Un joven sostiene varios fármacos contra el VIH. EL MUNDO
La infección por VIH ha cambiado radicalmente desde que hace casi 20 años se iniciara la introducción de la terapia antirretroviral de alta eficacia. Desde entonces han sido muchos los fármacos aprobados para estos pacientes cuyo objetivo era controlar la carga viral y mantener las defensas. Sin embargo, una vez superados estos dos objetivos, los especialistas intentan ofrecer la mayor calidad de vida a los afectados. Con esa intención se ha desarrollado un estudio que demuestra por primera vez que los pacientes están igual de bien controlados con un tratamiento más simple que la terapia estándar.
“Ahora tenemos muchas opciones y no hay datos sobre qué estrategia es mejor que la otra, porque todas son muy eficaces y, en general, bien toleradas. Así que se intenta hacer un traje adaptado a cada paciente“, explica a EL MUNDO José Ramón Arribas, director científico del grupo de Sida y Enfermedades Infecciosas del Hospital La Paz de Madrid y uno de los coordinadores de un estudio que analiza por primera vez en pacientes ya tratados dos estrategias terapéuticas diferentes.
El estudio, cuyos datos publica la revista Lancet Infectious Diseases, realizó un seguimiento de un año a 250 pacientes que llevaban tiempo tratándose para su infección por VIH y que tenían una carga viral cero, es decir, estaban controlados. La mitad siguió recibiendo la terapia estándar formada por un grupo de fármacos denominadosinhibidores de la proteasa y dos nucleósidos: tenofovir unido a FTC y el compuesto formado por abacavir y 3TC. El resto, 125, tomó los inhibidores de la proteasa y solo un nucleósido, el 3TC.
Tras un año de seguimiento, los investigadores comprobaron que es posible simplificar el tratamiento del VIH con la misma eficacia de las pautas actuales recomendadas por las guías clínicas actuales.
“El número de pastillas no varía, ambos grupos tomaron cinco al día. Lo que la terapia simplificada supone es que solo se da un nucleósido, es decir, que mientras que el primer grupo tomaron tres tipos de fármacos, el segundo sólo ingirió dos. Esto supone ventajas a largo plazo porque genera menos toxicidad con la misma eficacia”, señala Arribas.
Porque el número de pastillas no es indicativo de la cantidad de fármacos que se ingieren pues hay pastillas, que se dan como monodosis, que en realidad contienen tres fármacos cada uno de ellos con una toxicidad específica. “Hay pacientes que les importa el número de pastillas que ingieren en el día mucho más que otras cosas. Para ellos está indicada la pastilla única. Pero otros, que tienen problemas óseos o que no quieren tomar tenofovir (asociado a problemas gastrointestinales ), lo que buscan es otra cosa”.
El perfil de las personas infectadas con VIH en España se podría dividir en dos grupos, aquellos que han sido diagnosticados recientemente, que suelen ser jóvenes homosexuales con contactos sexuales no protegidos y el resto, en torno a un 50%, que tienen más de 50 años. “En estos últimos, la comorbilidad es una cuestión candente. Suelen tener más problemas de hipertensión, diabetes, ostopenia… y no está claro si es debido al VIH, al estilo de vida o al consumo de sustancias en su día”, aclara Arribas.
Probablemente sean estos los más beneficiados con los resultados de este estudio ya que ahora tienen la seguridad de que menos fármacos no va ligado a menor eficacia.
Además de la toxicidad, la terapia simplificada supone un ahorro para el sistema. “El 3TC es un genérico y al no dar el otro nucleósido estaríamos ahorrándonos entre 2.827 euros y 3.813 euros por paciente y año, en función de la terapia previa que estuviera recibiendo”, aclara el especialista de La Paz.
Los datos de este estudio complementan a los publicados hace un año, también publicados en la misma revista, en los que se demostraba que una terapia simplificada era igual de eficaz que la estándar en los pacientes que no habían recibido anteriormente tratamiento. “Son ya dos estudios los que apoyan que dar dos fármacos es igual de eficaz que dar tres”, sostiene Arribas. Este trabajo “abre las puertas para probar otras combinaciones doblesen pacientes seleccionados con carga viral ya indetectable”, sostiene José María Gatell, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas y VIH del Hospital Clínic de Barcelona y el otro coordinador del estudio.
Quizás estos resultados sean suficientes como para cambiar las guías terapéuticas que, a su vez, deben tener en cuenta los datos de otro gran estudio publicado recientemente en el que se demostraba -tras analizar los datos de casi 4,700 pacientes de 35 países- que es la terapia contra el VIH debe comenzar el momento del diagnóstico. “Antes se tenía en cuenta el nivel de las defensas para empezar a tratar, sin embargo el estudio START, ha demostrado que hay que empezar el tratamiento inmediatamente porque los pacientes van mejor”, concluye Arribas.