Así vive una persona transexual en el país más represivo de la UE

Oskaras, de 18 años, conocía los riesgos pero decidió ponerse frente a una cámara para decir que es transexual. Vive en Lituania, el país de la UE más restrictivo con las personas transexuales, en el que no se les brinda ningún procedimiento para cambiar de manera oficial su género ni para someterse a tratamientos hormonales ni de cambio de sexo, en el caso que decidan hacerlo. “Tal vez me convierta en un animal de feria para la gente después de este vídeo”, decía en la campaña en vídeo #TRANS_LT, de la mayor asociación LGTB del país, LGL.

Su aparición en la campaña –la primera en vídeo en la que varias personas transexuales hablan de su experiencia como tales en Lituania– por suerte, no le ha convertido en ningún mono de feria. “Mi vida ha cambiado en cierta forma, aunque ahora más gente conoce mi ‘yo real”, admite en una conversación con eldiario.es. Antes, solo lo sabían cuatro personas de su familia y entorno más cercano, pero la exposición pública no le ha ocasionado ninguna situación incómoda. Al menos, no más allá de las habituales.

En el vídeo, en el que participa junto a otro chico transexual (Jurate) y una chica trans (Zenia), Oskaras habla de lo incómodo que es portar una documentación personal con la que no se identifica. “No puedo enseñar mi documento de identidad en una tienda sin afrontar una situación difícil. Es muy duro, no creo que esto deba ser así”. Tampoco puede ir a “los baños y vestuarios” con los que se sentiría más cómodo.

Jurate desde pequeño sintió que no encajaba. “Las niñas no deberían comportarse así”, le decían. Pero es que él no se sentía una niña. Alguna vez se puso vestidos para agradar a su familia, hasta que decidió dejar de hacerlo. “Es… como una violación social”, lamenta ante la cámara. Zenia explica que tuvo que soportar que en la universidad le cuestionaran su forma de vestir e incluso llamaron a su madre. “Tengo 21 años”, dice ante la cámara.

“La mayoría de los lituanos no aprueba nada del mundo LGTB y los transexuales estamos dentro de él. Las reacciones habituales hacia nosotros son el odio, las burlas y la intolerancia”, dice Oskaras a eldiario.es. Por ello, los organizaciones de #TRANS_LT decidieron que la población lituana conociera y se acercara a los problemas más comunes de una persona transexual en el país, desde un punto de vista cercano y personal. “Creemos que la campaña ha tenido muy buena acogida, el primer día el vídeo ya tenía más de 20.000 reproducciones y la prensa nacional y local se ha hecho eco del tema de manera positiva”, cuenta Tomas Vytautas, de LGL.

A las reticencias de la sociedad se suma la discriminación institucional. “Mayor aún”, dice Tomas Vytautas. “La sociedad es más tolerante que las autoridades lituanas. Los políticos son extremadamente homófobos y tránsfobos”. La información que recibe la población sobre el colectivo LGTBI es muy escasa, denuncia Jurate en el vídeo. “No es fácil de encontrar si no es literatura académica, que es difícil de entender”, dice el jóven trans de 29 años.

Oskaras cree que la sociedad lituana está avanzando poco a poco, aunque queda mucha labor pedagógica por el camino. “La gente joven es más tolerante y comprensiva. Más que la gente mayor, pero la mayoría todavía está llena de odio. A veces, creo que los lituanos se entretienen odiándonos. Piensan en cosas que puedan herir al colectivo LGTB. Por ejemplo, una vez, antes del evento Baltic Pride (la marcha del Orgullo LGTB de Lituania, Estonia y Letonia) echaron insecticida por las calles. Creen que eso les protegerá”, ironiza.

Cambio de sexo en el extranjero

La organización LGL pretende combatir esta falta de información a través de la campaña #TRANS_LT y, en especial, llamar la atención sobre la inexistencia de procedimientos para que los transexuales cambien su nombre y su género de manera oficial. “Lituania es el único país del Consejo de Europa que no lo tiene”, recuerdan en la ONG. La próxima primavera el Parlamento lituano debatirá este tema y la organización quiere generar una conciencia social que empuje a las autoridades a acabar con esta situación.

Un reciente informe de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales (FRA) señala los deberes pendientes de la UE en la protección de la comunidad LGTBI frente a la discriminación. Lituania no queda bien parada. El estudio recoge la imposibilidad de los trans de recibir tratamientos médicos ni acceder a una operación de cambio de sexo en el país, lo que fuerza a algunos a viajar fuera de sus fronteras para ello y solo así, a su vuelta y pasando por los tribunales, pueden acceder a una documentación que refleje el género con el que se identifican.

Desde LGL indican que un procedimiento que obligue a someterse a cirugías totales de cambio de sexo para el reconocimiento de género –como parece que apuntará el Parlamento en los próximos meses– viola los derechos de los transexuales. Hay algunas personas que no quieren pasar por ese cambio integral y, de este modo, se estaría además reduciendo las múltiples formas de identidad trans.

Oskaras se ve en 20 años con un documento que no le genere problemas ante terceras personas. Una foto, un nombre y un género por el que no deba dar explicaciones. Para ello, ha tomado la situación de no esconderse. Cree que esa actitud animará a otras personas trans a dar el paso. “La comunidad LGTB en Lituania es más pequeña que en otros países por la opinión que hay aquí de nosotros. Para conseguir lo que queremos tenemos que probar que estamos aquí y estamos luchando”, dice a eldiario.es. “Si todos nos mantenemos callados, nadie nos verá y no existiremos”, resume en el vídeo.

Identidad, género, cabaret y fotografía en la Barcelona del siglo XXI

El Raval y Rube, la drag queen que actúa en ‘El Cangrejo’ en Barcelona, son los ejes de la exposición de fotografía de Rober Astorgano que hoy abre sus puertas.

La drag queen Rube

La drag queen Rube. / ROBER ASTORGANO

El fotógrafo Rober Astorgano inaugura hoy en Barcelona su exposición Rube, un trabajo que indaga en las dobles identidades, tanto personales como de la ciudad. Una persona existe dentro de una persona al igual que una ciudad habita dentro de sí misma. Rubemezcla fotografías de reportaje documental e imágenes de estudio, además de un vídeo documental, y podrá verse en la librería Veusambveu hasta el 17 de enero.

¿Qué quieres mostrar con la exposición Rube?

Mi intención es abordar las cuestiones del género y la identidad, además de mostrar una parte de la esencia del emblemático barrio del Raval de Barcelona. Para ello me baso en la historia del personaje, relacionándola con la del lugar en el que trabaja. Mediante las fotografías y el vídeo se muestra la historia de Rubén, el artista argentino en la privacidad de su hogar, y de su personaje: Rube, la drag queen que hace más de veinte años atrapa todas las miradas de ‘El Cangrejo’, un local con más de 100 años de historia situado en el barrio del Raval y que mantiene el alma de los cabarets de la época de la llamada ‘Barcelona canalla’.

¿Qué relación estableces entre Rube-Rubén y el barrio del Raval?

Una relación basada en la autenticidad, relacionando la identidad del personaje con la identidad del barrio. Este barrio, entonces conocido como Barrio Chino, fue el epicentro de la ‘Barcelona canalla’. Es aquí donde empezaron a verse los primeros números de transformismo y donde, después de la guerra civil y con la férrea dictadura, todavía, todo era posible. Tanto el barrio y el local, así como el personaje, representan para mi el carácter de la Barcelona de esa época.

¿Podría darse esa historia en otro barrio?

Posiblemente, pero creo que de una manera diferente, ya que lo que marca la diferencia en este barrio es la historia que tiene como barrio chino. Es aquí donde se han gestado los personajes más característicos y singulares, donde ha existido esa picaresca y ese desparpajo que ha definido su identidad y que ha marcado esa diferencia.

¿Qué importancia tiene el Raval para tu trabajo?

El Raval es parte fundamental del trabajo. Es un barrio que ha ido forjando su propia identidad durante la historia y que, a pesar del tiempo y de la sociedad moderna en la que vivimos donde se tiende a globalizar todo, todavía consigue mantener esa esencia de la Barcelona auténtica, que se puede ver representada en estos locales que todavía sobreviven, como es el caso de ‘El Cangrejo’.

rube3

¿Qué imagen del barrio pretendes transmitir con esta exposición?

La imagen del barrio que quiero transmitir es la que yo sentí cuando llegue a Barcelona y lo descubrí. La de un barrio con identidad propia, diferente a la Barcelona turística que nos muestran las guías de viaje, donde todavía se puede observar la esencia de ese Barrio chino de la Barcelona canalla, a pesar del gran proceso de gentrificación que se esta llevando a cabo en él. Por tanto, la de un barrio emblemático que lucha por sobrevivir, en el que por cierto, ahora estoy viviendo.

¿De qué modo puede la fotografía romper con los estereotipos instaurados?, ¿es uno de los objetivos de tu trabajo?

Como bien decía Eugene Smith, “la fotografía podría ser esa tenue luz que modestamente nos ayudara a cambiar las cosas”, y realmente lo creo. Mediante la fotografía se pueden contar historias que muestren la realidad y que ayuden a cambiar los estereotipos marcados por la sociedad y a romper con los esquemas impuestos. Éste es uno de los objetivos de mi trabajo como fotógrafo, tanto en este proyecto como en otros, además de ser una de las motivaciones por las que seguir fotografiando y contar historias, y por lo que me apasiona tanto esta profesión.

¿Cuáles son tus referentes en fotografía?

Ésta es una pregunta siempre complicada de contestar puesto que hay muchos fotógrafos que me han influido durante mi vida y a la hora de realizar mi trabajo. Joan Colom con sus fotografías del Raval ha sido un gran referente, además de ser el que me descubrió este barrio mediante su trabajo. Siempre me he fijado mucho en los clásicos como Robert Cappa, Cartier-Bresson y la gran Cristina García-Rodero. Otros fotógrafos a los que admiro especialmente son James Nachtwey y Martin Parr, y así podríamos seguir con muchos más…

Latinoamerica registra 600 asesinatos de gais, transexuales y lesbianas al año

Las personas que cambian de identidad sexual son especialmente perseguidas en el istmo central

Maniffestación del Orgullo Gay de Río de Janeiro en 2013

Maniffestación del Orgullo Gay de Río de Janeiro en 2013. / FERNANDO FRAZÃO (ABR)

Solo en Latinoamérica, unas 600 personas son asesinadas cada año por ser lesbiana, gay, transexual o bisexual (LGTB), según recoge el último trabajo de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en la web www.perseguidoslgtb.org. Pero esta cifra es solo una parte de los crímenes que sufren en muchos países del mundo las personas cuya identidad de género u orientación sexual no se ajusta a lo considerado normal. Lo que ocurre es que, del resto, no hay tantas cifras. Pero hay indicios: solo en el territorio que ocupa el grupo yihadista Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés), han sido ejecutados unos 30 gais, según los últimos informes. Lapersecución en África y en el Este de Europa, sobre todo en Rusia y las repúblicas que surgieron tras la desintegración de la URSS son garantía de que la cifra total es muy superior.

De estos, las personas transexuales son especialmente vulnerables,como ha explicado Paloma Favieres, del área jurídica de CEAR, en la presentación del informe. El estudio recoge que unas 1.700 de estas personas han sido asesinadas en solo 62 países (de los 120 del mundo) entre 2008 y 2014. Esto se basa en 76 países que penalizan legalmente el ser o comportarse como un homosexual o un transexual, y, también, en muchos otros en los que la persecución es social, aunque no sea legal.

Esta persecución de la población LGTB tiene un reflejo en su búsqueda de países más seguros, que es como consideran a España.Son apreciaciones de CEAR, pero hay algunos datos que lo reflejan. Por ejemplo, Manuel Ródenas, del programa LGTB de la Comunidad de Madrid, la que más migrantes recibe, afirma que las consultas por asilo o refugio han pasado en pocos años de ser el 13% del total a ser el 23%. “Y en el departamento jurídico ya son el 50%”.

El caso de las mujeres perseguidas por su identidad de género, latinoamericanas sobre todo, también tiene una constatación en España. “En Madrid, el 90% de las transexuales son extranjeras”, expone Ródenas.

Una de las que ha llegado hace relativamente poco es Alexandra Andino, una hondureña de 35 años que en 2012 aterrizó en el aeropuerto de Madrid huyendo de la persecución. “En mi país tenía miedo constante a caminar por la calle. Siempre volvía a casa con una pedrada, un salivazo. Aunque a veces una palabra duele más”, añade. “Lo que tengo podrido por dentro nadie me lo va a quitar”.

Andino cree que no fue asesinada porque era demasiado conocida como activista. Muchas de sus compañeras no tuvieron esa suerte. “Reconocí más de 100 cuerpos de compañeras de mi organización”, afirma. Pero ello no le libró de ser secuestrada y torturada. “Me tocó. Todo el mundo sabía que me iba a tocar. En la televisión pública dijeron que iban a por mí, que me iban a cortar la lengua”, relata. Aunque aquella fue de las pocas torturas que no sufrió. “Vinieron a mi casa. Era fácil, yo vivía sola y era muy conocida. Durante varios días me pegaron, me apuñalaron, me dispararon, me violaron. Me fracturaron los huesos. Pedí a gritos mil veces que me mataran, pero ellos seguían torturándome. Decían que tenía que sufrir más que las demás”.

Después de aquello, viajó a refugiarse a España. “Tuve que reunir unos 2.500 euros para el pasaje, y otros mil para poder entrar. Todos me ayudaron. Mi mamá decía: ‘Prefiero tenerte lejos a muerta”. Pero el refugio español no era tan fácil de conseguir. Nada más llegar, en el mismo aeropuerto fue detenida. Un abogado de oficio que la vio llorar le informó de que podía pedir asilo por ser víctima de un delito de odio.

El ser una activista reconocida también la ayudó en este caso. Ródenas afirma que ha comprobado que en España quienes han sido activistas en sus países tienen más fácil conseguir el asilo. Pueden aportar recortes de prensa para probar su persecución y el peligro que sufren si vuelven. “A los otros migrantes les cuesta más”, admite Favieres. La ley concede el estatuto de refugiado solo si hay un serio peligro, si las amenazas han sido reiteradas, explica. Esta dificultad probatoria hace que “las peticiones de asilo sean muchas y crezcan, y las concesiones muy pocas”, dice Ródenas.

Con su caso solucionado, Andino afirma que ahora “caminar por las calles de Madrid es un paraíso”. “A la gente le da igual cómo sea. En Honduras era el centro de atención”.

Pero la llegada a España a veces no elimina el problema. Muchas veces, el migrante es internado en centros de extranjería, donde hay otros compatriotas que mantienen los mismos prejuicios que sus conciudadanos mantenían en el país de origen. “A alguno ha habido que cambiarlo de centro”, dice Ródenas. Lo mismo pasa fuera, porque los extranjeros tienden a relacionarse primero con otras personas de su mismo origen, añade Favieres. Y no es su único problema. Los datos del Ministerio de Interior sobre delitos de odioen 2015 indican que el 39,9% fue por orientación o identidad sexual, y el 37% por razones racistas o xenófobas. “Y a estas personas les afectan los dos. Sufren una doble discriminación”, concluye Ródenas.

La doble discriminación que soportan los que emigran por su orientación sexual

Una transexual en Madrid. ROBERTO CÁRDENAS

Una transexual en Madrid. ROBERTO CÁRDENAS

Las personas migrantes que llegan a España huyendo de la persecución y discriminación que sufren en sus países de origen debido a su orientación sexual o identidad de género se enfrentan a un riesgo de doble discriminación cuando llegan a nuestro país, el primero por pertenecer al colectivo LGTB y el segundo por su condición de inmigrante.

Es lo que se desprende del informe que la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha presentado este martes, disponible en la webperseguidoslgtb.org, que contiene los testimonios de personas LGTB que han sufrido discriminación y violaciones de sus derechos en países tan diversos como Rusia, Etiopía o Chile.

De 2008 a 2014, 1.700 transexuales han sido asesinados en 62 países. Sólo en Brasil y en 2014, fueron 326 los homicidios cometidos.

Paloma Fevieres, coordinadora del área jurídica de CEAR, ha recordado que “haypaíses donde la homosexualidad está ilegalizada en los códigos penales, en otros no existe legislación penal pero es la sociedad la que aparta a las personas LGTB con pequeñas discriminaciones que en conjunto suponen una violación de Derechos Humanos”.

Honduras es el país de origen de Alexandra Andino, una refugiada que tuvo que huir de su casa debido al acoso e inseguridad que sufría por ser transexual. “Me secuestraron, golpearon y apuñalaron. Les pedí que me matasen, pero decían que tenía que sufrir más que las demás”, cuenta Alexandra.

Ella era la presidenta de la sección transexual de la Asociación LGTB Arcoiris en Tegucigalpa, con lo que su militancia y lucha la convertían en un personaje público. “Me dijeron en televisión que iban a por mí”. En febrero de 2012, Alexandra tomó la determinación de salir de Honduras. “Mi madre me dijo que prefería verme lejos a verme muerta”.

En muchos países de centroamérica, visibilizar que se es una persona LGTB supone un serio riesgo para la supervivencia, ella misma reconoce que tuvo que identificar “más de cien cuerpos de compañeras de la asociación muertas, decapitadas, violadas y apuñaladas”. “Tras el golpe de estado de 2009, desde el Gobierno se dijo: ‘Vamos a acabar con la lacra de Honduras’. Yo pensé que se trataba de los pandilleros, aunque al final resultamos ser los transexuales”.

Una vez en España, el camino de Alexandra no fue nada fácil. “Me detuvo la policía y me hicieron preguntas para reírse de mí, que si llegaba como chico y no como chica. Me dijeron que ni asilada ni nada, que venía a España a prostituirme”. Pero todo cambió gracias a un abogado de oficio que reparó en ella cuando estaba retenida en el aeropuerto: “Me dijo que podía pedir asilo con un documento que respaldase que estaba siendo perseguida”. Asi que denunció tal persecución y solicitó asilo.

Manuel Ródenas, miembro del área jurídica del Programa LGTB de la Comunidad de Madrid, ha destacado que “España es centro receptor de población migrante por razones de orientación sexual”. Sólo en Madrid, “el 60% de la población transexual proviene de otro país”.

“En Madrid recibimos personas de 60 nacionalidades diferentes. Vienen porque piensan que aquí la sociedad es mucho más tolerante y hay un espacio de libertad”. Este programa “tiene en cuenta el origen cultural de la persona solicitante de asilo”, ya que “la población transexual es un grupo muy heterogéneo”. Según Ródenas, “cuando llegan a España pueden sufrir la misma discriminación que en sus países de origen”.

Sociedad Más de 1.700 personas transexuales fueron asesinadas entre 2008 y 2014

Noticia publicada en La Marea

Hasta 76 países mantienen leyes de criminalización y hostigamiento contra personas con motivo de su orientación sexual e identidad de género.

En rojo, los países donde se han cometido entre 20 y 100 asesinatos de personas transexuales; en negro, donde ha habido más de 100 asesinatos; y en gris, los que no ofrecen datos.

MADRID // Un total de 1.700 personas transexuales fueron asesinadas en 62 países durante los años 2008 y 2014, según apuntan desde el Observatorio sobre el Asesinato de Personas Trans, que está coordinado por el grupo de derechos LGTB Transgender Europe, y que se recoge en el informe que la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha hecho público este miércoles. Estos datos significan que dos transexuales mueren asesinados cada día en alguno de esos países, entre los que no se encuentran, por falta de datos, la mayoría de África central y otras naciones de Europa del Este, Arabia Saudí y Yemén, por ejemplo.

De donde sí se tienen datos es de América Latina, donde la situación es especialmente alarmante. Es el caso de Brasil, uno de los pocos países en los que el gobierno publica un informe anual sobre la violencia homofóbica y transfóbica. En 2014, documentó 326 muertes por estos motivos.

En el informe, bajo el título Discriminación y persecución por orientación sexual e identidad de género: El camino hacia una vida digna, se recuerda que “al menos 76 países mantienen leyes de criminalización y hostigamiento contra personas con motivo de su orientación sexual e identidad de género, incluidas las que penalizan las relaciones homosexuales consentidas entre adultos”.

Esta situación implica que la homosexualidad conlleve la pena de muerte en países como Irán, Mauritania, Arabia Saudí, Sudán, Yemen y en zonas de Nigeria y Somalia. Por otro lado, en países como Kirguistán, Nigeria, Moldavia, Rusia, Ucrania y Uganda se han promulgado o propuesto leyes para restringir la expresión pública de la condición “no heterosexual” con el pretexto de “proteger a los menores”.

Sociedad de acogida

Por otro lado, desde CEAR alertan de que “las personas discriminadas y perseguidas en sus países de origen por motivos de orientación sexual e identidad de género se encuentran a menudo en la sociedad de acogida con perjuicios y estereotipos que perpetúan situaciones de discriminación ya vividas, desencadenando sentimientos de miedo y vergüenza que les impiden vivir con dignidad”.

A su juicio esta situación implica a menudo la pérdida de los apoyos más básicos y cercanos, limitando su capacidad de afrontar las nuevas situaciones tras la migración y generando un impacto negativo en la salud mental y emocional, puesto que la percepción que estas personas tienen sobre sí mismas está muy condicionada por las atribuciones del imaginario social, lo que en ocasiones les provoca sentimientos de rechazo, autorreproche, autodestrucción, etc., y les impide reconocerse como discriminadas y titulares de los mismos derechos que el resto.

Deniegan un cambio de sexo a una transexual que llevaba 6 años en la lista de espera por cumplir 50 años

El departamento de Salud de la Generalitat ha hecho caso omiso a la recomendación del Síndic de Greuges, Rafael Ribó, que pidió al Departamento de Salud que reconsiderara la denegación a la que prescribieron esta intervención hace 6 años.

Rafel Ribó pidió que se revisara el caso de una transexual a la que prescribieron una vaginoplastia hace 6 años y a la que sacaron de la lista de espera por cumplir 50 años

Rafel Ribó pidió que se revisara el caso de una transexual a la que prescribieron una vaginoplastia hace 6 años y a la que sacaron de la lista de espera por cumplir 50 años.- EFE

BARCELONA.- El departamento de Salud de la Generalitat ha hecho caso omiso a la recomendación del Síndic de Greuges, Rafael Ribó, que pidió que se revisara el caso de una transexual a la que prescribieron una vaginoplastia hace 6 años y a la que sacaron de la lista de espera porque acabó cumpliendo 50 años.

El presidente del Observatorio contra la Homofobia de Catalunya (OHC), Eugeni Rodríguez, ha anunciado que los colectivos LGTBI iniciarán una campaña de recogida de firmas para denunciar este caso y movilizaciones a partir de enero ante lo que consideran una injusticia.

Rafael Ribó pidió al Departamento de Salud que reconsiderara su denegación de una vaginoplastia (cambio de sexo) a una transexual a la que prescribieron esta intervención hace 6 años y a la que sacaron de la lista de espera porque acabó cumpliendo 50 años.

Estaba desde 2009 en lista de espera del Hospital Clínic para someterse a una vaginoplastia que le prescribió la Unidad de Trastornos de Identidad de Género (UTIG) de este hospital, pero en marzo de este año recibió una llamada en la que le informaron de que la excluían de la lista porque ya había cumplido 50 años.

El Síndic dió la razón a la transexual pero, según ha denunciado el OCH, el departamento de Salud no ha respondido a la recomendación del defensor ciudadano. “A día de hoy no hemos recibido ninguna comunicación oficial de la administración pública de la Generalitat en la que se indique como piensan abordar la recomendación del Síndic“, ha declarado Rodríguez.

El presidente del Observatorio ha pedido que “una vez resuelta por el Síndic de forma favorable sobre los derechos de la afectada a ser reasignada de sexo, se tendría que emplear la ley 11/2014 contra la homofobia para efectuar la intervención”.

“La ley para garantizar los derechos de las personas LGTBI, una conquista del colectivo LGTBI, no puede quedar en papel mojado y ser ignorada por la administración a la hora de implementar necesidades reales de las personas transexuales”, ha añadido Rodríguez.

“Pedimos al Govern que haga suya la recomendación del Síndic como gesto de voluntad política hacia la implementación de la ley”, ha concluido Rodríguez. La afectada ha afirmado que “cambiar de sexo no es una fácil decisión. Lo sentí desde los 10 años pero lo decidí a los 46. Esto significa vivir en un cuerpo que no te corresponde”.

Para la transexual, “las administraciones son las que más discriminan y por suerte tengo el apoyo de las entidades”.

La Unidad de Identidad de Género del Hospital Ramón y Cajal quita la palabra “trastorno” de su nombre

La Unidad de Trastorno de Identidad de Género del Hospital Ramón y Cajal ha pasado a llamarse Unidad de Identidad de Género.

 

El consejero de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, ha visitado el mismo y ha asistido al cambio del cartel, un acto simbólico en el que también han estado diversas asociaciones LGBT, además de los profesionales del Programa LGTB de la Comunidad de Madrid.

La Unidad de Identidad de Género ofrece desde su creación en 2007 apoyo psicológico, individual y grupal, y tratamiento médico y quirúrgico. Realiza también talleres de búsqueda de empleo activo, sexualidad, control emocional y de autoayuda para pacientes y familiares. Asimismo, lleva a cabo labores de mediación y formación en instituciones educativas cuando lo solicitan menores de edad o sus padres. En la Unidad trabajan profesionales de los Hospitales Universitarios de La Princesa, La Paz y Ramón y Cajal junto con los que ejercen su labor en Atención Primaria y Salud Mental.

Lucas Platero, activista transexual: “Eliminar Educación para la Ciudadanía puede provocar el aumento del acoso escolar contra los alumnos LGTB”

Lucas Platero

Lucas Platero / EVA FLÓREZ

Poco a poco los menores transexuales van consiguiendo visibilidad en la sociedad. Sin embargo, en los cuentos infantiles y juveniles es más difícil encontrar a personajes LGTB. Para lograr que estos menores comiencen a estar presentes en la literatura, la  editorial Bellaterra ha lanzado una colección de cuentos infantiles en la que hay personajes transexuales, homosexuales o que rompen con los roles de género.

“No consiste en que el protagonista del cuento sea trans. Por ejemplo, en La fiesta de Blas , el personaje trans es secundario, uno que pasaba por allí”, explica el coordinador de esta colección,  Lucas Platero -activista transexual y sociólogo-, en una entrevista con eldiario.es. Entre los cuentos publicados hay algunos con un título bastante explicativos como Laura tiene dos mamás, y otros como Mi Princesito, en el que se aborda la actitud del entorno cuando un niño es femenino y rompe con el rol de género.

Han lanzado esta colección para dar visibilizad a los menores trans en la literatura infantil, ¿considera que la temática LGBT tiene escasa presencia en los materiales educativos?

Existen pocos materiales que aborden esta temática. Muchos padres y muchos colegios nos pedían documentación. Por eso en la editorial Bellaterra nos planteamos que hacía falta publicar cosas frescas. Por ejemplo, atreverse a plantear que el protagonista del cuento es un niño pequeño, que es trans y que no pasa nada.

¿A qué se debe este vacío en el temario educativo?

Hay un temor a todo lo relacionado con la sexualidad. Hay gente a la que le cuesta darlo en clase, hay gente que piensa que va a ser un tema polémico… Al final lo único polémico que existe en la igualdad entre hombres y mujeres es que hay gente que no quiere que esa igualdad exista.

Colectivos LGTB llevan décadas intentando que los estudiantes puedan reafirmar su identidad y su orientación sexual en el colegio. ¿Cómo se puede contribuir a que la escuela no sea un entorno hostil para salir del armario?

Hay que establecer climas donde la gente pueda hablar con honestidad. Hace unos años entrevisté a David, que ahora ya tiene 19 años. Me contaba cómo salió del armario en segundo de Bachillerato, lo contó el primer día de clase, ningún compañero le dijo nada. Cuando salieron al recreo, la gente no sabía cómo actuar. Por eso no solo consiste en salir del armario, sino en tratar el tema como si fuese algo cotidiano. Por ejemplo, se puede plantear en clase el día de la “salida del armario”, todos tenemos algo por lo que salir del armario: porque eres adoptado, porque quieres más a tus abuelos que a tus padres…

¿Y hay recursos para conseguir que las escuelas no sean entornos hostiles para estos alumnos?

Yo creo que se debe revalorizar el trabajo de la enseñanza porque es donde suceden las cosas más importantes. Es evidente que la educación es un caballo de batalla, todas las fuerzas políticas saben que la educación es la clave, es la herramienta a través de la que se difunden unos valores. Si quitan del temario todo lo que tiene que ver con las libertades sexuales y lo cambian por emprendimiento, están mandando un mensaje rotundo.

Con la entrada en vigor de la LOMCE ha desaparecido del temario la única asignatura que abordaba la libertad sexual, Educación para la Ciudadanía, ¿la eliminación de estos contenidos influye en el acoso escolar?

Si, clarísimamente. Si los roles en clase se vuelven más estrictos, cualquiera que se salga un poco de los límites establecidos sufrirá discriminación. Si en la vida cotidiana estamos viviendo el clasismo y la xenofobia, la escuela se vuelve más clasista y más xenófoba. Los valores sociales dominantes y hegemónicos atraviesan la escuela. Si en la tele están diciendo: “Vamos a limpiar Cataluña o Navarra de inmigrantes”, ¿cómo se están sintiendo los chavales inmigrantes de ese sitio?

Con la nueva ley ya en vigor, ¿tienen facilidades para que los libros que ustedes editan entren en los colegios públicos y concertados?

Desafortunadamente depende de la sensibilidad de los profesores y profesoras. Aunque si ellos no la tienen, se pueden encontrar con que lo demanden las asociaciones de padres y de madres. Hay algunas organizaciones, como Galehi (Asociación de familias homoparentales), que acuden a la escuela a preguntar a los profesores qué libros tienen en la biblioteca y pueden solicitar al centro que incorpore los que ellos crean convenientes.

Usted explica que la orientación y la identidad sexual se tratarán ahora en clase solo si los profesores tienen sensibilidad. Por lo tanto, ¿qué pasa con aquellos docentes que no tienen esa preocupación? ¿Y qué pasa con sus alumnos?

Los profesores deberían de tener esta sensibilización. Es preocupante que se piense que la educación sexual es opcional, ya que todos los niños desarrollan la identidad de género. Y cuando un alumno no es como se supone que debe ser, la discriminación puede llegar a ser muy alta. Tendríamos que plantearnos que los planes de intervención sobre el acoso escolar no los podemos implementar a los 16 años. Los tenemos que empezar a hacer antes, porque el bulling y la homofobia comienzan en educación infantil y continúan en primaria.

Si desde educación infantil se incluyese en el contenido educativo temática que visibilizase al colectivo LGTB y se combatiesen los roles de género, ¿sería más sencillo prevenir el acoso escolar?

Sí, sería bastante más fácil. El profesorado estaría más preparado para prevenir el bullying si tuvieran claro que los alumnos pueden romper las expectativas de los roles de género y siguen siendo seres queribles. No hay que percibir a los chavales LGTB como sujetos con un problema de disciplina. Hay quienes no rompen con los roles de género para fastidiar.

Los profesores que dan clase en infantil, primaria y secundaria ¿se plantean que un porcentaje de sus alumnos pueden ser LGTB? ¿están formados para entender a esos estudiantes?

El profesor tiene que estudiar estos temas. No te puedes acercar intuitivamente a la sexualidad y a la identidad de género, porque intuitivamente puedes meter mucho la pata. La gente percibe que el inglés es muy importante, pero pocos se acuerdan de que la formación en cuestiones LGTB o de feminismo también son importantes durante la formación del profesorado.

Natalia Aventín “Con mi hijo transexual me he dado cuenta de lo que es ser un ciudadano de segunda”

Natalia Aventín

Natalia Aventín. ANA SÁNCHEZ BORROY / BENASQUE (HUESCA)

Nos encontramos con Natalia Aventín (Benasque, 1973) en la terraza de una cafetería de Benasque (Huesca), en uno de los valles más aislados del Pirineo aragonés. Es un municipio de poco más de 2.000 habitantes, entre los que el hijo de Natalia, un niño trans de 13 años, está completamente integrado. De hecho, este fin de semana, la única preocupación de esta madre es que el chaval no se maree en una excursión para practicar snowboard en Andorra.

Preside la Asociación de Familias de Menores Transexuales Chrysallis, que se constituyó en julio de 2013. Un año después, había 30 familias asociadas; ahora, ya son 210. Son la primera familia que ha llevado a los tribunales ordinarios la negativa de un registro civil a modificar el género de un menor transexual. El Tribunal Supremo ha admitido el caso a trámite.

¿Queda mucho por hacer en defensa del colectivo transexual?

España fue pionera al aprobar en 2007 una ley que permite el cambio de los datos en el registro civil. A nivel internacional, es una de las mejores leyes. Aun así, no nos parece válida porque discrimina a las personas y es “patologista”: tienes que demostrar que tienes una enfermedad mental para justificar que quieres cambiar los datos del registro y además, obliga a seguir un tratamiento. Es decir, si eres una persona transexual y no te diagnostican una disforia de género, no tienes derecho a cambiar tus datos en el registro. En realidad, la mayoría de las personas transexuales no tienen disforia, solo se la inventan. En Estados Unidos se demostró al comprobar con un estudio que todas las personas transexuales daban exactamente los mismos patrones. Aquí está ocurriendo lo mismo: los transexuales van a la unidad que corresponda y saben qué tienen que decir al psiquiatra o al endocrino de turno, cómo tienen que ir vestidos y qué preferencias tienen que mostrar para que les hagan el informe que necesitan para acceder al tratamiento médico hormonal.

Dentro del colectivo transexual, los menores aún están más desprotegidos.

Claro, la ley de 2007 excluye expresamente a los menores y a las personas migrantes. Es sorprendente que discrimina precisamente a los más vulnerables. Yo pienso que eso no puede ser constitucional, no tiene sentido.

¿La transexualidad se detecta antes de la mayoría de edad?

Sin duda. Los transexuales no son cuerpos equivocados, ni están en el cuerpo de otro, ¿de quién sería ese cuerpo? Esas expresiones duelen porque parece que el error está en la persona y no es así: el error está en la interpretación social de esa persona. La transexualidad consiste en que a una persona le asignan al nacer un sexo distinto a aquél con el que se identifica. Y se identifica desde muy pronto, desde los dos o tres años, en cuanto empiezan a hablar y a distinguir el masculino del femenino. Cada uno tenemos nuestra identidad desde que nacemos. Yo no me pregunto desde cuándo me siento mujer. Pensar que la transexualidad no aparece hasta los 18 años viene ligado a una cultura adulto-céntrica, donde los niños no tienen derechos y no se les respeta.

¿Qué supone para los menores transexuales que les obliguen a esperar hasta los 18 años para cambiar sus datos registrales?

Es incómodo en todos los sentidos. Cuando los niños viven con su identidad real, su identidad legal no coincide. Por tanto, tienen un carnet de identidad masculino, por ejemplo, y una imagen completamente femenina. Entonces, tienen problemas para ir a buscar un paquete a Correos, para hacerse el abono de transportes, montar en un avión… En los colegios, las personas que tienen el apoyo de las familias suelen vivir con su identidad real, pero a veces nos cuesta mucho convencer a la dirección de los centros. Por ejemplo, conseguir que un niño utilice el baño que quiera puede ser un mundo. Los padres tenemos que estar peleando todos los días: que le admitan en fútbol, en judo, en ballet…

Para la atención sanitaria, tampoco hay instrucciones claras, depende de la comunidad autónoma en la que vivas. Por eso estamos todo el día mendigando: vas a los sitios, expones tu problema y tienes que esperar a que el que tienes delante, sea un juez del registro civil, un médico o un director de colegio, sea receptivo y comprensivo. ¿Es una cuestión de suerte? Siempre digo que con mi hijo me he dado cuenta de lo que es ser un ciudadano de segunda, no todo el mundo tiene los mismos derechos. Por eso, todos los padres nos volvemos activistas, por necesidad, porque tienes que estar todo el día peleando con algo. Incluso cuando no hay resistencias, es una situación que obliga a dar demasiadas explicaciones. Lo verdaderamente fácil sería cambiar los documentos y ya está. Tenemos ya 25 autos favorables de niños con el nombre cambiado, pero no conseguimos que nos cambien el género en el Registro y, por tanto, tampoco en el DNI. Y no es solo para evitar perjuicios; se trata de que es un derecho, son tus datos, tu identidad. ¿Cómo no vas a tener derecho a rectificar un error que ha cometido otro?

¿De qué depende que esos autos sean o no favorables?

Depende del juez. En Sevilla hay uno que se niega completamente, ni se lee nuestros escritos, da igual lo que le pongas. ¿Qué ocurre? Que la gente ya ni lo solicita. Por eso, el porcentaje de solicitudes varía mucho de unos juzgados a otros. Es una lotería, vivimos dependiendo de la arbitrariedad de los jueces, de su moral, su cultura, sus creencias religiosas…

¿Por qué cree que son la única familia que ha acudido a los juzgados ordinarios para reivindicar el cambio de género?

Hay que reservar fuerzas porque, como comentábamos antes, esto desgasta, consume mucha energía. Además, cuesta dinero, hemos tenido que pagar a un abogado y a un procurador. Para solicitar el cambio de nombre en el registro civil con un expediente gubernativo no hace falta procurador ni abogado. En Chrysallis, tenemos un asesor jurídico que prepara estas solicitudes.

¿Qué suelen preguntar las familias que llaman a Chrysallis por primera vez?

Lo primero suele ser preguntar cómo decirlo al entorno social, tenemos mucho miedo a la pérdida del status. Por ejemplo, cómo contarlo a los abuelos, a pesar de que suele ocurrir que se convierten en los grandes aliados: tienen más libertad, escuchan más a los críos, muchas veces son los que les cuidan… Para comunicarlo en el colegio, en Chrysallis tenemos un modelo de mensaje de Whatsapp para enviarlo a los grupos que suelen crearse entre los padres de los compañeros de clase. Contiene información, es muy rápido y permite enviar el mensaje a todos a la vez. Casi siempre, cuando el resto de los padres tienen la información, cambian de actitud y empatizan. Es algo muy concreto, pero para las familias, en ese momento, con el lío que tienen en su cabeza, es difícil ponerse a expresar lo que ocurre en un mensaje de Whatsapp. También tenemos un cuento para explicarlo en las clases. No hay herramientas para los niños transexuales. Las vamos inventando nosotros y las compartimos con el resto de los niños.

¿A las familias les cuesta asumir la transexualidad de los pequeños?

Hay mucha gente que, al principio, quiere contactar con algún profesional, para que alguien certifique que realmente el niño es transexual. Es una forma de intentar justificarlo socialmente, poder decir que lo ha certificado un médico, un psicólogo… En realidad, los hijos son nuestra responsabilidad. Hasta que la familia no asume que la responsabilidad de proteger al menor es suya, no funciona. También hay gente que sufre una pérdida: durante un tiempo prefieren no verlo y en el momento que dan el paso sufren un periodo de duelo, de pérdida de la persona que creían que era su hijo. Si te has empeñado durante dieciséis años en que tu hijo es una niña, aparecen sentimientos de culpa, de tristeza. Desde el momento en el que dicen el sexo del bebé a una embarazada, empezamos a construir expectativas; con el tránsito, hay que deconstruirlas. Cuanto más sexista y más conservadora es la cultura, peor. También tenemos miedo por los críos, qué les pasará cuando lo cuenten, si sufrirán acoso escolar…

¿Y esos miedos son fundados? ¿Suelen aparecer casos de acoso escolar, por ejemplo?

No. Tenemos estudios que comparan la calidad de vida de los niños y niñas antes y después del tránsito, teniendo en cuenta el acoso, el fracaso escolar… y, desde luego, la conclusión es que el cambio es a mejor 100 %. En realidad, cuando están mal y pueden ser víctimas de acoso es antes del tránsito, porque no son ellos mismos. Pasan de ser el niño del rincón de la clase que intentaba pasar desapercibido a ser niñas felices que se ponen en primera fila en el festival de Navidad. También mejora el ambiente familiar, porque los niños son mucho más felices. Es impresionante ver las fotos antes y después del proceso de aceptación. Para las niñas trans, muchas veces, el día más feliz de su vida es cuando se van con sus padres a comprarse vestidos. De ahí viene nuestro nombre de Chrysallis, de que salen de la crisálida y se convierten en mariposas.

¿El tránsito es más fácil en sitios pequeños como este?

Depende. A mí me hace gracia cuando me llaman las familias por primera vez, porque siempre piensan que su caso es el más complicado. Tienen miedo y les preocupa vivir en un municipio pequeño, vivir en una gran ciudad, que el colegio sea demasiado grande o demasiado pequeño, que sea concertado… Y luego resulta que no pasa nada en ningún sitio: tenemos niños que han hecho su tránsito en un colegio concertado religioso, aunque cueste esfuerzos.

El 80% de las transexuales de América Latina mueren antes de los 35 años

Noticia publicada en La información

trans fiesta

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos se ha unido a la comunidad internacional en el Día Internacional de la Memoria Transpara instar a los Estados a aumentar la protección de los transexuales deAmérica Latina. Quieren que tomen medidas concretas que permitan reducir la vulnerabilidad de este colectivo a la violencia y evitar la impunidad en los crímenes cometidos a transexuales.

La esperanza de vida de los transexuales se ha convertido en una de lasprincipales alarmas de las organizaciones internacionales. El ‘Registro de Violencia’ elaborado por la Comisión ha destacado que el 80% de las mujeres trans latinoamericanas mueren a los 35 años o menos.

Esta cifra evidencia, según la Organización de los Estados Americanos (OEA), el alto número de estas mujeres que mueren asesinadas. En el caso de los hombres trans, las estadísticas destacan que la mayor parte de la violencia contra este colectivo se produce en el entorno familiar.

Sin embargo, los países miembros de la OEA no cuentan con un sistema que permita recolectar datos que tenga en cuenta la identidad de género en la elaboración de estadísticas. Muchas veces, esta identidad de génerose confunde con la orientación sexual.

Unas estadísticas más precisas, según señala la Organización de los Estados Americanos , permitirían destacar tendencias, así como señalarqué sectores sufren en mayor medida la violencia y la violación de los derechos humanos. 

Exclusión y discriminación

El informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos  ha revelado también la importante relación que existe entre la exclusión, la discriminación y la corta expectativa de vida de las personas trans, que según el estudio, sufren abusos desde muy temprana edad.

Generalmente, tienen una tendencia mayor a ser expulsados de los colegios, hogares y comunidades, como consecuencia de expresar sus identidades de género. Como resultado, se deben enfrentar a la pobreza, la excusión social y a los problemas de acceso a la vivienda y a la educación.

Esto provoca que algunas mujeres trans se vean forzadas al trabajo sexual y a ser perfiladas por la policía como “peligrosas”, cuestión que les somete también al abuso policial y a la criminalización.

Este sistema de exclusión dificulta el acceso a un sistema de salud y a transformaciones corporales de calidad y supervisadas por profesionales.