El programa sobre sexo para los niños noruegos que escandaliza a los mayores

El programa sobre sexo para los niños noruegos que escandaliza a los mayores

 

Sin nada que ocultar. Es lo que persigue la televisión pública de Noruega con ‘Newton’, un programa dirigido a los pequeños de la casa que incluye una miniserie sobre educación sexual. Como no podía ser de otra forma, el espacio ha escandalizado a muchos espectadores por sus imágenes demasiado explícitas, como los primeros planos de los órganos sexuales masculinos y femeninos. Por si fuera poco, sus capítulos se cuelgan en Youtube, lo que ha provocado que el servicio de vídeos de Google advierta de que pueden ser inadecuados para algunos usuarios. Da igual. Sus capítulos, que se caracterizan por su estilo desenfadado y falta de pudor a la hora de explicar a los niños todo lo concerniente a las relaciones más íntimas, se han hecho virales en Internet.

Un ejemplo de ello es un episodio donde Line Jansrud, la presentadora de la serie de ocho capítulos titulada ‘Pubertet’, está en los vestuarios de un gimnasio. De repente, arranca la toalla a un hombre y a una mujer que pasaban por allí para dejar al aire sus atributos. Todo para explicar al detalle, y con un lenguaje sencillo y directo, los órganos masculinos y femeninos, mientras los toca sin ningún tipo de vergüenza y con un claro objetivo didáctico. «Ahora que eres pequeño, sólo usarás el pito para hacer pis. Pero más adelante lo necesitarás para más cosas», comenta divertida.

En los programas, los niños aprenderán todo lo relativo al crecimiento de sus órganos más íntimos, los cambios que experimentarán su voz, la menstruación, el acto sexual o la reproducción. Siempre utilizando modelos reales, es decir personas de carne y hueso, lo que sorprende teniendo en cuenta que se trata de un programa orientado a un público infantil. En comparación, el programa de TVE ‘Hablemos de sexo’, presentado por la psicóloga Elena Ochoa en 1990 y dirigido por Narciso Ibáñez Serrador, era bastante más mojigato, ya que no se veían este tipo de imágenes tan explícitas. Pese a todo, en Noruega aseguran que ‘Newton’ es un programa para todos los públicos. Menos para los que se escandalizan con estos temas, claro está.

Lohana Berkins, aktibista trans argentinarra, hil da

 

lohana berkins

 

“Queridas compañeras, mi estado de salud es muy crítico y no me permite reunirme personalmente con ustedes. Por eso quiero agradecerles sus muestras de cariño y transmitirles unas palabras por medio de la compañera Marlene Wayar, a quien lego esta posta. Muchos son los triunfos que obtuvimos en estos años. Ahora es tiempo de resistir, de luchar por su continuidad. El tiempo de la revolución es ahora, porque a la cárcel no volvemos nunca más. Estoy convencida de que el motor de cambio es el amor. El amor que nos negaron es nuestro impulso para cambiar el mundo. Todos los golpes y el desprecio que sufrí, no se comparan con el amor infinito que me rodea en estos momentos. Furia Travesti Siempre. Un abrazo”.

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Murió Lohana Berkins, militante por los derechos humanos de travestis y transexuales

Era la directora de la Oficina de Identidad de Género y Orientación Sexual. “Estoy convencida de que el motor de cambio es el amor. El amor que nos negaron es nuestro impulso para cambiar el mundo” dijo en un mensaje de despedida.

Falleció la miltante Lohana Berkins

Lohana Berkins

Este viernes falleció la militante Lohana Berkins, una referente por en la lucha por la identidad de género.
Estaba internada en el Hospital Italiano de Capital Federal. Desde 2013, era la directora de la Oficina de Identidad de Género y Orientación Sexual.
En 1994, Berkins fundó la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT) y fue una de las principales impulsoras de la ley 3062 de respeto a la identidad adoptada por travestis y transexuales y aprobada por la Legislatura porteña en 2009 y de la Ley de Identidad de Género aprobada por el Congreso Nacional en 2012.
Desde 2013, Berkins era la directora de la Oficina de Identidad de Género y Orientación Sexual, que funciona bajo la órbita del Observatorio de Género en la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires.
El jueves, a través de su compañera de militancia Marlene Wayar, había dado a conocer el que fue su último texto:
“Queridas compañeras, mi estado de salud es muy crítico y no me permite reunirme personalmente con ustedes. Por eso quiero agradecerles sus muestras de cariño y transmitirles unas palabras por medio de la compañera Marlene Wayar, a quien lego esta posta. Muchos son los triunfos que obtuvimos en estos años. Ahora es tiempo de resistir, de luchar por su continuidad. El tiempo de la revolución es ahora, porque a la cárcel no volvemos nunca más. Estoy convencida de que el motor de cambio es el amor. El amor que nos negaron es nuestro impulso para cambiar el mundo. Todos los golpes y el desprecio que sufrí, no se comparan con el amor infinito que me rodea en estos momentos. Furia Travesti Siempre. Un abrazo”.

La Guardia Civil impide que una agente lesbiana sea condecorada

A Vanesa Fraga, que intentó suicidarse por el acoso homófobo que sufría tras casarse, se le concedió una medalla por su actuación en un accidente de rally, pero sus mandos han frenado el proceso, forzando que la distinción recaiga en su general

Palmarés final del Rally de Carral, en el que en el lugar de Vanesa Fraga, aparece su general como ganador de la Mención especial.

Palmarés final del Rally de Carral, en el que en el lugar de Vanesa Fraga, aparece su general como ganador de la Mención especial.

MADRID.- El 5 de septiembre de 2015 uno de los vehículos participantes en el Rally de Carral (Galicia) se salió del recorrido, atropellando a más de una veintena de personas. Siete de ellas murieron, incluyendo dos niñas y una mujer embarazada de nueve meses. Pese a la magnitud de la tragedia, ésta pudo ser aún mayor de no ser por la actuación de las fuerzas de seguridad y los servicios de asistencia, que lograron que 16 personas heridas de gravedad fueran trasladadas rápidamente al hospital.

Una de las que ayudaron a las víctimas fue la agente de la guardia civil Vanesa Fraga. Su actuación en el accidente le valió ser propuesta para recibir una mención especial de la Federación Gallega de Automovilismo, que le fue concedida. Sin embargo, Vanesa no recibirá dicha medalla.

En diciembre de 2015 Vanesa denunció en Twitter que estaba siendo sometida a un acoso insoportable en el cuerpo por su condición de homosexual. La agente se había casado recientemente con su mujer, mudándose a un pabellón de su cuartel que habían reformado. El 8 de diciembre Vanesa no aguantó más la presión y se pegó un tiro en el pecho. Sobrevivió.

Palmarés de la Mención especial del Rallie de Carral, concedida por la Federación Gallega de Automovilismo, en el que aparece concedida a Vanesa.

Palmarés de la Mención especial del Rallie de Carral, concedida por la Federación Gallega de Automovilismo, en el que aparece concedida a Vanesa.

Sus denuncias por el acoso homófobo que sufrió y su presencia en la prensa debido a su intento de suicidio no han rebajado la presión que sufre por parte del cuerpo. Más bien al contrario: los altos mandos de al guardia civil intentan transformar su carrera y hacerla pasar por una mala agente.

Prueba de ello son las presiones a los organizadores del Rally de Carral, para que le retiraran la condecoración que iba a recibir por su actuación en el accidente que tuvo lugar el año anterior. La organización había llegado a publicar la lista oficial de ganadores de la mención, que incluía a Vanesa.

Sin embargo, la Guardia Civil ha forzado que la medalla recaiga sobre un superior, en concreto el general José Feliz Cadenas. Este alto mando ni siquiera estaba presente en el accidente, pero recibirá la mención Presidente, que se entregará el próximo 13 de febrero.

Una condecoración de la Guardia Civil, también olvidada

El equipo médico del Rally de Carras, Team Medical Sport, también hizo un esfuerzo para que Fraga fuera reconocida por la ayuda que prestó en la crisis que generó el accidente. Por ello, envió un comunicado a la Comandancia de la Guardia Civil para que otorgara a la agente algún tipo de mención honorífica.

Durante la convalecencia de Vanesa en la UCI tras su intento de suicidio, algunos altos mandos de la Guardia Civil transmitieron a su familia su intención de concederle también la medalla que había sido propuesta por Team Medical Sport. Sin embargo. esa voluntad también ha caído en saco roto.

La ciudad donde los baños no tienen distinción de sexo

San Francisco vuelve a ponerse a la cabeza de iniciativas que borran cualquier discriminación

San Francisco ha sido cuna del movimiento gay. Harvey Milk, el concejal que puso el barrio de Castro en el centro de la polémica, tiene un parque en su nombre. El paso del tiempo no ha apagado las reivindicaciones. Al contrario, ha conseguido que la identidad sexual forme parte del discurso vital de cada cual con total naturalidad.

En septiembre la escuela primaria Miraloma, en el barrio de Portola, fue la primera en dejar solo unos baños, sin hacer distinción por sexo entre los pequeños. Desde el 12 de enero los comercios, bares, restaurantes y lugares públicos en general tienen la obligación de adaptar sus WC a personas que sean transgénero o que, sencillamente, prefieren no definirse públicamente al escoger una puerta.

La medida pretende ir a más. Se hace también pensando en discapacitados o personas mayores que requieren de ayuda, y en las que podría darse el caso de que su cuidador no fuera del mismo sexo con lo que no podría asistirle en el aseo, o padres con niños pequeños.

La medida provoca una curiosa paradoja. Los comercios que cuenten con un solo baño, cuyo uso carezca ya de distinción, no tendrán que hacer cambios. Sin embargo, los que cuenten con dos, orientados para damas y caballeros, sí tendrán que hacer reformas.

Esta medida refleja la preocupación que existe en la zona por proyectar la igualdad sin hacer distinción de la orientación sexual. La red social Ello, sin publicidad ni modelo de negocio detrás, surgió como reacción a las políticas de Facebook en este mismo apartado.

Sister Roma, una drag queen de la ciudad, artista reconocida, miembro de la Hermandad de la Indulgencia Perpetua, emprendió una cruzada contra el servicio creado por Mark Zuckerberg al no poder darse de alta con su nombre artístico. Tampoco como transgénero. Dos años después, los de Menlo Park accedieron a las peticiones de la comunidad. Hoy, en inglés, ya permiten hasta 58 opciones de género distintas.

Víctimas de acoso escolar: “Los profesores contribuyen a que se banalice la violencia”

“Cualquiera puede ser un acosador. El perfil no es el del típico macarra”

Nidia Represa, Enrique Fonseca y Francisco Polo

Nidia Represa, Enrique Fonseca y Francisco Polo. ANTONIO HEREDIA

“¿Y tú no has hecho nada?” “Qué raro que siempre te toque a ti” o “No me cuentes tu vida, que yo también sufro mucho” son algunas de las frases que más escuchaba Enrique Fonseca, 28 años ahora, cuando denunciaba a sus profesores que sufría acoso escolar. Que en los intercambios de clase le aplastaban contra la pared tres o cuatro compañeros, que le escupían, le pegaban, le daban collejas. Y que fue así sistemáticamente y a diario durante dos años.

“Nunca me atreví a decírselo a mi familia. Hubiera sido como reconocer que era un pringao. Trataba de ocultarlo por todos los medios. Y si llevaba algún moratón, me lo tapaba”, recuerda. Pero sí avisó a sus maestros, de un colegio de Valladolid, sobre lo que estaba ocurriendo. Sí buscó ayuda en ellos, sin éxito. Por eso, en una reunión que ha mantenido esta mañana con el Ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, para tratar el asunto, esta víctima de acoso escolar le ha pedido que haga algo para que “los colegios presten más atención a los niños que denuncien”. Y que se pongan los medios para que “no haya ni impunidad ni desprotección”.

Junto a este joven, que luego ha sacado sus fantasmas a través del activismo político y ahora vive en Praga, han dado su punto de vista al ministro otras dos víctimas de acoso. Nidia Represa, autora del libro Bajo mi piel, y Francisco Polo, director de la plataforma de Change.org en España.

Todos ellos han coincidido en una cosa, que han transmitido a Méndez de Vigo, quien se ha comprometido a estudiar todas sus propuestas para ver cómo incluirlas en el Plan Estratégico de Convivencia Escolar. Es la siguiente: “En todos los colegios hay casos de acoso y no sólo uno. Las escuelas son una minisociedad en la que impera la ley del más fuerte”.

Uno de los principales problemas que Enrique Fonseca ve a la hora de abordar el acoso escolar es que todos los informes fallan en lo mismo, “en dibujar el perfil del acosador como el típico macarra, como el Nelson de ‘Los Simpsons’, pero no es real. Cualquiera puede ser un acosador si se dan las circunstancias propicias para ello, casi actúan así por instinto de supervivencia”, admite este joven, que explica que ahora se lleva bien con sus acosadores.

También ve un error en que “los profesores censuran acciones leves pero no graves y esto contribuye a que la agresión se banalice. Los niños están en un momento en el que están aprendiendo lo que es la justicia y hay que orientarles”.

Las medidas para combatirlo

Nidia Represa cree que lo prioritario para paliar el acoso es “educar” y “dar charlas en los colegios para explicar cómo se siente un chico acosado y que los profesores se puedan dar cuenta de su situación”. Habla con conocimiento de causa. Sufrió bullying en la escuela y le ha costado mucho salir de eso. Tanto, quesufrió estrés postraumático y hay muchos episodios de aquella mala época que no recuerda. “Lo mío era un acoso psicológico. Me insultaban por lo bajo y la profesora me regañaba a mí y si lloraba me decía que era una excusa para escaquearme de decir la lección”.

En su caso, quien se dio cuenta de que algo pasaba fue su madre. “Yo estaba bloqueada, no se lo conté a nadie. Me costó mucho verbalizarlo. Incluso cuando me cambiaron de colegio me seguían acosando por Tuenti y las redes sociales. Mi madre me salvó, se dio cuenta de que algo iba mal”.

Por su experiencia, insiste a los profesores y a los padres de que estén atentos a los cambios de los hijos y alumnos. “Yo me ponía el pelo por la cara, para ocultarme. Cambió la relación con mi familia, dejé de hacer los deberes… Pueden parecer cosas nimias, pero indican que algo pasa”, afirma.

Por su parte, Francisco Polo ha recordado que sufrió dos tipos de acoso: “Uno, por ser el diferente. Soy gay y de niño llamaban a mi padre para decirle que tenía un hijo maricón. Yo lo pasaba fatal. Y, el segundo, porque era el estudioso de la clase”. Este empresario de éxito afirma que el acoso no es “un juego de niños”,que hay que desterrar esta idea, esta expresión, porque no es ninguna broma. Y ha advertido del problema aún mayor que tienen los niños homosexuales o transexuales porque “son incapaces de verbalizar su sexualidad y, por tanto, tampoco cuentan nada del acoso que sufren”.

El Secretario de Estado de Educación ha declarado que ha sido una reunión muy productiva. Entre las medidas que ya hay propuestas en el borrador del Plan de Convivencia, destaca el teléfono de atención a las víctimas de acoso, que funcionará 365 días al año y será gratuito; una guía para padres e itinerarios de formación del profesorado en convivencia.

Por su parte, Francisco Polo le ha propuesto al titular de Educación habilitar un espacio en la web Change.org para que todos los implicados en el ámbito educativo puedan hacer propuestas para combatir el acoso.

Cate Blanchett: “¿Si soy lesbiana? Eso no debería interesar a nadie”

“Esto es como el amor de Romeo y Julieta pero entre Julieta y Julieta”.

Fotograma de 'Carol'

Fotograma de ‘Carol’

«¿Qué día es hoy? ¿Lunes? Entonces fue ayer cuando me llamó mi madre para felicitarme el cumpleaños. Le dije: ‘Ven a ver la película, aunque… hay una escena de sexo en la que beso el pezón de una chica. Sólo para que lo sepas’. Entiéndame, no es que estuviera preocupada, simplemente quería que lo supiera».Cate Blanchett se sienta, suelta el entrecomillado de arriba y consigue, de golpe y por orden: a) desarmar al periodista (ya tiene con qué empezar el artículo y, de paso, impresionar a su jefe y a los ingenuos. O al ingenuo de su jefe); b) dejar claras las reglas de la conversación que sigue (manda ella); c) reventar un spoiler que, la verdad, no es tal (o mejor, lo es, pero ¿cómo resistirse a contarlo?), y d) ganarse un fan (que le den el tercer Oscar, ya).

Cate Blanchett, para situarnos, no es sólo un actriz, es una manera muy particular de entender el negocio del cine y, ya puestos, el mundo entero. Sólo ella, desde lo más alto de su elevadísimo glamour, se permite usar en mitad de un párrafo la expresión shitting bricks (literalmente ‘cagando ladrillos’) y no pasa nada. Sí, la chica Armani habla de caca si lo cree conveniente. Y no pasa nada.

La conversación tiene lugar en la terraza del pomposamente denominado Palacio del Cine de Cannes. Estamos en mayo, acaba de presentarse Carol (que se estrena el 5 de febrero en España) y todo hace pensar que la película dirigida porTodd Haynes será la encargada de procurar a la actriz australiana de 46 años recién cumplidos en este momento (por eso lo de la mamá) su tercer Oscar (el que exigimos). De otra manera, nos enfadamos.

«Bueno», inicia cauta ante una pregunta descaradamente pelota (lo sentimos) sobre la cantidad de halagos que pisotea a su paso, «eso es lo que la gente te dice a la cara. Sinceramente, no sé todo lo que dirán a mis espaldas. Estoy encantada y cada piropo lo entiendo como un halago a todo al trabajo del equipo empezando por el director… Pero, siempre que ocurre esto me digo a mí misma lo mismo: prefiero no pensar en ello. Si te crees lo que dicen bueno de ti, te tienes que creer también lo que dicen malo. Está en el contrato. Y eso no. A los que me critican, ni agua». Y ahí lo deja. No hay nada como una respuesta rápida para dejar en ridículo a una pregunta estúpida. Cosas que pasan.

Fotograma de 'Carol' 2

Blanchett nació a la interpretación en el teatro (siempre que puede corre a desmentir que debutara en el cine en una película egipcia: «Sólo hice de extra») y sufre desde hace tiempo un ejercicio de adulación ininterrumpida. Priapismo agasajador, se podría llamar. Sea como doble de Katherine Hepburn en El aviadorcomo Galadriel enEl señor de los anillos o como el mismísimo Bob Dylan enI’m not there, sin contar su última exhibición en Blue Jasmine de Woody Allen, cada uno de sus papeles le colocan en ese extraño terreno de lo intocable. «Todo esto me resulta muy extraño. Recuerdo que cuando hice Elizabeth la impresión que tenía era que todo acababa ahí sin haber siquiera empezado. Luego, cuando no hace tanto [en 2008] decidí dedicarme al teatro en Sydney con mi marido, todos a mi alrededor me lo desaconsejaban. ‘Eres idiota. Estás tirando todo por la borda’, me decían. Pero no, creo que eso me hizo mejor actriz y, además, me encanta trabajar con Andrew (Upton) en familia. A mis hijos (tiene cuatro) también les apasiona», explica. Y la creemos.

En Carol, película que llega poco después de otra (Verdad), da vida a una mujer enamorada. Sin más. Sobre el relato de Patricia Highsmith (en inglés The Price of salt), la película cuenta el encuentro de dos mujeres (ella y la que interpretaRooney Mara) en el Nueva York de los años 50. Como en el texto original, la idea es describir el pautado, dulce y doloroso (a la vez) trayecto que va desde la sorpresa al tacto dulce de la piel dulce. Y todo ello, con la mirada acosada, en permanente estado de pánico. Estamos hablando de una obra maestra y de un crimen. Eso, lo primero, es la película y eso, lo segundo, era la homosexualidad en ese tiempo.

«Entonces», corrige la propia Blanchett, «y ahora también. En casi un centenar de países todavía es delito. Hay que dejar claro que la homosexualidad es un asunto privado. A menudo ocurre que si eres homosexual tienes que hablar de ello. De repente, pasa a segundo plano cualquier otro aspecto de tu trabajo y de tu personalidad. Sucede lo mismo con el cine y la discriminación de las mujeres. Las actrices y las directoras nos pasamos entrevista tras entrevista hablando de lo mismo. El hecho de que sea un tema de conversación quiere decir que algo va mal en la sociedad. Haynes siempre insistía en que esta es una historia de amor comoRomeo y Julieta, pero entre Julieta y Julieta».

Fotograma de 'Carol' 3

Variety publicó unas declaraciones suyas en que decía que había tenido relaciones con mujeres y se armó…
No fue Variety, fue internet. La red es una herramienta fantástica, pero es como la parte de atrás de la puerta del váter. Toda conversación puede ser convertida en un rumor.
Pero…
¿Que si soy gay? ¿Es ésa es la pregunta? Hágala pues. No todavía. Tu trabajo de actor es hacer que el público llegue a pensar que las cosas pueden ser de otro modo. Es, si se quiere, un trabajo antropológico, social y político. Esa es la parte de mi trabajo que adoro. Mi orientación sexual o mis ideas políticas no deberían interesar a nadie.

Queda claro. Pero, como sea que un revolcón nunca es suficiente, es el momento de volver a la escena de sexo. «Tengo claro que mi atractivo sexual reside en la mirada. Imagino que por eso fui contratada la primera [se ríe]. En cuanto se caen mis pantalones, se acabó el atractivo [vuelve a reírse]. Todo fue muy fácil. Rooney Mara y yo nos llevamos bien y tenemos el mismo concepto práctico del trabajo. Nos tomamos el trabajo muy en serio, pero no hacemos lo mismo con nosotras mismas. No hablamos mucho de las escenas de sexo, pero estábamos muy abiertas la una a la otra en el día del rodaje».

¿Se desnudó también el equipo de rodaje?
Se ofrecieron, pero les dije que no. [rompe a reír]

Perfecto, pero una pregunta: ¿Dónde dice lo de ‘Cagando ladrillos’ que se anunciaba en el primer párrafo? Respuesta: «Cuando Martin Scorsese me ofreció interpretar a Katherine Hepburn en su medio, en Hollywood, durante El aviador... estaba cagando ladrillos, y perdón por mi francés…».

En realidad, simplemente quiere decir que estaba asustada, pero de otra manera mucho más clara; mucho más Blanchett.

Y no pasa nada.

Barcelona impedirá oficiar matrimonios a concejales que se opongan a casar a parejas del mismo sexo

La concejala de ciclo de vida, feminismos y LGTBI, Laura Pérez

La concejala de ciclo de vida, feminismos y LGTBI, Laura Pérez EFE

El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido que los concejales que expresan su objeción a casar a parejas del mismo sexo no puedan celebrar ningún tipo de boda. La decisión, anunciada este jueves por la concejala de Ciclo de Vida, Feminismos y LGTBI, Laura Pérez, y comunicada el lunes de la semana pasada a los concejales por la alcaldesa Ada Colau, responde a una situación producida en el año 2014. El entonces concejal del PP Óscar Ramírez se negó a casar a una pareja de mujeres. El caso llegó al Síndic de Greuges que lo consideró una violación de sus derechos.

El Consejo LGTBI de la ciudad llegó a la misma conclusión que el Síndic: que “la objeción de conciencia ante la celebración de un matrimonio de personas del mismo sexo constituye una vulneración de los derechos de los colectivos LGTBI”. Por eso la alcaldesa, que es quien delega la potestad de oficiar ceremonias de matrimonio, la retirará a aquellos concejales que manifiesten objeción a casar a parejas del mismo sexo para garantizar los derechos de este colectivo.

Este jueves se ha reunido el Consejo LGTBI para constituir un grupo de trabajo de la aplicación de la ley contra la LGTBIfòbia aprobada la pasada legislatura en el Parlament. “Hay que acompañar a las entidades que han trabajado para que se aprobara esta ley”, ha remarcado Laura Pérez, que ha explicado que actualmente están analizando desde el ayuntamiento el trabajo realizado en este sentido por el gobierno Trias y haciendo formación específica a los trabajadores municipales.

Impulso al Centro municipal de recursos LGTBI

El Ayuntamiento ha decidido destinar un local de 1.314 metros cuadrados para ubicar el Centro Municipal de Recursos LGTBI en respuesta a las medidas recogidas en el Plan Municipal LGTB 2010-2015. El proyecto se ha trabajado con el Casal Lambda, el Frente de Liberación Gay de Catalunya (FAGC), la Asociación de Padres y Madres de Gays, Lesbianas y Transexuales (AMPGIL), la Asociación de Familias Lesbianas y Gays, y Gays Positius, y ahora se abre a un proceso participativo.

Una niña de la clase de Diego, también acosada: “Le llamaban maricón”

«Diego sufría lo mismo que yo. Le llamaban soso, maricón, empollón de mierda, se reían de él, se reían hasta de cómo se sentaba en su pupitre, cuando en realidad él era más listo que todos ellos. Le hacían el vacío, igual que me lo hacían a mí, porque yo también sacaba muy buenas notas. Al final, intentas sacarlas peores, porque así te dejan en paz. En quinto de Primaria el rendimiento de Diego empezó a bajar, sus notas empeoraron, no quería ni jugar en el patio, no quería hacer deporte, yo misma tenía que animarle para que jugara. Estaba muy triste. Me da mucha pena lo que le ha pasado. Me siento culpable, porque si me lo hubiera llevado conmigo igual no hubiera pasado nada de esto».

Así, con esta singular madurez, se explica Valeria, de 12 años, que coincidió cinco, en la misma clase del colegio Nuestra Señora de los Ángeles, con Diego González, el niño de 11 que se suicidó lanzándose desde la ventana de su vivienda familiar, en el quinto piso de un edificio de Leganés (Madrid), el pasado 14 de octubre.

Después del año y medio de acoso escolar que Valeria y sus padres denuncian en EL MUNDO, la niña cambió de colegio. Fue en septiembre pasado, hartos sus padres de buscar respuestas en este centro religioso en el que ya se han registrado otras denuncias por acoso. «Sólo nos decían que todo se arreglaría, que era cosa de niños, que sólo tenían que jugar entre ellos y todo mejoraría», explica Liberio, padre de Valeria. «Me decían que lo que me hacían me haría más fuerte, que me acostumbrara», narra la niña, amiga íntima de Diego y que se fue del Nuestra Señora de Los Ángeles en septiembre pasado. El crío se mató el 14 de octubre, y dejó una nota en la que decía: «No puedo volver al colegio y esta es la única forma de no ir».

Los padres de esta niña han solicitado declarar ante la juez de Instrucción 1 de Leganés, que estaba a punto de dar carpetazo a la muerte del niño cuando los padres hicieron pública la misiva que dejó a su suicidio, que apuntaba inequívocamente al centro. La magistrada ha reabierto la causa apoyándose en un testimonio que apunta a un presunto acoso sexual en el centro, pero varios padres han solicitado declarar para narrar otras irregularidades.

Cuando Valeria, que comenzó a salir del colegio temblando y llorando a principios de 2014, llevaba varias semanas de terapia, sus padres recibieron de su psicóloga una inesperada noticia que la propia niña narra ahora a EL MUNDO: «El padre Rivas, el director, me llevó a su despacho junto con las niñas que me estaban acosando, una de las cuales era hija de profesores del centro. Me sentó ante él, dejó aparte a las otras niñas, y me dijo que si seguía quejándome a mis padres de que me acosaban, me expulsarían del colegio. A ellas no les dijo nada».

Terrores nocturnos

Valeria llevaba ya meses con terrores nocturnos, sin ganas de ir a clase, «llorando todo el rato», explican sus padres, «pero nunca nos había contado eso, que el propio director la había metido en su despacho para chantajearla». La circunstancia sorprendió a los progenitores, pero más se sorprendieron cuando ellos mismos vivieron esa misma situación en sus carnes: «Increíblemente, el director nos metió en el despacho para decirnos que dejáramos de decir que nuestra hija sufría acoso, que eso no pasara de la puerta de aquel despacho y que nosotros no teníamos ni idea de lo que es acoso escolar».

Poco después, «muy impresionados con la actitud del colegio, que consistía en negarlo todo y taparlo todo», cambiaban a su hija de centro. «Ahora está en otro colegio, por cierto que también religioso, y ha cambiado de la noche al día. El centro está muy vigilante con ella y nos apoya al 100%. Es decir, lo que uno espera de un colegio: que enseñen a los niños a respetarse».

Uno de los primeros episodios del acoso que refiere Valeria (el nombre es ficticio para proteger la identidad de la menor) tuvo lugar delante de su propia tutora, en el Nuestra Señora de Los Ángeles: «La niña que empezó todo me llamó gilipollas delante de todos, incluso de la profesora, que no hizo nada», explica la niña.

«Al principio, la verdad es que también a nosotros nos parecía una cosa de críos, no nos preocupaba», cuenta su padre. «Nos contaba que tenía problemas con otras niñas y pensábamos que todo pasaría, que sería cosa de tiempo. Pero luego su ánimo empezó a cambiar. Le habían puesto brackets en los dientes y le llamaban de todo».

“Me decían que era un oso”

Valeria: «Tengo como vello en el cuerpo y me decían que era un oso… Me acababan haciendo el vacío muchos niños porque esta niña lo decía». Su padre:«Ir a clase se le volvió un infierno. Hubo incluso una vez en que la empujaron escaleras abajo, se hizo una fisura en el pie y los profesores ni siquiera la llevaron al médico. Cuando la fuimos a recoger, tenía el pie que no podía andar. Era todo increíble. Cuando tuvo problemas, preguntamos por pedagogos u orientadores que tuvieran en el colegio. Nos dijeron que no había nada, que todo se arreglaría solo, que no nos metiéramos».

Los progenitores creen que en el origen de todo se halla un desencuentro que ellos mismos tuvieron con los padres de esta niña: «Fue una bobada y jamás le dijimos nada a ella, pero da la impresión de que ellos no hicieron precisamente eso». Los padres de esta otra cría son profesores en el centro, «que es bastante como una secta en determinadas cosas», dice el padre de Valeria. Lo que hubiera quedado en un choque infantil se enquistó «porque el colegio se negó a defender a nuestra hija, se negó incluso a intervenir: decían que todo se arreglaría por sí solo, que los niños lo único que tenían que hacer era jugar juntos».

Los padres de Valeria, al igual que la niña, dicen sentirse «un poco culpables con lo que le ha pasado a Diego. Si hubiéramos denunciado, igual todo hubiera sido diferente…», explica su padre, con la mirada perdida.

Los menores transexuales pueden cambiar su nombre pero no su sexo

A sus cuatro años (hoy cinco), Lucía se ha convertido en la niña más pequeña que consigue cambiarse el nombre en el Registro Civil por transexualidad, después de que una sentencia del juzgado de Tolosa así lo haya reconocido. La menor ha recibido un DNI con el nombre que utiliza habitualmente y es acorde a la identidad sexual que manifiesta.

Sin embargo en el Registro Civil no podrá cambiar el sexo, dado que la actual legislaciónsolo permite tal modificación a los mayores de edad, a los que además exige el cumplimiento de dos requisitos: que exista un informe médico que acredite que existe disforia de género (disonancia entre el sexo morfológico inicialmente inscrito y la identidad de género sentida por el solicitante o el sexo psicosocial), y que la persona solicitante lleve al menos dos años de tratamiento “para acomodar sus características físicas a las correspondientes al sexo reclamado”.

Según ha informado la Asociación de Familias de Menores TransexualesChrysallis, unos 30 menores han conseguido hasta el momento el cambio de nombre por su condición transexual, y piden cambios legales que permitan también cambiar el sexo en el Registro.

“El cambio de nombre y sexo en la documentación es una herramienta clave para la plena integración en el tejido social, como por ejemplo evitar el acoso escolar por transfobia, evitando situaciones como la de pasar lista con un nombre que no se corresponde con el sexo sentido de la persona“, explica a EL MUNDO Carla Antonelli, diputada del PSOE en la Comunidad de Madrid y activista transexual, y una de las promotoras de la Ley Integral de Transexualidad que actualmente se está tramitando en la Asamblea de Madrid, que, según la parlamentaria, “será la más avanzada de España”.

La legislación andaluza reconoce el derecho de “autodeterminación de género” y permite por ejemplo a los alumnos transexuales usar ropa, aseos y vestuarios acordes a la identidad de género que manifiesten.

Los principales partidos, salvo el PP, contemplan en sus programas electorales la reforma de la Ley 3/2007 para eliminar los requisitos del diagnóstico de disforia de género y los dos años de tratamiento hormonal, además de ampliar los beneficiarios de la misma (por ejemplo, a los menores y a personas extranjeras en sus tarjetas de residencia), así como otras medidas. Esta norma data de 2007 e implicó eliminar el requisito de que hubiera una cirugía de genitales para que las personas transexuales pudieran acceder al cambio de los datos registrales, y fue referencia en el resto de países de habla hispana.