Cuatro detenidos por mutilar y quemar a una lesbiana en Sudáfrica

Pese a que es el único país africano que reconoce el matrimonio entre homosexuales, éstos son condenados por buena parte de la población

La Policía sudafricana ha detenido a cuatro personas por el asesinato de una joven lesbiana cuyo cuerpo fue mutilado y quemado en una localidad al sur de Johannesburgo. El cadáver de la víctima, que tenía entre 18 y 20 años, fue encontrado en un descampado del municipio de Sebokeng atado, calcinado y con los órganos genitales mutilados.

Los ataques homófobos y las llamadas violaciones correctivas (perpetradas contra lesbianas para curar su homosexualidad) son un fenómeno habitual en las zonas deprimidas habitadas por personas de raza negra de Sudáfrica, que tiene una de las constituciones más progresistas del mundo en materia de derechos sexuales.

“Los sospechosos han sido detenidos”, dijo al diario The Citizen un activista político local, que se manifestó junto a miembros de la comunidad gay ante la comisaría de Policía para pedir justicia. “Por el momento, no sabemos si la policía lo clasificará como un crimen de odio”, agregó el activista, quien recordó que en los últimos meses dos lesbianas de la zona han sido violadas.

Colectivos gays sudafricanos han pedido en numerosas ocasiones la aprobación de leyes especiales para los delitos contra las minorías sexuales, que actualmente son tratados como delitos comunes por la ley y las estadísticas en el país austral.

Sudáfrica es el único país africano que reconoce los matrimonios entre personas del mismo sexo y el derecho a la adopción de las parejas del mismo sexo. Sin embargo, las relaciones homosexuales son condenadas por buena parte de una población mayoritariamente pobre y poco educada, entre la que predominan las actitudes machistas.

Eisenstein, homosexual y libre

Peter Greenaway fantasea en ‘Eisenstein en Guanajuato’ con el supuesto segundo nacimiento del cineasta ruso durante el rodaje de ‘¡Viva México!’. Entonces, en 1931, liberado y lejos del poder soviético, Eisenstein, imagina el director británico, se enamoró violenta y carnalmente de Palomino Cañedo hasta transformar de raíz su cine

Eisenstein en México Agustín Jiménez.

Eisenstein en México (Agustín Jiménez)

Toda revolución tiene sus víctimas. La que el cineasta Sergei Eisenstein vivió personalmente en México se cobró, en opinión de Peter Greenaway, su tributo en carne. Libre y febril. Fue allí donde, emancipado de la obligación de levantar entera la iconografía de una nueva era, a distancia del poder soviético estalinista, el director de El acarozado Potemkim se atrevió, por fin, a vivir su homosexualidad de forma, ya sí, plena. De otro modo infinitamente más trivial, salió del armario. Y su vida y, lo más relevante para el mundo, su cine cambió. Ésta, básicamente, es la tesis de la película Eisenstein en Guanajuato que se estrena hoy. Sin miramientos, sin ocultar nada, con el culo de la gloria del cine al aire y perfectamente desvirgado. Es así. Pero, un momento, ¿todo es esto es acaso verdad?

Responde el interpelado: «Digamos que la homosexualidad del director está suficientemente documentada. Varios biógrafos señalan que su boda con la secretaria Pera Atasheva fue de conveniencia y se produjo justo después de que Stalin promulgara una ley contra la homosexualidad. No es difícil seguir el rastro a la imagineria fálica que preside buena parte de su filmografía. ¿Ha visto recientemente El acorazado Potemkim? ¿Qué cree que significan los cañones eyaculando bombas? Por supuesto, todo es una interpretación subjetiva, pero con sentido. ¿A quién le importa la verdad histórica?». Irrefutablemente Greenaway, sin duda.

Sea como sea, lo cierto es que durante su estancia en México subvencionado por el escritor Upton Sinclair y su mujer en 1931, Eisenstein conoció a Palomino Cañedo, quizá su guía por el país, como dice la película, o simplemente uno más entre la agitada vanguardia mexicana. Lo documentado es que justo antes de partir a la costa de Colima, donde filmaría parte de las imágenes que compondrían el universo paradisíaco de Sandunga (es decir, el primer episodio de ¡Viva México!), el cineasta envió una carta (el 28 de septiembre) y una serie de dibujos firmados por él mismo a ¿su amante? La misiva en francés se limitaba a pedir contactos para su próximo viaje y entre las líneas, una frase, quizá definitiva: «Estoy desesperado de no haberle encontrado en casa». Los dibujos, que permanecieron casi en secreto hasta finales de los 80, ya sí, admiten pocos ripios. Cuesta hacer una descripción detallada sin traicionar la contundencia a la vez bufa, salvaje y sangrante de cada trazo. Basta ver la página anterior. Se trata, para evitar malentendidos, de un autorretrato. La figura enorme es él. El resto, en efecto, es literatura.

«A mi juicio, ese tiempo que pasó en México [es más que discutible, por cierto, que fuera en Guanajuato] equivalieron a los 10 días que conmovieron el mundo. Fue su mundo el que cambió», afirma Greenaway desde la más rendida de las admiraciones. Y sigue: «La última producción de Eisenstein es completamente diferente a sus primeros trabajos. Y eso sólo puede tener una explicación. Sólo cuando se viaja uno puede llegar a ser una persona diferente. Alexander Nevsky o Iván el Terrible son películas más preocupadas por el hombre más que por el destino de la masa revolucionaria porque quizá Eisenstein se encontraba más cerca de sí mismo». Y ahí lo deja.

La película, obviamente, ya ha sido debidamente condenada en Rusia. Lo fue justo después del estreno en el pasado Festival de Berlín. Con los primeros rumores sobre la cinta hubo bastante. «Sé a ciencia cierta que el pueblo ruso no es homófobo. Eso es una invención de Putin para justificar su alejamiento de Europa», comenta Greenaway sin que en su cara aparezca un amago de preocupación.

Sea como sea, Eisenstein en Guanajuato es un abigarrado, jovial y estridente tratado de la sensación, carnal y violenta, de libertad. De eso trata una película que se presenta al espectador como un complejo laberinto metafísico cuyo centro exacto vive presidido por una escena; una escena de sexo frontal, explícito y, ya que estamos, irónico. Toda la película gira en torno a la bandera soviética en el culo del mito justo después de su sodomización. Es así. Pero no sólo eso, también es antes que un simple homenaje al cine una reflexión sobre el momento en el que el cine adquirió la edad adulta de la mano de uno de su mayores visionarios. «Eisenstein vivió su arte y su vida como una revolución. No puede ser de otra manera».

La “drag queen” musulmana que desafía las amenazas

Asifa Lahore abandera la campaña por la tolerancia de los gays en las comunidades islámicas del Reino Unido

“Ahora que el Reino Unido debate si marcharse de Europa, ahora que el Estado Islámico irrumpe en Europa, vamos a asegurarnos de que suena bien claro nuestro mensaje”… Asifa Lahore (antes “conocido” como Asif Quraishi) ha saltado de laescena nocturna a la escena política y social británica, rompiendo una lanza por la aceptación y tolerancia.

La primera “drag queen” musulmana del Reino Unido -nacida de inmigrantes paquistaníes en 1983 y en el barrio londinense de Southhall-, no pudo cumplir su máxima ambición en el 2015 pero se quedó bien cerca: “Mi sueño era habertomado el testigo de Conchita Wurst y haber convertido Eurovisión en Bollywood”.

Su canción, You and I, era un doble desafío a los cánones occidentales y musulmanes, después de su lanzamiento con Punjabi Girl, en un doble guiño a Lady Gaga y Madonna, vestida con una burka con los colores del arco-iris: “Soy una chica punjabi, en un mundo punjabi…”

Bajo su alegre y descocada fachada, sin embargo, se esconde una larga década de opresión y depresión, hasta que finalmente pudo salir del armario y reafirmar su identidad: “Desde bien niño supe que era gay y que era musulmán, pero no encontraba la manera de conciliar esa doble identidad”.

En sus shows en directo recuerda las tribulaciones de su familia, cuando iban con el niño/niña de la consulta del médico a la mezquita, buscando la respuesta que no acababa de caer del cielo: “El médico le decía a mis padres que lo que me pasaba era perfectamente “natural”, pero en la mezquita insistían en que tenía que dejar de ser “gay”… o dejar de ser musulmán”.

Asifa lee regularmente el Corán y cumple a rajatabla el Ramadán, como bien pudieron comprobar el millón largo de británicos que vieron Musilim Drug Queens, el documental del Canal 4 que la lanzó definitivamente a la fama y que le puso en disparaddero de la intolerancia.

Dese su aparición televisiva no dejó de recibir insultos y amenazas, por email o en las redes sociales: “Te haces llamar musulmán, pero deberías avergonzarte de ti mismo y tendrían que matarte… Vamos a buscarte y te vamos a matar, como lo haría el Isis… No hay lugar para las “drags” en el islam, lo que necesitamos es aplicar la ley sharia”.

“Recibí amenazas de muerte, pero decidí mandarlas todas al carajo y seguir poniéndome guapa”, presume Asifa Lahore. “Soy británica, soy musulmán, soy hombre y soy mujer, y amo lo que soy… Me pueden disparar o clavar un cuchillo, pero al menos habré vivido para dar voz a miles de musulmanes en todo el mundo que llevan una vida invisible”.

Distinguida en su día con la medalla de bronce en el concurso Drag Idol UK, Asifa se ha convertido en los últimos años en una presencia habitual en la escena “gay” y en el rostro más visible entre las comunidades asiáticas del sur de Londres. Su salto sin red como cantante ha venido acompañado de un papel cada vez más activo y sonoro en las comunidades musulmanas.

Censurada en un debate

Su presencia fue sin embargo censurada durante un debate en la BBC 3 sobre la libertad de expresión en la Mezquita Central de Birmingham. Asifa respondió a los organizadores plantándose con su propia pancarta: “¿Cuándo será finalmente aceptado ser gay y ser musulmán?”.

En su última reencarnación, Asifa es la “Curry Queen”, convertida en la reina global de la comunidad “gayasian” y reclamando el derecho de las minorías étnicas a expresar libremente su sexualidad, sin miedo a los tabús culturales y religiosos…

“Cuando hice mi primer espectáculo de cabaret drag y salí vestida con un burka, la gente no sabía realmente cómo tomárselo”, confiesa Asifa al Huffington Post. “No estaban seguros si reírse podía resultar ofensivo. Tuve que trabajar duro para “refinar” mi actuación y poder agradar a la propia comunidad, y extender al mismo las fronteras y la percepción de los musulmanes entre los gays, las lesbianas, los bisexuales y los transexuales”.

Las de Javier Maroto y Alejandro Amenábar, las bodas gays de 2015

RESUMEN DEL AÑO – Una boda multicolor

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Javier Maroto y su marido, José Manuel Rodríguez, el día de su boda. GTRES

ace poco más de una década, ni Javier Maroto ni Alejandro Amenábar imaginaban que algún día serían dos hombres casados (con otro hombre). No es que no tuvieran novio o no les hiciera ilusión… sino que en España la ley no contemplaba esa posibilidad. De hecho, el Partido Popular, con Rajoy como líder de la oposición, llegó a presentar un recurso de inconstitucionalidad y, sin embargo, hagamos un flashback hasta septiembre de este año.

El lugar, el restaurante El Caserón, de Vitoria.Los invitados, el propio Rajoy y la plana mayor de su partido: Soraya Sáenz de Santamaría, Dolores de Cospedal, Javier Arenas, Alfonso Alonso, Pablo Casado… todos sonrientes y endomingados. El motivo, la boda de su compañero de partido Javier Maroto, ex alcalde de Vitoria, con otro hombre, José Manuel Rodríguez, su novio desde hace años, con el que había celebrado su despedida de soltero en Bali.

Desde la boda de Ana Aznar en El Escorial, el PP no se había visto en otra igual. Tocaba dar imagen de apertura y, aunque el ex alcalde de Vitoria se resistiese en principio, su enlace acabó siendo una muestra de los nuevos aires. Libres de cámaras, los políticos disfrutaron balando (y mucho) en una fiesta donde las mesas habían sido bautizadas con nombres de cantantes de Eurovisión. Antes, Maroto y Josema se habían casado en la intimidad de la casa consistorial de Vitoria, con la madre de Maroto y su amigo Iñaki Oyarzabal como testigos. El éxito amoroso es el refugio de Maroto tras la pérdida de escaños el 20D que le ha dejado fuera del Congreso.

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Alejandro Amenábar y David, firmando los papeles que les convirtieron en maridos. G¡EM

En la intimidad también quisieron mantener su boda Alejandro Aménabar y su novio David. No hubo más fotos que las que algún amigo colgó en Instagram, pero la finca La Reserva, ubicada en Villanueva de la Cañada, acogió una de sus grandes tardes con el enlace del director de Mar adentro el pasado julio. Los novios entraron al ritmo de la banda sonora de Ricas y famosas y a David, apenas pudo acabar el discurso que había preparado por las lágrimas.

Pese a no estar preparado, también Amenábar dio un pequeño speech ante unos invitados entre los que se encontraban famosos como el actor Eduardo Noriega, Alaska, Mario Vaquerizo y toda la troupe de su reality, a los que el director les prohobió grabar. El recuerdo de ese día de cine se quedó para los invitados. Igual que la primera boda gay del PP se quedó para la historia.

Charlie Sheen: alcohol, drogas, sexo y sida

RESUMEN DEL AÑO – El terremoto de Hollywood

Charlie Sheen, cerveza en mano, en una imagen de archivo

Charlie Sheen, cerveza en mano, en una imagen de archivo. CORDON

Ha sido, probablemente, el terremoto del año en el showbiz. Y es que el (último) escándalo protagonizado por Charlie Sheen (50) tiene todos los ingredientes necesarios para convertirse no sólo en portada de medios de todo el mundo (como de hecho fue), sino también en una biografía best seller o una película “basada en hechos reales”. El pasado 17 de noviembre, el actor acudía al programa Today de la cadena NBC para contar que tiene el virus del sida y que, pista sobre su estilo de vida, no sabe cómo lo ha contraído.

No fueron los únicos titulares que el polémico protagonista de Dos hombres y medio concedió en este programa de máxima audiencia: Sheen lleva cuatro años, desde que le fue diagnosticada la enfermedad, siendo extorsionado por personas de su entorno que él creía de confianza. Ha sufrido, asegura, tal nivel de coacción, que ha tenido que vender dos de sus tres mansiones de Beverly Hills para hacer frente a los chantajes.

Desde luego entre esas personas cercanas a Sheen no debían encontrarse la mayoría de sus amantes (exceptuando a sus dos ex mujeres, Denise Richards y Brooke Mueller) pues no habían pasado 24 horas de la dura revelación cuandomuchas de ellas comenzaron a aparecer en programas de radio, televisión y redes sociales para criticar al actor asegurando que no habían sido informadas de la situación antes de mantener relaciones sexuales con él. En teoría, todas tendrían que estar tranquilas en cuanto a su salud pues, según declaró Sheen, sólo había mantenido relaciones sexuales sin protección con dos mujeres y con el absoluto conocimiento de ellas (otro titular). Éstas tampoco tardaron en hablar, claro.

El virus del sida es la gota (envenenada) de la vida llena de excesos de Charlie Sheen que le han llevado a perder el trabajo, a varias clínicas de desintoxicación y, ahora, al VIH. Y aún así, el vaso no ha rebosado. El hijo del también actor Martin Sheen (que se recupera estos días de un cuádruple bypass) no ha dejado sus noches de juerga y alcohol en las que ha llegado a gastar 100.000 dólares en prostitutas (casi 1,5 millones en un año) y 20.000 en cocaína. En algo tenía que ocupar el tiempo de los dos años que asegura haber estado encerrado en su casa tras recibir el horrible diagnóstico. En eso y en visionar una y otra vez sus viejas películas acompañado, eso sí, por actores y actrices porno con los que compartir, además de su tiempo, la droga y alguna que otra orgía.

Un menor transexual de 17 años se suicida por acoso escolar en Barcelona

Fue uno de los primeros en Cataluña a los que un juez había autorizado a cambiar su nombre en el DNI y en los documentos oficiales, tras un proceso en el que contó con el apoyo de su familia.

La asociación Chrysallis, que agrupa a familias de menores transexuales, ha anunciado hoy en su página web el suicidio de un menor de 17 años, Alan, que ha atribuido a “la presión e incomprensión en el ámbito escolar“.

Este menor fue uno de los primeros en Cataluña a los que, a principios de mes, un juez autorizó a cambiar su nombre en el DNI y en los documentos oficiales, tras un proceso en el que contó con el apoyo de su familia.

Ha sido la madre del menor la que ha informado del suceso a la asociación en un comunicado: “Siento en el alma tener que dar esta terrible y triste noticia. Nuestro hijo Alan se quitó ayer su corta vida de 17 años. No pudo con la presión de la sociedad y nos ha dejado para siempre. Muchas gracias por todo vuestro apoyo recibido”.

Por su parte, ante el suicidio del menor, Chrysallis ha indicado que “no hay palabras para acompañar este dolor ni para expresar la indignación, frustración y vergüenza ante unas administraciones que nunca llegan a tiempo, que van siempre por detrás de las necesidades de la infancia y adolescencia transexual”.

“Desde Chrysallis seguiremos luchando para que la sociedad respete a nuestras hijas e hijos, pero a Alan ya no le servirá”, concluye la asociación de familias de menores transexuales.

Los transexuales en Euskadi podrán tener documentación provisional antes del cambio en el Registro

Hoy es un gran día para el colectivo transexual en Euskadi. El director del Departamento de Empleo y Políticas Sociales, José Luis Madrazo, junto a los miembros del servicio de información, atención y asesoramiento a gays, lesbianas, bisexuales y transexuales del Gobierno vasco, Berdindu, Sarai Montes y Ares Pineiro, ha presentado en rueda de prensa en Bilbao el decreto aprobado ayer que proporciona un documento provisional a los personas trans hasta que se produzca la rectificación de su sexo en el Registro Civil para que puedan ser tratadas de acuerdo a la identidad de género que han elegido libremente. La Comunidad Autónoma Vasca será la primera en proporcionar este carnet propio e individual a las personas transexuales. Del mismo modo, el colectivo trans inmigrante podrá valerse de este decreto para obtener este documento hasta producirse el cambio registral en su país de origen.

“Las personas transexuales no piden que se les atiendan porque sufran una patología o un trastorno, sino por los obstáculos sociales que encuentran en el libre desarrollo de sus derechos más fundamentales”, ha asegurado Madrazo. La Ley 3/2007 de 15 marzo permitió el cambio de la asignación registral de sexo y del nombre propio, previo cumplimiento de una serie de requisitos, como el hecho de llevar dos años recibiendo tratamiento hormonal. Sin embargo, como ha indicado Sarai Montes, existía “un limbo legal” desde que se solicitaba el cambio de género hasta que esa modificación del Registro Civil se llevaba a cabo. “Ha sido una labor titánica, para el colectivo transexual es un logro como haber subido a la punta del Everest“, ha afirmado Montes, emocionada.

Madrazo ha asegurado que “de esta manera, esta documentación transitoria permitirá a todas las personas trans del País Vasco poder ser tratadas en función del sexo al que sienten que pertenecen” por los poderes públicos hasta que se realice el cambio en el Documento Nacional de Identidad.

Por lo tanto, en el ámbito sanitario y educativo, las personas que porten esta documentación tendrán derecho a ser tratadas conforme a su identidad de género libremente determinada, a ser identificadas por el nombre que elijan y la adecuación de su documentación administrativa en estos centros.

Ares Piñeiro ha finalizado la rueda de prensa asegurando que “es un día especial para el colectivo trans” y esperando que dejen de sufrir “tanta discriminación”. El miembro de Berdindu se ha mostrado harto de la cantidad de explicaciones que tiene que dar una persona transexual en su día a día. “Si vas al gimnasio, explicaciones, si vas al banco, explicaciones, si hay un control de la Ertzaina, explicaciones…es un día muy importante para este colectivo”, ha concluido.

Gays en Irán: cirugía o muerte

Veda, a la dcha, con hiyab y gafas de sol para no ser reconocida, junto a su amigo Samin, en lista de espera para la cirugía de reasignación de sexo.

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Se sienta delicadamente, cruza las piernas y apoya las dos manos sobre una rodilla. Su mirada es escurridiza. Su voz, casi inaudible, parece haber quedado atrapada en algún punto de la garganta, por miedo a salir y ser descubierta. Se llama Veda. Antes, Ali.

Tiene la barbilla afilada, una nuez prominente y los labios pintados. Su mayor miedo es que su hermano le mate una noche mientras duerme. “Es duro para mi familia tener un hijo con apariencia de chica”, se excusa. Veda empezó a maquillarse y a pintarse las uñas siendo todavía un niño. Cuando alcanzó la adolescencia y sus maneras afeminadas se acentuaron, su familia empezó a humillarlo y a maltratarlo violentamente. “Me gustaría ir por la calle vestido de chica, pero temo que me insulten. Una vez la policía me arrestó por escándalo público por ir vestido con ropa ajustada. En comisaría los agentes me propusieron sexo. Lloré tanto que al final me dejaron marchar”.

Rechazo social

Su caso no es aislado. En el Irán de los ayatolás, ser homosexual o travestido es un crimen. Las familias les rechazan, la sociedad les repudia y la justicia les condena. “Yo no soy homosexual, soy transexual, quiero cambiarme el sexo, no me gusta mi cuerpo, siento vergüenza al desnudarme ante un hombre porque me siento mujer”, se defiende, insistente.

Y la diferencia en la República Islámica no es menor. Mientras que la homosexualidad es delito y la sodomía está penada con la muerte, a los transexuales se les considera seres defectuosos al nacer que deben recibir tratamiento para corregir su perturbación. Ello, por el edicto religioso que, en 1980, emitió el ayatolá Jomeini legalizando las operaciones de cambio de sexo. Una excepción en el mundo islámico.

Pero lo que puede parecer un derecho avanzado en el ultraconservador Irán es, en realidad, la salida desesperada a la que se ven empujados muchos hombres y mujeres gays o con conflictos de identidad sexual que no pueden soportar la presión social y acoso policial a los que son sometidos continuamente.

La única pareja que ha tenido Veda a sus 18 años, un hombre, le dijo que sólo si se operaba se casaría con él. “Siempre he tenido la esperanza de que alguien me acepte tal como soy, pero en este país para la gente como yo sólo hay dos opciones: cirugía o muerte. Pienso muchas veces en suicidarme porque sé que nadie me querrá jamás con mi aspecto actual”.

Junto a Veda, Samin escucha taciturno el relato de su amigo, que bien podría ser el suyo propio. Ha empezado un tratamiento hormonal para aumentar el tamaño de sus senos y desde hace meses está en lista de espera para cambiarse el sexo. La determinación de operarse, igual que en el caso de Veda, emana de la convicción de estar en el lugar equivocado con el cuerpo equivocado. “Los homosexuales también tienen derecho a la vida. Tengo amigos gays. Ellos no lo han elegido. Son seres humanos y merecen respeto. En mi caso, estoy seguro de que quiero operarme porque vivir en este cuerpo es una tortura”.

Cirugía con la aprobación de la familia

Un día la policía le detuvo en la calle. Iba vestido con ropa de mujer, maquillado, con el pelo largo. “Me metieron en una furgoneta y me dijeron que dónde iba así vestido. ¡Esto es Irán, no estamos en Europa!, me gritaron. Lloré mucho. Me defendí explicando que era transexual y me dijeron que no sabían qué era eso. Acto seguido empezaron a raparme el pelo. En aquel momento sentí que mi vida había terminado”.

Desde su clínica en el acomodado barrio de Mirdamad, al norte de Teherán, el doctor Bahram Mir Jalali, de 75 años, atiende cada martes y jueves a jóvenes llegados de todo Irán decididos a operarse. Formado en París, este veterano cirujano ha realizado más de 2.000 operaciones de cambio de sexo en 20 años. Todos sus pacientes deben visitar a un sexólogo y a un psicólogo que certifiquen su perturbación. Las familias también tienen que dar su aprobación y, finalmente, un juez, que suele ser un mulá, por ser experto en jurisprudencia islámica, debe certificar la indicación de reasignar a ese paciente un nuevo sexo que corrija su “desviación”.

La consulta de Mir Jalali recibe también pacientes del extranjero llegados de EEUU, este de Europa y países árabes. Su reputación es conocida fuera de las fronteras persas. “En Irán, los homosexuales son ilegales de acuerdo con la ley islámica que rige el país. Esto no debería ser así, porque muchos gays buscan en la cirugía una solución a su falta de derechos. Además, hay mucha confusión en la sociedad sobre la diferencia entre homosexualidad y transexualidad. En la Universidad de Medicina no podemos hablar abiertamente sobre sexualidad. Muchos profesores hemos pedido a las autoridades políticas que los medios informativos aclaren la diferencia entre los dos conceptos, pero no es posible, la homosexualidad es tabú”, explica Mir Jalali a EL MUNDO.

Confusión entre gays y transexuales

¿Cómo distingue entonces a los pacientes gays de los verdaderos transexuales? “Cuando un joven viene a la consulta le explico que la operación es muy peligrosa, de alto riesgo. Que después de operarse su vida no será fácil. Le asusto. El verdadero transexual se queda. Los gays salen corriendo”.

Pero la explicación del doctor no es exacta. Existe un 30% de casos de suicidio entre los pacientes operados. Una de las principales causas es que, tras la intervención, el rechazo social es aun mayor y las secuelas psicológicas, enormes. Rostros masculinos con velo islámico, maquillados en exceso y con un sexo nuevo construido en la mesa de operaciones no proporcionan la mejor de las apariencias para ser aceptado en la sociedad iraní.

A todo ello, la enorme preocupación por el qué dirán aumenta el calvario de las familias, que se ceban con sus vástagos que caminan sobre tacones con andares resueltos y ahogan el llanto en la cama, donde pasan semanas enteras sin nada que hacer. Tras la operación, muchos de estos jóvenes huyen de casa y terminan viviendo en pisos compartidos con otros transexuales, prostituyéndose como única vía de ingresos.

Sadaf yace tumbada en su pequeño catre en una habitación lúgubre, protegida de las miradas ajenas detrás de tupidas cortinas azules. El aire es espeso aquí dentro. Apenas puede moverse. Hace tan sólo 10 días que el doctor Jalali le ha reconstruido un sexo femenino. Recuerda que cuando tenía seis años descubrió que tenía una tendencia sexual diferente. “Cuando iba a la piscina me fijaba sólo en hombres, no en mujeres”. Le pregunto si eso es suficiente para considerarse transexual, dado que quizá es gay. Me responde que si fuera gay iría con muchos hombres, pero ella “no es de esos”. Cuenta que tuvo una pareja estable con quien convivió durante siete años, pero empezó a pegarle y se separó. “Pero, a ver, ¿qué es ser gay?”, suelta de súbito. Tras escuchar la explicación, responde rotundamente que no: “En la cama yo quiero ser dócil”, pues eso significa, dice, “ser mujer”. Además, remacha, “odio a los gays. Es asqueroso”.

Su homofobia pone de manifiesto la necesidad de distanciarse de lo que ni la ley ni la sociedad toleran. Sadaf procede de una familia pobre, tradicional y religiosa del interior de Irán. Cuando les visita, se despoja de sus rizos artificiales, del kilo de maquillaje y del hijab.

Pero en Teherán, Sadaf es mujer. Tuvo que serlo, porque de otro modo, malvivía en los márgenes de la ilegalidad. Ahora malvive igual, pero legalmente.

Llego a esta conclusión después de mucho preguntar por la verdadera razón que la ha llevado a estar postrada en la cama, con necesidad de fármacos que no tiene. “Hoy he ido a los servicios sociales a buscar medicamentos pero me han dicho que no hay presupuesto, que vuelva en un mes”. No puede acceder al tratamiento médico que precisa, pero tiene algo mucho mejor: el certificado del gobierno que acredita su nuevo género. Lo saca del bolso y lo muestra orgullosa. “Durante toda mi vida me han acosado por la calle, me ha detenido y en la cárcel me han violado. Me han insultado y rechazado. Pero ahora tengo un documento que dice que soy mujer”.

Antes de la operación, Sadaf acudió a la autoridad municipal para solicitar un documento que le permitiera temporalmente vestirse como mujer. Es un trámite burocrático necesario para aquellos hombres y mujeres que desean comportarse en público como lo suele hacer el género opuesto. Durante la sesión, la secretaria judicial que firmó el permiso la echó de la sala tras preguntarle qué tipo de persona era, hombre o mujer. Desde ese día, Sadaf reza para que la funcionaria tenga un hijo como ella.

“No sabes lo que es vivir así. Sintiendo que nadie te acepta. Estoy presa en mi casa, en la calle todo el mundo me insulta. Sólo salgo a medianoche para trabajar”. De pronto, estalla a llorar. Reza la abraza. Como ella, a él también le gusta vestirse de mujer y maquillarse. Pero él tiene claro que no se operará, porque no quiere renunciar al placer sexual que siente cuando está con otros hombres. Y es quetras la operación, Sadaf ha perdido la capacidad para disfrutar del sexo. “El doctor me lo advirtió, pero me da igual. Si mi pareja me acepta, ya estoy contenta”.

La falta de placer sexual tras el posoperatorio sume a muchos hombres intervenidos quirúrgicamente en profundas depresiones. El doctor Jalili reconoce que es la causa de muchos suicidios e insiste en que el mayor problema que existe en Irán es que «mientras que fuera de este país se puede hablar libremente de estos temas, aquí está prohibido».

Las páginas de Internet sobre sexualidad están censuradas. Por eso no resulta extraño que muchos de los jóvenes que quieren operarse no sean capaces de explicar con precisión la diferencia entre homosexualidad y transexualidad.

¿Te operarías si vivieras fuera de Irán? “No, claro que no. Pero aquí resulta necesario porque de otro modo no tenemos derecho a la vida”, responde Veda.

La doble discriminación que soportan los que emigran por su orientación sexual

Una transexual en Madrid. ROBERTO CÁRDENAS

Una transexual en Madrid. ROBERTO CÁRDENAS

Las personas migrantes que llegan a España huyendo de la persecución y discriminación que sufren en sus países de origen debido a su orientación sexual o identidad de género se enfrentan a un riesgo de doble discriminación cuando llegan a nuestro país, el primero por pertenecer al colectivo LGTB y el segundo por su condición de inmigrante.

Es lo que se desprende del informe que la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha presentado este martes, disponible en la webperseguidoslgtb.org, que contiene los testimonios de personas LGTB que han sufrido discriminación y violaciones de sus derechos en países tan diversos como Rusia, Etiopía o Chile.

De 2008 a 2014, 1.700 transexuales han sido asesinados en 62 países. Sólo en Brasil y en 2014, fueron 326 los homicidios cometidos.

Paloma Fevieres, coordinadora del área jurídica de CEAR, ha recordado que “haypaíses donde la homosexualidad está ilegalizada en los códigos penales, en otros no existe legislación penal pero es la sociedad la que aparta a las personas LGTB con pequeñas discriminaciones que en conjunto suponen una violación de Derechos Humanos”.

Honduras es el país de origen de Alexandra Andino, una refugiada que tuvo que huir de su casa debido al acoso e inseguridad que sufría por ser transexual. “Me secuestraron, golpearon y apuñalaron. Les pedí que me matasen, pero decían que tenía que sufrir más que las demás”, cuenta Alexandra.

Ella era la presidenta de la sección transexual de la Asociación LGTB Arcoiris en Tegucigalpa, con lo que su militancia y lucha la convertían en un personaje público. “Me dijeron en televisión que iban a por mí”. En febrero de 2012, Alexandra tomó la determinación de salir de Honduras. “Mi madre me dijo que prefería verme lejos a verme muerta”.

En muchos países de centroamérica, visibilizar que se es una persona LGTB supone un serio riesgo para la supervivencia, ella misma reconoce que tuvo que identificar “más de cien cuerpos de compañeras de la asociación muertas, decapitadas, violadas y apuñaladas”. “Tras el golpe de estado de 2009, desde el Gobierno se dijo: ‘Vamos a acabar con la lacra de Honduras’. Yo pensé que se trataba de los pandilleros, aunque al final resultamos ser los transexuales”.

Una vez en España, el camino de Alexandra no fue nada fácil. “Me detuvo la policía y me hicieron preguntas para reírse de mí, que si llegaba como chico y no como chica. Me dijeron que ni asilada ni nada, que venía a España a prostituirme”. Pero todo cambió gracias a un abogado de oficio que reparó en ella cuando estaba retenida en el aeropuerto: “Me dijo que podía pedir asilo con un documento que respaldase que estaba siendo perseguida”. Asi que denunció tal persecución y solicitó asilo.

Manuel Ródenas, miembro del área jurídica del Programa LGTB de la Comunidad de Madrid, ha destacado que “España es centro receptor de población migrante por razones de orientación sexual”. Sólo en Madrid, “el 60% de la población transexual proviene de otro país”.

“En Madrid recibimos personas de 60 nacionalidades diferentes. Vienen porque piensan que aquí la sociedad es mucho más tolerante y hay un espacio de libertad”. Este programa “tiene en cuenta el origen cultural de la persona solicitante de asilo”, ya que “la población transexual es un grupo muy heterogéneo”. Según Ródenas, “cuando llegan a España pueden sufrir la misma discriminación que en sus países de origen”.

Y el premio Racista del año 2015 es para…

  • Otorgado por la ONG Survival International

  • Por segundo año consecutivo, el desprestigio recae en un político brasileño

  • ‘Debemos dejar morir de hambre a los indígenas amazónicos’ ‘Son un puñado de pequeños gays’

Fernando Furtado, nombrado Racista del año 2015 por Survival. © Agência Assembleia

Fernando Furtado, nombrado Racista del año 2015 por Survival. © Agência Assembleia

Candidatos no han faltado en todo el mundo. Y en época electoral en distintos países, cuando los políticos están casi obligados a hablar, menos todavía. Pero entre todos ellos, la organización Survival ha decidido otorgar el galardón de racista del año al diputado del estado brasileño de Maranhão, Fernando Furtado, por las siguientes declaraciones sobre los indígenas amazónicos: “Ellos no saben cómo cultivar arroz, así que dejémosles morir de hambre en la pobreza, es lo mejor, porque no saben cómo trabajar”. Y, por si no fuera suficiente, se refirió a ellos despectivamente como “un puñado de pequeños gays”.

Pero no sólo estas palabras son consideradas por la ONG -que lucha por los derechos de los pueblos indígenas- como una “incitación al odio por motivos raciales”, sino también el contexto en el que se produjeron, durante una intervención en una reunión de madereros y terratenientes. El discurso fue pronunciado en julio en una comunidad de colonos de São João do Caru, cerca de la frontera del territorio indígena awá, una zona de selva preamazónica única y que, desde hace meses, está siendo arrasada por las llamas de múltiples incendios que amenazan la vida de estos indígenas, que conforman uno de los pueblos más vulnerables del planeta.

“Desafortunadamente hay mucho racismo en general contra los indígenas alrededor del mundo. Otros finalistas que hemos barajado son el presidente de Botswana, Ian Khama, quien llamó a los bosquimanos primitivos y retrasados; o una familia de terratenientes de Brasil, que siempre está animando a usar la violencia para que los guaraníes no puedan quedarse en sus tierras, pero creemos que las palabras de Furtado son demasiado fuertes y merecen este premio contra su reputación”, explica a EL MUNDO la investigadora de Survival, Sarah Shenker.

De hecho, las declaraciones de este diputado del Partido Comunista Brasileño, crearon tanta polémica que le obligaron a retractarse formalmente de las mismas.

Homofobia y racismo

El director de Survival International, Stephen Corry, considera que “estos repugnantes comentarios indican la homofobia y el nivel de racismo existente contra los pueblos indígenas entre algunas de las personas más poderosas de la sociedad brasileña. Es importante que la gente, tanto de dentro como de fuera de Brasil, sea consciente de la prevalencia de estas actitudes porque apuntalan la genocida arremetida violenta que afrontan los pueblos indígenas de Brasil en la actualidad. Es por eso que hemos elegido a Furtado como el Racista del año 2015”.

Es el segundo año consecutivo que este premio de desprestigio recae en un brasileño. El político Luis Carlos Heinze fue nombrado “Racista del año 2014” por decir: “el Gobierno (…) se acuesta con los negros, los indios, los gays, las lesbianas, todos los perdedores”.

Por la Amazonía brasileña se están propagando una serie de incendios forestales que están destruyendo vastas áreas de selva en los márgenes orientales de lo que se considera los “pulmones de la Tierra” y están amenazando a los indígenas que viven ahí.

“Los pueblos indígenas están sufriendo tanto… Puede ser que los awás estén muriendo ahora por el fuego. Mientras los madereros siguen actuando impunemente, diputados como Furtado están animando a la gente a pensar de esa forma racista contra los indígenas. Por eso creemos que sus comentarios son una incitación al odio”, concluye Sarah.