El Gobierno chino responde por la demanda contra unos libros que “demonizan” a los homosexuales

Hasta 2001, los homosexuales en China estaban considerados enfermos mentales por ley

La estudiante universitaria lesbiana china Chen Qiuyan (d), también conocida como Qiu Bai, sus partidarios de la comunidad LGBT

La estudiante universitaria lesbiana china Chen Qiuyan (d), también conocida como Qiu Bai, sus partidarios de la comunidad LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales), activistas de derechos, sostienen una pancarta que dice ‘El material de educación debe estar correcto, los homosexuales deben ser vistos’ (EFE)

PEKÍN.  El Ministerio de Educación chino acudió hoy ante la justicia por la demanda presentada por una universitaria contra varios libros del sistema educativo que, en su opinión, “demonizan” a los homosexuales y las lesbianas al considerar que los gais sufren un trastorno mental.

“La acusación no es el fin, el objetivo es resolver el problema, que el Ministerio de Educación haga algo para borrar los contenidos que demonizan a los homosexuales”, dijo a Efe Qiu Bai, el pseudónimo escogido por la joven lesbiana de 21 años que interpuso la demanda.

Representantes de distintos grupos y asociaciones a las puertas del Tribunal Intermedio de Pekín donde se celebró la vista dijeron que se trata de un caso “histórico” para el colectivo chino de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales (LGBT), que sufre una gran discriminación en el país.

Qiu decidió demandar al Ministerio después de buscar información sobre lo que le estaba pasando al percatarse de que se sentía atraída por una amiga de clase.

Tras leer libros de su universidad sobre psicología y medicina en los que se aseguraba que la homosexualidad es “un desorden mental” y decidió acudir al psicólogo y con el tiempo se dio cuenta de que no estaba enferma.

“Me enfadé mucho”, recordó hoy a Efe la universitaria poco antes de entrar al tribunal.

En la vista, el juez pidió a ambas partes que explicaran su posición antes de continuar con el proceso, según Qiu, que se mostró esperanzada en conseguir un cambio aunque también expresó su decepción porque los representantes ministeriales no detallaron sobre quién “recae la responsabilidad” de los libros utilizados en el educativo.

Hasta 2001, los homosexuales en China estaban considerados enfermos mentales por ley y, aunque se han dado pasos desde entonces, el amor entre parejas del mismo sexo sigue estando estigmatizado.

Juicio contra los libros de texto homófobos en China

Una estudiante lesbiana demanda al Ministerio de Educación tras encontrar libros universitarios que describen la homosexualidad como una “patología”

La mujer que ha llevado el caso de la discriminación homosexual a los tribunales en China

La mujer que ha llevado el caso de la discriminación homosexual a los tribunales en China. / GREG BAKER (AFP)

El juicio que ha comenzado este martes en el Tribunal Intermedio Número 1 de Pekín representa, ya de por sí, una victoria para la comunidad homosexual china. Los jueces de esta corte tendrán que decidir sobre la demanda que ha interpuesto una estudiante lesbiana de 21 años, identificada como Qiu Bai, contra el Ministerio de Educación. Los libros de psicología y psiquiatría que ha encontrado en su universidad califican la homosexualidad como una “desviación”, algo que, según alega, contradice las leyes chinas.

Hace dos años, Qiu, que entonces se sentía confusa sobre su identidad sexual y que dudaba de la información que podía recibir a través de internet, acudió a la biblioteca de su universidad, la Sun Yat-Sen en Cantón (sureste de China) en busca de información con base científica sobre la homosexualidad. Lo que leyó le dejó horrorizada.

Los libros de texto que encontró definían la homosexualidad como una “patología” o un “desorden” similar a la pedofilia o la zoofilia. Algunos aseguraban que podía curarse a través de tratamientos adecuados, como terapia de choque.

Traumatizada, pidió ayuda a una psicóloga. Con el tiempo, comprendió que no se trataba de una enfermedad. Decidió inicialmente protestar ante las autoridades locales y la comisión estatal encargada de la publicación de libros, pero no obtuvo respuesta. En agosto, presentó su demanda ante el tribunal, que aceptó ver el caso.

En la vista, el juez pidió a ambas partes que explicaran sus posiciones, y ahora deberá determinar si sigue adelante con el caso o no.

Homosexualidad como “desviación”

La ley china incluía la homosexualidad entre las enfermedades mentales hasta 2001, año en que abolió esta descripción. De 90 libros publicados después de ese año y que mencionaban la homosexualidad, examinados por una ONG cantonesa que asesoró a Qiu Bai , aproximadamente el 40% la describían como una “desviación”. El 50 de esos contenidos consideraban necesario que la persona homosexual cambiara su orientación.

“Necesitamos aún muchas Qiu Bai”, afirma la organización LGBT Center en un comunicado. “Tú puedes intentar convencer a tus padres y tus familiares de que no tienes ninguna enfermedad, pero ellos van y encuentran estos libros de texto. ¿De quién se van a fiar más, de ti o del Ministerio de Educación?”, se lamentan.

Por su parte, el abogado de la estudiante ha afirmado, según el comunicado, que el juicio comenzado hoy “es como una locomotora que impulsa la concienciación social y promueve los cambios. Es un camino largo. Algunos han elegido ser las locomotoras que avanzan entre los obstáculos. Esté la gente a favor o en contra, da igual: el tren ya está en marcha y avanzamos con él”.

En las últimas dos décadas la comunidad LGBT ha ido adquiriendorelativamente más aceptación en la sociedad del país más poblado del mundo, aunque aún le queda un largo camino por recorrer.

En una sociedad donde estar casado es el estado civil ideal y tener hijos es una obligación cultural -y económica, dado el deficiente sistema de pensiones- hacia los ancestros, muchos jóvenes homosexuales se ven presionados por sus familias para contraer matrimonios heterosexuales y ocultar su verdadera orientación. Otras familias tratan de buscar “curación” para sus hijos en clínicas que, prometiendo infalibilidad, someten a sus pacientes a tratamientos extremos que pueden incluir los electrochoques.

Un tribunal chino prohibió el año pasado estas prácticas, después de que un activista homosexual bajo el seudónimo de “Xiao Zhen” presentara una denuncia contra estas clínicas. El caso se mencionó la semana pasada en una sesión del Comité de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra dedicada a revisar el estado de las libertades en China.

Una de las activistas chinas proderechos de los homosexuales más conocidas, Li Maizi -detenida durante un mes a principios de este año, junto a otras cuatro feministas cuando preparaba un acto para llamar la atención sobre las actitudes machistas en el transporte público- celebró este verano una ceremonia de boda con su novia, Teresa Xiu, para reclamar la aprobación del matrimonio homosexual en China.

En septiembre, el director de documentales Fan Popo presentó una demanda contra el organismo oficial encargado de la censura en el sector literario y audiovisual, después de que se bloqueara el acceso por internet dentro del país a uno de sus trabajos, “Mama Rainbow”, en el que se describían las relaciones entre madres chinas y sus hijos homosexuales.

Un párroco impide a un homosexual ser padrino del bautismo de su sobrina

Alejandro Rodríguez, con su sobrina recién nacida

Alejandro Rodríguez, con su sobrina recién nacida. EL MUNDO

El párroco de la iglesia de San Eutropio de Paradas, en Sevilla, le ha negado a un joven la posibilidad de ser padrino de bautismo de su sobrina por su condición de homosexual y, sobre todo, por convivir con una persona de su mismo sexo. El afectado se siente “enfadado y desilusionado” por una decisión que, según el Arzobispado, puede ser recurrida.

“No me esperaba eso”, ha asegurado a EL MUNDO de Andalucía Alejandro Rodríguez, un camarero de 30 años que lleva toda su vida vinculado a la Iglesia. Miembro activo de Cáritas, perteneció también a la junta directiva de un grupo de fieles (del que se ha apartado un poco tras mudarse a la vecina localidad de Utrera, donde tiene pareja y trabajo); por eso, tenía “buena relación” con el cura.

Hace unos días, el joven le escribió para comentarle que su hermana quería bautizar a su hija y que él fuese el padrino. El párroco, primero, le recordó que no estaba confirmado. “El año pasado me apunté a catequesis, pero como era los viernes y trabajo en hostelería, no podía ir, así que hablé con ellos para ver si podían darme una solución, porque yo quería formarme como cristiano”, ha contado Alejandro, que después de mucho insistir, se cansó.

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“Me veía todos los días por la Iglesia y no me decía nada”, ha añadido Rodríguez, que, en todo caso, le respondió al sacerdote que todavía no era obligatorio estar confirmado para poder ser padrino; la norma entra en vigor el 1 de septiembre de 2016. Entonces, el cura le dijo que, de todas formas, quería hablar con él. El pasado lunes, el joven se acercó a la parroquia, sin imaginar la situación con la que iba a encontrarse.

“Sé que no te va a gustar o quizás no llegues a entenderlo, pero no podrás ser padrino de la niña por tu orientación sexual”, dice el sevillano que le dijo el párroco, para el que suponía un problema, sobre todo, que viviera en pareja. “Me dio a entender que los gays que estén ocultos sí pueden ser padrinos”, ha apuntado Alejandro, que se puso “muy nervioso”. “Me temblaban las piernas”, ha asegurado el paradeño, para quien con esta actitud el sacerdote está “desvalorizando” a los homosexuales.

“Habíamos tenido ciertas diferencias, por el tema de la hermandad, pero nos sobrellevábamos, y nunca había habido rencor”, ha señalado, asegurando estar “desencantado”. “Yo lo consideraba mi amigo, alguien con quien he compartido ratos de cerveza, de tapas y de charla. Por el aprecio que le tenía, nunca me esperaba algo así”, ha apuntado el joven, que quiere seguir creyendo en la Iglesia, pero no cree en un sacerdote al que considera “homófobo”. “Quisiera que se fuera del pueblo”.

“Yo solo digo lo que dice la Iglesia. Soy un mandado“, ha declarado a este diario el párroco de San Eutropio, Francisco Javier Aranda, declinando hacer más comentarios sobre este asunto y remitiendo al Arzobispado. Fuentes de esta instancia han apuntado que en estos casos el primer dictamen corresponde al párroco, que determina si la persona en cuestión reúne los requisitos necesarios para tener un papel determinado, aquí el de padrino; básicamente son que tenga una vida religiosa coherente con la responsabilidad que asume en el sacramento. La decisión del cura “en principio es la válida”, aunque “puede recurrirse”.

Uno de los actores de la serie ‘Modern Family’ desvela que es gay

El intérprete, en el estreno de una restauración de Cabaret en el 40º aniversario del estreno del clásico CORDON

El intérprete, en el estreno de una restauración de Cabaret en el 40º aniversario del estreno del clásico CORDON

Sonrisa de medio lado, actitud segura, cazadora de cuero…, si recuerdan a Reid Ewing (27) es por su papel como pesadilla de todos los suegros y amor platónico de todas las quinceañeras en la serie Modern Family. En especial de Haley, a cuyo novio interpreta.

Manteniendo la actitud firme de su alter ego en la pequeña pantalla, Ewing ‘ha salido del armario’ (aunque, como el mismo ha señalado, nunca se considerara que hubiese estado ‘dentro’). Lo ha hecho a través de Twitter. Más concretamente, describiendo como uno de los participantes en un reportaje sobre el trastorno dismórfico corporal (que él mismo sufre), está “de toma pan y moja”.

Adicto a la cirugía estética

Es su segunda gran revelación de la semana. En un artículo en el blog Healthy Living del Huffington Post confesaba que se había convertido en un auténtico adicto a la cirugía estética a los 19 años. Cada procedimiento quirúrgico, según relataba, producía un nuevo problema que tenía que resolver con otro procedimiento quirúrgico, creando un círculo vicioso.

Se abrió en cuanto a sus inseguridades físicas para tratar de poner el foco sobre el trastorno dismórfico corporal, enfermedad que provoca que los que lo sufren vean en el espejo una imagen grotesca y distorsionada de si mismos, llegando a conseguir que, en los casos más extremos, dejen de acudir al instituto o al colegio, que no salgan de casa y que contemplen la posibilidad de suicidarse.

“Ninguno de los doctores me sugirieron que consultara a un psicólogo por lo que era, claramente, un problema psicológico, ni me advirtieron sobre los riesgos potenciales de adicción”, escribió.

Good Morning America emitió poco después un reportaje sobre el trastorno dismórfico corporal en el que aparecía el joven que Ewing consideraba que está “de toma pan y moja”. Wing acabó añadiendo otro tuit, sorprendido de que su sexualidad tuviera más revuelo que su adicción a la cirugía estética.

No es el único

Reid Ewing se une a Jesse Tyler Ferguson entre los miembros del reparto deModern Family que han declarado públicamente su homosexualidad. Tyler, que interpreta a Mitchell Vicent Pritchett (Mitch), marido de Cameron Tucker, se casó con su novio, el abogado Justin Mikita, en 2013 en una ceremonia en Nueva York que contó con más de 200 invitados.

Las bodas entre personas del mismo sexo son las únicas que crecen en Euskadi

El 83% de los 2.106 enlaces que se celebraron durante el segundo trimestre del año fueron civiles

Una pareja se intercambia los anillos

Una pareja se intercambia los anillos. / AFP

Durante el primer trimestre del año 2.106 parejas pasaron por la vicaría en Euskadi. Esta cifra supone una disminución del 3,5% y 76 parejas menos con respecto al mismo período del año pasado. Sin embargo, los enlaces entre personas del mismo sexo aumentaron de forma considerable: han pasado de ser 32 a 41.

Como es lógico, durante el segundo trimestre del año se registró una crecida en el número de enlaces, especialmente durante mayo y junio. Los meses de invierno son los que menos problemas presentan a la hora de reservar una fecha.

Aunque en Bizkaia el aumento de las bodas no haya sido más que del 0,4%, es la provincia en la que más matrimonios se han contraído: 1.057. Según los datos del Eustat, Gipuzkoa sufrió un notable descenso (del 8,2%), y se oficiaron 687 bodas frente a las 310 de Álava, que también bajó en un 4,9%. Por otro lado, 52 parejas fijaron su residencia fuera de Euskadi.

Durante la primavera, el 83% de los novios se decantó por las bodas civiles. En el primer trimestre del año, en cambio, 92 de cada 100 enlaces se hicieron fuera de cualquier rito religioso.

En total contrajeron matrimonio 2.034 hombres y 2.051 mujeres residentes en Euskadi. Para el 88,2% de los esposos fue su primer matrimonio, mientras que 11 viudos y 230 divorciados volvieron a pasar por el altar. En el caso de las mujeres, 1.807 no habían pasado aún por la vicaría (una proporción casi idéntica a la de los varones). Además, se vistieron de blanco 4 viudas y 240 divorciadas.

Con el paso de los años es evidente que la edad de los cónyuges ha aumentado de forma notable. Nueve de cada diez esposos y ocho de cada diez novias habían cumplido ya los 30 años. Estas proporciones superan las que se consiguieron el año pasado en el mismo período de tiempo (88,7% y 76,4%, respectivamente). Así, se mantiene, un trimestre más, la tendencia al retraso en la edad de contraer matrimonio.

De abril a junio el 5,8% de los recién casados y el 8,6% de las mujeres que pasaron por el altar tenían nacionalidad extranjera.

Un estudio señala que todas las mujeres son bisexuales o lesbianas

«Si una mujer me dice que es ‘hetero’, no voy a desacreditarla, aunque estoy seguro de que no lo es», asegura el autor de la investigación

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Un estudio realizado en la Universidad de Essex ha llegado a una conclusión cuando menos sorprendente y que seguro que tiene defensores y detractores. Todas las féminas son lesbianas o bisexuales, pero nunca heteros, asegura el doctor Gerulf Riger. Junto a su equipo monitoreó a 345 mujeres mientras veían videos de hombres y mujeres desnudos. Se observó qué es lo que les gustó y excitó.

Se midieron sensaciones como la dilatación de sus pupilas o su excitación genital. Como cabía esperar, las mujeres que admitieron ser lesbianas mostraron fuertes respuestas físicas con los vídeos de dos mujeres practicando sexo y ninguna reacción cuando intervenía un hombre en la escena. Pero lo realmente singular es que aquellas que se identificaron como heterosexuales mostraron la misma excitación sexual al ver imágenes protagonizadas por mujeres que en las que aparecían varones.

Todo esto ha llevado a los autores del estudio a mantener que cuando se trata de una respuesta física ante el sexo, las mujeres son o lesbianas o bisexuales.

«¿Y qué si las mujeres ‘hetero’ no tienen ningún interés emocional con las personas del sexo opuesto? Es algo totalmente normal. Lo que ocurre es que las mentes de una gran cantidad de mujeres están desconectadas de lo que ocurre en la parte inferior de su cuerpo», asegura Rieger, quien, seguro de las conclusiones del estudio que dirige, comenta que «si una mujer me dice que es ‘hetero’ no voy a desacreditarla, aunque estoy seguro de que no lo es».

La conclusión está corroborada, además, por anteriores estudios y encuestas, pero en este hay una diferencia clave: se pidió a las participantes que identificasen previamente su sexualidad, así como si alguna vez habían sentido atraídos por una persona de su mismo sexo o habían experimentado alguna actividad sexual con algún par. Según los datos recogidos, las mujeres se mostraron tres veces más abiertas a la posibilidades de cambiar su etiqueta sexual en algún momento de la vida que los hombres y además fueron más propensas a definirse como bisexuales que ellos.

CINE Una abuela lesbiana te explica el feminismo

Lily Tomlin protagoniza la nueva película de Paul Wetiz, una road movie donde una abuela lesbiana (y fumeta) emprende un viaje transformador en compañía de su nieta

Lily Tomlin y su nieta en la ficción, Julia Garner

Lily Tomlin y su nieta en la ficción, Julia Garner

En 1999, Jason Biggs se masturbó con una tarta de manzana. Aquella escena se convirtió en un referente generacional con el que se identificaban todos los adolescentes ansiosos por perder la virginidad. La película de Paul Weitz no está entre las tres comedias juveniles más taquilleras de la historia, pero sí es una de las más influyentes: recupera el tono canalla de títulos ochenteros, utiliza Internet como mofa y vehículo indispensable hacia el onanismo -adiós cintas VHS, hola webcam- y todo bajo el ritmo soleado y fiestero de Blink-182. American Pie marcó una época. Pero no ha envejecido bien.

Hoy American Pie nos parece machista. Ya no hace tanta gracia. Las chicas de la película se mantienen siempre fuera de la historia, lo importante es que ellos culminen su pacto sexual. Ellas están marginadas o si no, glorificadas. Pero lejos. Esta misma línea la siguieron casi todos los títulos del Hollywood clásico, citando a Pastora Campos “el hombre actúa, controla los sentimientos, hace que las cosas ocurran; la mujer es un elemento pasivo, decorativo. Por eso el espectador elije siempre el héroe como objeto de identificación y la heroína como objeto de goce”.Casablanca, por ejemplo, es una película que sigue a rajatabla estos dogmas, pero la perdonamos porque era otra época y a nosotros nos concierne la lucha por la igualdad que se libra en la actualidad, no la de hace 60 años.

Pero American Pie nos pilla más cerca, y los adolescentes que se sintieron tan identificados en su día con las aventuras de Stifler y sus colegas hoy podrían estar cayendo en esas fórmulas postmachistas que Barbijaputa critica todos los días en artículos como  éste. Por eso es tan importante que precisamente sea Paul Weitz el director que esté detrás de Grandma, un filme muy inteligente, muy gracioso, muy sentimental y también muy feminista.

Resucitar a la actriz fetiche de Robert Altman

Según ha contado el propio Weitz en alguna entrevista, hacía años que tenía la historia de esta road movie en la que una abuela lesbiana en plena crisis sentimental decide ayudar a su nieta a conseguir el dinero necesario para que ésta aborte. Un día, el director se encontró con Lily Tomlin y de paso con la protagonista perfecta para su película, escribió el guión rápido, decidido tras una inspiración rabiosa y se lo dio a Lily como una especie de ofrenda: “He escrito esto para ti”, le dijo a la actriz.

Lo siguiente fue un rodaje de 19 días en Los Angeles con un presupuesto muy recortado y una generosa protagonista que llevaba su propia ropa y que además conducía su propio coche, un Dodge Royal Lancer de 1955. En cierta forma la película es un choque entre tres generaciones, Tomlin interpreta a la abuela liberal y un poco excéntrica, Marcia Gay Harden es la ocupadísima hija y madre soltera con éxito pero sin tiempo y por último está la nieta, una Julia Garner que funciona como nexo, una adolescente encantadora y tímida con un gran problema. Y todas están muy bien, pero lo de Lily es de otro mundo.

El espectador sólo querrá verla a ella, escucharla a ella, Elle, que así se llama su personaje, devora la película. Es su primer protagonista en 27 años y lo exprime. Esta actriz que comenzó a hacer comedia en clubs nocturnos durante los 60 tuvo su propio show en televisión antes incluso de que existiera Saturday Night Live.  Su humor era retorcido (en el mejor sentido) y crítico y por supuesto se metía mucho con los hombres: “Creo que el hombre empezó a caminar sobre dos piernas para dejar sus manos libres y poder masturbarse”, este es uno de sus chistes.

Robert Altman la convirtió en su actriz fetiche y con su primera colaboración,Nashville, fue nominada al Oscar. Repitieron en El juego de Hollywood, Vidas cruzadas y El último show. Nunca ocultó su homosexualidad pero tampoco hizo lo contrario, sencillamente nunca la preguntaron. Y así entre la escritura de algún guion como el de La increíble mujer menguante de Joel Schumacher y papeles casi siempre de cierta irreverencia, Lily Tomlin, a sus 76 años, ha conseguido un personaje pensado sólo para ella. Elle tiene mucho de Lily, es una fuerza de la naturaleza, divertida, nostálgica y cabreada. Puede que aquí esté su segunda nominación al Oscar.

El feminismo que viene del hombre

Grandma tiene muy marcado el estigma del cine indie, los reflejos de luz que atraviesan la cámara, una banda sonora tenue y envenenada de sentimentalismo y un argumento previsible con una redención final heredada de las películas de Frank Capra. Pero da igual, porque los diálogos son brillantes, porque el ritmo del filme es el adecuado y Wetiz utiliza con elegancia a unos secundarios que aparecen y desaparecen para desvelar los secretos del personaje principal. Elle está tan bien construida que probablemente represente a la abuela que toda y todo feminista quisiera tener.

Volviendo al ensayo El cine feminista y el cine de temática feminista de Pastora Campos, las mujeres sentirán placer “al identificarse con un personaje femenino fuerte e independiente, que es capaz de controlar el progreso de la narración y los acontecimientos de la ficción para llegar a una solución en la que se erija como “vencedora”, y cuya condición de mujer haya sido el elemento fundamental de su victoria”. Esta es la clave de Grandma, donde se tocan temas como la liberación sexual de la mujer, el aborto, el éxito, sus responsabilidades sociales y su lugar fuera de los antiguos estereotipos familiares.

Es todo un éxito que sea Weitz, el director de Amercian Pie, el que esté detrás de esta historia de mujeres donde dos hombres también tienen un papel, ojo, aunque uno sea un idiota y otro simplemente esté herido. Sin embargo, algo falla, algo casi imperceptible que nos hace reflexionar si todavía es demasiado pronto para que sea un hombre el que se meta en la psique de una mujer. ¿Es necesario que las tres protagonistas sean mujeres con un desorden sentimental tan extremo? ¿Existen mujeres tan extravagantes? Un par de sospechas mínimas si tenemos en cuenta que el gran triunfo de Weitz ha sido resucitar a la nueva abanderada del feminismo, Lily Tomlin.

Lugatibe denuncia una agresión homófoba en Iruñea

El colectivo Lugatibe ha denunciado que uno de sus miembros sufrió una agresión homófoba el pasado sábado en la calle Calderería de Iruñea por besarse en público. Han presentado una denuncia en la Policía Foral y reivindican el espacio público.

Una pareja sufrió una agresión homófoba el pasado sábado en Iruñea por besarse en público, según informa Ahotsa.info. El colectivo Lugatibe (Nafarroako Gazte Asanblada Transmarikabibollera) ha denunciado que uno de sus miembros y su pareja fueron insultados y amenazados por besarse en público en la calle Calderería de Alde Zaharra.

«Nuestra reacción fue una besada pública improvisada entre las personas del colectivo que ahí nos encontrábamos, como una manera de afirmar que no vamos a agachar la cabeza, ni a escondernos, ni nos van a confinar a vivir nuestra sexualidad en los hogares; como parte de la sociedad quiere. Ante esto, el agresor y sus acompañantes respondieron aún con más odio», señalan en un comunicado.

Asimismo, denunciaron los hechos ante la Policía Foral y pese a que remarcan un trato correcto por parte del agente, subrayan que el mismo no sabía cómo actuar en este tipo de casos. Por ello, desde Lugatibe quieren denunciar los hechos y anuncian la próxima creación de una comisión para crear un protocolo contra este tipo de agresiones. «Desde la disidencia sexual reivindicamos la calle, el espacio público y seguiremos combatiendo al régimen heteropatriarcal y su homofobia desde las calles».

Lugatibe denuncia una agresión homófoba en Iruñea

El pasado fin de semana, en torno a la una de la madrugada del sábado, un miembro de Lugatibe y su pareja sufrieron una agresión homófoba por besarse en público en la Calle Calderería.

lugatibe

Según denuncia Lugatibe (Nafarroako Gazte Asanblada Transmarikabibollera), la pareja venía de cenar después de una reunión del colectivo y tuvieron que vivir una situación tensa donde se les insultó y amenazó con gran agresividad por besarse en la calle. El agresor era un joven que se encontraba acompañado por otros adolescentes.

“Nuestra reacción fue una besada pública improvisada entre las personas del colectivo que ahí nos encontrábamos, como una manera de afirmar que no vamos a agachar la cabeza, ni a escondernos, ni nos van a confinar a vivir nuestra sexualidad en los hogares; como parte de la sociedad quiere. Ante esto, el agresor y sus acompañantes respondieron aún con más odio”, señalan.

Denuncia en la Policía Foral

Las personas afectadas se encuentran bien y decidieron denunciar los hechos ante la Policía Foral, donde el trato fue correcto, aunque afirman que el agente de turno tenía un gran desconocimiento sobre cómo actuar ante una agresión homófoba.

“No es la primera vez ni será la última que las personas transmarikabibolleras tenemos que vivir una situación como ésta. Cabe recordar la denuncia pública hecha recientemente por Lumatza donde se relata una situación parecida a ésta, al igual que las cientos de agresiones que quedan silenciadas y no transcienden de los asuntos personales. Los crímenes de odio por cuestión de identidad de género y orientación sexual en Euskal Herria tienen el dudoso honor de ocupar el primer puesto en esta tipología de delito”.

Por ello, desde la asamblea LUGATIBE quieren denunciar los hechos y anuncian la próxima creación de una comisión para crear un protocolo contra las agresiones LGTBfóbicas, que recoja cómo proceder ante estas situaciones, e instan a las instituciones a actuar ante este grave problema.

“Desde la disidencia sexual reivindicamos la calle, el espacio público y seguiremos combatiendo al régimen heteropatriarcal y su homofobia desde las calles”.

Dos hombres de Dublín, primera pareja homosexual que se casa en Irlanda

 

DUBLÍN. Los irlandeses Richard Dowling, abogado, y Cormac Gollogly, empleado de banca, ambos de 35 años de edad, se dieron el “sí quiero” en una discreta ceremonia civil celebrada en la localidad de Clonmel, en el condado de Tipperary (sur de Irlanda).

“Es estupendo ser los primeros”, declaró a los medios Cormac, quien después besó a su nuevo marido Richard, que, a su vez, recordaba hoy cómo le pidió matrimonio hace dos años en una playa de la ciudad costera española de Sitges.

Gracias al apoyo del 62 por ciento de los votantes, Irlanda se convirtió en el primer país del mundo que legaliza este tipo de uniones en una consulta popular convocada por su Gobierno, de coalición entre conservadores y laboristas.

Desde el pasado mayo, 187 parejas del mismo sexo han presentado solicitudes para casarse de acuerdo con la llamada Ley de Matrimonio de 2015, un texto que fue oficializado la pasada semana por la ministra irlandesa de Justicia e Interior, Frances Fitzgerald, y que entró en vigor ayer.

La República de Irlanda ya promulgó en 2010 la ley de Relaciones Civiles que, por primera vez en este país, concedía reconocimiento legal a las parejas de hecho del mismo sexo, pero eludía calificar a esas uniones de “matrimonio” y protegerlas constitucionalmente.

Con el referéndum del pasado mayo, el matrimonio de parejas del mismo sexo tiene el mismo estatus en la Carta Magna irlandesa que las uniones convencionales.

Cormac y Richard recurrieron hace dos meses a la anterior legislación para sellar una “unión civil” y entonces organizaron una fiesta por todo lo alto con familiares y amigos.

“Lo que hemos hecho hoy es formalizar la legalidad de nuestro matrimonio. Queríamos también intentar entrar en los libros de historia convirtiéndonos en los primeros en casarse”, explicó Richard.

A pesar de las garantías constitucionales, la iglesia católica, la anglicana o cualquier otra organización religiosa reconocida oficialmente por el Estado irlandés puede negarse por motivos de conciencia a casar a una pareja de homosexuales.