Soy soldado, soy homosexual

La presencia de militares gays en el Ejército sigue siendo un tema tabú . El apoyo mutuo y la valentía ante un ambiente hostil se han convertido en sus únicas armas ante la beligerancia de algunos compañeros y la indiferencia de la institución.

MADRID.- El próximo mes de septiembre se cumplirán 15 años desde que el teniente coronel José María Sánchez Silva anunciara su condición de homosexual en la portada de la revista Zero. Fue el primer soldado gay en dar un paso al frente. En los albores del nuevo siglo, Sánchez Silva denunció que las Fuerzas Armadas se habían democratizado, pero la equidad de derechos no había llegado hasta las soldados lesbianas y gays. “Seguimos en las catacumbas. Lo justo parece la discreción, pero eso nos lleva a renunciar a nuestros derechos, a sufrir en silencio”, afirmó el oficial del Ejército de Tierra. Aquellas declaraciones dinamitaron su brillante carrera militar. ¿Valió la pena?

Tres lustros después, la situación parece no haber cambiado demasiado. “No hay ninguna regla que no te permita decirlo, pero tú sabes que si lo dices puedes tener muchos problemas”, explica David Thovar, cabo retirado del Ejército de Tierra. Efectivamente, en las Fuerzas Armadas nunca ha existido una ley como la ya abolida Don’t ask, don’t tell (no lo preguntes, no lo cuentes) que obligaba a los soldados estadounidenses a guardar silencio sobre su orientación sexual si ésta difería de la heterosexual. Pese a ello y como denunció Sánchez Silva, el silencio sigue imperando.

David Thovar entró en el Ejército en 1997. Desde la profesionalización de las Fuerzas Armadas es inútil preguntar a un soldado los motivos que le llevaron a enrolarse. “Vocación” se cuela siempre en la respuesta. También en la de David, pese a que era consciente de que tendría que mantener en secreto una parte de sí mismo. “Tampoco había visto noticias de que hubiera casos crueles o de discriminación. Yo pensaba: si no me gusta, no renuevo y ya está. Pero iba en la sangre e iba renovando”.

Camaradas, enemigos

“Una vez vi como un soldado salía de la formación diciendo: A mí no me manda una mujer, y menos lesbiana. Salió de la formación y se largó. Pidió la baja psicológica, pero yo creo que fue para protegerse del marrón que le iba a caer”, relata David, que pertenecía al regimiento de Infantería Castilla nº16, acuartelado en Badajoz. Muy pronto descubrió que su principal problema en el Ejército serían algunos de sus compañeros, que se mostraban abiertamente hostiles con la homosexualidad ante la pasividad de sus superiores. Cargaban sus armas con años de prejuicios e intransigencia.

“Intenté mantener la discreción en un principio”, confiesa. “Yo me tenía que mover ocultando mi tendencia para que primero me conocieran como persona. Si no, no hacían ni por conocerme”. En ocasiones, el único obstáculo era la propia ignorancia: “Luego, cuando se enteraban, muchos se llevaban una grata sorpresa. Su ideal era que ser gay es lo peor. Por eso algunos, al haberme conocido primero como persona, se preguntaban como podía ser posible”.

David caminó con pies de plomo mientras le fue posible. Un día, una de las pocas personas que conocían su condición sexual se lo dijo a otro compañero. A las pocas horas, era vox populi en toda la base y su estrategia se derrumbó. “Al día siguiente… Solo por las miradas lo tenías todo”. “Todo mi sistema era intentar que me conocieran por mis aptitudes, por mi trabajo. Claro que me arrepentí de haberlo dicho. Me vino todo eso de golpe”, se lamenta.

Guerra de trincheras

Al cabo del Regimiento Castilla nº16 no le quedó sino cavar su trinchera y empezar una batalla desde ella. Enfrentaba los comentarios de unos, la beligerancia de otros y la indiferencia ante ello por parte de muchos de sus mandos. Poco a poco, sus allegados se fueron uniendo a él hasta crear un pequeño espacio seguro, donde eran pocos los ataques y los que llegaban no quedaban sin respuesta. “Era el bichito raro. El maricón. Yo me decía: date cuenta de que eres pionero“.

Pero David no era, ni mucho menos, el único homosexual de su base. Su lucha llamó la atención y lo convirtió en un ejemplo. “Todos aquellos con dudas me veían como una referencia, como un punto de apoyo. Querían saber cómo salir y ser capaces de enfrentarse a todo eso, cómo ser tú mismo. Otras veces solo era permanecer juntos, soportar las críticas y apoyarse para que dé igual lo que digan”, narra el cabo. El Ejército como institución no movería un dedo por ellos, pero no importaba: “Todo era entre nosotros. ¿Quién te iba a apoyar si no?”.

La seguridad que ofrecía aquella trinchera reforzó el valor de algunos de sus camaradas, que se atrevieron a salir del armario. No querían seguir negándose a sí mismos. “Al haber abierto esa brecha los demás tuvieron más facilidad para salir. Las vivencias eran diferentes, era más fácil sentirse liberado y a gusto. También muchas mujeres. De hecho, considero que hay un mayor número de lesbianas liberadas en el Ejército que de gays liberados”, opina David.

“Pero si te sale mal…”

David explica que en el Ejército, en muchas ocasiones, la condición de homosexual supone un peso mayor para los hombres que para las mujeres. En un mundo tan competitivo “nadie quiere quedar por debajo del maricón”. Rocío, lesbiana y militar en activo, coincide con él: el propio machismo imperante en el cuerpo hace que las mujeres homosexuales “estén mejor miradas”, aunque ella no disfruta de esa supuesta ventaja.

Rocío pide que no se revele a qué unidad pertenece. Ni a qué cuerpo de las Fuerzas Armadas. “Ni siquiera la ciudad”, insiste la militar, que utiliza un nombre falso para relatar su experiencia a este medio. La pareja mantiene su relación “totalmente en secreto, porque ella es un mando”. No temen la reacción de sus compañeros, sino la de “los mandos de ella. Al ser oficial estaría peor mirada solo por eso. El machismo es muy grande”.

Rocío reconoce que “es duro”. “Tienes amigos dentro y no se lo puedes contar. Lo pasas mal porque vives una doble vida. Cuando te vas de vacaciones, mientes. Cuando te coges un día libre, mientes. Cuando te preguntan dónde has estado y qué has hecho, mientes. ¡Y claro, hay gente que te pilla las mentiras!”, se ríe Rocío un momento antes de volver a la gravedad: “Mientes tanto que ya no sabes ni dónde está la verdad”. Admite que “sería una liberación muy grande” dejar de mentir, pero de momento supone un demasiado riesgo para ellas. “Te puede salir bien. Pero si te sale mal acabas en la calle”.

“Nunca hay batallas perdidas”

Rocío es militar en uno de los ambientes más exigentes del ramillete de destinos donde pueden desarrollar su labor los miembros de las Fuerzas Armadas. El contexto de Daniel Galán, cabo destinado en la Academia de Artillería de Segovia, es diferente. Lleva 15 años en activo y jamás escondió su tendencia sexual, lo que “hasta el día de hoy” no le ha supuesto ningún problema.

Daniel ha participado incluso en programas de televisión, en los que ha explicado su experiencia como soldado gay. Como David, su valentía para salir del armario hizo que algunos compañeros le pidieran consejo sobre la mejor manera de hacerlo. No obstante, su voluntad de normalizar la presencia de gays y lesbianas en el Ejército no ha contado con ningún movimiento institucional para apoyarle. “El Ejército es muy cerrado en este tema. Le está costando adaptarse a ciertas cosas. Y eso que hay bastantes [soldados homosexuales en sus filas]”.

“¿Que qué se podría hacer para derribar esa cerrazón? … ¡Uf! A lo mejor charlas, porque no se habla nunca de ello, para que los compañeros vean que esto es lo más normal. Estamos en el siglo XXI”, expone el cabo Galán, que tiene claro que por el momento los soldados tendrán que luchar solos contra la homofobia: “El tiempo es el que marcará la evolución. El mundo del Ejército por desgracia va a necesitar más años que la sociedad, no va a cambiar en un par de años”. Antes de concluir su conversación con Público, deja un mensaje. “Nunca hay batallas perdidas”.

La lista de prácticas sexuales más extrañas

Catalogadas por las normas sociales como raras, perversas o hasta enfermizas, estas prácticas eróticas, aunque inusuales, tienen su pequeño público

Adictos al sadomasoquismo en la convención 'DomConLA', en Los Ángeles

Adictos al sadomasoquismo en la convención ‘DomConLA’, en Los Ángeles. / AFP

Nuestra especie ha aprendido a disfrutar del sexo como ninguna otra. Para los seres humanos, todo vale, con amor, sin amor, con uno mismo, a tres en la cama, a diez… Las posibilidades son infinitas. La sociedad considera algunas de las fijaciones sexuales desde extrañas a escabrosas, pero por raro que pueda parecer, hay quien las encuentra placenteras.

Catalogadas por las normas sociales como raras, perversas, o hasta enfermizas, estas prácticas sexuales, aunque inusuales, tienen su pequeño público, aunque la psiquiatría vea en ellas mucho más que simple sexo.

Estos comportamientos considerados extraños o irregulares relacionados con el sexo son las denominadas ‘parafilias’, algunas más aceptadas socialmente que otras. La parafilia es un tipo de comportamiento que se caracteriza por un acto sexual en el que el placer no se obtiene de la manera convencional, sino que implica fetiches y actos sexuales atípicos.

Estas son algunas de estas prácticas sexuales que podrían considerarse no habituales:

Somnofilia

La somnofilia es un tipo de parafilia en la cual la excitación sexual y/o el orgasmo son obtenidos al mantener relaciones sexuales con un desconocido cuando éste está dormido. Hay diferentes rangos, que pueden ir desde la mera excitación o la masturbación hasta la práctica del acto sexual con la persona que duerme. Estas personas se excitan cuando ven a alguien dormido, y esa excitación aumenta por el miedo a que esa persona despierte y ser descubiertos.

Clismafilia

Se trata de las personas que obtienen placer sexual a través de la introducción de líquidos en el ano. En general no se trata de un fetiche compartido, por lo que en general las personas que gustan de esta parafilia se realizan enemas a sí mismos.

Masoquismo y sadismo

El masoquismo y el sadismo son quizá de las parafilias más conocidas, y de las que están más a la orden del día gracias a películas que las muestran en mayor o menor medida, como la famosa ’50 sombras de Grey’. Los masoquistas relacionan el placer sexual con el dolor, la crueldad o el sufrimiento. Les excita recibir golpes, latigazos, ser esclavizado, así como la asfixia o la autoasfixia. Este tipo de prácticas son peligrosas y deben realizarse con conocimiento y precaución, ya llevar el cuerpo al límite puede terminar con un resultado no esperado. El sadismo se basa en experimentar placer erótico al provocar dolor físico o humillación en la pareja.

Acrotomofilia

Consiste en sentir deseo sexual o preferencia por alguien que tiene algún miembro amputado, aunque a parte de la amputación, sus cánones de belleza son los estándar. El deseo sexual, en este caso, está ligado o es dependiente del muñón o muñones de la pareja. Los acrotomofílicos se sienten atraídos por los tocones resultantes de alguna parte del cuerpo amputada, incluso a veces por las partes mismas. Generalmente prefieren las amputaciones de las piernas a las de los brazos, y la mayoría de las veces se sienten más atraídos por las amputaciones con muñón que por las que no los tienen. Muchas veces, los acrotomofílicos terminan amputándose uno de sus propios miembros.

Urolofilia y coprofilia

La coprofilia es una clase de fetichismo que consiste en la excitación sexual que producen en algunas persoans las heces. Estas personas obtienen placer de oler, saborear, tocar las heces, e incluso de presenciar el acto de defecar. Esta actividad erótica se practica tanto de manera individual como colectiva. Algunos coprófilos practican también la coprofagia, es decir, la ingesta de heces.

La urolofilia se refiere a lo propio con la orina. Quienes la practican la conocen coloquialmente como ‘lluvia dorada’. Hay personas a quienes también les gusta orinar en público, orinarse encima, observar cómo orinan otros o ser orinados por otras personas.

Altocalcifilia

Es un tipo de fetichismo en el que se obtiene placer al observar o llevar puestos zapatos de tacón alto. La altocalcifilia hace parte de los fetichismos asociados a prendas de vestir, en particular al fetichismo de calzado conocido también como retifismo, que es la atracción fetichista por los zapatos en general.

El parcialismo

Es el interés sexual por una parte específica del cuerpo, que despierta en el sujeto por lo menos tanto interés erótico como los genitales, sino más. Está sobretodo relacionado con los pies, las manos y las axilas, aunque puede tratarse de cualquier parte del cuerpo exceptuando los genitales. Es uno de los fetichismos más comunes en los varones. La excitación se produce al acariciar, besar, chupar, lamer, oler o tocar la parte del cuerpo objeto de fetiche.

El más común es la podofilia (el fetichismo por los pies), aunque también son usuales entre los parcialistas la maschalagnia (fetichismo por las axilas), la nasofilia (interés extremo por las narices) o la tricofilia (obsesión por el cabello).

Necrofilia

La necrofilia está caracterizada por una atracción sexual hacia los cadáveres tanto en humanos como en animales. Es probablemente una de las parafilias más tabú, y además, ilegal.

Las dos vidas sexuales de Keynes

Una biografía repasa las múltiples caras de uno de los mayores economistas de la historia, que coleccionó múltiples amantes masculinos hasta que a los 33 años contrajo matrimonio con la bailarina rusa Lidia Lopkova

keynes-economista--490x578

Keynes junto a su esposa, la bailarina rusa Lidia Lopkova.

John Maynard Keynes (1883-1946), el tantas veces malinterpretado padre del ‘keynesianismo” y uno de los mayores economistas de la historia, el pensador que evitó por dos veces la bancarrota del Reino Unido, siempre arrastró complejo de hombre poco agraciado. No era precisamente Adonis, cierto. Ojillos claros pequeños, labios y nariz desproporcionadamente gruesos, alopécico precoz y un cuerpo deslavazado y corvo. Pero tampoco era el ser desagradable que él creía contemplar en el espejo. De hecho su supuesta condición de feo nunca fue un impedimento para una promiscua vida amorosa. Un carrusel de amantes masculinos hasta los 33 años, cuando se casó con la bailarina rusa Lidia Lopkova y se pasó súbitamente a la monogamia y la heterosexualidad. La pareja incluso intentó tener progenie.

“Nada funciona mejor en el amor que la perseverancia”, rezaba la máxima de Keynes. Se la aplicaba a conciencia. A veces con una fogosidad y unas escaramuzas callejeras que no se esperarían en quien hoy es recordado como una gloria académica. En su mocedad el sabio recurría incluso al flirteo en los baños públicos o a los servicios de chaperos. Además llevaba una contabilidad de sus lances eróticos. Sus principales ganchos eran el encanto de su conversación y su calidad de gran oyente. Cuando le interesaba para sus afanes amatorios, Maynard, que así le llamaban sus amigos, se esmeraba en atender a las palabras ajenas con intensa atención. También le ayudaban su inteligencia descollante, una voz persuasiva y un optimismo a prueba de bombas.

El próximo año se cumplen los 70 años de la muerte de Keynes, pero en Inglaterra ya ha comenzado el festín editorial. El biógrafo Richard Davenport-Hines ha publicado ‘Un hombre universal. Las siete vidas de John Maynard Keynes’, que tiene la originalidad de que ignora casi por completo al economista para centrarse en sus otras facetas. El politólogo y editor Leonard Woolf, el paciente marido de la novelista Virginia, pareja que formaba parte del desprejuiciado grupo de Bloomsbury al igual que Keynes, lo resumió así: “Keynes fue un funcionario, un especulador, un hombre de negocios, periodista, escritor, granjero, marchante de pintura, estadista, manager teatral, coleccionista de libros y media docena de cosas más”.

Todo ello es cierto. Keynes se arruinó dos veces. Su colección de arte se adornaba con cuadros de Cézanne, Picasso, Modigliani, Degas y Braque. Su biblioteca era un tesoro, con manuscritos de Newton incluidos. Fundó el Teatro de las Artes de Cambridge y era un apasionado del ballet. De hecho conquistó a su mujer, Lidia Lopokova, acudiendo a verla danzar en el Convent Garden noche tras noche. En las penurias del inicio de la Primera Guerra Mundial, el economista convenció al ministro del Tesoro para viajar a París con 20.000 libras de la época e intentar hacerse con lo mejor del estudio de Degas. Los frutos de aquella gestión cuelgan hoy en la National Gallery de Londres.

Keynes era muchas cosas, sí, pero lo que probablemente nunca fue es el keynesiano que pinta el cliché de la izquierda española. De hecho solo se movilizó por el partido Liberal. Siempre renegó del socialismo y del Laborista británico, con el que se cebaba: “En el Partido Laborista casi siempre deciden aquellos que no saben de qué están hablando”. O esta otra, que incluso parece escrita para el populismo en boga en España: “Es un partido que desprecia las instituciones existentes y cree que solo con suprimirlas surgirá el bien”. No quería acabar con el capitalismo, sino utilizar la palanca del Estado para engrasar su maquinaria.

Sesenta contactos en un año

Pero volvamos a la vida muelle, al amor. Hasta la treintena Maynard es un homosexual de gran pulsión sexual. Superado el pavor que suscitó la terrible condena de dos años de trabajos forzados por sodomía a Oscar Wilde en 1895, y confortado por la tolerancia sexual del grupo de Bloomsbury, Keynes incluso mantiene desde los 23 a los 33 años un listado de los hombres con los que tiene relaciones (la retahíla comienza con “un sueco en la National Gallery” y se cierra con “el gran duque Ciryl en los baños de París”). En un año llega a registrar sesenta contactos. Muchas son relaciones efímeras, a golpe de vista en la calle. Keynes recurre a técnicas tan obvias como pedir fuego, ponerse a la vera de un varón que observa un escaparate o acudir a los puntos de encuentro clásicos de los homosexuales londinenses.

El economista se inició en el amor griego en Eton y luego se expandió todavía más con el grupo de los Apóstoles de Cambridge, donde mantuvo amoríos, entre otros, con el agudo escritor Lytton Strachey. Su gran romance masculino fue el pintor escocés Ducan Grant. Virginia Woolf, de pluma magnífica y lengua de curare, lo llamaba “el idiota”, porque no era un tipo cultivado. Pero Keynes se mantuvo siete años a su lado, enamorado de su porte robusto, su adanismo, sus observaciones intuitivas de buen salvaje. Paradójicamente, tras dejarse, ambos iniciaron relaciones con mujeres. Para desazón de Virginia, el artista se unió a su hermana, Vanessa Bell, y hasta tuvieron una hija. El matrimonio de Keynes con la bailarina rusa -también despellejada por la camarilla de Woolf por su condición de iletrada- fue la historia de un éxito. Se llevaban estupendamente y los cuidados de ella le aportaron el sosiego y los años de vida extra que hicieron posible que escribiese sus principales tratados.

Keynes intentó disfrutar al máximo de sus 62 años de vida. Su cita más célebre constituye una defensa de la intervención en la economía en tiempo de crisis: “A largo plazo, todos estaremos muertos”. Pero la máxima también vale para explicar el vitalismo extremo con que apuró sus renacentistas días en la tierra. Su peripecia contrasta con las aburridas vidas unidireccionales de los servidores públicos de nuestra era.

Un Tribunal eclesiástico italiano investiga un presunto escándalo sexual entre curas gays

Orgías entre sarcerdotes, sexo a cambio de dinero, religiosos que mantienen relaciones homosexuales con chicos jóvenes… todo esto es lo que ha denunciado al Tribunal eclesiástico regional de Puglia, en el sur de Italia, un hombre de 32 años, Andrea Baldon. La denuncia ha llevado a la Diócesis de Taranto a apartar de sus funciones al párroco de una iglesia de la ciudad con el que Baldon mantuvo un contacto durante meses a través de las redes sociales.

Todo comenzó, según ha contado el joven italiano al diario ‘Il Corriere del Mezzogiorno’, a finales del pasado año. Baldon, que meses atrás había perdido su trabajo como ayudante de cocina y se encontraba en una situación desesperada, fue contactado a través de Facebook por Antonio Calvieri, un hombre de unos cincuenta años que se presentó como sacerdote. “Pensé que era una señal del cielo. Necesitaba ayuda espiritual”, dice en una entrevista al diario. Nada más lejos de la realidad.

Poco tiempo más tarde, y después de intercambiar mensajes a través de las redes sociales durante un par de días, el sacerdote confesó al joven cocinero ser gay e inició a insinuarse cada vez de manera más explícita. “Yo no soy gay pero necesitaba un padre espiritual que me apoyase moralmente. No quería correr el riesgo de perderlo”, confiesa el joven italiano. Así, Baldon comenzó a satisfacer las peticiones -cada vez más explícitamente sexuales- del cura, como mandarle una foto íntima o conectarse con la webcam del ordenador. El joven italiano asegura incluso que el sacerdote le coaccionó para que rompiera con su entonces pareja. A cambio: la promesa de ayudarle a encontrar un trabajo.

Durante sus conversaciones, siempre a través de las redes sociales ya que el cocinero vive en Rovigo, en el noreste de Italia, el sacerdote le confesó que le gustaban los chicos jóvenes, “delgados y bien dotados”, y que, a veces, organizaba orgías en las que participaban otros religiosos gays así como un miembro de la Guardia Suiza del Papa. “Me dijo que le gustaban los chicos, especialmente si eran jóvenes, y que les compraba ropa, móviles o recargas telefónicas”, asegura Baldon que le confesó el sacerdote.

Las consecuencias de la denuncia de Baldon

La denuncia pública del joven ha provocado que el religioso fuera apartado de sus funciones al frente de la Iglesia del Santissimo Crocifisso de Taranto. Y ahora, el Tribunal eclesiástico de Puglia está invesetigando si, como aseguraba el párroco a través de Internet, los encuentros sexuales entre curas homosexuales existen de verdad. Al parecer, el religioso tenía en su poder un informe que habría entregado al Tribunal con fotos, vídeos y conversaciones en redes sociales que demostrarían la existencia de estas orgías y encuentros sexuales a cambio de dinero, así como el intercambio de direcciones de curas homosexuales, en los que habría participado no solo el cura investigado sino otros exponentes de la Iglesia de distintas partes de Italia.

En una nota oficial la Curia de Taranto ha asegurado que el comportamiento del sacerdote es “moralmente reprobable y absolutamente no compatible con el ministerio de un párroco del arzobispado de Taranto”. El cocinero, por su parte, continúa consternado: “Una de sus fantasías era que yo era Judas y, como había traicionado a Jesús, tenía que pagarlo convirtiéndome en su esclavo”. El encuentro virtual con el religioso “me ha cambiado la vida”, asegura el joven en una entrevista con Il Corriere del Mezzogiorno. “Ahora, cada vez que veo un cura, tengo miedo”.

El Vaticano ‘niega la bendición’ al embajador francés por ser gay

Una figura de cera del Papa Francisco, ante la catedral de Nôtre Dame. IAN LANGSDON EFE

Una figura de cera del Papa Francisco, ante la catedral de Nôtre Dame. IAN LANGSDON EFE

 

Laurent Stefanini tiene 54 años, es un diplomático francés con una larga trayectoria a sus espaldas, soltero, sin hijos y además es un fervoroso católico. La suma de todos esos ingredientes lo hacían perfecto para convertirse en el nuevo embajador francés ante la Santa Sede, y es justo por eso por lo que el presidente François Hollande decidió en el Consejo de Ministros del pasado 5 de enero nombrarle para ese cargo.

Sin embargo, cuatro meses después Stefanini aún no se ha podido incorporar a su puesto. El motivo es muy sencillo: el Vaticano no ha dado el plácet a su nombramiento. Muy en su estilo la Santa Sede se limita a dar la callada por respuesta, sin revelar los motivos por los que se niega a dar su bendición a su designación como nuevo embajador francés. Pero parece claro: Stefanini es gay, abierta y declaradamente gay.

Pero si el Vaticano se niega a dar al diplomático el visto bueno que normalmente requiere la designación de un nuevo embajador, París tampoco da su brazo a torcer. “No cambiaremos de candidato”, señalan fuentes del Palacio del Eliseo. “Es uno de nuestros mejores diplomáticos y cumple todos los requisitos para desempeñar des cargo”, indican fuentes próximas a Hollande citadas por el diario católico ‘La Croix’.

Transexual de 16 años se suicida por bullying en su escuela

Taylor Alesana solía describir en YouTube los sufrimientos que vivía por culpa de sus compañeros de clase

Taylor Alesana gustaba de publicar videos en YoutTube.

Un grupo de apoyo dio la noticia y  planteó más interrogantes acerca de lo que los educadores pueden y deben hacer para apoyar a los estudiantes que cambian de género, publico Time.com.

Taylor Alesana era constantemente molestada por sus compañeros antes de quitarse la vida la semana pasada, informó el Centro de Recursos LGBTQ de San Diego.

“Con pocos adultos a quien acudir y sin apoyo de su escuela, su vida llegó a ser muy difícil,” comunicó el grupo.

“Taylor era una hermosa y valiente muchacha; todo lo que quería era aceptación.”, agregó

Alesana asistió a reuniones en el centro y fue un gran apoyo para los demás, dijo Max Disposti, director ejecutivo del grupo.

EH Bildu crea en Gasteiz la plaza Stonewall, espacio libre de homolesbotransfobia

La coalición EH Bildu ha renombrado la plaza Santa Barbara de Gasteiz como plaza Stonewall y lo ha calificado como «espacio libre de homolesbotransfobia», al tiempo que ha pedido promover el respeto a la decisión de cada persona.

Stonewall plaza Gasteizen

La plaza Santa Bárbara, renmbrada como plaza Stonewall. (EH BILDU)

EH Bildu ha realizado un acto simbólico en Gasteiz en defensa de la libertad sexual y en contra de la homofobia y la trasfobia, renombrando la plaza Santa Bárbara como plaza Stonewall, en homenaje al movimiento que emergió en 1969 en Nueva York tras una redada en el pub Stonewall Inn.

La candidata de EH Bildu a alcaldesa de Gasteiz, Miren Larrion, ha afirmado que si llega a la Alcaldía de la capital alavesa creará «un espacio libre de homolesbotransfobia» en la ciudad como reconocimiento a la represión que ha sufrido este colectivo.

Larrion ha explicado que con este gesto EH Bildu quiere demostrar su apuesta por «una ciudad diversa y libre de actitudes de odio hacia las personas que no son heterosexuales y promover el respeto a la decisión de cada persona» sobre el tipo de relaciones que quiere mantener.

Asimismo, ha recordado que Euskal Herria también tiene sus propios «capítulos negros» en cuanto al respeto a la libertad sexual y ha citado el caso de Vicente Vadillo Santamaria “Francis”, que murió en 1979 en una discoteca de Orereta a manos de un agente de la Policía Nacional.

Por ello, EH Bildu ha remarcado la necesidad de una «Euskal Herria libre de homolesbotransfobia». En este sentido, la candidata de la coalición abertzale ha recordado que todavía existen ataques homófobos como el del lunes en un bar de Algorta.

ETB2 SIN IR MAS LEOS 2015/04/08 ERASO HOMOFOBOA ALGORTAN

IMANOL ALVAREZ (EHGAM):
ETB2: UNA VEZ MAS, ponen lo que quieren oir y cortan lo que no les interesa.
He dudado mucho antes de aceptar intervenir en el programa (ez zait inporta eta ez zait batere kostatzen, baina, hainbat arrazoirengatik, ETB2 eta Radio Euskadi ez ditut oso gogoko); pero, en parte porque miembros del mismo Kitzikan me lo han pedido, al final lo he hecho.
No me arrepiento, pues creo que es importante la visibilidad de personas de carne y hueso hablando sobre estos temas; pero estoy ligeramente rabioso (ligeramente, porque uno ya está curtido), ya que, aunque explícitamente les he pedido que en el corte incluyeran una crítica a la incongruencia y a la doble moral de la mayoría de los grupos políticos, poniendo, entre otros como ejemplo el acuerdo de prohibir el “cruising” (!!!!), tomado la semana pasada por el Ayuntamiento de Bilbao, en aplicación de la tristemente vigente ordenanza sobre la utilización del espacio público. Entre otras cosas, he denunciado que es una incongruencia, si no hipocresía, que concejales y otr@s representantes de diferentes fuerzas políticas, como Marisa Arrue del PP, condenen las agresiones (lo cual me parece muy bien), cuando, por otro lado, están facilitando que sucedan, oponiéndose a políticas de igualdad, educación, etc., o proponiendo y aprobando prohibiciones surrealistas, como la del Ayuntamiento de Bilbao, propuesta por el PP y aprobada con los votos de éste y del PNV.

Contundente denuncia de la agresión homófoba ocurrida en una terraza en Algorta

Una concentración, con presencia de numerosos colectivos, denunció ayer la violenta agresión homófoba registrada el lunes en una terraza de Algorta, tras la que la víctima tuvo que ser trasladada al hospital.

Una movilización a última hora de la tarde de ayer en Telletxe, bajo el lema “Heterofaxismoari su. Si nos tocan a unx, nos tocan a todxs” denunció la violenta agresión homófoba sufrida por una persona el lunes en Algorta, cuando se encontraba en la terraza de un bar. La protesta fue convocada por Kitzikan, colectivo al que pertenece la víctima, y estuvo respaldada por una quincena de colectivos sociales además de adhesiones como EH Bildu y LAB.

Integrantes de Kitzikan explicaron a GARA que los hechos se produjeron pasadas las 17.00 del lunes, cuando la víctima se encontraba tomando un café en una terraza de un bar. «Una pareja heterosexual se acercó y comenzó a insultar a esta persona, que les recriminó su actitud, momento en el que empezaron los golpes con platos, mesas y sillas», hasta el punto –según detallaron– de que la persona agredida tuvo que ser trasladada en ambulancia al Hospital de Cruces para ser atendida de los golpes que presentaba, entre otros en la cabeza y en un ojo.

La atención hospitalaria dio lugar a la apertura del correspondiente protocolo y a la presentación de una denuncia en la comisaría de la Ertzaintza. Según precisaron las mismas fuentes, a la víctima le fue sustraído el bolso con todas sus pertenencias.

Tal y como denunció Oier Lartategi, de Kitzikan, lo ocurrido en Algorta se corresponde con una clara agresión homófoba que tiene que ver con la visibilidad de la víctima, «una persona que no esconde su disidencia sexual», por lo que interpeló directamente a la ciudadanía y a las instituciones a responder ante estas agresiones.

Microviolencias sin respuesta

Entendiendo el riesgo de mediar en una agresión violenta, Lartategi destacó el hecho de que testigos presenciales optaran por quedarse al margen. Según apuntó, en los últimos años se ha incrementado el número de agresiones homófobas. Así, recordó las agresiones ocurridas en el recinto de txosnas de Aste Nagusia de Bilbo hace dos años, pero también agresiones de baja intensidad que están a la orden del día, casos de «microheterofascismo», que no se denuncian ni se les hace frente, según denunció.

El movimiento EHGAM, del que es exmilitante la víctima de la agresión de Algorta, se sumó a la movilización, ante la que expresó que «quienes queremos construir otro modelo de sociedad en Euskal Herria, sin homofobia, racismo y sexismo, vemos que es imprescindible responder a todos estos ataques por razones de sexo, etnia, género u opción sexual».

Eraso homofoboaren aurka Algortan egin duten mobilizazioa

Una inmunoterapia frena el VIH en ensayos en humanos

Un linfocito invadido por tres VIH

Un linfocito invadido por tres VIH. / SCIENCE

 Parte de la eficacia infectiva del VIH es que ataca, precisamente, al sistema inmunitario, y este se convierte en el cazador cazado. Pero esta situación puede empezar a revertirse con ensayos como el que ayer publicó Nature. En este pequeño trabajo —apenas 29 voluntarios, 17 con VIH, aparte de los estudios previos en ratones y macacos— se consiguió, por primera vez, una reducción sostenida (al menos 28 semanas) del número de virus circulante tras aplicar un tratamiento, un anticuerpo monoclonal, que refuerza la respuesta inmunitaria de la persona infectada.

Los anticuerpos monoclonales se estudian, sobre todo, para el tratamiento del cáncer. Básicamente son moléculas que se unen a las células, bacterias o virus que hay que eliminar y las hacen más visibles al sistema inmune. Es como si se pegaran unos adhesivos fosforescentes a un comando invasor para que las defensas lo neutralicen más fácilmente.

Este abordaje ya se había intentado anteriormente, pero los productos diseñados no conseguían una respuesta suficientemente fuerte (las pegatinas no se veían bien) o duradera (se caían). Y eso cuando no causaban efectos adversos. El equipo que dirige Michel Nussenzweig, de la Universidad Rockefeller, ha identificado un producto, el 3BNC117, que tiene una gran afinidad por la parte de la superficie del VIH que se une a los receptores CD4 de los linfocitos. Estas últimas moléculas son el puerto al que se ancla el virus antes de empezar su infección, por lo que actuar sobre esa ligazón es un abordaje muy específico.

Los propios autores del trabajo reconocen que el estudio es muy pequeño, pero permite obtener algunas conclusiones. La primera, que el anticuerpo era “generalmente bien tolerado a todas las dosis que se ensayaron, tanto en las personas con VIH como en las del grupo de control”. En verdad, este es el hito que un ensayo en fase I, la primera de las pruebas que se hacen con fármacos en humanos, busca: demostrar la seguridad del tratamiento. En este caso, se miden los efectos adversos. Estos se clasifican, por su gravedad, de 1 a 5. Durante el ensayo, que siguió a los voluntarios durante 56 días, no hubo de grado 3 o superior.

Pero los primeros datos permiten ir más allá. Lo que importa de un tratamiento contra el VIH, como los antirretrovirales que se emplean actualmente, es que reduzcan la cantidad de virus circulante (lo que se denomina carga viral). En el ensayo se vio que esto sucedía de manera proporcional a la dosis de anticuerpo utilizado, con reducciones de hasta 100 veces en la carga viral en 28 días. Pero también se observó que había un paciente que no experimentaba ninguna mejoría porque su virus ya era resistente al nuevo anticuerpo.

Ahora habrá que seguir con el ensayo a mayor escala y centrándose en ajustar la dosis más efectiva para conseguir la mayor reducción de la carga viral. En ninguno de los casos del ensayo se eliminó el virus circulante, lo que indica, afirma Nussenzweig, que probablemente este anticuerpo monoclonal no se vaya a usar en la práctica clínica solo, sino en combinación con otros o con los antivirales existentes. Esto es importante porque mientras no se consiga erradicar el virus, los afectados tienen que medicarse durante toda su vida. Y este proceso, a medio plazo, supone que aparezcan virus resistentes a los fármacos, por lo que siempre hay que tener nuevas familias de tratamientos.

José Alcamí, de la Unidad de Inmunopatología del Sida del Instituto de Salud Carlos III, destaca varios aspectos del trabajo. “El artículo tiene un interés grande como prueba de concepto ya que utiliza un anticuerpo neutralizante de amplio espectro de gran potencia, a diferencia de los utilizados previamente y además de la seguridad y la búsqueda de dosis parte con la idea de demostrar no solo una neutralización del virus circulante sino un impacto a medio plazo”, dice por correo electrónico.

Alcamí opina que la pregunta clave es si “los anticuerpos podrían contribuir al control a medio-largo plazo de la enfermedad”. Esto es así por los siguientes motivos: primero, “la producción de elevadas dosis de anticuerpos es compleja y muy cara”; segundo, su “vida media es muy corta” y, “de hecho es la mitad en los seropositivos (9 días) que en los seronegativos (17 días)”; tercero, el efecto de estos anticuerpos puede anularse por la “generación de auto-anticuerpos”.

Además, el investigador destaca que este trabajo parte de otro en monos, pero que “el humano es un escenario más duro ya que la infección no es clonal como en el macaco sino por un diversidad de variantes [del virus]”. “En mi opinión el futuro de esta estrategia pasa por expresar los anticuerpos en vectores de terapia génica mediante inyección intramuscular y verificar su impacto a medio plazo”. Con ello no se inyectarían por vía intravenosa los anticuerpos en sí mismos, sino los genes que los crean, lo que permitiría una producción sostenida de estos. Pero el proceso tiene complejidades añadidas. Este mecanismo debería compensarse con “la inclusión de mecanismos moleculares” que frenaran la producción de anticuerpos, dice Alcamí, para evitar que el propio organismo genere anti-anticuerpos.

Andrew Freedman, de la Universidad de Cardiff, es más conciso, informa Manuel Ansede: “Este es un estudio pequeño pero muy bien llevado en 17 pacientes con VIH. No se observó ninguna respuesta en los seis pacientes que recibieron las menores dosis de anticuerpos, pero 10 de los 11 que recibieron una dosis mayor tuvieron variables pero significativas reducciones de la replicación viral. Esto sugiere que hay un efecto real del tratamiento con anticuerpos, pero está claro que harán falta ensayos mayores antes de que este tratamiento pueda utilizarse en la práctica clínica”.