Un ciudadano brasileño de 41 años ha sido hallado muerto dentro del ascensor de un edificio de Alicante a las 9.10 de este martes. Dos veraneantes franceses de 31 y 21 años, sin parentesco aparente, han sido detenidos por la Policía Nacional tras seis horas ignorando a los agentes y ocultándose en el piso donde ocurrió el presunto crimen. Entre este miércoles y jueves pasarán a disposición judicial, según han informado fuentes de la investigación. Por el momento, están abiertas todas las hipótesis, siendo la más probable la de una fiesta que se fue de las manos a los dos turistas. La víctima, a falta de confirmación oficial, es un travesti que se encontraba de visita en el edificio, de acuerdo con las versiones de los vecinos.
El despertar en el número 19 de la avenida de la Condomina, un edificio que mira a la albufera de Alicante, ha sido todo menos placentero. Un vecino se topaba en su camino hacia la calle con el cuerpo de quien en un principio pensó que era una mujer. Se encontraba en parada cardiorrespiratoria y con evidentes síntomas de violencia en cuello y cabeza. Los intentos de reanimación no sirvieron para nada. Hasta que llegaron los agentes policiales, nadie se percató de que en realidad era un hombre.
Los investigadores comenzaron con las pesquisas propias de un caso de homicidio. Estas les llevaron al piso número cuatro de la torre D de este edificio, donde la música y el ruido de fiesta escuchados durante gran parte de la noche hizo sospechar a los agentes. Durante seis horas estuvieron llamando a la puerta. Los agentes no pudieron entrar en ella hasta pasadas las tres de la tarde tras ser autorizados por un juez. Dentro estaban los dos jóvenes.
La policía sospecha de dos posibles escenarios: uno en el que la víctima fue contratada para prestar determinados servicios sexuales y otro en el que el trío se conoció en un local durante la noche. En los alrededores hay locales de intercambio de parejas y varios clubes de alterne, algunos camuflados como simples chalés. En la comunidad de vecinos nadie había visto a los dos franceses hasta el día anterior, que estuvieron bañándose en la piscina, lo que hace pensar que detenidos y víctima no se conocían. No se descarta incluso que la paliza recibida por el fenecido fuera motivada porque los presuntos homicidas descubrieran el sexo real de su acompañante.
El piso donde presuntamente ocurrieron los hechos es propiedad de la abuela de uno de los detenidos, dato que concuerda con la historia del lugar del suceso, el barrio de la Albufereta. El barrio fue colonizado en la pasada década de los años 60 por los llamados ‘pieds noirs’, los europeos que huyeron de la revolución argelina sin casi tiempo para poder hacer la maleta. En verano es común ver cómo los nietos de aquellos inmigrantes llegan a la Albuferaalicantina con sus matrículas francesas.
Para rematar la negra jornada, mientras los policías investigaban, a apenas 50 metros del lugar de los hechos y en plena orilla del mar, moría de un ataque al corazón otro vecino del edificio.