‘Sexoterapia’ para la discapacidad

'Marc Xander', asistente sexual en Barcelona. ANTONIO MORENO

‘Marc Xander’, asistente sexual en Barcelona. ANTONIO MORENO

Jordi se acostó por primera vez con una chica en silla de ruedas cuando estaba haciendo el último curso de Ciencias Sociales en Barcelona. Necesitaba dinero para pagarse la universidad y recurrió al sexo de pago para ello. Unos amigos le presentaron a una mujer minusválida que buscaba a alguien que le estimulara sexualmente y jugase con su cuerpo.

¿Por qué con una discapacitada? “Estas personas no pueden acceder a una vida sexual satisfactoria y necesitan de este tipo de servicios”, dice Jordi, aunque prefiere que le llamemos Marc Xander. Este es su alias laboral, el personaje que crea cada vez que le suena el teléfono reclamando su cuerpo. Tiene 33 años, mide 1,77, es moreno de ojos marrones y afirma ser asistente sexual desde hace cuatro años. Su voz calmada y tenue le gusta mucho a David, uno de sus clientes invidentes, que paga a Marc 300 euros por una hora de servicio en la que dice que el sexo es lo menos importante. “Me hace sentir deseado y eso me da seguridad y confianza“, comenta David.

Porque el trabajo del asistente es en ocasiones muy terapéutico. “Estas personas tienen una hipersensibilidad increíble. Me piden caricias, masajes, que les duche y haga cosquillas. Necesitan este cariño carnal y yo me siento bien con ellos”, explica Marc. Sus clientes son hombres y mujeres con algún tipo de minusvalía y reconoce que para trabajar con estas personas es fundamental una buena preparación previa. “Antes de quedar con ellos tengo que saber qué tipo de disfuncionalidad tienen y en qué les puedo ayudar. Algunos no quieren sexo, sólo necesitan sentir el cuerpo de otra persona apretando el suyo y que demos forma a sus deseos más íntimos”.

Marc suele tener clientes fijos como un chico sordomudo, otro en silla de ruedas y una mujer ciega. “Me gusta quedar con ellos en los hoteles, pero muchos no disponen de instalaciones adecuadas para minusválidos y entonces voy directamente a sus domicilios”, cuenta. Contactan con él a través de su página web o de alguna asociación, con las que está al pie del cañón levantando la voz por la dignidad y la regularización de este tipo de trabajo sexual.

Porque en España cada vez hay más personas que luchan por los derechos sexuales de las personas discapacitadas. El problema es encontrar un marco legal para ello. En Europa, países como Suiza, Alemania, Holanda o Bélgica consideran la asistencia sexual como un servicio del sistema sanitario. Pero sólo Suiza lo tiene regulado de forma oficial, incluso está subvencionado.

Ese es el objetivo de varias asociaciones que han puesto en marcha en Barcelona sus servicios para poner en contacto a las personas discapacitadas con los asistentes sexuales. Aunque Francesc Granja prefiere llamarles “acompañantes”. Francesc es el presidente de Tandem Team, una asociación que nació hace un año en la ciudad condal para hacer de puente en este encuentro íntimo.

“Empezamos un proyecto para ayudar a las personas con diversidad funcional y vimos que la parte que estaba más desatendida era la sexual. Entonces decidimos hacer entrevistas para ver qué tipo de público teníamos y al principio nos sorprendió que hubiera más personas que querían ofrecerse como acompañante de las que querían solicitar el servicio”, cuenta Francesc. Su asociación trabaja normalmente con 10 asistentes y ya han organizado 180 encuentros sexuales. “No es un trabajo sencillo. Es importante el tema de la higiene, que les vista y atienda a la perfección. Para nosotros eso es más fundamental que el sexo, por eso buscamos sobre todo a gente que venga del mundo de la enfermería o de la asistencia social”.

Cuando Sandra, asturiana de 38 años, era adolescente, estuvo de voluntaria en centros de atención a discapacitados psíquicos. Aunque dice que no lo hace por dinero, esta mujer lleva tres años teniendo varias citas al mes con dos chicos con Síndrome de Down y otro minusválido.

“Puedo decir que el 70% de las veces que quedo con ellos no tenemos ninguna relación sexual plena. Muchos solo quieren ver mi cuerpo desnudo y acariciarlo. Es cierto que me lucro con ello, yo no se lo pido, pero los chicos me dan siempre algo de dinero. Quiero que quede claro que lo hago por una motivación social aunque la gente no se lo crea”, afirma Sandra que insiste en que para hacer este trabajo se necesita una buena preparación.

Por ello, en Barcelona, la Asociación Sex Asistent organiza cursos de formación para asistentes sexuales. En 2012, el colectivo formado por terapeutas y psicólogos fueron los pioneros en España en hablar abiertamente de la necesidad de acceder a una sexualidad satisfactoria de personas con discapacidad. “Entendemos la asistencia sexual como un espacio de empoderamiento para estas personas que, encasilladas como asexuales, pertenecen a un colectivo que tiene los mismos derechos sexuales que cualquiera”, afirma Rafael Reoyo, coordinador de Sex Asistent en España.

El último curso que organizaron, para el que alquilaron un aula en Barcelona, duró ocho horas y acudieron 10 personas. “No solo viene gente que se quiere dedicar a la asistencia sexual. Hemos tenido a sexólogos y chicos que trabajan en centros para discapacitados que quieren conocer mejor este tema. Les hablamos de la ética profesional, de la importancia de entender la realidad humana de estas personas y conocer las diferentes diversidades funcionales que puedan tener”, cuenta Rafael. Su asociación cuenta con el apoyo de la mayoría de los colectivos de discapacitados, que representan a 3,8 millones de personas en España, un 58% mujeres.

Como Carmen, 43 años, que lleva cinco en una silla de ruedas a causa de la esclerosis múltiple que padece. Todas las semanas recibe en su casa de Girona a un asistente personal que le ayuda a comer, vestirse, ir al baño, pero… ¿qué pasa con el sexo?

“Yo no puedo ir a una discoteca y ligar con un chico. He estado seis años sin tener ninguna relación y me sentía muy deprimida”, comenta Carmen que añade que desde que se enteró de esta posibilidad le ha cambiado la vida. “Pago por acostarme con hombres. Sí, y no me avergüenza reconocerlo. Me hace disfrutar muchísimo, no solo en el sexo. También está la afectividad, los abrazos y los mimos. Me siento más positiva y completa. He descubierto sensaciones que pensé que en la vida podría tener”.

500 portadoras del VIH denuncian haber sido esterilizadas a la fuerza en Sudáfrica

El Gobierno niega haber impulsado o financiado una campaña. En el país, un 10% de la población en portador del virus causante del Sida.

JOHANNESBURGO. -Cerca de medio millar de mujeres sudafricanas portadoras del VIH denunciaron haber sidoesterilizadas forzosamente en una encuesta realizada por el Consejo Nacional del Sida sobre el estigma de la enfermedad, según informaron medios locales.

Estos datos, divulgados esta semana en el marco de laconferencia sudafricana sobre Sida celebrada en Durban, han provocado la indignación de los grupos a favor de los derechos de los portadores del virus.

“La cifra confirma que es una práctica generalizada, sistemática”, denunció Sethembiso Mthembu, de la ONG Her Rights Initiative.

“El número da a entender que se trata de la puesta en práctica de algún tipo de política que el Ministerio de Sanidad debe explicar”, agregó, al asegurar que las esterilizaciones cuestan dinero y el Gobierno debió estar al tanto de los gastos.

De las cerca de 7.000 mujeres a quienes se preguntó en la encuesta, 498 aseguraron haber sido esterilizadas forzosamente debido a su condición de portadoras del VIH, explicó el profesor Khangelani Zuma.

Zuma, miembro del Consejo de Investigación de las Ciencias Humanas que llevó a cabo el estudio, se mostró confiado en que las mujeres entendieron la pregunta y los datos son correctos.

Sin embargo, las encuestadas respondieron a los cuestionarios de manera anónima, por lo que no es posible establecer su identidad y llevar ante la justicia a los hospitales que las esterilizaron.

Por su parte, el portavoz del Ministerio de Sanidad, Popo Maja, negó que el Gobierno haya impulsado una política de esterilizaciones forzosas, y calificó esta práctica de “violación de los derechos humanos”.

Según la ley de esterilización sudafricana, es necesario el acuerdo escrito del paciente para cualquier esterilización.

La encuesta no ofrece información sobre el año en el que se realizaron las esterilizaciones, por lo que pudieron producirse antes de que el Gobierno sudafricano universalizara en 2004 el tratamiento para evitar la transmisión del VIH de madres a hijos.

En una iniciativa distinta, activistas por los derechos de los portadores del virus han presentado una demanda contra el Gobierno por la esterilización de 48 mujeres que descubrieron que habían sido sometidas a esta práctica cuando intentaban tener hijos.

Un tercio de estos casos se produjeron después de 2004, según informó el diario Times de Johannesburgo.

Se calcula que más de 5 millones de sudafricanos -en torno al 10% de la población- viven con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), causante del Sida.

Jesús Santos, el eterno amor de Pedro Zerolo

Se conocieron cuando ambos trabajaban en el Colectivo de Gays y Lesbianas de Madrid. Tras casi una década de relación, se casaron en el año 2005

Zerolo y Santos el día de su boda

Zerolo y Santos el día de su boda JOSÉ MARÍA BARROSO/ VICTOR INCHAUSTI

Muy poco se conoce de Jesús Santos, el viudo y gran amor de Pedro Zerolo, exconcejal del Ayuntamiento y diputado electo en la Asamblea de Madrid, quien ha fallecido a los 54 años tras batallar contra el cáncer de páncreas. Según ha confirmado la familia del carismático político del PSOE, Santos, su pareja desde hace 19 años, y esposo desde 2005, ha estado a su lado hasta el momento de su muerte.

La relación de Zerolo y Jesús Santos es una historia de amor y activismo. En una entrevista con ABC en 2014, Pedro Zerolo decía que su matrimonio en 2005 había sido la combinación de esos dos factores. «Llevo ‘casado’ de hecho 18 años y de derecho desde el 1 de octubre de 2005. Jesús y yo nos casamos por activismo y amor, conscientes de que el amor es el mejor de los activismos y de que era necesario construir referentes», dijo en ese momento.

Santos ha sido descrito en muchas ocasiones como un hombre discreto, culto y guapo, que siempre ha estado al lado de Zerolo en campañas, estrenos y presentaciones pero en segundo plano, sin buscar protagonismo o llamar la atención. El socialista conoció a Santos cuando ambos militaban en el Colectivo de Gays y Lesbianas de Madrid (Cogam), del que Zerolo fue dirigente hasta su incorporación al Partido Socialista de Madrid.

Jesús Santos, que pertenece al departamento de Coordinación del Instituto Europeo de Diseño, ha compartido el compromiso político y social de su pareja, algo que él mismo señaló a la prensa después de su matrimonio. «Llevamos mucho tiempo en esta lucha y, de hecho, nos conocimos trabajando en los colectivos», dijo en ese momento según recoge la página web del PSOE.

La pareja contrajo matrimonio en el mes de octubre de 2005, fecha en la que legalmente se comprometieron a estar en lo bueno y en lo malo. Algo que Santos recalcó en una entrevista con ABC: «Por supuesto,siempre ha sido así desde que nos conocimos. No lo entendería de otra manera». Casi siempre se les veía tomados de la mano y con gestos modestos de cariño.

El diseñador señalaba en esa ocasión que no hacía falta renovar votos o una segunda boda para confirmar su amor por Zerolo. «Renovamos los ‘votos’ todos los días. Nos queremos mucho», confesó, para apuntar que más allá de los días de la quimioterapia, la pareja era feliz. «Salvo el día de la quimio, de pruebas o cuando aparece algún efecto secundario, somos muy felices día a día, porque disfrutamos de las pequeñas cosas».

El niño acosado se hace escritor

El escritor francés Édouard Louis, en Madrid

El escritor francés Édouard Louis, en Madrid. / BERNARDO PÉREZ

Durante dos años, Édouard Louis acudió fielmente a la cita con sus acosadores en un pasillo del colegio. No contó las vejaciones ni los golpes hasta muchos años después, cuando decidió escribir un libro sobre su infancia en Hallencourt, un pequeño pueblo del norte de Francia donde no había lugar para la diferencia. Y no lo contó porque Louis batalló contra sí mismo —su amaneramiento, su delicadeza, su orientación sexual— para ser como los demás. Por las mañanas se decía ‘Hoy voy a ser un tío duro’. O, lo que es lo mismo, jugar al fútbol, beber hasta rozar el coma etílico, besar a chicas, faltar a clase, disimular que no le concernían pintadas como “Muerte a losmarikas”. La cima de aquel ejercicio de falseamiento se alcanzó el día que se acercó a otro alumno de su centro, tan sospechoso como él, y le espetó: “Cierra esa bocaza, maricón”.

Louis, que acaba de licenciarse en Sociología en la Escuela Normal Superior de París, nació en 1992 con un nombre que le aplastó tanto como sus ademanes afeminados: Eddy Bellegueule, algo así como Eddy el Guaperas. En 2013 se lo cambió. “No era solo un nombre, era también una historia. Cada vez que que escuchaba Eddy Bellegueule, escuchaba ‘maricón’ y ‘pobre’. Era el nombre de mi infancia y yo odiaba mi infancia. Mi autenticidad es lo que yo construyo. Eddy Bellegueule era algo que los otros habían hecho, no lo que yo era. Cambiar el nombre era una manera de decir lo que quiero ser”, explica durante una entrevista en Madrid.

En Hallencourt fue víctima de la miseria física (frío, a veces hambre) y moral. Muchos allí lo son. El anciano que se dejó morir en su cama entre orines y heces, con los calcetines incrustados en los tobillos. Los niños que juegan a ahorcar gallinas con hilo de pescar. El padre de Édouard era el único con derecho a hablar durante las comidas. La madre le reprochaba que fuese la vergüenza de la familia. Leer estaba mal visto. Todo ello, y crueldades mayores, se relata sin artificios literarios en Para acabar con Eddy Bellegueule(Salamandra), la novela autobiográfica escrita por Édouard Louis traducida del francés por María Teresa Gallego Urrutia. Tres editoriales rechazaron el original antes de que Seuil lanzase una tímida tirada de 2.000 ejemplares y después de una cuarentena que duró 14 meses. El libro fue un mazazo en el país que inventó los derechos humanos. La prensa se dividió a favor y en contra. Sus antiguos vecinos le insultaron. Algunos medios enviaron periodistas a Hallencourt para verificar si la historia narrada era real. Manipularon el entorno. Su madre le atacó. “La llevaron a otra casa y le dieron otras ropas para decir que yo mentía”, revive. Nadie pidió perdón por haberle insultado, escupido, agredido o difamado en la infancia. La obra se convirtió en un superventas: 230.000 ejemplares, traducciones a 20 idiomas, miles de cartas y correos electrónicos de víctimas de la homofobia en otros lugares (también en España). Louis se liberó al huir, aunque paradójicamente vivió su alejamiento del pueblo como un fracaso. “A esa edad vencer habría supuesto ser como los demás”, escribe.

Un día antes de la entrevista había entregado su segundo novela,Historia de la violencia. De nuevo vida real: la de un inmigrante de la Cabilia que Louis utiliza para denunciar la marginación que sufrieron en Francia oleadas de argelinos tras la guerra de la independencia. Literatura política. Vivencias personales al servicio de la historia colectiva contemporánea. Una nueva disección de la violencia. “No me gusta la literatura que es un mero ejercicio de estilo. Tenía razones políticas para escribir mi libro. El mundo de mi infancia estaba ausente de la literatura. Intenté incluir en la literatura lo que la literatura excluye”.

El arzobispo de Madrid da el pésame al marido de Pedro Zerolo

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El arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, Carlos Osoro, y Jesús Santos, marido del político socialista Pedro Zerolo. / EFE

El arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, Carlos Osoro, habló por teléfono el martes con el marido del político socialista Pedro Zerolo, fallecido tras perder su lucha contra el cáncer, para trasladarle su pésame, según declaró ayer el fundador y presidente de Mensajeros de la Paz, el padre Ángel García. Zerolo fue uno de los principales impulsores de la ley del matrimonio homosexual, además de un conocido activista LGBT.

El padre Ángel se encontraba en la capilla ardiente de Zerolo, instalada en el patio de cristales de la Casa de la Villa, cuando recibió una llamada del arzobispo de Madrid que, al enterarse de que estaba allí, le dijo que quería saludar a Jesús Santos, marido del fallecido.

El fundador de Mensajeros de la Paz recuerda que “quería mucho” al político socialista, con quien hablaba “de lo divino y de lo humano” y al que recordará como un hombre “de diálogo y de sonrisa”. “Nos quedamos con su sonrisa, que es lo más importante de la vida”, subrayó. Por ello, la próxima semana le tributarán un homenaje en la iglesia de San Antón para decirle adiós.

Masculinidad en conserva

La lucha por salir de un cuerpo que no se siente como propio, la meta de ser quien uno quiere ser, de eso habla ‘Envasadas’, teatro a medio tiempo en Lavapiés

Zaloa Zamarreño (i), Elena Triviño (c) y Pilar Barrera (d)

Zaloa Zamarreño (i), Elena Triviño (c) y Pilar Barrera (d). / CARLOS ROSILLO

Un bote de cristal transparente preside una mesa cercada por dos sillas. Es la sala de visitas de una cárcel. Podría ser un pepinillo en vinagre. O una salchicha macerada en vino blanco. Pero es un pene. Cómo ha llegado hasta ahí es algo que desmenuza, con excelente manejo del tiempo, Envasadas, una obra de teatro a medio tiempo en El Umbral de Primavera, en el madrileño barrio de Lavapiés.

La pieza, que no supera los 20 minutos y que podrá verse los dos próximos viernes, es un ovillo emocional que se desmadeja tirando de un solo hilo: la transexualidad. Una cuestión hasta no hace mucho oscurecida por prejuicios y reminiscencias irracionales y absurdas de épocas pasadas. Aún hoy quedan rincones a los que esa luz, la del respeto, no llega. Envasadas es otra de las formas de acercarse al tema, de capturarlo, de darle calor y soltarlo, con fuerza, al público. Como una bofetada. En parte, porque es una historia real.

Cartel de 'Envasadas'.

Cartel de ‘Envasadas’.

Su autor, Javier Esteban, un publicista madrileño freelance de varias profesiones que ahora reside en Edimburgo, se preguntó por qué no contarlo: “Todos llevamos dentro, en mayor o menor medida otro ser que nos gustaría ser y que muy pocos nos atrevemos a mostrar”. El padre del novio de una amiga suya había decidido cambiar de vida, y su mujer y su hijo le acompañaron en ese viaje. “Los vecinos no tanto, vamos… que fueron unos capullos”. A Esteban le pareció una historia tan tierna y tan dura que decidió escribirla. “Sin tener que ver demasiado con la que me contaron”.

De sus manos pasó a las de Elena Triviño (Málaga, 1975), que aprovechó un pequeño parón laboral en su trabajo habitual en televisión para dirigir la pieza. “Ha habido mucho feeling, tanto personal como laboral y la comunicación y la sensibilización con el tema son importantísimas. Somos personas, independientemente de nuestra sexualidad”. Algo que acaba aceptando la madre, Pilar Barrera (Madrid, 1951), bajo la luz cenital. Una voz profunda pero dulce que desvela miedos y secretos en apenas dos metros cuadrados: “Es el reencuentro entre dos personas después de años sin verse, pero una madre perdona y acepta lo que sea con tal de estar unida a su hijo o a su hija”.

O a ambos, en este caso. Dos en un cuerpo. Él, fue. Ella, es. Zaloa Zamarreño (San Sebastián, 1974) es Sandra: “Un personaje maravilloso que consigue derribar todas las trabas; y también difícil, no creo que nadie sepa exactamente qué siente alguien que no se reconoce en su cuerpo”. Sandra está en prisión. ¿El motivo? El cierre a un tiempo dilatado en la memoria de ambas, la cicatriz aún tierna del pasado, y la espina dorsal de la obra. No se puede contar más.

El autor, desde Edimburgo

Javier Esteban, autor de 'Envasadas'.

Javier Esteban, autor de ‘Envasadas’.

Javier Esteban estudió publicidad y fue personal laboral del Ministerio de Defensa: Plaza a la que renunció. “Ahora soy decorador freelance, copy freelance, empresario sin mucho éxito, inventor de una sola cosa que no me ha dado un euro pero de la que me siento muy orgulloso, escritor y director de teatro”, ahí acaba la lista, según el autor de Envasadas, también, entre otras, de Despiertos, Efecto dominó, Amor propio, ¡¡Qué rollo!!, y algunos monólogos.

Ahora vive en Edimburgo, “la fría Edimburgo”. Y desde allí, habla de la concentración temática de la historia: transexualidad, maltrato, relaciones familiares… ¿Cuál, de entre todos los mensajes, es más necesario hoy?

“No voy a ser el típico que ante esa pregunta diga que no hay mensajes. ¡Una leche! En serio, yo lucho todos los días de mi vida por quitarme prejuicios e idioteces de la cabeza e intentar respetar al otro. A veces lo consigo, y cuando lo consigo yo soy más feliz y los demás son más felices. A ver, ¿por qué tenemos que amargar la vida de los demás si quieren vivir como les da la gana y no nos hacen daño?”

Dice de la foto que envía desde la capital escocesa que no es la mejor: “Pero no tengo otra en la que salga un poco bien, soy menos fotogénico que un camaleón”.

Uniformes para transexuales en la Universidad de Bangkok

TAILANDIA Dejará que elijan la indumentaria adecuada al género con el que se sienten identificados

  • La Facultad de Bellas Artes regula la vestimenta oficial para ‘ladyboys’ y ‘tomboys’

  • En Tailanda, los transexuales no pueden cambiar su género en el documento de identidad

De izqda a dcha los uniformes para ladyboys y para tomboys

De izqda a dcha: los uniformes para “ladyboys” y para “tomboys”. UNIVERSIDAD DE BANGKOK FACEBOOK

Para aquellas personas nacidas varones pero con mente de mujer, y para aquellos hombres encerrados en cuerpos femeninos. La Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Bangkok ha hecho historia regulando por primera vez un uniforme específico para la comunidad LGBT que permitirá a cada estudiante elegir la indumentaria adecuada al género con el que se siente identificado y no al marcado en su documento de identidad.

En Tailandia, el uniforme está muy extendido en las universidades pero hasta ahora la variedad se limitaba entre la versión masculina y la femenina. La citada facultad ha optado por dar un paso más allá, publicando en Facebook (otra novedosa forma de comunicar sus decisiones) fotografías “del uniforme de los géneros alterativos” yoficializando así la normalidad que implica la presencia del colectivo de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales en sus aulas.

“Nosotros, en la Facultad de Bellas Artes, tenemos una mentalidad abierta en lo que se refiere a la sexualidad, pero vistámonos apropiadamente para seguir las reglas”, se podía leer en el muro de la Facultad en la citada red social. A continuación las fotografías de los nuevos uniformes: los ‘ladyboys’, chicas nacidos chicos, podrán optar por falda negra y camisa blanca o, si se decantan por la segunda versión, por un pantalón más estrecho que el de los estudiantes varones.

En el caso de los ‘tomboys’, chicos nacidos chicas, la opción oscila entre la misma falda y un pantalón de tiro más largo que el de los alumnos varones. Quedan excluidas las minifaldas, los shorts y los vaqueros desgarrados tan usados por los adolescentes tailandeses.

El anuncio oficial ha sido muy bien aceptado por los estudiantes, a juzgar por los comentarios de las redes sociales, y aplaudido por el colectivo LGBT. “Estoy encantada de escuchar que esta universidaddeja a los estudiantes elegir el uniforme que se ajuste a su deseo y a su género“, explicaba Nok Yollada, ex modelo y reina de belleza y actual política, a la par que presidenta de la Asociación de Transexuales Femeninas de Tailandia.

La actriz Poy Treechada, también transexual, también se felicitó por la decisión ya que, a su juicio, el colectivo será aceptado en la sociedad si comienza a ser respetado en las universidades. La decisión viene a sumarse a la instalación, en algunas universidades tailandesas, de baños “del tercer género” para aquellos estudiantes que no se sintieran cómodos en el masculino o el femenino debido a la variedad de su condición sexual.

Para aquellas personas nacidas varones pero con mente de mujer, y para aquellos hombres encerrados en cuerpos femeninos. La Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Bangkok ha hecho historia regulando por primera vez un uniforme específico para la comunidad LGBT que permitirá a cada estudiante elegir la indumentaria adecuada al género con el que se siente identificado y no al marcado en su documento de identidad.

En Tailandia, el uniforme está muy extendido en las universidades pero hasta ahora la variedad se limitaba entre la versión masculina y la femenina. La citada facultad ha optado por dar un paso más allá, publicando en Facebook (otra novedosa forma de comunicar sus decisiones) fotografías “del uniforme de los géneros alterativos” yoficializando así la normalidad que implica la presencia del colectivo de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales en sus aulas.

“Nosotros, en la Facultad de Bellas Artes, tenemos una mentalidad abierta en lo que se refiere a la sexualidad, pero vistámonos apropiadamente para seguir las reglas”, se podía leer en el muro de la Facultad en la citada red social. A continuación las fotografías de los nuevos uniformes: los ‘ladyboys’, chicas nacidos chicos, podrán optar por falda negra y camisa blanca o, si se decantan por la segunda versión, por un pantalón más estrecho que el de los estudiantes varones.

En el caso de los ‘tomboys’, chicos nacidos chicas, la opción oscila entre la misma falda y un pantalón de tiro más largo que el de los alumnos varones. Quedan excluidas las minifaldas, los shorts y los vaqueros desgarrados tan usados por los adolescentes tailandeses.

El anuncio oficial ha sido muy bien aceptado por los estudiantes, a juzgar por los comentarios de las redes sociales, y aplaudido por el colectivo LGBT. “Estoy encantada de escuchar que esta universidaddeja a los estudiantes elegir el uniforme que se ajuste a su deseo y a su género“, explicaba Nok Yollada, ex modelo y reina de belleza y actual política, a la par que presidenta de la Asociación de Transexuales Femeninas de Tailandia.

La actriz Poy Treechada, también transexual, también se felicitó por la decisión ya que, a su juicio, el colectivo será aceptado en la sociedad si comienza a ser respetado en las universidades. La decisión viene a sumarse a la instalación, en algunas universidades tailandesas, de baños “del tercer género” para aquellos estudiantes que no se sintieran cómodos en el masculino o el femenino debido a la variedad de su condición sexual.

Zerolo, “mi niño”

MANUEL SÁNCHEZ

Tuvo un gran afán en su vida: luchar por la igualdad de derechos. Lo hacía a todas horas, en cualquier momento o circunstancia y lo convirtió en su bandera.

“Es muy importante, mi niño, que se nos vea y se nos oiga. Pasito a pasito, un millón de gracias”, decía cuando conseguía  que los medios publicaran noticias sobre el movimiento LGTB

“Es muy importante, mi niño, que se nos vea y se nos oiga. Pasito a pasito, un millón de gracias”, decía cuando conseguía que los medios publicaran noticias sobre el movimiento LGTB

MADRID.- Pedro Zerolo (Caracas, 1960) siempre tuvo un afán en su vida: luchar por la igualdad de derechos. Lo hacía a todas horas, en cualquier momento o circunstancia. Su lucha era una bandera permanente que no dejaba esquinada ni un segundo.

Primero lo hizo desde la Federación de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (LGTB), donde estuvo casi diez años como presidente. En aquellos años buscaba la visualización del movimiento LGTB, que aún era muy marginal. Llamaba constantemente a los medios de comunicación para posicionarse ante cualquier asunto o para informar de cualquier acto, y se mostraba sumamente agradecido aunque sólo se publicara media columna. “Es muy importante, mi niño, que se nos vea y se nos oiga. Pasito a pasito, un millón de gracias”, me dijo más de una vez.

Su insistencia y su perseverancia dieron sus frutos, y el movimiento del LGTB fue ganando consistencia y peso social y político, al igual que la fiesta del “Orgullo gay”, a la que acudió durante 25 años, aunque le dolió en el alma faltar a la última celebración porque la enfermedad ya no se lo permitía.

En 2003 pasó del activismo social a la política como concejal en la lista que encabezaba Trinidad Jiménez. Era un convencido de que las cosas se cambian desde la política, y que había muchas cosas que cambiar. Enseguida se hizo notar en las filas del PSOE. Tenía un discurso político muy bien articulado, unas ideas muy claras y una capacidad de trabajo inmensa, lo que no suele abundar en los partidos.

De hecho, José Luis Rodríguez Zapatero no dudó en incorporarlo a su Ejecutiva y situarlo en el área de Movimientos Sociales. Zerolo dinamizaba a la sociedad civil como nadie, tenía reuniones todos los días y a todas horas, y creo numerosos grupos sectoriales afines al PSOE de lo más variado.

La aprobación del matrimonio homosexual fue para él un hito sin precedentes por el que había luchado toda su vida. Se casó, y no paró de casar en su condición de concejal. Cada boda se la preparaba como si fuera la última que iba a celebrar, y no dejaba de emocionarse por poder hacerlo, casi más que los contrayentes.
También tenía sus ambiciones políticas, y cuando Trinidad Jiménez anunció que no iba a repetir como candidata a la Alcaldía en 2007, se postuló tímidamente: “Ven, mi niño, yo quiero presentarme para ser alcalde de Madrid. De ZP a PZ. ¿Cómo lo ves?”.

Como yo lo viera importaba poco, pero quien no lo veía de ninguna forma era el entonces secretario de Organización, José Blanco, y tuvo que conformarse con volver a ir de concejal otros cuatro años, lo que tampoco le disgustaba. Siguió trabajando incansablemente tanto en el ayuntamiento, como con sus movimientos sociales y en todo lo que le pidiera el partido. Si había un acto al que nadie quería ir, siempre se podía contar con Zerolo para que el PSOE tuviera presencia.

Tras repetir en 2011 de nuevo como edil por Madrid, le llegó a enamorar la vida municipal, dio su última batalla contra Ángel Gabilondo tras la expulsión de Tomás Gómez como secretario general del PSM. La perdió, pero no tuvo el más mínimo problema en incorporarse a la lista de su contrincante, que este lunes le fue a recoger su acta de diputado.

En enero de 2014 conmocionó a toda la sociedad con el anuncio de que tenía un cáncer de páncreas. Se rapó el pelo, adelgazó hasta hacerse invisible, pero ni perdió la sonrisa, ni las ganas de trabajar, y no se escondió de nada ni de nadie. “Estoy bien, mi niño, sólo cuando recibo el tratamiento tengo dos o tres días que no puedo moverme de la cama. Pero voy a luchar hasta el final”. Y así lo hizo, como toda su vida.

Muere Zerolo, activista por la igualdad de los gais

El dirigente del PSOE fue un símbolo de la lucha contra la discriminación de la comunidad homosexual

BILBAO – Pedro Zerolo, miembro de la Ejecutiva del PSOE y conocido militante por los derechos de la comunidad homosexual, falleció en la noche del lunes en su domicilio de Madrid a los 54 años, después de luchar 18 meses contra un cáncer de páncreas. Zerolo, quien fue reelegido en julio del año pasado secretario de Movimientos Sociales del PSOE, fue la figura más determinante en la puesta en marcha de la Ley del matrimonio homosexual que impulsó el Partido Socialista en 2004 y que fue aprobada un año más tarde. Pese a su enfermedad, siempre mostró su intención de compaginar el tratamiento médico con su trabajo en el PSOE y en el Ayuntamiento de Madrid, convirtiéndose el pasado febrero en el número tres de la lista de la candidatura de Ángel Gabilondo.

La última aparición pública de Pedro Zerolo se produjo en la sede del partido de Ferraz el pasado 24 de mayo, después de las elecciones autonómicas, donde incluso respondió a la prensa a pesar de encontrarse ya muy débil. Al hacerse pública la noticia de su fallecimiento, representantes políticos de distintos partidos, entre ellos Pedro Sánchez y Mariano Rajoy, mostraron en las redes sociales mensajes de condolencias a su familia y de admiración al socialista. – DEIA

Un arcoíris cubre Chueca para despedir a Pedro Zerolo

Una alfombra de arcoíris ha cubierto esta tarde las calles de Chueca, el barrio gay de Madrid, para despedir y rendir homenaje a Pedro Zerolo, el político socialista y activista por los derechos de los homosexuales y la igualdad.

Un arcoíris cubre Chueca para despedir a Pedro Zerolo

MADRID. Decenas de personas han llorado y ovacionado durante minutos a Zerolo y han cubierto la céntrica plaza de Chueca de velas, fotos y banderas con lazos negros, en una vigilia convocada por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (Felgtb) y Cogam, que se prolongará hasta la 1 de la madrugada.

“Pedro eterno”, “Gracias por tu lucha”, “Gracias por tanto, el día de mañana seremos más felices gracias a ti” y “Gracias por darnos ilusiones”, son algunos de los mensajes que los asistentes a este homenaje han escrito sobre el enorme arcoíris que cubría el suelo, que parecía desafiar al cielo ensombrecido por la amenaza de lluvia.

Un portavoz de la Felgbt, Jesús Generelo, ha explicado a Efe que han tratado de crear un espacio donde la gente exprese sus sentimientos hacia Zerolo. “Todos tenemos mucho que agradecerte. Estamos muy tristes, a pesar de que lo esperábamos”, ha apuntado.

Entre los congregados en esta plaza -centro neurálgico del barrio- se encontraba la activista transexual y diputada de la Asamblea de Madrid por el PSOE Carla Antonelli, visiblemente afectada por la pérdida del político.

“Estamos muy impactados, ya sabíamos que la situación era muy delicada, pero esperábamos que nos durase un poquito más”, ha indicado a Efe el presidente de Cogam, Jesús Grande.

Además, ha señalado que el Colectivo de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales de Madrid va a crear este año un premio con el nombre de Pedro Zerolo para galardonar a todos los activistas que luchan día a día a favor del colectivo LGTB.

Mientras, políticos de todos los partidos se han acercado esta tarde a la capilla ardiente, instalada en la Casa de la Villa de Madrid, donde Zerolo comenzó en 2003 su andadura municipal y donde se ubicaba la sede del consistorio hasta su traslado al Palacio de Cibeles.

En la capilla ardiente, se encuentran el marido del activista socialista, Jesús Santos; sus hermanos Conchi, Cristina y Heladio; su suegra, Teresa, y su cuñada, Maite, además de varios sobrinos, amigos y colaboradores, en torno al féretro sobre el que ha sido colocada una rosa roja.