EH Bildu, Udalberri y Goazen Bilbao han dirigido un escrito conjunto al alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, en el que solicitan que se consideren “otras alternativas correctoras que no pasen por el cierre temporal” de los establecimientos hosteleros. En este sentido, el edil de EH Bildu Bruno Zubizarreta ha considerado “un fraude” la actitud del regidor bilbaino sobre el cierre de locales de Barrenkale.
BILBAO. La coalición soberanista ha censurado que “no es de recibo que una semana diga que no va a proceder al cierre de los locales de Barrenkale a la espera de resolución judicial y a la siguiente enviar la orden de cerrar”.
“Genera indefensión”, ha opinado Zubizarreta en un comunicado ante “la decisión del Ayuntamiento de ejecutar la orden de cierre durante tres meses del bar Modesto a partir del 5 de agosto”. A su entender, la actitud de Aburto es un “fraude”.
Por su parte, Ganemos Goazen Bilbao ha denunciado, en un comunicado, que la decisión de ejecutar la orden de cierre “persevera en la injusticia”.
En esta línea, desde ambas formaciones han explicado que el pasado día 30 los grupos municipales de EH Bildu, Udalberri y Goazen Bilbao remitieron un escrito conjunto al alcalde en el que califican de “proceder injusto” la actuación del área de Seguridad Ciudadana.
De este modo, consideran que se aborda “de forma inflexible e indiscriminada, con formas expeditivas, situaciones para nada comparables en cuanto a incumplimientos o supuestos incumplimientos de la normativa por parte de los locales de hostelería”. Por ello, instan a estudiar “otras alternativas correctoras que no pasen por el cierre temporal de los mismos, de forma que se cumpla con los principios de proporcionalidad”.
En el escrito, los tres grupos municipales censuran que el Area de Seguridad Ciudadana “ha resuelto o baraja resolver el cierre temporal, cautelar o definitivo, durante varios meses de los bares Modesto y Pin Up de Barrenkale por haber incurrido, supuestamente, en una actividad ilícita”. Según indican, a juicio del Area, los bares habrían incurrido en una actividad no amparada por su licencia “actuando como discotecas, al proporcionar música en directo y pista de baile”.
EH Bildu, Udalberri y Goazen Bilbao advierten de que el cierre “puede comprometer seriamente la viabilidad económica” de los establecimientos, “abocándolos muy probablemente a un cierre definitivo”. Además, señalan que se ha generado “una gran alarma social tanto entre el vecindario como la clientela de la zona”.
A su entender, el Ayuntamiento debería considerar, a la hora de afrontar la instrucción de los expedientes iniciados “al parecer por quejas de algún vecino”, que son establecimientos “cuya actividad se desarrolla dentro del horario de los bares normales, sin afecciones en horarios altamente nocturnos ni matinales”.
Además, consideran que no se ha tenido en cuenta que “el hecho de que un bar facilite que la clientela pueda bailar en el interior y ofrezca una música ‘pinchada’ en lugar de una música programada, no convierte, de por sí, la actividad del bar en una actividad más molesta, insalubre, nociva o peligrosa”.
También remarcan que estos establecimientos, junto con otros abiertos en los últimos años en la calle Barrenkale, han contribuido a “la regeneración” de la zona, así como a “atraer a un público no conflictivo”. “En definitiva, han contribuido a que el ambiente de la calle recupere niveles saludables de convivencia que durante muchos años habían descendido considerablemente”, aseguran.
Teniendo en cuenta que la actividad de estos bares “no genera ni molestias ni peligrosidad en la zona, sino todo lo contrario”, consideran que “el sentido punitivo, en caso de posible infracción de las condiciones de la licencia, debe ir dirigido, en todo caso, a corregir e impedir que dicha infracción se vuelva a producir en el futuro, nunca a comprometer la viabilidad y el futuro económico del establecimiento”.
“Cualquier problemática que pudiera generar la actividad de estos establecimientos en el entorno vecinal no tiene nada que ver con la generada por los llamados ‘after hours’. Es más son establecimientos que en su día se vieron negativamente afectados por esta actividad”, explican.
También advierten de que “no se está considerando el perjuicio que puede suponer para las arcas municipales la aplicación sistemática de cierres cautelares, sin atender a la situación de conflictividad que se genera en el entorno, en el caso de que finalmente, hubiera un pronunciamiento judicial contrario al Ayuntamiento”.
“ESPECIAL CELO”
En este contexto, instan a que, a la hora de abordar la instrucción de expedientes sancionadores, se tengan en cuenta “la dimensión de los hechos dados cuya denuncia se comprueba, así como su naturaleza, de forma que se ponga especial celo en su justa determinación”.
Asimismo, reclaman que “las medidas cautelares y sanciones impuestas o que se barajen imponer a dichos locales” consideren “otras alternativas correctoras que no pasen por el cierre temporal, de forma que se cumpla con los principios de proporcionalidad”.