Piden al Ayuntamiento de Gasteiz la creación de un protocolo de atención a víctimas de homofobia

Agentes sociales de la capital alavesa han reclamado al Consistorio de Gasteiz la creación de un protocolo de atención inmediata a víctimas de la homofobia. Han realizado esta petición tras denunciar la situación de desprotección social en la que se encuentra un joven de 21 años, expulsado de su casa por ser homosexual.

Rueda de prensa ofrecida en Gasteiz

Colectivos sociales de Gasteiz han reclamado al Ayuntamiento la creación de un protocolo de atención inmediata a víctimas de la homofobia, tal como recoge una declaración institucional aprobada por el Pleno el 6 de noviembre. La Plataforma por los Derechos Sociales, 7menos20, Kitzikan, Asamblea de Mujeres de Araba, Bilgune Feminista y Mugarik Gabe han realizado esta petición tras denunciar la situación de precariedad en la que se encuentra un joven de 21 años, que fue expulsado de su casa hace cuatro meses por ser homosexual.

Según han explicado Zuriñe Estíbaliz y Garazi Ruiz, el joven, que ha sido acogido de forma provisional por una familia cercana, ha acudido a los servicios sociales en busca de ayuda, pero le piden un año de empadronamiento independiente, entre otras condiciones. «A una persona que ha sido expulsada violentamente del domicilio familiar le es imposible conseguir estos requisitos», han destacado, y han advertido de que no se trata de un caso aislado.

«Hemos recogido información en círculos de trabajadoras y educadoras sociales, y les vienen a la cabeza casos parecidos, donde una persona joven es echada de su casa por ser gay, lesbiana, bisexual o transexual. Y de cómo se ven abocados a entrar en el circuito de la asistencia social sin encontrar una mínima seguridad que les permita seguir con su vida anterior, al no existir un protocolo de protección y atención a víctimas de esta violencia. Acaban siendo doblemente víctimas, de una agresión machista deleznable y de la abandono institucional», han alertado.

Asimismo, han mostrado su preocupación por la «falta de capacidad demostrada» por los Servicios Sociales de la capital alavesa para solucionar las necesidades con la ciudadanía. «Creemos que los Servicios Sociales tienen como misión principal la búsqueda de soluciones a las problemáticas sociales, y observamos con preocupación cómo en muchos casos, las personas que se ven abocadas a recurrir a los mismos encuentran más problemas en vez de soluciones», han añadido. Para acabar con esta situación, han reivindicado un «cambio integral» en el funcionamiento de los Servicios Sociales, fomentando la integración social en lugar de «criminalizar la pobreza y la exclusión social».

Un padre echa de casa a su hijo en Vitoria por ser homosexual

Diversas agrupaciones han reclamado hoy al Ayuntamiento de Vitoria la creación “inmediata” de un protocolo para atender a víctimas de la violencia motivada por la orientación sexual, después de dar a conocer que un joven de Vitoria 21 años fue echado de su casa por su padre el pasado mes de noviembre por su condición de homosexual.

Según han informado la Plataforma por los Derechos Sociales de Vitoria, la Asamblea de Mujeres de Álava, Bilgune Feminista, Mugarik Gabe y las asociaciones 7menos20 y Kitzikan, el joven pidió cita en los servicios sociales porque no tenía recursos (fue ayudado primero por un vecino y después por unos familiares) pero hasta ahora no ha logrado “ninguna solución” aunque ha mantenido varios encuentros con una trabajadora social y se ha dirigido a varios departamentos.

Las asociaciones denunciantes han subrayado que se trata de una víctima de homofobia y han asegurado que antes de este incidente era un estudiante “sin ningún problema previo”.

Han mostrado además su sospecha “más que fundada” de que no de trata de “un caso aislado” y han advertido de que los jóvenes echados de casa por su orientación sexual “se ven abocados a entrar en el circuito de asistencia social sin encontrar una mínima seguridad que les permita seguir con su vida anterior y terminan entrando en situación de exclusión social”.

Para evitarlo reclaman “un cambio integral” en el funcionamiento de los servicios sociales, la puesta en marcha “inmediata” del protocolo de atención a víctimas de la homofobia y que, en este caso concreto, el Ayuntamiento “se implique y se activen de manera inmediata los recursos que le permitan (al joven) llevar una vida digna”.

Las asociaciones han pedido al consistorio que ponga en marcha el protocolo de actuación que anunció en noviembre en una declaración institucional en favor de los derechos de gais, lesbianas y transexuales.

En aquella ocasión el Ayuntamiento se comprometió a desarrollar un protocolo de actuación integral para aquellos que sufrieran agresiones, discriminación o violencia por su orientación sexual o identidad de género. El consistorio apostó además por formar a la Policía Local y al resto de funcionarios para prevenir, detectar y atender casos de delitos por homofobia y para garantizar la igualdad de trato.

Documento en marcha

Desde el Ayuntamiento de Vitoria se ha asegurado que está ultimando un protocolo de atención para personas víctimas de homofobia y lesbofobia, para cuya elaboración ya se ha invitado a un encuentro a asociaciones.

Asegura el Ayuntamiento que la semana pasada se invitó al colectivo LGTBI a trabajar la incorporación de perspectiva de género.

El Servicio de Igualdad considera que las intervenciones municipales relativas a los derechos de las personas LGTBI y la transversalización de la diversidad sexual y de género en las políticas públicas de igualdad deben contar con una estrategia participada y consensuada con personas especialistas y grupos activistas.

Sam Smith y el cantante TayTay Starhz, algo más que buenos amigos

Sam Smith y TayTay Starhz

Sam Smith está de moda. Si hace unos días el cantante ganó su primer Oscar por la canción “Writing’s on the Wall” perteneciente a la banda sonora de la película Spectre, ahora es su vida privada la que sitúa al cantante en el foco mediático.

Después de proclamar ante los asistentes que dedicaba su estatuilla a la comunidad LGTB y afirmar que era el primer homosexual en recibir tal reconocimiento –aunque no fuese realmente así– parece que ahora no le faltan pretendientes.

Aunque el cantante no se ha pronunciado al respecto, algunas fuentes aseguran al periódico The Sun que mantiene una relación ‘especial’ con TayTay Starhz, integrante de la banda Franklin Lake: “Sam está con Tay, pasan mucho tiempo juntos“. Sin embargo, el entorno de Smith lo desmiente.

Una actitud cariñosa que los amigos niegan

Los rumores se apoyan en que la ‘pareja’ fue vista en un bar del centro de Londres en una actitud un tanto cariñosa. “Sam agarraba a Tay cuando pensaba que nadie lo estaba viendo y terminaron en un club a las cinco de la mañana”, cuenta la fuente al periódico inglés.

Sin embargo, los amigos cercanos de Smith afirman que sólo hay amistad: “Sam y TayTay salieron con un grupo de personas, incluyendo miembros de la banda de Sam, simplemente tuvieron una noche de diversión…”

El intérprete de Spectreconfesó que nunca había tenido una relación con un hombre hasta 2014 y aseguró que está cómodo solo. TayTay, catalogado como bisexual, fue imagen de portadas al besar en público a la presentadora de televisión Zoe Ball, en un club de Londres el año pasado.

Han y Aritz muestran su lado más íntimo

El ‘chino granaíno’ y el vasco hablan de cómo empezó su relación y revelan que ambos están dispuestos a posar desnudos en Interviú

Han y Aritz muestran su lado más íntimo en una entrevista

Han y Aritz muestran su lado más íntimo en una entrevista. / FOTOS: REVISTA SHANGAY

Durante su participación en Gran Hermano 16 surgió el amor y la suya, aunque no reconocida durante el ‘reality’, fue una de las historias más auténticas que se han visto en todas las ediciones. Sin embargo, tal y como aseguran en una entrevista a la revista Shangay, todavía hay gente que cree que lo suyo es un montaje. «Hasta que no subamos un vídeo porno, no nos van a creer», asegura Han entre risas. A su lado, Aritz, el vasco que tan reacio fue a admitir que se había enamorado y que el chino era algo más que un amigo para él. Él mismo explica cómo empezaron a salir y dice que fue justo una semana después de salir de la casa de Guadalix de la Sierra cuando se dio cuenta de sus verdaderos sentimientos hacia su compañero. «Le echaba mucho de menos. Necesitaba estar con él y me fui a Granada», confiesa.

Sobre el sexo en pareja, el chico del eterno sombrero da algunos detalles de su intimidad contando que Han le aseguró que lo que más le gustaba de él era que «en la cama era dominante y muy sensual». Sin embargo, evita dar más detalles sobre su vida privada. «A no ser que me paguen por la respuesta», apunta.

La pareja, que comparte piso y cama en Madrid desde mediados de febrero, afirma que son muy felices y en el reportaje fotográfico que acompaña a la entrevista posan sin complejos de forma muy sugerente e íntima.

Al ser preguntados por si posarían completamente desnudos para Interviú, como tantos concursantes de Gran Hermano, Aritz lo tiene claro: «Yo sí. Total, mucho más de lo que se ha visto ya no se va a ver». En el mismo sentido se manifiesta su novio:«Yo también diría que sí, aunque preferiría poder tener antes un mes para entrenar por lo menos».

Han y Aritz muestran su lado más íntimo en una entrevista 2

Un poeta iraní exiliado por su identidad gay pide asilo en Israel

Payam Feili: “Nada cambia en Irán para los homosexuales pese a las elecciones”

El poeta y novelista iraní Payam Feili

El poeta y novelista iraní Payam Feili, de 30 años, se exilió de la República Islámica en 2014 tras haber sido acosado y detenido por mostrar abiertamente su identidad homosexual en sus obras. Después de permanecer año y medio en Turquía, logró a finales del año pasado un visado de tres meses para asistir al estreno de la versión teatral de una de sus novelas en Tel Aviv. Tanto el Estado judío como Irán, que rompieron relaciones en 1979 tras la caída del sah de Persia, prohíben a sus ciudadanos viajar a países considerados enemigos. Pero Feili ha obtenido ya una ampliación de su estancia en Israel hasta el próximo octubre mientras se tramita la solicitud de asilo que acaba de presentar.

“Las elecciones que se han celebrado ahora en Irán no van a cambiar nada, todo es puro teatro y el resultado está fijado de antemano por el régimen”, asegura el joven escritor exiliado. “Conservadores, moderados y reformistas son todos iguales, y para un gay las cosas no van a cambiar nada. Mientras todo siga igual no voy a volver allí”, explica Feili, cuya cuenta de correo electrónico fue manipulada en Irán mientras su blog quedaba bloqueado.

De delicadas maneras, las uñas pintadas de color violeta y con un vistoso anillo turquesa, el poeta iraní se alejó por unas horas del ambiente liberal de Tel Aviv, donde reside, para comparecer ante un grupo de periodistas extranjeros en Jerusalén. En la conservadora Ciudad Santa, un judío ultraortodoxo apuñaló a varias personas el pasado verano en la marcha del orgullo gay y causó la muerte de una adolescente.

Cuando el entonces presidente iraní Mahmud Ahmadineyad visitó en 2007 la Universidad de Columbia en Nueva York, afirmó que en su país no había gais. Lo cierto es que la práctica de la homosexualidad es ilegal en Irán y se castiga con penas de cárcel, aunque en la práctica resulta difícil probar las acusaciones según la ley islámica, que exige cuatro testigos. Al amparo de esta discriminación, Feili ha solicitado asilo en Israel, donde existe una activa comunidad gay —especialmente en Tel Aviv— que se manifiesta abiertamente en la sociedad civil y que cuenta con representantes en el Parlamento.

Hagai Kalai, abogado del escritor iraní, confía en que su cliente recibirá pronto la condición de asilado para que pueda establecerse en Israel. “El suyo es un caso muy poco habitual”, reconoce el letrado, “los homosexuales palestinos que quieren escapar del agobio que sufren en la conservadora Cisjordania tardan años en ver reconocidas sus peticiones para exiliarse en Tel Aviv”. En Israel hay 50.000 africanos procedentes de Eritrea, Sudán y otros países que sufren conflictos, pero solo unos pocos han recibido asilo.

“Conozco su situación, pero mi caso no es el mismo, tiene unas circunstancias particulares”, argumenta Feili, quien fue detenido en tres ocasiones entre 2010 y 2014 en Irán. Ha publicado nueve obras en farsi que giran en torno a la homosexualidad. Su última novela corta, Creceré, daré frutos… higos —representada en Tel Aviv en versión escénica—, trata sobre la relación amorosa entre dos soldados durante la sangrienta guerra entre Irán e Irak en la década de los ochenta. Su primera colección de poemas, La plataforma del Sol, fuecensurada en algunos de sus versos antes de que se le retirara el permiso de impresión para la tercera edición. Otras de sus obras pudieron ser editadas en Estados Unidos y Alemania. Luego tuvo que emprender el camino del exilio.

Un tatuaje con la estrella de David del tamaño de una moneda de un euro asoma sobre su cuello. “Desde muy joven me fascinó la cultura de Israel. Las películas internacionales sobre el Holocausto me interesaron, y luego leí la Torá [libro sagrado judío] desde un punto espiritual y cultural”, revela Feili, quien, en una evocación del culto Bahai surgido en Irán, asegura no tener predilección por ninguna religión.

Arrestan a cuatro jóvenes en Arabia Saudí por celebrar “una fiesta gay”

En el país rige una interpretación rigorista de la ley islámica y la homosexualidad está penada con la cárcel y castigos corporales como los latigazos.

En Arabia Saudí la homosexualidad está penada con la cárcel y castigos corporales

En Arabia Saudí la homosexualidad está penada con la cárcel y castigos corporales

RAID.- La policía de la moral saudí ha detenido a cuatro jóvenes en Riad por organizar supuestamente “una fiesta gay” en un apartamento de la capital, informó hoy el diario saudí de sucesos Sabq.

Los hombres fueron arrestados en una vivienda situada en el barrio de Al Quds, en el norte de la ciudad, donde celebraron la citada fiesta y dos de ellos fueron vistos disfrazados de mujer.

 Los servicios de seguridad hallaron ropa femenina, pelucas, maquillaje y bebidas alcohólicas, según el rotativo, que indicó que en los teléfonos móviles había grabados vídeos de otras fiestas parecidas.

Los jóvenes, uno de los cuales ya había sido detenido con anterioridad por estar envuelto en un caso similar, confesaron que mantenían relaciones y que celebraron “una boda”.

En Arabia Saudí, donde rige una interpretación rigorista de la ley islámica, la homosexualidad está penada con la cárcel y castigos corporales como los latigazos.

Las consecuencias de la “gaytrificación”: Cómo la subida de precios de los ‘barrios gay’ podría expulsar a este grupo

Con dinero y sin niños, o así lo afirma la leyenda urbana, la comunidad LGBT siempre ha visto el potencial de los barrios degradados de la ciudad y ha contribuido a su transformación. Sin embargo, el fenómeno de la gentrificación(el progresivo aburguesamiento de barrios populares) amenaza los barrios gay más conocidos

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La ciudad de Atlanta engalanada para celebrar el Orgullo Gay. EFE

El asistente personal Brenden Michaels se pregunta si sus días en Brooklyn están contados. Todavía se aferra al piso que alquiló a buen precio en el más que aburguesado barrio de Williamsburg, pero es consciente de que los alquileres de la zona se han disparado. Ahora sospecha que las mejoras que hizo en el apartamento se volverán en su contra.

“Volví a pintar todo el apartamento, puse plantas en el balcón donde está situada la escalera de incendios y he reparado muchos desperfectos”, explica: “Si tengo que dejar este apartamento, se lo van a encontrar mucho mejor de lo que estaba cuando entré. Y haciendo todo esto, he aburguesado mi casa y he contribuido a mi propia expulsión del edificio”.

De algún modo, la experiencia de este joven de 29 años es muy parecida a la de muchos otros gays, lesbianas, bisexuales y transexuales urbanitas. Suelen buscar un tipo de vecindario que los acepte y con alquileres asequibles, y a menudo terminan en barrios baratos y degradados de la ciudad; como era el caso de Williamsburg. Sin embargo, su mera presencia en estas zonas ha contribuido a la transformación de las calles y ha acelerado el proceso de ‘aburguesamiento’, con el consiguiente aumento de los alquileres.

Esta larga marcha de la comunidad LGBT por los barrios de la ciudad no solo está relacionada con la vivienda. También tiene que ver con los negocios que afloran a su paso. Los bares de ambiente han conseguido atraer a un tipo de clientela con más dinero en barrios como el Soho londinense o el East Village de Nueva York.

Muchas ciudades del mundo occidental han sufrido recientemente una epidemia de cierres de negocios vinculados a la comunidad LGBT. En Londres, más de diez establecimientos de este tipo han cerrado desde 2010. Este fenómeno también ha afectado a bares y clubes que no son de ambiente. La diferencia es que estos no corren el riesgo de convertirse en una especie en vías de extinción.

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La neoyorquina Gay Street. WIKICOMMONS

Las razones de estos cierres no siempre son negativas. En la actualidad, los gays, lesbianas, bisexuales y transexuales pueden ir al bar que les plazca sin sufrir acoso, y gracias a Internet no necesitan ir a un bar de ambiente para conocer a gente. Sin embargo, las mudanzas y los cierres están inquietando a muchos miembros de esta comunidad, que se preguntan si el aburguesamiento podría llegar a convertir los barrios gay en cosa del pasado.

En el Reino Unido, la mayoría de los barrios gay se concentra en Londres, en cambio en otros países se trata de un fenómeno más diseminado. En Estados Unidos, muchos negocios “gay” de Nueva York, Boston, Seattle y San Francisco han tenido que mudarse de barrio. En Europa está pasando algo parecido en el barrio parisino de Le Marais, el barrio berlinés de Prenzlauer Berg, y el barrio Glockenbachviertel en Munich. Muchos lugareños han tomado cartas en el asunto para proteger sus lugares de encuentro pero junto con un sentimiento de solidaridad se percibe la confusión.

Cosecharás tu siembra

Por un lado, existe la convicción de que este tipo de barrios deben ser protegidos. Por el otro, resulta evidente que los que frecuentan estas zonas (y en especial los gay) han jugado un papel decisivo en este aburguesamiento. Adinerados y sin hijos, o así lo afirma la leyenda urbana, este grupo siempre ha estado en la vanguardia de nuevas zonas a rehabilitar, expulsando a los lugareños que pagaban alquileres baratos y dejando a su paso un gran número de tiendas de muebles de diseño de “mirar pero no tocar” y cafeterías que sirven un café a precio de oro.

Los urbanitas gay que ven como sus locales y puntos de encuentro desaparecen, ¿Están recogiendo los frutos que ellos sembraron? ¿O es erróneo asociarlos con el fenómeno de aburguesamiento?

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La neoyorquina Gay Street. WIKICOMMONS

Desde que abrió en 2002 hasta que cerró sus puertas en noviembre, el pub George and Dragon (San Jorge y el Dragón), de Richard Battye, situado en el barrio londinense de Shoreditch, era el epicentro de la comunidad LGBT del este de Londres. Battye vive en el barrio desde la década de los noventa del siglo pasado y está descontento con la transformación de la zona. Sin embargo, es consciente del papel que jugaron establecimientos como el suyo en este cambio: “En los noventa, no prestamos la suficiente atención a los miembros de la comunidad que siempre había vivido aquí; algunos nos acogieron con los brazos abiertos y disfrutaron del ambiente, mientras que otros vivieron la transformación con perplejidad”, explica: “La mayoría de nosotros no éramos hombres de negocios, simplemente nos estábamos divirtiendo, y de hecho mi pub nunca fue una gran máquina de hacer dinero”.

Lamenta que “los alquileres han subido y ya no quedan pisos asequibles porque se han vendido, y los negocios de noche están amenazados porque la gente ha invertido en vivienda y no quiere problemas”. “Lo siento por la comunidad LGBT, que está perdiendo gran parte de sus lugares de reunión, pero lo cierto es que nosotros hemos desempeñado un papel en este cambio”, concluye.

Los miembros de la comunidad LGBT que llegan a un barrio son una pieza minúscula del engranaje que empuja la transformación. Es importante recordar que a menudo sus elecciones se deben a motivos muy distintos a los de sus vecinos heterosexuales. La elección de la vivienda no gira exclusivamente en torno al precio. Como señala Michael, un hombre de Oregón que se mudó a Nueva York y tiene unos ingresos por debajo de la media: “No me fui del interior del país porque quise, me empujaron a ello. Como muchos homosexuales que crecieron en este país no sentía que el campo fuera un lugar seguro, acogedor y económicamente viable para mí, ya que solo en las áreas urbanas podía conseguir unos ingresos estables. Incluso ahora, si regresara, los lugareños no me estarían esperando con los brazos abiertos y estaría muy limitado al buscar pareja”.

Algunas barreras de tipo práctico han empujado a la comunidad LGBT a buscar barrios más baratos y menos codiciados. En los ochenta, las familias no tradicionales tenían dificultades para acceder a una hipoteca. Los que tenían el dinero buscaban casas que fueran lo suficientemente baratas como para ser compradas al contado. Por ejemplo. El Soho londinense de los años cincuenta (para los gays) y Hebden Bridge, West Yorkshire de la década de los sesenta y setenta para las lesbianas. Las posibilidades de tener hijos también eran más limitadas, y eso les daba una mayor flexibilidad si querían mudarse, ya que la calidad de las escuelas del barrio no era importante. Y no todo eran razones de tipo práctico. Esta comunidad intentó congregarse en grandes ciudades porque en otros sitios no siempre encontraron la aceptación que buscaban.

Lesbianas, las primeras expulsadas

La asociación entre la comunidad LGBT y la transformación de las ciudades no es nueva. Lo que sí es novedoso es el importante papel que se les ha asignado en debates sobre urbanismo y la gentrificación de los barrios.

Se remonta a la publicación de El crecimiento de la clase creativa, de Richard Florida, que situaba a los gays en el epicentro de la regeneración de las ciudades, integrantes de la vanguardia transformadora junto con la comunidad artística, los trabajadores del sector de la computación y la bohemia más adinerada. Esta vanguardia contribuyó a que se repoblaran y rehabilitaran zonas urbanas deprimidas. Crearon barrios en los que “los creativos ricos” querían vivir y que atrajeron una mayor inversión económica. Si a la tolerancia hacia los homosexuales se le suma un mayor porcentaje de residentes extranjeros y una mayor diversidad racial, es probable que el barrio atraiga al tipo de mentes creativas que propician el éxito económico de la ciudad. En otras palabras, cuantos más gays, más tolerancia.

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Una librería gay en Chueca, Madrid. EFE

El argumento de Florida sobre que la tolerancia sexual no es el único factor sino una prueba de fuego para medir la capacidad para atraer grupos diversos ha quedado apartado. A menudo ha llevado a concluir que los residentes miembros de la comunidad LGBT son sinónimo de crecimiento automático.

Este enfoque puede parecer un poco simple pero no carece de fundamento. Según el profesor de sociología Amin Ghaziani, que analizó esta cuestión al escribir su libro There Goes the Gayborhood (Ahí va el barrio gay) hay suficientes pruebas como para demostrar que la comunidad LGBT provoca el aumento de los precios de la vivienda.

“Sabemos que en aquellas zonas con concentraciones elevadas de gays y lesbianas, el precio de la vivienda experimenta una mayor subida que la media nacional”, indicó Ghaziani en relación a Estados Unidos: “En zonas en las que los hogares formados por dos hombres suponen más del 1% de la población (tres veces por encima de la media nacional) el precio sube un 14%. En zonas con el mismo porcentaje de hogares formados por dos mujeres el aumento es del 16,5%, en comparación al umbral nacional del 10%”.

Curiosamente, los gays no empezaron este proceso. Según la socióloga Sharon Zukin, las lesbianas, mucho más vulnerables, propician el cambio. Las mujeres, con salarios más bajos que los hombres, suelen formar parte de la vanguardia que transforma un barrio tras ser expulsadas de zonas que ya no se pueden permitir.

Esto no siempre resulta evidente por el hecho de que la presencia de lesbianas es menos llamativa que la de los gays. Ghazani lo explica: “Las lesbianas llegan primero, pero son muchos los elementos que impiden que nos demos cuenta de este hecho. Suelen adaptarse y frecuentan los establecimientos que ya existen en esa zona, como cafeterías, teatros, tiendas. En cambio, cuando llegan los gays optan por abrir nuevos establecimientos, como restaurantes, tiendas, bares, y el precio de los inmuebles sube. Los heterosexuales son los últimos en llegar, las lesbianas son expulsadas, y la rueda sigue.

El falso mito de los gays con dinero

El modelo norteamericano podría parecer demasiado simple para describir el tejido urbano británico, con una mayor mezcla social. En Estados Unidos, la extensión de las ciudades ha facilitado la proliferación de barrios residenciales y de ocio para la comunidad LGBT, mientras que los barrios y pueblos gay del Reino Unido no responden al mismo esquema. Incluso en los momentos de mayor decadencia, el Soho londinense estaba controlado por el mercado inmobiliario comercial y era demasiado caro como para poder atraer en masa a residentes gay.

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Tiendas coloridas en una típica calle del Soho londinense. COMMONS WIKIMEDIA

La pauta que describía Ghaziani todavía se percibe en el Reino Unido. El aburguesamiento del este de Londres, por ejemplo, fue liderado en parte por las lesbianas. En los ochenta, en los círculos de izquierdas era frecuente comentar que el barrio londinense de Hackney era algo así como una comuna de lesbianas. Cuando a principios de los noventa el productor cinematográfico Alex Thiele se mudó a un apartamento situado en la zona de Dalston/Stoke Newington todavía no era considerado un barrio de clase media.

“Cuando nos mudamos, el barrio era barato pero no necesariamente seguro. Teníamos un fumadero al lado y bastante delincuencia callejera, incluso percibía las miradas de piedad de mis conocidos heterosexuales cuando les contaba donde vivía. Al mismo tiempo, la zona estaba de moda entre las lesbianas; había bastantes bares y las lesbianas eran una parte tan esencial del barrio que la gente solía bromear sobre ello. Muchos de los heterosexuales que en ese momento no se hubieran mudado allí, ahora lo harían encantados, solo que ahora ya no se lo pueden permitir”.

Es difícil comprender el papel que desempeñan las minorías sexuales en transformación como esta porque la información disponible es escasa. En el Reino Unido no se disponen de datos, ya que el censo no clasifica a las personas por orientación sexual (algunos factores como la cantidad de negocios o las asociaciones orientadas a este grupo proporcionan pistas fiables). El censo de Estados Unidos sí deja constancia de los hogares formados por personas del mismo sexo, pero estos datos incluyen muchas personas heterosexuales con compañeros de piso del mismo sexo. Recientemente han empezado a registrar datos más veraces relativos a hogares formados por personas del mismo sexo con hijos, pero no se puede llegar a una conclusión general a partir de este nicho.

La simple identificación de la comunidad LGBT con el aburguesamiento de un barrio presenta un problema mayor y más obvio: toma un nicho pequeño y muy comentado, por lo general gays y lesbianas blancos, y los presenta como si fueran toda la comunidad LGBT. En el mundo real, las minorías sexuales son más pobres que los heterosexuales.

Ghaziani indica: “A pesar del mito sobre la riqueza de los gays, las minorías sexuales en general suelen ser más pobres. El 11,9% de los hogares de los Estados Unidos formados por parejas del mismo sexo son pobres, comparado con el 5,7% de los hogares formados por parejas del sexo distinto. Los ingresos medios de los hogares integrados por parejas del mismo sexo son 15.000 dólares inferiores a los que tienen las parejas heterosexuales con niños”.

En el Reino Unido un estudio reciente ha evidenciado que algunos segmentos de la población LGBT se han empobrecido. Peter Matthews, de la Universidad de Stirling, vio que en los distritos más pobres de Escocia vive un mayor número de integrantes de minorías sexuales. El 17% de los escoceses no heterosexuales vive en estos barrios, en comparación al 13% de heterosexuales. Los investigadores no esperaban llegar a esta conclusión, ya que es muy diferente a la imagen de riqueza que proyectan los gays.

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Banderas gay en la calle 17 de Washington DC.

“Cuando analizamos los datos, nos sorprendió la cifra desproporcionada de personas no heterosexuales que residen en barrios pobres”, indica Matthews: “En las zonas más desfavorecidas de Escocia hay muchas viviendas sociales, así que la información sugiere que estas personas tienen menos oportunidades. También descubrimos que son ligeramente mayores que la población heterosexual que vive en el barrio, así que creemos que se trata de personas que 20 o 40 años atrás tenían mucha dificultad para elegir vivienda. Podría ser que que no fueran buenos estudiantes o no les fuera bien en el mercado laboral. También vemos que muchas personas sin techo son miembros de minorías sexuales, y creemos que podría tratarse de personas que se han quedado sin hogar porque han sido expulsadas de sus familias”.

Sin duda, no estamos hablando de las minoría sexuales con dinero e independencia que suelen centrar el debate mediático. Si bien puede haber un elemento “LGBT” en todo movimiento vanguardista que rehabilita y pone de moda un barrio deprimido,  no se puede hacer una asociación automática entre minoría sexual y el aburguesamiento de un barrio porque sería ignorar la realidad de muchas personas que pertenecen a este grupo, que no aparecen en los medios de comunicación ni viven en los mejores barrios.

¿RIP ‘barrio gay’?

Todavía es demasiado pronto como para anunciar que el concepto de ‘barrio gay’ ha muerto. En algunas ciudades, donde las minorías sexuales todavía son discriminadas y marginadas, estos barrios son protegidos y cuidados por la comunidad LGBT. En Detroit, la organización en defensa de las minorías sexuales ha intentado propiciar la fundación de un barrio gay como una vía para proporcionar más apoyo y muestras de solidaridad a un grupo que se siente débil porque está geográficamente disperso.

Como explica el director de la Organización, Curtis Lipscomb: tras la Segunda Guerra Mundial, los integrantes de las minorías sexuales se mudaron a algunas zonas concretas, pero muy pronto los gays y lesbianas blancos se mudaron al norte de la ciudad. Ahora nos gustaría crear una zona que fuera claramente para esta comunidad. No queremos obligar a nadie a vivir en un barrio concreto pero nos gustaría que tuvieran la oportunidad de elegir.

Sin embargo ¿promover un barrio gay no podría provocar en el futuro que esta comunidad se vea obligada a mudarse debido al fenómeno de gentrificación, incluso en el deteriorado Detroit? Lipscomb no lo cree: “San Francisco y Nueva York son ciudades de paso con personas que constantemente llegan y se van, pero este no es el caso de Detroit”.

“Aquí tenemos una comunidad bastante conservadora y religiosa. Así que aunque puedes encontrar algunos residentes heterosexuales que pueden mostrar interés en un barrio tolerante con los gays si ha sido rehabilitado, la mayoría seguirá manteniendo sus prejuicios. Esta es una comunidad aún muy tradicional que considera que las minorías sexuales se merecen un trato distinto”, explica.

Muchos barrios gay son vulnerables; una piedra en el camino del proceso de aburguesamiento. Sin embargo, en Detroit y en ciudades parecidas las razones que hacen que su existencia sea tan necesaria están vivas y coleando.

Traducción de Emma Reverter

Actor de Getxo con pasaporte a Chile

JAVIER LIÑERA REPRESENTARÁ SU OBRA ‘BARRO ROJO’ ESTE MES EN DOS FESTIVALES DEL PAÍS SURAMERICANO

El actor getxotarra Javier Liñera posa sonriente

El actor getxotarra Javier Liñera posa sonriente. Fotos: Laurent Leger Adame

LA historia de un tío que fue encerrado en un campo de concentración y luego en la cárcel por ser gay. La historia de dos realidades del pasado: la Europa de Hitler y la España de Franco”. En la piel de ese hombre que malvive en tiempos sin libertades se mete el actor getxotarra Javier Liñera. Ese papel lo ha bordado ya en diferentes escenarios de Bizkaia y Gipuzkoa. Ahora, ese personaje va más allá, mucho más lejos: hasta Chile. La obra de teatro Barro Rojo participará en el Festival Zircosur de Antofagasta (13 y 14 de enero) y en el Festival Santiago Off (22 y 23 de enero).

La ilusión, la alegría y también los nervios viajarán hasta Suramérica con este intérprete, que es, a su vez, el autor del guion. “En cada festival, haremos dos representaciones. Estamos muy contentos”, paladea el actor. No se trata de un concurso, la historia no va de competición, se trata de mostrar el talento, de exhibir la originalidad de esta obra y de abrir nuevas posibilidades de expansión, de crecimiento, de alcanzar más públicos a los que seducir. Ahora, toca conquistar la casa de una de las dos directoras de la representación, Daniela Molina, y “hay posibilidades de que salgan más funciones por ahí”, desvela Liñera, sobre los tacones en Barro Rojo, un título que alude a lo que ocurría en los campos de concentración, donde caía la sangre en la tierra. “Vengo de Chile, un país que también sufrió una dictadura y que, hasta hoy, sigue en deuda con su memoria histórica. Así como Chile, España o Alemania, todos los países tienen historias que nos recuerdan, no solo que no debemos repetir las atrocidades del pasado, sino que hubo valientes, locos, luchadores que dieron la vida para que hoy podamos caminar un poco más libres por las calles”, considera la codirectora de la obra.

Ese mismo sentimiento de deuda pendiente con los que antes plantaron cara a la injusticia se encuentra en las entrañas de las letras de Barro Rojo: “Es una historia que surge por una necesidad. Es algo que debo a la gente que ha luchado y que ha muerto y que, por eso, yo ahora puedo estar aquí tranquilamente”, se sincera el actor getxotarra, que en la función se enfrenta en soledad al juicio de los espectadores y lo hace con la palabra, en distintas expresiones, y también con la música y la danza. Todos estos ingredientes surgen en una función que aborda un tema que, en principio, parece que no puede ir en sintonía con la canción y el baile. Precisamente ahí radica el punto diferencial de esta representación. “La gente que no me conoce y que me da su opinión cuando ha visto la obra me dice que se ha quedado impactada y que no pensaba que se podía desarrollar este tema de esta manera. Muchos me han comentado que pensaban que se iban a encontrar más de lo mismo, por lo que salen muy contentos”, traslada el artista.

GETXO, SOPELA, BILBAO… Y es que Barro Rojo ya ha dejado marca el pasado año en Sopela, en el teatro principal de Donostia y en BAD de Bilbao, donde debido al éxito de convocatoria, Liñera repitió función. Por delante, no solo asoma Chile, donde la obra “experimentará unos pequeños cambios para que sea más accesible para el público de allí”, sino Zigoitia (Araba), Santander, Gernika, Amurrio y hasta Valencia. Así que la obra de Liñera va creciendo, adquiriendo más peso y ganando seguidores. El personaje al que da vida este getxotarra también va ganando tablas, porque se trata de un papel complejo que va mejorando a medida que va subiéndose más y más al escenario. “Es un trabajo difícil y, claro, no es lo mismo la primera vez que lo haces que la sexta”, admite Liñera, a punto de poner rumbo a Chile.

Concentración contra la homofobia

Kitzikan convocó ayer una concentración frente al Arriaga para condenar la agresión homófoba contra un joven en un bar de ambiente de la zona de La Naja, la madrugada del pasado miércoles. El chico sufre un desgarro de retina

Concentración frente al Teatro Arriaga

Concentración frente al Teatro Arriaga. / Luis Ángel Gómez

La asociación Kitzikan convocó ayer, a las doce del mediodía, una concentración de repulsa en la plaza del Arriaga para condenar la agresión de carácter homófobo contra un joven en un bar de ambiente de la zona de La Naja, la madrugada del pasado miércoles.

El ataque se produjo sobre la una de la madrugada cuando la víctima, en un gesto de cortesía, tocó al presunto agresor, que reaccionó llamándole «maricón» y asestándole un puñetazo. El joven ha sufrido un «desgarro moderado de retina» en un ojo, que presenta un importante hematoma, según el parte médico.

Un joven denuncia una agresión homófoba en un local de La Naja

El equipo de gobierno municipal condena el ataque en Bilbao en la madrugada del miércoles

BILBAO – Un varón de 34 años denunció ayer una agresión homófoba ocurrida la madrugada del miércoles. Según la denuncia interpuesta en la Policía Municipal, los hechos tuvieron lugar a la salida de un bar ubicado en La Naja. Tras un breve intercambio de palabras, el agresor propinó una patada en la pierna y un puñetazo en el ojo a la víctima, quien acudió al hospital de Basurto por su propio pie para que fuera atendido por los servicios de emergencias. A consecuencia del ataque, la persona agredida padece un desgarro moderado de retina.

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Bilbao ha condenado el ataque y ha emplazado a la ciudadanía a participar en la concentración convocada para hoy, a las 12.00 del mediodía en la Plaza del Arriaga, por el movimiento a favor de la libertad sexual Kitzikan. Asimismo, mostraron su total rechazo ante cualquier agresión perpetrada “contra la libertad sexual”.

Los grupos municipales Udalberri y EH Bildu también expresaron su rechazo mediante sendas notas que remitieron ayer. “No solo queremos denunciar y condenar estas agresiones y la homofobia que las ampara, queremos manifestar nuestro total compromiso en combatirlas con un pie en la calle y otro en el Ayuntamiento”, indicó la portavoz de Udalberri, Carmen Muñoz. “No es la primera agresión de la que tenemos noticia. Han sido muchas las que han ocurrido en Euskadi en el último año y singularmente en Bilbao. Que conozcamos han sido cuatro”, añadió Muñoz, quien recordó que aquellas que se denuncian “son una pequeña parte de las que se producen”.

Por su parte, Bruno Zubizarreta, edil de EH Bildu aseguró que desde su formación apuestan “por una ciudad diversa en lo cultural, diversa en su origen y diversa también en su opción sexual”. En ese sentido, remarcó su “compromiso rotundo y efectivo para erradicar actitudes homófobas como la ocurrida”.