Hollande pierde su pulso al Vaticano por el rechazo a un embajador gay

París retira a su nominado para la Santa Sede tras 15 meses de tenso silencio del Papa

Laurent Stefanini, el pasado 10 de abril, en el Elíseo

Laurent Stefanini, el pasado 10 de abril, en el Elíseo. Alain Jocard AFP

Las declaraciones de respeto a los homosexuales por parte del papa Francisco han sido claves para forjar su imagen de apertura y reformismo en la Curia romana, pero los hechos van por otro lado. El presidente francés, François Hollande, ha tenido que retirar su propuesta de nombrar a Laurent Stefanini embajador ante el Vaticano, que con su silencio durante 15 meses ha dejado claro a gritos que no le da su plácet porque es gay. Rechazado en Roma, Stefanini será a partir del próximo 25 el nuevo embajador de Francia en la Unesco.

Stefanini, de 56 años, era el candidato que, sobre el papel, tenía todas las cualidades para ser un perfecto embajador ante el papa Francisco. Formado en la Escuela Nacional de Administración, donde estudian las élites francesas, este católico practicante se encargó de los asuntos religiosos en el Ministerio de Exteriores y luego fue número dos en la embajada de Francia en el Vaticano entre 2001 y 2005, cuando fue condecorado con la orden de San Gregorio el Grande, una de las más altas distinciones papales. Después, ha sido jefe de protocolo en el Elíseo con los presidentes Nicolas Sarkozy y Hollande.

En enero del año pasado, París hizo pública su nominación. Mientras se esperaba el plácet vaticano, se publicó que era gay, a la vez que se recordaban algunas declaraciones del actual Pontífice. “¿Quién soy yo para juzgar a un homosexual que busca al Señor con buena voluntad?”, había dicho en 2013. Pero las semanas transcurrían sin respuesta a París por parte del Vaticano, donde sí se estaba juzgando la idoneidad de Stefanini.

Pasados tres meses, el silencio vaticano ya se había convertido en un embrollo. El portavoz del gobierno francés, Stéphane Le Foll, explicó en abril la doctrina oficial al respecto tantas veces repetida estos meses: “Esa sigue siendo la propuesta francesa. El Gobierno cree que es el mejor candidato”.

En junio, Stefanini fue llamado a Roma para un encuentro personal con el Papa. Nada trascendió de la entrevista, salvo que el pulso continuaba. En contra del plácet, la condición sexual del candidato y la ley de matrimonio homosexual de Hollande, calificada en su día de “derrota para la humanidad” por el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin. Roma no movía ficha pese a que intercedieron a favor de Stefanini dos significados prelados católicos: el cardenal camarlengo Jean-Louis Touran, el más alto cargo francés en la Santa Sede, y el obispo auxiliar de París, André Vingt-Trois.

Pasados 15 meses de soterrada batalla, el Elíseo ha tirado la toalla ante la Santa Sede. Hollande acaba de nombrar a Stefanini para la Unesco a propuesta oficial de su jefe de Gobierno y del ministro de Exteriores. El rodillo vaticano no tenía el más mínimo indicio de ceder.

La historia se repite y Hollande conocía el precedente. En 2007, Sarkozy designó candidato a embajador ante el Vaticano a Jean-Loup Kuhn-Delforge. La Santa Sede lo rechazó tras un año de silencio por ser gay. El supuesto argumento del rechazo era que el aspirante tenía una pareja estable y que ambos aparecían juntos en los actos oficiales. Esta vez no valía ni eso. Stefanini es soltero.

Pese a semejante golpe, el Gobierno francés ha preferido hasta ahora guardar también silencio. Ni siquiera ha querido difundir el nombre del nuevo aspirante al puesto vaticano, vacío ya hace más de un año, aunque Exteriores niega que sea por temor a un nuevo rechazo.

Una pareja de pingüinos gays ‘se muda’ a otro zoo para vivir juntos

Dos pingüinos rey en el zoo de Hamburgo al que se van a mudar Stan y Olli

Dos pingüinos rey en el zoo de Hamburgo al que se van a mudar Stan y Olli Margarethe Wichert/Getty Images

Iban a formar parte de un programa de reproducción de pingüinos rey en el zoo de Berlín, pero pronto quedó de manifiesto que ni Stan ni Olli tenían interés alguno en procrear con las hembras de su centro. Los cuidadores del centro alemán se dieron cuenta de que estos dos ejemplares machos sólo tenían ojos el uno para el otro. Ni cortejaron ni mantuvieron relaciones sexuales con ninguna hembra. Sólo entre ellos, según declaró la portavoz del zoo berlinés, Christianne Reis, al diario alemán The Local. Los responsables del zoológico decidieron, por tanto, sacar a la nueva pareja de pingüinos del Programa de Conservación Europeo del que formaban parte y trasladarlos al zoo Hagenbeck de Hamburgo para que puedan vivir juntos. Allí se unirán a Juan y Carlos, otra pareja de pingüinos gays, donde residirán sin ninguna presión para que se reproduzcan.Stan y Olli son sólo un nuevo ejemplo de una conducta que se da con frecuencia en la naturaleza. Existen numerosos ejemplos de pingüinos homosexuales, sobre todo entre aquellos que viven en cautividad, cuyo comportamiento está más estudiado. Y hay casos tanto de machos como hembras homosexuales, como el de Penelope y Missy, dos hembras de un zoo irlandés.También ha habido casos en los que uno de los dos miembros de la pareja gay ha procreado con una hembra posteriormente. Así ocurrió con Roy y Silo, dos pingüinos del zoológico de Central Park de Nueva York. Tras una temporada con Roy, Silo mostró interés en sus compañeras hembras.

Los pingüinos rey (Aptenodytes patagonicus), como Stan y Olli, son los de mayor tamaño tras los pingüinos emperador (Aptenodytes forsteri), alcanzando una altura de entre 70 y 100 centímetros.

 

Sexo: los genes también influyen en la primera vez

Una pareja se besa en una estación de autobuses

Una pareja se besa en una estación de autobuses. STOYAN NENOV

Los amigos, la escuela, la familia, la pareja, la personalidad… En la edad de inicio de las relaciones sexuales influyen multitud de factores a los que, a partir de ahora, habrá que sumar también los genes. Según una amplia investigación anglosajona, determinadas variantes genéticas relacionadas con la madurez de la personalidad y el desarrollo cerebral pueden influir en la edad de debut sexual.En España, según varios estudios, la edad a la que los jóvenes mantienen su primera relación sexual está en torno a los 15,4 años para los varones y 16,1 para las chicas. Hasta ahora ya se conocía la influencia de multitud de factores psicosociales en esa primera vez; sin embargo, como acaba de demostrar un grupo de investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) en las páginas de la revista Nature Genetics, también los genes tienen algo que decir en el estreno sexual.Para llegar a esta conclusión, un equipo dirigido por el británico John Perry analizó los datos de casi 400.000 individuos cuyos datos personales y genómicos están incluidos en diversas bases de datos: 125.000 de ellos (59.000 varones y 66.300 mujeres) en un biobanco británico, otros 241.000 en un registro poblacional de Islandia y, finalmente, otros 20.000 sujetos estadounidenses.El primer análisis genómico con la base de datos británica (el llamado UK Biobanc) permitió identificar 38 variantes genéticas asociadas con una edad más temprana en el inicio de las relaciones sexuales. Muchas de estas variantes ya se habían asociado con anterioridad con otros rasgos reproductivos (como la edad a la que se tuvo la primera regla, el primer embarazo o el número de hijos), pero también con ciertos rasgos del carácter, como tener un temperamento irritable o una personalidad más propensa al riesgo.

Como explica a EL MUNDO el doctor Ignacio Blanco, vicepresidente de la Asociación Española de Genética Humana, estas variantes genéticas descubiertas gracias al estudio de tantos individuos no permiten establecer una relación de causalidad, pero sí una predisposición: “Esto no quiere decir que los genes en los que se ha hallado el cambio genético sean los responsables, pero sí que los individuos portadores de estas variantes tienen mayor probabilidad”.A su juicio, se trata de un estudio “muy serio”, y aunque este tipo de trabajos no dan respuestas a individuos concretos, sí habrá que tener en cuenta sus resultados en el futuro, a la hora de planificar las actividades sanitarias de educación sexual. “Hasta ahora en la edad precoz de las relaciones sexuales sólo se tenían en cuenta factores socioeconómicos o educativos, pero quizás en el futuro se pueda clasificar a los individuos de riesgo también en función de su perfil genético”.El especialista español coincide con el doctor Perry en que más allá de la influencia de factores sociales y culturales (que son claramente relevantes en el debut sexual) este amplio estudio también refleja la influencia de la genética, a través de ciertos genes implicados en la maduración, la edad de pubertad, y el desarrollo de la personalidad.Un ejemplo de esas piezas es CADM2, un gen que controla las conexiones neuronales y la actividad cerebral y que ya se había relacionado con anterioridad con ciertas personalidades más predispuestas a participar en comportamientos de riesgo. En el estudio, los individuos portadores de esta variante genética no sólo tenían una edad de inicio sexual más temprana, sino también un mayor número de hijos en su edad adulta. “Algunos de estos genes están relacionados con los receptores de estrógenos, lo que podría explicar, por ejemplo, que los individuos con esta variante tendrían más probabilidad de que el óvulo anide y tengan hijos de forma precoz”, apunta el especialista español.Como explica otro de los firmantes, Ken Ong, el adelanto de la pubertad ya se había relacionado hasta ahora con ciertos problemas de salud en la edad adulta (como un mayor riesgo de diabetes o enfermedades coronarias). Sin embargo, añade, este estudio demuestra que estos factores pueden tener consecuencias incluso previas en la vida de los adolescentes. De hecho, según explican en su artículo, existen algunas evidencias que relacionan un debut sexual más prematuro con mayor abandono escolar (menos probabilidades de seguir estudiando después de los 16 año, por ejemplo), inestabilidad familiar o mayor incidencia de enfermedades infecciosas de transmisión sexual.Algunos estudios señalan que la pubertad se ha adelantado en los países occidentales desde los 18 años en el siglo XIX a los 12,5 años en la actualidad, por una mezcla de factores (que incluyen desde la nutrición, el aumento de peso o la exposición a ciertos disruptores endocrinos en el ambiente).

La Primavera Árabe también fue rosa

  • La saga Primavera rosa presenta su nuevo documental centrado en México, donde se cometen 64 asesinatos contra la población LGTB al año

  • Las películas buscan analizar la problemática en un país por cada continente: primero fue Túnez, después Rusia, México y ahora empiezan a rodar en Brasil

  • Hablamos con Mario de la Torre, cabeza de proyecto y cineasta que estuvo nominado a los premios Goya por su compromiso por el respeto de los derechos humanos

Mapa de la Primavera Rosa

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No todas las Primaveras que se vivieron en Túnez son reconocidas. Tampoco tuvieron un solo color: entre el rojo de la sangre derramada por el régimen y el negro de las expectativas de cambio frustradas, se deja entrever el rosa. Los medios de comunicación occidentales narraban la mayor revuelta de los países oprimidos de Oriente Medio sin rascar la corteza. Detrás de los cantares heroicos que les dedicaban al otro lado del Mediterráneo, los nuevos gobiernos se radicalizaban aún más en la violación de los Derechos Humanos.

Los amigos árabes del cineasta Mario de la Torre le invitaron a investigar lo que ellos callaban por culpa de una mordaza maquillada en Occidente. Las minorías sexuales no solo estaban lejos de vivir en democracia -como el resto del país-, sino que fueron específicamente demonizadas por los islamistas. De ese acercamiento nació el documental Hacia una Primavera Rosa. El conocimiento de las penas de muerte en contra de los homosexuales o las violaciones “correctivas” a las lesbianas provocó un sentimiento de empatía en otros países donde la realidad es poco más alentadora.

La cinta de 19 minutos ambientada en Túnez saltó de su microcosmos hasta convertirse en una plataforma global de apoyo a la libertad sexual y visualización de las víctimas LGTB. La Primavera rosa recoge ese grito democrático para concienciar sobre la brutalidad de los crímenes de odio, pero también sobre la lucha de este colectivo por “llevar una vida normal, sin más derechos ni menos”. De la Torre comenzó a imaginar este proyecto como una radiografía de la situación particular de cada país. Primero en Túnez, paralelo a las ansias de democracia; después en Rusia, donde son víctimas de la cruzada del kremlin; y por último en México, cuyo resultado se presentó en el marco de la Semana del Corto de Madrid.

El equipo está trabajando ya en una cuarta entrega que se rodará en Brasil y que busca financiación vía crowdfunding en la plataforma goteo. “Detrás de esa imagen abierta y positiva se esconde una realidad muy cruel. Cada 48 horas es asesinado un miembro de la comunidad LGTB y el 70% de los casos quedan impunes”. Su intención a largo plazo, nos desvela el director, es regresar a España para analizar la escalada de homofobia en los institutos.

Ese es el fin último de La Primavera rosa: crear un apoyo para los jóvenes que estén descubriendo su sexualidad y naturalizar el proceso en su entorno. Para ello han desarrollado dos formatos en colaboración con la Comunidad de Madrid, Amnistía Internacional y la Universidad Rey Juan Carlos, entre otros. El primero es un mapa interactivo que busca acotar la brecha geográfica y crear un mosaico de testimonios. El segundo es lo que llaman un documentarybook, una suerte de inventario del material extra que no encontró un sitio en los documentales.

Hechas las presentaciones, acompañamos a Mario de la Torre en un viaje de Primaveras, cárceles para homosexuales, palizas en la calle y cunetas repletas de cuerpos sin reclamar. Pero también por un recorrido que reúne culturas variopintas y casos particulares bajo una misma bandera de siete colores.

Primera parada: Túnez, el Invierno Árabe

Tras las revueltas y la huida del presidente Ben Alí, se celebró en el seno de la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU una sesión a favor de la comunidad LGTB mundial. Los miembros de la Liga Islámica abandonaron en masa el pleno y afirmaron que esos derechos no pertenecían a la identidad cultural islámica ni lo harían nunca. El nuevo ministro de Justicia y Derechos Humanos, Samir Dilou, confirmó que no tenía ninguna intención de derogar el artículo 230 del Código Penal, que identifica a los homosexuales con los pederastas. “Fue un tremendo varapalo para la población, les llevó incluso a pensar que estarían mejor bajo el régimen anterior”, nos cuenta De la Torre.

“Os digo que esto es un invierno árabe, todavía espero que llegue la primavera. La revolución no ha terminado”, lamenta un joven anónimo de 18 años en el documental.  Encontrar los testimonios de  Hacia una primavera rosa fue una prueba de obstáculos para el director, pues las ONG tunecinas son ilegales y están vetadas en los espacios públicos. “Tuve que rodar casi todos los testimonios a contraluz para que no sufriesen represalias”, nos revela su artífice.

Segunda parada: la Rusia ortodoxa

Si el rodaje en Túnez tuvo que ser clandestino para proteger la identidad de sus entrevistados, lo que vivió Mario de la Torre en Rusia fue bastante peor. “Antes de viajar a Moscú recibí una amenaza de muerte por parte de un foro neonazi”, nos cuenta el cineasta. El principal desafío de este país radica en estos grupos ultraderechistas y en la iglesia ortodoxa, “que acuden a las manifestaciones a reventarlas, en el sentido literal”

Además, los chicos y chicas homosexuales se han visto obligados a tomar clases de entrenamiento personal contra armas blancas. “Si alguien se entera de que los gimnasios forman al colectivo LGTB, el gobierno podría llegar a cerrar estos negocios amparándose en sus estatutos homófobos”. De la Torre se refiere a la  Ley contra la propaganda homosexual, que se justifica en la protección de los niños ante las “relaciones sexuales no convencionales”, como les gusta calificarlas. El punto maquiavélico de este eufemismo es que engloba desde la homosexualidad hasta la pederastia.

“El caso de Rusia es curioso porque no estaban acostumbrados a la bandera gay, que siempre habían relacionado con la cultura homosexual de Occidente”. Pronto, los siete colores pasaron de ser un símbolo desconocido a convertirse en un signo de odio. De hecho, cuando Obama reclamó en público que se derogaran las leyes anti LGTB rusas, el colectivo se retorció. “Pidieron que ningún líder político occidental (y menos el de EE.UU) se pronunciase a su favor, porque así solo conseguían demonizar aún más a la población LGTB”.

Tercera parada: México, récord en asesinatos

“Habría que colgar a los afeminados y a los maricones”, ataca una mujer vestida de blanco impoluto a la salida de una iglesia del DF. Las palabras de esta católica son ley en México, país que ocupa el segundo puesto en la tasa de homicidios cometidos contra el colectivo LGTBI. Los datos que llegan desde el otro lado del Atlántico son escalofriantes: el 68% de los familiares de los asesinados no reclaman su cuerpo por vergüenza, así que las cunetas del país amanecen repletas de homosexuales y transexuales decapitados o torturados.

México es el paradigma de la contradicción. Por un lado están aprobando un amplio paquete de leyes en defensa del colectivo, pero que no llega a tener un impacto real sobre la sociedad. El peligro en este caso, además, trasciende al ámbito político. “Hay una purga muy selectiva”. No es solo una forma de esquilmar a la población activista LGTB, sino también una manera de dar una llamada de atención desde los puestos de poder.

El asesinato de Gari Bastilda es uno de los principales pilares del documental para reflejar esta dualidad de la política y el acoso. Bastilda fue la primera mujer transexual en ocupar un cargo en el DF, desde el que impulsó la creación de un departamento específico para la protección de la población LGTB. “Su cuerpo fue encontrado en 2013 envuelto en una manta y con 48 puñaladas”, recuerda Mario.

Condenan a Colombia por negar pensión a una pareja del mismo sexo

La Corte Interamericana de Derechos Humanos le ordena al Estado indemnizar a un hombre discriminado por su orientación sexual

La semana pasada, la Corte Constitucional reconoció el derecho al matrimonio en parejas del mismo sexo

La semana pasada, la Corte Constitucional reconoció el derecho al matrimonio en parejas del mismo sexo. Mauricio Dueñas/Colombia Diversa

Crecí con dos madres y así ha sido mi infancia

En mi familia nunca me faltó el afecto, pero la sociedad está lejos de normalizar una situación como la mía

adolescente con dos madres

Uno de mis primeros recuerdos se remonta a una de las casas de acogida en la que viví hasta los cinco años. Me dijeron: “Tus padres de adopción vendrán a por ti dentro de quince días”. Llegó el día y yo, ansioso, pasé todo el día asomado a la ventana, esperándolos.

Pero ese día no pudieron recogerme y me llevé un chasco. Mis compañeros en la casa de acogida, al verme llorar, quisieron calmarme, pero un cuidador se lo impidió: “Dejad que llore, no le consoléis”.

Por suerte, aunque mis padres de adopción no pudieron recogerme el día acordado, lo hicieron unos días más tarde y finalmente me trajeron desde Brasil, mi país de nacimiento, hasta España.

Durante mis tres primeros años en España viví con mi padre y con mi madre. Pero ellos se separaron y empecé a vivir con mi madre y su nueva pareja: una de sus amigas de la infancia.

A los ocho años, pues, ya estaban sentadas dos situaciones que determinarían mis años siguientes: mi condición de adoptado y mi crecimiento en el seno de una familia homoparental.

Y os voy a adelantar una cosa: ahora, con 18 años, puedo afirmar que en ningún momento me faltó afecto en mi familia. Si atravesé problemas, que los tuve, se derivaron de la falta de normalización por parte de la sociedad de mis situaciones personales.

Últimamente he acudido a algunos encuentros de niños adoptados. En ellos he encontrado una comprensión que jamás había sentido antes. La adopción, por lo general, suele tener unas connotaciones negativas, se bromea con ella, y aunque parezca algo inocente, eso es algo que deberíamos evitar.

Cuando hablo con niños adoptados, por ejemplo, les digo que Supermán y Batman -aunque ahora el cine los haya puesto a pelear- fueron adoptados, y que eso nos emparenta con los superhéroes.

La adopción a veces también se asocia con algunas dificultades relacionadas con el apego, en parte debidas a la deshumanización en los centros de acogida. Ya he hablado de eso al referirme a la crueldad de uno de mis cuidadores: aunque no seamos conscientes, si somos crueles con los demás, podemos causarnos un daño duradero. Deberíamos tratar a las personas con respeto y construir entornos más humanos.

Foto de infancia con una de mis madres

Foto de infancia con una de mis madres

Y creo que las familias homoparentales están aún menos normalizadas. En la comunicación social predomina, casi sin competencia, la imagen de la familia compuesta por un padre y una madre. Y mejor ni hablemos de los libros escolares, donde falta mucho camino para adaptar el material escolar a las nuevas realidades familiares.

La inexistencia de otros modelos de familia hace que los niños de familias homoparentales crezcan preguntándose: ¿Qué le pasa a mi familia?

Reconozco que en el colegio nadie me hostigó por tener dos madres. Eso sí, reinaba un silencio que tampoco era muy natural. Hasta los profesores parecían incómodos con el asunto, como si afrontaran algo impronunciable.

Esto me condujo a que, durante un tiempo, fuera contando que yo vivía con mi madre y con mi tía. Nadie me obligaba a hacerlo, pero no es fácil lidiar con esa situación: los chavales, al fin y al cabo, lo que más quieren es ser aceptados y no salirse de la norma.

Pero conforme más tratas de ocultarlo, más explicaciones estás obligado a dar. Ese ocultamiento es una sensación horrible, que genera mucha ira y mucha ansiedad. Se forma una bola en tu interior, un revoltijo que te lleva a vivir etapas verdaderamente complicadas, como cuando empecé a destrozar objetos en casa, para desesperación de mis madres.

Sencillamente, no tenía las herramientas para manejar mi situación y carecía del valor necesario para hablarlo abiertamente con mis madres.

Pero todo cambió cuando, en uno de los encuentros para niños adoptados -también voy a otros organizados por asociaciones de familias homoparentales-, una chica pronunció una frase que me sacudió: “¿A qué tienes tanto miedo?”.

Efectivamente, ¿por qué me daba miedo que la gente supiera que soy adoptado y que tengo dos madres? Le prometí que empezaría a contárselo a la gente. Y lo celebro, porque la primera reacción no pudo ser más divertida.

A finales del año pasado se lo confesé a mi mejor amigo -¡incuso se lo había ocultado a él!-, y me respondió entre carcajadas: “¿Acaso te crees que no lo sabía? ¡Pero si llevo años visitando tu casa!”. Yo también me reí y la liberación fue tremenda.

A partir de entonces se lo he ido contando a mis amigos más cercanos, más o menos con las siguientes palabras: “Mira, en los últimos años te he mentido. Lo siento mucho y confío en que comprendas que se debía a esto y aquello”. Siempre he encontrado apoyo.

Desde entonces, mis ataques de rabia se han disipado y me siento más seguro entre la gente. Es más, mis relaciones sentimentales también han crecido mucho: ya no arrastro mis problemas hacia aquellas personas que me quieren, como hacía antes, cuando mis secretos lo empañaban todo.

Y, por si alguien se lo pregunta, no tengo ningún problema con mi identidad sexual. De hecho, haber crecido con dos madres me ha beneficiado, porque, al contrario que mucha gente, he asumido que la homosexualidad es tan natural como cualquier otra opción.

Los problemas de los niños adoptados -esos pequeños superhéroes- y de los hijos de familias homoparentales no siempre son similares, al final dependen de cada uno, pero a partir de ahora haré lo posible para que no atraviesen los mismos problemas que yo.

Y, por supuesto, me gustaría que la sociedad les pusiera las cosas más fáciles: que visibilizara todas las opciones y que las asumiera con madurez. En resumen, que todos facilitáramos las cosas a unos niños que carecen de las herramientas para plantar cara a una sociedad que sutilmente nos encorseta y nos hace sentir miedo.

Texto redactado por Álvaro Llorca a partir de entrevistas con Claudio P.

La valla gay de Melilla

La valla gay de Melilla

La valla gay de Melilla

El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla (CETI) está prácticamente vacío. Los sirios llegan con cuentagotas y casi no se producen saltos en la valla fronteriza por parte de subsaharianos. Los vigilantes de seguridad se quejan de que no tienen apenas trabajo y bromean pidiendo a voz en grito: “¡Por favor, que haya alguna entrada masiva!”. Pero, cada noche, cerca de la pista deportiva comienza a oírse música de fiesta. Y poco a poco empiezan a salir internos de todos los rincones, entre risas y chácharas. De repente el CETI cobra vida con una avalancha de inmigrantes jóvenes, con ropajes coloridos y ansias de libertad.

Son los marroquíes solicitantes de asilo por su condición de homosexuales, que se han convertido en los últimos meses en el principal colectivo de refugiados del centro de inmigrantes. Algunos como Hassan, natural de Alhucemas, llegaron hace un par de días, y otros, como Fati, de Nador, llevan casi seis meses de reclusión.

Es impresionante ver cómo hacen piña y se protegen unos a otros. Tienen mucho miedo. Ninguno da su nombre ni origen reales, ni muestra su rostro. Excepto Driss El Arkoubi. Él ya estuvo nueve meses en Melilla entre 2013 y 2014. Tras sufrir unaviolenta violación por parte de cuatro agresores, cerca del paso fronterizo de Farhana, cruzó a Melilla para recibir asistencia médica y pedir protección internacional. Le denegaron el asilo. Fue expulsado y ahora ha vuelto con más señales de violencia en sus carnes y sin miedo a dar la cara.

Recuerda cómo entonces era el único marroquí demandante de asilo y las penurias que tuvo que pasar para hacerse oír. Ahora el CETI acoge a 73 magrebíes solicitantes de protección, la mayoría por su condición sexual. En el primer trimestre de 2016 se han recibido 45 solicitudes, una más que el año pasado. En conjunto, son 89 solicitudes de asilo en 15 meses. Y se espera seguir batiendo récords.

A pesar de que el Departamento de Estado de Estados Unidos, gran aliado de Marruecos, concluye que la persecución a los homosexuales en el reino alauí no es sistemática y que los casos de condena se derivan de “acciones imprudentes”[no persiguiéndose la orientación sexual que se practica “con discreción”], lo cierto es que cada vez son más las personas perseguidas y sancionadas en el país vecino. Desde las organizaciones sociales a ambos lados de la frontera advierten de que casos como el ocurrido hace unos días en Beni Melal -donde un tribunal condenaba a dos jóvenes homosexuales por “perversión”tras ser arrastrados desnudos por la calle y linchados pública y salvajemente- ponen en evidencia la represión que sufre el colectivo gay en Marruecos y propician la llegada a Melilla de más personas en busca de tolerancia y dignidad.

Un delito sobre el papel

Y es que el socio preferente de España y la Unión Europea considera la homosexualidad un delito desde 1972. El artículo 489 del Código Penal magrebí prevé para quienes “cometan actos lascivos o antinaturales con un individuo del mismo sexo”, penas de 6 meses a 3 años y multas de hasta 110 euros.

La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) y el colectivo Kif Kif (De igual a igual), denuncian que las instituciones persiguen a los gays y pretenden estigmatizarlos socialmente. E insisten en que desde la llegada al gobierno del Partido Justicia y Desarrollo (PJD), de corte islamista, el discurso religioso se haradicalizado y que la persecución a los homosexuales es cada vez más férrea.

El Gobierno, presidido por el islamista Abdelilah Benkirane, ha calificado la homosexualidad como un “comportamiento innoble”que constituye “una provocación”y que no tiene en cuenta “los valores morales y doctrinales”de la sociedad magrebí. El Ministerio del Interior ya anunció su firme determinación por hacer frente a todas las actuaciones contrarias a los valores religiosos y morales que nutren el marco legal marroquí. En este sentido, la Policía realiza redadas y detenciones selectivas periódicamente a gays con la intención de atemorizarles o darles una lección, según denuncia Kif Kif.

Con el rostro cubierto, Abdú, de 22 años. Ha llegado a Melilla desde Oujda escapando de la homofobia

Con el rostro cubierto, Abdú, de 22 años. Ha llegado a Melilla desde Oujda escapando de la homofobia REPORTAJE GRÁFICO: JESÚS BLASCO DE AVELLANEDA

La gran mayoría de los homosexuales marroquíes acogidos en el CETI asegura haber sufrido abusos, siendo adolescentes o niños, por parte de familiares, vecinos, compañeros o profesores. Este último es el caso de Fati, de 28 años y natural de una aldea de la provincia de Nador.

Con tan sólo siete años, fue víctima de abusos y violaciones continuadas por parte de un profesor, que continuaron por parte de otros profesores y compañeros de colegio hasta los 11 años. Entonces comenzó a pintarse y a vestirse de mujer. Estudió peluquería y durante varios años trabajó en un salón de señoras. A pesar de no ser aceptado por su entorno y de tener que esconder su homosexualidad en público nunca se planteó dejar Marruecos. Hasta que un día un grupo de niñatos entró en la peluquería, le robó y le intentó prender fuego.

“Mi sueño no es ir a Europa, es escapar de Marruecos. Sólo quiero ser quien soy, y si tiene que ser lejos de mi país no me importa. Allí no soy nada, soy menos que nada. No soy libre, no puedo ser yo mismo. ¡Sólo quiero ser yo!”, grita desesperado. Rompe a llorar y cubriéndose el rostro entra al CETI con prisas, muy afectado.

Cuesta mucho sacarles del centro de inmigrantes. Sólo salen a la calle en grupo y sin alejarse apenas unos pasos de la puerta. Han cruzado la frontera de laintolerancia pero no se sienten seguros en Melilla. Tienen muy presente la imagen del joven Ibrahim, que hace unas semanas se alejó a dar una vuelta y comprar tabaco. Tuvo que ser hospitalizado después de que entre ocho personas le dieran una paliza para luego dos de ellos violarle y dejarle casi inconsciente.

El CETI está apartado del casco urbano. Situado en uno de los barrios periféricos más deprimidos, muy cerca del paso fronterizo de Farhana: “Por aquí pasan muchos marroquíes y nosotros no somos aceptados por ellos. A casi todos nos han robado los móviles, a mí en tres ocasiones. Nos quitan el tabaco. Abusan de nosotros, nos insultan, escupen. Tenemos miedo y estamos cansados”, cuenta Hassan, que asegura que algunas tiendas cercanas, regentadas por “barbas [islamistas] o musulmanes”, se niegan a venderles y les expulsan de los establecimientos de forma violenta.

Por eso quieren presentar un escrito a la dirección del centro para que pida la presencia continua de patrullas del Instituto Armado en las cercanías del CETI: “No tenemos paz ni a este ni al otro lado de la valla”, susurra Amine mientras, haciendo caso a los consejos del vigilante de la puerta, sale del centro quitándose la ropa femenina que le cubría la cabeza y los hombros: “Se exponen a que les den una paliza si se pasean con velo, con las uñas pintadas o contoneándose”, dice elsegurata.

Perversos y antinaturales

Pronto pasa una mujer marroquí, con chilaba y hiyab, y les dice que son unos“sinvergüenzas”y unos “guarros”y que todo lo que cuentan es “mentira”. Que en Marruecos tienen libertad para hacer lo que quieran en la intimidad pero que a ellos “les gusta exhibirse”. Y antes de marcharse y escupir en el suelo susurra: “Kawm lot“.

Esta expresión árabe significa procedente de la ciudad de Lot, el sobrino de Abraham que vivió en Sodoma, según los libros sagrados. En occidente sería algo así como sodomita, palabra despectiva que se utiliza para burlarse de los homosexuales. Pero en Marruecos, esa expresión tiene otra dimensión. Según sus creencias, los actos “perversos”y “antinaturales”realizados por los sodomitas no sólo recibieron la ira de Dios entonces, sino que el castigo divino sigue cayendo sobre el pueblo que les acoge: “Creen que los terremotos que han sacudido Alhucemas y Nador son por nuestra culpa. Cada vez que ocurre alguna desgracia o catástrofe nos persiguen, nos acusan y abusan de nosotros. Creen que los homosexuales enfurecemos a Dios y por eso no nos quieren cerca. Somos apestados”, cuenta Abdu.

Estas creencias se dan en la zona del Rif, en el norte del país. De esta región deprimida y conservadora proviene la gran parte de los demandantes de asilo. Son un grupo muy heterogéneo. Los hay analfabetos y filólogos; y con edades que van desde los 18 hasta los 41 años de Annan, el abuelo del grupo, como le llaman. Dice sentirse gay desde que tiene uso de razón. Esto le ha ocasionado problemas con la familia, los vecinos, en el colegio… Lo pasó tan mal en el instituto que dejó los estudios. Ha trabajado en varias cafeterías de camarero y en todas le han echado por ser gay: “Hay gente que cuando vas a servirle tú o a tomarles nota se van. Algunos piden que les sirva un hombre de verdad o te pegan o insultan. Eso no es bueno para el negocio”.

Mohamed (de 26 años y natural de Samara) se levanta la camiseta para mostrar las puñaladas que le dio su hermano tras enterarse de su orientación sexual

Mohamed (de 26 años y natural de Samara) se levanta la camiseta para mostrar las puñaladas que le dio su hermano tras enterarse de su orientación sexual REPORTAJE GRÁFICO: JESÚS BLASCO DE AVELLANEDA

Para poder comer tuvo que dedicarse a vivir del sexo. Lleva tantos años en el negocio de la calle que el resto de compañeros del CETI le conoce como Lamadame. Ironías de la vida: “Algunos hombres que me despreciaban en las cafeterías luego requerían mis servicios. Te juzgan por ser homosexual y luego ellos son peor que tú”.

En una sociedad tan cerrada e hipócrita como la marroquí, el principal enemigo para los jóvenes homosexuales es la familia. Ese primer círculo de confianza casi nunca llega a aceptar y actuar con normalidad porque se exponen a ser señalados por el resto de vecinos y temen las consecuencias. A veces la reacción es la violencia, incluso extrema. Así le ocurrió a Mohamed, de 26 años y natural de Samara, en la región del Sáhara Occidental. Durante años escondió su orientación sexual hasta que un día un familiar le vio besándose con otro chico. El padre le dio tal paliza que perdió audición en un oído. Y su hermano mayor, que estaba trabajando en El Aaiún, a tres horas de coche, juró matarle si le cogía.

Mohamed huyó y recorrió los 1.600 kilómetros que separan su ciudad natal de Nador. Pero su hermano le encontró, le asestó tres puñaladas y amenazó con matarle si volvía a casa. Tras curar sus heridas en el Hospital Hassaní, decidió cruzar a Melilla y pedir asilo. Otras veces la familia intenta barrer el problema y esconderlo bajo la alfombra, como pasó con Yusef, de Kenitra. De familia bien y liberal, se plantó ante sus padres con su pareja para decirles que era gay. En menos de dos meses tenía concertada una boda, con una estupenda chica de otra familia pudiente, y apalabrados el banquete, el viaje de novios y hasta la casa donde iban a pasar el resto de su vida: “Ya no es que no me gusten las mujeres, es que no me dejaron decidir nada sobre mi vida. Tengo 19 años y querían obligarme a dejar los estudios y formar una familia. Por un momento me volví loco y llegué a intentar suicidarme”.

Pero no todos son chicos, también hay algunas chicas marroquíes que esperan impacientes la resolución positiva de su petición de asilo. Es el caso de Houria, de 21 años. Después de casi dos años, en los que por defender su relación con Fadma, de 25, fue víctima de insultos, golpes y maltrato por parte de amigos y familiares, escaparon a Melilla, donde terminaron con su relación. Ahora apenas se dirigen la palabra, pero luchan unidas no sólo buscando ser libres y felices, sino intentando lograr un futuro más digno para que, como relata Houria, todos aquellos que vienen tras ellos “no tengan que abandonar a sus familias ni sean considerados delincuentes por ser diferentes o tener una orientación sexual distinta a la exigida por el islam”.

Artxiboetatik sortutako galderak

Equipo Rek ondutako ‘Anarchivo Sida’ eta Maryam Jafriren ‘The Day After’ erakusketak ikusgai daude Tabakaleran, ekainaren 26ra arte. Artxiboak dituzte biek abiapuntu

Askotariko artxiboak eta artelanak daude Anarchivo Sida erakusketan

Lehen aldiz, bi erakusketa batera zabaldu dituzte Donostiako Tabakaleran: Anarchivo Sida —Equipo Rek eta Donostia 2016k elkarlanean ekoitzia— eta Maryam Jafri pakistandarraren The Day After (Biharamuna) —Parisko Betonsalon arte eta ikerketa zentroaren eta Tabakaleraren koprodukzioa—. Bi erakusketa diren arren, abiapuntu bera dute: artxiboa. Dokumentazio bilketa baten bidez, historian egin diren interpretazioen inguruan hainbat galdera planteatzen dituzte. Artistek zalantzan jarri dute nolabait historiak ofizialki kontatutakoa. Lehen kasuan hiesaren inguruko ikerketa bat egin dute, eta bigarrenean herrialde kolonizatuen ingurukoa. Biak ekainaren 26ra bitartean egongo dira ikusgai.

Anarchivo Sida Aimar Arriola bizkaitarrak Nancy Garin eta Linda Valdes txiletarrekin elkarlanean garatutako proiektua da. Duela hiru urte ikerketa prozesu bat jarri zuten martxan Madrilen, eta orain Donostiara heldu da erakusketa forma hartuta. Hiesa gaixotasun gisa ez ezik, diskurtso politiko gisa ere lantzen du obrak. «Hiesaren krisiak kulturan izandako eraginean jartzen du arreta», azaldu du Arriolak. «Kontraartxibo bat sortzea da proiektuaren metodologia; ez du iraganaren lekuko edo babesgune izan nahi, errealitatea orainean idazteko tresna da artxiboa». Haren arabera, azken urteetan nazioartean gai hori asko landu dute, baina, gehienetan, testuinguru «hegemonikoen» ikuspegitik: Ameriketako Estatu Batuetan eta Europa erdialde-iparraldean jorratu dute, besteak beste. Horregatik, Latinoamerika, Euskal Herria eta Espainian jarri dute arreta.

1980ko hamarkadaren amaieratik aurrera, hiesaren inguruan publikatutako artxiboen bilketa bat egin dute: ekoizpen artistikoak, argazkiak, bideoak, kartelak, egunkarietako orrialdeak, prebentziorako eskuorriak… aurki daitezke erakusketan. Artxibo horietatik abiatuta, zenbait konturen inguruko gogoeta proposatu nahi dute komisarioek. Izan ere, iraganeko borroken oroimena berpiztu nahi dute, egungo zailtasunei aurre egiteko baliagarria delakoan. Globalizazioaren eta neoliberalismoaren inguruko ikuspegi kritikoa adierazi dute, eta Pablo Berastegi Donostia 2016ko zuzendariaren iritziz, «pentsamendu kritikoa, artea eta konpromiso soziala» uztartzen ditu erakusketak. «Ondoez neoliberala» idatzita dago kartel batean.

Carme Nogueira artista arduratu da erakusketaren diseinuaz, eta hiru ardatz kontzeptualetan banatu ditu dokumentuak. Animalia sinbolo gisa lantzen da lehenengo atalean; izan ere, azaldu dutenez, hiesaren inguruko politiketan funtsezko lekua bete dute animaliek, eta irain gisa ere erabiliak izan dira. Heriotzaren ingurukoa da bigarren atala, eta, bertan, hiesaren krisia gizarteak nola bizi izan duen erakusten da: legeak, erritu sinbolikoak, sinesmenak… landu dituzte. Azken atalean, berriz, osasuna da oinarri. «Gorputz batzuk normal gisa eta beste batzuk patologiko gisa irakurtzera garamatzan konbentzioa da osasuna», irakur daiteke bazter batean.

Erakusketari lotuta, hark irauten duen bitartean, lau jarduera egingo dituzte Tabakaleran. Gaur bertan hasiko da horietako lehena, 17:00etan: Osasuna / jakintza / boterea izeneko tailerra. Bost jardunalditan banatu dute, eta haietako bakoitzean zenbait gai landuko dira: GIB birusa, ingurumena, sistema juridikoa… Gaurko saioan, gorputzaren politiken inguruko eztabaida sustatuko dute. Arriolaren arabera, gaur gaixotasuna landuko dute, batez ere, baina gainontzeko saioetan, abiapuntu baino ez da izango.

Deskolonizazio prozesuak

Maryam Jafrik 2015eko martxoan aurkeztu zuen The Day Afterproiektua Parisen, eta, orain, Tabakalerarako moldatu du. Dimentsio hirukoitza du lanak: artxiboa artistaren pieza gisa, ikerketa kasu gisa zein jabetza gisa landu du. Independence Day 1934-1975 (Independentziaren Eguna 1934-1975) obra da proiektuaren abiapuntua, baita erakusketako lehen pieza ere. Galdera honen inguruko gogoeta proposatzen du lan horrek: «Zein da artxiboen funtzioa deskolonizazio prozesuetan?». Obra hori osatzen duten argazkiak Europako koloniak izandako Afrikako eta Asiako herrialdeetan ateratakoak dira, independentzia lortu zuten egun berean. Independentziaren inguruko ekitaldiak eta ospakizun politikoak ageri dira, besteak beste. Irudi horiek batabestearen ondoan jarrita, artistak herrialdeen historia irakurtzea proposatzen du.

Erakusketaren bigarren atalean, ikerketa kasuak daude, artxibo bat osatzeko baliabide direnak. Betonsalon egindako ikerketa kasuez gain, propio Tabakalerarako egindakoak ere badaude: Marokoko, Ekuatore Gineako eta Filipinetako kasuak dira horiek.

Hirugarren atal bat du erakusketak, artxiboa jabetza gisa jorratzen duena. Jafrik Independence Day 1934-1975 pieza osatzeko egin zuen ikerketan zehar, konturatu zen argazki agentzietatik eskuratzen zituen irudietako asko —Getty Images edo Corbis agentziek emandakoak, esaterako—, herrialde independizatuetako gobernuek ematen zizkioten berberak zirela. Horren harira, ariketa bat proposatzen du: agentziek emandako irudiak, argazki pribatuak eta nazionalak elkarren ondoan jarri ditu, eta haien artean antzekotasunik ba ote dagoen aztertzea da ariketaren muina.

La crisis del sida, una lente para observar la sociedad

La muestra ‘Anarchivo Sida’ de Equipo re se puede visitar en Tabakalera hasta el 26 de junio

tabakalera-Algunos folletos sobre la prevención del sida, situados en el apartado dedicado a la salud

Algunos folletos sobre la prevención del sida, situados en el apartado dedicado a la salud. Fotos: Ruben Plaza

DONOSTIA – La otra mitad de la sala de exposiciones de Tabakalera acoge hasta el 26 de junio la exposición Anarchivo Sida, una propuesta documental y artística que forma parte de una investigación que comenzó hace dos años. Así, la muestra se pone en diálogo con la exposición de la otra mitad de la sala, The Day After, puesto que ambas parten de material de archivo, pero toman un camino distinto, ofreciendo propuestas muy diferentes entre ellas. Anarchivo Sida, comisariada por la plataforma Equipo re, se fija en la dimensión cultural de la crisis del sida. “No es una exposición sobre el sida, sino que lo toma como una lente para observar otros temas, como la evolución del cuerpo a partir de la década de los 80”, explicó Aimar Arriola, uno de los miembros de Equipo re junto con las chilenas Nancy Garín y Linda Valdés. La muestra combina documentación recogida por los comisarios con propuestas artísticas de distintos creadores del Estado y de Latinoamérica, por lo que el público se encontrará con textos, imágenes vídeos y pósters, entre otro material.

Los comisarios de la exposición no definieron esta obra como el resultado de un proceso de investigación, sino que es un paso más, ya que el trabajo no ha conluido aún. “No hemos partido de un archivo que

estaba constituido, sino que hemos dado forma a distintos materiales que hemos encontrado, para luego llevarlo a la sala de exposiciones”, señaló el comisario vasco, quien aseguró que todo lo que se contempla en la muestra está bajo la tensión entre naturaleza y cultura.

La exposición se vertebra en tres apartados, según afirmó Valdés. “En primer lugar, reunimos el material relacionado con lo animal”, aseguró la comisaria chilena. Por ejemplo, nada más acceder a la sala se puede ver una obra de arte que muestra los aspectos biológicos que afectan a que una persona tenga sida.

El segundo apartado, titulado Muerte, muestra la tanto la vida como el final de la misma. “En un gran panel mostramos la exaltación de la vida a través de vídeos e imágenes de gente de fiesta, bailando”, explicó Garín, quien agregó que también han colocado unos pequeños textos explicativos al lado de cada obra o documento.

Por último, el tercer apartado, el más extenso de todos, trata el tema de la salud. “Hay bastante material sobre ello, y en parte hemos querido reflexionar acerca de quién es un efermo y quién una persona sana”, explicó Valdés. La chilena apuntó que han puesto interés a temas locales, pero también hay bastantes documentos de países de Latinoamérica. “Hemos puesto énfasis en las herramientas de prevención, con vídeos de pequeños talleres y folletos y carteles conocidos por todos”, agregó.

Por otro lado, hoy comenzarán las actividades paralelas con las conversaciones Salud/saber/poder, relacionadas con la crisis del sida. – M.E.

‘ANARCHIVO SIDA’

La exposición. La muestra reúne producciones artísticas, documentación fotográfica, vídeos y recortes de prensa, entre otros, con la mirada centrada en la crisis del sida.

Fechas y horarios. La muestra estará abierta hasta el 26 de junio, los martes a jueves de 12.00 a 20.00 horas, los viernes de 12.00 a 21.00, los sábados de 10.00 a 21.00 y los domingos y festivos de 10.00 a 20.00 horas.

ACTIVIDADES PARALELAS

Talleres y charlas. Comienzan mañana y se estructuran en cuatro bloques: el Taller de los nombres; Salud/saber/poder; True in my body; yCuerpos en la brecha.

“Mamá, ¿yo soy chica?”

Familiares de menores transexuales piden que se desarrolle la ley de no discriminación por motivo de identidad de género

Familiares de menores transexuales piden que se desarrolle la ley de no discriminación por motivo de identidad de género

Imagina que el colegio de tu hijo te anuncia que va a llegar a dar clase un nuevo profesor, te invitan a conocerlo en una charla y, en la reunión, descubres que se trata de una persona negra. Cuando vuelves a casa, con suerte, tu hijo te pregunta qué tal la reunión. ¿Te sentirías en la obligación de advertirle que su nuevo profesor es negro? ¿O te sentirías más inclinado a explicarle lo que su nuevo profesor ha expuesto sobre sus planes para el curso?

Este mismo ejemplo ha sido planteado a cerca de un centenar de padres de un centro educativo público en Navarra, para invitarles a reflexionar sobre qué debían contar a sus hijos después de una reunión a la que les citó la dirección del centro. El tema a tratar, la situación de un menor transexual que ha decidido presentarse ante sus compañeros de curso, y ante la sociedad en general, como lo que es: un chico con vagina.

Tras escuchar el testimonio de la madre del chico, de un sexólogo que trabaja en el acompañamiento de los menores transexuales, y después de valorar los consejos y las pautas de comportamiento que se expusieron, uno de los padres pregunta: “Y ahora, ¿qué les decimos a nuestros hijos?”.

La reflexión sobre el supuesto profesor negro sirve de ejemplo para explicar que los niños aceptan con naturalidad la realidad en la que viven. Seguramente, los compañeros del menor transexual han asumido su situación con mucha más normalidad que la que emplean los adultos para hacerse cargo de un asunto que les resulta extraordinario. Así que lo más sencillo es no hacer artificioso un tema que los niños ven natural. Si no piden explicaciones sobre su compañero de clase, no hay por qué dárselas. Y si las piden, todo puede explicarse desde el respeto. En la reunión se dieron multitud de pautas para hacerlo.

Genitalidad e identidad sexual

“Si yo te pregunto, Joseba, ¿tú por qué eres hombre? Seguramente lo primero que te sale responder es ‘porque tengo pito y los huevos bien puestos’, que es lo que responderíamos la mayoría de los hombres. Porque los huevos seguro que los tenemos bien puestos, pero los conceptos no sé si tanto”. Aingeru Mayor, sexólogo y responsable de Chrysallis, tiene perfectamente estudiado el impacto que causa en los alumnos y padres el comienzo de su charla. Necesita ese impacto, porque requiere toda la atención del auditorio para conseguir transmitir su mensaje a través de la emoción.

Prosigue su coloquio: “Vamos a hacer un experimento. Yo traigo aquí mi bisturí recién afilado. Vamos a suponer, Joseba, que te tumbas sobre esta mesa y yo te corto el pito y los huevos, luego te coso, te curas, y dentro de unas semanas volvemos y te haré esta pregunta: Joseba, ¿tú eres hombre o mujer?”. Se escucha alguna risa entre los asistentes a la reunión y el aludido Joseba se sonroja, pero Mayor acude en su ayuda: “Posiblemente sigas respondiendo que eres hombre, pero posiblemente también te sientas menos hombre que antes. ¿Por qué? Porque en esta sociedad se le da mucha importancia a lo de tener el pito bien grande y los huevos bien puestos. Pero tú te seguirías sintiendo hombre”.

Este preámbulo sirve a Mayor para que calen profundo dos de los mensajes más importantes que transmite en sus charlas. El primero tiene que ver con el proceso de sexuación. “Las personas nos vamos haciendo hombres, o mujeres, desde el momento de la concepción hasta nuestra muerte”, recalca Mayor. Y el segundo mensaje: nos vamos haciendo hombres o mujeres con elementos de ambos sexos, es decir, tenemos elementos masculinos y femeninos. “Y todos estos rasgos entrelazados van construyendo el hilo argumental de nuestra propia biografía”.

Por lo tanto, no es la genitalidad la que marca nuestra identidad sexual. “Ser un hombre con pene y testículos o ser una mujer con vulva es lo habitual. Pero no lo normal. Existen los hombres con vulva y las mujeres con pene. No es lo habitual, pero sí es normal”. Según los datos de la Asociación de Familias de Menores transexuales Chrysallis, la cifra de menores transexuales en Navarra ronda el centenar. Mayor es sexólogo de esta asociación y sabe bien de qué habla. Tiene dos hijas y una de ellas es transexual.

Dudas e incertidumbres

La historia que los padres de menores transexuales cuentan sobre sus hijos es similar en muchos aspectos. Las dudas iniciales, la incertidumbre, la rebeldía ante los rasgos masculinos o femeninos impuestos por la sociedad, el miedo, el no saber bien a qué se están enfrentando. En la reunión del centro educativo navarro, la madre del menor relata su historia a los padres de los compañeros de su hijo. Nació con vulva, pero desde que tuvo conciencia de sí mismo tuvo muchas dudas. “Mamá, ¿yo soy chica?”, le preguntaba con insistencia, extrañado de que se le adjudicase esa identidad.

Prefería jugar al fútbol, vestir siempre con pantalón, estar con otros niños y llevar el pelo corto. Sus padres aceptaron esas preferencias y le acompañaron en su proceso de elección. Con el tiempo, el menor se atrevió a decirles que, en casa, le tratasen siempre como a un chico. Fue un primer paso muy importante, relata su madre, una decisión que le costó adoptar pero que le hizo ser muy feliz.

Tanto, que el menor descubrió que podía hacer más grande el ámbito en el que se presentaba como chico. Ocurrió primero con la familia, después con los amigos y los conocidos. Se iba ampliando el círculo. Su madre cuenta que el camino hacia la verdadera identidad de su hijo ha estado repleto de etapas en las que sólo daba el siguiente paso cuando se sentía plenamente seguro, aceptado y respetado.

La historia de Leo

La etapa final, la que ha supuesto que él mismo cambiase su nombre y que se presentase ante sus compañeros de clase, ante sus vecinos y ante todo el mundo como lo que es, un chico, llegó después de ver un vídeo. En él se relata la historia de Leo, el primer niño transexual de Euskadi tratado con inhibidor de la pubertad. Para este menor, el testimonio que prestaba un sexólogo en el vídeo fue revelador. Pidió a sus padres ver al profesional para poder hablar con él. Dicho y hecho.

La dirección del centro, en coordinación con el Departamento de Educación, ha colaborado en todo momento para que la situación de este menor se asuma con normalidad en el colegio. Se habló con el personal del comedor, con el profesorado y, por último, con los padres de los compañeros del niño. La madre del menor sólo pidió al resto de los padres una cosa: respeto. Ella no estaba allí para decir a nadie cómo tiene que pensar. Estaba allí para explicar la realidad de su hijo y para pedir a todos el respeto con el que se trata a cualquier otro compañero.

Navarra fue pionera al aprobar en 2009 una ley foral de no discriminación por motivos de identidad de género y reconocimiento de los derechos de las personas transexuales. Otras comunidades autónomas tomaron la norma foral como referencia para regular legalmente esta materia. Sin embargo, el contenido de la ley no ha terminado de desarrollarse en la práctica. Sí, hay aspectos que recoge la ley y que funcionan correctamente, como la Unidad de Transexuales e Intersexos, que cuenta con sexólogos y psicólogos que realizan un seguimiento y acompañamiento a los menores transexuales.

Pero hay otros muchos artículos de la ley que se han quedado solo en enunciado, y eso impide que la atención que reciben estos menores pueda ser integral. El Parlamento foral ha aprobado recientemente el compromiso de todos los grupos para la puesta en marcha de todos los recursos públicos que contempla la ley. Mientras tanto, desde el departamento de Educación, el de Salud, desde los centros educativos y con la colaboración de la Asociación Chrysallis, se va haciendo frente de la mejor manera posible a los casos que se ponen de manifiesto en las aulas. No es lo habitual, pero sí es lo normal. Por eso se intenta la implicación de todas las personas que rodean al menor. Para pedir respeto hacia su situación.