El rechazo al matrimonio homosexual gana el referéndum en Eslovenia
/in Europa, Europa Oriental, GARA @es, HOMOFOBIA @es, Homosexualidad, Legislación antigay, Noticia @es, Política /by EditoreaEl rechazo al matrimonio de personas del mismo sexo, promovido por asociaciones conservadoras y católicas, ganó el referéndum en Eslovenia, lo que supone anular la ley que el pasado marzo daba igualdad de derechos a parejas homosexuales y heterosexuales.
Los partidarios del «no» al matrimonio homosexual se impusieron ayer en el referéndum celebrado en Eslovenia sobre la anulación de la ley que en marzo concedió ese derecho a las parejas del mismo sexo.
La Comisión electoral informó de que, con el 9% de los votos escrutados, el «no» ha recibido el 63,02 % de los apoyos frente al 36,98 % del «sí», un dato que, unido al de la participación, supone la anulación de la ley. Además de una mayoría de votos, para anular la ley era preciso que votaran contra ella al menos un 20 % de los aproximadamente 1.700.000 eslovenos con derecho a voto, es decir unas 340.000 personas.
Aunque la participación en la consulta fue baja, apenas el 35 % de los electores, el número total de votos opuestos al matrimonio homosexual ha superado ese mínimo. La pregunta a la que respondían los eslovenos era: «¿Está usted a favor de que entre en vigor la ley sobre enmiendas y complementos de la ley del matrimonio y familia que el Parlamento aprobó el 3 de marzo de 2015?». La ley igualaba completamente los de rechos de las parejas homo sexuales con los de las heterosexuales, incluyendo la adopción y el matrimonio.
Tras aprobarse la norma, asociaciones conservadoras y católicas reunieron en un tiempo récor d las 40.000 firmas necesarias para convocar una consulta, posibilidad que rechazó el Parlamento argumentando que ese referendo sería homófobo y podría llevar a la discriminación por cuestiones orientación sexual. Posteriormente, el Tribunal Constitucional anuló esa resolución del Parlamento y abrió la puerta a la celebración de la consulta.
La reforma convirtió a Eslovenia en el primer país de Europa del Este en igualar los derechos de homosexuales y heterosexuales. Ahora se convertirá en uno de los primeros países que aprueba una ley de igualdad de derechos para luego revocarla.
Los opositores al matrimonio homosexual están apoyados por la Iglesia católica croata y por el papa Francisco e insisten en que solo buscan «la protección de la familia».
MAYORÍA SOCIAL
Estudios sociológicos indican que la mayoría de los eslovenos aprueban el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero se preveía que hubiera más participación entre quienes se oponen.
El ‘no’ al matrimonio homosexual gana en el referéndum celebrado en Eslovenia
/in Europa, Europa Oriental, HOMOFOBIA @es, Homosexualidad, Legislación antigay, Noticia @es, Política, PUBLICO, Religión /by EditoreaEl resultado supondrá la anulación de la ley aprobada en marzo por el Parlamento y que concedía a las parejas homosexuales los mismos derechos que a las heterosexuales, incluido el matrimonio y la adopción de niños.
ZAGREB.- Los eslovenos han rechazado este domingo en referéndum la ley aprobada el pasado marzo por el Parlamento y que concedía a las parejas homosexuales los mismos derechos que a las heterosexuales, incluido el matrimonio y la adopción de niños.
Un 63,36 por ciento de quienes han acudido a votar han rechazado esa norma, frente al 36,64 que le ha dado su apoyo, en una consulta en la que la participación ha sido del 36 por ciento del censo.
Además de una mayoría de votos, para anular la ley era preciso que votaran contra ella al menos un 20 por ciento de los aproximadamente 1.700.000 eslovenos con derecho a voto, es decir unas 340.000 personas.
Finalmente, las aproximadamente 390.000 personas que se han opuesto a la igualdad de derechos han bastado para anular la norma.
“¿Está usted a favor de que entre en vigor la ley sobre enmiendas y complementos de la ley del matrimonio y familia que el Parlamento aprobó el 3 de marzo de 2015?” era el texto de la consulta, convocada por una plataforma católica movilizada bajo el nombre “Se trata de los niños”.
“El resultado es un triunfo para todos nuestros niños”, comentó Ales Primc, uno de los representantes de esa iniciativa.
“La gente no quiere permitir que sean derribados los valores que para la mayoría son sagrados, como la familia, la paternidad y la maternidad”, alegó por su parte France Cukjati, del principal partido de la oposición, el conservador SDS.
Martina Vuk, ministra del Trabajo, del centrista y gubernamental SMC, opinó que “ha triunfado un gran miedo creado artificialmente” y lamentó que el resultado “muestra quelos derechos humanos en Eslovenia no valen todavía para todos“.
Desde Izquierda Unida, una formación también opositora pero que impulsó la reforma legal, se aseguró que se seguirá insistiendo en la equiparación de derechos y que una ley en este sentido entrará en vigor antes o después.
La norma fue aprobada en marzo gracias a la mayoría de centro-izquierda que gobierna el país y se encontró inmediatamente con la oposición de los sectores conservadores y católicos del país.
Esos grupos reunieron en un tiempo récord las 40.000 firmas necesarias para convocar una consulta, una posibilidad que rechazó el Parlamento argumentando que ese referendo sería homófobo y podría llevar a la discriminación por cuestiones orientación sexual.
El pasado octubre, el Tribunal Constitucional anuló esa resolución del Parlamento y abrió la puerta a la celebración de la consulta.
Según la ley eslovena, el Parlamento tendrá que esperar al menos un año para aprobar una nueva legislación en la materia, por lo que mientras tanto seguirá en vigor la actual norma en materia de familia, adoptada hace 35 años.
Aunque los estudios sociológicos indican que la mayoría de los eslovenos aprueban el matrimonio homosexual, los sondeos habían previsto ya que hubiera más participación entre quienes se oponen.
La ley de marzo convirtió a Eslovenia en el primer país de Europa del Este y el primero del antiguo bloque comunista en igualar los derechos de homosexuales y heterosexuales.
Con esta anulación, el país es ahora uno de los primeros en aprobar una ley de igualdad de derechos de los homosexuales para luego revocarla. No es la primera vez que una consulta popular contradice una ley de equiparación de derechos.
En 2012, un referendo parecido echó por tierra la Ley de la Familia, que permitía el registro de las parejas del mismo sexo para poder tener derechos en cuanto a la herencia y otras cuestiones administrativas y abría la posibilidad a los homosexuales de adoptara al hijo de su pareja.
Eslovenia vota en referéndum la aprobación de los matrimonios gais
/in EL PAIS, Europa, Europa Oriental, HOMOFOBIA @es, Homosexualidad, Noticia @es, Política /by EditoreaEslovenia celebra este domingo un referéndum sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo. La consulta, vinculante, determinará si se anula la ley que en marzo equiparó los derechos de las parejas homosexuales y las heterosexuales, incluidos el matrimonio y la adopción. La normativa ha estado bloqueada desde marzo por las distintas iniciativas que han tratado de derogarla. La última culmina mañana después de que organizaciones ultraconservadoras presentaran más de 80.000 firmas para someter la ley a referéndum —el doble de lo que estipula la ley—.
Con la reforma de su ley de matrimonio y familia, Eslovenia se convirtió en marzo en el primer país de Europa del Este y del antiguo bloque comunista en aprobar las bodas y la adopción para las parejas del mismo sexo, apunta Juris Lavrikovs, de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (ILGA). Un avance histórico para los derechos civiles al que en junio se sumó la aprobación en referéndum de las bodas gais en Irlanda. Eslovenia, un pequeño país de dos millones de habitantes y tradición católica, ya fue el primero de los miembros de la de la antigua Yugoslavia en despenalizar la homosexualidad, en 1977.
Desde que se abrieron los centros de votación hasta las 20h de la tarde del domingo, los eslovenos deben responder a la pregunta: “¿Está usted a favor de la entrada en vigor de la ley ley sobre enmiendas y complementos de la ley del matrimonio y familia, que el Parlamento aprobó el 3 de marzo de 2015?”. Para ser anulada se necesita una una mayoría simple del ‘no’ y que en el referéndum participe al menos el 20% de los más de 1,7 millones de electores.
Los sondeos apuntan a un resultado muy igualado. Una encuesta reciente del diario Delo indica una pequeña ventaja del ‘no’ frente al ‘sí’: 47% frente a 45%. En 2012, los eslovenos ya rechazaron en referéndum los matrimonios gais.
La reforma que permite a las parejas homosexuales casarse y adoptar ha tenido la férrea oposición de las organizaciones conservadoras, encabezadas por la coalición de entidades Za Otroke gre! [¡Por los niños!], que han contado con el apoyo del Partido Democrático de Eslovenia (centroderecha), en la oposición y de la iglesia católica en su campaña contra la ley. Argumentan que la nueva ley vulnera los derechos de la familia tradicional y de los niños. Las organizaciones ultraconservadoras ya solicitaron someter la medida a referéndum en mazo, aunque el Parlamento lo rechazó con el argumento de que la medida protege los derechos fundamentales. Acudieron entonces al Tribunal Constitucional que ordenó que se celebrase el referéndum solicitado.
La Iglesia católica —con mucho poder en un país de importante tradición como es Eslovenia— se ha mantenido algo apartada en las últimas semanas de la campaña que pide el ‘no’, acosada por un escándalo en la financiación de una de sus diócesis.
Mientras el Gobierno del centrista Miro Cerar aprobó en Eslovenia el matrimonio igualitario, otros países de la región han modificado sus legislaciones precisamente para tratar de evitar que las parejas homosexuales tengan los mismos derechos, apunta Lavrikovs de ILGA. Así ha ocurrido en los últimos tiempos en Eslovaquia y Croacia, donde se ha definido el matrimonio como la unión entre hombre y mujer, una senda que también han recorrido Hungría, Polonia o Lituania. Por eso, dice, el resultado de Eslovenia sería importante no solo para ese país, también para toda la región.
Así vive una persona transexual en el país más represivo de la UE
/in Artículo, EL DIARIO, Europa, HOMOFOBIA @es, Homosexualidad, Transexualidad /by Editorea- La mayor organización de defensa de los derechos LGTBI en Lituania ha lanzado el primer vídeo en el que tres jóvenes transexuales hablan de la discriminación en el país
- La entidad recuerda que “Lituania es el único país del Consejo de Europa que no tiene un procedimiento para la reasignación de género”
- Oskaras, un chico transexual, cuenta a eldiario.es su experiencia como participante del vídeo: “Las reacciones habituales hacia nosotros son el odio, las burlas y la intolerancia”
Oskaras, de 18 años, conocía los riesgos pero decidió ponerse frente a una cámara para decir que es transexual. Vive en Lituania, el país de la UE más restrictivo con las personas transexuales, en el que no se les brinda ningún procedimiento para cambiar de manera oficial su género ni para someterse a tratamientos hormonales ni de cambio de sexo, en el caso que decidan hacerlo. “Tal vez me convierta en un animal de feria para la gente después de este vídeo”, decía en la campaña en vídeo #TRANS_LT, de la mayor asociación LGTB del país, LGL.
Su aparición en la campaña –la primera en vídeo en la que varias personas transexuales hablan de su experiencia como tales en Lituania– por suerte, no le ha convertido en ningún mono de feria. “Mi vida ha cambiado en cierta forma, aunque ahora más gente conoce mi ‘yo real”, admite en una conversación con eldiario.es. Antes, solo lo sabían cuatro personas de su familia y entorno más cercano, pero la exposición pública no le ha ocasionado ninguna situación incómoda. Al menos, no más allá de las habituales.
En el vídeo, en el que participa junto a otro chico transexual (Jurate) y una chica trans (Zenia), Oskaras habla de lo incómodo que es portar una documentación personal con la que no se identifica. “No puedo enseñar mi documento de identidad en una tienda sin afrontar una situación difícil. Es muy duro, no creo que esto deba ser así”. Tampoco puede ir a “los baños y vestuarios” con los que se sentiría más cómodo.
Jurate desde pequeño sintió que no encajaba. “Las niñas no deberían comportarse así”, le decían. Pero es que él no se sentía una niña. Alguna vez se puso vestidos para agradar a su familia, hasta que decidió dejar de hacerlo. “Es… como una violación social”, lamenta ante la cámara. Zenia explica que tuvo que soportar que en la universidad le cuestionaran su forma de vestir e incluso llamaron a su madre. “Tengo 21 años”, dice ante la cámara.
“La mayoría de los lituanos no aprueba nada del mundo LGTB y los transexuales estamos dentro de él. Las reacciones habituales hacia nosotros son el odio, las burlas y la intolerancia”, dice Oskaras a eldiario.es. Por ello, los organizaciones de #TRANS_LT decidieron que la población lituana conociera y se acercara a los problemas más comunes de una persona transexual en el país, desde un punto de vista cercano y personal. “Creemos que la campaña ha tenido muy buena acogida, el primer día el vídeo ya tenía más de 20.000 reproducciones y la prensa nacional y local se ha hecho eco del tema de manera positiva”, cuenta Tomas Vytautas, de LGL.
A las reticencias de la sociedad se suma la discriminación institucional. “Mayor aún”, dice Tomas Vytautas. “La sociedad es más tolerante que las autoridades lituanas. Los políticos son extremadamente homófobos y tránsfobos”. La información que recibe la población sobre el colectivo LGTBI es muy escasa, denuncia Jurate en el vídeo. “No es fácil de encontrar si no es literatura académica, que es difícil de entender”, dice el jóven trans de 29 años.
Oskaras cree que la sociedad lituana está avanzando poco a poco, aunque queda mucha labor pedagógica por el camino. “La gente joven es más tolerante y comprensiva. Más que la gente mayor, pero la mayoría todavía está llena de odio. A veces, creo que los lituanos se entretienen odiándonos. Piensan en cosas que puedan herir al colectivo LGTB. Por ejemplo, una vez, antes del evento Baltic Pride (la marcha del Orgullo LGTB de Lituania, Estonia y Letonia) echaron insecticida por las calles. Creen que eso les protegerá”, ironiza.
Cambio de sexo en el extranjero
La organización LGL pretende combatir esta falta de información a través de la campaña #TRANS_LT y, en especial, llamar la atención sobre la inexistencia de procedimientos para que los transexuales cambien su nombre y su género de manera oficial. “Lituania es el único país del Consejo de Europa que no lo tiene”, recuerdan en la ONG. La próxima primavera el Parlamento lituano debatirá este tema y la organización quiere generar una conciencia social que empuje a las autoridades a acabar con esta situación.
Un reciente informe de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales (FRA) señala los deberes pendientes de la UE en la protección de la comunidad LGTBI frente a la discriminación. Lituania no queda bien parada. El estudio recoge la imposibilidad de los trans de recibir tratamientos médicos ni acceder a una operación de cambio de sexo en el país, lo que fuerza a algunos a viajar fuera de sus fronteras para ello y solo así, a su vuelta y pasando por los tribunales, pueden acceder a una documentación que refleje el género con el que se identifican.
Desde LGL indican que un procedimiento que obligue a someterse a cirugías totales de cambio de sexo para el reconocimiento de género –como parece que apuntará el Parlamento en los próximos meses– viola los derechos de los transexuales. Hay algunas personas que no quieren pasar por ese cambio integral y, de este modo, se estaría además reduciendo las múltiples formas de identidad trans.
Oskaras se ve en 20 años con un documento que no le genere problemas ante terceras personas. Una foto, un nombre y un género por el que no deba dar explicaciones. Para ello, ha tomado la situación de no esconderse. Cree que esa actitud animará a otras personas trans a dar el paso. “La comunidad LGTB en Lituania es más pequeña que en otros países por la opinión que hay aquí de nosotros. Para conseguir lo que queremos tenemos que probar que estamos aquí y estamos luchando”, dice a eldiario.es. “Si todos nos mantenemos callados, nadie nos verá y no existiremos”, resume en el vídeo.
Los ultracatólicos paran la exhibición de ‘La vida de Adèle’
/in Cultura, EL PAIS, Europa, HOMOFOBIA @es, Homosexualidad, Lesbianismo, Noticia @es, Política /by EditoreaLa justicia francesa revocó ayer la autorización de distribución a la película La vida de Adèle, del director francés de origen tunecinoAbdellatif Kechiche, que se estrenó en 2013 tras ganar la Palma de Oro en el Festival de Cannes. La película, que narra la historia de amor entre dos chicas (interpretadas por las actrices Léa Seydoux y Adèle Exarchopoulos) e incluye gráficas secuencias de sexo lésbico, llegó entonces a las salas prohibida a los menores de 12 años.
El Tribunal Administrativo de París acaba de retirar esa calificación a la película, al considerar que el Ministerio de Cultura cometió entonces “un error de apreciación”. El tribunal exige a su titular, Fleur Pellerin, que le conceda otra clasificación más apropiada respecto a las numerosas “secuencias de sexo entre dos mujeres jóvenes presentadas de manera realista”, que considera susceptibles de “herir la sensibilidad del público joven”.
Este fallo judicial llega tras la demanda interpuesta en 2014 por la asociación Promouvoir, de perfil ultracatólico y próxima a algunos círculos de la extrema derecha francesa, que estimó que La vida de Adèle no debía ser vista por menores de 18 años. El ministerio francés de Cultura anunció ayer que presentará un recurso contra la decisión judicial ante el Consejo de Estado, última instancia de la jurisdicción administrativa en Francia.
De momento, Promouvoir se apunta un nuevo tanto en la defensa por sus valores. La organización fue fundada en 1996 por el abogado André Bonnet, que militó hasta la década pasada junto al político ultraderechista Bruno Mégret. Este padre de ocho hijos y ferviente partidario de la misa en latín ya había emprendido acciones judiciales para evitar que los menores vean películas como Saw 3D,Nymphomaniac o Love, lo nuevo del director francoargentino Gaspar Noé, que fue recalificada el pasado verano como prohibida a menores de 18 años cuando ya se encontraba en salas comerciales. Los efectos de esta prohibición no son simbólicos, ya que conllevan la retirada de ciertos cine y el descenso del coste de la película de cara a su emisión en televisión.
Bonnet afirma que distintos directores “sin escrúpulos” pretenden “reintroducir la pornografía en los circuitos para el gran público”, según declaró en agosto a la página Allociné. “A menudo, este cine tiene como objetivo confeso participar en la destrucción de las estructuras sociales y familiares en nombre de un libertarismo sin límite”, opinó el abogado. “Tenemos la impresión de que [Bonnet] tiene más influencia que el ministro de Cultura o el CNC [Centro Nacional del Cine]. Es el hombre que decide la clasificación de las películas en Francia”, respondió entonces el productor y distribuidor de Love, Vincent Maraval. Gaspar Noé, por su parte, temió que las acciones de Promouvoir terminen provocando “una autocensura” de los creadores franceses y comparó su “anacronismo absoluto” con “el del Estado Islámico”.
Fundada en 1996 y formada por cerca de 400 miembros, Promouvoir lucha por “la promoción de los valores judeocristianos” y se suele enfrentar a la representación cinematográfica de la homosexualidad, que Bonnet consideró en 2001 “contra natura” y “ligada a la pedofilia, según una correlación estadística”. En 2013, el abogado participó en un mitin contra el matrimonio homosexual en Francia, en la que comparó el texto que lo legalizaba con “el ascenso del nazismo y el marxismo-leninismo”. Su primera gran batalla fue la que ganó, en el año 2000, contra la película ¡Fóllame!, de la escritora (y cineasta ocasional) Virginie Despentes. La justicia obligó a retirar la película de los cines solo dos días después de su estreno. El Ejecutivo francés decidió crear la clasificación “prohibida a menores de 18 años” a consecuencia de aquel fallo judicial.
Polonia y Hungría bloquean normas de la UE para no reconocer bodas gays
/in EL PAIS, Europa, Europa Oriental, HOMOFOBIA @es, Homosexualidad, Noticia @es, Política /by EditoreaLos dos Gobiernos conservadores del Este obstaculizan normativas sobre regímenes económicos matrimoniales para no aceptar uniones “que no responden a sus valores”
La crisis económica ha abierto una fenomenal fractura Norte-Sur, pero en la Unión Europea hay una fractura quizá aún más profunda: Este-Oeste. Polonia y Hungría tienen previsto bloquear en la reunión de ministros de Justicia del próximo jueves una propuesta de normativa para uniformizar la ejecución de resoluciones en materia de regímenes económicos matrimoniales de las uniones registradas en la UE. La propuesta pretende “reducir incertidumbres en cuanto a los derechos de propiedad de las parejas internacionales”, según el texto final que examinarán los ministros. Esa norma requiere la unanimidad para salir adelante: el problema es que tanto Varsovia como Budapest no aceptan regímenes de familia “que no responden a sus valores ni están en su constitución”, según fuentes europeas. En la práctica, esos dos países -gobernados por partidos ultraconservadores- no quieren reconocer el matrimonio gay ni otras fórmulas jurídicas válidas para heterosexuales en otros países de la Unión, a pesar de que el texto permite a sus jueces inhibirse en favor del Tribunal de Luxemburgo en caso de tener que dictar sentencia en uno de esos casos.
Se trata de dos regulaciones. Por un lado, una propuesta relativa a la ejecución de resoluciones en materia de regímenes económicos matrimoniales. Y por otro, una norma sobre el reconocimiento y la ejecución de resoluciones en materia de efectos patrimoniales de las uniones registradas. Se trata de “garantizar un sistema uniforme de las normas” relativas a este asunto, según el texto. A lo largo del proceso legislativo, las delegaciones polaca y húngara presentaron una propuesta diferente que la mayoría de los socios considera “inaceptable”, según las fuentes consultadas. Los polacos han dejado claro que tienen dificultades para aceptar el texto sobre las uniones registradas.
Las tensiones con los países del Este han crecido exponencialmente en los últimos meses, sobre todo a raíz de la crisis de refugiados, que ha activado tenaces reflejos nacionalistas (aunque no solo en el Este). Algunos dirigentes de esos países -incluso los socialdemócratas eslovacos- han declarado que no aceptarán asilados musulmanes, aunque tras esa primera reacción hostil se han visto movilizaciones populares en favor de los refugiados, y pasos de varios Gobiernos del Este en la buena dirección. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha asegurado que la llegada de refugiados musulmanes pone en peligro los valores cristianos de Europa, en un discurso que no responde a las ideas recogidas en los tratados.
El miedo de la derecha italiana a incluir en las escuelas una teoría para acabar con la homofobia
/in Educación, EL DIARIO, Europa, Familia, HOMOFOBIA @es, Homosexualidad, Noticia @es, Política /by Editorea- Sus defensores aseguran que la teoría del género pretende divulgar la igualdad entre tendencias sexuales; la derecha italiana piensa que enseña conceptos “contrarios a la naturaleza”
- Este verano el alcalde de Venecia decidió retirar de las escuelas 49 libros al afirmar también que defendían la “teoría del género”
- El Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ha condenado a Italia por ser uno de los pocos países europeos que no cuentan con una legislación que proteja los derechos de las parejas homosexuales
La filósofa, profesora de la Sorbona y diputada del Partido Democrático italiano, Michela Marzano, se disponía hace un par de semanas a presentar en Pádova su nuevo libro ‘Mamma, papà e gender’ (Mamá, papa y el género). Pero a última hora el alcalde Massimo Bitonci, de la derechista Liga Norte, le negó el acceso al consistorio con el fin de “impedir que se propague la teoría del género”. La presión de un grupo de intelectuales propició que finalmente Marzano pudiera celebrar su conferencia en el aula magna de la Universidad de Pádova y de paso reapareciese el debate sobre esta corriente.
Porque, ¿qué es exactamente la teoría del género? Según la propia autora de este libro, “nada”. Marzano explica a eldiario.es que existen diferentes “estudios del género, que se desarrollaron a partir de los años 70 sobre todo en Francia”, que indagan en el comportamiento del ser humano en un ámbito social, familiar, cultural o sexual, desposeyéndolo de su carácter femenino o masculino. Es decir, separando la disyuntiva antropológica entre hombre y mujer de la relacionada con la masculinidad o feminidad, de modo que un hombre podría tener comportamientos femeninos y viceversa.
Precisamente para poner un poco de claridad en medio de semejante confusión, la filósofa ha escrito este libro con el que pretende “acabar con la idea de que un homosexual parte de una posición de inferioridad o la idea machista más extendida aún de que una niña es inferior a un niño”. “Hablamos de igualdad, todo lo demás son invenciones”, explica.
Según Marzano, como respuesta a estas reivindicaciones, grupos ultracatólicos y de extrema derecha llevan tiempo “agitando el fantasma de esta supuesta teoría del género, que vendría a destruir la familia”. Quienes la critican apuntan a que son las organizaciones que defienden los derechos de los homosexuales quienes tratan de imponerla en el conjunto de la sociedad.
Flavio Romani, presidente de Arcigay, el principal colectivo LGTB italiano, lo compara con los Protocolos de Sion, un libelo publicado en la Rusia de los zares en el que se recogen los supuestos planes de un grupo ultrasecreto judío para controlar el mundo y bajo el que se justificaron los pogromos antisemitas por parte de los rusos.
“Nos acusan de decir que una persona puede cambiar a cada momento de tendencia sexual y de querer convertir a todos en homosexuales”, reconoce a este medio Romani. Añade que a través de esta idea se desarrolla en la sociedad un sentimiento “homófobo” y que sus iniciativas en las escuelas para divulgar la igualdad entre diferentes tendencias sexuales cuentan con un fuerte y creciente rechazo.
Campañas contra la ‘teoría del género’
Este verano el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, apoyado por una coalición de derechas, decidió retirar de las escuelas 49 libros al afirmar también que defendían la “teoría del género”. En octubre, el Consejo Regional de Liguria, gobernado por Giovanni Toti, del partido Forza Italia de Silvio Berlusconi, aprobó incluso una resolución para prohibir esta ideología en los colegios. Y poco antes un comité del partido Fratelli d’Italia en la región de Trento lanzó una campaña con el lema “No a la ideología del género en los colegios”, utilizando la imagen de un transexual de 17 años que decidió acabar con su vida después de que sus padres trataran de imponerle una terapia curativa.
La fotógrafa Rose Morelli, quien captó el rostro lloroso del joven maquillado Leelah Alcorn, anunció acciones legales contra el partido. Al igual que hizo tiempo atrás el célebre publicista de Benetton Oliviero Toscani cuando Fratelli d’Italia puso el rótulo de “Un niño no es un capricho” a una obra de Toscani en la que dos parejas homosexuales sostienen a un bebé.
El jefe del grupo parlamentario de Fratelli d’Italia, Fabio Rampelli, responde aeldiario.es que aquellas fueron “iniciativas autónomas” y que no pueden “controlar la publicidad de todos los círculos del partido”. Lo importante para Rampelli es que “la diversidad entre hombre y mujer existe y no hay ninguna razón para que los niños aprendan conceptos que son contrarios a la naturaleza humana”.
“Los adultos tienen total libertad para decidir cambiarse de sexo o para tener relaciones homosexuales”, defiende el portavoz del partido, pero “no es algo que se deba inocular a los niños”. “Ojalá fuera cierto que la teoría del género no existe, porque eso significaría que hemos ganado la partida, pero hemos comprobado que hay una actividad espasmódica de ciertos grupos que no hace ningún bien al sistema educativo”, agrega.
La propia ministra de Instrucción, Stefani Giannini, se vio obligada a declarar que la reforma educativa que está en marcha no introducirá “ninguna teoría del género”. Para el jefe parlamentario de Fratelli d’Italia “lo que se debe explicar a los niños es cómo funciona el cuerpo y eso ya se hace”. Mientras que los colectivos homosexuales reclaman que se eduque en la igualdad, porque “apenas hay referencias a la sexualidad en los libros de texto italianos y las únicas aportaciones parten a nivel individual de las escuelas o de algunos colectivos”.
Tanto para la filósofa Marzano como para el presidente de Arcigay lo que hay detrás es “una estrategia de los grupos católicos y conservadores para no dar un paso atrás ante la ley de uniones civiles”. Actualmente en el Parlamento italiano se debate esta propuesta legislativa para regular los enlaces entre parejas del mismo sexo.
El Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ha condenado a Italia por ser uno de los pocos países europeos que no cuentan con una legislación que proteja los derechos de las parejas homosexuales. Pero a pesar del impulso del primer ministro Matteo Renzi y de figuras del PD, el debate no sólo cuenta con la oposición de todos los grupos de derechas, sino también de algunos sectores del propio partido de gobierno.
Grecia reconocerá a las parejas de hecho homosexuales sin contemplar adopción
/in EL MUNDO, Europa, Familia, HOMOFOBIA @es, Homosexualidad, Libertad sexual, Noticia @es, Política /by Editorea- La comunidad LGTB exige una legislación más igualitaria
- Los conservadores se muestran en contra del borrador de la nueva ley
Grecia reconocerá a las parejas de hecho homosexuales, según un proyecto ley que, si bien es un avance, no contempla el matrimonio y dista de satisfacer a la comunidad LGBT, que exige una legislación igualitaria.
El borrador de ley contempla equiparar las parejas de hecho homosexuales a las heterosexuales, con la condición de que estén registradas en Grecia.
Este tipo de uniones civiles gozará de derechos similares a los del matrimonio, como el de heredar las posesiones del cónyuge o tener acceso a la Seguridad Social amparada, pero no permite la adopción.
El proyecto establece también la creación de un Consejo Nacional contra el Racismo y la Intolerancia que se encargará de diseñar políticas que protejan a las minorías y de formar a los funcionarios respecto a estos temas.
Hasta la fecha, no se ha definido cuándo pasará el proyecto al Parlamento, debido al alto número de sugerencias que recibió esta iniciativa durante la consulta pública, informó a Efe una portavoz del Ministerio de Justicia.
Grecia es un país confesional de facto, en el que la Iglesia ortodoxa tiene gran influencia, y decisiones como ésta se topan con la resistencia de un amplio sector conservador de la sociedad, como demuestra el aluvión de comentarios críticos que aparecieron en la página web en la que se publicó el borrador de ley, a modo de consulta pública.
Las críticas de los conservadores
Los participantes, en su mayoría creyentes, califican el reconocimiento a las parejas homosexuales como un retroceso “inaceptable y destructivo“.
“Este tipo de progreso nos pierde…”, afirma un ciudadano en el portal digital. “Queremos que nuestros hijos y nuestros nietos vivan en una familia ortodoxa y griega, como la que nos dieron nuestros padres y antepasados”, dice otra.
La Iglesia ha manifestado su oposición mediante una carta oficial dirigida al Ministerio de Justicia, en la que el arzobispo de Atenas Jerónimo afirma que la unión civil es “un premio neoliberal a la falta de responsabilidad en las relaciones entre personas”.
El líder religioso rechaza toda otra forma de cohabitación que no sea la boda cristiana.
Discursos como el del obispo de El Pireo Serafim, quien, en enero pasado, dijo que “para los padres de la Iglesia la homosexualidad es el pecado más asqueroso y sucio”, representan las posiciones homófobas de esta comunidad.
No todos los griegos piensan como los citados exponentes de la Iglesia, ni como los que han participado activamente en el portal gubernamental para comentar la ley.
Ciudadanos como Lambros, por ejemplo, se muestran indignados con que todavía no se reconozcan los derechos de los homosexuales
“Todavía los homosexuales no pueden demostrar su relación en público. Estamos atrasados más de 50 años respecto a otros países”, asegura.
La opinión de los gays
La comunidad LGBT (las siglas que engloban a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) espera que este proceso sea rápido para que Grecia de por fin un primer paso en el reconocimiento de sus derechos.
Jóvenes como Vasilis Tomarópulos esperan que este proyecto, aunque no contemple la adopción, les de más visibilidad.
“Para mi familia no es normal que sea gay. Ellos son ultraconsevadores y creen que es cuestión de rebeldía”, afirma este estudiante de Física.
El joven universitario, de 19 años, cuenta que su hermano lo trata de “idiota”, porque publica en las redes sociales algunos artículos que reivindican los derechos de los gays.
Participar en manifestaciones y asistir a reuniones para dialogar sobre los problemas que afectan a su comunidad le ha permitido liberar el miedo al rechazo.
Vasilis discute constantemente su situación con otros voluntarios de la organización Juventud de Color (Colour Youth). Sus compañeros creen que la sociedad griega podría cambiar de mentalidad si la ley se transforma.
Todavía el Código Penal Griego contempla normas discriminatorias, como la diferencia de edades para consentir relaciones sexuales (las mujeres y los heterosexuales a los 15 y los homosexuales hombres a los 17).
Los jóvenes insisten en que la Iglesia y el Estado deben separarse para que la sociedad deje de rechazarlos.
Para este grupo, comprender su situación también es cuestión de “sentido común”.
Vasilis lo define como un asunto de “principios fundamentales; de derechos humanos”.
Dos hombres de Dublín, primera pareja homosexual que se casa en Irlanda
/in DEIA, Europa, Familia, Gay, Homosexualidad, Noticia @es, Política /by Editorea-
“Lo que hemos hecho hoy es formalizar la legalidad de nuestro matrimonio”
-
Dos hombres de Dublín se casaron hoy, la primera pareja que contrae matrimonio en la República de Irlanda tras entrar en vigor la ley aprobada por la mayoría del electorado en el referéndum del pasado mayo.
DUBLÍN. Los irlandeses Richard Dowling, abogado, y Cormac Gollogly, empleado de banca, ambos de 35 años de edad, se dieron el “sí quiero” en una discreta ceremonia civil celebrada en la localidad de Clonmel, en el condado de Tipperary (sur de Irlanda).
“Es estupendo ser los primeros”, declaró a los medios Cormac, quien después besó a su nuevo marido Richard, que, a su vez, recordaba hoy cómo le pidió matrimonio hace dos años en una playa de la ciudad costera española de Sitges.
Gracias al apoyo del 62 por ciento de los votantes, Irlanda se convirtió en el primer país del mundo que legaliza este tipo de uniones en una consulta popular convocada por su Gobierno, de coalición entre conservadores y laboristas.
Desde el pasado mayo, 187 parejas del mismo sexo han presentado solicitudes para casarse de acuerdo con la llamada Ley de Matrimonio de 2015, un texto que fue oficializado la pasada semana por la ministra irlandesa de Justicia e Interior, Frances Fitzgerald, y que entró en vigor ayer.
La República de Irlanda ya promulgó en 2010 la ley de Relaciones Civiles que, por primera vez en este país, concedía reconocimiento legal a las parejas de hecho del mismo sexo, pero eludía calificar a esas uniones de “matrimonio” y protegerlas constitucionalmente.
Con el referéndum del pasado mayo, el matrimonio de parejas del mismo sexo tiene el mismo estatus en la Carta Magna irlandesa que las uniones convencionales.
Cormac y Richard recurrieron hace dos meses a la anterior legislación para sellar una “unión civil” y entonces organizaron una fiesta por todo lo alto con familiares y amigos.
“Lo que hemos hecho hoy es formalizar la legalidad de nuestro matrimonio. Queríamos también intentar entrar en los libros de historia convirtiéndonos en los primeros en casarse”, explicó Richard.
A pesar de las garantías constitucionales, la iglesia católica, la anglicana o cualquier otra organización religiosa reconocida oficialmente por el Estado irlandés puede negarse por motivos de conciencia a casar a una pareja de homosexuales.