Desconvocada la huelga de hambre de los 17 activistas trans ante el compromiso de Podemos de tramitar su ley

El grupo parlamentario confederal ha incluido además esta propuesta en la mesa bilateral de negociaciones presupuestarias abiertas con el Gobierno de Pedro Sánchez.

17 activistas trans llevan a cabo durante unas horas una huelga de hambre para exigir a Podemos que tramite la ley integral de este colectivo. TWITTER/@PlataformaTrans

La Plataforma Trans ha desconvocado la huelga de hambre que este miércoles por la mañana iniciaron 17 de sus activistas tras haber obtenido de Podemos su compromiso de llevar al pleno del Congreso la Ley Estatal Trans antes de agosto de 2019 e incluirla en la mesa de negociaciones presupuestarias con el Gobierno.

Así lo ha informado a Efe  la presidenta de la Plataforma, Mar Cambrollé, quien ha mostrado su satisfacción porque su exigencia de tener una fecha para que la iniciativa que Unidos Podemos registró en febrero inicie su periplo parlamentariose haya satisfecho con éxito en tan poco tiempo.

“No era una medida simbólica, había gente dispuesta a llevarla hasta sus últimas consecuencias”, ha añadido Cambrollé sobre la huelga de hambre, con la que querían que Podemos dejara de tener “secuestrados sus derechos en un cajón”.

El grupo parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea ha incluido además esta propuesta en la mesa bilateral de negociaciones presupuestarias abiertas con el Gobierno de Pedro Sánchez, según ha informado IU en una nota de prensa en la que reafirma su “total compromiso” con la iniciativa.

Persigue con ello que el Ejecutivo socialista “ayude a traerla al pleno del Congreso y contribuir así a hacer propias” entre todos “las demandas de un colectivo que sólo busca que la justicia y la reparación alcance también a quienes los integran”.

IU opina que “debe hacerse todo lo posible para acelerar esta tramitación” pese al “reducido” cupo que tiene el grupo para registrar iniciativas legislativas, lo que lleva a que “algunas acumulen ya cerca de dos años de espera para que se tramite su toma en consideración”.

A su juicio, la huelga de hambre iniciada por 17 activistas de la plataforma, entre ellos madres y jóvenes transexuales, “puede contribuir a dar un impulso a esta iniciativa” y ayudar a “resolver la deuda social, moral y de incumplimiento de derechos que existe en este momento con este colectivo”.

El texto, fruto del consenso de las organizaciones de transexuales y respaldada por más de 150 colectivos sociales, despatologiza la identidad trans en todos los ámbitos, ya sea el sanitario, educativo, laboral o deportivo, y tiene en cuenta a menores, mayores o inmigrantes.

De este modo, propone que las personas transexuales de hasta 16 años puedan acceder a los tratamientos hormonales sin permiso de sus padres y que se nombre a un defensor judicial para los menores de esa edad que no tengan consentimiento de ninguno de sus progenitores.

También prevé esta misma fórmula para los menores que deseen cambiar en el registro su nombre y su sexo, que podrá ser masculino, femenino o no binario, o que el Sistema Nacional de Salud pase a cubrir los tratamientos como los hormonales y de modulación del tono y timbre de voz, entre otras medidas.

 

Activistas trans inician una huelga de hambre para exigir la tramitación de la ley integral del colectivo

Representantes de Unidos Podemos e integrantes de la Plataforma por los Derechos Trans durante el registro de la ley. DANI GAGO

Un total de 17 activistas han iniciado este miércoles una huelga de hambre para exigir el “desbloqueo” de la ley integral sobre la protección jurídica de las personas trans. Lo han anunciado a las puertas del Congreso de los Diputados, donde han avisado de que tiene carácter indefinido “que solo terminará” cuando Unidos Podemos, grupo que registró la iniciativa el pasado mes de febrero, la lleve a pleno.

Las personas que han iniciado la huelga son activistas y madres de menores trans que pertenecen a la Plataforma por los Derechos Trans, un colectivo de ámbito estatal impulsor de la ley.

“Han pasado más de siete meses y Unidos Podemos se niega a darnos una fecha para llevar el proyecto al Pleno para su votación a tramite”, explican desde la Plataforma. “Esto –prosiguen– supone el secuestro de nuestras esperanzas, anhelos de igualdad y nuestros derechos, así mismo impide que otros grupos políticos puedan votar el trámite”.

Desde Unidos Podemos niegan el retraso y aseguran que la iniciativa está en cauce parlamentario con los plazos habituales. “Vemos bien la huelga. El Gobierno tiene la oportunidad de acelerar el proceso a través de un proyecto de ley, nosotras ya se lo hemos planteado en la mesa de negociación”, explican fuentes del partido.

Mar Cambrollé, presidenta de la Plataforma e impulsora de la huelga, a la que han denominado #FuriaTrans,  explica en un vídeo los motivos de la acción: “No es una ley de privilegios, es una ley que va a protegernos de la discriminación a las personas trans y posibilitar a través de un marco jurídico que seamos iguales al resto de ciudadanos en el ámbito educativo, sanitario, en el deporte, a los menores, a las personas migrantes…”.

“Las personas trans hemos sufrido un apartheid social, laboral, afectivo, político y médico. Somos las más ‘nadies’ de los nadies’, las castigadas entre los castigados, las humilladas entre los humillados y, en el franquismo y la Transición, fuimos lo peor de lo peor entre los presos sociales, y también hemos sido las olvidadas de la democracia”, ha asegurado a las puertas del Congreso.

Unidos Podemos registró el pasado mes de febrero la iniciativa, basada en el principio rector de la libre determinación de la identidad y la expresión de género. Entonces, la portavoz Irene Montero calificó de “histórico” el inicio del camino parlamentario de la norma, que esgrime medidas concretas en diversos ámbitos. Entre otras, prevé que las personas trans sean tratadas en base a su género sentido en todos los espacios, tanto públicos como privados, que su nombre elegido sea respetado en todos los documentos e incide en el reconocimiento de las personas no binarias.

La ley pretende la creación de protocolos para asegurar la no discriminación de las personas trans en el ámbito sanitario, educativo y laboral, además de la implementación de programas de formación para los profesionales de la justicia y la salud. En este sentido, prevé el desarrollo de un nuevo modelo despatologizador, que garantice el apoyo, la atención y la no discriminación de las personas trans en el acceso a la salud.

Despatologización trans

Varias comunidades autónomas ya tiene sus propias leyes trans, una situación que, en palabras de Cambrollé, dibuja “un mapa de desigualdad territorial”, al que debe poner freno la ley estatal. “Las personas trans hemos tenido que esperar muchísimos años para tener gestos que nos consideraran ciudadanía a la que hay que tener en cuenta”, reclama la activista.

La iniciativa también incluye la reforma de la Ley 3/2007 de 15 de marzo, que regula la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas. El sentido de la modificación implica que las personas trans no sean tratadas como enfermas para poder acceder al cambio de nombre y sexo legal en los documentos oficiales. Actualmente, un médico debe diagnosticarles disforia de género y la regulación actual les obliga a pasar dos años de tratamiento hormonal.

Por otro lado, excluye a los menores de esta posibilidad y exige como requisito la nacionalidad española, por lo que también deja de lado a las personas extranjeras que residen en nuestro país.

Al igual que la ley integral trans, una proposición de ley del PSOE cuya toma en consideración se aprobó en noviembre de 2017 en el pleno, modifica estos aspectos con el objetivo de lograr la despatologización de la transexualidad.

17 activistas trans anuncian una huelga de hambre para exigir a Podemos que tramite la ley integral de este colectivo

La medida de presión, que comienza este martes, fue anunciada por la Plataforma por los Derechos Trans en las escalinatas del Congreso. Un total de 17 activistas de nueve comunidades se han sumado a esta huelga indefinida. Unidos Podemos niega que la ley se haya guardado en un cajón y afirma que se están buscando los apoyos necesarios para que salga adelante cuando se presente.

Miembros de la plataforma trans a las puertas del Congreso tras el registro de la ley por Unidos Podemos. EFE

Un total de 17 personas trans y activistas por los derechos de este colectivo han iniciado este miércoles una huelga de hambre indefinida. Lo anunciaron en las escalinata del Congreso de los Diputados, donde han exigido a Unidos Podemos que presente ya en el la Cámara Baja la ley integral de transexualidad.

El pasado 23 de febrero, el Grupo Confederal Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea anunció a bombo y platillo el registro en el Congreso de la primera proposición de esta ley, una norma clave para el colectivo trans, que había sido elaborada y consensuada durante más de un año con un amplio abanico de organizaciones sociales.

Ocho meses después de dicha presentación, las distintas asociaciones integradas en la federación de organizaciones trans denuncian que este proyecto se ha guardado en un cajón y que no han podido arrancar a la formación morada ni siquiera una fecha para su presentación y debate en el pleno.

“Estamos preocupados, porque haber llegado hasta aquí nos parece una torpeza política, pero prolongar esta situación nos parece ya una violencia política hacia las personas trans”, afrimó Mar Cambrollé, Presidenta de la Asociación de Transexuales de Andalucia-Sylvia Rivera y de la Federación de Asociaciones Trans.

Según Cambrollé, la ley pasó el protocolo de los 30 días sin que el Gobierno (entonces del PP) hubiera vetado la tramitación de la norma y corresponde a Unidos Podemos presentarla en el pleno para su debate. Afirman que tras preguntar reiteradamente por su tramite y haber exigido una fecha de presentación, no han obtenido respuesta ni fecha concreta.

“Nos parece que esto se traduce en un secuestro de los derechos de las personas trans por un lado, y por otro lado impide que otros grupos que puedan presentarla o votarla, porque el grupo proponente no la lleva al pleno. Por otro lado queremos desenmascarar a esos grupos que se opongan a que las personas trans seamos iguales en derechos que el resto de la ciudadanía”, afirma Cambrollé.

“Entendemos que si esta ley clave para nuestros derechos no se ha presentado en ocho meses, es porque no ha sido una prioridad. Lo que estamos reclamando es una fecha. Porque esto supone un secuestro de nuestros derechos. Pero si siguen enrocados en no fijar una fecha, esto pasa de ser una torpeza política a una tortura política. Porque supone someter a las personas trans a arriesgar sus vidas por algo tan simple como es pedir ser iguales en derechos”, concluye Cambrollé.

No es la primera vez que este colectivo recurre a la amenaza de huelga de hambre. Ya en 2007, cuando se estaba negociando la ley de cambio de nombre, este colectivo anunció una medida similar. “Entonces el Gobierno tardó menos de 24 horas en aprobarla”, afirma Cambrollé. Entonces, entre los promotores de la huelga figuraba la hoy diputada de la asamblea de Madrid, Carla Antonelli.

Buscando los apoyos necesarios

Desde Unidos Podemos niegan que la ley esté en un cajón. “Lo que le hemos transmitido desde que registramos la ley, tanto a la Plataforma de Asociaciones Trans, como a otros grupos que han participado en su elaboración, es que esta ley no está guardada en ningún cajón y que está siguiendo su cauce parlamentario“, afirma la diputada por En Comú Podem, Mar García Puig.

Según esta diputada, desde que se registró el pasado 23 de febrero, Unidos Podemos ha llevado a pleno tan sólo dos leyes claves, también. Una sobre los permisos de maternidad y de paternidad y otra sobre la PAH y que la idea es llevar también esta ley lo antes que se pueda.

“Estamos analizando y hablando con otros grupos políticos para encontrar el mejor momento para que encaje bien en la actividad parlamentaria y asegurar esta ley pueda seguir su curso. Lo que sería contraproducente es que se frenara. Se trata de una ley prioritaria para nosotros, tanto que la hemos incorporado en la mesa bilateral con el Gobierno de cara a la negociación de presupuestos. Esta es una ley fundamental e irrenunciable para nosotros”, añade García Puig.

“Respetamos las acciones que se lleven a cabo de presión en el activismo, que encontramos normales, aunque no las compartamos. Entendemos la preocupación y la urgencia. Si las negociaciones que estamos llevando a cabo tienen frutos, entendemos que la vía más rápida para su aprobación sería que el Gobierno la propusiera y que formara parte de estos acuerdos. Pero seguimos buscando los consensos para llevarla a pleno y asegurar que sale adelante”, concluye.

Estas explicaciones no contentaron al colectivo. Cambrollé afirmó que las explicaciones de la formación morada “ofenden a la inteligencia hasta de un adolescente”, pues según ha indicado, ese trabajo de negociación ya los hicieron los colectivos transexuales durante la elaboración del texto, que ellos mismos impulsaron. Afirmó que la ley cuenta con la aprobación de Esquerra Republicana (ERC), Ciudadanos y PSOE. Además, añadió el PP no se atrevería a votar en contra en los tiempos actuales. “Quizás se abstiene”, ha apuntado. A su juicio, la composición parlamentaria actual “es de apoyo al colectivo trans”.

Entre las 17 personas que han iniciado la huelga de hambre, figuran activistas trans de nueve comunidades autónomas, tres de ellas madres de personas de este colectivo. Harán la huelga en su propio territorio y están decididas a no abandonarla hasta obtener un compromiso para la tramitación de la ley.

17 activistas y madres de menores trans, en huelga de hambre para exigir a Podemos la tramitación de su ley

Fotografía de archivo de Mar Cambrollé, presidenta de la Plataforma Trans. JESUS MORON

Un total de 17 transexuales de toda España han iniciado hoy una huelga de hambre con el objetivo de presionar a Unidos Podemos para que deje de tener “secuestrados sus derechos en un cajón” y empiece la tramitación de la Ley Trans Estatal que registró en febrero, o de lo contrario amenazan con “furia trans”.

“Si no hay fecha para la Ley Trans, habrá furia trans”, ha amenazado al grupo confederal la presidenta de la Plataforma Trans, Mar Cambrollé, frente a la escalinata del Congreso, donde ha anunciado esta “medida extrema de presión” que inicialmente van a empezar 17 activistas de distintas comunidades autónomas.

En su opinión, ahora es el momento político oportuno para arrancar esta tramitación, porque la proposición de ley integral de transexualidad registrada por Podemos hace ocho meses cuenta con el apoyo público, ha dicho, de CiudadanosERCPSOE.

“Decirnos que están haciendo el trabajo parlamentario ofende la inteligencia de hasta un adolescente”, ha denunciado Cambrollé, quien ha añadido que “no es tiempo de someter a los trans a un acto de violencia política que retrataría a este partido como el peor y con menos sensibilidad con estas personas”. El texto de la iniciativa, fruto del consenso de las organizaciones de transexuales y respaldada por más de 150 colectivos sociales, despatologiza la identidad trans en todos los ámbitos, ya sea el sanitario, educativo, laboral o deportivo, y tiene en cuenta a menores, mayores o inmigrantes.

La despatologización como objetivo

Así, propone que las personas transexuales de hasta 16 años puedan acceder a los tratamientos hormonales sin permiso de sus padres y que se nombre a un defensor judicial para los menores de esa edad que no tengan consentimiento de ninguno de sus progenitores.

Prevé también esta misma fórmula para los menores que deseen cambiar en el registro su nombre y su sexo, que podrá ser masculino, femenino o no binario, o que el Sistema Nacional de Salud pase a cubrir los tratamientos como los hormonales y de modulación del tono y timbre de voz, entre otras medidas.

“Hemos sido las más maltratadas de la dictadura y no podemos ser las más olvidadas de la democracia”, ha manifestado la presidenta de la Plataforma Trans para avisar de que “cada día que pasa, un joven trans se puede suicidar” como ya lo han hecho “tres en los dos últimos años”.

EE UU elimina la visa a las parejas de diplomáticos gais que no estén casados

La nueva medida, que también afecta a los funcionarios de la ONU, ha sido criticada porque en solo el 12% de los estados miembros es legal el matrimonio homosexual

Una pareja activista en una marcha a favor de los derechos LGBTI. En vídeo, declaraciones de la portavoz del Departamento de Estado. AFP / VÍDEO: EPV

Para ser diplomático o funcionario de la ONU con pareja en Estados Unidos hay que estar casado. Al menos los que quieren que su acompañante tenga un visado con sus mismas condiciones. Una regla antigua para los heterosexuales, pero una novedad para los gais. Estos quedaban exentos del requisito en un contexto donde en solo 25 de los 193 países miembros de las Naciones Unidas es legal el matrimonio homosexual. Como el panorama global no ha variado notoriamente, la comunidad LGTB ha mostrado su rechazo a la nueva política de la Administración de Donald Trump. El Departamento de Estado defendió este martes que “no es un ataque” si no “un avance hacia el trato igualitario”. Las 105 familias que viven en el país que presume de abrazar la libertad y se ven afectadas por la normativa tienen tres meses para casarse o perderán el visado.

“Los esposos del mismo sexo de los diplomáticos de Estados Unidos ahora podrán disfrutar de los mismos derechos y beneficios que los cónyuges del sexo opuesto”, rezaba una declaración del Departamento de Estado cuando adelantó las nuevas reglas en julio. El cambio revierte una política implementada en 2009 por la entonces secretaria de Estado Hillary Clinton. La demócrata incluyó a las parejas de hecho de los diplomáticos y de los funcionarios de las Naciones Unidas en los susceptibles a obtener un visado conocido como G-4. El Departamento de Estado explicó este martes que la modificación responde a la decisión del Supremo en 2015 de aprobar el matrimonio homosexual. “La nueva política es un espejo de cómo son las leyes en EE UU”, explicó un funcionario. El secretario de Estado Mike Pompeo ha dicho que se opone al matrimonio entre personas del mismo sexo, pero ha prometido tratar a todos los empleados con respeto.

La exembajadora de EE UU ante las Naciones Unidas Samantha Power ha calificado la medida vigente desde el 1 de octubre de “innecesariamente cruel e intolerante”. “Solo el 12% de los estados miembros de la ONU permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo”, argumentó Power en su cuenta de Twitter para justificar su rechazo. La ONU-GLOBE -la rama de defensa de los LGBTQI en el organismo- también repudia la nueva política. Alfonso Nam, presidente de la organización, sostiene que la intención del Departamento de Estado es tratar a todas las parejas igual, pero remarca que no hace más que limitar las opciones de los homosexuales. “Un hetero solo tiene que casarse y venir. Pero para un gay de un país donde se criminaliza la homosexualidad no funciona así. Muchos quieren trabajar en EE UU precisamente porque pueden vivir con su pareja sin problema, pero ahora deben casarse antes”, explica.

Una de las preocupaciones que azota a Nam es que a una pareja que se tenga que casar en Estados Unidos se la persiga cuando regrese a su país. David Stacy, director de asuntos gubernamentales de la Campaña de Derechos Humanos, refutó ese temor afirmando que los diplomáticos forman parte de una clase de élite y que “es poco probable” que sean perseguidos. Otro escudo del Departamento de Estado ante las críticas es que se hará una excepción con los representantes de países donde es ilegal la homosexualidad, siempre y cuando sus naciones reconozcan a los cónyuges de los diplomáticos estadounidenses del mismo sexo. El problema es que los funcionarios enviados a la ONU no representan a un gobierno extranjero, por lo que no hay excepción que valga.

La Complutense crea primer máster oficial en estudios LGBTIQ+ en habla hispana

Esta titulación es, segú la UCM, pionera en habla hispana ya que los estudios de los movimientos sociales en favor de los derechos de gais, lesbianas y transexuales, y las teorías queer, han tenido importancia sobre todo en el mundo anglosajón.

Concentración en Madrid con motivo del pregón del Orgullo 2018. / EFE

La Universidad Complutense de Madrid ha aprobado la creación de un máster en Estudios LGTBIQ+, la primera titulación oficial en este ámbito de habla hispana, que este centro pretende poner en marcha el próximo curso 2019-2020.

El Consejo de Gobierno de la universidad madrileña ha aprobado la propuesta de creación del máster oficial, que remitirá a la Fundación para el Conocimiento Madri+d para que sea acreditado.

La Universidad Complutense explica que esta titulación es pionera en habla hispana ya que los estudios de los movimientos sociales en favor de los derechos de gais, lesbianas y transexuales, y las teorías y pedagogías queer, han tenido importancia sobre todo en el mundo anglosajón “tanto en términos académicos como profesionales”.

La construcción histórica, social y educativa de las diversidades sexogenéricas; los fundamentos teóricos de los estudios LGBTIQ+; estudios y políticas trans; movimientos sociales LGBTIQ; teorías y pedagogías queer; gestión de la diversidad sexual e identidad de género en las organizaciones; y la perspectiva LGBTIQ+ en el ámbito artístico y cultural son algunos de los contenidos del nuevo título.

La Complutense detalla que los estudios LGBTIQ+ incluyen los estudios gais y los queer, que ponen en cuestión el modelo binario de la sexualidad o la “identidad/orientación de género/sexual única” y dan visibilidad a personas de género fluido, género no definido, sexualidades alternativas, disidentes y diversidades sexualidades e identidades de género.

Este máster no solo se orienta a iniciar al estudiante en la investigación universitaria y a su posible incorporación al doctorado, sino que también puede ser útil para especializarse en Educación, Filología, Trabajo Social, Sociología, Cultura o Arte.

Complutense asegura que hay “atractivas perspectivas en el mercado de trabajo” en este ámbito y explica que en Estados Unidos muchas empresas tienen oficinas especializadas en identidad sexual y diversidad de género y en España hay empresas que ya siguen la estela de estas compañías.

Donny Reyes, activista LGTBI en Honduras: “En elecciones, se llega a decir que votar por homosexuales es aberrante”

Donny Reyes, activista LGTBI y presidente de la Asociación Arcoíris de Honduras CRISTINA POZO GARCÍA

Sobrevivir, tener un espacio para poder hablar de manera libre, tener acceso a la Sanidad o encontrar un trabajo. Estos son los objetivos principales de los defensores de los derechos LGTBI en Honduras, comenta Donny Reyes, activista y director de la Asociación Arcoíris. En Centroamérica la esperanza de vida del colectivo es bajísima, muchos no superan la treintena, y ser activista es una de las labores más peligrosas.

Tras la ola represiva que se produjo después de las elecciones del pasado mes de noviembre, el clima sigue tenso. “Tras las elecciones, se suspendieron las garantías ciudadanas y todo quedó bajo el control de la policía. Muchas de las activistas desaparecieron y no sabemos si se fueron del país huyendo de la violencia. Las poblaciones más vulnerables pagamos la factura más alta”, asegura Reyes, que visita España estos días para dar a conocer la situación de las personas LGTBI en el país centroamericano.

¿Cómo es ser defensor de los derechos LGTBI en Honduras?

Ya ser una persona LGTBI en un lugar tan violento como Honduras es una afrenta al sistema patriarcal cultural religioso que se vive en el país, y cuando se asume el trabajo de la defensa de los derechos humanos como hombre abiertamente gay o una persona LGTBI es una doble afrenta a este sistema estructurado por la violencia y por los sistemas de represión.

Es una condición bastante dura y complicada porque además se cree que lo que estamos haciendo los hombres y las mujeres que somos homosexuales es una renuncia al statu quo que la sociedad nos dio. Se cree que estamos renunciando a esa figura de hombre y de poder para querer ser mujer. En contextos misóginos y patriarcales, en el contexto latinoamericano, es perder ese estatus de poder, lo cual genera un rechazo y una violencia.

¿Qué vive la comunidad LGTBI en el país?

Consideramos que hay tres elementos fundamentales para la violación de los derechos de las personas LGTBI en Honduras. Por un lado, están los medios de comunicación que contribuyen a la difusión de mensajes de odio y de rechazo. Por otro, el sector fundamentalista religioso que perpetúa los mensajes de violencia y, finalmente el Estado, que permite que todo esto suceda.

Entonces, mientras estos tres elementos no cambien y se mantengan en la cultura hondureña permeados por el fundamentalismo religioso y por un Estado conservador e indiferente, nuestras condiciones de vida van a ser desiguales. Nosotros no luchamos por nada más que sea la vida, nuestra principal lucha es tener una vida y que no se nos agreda o se nos mate. Ni siquiera estamos luchando más allá de otros derechos porque lo que necesitamos son garantías de que vamos a lograr llegar a los 34 años, que es la máxima esperanza de vida de una persona LGTBI en Honduras y en otros países de Centroamérica.

Es muy duro enfrentarse a sistemas opresores como el actual régimen hondureño que está gobernado por el militarismo. Un Gobierno que no es reconocido por el pueblo ni por la sociedad y cualquier voz disidente o de denuncia de derechos humanos es blanco para ser atacado.

“Existen campañas que vienen a decir algo así como que defender a personas LGTBI es defender a mareros, defender a delincuentes”

Para los activistas, existe una cadena de violencias. ¿Cómo se manifiesta en Honduras?

Ya solo ser una persona LGTBI es complicado y si ya hablamos de un activista… hablamos de la violación sistemática del Estado, de la negación de servicios básicos de salud y empleo. Hablamos también de la estigmatización. Existen campañas que vienen a decir algo así como que defender a personas LGTBI es como defender mareros, defender delincuentes… es una campaña constante en contra a través de los medios de comunicación y a través del Estado mismo.

Dicen por ejemplo que no vamos a la iglesia y lo que hacen es crispar a la gente, y esto pone a las defensoras y defensores en una condición de mayor vulnerabilidad. Nos hace estar expuestos y que haya mayor división en las familias.

Defender los derechos humanos también es pelearte con tu hermano o pelearte con tu madre y exponer la seguridad de tu familia. Es un manojo de contradicciones.

Ahora mismo, ¿en qué puntos se centra vuestro trabajo en el país?

En lo que estamos trabajando ahora es en la emancipación, en la búsqueda de mecanismos de autoapoyo y supervivencia. Arcoíris es un centro de acogida en donde hacemos de todo: acompañamiento psicosocial, legal, recibimos compañeros que han sufrido agresiones, les acompañamos a los sistemas de sanidad… El trabajo es atender directamente a la comunidad LGTBI víctima de la exclusión y de la violencia.

A la vez, estamos impulsando acciones de justicia, reclamación del derecho a la dignidad, impulsando iniciativas de ley para la no discriminación. Son cosas que parecen muy elementales, pero nos toca incluso ir hasta el lugar donde las asesinan, hacer reconocimientos, reclamar cuerpos, buscar lugares dignos para que sean enterradas y que sus cuerpos no terminen en fosas comunes.

A nivel legislativo, ¿en qué situación se encuentra el colectivo?

Desprotegido. No existe una ley que criminalice la homosexualidad como tal, pero no existe una ley que regule el tema de la discriminación. Si algún compañero o compañera se atreve a participar en contiendas electorales, existe un ataque crudo y voraz en los que se llega a decir que votar por homosexuales es aberrante. Y esto pasa en los medios de comunicación. Los compañeros que decidieron participar en política lo han pasado muy mal, algunos se exiliaron y otros fueron brutalmente asesinados.

Uno de los compañeros que se postuló electoralmente fue el periodista Erick Alexander Martínez que era periodista y fue asesinado de una forma cruel. Lo estrangularon, lo violaron, lo amarraron, lo tiraron a un risco en medio de la nada. Cosas atroces.

¿Cómo nació Arcoíris y cuánta gente encuentra apoyo en esta asociación?

Nació en el 2003. Necesitábamos un espacio libre de discriminación, un sitio seguro en el que poder expresarnos, donde poder hablar con nuestro novio o novia. Necesitábamos un lugar cómodo porque salir a la calle es imposible por el nivel de agresiones. Actualmente tenemos alrededor de 600 personas en la organización y es un lugar mixto. Y funcionamos más que como una asociación, como un hogar abierto.

Los años electorales son muy complicados. En el año 2017, en el marco electoral, se produjeron 34 asesinatos contra personas LGTBI. En los últimos cinco años, se han producido más de 240.

Todo cambió después de las últimas elecciones, ¿cómo está ahora la calle?

El país vive una crisis política y postelectoral que no se supera. Hay una división social y un rechazo social hacia el gobernante hondureño donde las condiciones de vida han empeorado. El país está muy militarizado, todo está bajo el control de los militares. Se podría decir que no existe la libertad de expresión. Honduras reporta el mayor número de agresiones y asesinatos a defensoras y periodistas.

Los familiares de las más de 30 personas muertas después de las elecciones temen que lo que sucedió en noviembre no se haga justicia. ¿Con qué se están encontrando cuando se dirigen al Gobierno para protestar?

Los plantones y las movilizaciones para reclamar justicia se producen a diario. Estamos a la espera de que se reanude el juicio de la compañera Berta Cáceres. Sin embargo, ahora mismo hay más de 200 estudiantes que reclamaron justicia que están criminalizados, que fueron expulsados de la universidad cinco años por protestar. El movimiento ambiental, el campesino, todo está perseguido. El país está en una situación de convulsión por el modelo capitalista.

¿La represión de noviembre cómo afectó al movimiento LGTBI?

Con muerte. Así afectó. Hubo compañeras que por sus propias condiciones de salud y enfrentarse a veinte bombas lacrimógenas tuvieron que ser hospitalizadas y murieron a causa de infecciones crónicas.

Tras las elecciones, se suspendieron las garantías ciudadanas y todo quedó bajo control de la policía. Muchas desaparecieron y no sabemos si se fueron del país huyendo de la violencia o qué pasó. Siempre, las poblaciones más vulnerables pagamos la factura más alta en este tipo de acciones.

Harro, ez ‘pride’

Jakin berri dugu EPOAk (European Pride Organisers Association) hurrengo bilera Bilbon egingo duela, 2019ko irailean. Bilbao Bizkaia Pride delakoa antolatzen dutenena izan da ekimena, Europride ospakizuna Bilbora ekartzeko asmoz.

Gauza jakina da Bilboko Udalak eta Bizkaiko Aldundiak bultzatutako Pride ekitaldiak, Bizkaiko Ekainaren 28ko Koordinakundearen laguntzarik ez izateaz gain, haren iritzi eta gogoen kontra antolatzen direla. Ez da horren ezaguna, aldiz, Josu Bergarak, Bizkaiko Aldundiko Gizarte Ekintzako arduradun zelarik, Koordinakundeari eskaini ziola gerora Pride izango zena antolatzea, behar izango genituen baliabide guztiak ziurtatuta, eta Koordinakundeak ezezko borobila eman ziola, ez baikenuen parte hartu nahi mota horretako inongo asmotan.

Dena ez da erabat negatiboa delako Pride ospakizunetan; hori ere argi daukagu. Orain gutxi arte marjinala izan den giza multzo bati ikusgarritasuna ematen diote, eta, nolabait, berorren botere-adierazpena ere bada. Gainera, badago horri baino erantzuten ez dion jenderik. Aniztasunarekiko begirunea europar proiektu politikoaren ikur bilakatu da, eta Pride-a da errealitate horren ageriko adierazpena. Bere eragina munduan —Europan ere bai— ukaezina da.

Pride-ak duen balioaren aitortze horrekin batera, ezinbestekotzat jotzen dugu horren positiboak ez diren alderdiez ere hausnartzea, hala nola ondo pentsatzea gaur egun Bilbo ote den bilatzen duten errekonozimendua merezi izateko bezain friendly.

Pride-a gaytasunaren gorespen-erakustaldia da. Baina gaytasun oso zehatz baten goraipamena baino ez: gizon heldu (oraindik gazte), zuri, gay, zis eta Schengen hiritartasuna eta ongizate ekonomikoa dituenarena. Pride ospakizunetan parte hartzen duten gehienek betetzen dituzte baldintzok, edo bete nahiko lituzkete. Pride-k ez dio inolako kritikarik egiten kategoria horiek dakartenari; are txarragoa dena, bedeinkatu eta betikotu egiten ditu, kategoriotan sartzen ez direnak kanporatuz. Lagun horiek ikusezin bihurtu, zokoratu egiten ditu, eta babesik gabe utzi, gure gizartea ez baita gauza beste errealitate horiek ikusteko Pride-n distirak itsuturik. Norbait marikoia bada, baina baita ere txiroa, gaixoa, zaharra, etorkina… homo-les-transfobia jasan ez ezik, bere txirotasunean bizitzera zigortuta dago. Horregatik guztiagatik, Pride-kin kritiko garenok diogu ez dela egiatan askatzailea, geure eskubideen salerosketa baizik. Gizarte heteropatriarkalak buldak saltzen dizkigu bere pribilegioez gozatu ahal izan dezagun, erosteko diru nahikoa izanez gero, noski.

Eta Bilbon, nola gaude? Udalaren esanetan, gay-friendly gara. EPOAko Bilboko hautagaitzaren esanetan, «Bilbo lideratzen ari da elkartasun — eta ikusgarritasun— LGTB+ espazioa ardatz atlantikoan». Bilbok eta Bizkaiak milaka euro xahutu dituzte azken urteotako Pride-ak antolatzean eta Europan zeharko hainbat bileratan. Baina, badakizue zenbat gastatu duten azken urteotan LGTB+ adinekoei edo gaixoei artatzeko? Egoitzetan daudenen beharrak ezagutzeko eta bideratzen saiatzeko? LGTB+ etorkinen egoeraren berri izateko? Eta ijitoenaren berri? Homo-les-transfobiaren eragina emaitza akademikoetan zein den jakiteko? Eta txirotasunean? Gorroto-delituen kontra borrokatzeko? Erantzuna erraza da: 0 euro. Benetan, uste duzue esan litekeela Bilbo zerbait lideratzen ari dela lotsaz lehertu gabe?

Ezin ahaztu, gainera, 2010ean onartua izan zen eta indarrean dagoen Bilboko Udalaren espazio publikoaren arautegiko 16. artikuluak debekatzen dituela espazio publikoan izaera intimo eta pertsonaleko adierazpen afektiboak, eta, artikulu hori aplikatuta, udalak eragotzi zuela orain ez asko hainbat gunetan cruising-ean aritzea.

Euskal Herrian usu esan eta entzuten da jaia eta borroka uztartu behar direla. Ados. Betiere jaiak estaltzen ez badu aldarrikapena. Gure ustez, tamalez, oraindik asko dugu aldarrikatzeko gure herrian askatasun afektibo-sexualari dagokionez, eta Pride bezalakoetan, nahiz eta ekitaldi kultural franko egoten diren, ukaezina da jaiak indargabetzen duela aldarrikapen oro, entzunezin bihurtu arte. Antola dezatela, gura izanez gero, gay edo dena delako inauteri, jaialdi… nahi beste, eta jar diezaiotela Pride izena gustuko badute; baina utz dezatela bakean ekainaren 28a, hori erreibindikazio eguna baita.

Amaitzeko, ezkerreko erakundeen jokabideaz ere hausnarketa txikia: ez dute txintik esaten gaiaz. Edo pozarren daude Pride delakoarekin, planteamenduekin erabat ados. Edo beldur dira, kritikarik txikiena ere eginez gero, homofobotzat jo lezaketelako. Azken hori bada kasua, lasai egon daitezke, alde izango gaituzte eta.

Jaime Mendia eta Imanol Alvarez – Bizkaiko EHGAMeko kideak

2018ko irailak 18

Harro, ez ‘pride’

Jakin berri dugu EPOAk (European Pride Organisers Association) hurrengo bilera Bilbon egingo duela, 2019ko irailean. Bilbao Bizkaia Pride delakoa antolatzen dutenena izan da ekimena, Europride ospakizuna Bilbora ekartzeko asmoz.

Gauza jakina da Bilboko Udalak eta Bizkaiko Aldundiak bultzatutako Pride ekitaldiak, Bizkaiko Ekainaren 28ko Koordinakundearen laguntzarik ez izateaz gain, haren iritzi eta gogoen kontra antolatzen direla. Ez da horren ezaguna, aldiz, Josu Bergarak, Bizkaiko Aldundiko Gizarte Ekintzako arduradun zelarik, Koordinakundeari eskaini ziola gerora Pride izango zena antolatzea, behar izango genituen baliabide guztiak ziurtatuta, eta Koordinakundeak ezezko borobila eman ziola, ez baikenuen parte hartu nahi mota horretako inongo asmotan.

Dena ez da erabat negatiboa delako Pride ospakizunetan; hori ere argi daukagu. Orain gutxi arte marjinala izan den giza multzo bati ikusgarritasuna ematen diote, eta, nolabait, berorren botere-adierazpena ere bada. Gainera, badago horri baino erantzuten ez dion jenderik. Aniztasunarekiko begirunea europar proiektu politikoaren ikur bilakatu da, eta Pride-a da errealitate horren ageriko adierazpena. Bere eragina munduan —Europan ere bai— ukaezina da.

Pride-ak duen balioaren aitortze horrekin batera, ezinbestekotzat jotzen dugu horren positiboak ez diren alderdiez ere hausnartzea, hala nola ondo pentsatzea gaur egun Bilbo ote den bilatzen duten errekonozimendua merezi izateko bezain friendly.

Pride-a gaytasunaren gorespen-erakustaldia da. Baina gaytasun oso zehatz baten goraipamena baino ez: gizon heldu (oraindik gazte), zuri, gay, zis eta Schengen hiritartasuna eta ongizate ekonomikoa dituenarena. Pride ospakizunetan parte hartzen duten gehienek betetzen dituzte baldintzok, edo bete nahiko lituzkete. Pride-k ez dio inolako kritikarik egiten kategoria horiek dakartenari; are txarragoa dena, bedeinkatu eta betikotu egiten ditu, kategoriotan sartzen ez direnak kanporatuz. Lagun horiek ikusezin bihurtu, zokoratu egiten ditu, eta babesik gabe utzi, gure gizartea ez baita gauza beste errealitate horiek ikusteko Pride-n distirak itsuturik. Norbait marikoia bada, baina baita ere txiroa, gaixoa, zaharra, etorkina… homo-les-transfobia jasan ez ezik, bere txirotasunean bizitzera zigortuta dago. Horregatik guztiagatik, Pride-kin kritiko garenok diogu ez dela egiatan askatzailea, geure eskubideen salerosketa baizik. Gizarte heteropatriarkalak buldak saltzen dizkigu bere pribilegioez gozatu ahal izan dezagun, erosteko diru nahikoa izanez gero, noski.

Eta Bilbon, nola gaude? Udalaren esanetan, gay-friendly gara. EPOAko Bilboko hautagaitzaren esanetan, «Bilbo lideratzen ari da elkartasun — eta ikusgarritasun— LGTB+ espazioa ardatz atlantikoan». Bilbok eta Bizkaiak milaka euro xahutu dituzte azken urteotako Pride-ak antolatzean eta Europan zeharko hainbat bileratan. Baina, badakizue zenbat gastatu duten azken urteotan LGTB+ adinekoei edo gaixoei artatzeko? Egoitzetan daudenen beharrak ezagutzeko eta bideratzen saiatzeko? LGTB+ etorkinen egoeraren berri izateko? Eta ijitoenaren berri? Homo-les-transfobiaren eragina emaitza akademikoetan zein den jakiteko? Eta txirotasunean? Gorroto-delituen kontra borrokatzeko? Erantzuna erraza da: 0 euro. Benetan, uste duzue esan litekeela Bilbo zerbait lideratzen ari dela lotsaz lehertu gabe?

Ezin ahaztu, gainera, 2010ean onartua izan zen eta indarrean dagoen Bilboko Udalaren espazio publikoaren arautegiko 16. artikuluak debekatzen dituela espazio publikoan izaera intimo eta pertsonaleko adierazpen afektiboak, eta, artikulu hori aplikatuta, udalak eragotzi zuela orain ez asko hainbat gunetan cruising-ean aritzea.

Euskal Herrian usu esan eta entzuten da jaia eta borroka uztartu behar direla. Ados. Betiere jaiak estaltzen ez badu aldarrikapena. Gure ustez, tamalez, oraindik asko dugu aldarrikatzeko gure herrian askatasun afektibo-sexualari dagokionez, eta Pride bezalakoetan, nahiz eta ekitaldi kultural franko egoten diren, ukaezina da jaiak indargabetzen duela aldarrikapen oro, entzunezin bihurtu arte. Antola dezatela, gura izanez gero, gay edo dena delako inauteri, jaialdi… nahi beste, eta jar diezaiotela Pride izena gustuko badute; baina utz dezatela bakean ekainaren 28a, hori erreibindikazio eguna baita.

Amaitzeko, ezkerreko erakundeen jokabideaz ere hausnarketa txikia: ez dute txintik esaten gaiaz. Edo pozarren daude Pride delakoarekin, planteamenduekin erabat ados. Edo beldur dira, kritikarik txikiena ere eginez gero, homofobotzat jo lezaketelako. Azken hori bada kasua, lasai egon daitezke, alde izango gaituzte eta.

Jaime Mendia eta Imanol Alvarez – Bizkaiko EHGAMeko kideak

2018ko irailak 18

«VAN A IR MUY POCOS GITANOS A VERLA»

EL CORREO invita a tres gitanas de Bilbao de distintas generaciones a ver ‘Carmen y Lola’, que hoy se estrena en los cines rodeada de polémica

Yaneri Rodríguez, Saioa Saez y Soraya García ayer en la redacción de EL CORREO en Bilbao. / MAIKA SALGUERO

En este pase de prensa solo hay un periodista. Soraya García, su hija Saioa Saez y una amiga de esta, Yaneri Rodríguez, aceptaron la invitación de EL CORREO para ver ‘Carmen y Lola’ un día antes de su estreno en los cines. Tres gitanas ante una película que cuenta una historia de amor entre gitanas. Las tres habían oído hablar de la ópera prima de la bilbaína Arantxa Echevarría, que llega precedida de la polémica por los ataques de un colectivo de gitanas feministas. Nada más empezar, Saioa, 16 años, elegida Miss Gitana el año pasado, apunta a la pantalla y exclama: «¡Pero si esa es Zaira, la sigo en Instagram!».

Efectivamente, los gitanos del siglo XXI están tan colgados de las redes sociales como los payos. Saioa y Yaneri, de 15 años, sonríen cuando la Lola de ficción wasapea con Carmen y chatea con desconocidas en un chat de lesbianas. Asienten en señal de reconocimiento con expresiones que han oído mil veces: «¡Como se entere tu padre nos mata!», «¡Ya está esta gitana…!». No les chirría nada de lo que aparece en pantalla, aunque la UVA (Unidad Vecinal de Absorción) de Hortaleza en Madrid, escenario del rodaje, no tenga mucho que ver con Txurdinaga y Miribilla, donde ellas viven.

«¿Es una película de bajo coste?», inquiere Soraya García, 40 años, mediadora social con negocios de hostelería. «Todo resulta tan cutre… Las casas, la ropa, la manera en que hablan… Si fuera una historia de amor entre payas la harían diferente», lamenta. Las tres se sienten incómodas en las pudorosas escenas de amor, cuando las protagonistas se besan y acarician. Hasta el punto de apartar la vista de la pantalla.

«No me da asco, pero lo natural es un chico y una chica. Dios hizo a la mujer para el hombre y así debería ser», establece Saioa, que augura que la cinta «va a estar muy criticada entre los gitanos». Ellas ya no van a la Iglesia evangélica, una presencia constante en su comunidad que no sale muy bien parada en la película. Les llama la atención que el padre de Lola beba cerveza y blasfeme. «Si vas al culto no puedes jurar ni beber alcohol», apuntan.

Las bodas pactadas desde niños parecen cosa de otro siglo viendo a estas tres bilbaínas con sus Nike y bolsos de Michael Kors. Pero confirman que todo lo que cuenta Arantxa Echevarría es real. «Saioa estaba apalabrada con su primo desde que nació», relata su madre. «Pero han crecido, no se quieren y se ha roto el compromiso. Una lástima, porque el chaval estudia ciencias políticas, habla tres idiomas y tiene unos ojazos verdes… Quiere ser político. Mira tú, un político gitano».

Sacar el demonio

Cuando se le pregunta a Saioa si tiene novio, sonríe y mira a su madre. Curiosamente, ahora son los más jóvenes los que quieren casarse cuanto antes. No tanto por tradición, sino para irse de casa. Otros apuntes sociológicos de la película también resultan muy reales: servir primero la comida en la mesa al padre, la ceremonia de la pedida de mano, el retrato de los chicos gitanos «más presumidos que las chicas», los cantos y bailes en celebraciones, la presencia constante de la familia, el inmiscuirse en la vida ajena -«somos muy cotillas»-, la vecina racista…

Una frase de la pequeña Lola –«las gitanas, por no tener, no tenemos ni sueños»– conmueve a Soraya. «Es verdad. Y, si los tienes, puedes acabar marginada». Yaneri, en Tercero de la ESO, añade: «Te tienes que imponer a los hombres». Las tres espectadoras se emocionan cuando el padre de Lola descubre el idilio prohibido de su hija y corre al pastor a que la exorcice. No ven exagerado que se hable de sacar un demonio. «Ha buscado la ruina a su familia. Si un padre gitano descubre que su hijo es homosexual, se encierra en casa y ya no sale por el qué dirán». A las protagonistas, coinciden, no les queda otra que irse del barrio. «Pero no por ellas, sino por su familia».

Conclusiones de la crítica de cine que firmarían Soraya, Saioa y Yaneri. Las madres gitanas siguen «sacando la cara» por las niñas, pero los padres no son tan cafres como en la película, donde prefieren que tengan hijos pronto a que estudien. Todas conocen gays gitanos, pero nadie habla de ello. «Sus familias también lo saben, claro que sí, pero lo mantienen tapado. No quieren que les discriminen».

«La película es bonita. No te aburres, tiene intriga. Pero empeora la imagen de la comunidad gitana», reflexiona Yaneri. «Le falta muchas cosas, solo sale lo malo», añade Soraya. «No muestra la unión que tenemos, somos un pueblo donde siempre nos echamos un capote todos. Yo creo que van a ir muy pocos gitanos a verla».