Más de la mitad de los menores LGTB sufre acoso escolar en las aulas

La historia de Alan, el transexual de 17 años que se quitó la vida el pasado 24 diciembre por “la presión e incomprensión social”, es uno de tantos casos de acoso escolar que sufren los menores LGTB. La Federación Estatal de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (FELGTB) denuncia que más de la mitad de los jóvenes de este colectivo sufre acoso en centros educativos por su orientación sexual. El porcentaje aumenta respecto a los transexuales porque “son víctimas más visibles y eso les hace exponerse a un mayor riesgo”, explica el presidente de la asociación, Jesús Generelo.

La federación no tiene un informe único sobre acoso escolar contra el colectivo LGTB, pero extrae sus deducciones del compendio de diversos estudios. Una de las conclusiones es que la primera causa de acoso en los centros educativos es la orientación sexual, porque los menores de este colectivo “apenas reciben apoyo dentro del sistema”, subraya Generelo. La asociación denuncia que el sistema educativo está aún muy por detrás de la sociedad en lo que respecta el reconocimiento e integración de estos jóvenes en las aulas.

“Es muy dramático que tengan que ocurrir casos como el de Alan para despertar las conciencias”, se lamenta Generelo. La federación realizó una muestra con 700 jóvenes que habían sufrido acoso escolar por su condición de homosexual, cuyos datos revelaron que el 43% había ideado alguna vez el suicidio, el 35% lo había preparado con algún detalle y el 17% lo había intentado en alguna ocasión. La encuesta no incluía a los menores transexuales, como Alan, pero el presidente de FELGTB manifiesta que en este colectivo se acentúa la marginalidad y soledad a la que se enfrentan en las aulas.

No hay cifras oficiales de cuántos menores transexuales se han quitado la vida este año movidos por el acoso escolar, pero Generelo confirma que muchas veces es la propia familia la que esconde el motivo del suicidio por la dureza que supone enfrentarse a tanto sufrimiento y porque “les obliga a salir del armario”. Aunque los familiares deciden no revelar la verdadera razón del suicidio, la federación recaba los datos a través de amigos o profesores del fallecido.

Una normativa insuficiente

La identidad de género se regula en la ley 3/2007, pero para la federación la normativa es insuficiente. “Necesitamos una ley transexual que atienda todos los ámbitos”, demanda Generelo. El presidente de FELGTB revela que miembros de su federación y otras tres asociaciones de ámbito estatal están preparando un borrador que presentarán “pronto”, donde se regule el trato que deben recibir los transexuales desde su infancia para acompañarles en su desarrollo. Una legislación que recoja el espíritu de la ley andaluza 2/2014 —Ley Integral para la no discriminación por motivos de identidad de género y reconocimiento de los derechos de las personas transexuales de Andalucía— e imponga unos parámetros básicos e iguales a nivel estatal.

La triste historia de Alan tenía en su origen varios episodios de acoso de sus compañeros de instituto, que le llevaron a tan trágico final, según la asociación Chrysallis, que agrupa a familias de menores transexuales. Pero a veces es el propio centro educativo el que sitúa al joven en una situación incómoda. Como ejemplo, la niña transexual de Málaga que en 2013 abandonó un colegio concertado porque no admitía su identidad de género y le daba trato de varón porque no le dejaba vestir la falda del uniforme. La Audiencia Provincial reabrió las diligencias del caso el pasado mes de mayo, pero la titular del Juzgado de Instrucción número 10 de la capital andaluza volvió a archivarlo hace tres meses.

Las demandas de FELGTB se orientan a intentar acabar con la discriminación “sistémica” que padecen los menores LGTB tanto de sus compañeros como del propio sistema educativo. De ahí la “necesidad” de una normativa transversal que ponga el acento en la Educación, como punto de partida para erradicar los problemas que sufren algunos menores desde la infancia. “Mientras la situación siga como está vamos a seguir teniendo más casos como el de Alan”, sentencia Generelo.

Fallece Robert Spitzer, el psiquiatra que sacó a la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales

Fallece Robert Spitzer, el psiquiatra que sacó a la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales

Robert Spizer demostró que los gays no padecían un desorden mental

Robert Spizer demostró que los gays no padecían un desorden mental: estaban cómodos y cómodas con su sexualidad.

SEATTLE.- El psiquiatra Robert Spitzer, considerado el padre de la clasificación moderna de enfermedades mentales, falleció el pasado viernes en Seattle a los 83 años de edad por una complicación cardíaca.

Spitzer fue el especialista que en 1973 demostró que la homosexualidad no era fruto de una enfermedad psiquiátrica.

A partir de sus estudios sobre las personas homosexuales, la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) aprobó eliminar ese mismo año la homosexualidad de su manual de enfermedades, el DSM donde estaba deflejada como una “perturbación sociopática de la personalidad”. En la tercera edición (DMS-III) apareció como ¨perturbación de la orientación sexual¨.

El Manual diagnóstico y estadístico de enfermedades mentales (DSM, según sus siglas en inglés) es un libro de consulta imprescindible por la psiquiatría mundial, y Spitzer ha jugado un papel fundamental en su elaboración, desde su primera edición hasta la V edición.

Poco después de jubilarse, en el 2013, Spitzer fue diagnosticado con la enfermedad de Parkinson pero siguió ayudando en la elaboración del DSM-5.

Spitzer está considerado uno de los psiquiatras más influyentes de la segunda mitad del siglo XX por sus trabajos que han ayudado a delimitar la línea entre lo que es transtorno mental y lo que no, a partir de clasificar y homogeneizar las enfermedades mentales, sus definiciones y tratamientos.

No era un desorden mental

El doctor Spitzer fue quen presionó por el cambio de la clasificación de los gays, después de reunirse con activistas homosexuales y determinar que la homosexualidad no podía ser un desorden mental si las personas homosexuales estaban cómodas con su sexualidad.

Jack Drescher, psicoanalista gay en Nueva York, ha declarado a la prensa que la eliminación de la homosexualidad de la lista de trastornos fue un gran avance para los derechos de los homosexuales. “El hecho de que el matrimonio homosexual esté permitido hoy en día es en parte gracias a Bob Spitzer”.

Spitzer, titulado en Psiquiatría por la Universidad de Cornell y en Medicina por la de Nueva York, publicó un estudio en 2001 que pretendía apoyar la terapia para volver heterosexuales a los homosexuales. La iniciativa causó el rechazo de sus anteriores seguidores, en especial de los movimientos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales.

Diez años más tarde, Spitzer pidió disculpas y aseguró que su estudio no era científico porque no había una manera objetiva de medir el cambio de orientación hacia un patrón heterosexual.

FAMILIA HOMOSEXUAL Historia de una niña con dos papás

El matrimonio formado por Luis y Denis con su hija Ornella, de gestación subrogada

El matrimonio formado por Luis y Denis con su hija Ornella, de gestación subrogada. / JESSICA SCHEBLY

Luis y Denis son pareja desde hace más de 20 años y matrimonio desde hace tres. Son los padres de Ornella y los autores de Papá, papi y yo, el primer cuento en español sobre la historia de una niña nacida por gestación subrogada. “Creemos que el cuento es una historia de amor con final feliz, de personas que ayudan a otras personas que por alguna razón no pueden concebir. Se trata de una herramienta pedagógica y la mejor forma que encontramos de contribuir al desarrollo ético y moral de la sociedad”, dice Luis Moya. “Es un cuento que explica de forma clara a los niños y a los adultos qué es la gestación subrogada”, señala.

Luis y Denis esperan que su iniciativa ayude a normalizar a las familias como la suya y a muchas otras que no se ajutan al patrón tradicional de padre, madre e hijos. En España, la gestación subrogada (que una mujer geste el bebé y luego renuncie a su relación de maternidad) está prohibida y todavía hay críticas como la reciente del obispo de Córdoba, que opina que las técnicas de reproducción asistida son un “aquelarre químico de laboratorio”. “A nosotros no nos gustan las expresiones vientre de alquiler o madre biológica. Aquí no se alquila ningún vientre. Es una expresión ofensiva. Las mujeres que deciden gestar los hijos de otras personas lo hacen fundamentalmente motivadas por amor, para ayudar a otras personas a realizar su sueño de ser padres. Son niños fruto del amor, del de sus padres y del de la mujer gestante. Además, Ornella no tiene madre biológica. Tiene dos papás. Hay una gestante que la cuidó durante el embarazo y una donante que aportó su carga genética, como en muchos otros casos de reproducción asistida” afirma Denis Zamaro.

Una hermana para Ornella

Luis es profesor de Psicología en la Universitat de València; Denis profesor de italiano en la Escuela Oficial de Idiomas de Quart de Poblet (Valencia). Su hija nació en Estados Unidos gracias a la colaboración de Melissa, una funcionaria que vive en Springfield, a unas tres horas de Chicago, la misma mujer que ahora está embarazada de su segunda hija, Oriana, que nacerá a principios de marzo. “Tenemos un contacto permanente con Melissa por WhatsApp y Ornella la conoce gracias a Skype. Además, podrán conocerse personalmente cuando vayamos a Estados Unidos para asistir al parto de su hermana”, dice Luis. “Melissa es parte de nuestra vida y una persona muy importante a la que amamos y a la que estamos muy agradecidos. A ella y a su marido, que la ha apoyado siempre”, resalta.

La gestación subrogada está perfectamente regulada en Estados Unidos desde hace más de 30 años. Allí la ley exige que la gestante tenga al menos un hijo propio, que goce de buena salud y tenga hábitos saludables. Además, requiere que disfrute de unas condiciones socioeconómicas estables para evitar que lo hagan por necesidad económica, aunque suelen recibir una compensación de entre 20.000 y 25.000 euros, según agencias. Melissa, por ejemplo, que es funcionaria, vive en una casa de 180 metros cuadrados y tiene un nivel de vida medio alto.

Aunque es más caro, Denis y Luis eligieron tener a su hija en Estados Unidos por las garantías legales y sanitarias que ofrece. En la actualidad la gestación por sustitución está regulada también en el Reino Unido, Grecia, México, Rusia, Ucrania, Georgia y Kazajistán, pero excepto en el Reino Unido en todos los países está vetado a parejas homosexuales y solo en Estados Unidos se reconoce la filiación de los padres mediante sentencia judicial. Melissa, la persona gestante, no tiene ninguna vinculación legal con Ornella, la hija de Luis y Denis.

Luis reconoce que la gestación subrogada es un proceso caro y muy complejo. “Los gastos son muchos. Nosotros hemos invertido todo lo que tenemos, pero nada nos puede aportar mayor felicidad. Además, es todo muy complicado por los trámites burocráticos, médicos y legales. La distancia con la gestante lo hace todo aún más estresante”.

En España no hay registros oficiales, pero la Asociación de Familias por Gestación subrogada calcula que cada año nacen unos mil menores españoles con esta técnica en el extranjero, lo que supone una discriminación para las familias que no se lo pueden permitir económicamente. Por ello, la Asociación por la Gestación Subrogada en España, entre otras asociaciones, intenta poner en marcha una iniciativa legislativa popular que reúna el medio millón de firmas necesarias para que el Congreso de los Diputados debata este tema y regule una realidad que ya ha superado a la ley. De hecho, aunque la práctica sea ilegal en España, ya hay sentencias que obligan a registrar a los niños como hijos de dos padres, sin que en su documentación tenga que constar una madre.

Denis y Luis viajarán nuevamente en marzo a Chicago, con Ornella, para ver nacer a su segunda hija Oriana, pero esperan que pronto haya en España una ley que elimine, para otros padres, los obstáculos que han tenido que superar ellos. De momento, gracias a ellos, otros padres ya pueden encontrar en las librerías un cuento donde ver reflejada su familia.

Con textos sencillos, pero con un lenguaje muy didáctico, Papá, papi y yo, de Ediciones Bostezo, cuenta con las ilustraciones de Mercedes Balaguer. Por ahora solo se encuentra en castellano, pero sus autores ya se plantean la traducción a otros idiomas dada la gran acogida que ha tenido hasta el momento.

La “drag queen” musulmana que desafía las amenazas

Asifa Lahore abandera la campaña por la tolerancia de los gays en las comunidades islámicas del Reino Unido

“Ahora que el Reino Unido debate si marcharse de Europa, ahora que el Estado Islámico irrumpe en Europa, vamos a asegurarnos de que suena bien claro nuestro mensaje”… Asifa Lahore (antes “conocido” como Asif Quraishi) ha saltado de laescena nocturna a la escena política y social británica, rompiendo una lanza por la aceptación y tolerancia.

La primera “drag queen” musulmana del Reino Unido -nacida de inmigrantes paquistaníes en 1983 y en el barrio londinense de Southhall-, no pudo cumplir su máxima ambición en el 2015 pero se quedó bien cerca: “Mi sueño era habertomado el testigo de Conchita Wurst y haber convertido Eurovisión en Bollywood”.

Su canción, You and I, era un doble desafío a los cánones occidentales y musulmanes, después de su lanzamiento con Punjabi Girl, en un doble guiño a Lady Gaga y Madonna, vestida con una burka con los colores del arco-iris: “Soy una chica punjabi, en un mundo punjabi…”

Bajo su alegre y descocada fachada, sin embargo, se esconde una larga década de opresión y depresión, hasta que finalmente pudo salir del armario y reafirmar su identidad: “Desde bien niño supe que era gay y que era musulmán, pero no encontraba la manera de conciliar esa doble identidad”.

En sus shows en directo recuerda las tribulaciones de su familia, cuando iban con el niño/niña de la consulta del médico a la mezquita, buscando la respuesta que no acababa de caer del cielo: “El médico le decía a mis padres que lo que me pasaba era perfectamente “natural”, pero en la mezquita insistían en que tenía que dejar de ser “gay”… o dejar de ser musulmán”.

Asifa lee regularmente el Corán y cumple a rajatabla el Ramadán, como bien pudieron comprobar el millón largo de británicos que vieron Musilim Drug Queens, el documental del Canal 4 que la lanzó definitivamente a la fama y que le puso en disparaddero de la intolerancia.

Dese su aparición televisiva no dejó de recibir insultos y amenazas, por email o en las redes sociales: “Te haces llamar musulmán, pero deberías avergonzarte de ti mismo y tendrían que matarte… Vamos a buscarte y te vamos a matar, como lo haría el Isis… No hay lugar para las “drags” en el islam, lo que necesitamos es aplicar la ley sharia”.

“Recibí amenazas de muerte, pero decidí mandarlas todas al carajo y seguir poniéndome guapa”, presume Asifa Lahore. “Soy británica, soy musulmán, soy hombre y soy mujer, y amo lo que soy… Me pueden disparar o clavar un cuchillo, pero al menos habré vivido para dar voz a miles de musulmanes en todo el mundo que llevan una vida invisible”.

Distinguida en su día con la medalla de bronce en el concurso Drag Idol UK, Asifa se ha convertido en los últimos años en una presencia habitual en la escena “gay” y en el rostro más visible entre las comunidades asiáticas del sur de Londres. Su salto sin red como cantante ha venido acompañado de un papel cada vez más activo y sonoro en las comunidades musulmanas.

Censurada en un debate

Su presencia fue sin embargo censurada durante un debate en la BBC 3 sobre la libertad de expresión en la Mezquita Central de Birmingham. Asifa respondió a los organizadores plantándose con su propia pancarta: “¿Cuándo será finalmente aceptado ser gay y ser musulmán?”.

En su última reencarnación, Asifa es la “Curry Queen”, convertida en la reina global de la comunidad “gayasian” y reclamando el derecho de las minorías étnicas a expresar libremente su sexualidad, sin miedo a los tabús culturales y religiosos…

“Cuando hice mi primer espectáculo de cabaret drag y salí vestida con un burka, la gente no sabía realmente cómo tomárselo”, confiesa Asifa al Huffington Post. “No estaban seguros si reírse podía resultar ofensivo. Tuve que trabajar duro para “refinar” mi actuación y poder agradar a la propia comunidad, y extender al mismo las fronteras y la percepción de los musulmanes entre los gays, las lesbianas, los bisexuales y los transexuales”.

La candidata transexual que Bolivia rechazó impulsa la Ley de identidad de género

Rayza Torrani García, la principal impulsora de la Ley de identidad de género

Rayza Torrani García, la principal impulsora de la Ley de identidad de género. | Imagen cedida a eldiario.es.

Un giro vital. Es lo que ha experimentado Rayza Torriani, la que es ahora la transexual más influyente de Bolivia y la principal impulsora de la Ley de identidad de género en su país. Una ley, que tras años de lucha por parte de los colectivos,  ha sido presentada por el Gobierno en un proyecto de ley y que se encuentra ahora a expensas de una aprobación definitiva.

Torriani saltó de la calle a los despachos. Pasó del anonimato de la noche al reconocimiento de la vida pública. A la carrera política. Su bandera: la defensa de los derechos humanos.

“Yo hago las cosas para las que ahora me dan palos, para las que me critican”, explica Rayza, defendiéndose de las críticas que vierten sobre ella algunos sectores LGTB. “Yo defiendo a todos aquellos que son discriminados, no solo a los LGTB”, sentencia la activista.

Su labor ha revolucionado a una parte importante de la sociedad boliviana. Creó la red Trébol en 2006, la primera red de mujeres transexuales del estado plurinacional que nació inspirada por lo que la activista escuchó dos años antes durante un viaje a Argentina, donde acudió como invitada a un evento de la Red Latinoamericana de Mujeres Transexuales.

“Para mí, antes la noche era el día y el día era la noche. Por la noche tenía que arreglarme y ponerme divina para poder ir a una esquina a vender mi cuerpo”, explica la trans a eldiario.es mientras recuerda sus inicios. “Mi vida dio un cambio radical y Argentina fue el punto de inflexión”, puntualiza. “En el evento de la red trans veo que hay otra manera de hacer las cosas y es entonces cuando tomo la decisión de cambiar y me comienzo a capacitar como activista y futura directora”, cuenta la líder transexual.

En 2014 sus labores como activista en favor de los derechos humanos ya eran reconocidas en toda Latinoamérica. Torriani había conseguido soporte social y apoyo en los sectores LGTB. Y a parte de crear la red trans en su país -La Red Trébol-, había formado también la primera red de mujeres transexuales que vive con VIH en Bolivia.

Fue entonces cuando, tras su influencia en la resolución positiva de un caso de agresión xenófoba, Torriani fue invitada a participar en las listas electorales del Partido Verde presentándose a la primera diputación por el departamento de Cochabamba. Pero las leyes bolivianas impidieron finalmente su postulación.

Bolivia discrimina a las personas trans

La activista transexual, todavía no tiene el cambio de género reconocido legalmente. En su documentación aparece el nombre de varón con el que nació, que le impidió presentarse como candidata a las elecciones. “Yo en el fondo temía que eso pudiera pasar”, cuenta Torriani, aunque sostiene que “confiaba en que las instituciones aceptaran la candidatura como varón”.

Las leyes bolivianas exigen, hasta el momento, que los candidatos varones estén en posesión de la tarjeta militar. Un documento que acredita que el postulante ha realizado el servicio militar público de manera voluntaria. Torriani, como mujer, no prestó sus servicios a las fuerzas del estado, algo que asegura “sería una tortura para cualquier persona transexual”. “La ley dice que hay que ser bien macho para ejercer el servicio militar”, puntualiza la líder del movimiento transexual.

“Me discriminaron desde el momento en el que no me dejaron inscribirme en el padrón electoral”, denuncia Torriani. “En ese momento se hizo público que no se respetaba la imagen de la persona en Bolivia”, recalca la activista.

Pero lejos de dejarla fuera del panorama político, el apoyo del Partido Verde y de los activistas en favor de los derechos humanos impulsaron la carrera de Torriani. “Esto ayudó”, cuenta, “soy la mujer que ha movido la causa transexual en Bolivia”, asegura.

“Como política he conseguido acceder a muchos despachos, reunirme con mucha gente”, explica Torriani, que ha negociado con varios partidos y ha conseguido llevar a la cámara legislativa la norma de identidad de género.

La batalla judicial del cambio de sexo

La Constitución boliviana en vigencia sanciona en el Artículo 14 inciso II la discriminación por razón de identidad de género, algo que no garantiza el cambio de sexo a las personas trans.

Hasta la implantación de la nueva ley, cambiar de sexo de manera oficial en el país latinoamericano solo puede conseguirse a través de la vía judicial. Un camino que supone un largo proceso y que según datos recopilados por la prensa del país solo han conseguido finalizar seis personas desde 2006.

La propuesta de ley impulsada por Torriani conlleva que el cambio de sexo se convierta en un trámite administrativo, abandonando así la vía judicial. Un trámite, en el que según los datos de las asociaciones bolivianas LGTB, están interesadas por el momento más de  1.085 ciudadanos.

“Los requisitos ya no serán tan tediosos”, explica la propulsora. Según su propuesta, solo haría falta el carnet de identidad, un certificado de nacimiento, fotografías del cambio físico y un informe psicológico en el que se especifique el tratamiento hormonal que se ha seguido la persona solicitante.

“Cuando se apruebe la ley primero quiero que cinco mujeres trans se cambien el nombre”, explica Torriani. “Cuando cinco ya lo hayan hecho, entonces lo haré yo”, sentencia la activista.

Ex Presidente José Mujica admite haber realizado prácticas homosexuales durante su tiempo en reclusión

CNN – En declaraciones a nuestra Agencia, el ex Presidente uruguayo admitió que durante los años que pasó en prisión realizó prácticas homosexuales.

josé mujica

Si bien no puedo definirme como homosexual, la soledad y falta de cariño en aquellos momentos pegaba muy duro. Por ello no teníamos más opción que ser cariñosos entre nosotros.
El famoso ex presidente, que paso aproximadamente 14 años en prisión durante la dictadura militar uruguaya, dijo que las reglas de la vida diaria de reclusión imponían “alternar el ser pasivo y activo”.
Estas prácticas fueron muy comunes entre los presos políticos uruguayos y afirma Mujica que hoy sale a decir esta verdad “para que el pueblo uruguayo y de todo el mundo tome conciencia del drama que es la privación de libertad”.
Preguntado si luego de liberado continuó con esas prácticas, Mujica admitió que el y su esposa son muy liberales en cuanto a la sexualidad y que ambos pueden hoy definirse como bisexuales.

 

La muerte de Alan

“Paso el año recorriendo lugares en los que socializan personas transexuales, entornos sanitarios, centros educativos, espacios de ocio… y tengo que decir, claramente, que en muchos de los casos lo que falta es sensibilidad… Jamás identificaremos como transfobia algo que entendemos como un “juego de niños”

Llevo un buen puñado de horas en silencio, no he sido capaz de agarrar ningún teclado para hablar del trágico suceso que ha conmocionado España en los días de Navidad, y sin embargo, puede que much@s hayan echado de menos que yo compartiese o dijese algo sobre el asunto.

Ha habido varios motivos para que se produzca este silencio…

El primero, es que he estado madurando de qué manera hacía llegar esta información a l@s integrantes del grupo de personas trans de Extremadura y sus madres y padres… En la mayoría l@s chic@s que lo forman son jóvenes –algun@s de ell@s no son mayores de edad- y sinceramente no me apetecía que esta triste noticia empañase las fechas navideñas de paz y familia que estaban pasando. Esta noticia, puede provocar un efecto llamada para otr@s chic@s que estén en situaciones similares, y debemos estar muy pendientes de ellxs, para que nada de esto vuelva a sucederle a nadie.

Por otro lado, y esta sería la segunda causa, es que me parece oportuno deconstruir el concepto de transfobia tal y como la venimos entendiendo. Seguramente, entendéis la transfobia como un profundo sentimiento de odio hacia las personas transexuales, que se sustenta en la ausencia de conocimiento o empatía hacia la realidad transexual. Sin embargo yo tengo otra teoría.

Efectivamente transfobia es el miedo o rechazo hacia las personas trans, el bullying o acoso escolar por esta misma causa también lo es. Hacemos campañas y actuamos cuando se producen de manera clara y directa, las organizaciones gestionamos decenas de casos cada año, en las que nuestras gentes sufren esta lacra. Sin embargo… por qué no llegamos a otras… por qué se nos sigue escapando aquella que es sutíl, la que no se denuncia, la que apenas se ve. La respuesta es clara, porque no la consideramos, porque no la identificamos como transfobia.

Paso el año recorriendo lugares en los que socializan personas transexuales, entornos sanitarios, centros educativos, espacios de ocio… y tengo que decir, claramente, que en muchos de los casos lo que falta es sensibilidad… Jamás identificaremos como transfobia algo que entendemos como un “juego de niños”. En realidad hay transfobia en los chavales y chavalas que acosan a nuestr@s compañer@s, ¡¡claro que la hay!! Pero más aún existe en los adultos que la acompañan con tibieza, en quienes miran para otro lado sin ser capaz de identificar un claro riesgo para las vidas de nuestrxs chavalxs… Y pido disculpas al puñado de cómplices que tenemos en este camino, que los hay, pero son sólo un puñado, generalizar es siempre injusto.

Lo que le ha sucedido a Alan no es más que la respuesta de esta sociedad a la realidad transexual, invisibilizarla, no tomarla en consideración, pensar que… “no será para tanto” ¡¡maldita frase!! ¡¡maldita sociedad!!

“Demasiado mayor para ser transexual”

Verónica, transexual a la que la Generalitat catalana le niega la vaginoplastia

Verónica, transexual a la que la Generalitat catalana le niega la vaginoplastia

A Verónica no le permiten terminar el proceso de cambio de sexo porque “ya es demasiado mayor para ser transexual”, dice esta mujer de 52 años. Llevaba seis años en una lista de espera para ser sometida a una vaginoplastia -cirugía para modificar los genitales- y asegura que en abril le confirmaron que había sido excluida.

“Me tenían que haber operado en 2013, terminó el año y tampoco me intervinieron. Cuando preguntaba sobre el retraso de la intervención, me respondían que la culpa la tenía la crisis. Pero vi que una chica más joven, que llevaba menos tiempo esperando, sí que era operada”, recuerda esta colombiana que lleva 15 años viviendo en Barcelona. “Desde pequeña quería ser mujer, en Colombia no tuve la oportunidad, pero cuando llegué aquí sentí más libertad. Hace siete años comencé la transición de género”.

Al final, este año le confirmaron la decisión que preveía: no iba a ser intervenida porque su edad “no permite garantizar el resultado óptimo esperado tras la cirugía”, señalan las especialistas de la Unidad de Identidad de Género del Hospital Clínic (Barcelona) en un informe emitido en febrero al que ha tenido acceso eldiario.es.

Asimismo estas profesionales justifican la negativa esgrimiendo que “la paciente no trabaja y tiene pocos recursos económicos” y también consideran destacable que Verónica no cuente con apoyo familiar ya que, según señalan en este documento, “no puede tener el soporte social y/o familiar para los cuidados del postoperatorio”.

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nforme emitido en febrero del 2015 por la Unidad de Identidad de Género del Hospital Clínic

El Observatorio catalán contra la homofobia considera que esta mujer está siendo discriminada y por eso su presidente denunció su caso ante el Defensor del Pueblo catalán (Síndic de Greuges). Esta institución ha dado la razón a la paciente en una resolución emitida a finales de octubre que desmonta las argumentaciones de la administración, solicita al Departamento de Salud que revise este caso y cuestiona que no se haya puesto en duda “hasta ahora” la inclusión de la paciente en la lista de espera.

Por un lado, el Defensor recuerda que los seis años que ha estado esperando a ser intervenida “no son imputables a la paciente” y que el paso del tiempo “ha jugado en su contra, de tal forma que ha supuesto su exclusión”.

Por otro, se pronuncia sobre la falta de entorno social y recursos económicos a los que hacen referencia las especialistas. Recuerda que durante estos años Verónica ha contado con el acompañamiento de  ACATHI (Asociación catalana por la integración de homosexuales, bisexuales y transexuales inmigrantes) y que esta organización “estaría dispuesta a ofrecerle apoyo postquirúrgico” y “asumir el coste del material”.

El Departamento de Salud ha señalado a eldiario.es que la exclusión se debe a “criterios médicos” y no ha confirmado que vaya a revisar el caso.

“Llevo seis años con mi vida paralizada a la espera de ser operada. No me he ido a otras ciudades en las que tenía opciones de encontrar trabajo para no cancelar el procedimiento médico porque nunca me llegué a imaginar que iba a ser excluida de la lista de espera”, añade esta mujer. Para ser incluida en el programa quirúrgico, Verónica estuvo siguiendo un tratamiento en la Unidad de Identidad de Género durante dos años, 12 meses de tratamiento hormonal y 12 meses de experiencia real.

“Se está vulnerando la ley contra la homofobia”

El presidente del Observatorio catalán contra la homofobia considera que en este caso no se están respetando los derechos sexuales y, por lo tanto, no se está cumpliendo la ley contra la homofobia aprobada por el Parlamento catalán. “Creemos que denunciar esta situación ante la Administración no iría a ningún sitio porque son los mismos que han excluido a Verónica. Por eso, decidimos iniciar un procedimiento ante el Defensor del Pueblo”, apunta Eugeni Rodríguez, portavoz de este organismo.

Aunque la vaginoplastia no está incluida en la cartera del Servicio Nacional de Salud, el Defensor recuerda que “esta operación forma parte de la cartera de prestaciones complementarias que puede ofrecer una comunidad autónoma”. Al año en Cataluña se realizan ocho intervenciones de este tipo y hay una lista de espera de 187 pacientes. Por lo tanto, Verónica reivindica que no es una “batalla” personal. “Hay muchas personas del colectivo LGTB en la misma situación”, recuerda. Añade que van a seguir protestando, han comenzado una r ecogida de firmas en Change.org y no descartan manifestarse en la calle contra el Departamento de Salud.

Más de la mitad de los jóvenes homosexuales sufre acoso escolar

La pasada Nochebuena un joven transexual se suicidió en Barcelona por “la presión e incomprensión en el ámbito escolar”. Un estudio de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales, sobre una muestra de 700 menores acosados por su orientación sexual, asegura que el 43% pensaron en el suicidio.

SOCIEDAD ALAN TRANSEXUAL QUE SE HA SUICIDADO CAPTURAS DE LA WEB DE CHRYSALLIS ASOCIACION DE FAMILIAS DE MENORES TRANSEXUALES

Imagen de Alan, el joven transexual que se quitó la vida la pasada Nochebuena.

MADRID.- Más de la mitad de los jóvenes homosexuales sufre acoso escolar por orientación sexual, según la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (Felgtb), que urge a abordar con seriedad este problema que se prolonga años y que permanece invisible en la mayoría de los casos.

El porcentaje de acoso es superior en el caso de los niños transexuales, y un triste ejemplo de ello es Alan, que se suicidó hace unos días por “la presión e incomprensión” que sufría en el ámbito escolar, a pesar de contar con el apoyo de la familia y haber obtenido la autorización de un juez para cambiar su nombre en el DNI y en los documentos oficiales.

El presidente de la Federación, Jesús Generelo, asegura que al menos el 55% de los jóvenes LGTB afirmaron, en un estudio realizado por este colectivo, haber sufrido algún tipo de violencia psicológica o física en el ámbito educativo.

“Hicimos otra investigación para saber las consecuencias sobre la salud de los chicos acosados y con una muestra sobre 700 jóvenes que lo sufrieron concluyó que el 43% idearon el suicidio, el 35% lo prepararon con algún detalle y el 17% lo había intentado en alguna ocasión”, explica Generelo, quien recuerda que estas cifras duplican las cifras de riesgo de suicidio de la población de adolescentes en general.

El mayor porcentaje de acoso se da entre los 12 y 15 años, pero la federación tiene datos de víctimas desde la temprana edad de 5 años. En el caso de los niños transexuales, destaca que el porcentaje de víctimas de acoso es superior porque “son víctimas más visibles, y eso les hace exponerse a un mayor riesgo”.

“En el colegio, les llaman con el nombre equivocado o se les viste con el uniforme equivocado, usan unos vestuarios en los que no se sienten cómodos; es una permanente puesta en cuestión de lo que se espera de ellos”. “Es exigirles que tengan mucha fortaleza, que aguanten heroicamente y que perseveren en lo que ellos saben que está equivocado”, asegura Generelo.

Además, algunos de los jóvenes transexuales “no quieren ir al médico porque allí también se les llama con un nombre diferente con el que las familias les conoce, si lo tiene ya aceptado”.

Para superar estos obstáculos, el presidente de la Felgtb, que agrupa a los principales colectivos homosexuales de España, reclama una ley integral de la transexualidad garantice “que no son personas enfermas, sino que el daño viene del entorno”.

A su juicio, la norma debería establecer la creación de unidades de tratamiento o de identidad de género en el ámbito sanitario “y no de trastorno”, además de establecer “el derecho a la autodeterminación de la identidad para todos, para que no tenga que ser un médico después de dos años el que decida la identidad del joven”.

“La ley debe unificar el tratamiento que se da a estas personas en toda España, establecer un mismo criterio educativo y formar a funcionarios, trabajadores sociales y otros profesionales para que conozcan esta realidad y les sepan dar la atención que merecen”, añade.

Para el responsable de la Federación, “es un problema de una gravedad inmensa, generalizado en todas las comunidades autónomas y no se está abordando con la seriedad y la estructuración que requiere”, ha añadido. “No se puede abordar la lucha contra este acoso por los casos que surgen, porque eso sólo es la punta del iceberg. Debe hacerse de manera preventiva y con criterios de identidad de género”.

En este sentido, plantea que “los alumnos en general deben saber que se trata de una circunstancia que parte de la diversidad humana y que debe ser respetada y los alumnos LGTB han de saber que tienen unos derechos y que no es normal recibir insultos y percibir esa sensación de marginalidad”.

Según la encuesta de la Felgtb, la violencia verbal -burlas, insultos o rumores- afecta a un 64% y normaliza una violencia de tipo psicológico que degrada y menosprecia al menor por el hecho de ser LGTB.

Le sigue, por la incidencia, la violencia social -mecanismos de rechazo, exclusión y aislamiento hacia la persona por parte del grupo- que la sufren hasta un 37% a los que se les impide su participación y un 39% a los que no se les deja hablar o se les ignora.

Respecto a la violencia física, el 5% dice haber recibido palizas, un 6% acoso o agresiones sexuales, un 23% amenazas, a un 36% le han tirado cosas, ha recibido golpes o empujones y un 14% ha sufrido algún tipo de violencia por el hecho de ser homosexual a través de internet o móvil.

Más de la mitad de los jóvenes homosexuales han sufrido acoso en las aulas EFE – Madrid 30/12/2015 – 12:27h

Más de la mitad de los jóvenes homosexuales sufren acoso escolar por orientación sexual, según la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (Felgtb), que urge a abordar con seriedad este problema que se prolonga años y que permanece invisible en la mayoría de los casos.

El porcentaje de acoso es superior en el caso de los niños transexuales, y un triste ejemplo de ello es Alan, que se suicidó hace unos días por “la presión e incomprensión” que sufría en el ámbito escolar, a pesar de contar con el apoyo de la familia y haber obtenido la autorización de un juez para cambiar su nombre en el DNI y en los documentos oficiales.

El presidente de la Federación, Jesús Generelo, asegura a Efe que al menos el 55 por ciento de los jóvenes LGTB afirmaron, en un estudio realizado por este colectivo, haber sufrido algún tipo de violencia psicológica o física en el ámbito educativo.

“Hicimos otra investigación para saber las consecuencias sobre la salud de los chicos acosados y con una muestra sobre 700 jóvenes que lo sufrieron concluyó que el 43 por ciento idearon el suicidio, el 35 por ciento lo prepararon con algún detalle y el 17 por ciento lo había intentado en alguna ocasión”, explica Generelo, quien recuerda que estas cifras duplican las cifras de riesgo de suicidio de la población de adolescentes en general.

El mayor porcentaje de acoso se da entre los 12 y 15 años, pero la federación tiene datos de víctimas desde la temprana edad de 5 años.

En el caso de los niños transexuales, destaca que el porcentaje de víctimas de acoso es superior porque “son víctimas más visibles, y eso les hace exponerse a un mayor riesgo”.

“En el colegio, les llaman con el nombre equivocado o se les viste con el uniforme equivocado, usan unos vestuarios en los que no se sienten cómodos; es una permanente puesta en cuestión de lo que se espera de ellos”.

“Es exigirles que tengan mucha fortaleza, que aguanten heroicamente y que perseveren en lo que ellos saben que está equivocado”, asegura Generelo.

Además, algunos de los jóvenes transexuales “no quieren ir al médico porque allí también se les llama con un nombre diferente con el que las familias les conoce, si lo tiene ya aceptado”.

Para superar estos obstáculos, el presidente de la Felgtb, que agrupa a los principales colectivos homosexuales de España, reclama una ley integral de la transexualidad garantice “que no son personas enfermas, sino que el daño viene del entorno”.

A su juicio, la norma debería establecer la creación de unidades de tratamiento o de identidad de género en el ámbito sanitario “y no de trastorno”, además de establecer “el derecho a la autodeterminación de la identidad para todos, para que no tenga que ser un médico después de dos años el que decida la identidad del joven”.

“La ley debe unificar el tratamiento que se da a estas personas en toda España, establecer un mismo criterio educativo y formar a funcionarios, trabajadores sociales y otros profesionales para que conozcan esta realidad y les sepan dar la atención que merecen”, añade.

Para el responsable de la Federación, “es un problema de una gravedad inmensa, generalizado en todas las comunidades autónomas y no se está abordando con la seriedad y la estructuración que requiere”, ha añadido.

“No se puede abordar la lucha contra este acoso por los casos que surgen, porque eso sólo es la punta del iceberg. Debe hacerse de manera preventiva y con criterios de identidad de género”.

En este sentido, plantea que “los alumnos en general deben saber que se trata de una circunstancia que parte de la diversidad humana y que debe ser respetada y los alumnos LGTB han de saber que tienen unos derechos y que no es normal recibir insultos y percibir esa sensación de marginalidad”.

Según la encuesta de la Felgtb, la violencia verbal -burlas, insultos o rumores- afecta a un 64 por ciento y normaliza una violencia de tipo psicológico que degrada y menosprecia al menor por el hecho de ser LGTB.

Le sigue, por la incidencia, la violencia social -mecanismos de rechazo, exclusión y aislamiento hacia la persona por parte del grupo- que la sufren hasta un 37 por ciento a los que se les impide su participación y un 39 por ciento a los que no se les deja hablar o se les ignora.

Respecto a la violencia física, el 5 por ciento dice haber recibido palizas, un 6 por ciento acoso o agresiones sexuales, un 23 por ciento amenazas, a un 36 por ciento le han tirado cosas, ha recibido golpes o empujones y un 14 por ciento ha sufrido algún tipo de violencia por el hecho de ser homosexual a través de internet o móvil.