Esto es lo que algunas figuras históricas opinaban de la homosexualidad

Artículo publicado en Vanity Fair

Todos ellos se manifestaron en contra de la homosexualidad hace menos de lo que usted cree.

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MARGARET THATCHER

Ayer se cumplieron 25 años de la eliminación de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, no se equivoque, no se trata de una mera efeméride. Ha supuesto uno de los mayores hitos de la lucha contra la homofobia, a la altura de los disturbios de Stonewall que supusieron el germen del día del orgullo gay.

Pocos serían los líderes que hoy en día se atreverían a calificar la homosexualidad como una enfermedad (en nuestra civilización occidental y exceptuando Rusia, claro) pero, en el pasado, la excepción fueron los que se mostraron condescendientes con ella. De Margaret Thatcher a Mahatma Gandhi pasando por Tierno Galván, casi todos fueron un reflejo de la homofobia imperante, pero lo cierto es que algunas de esas declaraciones se hicieron hace apenas apenas 30 años y fueron aceptadas por países enteros. Repasamos las opiniones de diferentes líderes mundiales y culturales sobre la homosexualidad, que hoy en día serían totalmente inaceptables.

MAHATMA GANDHI

El padre de la independencia de la India y uno de los mayores hombres de paz de la historia no parecía tener la misma sensibilidad con las relaciones entre personas del mismo sexo. En su libro ‘Todos los hombres son hermanos’, de 1960, escribió esto sobre la homosexualidad: “Me atrevo a sugerir que es una de las doctrinas más peligrosas para predicar en cualquier sitio”. De hecho, lo llegó a calificar como un “vicio occidental”, cuando muchos templos de la India reflejaban en sus relieves relaciones entre personas del mismo sexo. Paradójicamente, Gandhi ha sido relacionado sentimentalmente con el arquitecto alemán Hermann Kallenbach, con el que le unía una estrecha y ambigua amistad de forma epistolar. En las cartas llegaban a prometerse “no mirar con lujuria a ninguna mujer”.

MARTIN LUTHER KING

En 1958 el activista por los derechos civiles escribía lo siguiente en su columna de la revista Ebony a un joven homosexual que pedía su consejo:“El tipo de sentimientos que tienes hacia los niños probablemente no es una tendencia innata, sino algo que se ha adquirido culturalmente”.Luther King confundía homosexualidad con pederastia, uno de los prejuicios más comunes de todas las épocas, y por si fuera poco remataba: “Ya estás en el camino correcto hacia una solución, siempre que honestamente reconozcas el problema y tengas ganas de resolverlo”.

Llama la atención que uno de sus colaboradores más cercanos, Bayard Rustin, y organizador de la marcha sobre Washington de 1963 fuera abiertamente homosexual. Rustin fue el autor de una frase con la que quizás Luther King no hubiese estado muy de acuerdo: “El barómetro para saber cómo está una sociedad con respecto a los derechos humanos no es la comunidad negra, es la comunidad gay. Porque es la que más fácilmente es maltratada”.

WINSTON CHURCHILL

A pesar de su Nobel de literatura y de su estatus de héroe tras la segunda guerra mundial, durante el mandato de Churchill los detenidos por homosexualidad se multiplicaron por cuatro. Miembros de su gabinete le sugirieron rebajar el delito de sodomía sólo a aquellos casos en los que se atentara con la juventud o se promoviera la indecencia. Sin embargo, Churchill se negó en rotundo a suavizarla, es más, declaró. “¿No podemos limitar la publicidad de la homosexualidad, al igual que lo hicimos con el divorcio?”. En lo único que dio su brazo a torcer fue en ‘rebajar’ la pena de cárcel y sustituirla por un tratamiento médico. Aunque parezca un gesto bondadoso, la castración química era una auténtica bomba de relojería para todos aquellos que decidían someterse a ella para no ingresar en la cárcel.

De hecho, el matemático Alan Turing, padre de la informática moderna y gracias al que se descodificaron los mensajes nazis en la guerra, se suicidó en 1954, en pleno mandato de Churchill, por las secuelas de este tratamiento y la opresión de la ley británica, una de las más estrictas de la época. La ley que prohibía las relaciones homosexuales entre adultos no fue derogada hasta 1967 y algunas de sus víctimas, como Alan Turing, no fueron reconocidas hasta bien entrado el siglo XXI.

TIERNO GALVÁN

El que fuera uno de los alcaldes más laureados de Madrid durante la Movida no estuvo demasiado afortunado en una entrevista para Interviú en 1977. “Se trata de personas que han desviado los instintos bien por razon biológica, por razón social o, en muchos casos, porque no han tenido un tratamiento psiquiátrico a tiempo”, declaraba Galván en referencia a los homosexuales.

El por aquel entonces líder del Partido Socialista Popular y candidato a alcalde tampoco era partidario de que se les castigara (recordemos que por aquel entonces regía la Ley sobre peligrosidad y rehabilitación social, heredera de la Ley de vagos y maleantes). “Pero no soy partidario de conceder libertad ni de hacer propaganda del homosexualismo. Hay que poner límites a este tipo de desviaciones”, concluía. De hecho, años después, Eloy de la Iglesia llegó a decir que Tierno Galván había ejercido presiones para que su película El diputado, que hablaba de un político homosexual, no se estrenara. Lo cierto es que las opiniones de Galván iban en la línea de las de muchos líderes de izquierdas, que consideraban la homosexualidad como un síntoma de la degeneración burguesa.

SIGMUND FREUD

“La homosexualidad seguramente no es ninguna ventaja, pero tampoco es algo de lo que avergonzarse. No hay vicio, no hay degradación, no se puede calificar como una enfermedad”, escribía el padre del psicoanalisis a una angustiada madre en 1935. A pesar de que Freud siempre buscara un motivo para todo aquello que acontece en nuestras vidas, con la homosexualidad no fue capaz de decidirse por uno solo y lo calificó como una mezcla de motivos psicológicos y biológicos. Sin embargo, aunque su posición pareciera la más cerca a lo que hoy en día tenemos aceptado, seguía considerándola como algo ‘fuera de lo normal’.

“Me pide que ayude a su hijo, según entiendo, como si pudiera abolir la homosexualidad”, continuaba en su texto. “No puedo prometer hacer eso.En un número concreto de casos en los que tenemos éxito, podemos restaurar los gérmenes de la heterosexualidad que se han deteriorado y que están presentes en todo homosexual, pero en la mayoría de los casos no es posible”, respondía Freud a aquella madre al borde del colapso emocional en plenos años 30.

CAMILO JOSÉ CELA

El Premio Nobel de literatura y Marqués de Iria Flavia pronunció unas polémicas declaraciones en 1998, en el centenario del nacimiento de García Lorca que, hoy en día, le habrían supuesto verdaderos problemas. El autor deLa Colmena dejó claro que si a él le homenajeaban en un futuro no le gustaría que hubiera implicadas asociaciones gays y, aunque dijo que no estaba “ni a favor ni en contra” del colectivo, fue su “me limito a no dar por el culo” lo que encendió a determinados sectores, mucho más sensibles con el tema a finales de los 90. ¿Su mejor crítico? El mismísimo Terenci Moix, que en un artículo en El País le respondía visiblemente ofuscado: “¡A don Camilo nunca le han dado por el culo! Es una excelente noticia que confirma el buen gusto de los gays españoles, incluidos los más gerontófilos. Ignoro cuál será el aspecto de esa parte de la anatomía del marqués-académico, pero no debe de ser muy apetecible a juzgar por el resto.”

RICHARD NIXON

El año pasado unas grabaciones secretas de Nixon sacaron a la luz su verdadera opinión sobre la homosexualidad: “Los gays tienen un problema. Han nacido así. Ya sabes. Eso es todo”, decía en 1971 al consejero de seguridad nacional Henry Kissinger.

“Si miras a lo largo de la historia de las sociedades verás que, por supuesto, mucha de la gente más inteligente -Oscar Wilde, Aristóteles, etcetera- eran homosexuales. Nerón estaba, públicamente, con un chico de Roma. Por Dios, no digo que pasemos a una situación en la que una ley les diga a los niños ‘Salid a la calle y sed gays’, pero el caso es que pueden hacerlo. Solo dejémosles en paz”, decía al respecto. Lo cierto es que si las grabaciones sobre el Watergate le hundieron, éstas le hacen ver como una persona algo más tolerante de lo que parecía, teniendo en cuenta su época y su posición política.

MARGARET THATCHER

“A los niños se les está educando en que tienen un derecho inalienable a ser gays. Todos están siendo engañados desde el comienzo de sus vidas”, declaraba la dama de hierro en un acto del partido Conservador en 1987. Thatcher apoyó en 1967 la despenalizacion de la homosexualidad pero, veinte años después, durante su mandato se mostró tan inflexible con los gays, críticos con su gestión, como con los mineros. Así que aprobó el Artículo 28. Éste decía literalmente que las autoridades locales “no deben promocionar intencionadamente la homosexualidad o publicar material con la intención de promocionarla” o “promocionar la enseñanza de la aceptabilidad de la homosexualidad” en las escuelas. ¿Les suena de algo? Quizás Putin echara un vistazo al legado de Thatcher antes de promulgar la suya. La ley fue abolida 13 años después. En el año 2000. 

Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia

POR JOSÉ LUIS MADRAZO

EL 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) retiró la homosexualidad de su listado de enfermedades mentales. Este hecho histórico supuso un hito fundamental en la lucha del colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) que, desde hace diez años, conmemora cada 17 de mayo el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia.

En los últimos años se han dado importantes avances legales en la equiparación de derechos, lo que ha llevado a muchas personas a creer que ya no se producen casos de discriminación. Sin embargo, la igualdad legal es tan solo el punto de partida hacia la igualdad social; la llamada LGBTfobia, los prejuicios, las falsas creencias, los estereotipos, el rechazo y el odio, todavía persisten en un sector de la sociedad vasca.

Las personas, las parejas y las familias LGBT se ven frecuentemente forzadas a refugiarse en la invisibilidad y la ocultación como forma de protección ante ese tipo de fobias. Esto pone de manifiesto una falta de libertad real para vivir y expresar la sexualidad en condiciones de igualdad y no discriminación. Por lo tanto, no debemos caer en el espejismo de una supuesta igualdad social, ya que todavía queda mucho camino por recorrer.

Cada vez en más países e instituciones, la fecha de hoy resulta clave para reafirmar el compromiso contra la discriminación por razón de orientación sexual e identidad de género. El Gobierno vasco también quiere sumarse, en este día, al compromiso por la defensa de los derechos de todas las personas y al fomento de las medidas de protección y antidiscriminación en las políticas públicas.

Estoy convencido que la diversidad de nuestra sociedad es un valor que hay que seguir cultivando para garantizar que todas las personas tengamos y podamos ejercer todos nuestros derechos en completa igualdad.

La lucha contra la homofobia, lesbofobia y transfobia es, en definitiva, una defensa por la igualdad, por la dignidad y por los derechos de todas las personas. Todo esfuerzo contra cualquier tipo de discriminación será un progreso colectivo hacia una sociedad más justa y respetuosa con la diversidad.

Amor homosexual

REFLEXIONES POR JOXE ARREGI

SOY homosexual y me siento hijo amado de Dios por lo que soy. Vivo con alegría y en fidelidad a mi compañero. Estos años de convivencia han sido de mucha gracia y bendición para los dos. Sentimos que hemos crecido en conciencia y en espíritu como pareja y como personas. Amamos a Jesús, porque da sentido a nuestra vida de pareja.

La historia personal de cada uno lleva la huella indeleble de la tradición católica. Ambos aprendimos en la Iglesia a amar a Dios, aprendimos a leer el evangelio, aprendimos a amarnos. Esto no se puede negar. Pero no ha sido fácil construirnos como personas en el contexto de una Iglesia y de una sociedad católico-romana homofóbica, excluyente y en muchos casos homicida. La institución católico-romana maltrata sobremanera a las personas que somos diferentes, como es el caso de la población diversa en su género y en su sexualidad.

A estas alturas de nuestra vida, después de 16 años juntos, sentimos que la Iglesia va quedando atrás en nuestro caminar espiritual y de pareja. Un sano y liberador ejercicio de la fe nos exige una posición clara y radical frente a una estructura jerárquica que vive de la doble moral, que nos condena y nos excluye.

Amiga, amigo lector: los párrafos que preceden son transcripción literal de un correo electrónico que recibí hace unos días de una bella ciudad colombiana donde siempre es primavera. No conozco personalmente a la pareja, pero desde Arroa Behea, en esta mañana lluviosa y verde, primaveral, los bendigo con toda mi alma.

¡Gracias por ser lo que sois y por vivir vuestro amor de acuerdo a lo que sois! Sois bendición para la humanidad y para toda la tierra, como esta lluvia mansa. Perdón, amigos, por todas las culturas, ciencias y regímenes, religiosos o no, que os han humillado, encarcelado y hasta abrasado en la hoguera. Perdón en especial por las religiones que os han deshonrado, ofendido y castigado, siempre en nombre de la verdad revelada, conocida y controlada en exclusiva, eso sí, por su casta dirigente. Empuñan la verdad como un arma, un pretexto, un instrumento de dominio. Es una trágica negación de la verdad de la vida que empapa y ensancha como la lluvia, que fecunda y reinventa la vida como la primavera.

Perdón sobre todo por la Iglesia de Jesús que os ha condenado y aún os condena, a veces con aparente piedad, falsa piedad. Perdón por algún cardenal de este país que, en contra de la Organización Mundial de la Salud, sigue afirmando que la homosexualidad es una enfermedad como su hipertensión o la diabetes; y por algún obispo que se jacta de saber cómo “trataros” e incluso de haberos curado en algún caso. ¡Increíble! Perdón por el Catecismo de la Iglesia Católica que afirma que el amor homosexual es intrínsecamente antinatural y desordenado, que ser homosexual en sí no es pecado pero sí lo es vivir como tal. Ofende a la naturaleza, a la Creación, a la creatividad sagrada que llamamos Dios. Y lo hace en nombre de la Biblia. Pero apenas se cuentan en toda la Biblia dos textos que condenan la práctica homosexual, y son de muy dudosa interpretación: Levítico 18,22 y Romanos 1,26-27. Aunque fueran dos mil. ¿Acaso el mismo libro del Levítico no prohibe comer cerdo y mariscos, y ordena cosas más absurdas aún? ¿Acaso no enseña Pablo en la misma carta a los Romanos que siempre debemos someternos y obedecer a las autoridades, aunque sean dictadores?

Comprendo muy bien que uno de vosotros apostatara de la Iglesia Católico-Romana hace 10 años, y que el otro lo haya hecho recientemente, después de haber “reflexionado con madurez e independencia” y haciendo constar expresamente: “no renuncio a la fe cristiana sino a una institución eclesiástica”. Por dignidad, por amor a la Iglesia, por seguir a Jesús. No solo os comprendo, sino que os felicito. Creo que Jesús haría hoy lo mismo.

En cualquier caso, Jesús estaría con vosotros. Está con vosotros. Vuestro amor es sacramento del Amor. Jesús os bendice. La Primavera os bendice.

“El 80% de los travestidos son heterosexuales”

ENTREVISTA | FRANÇOIS OZON

El cineasta francés juega con la identidad sexual en ‘Una nueva amiga’, una “película transgénero”, cuento de hadas con final feliz, inspirada en un relato de Ruth Rendell y en la realidad de un tipo que se vestía con la ropa de su mujer muerta.

El director de cine francés François Ozon

El director de cine francés François Ozon.- EFE

MADRID.- Las manifestaciones en Francia, en la primavera de 2013, contra los matrimonios homosexuales fueron acciones violentas muy agresivas, reuniones masivas de opositores radicales que mostraron la cara menos conocida de nuestros vecinos. Un país que presumía de moderno se mostraba carca y rancio. El cineasta François Ozon estaba entonces escribiendo el guion de Una nueva amiga, “una película transgénero”, que cambió sustancialmente ante la visión de esa realidad reaccionaria y ultra. “Me molestó toda esa violencia que veía en las calles y entonces intenté hacer algo pedagógico, dirigido a esas personas”.

Romain Duris y Anaïs Demoustier protagonizan este melodrama con final feliz, en el que el cineasta juega con la identidad sexual de uno de los personajes en su búsqueda de la felicidad. Una nueva amiga es la historia de un hombre que, al quedarse viudo, comienza a revelar dudas sobre su sexualidad. Al mismo tiempo, inicia una relación –amigo y amante- de la mejor amiga de su esposa muerta. Inspirada en un relato de la recientemente desaparecida Ruth Rendell, la película —que compitió en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián— también está construida sobre la realidad de un tipo que se disfrazaba con la ropa de su mujer para intentar así devolverla a la vida.
¿Cómo afectaron a la película las manifestaciones de mayo de 2013?
Escribí el guion justo cuando se estaban produciendo todas esas manifestaciones en contra del matrimonio gay en mi país. Me sorprendió muchísimo la violencia de toda esa gente que salía a la calle, ese querer imponer su voluntad, esos gritos en contra de los derechos de las personas… Me molestó toda esa violencia que veía y entonces intenté hacer algo pedagógico, dirigido a esas personas. Quería explicarles que la identidad es un camino muy complejo y que cada uno tiene que buscar la suya. La película me ha salido política, muy a mi pesar.

Sin embargo, es un título de su cine más luminoso, no del oscuro…
Sí, pertenece a ese cine luminoso, pero es algo que depende siempre de la historia. Para cada película hay métodos que parecen estar más cerca de las historias. Esta historia era, de alguna manera, como un cuento de hadas con un plano final que es directamente hollywoodiano. Por supuesto, hubiera podido hacer una película centrada en el mundo gay, pero no quise, porque quería hacer una película popular, que llegara a cuanta más gente, mejor.

En la intención pedagógica que menciona, ¿qué más le gustaría enseñar?
Muchas cosas, porque hay muchas cosas desconocidas sobre el travestismo. Algunas yo las aprendí investigando para la película. Existe el cliché de que todos los travestidos son homosexuales, pero no es verdad, hay muchos heterosexuales. Haciendo la película he conocido a muchos de ellos. De hecho, el 80 % son heterosexuales. Tenemos la idea al revés y eso complica las cosas. He conocido hombres casados, con hijos, y mujeres que saben que sus maridos son travestidos y lo aceptan. Aunque, la verdad, la mayoría decide divorciarse y los hijos les rechazan.

Usted huye justamente de esa realidad, evita las aristas del problema, ¿por qué?
Es verdad. Si la película fuera realista, sería mucho más triste, sería una historia oscura y sombría. Pero yo lo que quería era mostrar la alegría de esa persona. Y funciona, porque hay gente que justo después de ver la película ha decidido contar a su familia su secreto. Una vez vino un hombre y me dijo: “Ahora, sí, por fin voy a contárselo a mis padres”. ¡Tenía ya más de cuarenta años! Me alegro mucho de que la película sirva para eso.

¿Es lo que intenta transmitir con ese happy end?
Absolutamente, porque, de verdad, todas las familias, todos los tipos de familia, pueden existir. En la película Claire (personaje que interpreta Anaïs Demoustier) está embarazada, pero no se especifica de quién, y hay diferentes interpretaciones. Y es muy divertido ver cómo cada persona interpreta una cosa distinta, dependiendo de su forma de pensar.

El relato de Ruth Rendell es un cuento ‘criminal’ ¿qué le interesó de él?
Lo que me interesaba más del relato de Ruth Rendell era el thriller y la relación del marido-mujer-amante, que estaba invertida. Su mejor amiga era un hombre, ese pequeño detalle me encantaba. Pero es cierto que hay importantes cambios respectos del relato. Ruth Rendell terminaba la historia con un asesinato y yo, no, porque yo quería contar una historia de amor…

François Ozon reivindica el travestismo luminoso y feliz

El francés estrena ‘Una nueva amiga’, historia enfocada en la identidad sexual diferente

François Ozon, en el Festival de Cine de San Sebastián, en septiembre pasado

François Ozon, en el Festival de Cine de San Sebastián, en septiembre pasado. / XAVIER TORRES-BACCHETTA

Es verdad, reconoce el cineasta francés François Ozon, que el travestismo se mueve normalmente en un mundo oscuro y triste, que los travestis no son personas muy felices por el rechazo de la sociedad y su propia familia, pero a pesar de todo el director ha querido poner el foco en la luminosidad de unas personas con una identidad sexual diferente. Así lo ha hecho con Una nueva amiga, la película que ha estrenado en España y que se presentó en la sección oficial del último Festival de Cine de San Sebastián, certamen donde hace dos años ganó la Concha de Oro con En la casa, basada en la obra de teatro de Juan Mayorga. En la amiga, protagonizada por Romain Duris, Anaïs Demostier y Raphaël Personnaz, está basada en un relato de Ruth Rendell.

Ozon escribió el guion, con cambios sustanciales con respecto al texto original, en plena batalla contra el matrimonio gay en Francia, con manifestaciones por las calles de las principales ciudades. ”Me sorprendió la violencia y el odio de la gente que se manifestaba, esa pretensión absoluta por imponer la sociedad que ellos quieren, sin ninguna posibilidad de aceptar algo diferente. Me molestó tan profundamente que me empeñé en hacer un filme con un punto pedagógico. Mi película no iba a estar dirigida a un público determinado con mente abierta, sino a toda esa gente que no entiende que la identidad sexual puede ser un asunto muy complejo y nada fácil. Muy a pesar mío, el filme se convirtió también en una reflexión política”, explicaba Ozon en San Sebastián.

Una nueva amiga se adentra en una historia de amor transgresora. Tras el funeral de su amiga, la protagonista descubre que al marido de aquella le gusta disfrazarse de mujer. A partir de ahí la relación entre ambos viajará por caminos nada habituales. En realidad, los que le gustan a Ozon. Durante los trabajos previos del proyecto, el director conoció y se entrevistó con muchos travestis. “Existe la falsa idea de que son en su mayoría homosexuales. Nada más lejos de la realidad. El 70% de ellos son heterosexuales, muchos casados y con hijos, a los que les resulta especialmente complicado confesar su identidad. Si hubiera querido hacer una película realista tendría que haber ido por el camino más triste y oscuro de la vida, pero Una nueva amiga es un cuento de hadas, una gran historia de amor, en la que he querido mostrar la alegría y la felicidad de esas personas”. No es un filme dirigido al mundo homosexual, sino todo lo contrario. La intención de Ozon ha sido llegar a cuanta más gente mejor con un filme que mezcla el thriller, la comedia y el amor.

Algo de lo que buscaba el director ya lo ha encontrado. Un travesti de 44 años vio la película y se dirigió a él para decirle: “Gracias a ti voy a poder contárselo a mis padres”. Ozon sabe que ya ha logrado algo: que el travestismo y los prejuicios sexuales empiecen a formar parte del pasado.

El hombre del siglo XXI

Los tiempos cambian y las sociedades también. Si las mujeres todavía tienen objetivos por conquistar en la lucha por la igualdad, según los expertos, los hombres también tienen sus propios retos: adaptarse a esta nueva realidad

FUERZA, decisión, liderazgo. Son características que durante siglos han definido la masculinidad. El hombre se impuso como cabeza de familia, como el encargado de llevar a casa el pan y aquel que ostentaba el poder y la razón en la relación. No obstante, a día de hoy eso está cambiando: la entrada en escena de la mujer en el ámbito de lo público ha trastocado el modelo de masculinidad patriarcal predominante. Todo ello, según los expertos, ha sumido a la sociedad en un estado de transición donde los roles tradicionales han quedado desfasados. ¿Qué se espera entonces del hombre en pleno siglo XXI?

Eduardo Urzelay es sexólogo en el centro Emaize. Al igual que sus compañeros de profesión, él entiende el sexo desde la perspectiva de lo que implica ser hombre y ser mujer. “Es mucho más que el coito”, indica. Para ello, tiene en cuenta tanto las influencias biológicas como las biográficas -vivenciales- y también las culturales. Precisamente en este último ámbito, en el nivel social y educativo, es donde se están dando los cambios.

“Ser hombre y ser mujer ya no se vive de la misma manera que hace unas décadas”, asegura Urzelay. Dicho cambio, explica, guarda una estrecha relación con los procesos sociales, como las reivindicaciones feministas, que se llevan dando activamente desde los siglos XIX y XX. El derecho a las participación política, a unas condiciones laborales más justas y equitativas, etc., lograron que la mujer saliera de lo íntimo -de lo privado- para entrar también en lo público. “Ese cambio en el rol tradicional de la mujer ha hecho que los hombres tengamos que resituarnos”. Pero no de cualquier manera: si históricamente ha primado un modelo de masculinidad único, troncal -el modelo patriarcal-, con esta “recolocación” no ha surgido un solo modelo, sino muchos.

Esto se traduce en la sociedad vasca de diferentes maneras. Por un lado, se está pasando de un modelo patriarcal en el que el hombre solo se encargaba de lo público para poder gestionar también lo íntimo y lo doméstico. “Hay modos de entender la masculinidad que dentro de la familia tienen un rol más cuidador, tanto con los hijos como en el caso de sus mayores”.

Asimismo, Urzelay también indica que están apareciendo hombres más sensitivos y conscientes de sus gustos y sus deseos, dejando de lado ese modelo en el que el hombre tenía que detentar el poder y la iniciativa, de saber el cómo y de qué manera gestionar la intimidad -el deseo- en una relación. “Librarse de las presiones del rendir”, como dice Urzelay. Tras varios años trabajando la terapia sexual, asegura que esto genera todavía muchos problemas y tensiones en la actualidad. “No da más de sí el modelo del fin coital, por lo que hay que pensar en qué es lo que desea cada uno”.

Y todo ello sin olvidar la homosexualidad, cuya socialización progresiva ha aportado otra manera de vivir la masculinidad. “Aunque continúen existiendo estereotipos sociales y culturales, a día de hoy hay que hablar de la masculinidad en plural”.

Pero los cambios siempre provocan incertidumbre. “El no saber dónde estamos y hacia dónde vamos nos produce desasosiego”. Ese es, en opinión de Urzelay, el primer gran reto al que se enfrentan los hombres del siglo XXI. Para ello, alude que cada uno ha de reflexionar, primero, sobre sí mismo, sobre lo que busca y sobre lo que siente; y después, también, establecer un diálogo con las personas con quien se guarde relación. “Es decir, ser conscientes de nosotros mismos y establecer un espacio de tú a tú con tu pareja”. Todo ello, añade, supone un cambio al que hay que ir dando contenido tanto a nivel social y cultural como en el espacio de lo íntimo.

“Somos lo que somos y los hombres somos diferentes a las mujeres”, recalca Urzelay. Después de todo, como apunta, ahí están las influencias biológicas. Aun así, asegura que este es el momento de buscar nuevas formas de relación. “El sexo está pensado para diferenciarnos, pero también para incentivar el encuentro”.

¿SE NACE O SE HACE? Más allá de la Sexología, otra disciplina que también ha estudiado las masculinidades es la Antropología. Esta, por su parte, la comprende como un proceso de creación y de socialización. “La masculinidad no existe siempre, ya que hay culturas donde no la hay”, comenta Carmen Díez, profesora de Antropología Social en la UPV/EHU. Es decir, que se basa en la idea de que la mujer no nace, se hace; y con el hombre más de lo mismo.

En el caso concreto de Euskadi, Díez apunta la gran influencia que tienen las actividades deportivas sobre los hombres como una de las principales características. “Vincular el deporte con la masculinidad es muy típico de aquí”. No solo el fútbol, sino también los herri kirolak y cualquier tipo de ejercicio. Al igual que Urzelay, Díez también ha observado cambios en las masculinidades que conforman la sociedad vasca. Nuevas formas de vivir la paternidad, de valerse por sí mismos en las tareas del hogar, de mostrar las emociones y ese lado “más femenino”. “Hay muchos hombres que quieren vivir su propio camino y por eso critican la masculinidad más hegemónica”.

No obstante, Díez asegura que no todo son avances. “El feminismo introdujo fuertes cambios en los años 80, pero ahora se está retrocediendo”. Se refiere, principalmente, a la división social por sexos. “Tengo nietos pequeños y estoy horrorizada, porque se está volviendo al esto es de niña o esto es de niño”.

En Euskadi, algo similar que se ha mantenido es la separación existente entre hombres y mujeres. “A partir de los 10 u 11 años ellos van por un sitio y ellas por otro”. Como ejemplo, se sigue hablando de “cuadrilla de chicos” y “cuadrilla chicas”. “Hay una socialización muy diferenciada”.

Los desafíos son grandes, pero tanto Urzelay como Díez se muestran optimistas. “El feminismo ha hecho que el hombre se resitúe en una posición de mayor equidad con respecto a la mujer y eso es positivo”, asegura Díez. Aunque opina que los hombres no lo tienen nada fácil, afirma que sí que tienen más opciones que hace cincuenta años de elegir cómo quieren vivir: “A día de hoy hay tantos modelos de masculinidad como hombres hay en el mundo”.

El Ararteko alerta de la homofobia hacia los menores en Euskadi

DÍA CONTRA LA HOMOFOBIA Y LA TRANSFOBIA

El Ararteko ha alertado de la homofobia que sufren algunos menores homosexuales, bisexuales y transexuales en Euskadi por el mero hecho de que sus “comportamientos o identidades se separan y divergen de las normas de género socialmente dominantes”.

GASTEIZ. Con motivo de la celebración este domingo del Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia, la institución del Ararteko ha difundido un comunicado en el que denuncia la existencia de niños y adolescentes “que, en demasiadas ocasiones, se enfrentan por esa razón a la incomprensión y a la hostilidad de sus entornos educativos y sociales”.

La defensoría del pueblo vasco asegura que las familias de estos chicos “demandan sensibilidad y apoyo suficiente para asegurar una vida plena y feliz” para sus hijos, que “tienen igual derecho que el resto a la normalidad en su desarrollo personal y social”.

El Ararteko ha reclamado “la aceptación natural y desde la celebración de la diversidad como riqueza humana y ha subrayado que los jóvenes homosexuales, bisexuales y transexuales tienen “derecho a ser acogidos, acompañados y atendidos por sus familias, por sus entornos educativos, por la sociedad en su conjunto y por las instituciones públicas”.

Conchita Wurst, más diva que nunca en la Ópera de Viena

Nadie se ha tirado de los pelos en Austria. La propuesta cuenta con todas las bendiciones de Dominique Meyer (un alsaciano, hijo de diplomático) que lleva las riendas de la Ópera de Viena desde 2010. El país transalpino ha tirado la casa por la ventana con motivo de la celebración del concurso de Eurovisión, entre el 19 y 23 de mayo, y no les ha dolido echar mano de más de diez millones de euros para el montaje y demás actividades colaterales. Como abrir las puertas de uno de los templos líricos más prestigiosos del mundo -junto con La Scala de Milán- para acoger un espectáculo rompedor bajo el lema de ‘construyendo puentes’. Están convencidos de que los extremos se tocan… Vaya, vaya.

Por de pronto, sepan que mañana Conchita Wurst (el travesti austriaco que ganó Eurovisión el año pasado) compartirá el escenario de la Ópera de Viena con el tenor peruano Juan Diego Flórez, radicado en la capital austriaca y una primerísima figura del bel canto. Son el máximo reclamo de un show -tras descolgarse Plácido Domingo por una bronquitis- que también dará oportunidad de lucimiento a músicos de la Filarmónica de Viena y de la Ópera, así como a otros cantantes líricos y candidatos de varios países que participan en esta edición de Eurovisión. No faltarán entrevistas, chascarrillos y una moderadora experta en temas culturales -licenciada en Filología Alemana y Románica- que sabe tanto de divos y divas, de Verdi y Wagner, como Leo Messi de fútbol. O sea, todo y más. En la Ópera de Viena son gente muy seria.

Han quedado sin desvelar los detalles de la gala para disparar las expectativas (y el morbo), así que obviamente los afortunados que han conseguido una entrada para la matiné -la función empezará a las doce del mediodía- ya estarán salivando de gusto. A mí me pica la curiosidad saber qué tipo de público se ha gastado entre 7 y 60 euros para disfrutar de este evento. Por lo demás, el espectáculo se retransmitirá ‘urbi et orbi’ para satisfacer la curiosidad de millones y millones de espectadores. No costará ni un duro seguir el show en la pequeña pantalla. Eso sí, muy importante: hace falta un televisor ‘inteligente’ de la marca Samsung que permita bajarse la aplicación de la ‘Wiener Staatsoper’ (así se llama la Ópera de Viena en alemán).

“Nada más sexy”

No corren buenos tiempos para la música clásica (y la ópera), así que lo prioritario es hacer caja. Nada que objetar, lo mismo ocurría en la década de los 60 del pasado siglo cuando los agoreros decían que el negocio tenía los días contados. Hasta que se puso las pilas un señor como Karajan, sobre todo después de cambiar de corte de pelo. Fue el primer músico austriaco -mucho antes que Conchita- en percartarse de la importancia de las tijeras y la maquinilla de afeitar como instrumentos de primer orden. Que no perder el compás es imprescindible pero la imagen también influye.

Así pues, nuestro querido Karajan se atusó el tupé y -ojo al detalle- se dejó crecer las mechas de los lados para repeinarlas hacia atrás. Le daba un aire de velocidad muy seductor, sobre todo cuando se ponía de perfil y dirigía con los ojos cerrados. El cineasta francés Henri-Georges Clouzot le tenía cogido el punto, por eso grabó encantado de la vida unos cuantos conciertos con el maestro. “No hay nada más sexy que sus dedos cuando dirige”, recalcaba Clouzot, con la pipa en la comisura de los labios, cada vez que algún músico se quejaba de que se centraba demasiado en la figura del director de orquesta.

A toro pasado, los habrá que digan que los encuadres eran demasiado forzados, que los músicos estaban demasiado pendientes de salir distinguidos y solemnes -como en un desfile militar-, que se respiraba un clima artificioso y rígido en el plató, que hay mucho ‘corta y pega’ para que las secuencias queden vistosas… En resumidas cuentas, que todo era un gran mentira elaborada en un estudio de grabación para gusto del consumidor. Puede ser. ¿Y? ¿Qué hay de malo en eso?

Por cierto, el maestro Karajan también colaboró con profesionales de la imagen de la talla de Hugo Niebel y Ernst Wild. Vean el vídeo de la Sexta de Beethoven -rodado por Niebel en 1967- y ríanse de las psicodelias. Es duro, muy duro. Terminas con los ojos vueltos del revés y dolor de cabeza. Al propio Karajan le pareció excesivo pero no llegó a renegar del resultado. Era un valiente. A lo hecho, pecho. La plaza de la Ópera de Viena lleva su nombre, igual que la calle principal del auditorio de la Philarmonie, sede de la Orquesta Filarmónica de Berlín. Cuando falleció en 1989, el diario ‘Le Monde’ tituló en portada ‘Dios ha muerto’. Ahí queda eso.

¿Qué diría Karajan si levantara la cabeza y descubriera a Conchita y sus amigos/as en la Ópera de Viena? A saber… No tuvo ocasión de trabajar con travestis pero sí tenía amigos homosexuales. En el gremio de la dirección de escena o en el departamento de vestuario y maquillaje siempre han proliferado los profesionales gays. Ni le escandalizaba ni le importaba. Iba a lo suyo: peleaba por ser el número uno (en fama y caché) sin perder el tren de la modernidad. En fin, me gustaría pensar que el show de mañana le haría gracia. Era un tipo muy suelto cuando se trataba de hacer teatro. Se lo pasaba en grande cuando le tocaba dar pautas a los cantantes en el escenario. Tenía talento como actor, máxime cuando la escena pedía estrangular a alguien… Lo bordaba.

Dicho todo esto, Conchita también se merece un momento de gloria en el templo lírico de la capital austriaca que -lo fundamental, seamos sinceros- disparará los beneficios de la Ópera de Viena. Yo pienso verla en televisión sin prejuicios y con los ojos muy abiertos. Aunque, por supuesto, no niego que mi mayor interés será el tenor lírico-ligero Juan Diego Flórez. El pasado miércoles falleció inesperadamente su padre en Lima y, pese a todo, no ha querido cancelar su actuación de mañana. Es un profesional especializado en los gorgoritos belcantitas -siempre tan acrobáticos (y hasta circenses)- que desata pasiones entre los aficionados. Un ídolo en Viena. Igual que Conchita. Cada uno a su manera, claro.

«SexSua», nuevo programa de educación sexual en ETB1

La cadena pública, en colaboración con el Gobierno Vasco, estrenará el próximo jueves «SexSua», un programa semanal dirigido y presentado por Jon Gómez que abordará temas relacionados con la educación sexual «de forma natural, entretenida y didáctica».

JonGomez

Jon Gómez

De la mano de la productora Zirriborro y con Jon Gómez a la cabeza, llegará a la parrilla de ETB1 “SexSua”, un espacio dedicado a la educación sexual que tratará diversos temas de forma amena y educacional. Además del presentador, “SexSua” contará con la colaboración de un médico que despejará las dudas que puedan surgir programa a programa, así como con entrevistas tanto a personajes conocidos y encuestas a pie de calle a personas anónimas.

La primera temporada del programa se empezará a emitir el próximo jueves 21 de mayo a las 23.30 horas, y cada semana Jon Gómez pondrá sobre la mesa un tema relacionado con el sexo y nuestra manera de vivirlo. Durante los dos meses que el programa estará en antena, los espectadores podrán aprender sobre temas tan dispares como el suelo pélvico, las fantasías y la orientación sexual, la influencia de la pornografía en la sociedad, los métodos anticonceptivos, el efecto de las drogas en las relaciones sexuales o incluso la situación de la educación sexual en la enseñanza.

Jon Gómez se encargará al mismo tiempo de dirigir el programa y de presentarlo. El periodista galdakaotarra inició su carrera como presentador con apenas dieciocho años, cuando realizó la presentación oficial del Ibilaldi 2009, y más tarde pasaría por Hamaika Telebista a la cabeza del programa “Gaztero” y por ETB con “Betizu” e “IBIL2D”, donde se convirtió en el presentador más joven de la cadena. Con esta trayectoria a sus espaldas pero suficientemente fresco como para conectar con el público objetivo del programa, Jon Gómez aportará el punto intermedio entre la seriedad y el humor que se necesita para tratar este tipo de temas.

ETB y Zirriborro han contado con la colaboración del Gobierno Vasco para la producción de este espacio: Los departamentos de Educación y Salud patrocinarán el programa.

Jo també sóc puta

Acabo de extasiarme con unas imágenes de Paula Ezkerra iniciando la campaña electoral en el Forat de la Vergonya, es candidata de la CUP por Barcelona. Tan luminosa y guerrera como cuando las calles del Raval nos hermanaron hace quizás diez años. Paula es puta y migrante argentina, activista espléndida y tenaz. Lleva décadas combatiendo la violencia estructural hacia las trabajadoras del sexo, esa misma violencia que nos alcanza a todas las mujeres. Porque la putafobia es la punta del iceberg de la misoginia, queramos aceptarlo o no.

Si todas las mujeres conjurásemos el estigma puta, el patriarcado se desvanecería como un mal sueño al alba. Con la caza de brujas, aquel feminicidio fundacional tan remoto como eficaz, se nos impuso una feminidad apocada y delatora. La puta es mi vecina, no yo. Amortiguaré mi deseo, controlaré mi presencia social. Para no destacar, para que no me señalen. Y cuando vayan a por ellas, a por las putas declaradas, callaré en el mejor de los casos. O prenderé yo misma las antorchas. Divide y vencerás.

Ellas están unidas, en Barcelona a través de la plataforma Prostitutas Indignadas. La imagen de dos putas agarrándose de los pelos por un cliente como quintaesencia de la rivalidad femenina es pura mistificación patriarcal. Por todo ello, en las luchas de las trabajadoras sexuales contra el acoso policial-administrativo al que están siendo condenadas por las atroces ordenanzas cívicas que han proliferado en nuestras ciudades cual plaga bíblica, en su valerosa insumisión al estigma puta, nos la volvemos a jugar todas las mujeres.

Contra lo que muchas proclaman, las luchas de las prostitutas son altamente feministas. Desde siempre. Nell Kimball, la madame de un burdel de Nueva Orleans de principios del siglo XX, dejó constancia de una de ellas, de una de nosotras. «Tuve una puta llamada Gladdy que era partidaria de los derechos de las mujeres. Marchaba en Filadelfia y Nueva York cuando había manifestaciones a favor del voto femenino y se clavaban alfileres en los caballos de los policías y se hablaba sobre ser igual a cualquier hombre. Gladdy era una muy buena puta”

Itziar Ziga
Activista feminista