Condenan a Colombia por negar pensión a una pareja del mismo sexo

La Corte Interamericana de Derechos Humanos le ordena al Estado indemnizar a un hombre discriminado por su orientación sexual

La semana pasada, la Corte Constitucional reconoció el derecho al matrimonio en parejas del mismo sexo

La semana pasada, la Corte Constitucional reconoció el derecho al matrimonio en parejas del mismo sexo. Mauricio Dueñas/Colombia Diversa

Crecí con dos madres y así ha sido mi infancia

En mi familia nunca me faltó el afecto, pero la sociedad está lejos de normalizar una situación como la mía

adolescente con dos madres

Uno de mis primeros recuerdos se remonta a una de las casas de acogida en la que viví hasta los cinco años. Me dijeron: “Tus padres de adopción vendrán a por ti dentro de quince días”. Llegó el día y yo, ansioso, pasé todo el día asomado a la ventana, esperándolos.

Pero ese día no pudieron recogerme y me llevé un chasco. Mis compañeros en la casa de acogida, al verme llorar, quisieron calmarme, pero un cuidador se lo impidió: “Dejad que llore, no le consoléis”.

Por suerte, aunque mis padres de adopción no pudieron recogerme el día acordado, lo hicieron unos días más tarde y finalmente me trajeron desde Brasil, mi país de nacimiento, hasta España.

Durante mis tres primeros años en España viví con mi padre y con mi madre. Pero ellos se separaron y empecé a vivir con mi madre y su nueva pareja: una de sus amigas de la infancia.

A los ocho años, pues, ya estaban sentadas dos situaciones que determinarían mis años siguientes: mi condición de adoptado y mi crecimiento en el seno de una familia homoparental.

Y os voy a adelantar una cosa: ahora, con 18 años, puedo afirmar que en ningún momento me faltó afecto en mi familia. Si atravesé problemas, que los tuve, se derivaron de la falta de normalización por parte de la sociedad de mis situaciones personales.

Últimamente he acudido a algunos encuentros de niños adoptados. En ellos he encontrado una comprensión que jamás había sentido antes. La adopción, por lo general, suele tener unas connotaciones negativas, se bromea con ella, y aunque parezca algo inocente, eso es algo que deberíamos evitar.

Cuando hablo con niños adoptados, por ejemplo, les digo que Supermán y Batman -aunque ahora el cine los haya puesto a pelear- fueron adoptados, y que eso nos emparenta con los superhéroes.

La adopción a veces también se asocia con algunas dificultades relacionadas con el apego, en parte debidas a la deshumanización en los centros de acogida. Ya he hablado de eso al referirme a la crueldad de uno de mis cuidadores: aunque no seamos conscientes, si somos crueles con los demás, podemos causarnos un daño duradero. Deberíamos tratar a las personas con respeto y construir entornos más humanos.

Foto de infancia con una de mis madres

Foto de infancia con una de mis madres

Y creo que las familias homoparentales están aún menos normalizadas. En la comunicación social predomina, casi sin competencia, la imagen de la familia compuesta por un padre y una madre. Y mejor ni hablemos de los libros escolares, donde falta mucho camino para adaptar el material escolar a las nuevas realidades familiares.

La inexistencia de otros modelos de familia hace que los niños de familias homoparentales crezcan preguntándose: ¿Qué le pasa a mi familia?

Reconozco que en el colegio nadie me hostigó por tener dos madres. Eso sí, reinaba un silencio que tampoco era muy natural. Hasta los profesores parecían incómodos con el asunto, como si afrontaran algo impronunciable.

Esto me condujo a que, durante un tiempo, fuera contando que yo vivía con mi madre y con mi tía. Nadie me obligaba a hacerlo, pero no es fácil lidiar con esa situación: los chavales, al fin y al cabo, lo que más quieren es ser aceptados y no salirse de la norma.

Pero conforme más tratas de ocultarlo, más explicaciones estás obligado a dar. Ese ocultamiento es una sensación horrible, que genera mucha ira y mucha ansiedad. Se forma una bola en tu interior, un revoltijo que te lleva a vivir etapas verdaderamente complicadas, como cuando empecé a destrozar objetos en casa, para desesperación de mis madres.

Sencillamente, no tenía las herramientas para manejar mi situación y carecía del valor necesario para hablarlo abiertamente con mis madres.

Pero todo cambió cuando, en uno de los encuentros para niños adoptados -también voy a otros organizados por asociaciones de familias homoparentales-, una chica pronunció una frase que me sacudió: “¿A qué tienes tanto miedo?”.

Efectivamente, ¿por qué me daba miedo que la gente supiera que soy adoptado y que tengo dos madres? Le prometí que empezaría a contárselo a la gente. Y lo celebro, porque la primera reacción no pudo ser más divertida.

A finales del año pasado se lo confesé a mi mejor amigo -¡incuso se lo había ocultado a él!-, y me respondió entre carcajadas: “¿Acaso te crees que no lo sabía? ¡Pero si llevo años visitando tu casa!”. Yo también me reí y la liberación fue tremenda.

A partir de entonces se lo he ido contando a mis amigos más cercanos, más o menos con las siguientes palabras: “Mira, en los últimos años te he mentido. Lo siento mucho y confío en que comprendas que se debía a esto y aquello”. Siempre he encontrado apoyo.

Desde entonces, mis ataques de rabia se han disipado y me siento más seguro entre la gente. Es más, mis relaciones sentimentales también han crecido mucho: ya no arrastro mis problemas hacia aquellas personas que me quieren, como hacía antes, cuando mis secretos lo empañaban todo.

Y, por si alguien se lo pregunta, no tengo ningún problema con mi identidad sexual. De hecho, haber crecido con dos madres me ha beneficiado, porque, al contrario que mucha gente, he asumido que la homosexualidad es tan natural como cualquier otra opción.

Los problemas de los niños adoptados -esos pequeños superhéroes- y de los hijos de familias homoparentales no siempre son similares, al final dependen de cada uno, pero a partir de ahora haré lo posible para que no atraviesen los mismos problemas que yo.

Y, por supuesto, me gustaría que la sociedad les pusiera las cosas más fáciles: que visibilizara todas las opciones y que las asumiera con madurez. En resumen, que todos facilitáramos las cosas a unos niños que carecen de las herramientas para plantar cara a una sociedad que sutilmente nos encorseta y nos hace sentir miedo.

Texto redactado por Álvaro Llorca a partir de entrevistas con Claudio P.

La valla gay de Melilla

La valla gay de Melilla

La valla gay de Melilla

El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla (CETI) está prácticamente vacío. Los sirios llegan con cuentagotas y casi no se producen saltos en la valla fronteriza por parte de subsaharianos. Los vigilantes de seguridad se quejan de que no tienen apenas trabajo y bromean pidiendo a voz en grito: “¡Por favor, que haya alguna entrada masiva!”. Pero, cada noche, cerca de la pista deportiva comienza a oírse música de fiesta. Y poco a poco empiezan a salir internos de todos los rincones, entre risas y chácharas. De repente el CETI cobra vida con una avalancha de inmigrantes jóvenes, con ropajes coloridos y ansias de libertad.

Son los marroquíes solicitantes de asilo por su condición de homosexuales, que se han convertido en los últimos meses en el principal colectivo de refugiados del centro de inmigrantes. Algunos como Hassan, natural de Alhucemas, llegaron hace un par de días, y otros, como Fati, de Nador, llevan casi seis meses de reclusión.

Es impresionante ver cómo hacen piña y se protegen unos a otros. Tienen mucho miedo. Ninguno da su nombre ni origen reales, ni muestra su rostro. Excepto Driss El Arkoubi. Él ya estuvo nueve meses en Melilla entre 2013 y 2014. Tras sufrir unaviolenta violación por parte de cuatro agresores, cerca del paso fronterizo de Farhana, cruzó a Melilla para recibir asistencia médica y pedir protección internacional. Le denegaron el asilo. Fue expulsado y ahora ha vuelto con más señales de violencia en sus carnes y sin miedo a dar la cara.

Recuerda cómo entonces era el único marroquí demandante de asilo y las penurias que tuvo que pasar para hacerse oír. Ahora el CETI acoge a 73 magrebíes solicitantes de protección, la mayoría por su condición sexual. En el primer trimestre de 2016 se han recibido 45 solicitudes, una más que el año pasado. En conjunto, son 89 solicitudes de asilo en 15 meses. Y se espera seguir batiendo récords.

A pesar de que el Departamento de Estado de Estados Unidos, gran aliado de Marruecos, concluye que la persecución a los homosexuales en el reino alauí no es sistemática y que los casos de condena se derivan de “acciones imprudentes”[no persiguiéndose la orientación sexual que se practica “con discreción”], lo cierto es que cada vez son más las personas perseguidas y sancionadas en el país vecino. Desde las organizaciones sociales a ambos lados de la frontera advierten de que casos como el ocurrido hace unos días en Beni Melal -donde un tribunal condenaba a dos jóvenes homosexuales por “perversión”tras ser arrastrados desnudos por la calle y linchados pública y salvajemente- ponen en evidencia la represión que sufre el colectivo gay en Marruecos y propician la llegada a Melilla de más personas en busca de tolerancia y dignidad.

Un delito sobre el papel

Y es que el socio preferente de España y la Unión Europea considera la homosexualidad un delito desde 1972. El artículo 489 del Código Penal magrebí prevé para quienes “cometan actos lascivos o antinaturales con un individuo del mismo sexo”, penas de 6 meses a 3 años y multas de hasta 110 euros.

La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) y el colectivo Kif Kif (De igual a igual), denuncian que las instituciones persiguen a los gays y pretenden estigmatizarlos socialmente. E insisten en que desde la llegada al gobierno del Partido Justicia y Desarrollo (PJD), de corte islamista, el discurso religioso se haradicalizado y que la persecución a los homosexuales es cada vez más férrea.

El Gobierno, presidido por el islamista Abdelilah Benkirane, ha calificado la homosexualidad como un “comportamiento innoble”que constituye “una provocación”y que no tiene en cuenta “los valores morales y doctrinales”de la sociedad magrebí. El Ministerio del Interior ya anunció su firme determinación por hacer frente a todas las actuaciones contrarias a los valores religiosos y morales que nutren el marco legal marroquí. En este sentido, la Policía realiza redadas y detenciones selectivas periódicamente a gays con la intención de atemorizarles o darles una lección, según denuncia Kif Kif.

Con el rostro cubierto, Abdú, de 22 años. Ha llegado a Melilla desde Oujda escapando de la homofobia

Con el rostro cubierto, Abdú, de 22 años. Ha llegado a Melilla desde Oujda escapando de la homofobia REPORTAJE GRÁFICO: JESÚS BLASCO DE AVELLANEDA

La gran mayoría de los homosexuales marroquíes acogidos en el CETI asegura haber sufrido abusos, siendo adolescentes o niños, por parte de familiares, vecinos, compañeros o profesores. Este último es el caso de Fati, de 28 años y natural de una aldea de la provincia de Nador.

Con tan sólo siete años, fue víctima de abusos y violaciones continuadas por parte de un profesor, que continuaron por parte de otros profesores y compañeros de colegio hasta los 11 años. Entonces comenzó a pintarse y a vestirse de mujer. Estudió peluquería y durante varios años trabajó en un salón de señoras. A pesar de no ser aceptado por su entorno y de tener que esconder su homosexualidad en público nunca se planteó dejar Marruecos. Hasta que un día un grupo de niñatos entró en la peluquería, le robó y le intentó prender fuego.

“Mi sueño no es ir a Europa, es escapar de Marruecos. Sólo quiero ser quien soy, y si tiene que ser lejos de mi país no me importa. Allí no soy nada, soy menos que nada. No soy libre, no puedo ser yo mismo. ¡Sólo quiero ser yo!”, grita desesperado. Rompe a llorar y cubriéndose el rostro entra al CETI con prisas, muy afectado.

Cuesta mucho sacarles del centro de inmigrantes. Sólo salen a la calle en grupo y sin alejarse apenas unos pasos de la puerta. Han cruzado la frontera de laintolerancia pero no se sienten seguros en Melilla. Tienen muy presente la imagen del joven Ibrahim, que hace unas semanas se alejó a dar una vuelta y comprar tabaco. Tuvo que ser hospitalizado después de que entre ocho personas le dieran una paliza para luego dos de ellos violarle y dejarle casi inconsciente.

El CETI está apartado del casco urbano. Situado en uno de los barrios periféricos más deprimidos, muy cerca del paso fronterizo de Farhana: “Por aquí pasan muchos marroquíes y nosotros no somos aceptados por ellos. A casi todos nos han robado los móviles, a mí en tres ocasiones. Nos quitan el tabaco. Abusan de nosotros, nos insultan, escupen. Tenemos miedo y estamos cansados”, cuenta Hassan, que asegura que algunas tiendas cercanas, regentadas por “barbas [islamistas] o musulmanes”, se niegan a venderles y les expulsan de los establecimientos de forma violenta.

Por eso quieren presentar un escrito a la dirección del centro para que pida la presencia continua de patrullas del Instituto Armado en las cercanías del CETI: “No tenemos paz ni a este ni al otro lado de la valla”, susurra Amine mientras, haciendo caso a los consejos del vigilante de la puerta, sale del centro quitándose la ropa femenina que le cubría la cabeza y los hombros: “Se exponen a que les den una paliza si se pasean con velo, con las uñas pintadas o contoneándose”, dice elsegurata.

Perversos y antinaturales

Pronto pasa una mujer marroquí, con chilaba y hiyab, y les dice que son unos“sinvergüenzas”y unos “guarros”y que todo lo que cuentan es “mentira”. Que en Marruecos tienen libertad para hacer lo que quieran en la intimidad pero que a ellos “les gusta exhibirse”. Y antes de marcharse y escupir en el suelo susurra: “Kawm lot“.

Esta expresión árabe significa procedente de la ciudad de Lot, el sobrino de Abraham que vivió en Sodoma, según los libros sagrados. En occidente sería algo así como sodomita, palabra despectiva que se utiliza para burlarse de los homosexuales. Pero en Marruecos, esa expresión tiene otra dimensión. Según sus creencias, los actos “perversos”y “antinaturales”realizados por los sodomitas no sólo recibieron la ira de Dios entonces, sino que el castigo divino sigue cayendo sobre el pueblo que les acoge: “Creen que los terremotos que han sacudido Alhucemas y Nador son por nuestra culpa. Cada vez que ocurre alguna desgracia o catástrofe nos persiguen, nos acusan y abusan de nosotros. Creen que los homosexuales enfurecemos a Dios y por eso no nos quieren cerca. Somos apestados”, cuenta Abdu.

Estas creencias se dan en la zona del Rif, en el norte del país. De esta región deprimida y conservadora proviene la gran parte de los demandantes de asilo. Son un grupo muy heterogéneo. Los hay analfabetos y filólogos; y con edades que van desde los 18 hasta los 41 años de Annan, el abuelo del grupo, como le llaman. Dice sentirse gay desde que tiene uso de razón. Esto le ha ocasionado problemas con la familia, los vecinos, en el colegio… Lo pasó tan mal en el instituto que dejó los estudios. Ha trabajado en varias cafeterías de camarero y en todas le han echado por ser gay: “Hay gente que cuando vas a servirle tú o a tomarles nota se van. Algunos piden que les sirva un hombre de verdad o te pegan o insultan. Eso no es bueno para el negocio”.

Mohamed (de 26 años y natural de Samara) se levanta la camiseta para mostrar las puñaladas que le dio su hermano tras enterarse de su orientación sexual

Mohamed (de 26 años y natural de Samara) se levanta la camiseta para mostrar las puñaladas que le dio su hermano tras enterarse de su orientación sexual REPORTAJE GRÁFICO: JESÚS BLASCO DE AVELLANEDA

Para poder comer tuvo que dedicarse a vivir del sexo. Lleva tantos años en el negocio de la calle que el resto de compañeros del CETI le conoce como Lamadame. Ironías de la vida: “Algunos hombres que me despreciaban en las cafeterías luego requerían mis servicios. Te juzgan por ser homosexual y luego ellos son peor que tú”.

En una sociedad tan cerrada e hipócrita como la marroquí, el principal enemigo para los jóvenes homosexuales es la familia. Ese primer círculo de confianza casi nunca llega a aceptar y actuar con normalidad porque se exponen a ser señalados por el resto de vecinos y temen las consecuencias. A veces la reacción es la violencia, incluso extrema. Así le ocurrió a Mohamed, de 26 años y natural de Samara, en la región del Sáhara Occidental. Durante años escondió su orientación sexual hasta que un día un familiar le vio besándose con otro chico. El padre le dio tal paliza que perdió audición en un oído. Y su hermano mayor, que estaba trabajando en El Aaiún, a tres horas de coche, juró matarle si le cogía.

Mohamed huyó y recorrió los 1.600 kilómetros que separan su ciudad natal de Nador. Pero su hermano le encontró, le asestó tres puñaladas y amenazó con matarle si volvía a casa. Tras curar sus heridas en el Hospital Hassaní, decidió cruzar a Melilla y pedir asilo. Otras veces la familia intenta barrer el problema y esconderlo bajo la alfombra, como pasó con Yusef, de Kenitra. De familia bien y liberal, se plantó ante sus padres con su pareja para decirles que era gay. En menos de dos meses tenía concertada una boda, con una estupenda chica de otra familia pudiente, y apalabrados el banquete, el viaje de novios y hasta la casa donde iban a pasar el resto de su vida: “Ya no es que no me gusten las mujeres, es que no me dejaron decidir nada sobre mi vida. Tengo 19 años y querían obligarme a dejar los estudios y formar una familia. Por un momento me volví loco y llegué a intentar suicidarme”.

Pero no todos son chicos, también hay algunas chicas marroquíes que esperan impacientes la resolución positiva de su petición de asilo. Es el caso de Houria, de 21 años. Después de casi dos años, en los que por defender su relación con Fadma, de 25, fue víctima de insultos, golpes y maltrato por parte de amigos y familiares, escaparon a Melilla, donde terminaron con su relación. Ahora apenas se dirigen la palabra, pero luchan unidas no sólo buscando ser libres y felices, sino intentando lograr un futuro más digno para que, como relata Houria, todos aquellos que vienen tras ellos “no tengan que abandonar a sus familias ni sean considerados delincuentes por ser diferentes o tener una orientación sexual distinta a la exigida por el islam”.

Artxiboetatik sortutako galderak

Equipo Rek ondutako ‘Anarchivo Sida’ eta Maryam Jafriren ‘The Day After’ erakusketak ikusgai daude Tabakaleran, ekainaren 26ra arte. Artxiboak dituzte biek abiapuntu

Askotariko artxiboak eta artelanak daude Anarchivo Sida erakusketan

Lehen aldiz, bi erakusketa batera zabaldu dituzte Donostiako Tabakaleran: Anarchivo Sida —Equipo Rek eta Donostia 2016k elkarlanean ekoitzia— eta Maryam Jafri pakistandarraren The Day After (Biharamuna) —Parisko Betonsalon arte eta ikerketa zentroaren eta Tabakaleraren koprodukzioa—. Bi erakusketa diren arren, abiapuntu bera dute: artxiboa. Dokumentazio bilketa baten bidez, historian egin diren interpretazioen inguruan hainbat galdera planteatzen dituzte. Artistek zalantzan jarri dute nolabait historiak ofizialki kontatutakoa. Lehen kasuan hiesaren inguruko ikerketa bat egin dute, eta bigarrenean herrialde kolonizatuen ingurukoa. Biak ekainaren 26ra bitartean egongo dira ikusgai.

Anarchivo Sida Aimar Arriola bizkaitarrak Nancy Garin eta Linda Valdes txiletarrekin elkarlanean garatutako proiektua da. Duela hiru urte ikerketa prozesu bat jarri zuten martxan Madrilen, eta orain Donostiara heldu da erakusketa forma hartuta. Hiesa gaixotasun gisa ez ezik, diskurtso politiko gisa ere lantzen du obrak. «Hiesaren krisiak kulturan izandako eraginean jartzen du arreta», azaldu du Arriolak. «Kontraartxibo bat sortzea da proiektuaren metodologia; ez du iraganaren lekuko edo babesgune izan nahi, errealitatea orainean idazteko tresna da artxiboa». Haren arabera, azken urteetan nazioartean gai hori asko landu dute, baina, gehienetan, testuinguru «hegemonikoen» ikuspegitik: Ameriketako Estatu Batuetan eta Europa erdialde-iparraldean jorratu dute, besteak beste. Horregatik, Latinoamerika, Euskal Herria eta Espainian jarri dute arreta.

1980ko hamarkadaren amaieratik aurrera, hiesaren inguruan publikatutako artxiboen bilketa bat egin dute: ekoizpen artistikoak, argazkiak, bideoak, kartelak, egunkarietako orrialdeak, prebentziorako eskuorriak… aurki daitezke erakusketan. Artxibo horietatik abiatuta, zenbait konturen inguruko gogoeta proposatu nahi dute komisarioek. Izan ere, iraganeko borroken oroimena berpiztu nahi dute, egungo zailtasunei aurre egiteko baliagarria delakoan. Globalizazioaren eta neoliberalismoaren inguruko ikuspegi kritikoa adierazi dute, eta Pablo Berastegi Donostia 2016ko zuzendariaren iritziz, «pentsamendu kritikoa, artea eta konpromiso soziala» uztartzen ditu erakusketak. «Ondoez neoliberala» idatzita dago kartel batean.

Carme Nogueira artista arduratu da erakusketaren diseinuaz, eta hiru ardatz kontzeptualetan banatu ditu dokumentuak. Animalia sinbolo gisa lantzen da lehenengo atalean; izan ere, azaldu dutenez, hiesaren inguruko politiketan funtsezko lekua bete dute animaliek, eta irain gisa ere erabiliak izan dira. Heriotzaren ingurukoa da bigarren atala, eta, bertan, hiesaren krisia gizarteak nola bizi izan duen erakusten da: legeak, erritu sinbolikoak, sinesmenak… landu dituzte. Azken atalean, berriz, osasuna da oinarri. «Gorputz batzuk normal gisa eta beste batzuk patologiko gisa irakurtzera garamatzan konbentzioa da osasuna», irakur daiteke bazter batean.

Erakusketari lotuta, hark irauten duen bitartean, lau jarduera egingo dituzte Tabakaleran. Gaur bertan hasiko da horietako lehena, 17:00etan: Osasuna / jakintza / boterea izeneko tailerra. Bost jardunalditan banatu dute, eta haietako bakoitzean zenbait gai landuko dira: GIB birusa, ingurumena, sistema juridikoa… Gaurko saioan, gorputzaren politiken inguruko eztabaida sustatuko dute. Arriolaren arabera, gaur gaixotasuna landuko dute, batez ere, baina gainontzeko saioetan, abiapuntu baino ez da izango.

Deskolonizazio prozesuak

Maryam Jafrik 2015eko martxoan aurkeztu zuen The Day Afterproiektua Parisen, eta, orain, Tabakalerarako moldatu du. Dimentsio hirukoitza du lanak: artxiboa artistaren pieza gisa, ikerketa kasu gisa zein jabetza gisa landu du. Independence Day 1934-1975 (Independentziaren Eguna 1934-1975) obra da proiektuaren abiapuntua, baita erakusketako lehen pieza ere. Galdera honen inguruko gogoeta proposatzen du lan horrek: «Zein da artxiboen funtzioa deskolonizazio prozesuetan?». Obra hori osatzen duten argazkiak Europako koloniak izandako Afrikako eta Asiako herrialdeetan ateratakoak dira, independentzia lortu zuten egun berean. Independentziaren inguruko ekitaldiak eta ospakizun politikoak ageri dira, besteak beste. Irudi horiek batabestearen ondoan jarrita, artistak herrialdeen historia irakurtzea proposatzen du.

Erakusketaren bigarren atalean, ikerketa kasuak daude, artxibo bat osatzeko baliabide direnak. Betonsalon egindako ikerketa kasuez gain, propio Tabakalerarako egindakoak ere badaude: Marokoko, Ekuatore Gineako eta Filipinetako kasuak dira horiek.

Hirugarren atal bat du erakusketak, artxiboa jabetza gisa jorratzen duena. Jafrik Independence Day 1934-1975 pieza osatzeko egin zuen ikerketan zehar, konturatu zen argazki agentzietatik eskuratzen zituen irudietako asko —Getty Images edo Corbis agentziek emandakoak, esaterako—, herrialde independizatuetako gobernuek ematen zizkioten berberak zirela. Horren harira, ariketa bat proposatzen du: agentziek emandako irudiak, argazki pribatuak eta nazionalak elkarren ondoan jarri ditu, eta haien artean antzekotasunik ba ote dagoen aztertzea da ariketaren muina.

La crisis del sida, una lente para observar la sociedad

La muestra ‘Anarchivo Sida’ de Equipo re se puede visitar en Tabakalera hasta el 26 de junio

tabakalera-Algunos folletos sobre la prevención del sida, situados en el apartado dedicado a la salud

Algunos folletos sobre la prevención del sida, situados en el apartado dedicado a la salud. Fotos: Ruben Plaza

DONOSTIA – La otra mitad de la sala de exposiciones de Tabakalera acoge hasta el 26 de junio la exposición Anarchivo Sida, una propuesta documental y artística que forma parte de una investigación que comenzó hace dos años. Así, la muestra se pone en diálogo con la exposición de la otra mitad de la sala, The Day After, puesto que ambas parten de material de archivo, pero toman un camino distinto, ofreciendo propuestas muy diferentes entre ellas. Anarchivo Sida, comisariada por la plataforma Equipo re, se fija en la dimensión cultural de la crisis del sida. “No es una exposición sobre el sida, sino que lo toma como una lente para observar otros temas, como la evolución del cuerpo a partir de la década de los 80”, explicó Aimar Arriola, uno de los miembros de Equipo re junto con las chilenas Nancy Garín y Linda Valdés. La muestra combina documentación recogida por los comisarios con propuestas artísticas de distintos creadores del Estado y de Latinoamérica, por lo que el público se encontrará con textos, imágenes vídeos y pósters, entre otro material.

Los comisarios de la exposición no definieron esta obra como el resultado de un proceso de investigación, sino que es un paso más, ya que el trabajo no ha conluido aún. “No hemos partido de un archivo que

estaba constituido, sino que hemos dado forma a distintos materiales que hemos encontrado, para luego llevarlo a la sala de exposiciones”, señaló el comisario vasco, quien aseguró que todo lo que se contempla en la muestra está bajo la tensión entre naturaleza y cultura.

La exposición se vertebra en tres apartados, según afirmó Valdés. “En primer lugar, reunimos el material relacionado con lo animal”, aseguró la comisaria chilena. Por ejemplo, nada más acceder a la sala se puede ver una obra de arte que muestra los aspectos biológicos que afectan a que una persona tenga sida.

El segundo apartado, titulado Muerte, muestra la tanto la vida como el final de la misma. “En un gran panel mostramos la exaltación de la vida a través de vídeos e imágenes de gente de fiesta, bailando”, explicó Garín, quien agregó que también han colocado unos pequeños textos explicativos al lado de cada obra o documento.

Por último, el tercer apartado, el más extenso de todos, trata el tema de la salud. “Hay bastante material sobre ello, y en parte hemos querido reflexionar acerca de quién es un efermo y quién una persona sana”, explicó Valdés. La chilena apuntó que han puesto interés a temas locales, pero también hay bastantes documentos de países de Latinoamérica. “Hemos puesto énfasis en las herramientas de prevención, con vídeos de pequeños talleres y folletos y carteles conocidos por todos”, agregó.

Por otro lado, hoy comenzarán las actividades paralelas con las conversaciones Salud/saber/poder, relacionadas con la crisis del sida. – M.E.

‘ANARCHIVO SIDA’

La exposición. La muestra reúne producciones artísticas, documentación fotográfica, vídeos y recortes de prensa, entre otros, con la mirada centrada en la crisis del sida.

Fechas y horarios. La muestra estará abierta hasta el 26 de junio, los martes a jueves de 12.00 a 20.00 horas, los viernes de 12.00 a 21.00, los sábados de 10.00 a 21.00 y los domingos y festivos de 10.00 a 20.00 horas.

ACTIVIDADES PARALELAS

Talleres y charlas. Comienzan mañana y se estructuran en cuatro bloques: el Taller de los nombres; Salud/saber/poder; True in my body; yCuerpos en la brecha.

“Mamá, ¿yo soy chica?”

Familiares de menores transexuales piden que se desarrolle la ley de no discriminación por motivo de identidad de género

Familiares de menores transexuales piden que se desarrolle la ley de no discriminación por motivo de identidad de género

Imagina que el colegio de tu hijo te anuncia que va a llegar a dar clase un nuevo profesor, te invitan a conocerlo en una charla y, en la reunión, descubres que se trata de una persona negra. Cuando vuelves a casa, con suerte, tu hijo te pregunta qué tal la reunión. ¿Te sentirías en la obligación de advertirle que su nuevo profesor es negro? ¿O te sentirías más inclinado a explicarle lo que su nuevo profesor ha expuesto sobre sus planes para el curso?

Este mismo ejemplo ha sido planteado a cerca de un centenar de padres de un centro educativo público en Navarra, para invitarles a reflexionar sobre qué debían contar a sus hijos después de una reunión a la que les citó la dirección del centro. El tema a tratar, la situación de un menor transexual que ha decidido presentarse ante sus compañeros de curso, y ante la sociedad en general, como lo que es: un chico con vagina.

Tras escuchar el testimonio de la madre del chico, de un sexólogo que trabaja en el acompañamiento de los menores transexuales, y después de valorar los consejos y las pautas de comportamiento que se expusieron, uno de los padres pregunta: “Y ahora, ¿qué les decimos a nuestros hijos?”.

La reflexión sobre el supuesto profesor negro sirve de ejemplo para explicar que los niños aceptan con naturalidad la realidad en la que viven. Seguramente, los compañeros del menor transexual han asumido su situación con mucha más normalidad que la que emplean los adultos para hacerse cargo de un asunto que les resulta extraordinario. Así que lo más sencillo es no hacer artificioso un tema que los niños ven natural. Si no piden explicaciones sobre su compañero de clase, no hay por qué dárselas. Y si las piden, todo puede explicarse desde el respeto. En la reunión se dieron multitud de pautas para hacerlo.

Genitalidad e identidad sexual

“Si yo te pregunto, Joseba, ¿tú por qué eres hombre? Seguramente lo primero que te sale responder es ‘porque tengo pito y los huevos bien puestos’, que es lo que responderíamos la mayoría de los hombres. Porque los huevos seguro que los tenemos bien puestos, pero los conceptos no sé si tanto”. Aingeru Mayor, sexólogo y responsable de Chrysallis, tiene perfectamente estudiado el impacto que causa en los alumnos y padres el comienzo de su charla. Necesita ese impacto, porque requiere toda la atención del auditorio para conseguir transmitir su mensaje a través de la emoción.

Prosigue su coloquio: “Vamos a hacer un experimento. Yo traigo aquí mi bisturí recién afilado. Vamos a suponer, Joseba, que te tumbas sobre esta mesa y yo te corto el pito y los huevos, luego te coso, te curas, y dentro de unas semanas volvemos y te haré esta pregunta: Joseba, ¿tú eres hombre o mujer?”. Se escucha alguna risa entre los asistentes a la reunión y el aludido Joseba se sonroja, pero Mayor acude en su ayuda: “Posiblemente sigas respondiendo que eres hombre, pero posiblemente también te sientas menos hombre que antes. ¿Por qué? Porque en esta sociedad se le da mucha importancia a lo de tener el pito bien grande y los huevos bien puestos. Pero tú te seguirías sintiendo hombre”.

Este preámbulo sirve a Mayor para que calen profundo dos de los mensajes más importantes que transmite en sus charlas. El primero tiene que ver con el proceso de sexuación. “Las personas nos vamos haciendo hombres, o mujeres, desde el momento de la concepción hasta nuestra muerte”, recalca Mayor. Y el segundo mensaje: nos vamos haciendo hombres o mujeres con elementos de ambos sexos, es decir, tenemos elementos masculinos y femeninos. “Y todos estos rasgos entrelazados van construyendo el hilo argumental de nuestra propia biografía”.

Por lo tanto, no es la genitalidad la que marca nuestra identidad sexual. “Ser un hombre con pene y testículos o ser una mujer con vulva es lo habitual. Pero no lo normal. Existen los hombres con vulva y las mujeres con pene. No es lo habitual, pero sí es normal”. Según los datos de la Asociación de Familias de Menores transexuales Chrysallis, la cifra de menores transexuales en Navarra ronda el centenar. Mayor es sexólogo de esta asociación y sabe bien de qué habla. Tiene dos hijas y una de ellas es transexual.

Dudas e incertidumbres

La historia que los padres de menores transexuales cuentan sobre sus hijos es similar en muchos aspectos. Las dudas iniciales, la incertidumbre, la rebeldía ante los rasgos masculinos o femeninos impuestos por la sociedad, el miedo, el no saber bien a qué se están enfrentando. En la reunión del centro educativo navarro, la madre del menor relata su historia a los padres de los compañeros de su hijo. Nació con vulva, pero desde que tuvo conciencia de sí mismo tuvo muchas dudas. “Mamá, ¿yo soy chica?”, le preguntaba con insistencia, extrañado de que se le adjudicase esa identidad.

Prefería jugar al fútbol, vestir siempre con pantalón, estar con otros niños y llevar el pelo corto. Sus padres aceptaron esas preferencias y le acompañaron en su proceso de elección. Con el tiempo, el menor se atrevió a decirles que, en casa, le tratasen siempre como a un chico. Fue un primer paso muy importante, relata su madre, una decisión que le costó adoptar pero que le hizo ser muy feliz.

Tanto, que el menor descubrió que podía hacer más grande el ámbito en el que se presentaba como chico. Ocurrió primero con la familia, después con los amigos y los conocidos. Se iba ampliando el círculo. Su madre cuenta que el camino hacia la verdadera identidad de su hijo ha estado repleto de etapas en las que sólo daba el siguiente paso cuando se sentía plenamente seguro, aceptado y respetado.

La historia de Leo

La etapa final, la que ha supuesto que él mismo cambiase su nombre y que se presentase ante sus compañeros de clase, ante sus vecinos y ante todo el mundo como lo que es, un chico, llegó después de ver un vídeo. En él se relata la historia de Leo, el primer niño transexual de Euskadi tratado con inhibidor de la pubertad. Para este menor, el testimonio que prestaba un sexólogo en el vídeo fue revelador. Pidió a sus padres ver al profesional para poder hablar con él. Dicho y hecho.

La dirección del centro, en coordinación con el Departamento de Educación, ha colaborado en todo momento para que la situación de este menor se asuma con normalidad en el colegio. Se habló con el personal del comedor, con el profesorado y, por último, con los padres de los compañeros del niño. La madre del menor sólo pidió al resto de los padres una cosa: respeto. Ella no estaba allí para decir a nadie cómo tiene que pensar. Estaba allí para explicar la realidad de su hijo y para pedir a todos el respeto con el que se trata a cualquier otro compañero.

Navarra fue pionera al aprobar en 2009 una ley foral de no discriminación por motivos de identidad de género y reconocimiento de los derechos de las personas transexuales. Otras comunidades autónomas tomaron la norma foral como referencia para regular legalmente esta materia. Sin embargo, el contenido de la ley no ha terminado de desarrollarse en la práctica. Sí, hay aspectos que recoge la ley y que funcionan correctamente, como la Unidad de Transexuales e Intersexos, que cuenta con sexólogos y psicólogos que realizan un seguimiento y acompañamiento a los menores transexuales.

Pero hay otros muchos artículos de la ley que se han quedado solo en enunciado, y eso impide que la atención que reciben estos menores pueda ser integral. El Parlamento foral ha aprobado recientemente el compromiso de todos los grupos para la puesta en marcha de todos los recursos públicos que contempla la ley. Mientras tanto, desde el departamento de Educación, el de Salud, desde los centros educativos y con la colaboración de la Asociación Chrysallis, se va haciendo frente de la mejor manera posible a los casos que se ponen de manifiesto en las aulas. No es lo habitual, pero sí es lo normal. Por eso se intenta la implicación de todas las personas que rodean al menor. Para pedir respeto hacia su situación.

TABAKALERAk “Archivo SIDA” izeneko erakusketa antolatzen du, non HIESak kulturgintzan izandako eragina aztertzen den.

EKIPO REk eginda, hainbat material grafiko erakusten du, baita EHGAMeko kartel batzuk ere

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TABAKALERAk “Archivo SIDA” izeneko erakusketa antolatzen du, non HIESak kulturgintzan izandako eragina aztertzen den.

EKIPO REk eginda, hainbat material grafiko erakusten du, baita EHGAMeko kartel batzuk ere

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Una muestra repasa en Tabakalera el impacto del sida en la creación cultural

Convivirá en la sala contigua con las instalaciones fotográficas de la artista Maryam Jafri

Una de la obras de la exposición Anarchivo sida, que ha sido presentada hoy por el Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera en colaboración con DSS2016

Una de la obras de la exposición “Anarchivo sida”, que ha sido presentada hoy por el Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera en colaboración con DSS2016 (EFE)

El impacto del sida en la producción cultural protagoniza una exposición que se celebra desde hoy en el centro Tabakalera de Donostia, donde se recogen intervenciones artísticas, vídeos de performances, publicaciones, carteles o recortes de prensa.

DONOSTIA. La directora cultural de Tabakalera, Ane Rodríguez, y el director general de Donostia 2016, Pablo Berástegui, han presentado hoy en una rueda de prensa esta muestra, titulada “Anarchivo sida”, que se celebrará hasta el próximo 26 de junio.

Esta exposición es fruto de un proyecto de investigación desarrollado a lo largo de tres años por el colectivo Equipo re -Aimar Arriola, Nancy Garín y Linda Valdés- para recopilar “la producción cultural, visual y performativa” en torno al sida desarrollada fuera del “marco hegemónico de EEUU y centro y norte de Europa”.

Por este motivo, la muestra pone “por primera vez” el foco en la actividad artística generada en España, Chile, Colombia, Brasil y Guatemala en torno a esta temática desde finales de la década de los ochenta hasta la actualidad.

Reactivar la memoria de las luchas de ayer para hacer frente a las complejidades de hoy es el objetivo de este proyecto, que se estructura sobre tres ejes conceptuales: la dicotomía animal y hombre; la muerte y su simbología, y la salud.

Ane Rodríguez ha explicado que por primera vez Tabakalera acoge simultáneamente dos exposiciones ya que “Anarchivo sida” convivirá en la sala contigua con las instalaciones fotográficas de la artista Maryam Jafri.

Esta creadora paquistaní, quien ha expuesto su trabajo en la bienal de Venecia y estará presente este mismo año en la bienal de Sao Paulo, presenta en Donostia la muestra “The day after” en la que reflexiona sobre las diferentes posibilidades que ofrece el “archivo” como pieza de artista, caso de estudio o propiedad.

Varios mosaicos de instantáneas colgadas en la pared suponen el punto de partida para la reflexión de la artista, que trae a Tabakalera una de sus obras más destacadas, “Independence Day”, que recrea las primeras 24 horas de algunos territorios que se transforman en naciones independientes.

Esta exposición ha sido concebida por Bétonsalon-Centre d’art et de Recherche (París), en colaboración con el centro donostiarra, que ha programado actividades paralelas para ambas exposiciones que permanecerán en sus instalaciones hasta mediados de junio.

Una exposición repasa en Tabakalera el impacto del sida en la creación cultural

El impacto del sida en la producción cultural de diversos estados protagoniza una exposición que se celebra desde hoy en el centro Tabakalera de Donostia, donde se recogen intervenciones artísticas, vídeos de performances, publicaciones, carteles o recortes de prensa.

Acto de presentación de la exposición «Anarchivo»

Acto de presentación de la exposición «Anarchivo». (Donostia 2106)

La directora cultural de Tabakalera, Ane Rodríguez, y el director general de Donostia 2016, Pablo Berástegui, han presentado en una rueda de prensa esta muestra, titulada «Anarchivo sida», que estará presente hasta el próximo 26 de junio.

Esta exposición es fruto de un proyecto de investigación desarrollado a lo largo de tres años por el colectivo Equipo re –Aimar Arriola, Nancy Garín y Linda Valdés– para recopilar «la producción cultural, visual y performativa» en torno al sida desarrollada fuera del «marco hegemónico de EEUU y centro y norte de Europa».

Por este motivo, la muestra pone «por primera vez» el foco en la actividad artística generada en el Estado español, Chile, Colombia, Brasil y Guatemala en torno a esta temática desde finales de la década de los ochenta hasta la actualidad.

Reactivar la memoria de las luchas de ayer para hacer frente a las complejidades de hoy es el objetivo de este proyecto, que se estructura sobre tres ejes conceptuales: la dicotomía animal y hombre; la muerte y su simbología, y la salud.

Ane Rodríguez ha explicado que por primera vez Tabakalera acoge simultáneamente dos exposiciones, ya que «Anarchivo sida» convivirá en la sala contigua con las instalaciones fotográficas de la artista Maryam Jafri.

Esta creadora paquistaní, quien ha expuesto su trabajo en la bienal de Venecia y estará presente este mismo año en la bienal de Sao Paulo, presenta en Donostia la muestra «The day after», en la que reflexiona sobre las diferentes posibilidades que ofrece el «archivo» como pieza de artista, caso de estudio o propiedad.

Varios mosaicos de instantáneas colgadas en la pared suponen el punto de partida para la reflexión de la artista, que trae a Tabakalera una de sus obras más destacadas, «Independence Day», que recrea las primeras 24 horas de algunos territorios que se transforman en naciones independientes.

Esta exposición ha sido concebida por Bétonsalon-Centre d’art et de Recherche (París), en colaboración con el centro donostiarra, que ha programado actividades paralelas para ambas exposiciones que permanecerán en sus instalaciones hasta mediados de junio.