesa llegó a insinuar que Lake y Santos eran traficantes de personas.

Ante las acusaciones, la pareja homosexual interpuso una denuncia por difamación que también se encuentra en los tribunales y proseguirá con una demanda civil para “tratar de compensar los daños causados”.

“Nuestra vida ha sido prácticamente destrozada durante el pasado año (…) no podemos recuperar el tiempo que hemos perdido, ni el tiempo que han perdido nuestros hijos para estar juntos, nuestras economía ha sido afectada, así que buscaremos por una compensación para ser capaces de recuperar nuestras vidas”, comentó Lake.

El Parlamento tailandés, elegido a dedo por los militares, promulgó en febrero de 2015 leyes que prohíben a los extranjeros acceder a madres subrogadas, tras controvertidos incidentes con hijos subrogados de una pareja australiana y un japonés.

“El principal objetivo de la ley es proteger a niños como Carmen (…) Confiamos en que el veredicto refleje el mejor interés para ella”, sentenció el padre biológico.

El sexo sentido, su verdadera identidad

BEÑAT, DE 4 AÑOS, BUSCABA “DÍA TRAS DÍA” QUE SU FAMILIA Y ENTORNO ACEPTARA SU VERDADERO SER: UNA NIÑA CON PENE

Edurne Koch y Carlos Betelu, de Aizarotz, posan junto a su hija Beñat, de 4 años de edad

Edurne Koch y Carlos Betelu, de Aizarotz, posan junto a su hija Beñat, de 4 años de edad. (CEDIDA)

“Estos niños no deciden lo que quieren ser, sino que son. No es un capricho ni una opción, es su verdadera identidad”. Son palabras de Edurne Koch, madre de Beñat, una niña con pene de 4 años de edad.

La pequeña Beñat vive con sus padres, Carlos y Edurne, y junto con sus dos hermanos, Garazi y Unax, de 12 y 10 años, en la localidad del valle de Basaburua de Aizarotz. Ellos, su entorno más directo, han sido testigos directos de la “lucha y obsesión de Beñat” en su “reclamación por su verdadera identidad”, desde antes de poder expresarse con palabras.

“Siempre nos ha dado pistas”, señala su madre, Edurne Koch. “A los 2 años empezó a pedir regalos que socialmente conocemos como fememinos, a ver dibujos animados de princesas y sirenitas. Tenía una gran obsesión por el rosa, las mallas o por llevar faldas”, cosa que a los de casa “no nos preocupaba ya que siempre hemos apoyado una educación libre de nuestros hijos. Pensábamos que su comportamiento hacia la estética y el juego femenino era parte de su crecimiento y cuestión de gusto”.

Al comenzar el segundo año de la escuela, Beñat comenzó a expresarse verbalmente con soltura y es entonces cuando empezó a “reclamar claramente un día si y otro también su identidad”, cuenta Edurne. Así, la pequeña preguntaba a su madre constantemente “Ni neska naiz ama?”(¿Soy una chica mamá?) “Buscaba una afirmación pero yo siempre le decía: ‘Tú serás lo que tú sientas y quieras Beñat” pero la niña no se contentaba con eso. “Me pedía que me dirigiera a ella en femenino”, destaca Koch.

Asimismo, la pequeña decía ser “una princesa” o “Beñat guapa” y hasta empezó a rechazar a su padre por ser “mutikoa”(chico). En busca de respuestas, Edurne, en una visita a la pediatra, vio la ocasión de preguntar sobre la situación que estaban viviendo en casa. “La pediatra me dijo que esta tendencia de Beñat parecía no ser un juego y me habló sobre Chrysallis. Tras ver un vídeo de una conferencias sobre transexualidad infantil, lo vi claro ya que estaba contando la historia de Beñat. Llegué a casa e inmediatamente le dije a mi marido que tenía que verlo”.

Tras ello, “lo vimos tan claro que no teníamos dudas de lo que estaba ocurriendo. Beñat nos estaba contando su relato y quién era”. Así, por fin llegó el día más esperado por la pequeña cuando preguntó a su madre “¿soy una niña?”, a lo que esta le respondió: “Bai maitia, tú eres una neska con pene y hay muchas niñas como tú”. “Su repuesta fue indescriptible y me la quedo para mí pero fue muy especial. Esto me hizo estar convencida al 100% de todo lo que estaba ocurriendo”, asegura Edurne. Carlos compartía la misma convicción que su mujer al igual que sus otros dos hijos, que no se vieron sorprendidos sino que exclamaron: ¡Ya lo sabíamos! “Decidimos dejarle que hiciera lo que sintiera. Beñat comenzó a relajarse y expresar con más fuerza su identidad al resto de familia, vecinos y escolares”, manifestó su padre.

“Al principio sientes miedo y pánico porque no lo entiendes, llegas a pensar: yo siendo su padre ¿qué he hecho mal?”, afirma Carlos. “Piensas que la transexualidad es algo marginal y no quieres eso para tu hija”. De esta manera, el matrimonio cuenta que “lloramos mucho porque, como padres, quieres lo mejor para tus hijos e hijas. ¿Cómo podemos educar negándoles quiénes son? Hemos vivido una especie de duelo, despides a tu niño para dar la bienvenida a una niña”.

“Es como si Beñat me hubiera puesto boca abajo, me hubiera sacudido y me habría vaciado los bolsillos de prejuicios para mirarle con ojos nuevos. Ahora lo miro y veo que es natural lo que siente y me pregunto: ¿quién soy yo para juzgar esto?”, se cuestiona Carlos. “Soy su padre y lo que tengo que hacer es acompañarle para que tenga una vida lo más feliz posible”. Actualmente, su familia ya se dirige a Beñat como a una niña y ella, de momento, no ha expresado ninguna intención de cambiar su nombre.

ENTORNO SOCIAL “Es verdad que notábamos miradas al llevar a Beñat con vestidos”, cuenta Edurne. “Como entendíamos que esa tensión para la pequeña no era buena, decidimos realizar el tránsito social lo antes posible. Primero, al resto de la familia, la cual tuvo una reacción de respeto y luego, al entorno escolar y a los vecinos del pueblo”.

El matrimonio, junto con Chrysallis, organizó una charla a la cual acudió abundante público para “conocer esta realidad y el caso de Beñat”. “Queríamos hacerles entender que, cuando naces, te miran si tienes vulva o pene y te asignan un sexo. Pero ¿acaso al estar vestidos vamos mirando qué genitales tiene uno y otro para referirnos a ellos?”, pregunta Carlos. Lo que necesitan los niños y niñas es que la sociedad acepte esta diversidad, los quieran tal y como son.

Un centenar de menores, en situación de transexualidad

La Asociación de Familias de Menores Transexuales Chrysallis Euskal Herria, en su visita al Parlamento foral

La Asociación de Familias de Menores Transexuales Chrysallis Euskal Herria, en su visita al Parlamento foral. (JAVIER BERGASA)

PAMPLONA -Alrededor de 100 menores en Navarra se encuentran en situación de transexualidad, que “no es ni una enfermedad, ni un trastorno” sino que “una variante más de la diversidad humana”. Así lo manifestó el pasado 11 de marzo en el Parlamento foral la Asociación de Familias de Menores Transexuales Chrysallis Euskal Herria, de la que forman parte ocho familias navarras “con niños con vulva y niñas con pene”.

“La transexualidad es la condición por la que el sexo de una persona, su sexo sentido, no corresponde con el sexo que se le asignó al nacer en atención a sus genitales”, según recalcó la asociación, la cual también aseguró que la prevalencia de la transexualidad, según informes oficiales, “es de 1 de cada 1.000 personas y que supondría en Navarra la existencia de unos 100 menores en situación de transexualidad”. Son en total 24 familias con menores en situación de transexualidad las que forman parte de Chrysallis, que agrupa a familias de Navarra, Álava, Gipuzkoa y Bizkaia, de las cuales 8 son navarras.

Otras de las cuestiones que trató la Asociación de Familias de Menores Transexuales Chrysallis Euskal Herria fue la tasa de suicidio de estos menores: “A quienes en su infancia se les negó su identidad es del 41% mientras la población general es de un 1,6%”. “La diferencia entre acompañar a un niño o una niña en situación de transexualidad o negar su identidad puede ser abismal”, manifestaron representantes de Chrysallis. “En cambio, los resultados de una investigación que se realizó con jóvenes transexuales a quienes se respetó su identidad y se les acompañó desde sus familias se observó que los indicadores de calidad de vida, autoestima y felicidad”, entre otras cuestiones, “fueron similares o incluso mejores que el resto de chicos y chicas de su edad”, destacaron.

PETICIÓN DE CHRYSALLIS La Comunidad Foral fue pionera al aprobar en 2009 la ley de no discriminación por motivos de identidad de género y de reconocimiento de los derechos de las personas transexuales en Navarra. Esta ley se convirtió, por aquel entonces, en referente para otras comunidades autónomas. Así, tal como establece la ley, se puso en marcha la unidad de referencia en materia de transexualidad dentro del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, bajo el nombre de Unidad Navarra de Transexuales e Intersexos (UNATI).

Sin embargo, la mayor parte de las medidas y disposiciones que se aprobaron junto con esta normativa, según la asociación, “no han sido posteriormente desarrolladas, lo que resulta imprescindible para que se haga cumplir con los objetivos planteado con la ley”. De este modo, Chrysallis exige que se garantice “el derecho de las personas cuya identidad sexual no coincide con el sexo que se les asignó al nacer en atención a sus genitales”, además de “recibir de la Administración Foral una atención integral y adecuada a sus necesidades médicas, psicológicas, jurídicas y de otra índole, en igualdad de condiciones con el resto de la ciudadanía, dentro del ámbito competencial que corresponde a Navarra”.

El Post-it

Chrysallis. Desde 2015 agrupa a familias de Navarra y de la CAV para la atención, ayuda, asesoramiento y formación sobre menores transexuales, así como una red de apoyo mutuo. Por otro lado, se dedica a la defensa de los derechos de estos menores en todos los ámbitos además de la formación, transmisión de información y visibilización de esta realidad a profesionales del ámbito educativo, sanitario y jurídico, entre otros. El número de contacto de la asociación es 685 767 790 o a través de euskadi@chrysallis.org.es.