Denuncian a dos obispos por afirmar que la Ley de Transexualidad madrileña “retuerce la naturaleza humana”

Reig Plà destaca que 'no hay posibilidad de sociedad justa sin derecho a la vida'

Reig Plà destaca que “no hay posibilidad de sociedad justa sin derecho a la vida” EFE

El Observatorio Español contra la LGTBfobia ha denunciado este miércoles a los obispos de los municipios madrileños de Alcalá de Henares y Getafe,  Juan Antonio Reig Pla y Joaquín Mª López de Andújar y Cánovas del Castillo y al auxiliar de este último, José Rico Pavés, por atacar la Ley de Transexualidad aprobada el pasado 17 de marzo en Madrid con la abstención del PP. Días después, los obispos suscribían una carta en la que concluyen que la libre determinación de la identidad de género es un “supuesto derecho” y afirman que la norma conlleva “la sumisión de las personas a un poder totalitario” que “pretende abolir cualquier norma moral” y “retuerce la naturaleza humana”.

El colectivo LGTB considera que estas y otras palabras del documento vulneran el artículo 510 del Código Penal y constituyen un supuesto delito de incitación al odio porque fomentan “la discriminación contra las personas transexuales”, en palabras del abogado Estanislao Naranjo. La denuncia, interpuesta ante la Audiencia Provincial de Madrid, asegura que los obispos “niegan el derecho reconocido por ley” al afirmar que la definición de la identidad de género es un “supuesto derecho”.

Para Naranjo se trata “de una intromisión en los poderes públicos. Cómo si la Iglesia pudiera decidir qué es derecho y qué no. Ese poder ya lo tuvo hace muchos años”, afirma. “Difícilmente se podrá defender el derecho de personas que se consideran discriminadas cuando esa defensa se funda en una comprensión equivocada del ser humano”, escriben las autoridades eclesiásticas.

Los obispos dicen manifestar en su polémica carta “todo el respeto hacia los que han promovido esta ley y sus posibles destinatarios”, a los que al final de la misma califica de “afectados”. Sin embargo, sostiene Naranjo, “no es una ley que obligue a nada, sino que los ciudadanos pueden acogerse libremente a ella o no”. A lo largo de seis páginas, Reig Pla y López de Andújar afirman que la Ley de Transexualidad, celebrada por la mayoría de colectivos LGTB como un avance sustancial, es “injusta y a nadie obliga en conciencia”.

Otro de los párrafos que más han indignado al Observatorio contra la LGTBfobia y que motivan la denuncia es el que vincula la norma con “graves atentados contra el quinto mandamiento y los facilita respecto al sexto y noveno”. Estos son, para la Iglesia, “no matarás”, “no cometerás actos impuros” y “no consentirás pensamientos ni deseos impuros”. “Está haciendo una clara llamada al odio contra los que se acojan a las medidas de la ley”, sostiene el colectivo, que ya había puesto en conocimiento de la Fiscalía de Delitos de Odio el contenido de la misiva.

Los obispos consideran que la ley es “solo una parte de los escalones programados científica y sistemáticamente” contra “el orden de la creación” y aseguran que el legislador se muestra “heredero” de lo que ellos llaman “la ideología de género”. Por último, critican el matrimonio entre personas del mismo sexo al sostener que la ley que lo permite “abrió la puerta a que cualquier combinación afectiva pueda terminar siendo reconocida como matrimonio. Lo mismo va a suceder con estas leyes”, dicen.

Las dificultades de ser mormón y transgénero: “No estoy loco. Es lo que soy”

  • Emmett Claren podría ser excomulgado por su activismo trans, pero cree que dejar su iglesia tendría consecuencias peores:  “¿Cómo voy a ayudar a la gente y cambiar las cosas si me voy?”
  • “El género forma parte de la identidad eterna que nos ha dado Dios. Por eso, la Iglesia no bautiza a quienes planean someterse a operaciones transexuales”, defiende un portavoz de la institución mormona
  • “En lugar de tener miedo a lo que no conocemos, me gustaría que aceptáramos a todo el mundo y amáramos incondicionalmente”, pide Brigit Pack, que ha creado un grupo de Facebook de apoyo a los mormones trans
Emmett Claren, hombre transgénero y mormón, de pequeño pedía a Dios todos los días 'Conviérteme en un chico ahora mismo'

Emmett Claren, hombre transgénero y mormón, de pequeño pedía a Dios todos los días: “Conviérteme en un chico ahora mismo” INSTAGRAM

A los 13 años, Emmett Claren solía tumbarse en medio de un campo de fútbol que había detrás de su casa, mirar al cielo y suplicar a Dios que le golpeara con un rayo y cambiara su cuerpo. “Le decía: ‘Tengo mucha fe. Creo en ti. Sé que puedes hacer cualquier cosa'”, recuerda Claren, que ahora tiene 22 años.

Este habitante de Utah y miembro de la Iglesia mormona es un hombre transgénero. Eso significa que al nacer se le asignó el sexo femenino, pero que desde muy pequeño supo que se identificaba como chico, aunque no aprendió el término “transgénero” hasta muchos años después. “Conviérteme en un chico ahora mismo”, dice Claren que le pedía a Dios todos los días. Pero sus oraciones nunca tuvieron respuesta.

Tras batallar con su fe y su identidad durante años y sufrir épocas de grave angustia mental, salió del armario como transgénero a los 21 años, y ahora presiona para que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (SUD) acepte a miembros trans. Claren pertenece a un movimiento cada vez mayor de mormones trans de Utah que luchan públicamente por la aceptación en una iglesia conservadora que lleva mucho tiempo marginando a las personas LGTB.

El activismo de Claren, en YouTube y en entrevistas en medios de comunicación de Utah, es arriesgado. Podría enfrentarse a medidas disciplinarias e incluso a la excomunión de una iglesia que siempre ha sido una parte fundamental de su comunidad, su fe y su identidad. Pero Claren también sabe de primera mano que, si los mormones trans no alzan su voz y si la iglesia no cambia de opinión sobre sus miembros LGTB, las consecuencias seguirán siendo nefastas y, en algunos casos, mortales.

La iglesia SUD –cuya sede principal está en Salt Lake City, a unos 60 km al norte de donde vive Claren, en Orem– provocó un rechazo significativo en noviembre de 2015. Desveló una nueva política anti-gays que establecía que los hijos de parejas del mismo sexo no pueden entrar en la iglesia hasta que cumplan los 18 años y no serán bautizados salvo que se vayan de casa de sus padres y repudien las relaciones homosexuales. Estas normas generaron preocupación sobre un posible aumento de la depresión y los suicidios entre los mormones LGTB y llevó a muchos a abandonar esa iglesia.

Ese es un motivo por el que el caso de Claren es único: se niega a irse. Al contrario, espera que su historia anime a otros miembros transgénero a salir del armario y quedarse en la iglesia, o a plantearse volver si ya han renunciado por miedo a la discriminación y a la excomunión. Mientras que la institución lleva tiempo oponiéndose al matrimonio entre personas del mismo sexo, no tiene una postura clara sobre las personas trans.

Personas trans excomulgadas

Presionados por este tema, los líderes mormones manifestaron hace poco que la iglesia no está familiarizada con asuntos trans y que tiene que aprender más sobre el tema. Algunos activistas LGTB han interpretado esas declaraciones con optimismo y esperan que la iglesia pueda plantearse aceptar a miembros trans.

Al ser preguntado por la política de la iglesia SUD sobre este tema, su portavoz Eric Hawkins responde por email que los obispos “reconocen que estas situaciones son difíciles y sensibles”, pero añade: “Creemos que el género forma parte de la identidad y el destino eternos que nos ha dado Dios. Por eso, la la Iglesia no bautiza a quienes planean someterse a operaciones transexuales, y quienes optan por ese proceso pueden ver en peligro su pertenencia a la institución”.

Bajo esas ambiguas directrices, algunos miembros transgénero de la iglesia, como Claren, han podido seguir activos bajo el amparo de obispos tolerantes. Pero, según Brigit Pack, que cofundó un grupo de Facebook de apoyo a los mormones trans y a sus familias, ha habido otras personas que han afrontado medidas disciplinarias, que en algunos casos implicaban tener que comprometerse a no presentarse según su identidad de género. Cuenta que otros miembros trans han sido excomulgados, es decir, formalmente expulsados.

“En la mayoría de los casos quieren de verdad seguir activos en la iglesia”, afirma Pack, una mujer de 37 años de Syracuse (Utah) cuya pareja salió del armario hace poco como transgénero. “En lugar de tener miedo a lo que no conocemos, me gustaría que aceptáramos a todo el mundo y amáramos incondicionalmente”.

No hay datos fiables sobre mormones transgénero. Pack dice que su grupo de Facebook tiene ya 87 miembros que se identifican como trans, y es probable que haya muchos más que aún no han descubierto el grupo o que se han dado a conocer.

Claren afirma que siempre supo que no era una chica, pero que pasó muchos años en su infancia intentando amoldarse a las normas de género y a las expectativas de su iglesia y de sus padres. A los catorce años intentó suicidarse por primera vez. No fue hasta los 17 cuando oyó a un amigo hablar de las personas transgénero, e inmediatamente supo que encajaba en esa identidad. “Fue algo como: ‘No soy el único que se siente así. No estoy loco. Es lo que soy'”, relata.

Después fue misionero mormón en Salt Lake City y entró en la Brigham Young University, un centro de educación superior gestionado por la iglesia SUD. Pero aún tenía dificultades para darse a conocer como transgénero, y al menos unaterapeuta le aconsejó lo contrario: “Me dijo: ‘Si este es el camino que vas a tomar, no puedo ayudarte’, y me abandonó”, recuerda Claren.

Cayó en una profunda depresión y volvió a intentar suicidarse a los 21. “Mi vida estaba acabada”, cuenta. “Rogaba a Dios para que me mantuviera vivo”.

Sin embargo, en un momento en el que estaba solo rezando en el campus, tuvo una revelación: que Dios lo amaba y lo aceptaba. Sabía que la universidad lo expulsaría en el momento en el que empezara a presentarse como un hombre e iniciase un proceso de transición, así que dejó la institución. El portavoz de la universidad Brett Crandall confirma por email esa normativa: “Vestirse o presentarse deliberadamente como miembro del sexo biológico opuesto es una expresión incompatible con el Código de Honor de la institución”.

Claren se trasladó a Utah, cambió de nombre y de pronombres y empezó a tratarse con testosterona. Este mes de abril tiene cita para someterse a un proceso de cirujía para que le quiten los pechos. Explica que sus padres han tenido dificultades para entenderlo y aceptarlo, pero que lo están intentando. Añade que, si la iglesia diera a su familia una orientación positiva, tendrían mucha más facilidad para aceptarlo.

Esa es una de las razones por las que permanece en la iglesia. “¿Cómo voy a ayudar a la gente y cambiar las cosas si me voy? Tengo que estar aquí para defenderme a mí y a otras personas como yo”. En este tiempo, Claren ha encontrado una comunidad de apoyo de mormones trans en Utah, y más personas en esta situación están alzando la voz.

“Nos apoyamos los unos a los otros”

“Todos nosotros sabemos lo que es estar solo y creer que eres el único”, afirma Ann Pack, la pareja de Brigit, que pasó por un proceso de transición hace dos años y sigue activa en la Iglesia mormona. “Acabar conectando no solo con otras personas trans, sino con personas trans en la iglesia, y ver que han pasado por experiencias similares a las tuyas, es muy grande”.

Grayson Moore, hombre transgénero de 21 años que pasó por su transición cuando tenía 16, da gracias a Dios por ayudar a los mormones trans de Utah a contactar y animarse unos a otros. “Parece que el señor de verdad está haciendo su trabajo al reunirnos a todos”, dice. “La comunidad SUD trans ahora existe. Cuando pasé por mi transición, no había nada”.

El lento crecimiento del activismo trans mormón ha sido emocionante de presenciar pero también estresante, cuenta Sara Jade Woodhouse, mujer trans de 50 años que vive en South Ogden, al norte de Salt Lake City. Espera que sus esfuerzos animen a la iglesia a acoger a las personas trans, pero teme que pueda tener el efecto contrario y llevar a la creación de una política anti-trans explícita. “Hemos visto lo que ha ocurrido con los mormones gays y lesbianas. Podrían hacer lo mismo con nosotros y emprender algunos cambios terribles”.

Moore dice que quiere ver un cambio en las actitudes de los líderes y miembros de la iglesia. No obstante, para él la principal prioridad por el momento es ayudar a los mormones trans a quererse y aceptarse a sí mismos: “Estamos muy centrados en apoyarnos y mantenernos vivos los unos a los otros”.

El homosexual agredido en Marruecos será juzgado el lunes junto a los hombres que le golpearon

El joven será acusado por el delito de homosexualidad mientras que sobre los cuatro agresores pesan cargos por actos de violencia, agresión con armas blancas y lesiones.

Imágenes del vídeo de la agresión a dos gays en Marruecos

Imágenes del vídeo de la agresión a dos gays en Marruecos

RABAT.- Un joven homosexual marroquí que fue agredido y exhibido desnudo en plena calle junto a su compañero será juzgado junto a cuatro de sus agresores el lunes 4 de abril en la ciudad de Beni Melal, en el centro de Marruecos.

Según informó el representante de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos en esta ciudad, Abderahim Meydi, el joven será acusado por el delito de homosexualidad mientras que sobre los cuatro agresores pesan cargos por actos de violencia, agresión con armas blancas y lesiones.

El compañero del homosexual ya fue detenido el pasado 9 de marzo, juzgado y condenado a cuatro meses de cárcel por la comisión de “actos contra natura con individuos del mismo sexo”, según el artículo 489 del Código Penal marroquí, con las agravantes de ebriedad y reincidencia.

La agresión de los dos homosexuales se produjo ese 9 de marzo pero pasó inadvertida hasta el pasado viernes cuando el vídeo en el que los agresores filmaban los hechos corrió con profusión en las redes sociales. En la grabación se veía a un grupo de personas irrumpir en una casa, sacar a dos jóvenes de la cama, golpearlos hasta hacerles sangrar y echarlos a la calle desnudos.

Tras el estallido del escándalo en Marruecos y en el extranjero, el pasado viernes se produjeron nuevos arrestos. El representante de la AMDH matizó este miércoles las informaciones contradictorias que han circulado en los últimos días, y dejó claro que los dos jóvenes son perseguidos por su homosexualidad, considerada tabú en la sociedad marroquí.

Mientras, dos agresores han sido también condenados a dos meses de cárcel en suspenso por allanamiento domiciliario, actos de violencia y lesiones, así como por la grabación de un vídeo que atenta contra la moral pública.

El artículo 489 del Código Penal marroquí castiga la homosexualidad con penas que llegan hasta los tres años de cárcel y es objeto también de una gran reprobación social.

Al menos veinte asociaciones de derechos humanos en Marruecos denunciaron ayer el juicio contra los dos homosexuales y pidieron su liberación así como castigar a los agresores.

Un homosexual marroquí condenado a dos meses tras ser agredido y exhibido desnudo

Se trata de uno de los dos gays que fueron sacados de la cama, golpeados y obligados a salir desnudos a las calles mientras eran insultados por un grupo de vecinos.

Imágenes del vídeo de la agresión a dos gays en Marruecos

Imágenes del vídeo de la agresión a dos gays en Marruecos

RABAT-. Uno de los dos homosexuales marroquíes agredidos y exhibidos desnudos y ensangrentados por sus agresores ha sido condenado por un tribunal de Beni Melal (centro de Marruecos) a dos meses de cárcel por el artículo 489, que castiga la homosexualidad.

Según explicó hoy el representante en Beni Melal de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, la agresión se produjo el 9 de marzo y el juicio el 15, pero no se ha conocido hasta el pasado fin de semana, cuando un vídeo en las redes sociales mostraba cómo dos jóvenes son sacados de la cama, golpeados y obligados a salir desnudos a las calles mientras son insultados.

Uno de los dos jóvenes regentaba un pequeño comercio en Beni Melal, que tenía aneja una habitación. Un día, cuando ambos se encontraban en la cama, un grupo de vecinos forzaron la puerta, irrumpieron en la habitación y comenzaron a golpearlos hasta hacerles sangrar, antes de echarlos desnudos a la calle.

La agresión quedó entonces impune y solo uno de los jóvenes homosexuales fue detenido por la policía, presentado ante el juez y condenado a dos meses de cárcel y una multa de 500 dirhams (unos 45 euros), mientras que el otro consiguió huir.

A partir del pasado viernes el vídeo comenzó a circular en las redes sociales y el segundo homosexual se presentó voluntariamente ante la policía, que lo detuvo mientras el juez completa la investigación del sumario.

Pero el escándalo generado por el vídeo hizo que la policía también investigara a los agresores hasta dar con uno de ellos, un joven ya fichado por la policía por un delito anterior que será ahora juzgado por la agresión.

En Marruecos, la homosexualidad está expresamente castigada con hasta tres años de cárcel por el Código Penal en su artículo 489, que persigue la “comisión de actos contra natura con individuos del mismo sexo”.

La homosexualidad también sufre de una gran reprobación social. El pasado verano, un joven travesti vestido con ropa femenina fue identificado por un grupo de jóvenes en la ciudad de Fez, sacado de un taxi y golpeado y pateado por una turba hasta que logró zafarse y huir.

En aquella ocasión, el ministerio de Justicia advirtió de que nadie debía tomarse la justicia por su mano y “suplantar a la justicia o las fuerzas del orden”.

Graban una brutal agresión a dos homosexuales dentro de una casa en Marruecos

Imágenes del vídeo de la agresión a dos gays en Marruecos

Dos jóvenes homosexuales fueron agredidos por varias personas dentro de una casa en Beni Melal, en el centro de Marruecos, según un vídeo del que este sábado se hacen eco medios digitales locales.

Las imágenes, aparentemente grabadas con un teléfono móvil, muestran a los dos homosexuales desnudos en un domicilio con la cara ensangrentada, mientras los agresores tratan de quitarles la sábana que les cubre y luego les sacan desnudos a la calle.

Los medios subrayan que no se sabe cuándo se grabó el vídeo y añaden que los dos homosexuales fueron agredidos con armas blancas por un grupo de individuos.

El colectivo Akaliyat, en el que se integran activistas homosexuales, dio detalles sobre los hechos y denunció que los dos jóvenes “fueron atacados en su domicilio por cinco individuos que residen en el mismo barrio”.

Añadió que los agresores grabaron a los dos homosexuales mientras les atacaban y publicaron después el vídeo en las redes sociales.

Akaliyat deploró la “inseguridad en las ciudades marroquíes que se refleja en la multiplicación de graves ataques contra homosexuales” y pidió a las autoridades abrir una investigación sobre lo ocurrido y despenalizar la homosexualidad.

Las redes sociales marroquíes revelan ocasionalmente ataques homófobos ocurridos en diferentes ciudades del país, pero el caso más mediatizado fue el del pasado junio cuando un joven travesti estuvo a punto de ser linchado por una turba en una calle en Fez (centro), que lo pateó y golpeó en el suelo, hasta que pudo zafarse y buscó refugio en un centro comercial.

Tras este incidente, el Gobierno marroquí advirtió con perseguir judicialmente a quienes pretendieran tomarse la justicia por su mano (“sustituir a la justicia o las fuerzas del orden”, dijeron entonces).

La homosexualidad en Marruecos no solo está castigada con penas que llegan hasta los tres años de cárcel, sino que además es objeto de una gran reprobación social.

Agreden brutalmente en su casa a dos gays en Marruecos y los sacan a la calle desnudos y ensangrentados

Al menos cinco hombres irrumpieron en casa de la pareja, en la ciudad de Beni Melal, y publicaron un vídeo en redes sociales. La homosexualidad en el país está castigada con penas de hasta tres años de cárcel y cuenta con gran reprobación social.

Imágenes del vídeo de la agresión a dos gays en Marruecos

Imágenes del vídeo de la agresión a dos gays en Marruecos

RABAT.- Dos jóvenes homosexuales fueron agredidos por varias personas dentro de una casa en Beni Melal, en el centro de Marruecos, según un vídeo del que hoy se hacen eco medios digitales locales y que ha sido condenado por distintas asociaciones contra la homofobiay por los derechos de los homosexuales.

Las imágenes, aparentemente grabadas con un teléfono móvil, muestra a los dos homosexuales desnudos en un domicilio con la cara ensangrentada, mientras los agresores tratan de quitarles la sábana que les cubre y luego les sacan desnudos a la calle.

Los medios subrayan que no se sabe cuándo se grabó el vídeo y añaden que los dos homosexuales fueron agredidos con armas blancas por un grupo de individuos.

El colectivo Akaliyat, en el que se integran activistas homosexuales, dio detalles sobre los hechos y denunció que los dos jóvenes “fueron atacados en su domicilio por cinco individuos que residen en el mismo barrio”.

Añadió que los agresores grabaron a los dos homosexuales mientras les atacaban y publicaron después el vídeo en las redes sociales.

Akaliyat deploró la “inseguridad en las ciudades marroquíes que se refleja en la multiplicación de graves ataques contra homosexuales” y pidió a las autoridades abrir una investigación sobre lo ocurrido y despenalizar la homosexualidad.

Ataques frecuentes en el país

Las redes sociales marroquíes revelan ocasionalmente ataques homófobos ocurridos en diferentes ciudades del país, pero el caso más mediatizado fue el del pasado junio cuando un joven travesti estuvo a punto de ser linchado por una turba en una calle en Fez (centro), que lo pateó y golpeó en el suelo, hasta que pudo zafarse y buscó refugio en un centro comercial.

Tras este incidente, el Gobierno marroquí advirtió con perseguir judicialmente a quienes pretendieran tomarse la justicia por su mano (“sustituir a la justicia o las fuerzas del orden”, dijeron entonces).

La homosexualidad en Marruecos no solo está castigada con penas que llegan hasta los tres años de cárcel, sino que además es objeto de una gran reprobación social.

MARRUECOS Agreden a dos homosexuales en su casa y los ‘pasean’ desnudos y ensangrentados

Dos homosexuales en Marruecos

Dos homosexuales en Marruecos. ELENA CALVO

Dos jóvenes homosexuales recibieron una paliza dentro de una casa en Beni Melal, en el centro de Marruecos, según un vídeo del que hoy se hacen eco medios digitales locales.

Las imágenes, aparentemente grabadas con un teléfono móvil, muestran a los dos homosexuales desnudos con la cara ensangrentada, mientras los agresores tratan de quitarles la sábana que les cubre y luego les sacan desnudos a la calle.

Los medios subrayan que no se sabe cuándo se grabó el vídeo y añaden que los dos homosexuales fueron agredidos con armas blancas por un grupo de individuos.

El colectivo Akaliyat, en el que se integran activistas homosexuales, denunció que los dos jóvenes “fueron atacados en su domicilio por cinco individuos que residen en el mismo barrio”.

Akaliyat deploró la “inseguridad en las ciudades marroquíes que se refleja en la multiplicación de graves ataques contra homosexuales” y pidió a las autoridades abrir una investigación sobre lo ocurrido y despenalizar la homosexualidad.

Las redes sociales marroquíes siempre se hacen eco de los ataques homófobos. El caso más mediático fue el del pasado junio, cuando un joven travesti fue pateado y golpeado en el suelo, hasta que pudo zafarse y buscó refugio en un centro comercial.

Tras este incidente, el Gobierno marroquí advirtió con perseguir judicialmente aquienes pretendieran tomarse la justicia por su mano.

La homosexualidad en Marruecos no solo está castigada con penas que llegan hasta lostres años de cárcel, sino que además es objeto de una gran reprobación social

El arcoíris se asoma al cielo islámico de Bangladesh

La homosexualidad está penada por ley en el país asiático. El islam que profesa la mayoría de la población lo considera pecado, pero en los últimos años una generación de activistas se ha planteado una revolución silenciosa y de momento ha conseguido ciertos logros.

Desfile improvisado del orgullo gay en Dacca, en abril de 2015, durante la celebración del Año Nuevo bengalí

Desfile improvisado del orgullo gay en Dacca, en abril de 2015, durante la celebración del Año Nuevo bengalí. – SHAMS SUHAIB / ROOPBAAN

DACCA.- Cada vez que pisan el acelerador reivindicativo surgen amenazas. En forma de mensajes de móvil, llamadas o ataques a través de las redes sociales. La cautela es imprescindible en un lugar donde los integristas solucionan a veces las diferencias de ideas a machetazos, en un país de 160 millones de habitantes y mayoría musulmana en el que la religión dominante determina que las relaciones entre personas del mismo sexoson pecado y donde la ley las tipifica como delito. Pero lo peor no es el temor a convertirse en el próximo objetivo.

La comunidad homosexual en Bangladesh no se guía por el miedo. En los últimos años se ha atrevido a dar pasos importantes. Lo más doloroso es que hay gente que se odia a sí misma por ser lo que es. Y eso es lo que una joven generación de activistas está dispuesta a cambiar. No son muchos, ni demasiado visibles, pero mediante un trabajo constante y sigiloso se están abriendo camino.

Organizaciones como Bandhu han trabajado desde hace dos décadas por ofrecer cobertura sanitaria a las minorías sexuales en Bangladesh poniendo el foco en asuntos como la atención a pacientes de VIH/sida. Ahora, hay voces en el colectivo que quieren ir más allá y empiezan a reivindicar el aspecto identitario.

Eclosión de plataformas

En 2014, nació Roopbaan, la primera revista del colectivo de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales (LGBT) de Bangladesh. A finales del año pasado se lanzó una campaña de concienciación en todo el país utilizando como punta de lanza Dhee, el primer cómic con un personaje lesbiano. Y tanto en 2014 como en 2015 se organizaron improvisados desfiles del orgullo en el marco de la celebración del Pohela Boishakh, el Año Nuevo bengalí, una iniciativa que será replicada este año a mediados de abril si nada lo impide.

“En los últimos cinco años se ha producido una mayor visibilidad en nuestro movimiento. La comunidad LGBT tiene mayor valentía. Quiere dejar de esconderse. Han surgido pequeñas plataformas, grupos en redes sociales… La eclosión de internet y de los smartphones ha permitido que más gente tenga acceso a información y pueda conocer lo que sucede en otros lugares”, explica Rajeeb, responsable de Boys of Bangladesh (BoB), uno de los principales foros homosexuales del país y motor tras algunas de las propuestas recientes.

Si uno entra un día cualquiera en Bangladesh en la red social de Grindr, la más popular entre los gais en Occidente, seguramente se encontrará con cerca de un centenar de personas conectadas. Otros portales como Planet Romeo y foros privados en Facebook son también muy exitosos. Y los integrantes de Roopbaan se reúnen mensualmente para maquinar actividades como libros con poemas de autores gais o bailes benéficos de drag queens.

Dobles vidas y pseudónimos

Sin embargo, mientras el arcoíris brilla con fuerza en los submundos bangladesíes, en la superficie todavía arrecia tormenta. Los homosexuales siguen refugiándose en pseudónimos, como el de Rajeeb, en el anonimato y en dobles vidas. La aceptación es algo que se limita a entornos reducidos, de confianza. “Todo el mundo tiene segundas identidades digitales”, razona Jehangir, activista de Roopbaan, que se utilizan básicamente para facilitar el encuentro con adeptos y amigos homosexuales.

No queda alternativa. La sección 377 del código penal, un anacronismo que data de la época colonial británica y que Bangladesh no ha modificado desde entonces, establece que “cualquiera que tenga relaciones contra natura” puede ser condenado hasta a cadena perpetua. El peso de la ley rara vez cae sobre el colectivo y los casos contra homosexuales no suelen prosperar en los tribunales, pero este marco vigente deja margen a la extorsión que, según los activistas, ejercen a menudo desde miembros de fuerzas del orden a líderes de comunidades y otros grupos.

Muchas cosas son posibles en Bangladesh siempre que se circunscriban a una esfera privada y se alejen del qué dirán. El Gobierno, valora Jehangir, les tolera porque no hacen excesivo ruido o porque guardan una comedida pausa después de generar debate en blogs y medios de comunicación liberales tras alguna de sus iniciativas.

Poca persecución judicial, mucha discriminación

“La discriminación que sufre la comunidad no está muy documentada. Debido al estigma, la gente afectada se limita a pagar sobornos cuando ocurre. La clase desempeña un papel importante. Si eres de un grupo de clase baja es más fácil ser discriminado. La gente de esos segmentos vive generalmente mezclada en una gran familia y no tiene sus propios espacios”, asegura Rajeeb.

De ahí la necesidad de tener una doble vida. Es el caso de Mumtaz, un joven de 27 años, que no ha tenido el valor de explicarles su condición sexual a sus amigos y padres. “No quiero crear problemas, perder amistades”, admite, al tiempo que afirma poder ventilar sus asuntos en compañía de otros homosexuales. Eso es relativamente sencillo en zonas urbanas como Dacca, donde existen círculos empáticos. En cuanto uno se aleja de la zona metropolitana todo se vuelve más complicado. Mumtaz recuerda la historia de un amigo suyo de una zona rural cercana a la capital, al que conoció por Facebook.

“Solía tener relaciones esporádicas con compañeros, pero se casó por presión de la familia y, meses después, me llamó atormentado para decirme que seguía teniendo relaciones con otros hombres”. Se odiaba a sí mismo. Mumtaz le dijo que era inevitable y que intentara pasar más tiempo con su esposa.

El matrimonio, institución insalvable

Y es que el matrimonio es una institución insalvable en Bangladesh. “Es la norma, da igual que seas discapacitado o estés desempleado, que seas pobre o rico. Tienes que casarte”, subraya Rajeeb. Después llegan las consecuencias: visitas al psiquiatra, expulsión del hogar, adicción a fármacos… “Hay quien consigue aguantar en el matrimonio pero no es saludable”, dice el activista, que agrega que una práctica en ocasiones son los matrimonios cruzados por conveniencia entre un gay y una lesbiana, ambos necesitados de poner una fachada de tradición a sus vidas.

En el fragor de la juventud, Mumtaz todavía no lo ve como un problema y asume que probablemente tendrá que casarse. Prefiere pensar en las victorias del momento, en las rendijas que permiten los hábitos sociales locales para desarrollar su identidad sexual en un país donde ver a dos hombres agarrados de la mano es habitual sin que ello implique que sean homosexuales.

Pero también son conscientes de que su activismo puede ser un arma de doble filo y que quizás cuanta más gente sepa de su condición más amenazados se pueden ver sus espacios de libertad tolerada. “Cuando valoramos si llevar nuestras reivindicaciones a una escenario mayor… es complicado”, conviene Jehangir. “Necesitamos toda una generación,que la gente se acostumbre a la homosexualidad como se ha acostumbrado al móvil”.Parece que de momento seguirá la lucha silenciosa. Silenciosa pero incansable. Con el sueño de que un día el arcoíris brille no solo en los submundos, sino también en la superficie.

Dos jóvenes homosexuales agredidos dentro de una casa en Marruecos

LES SACAN DESNUDOS A LA CALLE

Dos jóvenes homosexuales fueron agredidos por varias personas dentro de una casa en Beni Melal, en el centro de Marruecos, según un vídeo del que hoy se hacen eco medios digitales locales.

RABAT. Las imágenes, aparentemente grabadas con un teléfono móvil, muestra a los dos homosexuales desnudos en un domicilio con la cara ensangrentada, mientras los agresores tratan de quitarles la sábana que les cubre y luego les sacan desnudos a la calle.

Los medios subrayan que no se sabe cuándo se grabó el vídeo y añaden que los dos homosexuales fueron agredidos con armas blancas por un grupo de individuos.

El colectivo Akaliyat, en el que se integran activistas homosexuales, dio detalles sobre los hechos y denunció que los dos jóvenes “fueron atacados en su domicilio por cinco individuos que residen en el mismo barrio”.

Añadió que los agresores grabaron a los dos homosexuales mientras les atacaban y publicaron después el vídeo en las redes sociales.

Akaliyat deploró la “inseguridad en las ciudades marroquíes que se refleja en la multiplicación de graves ataques contra homosexuales” y pidió a las autoridades abrir una investigación sobre lo ocurrido y despenalizar la homosexualidad.

Las redes sociales marroquíes revelan ocasionalmente ataques homófobos ocurridos en diferentes ciudades del país, pero el caso más mediatizado fue el del pasado junio cuando un joven travesti estuvo a punto de ser linchado por una turba en una calle en Fez (centro), que lo pateó y golpeó en el suelo, hasta que pudo zafarse y buscó refugio en un centro comercial.

Tras este incidente, el Gobierno marroquí advirtió con perseguir judicialmente a quienes pretendieran tomarse la justicia por su mano (“sustituir a la justicia o las fuerzas del orden”, dijeron entonces).

La homosexualidad en Marruecos no solo está castigada con penas que llegan hasta los tres años de cárcel, sino que además es objeto de una gran reprobación social.

Las pastorales de la transfobia de los obispos de Alcalá y Getafe

obispo de alcala

Ante la perplejidad y asombro leo una carta de los obispos de Getafe y Alcalá de Henares de Madrid, contra la Ley Integral de Transexualidad aprobada por la Asamblea el pasado 17 de marzo, que solo rezuma odio, intolerancia y desprecio social hacia las personas transexuales y sus derechos fundamentales. Colectivo que históricamente ha sido y es discriminado en todos los ámbitos sociales, habiendo aumentado alarmantemente las tasas de ataques violentos por razón de su identidad de género.

Cuestión que, en un primer momento, da lugar a pensar que quienes dicen defender el amor y respeto al prójimo habrían celebrado con satisfacción que esta normativa entrará en vigor al día siguiente de que sea publicada en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid. Hecho que provoca estupor después de leer la misiva del obispo de Alcalá de Henares y el de Getafe, ya que parece que el arzobispo de Madrid se ha negado a rubricarla. Aunque de la consternación pasas a la conclusión de que no son dignos representantes de la doctrina de su magisterio.

Pero entrando en materia en cuanto al texto legislativo se refiere, ya sean los firmantes de “las reflexiones pastorales” genuinos o falsarios, habría que recordarles que en la Tierra están sometidos al Imperio de la Ley del hombre y no de lo divino, por lo que hacer un seudo-llamamiento al incumplimiento de la normativa ya en sí es un hecho delictivo, donde dicen que es una “ley injusta y que, por tanto, a nadie obliga en conciencia”. Por otro lado, decirles igualmente que vivimos en un estado aconfesional y que sus pretensiones son una gravísima injerencia de la Iglesia en las cuestiones legislativas del Gobierno Autonómico de la Comunidad de Madrid.

Tampoco ahorran en calificativos, desde “marxistas liberales, ecología idolátrica y fragmentada, pornificación de las relaciones personales y de la cultura, sexualidad sin verdad, usurpación deliberada de la filiación natural de los niños, manipulación hormonal, amputación y extirpación de órganos sanos, reasignación de la identidad personal, realidad virtual sustitutiva”, hasta su sorprendente conclusión de que las personas transexuales no podemos afirmar nuestra identidad sobre el que llaman “sexo biológico”. Hecho llamativo, ya que en otra parte piden para sí mismos espacios de “justicia y libertad”, una más de las paradojas conceptuales de la Iglesia, el arte de la afirmación y negación en un mismo principio para producir el desconcierto.

Hay varias cosas llamativas en el texto. Una es la cantidad de improperios y rienda suelta a un odio desmedido con el que trufan la carta de principio a final, y lo burlesco que es que digan hacerlo desde el “respeto”. La otra es su profundo distanciamiento de los problemas y de la realidad cotidiana de las personas, su falta de empatía y desconexión total de los rasgos inherentes del ser humano, como es la solidaridad con quienes sufren y lo están pasando mal.

Ya lo ha dicho el papa Francisco, en varios ocasiones, invitando a la curia a que salgan de sus palacios, riquezas y boatos, aunque parece que todavía muchos se aferran a su jaula de oro inconexa de la realidad.

Aunque lo realmente alarmante en toda su proclama es la retórica de la incitación al odio hacia las personas transexuales, en su punto número doce hace un llamamiento y apelan a la “emergencia cívica de los católicos” a no mirar hacia otro lado con esta ley porque si no estarían “pecando de omisión”. Con lo que la Fiscalía tendría que actuar de oficio, ya que una vez más nos han marcado con la estrella de David, y ahora solo hace falta que vengan a por nosotras y nosotros.

Por último, destacar que hacen especial hincapié que esta norma es fruto de “un pensamiento ideológico y totalitario”. Contestarles que no, que esta Ley es fruto del trabajo y consenso de los colectivos transexuales de la Comunidad de Madrid, de sus demandas y problemas de discriminación añadida diaria al resto del tejido social. Pero que dos obispos hablen de esta ley como -pensamiento ideologico y totalitario- tal como se ha escrito la historia de la humanidad los últimos dos mil años, no deja de ser paradójico y artero.