Lakua aprueba el proyecto de ley para reconocer los derechos de los transexuales

El Consejo de Gobierno del Ejecutivo de Lakua ha dado luz verde al proyecto de ley para la no discriminación por motivos de identidad de género y de reconocimiento de los derechos de las personas transexuales, elaborado por el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales.

El camino hacia la igualdad recorrió ayer otro pequeño tramo en el Consejo de Gobierno de Lakua, al aprobar éste un proyecto de ley que permitirá reconocer los derechos de las personas transexuales.

Nafarroa abrió el camino y ahora es el Gobierno de la CAV el que ha decidido dar luz verde al anteproyecto que permite regular los requisitos necesarios para el cambio de sexo y nombre en el Registro Civil.

Este proyecto de ley parte del reconocimiento explícito de que la pertenencia a un sexo determinado «va mucho más allá de la simple apreciación de los órganos genitales», tal como expresaron fuentes de Lakua.

Por ello, el Gobierno de Patxi López amplía el reconocimiento de determinado sexo «a quien acredite, mediante informes médicos o sicológicos, una disonancia estable y persistente entre el sexo biológico y la identidad sexual que siente como propia cada persona. Asimismo, se prestará servicio a todas aquellas personas que, careciendo de trastornos de personalidad, «pretendan ser reconocidas», si estas muestran una voluntad «estable, indubitada y permanente».

En distintos ámbitos

Esta nueva regulación pretende adecuar la situación legal de las personas transexuales a la realidad social, contribuyendo a superar cualquier tipo de discriminación que todavía pudiera darse.

Además, la futura norma protege los derechos de los transexuales en casi todas las áreas, ampliando la protección hacia este colectivo. En este sentido, el proyecto garantiza el derecho a recibir «una atención integral» a sus necesidades médicas, sicológicas y jurídicas.

El anteproyecto permitirá garantizar, además, la permanencia de Berdindu, servicio de información, orientación y asesoramiento para personas transexuales.

En el apartado sanitario, el texto recoge la unidad de referencia en materia de transexualidad que Osakidetza ya tiene en marcha. Esta unidad está integrada por profesionales de la atención médica, de enfermería, así como sicológica, sicoterapéutica y sexológica.

En materia laboral y educativa están contempladas diferentes medidas, como la elaboración y aplicación de planes de acción positiva, que favorezcan la contratación y el empleo de personas transexuales en las administraciones públicas, y el desarrollo de actuaciones en materia de transexualidad en el ámbito educativo.

Una niña de 10 años se ha suicidado en Estados Unidos tras ser acosada durante años

Ashlynn Conner, una niña de 10 años de Illinois, ha sido hallada muerta por su hermana de 14 años tras ser acosada durante años por tener un comportamiento socialmente masculino. Conner se suicidó colgándose dentro de un armario de la vivienda en la que vivía. La abuela de la joven ha expresado que el acoso se intensificó tras cortarse el pelo muy corto y comenzar a jugar en la liga de fútbol juvenil.

Ashlynn Conner, una niña de 10 años de la región estadounidense de Ridge Farm, en Illinois, se suicidó el pasado viernes 11 de noviembre tras el acoso que ha sufrido durante años por tener unos gustos considerados por la sociedad como masculinos.

La prensa norteamericana, que ha entrevistado a miembros de la familia de la niña, ha denunciado públicamente que la joven llevaba soportando desde una edad muy temprana numerosos insultos y burlas por su afición a los deportes o por su comportamiento masculino.

La madre de Ashlynn, Stacy Conner, ha dado a conocer que un día antes de que la niña llevase a cabo su suicidio, la joven intentó convencer a sus padres de la posibilidad de dejar de asistir al colegio, recibiendo clases en su domicilio, tras quejarse por las burlas que había sufrido durante dicho día (“marimacho” y “machona”, entre otras).

Lory Hackney, la abuela de la niña, ha expresado que Ashlynn comenzó a ser acosada a los 7 años, momento en el que decidió, dada su afición a los deportes, comenzar a jugar en la liga de fútbol juvenil de la región, además de cortarse el pelo muy corto, dos aspectos que conllevaron numerosos insultos y burlas que años después han provocado su muerte.

El cuerpo sin vida de la joven fue hallado por su hermana de 14 años, Michaila Baldwin, quien tras no ver durante horas a Ashlynn y notar que no respondía a lo que se le preguntaba, comenzó a buscarla por la casa, hallándola sin vida colgada dentro de un armario de la vivienda.

Pat Hartshorn, el sheriff de la localidad estadounidense, ha expresado a la prensa que pese al acoso que sufrió la joven aún no se han encontrado motivos suficientes que estén penados por las leyes de la región para acusar a sus acosadores por incitar al suicidio a la misma.

 

Una transexual demanda al Ministerio por retrasar su reasignación de sexo

María Jesús Lastra Lamar, una transexual de 42 años, ha denunciado al Instituto Nacional de la Seguridad Social por retrasar su cirugía de reasignación de sexo. El juicio se celebra este miércoles a las 10 de la mañana en Oviedo.

Lastra decidió presentar la denuncia porque lleva ya cuatro años de tratamiento en la unidad de transexuales del Hospital San Agustín de Avilés. Cuenta con un informe favorable del endocrino y del psicólogo clínico para someterse a la cirugía de reasignación de sexo, y según explica, ha realizado en Avilés todas las pruebas necesarias para someterse a la operación. Sin embargo, la han derivado al Hospital de Málaga, donde ha tenido que someterse a las mismas pruebas, según denuncia. Esta circunstancia habría retrasado «enormemente» la operación de reasignación de sexo, con «el perjuicio psicológico y físico que conlleva», lamenta María Jesús Lastra Lamar, que preside en Asturias la organización de transexuales «Soy como soy». Lastra afirma que «tal y como está concebida, la unidad de transexuales de Avilés no sirve para nada» y reclama que en Asturias se habilite un centro que realice operaciones de reasignación de sexo. Está prevista una concentración de apoyo a la mujer a las puertas de los juzgados de Llamaquique antes del juicio.

Niños transgénero, el difícil camino hacia su verdadera identidad

Muchos niños dicen que no se sienten conformes con su sexo desde que tienen memoria. Los padres deben tomar en cuenta lo que dicen sus hijos

(CNN) — Una de las primeras cosas que Thomas Lobel dijo a sus padres fue que estaban equivocados. El niño de tres años sabía hablar con señas porque tenía apraxia, un trastorno del habla. Se señaló a sí mismo y dijo con señas: “Soy una niña”.

“Está confundido”, dijeron sus padres. Tal vez confundió el signo de niño y niña. Así que le respondieron con señas. “No, no. Thomas es un niño”.

Pero el pequeño sacudió su cabeza. “Soy una niña”, respondió con señas.

Independientemente de que físicamente era un niño, Thomas siempre sostuvo que era una niña. Cuando lo molestaban en la escuela por ser tranquilo y porque le gustaban las muñecas, Thomas repetía la simple respuesta: “Soy una niña”.

Thomas, ahora de 11 años, se hace llamar Tammy, lleva vestidos a la escuela y vive como una niña.

A sus padres los acusaron sus familiares, amigos y conocidos de ser imprudentes y provocar un daño permanente en su hijo por permitirle vivir como una niña.

Cuando los niños insisten en que su género no coincide con su cuerpo, puede desencadenar confusión y una dolorosa travesía en la familia. La mayoría de las veces, estas familias enfrentan experiencias de aislamiento al intentar decidir qué es lo mejor para sus hijos, especialmente porque las cuestiones de transgénero son vistas como misteriosas y están llenas de estigmas y juicios.

Los niños transgénero experimentan una desconexión entre su sexo, el de su anatomía, y su género, el cual incluye conductas, roles y actividades. En el caso de Thomas, él tiene cuerpo masculino, pero prefiere las cosas para niñas, como las faldas y las muñecas, en lugar de los pantalones y los camiones.

La identidad de género a menudo se confunde con la orientación sexual. La diferencia es que “la identidad de género es lo que eres y la orientación sexual es con quién quieres tener una relación sexual”, explica la doctora Joanna Olson, profesora de Pediatría clínica en la Universidad del Sur de California, quien trata a niños transgénero.

Cuando hablas con niños de aproximadamente tres años, probablemente no estén interesados en la orientación sexual, dice. Pero los expertos afirman que algunos niños que son transgénero en la primera infancia y se volverán gays, lesbianas o bisexuales.

Hay poca asesoría constante para los padres, porque son pocos los estudios amplios sobre estos casos. Los índices de transgénero fluctúan entre uno de cada 30,000 personas y uno de cada 1,000, según los diferentes estudios internacionales.

Al igual que Tammy, algunos niños de tan sólo tres años muestran señales de una disforia de género o un trastorno de identidad de género, según los expertos en salud mental que trabajan con niños transgénero. Estos niños no son intersexuales; no tienen un desorden físico o una malformación en los órganos sexuales.

“¿Por qué debería ser esta persona falsa?”

Muchos niños transgénero informan que tienen sentimientos de incomodidad con su género desde que pueden recordar.

Mario, un joven de 14 años que vive en California, quien solicitó no usar su nombre completo, nació como mujer. Se viste y actúa como hombre, porque dicedesde que tenía dos años, nunca se sintió realmente como una niña.

“Me sentía incómodo en ropa femenina”, dice Mario. “Me sentía como: ‘¿Por qué tengo que vestir esto cuando no es lo que soy? ¿Por qué debería ser esta persona falsa?’”

Pero cuando un niño empieza a identificarse con el género opuesto, no se puede determinar si es algo temporal o permanente.

“Es importante reconocer los signos de la disforia de género, especialmente en los niños”, dice Eli Coleman, quien presidió un comité para actualizar las guías del tratamiento para la Asociación Mundial de Profesionales de la Salud Transgénero (World Professional Association for Transgender Health), un grupo internacional de médicos que se reúne esta semana en Atlanta. “No hacerle frente podría ser más dañino para al niño”.

“Es un área muy difícil y hay muchos niños que no están conformes con su género. Ellos simplemente superarán esto. Muchos de ellos posteriormente se identificarán como gays o lesbianas, en lugar de transgénero”.

La American Psychological Association advierte que “no es útil obligar a los niños a actuar de una manera más acorde a su género”. Cuando se les obliga a actuar de esa manera, algunos niños caen en la depresión, en problemas de conducta e incluso llegan a tener pensamientos suicidas.

¿Los niños saben quiénes son?

El cambio de Thomas Lobel se puede contar en fotografías. Después de que sus madres, Pauline Moreno y Debra Lobel, adoptaron a Thomas a los dos años, ellas observaron que se aislaba. El pequeño, tímido y con un rostro lleno de pecas, normalmente se sentaba en una esquina a leer un libro.

A diferencia de sus dos hermanos mayores, quienes eran ruidosos, atléticos y masculinos, Thomas era inusualmente tranquilo. Debido a su impedimento para hablar, tuvo que asistir a educación especial. A pesar de desarrollar una mejor capacidad para hablar, no quería platicar o socializar.

“Parecía tan deprimido e infeliz todo el tiempo”, dice Lobel. “No le gustaba jugar. Se sentaba ahí todo el tiempo, no interactuaba con nadie. Parecía muy solitario”.

En las fotos, Thomas se ve pequeño, con una sonrisa forzada y una mirada vidriosa y distante.

A lo largo de su infancia, Thomas quería leer los cómics de la Mujer Maravilla en lugar de los de Superman; usar diademas con diamantes de imitación, en lugar de gorras de béisbol y jugar con muñecas, no con figuras de acción. Y, dicen sus padres, insistía en que era una niña.

Su situación empeoró cuando Thomas dijo a sus mamás que quería cortarse el pene. Sus padres intentaron racionalizar con él, advirtiéndole que se podría desangrar hasta morir. Pero su solicitud fue una señal para ellas de que esto era serio y que requería de ayuda profesional.

A los siete años, después de ver a varios terapeutas y psiquiatras, los especialistas en salud mental confirmaron que Thomas tenía un trastorno de identidad de género.

Fue difícil para Moreno y Lobel aceptar el diagnóstico. “El hecho de que ella es transgénero la pone en un camino más difícil, un camino absolutamente más difícil”, dice Moreno.

A ellas las acusaron sus amigos, familiares y conocidos de ser unos padres terribles, que “la empujaron a hacer esto”.

Soy lesbiana. Mi pareja es lesbiana. Lo que súbitamente cae en el lugar de: “Oh, ustedes querían que ella fuera parte del estilo de vida que ustedes viven”, dice Moreno.

“(Pero) ningún padre quiere estar en esta situación”, dice Lisa Kenney, directora de Gender Spectrum, una conferencia para familias con hijos no conformes con su género. “Nadie que tiene un hijo e imagina que le pasará esto”.

Los niños transgénero no vienen de una crianza laxa en donde los adultos “se rinden” ante los caprichos de sus hijos, dice Olson, quien trata a menores transgénero.

“A los padres los tortura esto. No son decisiones fáciles. Los padres pasan por un largo proceso”, explica.

Moreno y Lobel le permitieron a su hijo escoger su propia ropa a los ocho años. Thomas escogió ropa de niña, incluyendo cuatro sujetadores. Después, Thomas quiso cambiar su nombre a Tammy y usar el pronombre femenino. A esto se le llama transición social y puede incluir nuevos estilos de corte de pelo y guardarropa. Esta etapa no incluye intervenciones médicas, con excepción de la de salud mental.

La transición social es completamente reversible, dice Olson, una especialista en identidad de género. En cada etapa del camino, sus madres le dijeron a Tammy: “en cualquier momento que quieras regresar a tu ropa de niño, puedes regresar a ser Thomas. Está bien”. Tammy se negó en cada ocasión.

Ella sigue asistiendo a terapia. Su habitación está pintada de color amarillo dorado brillante, decorada con animales de peluche y llena de tenis rosas. En casa, Tammy baila en el pasillo y da vueltas en su vestido rosa.

“Tan pronto como le dejamos ponerse un vestido, su personalidad cambió de un niño muy triste que se quedaba quieto y que no hacía muchas cosas, a una niña pequeña muy feliz que estaba emocionada de estar viva”, dice Moreno.

La cuestión hormonal

Este verano, Tammy comenzó la siguiente fase de la transición, toma medicamentos que bloquean las hormonas.

Las niñas que se sienten más como niños, toman medicamentos que suprimen las hormonas y de esa manera no desarrollarán pechos ni comenzarán a menstruar. Los niños que se identifican como niñas, toman bloqueadores para evitar desarrollar hombros amplios, voces profundas y cabello facial.

Los medicamentos le ponen una pausa a la pubertad, para que de esa manera puedan averiguar si quieren la transición de género. Además son reversibles, porque una vez que el niño deja de tomarlos, comienza la pubertad natural, dice el doctor Stephen Rosenthal, endocrinólogo pediatra de la UC San Francisco.

Pero si el niño quiere que la transición hacia el otro género, él o ella puede tomar un tratamiento de testosterona o estrógeno para pasar por la pubertad del otro género.

La terapia hormonal para niños transgénero existe en varias ciudades de Estados Unidos como Boston, Los Ángeles, Seattle y San Francisco. Los niños son tratados por endocrinólogos pediatras después de largas evaluaciones por parte de los profesionales de salud mental.

No existen estadísticas sobre el número de niños transgénero que toman estos tratamientos.

Los médicos deben de tener cuidado con los niños con problemas de identidad de género, porque darles bloqueadores hormonales a niños menores de 13 años es demasiado pronto, dice el doctor Kenneth Zucker, director del Servicio de Identidad de Género en el Programa de Niños, Jóvenes y Familia y profesor de la Universidad de Toronto.

Zucker realizó un estudio en donde se dio seguimiento a 109 niños con trastorno de identidad de género de entre 3 y 12 años de edad, y hasta que cumplieron 20 años. Los investigadores encontraron que el 12% de estos niños todavía querían cambiar de género.

“La gran mayoría de los niños perdieron después su deseo de pertenecer al otro género”, dice. “Lo que quiere decir que uno debe ser muy precavido al asumir que un niño de 6 años que tiene un fuerte deseo de pertenecer al otro género, sienta lo mismo 10 años después”.

Todo esto lleva a inquietantes respuestas para las familias que intentan entender a sus hijos. Nadie sabe si la disforia de género de un niño será permanente o temporal.

La respuesta insatisfactoria que repiten los expertos es que sólo el tiempo lo dirá.

A pesar de la ciencia oscura y el estigma social que confunde a los adultos, Mario, que vive como chico desde cuarto grado, tiene una respuesta sencilla: “No cambies por nadie más”, dice. “Sólo tienes que ser tú y ser feliz”.

Piden que la “disforia de género” deje de ser considerada enfermedad mental

Mantener el término como trastorno mental “estigmatiza a las personas transgénero y restringe su libertad”, apunta el comisario europeo de Derechos Humanos

El comisario europeo de Derechos Humanos, Thomas Hammarberg, pidió hoy la desclasificación de la denominada “disforia de género” como enfermedad mental en organismos médicos internacionales y de países miembros del Consejo de Europa.

Hammarberg advirtió que mantener el término -que designa a las personas que viven un desacuerdo entre su sexo biológico y su sexo psicológico- en la categoría de trastorno mental “estigmatiza a las personas transgénero y restringe su libertad a la hora de escoger un eventual tratamiento” hormonal. El comisario recordó asimismo, en un comunicado, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) se encuentra actualmente en proceso de revisión de ese aspecto, por lo que subrayó la “ocasión” propicia para que otras instituciones sigan el ejemplo.

Los transexuales son “víctimas de violentos crímenes de odio”, con 41 asesinatos por ese motivo en Europa desde 2008, en países como Alemania, España, Portugal, Turquía, Rusia o el Reino Unido, indicó el responsable de Derechos Humanos del Consejo de Europa, que incluye a 47 países miembros. “La transfobia es raramente abordada como tal en los códigos penales nacionales. Solo Suecia y Escocia disponen de un código penal que menciona explícitamente los crímenes de odio a transexuales”, destacó.

Hammarberg lamentó también que apenas nueve países del Consejo de Europa han incluido claramente la identidad de género en su legislación de lucha contra la discriminación, una lista en la que no se encuentra España. Señaló, en este sentido, que según varios estudios la mitad de las personas transgénero disimulan su identidad de género en el lugar de trabajo, por miedo a perder el empleo.

Precisamente en España, el pasado 7 de junio, Carla Antonelli se convirtió en la primera mujer transexual diputada autonómica.

El cuerpo sin vida de una mujer transexual ha sido hallado en Chile por la policía

Noticia publicada en Universo Gay

Después de que la mujer desapareciese hace tres días, la policía ha encontrado el cuerpo sin vida de la mujer en una calle chilena, habiendo detenido ya, tras una rápida investigación, al supuesto responsable del crimen.

El cuerpo sin vida de Cinthia González Rodríguez, una mujer transexual de 46 años, ha sido hallado por la policía en Chile después de que se iniciase un operativo de búsqueda por la desaparición de la mujer hace tres días.

La mujer fue encontrada en la calle José Antonio Ríos de El Loa, habiéndose detenido ya al supuesto responsable de asesinato gracias a que la investigación se había iniciado desde el momento en el que se denunció su desaparición, por lo que un vez hallado el cuerpo se tardó unas horas en detener al sospechoso.

El supuesto criminal, O.C.V.M, un ex-futbolista, era amigo de la víctima, quien desempeñaba el comercio sexual.

El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) ha lamentado el suceso, expresando que “lo claro es que la vulnerabilidad social de las personas transexuales incrementa las posibilidades de que sean atacadas, ya que existe la sensación de que este tipo de ataques quedan impunes”.

“La población transexual padece cada día de su vida la discriminación, y por falta de oportunidades laborales y educacionales, debe desenvolverse en ambientes hostiles y peligrosos, como es el comercio sexual. La insensibilidad de las autoridades frente a este tema debe terminar, pues ningún sector social merece ser tratado con indiferencia frente a la violación de un derecho humano tan básico como es la vida”, manifestó el Movilh en un comunicado.

 

Asesinan al travesti más famoso de Afganistán y envían el cuerpo descuartizado a su familia

Los dueños de una carnicería le invitaron a bailar en una boda y, después de la fiesta, perpetraron el crimen | Le han matado afganos que no son talibanes; en Afganistán no hace falta ser talibán para actuar como un talibán

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El Gobierno vasco prepara una ley para defender los derechos de los transexuales

Contra la discriminación

  • El Ararteko por su parte apuesta por combatir la homofobia desde la educación

El Ararteko, Íñigo Lamarca, con la presidenta del Parlamento Vasco, Arantza Quiroga

El Departamento vasco de Empleo y Asuntos Sociales trabaja en la elaboración de la Ley de Atención Integral a las Personas Transexuales “con el objetivo de trabajar por la igualdad y contra la discriminación que sufren estos ciudadanos”.

Por ahora se trata de un anteproyecto de ley, con el que ya cuenta el colectivo de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales (GLBT) para que realice las aportaciones que considere oportunas.

Según fuentes de la Consejería, se trata de la segunda ley autonómica,después de la aprobada en la Comunidad de Navarra, que busca desarrollar, complementar y ampliar los avances que se han producido con la legislación estatal.

A través de una nota, y coincidiendo con la celebración de este martes del Día del Orgullo de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales, el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno vasco ha manifiestado su voluntad de “seguir trabajando para impulsar el bienestar y la integración” de este colectivo en la sociedad vasca.

El objeto de la futura ley es “garantizar el derecho de las personas transexuales a recibir, de las Administraciones Públicas Vascas, una atención integral y adecuada a sus necesidades médicas, psicológicas, jurídicas y de otra índole, en igualdad de condiciones con el resto de la ciudadanía”. En primer lugar, la propuesta legislativa con la que trabaja el departamento obliga a las administraciones públicas vascas a tratar a los transexuales “conforme a su identidad de género, la que se corresponde con el sexo al que sienten pertenecer”.

El anteproyecto establece un servicio de información, orientación y asesoramiento para los transexuales, sus familiares y allegados. En la actualidad ya funciona un servicio de estas características, Berdindu. Así que su inclusión en la ley lo reforzaría y garantizaría su permanencia con independencia de quien dirigiera el Ejecutivo vasco.

El texto también recoge los derechos de los transexuales en el ámbito sanitario. Se prevé la regulación reglamentaria de una unidad de referencia en materia de transexualidad dentro de Osakidetza integrada por profesionales de la atención médica, de enfermería, psicológica, psicoterapéutica y sexológica. En estos momentos, Osakidetza ya cuenta con esa unidad, con lo que la futura ley reforzará esa presencia. Además, se elaborará una guía clínica para la atención de los transexuales.

El Servicio de atención ha recibido entre enero y mayo 897 consultas

El Servicio de atención a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales-Berdindu, dependiente del Departamento de Empleo y Asuntos Sociales, y gestionado por las entidades sociales Gehitu, Aldarte y Errespetuz, ha atendido entre enero y mayo de 2011 un total de 897 consultas, de las cuales 671 han sido realizadas por personas y 225 por entidades.

Si se clasifica las consultas realizadas según la edad de los usuarios, los que más acceden al servicio se encuentran en la franja de edad que va de los 16 a los 45 años. Entre las consultas que se han atendido destacan las relacionadas con el asesoramiento jurídico sobre tipos de unión y con el asesoramiento emocional.

Se han atendido demandas de información sobre asociaciones de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales; consultas relacionadas con la salud sexual (prueba rápida del SIDA, etc., familia homoparental (adopción y filiación por parte de una pareja homosexual) y asesoramiento sexológico en el ámbito de la identidad de género.

El Ararteko pide combatir la homofobia y transfobia desde la educación

El Ararteko, Iñigo Lamarca, ha defendido este martes la necesidad decombatir la homofobia y la transfobia desde los centros educativos.

En una declaración institucional con motivo del Día Internacional del Orgullo Gay, que se celebra este martes, el Ararteko ha señalado que es necesario “implantar un sistema eficaz en los centros educativos que asegure que cada alumno y alumna podrá desarrollar su identidad, su afectividad y su sexualidad sin merma alguna de derechos”.

Aunque reconoce enormes avances en la materia, el Ararteko ha denunciado que aún hay situaciones de discriminación y violación de los derechos humanos basadas en la orientación sexual o la identidad de género y que estas situaciones adoptan a menudo “formas silentes u ocultas”.

El Ararteko se ha sumado en su nota a la resolución que el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas adoptó el pasado 17 de junio contra la violación de derechos humanos basada en la orientación sexual y en la identidad de género.

El Defensor del Pueblo del País Vasco, que ha abogado también por el reconocimiento social de los derechos de “la población de personas mayores, gays, lesbianas, bisexuales o transexuales”, ha hecho un llamamiento a las instituciones y a la sociedad “para que el orgullo de amar y ser como cada cual desee sea un orgullo compartido por todos y todas”.

La lesbofobia ataca de nuevo (como siempre)

Artículo publicado en PIKARA MAGAZINE

La escritora transfeminista Itziar Ziga repasa las nuevas y no tan nuevas caras de la lesbofobia, ilustradas con las numerosas agresiones a las que ella y sus amigas se han enfrentado últimamente por no esconderse, por ser una amenaza para la heteronorma

“Ni permiso ni perdón (Nagore Iturrioz)”

“Ni permiso ni perdón (Nagore Iturrioz)”

Hace a penas unos meses, en un lugar de cuyo nombre no quiero acordarme, estábamos unas amigas y yo pasando la tarde alegremente. Embriagadas por las cervezas y por nuestras risas. Algunas de ellas querían ir a un bar que ya no frecuento, ni frecuentaré jamás. A pesar de que la vez anterior que había estado allí con mi novia, sufrimos una agresión muy salvaje de un machorro y nadie nos apoyó, decidí acompañarlas. Supuestamente, ese es un bar guay donde las lesbianas podemos mostrarnos libremente y las mujeres bailar tranquilas. Éramos seis. Entramos, pedimos nuestras bebidas y antes de que nos las sirvieran, ya había un tío revoloteando a nuestro lado e imponiéndonos el contacto con él. Esa tarde estábamos tan contentas que no respondimos a la primera, simplemente, no interactuamos con él. Es decir: le ignoramos.

Se fue poniendo más pesado, invadiendo nuestro círculo, clavándonos su mirada insistentemente y diciéndonos cualquier gilipollez que también he olvidado. Entonces vino una chica que estaba con él, al parecer su novia, y nos soltó: “¿Por qué sois tan bordes con él? Lesbianas de pelo rapado amargadas que no folláis” Ahí sí que respondimos, verbalmente. No merece la pena entrar en más detalles, pero las gafas de sol de una de mis amigas terminaron en el suelo aplastadas por él, o por ella, no recuerdo. Ese fue el primer asalto físico contra nosotras. Acabamos pegándonos en la calle con ellos dos, con otra pareja hetera amiga de ellos y con todo el barrio contra nosotras. Ellos y ellas tenían un aspecto de modernillos que no delataba para nada su enfermiza lesbofobia. Y ninguna de nosotras llevamos el pelo rapado, al menos toda la cabeza.

Siento comenzar este artículo con tal mal rollo, pero así muchas veces es nuestra vida. No nos perdonan que no acatemos el heterodestino, que no tengamos un maromo, o simplemente un chico, a nuestro lado. Cuando nos agreden y respondemos, siempre somos nosotras las violentas porque, como disidentes, defendernos no nos está autorizado. Tenemos que seguir pagando por nuestra herejía lésbica. Y, sobre todo, por no escondernos, armarizarnos. Por ser visibles. ¿Creíais que esto ya no pasaba? Vivimos tiempos complicados.

Por un lado, es probablemente el mejor contexto social para la diversidad sexual que se haya dado jamás. Ganado a pulso por el movimiento feminista y lesbianista. Sin duda. No nos han regalado nada. Y, como siempre, la bestia ha reaccionado contra esa amenaza que, por el simple hecho de existir como bolleras, suponemos para su modelo hegemónico heteronormativo, en el que se sustentan el patriarcado y el capitalismo. Este es un repaso a las nuevas, y no tan nuevas, caras de la lesbofobia. Porque chicas, hermanas, la guerra continúa. Eso sí, nosotras siempre nos lo pasamos mejor.

Como decía, a mayor visibilidad, mayor posibilidad de existir plenamente. Aunque también aumenta nuestra vulnerabilidad porque, por mucho que nosotras hayamos cambiado, el contexto social en el que no tenemos otro maldito remedio que vivir, no cambia ni cambiará de la noche a la mañana. Igual que los crímenes de los machos contra quienes ellos consideran sus mujeres se agravan cuando ellas descubren (repito, gracias al desafío y al trabajo feminista) que no tienen porque ser sus esclavas, ahora mismo se está dando una reacción contra esa posibilidad de existir que nos hemos ganado. Sólo hay que recordar esas miles de familias patriarcalmente legitimadas que salieron a las calles con banderas españolas a exigir que sigan siendo ellos los únicos permitidos. Quienes jamás se manifiestan en las calles por nada, ya que las reglas del juego les favorecen (o eso creen), salieron en masa para que nosotras (maricas, bolleras y trans) no empezáramos a tener ni un solo derecho.

Nos odian porque les recordamos que sus miserias de vínculos heteropatriarcales son evitables. Nos odian para no tener que pensar en si el modelo jerárquico, misógino, sexófobo y triste de vida que les impusieron y acataron merece la pena ser vivido. Y en esto no se diferencian en nada los foros de la (heterofascista)familia y las dos parejas que nos agredieron aquella tarde. Cualquiera de las dos chicas tenía más pinta de bollera que yo. Y de los chicos, ni hablemos. Una vez escuche a la Laura Bugalho (aguerrida sindicalista galega trans bollera y amiga): Nos odian porque les jodemos.

Cuando María y yo salimos a la calle juntas, el acoso de los machorros es incesante. Las dos tenemos bastante pinta de putas. Y cuando ven que somos novias, que existe un vínculo sexual entre nosotras, enloquecen. Claro que afortunadamente hay días en que la gente desconocida con la que nos topamos nos ignora, incluso nos sonríe. A veces algunas veces le da a una por creer en la maldita humanidad.

La siquiatría decimonónica apuntaló que las lesbianas somos potencialmente asesinas porque el delicado equilibrio de la mente femenina se fragmenta en nosotras al desarrollar deseo sexual por otras mujeres y, sobre todo, al negarnos a tener un hombre al lado que nos controle. ¿Os parece obsoleto y ridículo este diagnóstico? Pues perdura y cala bastante más de lo creemos. ¿Qué pasó con Dolores Vázquez y qué factor de su vida hizo que ingresará en prisión por asesinar a la hija de su exnovia cuando ni una sola prueba le inculpaba? Era una lesbiana evidente y reconocida.

Hace unos meses, una amiga que estaba en prisión fue llamada por la trabajadora social de la cárcel. Estaba pendiente de conseguir el tercer grado pero la amable funcionaria le advirtió que ella se opondría. Le dijo que había rastreado su blog y los de sus amigas (nosotras), que éramos una panda de lesbianas, que nuestra vida era pura promiscuidad y drogadicción. Y que iba a presentarla en su informe como una sociópata. Hay que decir que mi amiga, a demás de bollera y golfa, era siniestra. Durante unos meses controlamos contenidos en nuestros blogs para no perjudicarla, pero ya no importa. Mi amiga logró el tercer grado pero se suicidó justo hace dos meses. Sin matar a nadie.

También otras amigas abiertamente bolleras (Medeak) fueron hace poco criminalizadas por los contenidos de su blog. Y condenadas a pagar una multa a un baboso que les había agredido en un bar porque ellas respondieron tan agresivamente como él las atacó primero. En el juicio se las retrato como una panda de lesbianas resentidas que salen por la noche a pegar a hombres. Como siempre, la autodefensa en las mujeres se lee socialmente como violencia. Y otro día tuvimos que salir cuatro amigas de un bar porque todo un grupo de tíos, al comprobar que no les hacíamos ni caso, nos fueron molestando y agrediendo físicamente hasta que nos fuimos. Nos escupieron la bebida a los ojos para cegarnos (yo perdí la visión durante unos minutos rodeada de agresivos machorros) y nos dijeron que “íbamos de sobradas” porque no quisimos hablar con ellos ni fingir que nos interesaban sexualmente. En cuanto vieron a dos de mis amigas besarse, se volvieron locos. Eso sí, nosotras respondimos.

También en algunas redes queer se nos ha acusado de ser violentas porque hablamos alto y de insistir en nuestro lesbianismo. Parece que en según que sectores de lucha no binaria, que juegan a la desfachatez política e insultan la inteligencia de Judith Butler o Beto Preciado al invisibilizar la dominación machista, molesta nuestra identidad bollera. Ese: a mí no me gustan las etiquetas. Como si fuéramos globos de helio. Vamos, no me jodas. Artista puede ser una etiqueta, punk puede ser una etiqueta, rubia puede ser una etiqueta, borracha puede ser una etiqueta. Bollera es una enunciación vital históricamente masacrada y oprimida desde la que muchas mujeres tenemos una posibilidad de existir sin autoboikotearnos ni doblegarnos.

En este sentido, cada vez necesito más por la vena el discurso lesbianista de las MDMA. “Cuando hablamos como bolleras radicales (asumiendo que somos multiidentitarias), nuestro único intento es poder utilizar nuestra práctica política como un instrumento importante contra el heteropatriarcado… Uno más entre las millones de estrategias antipatriarcales adoptadas desde la individualidad o desde la colectividad, y que no es mejor ni peor que el resto. Pero que sí ha sido invisibilizado por el esencialismo feminista, el movimiento LGTB y su capital rosa y esperemos que no por el movimiento trans.” Hablamos de identidades estratégicas y sobre todo, de no tener que justificarnos políticamente porque otros nunca han tenido que hacerlo.

Las feministas ya hemos comprendido con el tiempo que jerarquizar luchas no sólo prioriza a menudo a quienes más legitimidad social tienen, sino que además no nos lleva a ningún lado. No podemos ser tan estúpidas de actuar como si maricas y bolleras ya hubiéramos alcanzado una posibilidad de existir sin marcha atrás y ahora llega la hora de las y los trans. Además, no puedo con esos irritantes antagonismos victimarios en plan “yo estoy peor que tú, yo sufro más discriminación. La historia no es una línea ascendente y la palabra progreso miente. Hay que seguir identificando y combatiendo las nuevas (y no tan nuevas) estrategias de la lesbofobia y de la homofobia. Sin olvidar nunca, además, que todos los odios hegemónicos entorno al género se sustentan en la misoginia o en la fobia a lo femenino. (Igual que todos los odios hegemónicos entorno a la raza se blanden desde el supremacismo blanco).

Seguir aprendiendo a defendernos unas a otras. A generar espacios de seguridad y gozo colectivos. A minimizar el inmenso daño que recibimos cuando respondemos a su violencia. A no cuestionarnos unas a otras y empatizar políticamente. A no reprocharnos a nosotras mismas las alianzas que elegimos y tampoco las que no elegimos. A pedirle aliento y protección divinas a Sylvia Rivera, aquella travesti puta portorriqueña yonky sintecho guerrera y activista siempre que lanzó un tacón contra la policía el 28 de junio de 1969 en la puerta del bar Stonewall en Nueva York. Y a celebrarnos cada día no sólo por resistir y plantar cara al enemigo heterodominador, sino también por disfrutar cada minuto de estas vidas que son más nuestras porque nos las hemos ganado a pulso.

Si te quedas con ganas de más Itziar Ziga, pásate por su blog, Hasta la limusina siempre

 

Los transexuales se manifiestan en Barcelona contra su discriminación

La Vanguardia

La marcha coincide con el primer Congreso de Identidad de Género y Derechos Humanos que se celebra en la ciudad

Las transexuales piden que se les deje de considerar enfermas

Las transexuales piden que se les deje de considerar enfermas – Esta es la reivindicación que ha unido en una manifestación a activistas de todo el mundo. La protesta ha sido organizada por la Red Internacional por la Despatologización de Identidades Trans. Leer más: http://www.lavanguardia.com/vida/20100605/53940165884/los-transexuales-se-manifiestan-en-barcelona-contra-su-discriminacion.html#ixzz3d9UtXdop Síguenos en: https://twitter.com/@LaVanguardia | http://facebook.com/LaVanguardia

Barcelona. (EFE).- Unas 200 personas, según la Guardia Urbana, han participado  en una manifestación contra la “patologización” de la transexualidad, coincidiendo con la celebración en Barcelona del primer Congreso de Identidad de Géneor y Derechos Humanos.

Transexuales de todos los continentes y representantes de países en los que la transexualidad se castiga con la pena de muerte, como Uganda o Kenia, han participado esta semana en Barcelona en el Primer Congreso Internacional sobre Identidad de Género y Derechos Humanos. Human Rights Watch y los ministerios de Igualdad y Asuntos Exteriores de España, Francia, Reino Unido, Países Bajos y Noruega han estado presentes en esta primera conferencia mundial promovida por personas transexuales con el objetivo de reunir y dar voz a un colectivo escasamente representado en la sociedad.
La activista transexual y miembro de la Red Internacional por la despatologización de la transexualidad, Juana Ramos, ha recordado: “con la Ley de Identidad de Género dimos un gran paso adelante, pero todavía se nos discrimina a la hora de acceder al empleo y también para acceder a la vivienda”.

La manifestación formaba parte de la campaña para que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) dejen de considerar la transexualidad como una enfermedad. Asimismo, exigen al gobierno español la eliminación del diagnóstico de “disforia de género” y la medicalización como requisitos para acceder al cambio de nombre y mención de sexo legal, regulado en la ley de identidad de género aprobada en 2007.

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