España, ausente en la lucha contra el sida

  • Muchos países han estancado o reducido su aportación a esta lucha

  • La falta de financiación impide que haya tratamiento para todos los afectados por VIH

La financiación fue uno de los caballos de batalla de la Conferencia de Durban

La financiación fue uno de los caballos de batalla de la Conferencia de Durban. SALUD POR DERECHO

Al término de la XXI Conferencia Mundial de sida, el pasado fin de semana, la preocupación por la evolución de la epidemia es extrema. Las problemáticas expuestas estos días en Durban han sido muchas, muchísimas, y los enfoques discutidos variados, todos de vital importancia: la falta de vacuna o cura para el sida, los problemas de las patentes y los precios en fármacos esenciales para la vida, el drama que viven los países de renta media ante el abandono de la ayuda internacional, la delicada situación de las poblaciones clave (mujeres, adolescentes, hombres que tienen sexo con otros hombres, trabajadoras del sexo, usuarios de drogas, presos…), el tratamiento, la prevención y otros muchos más. Pero, sobre todo, uno que sobrevuela proyectando una sombra alargada sobre el resto: el problema de la financiación.

Cuando parece claro que la respuesta al sida necesita una escalada para ver el fin de la pandemia en 2030 -como aseguran que es posible las mayores organizaciones de salud del mundo (OMS, ONUSIDA)-, nos encontramos con que la financiación de los países donantes más importantes se estanca. O se reduce.Un estudio de ONUSIDA (la agencia para sida de la ONU) sobre 14 gobiernos destaca que 13 de ellos -entre los que se encuentran Dinamarca, Alemania, Irlanda, Holanda, Noruega, Suecia o Reino Unido- han descendido su ayuda bilateral y multilateral durante 2014 y 2015.

Los recursos destinados para responder al sida en 2014 en países con niveles de renta bajo y medios fueron de 19.200 millones de dólares. Las proyecciones de ONUSIDA advierten que las inversiones internacionales y nacionales habrán de incrementarse en un tercio, hasta llegar a los 26.200 millones de dólares anuales en 2020, año de mayor inversión. Una vez llegado este punto, las inversiones se irán reduciendo paulatinamente hasta bajar a los 22.300 millones de dólares en 2030.

Sin embargo, como aseguró durante la conferencia Matt Kavanagh, analista deHealth Gap, “tenemos una crisis de financiación que no nos permite pensar en el fin de una crisis. Existen las herramientas necesarias para acabar con el sida. Pero ni siquiera hay tratamiento para todas las personas con VIH. Esto se debe, simplemente, a que no hay suficiente financiación para llegar a todos, y debemos preguntarnos por qué”.

Y es que, de los más de 36 millones de personas que viven con sida, sólo 17 millones están bajo tratamiento. “No podremos acabar con el sida si hay más de 20 millones de personas sin tratamiento y más de 2.000 nuevas infecciones al día”, añadió Anele Yaga, secretario general de Treatment Action Campaign.

El Fondo Mundial, una pieza clave

No es una cosa teórica: la pérdida de financiación significa la pérdida de vidas. Chris Beyrer, presidente de la International Aids Society, lo tiene claro: “Existen enormes retos entre los que se incluye la expansión del tratamiento, el suministro de PreP (profilaxis Pre-exposición) o las donaciones al Fondo Mundial de lucha contra sida, tuberculosis y malaria, y nada de esto va a ocurrir con esa tendencia”. Y ejemplifica: “La mayor parte de los programas para las poblaciones clave se realizan con el dinero de donantes externos, y la retirada de fondos del Fondo Mundial no está siendo cubierta por los gobiernos de muchos países”.

Desde su creación en 2002, el Fondo Mundial invierte unos 4.000 millones de dólares al año en las regiones más afectadas por las pandemias. Este dinero viene de diferentes países y financiadores, que lo donan para ayudar en la lucha contra estas enfermedades. Por poner un ejemplo, de los 17 millones de personas que hay bajo tratamiento de sida, 8 millones lo hacen a través de los programas que el Fondo Mundial implementa alrededor del mundo.

Cada tres años, el Fondo Mundial organiza una Conferencia de Donantes en dondelos gobiernos o financiadores privados comprometen fondos para el siguiente trienio. Este año tendrá lugar en Montreal (Canadá) durante el mes de septiembre, y ya son muchos los países que han anunciado su contribución para la reposición. España todavía no.

Canadá, liderazgo global en aumento

Destaca la aportación del propio Canadá, que aumentará en un 20% con respecto al anterior trienio, pasando de 600 a 720 millones de euros. “Es una oportunidad histórica para Canadá y para el resto del mundo”, dijo durante el anuncio el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. “Financiando la respuesta y construyendo solidaridad global, podremos ver el fin de estas pandemias devastadoras, que afectan a las poblaciones más vulnerables del mundo”.

La sociedad civil canadiense, mientras, se muestra orgullosa ante el anuncio del Gobierno que, además, anunció otra financiación de 60 millones de dólares para programas de tuberculosis a través de Stop TB Partnership. “El compromiso de Canadá demuestra un liderazgo global real y de vital importancia en la respuesta actual al sida y otras pandemias”, dice Robin Montgomery, deInteragency Coalition on AIDS and Development (ICAD). “Estos anuncios ofrecen un marco enorme para fomentar un debate sobre el impacto de la financiación y de la ayuda al desarrollo del resto de países donantes, sobre todo ahora que estamos viendo una marcha atrás en la financiación”.

La sociedad civil exige responsabilidad a los gobiernos en el tema del sida

La sociedad civil exige responsabilidad a los gobiernos en el tema del sida. SALUD POR DERECHO

Francia, agridulce compromiso

Francia, por su parte, ha anunciado una aportación de 1.080 millones, repitiendo la misma cifra con respecto al trienio anterior y manteniéndose como segundo mayor donante del Fondo, solo por detrás de Estados Unidos. Es una aportación que demuestra el liderazgo del país en la lucha contra estas pandemias. Sin embargo, el no aumento de la misma parece un paso atrás en un momento en el que las inversiones deben crecer hasta el año 2020 para evitar que la pandemia rebrote.

“Mantenerse como segundo donante es todo un hito para Francia, pero a la vez es decepcionante”, lamenta Alix Zuinghedau, responsable de incidencia en Coalition PLUS. “En 2012, tras alcanzar la presidencia, François Hollande aseguró que invertiría todo lo necesario para acabar con el sida y para poner a Francia en la senda del 0,7%. Cinco años después, las contribuciones al Fondo Mundial no han aumentado y la ayuda al desarrollo ha descendido hasta alcanzar el 0,37%“.

Italia, un punto de referencia para España

Italia, como España, dejó de ser donante del Fondo Mundial hace unos años, durante el Gobierno de Silvio Berlusconi. No fue hasta la Conferencia de Reposición del periodo que ya termina (2013-2016) que el país, con el Ejecutivo de Monti, volvió a mostrar compromiso en la lucha contra el sida con una aportación al Fondo Mundial de 100 millones de euros.

A finales del pasado junio Renzi anunciaba un incremento del 30% para el trienio que viene. Es decir, 130 millones de euros. “Ha habido un cambio: para este gobierno la cooperación internacional es la manera de ser más fuerte de cara al exterior”, asegura Stefania Burbo, de Osservatorio Aids. “Pese a todo, para la sociedad civil el incremento no es muy alto. Nos hubiese gustado que doblasen la cifra anterior”.

Hasta 2009, Italia donaba 400 millones para el trienio. Puede parecer que es una utopía pedir el doble de los 100 millones, pero hay que recordar que sería dar sólo la mitad de lo que daba hasta hace poco”, recuerda Francesca Belli, directora de Action. “Por eso las organizaciones de la sociedad civil también estamos peleando por la implementación del Impuesto a las Transacciones Financieras que negocian varios países europeos y que ayudaría a generar ingresos para financiar el Fondo Mundial“.

“Es un compromiso real por parte del Gobierno. Renzi está personalmente comprometido y sabe, por supuesto, que ser un líder en políticas internacionales también es una manera de evadir algunos problemas domésticos”, asegura Belli. Y añade: “Italia albergará el G7 en 2017 y Renzi prometió ser el cuarto país para entonces en Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD). Actualmente es el séptimo. Así que incrementar las donaciones al Fondo Mundial es una manera de alcanzar ese compromiso”.

“Italia puede ser ahora un ejemplo para otros donantes. Pese a sus ausencias durante los años anteriores, ha vuelto a subirse al tren. El incremento del 30% no es mucho, pero es importante para mostrar compromiso y liderazgo, y muestra a otros países que hay que aumentar y no reducir las ayudas al Fondo Mundial“, recuerda Burbo.

España, estancada en los años 80 en ayuda al desarrollo

En la década pasada, España llegó a ser el quinto mayor donante del Fondo Mundial, con más de 600 millones de euros comprometidos. Sin embargo, desde 2011 dejó de aportar dinero. Ni un solo céntimo>. Es más: dejó a deber más de 100 millones de los anteriormente comprometidos. Y aún más: actualmente el nivel de AOD está estancado en el 0,13%, igual que durante los años 80, cuando España dejó de ser receptor de estas ayudas para pasar a ser donante.

Desde organizaciones de la sociedad civil, como Salud por Derecho, llevamos muchos años trabajando para que España vuelva a ser un donante significativo del Fondo Mundial y asuma un papel clave en la lucha contra las pandemias. El pasado mes de mayo, la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo del Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad una Proposición No de Ley (PNL) para ‘apoyar definitivamente la lucha contra el sida y contribuir al fin de la pandemia en 2030′.

La PNL insta al Gobierno a llevar a la Conferencia de Reposición de Fondos del Fondo Mundial de septiembre una posición de país, contundente y a la altura de las circunstancias. Es decir, reemprender las aportaciones al Fondo Mundial, “con el objetivo de alcanzar una financiación similar a la que destinan los países de nuestro entorno“.

Aún es complicado saber si en septiembre habrá un Gobierno en este país. Igualmente, sería fundamental (como pide gran parte de la sociedad civil española) que España esté representada, como mínimo, por el secretario de Estado y que exista una declaración institucional consensuada por los grupos políticos en sede parlamentaria que ponga de manifiesto el compromiso real de que España anunciará, antes de que finalice este año, una contribución al Fondo Mundial para el período 2017-2019 acorde a la importancia de un país como el nuestro. Los 100 millones de Italia podrían ser un punto de partida.

Acabar con la pandemia de sida es posible en 15 años, a través de una financiación adecuada y una serie de políticas que incluyan prevención, educación y respeto de los derechos humanos. Alcanzar este objetivo salvará millones de vidas y mostrará que, con voluntad política, se puede cambiar el futuro. “¿Qué mejor mensaje de esperanza para estos tiempos tan difíciles?”, se pregunta Alix Zuinghedau. “Necesitamos más que nunca políticos que miren más allá de sus mandatos e inviertan en solidaridad global. Y la cumbre de septiembre será un momento importantísimo para hacerlo”.

Y es que, como aseguraba Anele Yaga en la XXI Conferencia Mundial de sida que finalizó hace unos días en Sudáfrica, “necesitamos donantes, necesitamos salvar vidas“.

* Pablo Trillo es periodista y trabaja para Salud por Derecho

Más de 25.000 personas en el Orgullo Gay más concurrido en la historia de Jerusalén

Uno de los participantes en la marcha en Jerusalén

Uno de los participantes en la marcha en Jerusalén. AFP

Multitudinaria, blindada y muy reivindicativa. La decimoquinta edición de la Marcha del Orgullo Gay de Jerusalén será recordada como la más concurrida en la historia de esta ciudad tan especial. Si hace un mes 250.000 israelíes llenaron de color y música la capital gay llamada Tel Aviv, este jueves más de 25.000 participantes han recorrido las calles de la Ciudad Santa en un acto menos festivo y más militante. Para la comunidad LGTB, más necesario.

Una marcha que ha tenido muchas pancartas, colores, canciones y dos grandes motivos. Por un lado, un emotivo recuerdo a Shira Banki, la adolescente judía de 16 años asesinada en la Marcha del Orgullo Gay del año pasado por otro judío, el extremista Yishai Shlissel. Tras haber sido condenado a cadena perpetua, el asesino sigue obsesionado en su odio ya que desde su celda -según revela la Policía- intentó alentar a su hermano Mijael para que protestara violentamente. Éste, que fue detenido, lo niega y reitera su condena del apuñalamiento de Banki.

Por otro, una manifestación de gays y heterosexuales, de laicos y religiosos contra la intolerancia homófoba expresada recientemente por varios rabinos.

Más de 2.000 agentes blindaron el evento en un espectacular dispositivo que incluyó detenciones preventivas de algunos radicales que habían amenazado con boicotear lo que llamaron “desfile de bestias”. 30 miembros del grupo extremistaLehava fueron arrestados al intentar provocar desórdenes. “Jerusalén no es Sodoma y Gomorra”, se leía en una de sus pancartas.

Apoyo de Netanyahu a los homosexuales

Numerosos políticos y personalidades de Israel han participado en el colorido recorrido por algunas calles de Jerusalén. “La Marcha del Orgullo Gay tiene un principio: todos los seres humanos somos iguales. Las hermanas y hermanos del comunidad LGTB son parte inseparable de nosotros de la sociedad de Israel” afirmó el jefe de Gobierno, Benjamín Netanyahu en un vídeo difundido en su cuenta de Facebook.

“No es una Marcha sólo de la comunidad LGTB sino de todos nosotros. Es una marcha de unidad en recuerdo a Shira. Acordémonos de ella con amor y añoranza y no dejemos que otros nos separen desde el interior”, ha concluido.

Desde que acudiera el año pasado para apoyar a sus amigos gays y fuera asesinada,el angelical rostro de Shira es un símbolo contra la intolerancia. “Ha pasado un año sin Shira, un año lleno de dolor personal enorme y conmoción colectiva. No debemos ser vencidos por el odio e intolerancia”, ha señalado su padre Uri como colofón del evento en un parque de Jerusalén.

“Pervertidos”, según un rabino

La exitosa convocatoria de la comunidad LGTB es también una respuesta al rabinoYigal Levinstein que recientemente definió a los homosexuales como “pervertidos” y criticó al ejército por dar cabida a esta comunidad.

Quizá por ello, la Marcha del Orgullo Gay 2016 ha contado con una notable presencia de judíos religiosos (gays y heterosexuales).También muchas familias llegadas de todo el país. Incluso una pareja -Yojai y Yotam- realizó una boda en el césped.

“Entiendo que siguiendo estrictamente la Tora critiquen la homosexualidad pero la pregunta es cómo hacerlo. Pueden decir que es un tema complejo y ofrecer diálogo en lugar de insultarnos y llamarnos pervertidos y enfermos”, lamentaZehorit Shoret, una religiosa lesbiana en Jerusalén. Y confirma con orgullo: “Cada vez más religiosos judíos salen del armario”.

Alrededor de 300 rabinos identificados con la corriente más nacionalista y ultraortodoxa firmaron una carta de apoyo a Levinstein al que consideran víctima de los ataques de políticos y periodistas. “No hay lugar para legitimar un comportamiento que atentan contra la moral humana y el camino de la Torá”, denuncian en un mensaje a la comunidad LGTB.

“Rechazo completamente llamarles pervertidos pero tampoco veo la necesidad de una manifestación pública (desfile) en la Ciudad Santa“, ha declarado a la emisora militar el rabino de Jerusalén, Aryeh Stern que condenó el asesinato de Banki.

Condena a las declaraciones homófobas

Según un sondeo difundido este jueves, el 71% de los israelíes se opone a las palabras homófobas de Levinstein. La condena ha sido generalizada en la izquierda y derecha. El líder del partido sionista religioso, Naftali Bennett, criticó las palabras de Levinstein y otros rabinos. “Es inaceptable insultar a todo un sector y esconderse detrás de la Halaja (Ley religiosa judía). No es el camino del sionismo religioso”, señaló. Y añadió: “Como ministro de Educación, soy responsable de todos los alumnos, sean judíos o árabes, o tengan la orientación sexual que tengan”.

Las palabras de Levinstein se interpretan como reacción a varios fenómenos. Por un lado, la influencia y presencia cada vez mayores de la comunidad LGTB en Israel. Por otro, la apertura que manifiestan las nuevas generaciones del sionismo religioso. Muchos de ellos no sólo aceptan a los homosexuales y rechazan que sean insultados sino que algunos no temen en salir del armario.Y seguir llevando una kipa o acudir a los rezos diarios en la sinagoga.

“En el sionismo religioso, frente a la corriente ortodoxa nacionalista que no supone más del 10%, hay un sector cada vez grande con posturas liberales que no tiene ningún problema con la comunidad LGTB”, dice a EL MUNDO el investigador del Instituto de Democracia Israelí, Yair Sheleg, tras participar en la Marcha en Jerusalén.

Tras colocar flores en el lugar donde Shira fue asesinada, el alcalde de Jerusalén,Nir Barkat, justificó su decisión de no participar en la Marcha. “La comunidad LGTB sigue y seguirá teniendo todo el apoyo del Ayuntamiento. Apoyo su derecho a realizar el desfile pero no participaré porque soy el alcalde de todos los ciudadanos de Jerusalén y esta marcha hiere la sensibilidad d de una parte de la población”, señaló Barkat mientras uno de los concejales Meir Tujerman asegura que intentará evitar su celebración en el 2017: “Jerusalén es una ciudad santa para las tres religiones monoteístas y ninguna de ellas quiere este desfile”.

Una ciudad santa tomada durante varias horas por la bandera del arcoiris.

Una ley para que los transexuales sean “productivos” en la India

Varias personas celebran el Día del Orgullo Gay en Nueva Delhi

Varias personas celebran el Día del Orgullo Gay en Nueva Delhi MANAN VATSYAYANA

El Gobierno de la India ha presentado este miércoles en el Parlamento una ley que pretende mitigar “el estigma” y hacer de los transexuales “miembros productivos de la sociedad”, en un país en el que están reconocidos como “tercer género” pero en el que las relaciones homosexuales son ilegales.

El Ejecutivo de Narendra Modi introdujo para su debate en la sesión parlamentaria de verano la Ley de Personas Transexuales (Protección de Derechos) de 2016, que busca “el reforzamiento social, económico y educacional” de esta comunidad, según explicó en un comunicado.”La ley beneficiará a un gran número de transexuales, mitigará el estigma, la discriminación y el abuso contra esta sección marginada y les traerá al seno de la sociedad”, subrayó en la nota.

El Gobierno de Modi recalcó que la norma “conducirá a una mayor inclusión y hará a los transexuales miembros productivos de la sociedad“, en la que actualmente representan “una de las comunidades más marginadas en el país porque no entran en las categorías estereotipadas de hombres o mujeres“.

Los travestis sufren discriminación en acceso al empleo, la educación o la sanidad, reconoce el Ejecutivo. El Tribunal Supremo de la India reconoció en 2014 a los transexuales como un “tercer género” diferente al masculino y femenino, en una sentencia en la que pidió al Gobierno que les considere un grupo “social y económicamente subdesarrollado” y que reserve trabajo público y plazas en centros educativos para ellos.

El pasado febrero, el máximo órgano judicial del país reabrió la puerta a la legalidad de las relaciones homosexuales al aceptar la revisión de una sentencia de 2013 que las declaraba ilegales.

El artículo 377 del Código Penal indio, una ley británica que data de la época victoriana, penaliza los actos “contra natura” entre personas del mismo sexo y había sido derogado en 2009 por la Corte Superior de Nueva Delhi por anticonstitucional, pero en 2013 el Supremo ratificó su validez.

De acuerdo con el último censo de 2011, en la India hay medio millón de transexuales, en un país de 1.250 millones de habitantes.

Este colectivo sufre una palpable discriminación pese a la aceptación social de las “hijras“, travestidos que por una antigua tradición bendicen a recién nacidos y matrimonios.

Misty Plowright, la primera candidata transgénero al Congreso de Estados Unidos

La candidata transgénero a diputada estadounidense Misty Plowwright

La candidata transgénero a diputada estadounidense Misty Plowwright. MISTY FOR CONGRESS

Misty Plowright cree que vivirá lo suficiente para ver a gente a la que, cuando se presente a elecciones, solo se le pregunte sobre verdaderos temas electorales: inmigración, control de armas, impuestos a los ricos, energía nuclear, sanidad universal, aborto.

Algún día, las otras preguntas no surgirán, porque a los votantes ya no les preocuparán. “¿Cuándo te diste cuenta de que habías nacido en el cuerpo equivocado? ¿Cuánto tardaste en convertirte en una mujer? ¿Cómo es ser la primera candidata transgénero al Congreso, o al Senado, o a gobernadora, o a presidenta? ¿De verdad crees que los votantes están preparados para alguien como tú?”.

Plowright tiene motivos para tener esperanzas. Incluso mientras la batalla por el acceso a los baños públicos se propaga por el país, los derechos transgénero han dado grandes pasos adelante en los últimos días.

El martes de la semana pasada, Plowright, que vive en Colorado y tiene 33 años, se convirtió en la primera candidata transgénero en ganar las primarias de un gran partido a la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Al mismo tiempo, Misty K. Snow, nacida en Utah y de 30 años, fue la primera candidata transgénero en hacer lo mismo para el Senado estadounidense.

Y el jueves, el secretario de Defensa, Ash Carter, anunció que los hombres y mujeres transgénero podrán servir abiertamente en el Ejército dentro de un año. También dijo que los miembros de las Fuerzas Armadas podrán pasar por una transición de género mientras están en ejercicio.

Plowright, veterana del Ejército, afirma en una entrevista con the Guardian que “ya va siendo hora” de que las Fuerzas Armadas –y la política también– se vuelvan más inclusivas. “Cualquiera que quiera servir”, explica, “que sea capaz de hacer el trabajo, debería poder hacerlo”.

Para algunos, esto marca un momento trascendental en la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos, un impulso para los 1,4 millones de adultos que se identifican como transgénero, según un estudio publicado este jueves, que eleva la población transgénero en EEUU al doble de lo que se pensaba que era.

“Las actitudes hacia la identidad sexual han cambiado mucho más rápido y de forma más radical de lo que nadie podría haber anticipado hace una década”, valora John J. Pitney, politólogo en el Claremont McKenna College. “En 2004, los republicanos usaban la lucha contra el matrimonio entre personas del mismo sexo para movilizar a sus filas”.

“Este es uno de los cambios más rápidos y profundos de la opinión pública en la historia de las encuestas”, afirma Pitney. “Es mucho más rápido que el cambio en las relaciones raciales”.

Un camino escarpado hacia la victoria

Los votantes demócratas de Utah y Colorado dieron la espalda a candidatos más tradicionales para elegir a Plowright y Snow como sus abanderados para las elecciones de noviembre. Sin embargo, estas dos mujeres progresistas y de clase trabajadora se están presentando en zonas profundamente republicanas, lugares en los que muchos demócratas se han rendido.

Sus caminos hacia la victoria son escarpados, cuanto menos. Sin embargo, ganen o pierdan, tienen la oportunidad de cambiar percepciones a nivel nacional en un momento en el que los estadounidenses parecen cada vez más receptivos.

“Esto es política inteligente”, explica Ted Trimpa, estratega político de Denver. “Dándote cuenta de que tienes una batalla cuesta arriba, utilizas la plataforma de una carrera hacia el Congreso estadounidense para que la gente vea que las personas transgénero son como todas las demás, con las mismas luchas. Que las vean en carne y hueso, en la vida real”, precisa. “Me parece brillante. Estoy celoso porque no se me ocurriera a mí”.

Las personas transgénero han conseguido cargos electos en el pasado, pero sus victorias han tenido lugar en niveles políticos más bajos y en regiones del país que son más liberales que Utah o el quinto distrito parlamentario de Colorado.

Stu Rasmussen fue elegido alcalde de Silverton (Oregón) en 1988 y 1990 –cuando aún se vestía como hombre– y de nuevo en 2008, 2010 y 2012 bajo su nueva identidad transgénero, según Los Angeles Times. Rasmussen se sigue identificando principalmente como hombre, pero se ha puesto implantes mamarios, se viste como mujer y a veces usa el nombre de Carla Fong. Fue el primer alcalde abiertamente transgénero elegido en Estados Unidos.

Victoria Kowalski transitó en 1989 durante su último año en la Facultad de Derecho y se sometió a una cirujía de reasignación de sexo dos años después. Consiguió un asiento en el tribunal superior del condado de Alameda, en el norte de California, en 2010. Se convirtió así en quien se cree que fue la primera jueza abiertamente transgénero del país.

“No es para nada imposible”

Plowright, que venció a su rival en las primarias esta semana con unos 16 puntos porcentuales de ventaja, no se presenta al Congreso para hacer historia. Esta seguidora de Bernie Sanders cree que el sistema político está corrupto y que ha dado la espalda a la gente que más lo necesita. Plowright quiere cambiar eso.

Es una demócrata inusual –una política inusual– más allá de su identidad de género. Experta tiradora con el rifle, no le gustan las armas pero no se las quitaría a los demás. También le gustaría tener una AR-15 de Hello Kitty. Autoproclamada “geek de los ordenadores”, cree que el próximo gran movimiento de derechos civiles tratará de la inteligencia artificial y los problemas éticos que surgirán “si creamos una inteligencia sensible”.

Pero, por encima de todo, la crió una madre soltera que tenía que tener tres trabajos y aun así apenas lograba salir adelante. Recuerda el mes en que su madre ganó 50 dólares más de lo habitual y perdieron las prestaciones del Gobierno que les ayudaban a sobrevivir: vivienda subvencionada, vales de alimentación y comedor escolar gratuito.

“Sinceramente, no creo que haya mucha gente en el Parlamento que sepa lo que es trabajar duro y aun así no llegar a fin de mes”, señala. “Yo he pasado por quedarme mirando comida para gatos y preguntarme si de verdad tenía tanta hambre. Nadie en el Congreso sabe lo que es sentir eso”.

Sobre un sándwich con mucho beicon, lechuga y tomate en un bar del centro de Denver, Plowright reconoce que sus posibilidades de ganar a su rival republicano, ya en el cargo, “no son buenas, pero no es para nada imposible”. Dice que el sentimiento anti-establishment que impulsó a Sanders y a Donald Trump juega a su favor.

Pero vive en lo más profundo de Colorado Springs, que está rodeada de bases militares y es el hogar del grupo cristiano conservador Focus on the Family (Centrados en la Familia). Y sabe que el diputado Doug Lamborn “hará todo lo que pueda” contra ella cuando se enfrenten en noviembre.

“Me va a atacar por el asunto trans”, prevé. “Probablemente no me tratará con el género adecuado. Y me va a golpear por mi relación poliamorosa”.

El poliamor al que se refiere Plowright es su situación de convivencia inusual, que menciona de pasada en su web de campaña. Su mujer, Lisa, y ella, que llevan juntas nueve años, comparten su casa y su vida con Sebastian. Lo describe como “un caballero al que conocemos desde hace años”. “Hace dos años, estábamos en Las Vegas para la Serie Mundial de Póker. Le compramos un anillo. Consideramos eso como nuestro matrimonio con él”.

Plowright dice que el mayor obstáculo para el éxito en noviembre no es el hecho de que sea transgénero –”a mucha gente con la que hablo le da igual”–. Tampoco es su relación poliamorosa, aunque reconoce que “ha fruncido algunos ceños”. “Creo que la mayor dificultad a superar –dice– será la D junto a mi nombre”. La D de demócrata.

Traducción de Jaime Sevilla Lorenzo

Así se vive sin deseo sexual

Javier Cuesta 22/06/2016 Madrid. Reportaje sobre asexualidad, estos tres chicos se declaran asexuales. Rafael Campillo (pajarita), Alexander Semenychev y Maria Lopez. el mundo

Estos tres chicos se declaran asexuales. Rafael Campillo (pajarita), Alexander Semenychev y Maria Lopez.

Con él se consiguen un par de cosas presuntamente fundamentales en la vida:procrear y orgasmar, clímax por partida doble y en sólo cuatro letras. Por eso, las personas que en este reportaje ofrecen su testimonio suelen escuchar que se están perdiendo lo mejor de la vida: practicar sexo, el sonido de los cuerpos y el crepitar del deseo.

Pero ellos no tienen sensación de pérdida. Rafa, María y Alex carecen de interés por el sexo, no les brota el pálpito y ningún latido viaja en su cuerpo de arriba a abajo. Son los fundadores, junto a medio centenar de personas más, de la primera asociación de asexuales de España : Asexual Community España (ACE).

“Hasta el pasado febrero éramos una comunidad virtual sin entidad jurídica. Hacíamos quedadas pero quisimos organizarnos formalmente, sobre todo quienes queremos hacer activismo”, explica Rafa, 27 años, de profesión astrofísico. Y con activismo se refieren, fundamentalmente, a hacerse visibles.

Rafael tiene 27 años, es físico y está terminando un máster en Astrofísica

Rafael tiene 27 años, es físico y está terminando un máster en Astrofísica. (Foto: Javi Cuesta)

“La visibilidad es lo que más nos interesa”, prosigue Alex, 23 años e informático: “La comunidad gay y lesbiana está reconocida, la gente sabe que existen, tienen reconocidos una serie de derechos… y respeto. Nosotros buscamos la visibilidad,que la gente reconozca que la asexualidad existe, y también que se reconozca como una orientación”.

Ésta es la postura de Asexuality Visibility and Education Network (AVEN), la primera plataforma virtual sobre asexualidad, de habla inglesa, que en 2006 da pie a la formación de AVENes, su filial de habla hispana, de donde emerge la actual asociación en España (ACE).

“Si las orientaciones sexuales se definen hacia qué sexo o qué género se siente uno atraído de forma sexual (el opuesto, el mismo, varios), la combinación de no sentir atracción sexual por ninguno es también una orientación sexual aunque sea en el caso nulo“, explica Marta Torca, conocida en la comunidad asexual virtual (y cada día más real) como Baikal y que se ocupa de las relaciones con la prensa.

Alex tiene 23 años y no sólo se siente asexual sino también arromántico

Alex tiene 23 años y no sólo se siente asexual sino también arromántico. (Foto: Javi Cuesta)

Y así lo demandaron el pasado 28 de junio durante la celebración del llamado Orgullo Crítico, en el que asociaciones vecinales y LGTB reclamaban un modelo de fiestas más reivindicativo. En este Orgullo Indignado quedó claro que la “asexualidad existe”.

Las siguientes líneas formaban parte del manifiesto que aquel día leyeron: “Las personas asexuales no somos ni célibes ni castas, si queremos tenemos relaciones sexuales y las disfrutamos. Si nos apetece nos masturbamos. Todo ser humano tiene derecho a expresar sus emociones de forma libre, sin ningún tipo de veto social que lo juzgue, castigue o lo trate de enfermo. No somos inmadures, ni demasiado jóvenes, no nos falta conocer a ese alguien. No insistas, lo tenemos claro. No somos personas reprimidas, ni amargadas. Somos personas felices y plenas”.

Inmadures no es una errata. Este colectivo emplea la letra e con un objetivo: el de la integración, más allá del género como división binaria. Ni inmaduras ni inmaduros: inmadures. Los términos son nuevos y, por tanto, también los conceptos. Existe por delante un futuro para reflexionar. Al respecto, cuenta María López, profesora de apoyo en una academia, y presidenta de la asociación, que fue una quedada de la comunidad asexual nacida en internet en Madrid el pasado febrero encendió la mecha.

María López, 27 años, profesora, llegó a valorar si era homosexual en la adolescencia, antes de definirse como asexual

María López, 27 años, profesora, llegó a valorar si era homosexual en la adolescencia, antes de definirse como asexual. (Foto: Javi Cuesta)

“¿Por qué no abrir puertas y conseguir así que nos tomen en serio? Yo siempre noté que era diferente en muchas cosas. Con la llegada de la adolescencia, más... Y cuando llegas a los 18 y te das cuenta de que sigues igual empiezas a plantearte cosas, yo pensé si era homosexual, tuve todo tipo de etapas, pero tampoco me interesan las chicas…”, resume. Como la incertidumbre persistía, decidió “preguntar a Google”, y entonces apareció ante sus ojos la plataforma AVEN. Y un chorreo de términos: asexual, alosexual (que significa sexual) demisexual (pueden sentir atracción sexual sólo con quienes comparten un fuerte vínculo emocional) grisexual (sienten deseo esporádicamente)… El glosario es extenso.

Y el debate también. Para José Luis Beiztegui, sexólogo y miembro de laAsociación Estatal de Profesionales de la Sexología (AEPS) “emplear el término asexual para describir a quien carece de deseo sexual no es lo más correcto”», puesto que sexo significa, etimológicamente “sección o diferenciación entre hombre o mujer”.

“Habría que estudiar el fenómeno desde la erótica, más que desde el sexo”, propone. Y matiza también la consideración de la asexualidad como una orientación puesto que la “asexualidad se orienta hacia nadie”. Sin embargo, prosigue Beiztegui, hay que acercarse a la asexualidad “más que con la espada combativa con comprensión y con respeto”.

Aunque parece formar parte de su campo académico, hasta ahora la asexualidad no era motivo de estudio para la sexología, aunque en 1948 el autor del informeKinsey elaboró una escala del deseo que reconocía no sólo la homosexualidad y la heterosexualidad sino también la asexualidad. Los llamó X, los llamó incógnita.

Reconoce Beiztegui que, en este proceso, tiene mucho que ver el reciente anuncio de la marca de colchones Flex, en el que los protagonistas se describen como asexuales. EL MUNDO ha hablado con algunas de las personas asexuales que aparecen en el anuncio, y también con Sra Rushmore, la agencia responsable del mismo. Ángela Cadiñanos, Elena Delgado y Ana Herrero son las mujeres responsables de que hoy, ahora, esté usted leyendo esto.

“70 millones de asexuales en el mundo”

“La marca quería rejuvenecer y acercarse a los jóvenes. Como es una firma de colchones, nuestra primera idea fue el sexo. Pensamos: vamos a hacer lo contrario, reivindicar el derecho a no tener sexo“, relatan. En el anuncio se señala que “70 millones de personas en el mundo son asexuales” .

El dato lo extraen de la cifra que más se repite si de asexualidad se habla, que un 1% de la población carece de deseo. Lo recabó el sexólogo Anthony F. Bogaert -al que hemos entrevistado para este reportaje- en uno de sus estudios sobre asexualidad y, desde entonces, es la mayor referencia numérica al respecto. “Bogaert preguntaba a las personas en su encuesta si les gustaban los hombres, las mujeres o nadie”, recuerda Rafa, nuestro astrofísico, “y yo sigo lo que dice Bogaert porque me fío de su criterio”, finaliza.

El deseo romántico

Una de las personas asexuales en el anuncio de Flex es Lucía Lietsi, autora del libro Diario de una asexual, para quien “la emisión supuso un paso de gigante para la causa”. “La asexualidad es la pieza que le faltaba al puzzle”, reflexiona Lietsi, “nosotros la consideramos una orientación tan legítima como cualquier otra. En la heterosexualidad, la atracción se dirige a individuos del sexo opuesto, en la homosexualidad hacia el mismo; en la asexualidad, simplemente no se da hacia ninguno. La gente piensa que no somos sexuales pero es un error. Muchos de nosotros tenemos una vida sexual plena, incluso en pareja, porque una cosa es tu orientación sexual y otra tus comportamientos sexuales”.

Cuando parecía que se aclaraba algo, el asunto vuelve a complicarse. Si las personas asexuales carecen de deseo sexual, ¿qué tipo de vida sexual tienen? Lo explica la psicóloga y sexóloga Nuria Jorba: “Existe la grisexualidad y también la demisexualidad, personas que tienen atracciones románticas pero no sexuales, ¿cuántas veces comemos sin tener hambre?, en una relación sexual entre un alosexual (sexual) y un asexual no habrá pasión ni desenfreno, sino un compartir íntimo, conectar con la otra persona, como si yo no tengo ganas de cenar pero te hago la cena. Lo viven como una necesidad del otro, como algo más romántico. El problema es que se impongan o les impongan mantener esa relación sexual. Los asexuales también se masturban, es un tocarse a veces mecánico, como un estímulo físico”.

“No es que pensemos así, es que somos así”

La forma de rechazo que reciben las personas asexuales por parte de la sociedad es la negación. Así lo cuenta Marta, la responsable de prensa de Avenes, cuando se le pregunta qué tipo de rechazo o rechazos recibe la comunidad asexual.

“Se tiende a pensar que esto es una ‘tonteria’ más. A la gente le cuesta asimilarlo, lo que es entendible ya que rompe con muchos supuestos y algunos lo toman como una especie de ‘estilo de vida’. No es que pensemos así, es que somos así, pero el ser es algo que no se acepta tanto. Otros tiran de achacarlo a un problema mental o de hormonas y que, por tanto, es algo transitorio y que tiene cura. Vuelven a lo mismo: negar que haya gente asexual”.

Se refiere Marta a dos disfunciones sexuales que se suelen mencionar cuando de asexualidad se habla: el trastorno hipoactivo del deseo y la aversión sexual. El propio Bogaert, considerado como el académico que más tiempo ha empleado en analizar la asexualidad, afirma que “futuras investigaciones deberían tratar el asunto”, aclarando las diferencias entre unos y otros casos.

En una línea similar se expresa la también psicóloga y sexóloga Martina González Veiga, para quien “el problema no es la asexualidad sino la concepción que tenemos de las relaciones de pareja y la sexualidad”. “Si hay comunicación, si hay equipo, si tienes educación sexual, las cosas no se complican tanto. Lo que sí ofrece la asexualidad es otra manera de ver las relaciones de pareja y los encuentros sexuales”, cree.

“El amor romántico forma parte de la sexualidad”

Se desmarca el doctor José Díaz Morfa, presidente de la Asociación Española de Sexología Clínica y consultor de la sección de Psiquiatría y Sexualidad Humana de la World Psychiatric Association (WPA). “Se acerca al trastorno hipoactivo, pero no a la aversión sexual. Además, el amor romántico es parte de la sexualidad. Pueden tener algún conflicto larvado que les lleva a bajo deseo”.

El mundo LGTB cubano visto por un irlandés

viva

Para comentar “Viva” (2015), todos se están acordando de “Fresa y chocolate” (1993), pero la película de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío abordó la problemática homosexual en un periodo de la historia cubana muy diferente al actual. Además, la película que ha representado a Irlanda en los Óscar, ofrece la mirada de un extranjero que cuando visitó La Habana se sintió atraído por los cabarets nocturnos en los que actúan “drag queens” haciendo sentidos play-backs de las grandes damas de la canción cubana. Y no cabe duda de que en lo musical Paddy Breathnach se ha asesorado bien, porque no falta niguna de esas añoradas voces, como las de Rosita Fornes, Lourdes Torres, Gina León, Blanca Rosa Gil, Maggie Carles, Elena Burke, Annia Linares o Zoraida Marrero. Lo más curioso de todo es que el tema principal es de una cantante foránea, ya que se trata de “El amor” interpretado por la más que reconocible Massiel.

Aun así, no hay que distraerse y olvidar que lo que importa en esta historia es la persona que vive, parafraseando el título, la letra de la canción a través de su puesta en escena, con esa melodramatización tan propia del transformismo. Y quien se transforma lleva consigo otra existencia detrás, que es la de un joven que quiere subir al escenario convertido en mujer, y mientras espera su oportunidad peina a las artistas del local y ejerce como peluquero en el día a día. Sus sueños libres se ven amenazados al enterarse de que no está solo y sin familia, pues la salida de la cárcel de su padre boxeador tensará la convivencia y la aceptación de su condición sexual.

Héctor Medina, visto en “El rey de La Habana” (2015), se convierte en la gran revelación de la película, dando réplica a nada menos que Jorge Perugorría, dentro de una difícil relación paternofilial que pasará del rechazo inicial al acercamiento.

CATHERINE CORSINI

DIRECTORA DE «UN AMOR DE VERANO»

Nacida en Dreux (Estado francés) en 1956, el descubrimiento de la identidad sexual es un tema recurrente en la mayoría de sus películas, muchas de las cuales han participado en el Festival de Cannes. Con «Un amor de verano», estrenada la semana pasada coincidiendo con el día del orgullo LGTB, la cineasta nos brinda su filme más luminoso con una historia ambientada en los convulsos años 70.

«También los homófobos han salido del armario, es algo que me da pavor»

Protagonizada por Cécile de France e Izïa Higelin, “Un amor de verano” narra el encuentro entre Delphine, una joven campesina que, consciente de su lesbianismo, opta por vivirlo en secreto y Carole, una militante feminista enemiga de reprimir sus pasiones, en una época donde el mero hecho de luchar constituía un motivo de alegría.

¿Cuál fue el punto de partida de «Un amor de verano»? Da la sensación de que se basa en recuerdos muy personales.
Fue mi productora y pareja Elisabeth Pérez quien me animó a contar esta historia de amor entre dos mujeres. Yo no las tenía todas conmigo dado que el personaje de Delphine estaba muy próximo a mí y la idea de construir un relato que estuviera salpicado de elementos autobiográficos me generaba una cierta incomodidad. En parte por eso decidí ambientar la historia en los años 70, no solo porque se trataba de una época muy interesante desde el punto de vista dramático, sino porque me permitía tomar cierta distancia.

Al margen de eso me imagino que ambientar su historia en un momento tan convulso, con el movimiento feminista en su máximo apogeo reivindicativo, fue algo deliberado.
Absolutamente, pero no quería recrearme en lo anecdótico ni en lo folclórico. No quería convertir la película en un muestrario de pantalones de campana y melenas al viento. Lo que me interesaba era captar la energía de la palabra y del pensamiento y a partir de ahí aniquilar tópicos absurdos y lugares comunes, como ese que dice que las feministas de aquella época eran marimachos resentidas, cuando lo cierto es que al ver los testimonios gráficos que hay sobre sus asambleas, te das cuenta de que eran mujeres muy femeninas y estilizadas.

Antes ha comentado que cuando le propusieron hacer esta película tuvo sus dudas. ¿A qué se debieron?
Al ser una historia que sentía tan cercana pensaba que me daría mucho pudor plasmar la pasión amorosa que se da entre las dos protagonistas desde el punto de vista del encuentro físico. Creí que no iba a ser capaz de hacerlo. Pero fueron esas dudas las que hicieron surgir, dentro de mí, la determinación de rodar esta película, en primer lugar para demostrarme a mí misma que era capaz de hacerla y segundo para no defraudar a Elisabeth, no solo por su implicación en este proyecto como productora, sino por la confianza y el amor que siempre me ha transmitido.

El personaje de Delphine vive el conflicto de no querer hacer público algo que ella asume que pertenece a su ámbito privado. Por lo que me cuenta, sus recelos a la hora de rodar esta película vinieron dados también por eso.
Sí, de hecho hacer esta película lo he vivido como una especie de ‘salida del armario’ y creo que se trata de un ejercicio muy sano porque poder manifestar abiertamente lo que uno es, es algo muy bello que genera mucha alegría. Esa necesidad de abrirse al mundo yo la veo semejante al florecimiento de una planta y ese tono de revelación, de felicidad y de libertad es el que yo quería para la película.

¿Es por eso que, a pesar de retratar una época donde la confrontación y la represión estaban a la orden del día, optó por un tono tan luminoso?
Es que creo que, a pesar de todas las dificultades, los años 70, fueron una época especialmente luminosa precisamente por ese espíritu contestatario que dejó tras de sí ‘mayo del 68’, con una juventud en lucha por ocupar su propio espacio. Si he puesto el foco en el movimiento feminista es porque de todas las revoluciones que se dieron entonces, fue la que produjo avances más concretos, y eso es algo que se debe al carácter pragmático de las mujeres que dirigieron sus reivindicaciones sobre objetivos muy claros: el reconocimiento de la violación como delito, la despenalización del aborto o el uso de anticonceptivos.

Habrá quien interprete que esa luminosidad que guía la película, lo que denota, en el fondo, es una mirada plena de nostalgia.
Sí, y no me molesta porque, de hecho, yo soy una persona terriblemente nostálgica y creo que eso es algo que también está en la propia naturaleza del cine como medio de expresión. Dicho lo cual tengo que reconocer que entre la gente de mi generación existe una cierta nostalgia de la utopía porque, de hecho, llegamos a pensar que el futuro sería mejor. En mi caso también hay una cierta nostalgia por lo que fueron los valores del ‘colectivo’, cuando nos movíamos todos a una guiados por unos sueños compartidos, no como ahora donde lo que impera es el individualismo y una cultura pequeño burguesa que hace que la idea de futuro esté ligada a la consecución de unos fines materiales: un buen trabajo, un buen sueldo, una buena casa…

¿No cree que las luchas que se daban entonces eran más transversales que las de hoy, donde las reivindicaciones son mucho más sectoriales?
Absolutamente, de hecho en los años 70 había filósofos que iban a las fábricas a fin de difundir su pensamiento entre el proletariado que se había visto excluido del sistema educativo. Existía una energía y una disposición que hoy en día no abunda y, sobre todo, había una sincera alegría en el hecho de luchar. Actualmente cabe encontrar focos de resistencia y de movilización, pero suelen ser movimientos duros, por así decirlo. Además, la izquierda política se ha diluido y le resulta imposible hacer una demostración de fuerza como lo prueban las recientes manifestaciones en París donde, a pesar de todo, no se ha conseguido la tan deseada unidad de acción entre trabajadores, estudiantes e intelectuales. Creo que la diferencia fundamental es que entonces se discutía todo, empezando por los fundamentos del sistema y hoy, sin embargo, estos no se cuestionan, al contrario, se aceptan.

No obstante, en lo que se refiere al reconocimiento de la diversidad sexual aquella fue una época oscura.
Es verdad que entonces la homosexualidad se vivía de una manera casi clandestina y que hoy en día tenemos muchos más derechos y que si los hemos conquistado es porque hemos dejado de ser invisibles, pero, en paralelo, también los homófobos han salido del armario y cada vez son más los que exhiben y hacen visible ese sentimiento de odio. Es algo que me da pavor.

“Al ser una historia tan cercana pensaba que me daría mucho pudor plasmar la pasión entre las dos protagonistas desde el punto de vista del encuentro físico”.


“En los años 70 se discutía todo, empezando por los fundamentos del sistema. Hoy, sin embargo, estos no se cuestionan, al contrario, se aceptan.De todas las revoluciones que se dieron entonces, la feminista fue la que más avances concretos produjo, y eso es algo que se debe al carácter pragmático de las mujeres”.

Cada vez más homosexuales confían en una pastilla para prevenir el sida

Un español explica cómo consigue la Profilaxis Pre-exposición contra el VIH, que en España aún está en un limbo legal, y con la que prescinde del condón

Pastillas del antirretroviral Truvada, utilizado como profilaxis del VIH

Pastillas del antirretroviral Truvada, utilizado como profilaxis del VIH. JUSTIN SULLIVAN (GETTY)

Cada treinta días exactos, Íñigo tiene que ir a un hospital y reelaborar su historia. Contar una nueva mentira. “Voy a la clínica de enfermedades sexuales y digo que he tenido una relación de riesgo, desprotegida, o que se me ha roto el condón”, explica. El objetivo es conseguir que le receten un antirretroviral llamado Truvadaque inhibe los efectos del VIH/Sida en personas infectadas. Pero Íñigo es seronegativo. Quiere el fármaco para poder mantener relaciones sexuales sin preservativo con su pareja, que sí es positivo.

“No es que estemos locos ni seamos inconscientes”, apunta. Él es uno de los muchos homosexuales que emplean Truvada para evitar la infección del VIH, lo que se conoce como profilaxis preexposición (PrEP, por sus siglas en inglés). En 2010 se llevaron a cabo los primeros ensayos clínicos que demostraron cómo estos medicamentos (tenofovir y emtricitabina) administrados a personas sanas en riesgo de exposición, funcionaban. Además de un resultado terapéutico eran preventivos y evitaban la transmisión con idéntico suministro: una pastilla diaria, que popularmente ha pasado a denominarse como “la pastilla antisida” o “píldora del día de antes“.

A Íñigo la información le llegó por el boca a boca, pero lejos de España. En el contexto internacional de su trabajo, varios europeos y americanos le iniciaron en el método: “En España no había nada de información, sin embargo ellos llevaban tomándolo tiempo y era un debate muy presente en la comunidad gay”, apunta.

Superada la desconfianza inicial, constató que incluso la Organización Mundial de la Salud ha recomendado el PrEP a todos los hombres que mantienen sexo con otros hombres. Así que siguió el cauce oficial: “Fui al Hospital Universitario doctor Peset de Valencia, y planteé mi caso. Descubrí que efectivamente podían recetármelo, pero el tratamiento costaba 800 euros al mes”. El elevado coste se debe a la situación irregular de su tarjeta sanitaria. La imposibilidad de costeárselo le empujó a buscar alternativas.

evolución del sida en españa

“Puedes comprarlas en el mercado negro, pero ofrece las garantías que ofrece: pocas. No sabes si lo que te llega es realmente Truvada”, explica. Los mismos recelos le hicieron descartar las ofertas de los camellos que proliferan cada vez más en nuestro país. No le quedó otra que aprender a rimar la mentira y la media verdad en los centros hospitalarios (muchos ya son partidarios de administrar el PrEP a parejas serodiscordantes, con un miembro seropositivo y el otro negativo) hasta que en España el tratamiento abandone el limbo legal.

En EEUU cuesta 2.500 euros al mes, pero lo cubren muchos seguros privados. De hecho, existe un protocolo de aplicación desde que los resultados de diversos estudios concluyeron que el PrEP reducía en más de un 90% el riesgo de transmisión de VIH. En EEUU se aprobó en 2012 y se recomienda activamente su uso, pero en Reino Unido la situación es más compleja. No la cubre el seguro público y en muchas ocasiones es el propio doctor quien proporciona un documento donde figuran las web para adquirirlo. Legalmente, pero al margen del sistema sanitario. Lo envían por correo desde Hong Kong y te cuesta 50 libras al mes.

El drama de Natasha, refugiada transexual

El periplo de Natasha de Pakistán a Grecia

El periplo de Natasha de Pakistán a Grecia EL MUNDO

Los rumores sobre el inminente desalojo del campamento de refugiados de Idomeni, en la frontera entre Grecia y Macedonia, se confirman en la tarde del pasado 23 de mayo. Cientos de policías griegos de paisano peinan todas las tiendas de campaña y comienzan a expulsar a voluntarios y periodistas de la zona. No quieren testigos. Las expulsiones van a tener lugar de madrugada y por la fuerza.

Entre las sombras, un grupo de españoles se mueve a gran velocidad. Intentan sacar de allí, sin ser detectados, a una joven pakistaní que atiende al nombre de Natasha. No pueden dejarla en Idomeni: no tiene dinero, documentación, amigos ni familiares y no domina el inglés; de quedarse, tendría muchas posibilidades de acabar siendo devuelta a Turquía o quizá algo peor.

Sólo 24 horas antes, Natasha había tenido que trasladar su pequeña tienda de campaña a una zona vigilada del improvisado campamento. Durante meses había sufrido abusos, burlas, palizas y robos, principalmente por parte de sus compatriotas, por el único motivo de ser transexual. Casos como el suyo dan sentido a la semana del Orgullo Gay, que se está celebrando estos días en España y otros países para defender el fin de la persecución contra la diversidad sexual y de género. Su situación era límite.

“Tengo miedo, pero también tengo esperanzas”, decía entre lágrimas antes de subirse a un taxi junto a dos voluntarias con las que conseguiría burlar los controles y refugiarse en un piso franco mientras se intentaba tramitar su solicitud de asilo.

Acababa de ser aislada para evitar que siguieran abusando de ella y, sin embargo, no dejaba de sonreír. Cuando uno le preguntaba por sus problemas en Idomeni, señalaba a los chiquillos que correteaban cerca y decía: “Hay muchos niños que sufren y nadie piensa en ellos. Ellos sí que tienen problemas”.

Natasha, maquillada antes de salir de Pakistán, y, a la derecha, en el campo de refugiados de Idomeni, en Grecia

Natasha, maquillada antes de salir de Pakistán, y, a la derecha, en el campo de refugiados de Idomeni, en Grecia. ÁLBUM FAMILIAR / JESÚS BLASCO DE AVELLANEDA

¿Cómo definiría, en una sola palabra, su vida en los campamentos?, le preguntamos. “Soledad. Me siento sola, muy sola. No siento que ésta sea yo“, susurraba con la mirada puesta en la alambrada de una frontera que le cerraron en las narices y que la dejó bloqueada durante meses en el norte de Grecia. Cada noche dormía entre el fango abrazada a sus pocas pertenencias y rezando para que no entraran a pegarle o a intentar violarla, algo que ocurría con demasiada frecuencia.

Generosa, vital y femenina, Natasha no dejaba de sentirse viva y mujer. Se tapaba la cara y se mostraba inquieta ante las cámaras: “Estoy fea. Hace meses que no me tomo las hormonas y no me siento cómoda con mi aspecto”, comentaba entre risas. Para evitar abusos durante el duro viaje, antes de salir de Pakistán se cortó el pelo y suspendió el tratamiento hormonal que había comenzado en 2011.

El viaje más duro

Llora cuando recuerda el viaje, no por lo mucho que ha sufrido sino por lo que ha dejado atrás: “Me acuerdo de mi madre y mi hermana y me siento culpable”, comenta entre sollozos. Y es que para que Natasha esté hoy en Europa, ellas viven esclavizadas hasta pagar la deuda contraída durante el viaje. Un montante que asciende a poco más de 1.000 euros pero que para ellas equivale a ocho años de trabajo.

Tardó dos meses en atravesar Pakistán, Irán y Turquía. Al llegar a Estambul ya habían muerto cinco de los jóvenes que partieron con ella. En la histórica Constantinopla le hicieron trabajar en un taller de costura clandestino durante tres meses sin cobrar. Antes de partir de la costa cercana a la ciudad turca de Esmirna hacia la isla griega de Lesbos, le robaron los últimos 200 euros que tenía, le destruyeron todos sus documentos y le quitaron su tratamiento hormonal para hacerse mujer, que pensaba retomar una vez en Europa.

Ninguno de los que viajaban en la barcaza había visto nunca el mar. No podía dejar de tiritar de frío. Iba tanta gente en el bote que con el movimiento de las olas iban cayendo personas al mar. Muchos murieron antes de alcanzar el puerto de Mitilene, en Lesbos, entre ellos el único chico que quedaba de los que salieron con ella desde su ciudad natal, al noreste de Pakistán.

Ya en la Grecia continental, sola y con lo puesto, fue sometida a explotación sexual y a sistemáticos maltratos físicos por parte de la mafia pakistaní que la controlaba y que la obligaba a trabajar sin recibir contraprestación alguna. Cuando logró fugarse a Idomeni y se encontró con la frontera cerrada y con nuevos abusos y marginación, confiesa que llegó a echar de menos la tierra de donde huyó de todo, hasta de sí misma.

“Pobre como una rata”

En un país como Pakistán, donde la homosexualidad y la transexualidad se consideran graves delitos y pueden estar penadas incluso con la muerte, y donde a los graves problemas de terrorismo, insurgencia, inestabilidad política, corrupción y fracaso institucional se suma una economía abocada, según muchos analistas, al colapso, Natasha no podía ser otra cosa que, según ella misma describe, “transexual y pobre como una rata”.

Nada más nacer su madre la llevaba en brazos cuando salía a pedir por las calles de Gujranwala. A los siete años comenzó a vestirse con ropajes femeninos y a los 12, cuando dejó de mendigar y comenzó a limpiar escaleras, ya había adoptado los atuendos y comportamientos de una mujer. Comenzaba entonces una vida marcada por la constante violencia ejercida sobre ella.

“Mi padre me echó de casa. Mis hermanos me repudiaron, me pegaban. En la calle me han violado, me han llegado a apedrear, a desnudar en plena calle”. Sólo su madre y su hermana pequeña la han apoyado siempre y ayudado a escondidas. Ellas fueron las que sobornaron a la Policía para sacar a Natasha de la cárcel cuando fue detenida por su condición.

Víctima de explotación sexual y laboral, acosada por su familia y perseguida por gran parte de la sociedad, intentó en su desesperación quitarse la vida.

Ahora se alegra de no haber tenido suerte en su intento. No deja de sonreír. Ha vuelto a pintarse y a tomar su tratamiento hormonal y ha recuperado su afición por la peluquería. Tras un mes de dura lucha por parte de voluntarios y organizaciones, Natasha está registrada y es oficialmente potencial demandante de asilo en Grecia. Ya no puede ser detenida ni deportada.

Es libre, pero le cuesta creérselo. Toda una vida de abusos no puede borrarse de un plumazo. Su sueño: poder trabajar en España y saldar la deuda contraída por su madre y su hermana pequeña para su viaje. Siente que ahora sí vuelve a ser ella misma. ¿Cómo definiría en una sola palabra su vida en estos momentos? “Natasha”.

El obispo de Toluca: “Dios creó a Adán y a Eva, no dos Adanes, no dos Evas, ¿verdad que no?”

Activistas gay denuncian a un prelado mexicano por denigrar el matrimonio homosexual

El obispo Francisco Chavolla en una homilía.

El obispo Francisco Chavolla en una homilía.

México avanza hacia el reconocimiento del matrimonio homosexual, a tal punto que el presidente Enrique Peña Nieto propuso en mayo que se incluya como un derecho en la Constitución. Pero su clero mantiene los pies fijos en su sitio, con declaraciones que soliviantan a los defensores de la causa. Por ejemplo, las del obispo de Toluca en una homilía en mayo: “No estoy a favor de que se denigren el marimonio”, dijo Francisco Chavolla. “Y menos que se pervierta a los niños”.

Activistas gay acaban de denunciarlo ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación y le han mandado una carta de protesta al Papa a través de la nunciatura (misión diplomática) del Vaticano en México. Desde su famosa frasesobre los homosexuales  –”¿Quién soy yo para juzgarlos?”– Francisco es visto como un pontífice flexible en su visión social, y los activistas mexicanos lo han remitido a sus propias palabras en su queja sobre Chavolla.

Las palabras del obispo tuvieron un eco especial en vísperas de que el Congreso de su demarcación territorial, el Estado de México, discutiera la legalización de los enlaces del mismo sexo. Chavolla, de 70 años, encabezó una marcha y dedicó su homilía a perorar contra el matrimonio gay. “Dios creó a Adán y a Eva, no dos Adanes, no dos Evas, ¿verdad que no?”, preguntó retóricamente antes de ofrecer lo que llamó “un ejemplo” de su carácter “antinatural”, el que sigue:

“Inviten a unos hombres y mujeres a una isla lejana, sola. Pónganles comida, medicina, pónganles todo y déjenlos que pasen allá algunos años, y en otra isla lleven a puros hombres y déjenlos que pasen algunos años. Pasados unos 30 o 40 años regresen. Donde estaban puros hombres, lo único que queda son viejitos consumados [sic] o algunos esqueletos, y donde pusieron hombres y mujeres van a haber un montón de chilpayates [niños]. ¿Qué dice la naturaleza?. ¿Dónde está la vida? Hijos, no es la religión, la naturaleza habla”, ilustró el prelado.

Dos días después el Congreso local anunció que aplazaba la deliberación sobre el matrimonio gay. La apuesta de Peña Nieto por impulsar su legitimidad no cuajó en el Parlamento del territorio donde forjó su carrera política como gobernador, el Estado de México, que rodea a la capital, la Ciudad de México, es el más poblado del país (15 millones de habitantes) y siempre ha estado gobernado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el mismo del presidente.

Católico y licenciado en Derecho en la Universidad Panamericana, ligada al Opus Dei, Peña Nieto ha sorprendido enarbolando la causa de los derechos homosexuales, si bien forma parte de un partido laico. El gesto conecta con una sensibilidad creciente en México y oxigena su imagen, lastrada por el estancamiento de su agenda de reformas y por la violencia incesante, con el caso de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala como corona de espinas.

El coste político de su envite progresista se lo están cobrando los sectores tradicionalistas. Dentro del PRI se considera que pudo influir en los malos resultados del partido en las elecciones estatales del 5 de junio, con grupos de ultraderecha haciendo proselitismo a favor del voto conservador y con la Iglesia malencarada. Tras los comicios, el semanario Desde la fe, pilotado por el poderoso arzobispo de la Ciudad de México Norberto Rivera, publicó un editorial fustigando a Peña Nieto y poniendo en relación directa la cuestión gay con la pérdida de votos del PRI: “Ante el descalabro electoral”, decía el texto, “cabría preguntarnos: ¿Quién mal aconsejó al presidente para tener “contentos” a un grupo minoritario y a oscuros lobbysinternacionales que vienen destruyendo los valores sociales y familiares?”.

La iniciativa de Peña Nieto debe pasar por la aprobación del Congreso e implica la reforma del artículo 4 de la Constitución. En caso de que el derecho al matrimonio homosexual, avalado en 2015 por la Suprema Corte, quede acreditado en la Carta Magna, empezaría el farragoso proceso de que fuese reconocido en el código civil de cada Estado. Hasta la fecha lo permiten sólo ocho de los 32 que forman la República, entre ellos la capital, Ciudad de México, a la vanguardia de una tendencia que va con el viento a favor pero que todavía se ve refrenada por rachas de aire confesional y por el paso timorato de los partidos políticos, mezcla de conservadurismo y cáculo electoral prudencial.

El papa Benedicto XVI revela que había un lobby gay en el Vaticano y que él lo desarticuló

El prelado polaco Krzysztof Charamsa, oficial en la Congregación para la Doctrina de la Fe, no podrá seguir en este organismo tras declarar su homosexualidad públicamente

El prelado polaco Krzysztof Charamsa expulsado tras declarar su homosexualidad públicamente junto a su pareja / EFE

El papa Benedicto XVI conocía la existencia de un “lobby gay” en el interior del Vaticano, un grupo de poder, compuesto por “cuatro o cinco personas”, y que él fue capaz de disolverlo antes de renunciar al Papado. Ratzinger se confiesa en Últimas conversaciones, un libro-entrevista con el escritor alemán Peter Seewald que verá la luz en septiembre editado por Droemer. Se trata de la primera ocasión en que el Papa emérito admite la existencia de dicho lobby, aunque en el informe secreto encargado por Ratzinger a los cardenales Julián Herranz, Jozef Tomko y Salvatore De Giorgi ya apareció este tema.

Una de las pocas personas que ha leído el manuscrito, el vaticanista Luigi Accatoli, apunta a que el Papa emérito revela las “tormentas” de sus ocho años de pontificado, que llevaron hasta su histórica renuncia, así como la “sorpresa” que supuso la elección de Bergoglio como su sucesor al frente de la Iglesia católica.

En sus respuestas se observa un Papa emérito que trata de reivindicarse como un luchador frente a la podredumbre existente en el Vaticano, aunque admite que pecó de “falta de decisión” de gobierno. Al tiempo, rechaza la crítica de quienes le consideraron un Papa demasiado académico y apunta cómo intentó reformar el Banco Vaticano y que puso las bases para la lucha contra el blanqueo de dinero. Del mismo modo, reivindica su papel decidido contra la “plaga de la pedofilia” pese a las dificultades se encontró cuando se quieren tomar decisiones firmes sobre “la suciedad que se encuentra en la Iglesia”, admite.

Ratzinger revela que durante su pontificado tomó “notas y notas” sobre multitud de temas, pero que las destruirá para que nadie, ni siquiera los historiadores, puedan dejar constancia de algunos conflictos.

Así se gestó su renuncia

Sobre su renuncia, Benedicto apunta que la preparó con “unas pocas personas” muy cercanas y recuerda el temor a que alguna filtración pudiera limitar la fuerza de su anuncio. Algo muy común en los últimos tiempos de su pontificado, marcado por el escándalo del “Vatileaks” y la fuga de documentos comprometedores por parte -fue el único condenado- de su mayordomo, Paolo Gabriele.

En la entrevista, Ratzinger niega cualquier “chantaje o presión” para que renunciara, y cómo siguió el cónclave desde Castel Gandolfo. La “sorpresa” de la elección de Bergoglio –Benedicto había hecho sus propias quinielas, en las que no se encontraba el entonces cardenal de Buenos Aires– dejó paso a la “alegría” tras ver en televisión cómo el nuevo Papa rezaba y pedía la bendición del pueblo desde el balcón central de la logia de San Pedro.

Sobre Francisco, Ratzinger apunta que se trata de “un hombre inesperado por él en la víspera del cónclave. Dos figuras distintas, dos modos diferentes de entender el Papado”, aunque destaca su “figura humana y papal”.

En el libro también hay espacio para los recuerdos de su infancia y adolescencia en la Alemania nazi, el descubrimiento de su vocación y los meses que pasó en prisión en un campo estadounidense, cerca de Ulm. Su paso como “experto” en el Concilio Vaticano II o sus años como profesor también se apuntan en este libro, una suerte de “cuarta parte” de las memorias escritas a través de sus conversaciones con Seewald.

Según informa Il Corriere, en su nuevo libro Ratzinger “habla de sí mismo, de su fe, las debilidades, la vida privada, los escándalos y los nudos del Papado, explicando las razones de su opción de renunciar y despejando dudas sobre presuntas presiones que lo habrían empujado a dejar el cargo”.