La Plaza de la Memoria Trans se inaugura oficialmente este jueves

La Plaza de la Memoria Trans se inaugura oficialmente este jueves, Día contra la Transfobia. EUROPA PRESS/Archiv

La Plaza de la Memoria Trans instalará la placa con su nombre este jueves, Día contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia.

Chueca es el barrio que acoge esta plaza, que se encuentra en un espacio hasta ahora sin nombre entre las calles San Lucas y San Gregorio. La Junta de Gobierno dio luz verde el pasado abril al acuerdo del Pleno del distrito Centro del pasado mes de septiembre, que contó con los votos favorables de Ahora Madrid, PSOE y Ciudadanos.

Desde el Ayuntamiento destacan que, con el consenso de las asociaciones que luchan por los derechos de las personas LGTBI, se acordó otorgar a la plaza una denominación más colectiva que reconociese a todas las víctimas de la violencia trans.

En la misma jornada se instalará además una placa conmemorativa con los nombres de distintas víctimas trans, entre ellas Alan Oliviera Costa, un adolescente transexual que se suicidó en 2015 en Rubí (Barcelona).

El 17 de mayo se conmemora el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, fecha en la que en el año 1990 la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales.

La lucha LGTBI continúa: “Todavía tenemos que hablar de palizas, de insultos, de bullying en la escuela”

ONG y sindicatos exigen aprobar de forma urgente la ley de Igualdad LGTBI EFE

Hace 28 años que la Organización Mundial de la Salud retiró la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales. Fue el 17 de mayo de 1990, día en que, actualmente, se celebra el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia. Sin embargo, a día de hoy, la transexualidad sigue considerándose una patología y las diferentes realidades de género y orientaciones sexuales siguen estando invisibilizadas y discriminadas.

Así, lejos de considerarse una victoria, el día se constituye como la reivindicación de una pelea aún por ganar. “El día 17 de mayo es para recordar que dentro del colectivo todavía tenemos que hablar de palizas, de insultos, de bullying en la escuela” afirma Amets, del colectivo contra el heterosexismo Lumagorri, en Vitoria.

El heterosexismo es la discriminación por sexo y orientación sexual. “Este año ha sido especialmente duro en cuanto a agresiones” lamenta Amets. El colectivo es impulsor de la Red Trasbollomarika de la capital alavesa, que ha recogido quince agresiones entre abril del pasado año y este. “Es algo insólito, aunque seguro que hay más. 15 puede incluso quedarse lejos de la realidad”, añade. Como respuesta, la Red ha convocado una concentración en la Virgen Blanca el mismo día 17 de mayo a las 19:30.

La lucha del colectivo abarca aún más campo. Dentro del mismo, hay realidades más invisibilizadas que otras y las siglas LGTBI “se quedan cortas”, según explica Amets: “No es lo mismo hablar de la visibilidad gay que de las personas trans o de otras vivencias. Las diferencias son muchas”. El 26 de abril se celebraba el Día de la Visibilidad Lésbica y es porque ellas “están ocultas”. Amets pone de ejemplo los referentes sociales, apelando a que hay figuras gays, pero apenas lesbianas a causa de un sistema heteropatriarcal en que “si la mujer es invisible, la mujer lesbiana lo es todavía más”.

Hombre, blanco, hetero y de clase alta. Todo lo que difiera se irá alejando de ese centro y, por tanto, invisibilizándose y marginándose: “Si hay una mujer lesbiana y encima es negra, se invisibiliza aún más. Y si encima es pobre, pues aún más. La visibilidad se marca en unos roles muy claros”.

La transexualidad sigue siendo un ‘trastorno’

Más allá de las orientaciones sexuales se encuentran las identidades de género. No ha sido hasta este 2018 que la Organización Mundial de la Salud ha sacado la ‘transexualidad’ de su Clasificación Internacional de Enfermedades en su última actualización, pero ha sido para cambiarla de nombre y de epígrafe: pasa de formar parte del capítulo dedicado a “trastornos de la personalidad y el comportamiento” -en el subcapítulo “trastornos de la identidad de género”- a engrosar la lista de “condiciones relativas a la salud sexual” y a llamarse “incongruencia de género”.

“En los últimos años se ha hecho un enorme trabajo por la despatologización de la transexualidad, porque estamos viendo que las personas trans tienen infinidad de problemas a la hora de hacer sus transiciones”, afirma Amets. La última edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, el DSM V, también incluye la transexualidad como un trastorno llamado ‘disforia de género’. Esto implica que,  en países como España, una persona necesite un diagnóstico psiquiátrico para poder acceder a tratamientos hormonales, cirugías de reasignación o modificación del sexo en los documentos oficiales. “Es un escándalo que ser una persona transexual sea un trastorno”, afirma Amets.

Este tema lo abordó el pasado 8 de mayo el Palacio de Villa Suso de Vitoria, mediante una conferencia de la activista feminista y psicóloga clínica de formación psicoanalítica Cristina Garaizabal. Con el lema ‘Identidades de género, diversidad sexual; retos para las teorías feministas’, la especialista en problemáticas relacionadas con la diversidad sexual y el género habló de realidades como ese movimiento por la despatologización de la transexualidad: “Critica el binarismo y mantiene que no existen dos géneros, sino un ‘continuun'” afirmó sobre el movimiento.

Euskadi se suma a la lucha

Las entidades y asociaciones que participan en Berdindu, Servicio de Información y Asistencia al colectivo LGTBI en Euskadi, celebran “los avances habidos a nivel legislativo y en cuanto al ideario social”, destacando, entre otras cosas, la aprobación en Euskadi de la Ley 14/2012, de 28 de junio, de no discriminación  por motivos de identidad de género y de reconocimiento de los derechos de las personas transexuales. Sin embargo, afirman que “la LGTBIfobia sigue siendo una realidad”.

La asociación de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales Gehitu se ha sumado a las acciones por este día. Un teatro para escolares en Lasarte el 11 de mayo, proyección de cortos y coloquios en Eibar el día 16 o un stand informativo y concentración en la plaza Unzaga de la misma ciudad serán algunas de ellas. Además, el día 17 se hará entrega del Gehitu de Plata a la Facultad de Derecho de San Sebastián en el auditorio del Aquarium, seguida de una ponencia bajo el nombre ‘Personas Refugiadas LGTBI+ en Europa. ¿Un entorno seguro es posible?’.

En Vitoria-Gasteiz, el 17 de mayo se rechazarán las agresiones recogidas por la Red Transbollomarika. Agresiones que, según Amets, probablemente no sean todas: “Las agresiones no tienen por qué ser físicas. Sigue habiendo agresiones verbales. La cifra choca con las contabilizadas por las instituciones, quince frente a dos, que son las que se han registrado mediante denuncia” explica Amets.

Lumagorri solicitó al Departamento de Igualdad del Ayuntamiento el pasado febrero la puesta en marcha de un plan para el Observatorio LGTBI que recoge el diagnóstico sobre el colectivo. El 18 de mayo s e entregarán ejemplares de “Desirak plazara. Diagnóstico sobre las realidades de la población LGTBI en Vitoria-Gasteiz” en el centro cívico Aldabe, donde se celebrará una mesa redonda para conmemorar el día. El diagnóstico recoge, entre otras cosas, que la ciudad de Vitoria tiene una visión binarista y heteronormativa o que las siglas LGTBI no recogen toda la diversidad del colectivo, según Amets.

Por ello el 17 de mayo no es una celebración, sino un día para visibilizar que aún quedan diferencias y luchas. “Todavía la transexualidad está recogida en manuales, todavía tenemos que hablar de discriminación laboral, de agresiones. Celebrar hay muy poquito que celebrar”, añade Amets. “Hay que sacar los colores a quien vaya a hacer declaraciones institucionales o a adherirse a alguna reivindicación y nos invisibilice el resto del año. Porque lo que no está, no existe”.

El creador de ‘Hannibal’, contra el tráiler de ‘Bohemian Rhapsody’ por silenciar la homosexualidad y el sida

Los más de cuatro millones y medio de visualizaciones del tráiler de la películaBohemian Rhapsody en YouTube en un sólo día demuestran la gran expectación y revuelo que ha causado el adelanto de la película protagonizada por Rami Malek.

Su distribuidora, 20th Century Fox, define  el film como una celebración de la música de Queen y de su cantante Freddie Mercury. Sin embargo, ni el tráiler ni su descripción han tenido la respuesta que esperaban. En seguida han surgido algunas críticas como la formulada por Bryan Fuller, creador de series comoHannibal o Pushing Daisies, que arremetió en su cuenta de Twitter contra este avance. El productor denuncia la invisibilización del sida que terminó con la vida del cantante en 1991 y sus relaciones con hombres, mientras que sí que deja ver su atracción por las mujeres.

En otro tuit dirigido a 20th Century Fox, Fuller critica su sinopsis por señalar que el filme incluye la actuación de Freddie Mercury en un concierto de 1985 en un momento en el que luchaba contra “una enfermedad que amenazaba su vida”, sin mencionar que esta enfermedad era el sida. “Hacedlo mejor”, les contestó. Incluía en su mensaje el hashtag #HETWASHING, haciendo referencia al heterosexual washing – lavado heterosexual –  usando el término que define la modificación de un contenido para alcanzar un mayor público, como los casos en los que personajes negros han sido interpretados por actores blancos.

Un usuario de la red social contestaba reafirmando esta idea de silenciar el nombre de la enfermedad como señal de miedo e ignorancia, y que este silencio equivale a la muerte. La ilustración pertenece al grupo de acción ACT UP que, precisamente este año, ha sido protagonista de otra película, esta vez francesa y ganadora del Gran Premio del Jurado en el pasado Festival de Cannes 120 pulsaciones por minuto, de Robin Campillo.

Entre los comentarios negativos, se enfatiza cómo el tráiler podría augurar una producción que ofrezca una imagen equivocada del cantante para aquellos que no conocen realmente su historia. Por el momento, la distribuidora no ha emitido respuesta alguna ante las críticas.

Esta no ha sido la única polémica que ha acompañado la producción de la película. En 2010, se confirmó, como recogió The Guardian, a Sacha Baron Cohen como el elegido para dar vida a Mercury en el biopic sobre el cantante. Tres años después, el actor abandonó el proyecto debido a diferencias creativas, como también expuso el medio inglés.

En la promoción de la película Agente contrainteligente, visitó  el programa de Howard Stern, donde explicó no haber estado de acuerdo con el planteamiento de la película en la que pretendían que Freddie Mercury muriera en la mitad para contar después qué pasó con el resto de la banda.

Posteriormente, nombres como Daniel Radcliffe o Dominic Cooper se rumorearon como posibles sustitutos, pero nunca hubo confirmación oficial. En diciembre de 2013 se anunció que Ben Whishaw interpretaría al cantante y Dexter Fletcher sería el director. Así lo publicó BBC News. Meses más tarde, el actor abandonó el proyecto de nuevo por diferencias creativas.

En diciembre de 2016 Brian Singer tomó el relevo como cineasta y Rami Malek fue elegido como nuevo candidato a dar vida a Mercury. El 30 de agosto Singer compartió la primera imagen del set de rodaje pero a finales de año se dio a conocer por medio de un comunicado que el director había sido apartado del filme por “comportamientos no profesionales” y sus recurrentes enfrentamientos con el protagonista. Horas después Singer respondió aclarando que Fox no permitió que tuviera tiempo para visitar a uno e sus padres que estaba enfermo.

Finalmente, como anunció Indie Wire, Dexter Fletcher regresó para ser el nuevo director y quien definitivamente aparece como tal en los créditos de la película. Ben Hardy, Joseph Mazzello, Allen Leech y Lucy Boynton son quienes completan el reparto.

En España, habrá que esperar hasta el 31 de octubre para el estreno del biopic de Freddie Mercury que, de momento, ha sido presentado con polémica.

Tu madre también sale del armario: qué pasa cuando la familia se enfrenta a la homofobia de su entorno

Un manifestante sostiene una pancarta durante el Orgullo Crítico de 2017 en Madrid. ÁLVARO MINGUITO

“Mi hija es lesbiana y tiene novia”. A Elena no le ha resultado fácil pronunciar estas palabras. Desde que hace casi tres años su hija le dijera que le gustan las mujeres, Elena ha atravesado un proceso en el que se ha topado con comentarios y actitudes en su entorno que denotan el grado de homofobia que sigue existiendo a pesar del escenario de avance de derechos LGTBI. Y es que los familiares de personas lesbianas, gays o bisexuales también tienen que salir del armario al hablar de la orientación sexual de sus hijos, hermanas o sobrinas en el trabajo, en el grupo de amigos o con los vecinos del barrio.

“Parece que nunca encuentras el momento, sobre todo si has escuchado hablar mal de la homosexualidad y es algo que en determinados grupos no se ha tratado con naturalidad. Te da miedo a que rechacen a tus hijos e hijas, a que les vayan a etiquetar fuera de lo que se considera ‘normal’ o a mirar de otra manera. Yo es un temor que he vivido y con el que cuesta romper”, explica Elena, que a sus casi 60 años recuerda la sorpresa con la que reaccionó parte de su entorno cuando habló del lesbianismo de su hija.

Eso entre hombres y mujeres de una generación educada en la dictadura franquista, para la que la diversidad sexual y de género era motivo de persecución y, en muchos casos, cárcel. Los avances normativos y sociales de los últimos años han querido corregir esa herencia y “en general, la cosa ha cambiado mucho porque hay más información”, dice Isabel Martínez, miembro de la Junta Directiva de la asociación andaluza Familias por la Diversidad. Sin embargo “ todavía hay una parte de la sociedad que ignora y rechaza estos temas sin conocer la realidad. En los colegios lo vemos muy claramente. Hay niños y niñas que son discriminados porque sus hermanos o hermanas son LGTBI”, añade.

Su asociación cuenta con una guía para padres y madres en la que concibe la salida del armario como familias visibles de personas LGTBI como un paso clave y una “verdadera demostración” para los hijos e hijas. Además, recomienda “decir la verdad si alguien pregunta en nuestro entorno cercano, reconociendo así a nuestros hijos para que puedan normalizar las relaciones familiares, sin tener que esconder sus sentimientos y sin tener que mentir”.

La homofobia sutil

“La gente no quiere hacer daño y por eso en mi caso desde que dije que mi hija es lesbiana la cosa ha cambiado y ya no se dicen cosas tan directas”,  apunta  Elena, que tiene claro que la diversidad afectivo sexual aún no está asumida del todo. Lo percibe en su entorno, entre sus amigas, en el trabajo, pero no en un escenario de rechazo evidente,  sino de homofobia sutil y encubierta que la hace menos reconocible. “Algunos comentarios sí se hacen, pero lo más común es el silencio. Se convierte en un tema tabú y ya nadie te pregunta. Ni siquiera aunque tu hija tenga novia…como si se hace en el caso de alguien heterosexual”.

Elena celebra los avances en derechos LGTBI de los últimos años, pero sigue notando una atmósfera en la que se deja entrever esa idea de “si mi hijo no es gay o mi hija no es lesbiana, mejor”, ejemplifica. “No hay convencimiento, hay contención. Y en ello hay un punto de peligro porque yo creo que si un día vuelve a no estar mal visto rechazar públicamente a personas homosexuales o bisexuales, mucha gente hablaría de nuevo en esos términos. Por eso es tan importante la pedagogía”.

Pepa Nolla, presidenta de honor de la Asociación de Madres y Padres de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales (AMPGYL) y madre de un chico gay, asegura que es algo “que vivimos constantemente” y sobre lo que “hay que intervenir”. Por ello, desde AMPGYL intentan ofrecer herramientas a las familias para que puedan afrontar este tipo de situaciones. “La mayoría de gente intenta no hacerlo, pero si no han cambiado el chip de la heteronormatividad para dar paso a la diversidad es difícil porque está muy arraigado”.

Las familias en las leyes

Lo que viven muchas de estas familias se llama discriminación por asociación, que la Ley LGTBI que actualmente tramita el Congreso de los Diputados, define como la que se da como consecuencia “de su relación con una persona, un grupo o familia LGTBI”. La ley andaluza, aprobada el año pasado, quiso incluir también la realidad de los familiares de personas LGTBI y les extiende las medidas que contempla. Uno de sus impulsores, Juan Andrés Teno, a su vez portavoz de Familias de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) asegura que se trata de “un tipo de discriminación indirecta”.

Aunque desde la FELGTB la atención se ha centrado en las situaciones que atraviesan los niños y niñas que viven en familias homoparentales, “las madres, padres o hermanos de una persona LGTBI también viven ese clima de homofobia que sigue pensando en el imaginario colectivo” y que se une al propio proceso interno, condicionado “muy claramente en el caso de generaciones anteriores” por “una herencia cultural que se lo pone difícil”. “Para mi madre mi marido no es mi marido, sino mi pareja”, ejemplifica Teno, que nombra como paradigma de la discriminación por asociación la que viven las familias de menores trans, abordada en este reportaje. “Mi hijo no ha sufrido tanta transfobia como yo”, decía la madre de un niño trans.

En este sentido, Emilio García, coordinador del grupo de familia del colectivo madrileño COGAM y padre de un joven trans apunta a algunas cuestiones relacionadas con la orientación sexual: “Hay una incomprensión de que se puede ser trans y lesbiana o trans y bisexual. A veces recibimos algunas preguntas incómodas, por ejemplo, si ven a tus hijos con personas de su mismo sexo, pueden decir ‘¿pero no se había cambiado de sexo?’ Yo creo que la clave es que depende de cómo te pregunten las cosas y la intención con la que se haga”, cuenta.

Elena hace hincapié en la importancia de intervenir ante determinados comentarios o expresiones. Algo que, en algunos casos, le han valido acusaciones de “suspicaz”.  Sin embargo, al mismo tiempo celebra la visiblidad: “para mí la conclusión tras este proceso es que hay una homofobia que no se percibe fácilmente, pero que está ahí. Y tú sientes ese miedo al rechazo pero al final hay que sobreponerse. Yo me dije a mí misma que quería ser valiente por mi hija. Y eso es lo que me ha ayudado”.

‘Carmen y Lola’, el primer amor lésbico entre gitanas conquista Cannes

Fotograma del filme ‘Carmen y Lola’.

Carmen y Lola no es exactamente una película. O sí, pero de otra manera. Es más, resulta más fácil definirla por lo que no quiere ser que por lo que es. Y es ahí, en la indefinición, donde encuentra su sitio; en ese espacio entre la realidad y el sueño, entre la tradición y la más elemental de las libertades. Lejos de las fronteras. Es una historia ficticia, pero con actores tan reales que ni siquiera son actores. Es casi un documental, pero perfectamente consciente de que sólo la imaginación da sentido. Trata sobre la más prohibida de las pasiones y, sin embargo, en la pantalla todo resulta obvio y necesario. Digamos que todo ocurre por primera vez. La directora, Arantxa Echevarría, debuta y, por supuesto Rosy Rodríguez (Carmen) y Zaira Morales (Lola) también. Lo que se cuenta, obviamente, es un primer amor contra todo.

“Recuerdo”, dice la directora, “que todo empezó por un artículo que leí en un periódico. Hacía cinco años que se había aprobado el matrimonio homosexual y una pareja de mujeres hablaba de su relación por primera vez. Eran gitanas. La foto del reportaje estaba tomada desde atrás. Sólo se le veía la espalda. Y pensé: ‘Y si diéramos la vuelta a la página, ¿qué veríamos?’. Esta película responde a ese deseo”.

Y así es. La película avanza siempre pendiente de sus pasos; consciente del terreno delicado, quizá simplemente revolucionario, que pisa. Ellas, las actrices que no lo son, se dan vida a sí mismas, pero no del todo. De hecho, toda la primera mitad de la cinta se comporta como un documental y traza el terreno de un mundo de vendedores ambulantes, ceremonias “de pedida” y ritos “en el culto”. Sólo y siempre pendiente de cada detalle. Hasta que, poco a poco, con cuidado, la cinta se despega del suelo para alcanzar el otro lado, ese que Echevarría quiso retratar desde el primer momento.

“Estaba yo más atenta al asunto que tratábamos, que no deja de ser delicado, un tabú, que las propias Zaira y Rosy. Una de ellas, ni siquiera se molestó en saber cómo acababa la película. Iban al rodaje, se aprendían sus papeles y seguíamos. Día a día”, comenta la directora. Y, en efecto, esa inmediatez, esa sensación de vida, inunda cada segundo de película. “Para que se besaran, me tuve que besar yo primero delante de ellas con una amiga”. Todo a la vista, todo más real que la propia realidad.

“Yo sí creo en el cine social, sí creo en la capacidad del cine para enseñar realidades que han de ser cambiadas. Al fin y al cabo, el cine no es más que deseo”, afirma rotunda la directora para marcar el terreno, para situar su trabajo exactamente en el sitio que toca. La idea, en definitiva, no es otra que dar la vuelta a lo oculto, a lo triste, a lo real. La idea es ver qué hay en el otro lado de la página. Carmen y Lola, una película resplandeciente, una película que se niega a ser definida. Puro deseo.

Susana Díaz se quita la careta de lucha contra el sida

por David Bollero

Los Días Internacionales sirven para marcar un hito en el año, pero la clase política los confunden. Nosotr@s los tomamos como referencia para ver qué se hace los otros 364 días; ell@s, en cambio, se sientan en él y se disfrazan con la lazo de turno. Es lo que hace Susana Díazen Andalucía con el sida. El 1 de diciembre, Día Internacional de la Acción contra el Sida, a la presidenta se le llena la boca con frases de diseño del tipo “se empieza a ganar la batalla” al sida; el resto del año, ningunea a las ONG que están al pie del cañón en esa batalla, olvida a las personas enfermas y confía la prevención a la santa providencia.

ASIMA (Asociación Antisida de Málaga) es una de estas ONG que, por si no fuera ya suficientemente duro batirse el cobre con la sensibilización, la prevención y los tratamientos (físicos y psicológicos), también ha de luchar contra la Administración Pública.

ASIMA, de la que ya he hablado en  este espacio en más de una ocasión por la profunda admiración que siento por sus miembros, está acostumbrada a que Susana Díaz y su Gobierno recorte sistemáticamente los presupuestos destinados a la lucha contra el sida o que la Junta evalúe sus planes andaluces frente al VIH/Sida y otras ETS sin consultar siquiera a las ONG que se dedican precisamente a esto.

¿Saben a qué está también acostumbrada? A que en 2012 se firmara con la Junta un concierto para la casa de acogida que lleva ASIMA, catalogada como Vivienda de Apoyo al Tratamiento (VAT) y en seis años el Gobierno de Susana Díaz no haya concertado ninguna ayuda.

Seis años en blanco, adornados convenientemente cada 1 de diciembre con su lacito rojo. Y eso que Málaga es la provincia con la tasa de incidencia de infección por VIH más elevada (11,9 casos por 100.000 habitantes). En matería de nuevas infecciones supera, incluso, a Madrid y Barcelona, pero a Susana Díaz parece importarle bien poco. Por eso, entre otras muchas tropelías, retira fondos destinados para el Convenio de colaboración entre la Consejería de Salud y las asociaciones que trabajan para el colectivo de personas que ejercen la prostitución.

Ahora, esta casa de acogida, que también atiende a personas derivadas a través del dispositivo Puerta Única del Ayuntamiento de Málaga, que ya tuvo que afrontar inversiones por su cuenta para que en 2012 la casa se ajustara a lo que requería la Junta para la firma del Convenio, está a punto de echar el cierre. Son demasiados años de incumplimiento de la Junta de Andalucía, demasiado tiempo teniendo ASIMA que adelantar el dinero necesario para las campañas de sensibilización sin tener seguridad si este Gobierno traicionero pagará o no.

Esta casa de acogida no es una fachada, de esas que le gusta levantar a Susana Díaz para ocultar sus miserias, sino que atiende a más de medio centenar de personas al año. Esta casa de acogida es ilusión, es esfuerzo y esperanza… es todo lo opuesto a lo que destila Díaz, cuyo compromiso con la Sanidad Pública está teñido de privatización, que parece considerar una limosna el concierto de plazas para esta casa.

Esta casa de acogida va a costar cerrarla, porque las heroínas de ASIMA plantan cara, porque tienen mucha gente detrás dispuesta a guerrear, a señalar, como hace este artículo, la verdadera cara de quien promete e incumple, de quien luce diferentes caretas a lo largo de un mismo día según la causa que toque. Esta casa de acogida se queda, vaya si se queda.

Euskaltzaindiak eta Ortzadar LGBT elkarteak hiru urterako hitzarmena sinatu dute

Euskarari dagozkionetan, Akademiak aholkularitza eskainiko dio elkarteari

LGTB kolektiboaren eskubideen aldeko manifestazioa, Bilbon. / JORDI ALEMANY

Euskaltzaindiak eta Ortzadar LGBT elkarteak bien arteko lankidetza hitzarmena sinatu zuten lehen aldiz atzo, Bilbon. Hitzarmena hiru urterako egin da, eta, euskarari dagozkionetan, Akademiak aholkularitza eskainiko dio elkarteari.

Bereziki, hitzarmenaren aurkezpenean azaldu zuten bezala, gradu bukaeran eta Master ikasketetan elkarteak sustatzen dituen deialdietan euskararen erabilera normalizatua eta jasoa ziurtatzeko, eta elkarteak bideratzen duen aldizkari zientifikoan euskarari toki egokia eta duina emateko aholkularitza emango dio Euskaltzaindiak.

Aurreko bi xedapenen ondorioz sortzen den euskararen testu masa eskuratuko dio Ortzadar LGBT elkarteak Euskaltzaindiari, eta Akademiak, besteak beste, Euskaltzaindiaren Hiztegia elikatzen duen Lexikoaren Behatokia elikatzeko baliatuko du euskarazko testu masa hori.

Era berean, Ortzadar LGBT elkarteak Euskaltzaindiari aholkularitza eskainiko dio herritarren berdintasuna, bizikidetza, sexu askatasuna eta giza eskubideak Akademiaren Hiztegian zein bestelako hizkuntza baliabideetan are hobeto islatuta ager daitezen.

Euskaltzaindiak azaldu duenez, errealitate hauek guztiak «ondo gogoan» ditu, eta horiek kontuan hartuz, «erabaki garrantzitsuak» hartu ditu azkenaldian, besteak beste, familia harremanetako gaurko errealitatera moldatu ditu Hiztegiko hainbat definizio; dinastia-kontuetan ere egin dira aldaketak; Espainiako Justizia Ministerioari euskal izendegiarekin malguago jokatzeko eskatu zitzaion eta abar.

Pozik

Andres Urrutia pozik agertu zen sinatutako hitzarmen berriarekin. «Hitzarmen hau euskal gizartearekin eta beren-beregi kolektibo honekin geneukan zor bat kitatzera dator. Euskara gaitu eta erabilera berrietara moldatu eta egokitzeko agindua dauka Akademiak, eta horretara dator, neurri batean, hitzarmen garrantzitsu hau», aitortu zuen euskaltzainburuak. Bere hitzetan, «Euskaltzaindiak ezin dio muzin egin bere erantzukizun sozialari, eta LGBT kolektiboa (Lesbiana, gay, bisexual eta transexualen kolektiboa) are ikusgarriago egiteko ekarpena egin nahi du».

Bestalde, Javier García Ortzadar LGBT elkarteko presidentea ere pozarren agertu zen. «Gure elkarteak garrantzia eman nahi die euskaraz egindako ikerketei, eta horretarako Euskaltzaindiarekin bat egitea ezinbestekoa zen guretzat», azaldu zuen.

Halaber, Axier Garate Ortzadar LGBT elkarteko bozeramaileak euskal gizarteak LGBT kolektiboarekin duen konpromiso irmoa gogoratu zuen. «Ostegun honetan homofobiaren aurkako eguna ospatzen dugu, eta hitzarmen hau baliatu nahiko genuke gure gizarteak aniztasun afektiboaren aldeko apustu garbia egin duela erakusteko», esan zuen.

Besteak beste, Ortzadar LGBT elkarteak familia aniztasunaren eta genero berdintasunaren inguruko formakuntza eta ikerkuntza sustatzen ditu, eta gai horien inguruan egiten diren master, doktore tesi eta graduondokoak zabaltzen ahalegintzen da.

La justicia confirma que la agresión a una pareja al grito de “maricones” no es delito de odio al no ver motivos homófobos

Álvaro, uno de los denunciantes / Foto cedida

La Audiencia Provincial de Valladolid ha ratificado que la agresión a una pareja de chicos llamándoles “maricones” y “homosexuales” no es un delito de odio. El tribunal desestima el recurso interpuesto por los dos jóvenes  contra la decisión de un juzgado que tampoco encajaba lo ocurrido en este tipo penal.El argumento de la Sección Segunda es que, previamente, se había producido un incidente por el que los dos jóvenes llamaron la atención de un grupo de unas seis personas, entre las que se encuentran los agresores, por tirar piedras a unos cisnes a la entrada de un parque de la capital vallisoletana. “Esto y no la condición sexual de los denunciantes, es lo que motiva los hechos que surgen con posterioridad”, explican los magistrados en un auto.

Álvaro y José Manuel denunciaron la agresión en junio de 2017, cuando paseaban agarrados de la mano sobre las 23.45 horas, según el escrito. En ese momento, relatan, vieron a un grupo “tirando piedras a una pareja de cisnes con unas crías” al que se acercan para reprocharles su actitud y afirmar que llamarán a la Policía si prosiguen.

Es entonces cuando uno de los miembros del grupo “dice al resto en actitud de mofa ‘vienen de ahí atrás –señalando el parque– de darse por el culo'”, continúa la denuncia, que relata cómo algunos de los presentes se acercan a Álvaro y José Manuel “gritando y mostrando una actitud amenazante y agresiva”, repitiendo “varias veces los insultos “maricones y homosexuales” –algo que, dicen, se repitió durante toda la agresión–. Uno de ellos “intenta agredir” a Álvaro, que saca el móvil para llamar a la Policía. Posteriormente relatan empujones y una patada a cada uno con expresiones como “separaos, que tiene sida” o “vamos a llamar a la Policía para decirles que os hemos visto tocando al niño”.

La Audiencia Provincial de Valladolid ratifica la decisión del Juzgado de Instrucción nº3 de Valladolid, en el que recaló el caso, que en un auto de finales del año pasado decreta el sobreseimiento y el archivo de las diligencias en lo que respecta al delito de odio. Para que este se produzca debe darse un móvil relacionado con la pertenencia o conexión de la víctima con un grupo que puede estar basado en la raza, el origen, la religión, las creencias o la orientación sexual e identidad de género, entre otros motivos.

El tribunal ha desestimado el recurso presentado por Álvaro y José Manuel por entender, al igual que la Fiscalía, que “la esencia del problema tiene relación con el antecedente que dio lugar a las expresiones vertidas contra los denunciantes y con la agresión sufrida”. Un antecedente sin el que “probablemente estaríamos ante el delito de odio”. Sin embargo, “tales expresiones y agresión no pueden desconectarse del hecho previo que da lugar a los hechos que nos ocupan”, por lo que el hecho de recriminar a los denunciados su actitud “es lo que motiva los hechos” y no la condición sexual de la pareja, argumentan los magistrados en el auto fechado el 16 pasado 16 de marzo y contra el que no cabe recurso.

No proseguirán con el proceso

Álvaro y José Manuel, activistas de la asociación Valladolid Diversa, han acogido con sorpresa e indignación la decisión. “Los agresores no nos pegaron por decirles nada de los cisnes, nos pegaron por ser gays, ellos mismos lo gritaron bien alto. No nos llamaron ‘animalistas’, ni ‘ecologistas de mierda’, ni ‘fanáticos de los cisnes’. Nos llamaron ‘maricones'”, explica el primero.

“Lo que motivó que este grupo de homófobos decidiera pasar de la conversación tranquila y respetuosa con la que nos dirigimos a ellos a los insultos, amenazas y agresión fue nuestra orientación sexual, claramente reconocida por ellos debido a nuestra estética y a que paseábamos cogidos de la mano. Si lo de los cisnes se lo hubieran dicho dos heterosexuales muy machotes, no les habrían tocado ni insultado”, continúa José Manuel.

Ambos han decidido no participar en el juicio por un delito leve de lesiones que sí imputó la jueza de instrucción y también confirma la Audiencia Provincial de Valladolid. Para los jóvenes “es insuficiente juzgar a los agresores por un delito leve de lesiones aisladas, totalmente desconectadas de la homofobia de los agresores, que es lo que realmente se debería condenar”, explican tras convocar a una movilización el próximo sábado en Valladolid aprovechando el Día contra la LGTBIfobia que se celebra este jueves.

La abogada especializada en derechos LGTBI y delitos de odio Charo Alises opina que la decisión no está suficientemente fundamentada “porque la determinación de la motivación es una cuestión compleja que requiere de una investigación y un estudio detenidos y en profundidad”. Para esta experta, el auto demuestra la complejidad probatoria de los delitos de odio porque “en la motivación para cometer un delito entra la subjetividad del autor”.

Por ello, la letrada apuesta por investigar de forma exhaustiva una serie de indicadores que no entran a valorar los jueces en su auto: la percepción de las víctimas, las expresiones vertidas –que ni en la instrucción ni la Audiencia han puesto en duda– o cómo las víctimas hacen visible su orientación sexual al ir paseando de la mano. “La cuestión es que la sentencia no toma en consideración esos indicios a la hora de considerar que se trató de un delito de odio y se basa únicamente en un incidente anterior que considera el verdadero y único motivo de la agresión”, zanja.

 

Maitzaren 17a Nazioarteko HomoLesboTransFobiaren aurkako Eguna dela eta, EHGAMek, GARAIPENekin batera, elkarrateratzera deitzen du, Donostiako Boulevard-ean, arratsaldeko 19:30etan

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