Metro investiga el origen de una circular que pide vigilar a los gais

La compañía se desvincula del documento y anuncia medidas contra la persona que lo haya redactado y se lo entregara a los revisores

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Listado entregado a los interventores de Metro.

Metro de Madrid ha abierto una investigación interna para determinar el origen y el autor de una comunicación interna entregada a los revisores en la mañana de ayer. En la misma se recoge que se pida el billete a homosexuales, músicos, mendigos, pedigüeños y vendedores, según ha informado la cadena SER. El secretario de UGT en el Metro, Teodoro Piñuelas, ha pedido que se depuren responsabilidades y que se despida a las personas responsables del escrito.

La comunicación que ha levantado toda la polémica fue entregada a los interventores entre la noche del ayer y la mañana de hoy al inicio de sus turnos. En la misma viene reflejados los puntos por los que tienen que prestar servicio. En letras mayúsculas se citan las estaciones y, en determinados casos, donde deben hacer especial incidencia los revisores. Destaca por ejemplo el tramo de la línea 2 entre Sol y Las Rosas, donde se pide que se centren en “músicos, mendigos y gais”.

Según Piñuelas, se ha montado cierto alboroto al recibir esta comunicación. Los interventores han protestado por esta discriminación y han respondido que no iban a hacerle caso. Como estaba presente en las oficinas el abogado del Consorcio Regional de Transportes, le han consultado de dónde había salido esa circular. Supuestamente, el origen es la dirección de Seguridad de la compañía metropolitana. El propio letrado les ha dicho que no se podía aplicar. “No comprendo por qué se da a entender que los homosexuales no pagan el billete y que se vigile a estas personas. ¿Y por qué no a los altos, a los rubios o a los que lleven gafas?”, critica Piñuelas.

Metro de Madrid se ha desvinculado del contenido de ese documento: “La compañía no tiene conocimiento ni ha dado su consentimiento para que se redacte un documento en estos términos”, ha señalado una portavoz de la compañía. De hecho, ha abierto una investigación interna para ver quién ha redactado el texto, que no es “en ningún caso oficial de la empresa”, y los motivos por los que se ha distribuido.

La portavoz ha anunciado que se tomarán medidas disciplinarias contra la persona o personas que lo hayan redactado. “Desde Metro de Madrid se rechaza este tipo de expresiones, que nada tienen que ver la compañía”, ha concluido la portavoz.

Metro de Madrid abre una investigación para saber la autoría de un documento que insta a perseguir a ‘gays’ y ‘mendigos’

La empresa pública quiere ‘depurar responsabilidades’ tras la denuncia realizada por UGT

Metro de Madrid ha abierto una investigación para descubrir la autoría de un documento interno en el que se insta a los revisores a aumentar sus peticiones de tickets a determinados grupos como “gays”, “músicos” y “mendigos”, una situación que ha provocado que los empleados se hayan opuesto de forma rotunda a acatar esta orden al considerar que atentan contra los derechos de los viajeros.

Fuentes de la empresa que gestiona el suburbano han señalado a que ya se ha abierto una investigación para depurar responsabilidades y tomar medidas al respecto, lamentando que se haya producido un hecho de esta índole.

El conocimiento de Metro de este documento se ha producido a raíz de una denuncia de UGT, que ha exigido que se depuren responsabilidades sobre los autores de este documento que atenta contra los derechos fundamentales de los viajeros.

En el texto se puede observar cómo se indica que en determinadas estaciones como la de Sol se incida en las peticiones de tickets a “músicos”, “mendigos” y “gays”.

El secretario general de Metro de Madrid, Teo Piñuelas, ha manifestado que les ha sorprendido la existencia de este documento, ya que es algo “gravísimo” que se hagan rutas para que los trabajadores persigan a unos viajeros. “Creemos que los trabajadores se han negado de forma rotunda porque entienden que cualquier viajero es totalmente respetable”, ha aseverado.

El Ayuntamiento de Albacete pide ‘Mariconadas las justas’ en carteles y en una web

mariconadas las justas

mariconadas las justas

Muchas veces, la palabra “maricón” y sus derivados se usa a la ligera y sin tener en mente qué consecuencias puede traer su uso, y si no que se lo digan al militar gallego que ingresó en prisión por llamar así a un sargento.

En Albacete, las paredes de la ciudad y algunos comercios comenzaron a servir de soporte para carteles de una Campaña de Masculinidades para la igualdad promovido por el consistorio, y que ha generado mucha controversia. “Mariconadas las justas” rezaba tal cartel, que ya ha sido retirado tras las críticas que ha generado por parte de la concejala de Izquierda Unidad de tal localidad Victoria Delicado. En un comunicado, ha puntualizado que ese mensaje se colgó en la puerta del Centro de la Mujer, siendo parte de una campaña educativa que dicho centro imparte, en relación a nuevas masculinidades.

La política de la oposición cree que el eslogan es “una expresión homófoba sin ningún género de dudas”, y señala que el centro de la Mujer “tiene entre otras finalidades, la promoción de la igualdad, el respeto a la diversidad y, el deber de luchar contra los estereotipos y la homofobia”. “Las técnicas publicitarias deben seleccionarse según el objetivo que se persiga y esta frase, si bien resulta llamativa, difunde un pensamiento homófobo frente al cual los poderes públicos y ese Centro de la Mujer, deben actuar. No se me ocurre que frases como ‘quien bien te quiere, te hará llorar’ o ‘la mujer y la sartén, en la cocina están bien’ deban ser los mensajes de carteles que supuestamente luchan contra la violencia de género o la igualdad entre hombres y mujeres, respectivamente”, añadió Delicado en el escrito que IU ha hecho llegar a los medios.

Pese a todo, la web www.yalosapo.es, perteneciente a tal campaña, sigue en activo y aún se lee este eslogan en su págima de bienvenida.

“Yo no quería denunciar, tengo miedo”

Dos hombres sufren una agresión homófoba en el punto de encuentro gay de Las Ventas

A Carlos le extrañó que no hubiera nadie en el aparcamiento de la plaza de toros de Las Ventas. No era la primera vez que iba a buscar un contacto a ese conocido punto de encuentro gay. Pero sí sería la última. Cuando llegó, a eso de las 23.30, sólo había otro chico en un coche. Cerró el suyo y se acercó a él.

— Qué raro, no hay nadie —le comentó.

Después, los ojos de terror de ese chico al que acababa de conocer. Giró la cabeza y les vio: “Eran siete u ocho, todos vestidos de negro”, recuerda.

—¡Maricón! —gritaron, rodeándoles.

Corrió por el terraplén de salida del aparcamiento, se topó con la valla que sirve de perímetro a la carretera de la M-30. Sintió una descarga en el hombro. Tropezó. Se protegió la cabeza con los brazos mientras recibía decenas de patadas en el suelo. Pudo abrir los ojos unos segundos y vio un hueco en la cerca de alambre, se dejó caer al arcén de la autovía: “Menos mal que no había mucha altura, no sabía adonde me estaba tirando, solo quería huir de ellos”.

Sin dejar de correr, miró hacía atrás y vio cómo pateaban a aquel chico, del que no volvió a saber nada hasta que un día le llamó la policía.

Hoy se cumple un mes de aquella agresión homófoba. Carlos no se llama Carlos. Pero prefiere no hacer público su verdadero nombre. Tiene 43 años. Trabaja como administrativo. Bueno, trabajaba, porque desde entonces está de baja en su casa. Tiene el hombro roto por varios sitios: “Cuatro fragmentos de húmero proximal izquierdo con lesión neurológica asociada tras agresión, refiere que le dieron una descarga eléctrica en región de hombro, con disestesias y pérdida de fuerza para la movilización de mano y dedos desde ese momento”, reza el parte médico del hospital Ramón y Cajal, adonde le llevó una ambulancia del Samur después de que un viandante le prestase ayuda. Carlos tiene una parálisis “nervio-radial” desde el ataque.

“No quería denunciar”, recuerda. “Lo hice porque me convenció mi familia. Tengo miedo”.

A las 20.00 horas del 21 de enero, nada más salir operado del hospital, se presentó en la comisaría de Alcobendas. Aparte de relatar esos mismos hechos, tal y como consta en el atestado, solo pudo aportar que los agresores eran todos varones jóvenes, de entre 20 y 30 años.

Las cámaras de seguridad del aparcamiento de Las Ventas ayudaron a identificar a tres de ellos. “Según me dijo la policía cuando me llamó, todos tenían antecedentes por otras agresiones”, cuenta. Carlos no quiso ir a la rueda de reconocimiento. “Temo que me reconozcan y que tomen represalias. Yo solo quiero recuperarme y olvidar todo esto”.

Después supo también que aquel chico del aparcamiento, tras pasar varios días en el hospital, con la nariz rota y operada y todo el cuerpo contusionado, puso su correspondiente denuncia. “Él está dispuesto a tirar para adelante”, dice Carlos que le dijo el agente. Lo que nunca supo es que los tres chicos que detuvieron los miembros de la Policía Judicial eran menores de edad y que pasaron a disposición del Grupo de Menores (GRUME).

El matrimonio igualitario conquista el conservador sur de Estados Unidos

El Tribunal Supremo impide a Alabama prohibir los enlaces entre personas del mismo sexo

Yashinari Effinger besa a su esposa Adrian Thomas

Yashinari Effinger besa a su esposa Adrian Thomas al contraer matrimonio esta semana en Alabama. / GARY COSBY JR. (AP)

En pleno debate sobre la legalización del matrimonio homosexual en Estados Unidos, el reverendo Phil Snider se dirigió hace tres años a su congregación en Misuri con un discurso a favor de la discriminación sexual. A los pocos minutos de comenzar, se detuvo. “Lo siento, creo que he tomado prestados los argumentos del siglo equivocado”. Snider había convencido a la audiencia de que la discriminación era justificable cambiando los términos “integración racial” por “derechos de los homosexuales” en un discurso que ya había sido empleado para defender la segregación contra las minorías raciales en el sur.

Su intervención se convirtió en uno de los vídeos virales del momento. Snider había demostrado que los argumentos que fallaron en la defensa de la segregación, también son insuficientes para negar la igualdad a los homosexuales. Ahora, como hace medio siglo, la región que más tiempo oprimió a las minorías raciales, ha sido la última en sumarse a esta batalla por los derechos civiles, la de los homosexuales.

Decenas de parejas del mismo sexo aguardaban el lunes pasado en juzgados de Alabama para contraer matrimonio. Querían ser las primeras, del primer estado del Deep South en acceder a un derecho que ya reconoce la mayor parte del país. No faltó tensión. Un juez de Alabama, Roy Moore, había dictaminado la noche anterior que no se firmaría ningún acta de matrimonio hasta que se pronunciara el Tribunal Supremo en Washington. Apenas unas horas después, el Supremo negó la petición de Moore y declaró que Alabama no tiene competencias para prohibir el matrimonio igualitario.

Hasta ahora, la comunidad homosexual de Alabama había visto cómo los avances conquistados en el resto del país no cruzaban sus fronteras. El límite estaba hasta ahora en el sur, pero el cambio ha llegado con la decisión de los jueces del Supremo.

La oleada de cambio que en apenas dos años ha barrido la opinión pública estadounidense empieza así a conquistar el sur. La región más conservadora del país es la que menos respalda las uniones entre personas del mismo sexo, apenas un 41%, frente a un 61% que lo apoya en la costa Este, según datos recientes del Centro Pew. Siete de cada 10 estadounidenses viven en uno de los 37 estados donde el matrimonio homosexual está legalizado. Otra mayoría, un 72%, considera que el matrimonio entre personas del mismo sexo es ya inevitable, según datos del Centro Pew.

Pero bajo la piel conservadora de Alabama, Georgia y Louisiana se adivinan profundas transformaciones culturales y demográficas que han situado a los ciudadanos a favor del matrimonio igualitario. A pesar de mantenerse en la retaguardia de uno de los cambios sociales más importantes de las últimas décadas, el ritmo sí ha sido el mismo que en el resto del país y en la misma dirección. Desde 2003, el apoyo en el sur ha pasado de un 25% a un 44%, similar al salto de 21 puntos que dio la costa Este (del 40% al 61%) en el mismo período.

Alabama debe acatar ahora la decisión del Supremo. Pero esto no quiere decir que el alto tribunal haya reconocido el derecho a casarse de los homosexuales; en junio tendrá que pronunciarse sobre ello y su decisión afectará a todo el país.

Shante Wolfe y Tori Sisson fueron la primer pareja en casarse en el conservador estado de Alabama, al sur de EE UU.

Shante Wolfe y Tori Sisson fueron la primer pareja en casarse en el conservador estado de Alabama, al sur de EE UU. / MICKEY WELSH (AP)

“Las autoridades pueden permitir la vigencia de esas uniones o quedar como estúpidos orgullosos por intentar arrancar a maridos y esposas de sus parejas”, decía este lunes la revista The Atlantic. “Nadie se ganó a los estadounidenses partiendo en dos sus certificados de matrimonio”.

Ni siquiera a los del sur. El juez Moore ha ignorado la nueva demografía y el cambio de ideas en la región, destino en los últimos 20 años de una oleada de trabajadores, especialmente de minorías raciales, que regresan del norte. Les caracteriza, según escribe el demógrafo William Frey en su radiografía de la explosión demográfica que está definiendo a los nuevos EE UU, tanto su edad como su “capital humano”. En los setenta y ochenta, los afroamericanos regresaban solo un poco mejor económicamente que sus nuevos vecinos. Ahora, según Frey, “son jóvenes y con un nivel educativo muy alto”.

La generación del milenio, la más diversa de las últimas décadas, muestra un respaldo sin precedentes a los derechos de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales). Según datos del Public Region Research Institute, un 69% de los jóvenes entre 18 y 33 años defiende el matrimonio homosexual, frente a un 37% de los mayores de 68 años, los baby boomers que han liderado la opinión pública hasta hace apenas una década.

El sur ya no está aislado y se acaba de sumar a los cambios de una sociedad que hace apenas cinco años no se imaginaba que en 2015 podría estar a las puertas de legalizar el matrimonio homosexual.

Un juez de Alabama reta al Supremo

C. F. PEREDA

La estrategia del juez Roy Moore para detener los matrimonios entre personas del mismo sexo en Alabama es habitual: los magistrados pueden pedir al Tribunal Supremo que bloquee la ejecución de una ley hasta que la corte decida si ésta se ajusta a la Constitución o no. En este caso, el Supremo estudiará en abril cuatro casos que pueden resolver la pregunta clave en la penúltima batalla por los derechos civiles del país: ¿tienen los estadounidenses el derecho a casarse con una persona del mismo sexo?

Dos de los nueve jueces del Tribunal Supremo manifestaron esta semana su rechazo a la decisión de no bloquear los matrimonios entre personas del mismo sexo en Alabama hasta que la corte resuelva esta pregunta. Los conservadores Clarence Thomas y Antonin Scalia, en una sentencia redactada por el primero, alertaron de que la decisión de la corte “puede ser interpretada como una señal de que el Tribunal ya ha respondido la pregunta”, en referencia a los casos que estudiará en abril.

El Supremo declaró en 2013 que la ley federal que definía el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, así como la ley de California que prohibió las uniones de parejas del mismo sexo, violaban la Constitución al discriminar en contra de los homosexuales. Esos dos casos, considerados como el avance más importante en materia de igualdad de derechos de la comunidad LGBT, no resolvieron sin embargo la cuestión de si existe el derecho al matrimonio a nivel federal. Para Thomas, una mayoría de jueces del Supremo han adelantado la respuesta.

GARA:APAIZ ETA MINISTRO BANAK HOMOSEXUAL DIRELA ONARTU DUTE SEXU BEREKOEN EZKONTZARI BURUZKO GALDEKETAREN ATARIAN

Irlanda aldatzen ari da azken urteotan. 1993ra arte homosexualitatea legez kanpokoa zen herrialdean, baina, datorren maiatzean, sexu bereko pertsonen arteko ezkontzen inguruko erreferenduma egingo da. Jendartean nabarmen zabaldu da aldeko jarrera, eta, orain, legeak arrastaka aldaketara egokitu behar dira.

  • Irlandan homosexualitatea legez kanpokoa zen 1993. urtera arte. Baina 2008. urteaz geroztik egindako galdeketetan jendartearen gehiengoa sexu berekoen ezkontzaren alde agertu da
  • Ezkontza homosexualen kontrakoak eskubide berdintasunaren eztabaidatik urrundu nahi izan dute eta aitatasunaren eta amatasunaren auziari helduta ari dira kanpaina egiten

Egunkari batean ondoko titularra irakurtzen badugu, “Apaiz batek bere kongregazioaren txalo zaparrada jaso du homosexuala dela onartu ondoren”, segur aski ez dugu pentsatuko halakorik Irlandan gertatu denik. Baina, bai, Dublineko eliza batean gertatu zen urte hasieran. Father Martin Dolan St Nicholas of Myra elizako apaiz bakarra da. Eraikina Francis Streeten dago, Dublingo erdialdean.

“Osasun ministroak publikoki onartu du bere homosexualitatea zuzeneko irrati elkarrizketa batean”. Titular hori ere ez genuke Irlandarekin lotuko, baina bertan gertatu da. 2015. urtea hastearekin batera, Leo Varadkarrek, Fine Gael alderdi eskuindarreko ministroak, bere herritarren aurrean agertu zuen homosexuala dela. Gainera, analista politikoen esanetan, Varadkarrek aukera asko dauzka bere alderdiko lider burua izateko etorkizunean.

Maiatzean, oraindik zehazteko dagoen egun batean, irlandarrak erreferendumera deituta daude, sexu bereko bi pertsonen arteko ezkontza onartzen duten edo ez erabakitzeko. Erreferendum horren bueltan ulertu behar dira Father Martin Dolan apaizaren eta Leo Varadkar ministroaren adierazpenak.

Father Martin Dolan apaizak, bere homosexualitateaz modu irekian hitz egiteaz gain, argi eta garbi esan zuen mezaren erdian ezkontza homosexualen aldeko kanpainan parte hartzeko asmoa duela. Albistea Irlandako komunikabideetan agertu orduko kazetari guztiak Eliza Katolikoaren erantzunaren zain geratu ziren, baina ez zen inolako iritzirik heldu iturri ofizial horretatik. Aldiz, St Nicholas of Myra kongregazioaren baitatik segituan atera ziren beren apaizaren alde; «oso pozik gaude gure apaizarekin, eta ez dugu onartuko gure elizatik ateratzea, norbaitek asmo hori agertuko balu», esan zuten tinko bere elizako kideek.

Varadkarrek, bere aldetik, nabarmendu du berak argi eta garbi agertu nahi izan duela bere homosexualitatea inork ez dezan esan zerbait ezkutatzen ari denik. Eta gaineratu du maiatzeko erreferendumaz gain, beste helburu eta egiteko batzuk dauzkala mahai gainean homosexualitateari dagokionez. Homosexualen arteko ezkontzei bidea irekitzeaz gain, pertsona homosexualek odola emateko modua izan dezatela arautu nahi du –gaur egun debekatuta daukate–, eta subrogatutako haurdunaldietara ere zabaldu nahi ditu aitatasun eta amatasun eskubideak.

Irlandan homosexualitatea legez kanpokoa zen 1993. urtera arte. Hartara, aise esan daiteke Irlanda asko aldatu dela azken urteetan. Horren adierazle dira sexu bereko pertsonen ezkontzaren inguruan egindako galdeketak. 2008. urtetik hona, aldekoen jarrera gailendu da; urte askoan herritarren %60 egon da alde eta egun %70era igo da aldekoen portzentajea. Kontrakoena, berriz, %20aren bueltan dago.

2011. urteaz geroztik, sexu bereko pertsonek elkartze zibilaren atea zabalik daukate, baina ez ezkontza zibilarena, eta hor dago gakoa. LGTB edo lesbiana, gay, transexual eta bisexualen mugimenduaren inguruko 160 taldek salatu dutenez ezkontza zibilak eskubide gehiago eskaintzen ditu, baina hori, oraingoz, bikote heterosexualen esku baino ez dago.

Berez oraindik ez da hasi maiatzean izango den erreferendumaren inguruko kanpaina baina homosexualen arteko ezkontzen aldekoentzat borroka aspaldian hasi zen. Ikustear dago kontrakoak zenbat diren eta noraino altxatzen duten ahotsa, baina, oraingoz, isil samar dabiltza eta hori oso adierazgarria da. Horrek ere garbi erakusten du Irlanda zenbat aldatu den azken urteetan. Aldaketa horren seinale nabarmenena Eliza Katolikoak Irlandako jendartean duen indarra gero eta txikiagoa dela da. Oraindik lehenengo eta bigarren hezkuntzako eskolen %80 Eliza Katolikoaren mende daude eta bertako Konstituzioan herri katoliko bezala agertzen da Irlanda, baina sumatzen dira aldaketak. Azken urteetan Eliza kontu handiagoarekin ibiltzen da aholku moralak partitzerakoan, eta harrigarria ere gertatzen da, kontuan izanda duela urte gutxira arte Irlandako Errepublikako ministroak Elizatik pasatzen zirela baimen eske edozein lege sinatu baino lehen.

Jendartea, baiezkoaren alde

Erreferendumaren bezperatan, eta artean kanpaina hasi gabe dagoela, Irlandako jendartean homosexualitatearen aldeko jarrera igartzen da. Bistakoa da, beraz, ezezkoaren aldekoek ez daukatela bide samurra aurretik. Egoeraren jakitun, badirudi ezezkoaren aldekoek albora utzi dutela gotzainen jarrera, «ezkontzak derrigorrez gizon eta emakume baten artekoa» izan behar duela defendatzen duena alegia, eta beste bide batzuk zabalduko dituzte. Badirudi beren borroka umeen eskubideen aldetik bideratuko dutela.

Hartara, erreferendumaren bezperatan aldekoek eta kontrakoek ikuspuntu desberdinetatik heldu diote gaiari. Ezkontza homosexualen aldekoentzat, «eskubide berdintasuna» dago oinarrian. Leo Varadkar ministroaren hitzetan, «gauzak dauden bezala, une honetan nik ez dauzkat beste irlandar batzuen eskubide berdinak, eta hori aldatu egin behar da».

Ezkontza homosexualen kontrakoek, berriz, eskubide berdintasunaren eztabaidatik urrundu nahi izan dute eta aitatasunaren eta amatasunaren auziari helduta ari dira kanpaina egiten. «Ezkontza homosexualak legeztatzen badira, adoptatzeko eskubidea ere legeztatuko da eta haur askoren egoera okertuko da. Haur batek aita eta ama izan behar ditu». Gaur egungo Irlandan, baina, errealitateak datu argigarriak uzten ditu: lau umetik bat bizi da familian aitarik edo amarik izan gabe. Horietako batzuk bikote homosexualen seme-alabak dira, bide batetik edo bestetik guraso izateko modua egiten dutelako. Batzuetan gurasobakarren paperean adoptatzen dituzte haurrak, eta, besteetan, Irlandatik kanpoko adopzioetara jotzen dute. Errealitate hori existitzen da dagoeneko, eta ez bat-batean sortuko ezkontza homosexualen kontrakoek zabaldu nahi duten bezala.

Gobernuaren jarrera homosexualen ezkontzen aldekoa da. Horrek ez du esan nahi parlamentari batzuk kontra ez daudenik, batez ere lehen ministroaren alderdikoak, baina oraingoz kontrakoen ahotsa oso xume dabil. Pentsatzekoa da hori aldatu egingo dela datozen asteetan, behin erreferendumaren galdera zehaztu ondoren eta galdeketaren data gerturatu ahala. Baina galdera zuzena eta sinplea izatea espero da. Berez, irlandarrek honako esaldia beren Konstituzioan sartu edo ez erabaki behar dute: «Bi pertsona ezkon daitezke beren sexua kontuan hartu gabe».

Pentsa daiteke alderdi guztiak alde egonik eta Eliza Katolikoaren buruek egun daukaten irudi kaskarra kontuan izanda erreferendumaren emaitza nahiko garbi dagoela, baina ez aldekoek eta ez kontrakoek ez dakite zer gertatuko den. Irlandako erreferendumetan parte hartzea oso eskasa izaten da beti eta kontrakoek beren jendea bozkatzera eramatea lortzen badute, edozein emaitza da posible, nahiz eta jendartearen iritzi orokorra bestelakoa izan. Irlandako Gobernuak badaki hori gerta daitekeela, behin baino gehiagotan galdu baitituzte galdeketak. Horregatik, ezkontza homosexualen aldeko kanpaina ez da gobernuaren eskuetan egongo, jendartearen eskuetan baizik; ikasleak, katoliko progresistak, LGTB taldeak… lanean hasteko prest daude.

Kontrakoen «but» kanpaina

Irlandan ohikoak dira erreferendumak. Edozein lege edo Europako akordiok Irlandako Konstituzioari eragiten badio, irlandar guztiek daukate bozka bidez beren iritzia emateko aukera. Hartara, maiatzean sexu bereko pertsonen arteko ezkontzari buruzko iritzia emango dute. Azken hamar urteotan egiten den hamargarren galdeketa izango da.

Berez herritarrek erabakiko dutena Irlandako Konstituzioan honako esaldia txertatu edo ez izango da: «Bi pertsona ezkon daitezke beren sexua kontuan hartu gabe». Esaldi laburra da, baina garrantzi eta pisu handikoa. Askoren ustez galdeketa garrantzitsua da batez ere Irlandako bikote ez heterosexualentzako, baina, aldi berean, Irlandatik kanpo ere garrantzia izango du, mundu mailako eragina izango duen esperimentu soziologiko bat izango baita.

«Bi pertsona ezkon daitezke beren sexua kontuan hartu gabe». Azken urteetako inkestek garbi utzi dute irlandarren gehiengo oso zabala horren alde dagoela. Horren jakitun, ezkontza homosexualen kontra daudenek estrategia aldatzea erabaki dute, eta martxan jarri dute “But” kanpaina. «Gu ez gaude sexu berekoen ezkontzaren kontra, baina…». Eta bide horretan, kontra ez egon arren ez bozkatzeko eskatzen dute.

Ezezkoen aldekoek galdutzat eman dute dagoeneko ezkontza homosexualen inguruko eztabaida, eta borroka beste norabide batera begira jarri dute: «Ni ezkontza horien alde nago, baina eta umeak? Izan ere, oso garrantzitsua da aita eta ama edukitzea»; «gauean, gaixorik dagoenean, nori deituko dio ume txiki batek amarik ez baldin badauka?»; «gizonaren figura falta den familietan haurrak ez daude ondo; haurraren hezkuntzan akats larria da hori»… Horrelako mezuetan oinarrituko da kontrakoen kanpaina. Ikusi egin behar lau milioi irlandar hartuko dituen esperimentu soziologikoak zer ematen duen; aurreiritziek, usteek eta beldurrek zer pisu daukaten.

‘Sufrí siete años de maltrato físico y mental’

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Nacho, de 38 años, ganó un juicio contra su marido por malos tratos. JOSÉ CUÉLLAR

Tiene 38 años, es homosexual y fue una de las primeras personas en la Comunidad Valenciana que denunció un caso de violencia de pareja entre personas del mismo sexo. Y ganó el juicio. “Durante siete años sufrí maltrato físico y psicológico por parte del que entonces era mi marido: humillaciones, vejaciones y agresiones. Me mató la autoestima“, relata Nacho, como prefiere que le llamen. Confiesa que perdió el control de su vida, que tuvo dos intentos de suicidio y que hoy, después de que todo haya acabado, e incluso después de que esté rehaciendo su vida con otro hombre, sigue en tratamiento psiquiátrico.

“El maltrato empezó después de casarnos. Estuvimos año y medio de novios y la relación fue perfecta. Luego empezó todo. Las dos primeras veces fueron agresiones físicas y durante los años siguientes fue maltrato psicológico: me controlaba, me vejaba y minó mi autoestima”. Cuando ocurrió la última agresión no estaban juntos, sino intentando recuperar la relación. Firmaron la separación en 2013 y durante un año y medio trataron de retomar la relación. “Quise hacerlo porque, pese a todo, le quería con toda mi alma y tenía mucha dependencia de él”, confiesa. En junio de 2014 terminó todo: “Me agredió nuevamente y fue entonces cuando me atreví a denunciar”.

Tras esa última agresión, Nacho contactó con su abogada. “Después fui al centro de salud, donde me exploraron y me hicieron un parte de lesiones que llevé a la Guardia Civil de Burriana (Castellón). Un día después se celebró el juicio”, relata. No hubo una sentencia firme porque los abogados y el fiscal llegaron a un acuerdo: una multa de 150 euros, trabajos sociales y una orden de alejamiento.

Su abogada, María Jesús Bodí, reconoce que no sabían cómo tratar una situación de este tipo. Al final, siguieron el mismo protocolo que con un caso de violencia de género, por lo que la redacción está en femenino. Por eso, cree que “es importante que la ley se modifique, al menos en la redacción. Es un componente para avanzar”, opina Bodí.

En España, la violencia entre parejas de personas del mismo sexo aún no ha salido del armario y, como afirman los expertos, está en una situación en la que se encontraba hace años la violencia de género.

El psicólogo Juan Macías Ramírez, cofundador del Servicio de Atención a la Violencia Intragénero (Savi), explica que “la evolución sociocultural que en estos años se ha producido con la mujer” a la hora de identificar una situación de maltrato y sentir el respaldo profesional, legal y social, “no ha tenido lugar con las víctimas de violencia en parejas LGTB”, las siglas que agrupan a lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, “donde existe todavía una dificultad para identificarlas y reconocerlas”.

Comunidades autónomas como Extremadura quieren reconocer como violencia de género este tipo de maltrato. Sin embargo, y en opinión de Anes Orellana, psicóloga del grupo Babalon Psicoterapia, “no se deben mezclar las violencias. Cada cual necesitaría su normativa y abordaje específico, ya que no estamos hablando de lo mismo”.

La violencia entre parejas del mismo sexo en España es todavía invisible. De hecho, hay ciertas confusiones con la terminología. No se puede llamar violencia de género, «porque violencia de género implica violencia a una mujer por el hecho de ser mujer, donde se incluye, por supuesto, la pareja», afirma esta especialista. Aquí se usa como sinónimo violencia intragénero, pero el término más internacional sería violencia de pareja entre personas del mismo sexo. Anes Orellana explica que es en EEUU y los países anglosajones donde existe más legislación y programas específicos. También en Alemania y Francia se están realizando algunos proyectos.

En nuestro país se está empezando a tener en cuenta este tipo de violencia por parte, principalmente, de las asociaciones LGTB. Pero todavía las administraciones “no tienen conciencia de estos casos. Es necesario empezar a hacerlo y, sobre todo, empezar a formarse”, afirma.

Una de las razones de la falta de visibilidad es que apenas hay estudios al respecto.

Otro elemento que influye es que la orientación sexual “puede ser un elemento de chantaje” en este tipo de relaciones -“Te voy a sacar del armario en tu trabajo si me dejas” o «”e lo voy a decir a tu madre”-.

“Igualmente, la homofobia, interiorizada a nivel familiar o social, debilita y hace más vulnerable a la persona implicada en una relación violenta”, explica Macías Ramírez.

Por ello, los expertos insisten en que es importante asistir a centros de ayuda específica, preguntar en las diferentes asociaciones LGTB y valorar cada situación. Se trata de tomar conciencia de la situación y de que la persona recupere el control sobre sí misma. “Cuando se ejerce la violencia, una persona quiere tomar el poder sobre la otra. Por tanto, el trabajo consiste en devolver a la persona el poder que se le ha quitado“, explica Macías Ramírez.

Ahora, pasados unos meses de la celebración del juicio, Nacho se pronuncia tajante sobre la violencia intragénero. “Animo a toda persona que esté en iguales o similares circunstancias a las que estuve yo a que no tengan miedo. Que denuncien. Que tomen de nuevo las riendas de su vida“.

Imputada por exhibicionismo una pareja que denunció una agresión homófoba

“Somos gais, no pervertidos”

ricardo y luis frutos

Ricardo (izquierda) y Luis de Frutos el pasado jueves en la playa almeriense donde fueron agredidos. / FRANCISCO BONILLA (EL PAÍS)

De denunciantes a imputados. Luis y Ricardo de Frutos aún no se lo terminan de creer. El pasado 28 de junio denunciaron una agresión homófoba en la playa almeriense de Torregarcía, donde estaban haciendo nudismo. “Cuando, ocho meses después, nos llamaron del juzgado fuimos contentísimos pensando que por fin nos iban a escuchar”, explica Ricardo. “Pero al llegar allí, una funcionaria nos comunicó que estábamos imputados ¡por un delito de lesiones y otro de exhibicionismo! Nos quedamos muertos”.

Ricardo tiene 68 años y padece esclerosis múltiple. Su marido, Luis, tiene 56. El joven al que denunciaron por agresión “unos 25”. “Íbamos dando un paseo por la orilla del mar cuando este chico y un hombre mayor, que luego supimos que era su suegro, vinieron corriendo hacia nosotros al grito de ‘¡Ni un paso más, maricones!’. El chico me dio un puñetazo que me tiró al agua y me siguió dando patadas”, recuerda Ricardo. “Luis le gritó: ‘¡Le vas a matar!’ y entonces él le dijo: ‘No te preocupes, que para ti también hay’ y le dio un puñetazo que empezó a sangrar como un cochino. Mientras todo esto ocurría, el hombre mayor le jaleaba: ‘¡Dales duro a estos maricones!…”.

La pareja acude a esta playa a hacer nudismo cada fin de semana de verano desde hace ocho años. “Nunca habíamos tenido problemas. No es una playa nudista, pero es muy grande y es habitual que haya nudistas. Aquel mismo día había otra familia con niños y un matrimonio nudista. Fueron los que llamaron a la policía y la ambulancia después de la paliza”, recuerda Ricardo.

Según los partes médicos, tras la agresión a Luis tuvieron que coserle una “herida de aproximadamente 1,5 centímetros en zona malar derecha” y a Ricardo, “policontusionado”, tratarle los hematomas. “Claro que nosotros no les pegamos a ellos. Físicamente no podemos, y además, ¡estábamos muertos de miedo!”.

La juez, María del Mar Cruz Moreno, no llegó a llamar a declarar a los denunciantes de la agresión, pero sí preguntó al Ayuntamiento de Almería si la playa donde se habían producido los hechos era nudista. “No consta que tenga autorización para tal uso”, respondió el Consistorio. La magistrada decidió entonces imputar a Ricardo y a Luis por un delito de exhibicionismo, esto es, “ejecutar actos de exhibición obscena ante menores o incapaces”, castigado con hasta un año de cárcel.

“Según la RAE, exhibicionismo es una ‘perversión’. Nosotros somos gais, no pervertidos. Esa imputación nos duele mucho más que los golpes. Un exhibicionista es el que va a la plaza mayor de Madrid, se abre el abrigo y enseña los genitales a unos niños; no una pareja mayor que hace nudismo, como otra mucha gente aquel mismo día. Si hubiéramos sido una pareja heterosexual paseando desnuda nunca nos habrían agredido”.

Ricardo y Luis llevan 26 años juntos y fueron de los primeros en casarse nada más aprobarse la ley de matrimonio homosexual. Han recurrido las imputaciones y confían en que su caso sea tratado como “agresión homófoba”. “En esto pasa lo mismo que con la violencia machista hace años, cuando las mujeres iban a denunciar y les decían: ‘Anda, vete a casa. Algo habrás hecho…”.

Los falsos mitos del amor romántico

La sociedad promueve un ideal de amor que, al no corresponderse con la realidad, genera confusión. Cenicienta y su príncipe se casaron y comieron perdices. San Valentín pone altavoz a tópicos del amor romántico

CHICOS y chicas rechazan casi de manera absoluta la violencia física directa; un 96% de ellas; un 92% de ellos. Frente a este estimulante dato se alza una situación real que diluye y relativiza esta aparente idea de que prácticamente no existe violencia de género, ya que uno de cada tres jóvenes ve como inevitable el control de los movimientos y actividades de la pareja: con quién habla por teléfono, a qué hora está en casa, si debe estudiar tal o cual cosa… Son parte de un control que bajo el prisma de trance romántico, en realidad esconde una situación de dominio y control que no es sino una situación de violencia, de baja intensidad cierto, pero violencia sexista. Esta denuncia en definitiva es el leit motiv de la campaña iniciada por el Gobierno central Hay salidapara rebajar esos porcentajes. Con la excusa de que si no te controla no te quiere, se esconde una violencia de dominio de alguien que quiere que hagas lo que él desea cuándo y cómo lo desea. “El retroceso que observo entre la juventud me decepciona. Tanto tiempo trabajando por la igualdad y las encuestas nos despiertan con que estamos peor que hace unas décadas”, explica la feminista y experta en género Teresa Maldonado. “A las niñas desde pequeñas se les sigue dando la matraca con Blancanieves, la Bella Durmiente y otras tantas princesas de cuentos y películas. Pero no se les dice si su príncipe respeta sus opiniones, su carrera profesional, si comparte las tareas del hogar”, señala.

El Día de San Valentín (invención de los grandes almacenes para hacer caja) pone en evidencia que el mito del amor romántico y los tópicos que lo rodean siguen propagándose como la pólvora. Tal y como subraya Ianire Estébanez, psicóloga y autora de Mi novio me controla lo normal, en su blog donde desmonta los mitos del amor romántico, “el amor no es malo, lo que es malo es mantener un ideal de amor que no se corresponde con la realidad; un amor que se considera que si es de verdad será para siempre, en el que no caben dudas o contradicciones, en el que no hay momentos en que quieras y otros que no, un amor en el que pasas del enamoramiento a vivir toda la vida juntos”. Porque los cuentos y las películas finalizan con la boda, pero nadie es capaz de decirnos qué pasará después. “El esquema del amor romántico apenas ha cambiado: es una utopía emocional”, enfatiza Teresa Maldonado.

EL SACRIFICIO “Es normal ya que las series televisivas lo potencian; el modelo ideal en las series es tener pareja: el amor exige sacrificios, decían en Love Story; el amor lo puede todo, dice la protagonista de cualquier serie; los tópicos que idealizan el amor y lo aúpan por encima de cualquier otra cosa están presentes en la mayoría de las películas, canciones, videoclips. Y es a través de esa cultura como se crean los patrones emocionales; los únicos modelos emocionales que tenemos son los mitos, en las escuelas no enseñan a gestionar las emociones”, apunta Maite Canal, del colectivo Lambroa, quien trabajó durante años con la difunta María José Urruzola, fundadora, impulsora y notoria activista de la causa feminista y autora de numerosas publicaciones donde se enseñaba a los niños y niñas desde la infancia a gestionar las emociones. “Desde pequeños deben aprender que valores como los celos, la posesión o la exclusividad no tienen que identificarse con el amor ideal”, añade Maite Canal recordando a Urruzola.

Muchas veces son las mujeres las que justifican los sufrimientos personales en nombre del amor. A menudo siguiendo la idea de ese amor romántico que les han enseñado, son reticentes a aceptar que su relación de pareja no es satisfactoria. “Además, tampoco identifican ciertos comportamientos o actitudes de su pareja como abusos”, explica Teresa Maldonado. Porque los tópicos asociados al amor romántico han sido y son socialmente e históricamente construidos e interiorizados casi de forma inconsciente, “por lo que influyen en nuestras creencias y en nuestros actos en el ámbito de las relaciones afectivas”.

En muchas ocasiones -como se demuestran en los Talleres por la Igualdad que se realizan desde los colectivos feministas y organizaciones como la Red de Hombres por la Igualdad en Vitoria-Gasteiz- se aferran a la pareja como proyecto vital. Cuando todo va mal, es el refugio, el que perciben como único y capaz de dar sentido a su existencia. Por este motivo, si hace falta, en nombre del amor se debe soportar el abuso a través de humillaciones, insultos, faltas de respeto, limitaciones a la libertad, chantajes, imposiciones de qué y cómo vestir o comportarse. Por otro lado, también hay un componente de seguridad. “Perciben que sus parejas les proporcionan una fuente de protección que no podrían encontrar en ningún otro lugar. Mientras, el hombre utiliza este modelo de amor romántico como medio de control y dominio sobre la mujer, y es este mismo discurso el que le da permiso para hacerlo”.

LA IDEALIZACIÓN Maite Canal insiste en la necesidad de una buena intervención desde la escuela que contrarreste los mensajes publicitarios/televisivos/cinematográficos. En muchas de las historias de amor de la literatura y el cine se percibe una exaltación de las desgracias, de los amores imposibles y una “hiperidealización del amor y de la persona estimada”, “no hay más que ver las series dirigidas a los/las adolescentes”, apunta la activista de Lambroa.

De este modo, el amor basado en el respeto por la individualidad del otro, en el conocimiento y la aceptación real de éste, en el enriquecimiento mutuo y la capacidad de resolver los problemas no interesa mucho porque no es nada novelesco. “El amor feliz de la tranquilidad cotidiana y el afecto sostenido no tiene historia y al ser invisible, no es tan atractivo como la pareja tempestuosa; no tiene interés para el cine”, reconoce Maite Canal. En su opinión, desde los gobiernos e instituciones de la mujer tendrían que dar un toque de atención a los medios de comunicación porque son los agentes de socialización más potentes, superando a la familia y la escuela, para que la imagen que se transmite de la mujer y del hombre fuera diferente. “El proceso que sigue una relación de pareja basada en el amor romántico está presente en las series. Amor deslumbrante -a primera vista-, conquista, entrega apasionada interrumpida por terribles infortunios, malentendidos, obstáculos de toda clase, y después de grandes sacrificios, pruebas de amor y de fusión con el otro, el final feliz donde todo se aclara y se encamina hacia una gloriosa felicidad”, lamentable, señala, porque se corresponde con lo contrario a lo que sucede en la vida diaria.

¿Cómo atajar todas estas actitudes? Con intervenciones educativas, coinciden en señalar Maite Canal y Teresa Maldonado, activistas por la igualdad de la mujer. “Me preocupa que actualmente las pautas de igualdad de las chicas sea acomodarse al modelo masculino; la sociedad no está preparada para que los chicos y las chicas se relacionen de tú a tú. Todavía sigo escuchando por ahí decir a jovencitas que les gustan los malotes. Esos que les harán la vida imposible”. La prevención contra estas ideas es la clave, las jóvenes deben ser conscientes de que las relaciones positivas son las que “nos hacen sentir bien y nos ayudan a vivir y a crecer como personas. Es importante aprender a identificar las relaciones positivas y a detectar y rechazar las que no lo son; muchas chicas no son conscientes de que el amor romántico es una forma de maltrato; si una relación de forma reiterada no les hace sentir bien, lo que tienen que hacer es dejarla lo antes posible”, sentencia Teresa Maldonado.

ANALIZAR LOS TÓPICOS Iñaki Rivieri, alma máter de la Red de Hombres por la Igualdad de Vitoria-Gasteiz considera del mismo modo que las militantes feministas, que es preciso analizar los mitos del amor romántico y las relaciones afectivas, “Hasta hace poco parecía que estaban al margen de la igualdad. En este sentido nos encontramos con que nuestra sociedad ha cambiado muy poco y los medios de comunicación, de transmisión de cultura, visual, historias, canciones, películas… siguen reproduciendo relatos del amor ideal, donde sitúan a mujeres y hombres en papeles distintos; además, en las relaciones ponen el acento en unas características que nuestra sociedad le ha dado al amor romántico que genera relaciones desiguales entre las personas; relaciones de poder desigual haciendo que se confunda el control con el amor. Es el problema que está detrás de ese amor idealizado en el que caen muchas jóvenes. Por otro lado, la mayoría de los estudios de los que disponemos nos indican que este colectivo de personas no identifican los celos con el control, sino que creen que son muestras de amor. “Para mí -continúa explicando Iñaki Rivieri-, es que no se hace una reflexión sobre esas relaciones, ni se abordan, ni se trabajan… con mayores ni con adolescentes. Hay un modelo muy importante de socialización, de relaciones en desigualdad. Y como vivimos en una sociedad de desigualdad entre mujeres y hombres, lógicamente eso se refleja en las relaciones románticas, que no son igualitarias y donde a una parte de la pareja -al hombre- se le otorga más poder. Papeles distintos; todavía los modos de relación son distintos. Es un tema complejo, que no se puede resolver a dos bandos, pero sí que hay que abordar los mitos del amor romántico”, dice contundente.

LA DOMINACIÓN Porque muchas personas, especialmente los hombres, entienden el poder como la habilidad de controlar y dominar a las personas y al mundo de su alrededor. El recurso de la violencia se retorna legítimo para ejercer y mantener dicho poder. “La mayoría de los maltratos son demostraciones de control de los varones sobre las mujeres, los niños o de otros hombres. Estas actuaciones también permiten evidenciar la manera que muchos hombres tienen de entender y manifestar su masculinidad”, subraya Maite Canal. “Paradójicamente, estos actos son signos de debilidad, inseguridad y baja autoestima combinado con un dominio físico y verbal y también con el convencimiento de que ellos han de ser superiores a otras personas y asumir el poder y control”, apostilla Iñaki Rivieri, quien coincide con las activistas feministas en que la sociedad reproduce los modelos de convivencia de las películas. ¿Cómo luchar contra ello? “A mí me parece que se tendría que poner encima de la mesa la diversidad de relaciones que ya tenemos y darles mayor importancia; poner en cuestión y debatir las relaciones que nos transmiten. Como en otro tiempo se dio el paso de lo privado a lo político y público. Estas cosas también son políticas y hay que abordarlas también desde ese punto de vista”, sentencia.