Denuncian una “brutal” agresión a dos chicos gais en Sol al grito de “maricones”

Sufrieron puñetazos y lanzamientos de objetos por parte de sus agresores

Arcópoli ha denunciados que dos jóvenes homosexuales sufrieron una “brutal” agresión el pasado viernes de madrugada en las inmediaciones de la Puerta del sol, al sufrir puñetazos y lanzamientos de objetos por parte de sus agresores al grito de “maricones”.

MADRID. Según expone el colectivo, los dos agredidos (de 27 y 24 años respectivamente) presentan fracturas faciales, diversas contusiones y crisis de ansiedad a causa de lo ocurrido.

Arcópoli detalla que tres personas comenzaron a increparles cuando regresaban a sus casas al grito de ‘maricones de mierda’. Al oír los insultos, los jóvenes trataron de acelerar el paso pero fueron seguidos por sus agresores, que les siguieron lanzando improperios.

Tras solicitarles los agredidos a este grupo que dejara su actitud, les lanzaron una lata de cerveza que impactó en la cabeza en uno de los jóvenes. Acto seguido se abalanzaron sobre las víctimas y comenzaron a golpearles dándoles puñetazos en la cara.

Al llamar un transeúnte anónimo a la Policía, los agresores se dieron a la fuga corriendo. Acudieron rápidamente dos coches patrulla de Policía Nacional que pidieron a las víctimas una descripción de los agresores y consiguieron identificar y detener a uno de ellos.

Los jóvenes agredidos se pusieron en contacto con Arcópoli atendiéndoles en ese momento y más tarde acompañamos a uno de ellos a la Fundación Jiménez Díaz a que le revisase un médico, ya que no se encontraba bien.

Finalmente, aparte de las contusiones, la víctima tuvo un diagnóstico de dos fracturas faciales. Más tarde acudieron a interponer denunciar a la Comisaría de Moncloa, acompañados por Voluntariado de Arcópoli.

Desde el Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia se ha trasladado la denuncia a la Fiscalía de Delitos de Odio de la Comunidad de Madrid, al Comisario de Delitos de Odio de la Comunidad de Madrid y el Delegado de Delitos de Odio de la Policía Municipal de Madrid.

El coordinador de Arcópoli, Yago Blando, ha asegurado que esta agresión supone la número 52 registrada en la capital desde enero y exige un plan de choque para erradicar estas situaciones al Ayuntamiento de la capital.

“Esperamos que la alcaldesa acceda a reunirse con nosotros, ya que el 92 por ciento de los ataques han ocurrido en la ciudad de Madrid y el 53 por ciento en el distrito centro, en las inmediaciones del barrio de Chueca en su mayoría”, ha aseverado.

 

MADRID: “Nos pegaron mientras nos decían ‘maricones de mierda”

La capital registra dos agresiones homófobas en menos de 24 horas. En una de ella resultó herida con fracturas dos chicos gais en Sol

 

La capital ha sufrido este fin de semana dos agresiones homófobas, según ha denunciado el Observatorio Madrileño contra LGTBfobia, impulsado por la asociación Arcópoli. En una de las agresiones, dos jóvenes, amigos y compañeros de piso, sufrieron una brutal paliza junto a la Puerta del Sol cuando regresaban de madrugada de haber estado en Chueca. “No pegaron patadas y puñetazos mientras no paraban de insultarnos y de decirnos maricones de mierda”, ha explicado una de las víctimas a EL PAÍS. Los agredidos, de 24 y 27 años, sufrieron una fractura por dos partes del tabique nasal, contusiones por el cuerpo y crisis de ansiedad a causa de lo ocurrido.

Los dos amigos, J. G., de 27 años, y R. V., de 24, caminaban por la calle de Postas, cuando tres hombres se empezaron a meter con su vestimenta. En concreto, uno de ellos llevaba una chaqueta de flores. Como no les hicieron caso y continuaron caminando, los agresores les empezaron a gritar “maricones de mierda”. Los amigos aceleraron el paso, pero los otros continuaron con los improperios. Uno de estos les lanzó una lata de cerveza llena, pero no les logró alcanzar. “Mi compañero de piso se dio la vuelta para ver qué estaba pasando, cuando se abalanzaron sobre nosotros y nos empezaron a pegar patadas y puñetazos”, recuerda R. V.

Los dos amigos intentaron refugiarse en una pizzería pero el encargado se los prohibió. Les dijo que no quería problemas, por lo que los agresores continuaron con sus golpes. “Dos de ellos nos sacaban más de la cabeza y eso que yo no soy bajo. Mido 1,75 metros. El más bajo les dijo que se fueran cuando vio que yo estaba sangrando por la nariz”, añade la víctima.

Uno de los testigos llamó a la policía al ver lo que estaba ocurriendo. Cuando llegaron los agentes, los autores ya no estaban. Al lugar acudieron rápidamente dos coches patrulla que pidieron a las víctimas una descripción de los agresores y la pasaron por la emisora policial.

Al poco, otro patrulla paró a un joven cuya descripción coincidía con la facilitada por las víctimas. Estas se montaron en un coche patrulla y los trasladaron para verlo. Lo identificaron sin ninguna duda. El supuesto autor quedó en libertad. “Como no sabían si las lesiones eran delito o falta, lo dejaron libre, pero está plenamente identificado”, explica R. V.

Los jóvenes agredidos se pusieron en contacto con Arcópoli, cuyos miembros les atendieron en el momento y acompañaron más tarde a uno de ellos a la Fundación Jiménez Díaz. Finalmente, más allá de las contusiones, la víctima sufrió dos fracturas faciales. Más tarde acudieron a interponer denunciar a la Comisaría de Moncloa, acompañados por voluntarios de Arcópoli.

Agresión en el metro de Tribunal

Unas 24 horas después, otra pareja sufrió una agresión similar en una de las salidas del metro de Tribunal, según ha confirmado Arcópoli. Un grupo de jóvenes atacó a dos jóvenes al grito de “maricones”. Las víctimas les dijeron que les dejaran en paz, pero de nada les sirvió. A uno de ellos le cogieron por el cuello y le empotraron contra la pared.

Los atacantes se marcharon a la carrera. En esta ocasión, los dos jóvenes no han querido denunciar, pese a las recomendaciones de Arcópoli.

Desde el Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia —que reúne a varias asociaciones de la Comunidad— se ha trasladado la denuncia a la Fiscalía de Delitos de Odio de la Comunidad de Madrid, al Comisario de Delitos de Odio de la Comunidad de Madrid y el Delegado de Delitos de Odio de la Policía Municipal de Madrid. El coordinador de Arcópoli, Yago Blando, ha asegurado que esta agresión supone la número 52 registrada en la capital desde enero y exige un plan de choque para erradicar estas situaciones al Ayuntamiento de la capital.

“Esperamos que la alcaldesa acceda a reunirse con nosotros, ya que el 92 por ciento de los ataques han ocurrido en la ciudad de Madrid y el 53 por ciento en el distrito centro, en las inmediaciones del barrio de Chueca en su mayoría”, ha señalado.

Detenido un hombre por la muerte su pareja, otro hombre, en Sabadell

Los hechos se han producido poco antes de las 09:00 horas en un piso del barrio de Can Puiggener

Los Mossos d’Esquadra han detenido en Sabadell (Barcelona) a un hombre de 53 años como presunto autor de la muerte esta mañana de su pareja, otro hombre de 57, en su domicilio de Sabadell.

BARCELONA. Los Mossos han informado de que los hechos se han producido poco antes de las 09:00 horas en un piso del barrio de Can Puiggener, adonde han acudido tras ser alertados por los vecinos de que se estaba produciendo una pelea.

Una vez en el lugar, ni los agentes ni los sanitarios del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) han podido hacer nada por la víctima, un hombre de 57 años que estaba herido de gravedad por arma blanca.

En el interior del domicilio, se encontraba otro hombre, un ciudadano colombiano de 53 años, que ha sido detenido por su presunta relación con los hechos.

Los mossos del Área de Investigación Criminal de la Región Policial Metropolitana Norte se han hecho cargo de la investigación para aclarar las circunstancias en las que se ha producido la muerte.

El Ayuntamiento de Sabadell, por su parte, ha informado en un comunicado de que la víctima y el supuesto agresor eran pareja sentimental, y ha expresado su pésame a la familia y amigos del fallecido.

El consistorio, cuyas banderas ondean a media asta en señal de duelo, ha convocado para esta tarde un minuto de silencio como gesto de condena por esta muerte y ha rechazado “enérgicamente este episodio de violencia, y cualquier tipo de dominación de unas personas sobre otras”.

“El Ayuntamiento de Sabadell manifiesta su rechazo ante cualquier forma de violencia, sea de carácter patriarcal, machista, doméstica, sexual, familiar o toda aquella de carácter discriminatorio o de intolerancia”, se señala en la nota.

MADRID: Denuncian una agresión homófoba en el Metro

Metro asegura haber abierto una investigación interna

metro madrid

Un joven gay de 27 años sufrió una agresión, insultos y vejaciones por parte de un empleado de seguridad del Metro de Madrid el pasado tres de abril, según consta en la denuncia que interpuso tras los hechos en la comisaría del distrito Latina de la Policía Nacional a la que ha tenido acceso este diario. Con esta última son ya 47 las agresiones homófobas registradas en la Comunidad por el Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia y la asociación Arcópoli.El suceso se produjo en torno a las 16.00 horas en la estación Puerta del Ángel del suburbano madrileño cuando el presunto agredido pedía “la voluntad” a cambio de ramos de romero a las puertas del metro. El joven se encontraba comiendo unas fresas en las escaleras exteriores, motivo por el que vigilante le instó a marcharse del lugar. Ante la negativa de este, y siempre según el escrito de denuncia, el trabajador del Metro le dijo frases denigrantes como “llevas las uñas y los ojos pintados, eres un maricón” o “¿por qué no me chupas la polla?”, a la vez que propinaba patadas a las pertenencias del joven.Tras un intercambio de empujones, el vigilante, ayudado por otro compañero, le introdujo en el interior de la estación, y allí ambos le agredieron con sus “armas de defensa”, además de engrilletarle. Según consta en el parte de lesiones, la presunta víctima presentaba hematomas en ambas manos, en la pierna derecha y en el tórax e hinchazón en la frente.Desde Metro de Madrid señalan que han abierto una investigación interna para aclarar los hechos y que en caso de que se demostrara un comportamiento homófobo instarán a la empresa de seguridad contratada a que despida al vigilante. En todo caso, explican que la versión de los trabajadores del suburbano difiere de la del joven e indican que este les había agredido antes, por lo que ambos vigilantes denunciaron a su vez al joven ante la Policía.

Voces contra la homofobia marroquí

El pequeño colectivo clandestino Aswat (Voces) lucha contra el acoso y la discriminación

Familiares y amigos de los agresores de un joven gay se manifiestan durante el juicio, el pasado 4 de abril en Beni Melal

Familiares y amigos de los agresores de un joven gay se manifiestan durante el juicio, el pasado 4 de abril en Beni Melal. Fátima Zohra Bouaziz EFE

Pongamos que él se llama Hasán y ella Zora. No quieren dar sus verdaderos nombres, ni siquiera aparecer de espaldas en una foto. La razón de tantas prevenciones es el artículo 489 del Código Penal, que prevé en Marruecos penas que de hasta tres años de cárcel, como sucede en Túnez y Argelia. Zora tiene 31 años y disfruta de trabajo estable. Solo se atrevió hace tres años a hablarle a su madre con franqueza.“Intenté usar palabras vagas. Le confesé que yo me sentía distinta de las otras mujeres. Y después de un rato le pregunté: ‘¿Me aceptas como soy?’ Me dijo que no. Pero yo creo que fue la reacción del momento, el susto. Después hemos seguido con nuestra relación igual que antes. Pero sin mencionar nunca mi orientación sexual, sin que me haya vuelto a preguntar sobre el tema. Eso es muy típico de Marruecos. Es el país de la contradicción y de la hipocresía”.

El 9 de marzo cinco hombres entraron en la casa de un homosexual que yacía en la cama con su pareja en la ciudad de Beni Melal. Los golpearon, los insultaron y los sacaron desnudos a la calle mientras filmaban la escena con un teléfono y la difundían dos semanas después en Internet. En un primer juicio, una de las víctimas fue sentenciada a cuatro meses de cárcel mientras los agresores escapaban en libertad condicional. El caso trascendió escandalizó a los medios marroquíes más progresistas y trascendió las fronteras del país. Pero esta semana, en una segunda vista, los jueces determinaron que las víctimas sean condenadas con 3 y 4 meses de prisión condicional, con lo cual no irán a la cárcel, mientras que dos de los agresores estarán presos durante medio año. En Beni Melal, un municipio de 163.000 habitantes, a unas tres horas en coche desde Rabat, ya se han celebrado varias manifestaciones en contra de los dos homosexuales y a favor de sus agresores.

El entorno en el que Hasán y Zora viven se puede resumir con la mención de cuatro casos recientes: en junio fueron detenidos en Rabat dos hombres “en flagrante delito” de homosexualidad, según la ficha policial. Sus nombres y domicilios fueron difundidos por un canal público de televisión, lo cual provocó que se organizaran sendas manifestaciones frente a sus domicilios. En julio del año pasado una turba apaleó y desnudó en Fez a un supuesto travesti. En septiembre también golpearon y desnudaron a un joven de 17 años en Casablanca. En ambos casos fueron difundidos los vídeos en Internet y arrestados algunos de los agresores.

Hasán tiene 26 años y mantiene una relación estable con un hombre. Pero su familia y su entorno no lo saben. O al menos, él no les dice nada. “A mí nunca me han golpeado. Pero la homosexualidad aquí es un estigma social, un pecado y un crimen. Son tres razones poderosas para no hablar”, explica. Desde pequeño supo que era distinto de la mayoría de sus amigos. “Pero no sabía en qué consistía esa diferencia. No conocía tampoco el concepto de homosexualidad. Y a los 18 años supe que esa era mi identidad. Descubrí también que no soy ningún enfermo mental ni un pervertido y lo acepté”.

Las veces que ha ligado han sido casi siempre por Internet. “Con un desconocido jamás me atrevería en la calle. Es muy peligroso”. Zora y Hasán pertenecen al colectivo clandestino Aswat (voces), que lucha contra la discriminación sexual. Les gustaría decir que lo integran mil personas, pero en realidad son apenas 15, sin ninguna jerarquía entre ellos. No obstante, sus mensajes llegan cada vez más lejos.

Aseguran que vivir junto a sus parejas en un piso es relativamente fácil, siempre y cuando mantengan las apariencias ante el exterior. “Todo en Marruecos gira en torno a las apariencias”, explica Zora. “Si alguien en la calle te ve algo raro se siente legitimado para llamar a tus padres o incluso a la policía. En un bar de Casablanca estaba con mi exnovia a punto de besarnos y el dueño del local nos echó. Enfrente había una pareja heterosexual besándose y le pregunté que por qué ellos podían y nosotras no. Me dijo que este es un país musulmán y con ellos no pasaba nada”.

Zora vivió tres años con su exnovia en Rabat y no sufrió grandes problemas. “Los únicos percances vinieron por nuestra militancia. Las dos pertenecemos al colectivo Aswat. Así que cuando el año pasado hubo detenciones de homosexuales y el colectivo se movilizó un policía se dedicó a vigilar nuestra casa”.

Tanto Zora como Hasán afirman que quienes más sufren en esta sociedad son las personas transgénero. “Ellas no pueden fingir como lo hacemos nosotros. Un miembro de nuestra organización aprovechó un día que caminaba por una calle vacía para andar tal cual es realmente y tal como se siente en su interior. Pero alguien lo vio y comenzó a apedrearlo. Y a él solo le quedó la opción de salir corriendo”.

Zora y Hasán no sueñan con irse de Marruecos. “Yo solo quiero despertarme una mañana y no tener miedo a expresarme”, dice Zora. “Estoy cansada de una sociedad que persigue a los diferentes. Mi deseo es que desaparezca el artículo 489 del código penal, el que castiga la homosexualidad”.

Ni el Gobierno ni la oposición pretenden reformar ese artículo. Zora y Hasán asumen que aún queda bastante tiempo para alcanzar sus sueños, pero creen que ya se ha avanzado mucho en los últimos años. “Al menos hemos llevado el debate a la sociedad. Antes ni siquiera se hablaba de esto”, aclara Hasán. “Nos hemos dado a conocer dentro y fuera del país”, añade Zora, “y ahora sería muy difícil para el Estado cortar nuestro trabajo de golpe”.

La presión mediática consigue rebajar la condena de los homosexuales linchados en público en Marruecos

Protesta contra el movimiento LGTBI 'Estamos contra los gays porque van contra las leyes de la naturaleza', dijo uno de los manifestantes

Abdelaziz R., de 37 años, ha sido condenado por homosexualidad a tres meses de prisión -en suspenso- en el tribunal de Beni Mellal, en el centro del país, por lo que hoy mismo saldrá de la cárcel, según ha informado su abogado a eldiario.es. El caso ha tenido una amplia repercusión mediática en Marruecos porque el condenado fue exhibido desnudo en público, linchado y grabado en vídeo junto a su pareja por un grupo de vecinos del barrio de Aït Thaysh, donde se produjo el asalto. En cuanto a los agresores, que también han pasado hoy por el tribunal para escuchar el veredicto por “agresión con arma blanca, allanamiento de morada y publicación de un vídeo contra la moral”, dos de ellos han recibido una condena de entre 4 y 6 meses de prisión firme y otros dos han sido exculpados. Un quinto agresor, un menor, será juzgado el próximo miércoles.

En el vídeo de la agresión, que fue difundido masivamente en las redes sociales, aparece un grupo de jóvenes atacando a una pareja de hombres desnudos y ensangrentados en el interior de una vivienda que posteriormente son arrastrados sin ropa a la calle. El compañero de Abdelaziz, Abdelah B., de 54 años, fue arrestado el pasado 9 de marzo y condenado, una semana más tarde, a cuatro meses de prisión. La pena para sus agresores fue exactamente la mitad: dos meses, algo que pasó inadvertido hasta la difusión del vídeo, dos semanas más tarde. Hoy, en la sesión de apelación, la pena ha sido, como la de Abdelaziz, de 3 meses de prisión en suspenso. También quedará en libertad. “Ha sido la presión mediática la que ha conseguido este cambio de rumbo en el veredicto”, señala Betty Lachgar, del colectivo MALI por las libertades individuales.

En Marruecos, la homosexualidad es un delito que se castiga con multas y penas de entre seis meses y tres años de cárcel. “No estaban en un espacio público. Estaban en una vivienda, y cada uno puede hacer en su casa lo que le plazca, es una libertad individual”, señala a eldiario.es Brahim Hassala, el abogado que ha defendido a Abdelaziz. Lo habitual es que los abogados nieguen la homosexualidad de sus clientes. Muchos aseguran que jamás defenderían a alguien que se declara homosexual, pero la línea de defensa del letrado Hassala es distinta.

Su defendido admite que es homosexual, cuenta el abogado. Pero Hassala va más allá y ha pedido la derogación del artículo 489: “En todos los países democráticos eso no existe. Cuando la gente es adulta y hay consentimiento, ¿por qué condenarles? Además, la homosexualidad no es un crimen. Somos como somos. Es la voluntad de Dios. Yo he pedido la exculpación, pero la sentencia no está mal. Podría haber sido peor, explica”.

Por si no hubiera suficiente ruido con el caso, hacia la una de la tarde dos activistas de FEMEN que se presentaron con los senos desnudos frente al tribunal, fueron arrestadas por la policía en medio de los insultos de los manifestantes. Las dos activistas, “Gala” y “Lola”, van a ser expulsadas del país acusadas de “atentar contra la moral”. El comunicado de la wilaya (gobierno regional) indica que “pertenecen a una organización extranjera que predica la depravación de las costumbres”. En junio del año pasado, Marruecos expulsó a otras dos integrantes de FEMEN Francia que se besaron con el torso desnudo en el mausoleo Hassan II de Rabat para exigir derechos para el colectivo LGTB.

Los colectivos en defensa de la libertad sexual en Marruecos se encuentran divididos sobre la pertinencia de las manifestaciones de la organización. Una parte de ellos cree que el tipo de acciones de FEMEN son perjudiciales para avanzar en la aceptación social de sus derechos y otros opinan que son muy necesarias como revulsivo.

Junto a ellas, igual que hace una semana durante la primera audiencia del juicio, un centenar de personas ha vuelto a manifestarse este lunes frente a la corte gritando “Basta de homosexualidad”, acusando al Estado de querer normalizar esta opción sexual y pidiendo la libertad de los cuatro agresores.

Megáfono en mano, Abdalah Mudalajr, del Colectivo Karama (dignidad) por los Derechos Humanos, animaba a los manifestantes en la última audiencia: “¡No queremos homosexuales aquí!, ¡Deshonráis el Islam!, ¡Animáis a la homosexualidad!”. Ante la prensa extranjera, el líder de esta asociación vinculada a los islamistas del barrio de Aït Thaysh donde se produjo la agresión, moderaba su discurso: “Que vivan su vida privada como quieran, pero que no salgan en un barrio tan pequeño, que no vayan abrazados delante de la gente. Eso está bien en Francia o en España, pero no aquí”, comentaba a eldiario.es.

Es imposible encontrar en el barrio a alguien que defienda a los dos condenados por homosexualidad. El ambiente es de abierta hostilidad hacia ellos. Son viejos conocidos del barrio, y no sólo por su opción sexual. El puesto de chucherías que regenta Abdelah R. en la avenida Bagdad de Aït Thaysh continúa cerrado desde su detención, con la persiana metálica echada hasta abajo. En la puerta se han reunido algunos de los vecinos que han estado manifestándose pidiendo que liberen a los agresores y allí enumeran la lista de altercados en el barrio que atribuyen al condenado: peleas, ebriedad y acoso sexual.

“No podemos permitir que alguien como él, que bebe y que se acuesta con hombres, venda caramelos a los niños”, explica Mustapha, un vecino, junto al puesto de chucherías. Según el abogado Hassala, Abdelaziz cumplió un año de prisión en 2011 por homosexualidad e intento de violación. De acuerdo con un informe policial que cita el semanario TelQuel, la víctima fue un menor con discapacidad. El semanario también da cuenta de los antecedentes de Abdalah B. por prenderle fuego a una vivienda y por ebriedad en la vía pública.

“Quizás habría pasado inadvertido en una ciudad como Rabat o Casablanca, pero aquí se conoce todo el mundo. Todos saben lo que hace el de la puerta de al lado. Ellos no son buena gente”, asegura Aziz. “No está bien lo que hace, tiene mala fama en el barrio, pero es cierto que tampoco se puede llegar al extremo de esta agresión”, añade Issam.

De la región de Beni Mellal, entre el Medio Atlas y la llanura de Tadla, salieron miles de los marroquíes que emigraron a Francia en los años 70, y a Italia y a España en los 90. Muchos han vuelto por la crisis económica en Europa, pero siguen pensando en regresar a España algún día. “Aquí no hay trabajo, no hay nada que hacer y cuando el diablo no tiene nada que hacer, ya se sabe. Estos chicos, los agresores, todavía no tienen la cabeza amueblada, son muy jóvenes”, explica Mohamed para justificar la agresión.

En 2014 se inauguró el aeropuerto de Beni Mellal y hace menos de un año que ha abierto la autovía A8 que comunica esta ciudad del centro de Marruecos con Casablanca. Hasta entonces, recorrer los 230 kilómetros de distancia que separan este municipio de 192.000 habitantes de la macro urbe y capital económica del país era una aventura por pistas mal asfaltadas y peor mantenidas y carreteras secundarias apenas iluminadas.

Todavía no hay fecha, en cambio, para acortar distancias entre ese Marruecos del barrio marginal y conservador de Aït Thaysh de Beni Mellal y ese otro Marruecos de los colectivos que se han movilizado pidiendo la derogación del artículo 489 del código penal que criminaliza la homosexualidad. Pese al amplio rechazo social en el país de esta opción sexual, 20 ONG marroquíes han firmado un manifiesto en el que pedían la libertad para los dos homosexuales.

A ellos se ha sumado HRW, que en un comunicado publicado el viernes pasado, denuncia que la justicia marroquí persigue a dos personas agredidas en su propio domicilio que mantienen una relación consentida: “Perseguirles muestra la determinación de las autoridades marroquíes de reforzar las leyes anti-homosexualidad”, señala la organización.

Respuesta masiva a los golpes de la violencia machista

Miles de personas se dieron cita en Gasteiz para participar en la manifestación convocada por el movimiento feminista de Euskal Herria. La marcha, que finalizó en la plaza de la Virgen Blanca, estaba encabezada por una pancarta en la que se podía leer el lema «11 eraso 12 erantzun Feministok Prest! Vuestras violencias tendrán respuesta».

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Más de 7.000 personas, según el recuento de GARA, –12.000 según las organizadoras– tomaron ayer las calles de Gasteiz para mostrar su rechazo a la violencia machista. Una lacra que esta misma semana se ha cobrado la vida de Nathalie Van Dut, que falleció el miércoles por la noche en el hospital de Baiona tras permanecer ingresada varios días en estado grave. «Nathalie ha sido asesinada por su marido en Bidart. Es la última víctima que deja la violencia machista en Euskal Herria, y estamos hartas, estamos muy enfadas. Desde Gasteiz, con toda la fuerza de quienes nos hemos juntado aquí, denunciamos este nuevo asesinato», destacó Amaia Villanueva al final de la marcha convocada dentro de la campaña Feministok Prest!, que concluyó en la plaza de la Virgen Blanca.

Allí recordó que la violencia machista tiene «muchas formas, muchas caras, muchas cadenas». «Cadenas que día a día golpean la vida de las mujeres, atándonos a la dominación. ¡Pero a tantas violencias, más respuestas! Es la violencia que sufrimos la que nos ha unido, y responderemos como un único cuerpo», exclamó.

En la misma línea se pronunciaron Gladys Giraldo y Marina Sagastizabal, que denunciaron la vigencia de un sistema heteropatriarcal que quiere a las mujeres «fuera de los espacios públicos, o en casa al caer la noche. O de cantineritas en las fiestas, presentes solo para su disfrute». «Nos quieren naturalmente femeninas y jerárquicamente complementarias a los hombres», añadieron antes de insistir en que las violencias machistas «son la cara de una maquinaria patriarcal podrida, que reacciona ante los derechos conquistados por las mujeres, desplegando todo su arsenal contra el feminismo».

Contra un movimiento que «seguirá trabajando para acabar con el machismo y lograr la igualdad efectiva entre hombres y mujeres». «Responderemos a la agresiones, como hemos hecho siempre, con fuerza, con movilizaciones, interpelando a las instituciones, acordando protocolos, creando redes de asistencia y utilizando la pedagogía», subrayaron tras lanzar un mensaje claro y directo a los agresores: «Vuestras violencias tendrán respuesta».

Y pidieron la colaboración de la ciudadanía para luchar contra la desigualdad y el machismo, que afecta a las mujeres del todo el mundo, tal como señalaron las personas que subieron al escenario. Mujeres procedentes de distintos lugares unidas contra una misma causa.

Refugiadas y presas

También recordaron a quienes no pudieron acudir a la manifestación. A las refugiadas que están atrapadas en las fronteras de esta Europa de la «vergüenza», y a las presas, que «también están luchando contra la estructura patriarcal de la cárceles. Enfrentándose a la cruda violencia del Estado y del sistema patriarcal, y recibiendo un doble castigo: el castigo penal y el castigo moral de la sociedad. ¡Desde aquí toda nuestra solidaridad!».

Tras la manifestación, muchas de los asistentes se dirigieron a Landatxo, donde tuvo lugar una comida popular. Esta jornada «histórica» finalizó de noche, con conciertos en el gaztetxe de Gasteiz.

Personas de distintos ámbitos unidas en las calles de Gasteiz

Agentes sociales, políticos, sindicales y culturales llegados de todos los rincones de Euskal Herria y de otras naciones, como los Països Catalans, se dieron cita ayer en Gasteiz para participar en la manifestación convocada por Feministok Prest!.

La politóloga Jule Goikoetxea destacó la importancia de celebrar esta cita en la capital alavesa, donde se ha abierto un debate social sobre el modelo festivo a consecuencia de la protesta organizada por el movimiento feminista en las fiestas de La Blanca. Por otro lado, la cantante Ines Osinaga mostró su rechazó a la criminalización del feminismo, que ha logrado incluir en la agenda política la necesidad de lograr la igualdad efectiva y acabar con la violencia machista.

Por su parte, la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, advirtió de que las mujeres no son víctimas. «Somos mujeres, y queremos ser mujeres libres. Y pedimos medidas para lograr que formemos parte de esta sociedad en igualdad de oportunidades, sin que se nos obligue a estar supeditadas a los hombres», añadió.

La diputada de EH Bildu Onintza Enbeita denunció la existencia de una violencia estructural contra las mujeres, y Anna Gabriel(CUP), afirmó que sin feminismo «no habrá independencia completa ni socialismo deseable».I.S.

Una gran marcha contra la violencia machista recorre Gasteiz

La manifestación, organizada por Euskal Herriko Mugimendu Feminista, ha sido el punto cumbre de una jornada copada de actividades.

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Una marcha en contra de la violencia machista y en defensa de los derechos de las mujeres ha recorrido Vitoria-Gasteiz este sábado. La manifestación ha salido desde la Plaza Bilbao de la capital alavesa a las 13:00 horas y ha contado con la presencia, entre otras caras conocidas, con la secretaria general del Sindicato LAB Ainhoa Etxaide y la profesora de una Universidad del País Vasco Jule Goikoetxea. En la pancarta que encabezaba la marcha se podía leer el siguiente lema: 11 eraso 12 erantzun, Feministok Prest! Vuestras violencias tendrán respuesta.

A lo largo de la marcha se han sucedido más pancartas de varios de los 250 colectivos adheridos a la misma, con las que se ha querido denunciar la violencia sufrida por las mujeres en general, y por lesbianas, refugiadas, inmigrantes o presas, entre otros colectivos, en particular

Los organizadores han querido trasladar una denuncia contundente contra todas las violencias machistas, en plural, y han alertado sobre “la necesidad de ampliar el foco porque las agresiones no sólo se dan en el ámbito familiar o de pareja, se dan a diario en la sociedad, con frecuencia, agresiones invisibilizadas”.

Así, la portavoz de Koordinadora Feminista Kattalin Miner ha subrayado que “la violencia machista no se circunscribe únicamente a los asesinatos o las palizas, es mucho más amplia y nos afecta de muchas formas”. Por otra parte, ha añadido que, “las mujeres que hacemos frente a esa violencia somos sujetos activos, y no víctimas pasiva”.

La manifestación, organizada por Euskal Herriko Mugimendu Feminista, ha sido el acto central de una jornada para la que se han organizado numerosas actividades, tanto previas a la marcha, como posteriores, con la intención de “ocupar el espacio público” y poder así visibilizar el problema social existente en esta materia.

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Las mujeres también hacen historia

La marcha concentró a miles de manifestantes

La marcha concentró a miles de manifestantes.

VITORIA El camarero se acerca al fondo para tomar nota. A la mesa, un chico y una chica, amigos. “¿Agua fría o del tiempo?”, les pregunta. El chico hace un gesto de indiferencia. “Aprovecha”, le aconseja el camarero a ella, “¡que hoy puedes elegir!”. Son las tres de la tarde en Vitoria. Apenas ha pasado media hora desde que la Virgen Blanca se llenó para exigir la igualdad definitiva y efectiva entre hombres y mujeres. Todavía resuenan en la cabeza de la joven las palabras de las portavoces de Feministok Prest tras la manifestación, esa marcha histórica que ya nadie podrá olvidar en Gasteiz, tan multitudinaria, tan alegre, tan reivindicativa, con gente venida de mil sitios con una sola causa. Decían que la violencia machista, la que pega y la que mata, tiene en realidad “muchas formas, muchas caras, muchas cadenas, cadenas que día a día golpean la vida de las mujeres”, atándolas a la “dominación, a la sumisión”, abocándolas a situaciones de “inferioridad”. Comenta la jugada con su colega. Está molesta por lo que se supone que era una gracia. Esperan a que vuelva el camarero y, mientras sirve, le replican: “Y usted, ¿de qué tiempo es?”.

La huella del patriarcado duele, en las pequeñas cosas del día y cuando utiliza la fuerza para que no haya otro. Por eso el movimiento feminista de Euskal Herria decidió que había que unirse, salir a la calle y hacer mucho ruido. Y ayer lo consiguió, con una jornada llena de actividades lúdicas que resonó gracias al puñetazo sobre la mesa de la manifestación. Participaron miles de personas, 12.000 según la organización, gracias a la implicación de la gente a título particular y de la asistencia de 250 colectivos. Desde primera hora de la mañana, habían ido llegando a la ciudad autobuses repletos de mujeres procedentes de distintas localidades vascas y de asociaciones como Médicos del Mundo o Gafas Moradas, con ganas terribles por engrosar la marea morada.

Mientras tanto, las participantes de Gasteiz calentaban motores con una clase de zumbareggaeton feminista en Fueros, una kalejira en el Casco Viejo y la preparación de la gran comida popular que tendría lugar tras la manifestación en El Campillo. Y la ciudad, llena de pancartas, recordaba que este no iba a ser como cualquier sábado. Y no lo fue. A la una y media de la tarde, la marcha salió de la plaza Bilbao con irrintzis, batukada, vítores, carreras, bengalas, en un clima alegre y de protesta con viejas y nuevas generaciones, gente de aquí, de América Latina, de Holanda y de Inglaterra. Y una hora después, con la Virgen Blanca hasta los topes, continuaban llegando participantes. La plaza gritó a una “Gora borroka feminista”, “Europa canalla, abre la muralla” y otras consignas contra la violencia machista y la desigualdad, sin poder olvidar a la última asesinada en Euskal Herria, Nathalie Van Dut.

Hubo bertsos con la brillante Maialen Lujanbio y alegatos valientes. Amaia Villanueva advirtió a los agresores machistas que “responderemos como un único cuerpo”, Gladys Giraldo y Marina Sagastizabal denunciaron que “nos quieren naturalmente femeninas y jerárquicamente complementarias al hombre”, fuera de los espacios públicos, en casa al caer la noche “o de cantineras en las fiestas, presentes sólo para su disfrute”, pero aseguraron que el movimiento feminista seguirá afrontando esa realidad “con fuerza y movilizaciones, interpelando a las instituciones, acordando protocolos, creando redes de asistencia, usando pedagogía” y, como ayer, con la implicación de la sociedad.

Tras la manifestación, casi tan seguida a pie de calle como por las redes sociales gracias al esfuerzo de Feministok Prest, que echó mano de Periscope, continuó la jornada. Lo hizo con almuerzo, obras de teatro, concurso de cortometrajes, conciertos… Y las pancartas siguieron ondeando por toda la ciudad, bajo el sol, bajo la lluvia, de día y de noche, con un lema principal,“11 eraso 12 erantzun. Vuestras violencias tendrán respuesta”.