El Consejo de la Juventud de la CAV denuncia otra agresión lesbófoba en Bilbo

NAIZ|BILBO|2016/09/26 11:25|0 IRUZKIN

El Consejo de la Juventud de Euskadi ha denunciado que dos mujeres jóvenes fueron agredidas por un hombre el pasado sábado en Bilbo por estar besándose en la calle. En un comunicado, la organización citada ha explicado que la agresión se produjo horas después de una protesta desarrollada para denunciar un caso de discriminación ocurrido el jueves pasado en un bar de la capital bizkaitarra, del que dos mujeres fueron «invitadas a salir por estar besándose».

La agresión del sábado, según ha indicado, se produjo en la calle Iturribide de Bilbo y ha sido denunciada por la vía jurídica. Las personas que acompañaban a las víctimas siguieron al presunto agresor y una de ellas «acabó con una herida en el labio hecha por una botella de cristal», según la misma fuente.

El Consejo de la Juventud ha considerado «completamente inaceptable» la violencia contra el colectivo LGTB y ha lamentado que se dé entre los jóvenes. La organización ha demandado a éstos que si son testigos de ataques no callen, actúen y ofrezcan ayuda a la víctima.

También ha reclamado a la Administración la adopción de medidas para combatir este tipo de violencia y la constitución de un observatorio para conocer todos los tipos de discriminación que padece el colectivo y poder trabajar en favor de sus derechos.

Los profesores abren las puertas del armario: “Es una responsabilidad con el alumnado LGTBI”

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Ana Ojea

Los primeros días de curso Ana Ojea pidió a sus alumnos una ficha con datos personales y ella también les entregó la suya. En ella ponía que está casada con una mujer. Marian Moreno salió del armario en clase hace 16 años y a las pocas horas una compañera se le acercó para decirle que “a los suyos” les había tenido que regañar porque habían dicho que era lesbiana. Cuando Carlos Canencia llegó al instituto en el que ahora trabaja, ningún alumno o alumna se había mostrado abiertamente homosexual. Ahora sí.

Ana, Marian y Carlos no son los únicos profesores que han decidido salir del armario en las aulas, pero no es algo habitual. La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) señala que la mayor parte de la población LGTBI no es visible en su puesto de trabajo. Pero más allá de una necesidad personal, muchos se lo toman como una apuesta pedagógica y aplican a rajatabla el tradicional lema feminista “lo personal es político”.

“Es muy duro crecer sin referentes, ser un adolescente LGTB y no tener nada con lo que identificarte. Si eres heterosexual, tienes mil modelos de cómo ser”, apunta Carlos, que lleva cinco años como profesor de Lengua en un instituto público de Colmenar Viejo (Madrid). Ana, docente de Cultura Audiovisual en un instituto público de Vigo, confiesa haber visto e intervenido en multitud de situaciones de acoso a alumnado LGTB y asegura que hace de “consultora” con cada caso que conoce.

Salir del armario en las aulas no es solo visibilizarse, es también rellenar ese hueco de contenidos sobre diversidad afectivo sexual que hay en los planes de estudio. La ausencia no mitiga la homofobia de muchos y hace a otros sufrir por su orientación sexual o identidad de género. “Que vean a alguien de carne y hueso que es lesbiana, gay o bisexual y frente a eso construyan su identidad”, declara Carlos, que apunta a que también sirve de “barrera contra la homofobia”.

“Pongo referentes de autores o autoras homosexuales, explico cómo se ha tratado la homosexualidad en la historia. No se puede hablar de Lorca sin decir que lo mataron, entre otras cosas, por gay”, afirma Marian, maestra de Lengua y Literatura en Gijón. Para Carlos, ser visible es “una responsabilidad”, que Jesús Generelo, presidente de la FELGTB, resume en mandar un mensaje “de que ser LGTBI no es algo que haya que llevar en secreto”.

El miedo al rechazo

Fue justo hace un año cuando Ana, de 41, decidió que no volvería a ser invisible ante sus alumnos. Contrajo matrimonio con su mujer en 2011 “temiendo que si ganaba el PP pudieran cargárselo”. Antes de 2006, cuando contó a sus compañeros de instituto que es lesbiana, “había terminado por acostumbrarme a la oscuridad; es como la humedad, se te cuela en los huesos y es muy difícil quitársela de encima. La invisibilidad es ácida y termina por corroer tu autoestima”, describe.

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Marian Moreno

Ello unido al rechazo es lo que lleva a que en general “el profesorado esté dentro del armario y con llave”, sentencia Moreno. Salir es un paso difícil, dice, porque “los centros educativos no están libres de machismo y homofobia”, que lleva a “tener miedo a las reacciones de las familias, del alumnado, al insulto, al acoso, a los prejuicios”, enumera esta docente de 52 años que se declaró lesbiana en clase en el año 2000 reconociendo que no podía casarse “porque no me dejan”, les dijo a sus alumnos.

Generelo sitúa en un lugar destacado del imaginario homófobo la idea, cada vez menos arraigada, “de equiparar homosexualidad y pederastia”. De hecho lo que más frenó a Ana a la hora de visibilizarse fueron los prejuicios de una familia con su hija lesbiana a la que defendía cuando era acosada. “Los padres vinieron a hablar conmigo para asegurarse de que no tenía intenciones pederastas, fue muy duro y desagradable y al año siguiente la cambiaron de instituto”, relata.

“El colectivo ha interiorizado muchos miedos”, asegura Carlos, que apunta a que salir del armario en los colegios privados, muchos de la Iglesia católica, entraña más dificultades. No obstante, todos insisten en que hacerlo es una oportunidad educativa y una forma de desterrar los prejuicios que todavía siguen anclados en la sociedad. “Aunque no haya sido agredida directamente, una chica de 27 años también tiene esos miedos porque lo ha vivido socialmente, lo lleva dentro”, sostiene Marian.

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Carlos Canencia

“¿Esto para qué?”.”Ya no hace falta”

Kika Fumero está acostumbrada a observar las reacciones que suscita querer tratar la diversidad en las clases. Hasta hace unos meses ejercía como maestra de Francés en varios institutos de Tenerife, donde impulsó iniciativas para introducir la realidad LGTBI, y ahora se dedica a formar al profesorado  sobre ello. Para ella, la necesidad de ser visible y hacer de la identidad una apuesta educativa se hace patente por su experiencia intentando involucrar a los docentes en ello.

“Enseguida empieza a haber comentarios de ‘¿esto para qué?’, ‘ya no hace falta’, ‘la homofobia no existe’, gente que se niega a participar”, enuncia. Asegura que hay una buena parte de los maestros que tiene miedo a introducir la diversidad o a “defenderte cuando recibes insultos lesbófobos” por el miedo al llamado ‘contagio del estigma’, es decir, que el resto piense que también son homosexuales.

“El silencio y la invisibilidad… son homofobia”, dice. “Hoy la violencia es menos directa, ya no van a ir a por ti, pero hay un grado de homofobia que soportamos sin darnos cuenta”. Ana recuerda que la reacción de sus compañeros cuando les dijo que es lesbiana fue positiva, salvo “un sutil cambio de actitud en algunos”. Nada que no se viva en otras profesiones, apuntan desde la FELGTB. “Cuanto más se trabaje en las aulas, más disminuye la homofobia”, concluye Fumero.

Denuncian la agresión a dos mujeres que estaban besándose en Iturribide

La agresión se produjo horas después de una protesta para denunciar un presunto caso de «discriminación» ocurrido el jueves pasado en un bar de Bilbao cuando dos chicas fueron expulsadas por una «actitud indecorosa»

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Concentración frente al Bar Baserri el pasado sábado. / Telepress

 

El Consejo de la Juventud de Euskadi -EGK, según sus siglas en euskera- ha denunciado que dos mujeres jóvenes fueron agredidas por un hombre el pasado sábado en Bilbao por estar besándose en la calle.

En un comunicado, la organización citada ha explicado que la agresión se produjo horas después de una protesta desarrollada para denunciar un presunto caso de «discriminación» ocurrido el jueves pasado en un bar de Bilbao, del que dos mujeres fueron «invitadas» a salir «por estar besándose».

La agresión del sábado, según ha indicado, se produjo en la calle Iturribide de Bilbao y ha sido denunciada por la vía jurídica.

Las personas que acompañaban a las víctimas siguieron al presunto agresor y una de ellas «acabó con una herida en el labio hecha por una botella de cristal», según la misma fuente.

El Consejo de la Juventud de Euskadi ha considerado «completamente inaceptable» la violencia contra el colectivo LGTB y ha lamentado que se dé entre los jóvenes. La organización ha demandado a éstos que si son testigos de ataques no callen, actúen y ofrezcan ayuda a la víctima.

También ha reclamado a la Administración la adopción de medidas para combatir este tipo de violencia y la constitución de un observatorio para conocer todos los tipos de discriminación que padece el colectivo y poder trabajar en favor de sus derechos.

Arzobispado de México: “Un niño tiene más posibilidades de sufrir abusos sexuales de un padre homosexual”

El cardenal primado Norberto Rivera arrecia su pulso a Peña Nieto y dibuja un cuadro esperpéntico sobre la homosexualidad

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El cardenal Norberto Rivera, arzobispo primado de México.

La poderosa Arquidiócesis de México puso este domingo un leño más a la hoguera antigay. En su semanarioDesde la fe, principal altavoz de los sectores más conservadores de la Iglesia, expone los motivos por los que está en contra del matrimonio igualitario y de las adopciones por parejas gays. Un catálogo de calamidades que incluyen el aumento de enfermedades, la desestabilización emocional de los menores, su peor rendimiento escolar y hasta un mayor peligro de agresión sexual: “Un niño tiene más posibilidades de sufrir abusos sexuales de un padre homosexual”, sentencia la revista eclesial.

El ataque homófobo llega en un momento especialmente sensible. El arzobispo primado de México, el cardenal Norberto Rivera, de quien depende el semanario, ha tomado las riendas de la jerarquía y ha lanzado un histórico pulso al presidente Enrique Peña Nieto. Ante su propuesta de reconocer constitucionalmente los matrimonios homosexuales (algo ya admitido judicialmente), Rivera ha movilizado sus huestes y desencadenado una ola de manifestaciones que culminaron el sábado en la Ciudad de México con una gran marcha contra el matrimonio gay y, a la postre, la laicidad del Estado.

Justo al día siguiente de este exhibición de fuerza, a la que acudieron decenas de miles de personas y que el Papa apoyó desde el Vaticano, el arzobispado lanzó su vitriolo. El escrito dibuja un cuadro calamitoso en aquellos países donde se permite el matrimonio homosexual: “En donde se ha impuesto esa ley, quien expresa su desacuerdo enfrenta multas y cárcel. Han sido ya encarcelados dueños de hoteles que no admiten homosexuales en sus habitaciones; pasteleros que rehúsan decorar un pastel de boda con motivos gay; padres de familia que se oponen a que a sus niños les enseñen en la escuela que la homosexualidad es natural”.

Bajo esta visión apocalíptica, el Arzobispado dirige sus obuses contra el “estilo de vida homosexual” y sus riesgos para la salud. “Incontables estudios científicos muestran que los homosexuales son quienes más padecen y contagian enfermedades de transmisión sexual”.

Pero la mayor andanada llega al tratar la adopción. “Está probado que los hijos de padres homosexuales sí son afectados: en su autoestima, en su identidad sexual, en su estabilidad emocional, en su rendimiento escolar, etc. […] Un niño tiene más posibilidades de sufrir abusos sexuales de un padre homosexual”.

En este infierno en la tierra, los obispos insisten en el peligro de que “la ideología de género” penetre en los centros escolares “como ha ocurrido en Estados Unidos y Europa”. Un modelo educativo que ha desembocado, a juicio del altavoz eclesial, en una pérdida de valores en España o Alemania donde se promueve este tipo de educación: “En dichos países se anima a los niños a que se exploren mutuamente sus partes íntimas, practiquen la masturbación, se intercambien ropas, las niñas se vistan de niños y los niños de niñas, para que sientan ‘cómodos’ con la idea de ser de otro sexo”.

Como remate, la Arquidiócesis niega que el Papa dijese que la Iglesia católica debería disculparse con las personas gays por la forma en que los ha tratado. Por el contrario, Desde la fe cita a su propio cardenal, uno de los grandes defensoresdel pederasta Marcial Maciel, y ante las críticas que recibe por sus mazazos al matrimonio homosexual, recuerda sus palabras: “Solo hay que pedir perdón cuando se ha ofendido”. Algo que, a su juicio, no ha ocurrido nunca.

Bigarren eraso lesbofobo aste berean Bilbon

Baserri tabernan gertatukoaren aurkako elkarretaratezea eta ordu gutxi geroago, Bilboko Iturribide kalean gizon batek erosotu du neska bat, haren neska-lagunarekin musukatzen ari zelako

 

BERRIA MEDIOETAN:

Bigarren eraso lesbofobo aste berean Bilbon

Baserri tabernan gertatukoaren aurkako elkarretaratezea eta ordu gutxi geroago, Bilboko Iturribide kalean gizon batek erosotu du neska bat, haren neska-lagunarekin musukatzen ari zelako

 

BERRIA MEDIOETAN:

Homofobia en un bar de Bilbao que invita a abandonar el local a una pareja de lesbianas

Patricia: “He luchado mucho en mi vida para ser aceptada, por lo que no me puedo permitir esta falta de respeto hacia mi dignidad, por mi inclinación sexual”

Un presunto capítulo de homofobia fue lo que tuvieron que vivir Patricia y Carolina el jueves en el Bar Baserri, en Gordoniz, donde Patricia acude habitualmente.

Según relata Patricia en su propio muro de Facebook, plataforma que utilizó para denunciar lo ocurrido, mientras ambas se disponían a servirse unos “pintxos”, la camarera del bar les invito a que abandonaran el establecimiento por su condición sexual.

Según relata la joven, la trabajadora le explico que había recibido instrucciones de la dueña del bar que las había observado a través de las cámaras que disponía el local. En un primer momento, la advertencia era para que disimularan los gestos de cariño que al parecer se estaban dando, sin embargo, cuando Patricia quiso reclamar la situación, fueron definitivamente invitadas a marcharse.

Las dos chicas abandonaron el local y mientras Carolina fue a cenar a otro establecimiento, Patricia acudió a la Policía Local para presentar una denuncia.

Una denuncia que la dueña del local Wallaa Moawed no entiende. Según la responsable del establecimiento, “una cosa son las caricias y otra cosa es que estén una entre las piernas de la otra, metiéndose mano una a la otra, y besándose de una manera fuera de sí, se explicaba.

La actitud poco adecuada, según la dueña, que las dos jóvenes tenían en aquel momento fue lo que le llevo a Moawed a pedirles “por favor” que se comportaran de otra manera. Tras la hoja de reclamaciones que Patricia pidió en el establecimiento Moawed las invito a abandonar el local, porque según explica, ella también tiene el derecho de admisión como propietaria.

La dueña asegura que no tiene ningún problema con las relaciones homosexuales, que todo se trata de una cuestión de respeto.

Las redes sociales se han hecho eco de lo ocurrido, y prueba de ello es que la publicación en el muro de la joven palentina ha sido compartida más de once mil veces. En respuesta al incidente entendido como homófobo, cientos de personas han convocado para las 19:00 de esta tarde una “besada” en la plaza Bombero Etxaniz en forma de protesta por lo ocurrido. Moawed ha confirmado a este medio, que su bar también se suma a la iniciativa, y que invitará a una copa a todas aquellas parejas que se besen dentro del establecimiento.

La propietaria del bar ha dejado claro que el video será una prueba que aporte ante el juez, y que si no lo hace público es porque vulneraria el derecho a la intimidad de las dos jóvenes.

«Yo no tengo nada en contra del colectivo gay»

La propietaria del Bar Baserri asegura que expulsó a Carolina y Patricia de su local «porque estaban una encima de la otra, metiéndose mano y morreándose»

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Patricia y Carolina.

Bajo unas pintadas que rezaban ‘Stop homofobia’ junto a un corazón con los colores de la bandera gay, Walaa Moawad ha vuelto a su bar, el Baserri de la calle Gordoniz, después de unas vacaciones que se han tornado muy intensas en estos últimos días. Su decisión de expulsar a una pareja de chicas de su local el pasado jueves por la noche ha traído cola en las redes sociales y en las asociaciones LGTB de Bilbao, que se han echado las manos a la cabeza ante la denuncia de las afectadas, Patricia y Carolina. Aunque Moawad, que lleva cinco años frente al bar, después de haber trabajado en otros locales de la ciudad, tiene las cosas muy claras. «Me da igual el sexo de las personas que vengan aquí, yo no tengo nada en contra de nadie y tengo muchos amigos gays», ha explicado esta mañana.

Con los comentarios de sus empleadas y clientes de fondo, Moawad se mostraba esta mañana claramente enfadada por los acontecimientos. «Las invité a irse porque estaban fuera de sí. Una encima de la otra, metiéndose mano y morreándose. Llamé a mi empleada y le dije que las instase a comportarse, e irónicamente añadí que les podía dar las llaves de la bodega, que ya sabía que son sus amigas», ha concretado. Porque la propietaria se agarra al hecho de que su último fichaje también pertenece a este colectivo. «Mi camarera también es lesbiana. ¿Qué sentido tiene que yo hago esto por la condición sexual de nadie? Tengo las grabaciones de lo que pasó y las mostraré con una orden judicial delante de un juez».

Consumiciones gratis

Por su parte, Patricia y Carolina, claramente desbordadas por la repercusión de su denuncia, han querido dejar claro que «aunque estuviésemos como ella dice su reacción nos seguiría pareciendo absurda. Nos ha denunciado por amenazas, insultos y coacción y no sabemos de dónde lo saca». De momento, esta misma tarde, decenas de personas se reunirán en la plaza Bombero Etxaniz a partir de las 19.00 horas en una besada en protesta por el suceso. «Todo el que entre en el bar y se bese recibirá una consumición gratis, para que vean que no tengo nada en contra de las muestra de cariño», ha dicho la propietaria.

Colectivos LGTB se concentran frente al Bar Baserri tras la expulsión de una pareja el jueves

Pitadas y gritos de ‘Por tu fobia a las lesbianas, te vas a hacer famosa’ han provocado que la Ertzaintza haya tenido que dispersar la manifestación e identificar a varias personas

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Decenas de personas pertenecientes al colectivo LGTB de Bilbao se han concentrado esta tarde frente a la puerta del Bar Baserri. Tras el incidente en el quela propietaria decidió expulsar a una pareja de chicas por «su actitud indecorosa», se había convocado una ‘besada’ en la plaza Bombero Etxaniz, que al final se ha convertido en toda una manifestación a las puertas del local. Gritos de ‘Por tu fobia a las lesbianas, te vas a hacer famosa’, o eslóganes como ‘No somos amigas, nos comemos el coño’ se mantuvieron latentes durante media hora, cuando la dueña del local llamó a la Ertzaintza, que se dispuso a la identificación de varias personas «por ser una concentración ilegal».

Bilboko Gordoniz kaleko Baserri tabernak bi neskak bota ditzute, elkarrekin lantzantzeagatik.

Bilboko sexu askapenerako elkarteek musukada batera deitu dute, gaur larunbata 24an, arratsaldeko 19etan, Etxaniz suhiltzailaren plazan.

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Carolina eta Patricia

Bi neskak, afaltzeko asmoarekin tabernan zeudela,, lokaleko jabeak lehenago publikoki ondo portatzeko eta gero tabernatik joateko eskatu zien,

BERRIA MEDIOETAN;