Francisen oroimenez, Ehgamek zebrabidea pintatu du homofobiaren aurka

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Las lesbianas francesas ya pueden adoptar a los hijos de su pareja concebidos por reproducción asistida

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Desde que Francia legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo, el 18 de mayo de 2013, las parejas homosexuales casadas pueden adoptar de manera conjunta. Sin embargo, en el caso de las lesbianas, un bebé concebido por una de las mujeres no era legalmente hijo de ambas. Solo la madre biológica tenía potestad legal y a su pareja se le negaba el derecho a la adopción.

Ante esto el Tribunal Supremo francés acaba de dictaminar que las parejas de mujeres casadas en las que haya niños engendrados por reproducción asistida con un donante anónimo en el extranjeropodrán reclamar la maternidad legal para ambas partes, a través de un proceso de adopción.

Lo paradójico es que el tratamiento de inseminación artificial o fecundación in vitro tendrán que seguir haciéndolo en el extranjero ya que Francia solo permite los tratamientos de reproducción asistida a las parejas heterosexuales que lleven juntas al menos dos años.

Daniel(a) es Daniela

Autorretrato de Daniela.

Autorretrato de Daniela.

Había una vez una niña a quien nadie quería ver. Todos la veían como el niño que era biológicamente. Su familia estaba reunida. El padre, Javier, un respetado médico, uno de los mejores de su especialidad en el país, decidió explicar sobre la fecundación: «Esto es muy sencillo, todos somos chicas al principio, quiere decir que somos XX y cuando se cae el palito de la segunda X, quiere decir que somos chicos, y nos quedamos XY».

«Un grito de desesperación nos dejó a todos callados», explica la madre, África. «¡Papá, eso es lo que me ha pasado a mí! ¡Se me ha caído el palito, pero el mío no se tenía que caer! ¡Ahora qué hago!». Esta era la explicación sencilla y angustiada de la niña en cuerpo de niño. Pero «el argumento de Dani fue arrinconado». Lo relata África Pastor Espuch en primera persona del plural. Le da voz a Daniela, su hija transexual de ocho años. Ella, una mujer de piel bronceada, proveniente de una familia conservadora, dedicada a la moda, ha decidido contar su experiencia. Sus frustraciones.

Sus miedos. Cómo venció a la palabra más fuerte a la que se enfrentó. La palabra innombrable: transexual. Repita conmigo. Niña transexual. Niño transexual. Existen. Son más de un centenar, un centenar largo en España. «Nuestro hijo nació como niño, se le identificó por sus genitales. Desde que tenía dos años se identificó como una niña… el tiempo, los médicos y su valentía le han dado la razón… Recorrimos todo tipo de especialistas, pediatras, psicólogos, endocrinos, sociólogos, cirujanos. Todos y cada uno de ellos nos confirmaron lo que Daniela venía diciendo desde los dos años: es una niña». Hasta llegar a esta conclusión hubo mucho sufrimiento. Y tantas dudas.

«Recuerdo cuando Dani nos pidió unas alas. Tendría tres años, no hubo alas, pero le dio igual porque utilizaba sus brazos… Gritaba:“¡Soy un hada!”. Yo le decía a su padre que seguramente lo hacía por llamar la atención. A lo que él me respondía: “Pues joder con el niño, qué cabrón”. Dani siguió buscando hadas en el campo». A sus espaldas, muchos decían que era temporal. Que podrían dejarle «hecho un hombre». En ese tiempo Daniela aún no era Daniela. Aún faltaban muchos prejuicios que romper.

-¿Cuándo fue el momento clave, África? ¿Cuándo supo que tenía una hija más?

-Hay que entenderlo como un largo proceso. Pero hay un momento que recuerdo especialmente. Estaba sentada en una mecedora en mi casa. Veía todas las fotos de mis hijos. Apareció Daniela -le decían entonces Dani- tenía tres años. Se apareció con el dibujo de una niña y me pidió que la colocáramos junto a las fotos de la familia. «Esa niña no la conocemos de nada», le dije. «No me gusta cómo le quedan esas coletas». Tardé en entender que era una manera de decirme quién era. Le puse un marco de fotos de Ikea. Ni siquiera viendo ese dibujo durante años fui capaz de entender lo que nos decía a gritos…

Era el autorretrato de Daniela. Ysigue en esa misma estantería…

No podemos ser amigos

La presión social afectó a Dani. Los primeros rechazos… «Y como una ráfaga de viento nos encontramos empezando ya primaria, en el colegio que siempre había soñado, al que habían ido sus tres hermanos. Yo tenía la ilusión de que tuviera un mejor amigo y lo encontró, bueno… se encontraron, ¡estaba tan feliz! Hasta que a final de curso, de hecho el último día de colegio, su amigo le dijo: “No puedo ser tu amigo, si no cambias y eres más bruto, no podemos seguir siendo mejores amigos”. He visto llorar a muchos niños, pero nunca con esa pena tan profunda. La primera semana de vacaciones se la pasó jugando al baloncesto, intentando ser todo lo bruto que podía, pero… una semana después se dio por vencido».

Hay frases que África trae escritas en la mente, como un manual de estilo para proteger a su pequeña. Pasa de la serenidad al agobio. No sabe realmente cómo enfrentarse a mostrar su vida y la de su hija así. Cancela la entrevista. La retoma. Aspira aire profundamente… Es parte de su querer cambiar el mundo. Acabar con esa «perspectiva moral equivocada» que hace que Daniela sea discriminada. «Es lo que más me duele». Padeció «rechazo y acoso». Lo describe así:

«Dani siempre ha sido valiente… Valiente para bajar la cuesta de su colegio a pesar que tenía todos los días un niño que le gritaba:“¡Pareces una niña, maricón!”. No hay mediador o defensor del menor que pueda reaccionar mejor, ante un hecho así, como una hermana realmente enfadada… Al final, sus amigas lo acompañaban a la salida y su hermana a la entrada, hasta que llegaba a sitio seguro».

Durante la conversación, África se preocupa puntillosamente por los términos correctos para referirse a su hija. Una definición clave es «proceso de transición» desde que se descubre que es una niña con genitales masculinos y la aceptación total del hecho. Y pasa de no salir a la calle a desear vivir. Para eso han pasado múltiples dudas. Primero pensar que es gay, como su tío, el hermano de África.

Le contó a él lo que Dani estaba pasando. Y le dijo: «Yo nunca quise ser una chica, ni pensé en que se habían equivocado conmigo. Siempre quise ser lo que soy, un hombre. Creo que tendrías que informarte, hay asociaciones de…». No quiso escuchar más. El hermano le había dicho lo que pasaba en una palabra: transexual.«Pensé que si no hablaba de ello, desaparecería». Pero no.

Daniela seguía allí. Queriendo ser una estrella con labios pintados y rímel en los ojos, Alicia [en el País de las Maravillas], Blancanieves, la Bella Durmiente… Una princesa de cuento de hadas.

«Un día que fuimos su padre y yo juntos a recoger a Dani al cole, salía exultante, dando saltos de alegría. Tenía algo muy importante que decirnos. Nos metimos en el coche y no pudo aguantarse: “¡Va a ser la semana de los cuentos! ¡El nuestro es Alicia en el País de las Maravillas! ¡Hay que ir disfrazados, y yo voy a ser… Alicia!“. Su padre inmediatamente paró el coche, se giró hacia él y le dijo: “¡¡¡Dani tú no eres una niña y nunca lo serás. Tú siempre serás un niño!!!”. Un grito de dolor desgarrador inundó el coche y también nuestros corazones».

El padre de Daniela, un doctor con estudios en Harvard, tardó en aceptarlo como Daniela. «Su padre tenía el firme propósito de nunca comprar una Barbie, ni nada similar». Y se extrapolaba la idea a todos los juguetes orientados a chicas…

-Hasta que se encontraron en la misma juguetería…

-Comprando a la Barbie. Él era consciente de lo que pasaba. Es un hombre que tiene mucha fuerza. Es un médico de aspecto muy varonil y que había vivido una educación muy rígida. Le costó, pero, al vencer sus límites, me ha impresionado. Me ha hecho admirarlo más. Tiene que enfrentarse a muchas cosas, a muchos prejuicios.

-¿Y los abuelos? Hay un pasaje de su libro donde la abuela, al ver que Dani se hacía vestidos con toallas, dice: «Nos ha salido modisto»… ¿Tomó igual su femineidad el abuelo?

-Sí.

-¿A qué se dedica?

-Es militar.

-¿Y lo ha aceptado ?

-Sí. Cuesta entenderlo pero así ha sido. La mayoría que no lo hace es porque no conoce a ningún niño o niña transexual. Es que es tan evidente…

Aunque a veces no lo sea tanto. A veces incluso no entiende quien menos te lo esperas… «Encontramos algo que le hacía sentir genial,el ballet, fue nuestra salvación, le ha hecho muy feliz aunque cuando llegó el momento de la función de final de curso no entendió por qué no le habían elegido para ser hada y le había tocado ser cuidador de hadas. Llegué a hablar con su profesor para ver si era posible ponerles alas a los cuidadores pero… no. Aún así, se resignó, su profe le dijo: “No puedes ser un hada porque eres un niño”… se me partía el corazón». El propio profesor de ballet, homosexual, no comprendía.

Hay momentos del relato de su vida que impactan por su telúrica honestidad. En las páginas se siente, sin ninguna duda, el dolor de la niña a la que nombraron Daniel y su lucha por ser Daniela. Ese cambio de nombre fue trascendental… Como un amanecer. Pasó así. «¡Mami he tenido una súper idea, espera!», lanzó. «Y en cuestión de menos de un minuto apareció con la concha bautismal que tenía en su cuarto -por ser el último de sus hermanos al que bautizamos- y me dijo: “Mami, si me bautizas ahora con nombre de chica todo se habrá arreglado”. Y así lo hice. Se metió conmigo en la bañera y le pregunté: “¿Cómo te llamas?”. Y me contestó: “Me llamo Daniela, mamá”. La bauticé y ese día durmió tan profundamente…».

En el ballet, en el cole…

Ya Daniela es Daniela. Para sus amigos. Para su familia… El primer paso era que lo entiendan en su colegio. Que la aceptasen con su ropa de chica, con su cabello largo, que la dejen ser… Pero no fue fácil. «A partir de ese momento ya ha sido Daniela, aunque en el cole de sus sueños no la quieren, les da miedo pensar en tener una alumna con colita y nos ofrecen un colegio de integración en el que sí están preparados para afrontar algo así y que termine el curso en casa, me imagino que por miedo a que pueda contagiar a alguien. En ballet es Daniela, en su escuela extraescolar americana es Daniela, en su clase de música es Daniela, para todos los que la conocemos desde siempre…».

Ahora buscan el cambio de nombre oficial en el DNI. La primera instancia perdida y ya han presentado un recurso. Es la siguiente batalla, la judicial. Daniela quiere ser Daniela siempre y en su documentación. Hay ya precedentes que deben ayudar a su caso. Con 10 años, Emma nació como Jorge. Este año un juez aceptó su cambio de nombre en todos sus papeles. «Con 10 años, nos aconsejaron cambiar todo: nombre, ropa, carnés, decirlo en el cole… El juez que nos tocó dictó que Jorge debía llamarse Emma por uso habitual», contaron sus papás a ELMUNDO en julio. Es uno de los siete únicos casos que lo han conseguido en toda España.

El jueves, África dio su discurso de presentación de la Fundación Daniela y, también, del relato con la historia de su hija: El libro de Daniela. El fin de su institución: «Potenciar la creación de nuevas redes de profesionales especializados en la intervención con personas transexuales y transgénero». Es decir, ayudar a que ningún otro niño pase a solas lo que vivió Daniela… Esta iniciativa ha logrado que se interesen personajes de la talla del juez Fernando Grande-Marlaska; el consejero de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Jesús Fermosel; Pedro Zerolo; Carla Antonelli…

En los agradecimientos del libro de África aparece uno de los mayores expertos en transexualidad infantil, el cirujano Iván Mañero, quien además ha acompañado a los padres de Daniela en este viaje. Analiza para Crónica el proceso clínico a seguir: «Entre los 10 y los 12 años debe comenzar un tratamiento con bloqueadores hormonales». Como éste no está contemplado por la sanidad de Madrid, el coste del mismo -cada tres meses- es de unos 1.000 euros. Todo ello supervisado siempre por un endocrinólogo. «El fin es que no aparezcan los rasgos distintivos de su sexualidad biológica como la barba… que pueden generar un serio trauma», explica Mañero, con la experiencia de ser el cirujano que más intervenciones de cambio de sexo ha realizado en Europa. Supera las 1.500.

«Se deben realizar, al menos, hasta los 18 años». Lo que significa un coste de aproximadamente 32.000 euros. A la par, se recomienda una terapia psicológica familiar. «De acuerdo a cómo se produzca el desarrollo de la persona, cuando sea mayor de edad, deberá decidir si realiza el cambio de sexo quirúrgico que, en este caso, implica cirugía para extirpar el pene y los testículos y formar los genitales femeninos a partir de esos tejidos». Dependiendo del proceso seguido anteriormente, se sabrá cuántas operaciones más necesita como, por ejemplo, siliconas en los pechos. El valor final total oscila entre los 40.000 y los 80.000 euros.

Inicio y fin del viaje

Es el camino que tendrá que vivir Daniela. Uno que inició -quizá-, en este momento, que cuenta su madre: «Fuimos con toda la familia a Disney. No se me quitaba de la cabeza la cara de Dani cuando pasamos por el castillo de la Bella Durmiente y vio un salón de belleza en donde convertían a las niñas en princesas… Después de dar varias vueltas por la tienda escondido detrás de mis piernas, la dependienta se acercó a nosotros, y me dijo: “¿En qué le puedo ayudar”. “Estaba buscando un disfraz para una niña de siete años”, respondí. “De esa talla no nos queda casi nada. Si viniera usted con la niña podríamos probarle lo que nos queda. A lo mejor el de la Bella Durmiente le quedaría bien”, me dice. No sé de dónde saqué fuerzas y le dije: “No hay problema, es para mi hija y está aquí“… La llevó delante de un espejo mágico y le probó el disfraz».

Se miraba en ese espejo de fantasía viéndose como era. Como la princesa de cuento que soñaba ser. Por la felicidad de que su mamá, como nunca antes, la llamara «hija».

La lucha por un DNI

Sólo siete menores
han conseguido cambiar nombre y género -reconociendo su transexualidad- en su DNIen España. Daniela, en primera instancia, no lo ha logrado. Sus padres han presentado un recurso. Lucharán hasta conseguirlo.
El precedente
de Emma, nacido Jorge, ayudará a Daniela. «El juez que nos tocó dictó que Jorge debía llamarse Emma por uso habitual», contaron en julio, a ELMUNDO, sus padres.
A los 18 años
la opción de cambiar el documento de identidad sin operarse es factible en España. Se debe probar que se le ha sido diagnosticado «disforia de género». Se conserva, eso sí, el número de carnet.

El coste del cambio

Hormonas.
«Entre los 10 y los 12 años debe comenzar un tratamiento con bloqueadores hormonales», nos cuenta el reputado especialista en cambio de sexo, el cirujano plástico Iván Mañero. No esta contemplado por la sanidad de Madrid para menores de edad -está regulado en Andalucía, Asturias, Canarias, Castilla y León, Comunidad Valenciana y Navarra- y cuesta 1.000 euros cada tres meses:unos 32.000 euros hasta los 18 años.
Operación.
«Cuando sea mayor de edad, deberá decidir si realiza el cambio de sexo quirúrgico. Es una de las operaciones más complejas». Intervienen en el proceso: urólogos, psicólogos, psiquiatras, cirujanos plásticos… Valor final total: entre los 40.000 y los 80.000 euros.

Escrito con el testimonio de la madre y con extractos del libro «El libro de Daniela», de África Pastor Espuch (Ed. Círculo Rojo), ya a la venta.

Gracia Trujillok bere liburua “Las lesbianas no somos mujeres” aurkeztuko du SUKUBOn

IRAILAK 20 SEPTIEMBRE 12etan
Presentacion del libro:

“LAS LESBIANAS (NO) SOMOS MUJERES”
En torno a Monique Wittig

Con GRACIA TRUJILLO erekin

SUKUBON

KUBO, 5. Gasteiz

Este libro es un homenaje, ahora que se cumplen diez años de su muerte, a la persona y la obra de Monique Wittig (1935-2003). Desde diferentes perspectivas y bajo la mirada particular de cada una de sus autoras, los seis trabajos aquí reunidos constituyen una reflexión en torno a las claves fundamentales del pensamiento de la creadora y teórica francesa, poniendo énfasis en el carácter precursor de algunos de sus conceptos y revisando la forma en que han contribuido a generar o a reafirmar planteamientos teóricos y/o posiciones de militancia. La presente edición no busca trazar una línea de coherencia entre los distintos ensayos que la componen; sí señala, más bien, líneas de fuga hacia un horizonte de interpretaciones posibles, porque un texto conjunto es, por definición, polifónico.

Es verdad (no podía ser de otro modo) que todas las autoras aquí reunidas seguimos las cuestiones más incisivas que plantea Monique Wittig, pero lo hacemos según nuestros intereses particulares y trayectorias personales diversas: qué es la lesbiana, quién es, para qué sirve (la) lesbiana; cómo la palabra es un caballo de guerra con que demoler el heteropatriarcado; y, finalmente, cómo plantearnos políticas, y micropolíticas, poswittigianas que miran el presente y el futuro y realizan (con Wittig creemos que la palabra es siempre realizadora) otro presente y otro futuro posibles.

Gracia Trujillo es profesora de Sociología de la Universidad de Castilla La Mancha y activista feminista queer. Docente en varios posgrados en el ámbito de las teorías y prácticas feministas-LGTB y queer en la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad Internacional de Andalucía, entre otras. Ha colaborado en trabajos colectivos como El eje del mal es heterosexualFiguraciones, movimientos y prácticas feministas queer (2005), Una discriminación universalLa homosexualidad bajo el franquismo y la transición (2006) yCuerpos políticos y agencia. Reflexiones feministas sobre cuerpo, trabajo y colonialidad(2011). Su libro Deseo y Resistencia. Treinta años de movilización lesbiana en el Estado español ganó en 2010 el premio “Desayuno en Urano”. Ha cofundado y formado parte de grupos activistas como Las Goudús (que editó el fanzine Bollus Vivendi), Retóricas del Género o el Grupo de Trabajo Queer (GTQ). Forma parte de la Asamblea Transmaricabollo de Sol, que integra el 15M.

Una activista lesbiana británica viaja al Congo a ver a su familia y acaba secuestrada para “curarla”

Christina Fonthes

Christina Fonthes

Parece una historia sacada de una película, pero cuando se trata de la homofobia rampante que hay en muchos lugares del mundo, la realidad acaba superando a la ficción. Buena prueba de ello es la historia de Christina Fonthes, una chica británica de 27 años de origen congoleño que nunca pudo imaginar que un viaje a la tierra de sus familiares el pasado 11 de agosto podía acabar con un secuestro con la intención de “curarla” de su homosexualidad. Fonthes, que vive en Manchester y es una activista por los derechos LGBT a través de Rainbow Noir ya está a salvo, pero la odisea en la que se ha visto envuelta ha sido muy dura. La historia se ha conocido gracias a la novia de Fonthes, la periodista deportiva de la BBC Jessica Creighton, que alertó de la situación por la que estaba pasando la joven.

Todo empezó cuando su madre le arrebató el pasaporte y le dijo que tenían intención de mantenerla allí para curarla. Deseperada, Fonthes comenzó a mandar mensajes a sus amistades alertándoles de la situación. Con ayuda de unas amistades consiguió escapar de la casa y llegar a la embajada británica en Kinshasha, la capital del país. Pero su odisea no había concluido. Las autoridades británicas le dijeron que iban a concederle documentos provisionales de emergencia para que pudiera volver a Gran Bretaña, pero cuando salió de la embajada y se montó en un taxi con la misma amiga que la había acompañado, la policía les paró y ella acabó detenida por la falta de documentación. Fue liberada, pero entonces volvió a estar en poder de su familia. Tras muchas gestiones y luchas, el colectivo Rainbow Noir por fin confirmó que Fonthes había conseguido de nuevo liberarse y que pronto estaría de vuelta en Reino Unido. La presión de la embajada británica logró que la familia le devolviera el pasaporte.

Hace 35 años, cuando asesinaron a Francis, los peroiódicos publicaron “Matan a un hombre vestido de mujer” Para algunos medios no pasa el tiempo…

/11/08/2014 LA RIOJA.COM :Un policía libre de servicio propicia la detención del sospechoso del crimen de Ronda de los Cuarteles

Un miembro de la Policía Local de Logroño franco de servicio propició el pasado sábado la detención del compañero de piso del hombre hallado muerto el pasado viernes en un piso de la calle Ronda de los Cuarteles de Logroño, según publica hoy la edición impresa de Diario LA RIOJA. El sospechoso, en busca y captura desde que apareció el cadáver, fue detenido por una unidad policial cuya presencia fue requerida por su compañero. El sospecho, de nacionalidad española, prestó declaración el sábado por la tarde en la Comisaría de Logroño. El juez que entiende del caso ha decretado el secreto del sumario.

 El fallecido, de 44 años y nacionalidad ecuatoriana, solía salir a la calle vestido de mujer y compartía la vivienda con el detenido, según relataron los vecinos.  

El cadáver fue encontrado hacia la una de la madrugada, después de que los vecinos avisaran a la Policía Local de Logroño de que en el segundo piso del número 15 de la calle Ronda de los Cuarteles había un perro que ladraba y no contestaban los inquilinos.

El colectivo gay es el más atacado en España

El segundo grupo más vulnerable en nuestro país son los discapacitados

Incidentes relacionados con delitos de odio conocidos

Incidentes relacionados con delitos de odio conocidos. / CADENA SER

La mayoría de los ataques en España se produce por la orientación sexual. Según dos informes policiales a los que ha tenido acceso la SER durante estos seis primeros meses del año ha habido ya en nuestro país235 incidentes motivados por la orientación o identidad sexual. El segundo colectivo más vulnerable en nuestro país son los discapacitados seguidos de los inmigrantes. Estas acciones de odio se traducen en abusos y agresiones sexuales, lesiones, amenazas, hurtos y violaciones.

La orientación sexual y la discapacidad son los principales motivos en España que despiertan conductas de odio y que puedendesembocar en delito. Según dos informes policiales a los que ha tenido acceso la SER durante estos seis primeros meses del año ya ha habido en nuestro país 235 incidentes motivados por la orientación sexual. Andalucía es la comunidad donde más se danestos delitos de identidad sexual: exactamente de enero a junio ha habido 93. Le sigue la comunidad de Baleares con 24 ataques y después Galicia con otros 22.

El segundo grupo más vulnerable son los discapacitados. Durante estos seis primeros meses el año ha habido 124 ataques contra ellos y de nuevo Andalucía se sitúa a la cabeza con 30 incidentes seguido de la Comunidad Valenciana con 27 y de Madrid con 10.

El racismo y la xenofobia aparece como el tercer motivo en España que levanta conductas de odio y que puede desembocar en delito. En total ha habido 124 delitos relacionados con este delito. Andalucía aparece otra vez en primer lugar con 35 ataques seguidos de la Comunidad de Madrid con 16 y de la Comunidad de Castilla – La Mancha con 14.

El resto de colectivos englobados en este balance y que también han recibido ataques son víctimas en situación de exclusión social o pobreza ( 32 delitos en total y 10 de ellos en Madrid), víctimas por delitos antisemitismo (19) y víctimas atacadas por motivos de creencias o prácticas religiosas.

Estos datos se refieren a los seis primeros meses de este año e incluyen los delitos contabilizados por el Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil, Policía Foral de Navarra y Policía Local. Faltan los balances de la Policía Autonómica Vasca y de los Mossos D’ Escuadra que los presentarán a final de año.

La tendencia de estos datos es similar a la que se presentó el año pasado en el primer balancea que hizo Interior. Durante el año 2013 el número de delitos de odio acontecidos en España ascendió a 1.172. La discriminación por orientación o identidad sexual tuvo el año pasado los datos más altos. En segundo lugar aparecen los actos racistas y xenófobos ocurridos principalmente en espectáculos deportivos y en tercer lugar los ataques a discapacitados. La orientación sexual y la identidad de género tuvo el año pasado 452 casos identificados en nuestro país, el origen étnico o racial 381, la discapacidad 290, la religión y las creencias 42, la situación de pobreza y exclusión social 4 y el antisemitismo 3.

Estas acciones de odio se traducen en abusos y agresiones sexuales, lesiones, amenazas, hurtos y violaciones. Normalmente suelen acabar en infracciones administrativas y civiles, faltas o delitos.

La SER ha tenido acceso a este segundo balance elaborado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que tiene como objetivo identificar conductas discriminatorias para diseñar una política real y efectiva contra la inmigración. El primer balance se presentó el pasado mayo, fue pionero en nuestro país y se hizo a instancias de Europa y de organizaciones no gubernamentales como Movimiento contra la Intolerancia. Actualmente España esta siendo pionera en la recopilación y publicación de estos datos que incluyen todas las denuncias que se hacen ante la policía.

Según la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea entre el 60 y el 90 % de las víctimas de delitos motivados por sentimientos de odio no denuncian su caso. Por eso una de las novedades que incluye este balance es que aunque la víctima no sea capaz de identificarse como persona discriminada, lo puede hacer desde la policía u otro testigo aunque la víctima no este de acuerdo.

Movimiento contra la Intolerancia asegura que los datos que publica Interior están por debajo de la realidad. El movimiento estima que hay más de 4000 incidentes y delitos de odio en su mayoría de racismo y xenofobia. La causa de que estos delitos no aparezcan en el balance de denuncias que recoge la policía es el miedo a las represalias y a la desconfianza institucional que, según esta organización, tienen los inmigrantes.

“La principal clientela de los chaperos son hombres de la derecha conservadora”

Artículo publicado en PLAYGROUND

Elie Grekoff1

Hablamos con el chapero Paralel sobre prostitución masculina y otras formas de relaciones no heteronormativas.

¿Cómo es la prostitución masculina? ¿Quién la ejerce? ¿Cuáles son sus reivindicaciones? ¿Hay estigmas? ¿Cómo son las relaciones con clientes? ¿Dónde trabajan? Investigamos la prostitución masculina de la mano de uno de sus profesionales.

Ilustraciones de Elie Grekoff

La reciente publicación de este reportaje sobre prostitución generó algunos debates, tanto en la web como en las redes sociales. Además de la previsible discusión entre abolicionistas y partidarias del reconocimiento profesional, varias lectoras señalaron que el artículo no reflejaba todas las maneras de ejercer el trabajo sexual. Estoy de acuerdo. Y creo que se debe a dos motivos: uno es la limitación de espacio —es imposible abarcar una realidad tan amplia y compleja en un solo reportaje—; el segundo tiene que ver con que el términoprostitución comprende múltiples actividades y muy diferentes entre sí. Con el ánimo de seguir en esa línea, me pareció interesante abordar la cuestión del trabajo sexual masculino.

Paralel es el nick que usa un colega en redes sociales para contactar con clientes. No resulta difícil de imaginar por qué hay hombres dispuestos a pagar por tener sexo con él: se trata de un morenazo guapo, divertido e inteligente. Paralel prefiere no revelar su identidad: esa es la única condición que me impone para hacer esta entrevista.

Cuando trabaja de chapero lo hace con hombres; nunca con mujeres. “ Nimujeres cis, ni mujeres trans”, detalla. Para él, ser trabajador sexual no constituye un elemento identitario tan fuerte como para algunas de sus amigas prostitutas. Es decir, aunque los amigos más cercanos saben a qué se dedica, él no suele presentarse en público como trabajador del sexo, si bien es un trabajo que realiza desde hace años y que le ha sido imprescindible en varios momentos de su vida.

Cuando acabamos la entrevista, comentamos la jugada con dos de sus amigos mientras tomamos una cerveza. Ellos se sorprenden de que le haya entrevistado, pues consideran que su caso es muy común y no tienen nada de especial. “ Quien más y quien menos ha hecho una chapa en su vida” dice K. “Hombre, claro. Excepto los gays ricos, ¿quién no se ha acostado alguna vez con alguien por dinero?”, contesta A.

¿Prostituto, puto, gigoló, chapero?

Chapero.

Elie Grekoff2

¿Chapero no es un término despectivo?

No. Es como puta o maricón: son términos que se pueden recuperar y subvertir, depende del contexto en el que se digan. Yo normalmente utilizo la palabra chapero. En ocasiones también he dicho con mucho orgullo “ soy chapero”, lo que pasa es que no corresponde a mi identidad; yo soy, principalmente… otras cosas.

¿Te refieres a que no es tu empleo principal? En realidad, nadie es sólo una cosa, se supone que yo soy abogado y te estoy haciendo esta entrevista como curro complementario…

Pues lo mismo. Para mí es un trabajo extra, para sacar un dinero extra.

“Creo que la prostitución masculina se ejerce desde una posición de mucho más poder que la femenina, y eso es por el sistema de reparto de roles”

¿Has sentido el estigma de ser profesional del sexo? En el caso de la prostitución femenina es algo muy presente; especialmente en el caso de las mujeres trans, que sufren al mismo tiempo el estigma puta y la transfobia…

No lo he sentido. En el mundo gay es más común la prostitución que en el mundo hetero. En el trans también, pero no sufren el estigma de otras trans sino de los heteros. Muchos chicos gays han ejercido en algún momento la prostitución, en el sentido de recibir dinero a cambio de sexo. Puede que sea un hecho puntual, pueden ser varios momentos en la vida, que hayan pasado temporadas viviendo de eso o no, pero es mucho más común. Por eso, en el ambiente gay no he sentido el estigma.

Si hablamos de ir por la calle con un cliente y que te vean, sentir las miradas de la sociedad cuando vas de chapero o vas vestido como un chapero en un lugar público, pues sí… Pero yo creo que la prostitución masculina se ejerce desde una posición de mucho más poder que la femenina, y eso es por el sistema de reparto de roles.

¿A qué te refieres con ejercer desde una posición de poder?

Un cliente no quiere lo mismo de una chica que de un chapero. Debido a los roles que nos impone el patriarcado, en una chica buscará algo más suave, más delicado, más cuidadoso… Pero si hablamos de chaperos, los chicos buscan algo más fuerte, más arrogante, chulesco, poderoso… Los clientes quieren un tío duro. En ese sentido, un chapero nunca va a tener miedo de que un cliente le agreda. Todo lo contrario. En todo caso es el cliente el que tiene miedo de que el chapero le dé el palo. Una tía sí puede verse en situaciones de vulnerabilidad que un chapero nunca va a vivir. A eso me refiero cuando hablo de estar en una situación de poder.

Elie Grekoff3

En el ambiente también hay figuras diferentes a la pareja convencional que en el mundo hetero no existen. Por ejemplo los sugar daddy. O sea, formas de remuneración directa o indirecta que están en un punto medio entre la relación afectiva y la mercantil.

Esto influye mucho en el hecho de que el chapero no esté estigmatizado en el ambiente. En realidad, a muchos chicos les da es morbo. El último tío con el que estuve emparejado fue el único que me montó un pollo que te cagas cuando se enteró de que curraba de esto, pero normalmente a los tíos con los que me enrollo ya se lo he dicho, y esto les da morbo.

Más allá, es cierto que en el ambiente hay muchas formas de relación imposibles de definir. Sugar daddy y no sólo. Por ejemplo, tengo muchos amigos latinos que están enrollados con europeos con pasta. Y no sabes hasta qué punto… O sea, no cobran directamente, pero no es casual que se enrollen sólo con gente que tiene tanta pasta. Hay relaciones en las que no sabes dónde acaba el amor o el sexo y dónde empieza el trabajo.

Además, en el trabajo sexual masculino adulto no hay trata ni proxenetismo.

Que yo sepa no, salvo casos muy concretos de menores. Tampoco hay muchos pisos de chaperos. En todo Barcelona sólo hay dos o tres. Me refiero a pisos en los que haya un gestor del mismo sacando pelas del trabajo de los chaperos. No hay proxenetismo; somos todos autónomos.

“En la calle no hay prostitución masculina, así que no tiene la visibilidad ni sufre la represión que padece la femenina. Más bien, se mezcla mucho con la fiesta”

Entonces, ¿qué modelo de legalización o regularización del trabajo sexual crees que se adapta mejor a vuestra realidad? En el caso de las mujeres la clave está en el reconocimiento como actividad profesional. ¿Crees que esta diversidad de la que hablamos hace que sea diferente?

Claro, algunos de los ejemplos que decíamos antes quedarían igualmente fuera de la consideración profesional y no les aportaría derechos. A muchos chaperos les hablas de derechos laborales y se parten de risa. Por un lado, porque no quieren dejarse una parte de lo que cobran en impuestos; esto es inconcebible para los que yo conozco. Estamos acostumbrados a quedarnos el 100% de nuestras ganancias. Y, sobre todo, porque supondría un reconocimiento público que muchos no queremos. Aunque no haya estigma, el ejercicio sí pasa por la clandestinidad que buscamos tanto nosotros como los clientes. La clandestinidad es fundamental con los chicos.

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Hablemos de los clientes. ¿Cómo son?

Muchos son señores heteros casados. Muchísimos. Y estos nunca firmarían una factura. Otra parte de la clientela pertenece al ambiente gay, que lo tiene más claro y formalizado, pero no son la mayoría. En esto nos parecemos a las trans: la principal clientela son hombres de la derecha conservadora.

Antes comentabas que sólo hay dos pisos de chaperos en Barcelona, pero hay diferentes maneras de ejercerla y de atraer clientes.

Sí. Saunas, discotecas de ambiente, un montón lo hacemos con anuncios por internet… Pero en la calle no hay prostitución masculina, así que no tiene la visibilidad ni sufre la represión que padece la femenina. Más bien, se mezcla mucho con la fiesta. El contexto es otro. Hay discotecas que todo el mundo conoce en las que hay chaperos. Si estás familiarizado les puedes identificar. Pero es muy habitual que te pongas a flirtear con alguien, creas que has ligado, y te diga “no, es que soy chapero”. A mí no me ha pasado porque yo también lo soy y ya me lo sé, pero a amigos o clientes míos sí. Y es una putada (risas).

Anna Paquin habla sobre los estigmas de ser bisexual

Noticia publicada por Lesbicanarias

La bisexualidad es un tema que suele causar controversia inclusive entre las lesbianas, no por nada mi post de mitos sobre la bisexualidad sigue teniendo comentarios después de casi seis años. Y es que tanto en la comunidad heterosexual como en la homosexual, se ve a las personas bisexuales de reojo, como si todos estuviéramos esperando a que en algún momento dado eligieran bando. Por eso me ha parecido tan interesarte ver a Anna Paquin hablando sobre los estigmas de ser bisexual.

Como todas ustedes saben Anna Paquin salió del armario como bisexual en el 2010 y desde entonces la actriz ha recibido críticas porque además de los clásicos homófobos con los que tenemos la desgracia de toparnos siempre, también están muchos otros que a estas alturas del partido siguen sin creer en la bisexualidad, así que más de una vez hemos visto a la actrizdefender su bisexualidad y la idea de que, su orientación sexual no cambia solo porque esté en una relación monógama con un hombre.

La conversación con HuffPost Live surgió a partir de un tweet en el que Anna Paquin se declaraba una madre orgullosa y bisexual con motivo de las celebraciones del orgullo LGBT.

La presentadora le preguntó por qué había decidido subir el tweet y ella le respondió que al ser el mes en el que se celebraba el día del orgullo LGBT quería aportar su granito de arena, porque este era un tema con el que se siente obviamente muy identificada. Pero lo interesante vino con un pregunta del público, porque una chica le preguntó si como miembro de la comunidad LGBT se había topado con cierto estigmas después de haber salido del armario y Anna Paquin respondió lo siguiente:

Hay gente que probablemente se irá a la tumba pensando lo que sea que piensan sobre la comunidad LGBT, pero ese es su problema, no el mío. Y hay gente que piensa que la monogamia y la bisexualidad son mutuamente excluyentes, una vez más, es su problema no el mío. La razón por la que creo que es importante hablar sobre esto es que a medida que se vaya convirtiendo en algo más normal y francamente, mundano y aburrido, irá siendo mejor para nuestra comunidad

Me ha encantado su respuesta porque ¡ya es muy cansino que la gente no reconozca la bisexualidad! Sobre todo cuando las críticas vienen de personas dentro del colectivo porque ¿cómo queremos que nos comprendan si somos incapaces de entendernos dentro de nuestra propia comunidad? Pero volviendo a la entrevista, también le preguntaron si alguna de las malas reacciones que había recibido al salir del armario le había sorprendido y dijo algo que es desafortunadamente muy triste pero a la vez muy real.

¿Sorprenderme? No, porque sé que hay muchas personas llenas de odio en este mundo que tienen cierta opinión… y tú sabes que si decides posicionarte y hablar de ciertos temas, alguna gente se va a sentir feliz y otra va a ser capaz de decirte las cosas más viles que te puedas imaginar. Y no, no me han sorprendido.

Lo dicho es triste porque tenemos claro que vamos a recibir reacciones mixtas y por tanto una mala reacción no necesariamente nos sorprende, ojalá no fuera así, pero es la realidad de la vida de muchas personas en la comunidad LGBT.

En fin que siempre he dicho que me encanta que Anna Paquin sea un referente para las chicas bisexuales y sobre todo le agradezco que siga hablando sobre este tema cuando le sería muchísimo más fácil dar la callada y hacerse pasar por una mujer heterosexual y felizmente casada.

Vía: AfterEllen

La Iglesia rechaza la transexualidad

Artículo publicado en ATCLIBERTAD

Indignación ante el comunicado de la Pastoral Familiar de Jerez contra el protocolo sobre identidad de género en el sistema educativo andaluz impulsado por la Junta de Andalucía
Madrid, 10 jul. 14. AmecoPress. La asociación de familias de menores transexuales Chrysallis y la Asociación de Transexuales de Andalucía (ATA), han expresado su indignación ante el comunicado emitido por la Pastoral Familiar de Jerez (Cádiz) en el que muestra su “rechazo” al protocolo sobre identidad de género en el sistema educativo andaluz impulsado por la Junta de Andalucía, que “contempla la transexualidad en púberes y adolescentes” y apela a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para afirmar que el protocolo es “un ejemplo claro de imposición autoritaria de una actuación que médicamente no está suficientemente validada”.
Según las personas transexuales y sus familias la Pastoral esgrime “datos inconsistentes” para “subyugarnos al ostracismo”, pretendiendo “mayor altura moral” que los que juzgan y postulándose una vez mas como “poseedores de la verdad”. Esto no es algo gratuito porque este tipo de manifestaciones son abono para frenar los avances en derechos civiles y para posicionamientos médicos obsoletos que eran los mismos que, hasta hace no mucho, consideraban la homosexualidad una enfermedad, expresan en una nota.

Las consideraciones referidas en el comunicado de la Pastoral cuando se apela a la OMS quedan desmontadas en el mismo momento en que la Asociación de Psiquiatría Americana, que es la “Biblia” de la OMS, despatologizó la transexualidad en junio de 2012, cambiando el término “trastorno” de género por el de “disforia” de género, explica la respuesta de las asociaciones.

El extremismo católico y la parte más reaccionaria de la sociedad siguen con su tradicional torpeza, inmiscuyéndose en los avances en derechos civiles y en la ciencia para, mediante miedos y juicios de valor, seguir manteniendo su poder frente a una sociedad cada vez más indiferente a sus idearios, reza el texto.

“Hasta hace poco ni se conocía, ni se estudiaba a los menores transexuales. Hasta que las familias nos hemos unido y defendido nuestros derechos y los de nuestros hijos, no han vivido estos menores con su identidad sentida,” manifiesta Pilar Sánchez, presidenta de Chrysallis Andalucía. “Al mismo tiempo”, sigue, “estos expertos en la clasificación de la perversión y el alineamiento, que se manifiestan sobre nosotros con un total desconocimiento utilizan, de forma manida, un estudio bastante cuestionable -para defender su postura marginadora indefendible- ya que no identifica bien a los sujetos, confunden identidad y orientación sexual y tratan sobre personas que son víctimas del ostracismo social, con el daño psicológico que eso conlleva, la distorsión de la realidad y la carencia por consecuencia de un entorno apto de estudio. Y no es que sea una opinión de familias y transexuales sospechosos de toda maldad, es que lo demuestra la distancia entre los datos de los diferentes estudios”.

Estudios

Un estudio comparativo del Hospital Clínic de Barcelona, realizado en el año 2013, muestra en sus conclusiones que el 82% de los niños y niñas y el 91,7% de los y las adolescentes mantienen el diagnóstico en el seguimiento. “Estos porcentajes son concordantes con estudios en nuestro entorno (Esteva y cols., 2006), pero no con los estudios publicados en la literatura que encuentran cifras mucho menores (2-56%). Por ello es preciso realizar nuevos estudios con criterios diagnósticos muy definidos para analizar la gran discrepancia entre estudios”.

“Llevamos días escuchando ese soniquete en el que rechazan los estudios más novedosos para quedarse con los rancios, donde aparecen por obra de magia cerebros que se transforman y vuelven a su “normalidad” soñada. Ya se han vivido situaciones similares en otras realidades, durante décadas quisieron hacernos creer que había cura a la homosexualidad afirmando por ende que era una patología y no parte de la diversidad del ser humano”, denuncian las organizaciones en su respuesta.

Según Natalia Aventín, portavoz de Chrysallis estatal “Está demostrado que la identidad sexual reside en el cerebro y todas las personas somos conscientes desde temprana edad de quienes somos. También está demostrado que la falta de aceptación de los niños y jóvenes transexuales, en edades tempranas, los llevan a situaciones de gran sufrimiento, donde en demasiadas ocasiones contemplan el suicidio como única salida digna”. Por otra parte, “el cuestionamiento de la Ley aprobada en el Parlamento Andaluz por unanimidad y del consensuado Protocolo de Educación, que la desarrolla, demuestra la falta de respeto hacia una sociedad plural, integradora y respetuosa con los derechos individuales de las personas, sean niños o adultos”.

Es, como mínimo, “sospechoso” que cuanto más próximos al presente son los estudios menos modificaciones “mágicas” sufren los cerebros y eso que aún vivimos entornos hostiles, gracias a los “portadores de la verdad única” que niegan la “divina” diversidad del ser humano.

“Será que los sujetos y sus experiencias han sido mal identificados. Será que cuanta mayor aceptación social tienen, aumenta la capacidad de expresar la identidad sexual sentida y por lo tanto mejora los porcentajes de persistencia. Será entonces que las personas que expresen su realidad en un entorno social, y eso incluye el escolar integrador, no se ven obligados a renegar de su identidad para complacencia de sus superiores”.

Según Mar Cambrollé, presidenta de la Asociación de Transexuales de Andalucía Sylvia Rivera; “el reconocimiento de los derechos de las personas transexuales no recorta ni limita los derechos del resto de la ciudadanía, sino que garantiza los que nunca pudieron ser disfrutados en igualdad de condiciones por las personas transexuales. En un estado aconfesional y democrático esto supone una ingerencia en las normas democráticas y consensuadas por la sociedad civil”.